Textrรณn 2000
Textrรณn 2000
Textrรณn 2000 Cuaderno de ejercicios Luis Bugarini
Textrón 2000
Do oso ora asma asta arde, ca vela esta acción des han la zar, una mi higo su yo lea con sed jaco ser oh trombo Otón ene Helga van. “Homofónico”, en Ejercicios de estilo Raymond Queneau
Textrón 2000 publicado por: Iniciativa Cucurucho, registro en trámite. Iniciativa Cucurucho nace para editar libros que acaso no lo sean, por lo que son imposibles no sólo de vender en mercados convencionales, sino incluso de ser editados por sellos que gustan de asumir riesgos. Saltar desde nada, hacia nada, para nada.
Primera edición: 2018. luisbugarini@yahoo.com.mx © Iniciativa Cucurucho © Luis Bugarini Ilustración en cubierta e interiores: Meridiano, poema visual de Luis Bugarini. Este documento puede reproducirse de manera libre sin autorización por escrito de los titulares de los derechos, por cualquier procedimiento mecánico o electrónico, actual o futuro —incluyendo las fotocopias simples y la distribución por Internet—, siempre que se cite la autoría del texto y del diseño. Hecho en México – Made in Mexico
Textrรณn 2000
ร ndice
Prรณlogo
7
Preliminar
9
Bloque 1: Posibilidades
11
Bloque 2: Engarce simple y compuesto
73
5
Textrón 2000
Prólogo Inventar mecanismos que puedan facilitar las tareas más complejas, aquellas en las que el ser humano se supone indispensable, no sólo es una de sus aspiraciones más constantes sino que incluso podría decirse que es una de las más perseguidas. Tiende a buscarlo todo, en el menor tiempo posible, en cumplimiento a la ley del mínimo esfuerzo. Textrón 2000 extrapola dispositivos de mimetización de la realidad a un escenario mecánico, con la intención de que aporten materia al terreno de las humanidades. Antes de que se comprendiesen las leyes que gobiernan el reino animal, solía decirse: la escritura es un fenómeno humano. Ahora se sabe que también escribe la hiena que deja un rastro de orina o la mantis religiosa que permanece en una rama y no en otra. Textrón 2000 propone “mecanizar” la generación de segmentos de escritura para consumo y desecho de otros individuos. El reino de la técnica es el más proclive a buscar mejoras para lograr sus objetivos. Pareciera que el escritor sigue a la espera de que la conjunción de un cigarro y una taza de café —a la que suele denominar “las musas”—, le ayude a la domesticación de su labor, además de evitarle los efectos de la abulia o los acicates del trascendentalismo. Textrón 2000 es una licuadora que admite experiencia y lenguaje en estado puro, con una meta que recuerda a los alquimistas de la antigüedad. —Paula Torre
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Preliminar 1. Textrón 2000 es una herramienta de apoyo para la generación de escritura. 2. La realidad que nos rodea se estructura a través de uniones de palabras, las cuales, a su vez, ayudan a sus pobladores a desentenderse de ella. 3. Textrón 2000 asiste al usuario a replicar un modelo verbal de reproducción de manera exponencial casi infinita. 4. La literatura es una construcción de carácter social y su ejercicio conlleva riesgos, lo mismo para quien la intenta que para quienes disfrutan de ella. 5. Textrón 2000 admite el uso de referencias cruzadas para la creación de textos con el objetivo de darles cierta forma esperada. 6. La condición humana no admite simplificaciones y utilizar el lenguaje como vehículo para vislumbrar sus alcances puede resultar en daños a la persona (suicidio, alcoholismo, depresión, molestias generales, etc.). El (re)creador de la herramienta no admite ninguna responsabilidad por el uso que pueda darse a ésta. 7. Textrón 2000 advierte que es posible escribir textos sin intención literaria, con lo cual se evitan las consecuencias negativas comúnmente asociadas a la fatalidad de intentarlo.
