Magazine 04

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Plantilla Directores Luis Vallejo Rafael Escrig

Direcci贸n de maquetaci贸n Luis Vallejo

Colaboradores Cristian Franco Daniel S谩nchez Alek S谩nchez Sergi Poten Squadra Eterna

Contacto Correo: elrincondelesferico@gmail.com Twitter: @ERDEsferico



Con el 14 a la espalda



Cada deporte tiene sus números míticos, números que todo el mundo asocia con algún deportista, oímos el “23” y pensamos en Michael Jordan, al igual que con el “32” y “33” de Magic Jonhson y Larry Bird, o el “46” con el que rápidamente nos viene a la cabeza un mito del motociclismo como Valentino Rossi. Claro que, el mundo del balompié no podía ser la excepción. Todos recordamos a jugadores siempre ligados a un dorsal, al que incluso veías raro si en alguna ocasión portaba otro, casos como los de Raúl, Cantona o Cristiano con su eterno 7, Maradona, Messi o Platini con el clásico 10 o Roberto Carlos y Maldini con el 3, por poner algunos ejemplos. Pero para mí, hubo uno que destacó sobre los demás, el “14”, dorsal elegido, casualidad o no, por muchos jugadores que bien sea por su calidad, entrega o simplemente por mostrar algo diferente, siempre llamaron mi atención. Si hay un catorce mítico, aunque muchos no lo hayan podido ver, ese es Johan Cruyff, con él comenzó la magia, además en una época en la que este dorsal representaba ser suplente. Pero al flaco eso no le importo, según cuentan llegó a su espalda por casualidad, ya que siempre había llevado o el 9 o el 10, pero un día antes de comenzar un partido, un compañero no encontraba su camiseta, Cruyff le dejó la suya y saltó al terreno de juego con la primera que encontró. Ese partido, aquel día empezó a crecer la leyenda, la del que sería el número de su vida y, pese a las críticas por llevarlo o quizá gracias a ellas, no lo abandonaría a lo largo de su carrera.

Como decíamos al principio de estas líneas, él bendijo aquel dorsal, además lo hizo para varias posiciones, pues era a la vez un eficaz delantero, un fino extremo, un estiloso organizador y todo un bregador capaz de luchar por un balón en cualquier zona del campo, en definitiva, la definición hecha futbolista de lo que significaba este deporte implantado por Rinus Michels. Campeón de todo con el Ajax, líder de la famosa “Naranja mecánica” subcampeona del Mundo y leyenda y forjador del gran Barça, el tulipán que inicio esta historia, quizás fue y será el más grande en portar el 14. Tras el mago holandés, otros grandes jugadores han portado este número, llegándolo a convertir en mitos de sus respectivos clubes. Como el “Cholo” Simeone, que dejó para siempre su sello en la ribera del Manzanares, siendo parte del histórico Atlético de Madrid del doblete, con la brega y la intensidad que aportaba en el mediocampo como marca de identidad, o Guti con su zurda inolvidable, capaz de abrir cualquier defensa con pases que nadie mas veía y deleitar al público del Bernabéu con su impresionante calidad. Y claro está no podíamos olvidar a otra leyenda que todavía apura sus últimos momentos como futbolista en activo, el francés “Titi” Henry, campeón del Mundo y de Europa con su selección y miembro activo de los inolvidables “invencibles” Gunners, poseedor de una exquisita técnica y endiablada velocidad. Todos ellos diferentes pero aun así, unidos por un dorsal y un carácter ganador.


Aunque tampoco hay que remontarse en el tiempo o viajar muy lejos para encontrar ejemplos de grandes jugadores asociados a este número. En nuestra liga encontramos varios ejemplos de guías o anclas de sus equipos, auténticos capitanes con o sin brazaletes. En Chamartín disfrutan cada partido, y lo seguirán haciendo, con la clase del maestro Xabi Alonso, el tolosarra es único gracias a su visión de juego e impresionantes desplazamientos en largo, capaz de transformar su equipo con su sola presencia. Al igual que Gabi en el Calderón, donde se ha convertido en el representante del Cholo dentro del campoy líder natural de los colchoneros, o el “jefecito” Mascherano, todo un ejemplo de entrega y profesionalidad en el equipo culé. Lejos de nuestras fronteras nos encontramos con otros ejemplos como el incombustible Karagounis, eterno tras el triunfo de la selección helena en la Euro’04, o el joven Matuidi, haciéndose un nombre en el poderoso PSG actual.

