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El cálculo inexplicable de Capacidad de Carga y Límite de Cambio Aceptable

colocándolas contra debilidades (internas), pero no aparecen las amenazas. Esto demuestra cómo la facilitación de la consultoría, o bien desconocía el uso y limitantes de la herramienta o tomó el diagnóstico y lo presentó como quiso. Sobra decir que el factor de oportunidades y la contraparte de amenazas se presentaron en una tabla aparte. Llama la atención que las propias categorías fueron modificadas, sólo se delimitaron fortalezas (se suponían internas) pero el listado incluía factores internos y externos, a los que luego se aplicaron debilidades. Un FODA confuso, que daba una imagen estilo Picasso. Pareciera una carencia de experiencia en este tipo de construcción o una simulación descarada de participación tokenista. Pero el resultado es escueto, poco fundamentado, y completamente desarticulado del objetivo, rayando en lo confuso. Cuando los actores locales confrontaron a los consultores con las deficiencias de su “metodología participativa” los consultores empeoraron la situación tratando de compensar dichas deficiencias. Realizaron convocatorias grupales en medio de la contingencia sanitaria por COVID19, estando la entidad en semáforo rojo, sin importarles poner en riesgo a los participantes convocados, lo cual desató críticas aún más severas en contra. Esto demostró no solo la falta de consciencia social y empatía de la consultora hacia las comunidades locales, pero su desconocimiento total o total falta de calificaciones para realizar el trabajo comprometido.

La Organización Mundial del Turismo define la capacidad de carga como ''el nivel de visitantes que utilizan un área puede acomodarse'' (Buckley, 1999,). Sin embargo, existe aún mucha confusión sobre este concepto. Hablaremos extensamente de las razones porque la comunidad científica a nivel internacional y los habitantes locales, los actores sociales, cuestionan el uso de los números surgidos de la Capacidad de Carga Turística (CCT) y de Límite de Cambio Aceptable (LCA) (Ver el Mito de la capacidad de

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Carga Turística, más adelante); por el momento nos limitaremos a analizar los conceptos y datos contenidos en el PROTUR. Cuando se revisa en el Anexo 1 del documento del PROTUR, donde supuestamente se explica la forma en la que se obtuvieron los datos y cálculos de la Capacidad de Carga, resultan inexplicables los datos que se utilizaron para determinarla; más que inexplicables, carecen de explicación. Como ejemplo, el cálculo de Capacidad de Carga Física, se ejemplificó con un solo sitio como base de referencia que fue El Canal de los Piratas (Tipo de oportunidad II, según PROTUR): Resultado: Capacidad de Carga Física: 21,345.04 personas al día. Se calculó entre 5 a 14 personas por embarcación de hasta 27 pies, lo que dio 1,778.75 embarcaciones.

Utilizó la fórmula de capacidad de carga física: CCF = S*NV Sp

Dónde:

S= Superficie disponible sp= Superficie usada por las personas NV=Número de veces que el sitio puede ser visitado por la misma persona en un día (factores Tv/Hv) Pero al momento de revisar los datos nos topamos con que: Hv/Tv = 13/Varía según sitio. Más que otra cosa no explica de dónde obtiene sus cifras y sus factores de corrección. Esto no permite corroborar los datos de referencia para que uno pueda realizar el cálculo que la consultora realizó. Sin embargo, más abajo se realiza el cálculo de la siguiente manera (página 118 del PROTUR): Capacidad de Carga Física= 46571*3.666666667 = 21,345.04 personas al día. ¿Para el canal de los Piratas únicamente?

Uno supone que 46571 (¿m2?) es el área del Canal de los piratas (S) que se menciona como ejemplo (Tipo de oportunidad II), pero el cálculo presentado no sigue la fórmula y de hecho está equivocado. Si tomamos directo el dato como está en el documento:

46571*3.666666667= 21,345.04 personas al día, si se hace de ese modo el cálculo, 46571*3.666666667= 170,760.33 personas al día. A menos que la superficie utilizada por persona hubiese sido 8 (m2), que es lo que da

170,760.33 entre 21,345.04 = 8. Pero el documento nos deja adivinando ¿de dónde salieron todos esos números? Y va más allá, presentando un recuadro de datos y resultados de la CCF, con otro número inexplicable:

Clase de oportunida d Capacidad de carga física (personas por día) Personas por grupo/ embarcaciones de hasta 27 pies