9
8. El modo humano de entender la realidad, como si se tratase de una secuencia ininterrumpida de fenómenos, no cambiará para satisfacer exigencias individuales. 9. Textrón 2000 es producto de una observación concentrada del hecho humano, en especial, de las secuelas de ignorar que el lenguaje nos constituye y acaso su nombre más apropiado sea “espíritu”. 10. Textrón 2000 es producto de Textrón 2000.
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Bloque 1: Posibilidades
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Posibilidad 1
Oración modelo: Desde la ventana podía verse la carretera cubierta de nieve. A partir de esta línea puede avanzar en la construcción de lo siguiente: (1) un proyecto narrativo, (2) un proyecto poético, (3) un proyecto ensayístico. Sean de “naturaleza híbrida” o sean de cualquier otra forma imaginable. Ejemplos: (1) Desde la ventana podía verse la carretera cubierta de nieve. (2) Desde la ventana podía verse la carretera cubierta de nieve. (3) Desde la ventana podía verse la carretera cubierta de nieve. Tolstoi [o el autor de su lectura más reciente] escribió que… [Elija su opción y continúe:]
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Posibilidad 2
Oración modelo: Llegué a la casa abrumado, a la manera de los sauces que se agitan con el viento. [Elija su opción y continúe:]
15
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Posibilidad 3
Oración modelo: Cortó la manzana en dos partes y las palabras de su madre se escucharon en la lejanía. [Elija su opción y continúe:]
17
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Posibilidad 4
Oración modelo: En la parte más alta del convento, el santo se inclina para recibir una confirmación de los audaces. [Elija su opción y continúe:]
19
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Posibilidad 5
Oración modelo: Ni el más distraído podría olvidar una mirada de aquellos ojos, acerados y culpables. [Elija su opción y continúe:]
21
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Posibilidad 6
Oración modelo: La tomé de la mano y ya no hubo ocasión de volver por el mismo sendero. [Elija su opción y continúe:]
23
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Posibilidad 7
Oración modelo: El consuelo que deriva del crepúsculo no se compara con una línea de cocaína. [Elija su opción y continúe:]
25
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Posibilidad 8
Oración modelo: Dijo que no la siguiera, pero la memoria de sus palabras se volvió una astilla en el centro del cerebro. [Elija su opción y continúe:]
27
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Posibilidad 9
Oración modelo: Inicié la mañana con una taza de café porque ninguno de los versículos de Juan pudo ayudarme. [Elija su opción y continúe:]
29
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Posibilidad 10
Oración modelo: Ya no hubo manera de regresar el tiempo y los errores de la juventud pesaban más que nunca. [Elija su opción y continúe:]
31
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Posibilidad 11
Oración modelo: Subrayé la palabra “muerte” en las páginas de aquel volumen porque intuí la posibilidad de un mensaje cifrado. [Elija su opción y continúe:]
33
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Posibilidad 12
Oración modelo: Vislumbré la firmeza de sus piernas desde el escenario y ya no hubo marcha atrás. [Elija su opción y continúe:]
35
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Posibilidad 13
Oración modelo: No pude visitarla a media tarde, como lo solicitó, pero ya habría tiempo de presentarnos. [Elija su opción y continúe:]
37
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Posibilidad 14
Oración modelo: El espejo me devolvió una imagen que prefiero olvidar aunque ignoro si sea posible. [Elija su opción y continúe:]
39
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Posibilidad 15
Oración modelo: La forma de caída de su cabellera, a plena luz, me hizo pensar en el encanecimiento prematuro. [Elija su opción y continúe:]
41
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Posibilidad 16
