Nueva época, No. Extraordinario
Guatemala, octubre de 2008
A 30 años del martirio
NACIDO EN OCTUBRE PARA LA FAZ DEL MUNDO
signos vitales, y en un mutis profundo llevarse consigo la ausencia definitiva de su hijo.
Marcel Arévalo
Indignados vimos llegar a los uniformados en un gesto intimidatorio más y para cerciorarse de la efectividad de sus esbirros.
O
liverio nació un 12 de octubre de 1955. Habría cumplido 53 años si no le hubiesen arrebatado la oportunidad de tener una presencia relevante en la Guatemala de hoy, tan falta de líderes honestos y amantes de su patria. Las imágenes de ese 20 de octubre nos provocan hoy, tan vivamente como entonces, una mezcla de rabia y profunda tristeza. Verlo en la concha acústica del parque centenario, recordar su vibrante voz retando la amenaza, y al término del mitin, en un ambiente de amedrentamiento, en medio de la dispersión de los grupos por las calles y avenidas aledañas. Recordar su figura encaminándose hacia el portal del comercio, que no alcanzó a cruzar por la metralla que lo obligó a correr herido sobre la sexta avenida hasta la entrada al pasaje rubio, donde otro cobarde sicario escondido tras una pilastra le acertó a quemarropa el tiro de gracia, que lo hizo desplomarse en donde hoy una sencilla placa recuerda su martirologio. Como una pesadilla, vimos su cuerpo tendido boca abajo vibrando aún durante varios segundos hasta que la palidez de su rostro se tornó en un color violeta, mientras en torno suyo se sumaban, dolidos e impotentes sus compañeros, sus amigos, y quienes sin conocerle recordaban sus palabras enunciadas minutos antes: Porque mientras haya pueblo, habrá revolución. Conmovidos vimos llegar a su padre y corroborar como médico la ausencia de sus
Aquél joven, de apenas 23 años, brillante, estudiante destacado, honesto, ejemplo de sus generaciones, líder estudiantil universitario, secretario general de la Asociación de
Estudiantes Universitarios (AEU) se convirtió en un mártir, cuyo ejemplo persiste vital como entonces. Su ejecución, en la vorágine de absurdos similares cometidos por el Estado de Guatemala se mantiene aún hoy impune, y el resarcimiento a su memoria en la petición del
Publicación mensual de FLACSO-Guatemala y elPeriódico Secretario general de FLACSO Francisco Rojas Aravena San José, Costa Rica CONSEJO ACADÉMICO DE FLACSO-GUATEMALA Virgilio Álvarez Aragón- director Oscar López / Marcel Arévalo Aura Cumes/Claudia Donis / Paola Ortiz/ Virgilio Reyes Simona V. Yagenova/Edgar F. Montúfar Coordinación y diagramación: Hugo de León P. 2
perdón que encarnó el Presidente de la República en el acto de otorgamiento de la Orden del Quetzal en forma póstuma entregada a su madre, doña Jesusa Castañeda viuda de de León, doña Chusita, el pasado 14 de octubre en el Palacio Nacional de la Cultura, abona en el camino de la verdad y el no olvido, pero la deuda con la sociedad guatemalteca está aún inconclusa por la ausencia de justicia. Oliverio no era un ser de otro mundo. Era un muchacho alegre, que gustaba contar chistes, de reir, de cantar, de exponer su pensamiento y criterio libremente. Era un joven con mucho carisma, simpático, rodeado de amigos y patojas que, además, gustaban de él para picarle su incipiente lado de buen conquistador enamorado. Durante su gestión de liderazgo a cargo de la AEU, la confluencia con los movimientos sociales y las dirigencias populares le colocó en los momentos álgidos de la historia del país en la segunda mitad de la década de 1970. El alza de hechos de violencia política, de violaciones masivas a los derechos humanos y el ascenso de la lucha armada en las regiones de noroccidente fueron el contexto de su gestión, una gestión responsable y a la vez valiente. Cuando él se vio formando parte de la lista de amenazados por el Ejército Secreto Anticomunista (ESA), no dudó en rechazar la recomendación para no participar como orador en el mitin. No participó en toda la marcha del 20 de octubre, pero sí subió al estrado y expresó su discurso. Ese gesto de compromiso, de responsabilidad, en el contexto de su liderazgo, sumado al paradigma del 20 de octubre, levantó la imagen de Oliverio en la historia de Guatemala por
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encima de su corta edad, para convertirse en un ícono que representa a la juventud y al movimiento estudiantil.
