Cuadernos de ética para servidores públicos. No. 20 Máximas clásicas para interiorizar la ética. (2015) Toluca: Contraloría del Poder Legislativo del Estado de México. Luz María Gómez Ordoñez. IEEM 27 de enero de 2016.
La colección Cuadernos de ética para servidores públicos llega a su número 20, titulado Máximas clásicas para interiorizar la ética. Como en los anteriores cuadernos, su argumentación se fundamenta en la ética griega. El pensamiento de Aristóteles puede guiar el proceder de los servidores públicos, es una estrategia desde el interior de cada persona para
eliminar
el
problema
de
la
corrupción
y
la
impunidad
omnipresentes en todos los ámbitos de la vida pública en México. La ética pública es el antídoto de las bestialidades en el servicio público. Aristóteles continúa la indagación ética que inician Sócrates y Platón. Los dos primeros explican la maldad por la ignorancia. “Sé actúa mal cuando se desconoce la senda del bien”, por lo que un buen número de servidores públicos pueden ser calificados de ignorantes. Afirma la relación entre la ética y la política, si se tienen principios éticos se será un ciudadano virtuoso. La política es central en su teoría, el ser humano es social, gregario por naturaleza, vive en la polis, de ahí deriva la importancia de la política: “en todas las ciencias y las artes, el fin es un bien, y el bien mayor y más elevado se encuentra en la ciencia que reina sobre todas las cosas, es decir, la ciencia política, y que en la política, el bien no es otra cosa que lo justo y esto es el bien común”. Ambas disciplinas se basan en el diálogo y reafirman lo propio del ser humano: poseer lenguaje y sonreír. Quien se abstiene de hablar, escribir, discutir, polemizar, debatir, comunicar, convencer, persuadir, fascinar, seducir con las palabras, y quien ignora cuándo, dónde y con quién sonreír (para evitar ser áspero o bufón), no puede considerarse 1
humano. En un sistema democrático dialogar, llegar a consenso o disenso es esencial. La relevancia de dialogar es evidente si asumimos que para resolver un problema hay dos formas de resolverlos, una es la violencia bruta, que incurre en bestialidades; la otra es el diálogo constructivo, la crítica consciente, el intercambio reconfortante de ideas y sentires. En este sentido las estrategias para combatir la violencia en nuestro país son erradas. La estrategia de combatir violencia con más violencia evidencia su fracaso en nuestro país. Corrupción, impunidad que no se van a extinguir con acciones basadas en la fuerza bruta. ¿Para qué aumentar presupuestos de seguridad sino se procuran empleos y educación a la población? Aristóteles expresa sabiamente: “la pobreza da lugar a la sedición y el crimen”. En esta obra un concepto llama la atención: la bestialidad, que es una “modalidad del vicio que excede toda medida”. Al ver a un hombre extremadamente malo, perverso, se dice que no es un hombre sino una bestia, si bien la bestialidad no es propia de los animales. Comúnmente el término ‘bestia’ se relaciona con el término ‘animal’. Aristóteles expresa que los seres humanos, son zoon politikon (animales políticos) y acceden a lo excelso, a lo bello, a lo bueno, pero también pueden incurrir en las faltas más ominosas. Convertirse en bestias alejados del honor y la dignidad o aprender a ser virtuosos es decisión propia. Si relacionamos la ‘bestialidad’ en el servicio público, cada día encontramos ejemplos en nuestro país. Cabe hacer la aclaración de que existen
honrosas
excepciones;
servidores
probos,
honestos,
comprometidos con la justicia, con el deber y la responsabilidad. Servidores que en su desempeño practican la ejemplaridad y la transparencia en beneficio del bien común: “aún en los Estados que no 2
prestan ninguna atención pública a la virtud, hay no obstante, algunos hombres
que
son
tenidos
en
alta
estima
y
son
considerados
merecedores de respeto”. En contraparte, un servidor público se asemeja a una bestia si su incompetencia es absoluta en el puesto que detenta, ¿qué decisiones tomará un ambicioso? ¿a quién beneficiará si es un ignorante que no sabe determinar la pertinencia de una acción y su ejercicio se debe a caprichos u ocurrencias? Es proclive a incurrir en bestialidades si su compromiso con la sociedad es nulo y su interés se orienta al beneficio particular, ya que expresa el filósofo: “los hombres creen que es bastante poseer un grado pequeño de virtud, mientras que buscan intensamente y en cantidades sin límite las riquezas, los bienes, el poder, la gloria y cualquier cosa de este tipo”. Un servidor convertido en bestia se rige por intereses mezquinos, vive en permanente genuflexión ante el poder, se ubica en el nivel del animal que se desplazan en cuatro patas o que reptan por los suelos. Impedido de mostrar su frente a la luz de la verdad y la justicia. Una bestia de dos patas diría Paquita la del barrio. Una bestia que engaña, que simula, que defrauda, que roba, que extorsiona, que es incompetente, que es orgulloso, que es pedante, que contamina; que vegeta, rumiando sus tristezas, su mediocridad, desinteresado e incapaz de salir del círculo vicioso: el hacerlo le restringiría los privilegios y prebendas que en su triste condición recibe. Se regodea en la maldad, sumido en el fango del cinismo, de la simulación, del doble discurso, de la indiferencia ante el dolor del prójimo. Insensible e ignorante que privilegia su beneficio al de la comunidad. 3