Oración modelo: ¿Qué debe hacer un hombre para olvidar sus miedos? [Elija su opción y continúe:]
43
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Posibilidad 17
Oración modelo: Abrí la sombrilla en la banqueta y recordé que dejé abierta la llave del gas. [Elija su opción y continúe:]
45
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Posibilidad 18
Oración modelo: No sentí piedad ante su cadáver, sino ansiedad y desconcierto sin límites. [Elija su opción y continúe:]
47
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Posibilidad 19
Oración modelo: Aquella noche soñé con una estrategia para salir de la pobreza. [Elija su opción y continúe:]
49
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Posibilidad 20
Oración modelo: Le llevé el suéter que estaba en la sala, pero no quiso utilizarlo por ser de color azul. [Elija su opción y continúe:]
51
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Posibilidad 21
Oración modelo: Respondí que no dejaría de beber. [Elija su opción y continúe:]
53
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Posibilidad 22
Oración modelo: Cocinaba el mejor arroz del mundo. [Elija su opción y continúe:]
55
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Posibilidad 23
Oración modelo: A esa hora de la mañana, la estación de autobuses parecía un cementerio. [Elija su opción y continúe:]
57
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Posibilidad 24
Oración modelo: Salía humo de las coladeras y me resigné a caminar a paso lento. [Elija su opción y continúe:]
59
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Posibilidad 25
Oración modelo: La fortuna daba otro salto hacia un punto indefinido, de manera habitual. [Elija su opción y continúe:]
61
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Posibilidad 26
Oración modelo: Jamás había dudado de su lealtad, pero sus palabras me llevaron a un callejón sin salida. [Elija su opción y continúe:]
63
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Posibilidad 27
Oración modelo: No debía sentir temor por el mundo a mi alrededor, pero el mecanismo se detuvo hasta quedar inmovilizado. [Elija su opción y continúe:]
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Posibilidad 28
Oración modelo: No me sentía culpable por su muerte. [Elija su opción y continúe:]
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Posibilidad 29
Oración modelo: Me enteré por el periódico que no basta con desear para que sucedan nuestros deseos. [Elija su opción y continúe:]
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Posibilidad 30
Oración modelo: Decidí que no lavaría esa camisa para conservar la marca de su labial. [Elija su opción y continúe:]
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Bloque 2: Engarce simple y compuesto
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Engarce 1
Ensamble la posibilidad 1 con la 5, por ejemplo. Resultado: Desde la ventana podía verse la carretera cubierta de nieve y ni el más distraído podría olvidar una mirada de aquellos ojos, acerados y culpables. [Continúe el texto:]
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Engarce 2
Ensamble la posibilidad 2 con la 19, por ejemplo. Resultado: Llegué a la casa abrumado, a la manera de los sauces que se agitan con el viento. Aquella noche soñé con una estrategia para salir de la pobreza. [Continúe el texto:]
77
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Engarce 3
Ensamble la posibilidad 3 con la 8, por ejemplo. Resultado: Cortó la manzana en dos partes y las palabras de su madre se escucharon en la lejanía. Dijo que no la siguiera, pero la memoria de sus palabras se volvió una astilla en el centro del cerebro. [Continúe el texto:]
79
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Engarce 4
Ensamble la posibilidad 4 con la 22, por ejemplo. Resultado: En la parte más alta del convento, el santo se inclina para recibir una confirmación de los audaces. Cocinaba el mejor arroz del mundo. [Continúe el texto:]
81
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Engarce 5
