Catalogo Nicasio

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nicasio Fรกbula y Flora



nicasio Fรกbula y Flora




Nicasio Duno:

La llave de los duendes

S

Juan Calzadilla *

ería insensato suponer, como piensan algunos, que la figuración está agotada, tanto como para otros la pintura misma podría estarlo.

En realidad lo que se agota son los clisés de los conceptualismos que pugnan por enterrarla, lo que se agota en los lenguajes de la pintura es la fe en ésta y en los factores de progreso que en la sociedad y en el corazón de los artistas se combinan para producir ese milagro de los sentidos que es el arte. Lo que no pareciera agotarse, por el contrario, es el impulso hacia un tipo de sensibilidad y el escepticismo de los que proclaman la supremacía de las ideas sobre la imagen. Entre tanto, la desobediencia a las modas y a las vanguardias apunta como una de las conquistas de la llamada pos-modernidad. Gracias a esto el artista, de la tendencia que sea, queda en libertad para inventar sus medios y trazarse el camino que quiera, sin tener que rendirle cuentas a la originalidad, retomando aquí y allá de los procesos ya cumplidos por la historia del arte, o prescindiendo de ésta, lo que crea útil para elaborar su propio lenguaje, desarrollarlo y verificarlo como destino, con entero arbitrio. Tal es lo que ha hecho Nicasio Duno por una vía que reivindica a la mejor figuración venezolana, aquella en la cual, junto a él, se alinean otros apóstatas de la novedad, como Borges, E.D. Lunar, Alirio Palacios, Angel Peña, Emiro Lobo, para citar sólo algunos.


La cuestión de forjarse un lenguaje propio, al margen de premios y publicidad, sigue en Duno un trazado lento y laborioso, de muchos años de trabajo e investigación, un trazado que nunca como en este momento comienza a dar frutos, tal como se puede apreciar, luego de más de dos décadas de consagración a la pintura, en los lienzos y dibujos recientes. ¿De dónde deriva la obra de Duno como no sea de la voluntad de forjar con sus propias vivencias un discurso que al mismo tiempo que se hace autónomo en cada obra, se articula en su conjunto como un universo mágico, a manera de un laminario o vitral a través del cual, como en saga, se visualiza una travesía que, profundizando en su contenido, podría interpretarse como un gran relato? En este relato lo primero que debe advertir un crítico son las conexiones de su obra con las vanguardias y de qué manera estos nexos se convierten en vehículo para comunicarnos una visión propia no sólo de la realidad, sino también del arte mismo. Dado que esto es lo que hace todo artista. Interesa, así pues, el trato de Duno con el lenguaje figurativo y la manera en que combina formas,


temáticas y símbolos asociados a una tradición de la modernidad para crear con ello un producto distinto a todo lo que se ha hecho, luego de recorrer el camino de la vanguardia y abandonarlo para encontrarse consigo mismo. En esta perspectiva, sin tener que mencionar a Chagall, que es una referencia clave en la obra de Duno, hay que decir que el surrealismo (en lo que el surrealismo tiene de sueño y magia) suministra un ingrediente importante a su pintura. Pero no porque Duno asuma el surrealismo deliberadamente, en un sentido militante, o porque retome sus métodos o adhiera a él, sino porque el surrealismo es un estado de conciencia, una fuerza natural que está en el individuo mismo y que obra por su cuenta en el interior del lenguaje, una vez que se activan los mecanismos de la imaginación y el absurdo. La recurrencia al sueño, la tendencia a intercalar planos argumentales, a emplear símbolos y a mezclarlos yuxtapuestamente en secuencias simultáneas, como con otra morfología lo hiciera en su momento el Cubismo, proporciona a Duno la base para un ficcionario que él va elaborando serialmente, de obra en obra, a partir de vivencias campesinas o urbanas conectadas con la leyenda, la fábula o, en su caso personal, la experiencia cotidiana. Para esto fue necesario alcanzar un nivel óptimo en la formulación de un lenguaje en el cual contenido y técnica estén consustanciados orgánicamente. Valga decir además, que, en su desarrollo, Duno rehabilitó ciertas directrices del expresionismo, al que rehace formalmente hablando en su trabajo, cuando concibe la pintura como materia en espesor, como sugestión y transparencia, como opacidad y estructura en movimiento, como forma dirigida a los sentidos. El espíritu legendario que encarna en los relatos fantásticos que circulan entre los pobladores de la Sierra de Coro tiene en la pintura de Duno, por momentos, a un cronista parecido al que la literatura encontró en los relatos de duendes de Rafael José Álvarez. Y que la dicción con que Duno se aproxima cada vez más a lo que puede y es capaz de asumir como mensaje de la pintura, es una señal de que estamos ante un expresionismo mágico de buena ley, cuyo grado de intensidad depende de la conjunción de factores que Duno sabe encauzar con una técnica laboriosa que consiste, para citar a Cézanne, en construir el cuadro desde adentro. Como depende también de una temática vivencial articulada de forma tal que no se notan fisuras, cortes o vacíos en el entramado argumental del cuadro. Como depende también de la superación de situaciones que están haciendo estragos en la pintura, y cuya respuesta a la inercia con que se las combate es la convicción de que se está haciendo lo que se tiene que hacer. Y que se va por buen camino.