II 21,345.04 5-14 Capacidad de carga embarcaciones por día

1,778.75

Fuente: Tomado de la página 118 del documento PROTUR. En: http://www.geoalternativa.com/acervo/PROTUR_2020.pdf

No explica como promedió las 5 a 14 personas por embarcación, para que resultaran 21,345.04 (que ya vimos es un numero inexplicable), determinara 1,778.75 embarcaciones por día, antes de los factores de corrección. El número de personas para que nos dé ese resultado es 12. ¿Cómo se estableció el criterio para que 12 fuera el número mágico en el rango de entre 5 y 14? Si utilizáramos un razonamiento práctico, tomaríamos 9.5, que es el promedio entre 5 y 14. Pero eso hubiera dado un número mayor de embarcaciones: 21,354.04 / 9.5 = 2,246.8 embarcaciones. 460 embarcaciones más del resultado que obtuvo la consultora. En una versión posterior del documento se modifican las cifras, pero es más o menos el mismo razonamiento. No decimos que este número sea o no correcto, de entrada, es complicado entender los razonamientos iniciales para este cálculo de capacidad de carga física, no se diga de los criterios para determinar sus valores y la forma en la que se comunicaron los resultados, y así con el resto del Anexo 1. Los Factores de corrección tampoco se explican, y dado que no se refieren citas bibliográficas o memorias de cálculo, todos los números obtenidos parecen haber aparecido mágicamente.

Como comentario, actualmente existe un conflicto marcado entre los lancheros y serios cuestionamientos de la opinión pública sobre el número de lanchas existentes en la laguna, con apenas 500 o 600 lanchas operando. La Capacidad de Carga del PROTUR estableció prácticamente el triple de ese número: 1,779 embarcaciones; si corregimos el cálculo como lo hice, dividiendo entre el promedio de 9.5 y no de 12, como inexplicablemente lo determinaron, el número de embarcaciones subiría a 2,247. PROTUR habría determinado casi 4 veces el número de

embarcaciones. Sin embargo, Capacidad de Carga no es un método recomendable, como puede verse en la sección correspondiente de mitos a este respecto. Con respecto al Límite de Cambio Aceptable, en la presentación de los métodos (página 41 del documento) el PROTUR determinaba: “…El método de límite de cambio aceptable se basa en determinar las condiciones deseadas en un lugar para planificar las acciones necesarias para alcanzar dichas condiciones (García Rivas, et al 2005) El límite de cambio aceptable incluye elementos sobre la experiencia del visitante, compatible con el turismo de naturaleza y considera sobre todo el empoderamiento Social para que sea la sociedad quien ejerce el cumplimiento de sus decisiones en planificación, entonces precursores de la sostenibilidad en su territorio a través del monitoreo. Un proceso de siete pasos… se tiende a la planeación estratégica de las actividades en la laguna…” Pero se queda corto. En el texto se vuelve confusa la forma en la que construyeron todos los elementos y no alcanza a comunicar adecuadamente el fundamento de sus procedimientos. Para mayores detalles en Límite de Cambio Aceptable, ver más adelante en la sección de mitos.

Acerca de la metodología de LCA en el PROTUR utilizada se realizan aseveraciones muy fuertes (para marketing), pero que difícilmente se ven cumplidas en el desarrollo del documento. La consultora asegura: "... El límite cambio aceptable incluye elementos sobre la experiencia del visitante, compatible con el turismo de naturaleza y considera sobre todo el empoderamiento Social para que sea la sociedad quien ejerce el cumplimiento de sus decisiones en planificación, siendo entonces precursores de la sostenibilidad en su territorio a través del monitoreo. Mediante un proceso de siete pasos (Figura 25) se tiende la planeación estratégica de las actividades en la laguna..." Si nos detenemos a razonar esta declaración, se desprende que para el PROTUR el LCA buscaba como objetivo satisfacer la experiencia de los turistas, no del conocimiento del sistema, ni su enfoque era la protección ambiental. Lo cual es comprensible ya que es una evaluación de actividad turística para beneficio únicamente de la experiencia del turista, no de la protección del ecosistema. Pero a la comunidad se le vendió en un discurso de protección ambiental.