Ensamble la posibilidad 30 con la 14, por ejemplo. Resultado: Decidí que no lavaría esa camisa para conservar la marca de su labial. El espejo me devolvió una imagen que prefiero olvidar aunque ignoro si sea posible. [Continúe el texto:]
83
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Engarce 6
Ensamble la posibilidad 6 con la 15, por ejemplo. Resultado: La tomé de la mano y ya no hubo ocasión de volver por el mismo sendero. La forma de caída de su cabellera, a plena luz, me hizo pensar en el encanecimiento prematuro. [Continúe el texto:]
85
Textrón 2000
Engarce 7
Ensamble la posibilidad 7 con la 13, por ejemplo. Resultado: El consuelo que deriva del crepúsculo no se compara con una línea de cocaína. No pude visitarla a media tarde, como lo solicitó, pero ya habría tiempo de presentarnos. [Continúe el texto:]
87
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Engarce 8
Ensamble la posibilidad 11 con la 16, por ejemplo. Resultado: Subrayé la palabra “muerte” en las páginas de aquel volumen porque intuí la posibilidad de un mensaje cifrado. ¿Qué debe hacer un hombre para olvidar sus miedos? [Continúe el texto:]
89
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Engarce 9
Ensamble la posibilidad 9 con la 17, por ejemplo. Resultado: Inicié la mañana con una taza de café porque ninguno de los versículos de Juan pudo ayudarme. Abrí la sombrilla en la banqueta y recordé que dejé abierta la llave del gas. [Continúe el texto:]
91
Textrón 2000
Engarce 10
Ensamble la posibilidad 10 con la 20, por ejemplo. Resultado: Ya no hubo manera de regresar el tiempo y los errores de la juventud pesaban más que nunca. Le llevé el suéter que estaba en la sala, pero no quiso utilizarlo por ser de color azul. [Continúe el texto:]
93
Textrón 2000
Engarce 11
Ensamble la posibilidad 12 con la 21, por ejemplo. Resultado: Vislumbré la firmeza de sus piernas desde el escenario y ya no hubo marcha atrás. Respondí que no dejaría de beber. [Continúe el texto:]
95
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Engarce 12
Ensamble la posibilidad 18 con la 24, por ejemplo. Resultado: Resultado: No sentí piedad ante su cadáver, sino ansiedad y desconcierto sin límites. Salía humo de las coladeras y me resigné a caminar a paso lento. [Continúe el texto:]
97
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Engarce 13
Ensamble la posibilidad 23 con la 25, por ejemplo. Resultado: A esa hora de la mañana, la estación de autobuses parecía un cementerio. La fortuna daba otro salto hacia un punto indefinido, de manera habitual. [Continúe el texto:]
99
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Engarce 14
Ensamble la posibilidad 26 con la 27, por ejemplo. Resultado: Jamás había dudado de su lealtad, pero sus palabras me llevaron a un callejón sin salida. No debía sentir temor por el mundo a mi alrededor, pero el mecanismo se detuvo hasta quedar inmovilizado. [Continúe el texto:]
101
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Engarce 15
Ensamble la posibilidad 29 con la 28, por ejemplo. Resultado: Me enteré por el periódico que no basta con desear para que sucedan nuestros deseos. No me sentía culpable por su muerte. [Continúe el texto:]
103
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Engarce 16
Ensamble el engarce 1 con el 12, y altere la secuencia de las oraciones, si así le parece, por ejemplo. Resultado: No sentí piedad ante su cadáver, sino ansiedad y desconcierto sin límites. Desde la ventana podía verse la carretera cubierta de nieve y ni el más distraído podría olvidar una mirada de aquellos ojos, acerados y culpables. Salía humo de las coladeras y me resigné a caminar a paso lento. [Continúe el texto:]
105
Textrón 2000
Engarce 17
Ensamble el engarce 14 con el 10, y altere la secuencia de las oraciones, si así le parece, por ejemplo. Resultado: No debía sentir temor por el mundo a mi alrededor, pero el mecanismo se detuvo hasta quedar inmovilizado. Le llevé el suéter que estaba en la sala, pero no quiso utilizarlo por ser de color azul. Jamás había dudado de su lealtad, pero sus palabras me llevaron a un callejón sin salida. Ya no hubo manera de regresar el tiempo y los errores de la juventud pesaban más que nunca. [Continúe el texto:]
