EDITORIAL
ÍNDICE
Calientan la sangre para que el alcohol hierva. Cobijan las soledades y alientan las compañías.
- Huellas de sangre
Resguardan en su escándalo el silencio de quienes no pueden hablar, traspatio de muerte y de delincuencia, de la pobreza más allá de las baldosas. Los sonideros, botón que no reclama protagonistas y nos recuerda que el barrio y el pueblo somos todos, en las micros, las ferias, los bailes y los bautizos. Nos hacen salir del anonimato con sus voces aguardientosas a máximo decibel.
- CAF (Centro de Arte y Filosofia) - Las paredes y los postes colorean México - Ecos de la calle - Alegoría (preludio al amor) - Aquel oscuro sueño en el que aparecías - Bala Stereo - Los Sonideros... esos cabrones desconsiderados - Novato - Música
Un saludo , para ellos.
Fotodélicos David Eurosa Luna Laura Oliva Meli Vera Samantha Nolasco Coiffier Portada: SAIDPA Portada2: Aymer Gálvez Contraportada: Mowgli420 Agradecimiento especial a CAF (Centro de arte y filosofía) Facebook: /MandalaFilosofiasUnderground Twitter: @Mandalafu
HUELLAS DE SANGRE Por: Jorge AvAnte
“Se ha despertado la conciencia cívica” exclama un estudiante del CNH, desde el balcón del tercer piso del edificio Chihuahua en la plaza de Tlatelolco frente a una multitud de 10.000 corazones latiendo gritos por el cambio. Se siente la unidad de la juventud, la unidad por la democracia real, la unidad contra la represión del Estado policial. Nuestra organización y nuestra fuerza son visibles, ya no somos solo jóvenes universitarios, somos el pueblo; profesores, intelectuales, amas de casa, obreros y profesionistas se han unido a la lucha. Quedan lejos los primeros acontecimientos de Julio de 1968, donde aprendíamos a organizarnos y empezábamos a tomar conciencia, hoy 2 de Octubre, nos sentimos fuertes y preparados para afrontar el cambio que el pueblo mexicano se merece. Hemos caminado mucho, y no ha sido fácil. En el camino hemos perdido a algunos de nuestros compañeros, amigos, nuestras parejas, nuestros hijos e hijas, la policía va regando el camino del cambio con nuestra sangre, nos detiene, nos desaparece, o simplemente nos asesina. Pero el cambio ha comenzado, hoy se siente, se escucha, se palpa y se visualiza con cada nuevo joven que se une, con cada pancarta, grito y reclamo que inundan la plaza de
Tlatelolco. La calle es nuestra, la plaza es nuestra y venimos a conquistar la soberanía que nos robaron los traidores a la patria que se dicen nuestros representantes y políticos. Desde la paz y la unidad estamos construyendo y participando en la democracia real. Y de pronto, una luz de bengala cubre el cielo de la plaza, un ruido y una luz, que deja al público sordo y ciego, vulnerable ante la oscuridad de la noche. Ruido, ya no se escucha el canto de los jóvenes. Su música ha sido sustituida por el ruido ensordecedor de las armas. Nos están matando. Tras cuatro meses de lucha, veintinueve minutos de disparos y demasiadas balas han acabado con el cambio social para México. Una vez más la violencia estatal venció al ideal. No obstante, aunque sea con nuestra sangre hemos dejado huella, aunque nos costó la vida, seguimos vivos en la memoria colectiva. Nunca sabremos si ganamos, depende de vosotros, nosotros fuimos el ejemplo, que vuestro homenaje sea continuar la lucha. Como continuaría antes de la balacera otro estudiante “El Movimiento va a seguir a pesar de todo”. A pesar de nuestra muerte seguimos vivos, aunque perdimos esa batalla la humanidad puede ganar la guerra frente a la violencia y la tiranía política.
Y un saludo...