cieran esos frutos y tomó de sus mentores la semilla que sólo sabe germinar en mentes libres.
Esa historia de Guatemala es aún tabú entre quienes con un pragmatismo individualista, quisieran enviar al olvido cuarenta años de vergüenza nacional por la conculcación de los derechos políticos, sociales y culturales bajo la guerra de un Estado autoritario contra una sociedad en condiciones precarias arrebatada de un sueño que duró diez años de dignidad. Los nombres de la ignominia aún no han sido olvidados y mueren de enfermos o de vejez. El ocultamiento premeditado de los hechos y de la verdad, y su tergiversación ha encontrado vericuetos para conformar una sociedad enferma que replica las vivencias de aquella violencia de la guerra en una violencia cotidiana, ante la cual nos estamos permitiendo ser insensibles en el reino de la desesperanza.
Las primeras letras, los primeros amigos y, maestros, los primeros juegos, las primeras riñas las encuentra Oliverio en el Colegio Americano donde inicia su instrucción. Ya en su casa, la inquietud propia de niño lo hace corretear por el parque que tiene más a mano: el parque de San Sebastián y los que por allí transitaron durante los años 60 lo habrán visto entregado a la llamativa tarea de jugar... los cincos... los patines... la bicicleta. A los 5 años, siendo el flamante poseedor
Recordar a Oliverio tiene muchas facetas importantes que trascienden la ge neración de quienes compartimos con él la historia de aquella Guatemala. Hacer justicia a su memoria y ante la ignominia es un derecho irrenunciable y una conquista para las actuales generaciones que pueden conocer a través de él, de su vida y del hecho de su asesinato, la experiencia para no permitir que vuelvan a suceder bajo las circunstancias de la intolerancia política, o que sigan sucediendo bajo las circunstancias del irrespeto a la vida. Recordar a Oliverio y rendir tributo a su memoria, nos brinda la oportunidad de soñar nuevamente en la perspectiva de nuevas generaciones que, inspirados en sus principios de vida volcada a los intereses comunes, puedan surgir como nacidos en octubre para la faz del mundo.
“SON SUFICIENTES 23 AÑOS”* SON
SUFICIE NTE S
23 A ÑOS
P A RA QUE UN HOM B RE
SE FORM E P A RA QUE CONOZ CA LOS CA M INOS DE LA LIB E RTA D DE L A M OR Y QUE LA S IDE A S SE COM B A TE N CON IDE A S , QUE LA S CONVICCIONE S NO NOS P E RTE NE CE N SINO HA STA QUE LA S DE FE NDE M OS , QUE P A RA RE SP E TA RSE Y RE SP E TA R B A STA UNA A RM A :
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OLIVE RIO
FUE TIE RRA FÉ RTIL P A RA QUE FLORE -
*Texto publicado en la Revista de la Facultad de Ciencias Económicas, en noviembre de 1978.
