Reminiscencias de Jonas Mekas

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Reminiscencias de Jonas Mekas Omaggio

Luis Bugarini

Reminiscencias de Jonas Mekas

This is a political film.

Jonas Mekas, As I was moving ahead occasionally I saw brief glimpses of beauty (2000)

Reminiscencias de Jonas Mekas publicado por: Iniciativa Cucurucho, registro en trámite.

Iniciativa Cucurucho nace para editar libros que acaso no lo sean, por lo que son imposibles no sólo de vender en mercados convencionales, sino incluso de ser editados por sellos que gustan de asumir riesgos.

Saltar desde nada, hacia nada, para nada.

Primera edición: 2019. luisbugarini@yahoo.com.mx © Iniciativa Cucurucho © Luis Bugarini Ilustración en cubierta e interiores: Luis Bugarini Este documento puede reproducirse de manera libre sin autorización por escrito de los titulares de los derechos, por cualquier procedimiento mecánico o electrónico, actual o futuro —incluyendo las fotocopias simples y la distribución por Internet—, siempre que se cite la autoría del texto y del diseño.

Hecho en México – Made in Mexico

Reminiscencias de Jonas Mekas

Ă?ndice

I. Reminiscencias

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II. Vestigios

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III. Omaggio

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Reminiscencias de Jonas Mekas

I. Reminiscencias

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Reminiscencias de Jonas Mekas

Hubiera deseado, Jonas, que tu nombre se mantuviera a resguardo, como lo estuvo por décadas, pero tu muerte a principios de 2019 lo llevó a los diarios con lo que no pocos curiosos se acercaron a tu obra. Intuyo que saberlo te dará alguna satisfacción. Tú, que hallaste en el trabajo discreto y sin interrupción una herramienta anímica para subsistir, de pronto apareciste en las primeras planas de los diarios principales. El artista de vanguardia en el escenario populoso de un mercado sin rostro.

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Anticipo que más de uno, más fisgón que próximo a tu estética, se habrá asomado a los filmes sin hallar una experiencia que les resultase amable. El movimiento de la cámara, nervioso y deshilado, puede desesperar a más de uno. El cine actual es melodramático sirviéndose de la tecnología, con lo que logran milagros y hasta resurrecciones de actores fallecidos. Más que nunca se ha vuelto un espectáculo de prodigios y malabarismo.

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Ya no recuerdo cómo llegué a Reminiscences of a Journey to Lithuania (1971-72), pero aquella experiencia me resultó significativa. No sabía nada de ti, de tu obra, de tu personaje como creador. Habían desfilado ante mis ojos —mis jóvenes ojos (tendría menos de veinte años)— el rescate de una memoria desde el lugar de origen. Aquellas imágenes de la vida familiar tienen una fuerza que aún me motiva a idear, escribir o planear viajes para hacerme de retazos vivos de memoria.

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Llegué a ese punto de la vida en el que se confirma que el origen y la memoria son los dos materiales plásticos fundamentales para el escritor. Concluyo que podemos actuar sobre lo que recordamos o sobre aquello que experimentamos, pese a que pueda aderezarse con una pátina de imaginación. La desmemoria, así lo vivo, equivale a una falta de humanidad y a la caída del hombre en un terreno fangoso. Así que he entregado mis energías escriturales a la reconstrucción de pedazos de mi vida ­ —nada significativos, por lo demás—, pero a fin de cuentas es lo que poseo como materia prima. Además, claro, la memoria de los pocos libros que he podido leer en el espacio de mi vida.

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La vuelta al origen es el eje desde el cual estructuro mi obra y llegar a tus filmes, a unos más que a otros, fue esencial para elegir la dirección apropiada para un conjunto de escritos, ensoñaciones, tentativas, proyectos resueltos o abandonados. Reminiscences of a Journey to Lithuania me resulta especial porque es la obra de un inmigrante que vuelve al lugar de origen. No lo sabes pero yo mismo lo soy de varias generaciones atrás, de italianos que llegaron a América (el continente) para trazar para sí un mejor futuro.

Mi bisabuelo llegó a México para buscarse un destino en la explotación minera del país, y con ello dejar atrás a una Italia sumida en aprietos provocados por la guerra. Como sabes, Italia perdió la Segunda Guerra Mundial y la situación de la península se vio en una de las peores crisis de su historia reciente.

