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FACULTAD LATINOAMERICANA DE CIENCIAS SOCIALES FLACSO SEDE-ACADÉMICA GUATEMALA

No. Extraordinario Tercera época Guatemala, octubre de 2009

La última entrevista a María Vilanova de Arbenz (1915-2009)

FLACSO-GUATEMALA, 1987-2009, MÁS DE DOS DÉCADAS AL SERVICIO DE LA INVESTIGACIÓN Y LA DOCENCIA EN CIENCIAS SOCIALES


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ste es un breve recordatorio sobre la última entrevista que el autor mantuvo con doña María Vilanova y que flacso-Guatemala se complace en publicar como homenaje a una gran mujer, cuyo aporte a la historia contemporánea de este país es aún desconocido para la mayoría de guatemaltecos y guatemaltecas. La entrevista fue realizada por Roberto García Ferreira, historiador uruguayo, sin duda un investigador privilegiado al ser el último en trabajar con doña María sobre su pasado. En el texto se utilizan materiales del archivo particular de la señora Vilanova.

de Inteligencia (cia). En palabras de un suspicaz funcionario estadounidense de la época, el problema era que el exitoso ejemplo arbencista –cuya piedra angular fue la Reforma Agraria– pudiera expandirse: “Guatemala se ha convertido en una amenaza creciente para la estabilidad de Honduras y El Salvador. Su reforma agraria es una

los vecinos centroamericanos, donde imperan condiciones similares”.1

En medio de las tensiones propias de la guerra fría, aquella osadía de repartir tierras a indígenas y campesinos rápidamente fue asociada a la intervención del “comunismo internacional”. Como se recordará, a la acción encubierta de la cia se sumó la vehemente Tal es el tema de mi tesis, presión internacional del De- cuyo objetivo central es departamento de Estado que ais- mostrar el estricto control que la cia mantuvo sobre el ex presidente y su familia desde que partieran al exilio y hasta 1971 en que Jacobo falleció.

La última entrevista de María Vilanova de Arbenz (1915-2009) Roberto García Ferreira*

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los 93 años de edad, el pasado 5 de enero falleció la salvadoreña María Vilanova de Arbenz, viuda del ex presidente de Guatemala Jacobo Arbenz. Tres décadas atrás se había instalado definitivamente en San José, Costa Rica, último país del largo y doloroso destierro que se había iniciado forzosamente cincuenta y cinco años antes, cuando su esposo fuera derribado del poder por un golpe militar inspirado, diseñado y financiado por Estados Unidos a través de la Agencia Central * Historiador uruguayo. Profesor del Departamento de Historia Americana de la Universidad de la República, Montevideo, Uruguay. Es autor de La CIA y los Medios en Uruguay. El caso Arbenz (Montevideo: Amuleto, 2007) que editará próximamente en Guatemala el CEUR de la USAC. Este artículo fue previamente publicado en periódico digital El Faro Académico de El Salvador.

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poderosa arma propagandística; su amplio programa social de ayuda a los trabajadores y a los campesinos en una lucha victoriosa contra las clases altas y las grandes empresas extranjeras tiene un fuerte atractivo para las poblaciones de 1 Documento citado en Piero Gleijeses, La esperanza rota. La revolución guatemalteca y los Estados Unidos, 1944-1954 (Guatemala: Editorial Universitaria, 2005), pág. 499.

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estudiosos. Sin embargo, sus consecuencias no han recibido igual atención de los investigadores.2 Entre ellas, una nada menor ha sido la de desentrañar las principales peripecias del exilio de la familia Arbenz-Vilanova, cuyas penurias, en palabras de la propia doña María, no tuvieron comparación.

ló a Guatemala, presentándola como la “oveja negra”. Fue entonces que sobrevino el golpe militar que culminó con la renuncia del presidente Arbenz en la tarde del 27 de junio de 1954. La Primavera Democrática había llegado a su fin y este evento decisivo de la guerra fría latinoamericana fue insistentemente debatido por los