Por: David Eurosa Luna
Por: Redacción Tuvimos la oportunidad de conversar con la directora del Centro de Arte y Filosofía Diana García, y con Serner (Sergio Nery), encargado del área de filosofía. ¿Cómo surge la idea de hacer el centro cultural? S- Antes del CAF yo había estado con un amigo en el DF. que adaptó su casa para hacer una galería, me dijo “yo meto la parte de arte y tú ayúdame con la investigación” lo cual era novedoso porque entonces las galerías solamente exponían obra, no había contexto de discusión. Yo nací en el DF, pero tengo familia en Acaxochitlàn y Diana es de Tulancingo, llegamos a vivir aquí en 2006 y fundamos el CAF en el 2009. Un espacio para el arte pero con este contenido teórico de análisis y crítica. D- Yo soy mamá, tengo tres hijos y pues ves todo lo que está como fallando en nuestra sociedad. Vas a escuelas, faltan muchas cosas, desde calidad, amor, y es triste que el arte ya se vea como algo superfluo. Soy diseñadora de modas y yo podría decir “sí no importa, lo más padre es traer una bolsa”, pero no, eso no quiero para mis hijos. Yo apoyo a mi esposo que es filósofo. Dice, bueno, está del navo para un artista, para
un escritor, y pues hay que hacer algo, no quejarse, es hacerlo padre y crear. Entonces te vas juntando con la gente indicada y como que todos tenemos masomenos la misma idea. ¿Cuáles fueron las actividades con las que inauguraron el centro? D- Lo primero que se dio fue un seminario y también un curso de guión cinematográfico, a los 2 meses se hizo la primera inauguración de un artista plástico que se llama César Sánchez. La verdad es que no nos quejamos para nada, aquí en Hidalgo hay muy buenos artistas, profesionales y con calidad humana. ¿Económicamente, qué implica ser independientes? D- Está chafa que arte sea sinónimo de no tener dinero. Yo dije pss ni modo, es de picar piedra. Hasta ahorita hemos estado bien. Lo que si me sorprendió mucho fue que quise acercarme a diferentes medios y todos querían cobrar. Es cultura, “pero, pues ahí vas a dar cursos y deseas publicidad”, y hasta incluso me decían “es que no sé cómo catalogarte, ¿quién te apoya?”, no pues soy independiente. Y me daban muchas largas.
S- Las galerías se vuelven sustentables por la venta de obra. Eso es algo que a nosotros nos ha pegado bien gacho porque aquí la gente que tiene las posibilidades no compra arte, y los que compran arte van a Liverpool. Los consumidores somos la misma gente que nos dedicamos a estas cosas. Eso es una parte complicada, pero sales a flote con los talleres. ¿Qué importancia tiene la crítica y la investigación para mantener la calidad? S. Pienso que el arte no debe quedarse en la complacencia porque se vuelve un diálogo muy snob, como que dices algo y no dices nada. Pero si le metes partes como seminarios, talleres y crítica, independientemente de si está presente la abuelita del artista ya puedes dar argumentos de por qué te gusta o no determinada obra y la discusión no es un conflicto.
¿Ha habido artistas de los que hayan dicho qué chingón trabajo? S-Todos los que han expuesto viven en Hidalgo. Erick Reyes Lamothe, profesor del Instituo de Artes (IDA); Miguel Ledesma también del IDA. Strider (Gustavo Oribe Mendieta), estudió en el IDA y acaba de terminar una maestría. Rubén Gil tiene una labor interesante porque no solamente pinta, hace mucho trabajo con imágenes y recursos sonoros. Además ha habido fotógrafos como Alicia Ahumada
¿Qué tipo de público acude más? D-Por lo regular vienen adultos, hay teatro para adultos, han venido amas de casa, ya adultas, de 60, 50 y tantos y se ponen a analizar el arte y es que está para todos, vienen los chavitos con las abuelitas. Las mamás no vienen porque quizá están ocupadas, de ahí en fuera vienen de todas las edades. ¿Si alguna persona quisiera abrir su centro cultural, qué consejo le darían? D-Primero le diría qué chido, y pues es de picar piedra, de tener paciencia y mucho amor. A mí me gusta lo que hago. Todos traemos la filosofía desde que empiezas a comprender y hacen unas cosas súper increíbles: ver chiquitines que se inclinan por la pintura o los chavitos que te explican lo que hicieron con sus fotos.
