El presente texto ha sido utilizado como guía para la orientación y consejería pastoral pre matrimonial en la Juventud Hermoso Jesús. Primera Edición 1999 Edición Actual 2017 Redacción: Pastor Adjunto Luis R. Garabito Revisión: Pastor General Jorge Luis Álvarez Mazariegos Iglesia de Cristo Hermoso Jesús, Villa Nueva, Guatemala
“Las muchas aguas no podrán apagar el amor, ni lo ahogarán los ríos”
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¿Salvando al soldado Ryan? ¿Misión imposible? ¿Los intocables? ¿La liga de la justicia? ¿Impacto profundo? ¿El día después? ¿El día de la independencia? … ¿por qué se torna tan difícil lograr, mantener y prosperar en una relación de pareja? En realidad ¿debo casarme? Es cierto que ¿si no enseño no vendo? ¿La práctica hace al maestro? ¿La suerte de la fea, la bonita…? ¿Es cuestión de suerte? ¿Y si se me va el tren? ¿El maistro longaniza y la vieja chancluda? “aunque sea en el último vagón” y si es realmente un vagón, que tal si resulta vagazo. “Sí, es bonita, una odiosa bruja, pero bonita; guapísimo, tengo que compartirlo con otras, pero guapísimo…” ¿Quiero una relación amorosa o una relación desastrosa? ¿Y si mi amor imposible es realmente un amor inservible? ¿Peor es nada? ¿Mejor solos que mal acompañados? ¿Y fueron infieles para siempre? ¿Es realmente el matrimonio sinónimo de felicidad? ¿Es realmente el matrimonio sinónimo de infelicidad? La idea original de las relaciones de parejas ha sido de Dios – reclamos y atención al cliente 1-800-Jeremías 33:3 ¿Se aceptan devoluciones? – Él vio que no era bueno que el hombre estuviera solo; Él hizo a la mujer y se la presentó a Adán – ¡cuidado quién te presenta candidatas o candidatos! – luego se fue dejándolos solos – claro, cumpliendo el onceavo mandamiento – Adán “solo” obedeció y siguió el plan de Dios. Esa química atracción mutua entre géneros forma parte del diseño de Dios; es psicológica, fisiológica, sentimental, normal, natural – si nos descuidamos puede llegar a irracional – hay un momento en la vida de toda persona en el que se da cuenta que los o las comienzan a verse bien, muy bien, demasiaaaado bien, perfectamente bien, sublimemente bien, divin…. ¡Basta! bien es suficiente; entonces comienzan a salir del capullo las maripositas que una vez fueron orugas y que ahora revolotean en nuestra mente, corazón y … ¿por qué se nos hace un nudo en el estómago? ¿Amebas – lombrices? Creo que no, pero igual se nos engarrotan las tripas. Dios hizo al hombre un ser social, es decir, para que viviera en compañía de otros, este es el principio Divino de “no es bueno que el hombre este solo”
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En la Escritura leemos que Dios le hizo a Adán una ayuda y no una novia, pareja sentimental o esposa; entonces ¿solo eran compañeros de trabajo? Sí, lo del matrimonio se dio después; Entonces ¿fueron solo compañeros y nada más? ¿No fue amor y fuego a primera vista? Si lees bien, te darás cuenta que Adán conoció – íntimamente – a Eva hasta que salieron del huerto; hubo una etapa en la vida de ellos que fue compañerismo, comunicación sin intenciones raras, compartir en una amistad pura. Amistad, La amistad - ¡oh la amistad! Esa hermosa flor que espontáneamente crece en el campo, moviéndose ante la suave brisa de una sonrisa, que se alimenta de atenciones cual rocío de mañana y tenue luz primaveral… ¿Suena cursi? No sé, pero es demasiado lindo el hecho de tener amigos y ser amigo. Principios fundamentales de la amistad: a) Se comparten gustos, ideas, valores y fe. b) Tiempo compartido de calidad, se disfruta mucho de la compañía de los amigos; sólo queremos estar con ellos. c) Comunicación constante, se habla de cualquier cosa por horas y horas. d) Mucha risa y bromas. Si hay algo extraordinario entre los amigos es la cantidad de risas y carcajadas hasta las lágrimas; el intercambio anécdotas y bromas. e) Sinceridad, confianza y respeto mutuo. f) Reciprocidad en favores y atenciones. g) No hay atracción física; si te gusta, no podrán ser amigos sinceros. ¿Qué otras cosas agregarías tú? h) … i) … j) … Lo mejor en la amistad es tener muchos amigos y amigas, todos los que podamos, para lograrlo debemos ser buenas personas. Tener muchos amigos y desarrollar la capacidad emocional de compartir armoniosamente
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con muchas personas habla muy bien de nosotros; cuidémonos de aquellos que no tienen muchos amigos – los que son de pocos amigos – La amistad debe ser pura y sincera; pero algunos tienen amistad pura… ¡pura lata, pura pérdida! esos que solo se aprovechan de ti, que más que a ti buscan tus cosas, tus bienes, tus favores y hasta tus conocimientos, no son amigos en verdad ¡Abre los ojos! Mientras estamos en amistad, nos vamos dando cuenta que hay alguien que sobresale, alguien que es diferente, que nos comienza a poner nerviosos y nos toma algo de esfuerzo dejar de pensar en él o ella, después nos rendimos y ya no podemos dejar de pensar en él o ella. Con esa persona especial que nos atrae, que nos emociona, que también nos entristece, nos sonroja, la amistad no es suficiente, se generan otros sentimientos y sensaciones distintas, inexplicables y nuevas – conclusión – nos hemos enamorado de alguien, pero, pero, pero, surgen dudas ¿es el indicado? ¿Estoy preparado? ¿Y si no soy correspondido? En este punto, muchos sucumben y se enredan en amoríos diversos que les arrastran por las insospechadas cavernas de las pasiones, la fantasía de un mundo irreal; otros dan rienda suelta a las carnalidades, la fornicación, infelicidad, amargura, soledad, engaños, enojos y traiciones – conclusión – no son recomendables los noviazgos sin propósito para matrimonio – Algunos jóvenes, contra toda razón, se enredan en noviazgos insensatos y fugaces; otros se hacen “amigovios” ¿Pero qué es eso de “amigovios”? Definitivamente no es de Dios. El miedo, la indecisión, la inmadurez o las malas intenciones no permiten que muchos den un paso más allá y quieran en realidad comprometerse en algo más serio; prefieren entregarse a sus emociones pasionales, en las cuales se recrean y satisfacen por un breve tiempo, pero luego se rompe la relación y comienza el sufrimiento. El primer rompimiento casi siempre es traumático, lleno de angustia; muchos piensan que si no es con él o ella, no será jamás con nadie ¡Así de dramáticos! luego las tristezas van siendo cada vez más leves hasta llegar a un simple “vaya, terminemos” “ya no siento lo mismo por ti que antes” y se le contesta “yo tampoco ¿cuates? ¡cuates!”
