Mandala 3 Elecciones

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MÁNDALA Filosofías Underground


Fotodelicos

Samantha Nolasco Coiffier

J. Cracket


En el cielo como en la tierra Oliver Garcia

A

caso estar informado consiste en que mis redes virtuales me pongan al día. Quizá si voy de la mano con Carmen Aristegui pueda alcanzar un nivel óptimo de información. Ya sé, seguramente, cuando lea hojas y hojas acerca de la historia de los movimientos sociales pueda por fin, encontrarme por encima del resto de los ciudadanos. Tal vez cuando mi postura me obligue a enfrentar jueces en feroces congresos esté a un pasito de lo verdadero. Yo no sé qué es lo verdadero. Hace poco platiqué con una defensora del amor, del amor honesto, no corrupto, cuyos contrincantes no habían sido capaces de sacar a la luz antecedentes penosos, datos refutadores de la imagen cercana a los menos afortunados que ostenta. ¡Diablos!, siempre pienso en la muerte como posible prueba de una intención genuina, para bien o para mal (veremos en uno años). Pensar que es tan sencillo gobernar y solucionar vidas como diosito cristiano es mera fe ¿no? Pero yo también la tengo, tengo fe en que lo blanco es blanco en nuestras mentes, aquí y ahora, toco madera y es gris, ningún funcionario puede escapar del sistema y en algún momento los tropiezos manchan, se cubren pero no se limpian. Mi amiga socióloga sacaba los dientes para embarrarme a un López Obrador utópico, yo no estoy en su favor, simplemente de entre todos, estoy un poco menos en su contra. Y pienso en mi desesperación ante la falta de argumentos, y ni Aristegui ni los debates, ni los libros me dan respuestas liberadoras, porque al final todo se reduce a eso. Yo simplemente tengo fe en que la etiqueta partidaria los cortó por igual. Es entonces cuando soy del nivel de la devoradora de melodramas, del borrachito necio, de los albañiles albureros. Ellos también desean creer en un futuro que les convenga. ¿Cuánto es lo mínimo de información que un ciudadano debe tener acerca de los candidatos o los gobernantes?, ¿quién les va a dar ese conocimiento?, ¿para qué?, ¿de verdad les interesa?, ¿quién puede distinguir dentro del discurso si hay política o no?, ¿si nos explican cómo se logra una propuesta, en realidad entenderemos? Producto Interno Bruto estoy para esas cosas (por ejemplo). No voy a ser estúpido, no hay respuestas, hay preguntas y hay un montón de visiones compitiendo por ser escuchadas. De este universo yo selecciono lo que me importa y me ajusta. ¡Maldito pesimismo desgarrador!, por lo menos aún creo en aquellos que sin saberlo o decirlo van cambiando el sistema desde y en su propio nicho. La modestia, rebasa el amor.


Frases de 24 x segundo Karen Alfaro

A

l hablar de “elecciones”, no es necesario referirse únicamente al ámbito político-social en el que próximamente estaremos inmersos este 1ro de julio, pues a lo largo de nuestra vida nos la pasamos eligiendo, ya sea por gusto, imposición, porque la ocasión lo amerita, porque no nos queda de otra; ya sea para cambiar o para no cambiar, para complacer a alguien, para complacerse a sí mismo, etc., Y justamente hablando de las elecciones, ¿Qué hacemos, más allá de preocuparnos si ganará EPN, JVM, AMLO(♥) o (jajá, está bien QUADRI)?, para este tercer número, no encontré una mejor frase que la siguiente: “Choose Life. Choose a job. Choose a career. Choose a family. Choose a fucking big television, choose washing machines, cars, compact disc players and electrical tin openers. Choose good health, low cholesterol, and dental insurance. Choose fixed interest mortgage repayments. Choose a starter home. Choose your friends. Choose leisurewear and matching luggage. Choose a three-piece suit on hire purchase in a range of fucking fabrics. Choose DIY and wondering who the fuck you are on Sunday morning. Choose sitting on that couch watching mind-numbing, spirit-crushing game shows, stuffing fucking junk food into your mouth. Choose rotting away at the end of it all, pissing your last in a miserable home, nothing more than an embarrassment to the selfish, fucked up brats you spawned to replace yourselves. Choose your future.