En el afán de encontrar las fuentes con las que complementar esta investigación pude tener el casi exclusivo privilegio de conocer, entrevistar y trabajar junto a doña María Vilanova hurgando en su pasado. Esencialmente basado en las conversaciones que mantuve con ella –marzo de 2007; julio y diciembre de 2008–, y de los varios materiales que conforman su archivo personal –correspondencia privada; el manuscrito original de sus memorias; cartas familiares; artículos éditos e inéditos; recortes de prensa; información de la secretaría de la presidencia que incluye su actuación como primera dama; su biblioteca particular, etcétera, este artículo busca recordar y homenajear la memoria de una protagonista sobresaliente del proceso político más importante de la historia guatemalteca. 2 Por dos aportes recientes véase Mark T. Hove, “The Arbenz Factor: Salvador Allende, U.S.-Chilean Relations, and the 1954 U.S. Intervention in Guatemala” en Diplomatic History, 31:4, 2007, págs. 623-663; Max P. Friedman, “Transnational Meanings of the 1954 Coup in Guatemala: A Global Cold War Event”, inédito, 2007. Por una inteligente crítica al artículo de Hove véase Tanya Harmer, “The Arbenz Factor” en HDiplo Article Review, November 6, 2007. [Disponible en: http://www.h-net.org/~diplo/ reviews/dh/dh2007.html#hove]


de incentivar tempranamente la “sensibilidad social” de María: “preparar los envíos para la tienda que había en una de las fincas en la que se expendía básicamente alimentos de consumo popular”. En ella, escribía Vilanova, “los clientes eran los mismos trabajadores de las fincas, a quienes en un no muy lejano pasado se les pagaba con monedas acuñadas por los propietarios de las tierras”. Como me expresó el pasado año durante una de las entrevistas que mantuvimos, “mi familia era netamente anticomunista” y “yo me crié” observando cómo “el rico era dueño y el pobre no tenía nada… eso veía yo en mi familia”. “Yo no estaba conforme” con ese “trabajo” proseguía, “y entonces me ponía a meditar” pues se trataba de una situación que “no era justa”.

con nitidez no sólo en el plano económico. También la esfera política se convulsionó y los recordados sucesos de la “Matanza” –a inicios de 1932– habrían de pervivir para siempre en la sociedad salvadoreña. María y su familia no fueron ajenos a dichos sucesos. Cuando la rebelión, ella tenía 16 años de edad, y en el manuscrito al que hicimos referencia consignó que recordaba “haber visto una mujer con su cabellera trenzada sobre su espalda bañada en sangre en esa época”. Su padre –que era muy respetado por sus amigos que le decían “El Patrón”– participó activamente de la represión, pues fue llamado por el Gobierno a integrarse a las “brigadas civiles” que castigaron a los insurrectos. “Recuerdo haber visto a mi padre salir a hacer rondas con sus amigos, calzando botas y con traje de campaña” expresaba doña María.

Como sabemos, el impacto de la crisis fue particularmente violento en El Salvador y Para una joven inteligensus efectos se dejaron sentir te, inquieta, rebelde y sobre

La familia y su casa paterna María nació en El Salvador en abril de 1915, hija mayor de un matrimonio que en ese momento tenía una “sólida posición económica y social”. Su padre, José Antonio Vilanova Kreitz, salvadoreño, se dedicaba al cultivo de café y algodón; mientras que su madre, María Dolores Castro, era guatemalteca de nacimiento. Ella y sus hermanas crecieron en la finca San Francisco, una “hermosa residencia de estilo antiguo” que fue volada en un enfrentamiento entre la guerrilla y el Ejército en 1985 durante la guerra civil. Según expresó la propia doña María en el manuscrito original de sus memorias –que contiene varias informa-

ciones no incluidas en la versión finalmente publicada–, cursó estudios primarios en San Salvador y dos años de secundaria en el Colegio La Asunción, luego de lo cual ella y su hermana Carmen fueron enviadas a un colegio de monjas en Estados Unidos. Allí las sorprendió la crisis del 29, que “angustió mucho a mi padre”, decidiendo que ambas regresaran a El Salvador aunque no habían completado el bachillerato. En ese contexto, su padre también comunicó que les proporcionaría casa, comida y que el resto de sus gastos debía ser costeado con su propio trabajo. Por esa razón ambas se hicieron cargo de atender la oficina que administraba las fincas, llevando la caja chica, manejando la correspondencia y elaborando alguna que otra planilla. Sin embargo, de las tareas asignadas, una habría No. Extraordinario/octubre 2009