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Hay teorías tan equivocadas en la calle; una dice que los mejores amigos son los ex; la otra dice que donde fuego hubo… quiere decir que en cualquier momento puede volver a brotar la llama o que un clavo saca otro clavo y no se dan cuenta que van de clavo en clavo hasta el desastre total. Aclaración de conceptos: La amistad es esa relación que no contiene ningún otro interés más que la alegría de compartir con “otras personas” con las que coincidimos en intereses, gustos, pensamientos y otras cosas. El énfasis en “otras personas” es porque la amistad siempre conlleva un sentido colectivo, grupal, social, plural; es decir que, la verdadera amistad siempre incluye a más personas. Por supuesto que entre todos los amigos, habrá alguien especial, una persona con la que nos identificamos de una manera especial. Puede ocurrir que confundamos algunos sentimientos y nos dejemos llevar por sentimientos equivocados. Cuando decimos que esa persona especial es alguien del sexo opuesto, en realidad uno de los dos siente más que amistad por el otro, o ambos y no se han dado cuenta o temen confesárselo. Regularmente, estos “amistad especial” termina siendo una especie de noviazgo. Algunas “amistades especiales” llegan al punto de exigir exclusividad. Hay formas muy simples para detectar cuando la amistad no va por buen camino y se ha desvirtuado el verdadero concepto de amistad. La Biblia dice que “la amistad con el mundo es enemistad contra Dios…” En este caso no podemos ser amigos del mundo y a la misma vez ser amigos de Dios ¿Por qué? Simple y sencillo, el mundo está en abierta enemistad contra Dios y Dios está muy enojado contra el mundo. Nosotros debemos decidir a quién le daremos nuestra amistad. Por eso cuando una persona de nuestro grupo de amistad se enoja y no quiere que compartamos con otras personas, es una clara señal de exigencia de exclusividad ¿Por qué no quiere “compartirnos” con los demás? ¿Hay un interés en particular? Bueno pueden ser muchas cosas, desde el sentimiento de inseguridad, miedo a la soledad, visualización de riesgos, egoísmo, y un largo etc. Sin embargo tenemos que aceptar que la mayor parte de ese largo etcétera no son cosas buenas.
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En nuestro caso, con las demás personas, casi siempre vamos a encontrar a muchos otros que piensan, quieren y sienten casi igual, muy parecido a nosotros; con ellos, con “todas” esas personas podemos ser buenos amigos. En conclusión en este punto, amistades especiales entre personas de diferente sexo, uno de los dos o los dos están enamorados. Esta amistad especial es más profunda y pura entre personas del mismo sexo. Puede llegar a ser tan fuerte e intensa, tal como lo expresa David con Jonathan. Cuando el hijo del rey murió, David lamentándose dijo “ay Jonathan tu amor para mí es mejor que el de las mujeres…” ¡Cuidado! Porque no está insinuando ningún tipo de homosexualidad. Cuando en la amistad alguien le dice a otra persona “quiero conocerte mejor” está dando un paso un poco más allá que la simple amistad. Seamos sinceros, ya no está interesado en la amistad, se está buscando otro tipo de relación. No debemos llamarle amistad, porque el interés es otro. En este punto, la amistad se está convirtiendo en otros sentimientos que ya pueden incluir la atracción física y la pasión. Del cariño de la amistad se pasa a la intempestuosa energía del amor romántico. Pero es aquí en dónde hay más confusión. ¡Claro! No hay nada seguro, surge el temor, la ansiedad, hay muchas dudas… ¡Empieza el sufrimiento! En la amistad no se sufre, todo es alegría, pero en este punto lo que prevalece es la incertidumbre. Definitivamente las cosas repentinamente han cambiado. ¿Cómo definimos “estar enamorado”? Dentro de la maravillosa naturaleza humana, el inigualable diseño que Dios hizo dándonos una inmensa capacidad emocional, dotándonos de sentimientos tan extraordinarios, tan profundos e intensos. El más bello de todos es la capacidad casi infinita de amar ¿Acaso hay otro sentimiento más hermoso? Amar es lindo, sentirse amado y ser correspondido no se puede explicar con palabras. Esa increíble y casi incontrolable fuerza del amor romántico solo puede compararse con el amor que surge cuando nos convertimos en padres. La ciencia ha demostrado que nuestro cerebro y todo nuestro cuerpo entra en una especie de desequilibrio cuando nos enamoramos. El sistema hormonal como que no logra reconocer que está pasando; las hormonas
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segregan cantidades considerables de hormonas que llegan a trastornar el buen funcionamiento de nuestro cerebro y nuestros órganos. Se nos va el hambre, nos cuesta dormir, se acelera el corazón, perdemos la noción del tiempo; en casos extremos, como que se desenchufa completamente la capacidad racional y un joven o señorita enamorado puede llegar a cometer las más absurdas locuras. Por eso se dice que el amor es ciego… si, el amor es ciego, pero tus padres y los vecinos no ¡Reacciona! ¿Te gustaría salir conmigo? Compartir tiempo y espacio con la persona de la que estamos enamorados es muy agradable, pero también muy peligroso porque nuestros sentimientos y pensamientos nos empujan hacia la persona de nuestro interés. Lo recomendable es tratar de mantener el control de las emociones, poner nuestros sentimientos constantemente delante del Señor en oración. Normalmente es el varón quien toma la iniciativa para “declarársele” a la señorita. Está declaración debe ser una confesión de sentimientos, una manifestación de las más puras y serias intenciones para ambos. Antes de llegar a esta confesión, debes asegurarte de ser correspondido; tienes que ser sabio y estar al tanto de que la hermana de tu interés comparte los mismos sentimientos por ti, porque si no es así, te llevarás una vergüenza y bastante frustración. Para ninguna persona es muy honroso andar rogando el amor de alguien. Tú tienes que quererte primero para que después puedas amar al prójimo, así que quiérete y no quedes avergonzado delante de alguien que no está interesado en enamorarse de ti. Tampoco es muy recomendable contarle tus sentimientos a medio mundo; tienes que ser usar de mucha sabiduría para identificar a las personas correctas para abrir tu corazón y obtener de ellas la mejor consejería. Luego de la confesión y la confirmación que es mutuo el sentimiento se debe iniciar un proceso importante de acompañamiento y consejería de parte de los padres y pastores.
