CUENTO:
EL reino de las Hadas. Dirigido por : Antonio Castilla Hidalgo. Producido por: Las madres y los padres de los alumnos y alumnas de 2Âş de Primaria. Editado por: CEIP JosĂŠ Nogales.
Había una vez un reino de las hadas que se encontraba en los más profundo del bosque. Era casi un lugar de ensueño, rodeado de flores de todos los colores. Lo bordeaba un riachuelo por el que danzaban los peces por la mañana, y, por la tarde los rayos del sol se reflejaban en él. Por la noche las hadas iluminaban los senderos, llenado de magia todo lo que a su paso estuviera. Era, sin lugar a dudas, un reino lleno de fantasía y color. Como cada mañana, el hada mágica, Dulania, se encargaba de ayudar a las abejas a recoger el polen, puesto que cada hada tenía asignada una tarea para ayudar a los animales del bosque. De pronto, se acercó una golondrina apresuradamente hacia ellas, y, cuando recobró el aliento le contó que mientras volaba por encima de las copas de los árboles, había divisado una especie de humo negro y una bandada de patos volando hacia el sur, al contrario de donde venía el humo. Mientras la golondrina hablaba Dulania pudo contemplar como decenas de pájaros pasaban sin parar, como si huyeran de algo, lo que le pareció bastante raro, pues no era época de emigrar en aquella época del año. La señora golondrina invitó al hada a que subiera en su lomo para que pudiera ver desde arriba lo ocurrido y el hada mágica así lo hizo.
Rosa María Nieto Conejo
Retomaron el vuelo y siguieron aquel humo negro que cada
vez era más espeso e irritante. Se fueron acercando y no podían creer lo que veían. Un volcán, que hacía miles de años que no erosionaba, había retomado su erupción, quemando todos los árboles y plantas que se cruzaban en su camino. De repente todos los animales del bosque que habían visto el humo acudieron a ver qué podían hacer. El hada Dulania se puso a dar órdenes en seguida:- ¡los pelícanos, coged agua del riachuelo!¡ ¡Rápido! ¡Ustedes,, jabalíes y ciervos, levantad la tierra y haced un cortafuego! ¡ Las jirafas, coged ramas de los árboles e intentar apagar los bordes del fuego, para que no siga extendiéndose! Y, nosotros, junto con los elfos vamos a hablar con los castores¡rápido! Cuando legaron al riachuelo que estaba por detrás del volcán, los elfos se pusieron a quitar las piedras que había al lado de la presa. ¡¡Señor Castor! Ayúdenos a quitar la presa , rápidamente- dijo el hada Dulania- Los castores acudieron lo más rápido posible y sin pestañear se pusieron a roer toda la madera que cubría la presa. Por fin l apresa cedió y el agua cubrió toda la lava del volcán. Los animales vieron cómo en un momento se pagaba aquella pesadilla , quedando todos perplejos y agotados a la misma vez. El elfo Mandarín tuvo una idea: tenían que celebrar que todos se habían salvado y habían solucionado el problema, así que pensaron realizar una gran fiesta en el bosque.
María del Reposo Ramos Carrero
Mientras que todos se ponían manos a la obra para celebrar la fiesta, el hada Güendolina, disgustada porque no le habían dado la oportunidad de ayudar pues el hada Dulania pensaba que no estaba preparada para cumplir sus quehaceres, pensaba cómo vengarse de esa hada tan “mandona”. Güendolina recordó la historia que los mayores contaban sobre los ogros que vivían en las cuevas de las altas y oscuras montañas del norte. ¿ por qué no?- pensó- El hada Dulania no la echaría de menos preparando la fiesta. Así que se puso en camino. AL llegar a la oscura y húmeda cueva se quedó paralizada, pero su mente no dejada de oír aquella voz chillona del hada Dulania, mandando a todo el mundo. Entró en la cueva y muy bajito dijo- ¿ hay alguien en este lugar? Y muy adentro se escuchó : ¿ Quién viene a molestarme?- dijo el ogro Norbel. -Soy el hada Güendolina − Pues acércate al fuego para que pueda verte- dijo el ogro Norbel. − Un hada, ¿ qué haces por estas montañas?- dijo Norbel. − Solo vengo a decirle que se celebrará mañana una fiesta y acudirán todos los habitantes del bosque , menos tú. Así lo ha ordenado Dulania – dijo Güendolina. − ¿ Cómo?- gritó Norbel- Ese hada marimandona y creída que nos desterró del bosque. Cristina Tocino Caballero.