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Entre 2003 y 2013 visité Italia en tres ocasiones, de manera holgada y extensa, con el objetivo de reconocerme entre mis pares. Hallé los vínculos que me unían al igual que aquellos aspectos que nos diferencian. La mexicanidad es una herencia cultural que enraiza a sus hijos y ni aún con la distancia pierde su fortaleza. La herencia europea es un influjo que bombea dentro de mí, pero el efecto del sincretismo es irreversible.

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El resultado de aquellas visitas fue identificarme como un escritor mexicano de ascendencia italiana, más que un italiano afincado en tierras mexicanas. Ya antes había perfeccionado mi dominio de la lengua italiana, sin embargo, los giros locales de todas las derivaciones imaginables —toscano, piamontés, sardo, abruzzese, pugliese, umbro, laziale, marchigiano central, cicolano-reatino-aquilano y molisan, milanés, bergamasco, veneciano, modenés, boloñés, siciliano, etc.—, me hicieron dar marcha atrás en la iniciativa de fundirme lingüísticamente, al punto de orillarme hacia la incomprensión más absoluta.

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Pero más allá de eso, Jonas, la identidad italiana varía de manera drástica entre regiones. Algo que, como lituano, sabrás mejor que nadie. Una vez allá, lo mismo las Reminiscences of a Journey to Lithuania que As I was moving ahead occasionally I saw brief glimpses of beauty, me sugirieron la posibilidad de hacer registros de aquellos lugares a partir de sus ecos y sonidos ambientales. Así que con la ayuda de un teléfono móvil hice algunas grabaciones inconexas de aquellas visitas. Durante años quedaron como meros archivos de viajes, hasta que decidí unirlos de manera intuitiva para lograr un registro en el tiempo.

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Unidos, aquellos fragmentos son el testimonio más vivo de mi herencia italiana. No soy un cineasta ni tengo mayor vocación por los productos audiovisuales que los de un afiebrado espectador. Soy un escritor y nada más. Con la ayuda de manos amigas, logré Omaggio (2018) como un anticipo de lo que vendrá: un recuento escrito de lugares, reverberaciones, transparencias y nostalgias de la vieja Italia.

Avanzo con la escritura de un libro sobre la península, pero las ideas se me agolpan en la cabeza y otros proyectos se sobreponen hasta dejarme sin energías. El avance es lento aunque no deja de fluir.

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Sería natural que Omaggio te haga sonreír. Es demasiado ingenuo y sus bordes son imprecisos y extravagantes.

Entenderás que los escritores (tú mismo lo eres) tenemos derecho a ignorar el pudor de tiempo en tiempo. La memoria de la península, la identidad italiana y esa diáspora invisible de millones de descendientes de italianos alrededor del mundo, me inquieta. No es un asunto menor y no ha recibido apenas atención. Cada mañana recuerdo el viento de La Spezia, el tumulto de Milán y las mañanas frías, bajo los arcos, de Turín y sus cafés. Aquello aún me revolotea en la memoria.

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Omaggio es un homenaje al propio título de tu película As I was moving ahead occasionally I saw brief glimpses of beauty.

De igual modo hallé esos breves vislumbres, que encarnan el transcurrir de la vida misma sin más añadidos que la música de su propia secuencia. ¿Habrá algo más qué añadir a la música que puede oírse en una estación de trenes? ¿Al sonido de unas tazas de café recién servidas o al de una conversación casual en un vagón?

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Me permitĂ­ aparecer como reflejo en algunas secuencias. Si el espectador es atento o siente curiosidad por ello, podrĂĄ hallar la figura que corresponde a mi persona en esa realidad colectiva. La vanidad del escritor, apenas si debo decirlo, es infinita.

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Siento la comodidad de no tener que justificar porqué la memoria es nuestro vínculo con los otros. La verdad, nuestra verdad, es lo que podemos recordar. Es cuanto se rompe el vínculo con la memoria perdemos nuestra humanidad. Es la tragedia del Alzheimer. Un ser humano que ya no recuerda se transforma en un organismo biológico despojado de identidad. Es una máquina de procesar alimentos, líquidos, impulsos eléctricos, hasta que una falla crítica en el sistema hace imposible ese intercambio. En Omaggio, al igual que tú en más de uno de tus filmes, me permito recordar. Las imágenes soy yo mismo: me proveo de herramientas para el recuerdo.

