LA DISLEXIA
PRESENTADO POR: MAIRA ALEJANDRA ESCOBAR LUNA LICENCIATURA EN PEDAGOGIA INFANTIL GRUPO: S494
PRESENTADO A: JOHAN AYDE MARTINEZ PSICOLOGA NEURO DESARROLLO
INSTITUCION UNIVERSITARIA ANTONIO JOSE CAMACHO SANTIAGO DE CALI MAYO 8 2015
DISLEXIA Etimológicamente la palabra dislexia significa “dificultades del lenguaje”. La dislexia surge, en el siglo XX, cuando el investigador Jules Dejerine, comienza a investigar, a pacientes que habían sufrido accidentes neurológicos, y esto los llevo a la incapacidad de leer y escribir, síndrome que se denominó Alexia-agrafia. Dado por esto, y Luego de varios estudios neurológicos, se llegó a la conclusión de que la dislexia, conlleva a una lesión en el hemisferio izquierdo del cerebro, especializado en el procesamiento lingüístico, analítico, secuencial o serial de la información. Este, presenta una estructura inusual de las neuronas. Este trastorno neuropsicológico, se manifiesta por un disturbio, en la adquisición del código escrito de carácter persistente. Por consiguiente, en el manual de atención al alumnado con necesidades específicas de apoyo educativo derivadas de dificultades de aprendizaje escrito por la consejería de educación de Andalucía (España): se dice, que la dislexia, es el desorden en uno de los procesos básicos, que involucran la comprensión oral y escrita del lenguaje, sin tener una discapacidad intelectual, motriz, visual o en cualquier otro ámbito que explique mejor este trastorno. En la etapa preescolar, se pueden detectar alteraciones significativas en el lenguaje, la motricidad, la percepción y la falta de madurez en general, solo se requiere de una identificación a tiempo, para poder ayudar al niño oportunamente. Existen dos tipos de dislexia, las cuales son: la dislexia adquirida; que es aquella, que sobre viene tras una lesión cerebral concreta. Por el contrario la dislexia evolutiva, es la que se presenta en el alumno o alumna de forma inherente, caracterizado por una serie de dificultades para alcanzar una concreta destreza lectora, sin una razón aparente que lo explique. Se distinguen dos perfiles disléxicos, uno a polo predominantemente perceptivo visual: dificultad para procesar información visual y discriminarla, por ejemplo confunden la letra B, con la letra D. El otro, a polo predominantemente audioverbal: dificultad para procesar estímulos, que ingresan por vía auditiva; por ejemplo la letra D, con la letra T. Los niños que poseen este trastorno se caracterizan por presentar una serie de dificultades en el aprendizaje: Dificultad en el lenguaje, tanto hablado como expresivo Serias dificultades en la ortografía Lento aprendizaje de la lectura Dificultades para comprender y escribir segundas lenguas Problemas de percepción de las distancias y del espacio Confusión de la derecha y la izquierda Problemas con el ritmo y los lenguajes musicales
Además, pueden presentar diversos problemas:
En la lectura En la visión En la escritura y la ortografía En la Coordinación motriz En Matemáticas y la comprensión del tiempo En la ubicación en el espacio Limitación de la capacidad para integrar información de forma global.
Por otro lado, tanto la dislexia como otros trastornos, tienen en común dos características fundamentales; 1) la frecuencia de su co-ocurrencia; 2) su independencia del funcionamiento intelectual, y global del niño. En su identificación, los síntomas en un niño pueden aparecer tempranamente, cuando se inicia el aprendizaje de la lectura y la escritura. Es por esto, que en la etapa de la educación primaria, se puede establecer con firmeza el diagnostico de dislexia y son fundamentalmente los maestros y las maestras quienes pueden identificar la presencia de ciertas dificultades en el alumno disléxico. Existen unas señales de aleta que nos permite observar y analizar al niño con dificultad disléxica: Factores sospechosos en la edad temprana: Retraso del lenguaje, confusión de palabras que tienen una pronunciación similar, dificultades expresivas, dificultad para identificar las letras, dificultad para identificar los sonidos asociados a las letras, lectura en espejo, historia familiar de problemas de lectura y escritura. Además se podrán observar, como elementos habituales en los niños y las niñas que se encuentran en esta edad de educación infantil (2-6 años). Desarrollo lento del vocabulario y retraso en el desarrollo del habla, dificultades para articular o pronunciar palabras. Inmadurez en el conocimiento de las partes de su cuerpo, el niño confunde la localización de las partes corporales. Retraso para memorizar los números, el abecedario los días de la semana, los colores y las formas. Las nociones espaciales y temporales están alteradas, a menudo, confunde la derecha con la izquierda y no se orientan correctamente en el tiempo. Posee dificultad para seguir instrucciones y aprender rutinas. Falta de atención y aumento de la actividad e impulsividad, torpeza al correr, saltar y brincar; dificultad en el equilibrio estático y dinámico. Inmadurez a nivel de motricidad fina. Dificultad para abotonar y abrochar o subir un cierre o cremallera. Falta de control y manejo del lápiz de las tijeras. Dificultades en la dominancia lateral. La lateralidad cruzada. La Aparición de conductas problemicas en sus habilidades sociales.