de una auténtica pelota de fútbol era solicitado por patojos de 12 años con quienes se veía forzado a permanecer, con el firme y deliberado propósito de cuidar su pelota. Un día que ésta fue enviada imprudentemente a la calle fue aplastada por una camioneta, provocando el llanto dolido y desconsolado de su infeliz poseedor, cuyas lágrimas conmovieron a los trabajadores de “Radio Mundial” (situada frente al parque) y decidieron invertir en una pelota nueva para el patojo chillón, lo que tenían destinado para las cervezas del sábado. Su pasión por la pelota no era un hecho aislado, era simplemente el medio de practicar el deporte preferido de todos los guatemaltecos, y al igual que la patojada chapina, Oliverio también tenía sus ídolos... Jaime García era uno de ellos, al vivir éste por el mismo sector, acostumbraba pasar a las 7
de la mañana por la casa de Oliverio, quien madrugaba para verlo, escondido tras las persianas de una ventana, soñando tal vez en que algún día lograría al igual que García, elevar de sus asientos a miles de aficionados al grito de GOOOL. Pero el destino de Oliverio estaba marcado y no fue llamado para despertar la emoción de aficionados; su destino era luchar por las esperanzas de los oprimidos y para lograr esto tenía que estudiar. Al regresar de Inglaterra, después de varios meses de estudios, ingresó a la Facultad de Economía de la Universidad de San Carlos, fue ahí donde Oliverio a través de la economía política, la sociología, la filosofía y el estudio de los problemas nacionales, abrió los ojos a la realidad del pueblo en que le tocó nacer, realidad por cuya conciencia y decisión de lucha ofrendó su vida. Rápidamente reveló un rendimiento académico sobresaliente a la vez que un interés mayor en el estudio; los anaqueles de la biblioteca tuvieron que irse ampliando para recibir desde obras de economía, sociología, filosofía, literatura, y poesía. Aquel muchacho veinteañero fue sembrando y cultivando una sólida formación teórica que le forzaba al quehacer práctico estudiantil. Múltiples inquietudes bullían en la mente de Oliverio; su pensamiento necesitaba prodigarse, realizarse en un trabajo consecuente. Decidió entonces empeñarse en un trabajo efectivo de acción y promoción social. La oportunidad de hacerlo la brindaba un programa de Extensión Popular auspiciado por A. E. E. El objetivo de dicho programa consistía en propiciar la organización popular por medio del fomento del cooperativismo en áreas marginales, barrios pobres de la ciudad, aldeas, etc. De tal suerte que cientos de personas conocieron la labor de Oliverio, dedicado por completo a este desinteresado quehacer. De dicho esfuerzo existen resultados concretos que se manifiestan en el efectivo funcionamiento de varias cooperativas en cuya creación participó. La vida universitaria significó para Oliverio, además del despertar a los problemas nacionales, el desempeñarse como amigo, como deportista y más tarde como partícipe de la vida política universitaria. Y es así que muchos lo recordamos como integrante de “La Especial de la Tipografía Nacional” (el equipo de sus amores). Lo recordamos como el recipiendiario de una vida interior plena y trato humano que nos permitió estrechar su mano amiga y oír su dicharachera charla de universitario jodón. 3
MOVIMIENTO SOCIAL ENTRE EL AUGE Y LA REPRESIÓN
Iduvina Hernández*
AUGE REIVINDICATIVO
S
i bien desde principios de los años 70 se consolidó el germen del auge social y popular posterior, es hacia mediados de la década que este cobra una fuerza inusitada. Anidados en las condiciones económicas adversas, los reclamos del movimiento sindical reunían la reivindicación por mejoras salariales, respeto a los derechos y libertades laborales, en particular el de la organización, violentado por el gobierno militar de Romeo Lucas García. En 1974, el paro nacional de trabajadores del Estado, en la semana previa a las elecciones generales, obligó al gobierno a ceder a las demandas de sus laborantes, lo que representó además de una victoria económica de los laborantes estatales, un desafío a la prohibición de organización sindical. La veda legal para que los empleados del Estado pudieran organizarse no impidió que éstos encontraran mecanismos para superarla e impulsar reivindicación económicas. Una mecha estaba prendida en el entorno del Estado: la organización masiva de sus empleados. Como no había espacio legal para un sindicato, se organizaba una asociación, figura que permitió aglutinar a laborantes de una entidad. Este es el caso de la Asociación de Telegrafistas y Radiotelegrafistas de Guatemala (ATRG) o de la Asociación de Enfermeras Auxiliares, entre las que sí contaban con reconocimiento legal. Luego, en vista de que la huelga como tal era prohibida, la figura de la Asamblea Permanente facilitó la paralización de labores en las entidades estatales. El hecho de que un buen número de empleados del aparato estatal fueran estudiantes o docentes en la Universidad de San Carlos (USAC) contribuyó a construir lazos de comunicación entre uno y otro ámbito y a retroalimentar en ambas vías el auge organizativo y de participación reivindicativa.