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Bien podríamos llamar a esta etapa como de pre – compromiso. Esta etapa es muy delicada porque las circunstancias se prestan para muchas cosas erróneas. ¿Cuántos pre – compromisos puedo tener antes del verdadero compromiso? En este punto hay mucha discusión. Algunos opinan que previo al compromiso, debo experimentar, debo conocer a muchas personas. Algunas veces se dan ciertas licencias como salidas en pareja, visitas muy frecuentes, algunas furtivas, intercambio de regalos y frases comprometedoras, pero, pero, pero, se les ha olvidado que no hay nada en serio y que hasta el momento, si no hay nada en serio ¿Qué hay? Imagínense el siguiente diálogo: -
Mirá quiero que nos conozcamos, que salgamos porque me interesas, me pareces una persona especial… ¡Ah muchas gracias! Tú también eres especial para mí… Ok, salgamos y a ver qué pasa…
Inician las ilusiones, las emociones, las pasiones, una sonrisa por aquí, unos ojitos por allá, se toman de la mano por aquí, se abrazan por allá ¡Peligro! ¡Peligro! Muchas veces, sin darse cuenta (o con completa conciencia) el asunto se vuelve más serio y llegan los besos y el peligro aumenta. Tic, tac, tic, tac, pasa el tiempo ¿Y? ¿Cuál es el plan? ¿Dónde va a terminar el asunto? Y si el asunto no se “formaliza” seguramente va a terminar, entonces viene el llanto, casi siempre hay uno de los dos que llora más mientras llora menos o simplemente no llora ¿Cuál te gustaría ser? Trata de imaginar que dirá de ti la persona que decide concluir con esa amistad especial. Qué clase de explicaciones dará, qué cosas dirá de ti. ¡Tirándonos al agua! Es que el asunto es serio. Cuando llegamos a este punto, nuestra sugerencia es que se debe ir a la pregunta de los mil millones “¿Te quieres casar conmigo”? 8
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Claro que para llegar a lanzar esta pregunta, antes se debió pasar por un sincero proceso de oración y hasta ayuno; se debió pasar por una larga secuencia de sesiones de consejería con los padres y la consejería pastoral; se debió haber leído con sumo interés la Biblia buscando la voluntad del Señor. Si la respuesta es afirmativa ¡Felicitaciones! ¡Es recíproco el sentimiento! Aquí es cuando a nuestro alrededor el mundo se detiene, nos parece escuchar un coro de ángeles, el corazón nos llega a palpitar a mil por minuto y casi se nos sale del pecho. Aquí es cuando queremos gritar, correr, saltar, todo, todo es alegría, nuevamente ¡Felicitaciones! ¡Qué maravilla es estar enamorado! Pero es algo completamente indescriptible ser correspondido. Bueno ¿y si la respuesta es no? Ok, a respirar profundo, se vale llorar, en serio, se vale llorar, pero no mucho y no por mucho tiempo. La vida no se acaba, hay que reconsiderar nuestros sentimientos y a seguir orando y buscando, Dios proveerá. Si la respuesta es negativa, debemos reflexionar seriamente, por qué le hicimos la pregunta de los mil millones a una persona equivocada. Honra a tu padre y madre es el primer mandamiento con promesa Efesios 6:2 Es un mandamiento, pero incluye una promesa, también es una buena práctica de vida, honrar significa dar honor, exaltar, premiar, distinguir, cuidar, atender, estimar. Todas estas acciones debemos realizar con nuestros padres durante nuestra vida y más aún cuando vamos a tomar una decisión tan importante. Esta clase de consejos se van pidiendo a lo largo de la vida. No debes esperar a que el asunto este muy avanzado, trabaja en la construcción de una comunicación fluida, sincera y constante con tus padres. Aunque aún no haya ninguna relación o interés, pídeles que oren por tu futura pareja y hasta por tus futuros hijos y familia
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Compromiso: Muy bien, si lo que sentimos en verdad es amor, se debe dar el siguiente y trascendental paso – el compromiso para matrimonio – Hay muchas jovencitas que tienen novio oficial, pero más parecen el maistro longaniza y la vieja chancluda, le lleva flores, se miran con amor, se saludan con amor, comparten mucho tiempo juntos, pero a la hora del compromiso, mejor no muchas gracias !!! ¿Cómo saber si es la indicada o el indicado? No hay una regla generalizada para todos los casos, cada uno de nosotros diferimos tanto que no se le puede dar la misma respuesta a todos, es decir, no hay una formula absoluta para determinar “con quien me casaré”. Ahora bien, lo que si podemos hacer es realizar un ejercicio de exclusión, en otras palabras, quiénes no son los indicados o indicadas para el compromiso: Personas del mismo sexo Menores de edad Quienes no sean cristianos o de otras religiones Quienes sean cristianos con mal testimonio Quienes ya están comprometidos actualmente con otras personas Casados o que conviven actualmente en pareja Diferencias de edad muy amplias (más de diez años, hay que meditarlo bastante) Otros…
El compromiso es la separación – casi definitiva – de dos jóvenes que se aseguran amor y que manifiestan su firme intención de compartir sus vidas hasta el final de las mismas. Durante esta etapa se alistan, preparan para unirse de forma definitiva en matrimonio. Es muy importante saber que ya el compromiso es un asunto serio y muy serio, pero a la vez bello porque estamos siendo correspondidos y nos encaminamos a la unión definitiva con la persona que amamos.
