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Reserva de la biósfera de Sian Ka’an
la trampa de no verificación de fuentes o de no realizar una verdadera investigación crítica, en aras de participarse de un discurso y escandalo amarillista con las mismas fuentes que tienen conflictos de intereses poderosos. Si, como veremos más adelante, muchas –la mayoría - de las ANP fueron decretadas sin que la comunidad participara o se enterara, o mediante manipulación de la información y procesos de “participación” simulados, que muchas de las ANP no cuentan con programa de manejo, que no se ha detenido la contaminación, ni el desarrollo urbano descontrolado, ni la extracción ilegal de recursos naturales, y si se ha privilegiado a terceros para hacer uso de los sitios, se ha validado el despojo e incluso incentivado, para limitar el acceso de locales a lugares prístinos, para contar con sitios exclusivos que puedan poner a la orden del mejor postor (el gran capital), o donde pueden realizar sus investigaciones (sus laboratorios naturales exclusivos in situ), condicionar el acceso a quien lo pueda pagar, para que los “disfruten” los turistas, y luego reestructurar los instrumentos para ajustarse al cliente, es muy claro el objetivo de los promotores de las reservas por tener el control de una manera disimulada.
Reserva de la biósfera de Sian Ka’an
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¿Qué son las Reservas de la Biósfera? El Programa MAB-UNESCO las describe como “espacios de aprendizaje para el desarrollo sostenible”. Establece que son lugares destinados a probar enfoques interdisciplinarios para comprender y gestionar los cambios e interacciones de los sistemas sociales y ecológicos, como laboratorios gigantes, donde se supone que los investigadores pueden entender la prevención de conflictos y la ordenación de la biodiversidad. UNESCO supone que estas reservas funcionan como laboratorios donde se pueden “ofrecen “soluciones locales a problemas mundiales. Estas reservas se candidatean por los gobiernos, y se validan y reconocen por la comunidad internacional. La página del Programa de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) describe el Programa el Hombre y la Biósfera del Programa (MAB- UNESCO) como una iniciativa científica intergubernamental destinada a establecer una base científica con objeto de mejorar la relación entre los seres humanos y el medio ambiente. Pero el MAB se enfoca en las ciencias exactas y naturales para supuestamente mejorar los medios de subsistencia de las personas y preservar ecosistemas naturales
u ordenados, promoviendo de esta manera planteamientos supuestamente innovadores del desarrollo económico que sean adecuados desde el punto de vista social y cultural y sostenible desde la óptica medioambiental. No obstante, se queda miope de alcance debido a su enfoque científico de un solo lado de las ciencias (exactas y biológicas) que son las que mantienen su hegemonía en el sistema de declaratorias de ANP, por lo que a todas luces es solo una iniciativa de autovalidación.
Esto es relevante porque han sido los científicos sociales quienes durante las últimas décadas han estado levantando la voz para denunciar las consecuencias nefastas de la imposición de este tipo de mecanismos ambientalistas neoliberales, no solo sobre las poblaciones humanas, sino sobre los propios ecosistemas y el patrimonio biocultural. Pero la tríada tiene su fiesta privada, y como les sucede a los habitantes locales y usuarios históricos de los territorios, los científicos sociales tampoco están invitados.
En este punto no es de extrañar que, a principios de la década de 1980, un equipo de investigadores del Centro de Investigaciones de Quintana Roo (CIQROO) y personal enviado de la Ciudad de México, integrantes de la Secretaria de Desarrollo Urbano y Ecología (SEDUE) llevara a cabo extensas investigaciones preliminares sobre la región oriental de Quintana Roo y que esas investigaciones terminaran en un decreto de ANP. Los investigadores estudiaron los aspectos biológicos y ecológicos de la zona, sus hábitats, geología, climatología y vida silvestre con el fin de argumentar el alto nivel de diversidad de su ecosistema. También estudiaron las actividades productivas de las poblaciones locales, incluyendo la etnobotánica y la caza. La investigación fue financiada por el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) y por el Consejo Nacional Mexicano de Ciencia y la Tecnología (CONACYT); los hallazgos fueron publicados en 1983 y fundamentaron la creación de la Reserva de la Biosfera Sian Ka'an fue establecida por decreto presidencial en 1986. Esto su sucedió exactamente cuándo G. Halffter, el creador y principal promotor del concepto mexicano de Reservas de la Biósfera, era director adjunto de Desarrollo Científico de CONACYT (1982-1986) y estaba en el proceso de ganarse los méritos para ser nombrado presidente del Consejo Internacional del Programa MABUNESCO (1984-1986).
