Mandala: Filosofías Underground

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EDITORIAL

ÍNDICE

Para toparse con la Virgen no es necesario acudir el 12 de diciembre a la Basílica. Representación donde se recogen los valores que consideramos inamovibles: arquetipo de madre, esposa asexuada, símbolo autóctono y resignación que no cuestiona, un mito tan grande como ese que reza “cada quién cree en lo que quiere”, ¿será?

- Centro Cultural “Espiral Mexica” - Mito Guadalupano - ¿En dónde la encuentras tú? - La Virgen de Guadalupe VS La Bandera

- En el cerro del Tepeyac - Edipo Divino - Yolanda - Amén - Poema al café negro IV

Fotodélicos

Ilustraciones

David Eurosa Luna Jair Villeda Mariano Herrera Salvalaggio Meli Vera

Cu Au Lety Hoja Agradecimiento especial a l Centro Cultural “Espiral Mexica

Numero 40 12 de diciembre 2013

Portada: Aymer Gálvez Contraportada: Mowgli420 Facebook: https://www.facebook.com/MandalaFilosofiasUnderground Twitter: @Mandalafu


Por: David Eurosa Luna


CENTRO CULTURAL “ESPIRAL MEXICA” Por: Redacción

Esta ocasión tuvimos la oportunidad de conversar con David Eurosa, de un centro que a pesar de estar en ciernes, ya busca promover la cultura en el estado de Hidalgo. ¿A QUÉ RESPONDE LA IDEA DE UN CENTRO CULTURAL EN ESTA ZONA? Pues aquí vivimos alrededor de doce personas y por la necesidad de los recursos para subsistir en esta casa fue que empezamos a generar alternativas y se nos hizo una buena idea empezar a compartir los talleres, no solo con nosotros mismos sino con el barrio.

¿QUIENES VIVEN AQUÍ SE MANTIENEN DE LO QUE LES GUSTA?, ES DECIR, LO MÚSICOS HACEN MÚSICA, LOS ARTISTAS VISUALES ARTE, ETC. Cada uno tiene sus funciones individualmente y cada uno las cumple y así también se puede en colectivo, generamos más para una causa en común. Hay quienes tocan y traen los alimentos, otros limpian y algunos más cocinan. La mayoría son músicos uno es saxofonista otro tecladista, otro es guitarrista otro es cantante y de todos se hace un ensamble para los eventos y para la vida diaria. Durante los eventos unos se ocupan de la música, otros del cineclub, de la puerta, de los talleres


y algunos hacen artesanías. Un principio básico es que uno manda al otro, y ese otro a su vez a otro, para cubrir nuestras necesidades y las de los demás.

por ejemplo, dar dulces artesanales, chapulines, curado de pulque, resguardar y adaptar esas tradiciones a nuestra época contemporánea.

APENAS INICIARION, ¿CÓMO HAN VISTO LA RESPUESTA DE LA GENTE?

¿CUÁL SERÍA LA MAYOR DIFICULTAD A LA QUE SE ENFRENTAN COMO CENTRO CULTURAL?

Pues bien, a mediados de noviembre comenzamos, y al primer evento la gente sí vino de varias partes y comprobamos que funcionamos como colectivo. A partir de entonces creamos la fanpage. ¿QUÉ TAL LOS HAN RECIBIDO LO VECINOS? Tratamos de equilibrar las cosas. Hay unos que nos han visto de buena forma y nos han apoyado; otros son así medio amargadones, seguramente piensan que es como casa de hippies, pero en realidad las fiestas que se hicieron fueron para recaudar fondos. Planeamos dar un taller de hortalizas para autoconsumo y con algunas plantas medicinales, para contagiar a los vecinos que no usan sus azoteas de que lo hagan. ¿POR QUÉ ESPIRAL? Espiral mexica, la espiral es un proceso en cada individuo y en el universo, cada ser humano va pasando por los mismos puntos pero aumenta su nivel, si ya aprendimos una cosa podemos aprender y enseñar otras más. SU IDEOLOGÍA ENTONCES NO ES CONSUMIR SINO PRODUCIR PARA USTEDES MISMOS Hey, producir compartir enseñar y aprender, todos son iguales aquí. El principal objetivo es rescatar las raíces que nos dan identidad como mexicanos. Queremos hacer un llamado para que se integre la banda y empiecen a acudir al lugar. Si vamos a realizar un evento, pensamos en,