TERREMOTO SOCIAL Reivindicación que se acrecentaría con el agravamiento de la situación económica, a consecuencia del terremoto que en febrero de 1976 destruyó buena parte de barrios populares en la capital y municipios empobrecidos del centro del país. El Estado, paralizado en un primer momento fue incapaz de * Directora de la Asociación Seguridad en Democracia (SEDEM), ex miembro del Secretariado de la AEU (19781979).
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Comunicado aparecido en la Revista de la Facultad de Ciencias Económicas, publicada en noviembre de 1978, año I, número extraordinario.
reaccionar ante la crisis y cuando atinó a intervenir se encontró con un actor que había ocupado los primeros lugares de apoyo local comunitario: la USAC, cuya sede central se había transformado en centro de distribución de apoyo concreto.
necesidad sentida en el ámbito económico y de condiciones de vida se alimentó de la semilla de organización social en el campo laboral y de vivienda, y creció en el terreno estudiantil universitario y de educación media.
Ambos procesos se incrementaron y generaron experiencia de Las brigadas lucha, en un entorno universitarias, también de auge del movimiento sindical y Rudy Morales, Ramiro McDonald, Julio Estrada (desaparecido), Iduvina Hernández, Hugo Morán (desaparecido), integradas por estuHéctor Interiano (desaparecido),Oliverio Castañeda de León (asesinado), Antonio Baiza (desaparecido), Auri campesino, empujado Vides (asesinada), Ligia Figueroa, Alfonso Bravo (asesinado), José Gálvez, Jaime Calderón y Jorge Arreaga, diantes de medicina, ingeniería, arquitecigualmente por la agu- miembros del Secretariado de AEU en 1978, al momento de asumir su mandato. Foto Mauro Calanchina. tura, farmacia y psideza de la crisis ecocología, entre otras, nómica y la intoleranbaño de sangre que llevó a cabo el Estado cia gubernamental a los reclamos sociales. tomaron contacto directo con la población y guatemalteco. A partir de ese momento y en nombre de la política de “quitarle el agua al contribuyeron a resolver los problemas inpez”, se dieron a la vergonzosa tarea de eli- mediatos en buena parte de las comunidaREPRESIÓN CRIMINAL minar liderazgo social nacional y local, p a ra des. Ya fuera levantando una carpa hospital, de s a p a recer a un movimiento social y popu- reconstruyendo la red de agua entubada, La Doctrina de Seguridad Nacional (DSN), lar que h a b í a c re c id o desde mediados abriendo letrinas, atendiendo un parto con luz columna vertebral de la contrainsurgencia en de los años 70. Antes de la p ri me ra mit a d de linternas, acomodando heridos en bancas Guatemala, fue la justificación del Gobierno de la siguiente década, el gobierno central en de una iglesia, censando población o repary del Ejército (en tanto actor central de la lu- manos de militares, habría de dar cuenta de tiendo ayuda; jóvenes hombres y mujeres, cha antiguerrillera), para considerar enemigo la muerte y desaparición de más de 240 mil maestros y estudiantes de la USAC, fueron el interno al movimiento social. Esa caracte- personas, para acabar con “la amenaza gue- primer contacto humano de apoyo que recibieron San Juan y San Pedro Sacatepéquez rización fue la base de una política represi- rrillera”. va que inició con desapariciones forzadas o Sin embargo, más allá de la influencia o Sumpango, por ejemplo. ejecuciones extrajudiciales selectivas, contra ejercida por las estructuras orgánicas del Con el agravamiento de la crisis econódirigentes sindicales, campesinos, estudianti- movimiento revolucionario interesadas en el mica en el contexto del terremoto, se acreles y académicos. Política que en pocos años movimiento de masas, el movimiento social, centaron las demandas de pobladores en los derivó en brutales masacres generalizadas, popular y de trabajadores en el país creció barrios periféricos