EL hada Dulania iba caminando por el bosque. De repente empezó a llover mucho. Entonces se metió en una cueva, pues las hadas no se podían mojar las alas, pues no podrían volar más. En la cueva se encontró con un trol. Tenía mucho, mucho miedo, pero le dijo: - no me comas, no te quiero hacer daño. Sólo he entrado en la cueva porque estaba lloviendo.Al trol le dio pena y le dijo que se quedara. De repente un dragón malvado empezó a echar fuego , pero ella cogió la barita mágica y realizando un hechizo dejó muerto al dragón. Esa noche en la cueva hicieron una fiesta para agradecer a Dulania la muerte del dragón.
María Mora Cuesto.
Faltaban pocos días para la celebración y Dulania se sentía alegra, pero preocupada. Estaba contenta porque el bosque se salvó, gracias a su buen-hacer y al maravilloso trabajo de todos los habitantes , pero no lograba comprender cómo había sucedido todo. Esa misma mañana Dulania se adentró a un lugar retirado del bosque, donde se encontraría con Ocáp, rey de los elfos, joven apuesto de orejas puntiagudas por el que sentía gran aprecio,y, con Alol, sabio jefe de los gnomos, pequeño como ella y fuerte como Ocap, pero con trescientos años más que ellos. − Te felicitamos- dijeron Ocap y Alol- gracias por salvar el bosque. − Muchas gracias, amigos, fue un trabajo de todos- respondió Dulania- Pero no comprendo qué ha sucedido. EL volcán ha despertado con gran voracidad después de años de letargo. Sospecho que detrás de todo esto puede estar Ristol, el mago. Hace mucho que no sabemos de él. − Es posible- dijo Alol – siempre destacó por sus malignos hechizos que dominaban las fuerzas de la Naturaleza y las mentes de los seres como los ogros y trols. A mucha distancia de allí, en una cueva situada en el núcleo humeante y oscuro del volcán, Ristol, mago de largas barbas negras y muy mal carácter, desterrado años atrás por los eres buenos del bosque, reunía a los ogros y a los trols, muy enfadado, por la muerte de uno de sus dragones y por el fracaso de su ,maligno plan para acabar con el bosque. − Arrghhh- gritó enfadado Ristol - ¡Amigos malvados del bosque, ha llegado el momento de recuperar lo que fue nuestro hace mucho tiempo! ¡Unamos nuestras fuerzas para acabar de una vez por todas con aquellos que tanto daño nos hicieron!
Elena Márquez Delgado.
En otra parte del bosque, el hada Dulania, mientras realizaba la tarea asignada a ella, no dejaba de pensar en lo ocurrido aquella tarde. Dulania era un hada muy trabajadora y obediente. Le gustaba realizar sus tareas correctamente y además siempre se mostraba alegre y cariñosa con sus amigos, los animales del bosque. Pero esa tarde estaba un poco triste. NO sabía cómo solucionar el problema que se avecinaba,, pues “los malvados del bosque”, Ristol, el mago y sus aliados,eran muy poderosos y fuertes. Ella no comprendía por qué unos seres tan envidiosos y por qué no les importaba el precioso bosque donde vivían. Todos los animales a los que ayudaba Dulania, la miraban con preocupación, esperando que la inteligente hada encontrara una solución satisfactoria para los habitantes del bosque. Pensaban que su querido bosque tan frondoso, apacible y seguro, estaba en peligro. Todos tenían un único deseo . “vivir felices compartiendo sus quehaceres y sus risas”. -¡Dulania! - dijo de pronto una de las abejas más despierta y optimista - ¡Todo se solucionará! La ayuda de todos y todas lo hará posible. − Por supuesto- dijo Ocap, el elfo amigo del hada- yo también ayudaré ¡Vamos a pensar un plan! − Gracias, amigos y amigas- dijo Dulania- pero se está haciendo tarde, está anocheciendo. Es mejor que volvamos a nuestros hogares. Estamos agotados, pues el día ha sido muy largo e intenso. Mañana nos reuniremos temprano en el claro del bosque. Todos se marcharon como aconsejó nuestra amiga.