El decreto de Sian Ka’an, contó con el respaldo del Gobernador de Quintana Roo, en esa época, Pedro Joaquín Coldwell, y el respaldo técnico del Centro de Investigaciones de Quintana Roo (CIQROO) de donde G. Halftter se volvió Miembro del Consejo Técnico (1986-1995). La Reserva de la Biósfera de Sian Ka’an se convirtió en bandera del modelo mexicano de reservas y entonces comenzaron a llegar recursos para cumplir el objetivo de investigación de dichos modelos. Dado que la administración, el organismo rector de la reserva, se asignó a CIQROO (que luego se volvería ECOSUR), cerca del 70% del presupuesto de investigación de esta institución durante ese período estaba destinado a proyectos en Sian Ka’an, y muchos de estos proyectos se realizaban en cooperación con instituciones y fondos internacionales. CIQROO (bajo el seguimiento y con respaldo de Halffter), junto con funcionarios de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología (SEDUE) y del gobierno estatal crearon un Consejo de Represen-tantes, que fue establecido en 1986, pero que dejó de funcionar en 1988. Esto se debió a una ruptura entre SEDUE y CIQROO por aspectos de administración y enfoque de ambas instancias. Después del decreto de Sian Ka’an en 1986 y su incorporación a la red MAB-UNESCO, la SEDUE, nombró a uno de sus subdirectores de la ciudad de México, el biólogo Juan José Consejo, como director de la reserva.
No obstante, los recursos eran para operar a través de CIQROO y al cabo de unos cuantos meses, surgieron diferencias con el director del CIQROO sobre el enfoque y la gobernabilidad de la reserva; estas diferencias finalmente irreconciliables polarizaron a las instancias que estaban involucradas en el concejo de Sian Ka’an y finalmente resultaron en una ruptura entre ambas instituciones.
Este conflicto creó incertidumbre entre fundaciones y organizaciones internacionales las cuales optaron por apoyar a la recién creada asociación civil Amigos de Sian Ka’an (ASK), una organización creada por personajes destacados de la política y los empresarios de Cancún, todos personajes influyentes, muy influyentes, involucrados en negocios inmobiliarios, hoteleros, restauranteros, algunos políticos y socialités. La reserva se decretó el 20 de enero de 1986, para el 5 de junio de ese año se constituía Amigos de Sian Ka’an. Lo cual fue muy conveniente. ASK tomó el liderazgo en la instrumentación de proyectos alternativos en Sian Ka’an. El consejo de la reserva fue reinstaurado con la participación
de grupos de interés en 1994, que más tarde incluiría a representantes de comunidades del área de influencia de la reserva, pero consideremos el tipo de participación ciudadana el modelo de participación de los miembros de las comunidades se quedó en un como consulta o a lo más como un mecanismo de aplacamiento, porque desde la composición de dichos consejos, la base de la información para la toma de decisiones y la decisión última estaba en poder de las autoridades y científicos de ciencias naturales y exactas (y sus grupos de interés).
La reserva de la Biósfera de Sian Ka’an está localizada en los municipios de Tulum, Felipe Carrillo Puerto y Othón P. Blanco, en Quintana Roo, comprende un polígono de 652 mil 192 hectáreas declarado como reserva en 1986, y unos años después declarada por la UNESCO como Reserva de la Biosfera y Sitio Natural Patrimonio de la Humanidad. Es una de las zonas beneficiarias del Fondo para ANP y del Programa de Pequeñas Donaciones del Fondo para el Medio Ambiente Mundial entre muchas otras fuentes de financiamiento, cuyos fondos se “bajan” a través de ONGA y Centros de investigación. Si bien el gobierno, los académicos y las organizaciones ambientalistas consideran esto un triunfo, porque al fin y al cabo ellos son los beneficiarios:
La Reserva de la Biosfera Sian Ka'an, fundada en 1986, en Quintana Roo, es un buen ejemplo de un área natural bien gestionada basada en la participación local.