(*) Crítico de arte, pintor y poeta venezolano. 2003.


Una propuesta pictórica única y especial María Cecilia Valera *

L

a pintura de Nicasio Duno está estrictamente apegada a la figuración. Es decir, es una pintura que representa objetos, cosas, personas y situaciones que podemos reconocer y encontrar en el mundo real. Pero no es una pintura que pretende copiar el mundo tal cual es, o reproducirlo fielmente. Es una pintura donde los elementos que encontramos en la realidad, conviven en situaciones irreales. Nada corresponde a la realidad real, podemos decir que se trata de “otra” realidad, creada por el artista.

Duno reproduce situaciones de fábula que pertenecen a un mundo diferente: un mundo que no explicamos con la razón. Es un mundo donde el día y la noche pueden suceder en el mismo tiempo y lugar. Donde los caballos vuelan, las novias flotan en el aire y las mesas no se apoyan en el suelo. Allí existen hombres con cabeza de pájaro, hombres-árbol, árbol-pájaro, mujer-luna y peces voladores. Las sirenas tienen alas. En ese mundo suceden cosas que no podemos explicarnos. Situaciones que provienen del mundo de los sueños.


Es por esta razón que podemos afirmar que la pintura de Nicasio Duno tiene fuertes y obvias referencias con ese movimiento pictórico que conocemos como el Surrealismo. Todo en esta pintura contribuye a crear esa atmósfera de irrealidad. No solamente porque los elementos que reconocemos se ordenan de manera diferente, sino porque los medios de expresión pictórica también contribuyen a reforzar esta intención del artista. Los colores que utiliza, la perspectiva trastocada, las formas y figuras de bordes difusos. Reconocemos en este trabajo un conocimiento de la pintura universal, así como de la pintura venezolana. De una manera muy sutil están presentes en él referencias a soluciones pictóricas, situaciones y personajes, que nos ubican en el trabajo de otros pintores conocidos. Juan Calzadilla, crítico de arte, encuentra referencias y paralelismos con Cézanne y con el Cubismo. En la manera de solucionar los planos y lograr la perspectiva. Asimismo lado de otros pintores venezolanos como Alirio Palacios, Angel Peña, Emiro Lobo y Emerio Darío Lunar. En el tratamiento de la figura humana y en la manera como crea la atmósfera del lienzo y en el uso de los medios de expresión pictórica. No cabe duda que Nicasio Duno ha logrado crear una propuesta pictórica única y especial. Que lleva el sello de quien la ha formulado y desarrollado. Porque además de todo lo que hemos analizado, está en ella algo irrepetible: las vivencias, los sueños, las historias que escuchó, los personajes, las situaciones que solamente Él puede relatarnos. (*) Investigadora y crítica de arte. Octubre 2005.


