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PUNTOS DE VISTA ...

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Hoy me voy a referir a un tema que si bien no tiene mucho que ver con el automovilismo, vale la pena aclarar o destacar por su carácter de vigencia.

Siempre me ha llamado la atención y golpeado la conciencia, la forma en que muchos de mis hermanos latinoamericanos critican despiadadamente a los Estados Unidos. Clara caricatura que de alguna manera nos ayuda a dimensionar el pensamiento o nivel de muchos de los que aquí viven y ni hablar al Sur del Río Grande.

Tampoco tengo dudas de que para una gran cantidad de ineptos, en las elecciones de los Estados Unidos, tendrían que votar todos los ciudadanos del mundo ya que en alguna u otra medida, se sienten víctimas potenciales de la política exterior de este gran país.

Vendría a ser un razonamiento de este tenor: Como los Estados Unidos es la única potencia mundial, todos tendrían que participar en la designación de su gobierno. Lógicamente, sin tomar en cuenta que la arquitectura internacional, las decisiones de política interior y exterior de los Estados Unidos y sus beneficios o no, son para los norteamericanos y no para congraciarse con quienes a través del tiempo o la distancia, han creído que la culpa la tiene el otro o alguien que aunque distante, es responsable de solucionarle sus cotidianos problemas.

La temática interna no es menos contagiosa o conflictiva, habida cuenta de que muchos de los inmigrantes piensan: Aquí estoy, a ver qué beneficios tengo… Aunque bien valdría preguntarse cuántos son los que se cuestionan: Aquí estoy; qué puedo hacer yo por esta nación que desde hoy es y va a ser mi hogar…?.

Es una verdadera lástima que a estas alturas siendo la minoría más importante del país, nos sigamos caracterizando por la detracción del líder en vez de imitarlo, por la íntima alegría del fracaso ajeno o por destacar la nacionalidad por sobre la causa. En otras palabras, vivimos inmersos en el sálvese quien pueda y en el que me importa el prójimo, con los resultados a la vista.

Pero hacia adónde conduce este inusitado panorama que no toca escuchar y vivir día a día en nuestro suelo o más allá donde impera la irracionalidad...?.

Es evidente que jamás al horizonte trazado allá lejos y hace tiempo, cuando maleta en mano dejamos nuestro terruño buscando crecer para crecer bien, respetando para ser respetado, multiplicando, pero sin restar; para de alguna manera – no de cualquier manera – olvidarnos que la mayoría provenimos de una sociedad de gritos oprimidos, de primitivos golpes de cacerola o de rechazos pintados en las paredes que nadie se molestó en leer…

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