¿Cómo se proyectan para el futuro? Yo sí quisiera que participe más gente, pero no me aflijo. A mi me da un buen de gusto ver que los chavos que han venido regresan, incluso andan perdidos y vienen a ver qué van a estudiar y eso es mucho el área de Serner. Por lo pronto tenemos proyectos en curso como el cómic Mexica o la publicación de los ensayos de los alumnos de nuestros seminarios. Dirección: Fernando Soto 303 Col. Centro Horario: 16:00 a 20:00 hrs https://www.facebook.com/centro.artefilosofia
ยกSรกcala a bailar!
Por: David Eurosa Luna
Las paredes y los postes
colorean México Por: Mowgli420 México es un país lleno de color, aunque muchas veces ya ni nos damos cuenta. Lo tomamos como natural y hasta cotidiano, pero si nos ponemos a observar detalladamente y con paciencia (como pocas veces lo hacemos) podemos darnos cuenta de que estamos llenos de color. Un claro ejemplo se puede ver mientras caminas por las calles. Ves esas paredes de terrenos olvidados invitándote a un baile sonidero. Si no es de tu agrado esa invitación giras un poco y otra barda te invita a un lugar diferente. Y no sólo las bardas hablan, sino que los postes tienen la misma función (además de ser baño público de perros y humanos). Al mexicano no le gusta ver al poste desnudo, sino que lo cobija con una hoja de papel y le pasa un escobazo con resistol. Sí, sí, estamos en la era del capitalismo, y todo vende y quiere ser vendido, quizás en las grandes ciudades toda la publicidad está en pantallas y luces led, pero aquí no, because it’s Mexicou. Lo sé, la publicidad nos acatarra, y no podemos ver un espacio en blanco, pero es México (jaja) y nos vale madre, entre más mejor, y no por nada toda la publicidad sonidera está llena y atascada de adornitos cagados que les dan un “plus” pa’que se vea chido y jale gente. O en verdad le tenemos miedo al “vacío” que existe dentro de nosotros. Uno nunca sabe. Pero si se quieren adentrar un poco más en el mundo de la publicidad sonidera, los pintabardas, los diseñadores
gráficos que rompen las reglas institucionales y estéticas con tal de llevar un mensaje, no pueden perderse el capitulo de “Sensacional de Diseño Mexicano” que se centra particularmente en la publicidad sonidera. Once TV México creó una serie de 6 mini-documentales que giran entorno a la grafica que envuelve a todos los mexicanos. Este trabajo audiovisual, es producto de una investigación de 15 años de Déborah Holtz, que dio como resultado (además de la serie de documentales) un libro titulado “Sensacional de Diseño Mexicano” y una exposición con el mismo nombre. Pero lo que aquí nos importa recomendar, es el capitulo 4, el cual se centra especialmente en lo sonidero. Y no sólo nos habla de la tipografía y el estilo que utiliza su propaganda, sino que nos contextualiza y nos embarra un poco de la historia sonidera; cómo inició Ramón Rojo con el mundialmente (así lo dice él) Sonido la Changa, o cómo Apolinar Sirva cambió el paradigma de los sonideros, con imágenes intergalácticas y luces por todos lados con su Sonido Polymarch, o cómo el uso de los posters y paredes hicieron crecer la escena sonidera, y les diría más, pero ya no tendría chiste que lo vieran, así que “shhhhh”. Y si se quedan picados con este documental que nos muestra la “belleza” y “estética” que existe en todos los lugares de México, tienen que animarse a ver toda la serie, y verán cómo todo lo naco es chido, o casi todo.