de la ciudad. Ámbito del en una acción de genocidio cuya responsabi- y gestó un nivel de participación que superó cual emergieron grupos de jóvenes que se lidad todavía no es asumida por el Estado. expresaban por la vía Es en ese mardel arte, la cultura y co de acción directa el deporte, en la búsdel aparato de Estaqueda de salidas a la do o de los escuacrisis agravada por el drones de la muerterremoto. te conformados por éste, que agentes de la Policía Nacional, al mando del coronel Germán Chupina Barahona, asesinaron a Oliverio Castañeda de León, Secretario General de la Asociación de Estudiantes Universitarios (AEU) el 20 de octubre de 1978. Este hecho criminal fue uno de los primeros asesinatos que iniciaron la oleada final del
Represión en el Cementerio General. Foto: Mauro Calanchina
Los barrios vinieron a ser una especie de tablero en el que por razones de vivienda convergían tanto estudiantes de secundaria y universitarios como trabajadores estatales y obreros. Todos y todas, afectados por el impacto que en sus vidas tenía la situación económica, en el marco de un entorno autoritario e intolerante a la demanda social. La 5
las propias expectativas de dichas organiza ciones. Si bien éstas tuvieron un papel importante en la conducción de acciones políticas concretas en momentos concretos de la historia, ninguna de ellas puede asumir la maternidad o paternidad del desarrollo de dicho movimiento y, por lo tanto, amén de que había mecanismos legales para enfrentar la subversión, el Estado y el E jército con él, carecen de justificación para la sangría criminal que desarrollaron contra el pueblo de Guatemala.
20 AÑOS DESPUÉS CON SUEÑOS Y REBELDÍAS COMPARTIDAS
Jorge Santos**
E
n la década de 1990, el Movimiento E s t u d i a n t i l U n i v e r sitario (MEU) inició su reconstrucción después de un fuerte proceso de represión. Varios fueron los esfuerzos desde distintos secretariados de la Asociación de Estudiantes Universitarios “Oliverio Castañeda de León”, de recrear el espacio de lucha y reivindicación del estu**Miembro del Comité Ejecutivo de la AEU “Oliverio Castañeda de León” 1998-2000. Actualmente coordinador del Área de Estudios Fiscales y Presupuestarios del CIIDH.
diantado en un marco donde las negociaciones de paz, entre la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG) y el gobierno guatemalteco avanzaban, hasta alcanzar la firma de la Paz en 1996. Fue en ese marco que en 1998, un grupo de mujeres y hombres jóvenes comprometidos con la Universidad y con las justas demandas del pueblo, se organizan en el Grupo Político Estudiantil Compañer@s, conformado por estudiantes de la totalidad de Unidades Académicas, de una diversidad de expresiones organizadas estudiantiles y militantes de la izquierda. Nos constituimos en un referente organizativo que recogía la experiencia de muchos compañeros y compañeras que habían hecho movimiento estudiantil y nos sentíamos profundamente orgullosos de la historia de lucha emprendida por nuestros antecesores y, por ende, nos sentíamos comprometidos con el seguimiento de construcción de una universidad al servicio de los intereses populares y de la construcción de una Guatemala diferente, esbozada por Oliverio Castañeda de León en el discurso de toma de posesión como Secretario General de la AEU el 22 de mayo de 1978. 20 años después del pronunciamiento de aquel discurso realizado por Oliverio, de las luchas populares por mejorar las condiciones de vida de los y las guatemaltecas, nace a la vida una expresión estudiantil. Ésta reco-