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María y Jacobo durante una cena de gala

todo, sensible a la pobreza, aquel ambiente no le era por demás propicio para desarrollarse. Tenía una “evidente inclinación artística e intelectual” y al “vacío emocional” de sus progenitores se sumó el hecho de que nadie “hubiera pensado en perfeccionar” aquella vocación que tanto sentía. Su entusiasmo era tal que jun-

mexicano del que se enamoró. Su familia se disgustó por la relación y esa fue la razón por la cual su madre decidió llevarla de viaje a Guatemala. Por todo ello, “mi casa [paterto a su hermana pagaron “de na] era muy triste” resumió en nuestro pobre sueldo clases un escrito inédito donde trazó [particulares] de química”. Sin su “vida a grandes rasgos”. embargo, su deseo de realizar una carrera universitaria se vería frustrado siendo siempre Jacobo, “el suizo” vivido con una “amargura muy grande”. Empero, cultivó el de- Cuando viajó a Guatemala, porte, concurriendo al Campo ella estaba ansiosa por desade Marte a jugar al tenis. Allí rrollarse: “yo quería independiMaría conoció a un deportista zarme y salir de mi rutina de mujer que no se había realizado”. Como se sabe, aquel

Visita de Jacobo Arbenz a la Guardia de Honor en 1945

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viaje habría de marcarla para el resto de su vida pues estando en Guatemala conoció a un cadete recién egresado de la Escuela Politécnica a quien apodaban “el suizo” y cuyo nombre era Jacobo Arbenz. Desde ese momento, según sus recuerdos, el “flechazo” fue mutuo: “me impactó cuando lo ví… de cuerpo varonil” aunque “no con músculos excesivos, nada de tonterías”. De retorno a su país a finales de 1938, María pintó “de memoria” y “a grandes rasgos un retrato de Jacobo”. El difícil entorno familiar “me apresuró [para] que yo me quisiera ca-


sar fuera de El Salvador” pues crítica” que se veía agravada si bien “mi mamá expresó ca- por la “guerra mundial”. “Todos riño hacia nosotros” no así “mi los sectores estaban desconpapá [que] era firme, seco” tentos con la dictadura” encay no aprobó la relación con bezada por Jorge Ubico que a aquel joven militar. mediados de 1944 decidió dar un paso al costado. Su suceDe todas formas, el amor por Jacobo era intenso: “nos quisimos mucho… éramos la misma cosa… era muy bonito… elegante, hermoso… un ser humano como él… era extraordinariamente agradable…consentible”. Guiados de esos sentimientos, contrajeron matrimonio en marzo de 1939 comenzando la vida en común. Jacobo era subteniente y ganaba escasos 68 dólares por mes. Él “quería darme todo lo que no pedía yo”. Sin embargo, “vivíamos muy económicamente. Yo tomaba un bus de tres centavos en vez de tomar el de 5”. Aunque ello difería notoriamente de lo que habían sido sus orígenes, cuya holgada posición económica no le había supuesto privación alguna, María recordaba que “los cinco años de pobreza, con los mismos vestidos que llevé cuando me casé, no fueron los más tristes de mi vida por la pobreza”. El carácter de ambos era bien diferente. Él “era muy perfeccionista, muy introvertido, no le gustaba alternar con la gente” ni “transigir”. Aunque “conmigo llegó a exteriorizarse bastante”, “mi esposo era muy tímido y retraído”. Mientras, “yo era valiente y rebelde, además de haberse despertado en mí el sentido de la justicia ante la miseria de los indígenas… obligados a trabajar sin sueldo en los caminos del gobierno”. Distantes en aquel aspecto, compartían una fuerte “afinidad política y social”. Ya entrados los años 40, Guatemala atravesaba una situación “muy

