boletin clase unad

Page 1

El Boletín GÉNEROS PERIODÍSTICOS

GRUPO 401110_3

EDICIÓN No. 1

NÚMERO 2

2009

Una historia de sentimientos encontrados Página 4

Página 2

Una abuela se enfrenta al desafío del Mio Página 8

Vivencias de Semana Santa en Piedecuesta - Casanare Página 6


La alegría

de un nacimiento

y el dolor de una partida

DIANA ANDREA MANCIPE

La pequeña Paula Sofía Castañeda Pedraza tenía prisa por nacer, quizá porque quería llegar rápido al mundo. Y lo consiguió porque nació a las 10: 14 de la noche

del 29 de junio del 2006, aunque para ello tuvo que adelantarse dos semanas a la fecha prevista para su nacimiento. Ese 29 de junio transcurría como un y corriente para Rosa María Pedraza su madre; ella acudió a un chequeo medico que es usual para todas las madres embarazadas, ingreso a la clínica el laguito a las 11: 00 de la mañana del 29, pero con gran asombro recibió la noticia de que la pequeña Paula Sofía se encontraba con el cordón umbilical enredado a su cuellito, esto anunciando su llegada por cesárea, si no se procedía a tiempo

Paula podría ahogarse, ella no lo tomó de la mejor manera; de repente un lagrima rodo por su mejilla sentía que algo no esta bien, Rosa sintió un miedo que le recorrió el cuerpo por completo, el doctor Saúl Camargo le dio algunas instrucciones para la cesaría que se le iba a practicar, ahora tendría que buscar la primera mudita que se le iba a poner a Paula, pero o sorpresa no estaba nada preparado, Rosa ni sus familiares esperaban que la pequeña se

adelantara, ahora tendrían con gran prisa que prepara lo necesario para su llegada, sus padres ese día tenían planeado organizar las comparas necesarias para esperar a su bebe, pero no se pudo pues Paula ya estaba en camino, ahora solo tenia q pedirle a Dios para que todo saliera bien, la noche se acercaba y la angustia de su padre y familiares crecía cada vez mas, llamaron al padre para anunciarle que su esposa y su bebe se encontraba en buen estado de salud, Rosa su madre pudo ver a su pequeña, que peso 2,180 kilogramos. La


La mamita de estos cuatro niños en un ángel se ha convertido. Y ellos saben que ella esta velando por ellos, Aguardando que se cumpla la cita de reuniecen en la eternidad, Entonces será para siempre, Nada ni nadie los podrá separar. Mientras tanto, guía los pasos de cada uno de ellos. bebe se quedo unos días en la incubadora. Pero se encuentra en buen estado de salud. Paula Sofía es la cuarta hija de Rosa Pedraza y Jairo Castañeda, quienes tienen dos niños y una niña. Con la llegada de Paula la alegría para la familia Castañeda Pedraza era tan fuerte que nada ni nadie podía hacer que este sentimiento se fuera tan rápido; pero si Dios o tal vez nuestro destino, el gozo de esta familia solo les duro dos meses,

ni ellos ni la propia Paula entenderían lo que la vida les tenia preparado, los cambios y tal vez la desintegración de esta linda familia; si así fue el 2 de septiembre del 2006 Rosa María de tan solo 34 años, a las 8:30 de la noche un infarto fulminante acaba con su vida, se desmayo en el baño su esposo Jairo la alcanzó, la levantó como pudo y casi a rastras la subió a la camioneta. A toda velocidad, rebasando, sin respetar los altos, condujo hasta el hospital. Cuando

llegó, por desgracia, ya había fallecido. A raíz de su muerte su esposa e hijos quedaron afectados y desprotegidos, a partir de es día tendrían que disponerse a adaptarse a la nueva vida, que la partida de esta joven madre les había dejado; esta familia pasa de sentir una regocijo por un nacimiento y a una partida tan dolorosa y cruel como la de su madre, como despertar y saber que su madre no esta ay, ahora tendrían que ver e experimentar, una nueva vida ya solos sin quien a mamante a la pequeña Sofía, y acomodarse a los nuevos cambios que con la muerte de su madre y esposa les traería, Paula paso de compartir con esta familia a hacer parte de la familia mancipe Castañeda, tíos de Paula quienes desde es momento la recibieron con todo el amor y afecto que se le puede dar a un ser tan indefenso; todo cambio para ellos, esta familia jamás volverá a sentir el amor y el

calor de tener un hogar como madre padre y hermanos, Daniela y Alejandro conviven con su padre y Carlos y Sofía con familiares q decidieron apoyarlos y cogerlos como miembros de su familia. Ahora Sofía tiene dos añitos y seis meses es una niña feliz y se a criado con sus tíos Dora y Eliecer a los cuales considera como sus padres, jamás esta familia entendió como y de que forma las vidas les cambio y los separo a todos.