Cristo Pérez Oso.
Los rayos de sol ya empezaban a iluminar los copas de los árboles, disipando las últimas sombras de la noche. Cuando los somnolientos habitantes del bosque iban despertándose, sintieron un sospechoso chasquido de ramas. Este chasquido puso en alerta la Dulania y a Ocap. Después de pensarlo unos instantes, nuestros dos protagonistas, pidieron a un ave del bosque que se acercara sigilosamente al lugar donde se había escuchado el ruido, para asegurarse de que sus temores no eran ciertos: “ un ataque sorpresa conjunta de trols y ogros”. Una vez que el animal inspeccionó, volvió y narró lo que allí pudo ver: -acabo de ver acercarse hacia nosotros un horrible trol y creo que se van a cumplir nuestras peores pesadillas, una guerra- dijo el ave. − Entonces- exclamó Dulania- tenemos que prepararnos para un inminente ataque de los enemigos del bosque. Dulania reunió a todos los habitantes del bosque para buscar una buena estrategia para evitar la catástrofe que se avecinaba. EL elfo Ocap dispuso que ciervos, lobos y zorros hicieran un ataque directo contra los ogros , mientras el resto de los animales debían de cortar la retirada de los malvados enemigos. También ordenó a murciélagos e insectos voladores que se armaran de piedras para que, desde el aire, poder minar la segunda y tercera linea del ejército de los trols De este modo estaban preparándose para la lucha. Ana Rosa Bermejo Márquez
Pero el trol no venía para luchar, sino para pedir ayuda porque había encontrado en una roca algo que le llamaba la atención. Entonces todos los animales que estaban preparados para luchar, dejaron las piedras y todo los demás, y, preguntaron en qué podían ayudar. EL trol les pidió que le siguieran hasta el lugar donde estaba la roca. Cuando llegaron, vieron, sorprendidos., como algo brillaba dentro de una gran piedra. EL hada Dulania se preguntó qué podría ser aquello, y, el elfo Ocap no saltaba de su asombro, pero ¿ Cómo vamos a sacarlo? - se preguntaban. Dulania dijo que ella lo intentaría con sus barita mágica,y, pronunciando un conjuro tocó la roca y en ese momento se desplomó ante todos y dejó a la vista lo que estaba dentro. Todos estaban muy contentos al ver un bonito y misterioso medallón , pero ahora había una duda ¿ Cómo había llegado hasta allí? ¿ De quién sería ? ¿ Estaría encantado? Todos seguían alrededor del medallón, pero ninguno se atrevía a cogerlo. Entonces el hada Dulania les dijo que tendrían que trazar un plan, pero uno de ellos dijo. - como tú has derribado la roca, tú debes cogerlo. Todos estuvieron de acuerdo. Manoli Lineros Ortega
Mientras, Güendolina seguía con sus planes de derrotar a Dulania con la ayuda del ogro Norbel y del mago Ristol; el hada de las abejas, junto con su amigo Coap, decidió consultar al sabio Alol sobre aquel misterioso medallón , en el cual había grabado un extraño mensaje: “ Si me sabes utilizar, virtudes darás” El ogro que había encontrado el medallón los acompañó también hasta la choza de Alol, y , en ese trayesto, Dulania se dio cuenta que era el mismo ogro que se había compadecido de ella, dejándola entrar en la cueva, para resguardarse de la lluvia. Dulania le preguntó su nombre:- ¿ Cómo te llamas, bondadoso ser? Y el ogro respondió:- me llamo Tark, dulce hada, y me expulsaron de mi grupo por haberte ayudado. Entonces se hicieron amigos. Una vez en la choza de Alol, los tres amigos le mostraron el medallón. Alol, con su gran lupa, lo examinó cuidadosamente y dirigiéndose a sus amigos les dijo: - Este medallón pertenece a los antiguos elfos, hace más de quinientos años. Éstos lo crearon para mantener el equilibrio en el bosque y transformar el odio, la envidia y la tacañería en buenas virtudes, como el amor, la amistad y la generosidad. Tanto Dulania como Ocap y Tark estaban sorprendidos.Prestad atención- dijo Alol, - dado que existen estas malas virtudes , se ha quebrado el equilibrio del bosque y es por ello que el volcán explosionó. Debéis ir hasta el niacimiento del riachuelo y colocar el medallón allí. Asó todo el que beba su agua, adquirirá buenas virtudes y el volcán se dormirá para siempre. Dulania, Ocap y Tark prepararon todo para el largo viaje y cumplir su misión. Isabel María Hermoso.
