Chucho Peña presente desde entonces y para siempre en la UIS
"No quiero morir sin escribir mi verso" Chucho Peña
Continua la presencia del poeta Chucho Peña en la UIS, en donde siempre ha estado presente y desde tiempo atrás se conmemora su memoria poética en un mural ubicado en el Edificio Camilo Torres.
DESAPARECIDOS Se cansarán un día y van a intentar desaparecer la patria entera. Van siendo tantos ya nuestros hombres y mujeres que simplemente no aparecen que van siendo suficientes para fundar una patria de los exiliados en la muerte; Un Estado aparte con decreto en el subsuelo de este territorio de las amnistías y las treguas traicionadas; El verdadero rostro de la patria que ofrecen al pueblo los verdugos. Sería una patria de cadáveres sin lengua sin dirección, sin sexo, mutilados.
Es que los asesinos no van a darnos tregua a esa patria nuestra; todos los días más cadáveres no puede ser tan nuestra patria; no es la patria para nosotros añorada por los fundadores de la patria.
Son tantos día a día los que simplemente no aparecen que un día no cabrán en el subsuelo y brotarán y cubrirán todo este territorio Y en un macabro recorrido exhibirán el verdadero rostro de la patria que ofrecen los sicarios. Sobre esta patria del subsuelo de cadáver sin lengua, el hijo de un padre desaparecido aprende a construir la patria verdadera nacida de la memoria de su padre después de los combates. (De los últimos poemas de Chucho Peña)
Chucho Peña y su legado Jesús María Peña Marín, más conocido como Chucho Peña, fue poeta, actor y cantor antioqueño nacido en Medellín en 1962, ciudad en donde trabajó con el grupo Teatro Estudio Universitario de la Universidad Autónoma Latinoamericana y con Jesús Antonio Mejía Ossa, Chucho Mejía; con él aportó al fortalecimiento de la Escuela Popular de Arte, EPA. Cuenta su familia que una de sus aficiones era cantarle a sus numerosos hermanos y amigos. Llegó a Bucaramanga, su ciudad de adopción, a principio de los años ochenta, más exactamente1982, huyendo de sectores que por aquel entonces perseguían y amenazaban el movimiento cultural colombiano, específicamente a artistas que asumían posturas críticas frente al orden social de la época. Vino invitado por el profesor José Vicente Reyes Salazar y el Centro de Expresión Artística Sembrador que en ese entonces dirigía Jairo Navarro, empeñado en crear una alternativa cultural. Chucho engalanó los escenarios populares con sus recitales que eran más que la lectura, la representación de los poemas. Fueron sus maestros: Pablo Neruda, Julius Fucik, Blas de Otero, Alejandra Pizarnik, Miguel Hernández, Federico García Lorca, José Martí, Mario Benedetti y, sobre todo, Otto René Castillo y Roque Dalton. Desde esa nueva tribuna participó en las veladas artísticas de Tertulia, la taberna de la carrera 26, y en los conciertos populares que se realizaban en diversos parques de la ciudad. Con el cierre de Tertulia a raíz del atentado contra Jairo, Chucho se vinculó a la Escuela Político-sindical de la Unión Sindical de Trabajadores de Santander "Usitras", a la Fundación para la promoción de la cultura y la educación popular "Funprocep" y a Sintraindupalma en San Alberto, Cesar. Junto con Lucho Argüello, constituyó el grupo Comunidad de Teatro de las Calles, cuyos ensayos con zancos los hacían en el Parque de los Niños. Chucho alcanzó a publicar un poemario con el título Delmasestrictouso y abuso y dejó preparada la selección de poemas Notas de Bitácora que iría a publicar con otro poeta.