CRÓNICA CIUDADANA

¿Es el mototaxismo un medio de transporte inseguro? JOSÉ EDUARDO FRANCO CRUZ

4

Una de las deducciones sostenidas por quienes están en contra de la mototaxismo en Palmira, y en toda Colombia, radica en afirmar que la moto es un medio de transporte inseguro cuando lleva su cupo al máximo, es decir, cuando dos personas llegan a movilizarse en ella, chofer y pasajero. Extraña afirmación. Puesto que la inseguridad de un medio de transporte se debe a la imprudencia y mal mantenimiento del vehículo, ya sea de dos, cuatro, o más ruedas. Pero si esto fuera cierto, si la moto no estuviese diseñada para movilizar a

dos personas, entonces los esfuerzos tendrían que estar encaminados hacia las ensambladoras y fábricas que son responsables de hacer de la moto un medio de transporte para dos ocupantes. Solo falta

esperar a ver quién se le ocurre proponer un Proyecto de Ley que obligue a los distribuidores traer motos a Colombia con un solo y pequeño asiento de uso exclusivo del chofer. Aunque no hay que asombrarse si

esto llegase a suceder. En un país que cree que los “problemas de delincuencia” se solucionan prohibiendo a los hombres movilizarse como parrilleros, cualquier estupidez puede suceder para obligarnos a pagar pasaje. El Gobierno Nacional con el ánimo de ayudar a las autoridades locales para erradicar la informalidad en la prestación del servicio público con este tipo de vehículo, expidió el Decreto 2961 de 2006, el cual faculta a los municipios o distritos para restringir la circulación de las motocicletas con acompañante o parrillero donde se presenta la prestación ilegal del servicio


público de pasajeros. Así mismo el decreto prevé una presunción de hecho cuando el conductor o propietario de una motocicleta circula con acompañante o parrillero dentro de las zonas y horarios objeto de prohibición, lo cual con lleva a aplicar la sanción prevista en la ley 760 de 2002 John Jairo, moto-ratón que se ubica en la esquina de la Carrera 29 con Calle 32 de Palmira, Asegura que con su labor no le hace mal a nadie, solo estoy rebuscándome el sustento ,que estos vehículos resolvieron el problema de transporte en este municipio, a la gente le gusta porque es más rápido…en cambio una buseta se echa un recorrido de media hora hasta el centro… y con nosotros se echa cinco o diez minutos por mucho, el gobierno nos quiere cerrar las puertas a la única oportunidad laboral que tenemos por el momento. Tr a b a j o q u e p u e d e implicar 10 horas en una moto y una espalda medio quebrada, pero que se va a hacer es el trabajo. Los accidentes de que nos hacen responsables pueden ocurrir en todo tipo de vehículos, siempre y cuando no se conduzca con la precaución y no haya control de éstos”, resalta John Jairo habla de sus 4 hijos de sus 3 mujeres! está orgulloso. Se ríe. Todos varones. Busca la hembra. Me quedaré con la mujer que me dé la hembrita, sonríe todo pícaro. Pero qué va, me salen puros varones, es que soy un toro cuando estoy con una mujer. La sonrisa se amplía. Está feliz de ser varón. Pero Luis Alfonso Ortiz, un conductor de transporte colectivo que se estaciona

a pocos metros, no piensa lo mismo. Lo mira de reojo y balbucea, que gracias a gente como esta es que se está dañando el trabajo. Aunque estas llegan más rápido a su destino y transportan puerta a puerta a la gente a un bajo costo, tienen más riesgos que ventajas. Además de quitarle clientela e ingresos al transporte público legal, son inseguras para usuarios, peatones y conductores. Los taxistas son quienes más se han opuesto a la circulación de los mototaxis, por la competencia. Bernardo salcedo, taxista desde hace quince años en la villa de las palmas, siempre ha considerado este medio de transporte como una competencia desleal… Ellos nos quitan las carreras, son inseguros para trasladar personas y se han convertido en un medio para cometer delitos, pero también se muestra preocupado por la situación de los moto-taxistas. “Hay muchas personas que viven de esto, el Gobierno nacional debería tomar medidas para ayudarlos”, agrega Liliana Ramírez, usuaria tiene su posición frente a este tipo de servicio público: Una cosa muy buena pal; medio del transporte… por acá el medio de transporte es muy malo, aquí a las seis de la tarde ya no hay transporte, si va uno a parar la buseta, lo hacen a media cuadra, es un medio de transporte muy bueno para los barrios y cuando no hay para pagar un taxi pues toca en moto taxi.