Pero no todos son mediocentros, también encontramos otro tipo de jugadores con la magia del ‘14’, nombres de los que siempre estas esperando algo diferente. Tipos como Susaeta, que deslumbra cada domingo a los amantes del Athletic, el croata Luka Modric, aunque ahora solo lo pueda portar con su selección o incluso Pedro León y su milimétrica precisión con la diestra. En este grupo podemos incluir a un futbolista que incluso sin llegar a debutar en Primera división, enamoró a media España gracias a su enorme calidad demostrada en el torneo copero de hace unas temporadas, hablamos como no, del capitán y alma del C. D. Mirandés, el veterano Pablo Infante.



Seguimos escalando líneas, llegamos a los delanteros, aquí nos encontramos con los ya consagrados Fernando Llorente, que eligió llevarlo en su nueva aventura en la Juventus italiana, en la que pese a su difícil comienzo, no le está yendo nada mal, o al extremo Walcott, siempre peligroso gracias a su velocidad. También jóvenes con todo que demostrar como el mexicano “Chicharito” Hernández o el nuevo jugador del Napoli, el belga Mertens. Pero no, esto no para, jóvenes valores de nuestro fútbol comienzan a despuntar con el ‘14’ a la espalda. Casos como el clarividente Rubén Pardo, manija tanto en la Real Sociedad como en las selecciones inferiores, el dinámico centrocampista del Villareal, Manu Trigueros, o el poderoso centrocampista del Rayo, aunque propiedad del Atlético de Madrid, Saúl Ñíguez que a su vez lo porta con la selección Sub 21. El futuro del dorsal está totalmente asegurado. Queda otro, este es diferente, quizás inmortal y que a buen seguro nadie olvidará, el “príncipe de cristal”, el genial Julian Ross que fuera rival de Oliver Atom en la serie Campeones, aunque no es un jugador real, fue fundamental en el inicio de mi pasión por este dorsal. Pasión compartida por muchos, incluso por el bicampeón del mundo Fernando Alonso, que este año lo portará en su Ferrari en post de recuperar su corona como campeón de la F1.

Como ven, el número como antes les decíamos quedó totalmente bendecido desde aquel momento en el que el azar lo puso en la espalda de la leyenda holandesa, ya sea para medios de carácter, geniales centrocampistas, letales delanteros o simplemente para campeones de dibujos animados. En definitiva, todo lo que en su día fue Johan Cruyff. Ya lo saben, en el próximo partido estén atentos al dorsal, seguro que el nuestro merece la pena. Como dice Axel Torres: “Los buenos llevan el catorce”

@SquadraEterna


Nacido croata, ucraniano de adopción. El hombre que hace ruido en el silencio, del que nadie habla, el que siempre cumple. Darijo Srna llegó a Donetsk tras cuatro años en su Hajduk Split. Al croata no le hizo falta afianzarse en uno de los colosos europeos para demostrar sus superiores capacidades. Líder por naturaleza, capitán de convicción. Porta el brazalete de su club, en el cuál es algo más que leyenda, y es el rey del ajedrez croata tras años de laborioso trabajo como peón. Capaz de desequilibrar y romper un partido desde el lateral, trasciende de las posiciones y lidera allá donde esté. Es un jugador sin fronteras, aún no se han puesto de acuerdo sus entrenadores para saber de qué o cómo juega. Srna juega de Srna, y lo hace como nadie. Caricia suave de balón, golpeo preciso, perfecto. Entiende a la pelota en parado y la domina corriendo. Lee desmarques y rupturas, penetrando desde la banda. Es superior. 20 títulos locales han cargado sus hombros, una corona europea llegó a levantar también. Un Mundial y dos Eurocopas le acogieron, pero él no se cansa. No hay necesidad de que nadie le diga cómo debe ser, pues nadie lo hace, solo él, consigo mismo, consigue ser único. El mejor en el silencio. Segundo máximo goleador histórico de su selección. Más de 100 partidos a sus espaldas, y sigue siendo el chico temperamental de Split. Darijo, sin más. Ya son 15 años disfrutándole, porque con él no se puede sufrir. Nada más que dar el máximo, ninguna otra cosa entra en los planes del héroe anónimo. El hombre del que nadie habla. Darijo Srna, ‘kapitan’. Rafael Escrig | @RafaelEscrig