gía los intereses de generaciones pasadas e incluía en su agenda nuevas reivindicaciones del estudiante universitario y de la juventud. Entre otras, la reestructura del MEU, la lucha por la implementación de los compromisos de Reforma Universitaria y por el cese a los exámenes de admisión que limitaban y limitan el acceso a la educación superior. Compañer@s, al formar el secretariado de la AEU “Oliverio Castañeda de León” 1998-2000 inicia el proceso de construcción del nuevo modelo de MEU que pretendía democratizar y abrir la participación masiva a las y los estudiantes; así como incorporar en sus demandas al Consejo Superior Universitario (CSU), las recomendaciones de la Comisión de Esclarecimiento Histórico (CEH). Se luchó junto al pueblo para impedir el aumento al costo del pasaje del transporte colectivo urbano, además de acciones reivindicativas y de propuesta para el cese definitivo de los exámenes de admisión en la Universidad y la mejora de la calidad docente, entre otras actividades en su plataforma programática. De esa cuenta, el secretariado de la AEU “Oliverio Castañeda de León” 1998-2000, con aciertos y desaciertos se constituyó en una generación de jóvenes que heredaba con determinación, orgullo y con la misma rebeldía las luchas, las demandas y las reivindicaciones de Oliverio Castañeda de León y de los miles de mártires universitarios que ofrenda-
Miembros del Secretariado General de la AEU, electos en 1979: Alfredo Baiza (Agronomía), Mauro Calanchina, Iduvina Hernández (Psicología), Héctor Interiano, Aura Marina Vides (Trabajo Social), Julio Estrada (Ciencia Política), Hugo Morán (Humanidades), Iván Bravo (Medicina).
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Texto aparecido en la Revista de la Facultad de Ciencias Económicas, publicada en noviembre de 1978, año I, número extraordinario.
“Es el pueblo de Guatemala el que está enseñando paulatinamente cómo se lucha y qué clase de democracia es la que queremos para nuestro país: la democracia popular, la democracia de los obreros, de los campesinos, de los trabajadores y de todos los sectores democráticos que somos los auténticos representantes del progreso del país. Guatemala nos pertenece a nosotros y no a quienes detentan el poder. El estudiantado guatemalteco, en la secundaria y en la Universidad, ha demostrado ser firme bastión de apoyo a la lucha de la clase obrera y demás sectores populares del país y queremos ratificar nuestra disposición de seguir adelante con estas marchas, que son marchas por la libertad de Guatemala, por las conquistas democráticas del pueblo en contra de la represión antipopular del Gobierno, y de seguir adelante fortaleciendo la unidad popular que se está gestando entre el pueblo.” Extracto del discurso pronunciado por Oliverio Castañeda de León días antes de su asesinato. (Salazar, en Sáenz de Tejada: 1996:19). Citado en Conventos, aulas y trincheras, Tomo II, de Virgilio Álvarez Aragón, págs. 250-251.
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FORO SOCIAL AMÉRICAS III EN GUATEMALA
E
l Área de estudios de pobreza de FLACSO-Guatemala y ActionAid culminaron exitosamente una jornada de reflexión y debate sobre la crisis alimentaria, las políticas públicas y la pobreza, en el marco del III Foro Social Américas (FSA), celebrado en la Universidad de San Carlos de Guatemala, del 7 al 12 de octubre de 2008. Las jornadas incluyeron un taller preparatorio con liderazgos sociales de noroccidente y norte del país, para el pronunciamiento hecho público en el marco del FSA. Los días 8 y 10 de octubre se llevaron a cabo sendos foros públicos, el primero de ellos para la presentación del libro Aún hay tiempo para el sol, pobrezas rurales y programas sociales. Brasil-Venezuela-Guatemala. Una mirada desde lo local. Un segundo encuentro concertó a académicos de Brasil: Silvio Caccia Bava, Candido Gribowski y Graciela Rodríguez, y de Guatemala: Edelberto Torres-Rivas y Virgilio Álvarez, sobre los Escenarios políticos en América Latina. Finalmente, se celebró el foro-debate sobre la crisis alimentaria, políticas públicas y pobreza, con la participación de Win Dierchxsens de Holanda, Humberto González de México y Silvia Ribeiro de Uruguay