¿No se podrá demandar o en tutelar este tipo de decretos que nos cohíben de movilizarnos libremente, y que además atentan contra el buen nombre del género masculino al asumir que los hombres son propensos al sicariato y al robo, mientras da a entender que el género femenino no sufre de esta “propensión” y, por tanto, las mujeres sí pueden transitar libremente como parrilleras? Obviamente no se trata de establecer quién es, o puede ser, más “malo” o “mala”. Se trata es de sentido común, respeto y dignidad frente al género humano. Más aún cuando estas restricciones a la libre circulación dentro de su misma lógica descabellada han fracasado. Tal es el caso de Palmira donde los homicidios y el fenómeno

delincuencial aumentaron en comparación al año a n t e r i o r. ¡ H a s t a cuándo tendremos que se repetir que la solución al problema radica en dar soluciones concretas al desempleo y brindar unas condiciones de vida digna para los colombianos! Parece ser que lo repetiremos hasta que suceda; y hasta cuando las restricciones a la libre circulación y las leyes zanahorias desaparezcan. Por ahora sólo queda esperar que tanto mototaxistas como el gremio que vive del transporte se sienten a discutir y logren crear alternativas y estrategias para que ninguno de los dos salga perjudicado. Esta es una tarea que deben realizar ellos, puesto que los gobiernos no tienen cómo responder a este problema, sólo lo han agudizado y aplazado mientras pasan las jornadas electorales.


LIDA MARÍA CASTRO TOBIÁN

Los abuelos muchas veces nos han contado, cómo era una semana santa en su época de juventud, estas tradiciones no se diferenciaban mucho de una región a otra pero si han cambiando con el paso de los años. Con la modernidad se ha cambiado hasta el pensamiento y lo que fuera motivo de respeto años atrás, ahora es un día más de diversión, de parranda y paseo. Trataré el tema ubicándome en la vereda Piedecuesta, municipio de Nunchía Casanare; donde hace muchos años la semana Mayor, era algo sublime y todos sus habitantes desde el más chico al más abuelo, se concentraban en las celebraciones religiosas. Por aquellos años, todos profesaban la religión católica, según cuentan las gentes de la región.

Hace cincuenta años

6

Como recuerda doña Herminia Chico, las mujeres se dedicaban a preparar toda clase de alimentos hasta el miércoles santo. En esos días había mucho movimiento, porque el oficio era apretado y no podía olvidarse ningún detalle. Desde las niñas hasta mujeres adultas debían trabajar en la preparación de la hayaca, chicha, guarrús, roscas, envueltos y otras golosinas propias de la Semana Mayor. Las niñas debían lavar todo cuanto estuviera sucio; los muchachos limpiaban alrededor de la casa. El miércoles debía quedar muy limpia la troja, cocina y toda la casa, decían las abuelas que ojalá ni un mosco se parara por ahí. Según don Pedro Pablo, los hombres por su parte, dedicaban el tiempo en alistar la leña y rajarla, dejar los timbos llenos de agua, buscar los mararayes, seleccionarlos, luego los echaban en un pilón para venderlos

Todavía quedan abuelos que motivan a hijos y nietos para ir a las procesiones. hasta el miércoles. El jueves y viernes eran días dedicados únicamente a la oración y los oficios religiosos que conmemoraban la muerte de Jesucristo. En esos días muchas actividades eran pecado, por tanto ni pensar en realizarlas. No se prendía fogón pues ya estaba todo cocinado con anterioridad. No había radio, ni música. Debían hablar muy suave, caminar con cuidado pues tampoco era permitido pisar duro. Los niños nada de juego. Las malas palabras estaban guardadas ese día, pues decir una era insultar al mismo