Poética libertaria de las formas

L

Gabino Matos *

a riqueza cromática, la estructura compositiva, la confluencia armónica de contrarios y la libre interpretación de motivos se imponen como ejes perceptivos ante la obra de Nicasio Duno (Coro, 1954). El cromatismo rico, plural desenfadado se pasea seguro y armónico por toda la composición. No hay temores al abordar contrastes de tonos intensos, ni son monótonas las analogías de tonalidades cálidas o frías. La exploración de las posibilidades expresivas del color deviene en un elemento definitorio de la obra de este artista falconiano que transita con seguridad expresiva y técnica por los senderos del dibujo, el diseño y la pintura. El tratamiento detallado y fragmentado que Duno da al color facilita los efectos de transparencias corpóreas y sombras lumínicas, tan propias de su obra. La estructura compositiva de los cuadros de Duno generalmente se inscribe en dos ambientes o segmentos. Uno real, otro fantástico; uno terreno, otro celeste; uno cercano, otro distante. Las figuras y personajes de cada composición se organizan en una configuración fragmentariamente armónica que favorece el accionar paralelo de personajes en planos distintos. En los cuadros donde se representan varios personajes, cada uno parece asumir su rol dentro del segmento compositivo que le fue asignado. La riqueza cromática y la estructura compositiva constituyen elementos claves que favorecen la confluencia armónica de contrastes: tonalidades cálidas se suavizan en entornos cromáticos fríos; figuras de mayor tamaño alternan con otras más pequeñas para señalar espacios y tiempos diferentes. Atmósferas nocturnales ceden sus penumbras ante ambientes diurnos más lumínicos; elementos de imaginación e irrealidad comparten su fantasía con entornos de proximidad cotidiana.


Los motivos y argumentos de libre reinterpretación son otro eje perceptivo de la obra decididamente figurativa de Nicasio Duno. Con la mayor libertad y desenfado extrae de la herencia de la historia del arte, motivos, figuras, elementos que luego reinventa e incorpora a través de argumentos propios cargados de magia y simbolismo. En alguna de sus obras es fácil advertir una suerte de espíritu de las formas que parece pasearse por el hilo cronológico del arte. Formas de ayer que se reinventan en nuevos simbolismos y referencias para revelar a nuevos mensajes y para aludir a nuevas realidades. Los argumentos de la obra de Duno recrean un mundo distinto y original a base de fusionar ficción y realidad, presente y pasado, espiritualidad y materialidad. La naturaleza se ramifica en un discurso coherente y único donde las vivencias personales del artista se entretejen con motivos y argumentos inesperados. Los planos argumentales hibridan formas y símbolos, dibujo y pintura, procesos técnicos y conceptos expresados. La obra pictórica de Nicasio Duno constituye una propuesta plástica singular sustentada en el virtuosismo del oficio pictórico, en la libre reinvención de formas y argumentos, así como en una nueva exploración de las posibilidades expresivas del color y constructivas del dibujo. En fin, Una propuesta plástica y estética que deviene en una poética libertaria de las formas. (*) Crítico de arte. 2008.


Floración

César Seco *

N

icasio Duno mantiene intacta su capacidad de asombro. El que conocemos como artista y ser humano extraordinario vive abrazado a los mitos de su tierra. Mira en la distancia lo más cercano, vive de localizarlo en su adentro, en su memoria, en sus visiones de niño, en la palabra oral recibida de sus mayores. Luego, en su hacer creador, busca transformar ese afuera visionado en una maravillosa y sólida composición plástica, guardando fidelidad con ese asombro al que aludimos, con ese espabilamiento ante la naturaleza que se le mostró de niño y ahora en su plena madurez creadora puede revelárnoslo a su manera, reinventándolo.