Con Arbenz en el

ambos. Jacobo deseaba ser un “reformador” y Guatemagobierno la necesitaba reformas. Entre ellas, la más apremiante tenía Tras el primer acto eleccionario en la historia del país fue elec- que ver con la tenencia de la to Juan José Arévalo, quien le tierra. Luego de experimentar ofreció a Arbenz la cartera de en su propia finca y haber estudiado a fondo el tema, impulsó la recordada Reforma Agraria. Aquel experimento amenazaba la hegemonía terrateniente y fue muy bien percibido en sus efectos: de haber proseguido el país se encaminaba hacia una reforma estructural. Hasta que el golpe detuvo tan significativo proceso parecía un sueño hecho realidad: sin embargo, es “que cuando se quiere levantar a los pobres eso es comunismo… tristemente”, recordaba María. Acerca de ello interesa citar sus últimas palabras al respecto: “Jacobo y yo vimos el comunismo como una cosa más… parecía el avance… el crecimiento de la humanidad y de los pobres”, pero eso de que éramos comunistas “me daba risa”.

Las penurias del exilio

María y Jacobo durante una gala de la transmisión de mando

sor, Federico Ponce Vaides, presentaba un anacrónico continuismo y sobre el mes de agosto de ese año Jacobo se enteró de que estaba en una “lista secreta de oficiales” a los que Ponce pretendía fusilar por conspiradores. Estaban en lo cierto ya que, poco más tarde, encabezados por él, un conjunto de militares y civiles inició un exitoso movimiento revolucionario que sobre el mes de octubre ocupó el poder llamando a elecciones.

Defensa. Su actuación y cerrada defensa del orden democrático le valieron la candidatura a la presidencia, que obtuvo por una amplia mayoría de votos a finales de 1950. “Políticamente lo apoyé e impulsé siempre” recuerda doña María. Para ese entonces el matrimonio había evolucionado en su sensibilidad social: “¿por qué un pobre no puede abandonar su situación y ver la bondad y la belleza?” se preguntaban

Expulsados del gobierno y del país, llegaron los días difíciles: además de afrontar la derrota había que sacar adelante a la familia. “Cuando cayó el gobierno… mi esposo no había previsto el exilio”, “los errores se los achacaron únicamente a él” y por eso “se desmoralizó desde 1954”. Breves vacaciones en México, luego Suiza, Checoslovaquia y Francia, pero siempre, la extrema frialdad con que eran recibidos hacía incómoda la vida familiar. La CIA los controló de cerca de través de sus colegas en los servicios secretos de varios países;

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además de ello influenció decisivamente a los más importantes medios de prensa latinoamericanos y europeos, que difundieron una oficiosa y ostensible “propaganda negra” contra “Jacobo el Rojo”; el Departamento de Estado presionó y protestó diplomáticamente intentando cercenar al máximo sus derechos como refugiados políticos; la cancillería guatemalteca lo controló con especial cuidado vigilando siempre que fuera posible las actividades de Arbenz y su familia; y otro tanto hicieron, desde su propio entorno político, algunos supuestos “amigos” que en realidad trabajaban como informantes del espionaje norteamericano. En ese sentido, una relativa estabilidad consiguieron en 1957 cuando arribaron como asilados al Uruguay, permaneciendo hasta 1960, cuando la familia partió rumbo a Cuba, que parecía prometer una vida con mayor libertad. Aunque no fue lo que esperaban, de hecho pudo manifestarse públicamente, conceder entrevistas y participar de actividades políticas. Sin embargo, allí tampoco hubo comodidad: para los victoriosos cubanos Arbenz ejemplificaba al “derrotado” por el “imperialismo”. En 1965 sobrevino otro drama familiar: la hija mayor del matrimonio, con una promisoria carrera de actriz, se suicidó. Seis años más tarde y en solitario, murió Jacobo. Vivía muy humildemente en México, a donde había llegado poco antes solicitán6