QuĂŠ fue de... Kerlon Moura


La historia de siempre. El cuento del jugador que iba para Pelé y que se quedó en un Freddy Adu más -como explicamos en el #1 de ERDE Magazine- o en este caso, el de Kerlon Moura, un chico de la ciudad de Ipatinga, una zona pobre de Brasil en la que ser futbolista es el deseo de los niños que juegan descalzo en las calles polvorientas del estadio de Minas Gerais. Un buen torneo a una edad juvenil, y ya las miras se apuntan a crack mundial, próximo balón de oro o estrella de su selección. El próximo Ronaldinho decían algunos, pero si algo está claro es que no ha tenido ni un ápice de lo que podría llegar a ser. Y es que Kerlon Moura, fue máimo goleador y mejor jugador del Sudamericano sub 17 en Venezuela’05. Pero, es lo único que hizo destacable en su carrera, eso y la mítica foquinha, ese regate de cabeza que se hizo famoso en aquel torneo (http://www.youtube. com/watch?v=YBXv5FISzjg) y que repitió en varias ocasiones en el Brasileirao con el Cruzeiro. Tras su memorable actuación en dichos torneos, equipos de la talla del Real Madrid, Barcelona, Manchester United o el Sevilla FC, estuvieron interesados en sus servicios, pero no viajó hasta Europa hasta 2008, en el que una cesión al Chievo Verona un poco rara debido a que pertenecía al Inter aunque sin ser un fichaje oficial, firmando un año después por 3 temporadas con el conjunto neroazzurri por 1,3M al grupo inversor Sigma Pharma del agente Mino Raiola por el 80% de sus derechos federativos con Julio César y Victor Obinna por medio de esos fichajes tan raros de co-propiedades que ocurren en Italia. El restante 20% sigue perteneciendo al Cruzeiro y a la empresa EMS. Jamás debutaría con el Inter de Milán debido a sus lesiones, fue cedido al Ajax tras una grave lesión de rodilla -la primera que sufrió- que sufrió en Verona en uno de sus cuatro partidos que disputó en el conjunto amarillo. Pero allí le dijeron que iría al filial, el Jong Ajax, que en aquel año 2009 estaba en la 2ªB holandesa disputando unicamente 1 partido, el único que le serviría para lesionarse nuevamente de la rodilla, quedando muy por debajo de donde prometía aquel chico que enamoraba con su técnica en el Ipatinga. Poco después iría a la selección canarinha sub’20 pero sería su última participación en la Seleçao para siempre.


Volvería al Inter tras la cesión en Holanda pero es que nuevamente, en la pretemporada con el Inter de Milán, volvió a romperse el ligamento cruzado y lesionarse de gravedad, lo que hizo al club italiano no renovarle el contrato y dejar que se fuese libre nuevamente a su país donde querría intentar volver al nivel que un día tuvo y que no mantuvo. Pasado el tiempo, empezó su etapa en el fútbol asiático, jugando en el Fujieda MYFC de la 3ª División Japonesa pero tras 2 años en Japón, destacó con sus 3 goles y 8 asistencias en su primer año. 9 goles en sus 22 apariciones, fueron sus ‘estelares’ numeros en la tercera categoría del fútbol nipón. Hoy, a sus 25 años, intenta vivir del deporte que algún día pareció que le haría famoso, en Barbados.

Concretamente en el Weymouth Gales FC, que ha quedado 3º en la liga local, a más de 10 puntos del líder y campeón, que va a la Champions Caribeña, que reúne a los mejores clubes de los países caribeños. Para colmo de males, tienes más títulos que posiblemente muchos de los mejores jugadores de Europa. Porque pese a no jugar con Ajax o Inter, al pertenecer a la plantilla tiene en su haber: Una Supercopa de Italia, KNBV Beker holandesa, el subcampeonato de 2009 de la Eredivisie o el prestigioso mundialito de clubes que ganó el Inter de Mourinho en 2010 en los Emiratos Árabes Unidos a lo que hay que sumarle el Mineirao que ganó con el Cruzeiro en 2006. Lo dicho, un día se hizo famoso por su impresionante regate pero actualmente, en una liga del nivel de Barbados, verdaderamente, ni interesa su nombre, de hecho, no interesa a nadie. Su único consuelo, que no será el último al que le ocurra esto...

Daniel Sánchez | @Dsanchezla


La Fรกbrica: Bay


yern de MĂşnich


Patrick Weihrauch Llegado en junio de 2010 procedente del 1860 Múnich, Patrick Weihrauch (1994) es uno de los máximos exponentes de la cantera bávara, que de hecho, ya cuenta con ficha en el primer equipo a las órdenes de Guardiola. Actúa regularmente como segundo delantero, aunque también es utilizado como delantero centro. Reúne todas las cualidades de un auténtico depredador de área; letal en los remates de cabeza, rápido, ágil, y con un amplio repertorio de definiciones. Internacional Sub-15, Sub-16, Sub-17, Sub-18, y Sub-19 con Alemania, está llamado a ser una de las próximas grandes estrellas del país teutón, aunque de momento, sigue a la espera de su soñado debut con el primer equipo del Bayern.