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Nuestro amado o amada debe ser para nosotros – mutuamente - distinguido entre diez mil, como aquella perla preciosa – vendió todo por ella – ya es una mutua pertenencia – Mi amado es mío y yo soy suya – El Matrimonio, “Por tanto dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer y ya no serán dos, sino una sola carne” ¿Por qué? ¿Para qué? ¿Cuándo? ¿Cómo? ¿Dónde? debemos casarnos. Algunas ideas manifiestan que el matrimonio es rutinario y que por eso mata el amor, entonces para que el amor no muera, no nos casemos, sino que convivamos así libremente y sin ningún tipo de compromiso ni regulación… ¡Pff! ¡Por favor! ¡No nos engañemos! Un pensamiento así no expresa el verdadero amor El matrimonio es una institución Divina, es decir, Dios lo instituyó y no la sociedad; la sociedad lo ha regulado; y como la misma sociedad está en decadencia, también el matrimonio. ¿Queremos saber que tan sana y fuerte es una sociedad? Observemos sus matrimonios. Pero ¿qué vemos hoy del matrimonio en la sociedad? Lo que observamos primero es que no hay respeto, admiración, valoración por el matrimonio, no se quieren casar, son infieles y luego vienen las separaciones; también vemos que hasta se están autorizando matrimonios homosexuales y hasta con sus propias mascotas (esto último no ha sido legalizado, pero ocurre) Por eso es que nuestra visión del matrimonio, no la debemos tomar de lo que la sociedad dice u opina, debemos considerarlo a la luz de la palabra del Señor. El matrimonio es la mayor muestra de amor entre dos personas, quienes deciden compartir sus vidas hasta el último día de su existencia. Están fuerte que no lo ahogan los ríos, consume como el fuego, es más fuerte que la muerte (Cantares 8:6-7) Llega a ser tan fuerte que las personas “dejaran padre y madre…” por este nuevo amor… ¡Cómo puede un hijo o hija preferir a otra persona antes que a sus mismos padres! Bueno, eso precisamente eso, es el amor y esa clase de amor que nos llevará al matrimonio.
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¿Listos para el matrimonio? Para saber que estoy listo para el matrimonio debo revisar algunas áreas de mi vida (y también de la vida de la persona que me interesa): a. b. c. d. e. f. g. h.
¿Soy buen cristiano? ¿Soy responsable en mi trabajo? ¿Trabajo? ¿He madurado emocionalmente? ¿He madurado físicamente? ¿Estoy dispuesto a compartir mi tiempo, mis energías, mis recursos? ¿Estoy dispuesto a dejar padre y madre por mi futuro conyugue? Otros…
Estas son sólo unas cuantas preguntas básicas que debo responder con completa sinceridad y al conocer el resultado, conoceré también si estoy listo para el matrimonio Muchos hoy están sufriendo, porque quieren casarse pero dicen no tener todo lo necesario, aún no tienen casa, no tienen carro, no se han graduado de la universidad, etc., etc., etc., Claro que hacer una buena base económica previo al matrimonio es fabuloso, pero no lo es todo, el dinero es necesario para una familia, pero no lo es todo; Proverbios dice que es mejor la casa en donde hay comida de legumbre en paz, que una casa donde hay abundancia y manjares, pero con pleitos. Lo importante en todo caso es la comprensión, el ánimo progresista y el trabajo duro; las cosas, los muebles y electrodomésticos y hasta los inmuebles se lograrán en el curso de los años. Trabajemos en nuestro carácter. Antes de pensar en adquirir cosas y bienes, preocupémonos para que el Señor cambie y transforme nuestro carácter y así llegar a un matrimonio siendo buenas personas, sin rencores, ni amarguras, sin envidias, ni rivalidades; porque luego éstas brotan en el matrimonio y lo vuelven insoportable. Algunos consejeros matrimoniales recomiendan que durante las etapas previas al matrimonio se deban abrir bien los ojos y luego cerrarlos en el matrimonio. Pero lamentablemente ocurre al revés, cuando se dan cuenta de la clase de persona con la que se han casado, ya es tarde.