Jesús. Golpear algo era azotarlo. Por ningún motivo debía bañarse en el caño o en el río pues se convertía en pescado. No se podía comer carne de res, solo gallina, pavo, pescado. Las cacitas, cuadros, pares o nones, echarle maíz a la pizca, que corran caballos, casados o solteros, todos estos realizados con mararayes, (cocos pequeños parecidos a una bolinche) era el juego permitido, en receso de oraciones, pero no podía partirse ningún coco sino hasta el sábado o domingo de resurrección. Empezaban con dos o cuatro mararayes y quienes ganaban se llevaban bolsadas de este fruto. El llamado a los fieles se hacía con las matracas, que eran como aspas de madera que sonaban cuando un pedazo de palo las rozaba, al darle vuelta a una manivela parecida a la de los molinos. Eran varias matracas accionadas por los sacristanes y que en todo el pueblo se escuchaban, porque tampoco se podía tocar las campanas. Las procesiones por la carretera, eran inmensas porque nadie quedaba


en casa, desde muy temprano familias enteras acudían al pueblo (Nunchía), para participar de todos los oficios religiosos. En esa época estaba el cura Martín Armendáriz, un sacerdote español a quien la gente tenía mucho respeto. Don Pedro nos decía, que ya estaba muy anciano, hablaba despacio y poco se le entendía, pero la gente acudía sin falta. Que una misa normal, duraba más de dos horas; en semana santa una celebración tardaba el doble. Pero nadie se retiraba antes de tiempo.

Actualmente, reina el olvido y la tradición ya no existe

Todo lo que antes no se podía realizar, ahora está permitido. Ya la gente toma esta semana como algo deportivo, juegan billar, ven televisión a alto volumen pues la electricidad ha llegado hasta la vereda y no hay que desaprovechar, para mirar las películas en esta semana de vacaciones; la música suena en las tiendas donde venden bebidas alcohólicas porque como dice la señora Maruja: “el dinero está escaso, toca vender porque ¿quién nos va a dar de comer entonces?, entran los muchachos a la escuela y toca darles para una cosa o pa’ otra”. Porque no olvidemos que hasta se ha dejado de cultivar la tierra, (aclaro que no son todos los habitantes) debido a muchos factores dentro de estos la violencia por parte de grupos armados al margen de la ley. En esos días está todo normal. Se barre, se lava y cocina. No falta el paseo al río y por supuesto el baño. Hasta se mata vaca (esto donde las familias pudientes) y hay carne azada en abundancia como si fuera una fiesta de cumpleaños. Una que otra persona evita ciertas cosas, porque aun quedan en sus mentes la enseñanza pasada y sienten un poco de temor a ser castigados por Dios. Y si se pregunta a qué horas es el sermón de las 7 palabras o el sermón de la Soledad, nadie sabe la programación. Todos se miran entre sí, desorientados. Sin embargo todavía quedan abuelos que motivan a hijos y nietos para ir a las procesiones, pues ellos (los abuelos) se la ingenian para enterarse dónde empiezan las ceremonias y acudir fielmente. Ma-

drugan a alistar su bastimento y dejan en el cuarto más seguro bajo llave, la guadaña, las palas, machetes y todo lo que crean de valor, porque no faltan los amigos de lo ajeno que aprovechen la soledad de las casas. Los niños van obligados, pero con la esperanza infantil de que al salir del templo, van a ser recompensados con un cono que venden en la esquina del parque del pueblo y luego se pueden ir a jugar.

Vereda Piedecuesta-Nunchía, al rescate de la semana mayor

Nunchía es un municipio histórico de Casanare, por donde pasó la campaña libertadora y dónde nació Salvador Camacho Roldán, que fue presidente de la República por un día. Dentro de este municipio encontramos la vereda Piedecuesta, que está ubicada a 20 minutos en carro, antes de llegar al casco urbano. Los habitantes de esta vereda con el tiempo fueron cambiando también sus costumbres. Hoy ya no son en su mayoría católicos, llegaron adventistas, testigos de Jehová, movimiento misionero mundial, etc., con otras mane-