En sus más recientes pinturas captamos que la natura ésta haciéndose permanentemente delante de él, que va mutando en el fondo de sus aprehensiones, porque no disocia Duno en el obrar de sus ojos y sus manos, por eso esta floresta tiene un caudal inagotable de sugerencias; es decir, aporta varias lecturas al espectador, quien igualmente puede apreciarlo como abstracción y como figuración, unidas, complementándose en su rico poder imaginativo, lo cual nos entera de la prodigiosa síntesis a la que ha llegado en su realización plástica. Igualmente vemos que ocurre un despojamiento en los recursos expresivos, y esto ocurre de manera consciente, es algo que, sospecho, fue muchas veces meditado por el artista luego de haber alcanzado los dominios de la técnica pictórica, del conocimiento de los materiales y los soportes, de la fusión alquímica de su gestualidad y del nervio o súbito que sostiene su espíritu

creador, es algo en que, diríamos, podemos apreciar la suma de sus búsquedas. Un paisaje del alma. Una evocación milagrosa a través de un colorido intenso, de una pincelada armoniosa y gestualista, atenta a diversidad cromática de la flora, a sus conjunciones y efectos, a la sutileza o reverberación de los climas y a la modulación del espacio que provoca incesantemente. Una fusión del agua y la tierra, del aire y del fuego, si aludimos a lo que indistintamente la naturaleza es como razón de vida, tal como se nos muestra en su esencial evidencia, pero también cuando en lo que se reserva su inherente misterio, eso con el que el hombre está consustanciado, del cual es parte sustancial, indisoluble, como la misma naturaleza a la que contradictoriamente amenaza con su aptitud depredadora. Un canto visual, un asombro compartido.

(*) Escritor falconiano. 2009.


La iconografía vegetal fabulada de Nicasio Duno José Gregorio Noroño *

E

… Acercarse físicamente a los objetos, rompiendo las perspectivas lógicas, casi pegando el ojo a la textura, al borde, a la materia, es una manera de violentar la realidad, de tratar de penetrarla a la fuerza desde la superficie, reduciendo tanto las distancias, que la apariencia se deforma y la materia empieza a emanar un reflejo, una sustancia irreal”. Salvador Garmendia

s pertinente señalar, una vez más, que el contenido temático de la obra de este hábil pintor, dibujante y colorista falconiano responde a sus vivencias, a la realidad cotidiana, a las historias e imaginario del colectivo de los habitantes de la Sierra de Coro, quienes consideran que ese lugar está cargado de magia, de duendes, testimonios que le han llegado a Duno a través de los cuentos revelados por sus familiares.

En la obra de este artista percibimos la fuerza del trazo, de la mancha y del color que configuran una extraña flora, a la que él ha preferido adjetivar con el término “fabulada”. Sabemos que fabular es inventar historias, leyendas, mitos, cuentos. En el caso de Nicasio Duno —quien, como dijimos, se inspira en el fabulario de los serranos de Coro— hablaríamos de reinvención, de recreación, ya que él, con un lenguaje visual muy personal, transmuta ese imaginario en arte. Es curioso, pero en este conjunto de obras que actualmente presenta Duno apreciamos dos procedimientos distintos de construir la flora, en algunas composiciones observamos un tratamiento rígido, casi escultórico, como si el pintor tallara la figura vegetal. Esto se distingue, por ejemplo, en Naturaleza orgánica,

Parábola, y, en cierto modo, en Flor del Rey. En otro caso, se nota cierto interés por la abstracción, es decir, dentro de la figuración se advierten rasgos abstractos; Duno fragmenta la pincelada, la diluye hasta casi desleer la imagen, de esta forma él juega con la abstracciónfiguración en su afán de revelarnos, como en un primerísimo plano, el micro universo de la flora tal y como si la observáramos a través de una lupa o microscopio, con el ojo casi pegado a la superficie de la materia — parafraseando a Garmendia—, lo que se evidencia en propuestas visuales como La hoja germinada, Pasionaria y Vaina germinada. De lo macro Duno se orienta a lo micro en su intención de captar la esencia imperceptible de la flora para ampliarla y ponerla a la disposición de nuestros sentidos, particularmente al de la vista. Su imaginación y creatividad le permiten plasmar en sus obras las ilimitadas formas y el potencial que la materia oculta a nuestros ojos, su magia interna, su fábula. En la flora fabulada de Duno lo que permanece oculto se ha revelado, gracias al poder del arte y del artista de hacer visible lo invisible. (*) Investigador y curador, miembro de la Asociación Internacional de Críticos de Arte (AICA).