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No estafes a tu futuro conyugue, no lo desilusiones, prepárate emocionalmente, busca de Dios y que tu alma sea restaurada completamente para que el matrimonio sea fuerte y sano, sobre todo que en tu matrimonio se manifieste la presencia de Dios. La ceremonia. En cuanto a la ceremonia matrimonial, debemos decir que no hay una forma bíblica de celebrarlo, sino que en cada cultura se han implementado diferentes elementos alegóricos al matrimonio, es decir, se resaltan la pureza – vestido blanco – la unión de dos una sola vida – lo de las velas – el anillo – una pública señal de casado – algunos les ponen un lazo – la unión definitiva – y así diferentes elementos. Las ceremonias matrimoniales hoy, están marcadas por ritualismos excesivos, en algunos casos, influenciados también por la publicidad y tradicionalismos sin mayor sentido. Por lo regular, es la mujer la que tiene mayor ilusión por la ceremonia nupcial. Recordemos que no hay un ceremonial que sea “bíblico” por eso es que en cada congregación se establecen los lineamientos generales para la celebración. La ceremonia nupcial siempre es solemne e importante, la pompa, el lujo, el despilfarro muchas veces se realiza más para satisfacer el ego de las familia que por el afán de la felicidad de la pareja. Recordemos que lo que la pareja quiere es unirse en matrimonio, para una pareja de enamorados, la ceremonia no es lo más importante. Un asunto muy importante de considerar para las ceremonias nupciales es el tema económico, no podemos realizar ceremonias fuera de nuestra realidad y capacidad financiera. No deben quedarnos deudas derivadas de la ceremonia nupcial por ningún motivo. “Y vivieron felices para siempre…” Absolutamente falso que el matrimonio sea sinónimo de problemas. Claro que tarde o temprano habrá dificultades. Sin embargo debemos asegurar que el matrimonio es una maravillosa experiencia en todo sentido. Para los conyugues el mejor amigo o amiga será nuestra pareja; tendremos tiempo suficiente para conversar, compartir, salir juntos (sin ningún tipo de restricción, miedo ni vergüenzas, más que el respeto a la decencia y al 13
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orden público, claro está) y qué tal ¡los abrazos debajo de las sábanas! Claro que si se puede ser feliz y muy, demasiadamente y permanentemente feliz en el matrimonio, solamente que debemos cuidar que la voz del Señor sea la principal y de mayor autoridad para ambos… y dije ¡AMBOS! ¡Me están oyendo suegritos y suegritas! Es que el matrimonio es de dos. Si ambos son sabios edificarán su casa y lo harán sobre la Roca Eterna que es Cristo. Se puede ser feliz, si ambos están en constante búsqueda de la voluntad del Señor para hacerla y vivirla con sinceridad y amor. Si ambos aman al Señor, se amarán de la manera más pura y sincera; no solo serán esposos, pareja; más que eso, también hermanos y amigos; porque ya en el matrimonio, nadie puede o debe ocupar el lugar de mejor amigo o amiga; se nos puede venir el mundo encima, que si nos tomamos de la mano del Señor y permanecemos juntos, venceremos. Recordemos que
El amor todo lo puede, todo lo sufre, el amor nunca dejará de ser”
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¡Abstinencia o Matrimonio! ¿¡Casarse o quemarse!? La función de la iglesia debe ser la instrucción, la exhortación, la enseñanza, el acompañamiento; pero tampoco puede la iglesia traicionar su mensaje diciendo algo así como "deben abstenerse, pero si no se aguantan así se usan los métodos anticonceptivos miren" ¡Horrrroorrr! Claro que el conocimiento científico es adecuado; muy bien, hablemos de planificación familiar con los comprometidos a matrimonio o los ya casados y con nadie más. Para los solteros no puede haber otro mensaje - desde la iglesia - más que ¡Papaíto, aguántese o cásese mijo! En este punto debemos insistir e insistir y volver a insistir, no podemos dar nuestro brazo a torcer, así que si un joven o una señorita está pensando en hacer uso de los métodos y medios anticonceptivos previo al matrimonio, en realidad lo que está pensando es 14
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en cómo obtener una licencia para pecar; porque el verdadero problema no es el riesgo de las enfermedades de transmisión sexual o el embarazo, regularmente vemos que cuando nace el muchachito o nenita, el asunto se olvida y como que todo vuelve a la normalidad y la familia tarde o temprano tiene que aceptarlo aunque inicialmente les disguste, pero definitivamente no es lo mejor. Entonces el verdadero problema de las relaciones sexuales pre matrimoniales no es social, tampoco económico, podría ser legal (menores de edad, violación, incesto, etc.) El verdadero problema es espiritual, LA FORNICACIÓN ES PECADO y lo seguirá siendo hasta el último día de este lindo planeta. Usar o no protección o lo que sea no es lo principal del asunto, es nuestra relación con Dios, es nuestra salvación; debo abstenerme no tanto por lo del embarazo no deseado, debo abstenerme porque de lo contrario me estoy asegurando un lugar en el infierno por la eternidad, debo abstenerme porque el Espíritu Santo de Dios habita en mí y yo soy su templo y no puedo andar revolcándome con cualquiera cada vez que pueda o me den ganas; debo abstenerme porque Cristo viene por una iglesia santa, sin mancha y sin arruga, debo abstenerme porque le amo y le pertenezco, antes que a nadie, solo a Él, debo abstenerme porque Él ha dado todo por mí y ¿yo no puedo sujetar unas cuantas hormonas calenturientas? Abstinencia o matrimonio son las únicas opciones que la iglesia puede y debe proponer. ¿Y los que ya son algo experimentaditos? No podemos obviar la realidad de algunos jóvenes y señoritas que han tenido experiencias sexuales previas al matrimonio. En cuanto a este punto, lo que vemos en la sociedad es una gran hipocresía. En los Evangelios se relata de cómo arrastraron a una mujer que la “habían sorprendido en el lecho del adulterio…” muy bien, pensemos, ¿Estaba sola en el lecho del adulterio? ¿Cómo supieron que era adúltera? ¿Acaso tenía marido? ¿Acaso estaba el marido entre los que la iban a apedrear? y si estaba ¿por qué no tiró la primera piedra? ¡Ajá! ¡él también había pecado! Y probablemente también adulterio. Bueno el punto es que no llevaron al hombre adultero con ella… ¿Por qué la llevaron sólo a ella? ¿y el adúltero? Exactamente así es la sociedad de hoy, por un lado mojigata y por el otro desvergonzada y sensual. Esta sensualidad entre la que viven 15