Bestias que son ciegas a la belleza, a la bondad, a la verdad, a la alegría, incapaces de admirar y agradecer los bienes naturales. Sin consideración los destruyen, depredan, contaminan, extinguen sin remordimiento; ignoran su valor y sólo ven ella la posibilidad de hacer negocios. Seres sin esperanza, sin asombro, sin emoción ni pasión de emprender nuevos ideales Son servidores que viven del servicio público pero no viven para el servicio. ¿Es posible escapar de la condena de ser bestias? Para Aristóteles es posible, el actuar depende de la voluntad. La alternativa es la educación. Aunque compartimos la calidad de animal, de bestia, v.gr. los apetitos sensibles que son vitales, es un hecho que su satisfacción se aleja de la satisfacción brusca y grosera; el ser humano come, bebe y ama con ciertas especificidades no traga, paladea, degusta los manjares; no se embriaga, cata; y se agrega al amor el encanto del erotismo, para convertirlo en pasión que enriquece y anima el diario devenir del ser humano. El pensamiento aristotélico contribuye a la educación en su sentido de educar para la vida. Mostrar lo que es la virtud es necesario hoy en día, en un entorno social donde los medios se convierten en los principales educadores de la población, incluidos los propios servidores públicos. Urgente como expresa Savater, es la ética. En México hay una triste realidad: un duopolio controla los contenidos de televisoras, los medios impresos difunden banalidades e información que es afín al poder. Pocos son los medios con contenidos de calidad. La mayoría difunden contenidos vanos; usan el lenguaje, la retórica, para adormecer a la sociedad, dando prioridad a notas sensacionalistas que hacen una apología de la violencia. 4
Medios que asemejan “cunas de lobos”, cuyos contenidos degradantes nos mantienen en “cadenas de amargura. La propuesta es educar, formar a la ciudadanía con principios morales, de lo contrario se seguirá viviendo un “maleficio” aderezado con la ignorancia, la indiferencia y la apatía social hacia la política. Cuestionar la información que se transmite, exigir programas de calidad, los derechos de las audiencias respaldan esta exigencia. Educación que permita a la sociedad salir del marasmo, conformismo y condescendencia ante los latrocinios y pillerías que cometen los servidores y que se justifican pues se afirma que al final “los ricos también lloran”. Abrir el debate sobre la publicidad y propaganda de actores que engañan, mienten al decir que como el joven Chabelo pueden catapixiar un mundo de pobreza, con crisis económica, devaluación del peso, desempleo,
inseguridad,
falta
de
oportunidades
de
estudio,
marginación, violencia, desapariciones, consumo y trasiego de drogas, secuestros, cobros de piso, extorsiones, prostitución, pederastia, trata de personas, muertes, abuso de poder, corrupción, fraudes, nepotismo, conflicto de intereses, opacidad, secrecía en el manejo de los recursos públicos, cinismo y simulación; por un mundo de telenovela donde todos viven felices con aviones de lujo, casas blancas, viajes a cualquier confín del mundo, para presumir outfits de moda. Mercadotecnia que logra que la población olvide las patologías sociales y crea que ahora sí, México tiene servidores con
caras “bellas”, aunque sin inteligencia ni valores
éticos que los representa allende los mares. Los medios coludidos con el poder pretenden que todo quede en el olvido, omitir que los servidores corruptos cometen bestialidades. Aceptar como normal que los pobres vivan –si bien les va- en un barril al estilo del Chavo; creer que es justo otorgar sueldos millonario para servidores de primer nivel, mientras al grueso de la población se le 5
esclaviza en la pobreza; sin cuestionar ni por asomo al modelo económico que reproduce pobres ad infinitum. Educar es la ruta, invitar al filósofo Aristóteles en este siglo es provocador, un filósofo que a 2 mil 337 años de su muerte es actual. Hoy con el contenido de este cuaderno podemos decir que asume el lenguaje de las redes sociales. Los pensamientos concretos, breves no alteran la profundidad, la sabiduría que expresan. Ideas que pueden ser un whats, un mensaje de las redes sociales. En analogía el breviario es el aperitivo de un banquete, donde se saborea cada frase; se crea polémica y son tema de reflexión al ser guías para la conducta humana. Su objetivo es romper la indiferencia a los temas éticos, y antesala de platos fuertes:la Ética a Nicómaco, la Ética a a Eudemo y la Magna ética, todas obras de Aristóteles. La lectura del cuaderno permite comprender que si es posible emerger de la condición de bestias, evitar cometer bestialidades. La excelencia de conocer y practicar las virtudes éticas, es comprobable: “se aprende la virtud no sólo para conocerla sino para ser virtuosos”. Leerlo muestra la vida humana, el devenir del mundo con otro sentido. Agradecemos al autor por la iniciativa, la invitación es a leerlo, con el firme propósito de ser cada vez mejores, practicando las virtudes. Para transitar del estado de bestias a un estado de plenitud humana, con lo cual se alcanza el fin último de la vida humana de acuerdo a la ética aristotélica: ser felices y participar en la construcción de un estado virtuoso.
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