Lane Simonian, Defending the Land of the Jaguar (1995)
Contrasta con la percepción de las comunidades de pueblos originarios que fueron desplazadas con el decreto:
El presidente de la República estableció a Sian Ka'an y nos quitaron parte de nuestra tierra del ejido sin preguntarnos. Tampoco nos compensaron porque afirmaron que era territorio federal.
Esteban Poot, residente de Chumpón (entrevista personal) (MartínezReyes, 2016)
En su investigación Martínez-Reyes expone que, desde el establecimiento de la reserva de la biosfera, pero particularmente entre 1993 y 2006, todos los nuevos proyectos parecían estar titulados "Aprovechamiento", ya sea que el recurso fuera miel, madera u orquídeas. Estas iniciativas y programas
surgieron de una perspectiva que a menudo entraba en conflicto con la ecología moral maya, y en el caso documentado del Ejido Tres Reyes, su implementación engendró un choque de puntos de vista basado en la condición de colonialidad de la naturaleza.
En 2009, después de tres décadas de colaboración con varias ONGA (Organizaciones no gubernamentales ambientalistas) y agencias mexicanas de recursos naturales en proyectos de conservación, la comunidad ya había tenido suficiente. Un líder le comentó al autor que “Tuvieron que echar a todas las ONG de ahí. No querían saber más sobre la conservación". ¿Qué impulsaría la drástica decisión de la comunidad de declarar colectivamente la independencia de las ONG y de la intervención del Estado? Desde el punto de vista de la comunidad, la decisión no tuvo nada que ver con estar en contra de la conservación o la protección de los ecosistemas. Más bien, se percibía que el amplio tiempo y esfuerzo que el pueblo de Tres Reyes había dedicado a trabajar en iniciativas con diferentes ONGA había dado lugar a pocos beneficios para la comunidad, ya que la burocracia gubernamental, los organismos ambientales y las ONG impulsaron la implementación de proyectos ineficaces que fueran participativos en nombre y no en efecto”. Los habitantes locales que luchan en Bacalar llegaron, entre otras, a la misma conclusión. Las ONGA, autodenominadas representantes de la comunidad, se beneficia-ron y continúan beneficiándose de este rol auto validado por ellos y otros miembros de la tríada, al tiempo que justifican de los recursos que los financiadores canalizan a las comunidades, a través de ellos por ser “representantes” de la sociedad. El estudio de Martínez-Reyes realiza muestra como actuaron en Tres Reyes dos ONGA: la ONGA “institucionalizada”: Amigos de Sian Ka’an y una ONGA “localizada”: U yol Ché (que de hecho fue creada por exempleados de Amigos de Sian Ka’an – más de lo mismo, pero más chiquito). Su estudio expone las debilidades de los proyectos y cómo finalmente fracasaron. Creo que llega un punto donde la comunidad se da cuenta que tres letreros espectaculares y dos talleres de educación ambiental no requieren un millón de pesos… que recibe la ONGA. Esta situación se repite una y otra vez con los fondos manejados por ONGA, en la mayor parte de las comunidades localizadas en áreas de ANP o en su zona de influencia. Proyectos cuya visión es una mezcla de paternalismo y condescendencia hacia las poblaciones locales, que despojadas y sometidas al control de sus
territorios “por el bien de la naturaleza y de su propio futuro”, “en nombre del bien común”, son “compensados” con subsidios puntuales miserables para aplacarlos, darles la sensación de progreso a su nivel, porque los grupos de poder consideran que los locales no pueden ir más allá de ser artesanos, acopiadores, guías o lancheros, por lo que los proyectos son solo una forma de simular que se les incluye en desarrollo sustentable, pero quien se lleva el negocio son las ONGA. En su investigación Martínez-Reyes menciona que cuando se creó la Reserva de la Biósfera de Sian Ka’an, los proponentes (la tríada) pidieron permiso al presidente municipal, así como de los propietarios de los lotes privados a lo largo de la costa de Sian Ka'an, pero no a las comunidades mayas locales, esto generó diversas reacciones que iban desde la resignación, la rabia hasta la incredulidad entre los estas poblaciones de habitantes y usuarios originales. Esto motivó que las