ras de realizar la semana santa. Y los jóvenes católicos sienten pereza para asistir a los oficios, pues es mejor quedarse acostado en un chinchorro y escuchar música, no precisamente religiosa sino la que está de moda como el reguetón, con los audífonos pegados a los oídos. Sin embargo el profesor Fernando Castro, un joven que tiene a su cargo la escuela de la vereda y es descendiente de la familia Castro Soler, -personas que llevan más de cien años habitando esta región-; quiso este año celebrar el vía crucis con la gente de su tierra y en la misma vereda aprovechando que un animador de comunidad (persona delegada por el sacerdote, para cumplir actividades de la fe católica), se ofreció para dirigirlo. Dijo que esta era una actividad muy buena, porque primero que todo se realizaba en el mismo sector, por donde pasaba la gente todos los días y así no se cansaban. Con esto se entraba a reflexionar y de alguna manera rescatar algo que se estaba perdiendo. Afirmó además que no era posible dejar morir la historia santa, cuando todavía quedaban familias que habían vivido estos tiempos con respeto. Dicho y hecho, el viernes santo a las 10:30 se comenzó el vía crucis, luego de un invierno que amenazaba con impedirlo. Elaboraron una cruz de guadua y se inició en el puente colgante que lleva hacia la carretera principal; luego cada fiel voluntariamente tomó en cada estación la cruz, leyendo lo correspondiente y cantando entre una estación y otra, hasta recorrer siete fincas para finalmente llegar a la Escuela donde se leería el sermón de las siete palabras, se haría reflexión por cada una y finalmente una oración. La asistencia no fue muy nutrida como pudo haber sido en otras épocas, pero se hizo un intento por rescatar costumbres olvidadas de la fe cristiana, en una re-gión donde el respeto a La Semana Santa hacía parte de la cultura de los nunchianos. Este no fue el único intento -explicó el profesor Fernando-, con la experiencia de este año ya podemos empezar a dejar tareas por familias, antes de salir a vacaciones de Semana Santa y seguramente el año entrante vendrán más fieles al vía crucis de la vereda.

7


MARIA FERNANDA CHAVARRO LÓPEZ

Solo hasta el sábado 28 de marzo de 2009, mi abuela Leonor se aventuró –como ella dice- a subirse en el “Gigante Azul” que hace más de un mes surca las calles de Santiago de Cali. Y es que a pesar que desde el año 2000 empezaron las obras para la construcción de la primera troncal del Sistema de Transporte Masivo –MIO-, para algunos caleños ha sido difícil acostumbrarse a la idea de abandonar su rutina de transporte en el bus urbano tradicional. Mi abuela habituada siempre ha tomar aquella buseta - Ermita 3- que la dejaba al pie de la casa de su hermana; ha tenido que aprender nuevas rutas y dinámicas en su movilidad diaria. Sus empresas de bus favoritas han desaparecido y en reemplazo de estas han aparecido buses azules inmensos, los cuales atemorizan a ciertas personas que como mi abuela hacen parte del grupo dorado de la tercera edad. La movilidad en Cali cambió una mañana gris del 2 marzo del 2009, en la que con una ceremonia llena de pompa y estruendo el Presidente de la República Alvaro Uribe se subió en un bus articulado y

Mi Abuela

EL GIGANTE AZUL

Alvaro Uribe Vélez Presidente de Colombia

acompañado por el Alcalde Jorge Iván Ospina y el Gobernador del Valle Juan Carlos Abadía ; recorrió la ciudad asegurando que con la puesta en funcionamiento del MIO, era el comienzo de una nueva era para la Sultana del Valle. Mi abuela que miraba la transmisión del evento por Telepacífico el canal regional, dijo “Bueno, tocó acostumbrarnos a esta nueva realidad” y no estaba lejos de

la verdad ya que aquellos vicios que teníamos de subirnos y bajarnos del transporte en el lugar que quisiéramos debían ser abandonados. Con la reorganización del transporte público la ciudad ha iniciado una etapa de ordenamiento en la movilidad y quizá también en las costumbres de cada ciudadano. Ahora las denominadas troncales de la carrera primera, la calle quinta y el centro se han establecido como arterias principales del transporte público y son el espacio de tránsito del Masivo Integrado de Occidente –MIO-; estas troncales que en su adecuación causaron traumatismos en el tráfico de la ciudad por más de ocho años son ahora el punto central de desplazamiento para miles de caleños.

El Mio llegó a la Estación y sonaba tan fuerte como un avión... había llegado el momento de enfrentar al gigante. La costumbre de cada tarde para Doña Leonor es vestirse con un lindo atuendo para salir desde su casa ubicada en el barrio Vipasa al norte de la ciudad a visitar a su hermana en el tradicional sector sureño de San Fernando. Como siempre esperaba la buseta Ermita Ruta No. 3, la cual abordaba en la Avenida Tercera Norte a pocas cuadras de su hogar y la dejaba justo en la esquina del caserón de Nidia su