But why would I want to do a thing like that? I chose not to choose life. I chose somethin’ else. And the reasons? There are no reasons. Who needs reasons when you’ve got heroin? ¿La recuerdan? ¿El nombre Mark Renton les suena?, ¿Y el bebé gateando en el techo?, ¡Así es!, aparece al inicio de la película escocesa Transpotting, del director Danny Boyle, basada en la novela de Irvine Welsh (la cual lleva el mismo nombre). Esta frase, (que más que frase parece todo un prólogo de la película), es dicha por el narrador y protagonista Mark Renton, quien muestra aptitudes ingeniosas mediante un análisis crítico de la vida y de su realidad perturbada por la adicción a la heroína. Esta comedia dramática, más que girar en torno a un grupo de jóvenes adictos a la heroína, nos maneja una serie de “buenas” y “malas” elecciones que los protagonistas van tomando a lo largo del film.


Elige despertarte con el pie izquierdo o el pie derecho, elige una vida, un trabajo, una carrera, una familia, una buena salud, elige a tus amigos, elige una casa, un auto, elige tu música, elige un buen reproductor de música, elige comprar piratería y ahorrarte unos cuantos centavos o valora el trabajo que conlleva cada disco o película que consumes, elige un color, el estilo de tu ropa, tu comida, tu pareja, elige la posición sexual que más te satisface, elige tu corte y color de cabello, elige a tus compañeros de equipo, elige tu foto de perfil, elige entre comer en la cafetería o llevar algún alimento de tu casa, elige entre usar preservativo o cambiar pañales, elige entre un libro o un programa de televisión, elige entre lo dulce o lo amargo, elige entre leer Mándala o seguir perdiendo el tiempo, elige tu futuro…

Y la lista continuaría, pero resultaría un tanto controversial y sobre todo interminable; porque siempre estamos así, eligiendo entre diversos objetos, personas, lugares, momentos, etc., y lo peor, muchas veces no pensamos al momento de elegir y nos dejamos influir por los demás. Y bueno, ya casi para finalizar, considero que debemos de saber elegir ya que de un simple sí o un no, pueden depender muchas cosas, algunas casi insignificantes y otras con consecuencias mayores; todos tenemos un Mark Renton dentro de nosotros, adicto a nuestra propia heroína, filósofo de la vida, observador de su entorno y de los que habitan en este amigo, amante, pero al final críticos, pudiendo elegir o no elegir una vida, o cuestionarnos de todo este rompecabezas de elecciones que nos han ido formando. Entonces, si quieres ser “diferente” o generar un verdadero cambio mediante el “compromiso”, recuerda que al final “el cambio verdadero está en tus manos”, tú eliges.


No todo es lo que parece

Roberto Pacheco

Para estos tiempos de elecciones, hay una película que queda bastante ad hoc con la situación política de nuestro país, sobre todo en materia de discurso y lenguaje, por supuesto me refiero a Spinning Boris (2003). En este film estelarizado por Jeff Goldblum, Anthony LaPaglia y Liev Schreiber, podemos ver cómo con unas mentes maestras del lenguaje y el discurso detrás de ti, puedes lograr que un total inepto postulado a dirigir el futuro de tu país, sea visto como ¡La mejor opción para el bienestar y provenir para ti y tu familia! ¿Qué tal? ¿A poco no les suena conocido? De la mano de Roger Spottiswoode quien nos dio Under fire y James Bond:Tomorrow never days, en esta ocasión nos trae un fragmento de la verdadera historia política de uno de los países que conforman este planeta. Es el año 1996, y en Rusia inician las segundas elecciones democráticas del país, por supuesto los simpatizantes del comunismo no dejarían pasar la oportunidad para volver al poder, y valiéndose del terrible desempeño del entonces 1er presidente de la federación de Rusia: “Borís Nikoláyevich Yeltsin”, que busca reelegirse para mantenerse en el poder. Su insistencia lo hace llamar a tres de los mejores asesores de campaña del momento, lo curioso es que éstos eran, ¿adivinen qué? Sí, exacto, ¡norteamericanos!, quienes, aun tratándose de una situación delicada, deciden aceptar por la apreciable remuneración económica y profesional que les podía traer. Con base en el sistema de campaña electoral que emplean ---el cual podemos observar en nuestra actual situación política--- intentan revertir los resultados y mantener a Boris en el poder.