La vida sin Jacobo Pese a que nunca dejó de echarlo de menos, siguió adelante con sus negocios, estableciéndose definitivamente en San José durante 1979. Participó de la repatriación a Guatemala de los restos de su marido en 1995, poco después publicó un libro de memorias.3 Hasta que sus fuerzas le alcanzaron, se mantuvo activa, sobre todo leyendo. Su poesía inédita es altamente ilustrativa de cuán doloroso fue el exilio:

dole –por medio de una tan noble como dolorosa misiva– al presidente mexicano de turno que, aunque más no fuera, le permitiera vivir cerca de Guatemala. Le habían diagnosticado una enfermedad que nunca quiso atender. La noticia sorprendió a la propia doña María que no quería

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creerlo: “muy límpidamente bien nos amamos”, recordaba, “yo había llegado a la etapa de pensar que no había hombre bueno” pero “con Jacobo nada de vueltas…”, “él me quería de verdad y yo también a él… fuimos muy sinceros el uno con el otro” prosigue.

“Mundo de afrentas. Mundo de rencores. Injusticia humana, Qué duro golpeas! Si auxilias a alguno, otros se molestan. Y entre tus ‘amigos’ muchos te desprecian. Unos te traicionan, y otros que se quejan porque no les haces una reverencia”; “es que ya va cumpliéndose mi vida” y “ya he vivido exilios y desiertos, y todos los disfraces de la muerte”. Lamentablemente, el destierro sólo terminó con su muerte. Con una región nuevamente acicateada por las desagradables consecuencias de un golpe militar, este rápido repaso descriptivo del altísimo precio que Jacobo y María debieron pagar por “meterse a revolucionarios” renueva su especial interés y en esa dirección se dirigen estos breves recuerdos.

3 María Vilanova de Arbenz, Mi esposo, el presidente Arbenz (Guatemala: Editorial Universitaria, 2000).


Actividades de académicas y culturales en homenaje a la Revolución de Octubre

Foto: JLópez

Foto: JLópez

Viernes 9 de octubre: Mesa redonda “Las políticas y la Revolución de Octubre de 1944”. Ponentes doctor Carlos González Orellana, viceministro de Educación, durante el gobierno de Juan José Arévalo y secretario de divulgación en el perido de Jacobo Arbenz; doctor Jorge Solares, historiador y antropólogo social, director general de la Dirección de Extensión de la USAC; poeta Francisco Morales Santos, Premio Nacional de Literatura “Miguel Ángel Asturias” (1988). La mesa fue corrdinada por el licenciado Hugo Leonel de León, coordinador editorial de FLACSO-Guatemala.

Foto: JLópez

Martes 13 de octubre: Coloquio “Periodismo y crítica cultural”. Ponentes periodistas Marcela Gereda, José Luis Aceituno y Rosina Cazalli, columnistas de la página cultural de elPeriódico. La mesa fue coordinada por el maestro Luis Raúl Salvadó, coordinador del Programa de derechos humanos de FLACSO-Guatemala.

Foto: JLópez

Miércoles 14 de octubre: “Espectáculo de Clown”. Elementos históricos del arte como medio liberador y sus representaciones sociales. Interesante conferencia y puesta en escena a caro del maestro Selvin Sunuy.

Jueves 15 de octubre: Homenaje a Óscar Vargas Romero, con la participación del Coro Nacional de Guatemala Maestro Óscar Vargas Romero, guatemalteco revolucionario, músico, maestro, director de coros ygestor cultural.

Tuvo una larga como fructífera actividad educativa, organizacional, sociopolítica y artística, con especial dedicación a la música, el canto y la dirección coral, como parte de su preocupación por el desarrollo educativo y difusión de la educación estética y las otras áreas de las bellas artes. Durante el periodo revolucionario

(1944-1954) fue el principal artífice del proyecto artístico/cultural de la Revolución. Destacan entre sus logros la fundación del Departamento de Educación Estética (más tarde Dirección General de Bellas Artes y Extensión Cultural) y bajo su cobijo la creación de la Orquesta Sinfónica Nacional, el Ballet Guatemala, el Coro Guatemala y el Grupo de Teatro Nacional. Al producirse la contrarrevolución en junio de 1954, el profesor Vargas Romero tuve que asilarse en la embajada de Ecuador en Guatemala. A partir del año de su exilio trabajó tesoneramente en ese país

para impulsar proyectos similares a los realizados en Guatemala.