Aunque queramos evadir lo del dinero siempre es una preocupación, pero estamos viendo que si estamos unidos tenemos suficiente para cubrir lo básico. Por ejemplo, el mercado se presta para una forma de trueque, algunos músicos se pueden ir a tocar y regresan con las verduras. ENTONCES DESAPARECES ESA PARTE DE DAR UN PAPEL Y MEJOR BRINDAS UNA ACCIÓN… Ajá, incluso queremos dar los talleres usando materiales reciclables. Para que no tengan costo. CÓMO SE VEN A FUTURO, ALGÚN PROYECTO PRÓXIMO Sí, en enero queremos empezar a abrir formalmente con los talleres, estamos invitando a quienes están allá afuera y desean un espacio para expresarse, son bienvenidos. A futuro nos vemos entablando más vínculos con otros colectivos para que esto empiece a crecer y se convierta en un movimiento social que genere alternativas fuera del mercado. Más vínculos con nuestros vecinos. No queremos venir a creernos los mejores en el barrio sino simplemente compartir.

https://www.facebook.com/espiralmexica espiralmexica@hotmail.com Arizpe #902 col. Centro. Pachuca Hidalgo.


Virgen de Guadalupe (moderna)

Por: Cu Au http://elcuauau.tumblr.com


Mito Guadalupano Por: Mowgli420

Mito: Narración fabulosa e IMAGINARIA que intenta dar una explicación NO racional a la realidad. ¿Recuerdan cuando les dijeron que los Santo Reyes no existían?, ¿qué los “pikachus” no existían en este planeta?, ¿qué Santa eran los papás? Son preguntas que sacan de onda –y gacho-, pero qué tal si alguien dice en México “Oye, ¿apoco sí crees que la virgen se apareció?” Se arma un broncón, en primera porque más que católicos, somos guadalupanos. ¡¡Cristo qué!! La imagen/producto que le deja más dinero a la Santa Iglesia es la Lupita, la mamá de todos los mexicanos. Y la vemos en todas partes. En el taxi, en capillas mientras caminas hacia algún lugar (Somewhere), en la iglesia más cercana, en los adornos del autobús, incluso en algunas carteras de amigos, en la tiendita con una veladora junto a San Martín Caballero, salía en las papitas y tiene su propio programa en el canal de las estrellas. Nomás pa’que vean su grado de popularidad; es más, si tuviera twitter sería la persona con más seguidores (y de rodillas). Así que poner en tela de juicio si existe o no, o al menos mencionar que uno no tiene fe en ella ¡Sopas! Eres lo peor, no eres mexicano, te ven feo

y te quieren correr del país. ¡Pero hay valientes! Y el monero Rius es uno de ellos, quien se atrevió a publicar “El Mito Guadalupano”, donde la hizo de historiador y demuestra el porqué es un MITO, usando las armas más odiadas por la religión católica: El sentido común y la lógica. En el libro poco a poco demuestra cómo todo fue una farsa mal hecha. Sí, sí, todos sabemos que nuestros antepasados adoraban en el mismo lugar a Tonatzin y que los españoles aprovecharon esa situación. ¿Pero sabían que la virgen de Guadalupe ya había hecho su aparición en España? ¿Que Hernán Cortés era guadalupano? ¿Cómo es posible que la santísima virgen mande a su hijo el más pequeño a ver al obispo -Zumárraga- más intolerante de la región? O usando más la lógica ¿Cómo un indígena como Juan Diego pudo llevar puesto un ayate de 1 metro con 80 centímetros? Quizás iba envuelto en él, pero el ayate ni siquiera es ayate, sino una tela fina donde las personas de la Nueva España pintaban, artefacto inalcanzable para un indígena ¿Creación divina? No lo creo. Y hasta aquí le paro. Si tienen oportunidad de comprarlo, leerlo, robarlo ¡Háganlo! Digo, para que no esté yo solito en el infierno.


¿En dónde la encuentras tú? Por: Meli Vera La del Tepeyac… “La morenita de todos los mexicanos”… un emblema, una figura simbólica, una mediadora, una mensajera, la pureza hecha rosa entre la sequía. Una esperanza para alguien, una esperanza para todos, una esperanza para aquel indio que cuenta la historia, una esperanza para cada alma de México. Lo cierto es que, si bien para algunos existe y para otros no, la Virgen de Guadalupe no es aquel aire sorpresivo y trillado, que suele aparecerse en algunos programas televisivos, que se presta para tema de burla entre algunos sectores de la población, ante la producción de tal contenido (me incluyo) y por otro lado, que se ha convertido en símbolo de adoración, de fanatismo y de contradicción. Virgen de Guadalupe… Nombre pronunciado hace cientos de años, de generación en generación, desde el norte del país hasta el sur del mismo; un aliento, alguien a quien hablar, a quien implorar, a quien pedir, a quien confiar.