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Los viajes son una oportunidad para ampliar la memoria.

Nos allegamos de recuerdos para extender el mapa de nuestros afectos. Una casa sin objetos traĂ­dos en viajes no es un hogar, sino un espacio avituallado con lo mĂ­nimo para la subsistencia. Es un aparejo para sobrevivir antes que un sitio de arraigo.

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No enlisto las ciudades italianas que aparecen en Omaggio porque unas son reconocibles y otras no necesitan ser identificadas: su belleza se mide por su mero existir.

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Jonas, espero volver pronto a Italia, pero los pendientes me abruman. Empiezo libros que no termino y leo a regañadientes obras de otros por múltiples compromisos.

Nadie dijo que la vida del escritor sería fácil.

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¿De dónde es el escritor? ¿De lo que logró terminar o de lo que dejó inconcluso? ¿De sus ensoñaciones o de sus vigilias?

No soy lírico. Este no es el espacio para serlo. Reminiscences of a Journey to Lithuania no necesita palabras dulces para serlo.

Es un poema de imágenes y recuerdos, que se desenrolla para felicidad de sus espectadores.

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Siento envidia cuando vuelvo a tus películas. Me hacen meditar sobre la pertinencia de haber elegido el camino de las letras —que me ha dado satisfacciones, no lo niego—, o si me equivoqué y debí orientarme hacia la música, el cine o la santidad. Pude ser teólogo y la adolescencia, ese periodo de efervescencia y locura, me alejó de un camino que acaso era el mío. Ahora debo condescender en escribir.

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Tal es el tamaño es mi angustia. Porque la vida se termina y ahora que físicamente ya no estás entre nosotros, conviene preguntarse por la importancia del registro como el testimonio de una vida. Caminé por las plazoletas italianas y respiré el aire limpio y contaminado de sus ciudades, siempre acompañado de un café. Hoy, a la distancia, aquello es un eco que nunca termina.

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El azar gobierna nuestros actos. Porqué se elige un segmento y no otro escasamente admite una explicación racional.

El recuerdo es selectivo y se borra según pasan los años.

Imagino que eso pensabas al ver de nuevo tus películas con lustros de distancia.

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II. Vestigios

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A lo largo de los viajes hice algunas fotografías. No todas se han conservado. El tiempo es un verdugo inexorable. Unas se perdieron, otras se mojaron y otras más carecen de un mínimo de logro fotográfico. Hice una selección que deseo mostrarte. Al igual que a ti, me interesa la vida que fluye y lo que se oculta tras los detalles. Los lugares y las fechas de cada imagen son inciertos —carezco de los atributos mínimos del catalogador­—, pero sé que las hizo un joven que anhelaba la imagen como parte de su dieta diaria. Me sonrojé al hacer esta selección, que ahora ya no es sólo mía.

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III. Omaggio

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8.

camino sin rumbo por la ciudad en llamas tempestad ácida para petrificar a los cuerpos que danzan por las avenidas el mundo es una memoria que sólo vive en los más viejos autos abandonados cementerios de pirámides prisa por llegar al sitio desconocidos con mil brazos tamborileo de piernas textura de vapor para un azar que desconoce los relojes otro mundo es posible cuando el océano se salga de control y nos devore hay un eco que carcome las montañas y se esconde al fondo de las serranías en las cuevas en los meandros evitar asomarse porque se disgrega se troza en pedazos y se vuelve imposible escucharlos de nuevo cansa dar pasos en la proximidad del valle sin el verdor de antaño adormecen el aroma de estas flores que nadie identifica y todos disfrutan

Reminiscencias de Jonas Mekas

Jonas, no sin temor y algo de vergüenza, dejo en tus manos estas “Reminiscencias”, tan mías como de quien las atestigüe, que te dedico con la admiración de quien identificó tus huellas en la arena y más tímido que resuelto se animó a seguirlas para lograr este registro de amor a la tierra y al pueblo de Italia: https://youtu.be/xjfQ4Hsj3Bo

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Esta primera edición para descarga gratuita de Reminiscencias de Jonas Mekas, de Luis Bugarini, que continúa la Colección “Libromas” de Iniciativa Cucurucho, se terminó de editar para su distribución libre en la Alcaldía de Coyoacán, Ciudad de México, durante los primeros días del mes de octubre de 2019.

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