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constantemente nuestra juventud los bombardea con sensualidades y oportunidades diversas para tener experiencias sexuales. Desde la masturbación, la pornografía, hasta la fornicación, el adulterio, la prostitución y el homosexualismo, son situaciones cada vez más frecuentes y descaradas. Nuestros jóvenes y señoritas que vienen a los pies del Señor ya con experiencias sexuales, deben estar conscientes que ahora en Cristo son nueva criatura y que todas esas cosas viejas pasaron; deben saber que de ahora en adelante deben sujetar su carne, que ya no le pueden permitir a la sensualidad que domine sus vidas a través de las pasiones. La recomendación de la Biblia es clara y contundente “No satisfagan sus deseos carnales…” Claro que habrá una fuerte y desesperante lucha entre los deseos de la carne y los del Espíritu (Gálatas 5:17) Ahora bien, en relación a la amistad, compromiso y matrimonio en Cristo, se debe buscar el acompañamiento pastoral, ya que a través de la consejería pastoral y el propio sometimiento a la voluntad de nuestro Señor Jesucristo se podrá restaurar emocionalmente. Aunque se generará alguna crisis, lo mejor será contarle a nuestra futura pareja. No hace falta que se den detalles muy específicos; pero si se le debe confiar lo que ha ocurrido en nuestra vida. Recordemos que la virginidad es una situación muy valiosa y que conlleva un simbolismo de pureza y castidad. Debemos tener el cuidado de mantener la virginidad de nuestro cuerpo, pero también la de nuestra mente, ojos, oídos, etc. En la hipocresía social, se exige la virginidad femenina, pero de la virginidad masculina casi ni se habla. La virginidad del joven y de la señorita, AMBAS son igualmente importantes y debemos enseñarlas y exigirlas. No hace falta la experiencia previa en el tema sexual, para tener una vida plena y satisfactoria maritalmente. Cada pareja irá descubriendo la pasión en pareja… recordemos, no hay prisa ¡tendrán toda la vida! Tristemente para muchos, la primera noche juntos, la noche de bodas, es la primera experiencia traumática… ¡Calma! Insisto ¡Ya tendrán toda la vida! 16
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Dios fue quien dijo “no es bueno que el hombre este solo…” Dios también fue quien dijo “Dejará el hombre a sus padres y se unirá a su mujer…” ¡Ánimo! Como decimos en Guatemala, siempre hay un roto para un descosido… ya más en serio, la Biblia dice “Pedid y se os dará…” Se vale pedir pareja y pedir sin desmayar. El Matrimonio es maravilloso, tan especial y bello, que para ilustrar la pureza, intensidad, el cariño, la profundidad, ternura, pasión y duración de la relación entre Cristo y la Iglesia se pone como ejemplo el matrimonio. Matrimonio por causas erróneas Vamos a resaltar la única y verdadera causa que nos debe llevar al matrimonio: “Estar loca y perdidamente enamorados, sentir que la vida no tiene ningún sentido sin la compañía de la otra persona; querer pasar las 24 horas del día los 365 del año con esa persona especial” Ahora bien, tristemente algunas personas van al matrimonio por causas erróneas, aquí enumeramos algunas de las más comunes: 1. “Estarse quemando” llegar al matrimonio solo porque la otra persona nos atrae físicamente es un gran error. Algunos dicen “me case con un monumento…” Pero luego en la calle miran otros mejores monumentos. Además, no debemos olvidar que el tiempo pasa y cuando se han perdido las características físicas que motivaron el matrimonio, se acaba también la motivación del matrimonio. Claro que la Biblia dice que es mejor casarse que estarse quemando, pero “estarse quemando” nos delata como personas incontinentes, sin dominio propio; por eso es mejor no llegar en esas circunstancias. 2. “Mija, se te va a ir el tren” la presión social es cruel, sobre todo para las señoritas. Y mucho más cruel cuando viene de la misma 17
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familia. Por eso algunas personas aceptan a cualquier ofrecimiento con tal de sacarse de encima la presión social. “Mejor solos que mal acompañados” Si éstas soltero dedícate al Señor, dedícate a disfrutar tu soltería en santidad y gracia del Señor; confía en Él y Él hará por ti. Piensa que el matrimonio es solo una opción entre otras formas de vivir bien. 3. ¡Yo no me quiero quedar solo! También existe el miedo a la futura soledad ¿quién me va a cuidar de viejito? Bueno para eso hay asilos de ancianos. Este pensamiento evidencia cierto egoísmo y miedo. Evidencia también que pensamos en el matrimonio porque vamos a necesitar a alguien que nos cuide y atienda. En este caso, mejor ahorremos para contratar una enfermera personal cuando llegue el momento!!! 4. ¡Qué tenga buen testimonio ($$$$$$)! Una de las más erróneas y perversas razones es el matrimonio por intereses económicos. Cuántos padres o madres piensan en fulanito y sutanita es buen partido para sus hijos tan solo porque tiene un poco de dinero. Casarse por el interés económico es una forma un poco más refinada de prostituirse. 5. ¡Es que ya no aguanto vivir en esta casa! Esta es una de las causas errónea y también muy cruel. Muchos prefieren huir de sus casas por la vía del matrimonio. Se exponen a grandes riesgos, en ocasiones, saltan del sartén al fuego. En este punto compartimos mucha responsabilidad los padres de familia, porque si les hacemos la vida imposible a nuestros hijos, ellos querrán salir de casa antes de lo necesario. 6. ¡Quiero ser feliz! Esta exclamación evidencia un alto grado de egoísmo y vanidad. El amor no piensa en sí mismo, el verdadero amor piensa en el otro. Hemos dicho que el matrimonio es felicidad, emociones positivas e intensas; pero en ocasiones, si se descuida, se torna difícil y hay que hacer un gran esfuerzo para que todo vuelva a marchar bien. Por esto mismo, cuando alguien va al matrimonio para ser feliz, tropieza con las dificultades y la disciplina que la relación exige y entonces viene el desencanto. El verdadero amor no busca lo suyo propio.