compinche desde que eran niñas. Pero ahora todo cambió para mi abuela; su ruta actual es diferente y debe caminar más ya que por su casa no pasan los “alimentadores” aquellos buses que acercan a las personas a cada estación del sistema de transporte masivo. Aquel sábado en el que ella decide por fin arriesgarse a la aventura del MIO, debe moverse hacia la carrera primera donde se ubica la Estación llamada Popular y entrar para tomar la ruta T31 que recorre la ciudad de lado a lado. Pero cuando llega allí se encuentra con una situación que la sorprende ya que para poder abordar aquel bus articulado al que ella llama “El Gigante Azul” debe usar una tarjeta y no sus bien contadas monedas. Tarjeta Inteligente vs. Monedero Recuerdo que una de las cosas que mi abuela me enseñaba cuando niña era el separar las monedas para cada transporte en la semana. Era importante para ella cada vez que salíamos el tener el dinero exacto y no hacer perder tiempo al chofer al pasar la registradora del a veces destartalado bus en el que nos movilizábamos. Pero ahora Doña Leonor debe olvidarse del monedero o de ahorrarle tiempo al chofer; con la llegada del MIO todo cambió; una tarjeta inteligente ha llegado a reemplazar el dinero para pagar el pasaje. Desde marzo de este año mu-

chos caleños hacen fila en cada estación para comprar en la casilla correspondiente las tarjetas de plástico que recargadas con valores que van desde $1.500 pesos que vale cada viaje hasta $100.000 tope máximo de carga. Es así como mi abuela debe ahora abandonar aquel monedero en el que guardaba cantidades exactas para el chofer y concentrarse en mantener recargada aquella tarjeta de plástico en la cual se reúnen casi 67 viajes en total. Después de recibir las indicaciones de un facilitador en la Estación, mi abuela por fin logra entender la dinámica de pago de este nuevo sistema, compra entonces su tarjeta y la posa en el sensor que habilita el paso en una de las cuatro registradoras con las que cuenta en promedio cada lugar de abordaje. Ya adentro no queda más que esperar, tiempo que aprovecha para iniciar charlas con otras personas acerca de los avances tecnológicos y de cómo nos cambia la vida con los años. De repente un sonido parecido al de un avión según cuenta ella interrumpió la charla, había llegado por fin su momento de enfrentarse a aquel “Monstruo Gigante”; al cual evitaba desde hace algunos

días. El bus articulado se estacionó despacio y de forma tan exacta que sus cuatro puertas coincidían con las de la estación se abrieron al tiempo justo al sonar un extraño pitido, con el cual descendieron los pasajeros de forma ordenada. Mi abuela contaba después que en ese instante le temblaron las piernas pero se armó de valor e inició su viaje hacia el sur de la ciudad.

La maravillosa silla azul No era sorpresa para Doña Leonor abordar un bus que estuviese lleno y esta no fue la excepción; el uso del articulado ha tenido tanta acogida entre los caleños que hasta el 2 de abril fecha en la cual se cumplió un mes de operaciones se han movilizado 947.969 personas de las cuales 140.000 ya han adquirido su tarjeta según reporta Metrocali, empresa encargada de administrar el MIO. Pero mi abuela se encontró con algo inesperado, este nuevo sistema de transporte ha pensado en

los adultos mayores, niños, mujeres embarazadas y discapacitados. En cada articulado hay dispuestas sillas de color azul que se diferencian de las grises que componen cada bus y las cuales tienen están demarcadas de forma especial para que allí se ubiquen las personas con necesidades especiales. Es así como mi abuela pudo de forma cómoda iniciar su recorrido de 35 minutos hasta el sur de Cali. Con un andar rápido pero tranquilo el “Gigante Azul” más conocido como el MIO, surca las troncales de la ciudad haciendo la vida de los caleños más fácil en su trasegar diario; eso lo pudo comprobar Doña Leonor durante el trayecto para visitar a su hermana. Y aunque ya no se puede bajar justo en la esquina de la casa sino que debe llegar hasta la Estación del Estadio y caminar unas cuantas cuadras para alcanzar a su destino final, considera que el MIO tiene muchas ventajas ya que es más ágil, tranquilo y seguro que los viejos buses en los cuales se movía antes. Poco a poco mi querida abuela ha ido perdiendo aquel miedo que le daba enfrentarse a un nuevo sistema de transporte que parecía muy enredado. Ahora con cada viaje se acostumbra más a la rutina de movilidad y ya no se queja del calor porque disfruta del aire acondicionado de cada bus, además le encanta ver a través de los grandes ventanales del articulado una ciudad que ella describe como más imponente, bonita y renovada.

9


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.