Pierre-Emile Höjbjerg Quizás estamos ante la mayor promesa dentro de la academia del Bayern, y es que el danés Pierre-Emile Höjbjerg (1995) es uno de los jugadores que más ha gustado tanto a Heynckes, como a su sucesor Pep Guardiola, para el futuro de la plantilla del equipo muniqués. Llegado a Alemania en verano de 2012 procedente del Brøndby IF danés, Höjbjerg es un jugador que actúa preferiblemente como mediocentro puro, aunque también puede retrasar su posición a la de pivote, en una faceta más de creador, o tirarse a una banda como interior. Su meteórico y exitoso progreso en las categorías inferiores del Bayern le llevaron, casi de golpe, a su debut en la 1.Bundesliga, el 13 de abril de 2013 ante el 1.FC Nürnberg. Höjbjerg debutaba así, con 17 años y ocho meses en la máxima división germana. Su gran capacidad para distribuir el balón con criterio, acompañado de un magistral golpeo con su pierna diestra y una increíble visión de juego, hacen de esta joven perla danesa uno de las esperanzas del club en un futuro, que se espera, no quede muy lejano.

Kevin Friesenbichler Extraordinario delantero centro el que posee el Bayern II en sus filas, con el austriaco Kevin Friesenbichler (1994). Internacional Sub-16, Sub-17, Sub-18, Sub-19 y Sub-21 con Austria, Friesenbichler llegó a Alemania en julio de 2010, procedente del Admira Wacker austriaco. Corpulento (1,88 m.), de movimientos muy inteligentes en el área, e incuestionable ante la portería en área rival, Friesenbichler es otro de los llamados a ser futuros protagonistas en los planes de Guardiola, que está viendo como este joven nacido en Austria se está convirtiendo en el ariete referencia dentro del filial muniqués. Su magistral capacidad para definir con ambas piernas, y su velocidad a la hora de desmarcarse y conducir el esférico hacia la portería, hacen de él un auténtico depredador del área, que no tardará en hacerse un hueco en la tan cuestionada líder de ataque del Bayern, y quién sabe si algún día formará pareja en la delantera con el polaco Robert Lewandowski, quien arribará en verano a la entidad de Múnich.


Julian Green

Junto a Höjbjerg, la figura de Julian Green (1995) parece ser una de las previstas para tomar un máximo protagonismo en este Bayern en el futuro, siendo él, el jugador en mejor forma en la actual temporada del filial muniqués, a pesar de su prematura edad para la categoría. Nacido en Estados Unidos, pero criado en tierras germanas, Green es un jugador que actúa en línea de ataque, asiduamente en banda como extremo, normalmente por la izquierda; aunque también se desenvuelve sin ningún problema como referencia en la delantera. Rápido, de buen toque, amplio repertorio de regates, gran movilidad, y sobre todo, letal ante el marco rival, son sólo algunas de las cualidades que convencieron a Guardiola para que Green ya haya debutado bajo su mando, haciéndolo nada menos que en Champions League, ante el CSKA Moscú, el pasado 27 de noviembre en suelo ruso. Internacional Sub-16, Sub-17 y Sub-19 con Alemania y Sub-19 con Estados Unidos, Green está ante una de las decisiones más difíciles de su carrera, al verse obligado a elegir una de las dos selecciones nacionales, con la presión de un Jürgen Klinsmann, que no titubearía en convocarle al próximo Mundial de Brasil, en caso del jugador aceptar la propuesta de defender la camiseta norteamericana. Lo cierto es que, de momento, hablamos de la principal figura a seguir dentro del conjunto teutón, y es que Julian Green parece reunir todas las cualidades para hacerse un sitio en la élite del fútbol europeo junto a esta nueva generación del Bayern München.