También decía que el criterio de límite de cambio aceptable era para turistas cuyas preferencias de experiencia eran compatibles con el turismo de naturaleza. Pero, esa es una aseveración mercadológica y simplista sin base, si se toma en consideración que la forma en que un turista podría interpretar una experiencia y determinar una preferencia depende de valoraciones individuales muy complejas, si solo tomáramos en consideración cómo los seres humanos priorizamos individualmente lo que es importante para nosotros. No puede hacerse una declaración simplista de las emociones de los clientes de turismo, ni tener una idea simplista de lo que buscan, dado que habría que incorporar otros aspectos como su condición humana, su bagaje, la publicidad, la atracción desde la oferta turística, y de diversos factores que estimulan las decisiones del turista. Otra parte del objetivo del LCA era que la misma sociedad, basada en las preferencias del turista, iba a tener que construir un escenario con reglas y acatarlas. Pero se construyó desde un lugar endeble y desinformado, sin conocimiento del objetivo, con un proceso desarticulado y con un nivel de participación tokenista, simulado. Finalmente aseveraba que el empoderamiento social iba a limitarse a seguir las reglas para cumplir las expectativas del turista y aprender a monitorear el sistema para garantizarle al turista que va a tener esas experiencias. Lo que se entiende es que el empoderamiento social impulsado por el PROTUR, consistiría en dejar que el grupo de actores cercanos a los que se les invitó, convocó y otorgó la facultad de decidir a nombre de toda la sociedad (para simular que se hizo "de manera participativa"), iba a establecer y decidir sobre los criterios que el resto de la población iba a tener que seguir y monitorear obligadamente; mientras ellos (con acceso a administrar fondos o beneficios directos) y el resto de la comunidad (obligados por la decisión de la tríada) garantizaban que la Laguna iba a ser un lugar donde los visitantes tuvieran una experiencia satisfactoria de un recurso natural cuidado, a pesar de lo que fuera.

Eso, para los promotores del instrumento era el empoderamiento social y la clave de la conservación de la Laguna: Comprometer a la sociedad, con lo que decidió un grupo seleccionado por ellos mismos, con criterios unilaterales, con una planificación "participativa" simulada, para garantizar que los turistas pudieran tener un sitio “reservado” y “protegido” que les garantizara una experiencia de disfrute de la Laguna.

¿Dónde había quedado la justificación inicial del PROTUR? de ser una solución a problemática socio-ambiental y para la protección del patrimonio biocultural. Los promotores del PROTUR, como parte de la tríada, creyeron que la participación pasiva de la comunidad era el objetivo final del empoderamiento, estar ahí, validando lo que se les proporcionaba, y no como parte de una construcción real. Creyendo también que el paradigma del turismo sostenible iba a funcionar como por arte de magia, sin que los habitantes locales estuviesen realmente empoderados. El fortalecimiento y empoderamiento de los residentes, es decir los habitantes locales, puede no significar lo mismo para los actores locales que para el gobierno, para las organizaciones no gubernamentales ambientalistas o para los académicos, lo que sí se reconoce es que "si el gobierno no empodera a los residentes, el éxito del desarrollo turístico y la sostenibilidad no se puede garantizar" (Choi & Murray, 2010). Al enfocarse en los gustos preferencias y necesidades de los turistas como base de la planeación de un instrumento regulador a partir de lo cual “empoderar” a los locales, es decir, si el objetivo del instrumento es reglamentar el sitio para mantener la laguna "bonita " para los visitantes, y luego pretender que esta decisión y visión se “construyó” a través de una metodología participativa, construida con los locales, como el PROTUR y sus promotores, se viola abiertamente la declaración de Berlín sobre diversidad biológica y turismo sostenible que se emitió en 1997.

“…: El turismo debe desarrollarse de manera que beneficie a las comunidades locales, fortalezca la economía local, emplee a la fuerza de trabajo local y, donde sea ecológicamente sostenible, utilice materiales locales, productos agrícolas locales y habilidades tradicionales. Deberían introducirse mecanismos, incluidas las políticas y la legislación, para garantizar el flujo de beneficios a las comunidades locales. Las actividades turísticas deben respetar las características ecológicas y la capacidad del entorno local en el que se llevan a cabo. Se deben hacer todos los esfuerzos para respetar los estilos de vida y las culturas tradicionales…” (Biodiversidad y Turismo, 1997) … ” La literatura de referencia para construir el PROTUR vino de la CONANP. Aunque se insista que el PROTUR no intentaba ser un Programa de manejo para una ANP, solo bastaba estar consciente de que la Capacidad de Carga Turística y de Limite de Cambio Aceptable son conceptos que se

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