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Tulum

Requería sancionar a los pachucheros (pachocheros), combatir la corrupción.

Tulum

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En su investigación Marín-Marín, et al (2020) describen un escenario atroz de despojo y abuso del estado a favor del capital, contra los ejidatarios del Ejido Pino Suárez, localizado entre la Reserva de la Biósfera de Sian Ka’an y el parque Nacional Arrecifes de Tulum. Se describen las estrategias que las tríadas implementan contra los locales

“…Como parte de la necesidad de expansión y reconfiguración del capital ante sus crisis, la intensa búsqueda de zonas para desarrollarlas productivamente ha posibilitado que territorios, antes considerados improductivos, entren en una dinámica de mercantilización, ocasionando problemáticas en torno a la gestión y acceso a los recursos. Así, las diversas formas de valorización, gestión, acceso y control de la naturaleza y el territorio han creado fuertes tensiones entre el Estado, el capital y las poblaciones, ya que los distintos intereses en relación con la naturaleza ocasionan disputas sobre todo entre dos grupos principales: el primero, formado por el Estado y el capital, los cuales funcionan como una compleja red de poder que domina, entre otras formas, a través de la instauración de políticas; mientras que el segundo incluye a los pobladores locales, que son quienes, mayoritariamente, gestionan los recursos, encaminados a su propia subsistencia…” (Marín – Marín, et al, 2020)

El ejido Pino Suárez ejemplifica los procesos y los contubernios entre el Estado y el capital económico que protege los intereses de quienes pueden pagar la conservación neoliberal, a partir de la cual se hacen oídos sordos a las disputas y los violentos despojos por parte del Estado y el capital, para la apropiación de los territorios y recursos de las comunidades. “…El entramado de actores que controlan la economía y la política no basta, es necesario también controlar los recursos naturales siguiendo la lógica de acumulación de capital, lo que ha llevado a un imperialismo ecológico…” (Bellamy & Clark, 2004, en Marín-Marín, 2020).

Ya desde antes, Arroyo, et al. (2013) analizaban la desarticulación de la visión y el discurso de turismo sustentable con lo que venía sucediendo en

la zona litoral de Tulum. Aún con la existencia del ANP y diferentes leyes ambientales, éstos se supeditaban a los objetivos del turismo, sin resolver las problemáticas ambientales como la pérdida de manglar, la contaminación del freático y su sobre explotación de éste por los resorts y los mega desarrollos que se permitieron construir en la zona litoral, así como las problemáticas sociales que han generado un marcado desbalance para favorecer y garantizar la proveeduría de servicios urbanos para los complejos residenciales que albergan a los turistas con alto poder adquisitivo, sin hacer lo mismo para las áreas donde viven las poblaciones locales, que carecen de estos servicios. Tulum es un destino no sostenible. Gustavo Marín Guardado hablando en este sentido, dice:

"...pone en evidencia los asuntos turbios del desarrollo turístico y las relaciones entre políticos, empresarios y especuladores de bienes raíces…

Empero, no siempre los afectados directos son propietarios privados o comuneros agrarios, sino que en muchas ocasiones se trata de formas de apropiación de reservas naturales o playas, que suelen ser bienes públicos o regidos por leyes federales, en donde se intenta imponer proyectos aún y cuando las leyes ambientales prohíben su construcción, o cuando las sociedades locales están en contra de ciertas formas de desarrollo...” (Turismo, globalización y sociedades locales en la península de Yucatán,

México). El escándalo público más reciente sobre este tema deriva del reportaje “Tulum: Tierra de ambiciones” de la periodista Lydia Cacho (2015) En este reportaje documenta "...Desapariciones forzadas, homicidio, persecuciones, amenazas, extorsión... así se consigue despojar de tierras a ejidatarios de la Riviera Maya. Las dinámicas de despojo responden a una guerra abierta entre empresarios corruptores y políticos corruptos, que han tomado a los tribunales agrarios como rehén, corrompiendo jueces en ocasiones. Tulum es un botón de muestra de lo que enfrenta el país: una batalla por desaparecer los ejidos en un contexto de pulverización institucional en el que la ambición empresarial se impone a la ley y a los planes de desarrollo sustentable..." (Tulum, tierra de ambiciones.). Tulum NO necesitaba un ANP, necesitaba fortalecer las capacidades y gobernanza de los locales, del ejido, requería de brindar realmente

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