Lo verdaderamente aplaudible del film es ver cómo con el simple hecho de estudiar a un grupo ---en este caso los votantes---, puedes saber por dónde atacarlos, convencerlos, persuadirlos o como quieran llamarlo, a inclinarse por un candidato que les sonríe, les miente y les promete un porvenir espectacular. Con el hecho de dominar un excelente discurso y una magnifica imagen puedes hacer que un perfecto idiota con un terrible historial sea visto como la mejor opción para ti y tu país. Quizá no haya una magnifica fotografía o una increíble dirección o demás aspectos técnicos, pero el que esté basado en hechos reales ---y más conociendo las fricciones que siempre han existido entre Rusia y Estados Unidos --- le da un plus que lo hace realmente interesante, en fin, si no la has visto puedo recomendártela ampliamente y si ya la viste estarás de acuerdo conmigo, bueno, a menos que estés buscando una película de sangre, explosiones, sexo, amor y drogas, de esas para matar el rato, de ser así quizá debas dejar este film para otra ocasión. No obstante, dado el ambiente electoral que se vive en estos momentos en nuestro querido país valdría mucho la pena analizar el mensaje de esta película antes de tomar una decisión este 1ro de Julio.

¿Sabias qué? En este film el papel de Boris Yeltsin fue estelarizado por el mismo Boris Yeltsin, ya que todas las tomas de él usadas en este film, fueron extraídas de grabaciones reales durante su campaña, es por esto que nunca hace una sola aparición en escena.


Fotodelicos

Alma Laura Lagarde

Elizabeth Ramos Castillo


LO QUE NACE DE MI TIERRA …los niños santos curan las llagas, las heridas del espíritu. Los niños se toman de noche; para esto se celebra a la velada frente a imágenes de santos. Soy sabia, curo con lenguaje. A la memoria de María Sabina

Por aquí han bajado y subido plantas, animales y seres humanos; por este lugar del que se dicen tantas cosas, pero nadie conoce la verdad; ni el más viejo y sabio halla el camino de donde llegamos. Verde y viejo es el lugar donde he nacido, donde por primera vez sangre azteca corrió furiosa por mis venas; lleno de gigantes cerros que recorrían mis pobres y descalzos pies que picoteados por las piedritas me hacían sentir mazateca por todos lados: María Sabina me llamaban, la mujer que como un árbol dejó que fuera su fruto y el padre que murió antes de que pudiera recordarlo. Durante un buen tiempo viví criando animalitos, amando los regalos de la tierra y aprendiendo con gusto las tareas de una mujer como yo, pero antes de que pudiera preocuparme por usar el vestido con más flores o mejor bordado, mi madre sin explicarme me dio a un hombre a quien sin conocer estaba obligada a amar.

Yo creía en mis dioses y no en ése que predican los que llaman a sus templos “iglesias”; y fue en una de éstas donde me matrimoniaron con Serapio Martínez. Ahí mismo, en el lugar donde vuelan las águilas, seguí viviendo, ahora con ese hombre ajeno a mí y creí entonces en su dios y sus santos; él jamás fue malo conmigo, pero tampoco hablaba. A pesar de esto mi corazón junto con mis flacas y aún jóvenes manos temblaron cuando Serapio se marchó con aquel montón de hombres armados que decían luchar por la libertad del país entero, pero yo, ¿yo que iba a saber de libertad? Si sólo vivía entre los carrizos y el techito de mi choza. Largo tiempo esperé a Serapio y con el tiempo dejé de esperanzarme en que volvería; mucha gente de aquí me decía que de la revolución nadie volvía más que muerto. Dejó de importarme el cuerpo de Serapio que con un rifle luchaba o que como cadáver podría volver. Y un día mientras cortaba las mazorcas de mis milpas, Serapio se apareció todo flaco, pálido y maltratado como calaca de todos santos. Lo alimenté, lo escuché, lo curé y lo volví a querer, él también me quiso hasta que me dolieron los pechos y me llegó el amor de madre; y como si hacerme tres hijos hubiera sido su misión en la sierra mazateca, Serapio me dejó para estar lleno de tierra y gusanos como los otros difuntos dormidos en el camposanto. No se había visto madre que alimentara sola a sus hijos, pero así estaba esta María ahora: sola y menos tonta. Sembraba, cosechaba, era madre, alimentaba y bordaba. Eran para ese entonces mis bordados los que valían las monedas para dar de comer a las bocas que me pertenecían, las bocas a las que podía mandar y criar a mi antojo, pero que, sin embargo amaba. Fue en ese subir y bajar del cerro al pueblo, fue en ese trueque de bordado a moneda que conocí a Crisanto con quien volví a ser mujer de un hombre, pero viuda por nueva cuenta. Crisanto tenía el alma podrida y pronto alcanzó a Serapio en su tumba; me dejó otra vez sola, cosechando, tejiendo, viviendo la partida de mis hijos, pero jamás con la mirada triste. Y así viví varios años haciendo lo mismo y conociendo lo que los dioses nos habían dejado aquí abajo. Y un día, cuando el sol quemaba con ganas de tostarme como café y la lumbre de mi viejo tabaco avanzaba más rápido que nunca, yo encontré el


