Voces de la literatura infantil y juvenil de Guatemala
LITERATURA INFANTIL Y JUVENIL DE GUATEMALA EN LA CONTRARREVOLUCIÓN
El presidente Juan José Arévalo entregó el cargo, después de las elecciones democráticas y de conformidad con lo establecido en la Constitución, al teniente coronel Jaboco Arbenz Guzmán (19521954). Su gobierno continuó las políticas y estrategias de Estado emprendidas por su antecesor, y echó a andar otros proyectos como: la creación de un sistema de comunicaciones, cuyo eje sería la carretera al Atlántico, la cual intercomunicaría a varios Departamentos, así como la construcción de la hidroeléctrica Jurún Marinalá. Ambos proyectos, fueron de gran beneficio para la población en general y libraron al país de la dependencia de los recursos viales y eléctricos que estaban en manos de las compañías estadounidenses18. Con ese mismo pensamiento emprendió la reforma agraria, tomando como base el artículo 91 de la Constitución que prohíbe los latifundios. Esto originó la aprobación de la controvertida Ley de Reforma Agraria, Decreto 900, emitida el 17 de junio de 1952. Sin embargo, la aplicación de esta ley, aunque generó ventajas para los campesinos, creó desconfianza en otros sectores de la población que se confirmaron con la expropiación de los bienes de la UFCO. Ésta última, debido a estas circunstancias, demanda la intervención del gobierno norteamericano para proteger sus intereses en territorio guatemalteco. Hechos que originaron una campaña difamatoria contra el gobierno de Guatemala encabezada por las compañías norteamericanas y respaldada por los terratenientes nacionales. A esta, se sumó la iniciada en medios escritos como: Reader Digest´s, Time, Life, New York Tribune, New York Times, Miami Herald. De igual forma, esta situación fue respaldada por parte de la iglesia católica estadounidense, que hizo un llamado al clero guatemalteco para ayudar a detener el avance comunista en América. A esto, se añadieron los sucesos provocados, anteriormente, por la expulsión del embajador Patteson, debido a los intentos de soborno hacia el gobierno de Arévalo. Todo esto, a la larga, provocó un golpe de estado indirecto en el que directamente colaboró el servicio de inteligencia norteamericano de la CIA, obligando a Arbenz a renunciar a la presidencia el 27 de junio de 1954. El Presidente y su familia recibieron asilo en una embajada y poco tiempo después salieron del país, teniendo que soportar la humillación de ser registrados y obligados a despojarse de sus ropas antes de abandonar el suelo patrio. Arbenz, al no haber renunciado según lo demandaba la Constitución sino ante las fuerzas armadas, permitió que el manejo de la situación fuera asumida por el ejército, que creó, por la presión del embajador norteamericano Peurifoy, una Junta Militar formada por los coroneles José Ángel Sánchez, Élfego H. Monzón y el coronel Carlos Enrique Díaz. La estancia en el poder de esta junta fue transitoria e inmediatamente fue sustituida por otra, misma que duró en el poder cuatro días, tiempo durante el cual ingresó a Guatemala, procedente de Honduras, el Ejército de Liberación Nacional comandado por el Coronel Carlos Castillo Armas. La llegada del militar, a la capital de la República, propició la integración de una numerosa junta de gobierno compuesta por cinco miembros: los coroneles del Ejército Carlos Castillo Armas, Mauricio Dubois, Enrique Trinidad Oliva, Élfego H. Monzón y José Luis Cruz Salazar, pero su permanencia en el poder, también, fue muy breve, del 3 al 7 de julio de 1954, y fue reemplazada por otra, que estaba integrada por los tres primeros de la anterior. Esta junta militar duró hasta el 1 de septiembre de 1954. Durante el corto tiempo de gobierno, se realizó un plebiscito que tuvo como fin consultar a la voluntad popular, pero más tarde, el mismo, fue sancionado por la Asamblea
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Se refiere a los monopolios conformados por la United Fruit Company -UFCO, la International Railways of Central America -IRCA, y la Bond and Share Co., que eran manejados por altos personajes norteamericanos.
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