107
Textrón 2000
Engarce 18
Ensamble el engarce 8 con el 4, y altere la secuencia de las oraciones, si así le parece, por ejemplo. Resultado: Subrayé la palabra “muerte” en las páginas de aquel volumen porque intuí la posibilidad de un mensaje cifrado. ¿Qué debe hacer un hombre para olvidar sus miedos? En la parte más alta del convento, el santo se inclina para recibir una confirmación de los audaces. Cocinaba el mejor arroz del mundo. [Continúe el texto:]
109
Textrón 2000
Engarce 19
Ensamble el engarce 2 con el 7, y altere la secuencia de las oraciones, si así le parece, por ejemplo. Resultado: Llegué a la casa abrumado, a la manera de los sauces que se agitan con el viento. Aquella noche soñé con una estrategia para salir de la pobreza. El consuelo que deriva del crepúsculo no se compara con una línea de cocaína. No pude visitarla a media tarde, como lo solicitó, pero ya habría tiempo de presentarnos. [Continúe el texto:]
111
Textrón 2000
Engarce 20
Ensamble el engarce 3 con el 11, y altere la secuencia de las oraciones, si así le parece, por ejemplo. Resultado: Cortó la manzana en dos partes y las palabras de su madre se escucharon en la lejanía. Dijo que no la siguiera, pero la memoria de sus palabras se volvió una astilla en el centro del cerebro. Vislumbré la firmeza de sus piernas desde el escenario y ya no hubo marcha atrás. Respondí que no dejaría de beber. [Continúe el texto:]
113
Textrón 2000
Engarce 21
Ensamble el engarce 5 con el 13, y altere la secuencia de las oraciones, si así le parece, por ejemplo. Resultado: Decidí que no lavaría esa camisa para conservar la marca de su labial. El espejo me devolvió una imagen que prefiero olvidar aunque ignoro si sea posible. A esa hora de la mañana, la estación de autobuses parecía un cementerio. La fortuna daba otro salto hacia un punto indefinido, de manera habitual. [Continúe el texto:]
115
Textrón 2000
Engarce 22
Ensamble el engarce 6 con el 9, y altere la secuencia de las oraciones, si así le parece, por ejemplo. Resultado: La tomé de la mano y ya no hubo ocasión de volver por el mismo sendero. La forma de caída de su cabellera, a plena luz, me hizo pensar en el encanecimiento prematuro. Inicié la mañana con una taza de café porque ninguno de los versículos de Juan pudo ayudarme. Abrí la sombrilla en la banqueta y recordé que dejé abierta la llave del gas. [Continúe el texto:]
117
Textrón 2000
Engarce 23
Ensamble el engarce 15 con el 18, y altere la secuencia de las oraciones, si así le parece, por ejemplo. Resultado: Me enteré por el periódico que no basta con desear para que sucedan nuestros deseos. No me sentía culpable por su muerte. Subrayé la palabra “muerte” en las páginas de aquel volumen porque intuí la posibilidad de un mensaje cifrado. ¿Qué debe hacer un hombre para olvidar sus miedos? En la parte más alta del convento, el santo se inclina para recibir una confirmación de los audaces. Cocinaba el mejor arroz del mundo. [Continúe el texto:]
119
Textrón 2000
Engarce 24
Ensamble el engarce 16 con el 22, y altere la secuencia de las oraciones, si así le parece, por ejemplo. Resultado: No sentí piedad ante su cadáver, sino ansiedad y desconcierto sin límites. Desde la ventana podía verse la carretera cubierta de nieve y ni el más distraído podría olvidar una mirada de aquellos ojos, acerados y culpables. Salía humo de las coladeras y me resigné a caminar a paso lento. La tomé de la mano y ya no hubo ocasión de volver por el mismo sendero. La forma de caída de su cabellera, a plena luz, me hizo pensar en el encanecimiento prematuro. Inicié la mañana con una taza de café porque ninguno de los versículos de Juan pudo ayudarme. Abrí la sombrilla en la banqueta y recordé que dejé abierta la llave del gas. [Continúe el texto:]
121
Textrón 2000
Engarce 25