Nicasio Duno Fábula y Flora

E

l proyecto cultural Flora Fabulada, es una investigación acerca de la flora y la fauna, que recrea formas e imágenes desde la visión interior del artista. “Mi obra”, escribe el artista plástico venezolano Nicasio Duno, “siempre ha estado orientada a representar mi entorno, dando importancia a la figura humana, rodeada de la naturaleza”. “Vivo en una ciudad donde predomina la arquitectura colonial, donde el barro y todos los elementos que la componen tienen una conexión astral; sin embargo, estoy en contacto permanente con la naturaleza, entre dunas, xerófitos y la abundante flora de la serranía falconiana, donde el poeta Rafael José Álvarez hizo su trato con los duendes y Juan Calzadilla y yo encontramos la llave de los duendes”. “El paisaje en el arte venezolano para finales del siglo XIX, tomando como referencia el impresionismo, ha tenido una forma muy propia de representarse en la obra de nuestros creadores, su cálida factura, luz y colorido, que se observa en la obra de artistas como Emilio Boggio, Manuel Cabré, Tomás Goldin, Armando Reverón, quienes con su aporte al arte nacional, dieron inicio a nuevas formas de sentir e interpretar el paisaje”, explica Duno. Según el pintor falconiano, “artistas contemporáneos tales como Manuel Espinosa, Ángel Hurtado, Carlos Hernández (el Indio Guerra) y Víctor Hugo Irazábal, entre otros, le dieron una nueva visión desde su interior; quiero decir que mi obra nace de una plena vivencia de ese paisaje interior donde se fusiona la flora y la fauna, dando origen a una naturaleza orgánica exótica, subyugante o flora fabulada”.




ORÍGENES Nicasio Duno nació en Coro (1954), estado Falcón, Venezuela. A temprana edad conoce al pintor Jesús Ruiz, profesor de Artes Plásticas de la Escuela “Tito Salas”, de su ciudad natal, quien lo motiva de tal manera que decide ingresar a fines de los 60s a esta institución, dirigida por el reconocido profesor Domingo Medina. Allí adquiere conocimientos de teoría y práctica básica de pintura y escultura, bajo la tutela del profesor Vinicio Villalobos (1969-1972). Se inicia en la plástica y experiencia laboral en el Instituto Universitario de Tecnología de Coro (1973-1977). Allí se desempeña como dibujante en el Centro de Reproducción Audiovisual, dirigido por el poeta y artista plástico chileno Dámaso Ogaz, adquiriendo experiencias en el campo del diseño y la plástica. Para esta misma fecha se desempeña como diseñador gráfico y escenográfo en la Unidad de Tecnología Educativa del mismo instituto, dirigida por el profesor Jubal Mavarez. En 1980 conoce al poeta y dramaturgo Álvaro de Rossón, adquiriendo nuevas experiencias de taller al lado de los pintores Emiro Lobo y Luís Colina, con quienes funda el Taller “A” Adícora, donde comparte espacio de taller sobre pintura y diseño gráfico, tomando auge su carrera artística y laborando desde entonces en el campo del diseño gráfico y la publicidad. Desde 1996 al 2002, realiza trabajos museográficos en el Museo Alberto Henríquez, de la Universidad Francisco de Miranda, en Coro, estado Falcón, a través de la Dirección de Cultura, donde se retira de esta actividad para dedicarse a su proyecto e investigación artística.