EVALUACION PSICOPEDAGOGICA Esta es una tarea compleja, con la que se pretende identificar la dislexia, valorar, aislar los síntomas con el objeto, y a seleccionar las estrategias psicopedagógicas apropiadas. En esta evaluación se tienen en cuenta tres criterios fundamentales, el |Criterio de exclusión: este criterio se refiere a la exclusión de posibles explicaciones de las dificultades lectoras, limitando el término de «dislexia evolutiva» para aquellos y aquellas estudiantes con dificultades, en el reconocimiento de palabras, que no son explicadas por otras categorías diagnósticas. Criterio de discrepancia: Dado que las habilidades lectoras empiezan a adquirirse a los 6 años, y no hay un nivel medio consolidado hasta los 7 años, las personas en riesgo de padecer dislexia, tienen que esperar hasta los 9 años para recibir un diagnóstico en firme. Esta estrategia de discrepancia tiene dos graves consecuencias: El alumnado arrastra una historia de fracaso en el aprendizaje de 4 años, con todas las consecuencias emocionales y académicas que ello acarrea. Se ha perdido la oportunidad de intervenir • de forma precoz cuando los tratamientos se muestran más eficaces, en la fase de inicio del aprendizaje de la lectura. Dado por esto, se dice que el criterio de discrepancia se le ha calificado como una estrategia de “esperar al fracaso”. (Shaywitz.2008). Necesidades específicas de apoyo educativo: Los niños y niñas con dislexia, presentan necesidades educativas específicas para llevar a cabo con sus aprendizajes escolares, sobre todo en cuanto a: Lectura, escritura y matemáticas Necesidades en el desarrollo lingüístico Necesidades en el desarrollo cognitivo y meta cognitivo Necesidades en el desarrollo afectivo, social y en el conductual Necesidades en el desarrollo motor Necesidades derivadas de la organización de la respuesta educativa En el manual anteriormente mencionado, se dan unas pautas para los docentes el cual me parecen muy significativas. Proximidad en su ubicación en el aula (lo más cerca posible del profesor o profesora y de la pizarra). Comprobar siempre que el niño o la niña ha comprendido el material escrito que va a manejar; explicárselo verbalmente. Abundar en la evaluación oral de los conocimientos del alumnado. Informarle de cuándo leerá en voz alta en clase, así como de los resultados que se esperan. No se le deben dar textos largos para leer. Demostrarle nuestro interés por él o ella y por sus aprendizajes. Puede ser importante, que en algunas actividades, el alumno disléxico esté rodeado de los compañeros y compañeras más competentes de la clase. Es conveniente ser flexible cuando se les exige una
correcta ortografía y un uso adecuado de los signos de puntuación ya que son tareas que resultan muy complejas para estas personas, la cual, es la parte más formal del lenguaje escrito y le resulta muy dificultoso. Establecer criterios para su trabajo en términos concretos que pueda entender. No dejarle que corrija sus dictados solos. Favorecerle el acceso y el uso de la informática o de aparatos electrónicos en función de su edad. Hacerle escribir en la pizarra ante toda la clase. Comentar con el niño personalmente la corrección por escrito de los ejercicios realizados en clase. No limitarle su actividad a tareas simples, sino saber dosificarle la cantidad de trabajo. Pedirle menos cantidad de tareas para la casa, aunque sin vacilar en ponerle algún ejercicio difícil. Personalizar la demanda. No dudar en repetirle y explicarle las cosas las veces que sea necesario. Escribir y escuchar (dictado o apuntes) simultáneamente puede resultarle muy difícil. El uso de esquemas y gráficos en las explicaciones de clase permiten al niño o la niña una mejor comprensión y favorecen una mejor funcionalidad de la atención. En conclusión, la dislexia es un trastorno de origen neurológico, producido por una lesión en el hemisferio izquierdo del cerebro, que se presenta en algunas personas como una dificultad en el aprendizaje, específicamente para leer y escribir. De igual manera, se identifica, mediante una serie de características, para su merecido diagnóstico. Estas características, permiten que los docentes, puedan observar y diagnosticar al niño oportunamente, para su adecuada intervención e inclusión. Por este motivo, el destino de los niños portadores de esta dificultad, depende de en gran medida de que sean comprendidos y apoyados a tiempo. Para ello, es necesario que padres y docentes, estén atentos y abiertos, cuando las cosas empiezan a no funcionar como se espera. Además, el diagnostico a tiempo, aunque no siempre es posible es de gran ayuda para futuros tratamientos que aunque no se cure dicho trastorno, atenúan las dificultades de la dislexia. Es muy importante, que los padres estén enterados de la situación de sus hijos, desde el primer momento, pues pueden ser de gran apoyo para sus tratamientos. Este apoyo, debe ser significativo tanto emocional, como socialmente. Debido a esto, Es de gran importancia, potenciar el desarrollo de la autoestima, sin llegar a la sobreprotección. También es importante no caer en comparaciones, en las aulas. Debemos recordar que todos los niños no son iguales, y que no todos aprenden de la misma manera. En la medida de nuestro quehacer pedagógico debemos garantizar, el adecuado desarrollo de los niños y niñas a nuestro cargo, y no dejemos de lado, que los niños con dificultades dependen de nosotros los docentes. Así que estamos llamados a realizar un trabajo a conciencia, e implantando todas las estrategias posibles para que estas dificultades no sean una limitación para estos niños con los diferentes tipos de discapacidades.
Bibliografía Manual de atención al alumnado con necesidades específicas de apoyo educativo derivadas de dificultades de aprendizaje: Dislexia. Edi. Consejería de educación. Junta de Andalucía (España). Revista del IFD”Dr. Emilio oribe”. Luisa de esteban, Guadalupe rodríguez.