poblaciones locales se involucraran en una lucha de más de tres décadas intentando recuperar no solo los territorios que les pertenecieron por generaciones, pero el acceso a la zona costera, ya que el decreto de Sian Ka’an despojó al municipio de Felipe Carrillo Puerto – donde se ubican estas poblaciones en lucha – del acceso a toda su zona costera, a lo largo de 280 km. Es interesante que, en el decreto de la reserva, publicado el 20 de enero de 1986 se haya estipulado “…Que de los estudios e investigaciones que se refiere el considerando octavo, se determinó que se requiere de una superficie total de 528,147-66-80 Has. Esta superficie está integrada por terrenos nacionales que la Secretaría de la Reforma Agraria, por considerarlo de interés público, ha reservado para el establecimiento de la "Reserva de la Biósfera "Sian Ka'an" en los términos y condiciones que prevé este Decreto…” pero en el
ARTICULO DECIMOSEXTO del mismo decreto se contradice estableciendo que. - “…Los ejidos y comunidades establecidos en la superficie que comprende la "Reserva de la Biosfera "Sian Ka’an estarán obligados a la conservación y cuidado del área conforme las disposiciones que al efecto emita la Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología, y de acuerdo con lo establecido en el artículo 154 de la Ley Federal de Reforma Agraria…” Lo que los ejidos y las comunidades mayas han venido diciendo desde entonces: donde establecieron la reserva habían estado territorios de ejidos y comunidades de manera ancestral, y nadie les pidió opinión, mucho menos permiso. Si tomamos en consideración que el litoral de Quintana Roo comprende 1,157 km de costa (INEGI, 2010), Sian Ka’an “reservó” no solo el territorio
de comunidades y ejidos, pero el 100% de la costa de un municipio, que a la vez era el 24% del litoral Quintanarroense; 24% del litoral colindante con el Mar Caribe, para privilegio de algunos miembros de la tríada y aquellos que pudieran pagar el precio del ambientalismo neoliberal para estos paisajes aislados por ley, prístinos y hermosos.
Regresando al decreto de Sian Ka’an, casi de inmediato las ONGA comenzaron a traer proyectos de “desarrollo sustentable”. MartínezReyes expone que, a pesar del entusiasmo de los proyectos iniciales, había un sentimiento compartido entre los residentes: Que después de despojarlos, el gobierno y las ONGA llegaban ofreciendo proyectos, los cuales casi nunca se concretaban, y de nuevo, regresaban con más proyectos tan rápido como descartaban los que habían propuesto previamente. Llegaban y hacían sus propuestas para mejorar la agricultura, la apicultura, el aprovechamiento de madera, etc. pero los mayas locales no vieron los beneficios de estos proyectos. Y cuando los fondos se agotaban, a menudo antes de que se materializaran los resultados, las ONGA abandonaban las comunidades.
“…Esta es la experiencia que la comunidad de Tres Reyes tuvo con Amigos de Sian Ka'an, la ONGA que fue en gran parte responsable de abogar e impulsar la creación de la reserva, y el por qué no querían trabajar con ellos al final. Consideraban que los ONGA sólo querían el dinero que recibían de las agencias de financiamiento y que pasaban de una comunidad a otra, iniciando proyectos en busca de fondos y sin dar seguimiento a sus actividades anteriores.
U Yool Ché fue creado como consecuencia de este problema: sus miembros, una vez miembros de Amigos, rompieron lazos con ellos porque querían hacer un seguimiento de los proyectos de desarrollo incluso cuando no había más fondos con la esperanza de que eventualmente pudieran obtener más en el futuro para continuar su trabajo. Otras organizaciones como la UNAM y organizaciones “de gringos” también llegaron con proyectos que terminaron abandonando. Los primeros para plantación, pero el proyecto se abandonó. Los “gringos” llegaron para demostrar uso de pesticidas para sus cultivos, pero los mayas evitaron usarlos porque “los insectos y animales se volvían más fuertes y resistentes a ellos. La abrumadora sabiduría compartida fue que la mayoría de los proyectos de desarrollo carecían de resultados positivos y dio lugar a que la comunidad se volviera cada vez más escéptica sobre las intenciones de los fuereños…”