Ecos de la
CALLE Por: Viko del Real
Chuu chuu chuu, trrrrrr, trrrrrrrr, es el sonar de los vidrios, es la primera llamada, el baile está por comenzar. No importa lo remoto que pueda ser el lugar, ellos siempre están ahí, entre una inmensidad de luces y vítores. Uno, dos probando, la mezcla sonora está por comenzar, prepare sus saludos. ¿Mezcla sonora? Así es, empezamos con salsa o cumbia, total da lo mismo, la cosa es ir calentando la pista de baile. Son sonidos propios de la urbanidad, de las peleas callejeras, de los amoríos citadinos, del alcohol y la locura del caos. Cualidades imprescindibles de la cultura sonidera. ¿Cultura? Quizá para los puristas, como sucede en el arte, no lo es, pero en cada rincón del país y más allá de sus fronteras son aclamados, aplaudidos, idolatrados. Booom, boooom, boooom, sino aturde no pinta para estar bueno, segunda llamada, en unos minutos comenzamos. Es un cruce de géneros musicales, ahí donde las luces multicolores confunden y en ocasiones marean. En donde los dueños de la noche portan chamarras con logotipos gigantescos en las espaldas. Ellos los encargados de montar el escenario, de coordinar la luces y hacer reventar tus oídos.
¿Escenario? Claro, apoco no han visto esas pirámides de bocinas, que entre más grandes más chingonas. Y en medio de ellas quienes comandarán la noche, con una gran consola de donde se desprenderán las mezclas sonoras, y únicas cabe aclarar, hasta Daft Punk, Justice y otros se les cuadran. Mucha luces, mientras más altas mejor, pero existe una que capta los reflectores, es una especie de señal, y que tan solo con salir a la calle sabes en dónde es la cita de la noche. Tuuun, tuuun, tuuun, el paso del gigante, tercera llamada comenzamos, es el aniversario de la colonia, ¡Ya valió madres, un chingo de bandas! Pero va estar rompemadres (si se me permite la palabra) traen todo su equipo, son como 6 tráileres de puro equipo y además graban disco esta noche, imperdible. Con razón pintaron bien chingonas las bardas y hasta tarjetas conmemorativas mandaron a hacer. Así es, es una especie de congregación en donde los gustos no importan (en algún momento de la noche es el turno de lo que más te agrada), en donde lo único que importa es sacarle brillo a la pista y no olvidar que en verdad “no hay amor más puro y sincero que el verdadero amor sonidero”, chuuuu, chuuu, chuuuu.
Por: Meli Vera
Sosososonideros
del Metro Exposici贸n de sonideros en el metro de la Ciudad de M茅xico
Por: Samantha Nolasco Coiffier
ALEGORÍA (preludio al amor) Por: Victor Salazar
I Quiero hundirme, perderme en un silencio de ausencias destrozadas para no sentir que más allá de nosotros el tiempo es la derrota de nuestra voz humana. Quiero olvidar que vivo, olvidar que soy hombre y que aprendí los sueños y las palabras mágicas que a veces se vuelven poesía. II Ella tenía una mirada tan vacía, tan oscura, la miré fijamente y me perdí en un mar sombrío de melancolía, supe que su mundo era un infierno de sufrimientos, naufragué en una tristeza profunda y atrayente, fui uno con ella y sus derrotas y decepciones se adueñaron de mí, viví en carne propia su infierno con tan solo mirarla… III Ella me miró de manera distraída como quien se encuentra un poema inesperadamente, todo su ser transmitía inocencia y dulzura, quise hablarle al oído y contarle que me había perdido en el mágico sueño de su presencia. Con la ilusión a flor de piel
me dispuse a hablarle, pero cuando de mi boca salió una palabra ya era tarde, ella se había ido, ella desapareció en la nada como si fuera un fantasma. IV Ella se alejó lentamente como si fuera un recuerdo inventado por su mente, y en su adiós había resignación y una melancolía infinita, cuando finalmente ella estuvo lejos él empezó a llorar y sus lágrimas eran la clara imagen de la derrota y de la frustración, su llanto era tan sombrío que cubría todo a su alrededor, y la oscuridad se apoderó de él hasta hacerlo un ser solitario y amante de la soledad, él en el fondo se moría por decirle que no se marchara, que se quedara tan solo un momento fugaz más junto a él, pero eso no era posible ya todo estaba decidido, ese era el fin de su historia no vivida... V […]Joder. Me encuentro tumbado, soy súbdito de la asquerosa madera pegajosa No hay más que un preludio sonidero barato, solo frente a vasos rotos y vacíos limones exprimidos. No soy yo, nunca lo fui. Nunca más. .