Alek Sรกnchez | @Aleconk



Dinamarca 1992

“Ok chicos, vamos a ir a la Eurocopa. Vamos a viajar a Suecia para ganar” Esta es la frase con la que el seleccionador de Dinamarca, Richard Moller Nielsen, recibió a los 20 hombres en el campo del Vedbaek Stadion, a unos 20 Km de Copenhague y donde la Federación danesa tiene sus campos de entrenamiento, los elegidos debían preparar una inesperada Eurocopa, la de 1992 en Suecia y en la que no estaban clasificados. Tras una fase de clasificación donde tan solo los primeros de ocho grupos obtenían billete para Suecia, junto con los anfitriones, Yugoslavia, Inglaterra, Francia, Holanda, Alemania, Escocia y CEI, una selección de las repúblicas ex soviéticas tras la disolución de la antigüa URSS, tenían el derecho a participar en la Eurocopa de 1992. Yugoslavia, selección que nunca llegaría a debutar en el torneo, cedió su puesto a Dinamarca, que había quedado segunda y sin opción ninguna de pensar en el viaje al país vecino. Cuestiones políticas desde la caída del muro de Berlín, propiciaron un conflicto en Europa que desembocaría en la guerra de los Balcanes. A la separación de Eslovenia y Croacia de la ya extinguida Yugoslavia, se unía la renuncia del entrenador Bosnio a dirigir el combinado ‘plavi’. Se hacía imposible no mezclar deporte y política, Naciones Unidas apretaba, presiones que acentuaban la situación a orillas del Adriático y que terminaría con la exclusión de la selección de los Balcanes del torneo europeo de naciones. La UEFA, en una decisión sin precedentes, invitaba a Dinamarca a participar en Suecia 1992, poco más de diez días para prepararla. Pero el fútbol, como veremos, puede ser maravilloso. Richard Moller Nielsen reclutó un ‘ejército’ de veinte jugadores que recorrían el Mundo en sus semanas de descanso, muchos volvieron de sus hoteles, otros recibieron la llamada en la orilla de la playa e incluso a algunos prácticamente resultó una odisea localizarles. Dinamarca estaba de vacaciones y dispuesta a ver el torneo por televisión. El míster no contaba con la estrella del conjunto, Michael Laudrup no acudía a la llamada tras renunciar al combinado nacional por disputas con el técnico danés durante la fase de clasificación. La cita no se la perderían otros tres jugadores que también meses antes dijeron no a Nielsen, esta vez sí, el pequeño de los Laudrup, Brian junto a Heintze y Molby decidieron aparcar sus problemas personales y viajar al sueño de Suecia.

En realidad la idea no era otra que la de no resultar goleados, evitar un ridículo que en boca de los propios jugadores parecía imposible. Encuadrados en un grupo con potencias como Inglaterra o Francia, más una selección en crecimiento y anfitriona como era la selección local, Suecia, Dinamarca no imaginaba ni en la mente del más positivo, sacar algo más que no fuesen tres derrotas. Quince días de concentración, futbolistas en pleno mes de vacaciones y un amistoso, así llegaron a la fase final. Richard Moller Nielsen tuvo un papel primordial, convencer a veinte chicos de unas posibilidades que aunque mínimas, había que intentar agotar. El primer día de entrenamiento a penas se tocó la pelota, una charla alrededor del técnico donde los jugadores debían de mentalizarse que sus próximas semanas no serían en las playas, tampoco de turismo con sus hijos o familiares. El fútbol les brindaba una nueva oportunidad y tenían que agarrarse a ella. El primer partido se saldó con empate a un tanto, en frente Inglaterra. Dos años después de alcanzar las semifinales de Italia 90, Bobby Robson había dicho adiós y Graham Taylor cogió las riendas de un equipo que viajó a Suecia sin Gascoigne, Rob Jones y Dixon por lesión, unidas a la decisión del técnico británico de dejar fuera a nombres como Tony Adams o Ian Wright. Liderados por Gary Lineker, Martin Keown o David Paltt y con un joven Alan Shearer en el banquillo, la primera sorpresa ya había llegado. El segundo rival y esperando a la Francia de Papin, tocaban los anfitriones, Estocolmo vivió la única derrota de Dinamarca en el torneo, la selección dirigida por Tommy Svensson se imponía con un solitario tanto de una de las estrellas locales, Thomas Brolin. Junto al atacante del Parma, el central Patrick Anderson, el cancerbero Ravelli y el delantero Martin Dhalin eran las estrellas de un combinado que dos años más tarde en el Mundial de USA 94 lograrían un histórico tercer puesto.


Llegaban los franceses, tocaba ganar y esperar. Difícil empresa, pero la moneda salió cara. Platini dirigía un equipo que aterrizaba tras ganarlo todo, con Deschamps en la dirección de orquesta y Cantona como pareja atacante de Papin, recientemente fichado por el poderoso Milan y coronado Balón de Oro, el fútbol galo estaba en auge. El resultado fue de dos tantos a uno, el segundo gol, obra de Elstrup, acabó con las ilusiones francesas. Inglaterra y Francia, los ‘cocos’ del grupo, eran historia. Aunque la historia en realidad ya tenía un hueco, pasase lo que pasase, Dinamarca tenía motivos para sonreír.