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Al oído de los padres y madres El ciclo de vida familiar se reinicia cuando alguno de nuestros hijos se casa. La palabra del Señor dice claramente que el hombre dejará a sus padres y se unirá a su mujer para ser uno con ella, uno completamente uno con su mujer ¿esto significa que debe olvidarse de sus padres y los padres de los hijos? La respuesta es un rotundo NO. Como padres de familia debemos estar dispuestos a estos cambios y nuevas experiencias; nuestra inclinación natural es de continuar protegiéndolos y velando por ellos; algunos padres experimentan tanta ansiedad que caen en errores que terminan por dañar la vida y el desarrollo de los hijos, les amargan el matrimonio y pueden llegar a echar a perder la familia. Debemos mentalizarnos para esta etapa, luego nos quedaremos solos, los hijos se van, y más adelante en la vida, ellos también se quedarán solos, los padres se van; pensar que los vamos a tener todo el tiempo provoca situaciones muy incomodas para las relaciones de pareja de nuestros hijos; recordemos que nosotros también dejamos a nuestros padres y nos unimos a nuestra pareja. ¿Cómo estamos preparando a nuestros hijos para su futuro matrimonio? ¿Acaso nunca se van a casar? Por supuesto que algunos de nosotros estamos más lejos que otros. Si tenemos hijos en edad casadera debemos preocuparnos y orar para que el Señor provea la pareja necesaria. Escuela para el Matrimonio En muchas ocasiones hemos oído decir que no hay ninguna escuela para el matrimonio y familia, pero la verdad es que sí la hay, y es precisamente el matrimonio de nuestros padres y la familia que tuvimos como hijos. En Juan 5:19 Jesús asegura que nuestros primeros modelos y tipos para imitar son nuestros padres y en casa. El gran problema es que muchas veces recibimos malos ejemplos y vanas maneras de vivir, tal como lo expresa 1 Pedro 1:18. Por eso los padres tenemos una tremenda responsabilidad; si hemos dado malos ejemplos a nuestros hijos, debemos reconocerlo ante ellos, indicarles 19
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que no es la situación normal del Matrimonio y que el matrimonio de ellos puede ser diferente. Los hijos nacen, crecen, maduran, se casan y se van Y se van con las enseñanzas que les dimos; si son buenos o malos conyugues y malos padres de familia, es en una buena parte nuestra responsabilidad. Muchos jóvenes rehúyen al matrimonio porque ven en casa matrimonios desastrosos ¿qué ilusión pueden tener para casarse? ¿Acaso no tendrán miedo, dudas e inseguridad acerca del matrimonio? Cuando se casan y salen de nuestro regazo, deben ir con buenos ejemplos, con enseñanzas positivas, bíblicas, con el temor de Dios, nunca se han preguntado ¿Qué clase madre, padre o pareja será mi hijo en el futuro? ¿Cómo puedo saber si mis hijos están listos para el matrimonio? Esta es una de las terribles y difíciles preguntas que un padre o madre se hace. Pero ¿cuántos padres se interesan por eso? Desde muy temprana edad nuestros hijos se interesan por personas del sexo opuesto; esto es algo completamente natural, no se debe reprimir, pero si educar y vigilar con mucha responsabilidad; pues por su inmadurez, ignorancia y falta de control se cometen errores y resultan situaciones desagradables como noviazgos sin sentido, embarazos no deseados y muchas más complicaciones que interrumpen la paz y el gozo; además por una relación fallida de nuestros hijos podemos ganar enemistades y rivalidades desastrosas. Los suegros En el caso de los hijos casados, los padres pasan a ocupar el lugar de consejeros, de apoyo. La mala imagen de los suegros se debe a que en lugar de ser consejeros, quieren seguir mandando, sin darse cuenta que esa función dejó de ser y que ahora lo que les toca que hacer es aconsejar y serán los hijos casados los que tomarán las decisiones, porque ahora los hijos forman un nuevo núcleo familiar. Como en el caso de Jetro, el suegro de Moisés. Jetro se dio cuenta que su yerno estaba equivocado en la forma en la que estaba administrando su tiempo y energías; le dio un oportuno consejo para bien. Pero no leemos que Jetro haya irrumpido violentamente en el matrimonio de su hija. 20
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Cuando nuestros hijos pasan a ser independientes de nosotros y forman un nuevo hogar, el ciclo se repite y queda en ellos la responsabilidad de sus propios hijos, con la consejería y supervisión de los abuelos, que por la experiencia tienen mucho que decir y aconsejar. El vínculo entre padres e hijos no se rompe pero ahora es distinto. Relaciones Conyugales Son las relaciones entre la pareja, es la primera que se establece, obviamente la familia surge de una relación conyugal. Esta relación es la que sirve de base para las siguientes y les provee de armonía, estabilidad y certeza. Cuando decimos relaciones conyugales no nos referimos a aspectos de intimidad sexual solamente, más bien es el compañerismo, la amistad, la comunicación, el mutuo cuidado y más aspectos que tienen que ver con todo el ser y no solamente con el cuerpo. En breves palabras diremos que la Biblia define esta relación de las siguientes maneras: A. "Ya no serán dos, sino una sola carne" (Mateo 19:6) Partiendo