Aquel oscuro sueño en el que aparecías Aquel oscuro sueño /donde/ te miraba y sonreía al ver tu vida.
Consumía y me perfumaba con /el humo/ de tu amor. Y dejaba crecer el axioma de sonreír al atardecer. Tergiversé mil quinientos versos y los transporté a mi vida. Era un pasaje colosal /y/ hermoso que destruía otras /mil quinientas falacias/. Pero en aquel sueño oscuro estabas tú. Mirando y sonriendo como serpiente. Tan solo pedía al divino la manzana que mordió Adán /y así/ desatar la discordia entre nosotros. Desatar los besos empapados por las lágrimas. Desatar nuestra libido y dejar que Eros nos gobierne. Desatar el deseo de morir a manos del amor encarcelado que vivía en nosotros. Cantar por la alegría carnal que se respiraba. Cantar por la tristeza emocional que se escuchaba. Beber del amargo vino /que emergía de nuestras bocas/ y embriagarnos de soledad y desidia... y un poco de lujuria. /Pero solo un poco/ [...] Pero, qué va... Era uno más de aquellos sueños oscuros donde aparecías tú. [...] Y desperté del placer.../A la mierda todo/. Por: Gianluca Diaglio
Por: SAIDPA
Bala Stereo Por: Enid Adriana Carrillo Moedano
El barrio se pintó la boca con la sangre de la última posada. La señora mandó matar a Eva. Estaba enojada porque le rompió el corazón a Mauro, su hijo. Eran poderosos, movían los hilos de ese barrio-títere, eran la sucursal, el laboratorio, el nidito de ratas distribuidoras de psicodelia. Era una noche de un diciembre tan helado como el temple de La señora. Mauro tenía diecisiete, Eva catorce. Iba en la secundaria del rincón, sí, del rincón de la ciudad, la más vieja, alejada y decrépita, donde todas las alumnas iban más embarazadas que el resto de la ciudad junta, donde los profesores tenían miedo de llegar, donde La señora era la abeja reina de los dulcecitos, la mera-mera, señora. Eva tenía catorce, Mauro diecisiete. Iba en el CBTis del otro lado de la ciudad, era el príncipe en ascenso, el lucero en los ojos de su madre, una calamidad que apenas se estaba convirtiendo en hombre. A punta de golpes y latigazos que te regala el barrio, la esencia de una clase violentada y olvidada por su dios. Un convertido a la vida fácil, para gente difícil. Eva era bonita, y para no errarle, un poco traicionera. Le daban miedo los mapas de La señora, hechos en cachos de cartón de las cajas de galletas, donde se marcaban con cruces los puntos de venta, las casas y los refugios de los distribuidores, los escondites de armas, las “casetas” de cobro. No quería estar en medio de tanto drama y se dedicó a prender velas para ver cuál la rescataba.
Cuando por fin consiguió una “vela” de nombre Tomás, comenzó la tragedia. A Mauro le explotó la cabeza saber que su Eva lo terminaba, que no quería saber de él y que estaba enamoradísima de un cholo cualquiera con lágrima tatuada en el ojo y toda la cosa. Pobre tipo que necesitaba entender a la mujer que se le había ido de las manos sin explicación; a él, el príncipe, el heredero. Una mujer no iba a hacerle eso. Si en pueblo chico, infierno grande, en barrio chico, las llamas espantan al sol. Si meterse con La señora ya era un asunto grave, meterse con sus hijos lo era aún más. Era una noche de un diciembre tan helado como el temple de La señora. Desde la ciudad de los vientos: El rey de la mez cla sonidera, Dj Fernando, con sabor sa sa sabor. El sonido invadía toda la calle, las bocinas parecían robots que le gritaban a toda la gente, abrazándolos con decibeles pintados de folklor. Y aquí está. Pura música chingona con Dj Fernando mix. Para todos aquellos… Bailaban. La señora le dijo algo al oído a Fernando, el dueño del sonido; luego caminó hasta el centro exacto de la calle Esto va, con amor, para Eva Morales Se marchó la palomita y me Dj Fernando, el mejor Un balazo se escuchó. Eva corrió.