Las semifinales depararon un duelo frente a Holanda, la vigente campeona y con una selección de ensueño. Los tulipanes no solo eran favoritos para el duelo frente a los héroes daneses, todo hacía prever que los de Rinus Michels volverían a levantar el cetro europeo. Una selección con Van Breukelen en el marco, el goleador en la final de la Copa de Europa, Koeman, liderando la zaga y el talento de Gullit, Rijkaard, Bergkamp o Van Basten, no pasarían de las tablas en los noventa minutos. El conjunto holandés empataría en dos ocasiones, la segunda y dolorosa, a cuatro minutos del final. El gol de Gullit parecía que dejaba el doblete de Henrik Larsen en una hazaña inútil. Los daneses no se creían que un partido donde habían doblegado a los favoritos, pudiese irse a la prórroga. Sin goles en el tiempo extra, el duelo estaba en la portería, Van Breukelen no paró de provocar a los daneses en todos los lanzamientos, pero finalmente la estrella de los de Nielsen, Peter Schmeichel, sería el vencedor desde los once metros. El cancerbero del Manchester United detenía el segundo lanzamiento, obra de Van Basten y H.Larsen, Povlsen, Elstrup y Vilfort no fallaban. El último lanzamiento danés lo materializó Kim Christofte, los daneses contuvieron la respiración, el defensa del Brondby apenas tomaba carrera y con la zurda lograba la enésima hazaña danesa. De nuevo Dinamarca sonreía. Solo quedaba un paso y Richard Moller Nielsen tenía razón, habían viajado a Suecia y lo habían hecho para ganar.


Alemania esperaba tras batir al equipo organizador en la otra semifinal. Las gradas del estadio Ullevi de Goteborg se llenaron esperando que los invitados levantasen un trofeo tan poco esperado como sorprendente. Dinamarca, como en todo el torneo, sin presión en el terreno de juego y con la unidad del conjunto por encima de todo, había llegado con veinte amigos cuyo trabajo partido tras partido fue el culpable de la victoria final. A buen seguro, Michael Laudrup disfrutó desde casa de la historia que nos dejó un plantel que cambió las vacaciones por la gloria. La campeona del Mundo contaba con Illgner en portería, Sammer , Hässler , Effemberg o Klinsmann y dirigidas por Berti Vogts desde el banquillo. El resultado que elevó a los altares a Dinamarca y la hizo hueco en los libros de la Eurocopa fue de dos tantos a cero. Povlsen primero y Vilfort después llenaban de alegría las calles danesas y teñían Europa de rojo. Schmeichel fue la figura de un combinado que como decimos, destacó por la unidad y el compañerismo. Un grupo fuerte, una piña nacida del resultado de veinte nombres que sumaron y sumaron hasta el punto de poder caer y levantarse de manera asombrosa. Vilfort, el autor del tanto de la victoria, no podía ser otro, el hombre que con su hija enferma de leucemia en Dinamarca, no paraba de hacer kilómetros para visitarla día tras día, más pendiente del teléfono que del juego, el día antes de la final viajó para ver a su pequeña. Si el fútbol era justo y Dinamarca tenía que ganar, él debía tener hueco en esas líneas.

Porque este balón puede ser maravilloso, porque este deporte siempre nos tiene preparada alguna sorpresa, llegaron invitados y salieron campeones. Y si, la guerra nos quitó a Yugoslavia, el fútbol nos regaló a Dinamarca.


PORTEROS Peter Schmeichel (Manchester United) Mogens Krogh (Brondby IF) DEFENSAS John Sivebaek (AS M贸naco) Kent Nielsen (Aarhus GF) Lars Olsen (Trabzonspor) Kim Christofte (Brondby IF) Torben Piechnik (Boldlubben 1903) Claus Christiansen (Lyngby Boldklub) CENTROCAMPISTAS Henrik Andersen (FC K枚ln) John Jensen (Brondby IF) Johny Molby (Vejle Boldklub) Henrik Larsen (Lyngby Boldklub) Kim Vilfort (Brondby IF) Peter Nielsen (Lyngby Boldklub) Morten Bruun (Silkeborg IF) DELANTEROS Flemming Povlsen (Borussia Dortmund) Lars Elstrup (Odense BK) Brian Laudrup (Bayern Munich) Torben Frank (Lyngby Boldklub) Bent Christensen (Schalke 04)


@SquadraEterna




La reconstrucci贸n del Santos



El último título que obtuvo Santos fue la Recopa Sudamericana en el 2012, en ese mismo año también ganaba el Paulista. En ese equipo estaba Neymar, Arouca, Felipe Anderson, Rafael… De ese equipo ganador, queda solamente las cenizas de una etapa gloriosa. Arouca es el único jugador importante de ese equipo que queda en Santos, los demás fueron vendidos para ganar dinero e intentar seguir manteniendo a Neymar. Pero cuando se fue el astro brasileño, el peixe se cayó. El equipo Paulista cayó en picado en su estadual en 2013 aún con Neymar y en el último Brasileirao dio las mismas sensaciones. Sin la clasificación a ninguna competición sudamericana para 2014, Luis Álvaro de Oliveira ha preparado el invierno para reconstruir a su equipo con el objetivo de volver a ser competitivos. La primera decisión fue la de contratar a un entrenador que había metido a Botafogo en la Copa Libertadores, Oswaldo de Oliveira. De Oliveira ya estuvo en el 2005 en el peixe, pero su etapa fue breve y poco exitosa. Ahora, las perspectivas son diferentes y la presión es alta. Un equipo que le falta comunicación y que le falta la chispa necesaria para ser campeón. Esto Oswaldo de Oliveira lo sabe y por eso ha mandado instrucciones claras para los nuevos fichajes.