Al día siguiente los tres amigos, Dulania, Ocap y Tark, se levantaron bien temprano para salir hacia el raiachuelo y encontrar su nacimiento. Cuando llegaron pensaron dónde colocar el medallón. − Tenemos que colocarlo en un sitio poco visible- dijo Tarkpara que no lo vean cuando vengan a por agua. 1. Tienes razón – dijo Dulania- tenemos que pensarlo bien, pues es por el bienestar de todos los habitantes del bosque. Cap vio unas ramas de un árbol muy frondoso que caían sobre el riachuelo, pero muy difícil de ver. Así que ahí colocaron el medallón. Ocap y Tark pidieron a Dulania que fuera ella la que colocara el medallón y así lo hizo. Muy contentos por el trabajo realizado esperaron a que llegaran algunos habitantes del bosque y observaron cómo bebían del agua del riachuelo. Contentos se fueron a la choza de Alol, para comunicarle que ya estaba colocado el medallón. Alol, les dijo. -muy bien, ahora a esperar que esto dé resultado y, así, todos podremos vivir en paz. También yo iré a beber. Delia Ioana Toma
Al llegar al medallón vio reflejada en el agua la cara de un hada, que le dijo: - Sabio Alol,con este agua todo se estabilizará , ahora es preciso , para que la estabilidad sea para siempre, que se cuelgue al lado del medallón la esmeralda que permanece oculta en la cueva del dragón bicéfalo; para eso es preciso que mandes a alguien audaz y valiente al río Zimbil. El sabio llamó al mago Ristol, encomendándole la nueva aventura y se preparó todo para la partida. Era una misión que tenía que hacer solo. Cuando el mago salió del bosque eran las cuatro de la mañana. Anduvo hasta las diez sin detenerse., pero le calor era tan sofocante que tuvo que parar a descansar. Calculó que había recorrido unas tres leguas. Esa distancia le pareció suficiente para estar ya cerca del río. Sentose, pues, a la sombra de unos Tamarindos y se puso a reflexionar qué almorzaría. Podía escoger entre la piña , la nuez de caoba, el plátano y la sandía. Sobre su cabeza revoloteaban numerosos loros de todos los colores. Uno de ellos, escarlata, se acercó a él diciendo. - sigue el curso del río que encontrarás detrás de esa montaña, hasta la siguiente bifurcación, donde se te darán nuevas instrucciones. Lleno de júbilo terminó su almuerzo frutal y se adentró en la colina buscando el río. Llegó al fin al pie de la montaña. Desde aquel punto se veía el río con gran anchura en su bifurcación. U no de sus brazos, que parecía salir del centro de una selva virgen, rodeaba la inmensa roca ,y, en un lado de la misma, discretamente oculta entre palmeras, se veía la cueva. Se dispuso a cruzar la distancia que lo separaba de la entrada, cuando se dio cuenta que necesitaría algo para cruzarlo, pues en ese punto aumentaba la violencia de la corriente. Pasó por su mente cruzar a nado, pero enseguida desistió al ver unos cocodrilos tomando el sol en la orilla. Alonso Arcos.
Comenzó a buscar otra entrada al río que tuviera menos fuerza y no hubiera cocodrilos. Llegó a la orilla y se sentó para penar de qué forma podía cruzarlo. Se dio cuenta que había unos árboles caídos en el suelo y le surgió una idea brillante. Comenzó a reunir árboles con gran ilusión, pero debido al cansancio pronto se quedó sin fuerzas. Al ver que solo no podría hacer lo que tenía pensado se puso triste y comenzó a llorar. De pronto, una voz dulce le dijo: ¿ Por qué lloras, mago Ristol? Al oír aquella voz tan bonita levantó la cabeza y le respondió que tenía que cumplir una misión, pero que solo no podía hacerla. EL hada, al verlo tan triste, le dijo: - ¡yo te ayudaré! Ristol se levantó con gran ilusión y dijo. - vamos a reunir troncos y construiremos una barquita para poder cruzar el río y, así, llegar a la cueva. Con mucha ilusión comenzaron el trabajo. Al terminarla el mago dio las gracias al hada y dijo.: vamos a comprobar que flota. Cuando vieron la barca sobre el agua dieron saltos de alegría ¡Flota! ¡Flota! . Pues ahora tengo que marcharme- dijo Ristol Buena suerte – le dijo el hada. Se montó en su barquita y empezó a remar para cruzarlo lo antes posible, pero la corriente del río era muy fuerte y le costaba trabajo guiar la barca. Pero seguía intentándolo para cumplir la misión. Tere Domínguez Flores.