La del manto verde, el verde de la bandera, el verde de los campos, las montañas, los bosques y las selvas, el verde de la vida misma. Las estrellas del infinito, de la universalidad, de lo extraterrestre, de lo extraordinario. Palabras de calma, una calma que se suele confundir, que se suele fanatizar, que se suele comprar… Una cosa es “La Virgen de Guadalupe” y otra cosa es “La Rosa de Guadalupe”, una cosa es la primera y otra cosa el conglomerado que se torna ambiguo en ciertas fechas del año, una cosa es la primera y otra es mercantilizar a partir de la fe, una cosa es extender un diálogo y otra es hacer peripecias y más. “La Virgen de Guadalupe”. Siempre en los corazones del creyente, siempre ahí, en ti, en él, en ella… Extremos, radicalismos, o un equilibrio espiritual. ¿En dónde te encuentras tú?


Por: Mariano Herrera Salvalaggio


La Virgen de Guadalupe VS La Bandera Por: Viko del Real

Uno de los grandes atributos de la humanidad es vivir en grupos o colectividades, a través de ellos elaboramos significados acerca de nuestra vida. Es decir, forjamos nuestra historia con base en conocimientos, ritos, tradiciones, etc. Desde poner la ofrenda el Día de muertos, pasando por los rituales navideños y de fin de año, o el simple hecho de entonar el himno nacional. Acciones que nos dan una identidad, una forma de entendernos, de explicarnos y sobre todo de seguirnos reproduciendo.

Los principios de identidad siempre van acompañados de símbolos, algunos encumbrados en personas que dejaron huella en el pasado u otros que nos apropiamos como lo pueden ser canciones, monumentos, formas de vestirnos, lenguaje oral o escrito, etc. Por medio de ellos somos capaces de identificarnos y sobre todo explicarnos el entorno en el que vivimos.


Nuestro país no se podía quedar atrás, al ser una nación tan grande, geográficamente hablando, existen un sinfín de manifestaciones simbólicas que le dan sentido a cada uno de los rincones de nuestro patria. Así podemos entender a Guadalajara por su mariachi, al sureste mexicano por la cultura Maya, Guanajuato por el Callejón del Beso, Acapulco por “La Quebrada”, la Ciudad de México por el Zócalo capitalino y Tepito por Cuauhtémoc Blanco, en fin, ejemplos existen muchos. Pero al ponerme a pensar en un símbolo que nos identificará como mexicanos sólo me vinieron dos a la mente: la bandera y la Virgen de Guadalupe. Si bien es cierto que en todos lados escuchamos que la bandera es el máximo símbolo que tenemos como mexicanos, la realidad nos dice todo lo contrario. A no ser por la selección mexicana o actividades escolares la bandera sólo funge como un artículo decorativo de nuestra nación. Con excepción del 15 y 16 de septiembre en que todos somos mexicanotes con mucho fervor, pero eso sí con poca convicción. Con la Virgen de Guadalupe ocurre todo lo contrario, y ya sé que no va faltar quien diga: “Yo soy ateo” o “A mí la religión me vale madre, sólo creo en San Judas”. Pero a la madre de todos los mexicanos, sí escucharon bien, de TODOS los mexicanos la podemos encontrar en todas partes. En la micro camino al trabajo, en millones de hogares del país, en un incalculable número de capillas que inundan las calles de todo nuestro territorio,

en miles y miles de playeras en todo el país, en la cartera o bolso de muchas personas y claro en el estandarte que dio pie al inicio de la lucha por nuestra independencia, pfff, seguir con esta lista tomaría varios párrafos más. Discursivamente siempre recurrimos a la virgen como una solución a nuestros problemas, deseos y suplicas. Nuestra educación, según un principio constitucional, debería ser laica, gratuita y obligatoria. Pero eso no es así, para los profesores es más factible explicar algo con influencia notoria de la iglesia (por supuesto recurriendo a la Virgen de Guadalupe) que la de un libro. Y así mismo pasa en los centros de trabajo, en los medios de comunicación y en la cotidianidad de todos los mexicanos. Discutir si es o no un problema es un tema que nos daría para un artículo completo. Pero lo que sí es cierto es que la Virgen de Guadalupe es una representación latente y manifiesta de nuestro país. La bandera está muy lejos de identificarnos a todos como mexicanos, y mientras siga existiendo exclusión social y política, desigualdad económica y falta de oportunidades todas nuestras suplicas y esperanzas recaerán en la Virgen de Guadalupe. Bajo su estandarte, al igual que el cura Miguel Hidalgo, seguirá siendo la razón de ser y el símbolo más notorio de nuestra cultura mexicana. Claro no para todos, pero sí para una gran mayoría. Una manifestación simbólica que incluso ha rebasado el ámbito de la religión.


