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DON ALFREDO SERNA SERNA

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ENTRETENIMIENTO

ENTRETENIMIENTO

LA MEJOR ENSEÑANZA: SIGA PA´ LANTE QUE PA´ LANTE ES PA´ ALLA

Conocimiento tradicional, saber empírico y un poco de academia, la receta de nuestro maestro de la tierra Don Alfredo Serna, para hacer frente a sus labores del agro. Con él nos remontaremos inicialmente a su infancia para conocer los entresijos del aprendizaje que le dieron sus parientes y familiares en relación con los oficios del cultivo de la tierra.

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"Mi papá era agricultor y la familia por parte de mi mama, eran zapateros. Yo aprendí del agro, trabaje la agricultura y la ganadería. También trabaje zapatería. Se manejarme en la carpintería. Con decirle que soy capaz de montarle un zapato.

Yo nací en esta vereda en 1944, aquí en la casa donde habito. Donde estoy viviendo ahora. A mi mamá la atendió una "partera". Creo que se llamaba María Henao. En mi casa somos once hermanos, los cinco mayores, nacimos en la casa, atendidos por partera. Los demás nacieron en el hospital, ellos ya si fueron más modernos.

Desde muy chiquito trabajaba. Ya a los 6 años salía desde una vereda de Marinilla, donde vivimos un tiempo, con dos bestias cargadas de repollo, arracacha o cualquier otra cosa para Rionegro. Todo ese trayecto se hacía a pie limpio, con pantalón cortico y sin pantaloncillos. Imagínese que yo mantenía los dedos de los pies como "crispetas", soplados de darle a las piedras. Los dedos con "mochos" eran comunes, eso no era sino darle golpes sobre golpes a las piedras y los dedos echando sangre. Al quejarme me decían: no mijo, no se preocupe, "siga pa´ lante que pa´ lante es a allá".

Al remontarnos en el tiempo. Don Alfredo, va extrayendo perlas de su excelente memoriay nos cuenta que en esa época se tenía también la huerta escolar. La huerta era un pedacito de tierra de unos 200300 metros, de este, se le daba espacios a los niños para que sembraran.

"Eso sí le digo, solo se sembraba maíz o frijol. Pues las verduras no se conocían. Me acuerdo que cuando yo tenía unos 10 añitos, mis tíos aquí en esta finca de Cuchillas cultivaban repollo, tomate, zanahoria, pero la gente los criticaba, porque consideraban que ellos debían sembrar papa, maíz, frijol, pues los cultivos de verduras eran para las mujeres.

Yo empecé a trabajar la tierra desde muy joven, con mi papá y mi tío. En ese tiempo todo el trabajo era manual. Mi abuelo, mis padres y mis tíos tuvieron bueyes, ellos tuvieron yunta, pero al tiempo no fueron capaz de sostenerlos y se acabó. Ellos contaban que en el gobierno de Alfonso López Pumarejo (1934-1938 y 1942-1945), a los campesinos, les dieron unas maquinitas. Pero, los bueyes los ponían los campesinos. El gobierno les dio a los de mi casa un equipo, un "arado" de vertedera, uno de discos, y un rastrillo de parrilla.

Don Alfredo nos recuerda con este hecho, que una de las intenciones del gobierno de López Pumarejo, era fortalecer el desarrollo del campo para satisfacer las necesidades de la clase industrial que estaba emergiendo. En otras palabras, su pretensión era “promover la transformación capitalista de la Colombia rural” y que mejor forma que dotar a algunos productores de maquinaria para la explotación de la tierra. A López Pumarejo se le debe la aprobación de la Ley 200 de 1936 y la Ley 100 de 1944. “Con ese equipo empezaron a trabajar. Mi papá y mis tíos, Carlos y Emilio, manejaban este equipo. Incluso estuvieron trabajando en Valdivia con la yunta de bueyes, arando, porque en ese tiempo, eso era una novedad. Ellos se fueron hasta Valdivia a pie, con los bueyes y todo el equipo para trabajar allá".

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