de este pasaje, se puede asegurar que en el matrimonio se disuelve la individualidad de los conyugues y de ser dos queda un uno íntegro. Entonces en el matrimonio debe existir igualdad de condiciones, físicas, morales, espirituales. En este sentido el Apóstol Pedro escribe diciendo que las mujeres son coherederas de la gracia (1 Pedro 3:7). Es evidente que en nuestro cuerpo se mantiene una armonía increíble de cuidados y atenciones. Cada uno de los miembros del cuerpo funciona en relación con los demás, aunque no estén en contacto directo, así por ejemplo nuestros pies cumplen su función en relación con la cabeza aunque están distantes. Cuanto más nosotros en nuestras relaciones conyugales, teniendo contacto directo con la otra parte (y no se refiere a aspectos íntimos solamente). Con la expresión una sola carne se aseguran los cuidados gentiles y cariñosos entre los conyugues; el Apóstol Pablo escribe diciendo que: "El que ama a su esposa, a sí mismo se ama" y "que nadie jamás aborreció su propio cuerpo..." 21
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(Efesios 5:28-29) Por esta razón es que entendemos que Dios está totalmente en desacuerdo con las separaciones. Acerca del divorcio Jesús dijo que se había dado por la dureza de los corazones de los hombres y como consecuencia del pecado (fornicación) pero que en un principio no había existido y que Dios había provisto a la relación conyugal de tal unidad, que la había declarado como "una sola carne" Génesis 2:24 En Malaquías la expresión profética de la voluntad de Dios es más rigurosa al decir que Dios aborrece el divorcio (Malaquías 2:16). B. Un pacto. Malaquías 2:14 hace una referencia al matrimonio como un pacto y esto abre un gran campo de estudio para las relaciones conyugales. La palabra pacto utilizada es "Berit" cuyas raíces significan "encadenar o poner grillos". Con lo anterior nos hacemos una idea de lo serio que es el compromiso matrimonial en relación con nuestra pareja, además de los aspectos de compromiso y obligación que trae consigo. Nuestras obligaciones se convierten en derechos de la pareja y esto lo debemos respetar para no caer en deslealtad; y esto en todos los sentidos de la vida conyugal. Un pacto es un contrato formal que obliga a cada una de las partes a cumplirlo en medio de cualquier circunstancia. El cumplimiento de mis deberes en este pacto no depende de mi estado de ánimo, ni de las circunstancias, es un pacto y pase lo que pase estoy en la obligación de cumplirlo. C. Un yugo. Los yugos eran instrumentos de la vida diaria de los israelitas y de la mayoría de los pueblos del tiempo en que se escribió la Escritura, por eso los Apóstoles se refirieron al matrimonio como un yugo. El yugo es un instrumento que sirve para unir las fuerzas de dos bueyes o animales de carga, para que juntos puedan desarrollar una sola función, no va cada uno por su propio lado, tienen la misma visión, cooperan entre sí para la realización de una sola tarea, se complementan las fuerzas y si uno tropieza, la fuerza del otro, por medio del yugo, no lo deja caer y si cae uno, también cae el otro porque el yugo los une. Por su puesto que no todos los yugos son beneficiosos y por eso el Apóstol Pablo recomienda que no nos 22
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unamos en yugos desiguales, pues no tienen comunión la luz con las tinieblas (2 Corintios 6:14) Si al venir a los pies de Cristo ya se está unido con un yugo que no edifica, la recomendación Apostólica dice que puede existir separación pero no promovida por el creyente (1 Corintios 7: 15) La relación conyugal figura de Cristo y la Iglesia En general lo que estamos viendo es que Dios diseño la familia en base a un sólido fundamento y este es una buena y correcta relación conyugal. Tanto así que la relación de Cristo y la Iglesia esta figurada en una relación conyugal. Cristo cuida de la iglesia, la viste, adorna y atiende con amor, por su parte, la Iglesia le ama, lo busca, lo atiende, lo espera con amor, paciencia y esperanza. La iglesia sirve a su amado con fe y decisión constante. La relación conyugal es la que le provee de paz, seguridad y estabilidad a toda la familia; si las relaciones conyugales están en crisis, toda la familia está en crisis; si las relaciones conyugales colapsan y se rompen, toda la familia sufre y sus miembros quedan totalmente vulnerables, indefensos, a merced de la destrucción diabólica que el enemigo procura de este maravilloso diseño de Dios. Cuidemos nuestra familia porque es nuestra mejor carta de presentación. Procuremos con todo nuestro ser el éxito de nuestra familia, no pequemos de individualistas, procuremos el bien para cada uno de los miembros y de todos en general. Esforcémonos para que nuestras familias sean bendecidas; sencillas tal vez, pero bendecidas por Dios, familias en las cuales hay paz, amor y gozo y así aseguraremos que cuando a los hijos les toque que formar sus propias familias estableciendo una relación conyugal, tendrán las herramientas y adiestramiento y el ejemplo necesarios para triunfar con sus familia, estableciendo así un bendito ciclo de bendición para muchas generaciones y para la gloria de Dios.
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