Con el dinero que recibió del Barça por el traspaso de Neymar agotado, Santos ha buscado una alternativa para poder financiar sus fichajes. Doyen Group es un fondo de inversión que va por todo el mundo comprando y vendiendo jugadores. Uno de los casos más mediáticos es el de Falcao. Este grupo inversor, en el cual Jorge Mendes es asesor, compró a Falcao al Porto y lo cedió al Atlético de Madrid sin pago alguno. Dos años después fue este grupo quién negoció el traspaso al Mónaco llevándose los 70 millones del traspaso. Con la crisis económica actual, los clubes se apoyan en ellos para fichar. Salvador a corto plazo, suicidio a largo plazo. La relación entre Doyen Group y Santos, según las últimas informaciones, empezaron cuando el fondo portugués se ofreció a subvencionar el coste del fichaje al Real Madrid. Este grupo le daba el dinero necesario al Real Madrid y luego el club español se lo devolvía a plazos. Santos aceptó, pero Neymar no y al final fichó por el Barça. A partir de aquí, la relación entre ambos se ha estrechado.

En este mercado, hasta el día que se realizó este artículo, Santos solo ha contrato al delantero Leandro Damiao por 17,5 millones de Dólares. Esta operación ha sido financiada por Doyen Group, cosa que hace, que Santos pueda pagar el traspaso en cómodos plazos. Leandro Damiao viene a cubrir la ausencia de un delantero goleador, un killer, una referencia arriba. Aunque lleva dos temporadas a un nivel medio/bajo, es un delantero que en Santos puede aportar muchas cosas. Es la referencia que quería Oswaldo. A parte de Damiao, el peixe ha querido contratar a otro delantero, el chileno Vargas del Napoli. Al final, como en la operación del central Bruno Uvini también del equipo napolitano, los dirigentes de Santos lo descartaron por según ellos “ser una operación financieramente mala para el peixe”. La operación que si que están a punto de cerrar es la de Lucas Lima, mediocampista ofensivo de 23 años que la temporada pasada jugó en el Sport Recife. Esta transacción también estará financiada por Doyen Group. Otros rumores que han salido en la palestra han sido los de Lodeiro, Diego y Rildo. Las sensaciones es que el peixe fichará a un media punta y un central.



En cuanto a las bajas de momento solo se han oficializado la de Rafael Galhardo a Bahia, Durval al Sport Recife y Pedro Castro al Espanyol. Aunque Montillo está a punto de cerrar su fichaje por el Shandong Luneng chino por 7,5 M€. Santos ha aceptado y solo falta que el jugador negocie su contrato. Otro jugador que ha estado a punto de salir ha sido Cícero, pero Oswaldo de Oliveira lo ve crucial y un pilar muy importante para esta temporada. Con todo esto, Oswaldo de Oliveira está planificando la temporada con muchos mimbres. El técnico está expectante también de los juveniles que están jugando la copinha. Ya ha perdido a Neilton, la joven promesa no ha aceptado la renovación del peixe y abandonará el club destino Cruzeiro probablemente. Gabriel, conocido como gabigol, ya ha demostrado en el primer partido del estadual que quiere minutos este año. Diego Cardoso, Jubal, Lucas Otávio, Cittadini o Naílson también buscarán su hueco dentro del primer equipo. Lo que está claro que los Mena, Thiago Ribeiro y Cícero serán la columna vertebral de este equipo. 2014 empieza con mucha ilusión en Vila Belmiro.