dejó,
Por: Meli Vera
Por: Meli Vera
Los Sonideros... esos cabrones desconsiderados Por: Moisés Lozada
-Quiero que te vayas adelante- le dijo Said a Carmela y al hermano de ella, que aunque era menor de edad ya andaba de desmadroso. Ellos tenían 28 años y llevaban juntos 3, él era uno de esos pseudometaleros que se compró su gabardina negra un día en El Chopo y escuchaba Lacrimosa y ya sentía que bebía sangre de animales. Ella y su mocoso hermano habían llegado de Oaxaca, cuando su padre vendió sus tierras y vinieron a la zona metropolitana a probar suerte. Se acomodaron en Tepito con una tía, hermana de su mamá que los acomodó en un cuarto de 4 x 2 m y en él dormían los cuatro en una litera. Por un tiempo todo estuvo bien, no se quejaron del espacio, ni de la condimentada comida de la tía Ticha, ni de los piropos de los vecinos; lo que comenzó a hacer mella en ellos, pero sobre todo en Carmela fueron los pinches sonideros. Los Sonideros que por alguna razón pensaban que era buena onda subir todo el volumen a los grabes los viernes por las noches y hacer retumbar las ventanas de los vecinos. Esos cabrones desconsiderados que no conformes con su mix musical, también dedicaban las canciones a los presentes y repetían con su pastosa voz lo que decían las canciones. Esos a los que los viernes por la noche no les bastaron y decidieron extender la pachanga también a los sábados.
Uno de tantos días ella, fastidiada, le dijo a Said que estaba harta, que iba a matar a esos jijos de la jijurria, él ya bien pacheco, le dijo que tenía un mejor plan, el cual consistía en subirse a la azotea de la vecindad de al lado de la casa de su tía y desde ahí derramar el agua de los tinacos directo a la consola de audio y a la fuente de poder donde todo estaba conectado y así “pufff” corto circuito y adiós a la música de esos cabrones. Subieron decididos a aguadarles la fiesta a los de abajo que bailaban como verdaderas divas y ya arriba el “tompiate” (así le decían al hermanito de ella) los alcanzó y les dijo que quería ver, ellos accedieron, empezaron por romper los tinacos de asbesto y después de un rato se dieron cuenta de que el agua sólo se quedaba estancada en la azotea. -Quiero que te vayas adelante-le dijo él a ella -yo me hago responsable-, ella volteó a verlo y le dijo –¿De qué chingados hablas? Estos cabrones están tan metidos en su pedo bailando que ni oyen que el agua se está cayendo, yo no me voy a ningún lado- Entonces se quedaron en la cornisa viendo cómo los demás bailaban, tratando de comprender las letras de las canciones, mientras el bajón les llegaba y el “tompiate” jugaba brincando en los charcos de agua de los tinacos.
NOVATO
¡Se va poner bueno, decían! En tanto los reflectores anunciaban el lugar indicado, allá donde la ciudad pierde su estética monumental, y comienza a apreciarse el descontrolado crecimiento poblacional convertido en un enjambre de luces.
Por: Oscar Raúl Peréz Cabrera
Allá en los barrios altos que conforman el cinturón donde las casas devoraron con sus andamios y cimientos a los cerros, se realizaban de vez en vez los bailes sonideros, lugar indicado para dar el rol, ligarse alguna morra y divertirse en grande con la música que, desde un inicio, queda desplazada por la voz que emite, uno a uno, los saludos y frases que los asistentes desean oír.