TRAYECTORIA ARTÍSTICA Su primera exposición individual la realiza en el año 1976 en el Ateneo de Coro, titulada Los Personajes de la Farsa. Ha participado en más de 50 exposiciones colectivas, salones de arte y museos a nivel regional y nacional, obteniendo varios premios que lo acreditan como uno de los pintores más emblemáticos del estado Falcón. Entre sus exposiciones individuales mas importantes podemos citar: Desde la Ciudad de los Vientos, Ateneo de Coro, estado Falcón (1992). Tinta de Papel, Museo Alberto Henríquez, Coro, estado Falcón (2002). Entre la Noche y la Fábula (Itinerante), Museo Alberto Henríquez, Coro, estado Falcón; galería El Punto, Casa de la Cultura Ríos Reina, San Juan de Colón; y galería Eugenio Mendoza del Ateneo del estado Táchira (2003–2006). Tauromagia, Museo de Arte Contemporáneo de Maracay, estado Aragua (2007). La Llave de los Duendes (Itinerante), Museo de Arte Moderno Juan Astorga Anta, Mérida, estado Mérida, y Museo de Anzoátegui, Barcelona, estado Anzoátegui (2008). Flora Fabulada, galería Alberto Henríquez, Ateneo de Coro, estado Falcón (2009). Ha obtenido varias distinciones, entre las que podemos citar: Segundo premio en el XVII Salón Nacional de Pintura del Ateneo de Coro (1973). Premio a la temática bolivariana en el XVI Salón de Arte Paraguaná, Amuay, estado Falcón (1979). Premio Pintura en el “Salón Bienal de Arte Ciudad de Coro”, INCUDEF-CONAC (1980). Segundo Premio “I Salón de Arte FETRAFALCON, Coro, estado Falcón (1983). Premio Dibujo y mención Pintura “I Salón de Arte Ciudad de Coro”, INCUDEF- CONAC (1991). Premio Salón, II Salón de Artes Visuales “Ciudad de Coro”, INCUDEF-CONAC (1992). Tercer premio X Salón de Artes Visuales “Carmelo Fernández”, El Arte y El Deporte, estado Yaracuy CONAC (1997). Premio mejor obra técnica en dibujo XIII Salón “Julio T. Arce”, Barquisimeto, estado Lara (1997). Orden Ángel S. Domínguez, única en su clase, Alcaldía de Miranda, Coro, estado Falcón (2000). Premio Dibujo Salón de Artes Visuales Ciudad de Coro, Centro Occidental INCUDEF (2005). Homenaje XIV Bienal de Artes Visuales Churuguara, estado Falcón (2008).



fรกbula


BUHO A ORILLAS DEL RÍO 120 X 150 cm. 2004


CABALLO VIEJO SOBRE LA CIUDAD 130 X 160 cm. 2007


DE LAS VELAS SALEN LAS IMÁGENES DE LOS SANTOS 120 X 145 cm. 2003


DESDE EL SUEÑO 130 X 145 cm. 2003


EL DUENDE DE MIGUELINA 100 X 120 cm. 2003


EL GRÁN CHAMÁN 100 X 150 cm. 2004


EL LADRÓN DE LOS AROMAS 150 X 130 cm. 2004


EL NEGRO ÁNGEL 130 X 145 cm. 2003


EL SUEÑO DE BEATRIZ 130 X 160 cm. 1999


ENTRE DOS AGUAS 100 X 150 cm. 2004


ENTRE MIS DOS REALIDADES 160 X 260 cm. 2004


LA CAÍDA AL EDÉN 130 X 160 cm. 2004


LA NOVIA DE JUDIBANA 130 X 160 cm. 2004


LA NOVIA DEL CABALLO ROJO 130 X 160 cm. 2004


LA REINA DEL PUEBLO 130 X 160 cm. 2007


LAS LUNAS DEL TORO 130 X 160 cm. 2004


LOCADIA LA ILUMINADA 120 X 100 cm. 2003


MARGARO EL REZANDERO 120 X 150 cm. 2004


f lora


VAINA GERMINADA 2009 A TELA 100 X 130 cm.


COLECCION PDVSA


HOJARASCA DE OTOÑO 2009. A TELA 120 X 150 cm.


COMO POMPAS BLANCAS SOBRE EL PAISAJE 2009. A TELA 120 X 150 cm.


AVE DEL PARAISO 2009. A TELA 100 X 120 cm.


XEROFILO CON FRUTOS 2009. A TELA 120 X 70 cm.


COLECCION PDVSA


NOCTURNO 2009. A TELA 100 X 130 cm.


FLOR DEL REY 2009. A TELA 100 X 130 cm.


LUNA DE AGUA 2009. 100 X 120 cm.