Ensamble el engarce 24 con el 17, y altere la secuencia de las oraciones, si así le parece, por ejemplo. Resultado: No sentí piedad ante su cadáver, sino ansiedad y desconcierto sin límites. Desde la ventana podía verse la carretera cubierta de nieve y ni el más distraído podría olvidar una mirada de aquellos ojos, acerados y culpables. Salía humo de las coladeras y me resigné a caminar a paso lento. La tomé de la mano y ya no hubo ocasión de volver por el mismo sendero. La forma de caída de su cabellera, a plena luz, me hizo pensar en el encanecimiento prematuro. Inicié la mañana con una taza de café porque ninguno de los versículos de Juan pudo ayudarme. Abrí la sombrilla en la banqueta y recordé que dejé abierta la llave del gas. No debía sentir temor por el mundo a mi alrededor, pero el mecanismo se detuvo hasta quedar inmovilizado. Le llevé el suéter que estaba en la sala, pero no quiso utilizarlo por ser de color azul. Jamás había dudado de su lealtad, pero sus palabras me llevaron a un callejón sin salida. Ya no hubo manera de regresar el tiempo y los errores de la juventud pesaban más que nunca. [Continúe el texto:]
123
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Engarce 26
Ensamble el engarce 18 con el 21, y altere la secuencia de las oraciones, si así le parece, por ejemplo. Resultado: Subrayé la palabra “muerte” en las páginas de aquel volumen porque intuí la posibilidad de un mensaje cifrado. ¿Qué debe hacer un hombre para olvidar sus miedos? En la parte más alta del convento, el santo se inclina para recibir una confirmación de los audaces. Cocinaba el mejor arroz del mundo. Decidí que no lavaría esa camisa para conservar la marca de su labial. El espejo me devolvió una imagen que prefiero olvidar aunque ignoro si sea posible. A esa hora de la mañana, la estación de autobuses parecía un cementerio. La fortuna daba otro salto hacia un punto indefinido, de manera habitual. [Continúe el texto:]
125
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Engarce 27
Ensamble el engarce 20 con el 23, y altere la secuencia de las oraciones, si así le parece, por ejemplo. Resultado: Cortó la manzana en dos partes y las palabras de su madre se escucharon en la lejanía. Dijo que no la siguiera, pero la memoria de sus palabras se volvió una astilla en el centro del cerebro. Vislumbré la firmeza de sus piernas desde el escenario y ya no hubo marcha atrás. Respondí que no dejaría de beber. Me enteré por el periódico que no basta con desear para que sucedan nuestros deseos. No me sentía culpable por su muerte. Subrayé la palabra “muerte” en las páginas de aquel volumen porque intuí la posibilidad de un mensaje cifrado. ¿Qué debe hacer un hombre para olvidar sus miedos? En la parte más alta del convento, el santo se inclina para recibir una confirmación de los audaces. Cocinaba el mejor arroz del mundo. [Continúe el texto:]
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Engarce 28
Ensamble el engarce 19 con el 24, y altere la secuencia de las oraciones, si así le parece, por ejemplo. Resultado: Llegué a la casa abrumado, a la manera de los sauces que se agitan con el viento. Aquella noche soñé con una estrategia para salir de la pobreza. El consuelo que deriva del crepúsculo no se compara con una línea de cocaína. No pude visitarla a media tarde, como lo solicitó, pero ya habría tiempo de presentarnos. No sentí piedad ante su cadáver, sino ansiedad y desconcierto sin límites. Desde la ventana podía verse la carretera cubierta de nieve y ni el más distraído podría olvidar una mirada de aquellos ojos, acerados y culpables. Salía humo de las coladeras y me resigné a caminar a paso lento. La tomé de la mano y ya no hubo ocasión de volver por el mismo sendero. La forma de caída de su cabellera, a plena luz, me hizo pensar en el encanecimiento prematuro. Inicié la mañana con una taza de café porque ninguno de los versículos de Juan pudo ayudarme. Abrí la sombrilla en la banqueta y recordé que dejé abierta la llave del gas. [Continúe el texto:]
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Engarce 29