El mago Laistol siguió remando contra las fuertes corrientes del río. AL cabo de media hora se dio cuenta de que la barca no avanzaba y entonces se puso a mirar y vio que unas gran des y malvadas algas estaban enganchadas en los troncos de la barca¡NO ME VA DAR TIEMPO LLEGAR A LA CUEVA!- gritó Laistol. Entonces realizó un hechizó diciendo las palabras mágicas: Sine mine algas marinas despegaos de mi barca o si os maline. ¡Eques, eques! Entonces las algas malignas se despegaron y , por fin, pudo seguir remando hacia el curso alto del río. Estaba tan cansado que se quedó dormido. Cunado despertó vio a lo lejos un animal muy grande. ¡Oh! - gritó le mago. Era una serpiente gigantesca. Se acercó a él y le dijo: - Soy Ritb, la reina de las serpientes del río.¿ Te puedo ayudar en algo? . Por favor – dijo el mago-tengo que llegar a la orilla para continuar mi misión . Con la ayuda de la reina serpiente consiguió llegar hasta la orilla. Gracias- le dijo – tengo que seguir mi camino. A lo lejos divisó la cueva del Dragón Bicéfalo. Una vez dentro, la oscuridad era infinita así que encendió una antorcha. A lo lejos vio un resplandor y al dragón que guardaba su terreno. Era enorme. Se quedó inmóvil sin saber qué hacer. Lola Blanco Carrero
No quería ni respirar par ano despertarlo, pero a medida que veía un poco más, su miedo desapareció, pues descubrió que el Dragón Bicéfalo era su pequeño dragón que el malvado de las barbas negras le arrancó de su lado para maldecirlo. Ristol lo llamó con cariño y entonó la canción que solía cantarle. Cuando el dragón lo escuchó se despertó y al sacudirse para levantarse se dio cuenta de la maldición: tenía dos cabezas. La cabeza derecha lo miraba con cariño, pero la izquierda quería comérselo.¿ Que podía hacer para que desapareciera la maldición? Pensaba y pensaba, hasta que le vino ala mente las palabras anteriormente dichas: “Sólo la estrella más poderosa le quitará la maldición” . Y al rato cayó en la cuenta. -Es el SOLgritó- tengo que sacarlo de la cueva. Pero ¿ Cómo? − La cabeza izquierda me quiere comer, y, ¿ si lo tiento? Salió corriendo de su escondite y le gritó fuerte. El dragón al verlo salió corriendo tras él. Cuando llegaron a la salida el dragón se detuvo y el mago empezó a llamar a Bicéfalo, que de una fuerte zancada salió al exterior. De repente una explosión de mil colores hizo desaparecer la malvada cabeza ,y, al fin, la maldición se fue. El mago y Bicéfalo se abrazaron. − Corre, vuela, rápido- le dijo su amigo- no hay tiempo que perder. Los dos entraron en la cueva para recoger la esmeralda, La cogió, la guardó en su mochila y le dijo a bicéfalo: - volvamos volando a casa, tenemos una misión que cumplir. Muy contento se subió a lomos de Bicéfalo. María del Mar Tocino
Cuando llegaron al río Laistol se bajó de su dragón y se reunió con Dulania, Ocap, Tark y el gran sabio Alol, que lo esperaban para culminar la misión. Debían poner la esmeralda en el medallón que tenían oculto en el río para restablecer el equilibrio de la Naturaleza y conseguir, así, la armonía necesaria para la supervivencia de todos. Y así lo hicieron, pero no pasó absolutamente nada. Ocap, rey de los elfos, comento: - algo hemos de haber hecho mal? ¿ no te parece mago Laistol? Éste, con semblante preocupado, sacó de su bolsa “El gran libro de los Sabios” porque de pronto recordó haber leído algo sobre cómo conseguir la armonía entre los seres y la Naturaleza. Así que buscó con avidez, hasta que lo encontró. ¡Ya lo tengo! - gritó- ¡Alol!¿ no eres tú el Gran Nominador, el que conoce el nombre de todas las cosas?