Su labor consistió básicamente en apoyar las manifestaciones sociales, culturales y estudiantiles mediante la poesía, el teatro y la música, buscando generar, como bien lo decía en uno de sus poemas, la esperanza de un porvenir libre. No obstante, como lo expresa Fredy Solano, “Los últimos meses de su vida fueron de zozobra pues tenía la absoluta certeza de que era seguido y había recibido terribles amenazas que lo tildaban de “enemigo de la democracia”. Fueron quizás sus lecturas de poemas de viva voz, o su presencia en las huelgas obreras de los años ochenta, o su apoyo poético-teatral a los movimientos estudiantiles y sociales lo que exacerbó el odio criminal en contra suya”. Es paradójico que Chucho, el poeta del pueblo, haya sido víctima del lenguaje, de un lenguaje cargado de odio, que lo sindicaba de ser “enemigo de la democracia”. Un lenguaje basado en el estigma, en la criminalización del pensamiento libre, que disfraza de amigos a los enemigos y convierte en blancos del odio a aquellos que siembran la esperanza. Los que asesinaron a Chucho no hicieron bien su trabajo, porque veinticuatro años después de su muerte, su nombre aún no ha caído en el olvido”. El 30 de abril de 1986, a los veinticuatro años de edad, cuando salía de su casa, fue sorprendido por dos desconocidos que lo subieron por la fuerza a una motocicleta. Días después se supo de un NN que había sido hallado junto a una quebrada al lado de una carretera rural del municipio de La Vega, Norte de Santander; “Lucho, quien no se había cansado de buscarlo, fue a reconocerlo: le habían arrancado las uñas y sacado los ojos y la lengua y le habían dado veintiocho puñaladas y dos tiros”. Su labor se vio interrumpida por su desaparición, tortura y asesinato, en circunstancias que todavía no han sido aclaradas, pero que al parecer se vinculan con las macabras actividades adelantadas entonces por el paramilitar Movimiento Muerte a Secuestradores, MAS. El legado estético y poético que representa Chucho Peña, es amplio, pues al tiempo que aporta de manera genuina y original al desarrollo de la poética latinoamericana con sus versos vigorosos y vigentes, su vida es una constante inspiración para colectividades e individuos que prosiguen de un modo u otro su lucha e ideales políticos. Sus “poemas, cargados de romanticismo, de lucha, de amor por la vida y pasión por la justicia social. Pocas personas a la edad de veinticuatro años han llegado a tener una obra tan variada como la de Chucho: poeta, actor de teatro, activista estudiantil y líder reconocido de los muchos¸ como le gustaba llamar a las masas populares”. En el Archivo Oral de Memoria de las Víctimas del conflicto armado interno colombiano, AMOVI-UIS,AMOVI-UIS, se puede consultar el sub-fondo Poeta Chucho Peña que pretende contribuir a la reparación simbólica y transformadora de familiares, amigos y colegas de Chucho Peña, que tras su desaparición y asesinato han sido también victimizados; aportar al desagravio del movimiento de artistas y gestores culturales de Colombia que ha sufrido la represión estatal y paraestatal de las últimas décadas y del cual Chucho Peña hacía parte, y retribuirle a la comunidad bumanguesa, que carga a cuestas una historia silenciada de sus luchas sociales, insumos para la construcción de una memoria histórica razonada, mediante la cual las nuevas generaciones puedan pensar y reflexionar una ciudad con libertad de expresión y verdaderos criterios de paz, justicia y participación social. Anexamos a continuación la programación del ACTO DE MEMORIA en honor del poeta Chucho Peña:
Concierto en vivo (Medellín) 1. Adrián García, cantautor social 2. Banda de punk Desadaptadoz musicalizando poemas de Chucho
Ofrenda floral, encuentro con amigos del poeta y micrófono abierto para poesía y música
Apoyan:
Organizan:
Mireya Valbuena Carreño
Concierto en vivo (Medellín) 1. Adrián García, cantautor social 2. Banda de punk Desadaptadoz musicalizando poemas de Chucho
L ib ertad
y O rd e n
Archivo Oral de Memoria de las Víctimas
Dirección Cultural UIS
Amigos de Chucho Peña