mejor lugar que había visto. Todo verde verde, lleno de unas platitas de rabitos largos y delgados como dedos de viejita, con cabezas como nariz de armadillo nomás que blanditas, eran todos blancos como las nubes donde vivía Tláloc. Los toqué, los acaricié, sentí cada cabellito que tenían, los corté y no se por qué terminé por hacerlos cachitos con mis dientes amarillos. Me tiré en la naturaleza con mi chal todo envuelto en mi ser y dejé que echaran raíces sobre mi, que sus árboles nacieran de mi y me hicieran cosquillas, dejé que la tierra me hablara, escuché las voces del más allá y también las del más acá. Me llené de algarabía y mi boca hacia mucho ruido por esto, mi cuerpo entero volaba y yo extendía los brazos como queriendo alcanzar el cielo, mis ojos todos negros como la noche vieron cosa que jamás podría imaginar alguien, ni el más loco de los locos podría ver lo que yo vi. Pronto mi cuerpo y mi alma se curaron de todos los males que traían, ya no había ningún dolor en aquel momento, era como estar con los dioses. Eso hacían los niños santos que me encontré en el campo, esos eran los niños santos que me enseñaron a curar con ellos las heridas del cuerpo y del espíritu.

Karen Jeanette Reyes Badillo


Viene el cierre de campañas y siempre vemos los regalos que dan durante el proceso de éstas para votar por alguno de los candidatos porque ellos son la mejor opción, sin embargo, antes de que les den esa cubeta, playera, cilindro, boing, torta y demás cosas, se los llevan como acarreados ofreciéndoles sólo promesas por un voto que a los candidatos y a su partido sólo les beneficiara según sean sus intereses, no cumplen lo prometido al cien por ciento. Pero esto de los acarreados no es nuevo y Martín Luis Guzmán nos describe esta escena en La sombra del caudillo: A cada hombre le daban algo del montón de comida que había dentro de las tres mesas: un taco de barbacoa; en la segunda, un taco de guacamole, y en la ultima un taco de frijoles. Luego se señalaba a los manifestantes el sitio donde podían recibir, si les pedían más tortillas; y más allá, en torno a unos barriles, les daban de beber. Todo ello, ni muy suculento ni muy abundante; pero junto a la miseria diaria, un banquete. De los indios de las haciendas, muchos habían caminado quince o veinte kilómetros y llevaban doce horas sin probar bocado; más no por eso denotaban impaciencia o precipitación: aguardaban su turno con mansa dignidad. Luego con la comida en las manos, iban a sentarse a la sombra de los árboles, para entregarse allí a morder, poco a poco, sus rollos de tortillas. Comían con tristeza fiel –con la tristeza fiel con que comen los perros de la calle–; pero lo hacían, al propio tiempo, con dignidad suprema, casi estática. Al mover las quijadas, las líneas del rostro se les conservaban inalterables.

El día de la elección presidencial ya está más cerca, ya muchos tienen definido su voto, pero, qué vimos en las campañas, puras promesas, guerra sucia (¿ha habido alguna guerra limpia?); todos contra todos, vemos los intereses políticos de los personajes, en los que unos tratan de hacer bien las cosas y otros no, después de los resultados veremos los agradecimientos en la política mexicana con respecto a los intereses que a ellos les convienen. -¡Agradecimiento! En política nada se agradece, puesto que nada se da. El favor o el servicio que se hacen son siempre los que a uno le convienen. El político, conscientemente nunca obra contra su interés. ¿Qué puede entonces agradecerse?