En 1978, invitado por la Universidad de San Carlos de Guatemala, regresa a su patria, donde es galardonado con la medalla “Dolores Batres de Zea” y la realización en su honor del Primer Festival Internacional de Coros. El 9 de octubre de 1998, en la embajada de Guatemala en Ecuador, se le entregó la Orden del Quetzal en el Grado de Gran Oficial. Murió en Quito, Ecuador el 2 Foto: hdelP de febrero de 2002.

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ELINOR OSTROM, premio Nobel de Economía 2009 Claudia Dary F.

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se congratula por la asignación del Premio Nobel de Economía a la doctora estadounidense Elinor Ostrom, el cual le fue entregado el 13 de octubre por la Real Academia de Ciencias de Suecia lacso

La autora de El gobierno de los bienes comunes. La evolución de las instituciones de acción colectiva (1990), estableció contacto con el Área de medio ambiente y desarrollo rural de flacso a mediados de los años 90. Fue específicamente el Taller de Teoría Política y Análisis de Política Pública de la Universidad de Indiana en la ciudad de Bloomington y

Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales FLACSO-Guatemala

el Centro Estudios sobre Instituciones, Población y Cambio Ambiental (cipec) de la misma universidad las que acogieron a varios investigadores de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales-Sede Guatemala, quienes recibieron el curso International Forestry Resources and Institutions (ifri) en dicha universidad. Ello les permitió afianzar sus conocimientos sobre la institucionalidad local para el manejo de recursos naturales de propiedad colectiva. Las profesoras –ex alumnas

de la doctora Ostrom– Catherine Tucker, norteamericana (cipec) y la socióloga mexicana Leticia Merino Pérez (unam), fueron docentes del curso de Forestería comunitaria que flacso -GUATEMALA, impartió durante varios años La doctora Ostrom desafió la teoría de Garret Hardin, quien suponía que la propiedad comunal era equivalente al acceso abierto. Para Hardin, los recursos naturales de propiedad común tendían a ser depredados rápidamente por los pobladores, ya que cada individuo priorizaba y maximi-

Publicación mensual de flacso-Guatemala y elPeriódico Secretario general de flacso Francisco Rojas Aravena San José, Costa Rica

La Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, FLACSO-GuatemaCONSEJO ACADÉMICO DE flacso-GUATEMALA la, inició sus actividades Virgilio Álvarez Aragón- director en 1987 y fue reconocida Oscar López / Marcel Arévalo formalmente por el Estado Aura Cumes/Claudia Donis / Virgilio Reyes Simona V. Yagenova/Edgar F. Montúfar guatemalteco ese mismo Luis Raúl Salvadó/Edmundo Urrutia año, por medio del Decreto 96-87 del Congreso de la República. Coordinación, diagramación y corrección: Hugo de León P. 8

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zaba sus propios intereses y necesidades. Por el contrario, Ostrom logró demostrar, luego de recoger evidencia empírica en muchos países de Asia, África, Europa y América Latina, que las comunidades son capaces de autogobernarse y dictar normas y reglas para el acceso y uso de los recursos comunales. El punto nodal de la propuesta de Ostrom es que la salud de un bosque o de un sistema de riego, son en buena medida, resultado de una organización comunitaria en donde sus miembros han sabido comunicarse y socializar las normas que dictan quién tiene derecho a utilizar los árboles, los animales, el agua y los minerales que se encuentran en un terreno compartido, así como cuándo y bajo que condiciones concretas pueden estos recursos ser empleados.

Tel. PBX (502) 24147444 Fax: (502) 24147440 Correo electrónico: flacsoguate@flacso.edu.gt Página web: http://www.flacso.edu.gt Esta publicación es posible gracias al apoyo financiero de asdi/sarec Las ideas expresadas en esta publicación no necesariamente son compartidas por FLACSO-Guatemala y su patrocinador 30 mil ejemplares


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