Cristian Franco | @CristianFranco3


No ha parado de correr



Muchos de los que leerán este texto, es muy probable que no conozcan el fútbol sin él. Su carrera ha transcurrido, casi en su totalidad, fuera de su casa, de sus islas, aunque bien es cierto que su acento le delata, ese sigue intacto. Se trata de alguien que marcó mi juventud futbolera, crecí mientras él corría de manera incansable una banda, la derecha. Me hizo disfrutar y llorar de alegría, aunque desgraciadamente también de tristeza, como lo que era, un niño. A día de hoy, ya con barba y alguna esporádica cana en la cabeza, le sigo disfrutando, sus galopadas nada tienen que ver con lo que eran, pero su conocimiento de esto del balón y su adaptación a las necesidades del equipo le siguen haciendo indiscutible. Hablo de Manuel Pablo, claro. Con nombre de protagonista de telenovela, con apenas veinte años salía del equipo que le había hecho futbolista, la Unión Deportiva Las Palmas, del calor insular para aterrizar en el antagónico clima gallego. Lendoiro apostó por él y junto con el ‘Turu’ Flores, llegaba al Depor con la clara idea de alcanzar cotas más altas. En gran medida contribuyó a que el equipo herculino se hiciese grande, ya que desde su llegada se hizo fijo en las alineaciones de Irureta. Tanto fue así que el gran canario se adueñó de la banda derecha de la selección con una autoridad aplastante, estamos hablando de que sus rivales para el puesto no eran gente sin contrastar, competía por el puesto con un tal Michel Salgado, quien por entonces militaba en las filas del eterno rival, el Celta de Vigo. Tal vez sea por mi imparcialidad en el asunto o quizás no me falte razón, pero Manuel Pablo era para mí, de los tres mejores laterales derechos del Mundo en aquél momento, solo superado por Cafú con claridad, el resto era cuestión de gustos. Puedo resultar exagerado, pero no debo andar muy desencaminado cuando el Real Madrid llamó a la puerta del despacho de Lendoiro para llevarse a MP2, no lo he hecho nunca, pero negociar con el ya ex presidente del Depor no debe ser asunto baladí. Los de Chamartín tuvieron que ‘conformarse’ con su suplente en la selección. No es de extrañar que aquella negativa de Lendoiro fuera un duro golpe para Manuel Pablo, su gran salto tendría que esperar.

No ha parado de correr


En el Depor ya había conseguido conquistar una Liga y una Supercopa, el equipo era un fijo en Champions y cada vez con más opciones en la competición continental, era el mejor momento en la fulgurante carrera del ‘dos’ blanquiazul. Empezaba la temporada 01/02, la vista de todos puesta en el verano en el que acababa la competición domestica, el Mundial de Corea y Japón en el horizonte. El puesto en la banda derecha de la selección de Camacho tenía un dueño claro, solo había que mantener la forma y rezar para que las lesiones le respetasen. Pero por desgracia para todos no lo hicieron, en un derbi gallego, en un choque fortuito con Giovanella, dejó la imagen más escalofriante y la sensación más triste que recuerdo, futbolísticamente hablando, las aspiraciones del lateral se vieron truncadas, el sueño asiático se desvanecía. Era aún el mes de Septiembre, pero por muy optimista que fuesen los pronósticos, las opciones eran casi nulas. Por muy cegadores que sean los colores, sería absurdo si quiera insinuar que Manuel Pablo alcanzó un nivel similar al de antes de la lesión, pero aún sin alcanzar su mejor versión fue indiscutible hasta día de hoy. Siendo un jugador cercano a los cuarenta años, ha sabido reciclarse, las necesidades del equipo mandan y siendo él un diestro cerrado, esta campaña juega en banda izquierda, la experiencia y el oficio son un grado. Son ya cerca de quince años en Coruña, es un jugador incansable y bien sea por una banda o por otra, MP2 no ha parado de correr.

@SquadraEterna


Las lagrimas de Paul


Corrían los años 80, la época de Maradona, Van Basten y Ruud Gullit, mientras en una pequeña localidad de Inglaterra crecía un chaval en las categorías inferiores del Newcastle que hacía diabluras con el balón. Y sin él. Porque su cabeza no estaba -ni está- muy bien amueblada. La liaba más fuera, que dentro del campo. Y eso que era muy complicado. Pero como la mayoría de chavales así, tenía sus razones. ‘Gazza’ vió cómo fallecía un amigo suyo, cómo su padre se marchaba tras unos meses ingresado y varias mudanzas de sus familias. Pero él, nunca se rindió. Persiguió su sueño cual tigre tras su presa. Más tarde, por el bien de su familia -les ofrecian una casa y alguna que otra “sorpresa”, rechazó al United y fichó por el Tottenham. Aquí la gente se dio cuenta que este futbolista era diferente. Su calidad no era normal. Hacía cosas que ningún otro conseguía. En Londres llegó a su cumbre, el punto al que sueña lograr cualquier jugador, pero su cabeza le perseguía. Entablar relaciones con él era muy complicado. Y tras salir de White Hart Lane, casi da la vuelta al mundo. Pasó por la Lazio, Glasgow, Middlesbrough, Everton, Burnley, Gansu Tianma y Boston United. En estos últimos se arrrastró, porque fútbol ofreció poco. Supongo que tras todas estas líneas ya sabréis de quién hablo. Sí, Paul. Paul Gascoigne, leyenda viva -pese a parecer lo contrario según las últimas informaciones sobre él- del fútbol. Poco a poco se construyó su camino, duro y complicado, hasta llegar al punto de ser denominado como uno de los mejores centrocampistas ingleses de la historia.



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