AMARILLA A.T. 130 X 170 cm. 2009


ATARDECER A.T. 50 X 65 cm. 2009


AVE DE AGUA A.T. 80 X 55 cm. 2009


AVE DEL PARAISO A.T. 120 X 150 cm. 2009


BROMELIA A.T. 120 X 100 cm. 2009


EL COMEDERO DE LOS PAJAROS A.T. 130 X 170 cm. 2009


ESPIGAS DE SOL 50 X 60 cm.


ESPONJA A.T. 120 X 70 cm. 2009


FLOR CON FONDO AZUL MAR 70 X 60 cm.


FLOR DE AGUA A.T. 100 X 120 cm. 2008


FLOR DE COPA 50 X 60 cm.


FLOR DE PAJAROS 50 X 65 cm.


FLOR DEL REY. A.T. 100 X 130 cm. 2008


FLORA EN PEQUEÑO FORMATO X 21- 40 X 50 cm.


FLORA EN PEQUEÑO FORMATO #11. 50 X 70 cm. NDP 7508


FLORA EN PEQUEÑO FORMATO #14. 50 X 70 cm. NDP 7808


FLORA EN PEQUEÑO FORMATO X 17 40 X 50 cm.


FLORA EN PEQUEÑO FORMATO X 20- 40 X 50 CM.


FLORA EN PEQUEÑO FORMATO X-16


FLORA EN PEQUEÑO FORMATO. #1. 50 X 70 cm. NDP 6508


FLORA EN PEQUEÑO FORMATO. #2. 50 X 70 cm. NDP 6608


FLORA EN PEQUEÑO FORMATO. #3. 50 X 70 cm. NDP 6708


FLORA EN PEQUEÑO FORMATO. #4. 50 X 70 cm. NDP 6808


FLORA EN PEQUEÑO FORMATO. #5. 50 X 70 cm. NDP 6908


FLORA EN PEQUEÑO FORMATO. #6. 50 X 70 cm. NDP 7008


FLORA EN PEQUEÑO FORMATO. #7. 50 X 70 cm. NDP 7108


FLORA EN PEQUEÑO FORMATO. #8. 50 X 70 cm. NDP 7208


FLORA EN PEQUEÑO FORMATO. #9. 50 X 70 cm. NDP 7308


FLORA EN PEQUEÑO FORMATO. #10. 50 X 70 cm. NDP 7408


FLORA EN PEQUEÑO FORMATO. #12. 50 X 70 cm. NDP 7608


FLORA EN PEQUEÑO FORMATO. #13. 50 X 70 cm. NDP 7708


FRUTOS BAJO LA SOMBRA VERDA A.T. 100 X 130 cm. 2009


HOJA DE MASCARON A.T. 120 X 70 cm. 2009


HOJA DE MASCARON GRIS A.T. 80 X 55 cm. 2009


HOJARASCA DE OTOÑO A.T. 120 X 150 cm. 2008


LA HOJA GERMINADA A.T. 100 X 130 cm. 2008


LAGUNA 75 X 60 cm.


LUNA DE AGUA A.T. 100 X 120 cm. 2008


MILENARIO A.T. 120 X 100 cm. 2008


NATURALEZA ORGÁNICA X-10. A.T. 148 X 120 cm. 2008


NATURALEZA ORGÁNICA X-24. A.T. 150 X 100 cm. 2008


NATURALEZA ORGÁNICA X-6. A.T. 148 X 120 cm. 2008


NATURALEZA ORGÁNICA X-12. A.T. 100 X 120 cm. 2008


NATURALEZA ORGÁNICA X-21. A.T. 148 X 120 cm. 2008


NOCTURNO A.T. 100 X 130 cm. 2009


PARÁBOLA DE FUEGO. A.T. 120 X 150 cm. 2008


PASIONARIA A.T. 100 X 130 cm. 2008


PENACHO A.T. 100 X 130 cm. 2008


RAICES A.T. 100 X 150 cm. 2008


SOLO FLORECE BAJO LA SOMBRA A.T. 100 X 130 cm. 2009


UN HAZ DE LUZ EN EL FOLLAJE A.T. 120 X 150 cm. 2009


VAINA GERMINADA A.T. 130 X 100 cm. 2008


XEROFITO CON FRUTOS A.T. 120 X 70 cm. 2009





nicasio Fรกbula y Flora


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