Ensamble el engarce 26 con el 25, y altere la secuencia de las oraciones, si así le parece, por ejemplo. Resultado: Subrayé la palabra “muerte” en las páginas de aquel volumen porque intuí la posibilidad de un mensaje cifrado. ¿Qué debe hacer un hombre para olvidar sus miedos? En la parte más alta del convento, el santo se inclina para recibir una confirmación de los audaces. Cocinaba el mejor arroz del mundo. Decidí que no lavaría esa camisa para conservar la marca de su labial. El espejo me devolvió una imagen que prefiero olvidar aunque ignoro si sea posible. A esa hora de la mañana, la estación de autobuses parecía un cementerio. La fortuna daba otro salto hacia un punto indefinido, de manera habitual. No sentí piedad ante su cadáver, sino ansiedad y desconcierto sin límites. Desde la ventana podía verse la carretera cubierta de nieve y ni el más distraído podría olvidar una mirada de aquellos ojos, acerados y culpables. Salía humo de las coladeras y me resigné a caminar a paso lento. La tomé de la mano y ya no hubo ocasión de volver por el mismo sendero. La forma de caída de su cabellera, a plena luz, me hizo pensar en el encanecimiento prematuro. Inicié la mañana con una taza de café porque ninguno de los versículos de Juan pudo ayudarme. Abrí la sombrilla en la banqueta y recordé que dejé abierta la llave del gas. No debía sentir temor por el mundo a mi alrededor, pero el mecanismo se detuvo hasta quedar inmovilizado. Le llevé el suéter que estaba en la sala, pero no quiso utilizarlo por ser de color azul. Jamás había dudado de su lealtad, pero sus palabras me llevaron a un callejón sin salida. Ya no hubo manera de regresar el tiempo y los errores de la juventud pesaban más que nunca. [Continúe el texto:]
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Engarce 30
Ensamble el engarce 29 con el 28, y altere la secuencia de las oraciones, si así le parece. Haga los ajustes que sean necesarios. Resultado: Subrayé la palabra “muerte” en las páginas de aquel volumen porque intuí la posibilidad de un mensaje cifrado. ¿Qué debe hacer un hombre para olvidar sus miedos? En la parte más alta del convento, el santo se inclina para recibir una confirmación de los audaces. Cocinaba el mejor arroz del mundo. Decidí que no lavaría esa camisa para conservar la marca de su labial. El espejo me devolvió una imagen que prefiero olvidar aunque ignoro si sea posible. A esa hora de la mañana, la estación de autobuses parecía un cementerio. La fortuna daba otro salto hacia un punto indefinido, de manera habitual. No sentí piedad ante su cadáver, sino ansiedad y desconcierto sin límites. Desde la ventana podía verse la carretera cubierta de nieve y ni el más distraído podría olvidar una mirada de aquellos ojos, acerados y culpables. Salía humo de las coladeras y me resigné a caminar a paso lento. La tomé de la mano y ya no hubo ocasión de volver por el mismo sendero. La forma de caída de su cabellera, a plena luz, me hizo pensar en el encanecimiento prematuro. Inicié la mañana con una taza de café porque ninguno de los versículos de Juan pudo ayudarme. Abrí la sombrilla en la banqueta y recordé que dejé abierta la llave del gas. No debía sentir temor por el mundo a mi alrededor, pero el mecanismo se detuvo hasta quedar inmovilizado. Le llevé el suéter que estaba en la sala, pero no quiso utilizarlo por ser de color azul. Jamás había dudado de su lealtad, pero sus palabras me llevaron a un callejón sin salida. Ya no hubo manera de regresar el tiempo y los errores de la juventud pesaban más que nunca. Llegué a la casa abrumado, a la manera de los sauces que se agitan con el viento. Aquella noche soñé con una estrategia para salir de la pobreza. El consuelo que deriva del crepúsculo no se compara con una línea de cocaína.
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No pude visitarla a media tarde, como lo solicitó, pero ya habría tiempo de presentarnos. No sentí piedad ante su cadáver, sino ansiedad y desconcierto sin límites. [Continúe el texto:]
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Esta primera edición para descarga gratuita de Textrón 2000, de Luis Bugarini, que continúa la Colección “Libromas” de Iniciativa Cucurucho, se terminó de editar para su distribución libre en la Delegación Coyoacán, Ciudad de México, durante los primeros días del mes de junio de 2018.
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