Museo Itinerante Casa Grau
En esta casa ubicada en el barrio Chicó de Bogotá, exactamente en la Calle 94 No 7-48, vivió Enrique Grau Araújo sus últimos 20 años de vida. Luego de una restauración hecha por el Ministerio de Cultura, abrió sus puertas al público con el nombre de Fundación Enrique Grau, un museo fascinante en el que, desde el año 2008, no solo se exhibe gran parte de su valioso trabajo pictórico y escultórico, sino también las obras de otros exponentes nacionales e internacionales, de gran talla. Así mismo, presta el servicio de avalúo, certificación y restauración de obras, y comercializa esculturas del maestro, pero intervenidas por artistas destacados.
El Hall de entrada Buen anfitrión
Los amplios espacios y la exquisita concepción arquitectónica y de diseño interior permiten introducir al visitante en un mundo apasionante, en el que algunas esculturas y cuadros del maestro Grau -al igual que los de algunos de los artistas que han exhibido aquí sus máximas producciones- se toman muy en serio su papel de anfitrionas a este Museo, desde el mismo hall de entrada. Este sitio generoso y glamoroso también desarrolla un rol trascendental, cuando se presta para la realización de cocteles, lanzamientos de productos o de reuniones privadas o corporativas.
La Biblioteca
Se toma la palabra En este acogedor lugar, que invita a sentarse y a disfrutar de amenas charlas entre amigos -en compañía de un buen café- se encuentra la antigua biblioteca de Grau, en la que reposan sus libros personales o aquellos que lograron impactarlo; al igual que algunas piezas precolombinas, que acostumbraba a admirar y a coleccionar. Actualmente este espacio, reservado y cálido, se facilitaWW como escenario para tertulias o reuniones empresariales; pero también se convierte en cinemateca para proyectar películas sobre su obra, al igual que la producción cinematográfica ‘La langosta azul’, en la que participó junto a Gabriel García Márquez y Álvaro Cepeda Samudio.
El buen gusto
se ‘sienta’ en el gran salón La luz natural, que entra con toda la libertad por las amplias puertas acristaladas que conducen a una plazoleta de frondosos jardínes, hace de las suyas en la sala principal de la Fundación. Allí, en medio de la generosidad de los espacios, se instala el piano de cola del Maestro, sus esculturas más representativas (Rita y María Mulata) y una colección de cuadros y de arte colonial, precolombino y hasta religioso. La magnífica conservación del mobiliario y la gran apuesta decorativa hacen de este lugar el mejor escenario para celebraciones privadas, en medio de la elegancia y del buen gusto.
El refugio
del Maestro Grau En medio de una sencillez que llama la atención, se viste la habitación del artista cartagenero, en donde murió en el año 2004. Cada mueble y detalle se conserva de forma intacta, como un sentido homenaje a este grande del arte nacional y del mundo, protagonista de 80 exposiciones individuales y de más de 190 colectivas, entre pintura, escultura, grabado, ensamblaje, frescos y escenografías. Muebles de época, algunas antigüedades y una serie de cuadros acompañan a este refugio, en donde nacieron varias de esas ideas pictóricas que hoy se cristalizan en obras de gran valor.
La habitación de huéspedes
Con todas las comodidades, para hacer sentir como en casa a sus invitados, el maestro Grau acondicionó su cuarto de huéspedes. Dos camas de época, una mesita de café y un sofá hacen parte de esta habitación, que también se mantiene en perfectas condiciones, tal y como la tenía dispuesta el artista, para aquellos visitantes cercanos y queridos. Este espacio también hace parte de las visitas guiadas, que ofrece la Fundación.
Armonioso
Lugar de exhibición Los amplios espacios y la exquisita concepción arquitectónica y de diseño interior permiten introducir al visitante en un mundo apasionante, en el que algunas esculturas y cuadros del maestro Grau -al igual que los de algunos de los artistas que han exhibido aquí sus máximas producciones- se toman muy en serio su papel de anfitrionas a este Museo, desde el mismo hall de entrada. Este sitio generoso y glamoroso también desarrolla un rol trascendental, cuando se presta para la realización de cocteles, lanzamientos de productos o de reuniones privadas o corporativas.