Voces de la literatura infantil y juvenil de Guatemala
CAPÍTULO I EMERGENCIA Y DESARROLLO DE LA LITERATURA INFANTIL Y JUVENIL DE GUATEMALA I. Buscando las semillas
En el abordaje de la descripción de los aspectos que se refieren a la conformación del perfil histórico de la emergencia, desarrollo y evolución de la literatura infantil y juvenil de Guatemala, se debe tomar en cuenta, también, la influencia que han tenido los factores socioeconómicos y culturales en este proceso. Este sondeo, ayudará a configurar el periodo inaugural de la producción de obras para la infancia guatemalteca y a encontrar las semillas que fundamentaron las bases de la Literatura nacional, en general, y la Literatura infantil y juvenil de Guatemala, en particular. Pues, como dice Diana Maria Marchi con relación a esto último: El género es extremamente permeable a las ideologías provenientes de los conflictos históricos, evidenciando de este modo los trazos constitutivos de la sociedad de la cual hace parte. Así, la literatura dirigida a la infancia a lo largo del tiempo ha sido vinculada a las clases e intereses sociales que representa. Tal configuración permite que, en su existencia histórica, el género formalice un sistema propio de cada época, justificando el mantenimiento de la periodización anterior (2000: 8). De esa cuenta, se dirá, entonces, que el territorio que actualmente se conoce como República Constitucional de Guatemala se creó sobre el espacio dominado por el pueblo Maya desde tiempos inmemoriales hasta 1524, año a partir del cual se inicia el periodo de conquista por parte de los españoles, situación que impuso nuevas formas de ser, de pensar y de actuar en el Nuevo Mundo. Los españoles, después de la fundación y abandono de tres ciudades sedes, acaban asentándose, por un periodo de doscientos treinta y seis años, en el Valle de Almolonga donde fundan la ciudad de Santiago de los Caballeros, actualmente La Antigua Guatemala, misma que se denominó Capitanía General del Reino de Guatemala, a la cual pertenecieron, también, las provincias de El Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica. Esta sede, debido a los daños ocasionados por el terremoto de Santa Marta, en 1773, tuvo que ser trasladada al Valle de la Ermita, sitio en el que se encuentra desde entonces. Por otro lado, cabe resaltar, también, que durante este periodo surgieron en el continente americano importantes movimientos sociales, los cuales no sólo marcaron el comienzo del proceso de desintegración colonial del Imperio Español en América, sino que, sentaron las bases para la aparición y formación de nuevos “Estados-Nación”. Este cambio giró, principalmente, en torno de tres grandes momentos históricos: la Declaración de la Independencia de las 13 colonias norteamericanas en Filadelfia, en 1776, para luego continuar en Europa con dos hechos trascendentales como lo fueron el estallido de la Revolución Francesa, en 1789, y la invasión de Napoleón Bonaparte al territorio español, en 1808. Estos hechos, a su vez, que influyeron grandemente en las colonias españolas propiciando, en el caso de las provincias de Centroamérica, su separación de la corona española y pasaran a formar parte del Imperio Mexicano de Iturbide, por medio del llamado Plan de Iguala (1821-1823). Anexión 15