Esto siempre lo hemos visto no es nuevo y no hay mejor referencia que una excelente novela La sombra del caudillo, de Martín Luis Guzmán, léela y conocerás parte de la historia de México. Pablo Coyote


Fotodelicos

Alma Laura Lagarde

J. Cracket


Sandra Lux



Fotodelicos

Nancy Vite

Adriana Saac


Palabrasrevueltas

Sueño realizado

Le pregunto a la esperanza con mi corazón en la mano, si algún día podré ser libre y tener el poder de volar. Que por un momento me quite esta preocupación de pensar, el escalofrío que me dan los recuerdos de nunca saber amar. Le pregunto a Dios con mi fe en la mano si tengo algún grano de posibilidad para poder resucitar en alguien más, o simplemente me guarde en el tiempo para esperar ese nuevo reino que todo mundo dice que prometes. Yo lo sé, tal vez no lo merezco, pero quiero llegar a tu báscula y pesarme, o si no, simplemente dejar de existir. No quiero abrazar mi locura otra vez, pero de repente ya no tengo alguna otra opción. Me gustaría tener miles de filias y poderlas compartir, pero lo único que me sobran son fobias. Ya no quiero verme como un sobre de ketchup aplastado en la calle, ya no soporto mi tristeza, quedo arrodillado a tus pies, perdón si ya no me salen las lagrimas pues ya me las terminé, déjame apreciar el mundo de otra forma….. El único recuerdo que tengo de mi vieja vida fueron esas palabras, y la forma en que mis ojos veían borroso y se iban cerrando. Mi transformación me la contó mi alma, es difícil explicarla con mis palabras, como difícil me fue empezar a volar. Ahora soy un pájaro burlón.

J. Cracket


¿El cine mexicano tiene calidad? Es la pregunta que muchos malinchistas deben de estarse haciendo al leer esto. Las películas mexicanas no cuentan con buenos efectos, no son suficientemente interesantes, son vulgares, las historias son aburridas, te dejan con un mal sabor de boca; y aunque tienen una considerable cantidad de fans, simplemente parecen ganarse el desprecio de la mayoría. ¿Qué es lo que tienen las películas mexicanas para ganarse comentarios tan despectivos de parte de los críticos? ¿Por qué, a pesar de que las salas de cine se ven aparentemente llenas cuando se estrena una película mexicana, los resultados al final de la temporada parecen ser fracasos taquilleros?

Pareciera que el cine mexicano nunca cumple con las expectativas del público, pero yo difiero completamente. Las películas mexicanas no necesitan grandes efectos visuales para cautivar al público en general, puesto que tienen historias singulares donde se reflejan la riqueza de nuestra cultura y nuestro ingenio desde diferentes puntos de vista. El problema con la crítica, es que sus expectativas acerca del cine mexicano están fuera de lugar, esperan producciones hollywoodescas cuando, en realidad, nuestro enfoque es totalmente diferente, la realidad de México comparada con la de Estados Unidos es ridículamente distante, es tonto esperar películas de ese tipo cuando nuestra situación no se le parece a la de los gringos en lo

Calidad del ci más mínimo. Así mismo, pienso que algunas veces la gente desprecia las películas mexicanas porque éstas reflejan el contexto en el cual estamos viviendo, y es difícil para todos toparse con la realidad representada de manera tan cruda y tan repentina. Y de esto se trata el cine mexicano actualmente, de plantear situaciones tal y como son, señalar las características buenas o malas, corruptas u honestas, sinceras o falsas, pero finalmente, nuestras; porque la esencia de los mexicanos está en todo lo que hacemos y buscamos reflejar. Ahora que, si volvemos un poco en el tiempo recordaremos un periodo de gran éxito para el cine mexicano como lo fue la Época de Oro, donde se consolidaron grandes actores como María Félix, Mario Moreno “Cantinflas”, Pedro Armendáriz, Andrea Palma, Jorge Negrete, Sara García, Fernando y Andrés Soler, Joaquín Pardavé, Arturo de Córdova y Dolores del Río.