Esa noche el reflector fue encendido, en tanto el aire de Pachuca se encargaba de llevar el sonido por todos lados, el baile sonidero era en el barrio de La Cruz, y pronto la improvisada carpa se comenzó a retacar de pantalones holgados y mujeres vestidas de mezclilla, sa sa saludos para la banda del Pikachú y el Barrio del Arbolito, decía el Máster en tanto la mezcladora hacía lo suyo con una rola de Los Yaguarú. ¡Se va poner bueno! Luego van unas morrillas bien ricotas, taco de ojo no falta ya tú dices si lo consigues de lenguadecía el Faustino al Miguel Luis, -vamos wey… Entonces el Miguel Luis se puso los cholos, su playera guanga y sus tenis, y así llegaron hasta el Barrio de La Cruz… Le habían contado que se ponían buenos los bailes sonideros, que subía toda la raza, que había viejas bien buenas y de esas que aflojaban rápido, pero a sus 15 años Miguel Luis nunca había ido a un baile de esos, y como recién acababa de dejar la escuela y comenzaba a trabajar, nada más dijo “ahorita vengo” y se salió de casa. Vieeenes, vienes y te vas… se escuchaba el remix entre tantos rifes entremezclados, mientras la voz que acapara toda la música seguía con los saludos a los que la gente respondía con “su desmadre”, pero de pronto el baile se vio conformado por dos bloques bien intensos que con su respectivo desmadre comenzaron a protagonizar el baile sonidero, y la policía no estaba ahí.
“Unos dicen que fue el Pikachú y el Pitufo, los que comenzaron todo, pero la verdad es que yo no vi quién le dijo qué a quién, ni cómo estuvo todo, pero tuvimos que correr porque ya estaba bien cabrón, nosotras corrimos, pero también había viejas que le entraron a los putazos”, los comentarios al otro día no se hacían esperar. Al fondo se escucha la canción que Los Askis pusieron de moda, Vienes, vienes y te vaaaas… Miguel Luis escuchaba la canción, había estado ahí, donde le habían dicho que se pondría bueno, estaba viendo a la hija de doña Toña cuando sintió el madrazo que lo hizo caer… Al despertar, seguía la canción, un hombre al verlo tirado lo levantó, lo condujo hacía la salida y le preguntó por lo que había ocurrido, y él le dijo – no sé, me dijeron que era un baile sonidero y que se iba a poner bueno-, al momento en que el hombre pensó “novato”, metía la llave en el cerrojo de la gran puerta y le dijo –Bienvenido hijo al reino de Dios-. Prenden los cirios, la piltrafa de cuerpo yace en el ataúd cerrado, mujeres y hombres lloran, mientras la hija de doña Toña platica con el Paco, en tanto unas casas más arriba donde ya no se conocen a esos vecinos, de una vieja grabadora escapa la letra de la canción con la que Miguel Luis se fue, pensando en que esa noche “el baile se iba poner bueno”.
Por: Laura Oliva
Música Por: Poetiza Pame Silveira
Es fuego y agua en las venas… Recorre en las cuerdas de mi conciencia… Se refugia en mi cuerpo sin escapatoria… Vive en mis ojos al sonar las notas de mi voz.. Brilla en mis pies al recorrer por mis piernas… Crece como uñas en mis dedos… Tan lento… Grita sin ser escuchada… Duermo con el sueño en los oídos… Vibra mi espíritu al sentirla… Baila el rojo de mis mejillas… La siento tan mía. La ciudad se ha vuelto tierra… Las personas solo cenizas… En medio del desierto… Se siente el viento..
La adrenalina sube a mis dedos… A mi boca… Reclamando lo que le pertenece… Mi vida es poca… Mi voz la evoca… Se escucha ahí en las mentes… Se siente ahí en los pies.... Gira y marchita… Salta y hace florecer… Esta en las mejillas húmedas… En los dedos virtuosos… En los pies sin vértigo… En los besos perdidos… En palabras que no se han dicho… Se ahoga con agua salada… Se excita con la rabia endemoniada… Se quema con letras de venganza… Se enamora con los oídos… No con los ojos superficiales de la vida… Ella ama sin querer… Busca víctimas sin placer… Está en todas partes… Solo calla y empieza a escucharla.. Música.