- Así es – contestó Alol. Ocap, desconcertado, le preguntó a su amiga Dulania qué quería decir Laistol con eso de Nominador, y, ésta le contó que un Nominador era aquel que conocía el verdadero nombre del as cosas , y, por tanto, su verdadera naturaleza, y que ese conocimiento le otorgaba poder sobre ellas. Laistol prosiguió: - en el libro dice que sólo un Nominador puede hacer que se desencadene la energía necesaria para que el medallón y la esmeralda liberen su magia.Tienes que susurrar el verdadero nombre del río, de la esmeralda y del medallón ¡Míralo tú mismo! Aquí dice los pasos a seguir. Alol se acercó al nacimiento del río,se arrodilló junto a él y susurró unas palabras incomprensibles para sus compañeros de aventuras, pero se desató una gran fuerza mágica bajo la mirada atónita de Ocap y los demás, que no daban crédito a lo que veían , pues de pronto el agua había parado su curso y dejó de fluir; un viento recio separó las aguas, cual si estuvieran congeladas, y un silencio absoluto lo inundó todo. Alol cogió el medallón y le incrustó la esmeralda y los dejó debajo de una gran roca, mientras susurraba otra retahíla de palabras ininteligibles para todos, pero que hicieron que de nuevo fluyera el agua, se escucharan los pájaros y amainara el viento. Todos bebieron del río y en el mismo instante sintieron un gran bienestar, junto con un agradable calor que inundó sus corazones y sintieron una gran paz y felicidad. Dulania al sentir esto recordó a Güendolina y sintió lástima
de ella, así que decidió ir en su busca, para disculparse de cualquier mal que le hubiera causado y disuadirla de comenzar una absurda guerra. Así que todos marcharon hacia el campamento de los ogros y los trolls, donde se encontraba Güendolina.
Por otra parte, Güendolina, los ogros y los trolls, que estaban apostados en la otra orilla del río y que habían bebido de su agua , sin saber su efecto, se despojaban poco a poco de sus malos sentimientos, que ahogaban sus corazones. Ya no querían luchar y participar en una guerra estúpida y sin sentido. Hasta el malvado hechicero Ristol , responsable de todo el mal acontecido, estaba arrepentido por intentar acabar con el bosque. Cuando aparecieron en el campamento Dulania y sus amigos, ambas hadas se fundieron en un gran abrazo , abrieron sus corazones y se perdonaron. Como ya estaba anocheciendo decidieron acampar junto a la hoguera yse contaron las aventuras vividas. Todos quedaron tranquilos porque con el equilibrio restablecido, el volcán dormiría para siempre. A la mañana siguiente todos se dirigieron al bosque, donde sus habitantes los esperaban. Y , por fin, pudieron llevar a cabo la celebración que tanto anhelaban. Así que comieron y bebieron hasta quedar exhaustos. Poco a poco todos fueron regresando a sus hogares y Ocap, ya en su cama, estuvo pensando en todos los acontecimientos acaecidos hasta que quedó profundamente dormida. Paradas unas horas a Ocap le sobresaltó una voz que le llamaba y le decía: ¡Ocap, cariño!Es hora de levantarse e ir al colegio. Ocap dio un salto de la cama y se asomó a la ventana,y, vio que era un día perfecto para vivir la aventuras que le deparaba ese día. Ana Abel Macías Lorca
FIN
Este cuento se ha realizado con el ánimo de hacer partícipes a las familias de nuestro Proyecto Lector. Queremos que los niños y niñas lo disfruten, saboreen el trabajo realizado por sus padres y madres, con su esfuerzo personal. El libro ha sido realizado íntegramente por las familias de los alumnos/as de 2º de Primaria, y, posteriormente la directora ha hecho los arreglos en ordenador. Queremos darles las gracias a todas las personas que han participado en el Libro y animarles para próximas ediciones. Queremos agradecer al AMPA por su colaboración en divulgar el libro.
El ceip José Nogales presenta este cuento el “Día del Libro” del curso 2011/12.