La Época de Oro duró de 1936 a 1957. En esos años, el cine mexicano abordó más temas y géneros que en ninguna otra época. Obras literarias, comedia, comedias rancheras, películas policíacas, comedias musicales y melodramas, formaron parte del inventario cinematográfico. Y también en la recta final de este periodo se inauguraría otro género tentativo de considerarse nacional, pues así como la comedia ranchera, no tuvo rivales fuera de México, me refiero al género de luchas o películas de Lucha Libre (algunas películas importantes fueron las del Santo, como todos podremos recordar). Debido a la Segunda Guerra Mundial el cine norteamericano tuvo un descan-

ine mexicano

Adriana Saac

so, , por así decirlo, en la producción de películas, permitiéndole al cine mexicano un mejor y más completo desarrollo. Así, teniendo en cuenta el hecho de que la competencia para México era prácticamente nula, es razonable el que el cine mexicano haya estado en su mejor auge si lo comparamos con nuestra actualidad, donde no sólo se compite contra Norteamérica, sino también contra varios países de Europa, mas aun así, no se ha quedado tan atrás. Entonces tenemos historias diferentes, buenos actores, excelentes directores y el singular toque del ingenio mexicano que nos diferencia de todo el mundo, ¿qué más se necesita para tener la aprobación de los críticos? En cuestión de producción y distribución es imposible emparejarse con los largometrajes de Estados Unidos tan rápidamente, pero en cuestión de calidad y capacidad creativa se está compitiendo muy fuerte, y tenemos como reconocimiento el apoyo tanto nacional como internacional del público, ya sólo es cosa de que se quiera comprobar.


¿Qué pedo con las elecciones? Mowgli420

No sé ustedes, pero yo soy de las personas deseosas de que ya sea la noche del primero de julio, pucharle al botón de ON en el control remoto para ver al teacher decir quien ganó las elecciones o quizás meterme a Facebook o Twitter y ver cómo se atascan con imágenes y twits ingeniosos. en un campo en donde esta permitido todo. Y así recordar que ¡The revolution will not be televised! Para mí esa noche, será apocalíptica, aún más que el 21 de diciembre del mismo año. Ver cómo el PRI puede perder nuevamente, observar a Josefina decir que es diferente, y sin embargo, al final hará lo mismo que el sexenio pasado (sic.), o presenciar la reelección del presidente legítimo de la republica amorosa. Y Quadri… pues quizá sea un televidente más. Pero, ¿qué hace interesante este proceso electoral? Para mí el factor importante en estas elecciones es Internet, ¡la era digital ha llegado! (aunque no a todos), además de agregarle el factor mexicano, el folklor que se muestra en imágenes graciosas utilizando a los candidatos. Ya no sólo hay acarreados en el plano de la realidad material, sino que como dice Jenaro Villamil en su libro Si yo fuera presidente, ya hay una “cargada digital”, el PRI se vio obligado a crear un movimiento en Internet -@Ectivismopara poder defender a su candidato de todos los errores cometidos y que eran criticados con

publicaciones ácidas en el mundo virtual. No obstante, el PRI cayó en el error de crear bots (robots o identidades en línea creadas virtualmente y utilizadas para multiplicar la presencia de mensajes propagandísticos) que tuitean lo mismo y retuitean cualquier comunicado escrito por Enrique Peña Nieto, o sea acarreados que ni existen. Desde mi punto de vista, -a lo mejor porque en Facebook no tengo amigos priístas de hueso colorado o porque en mi lista de followers en Twitter no tengo amigos de la “diferente” Josefina, AMLO es quien tiene más power en las redes sociales, usando la historia como única arma, seguido de la Chepina y su “feminidad”, y pues el mas odiado es (redobles)… Enrique Peña Nieto, la imagen del nuevo PRI, renovado y más guapo, la persona que ha unido a México gracias al odio. Y pues Quadri, nada más se hizo famoso por la combi y la edecán. Pero neta, ya quiero que sea el 1º de julio, ¿qué pasará si Enrique Peña Nieto llega a ganar? ¿Qué pedo con AMLO, hará berrinches o se armara la Fiesta Nacional? ¿Qué tan diferente puede llegar a ser Josefina?, y Quadri… pues no he gastado tiempo creando hipótesis de lo que pasaría si ganara. En mi mente he creado todos esos escenarios post-apocalípticos


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