LA VIRGEN Por: Jair Villeda



Por: Oscar Raúl Pérez Cabrera El sonido de las conchas no cesa; se escuchan al par, al ritmo de los tambores, de los instrumentos que fueron legados por los viejos, por los que ya no están aquí, hombres que cambiaron su creencia para subsistir, que ocultaron detrás de sus plumas el verdadero sentir de sus corazones y que han vívido comiendo maíz. Son veinte, luego cincuenta luego muchos más, hombres que no se preocupan por mostrar su pecho desnudo, velludo lampiño, gordos y flacos por igual, en una mano el garrote y en la otra el escudo bordado con increíbles grecas, de aquellas que se entrecruzan como el día y la noche, en eclipses de orgasmos generados por la cópula de los hombres. Avanzan, lentamente y con un solo ritmo, entre tanta gente, los danzantes acuden hasta las faldas del Tepeyac, lugar donde se apareció la Virgen morena, la de la piel color de tierra, como la de los indios, la virgen que vino a convencer de la nueva fe. Y entre ellos va el resentimiento de un danzante que después de hablar con el abuelo sabe lo que ocurrió, pero existe una promesa convertida en tradición y baila con el dolor de su alma, danza por amor a sus ancestros, danza con el dolor pero también con resentimientos, se hinca ante el altar y no reza, espera que suceda algo, busca entender lo que los abuelos entre dientes dicen. Sale del templo de Santa María de Guadalupe, la Virgen del Tepeyac, y sigue

danzando, ama el baile y el tiempo desaparece, se transforma a momentos en ave, luego en felino y la gente sólo ve a un hombre con el torso desnudo y ataviado de hermosas plumas que baila al ritmo que marca el Huehue, al ritmo de las flautas transcurre el tiempo y el hombre ha dejado de pensar, sus pies parecen cansados pero su energía aumenta y sigue bailando. De pronto al levantar el rostro ya no está consigo, camina sobre la tierra y barbecha, la prepara en su danza, la cuida como un hijo a su madre; luego la siembra y el cuerpo danza pero el espíritu comienza a cosechar todo el año se reduce a un día de danza, de movimientos que todos ven pero pocos comprenden… y en la tarde cuando comienza a caer el astro rey, uno de los últimos rayos acaricia su quemado torso y ahí ve al abuelo, y comprende, vuelve a danzar y mira que en la virgen del Tepeyac se encuentra su tierra morena, se encuentra el sol que la fecunda a sus espaldas; y el bordado está en la planta de donde sale el quiote que les da de comer; entonces los pies se entrecruzan y hace la flor, que en la virgen es el ollin, símbolo del movimiento, de la renovación, del ciclo agrícola y de la vida; ahí está su raíz, ahí está su tradición ahí vive su familia y él ahora con una sonrisa en el rostro sabe que no sólo cumple la promesa que le hizo a su abuelo si no la que prevalece en todo el pueblo mexicano, aunque muchos no lo sepan.


CuĂŠlgame otro milagrito Por: Lety Hoja


Por: Meli Vera


Por: Federico Aguilar

Virgen mía, madre adorada y deseada: ¿Qué tengo que hacer para ser tuyo, todo? Olvidarme de lo escrito y aprendido, hacerte palpable. Nunca olvido, como dice aquel libro, al “verbo” que yace en ti, queriendo que fuese, por lo menos una sola vez, el mío propio. Largas fueron las noches sin mi progenitora. Recuerdo las ráfagas frías del viento acariciar mis delgadas mejillas mientras me recargaba en las ventanas de aquel casucho viejo. Y mucho más recuerdo a mis superioras, día con día, recitar en forma de loca rima: “Santa María madre de Dios, Santa María de mi corazón”. Así pasaron los años, tediosos y lúgubres. Yo me preguntaba dónde estaría mi madre. Y a la par, mientras te veía como su incomparable suplente, te odiaba. Eras el objeto que requería de todo, incluso de mis profundidades. Nada me preocupaba se supiera de mi perversa encrucijada. Eras la reina de los cielos y de mis sábanas. Solo tú te habías mostrado poseedora de todo, incluso de mi propia existencia. Yo, fielmente cada noche lo reafirmaba en mi cama No pasó mucho tiempo para que me percatara de lo que implicaban mis bienaventuradas fantasías. Era dejarte, el cielo inmenso o el infierno, la soledad eterna. Al principio, como todo pupilo, el miedo me rasgaba las entrañas. Pero asimilé, más pronto de lo que se imaginaban, que nada podía ser peor en mi vida, sólo quedábamos tú, yo, y el insaciable an-

helo de aquel lugar que este mundo jamás nos brindó. Así, recuerdo mi última noche como la más hermosa de todas. Tu aura celestial recubría tus pechos abundantes de amor y de compasión. Justo a tiempo logré besarlos a manera de despedida, había llegado la hora. El coro angelical, siempre a tiempo, me escoltaba a mi destino final. Grabé, tanto como quise evitar, los rostros de todos los presentes. No entendía qué mal tan inmenso había hecho para merecer que el fuego calcinara todo mi cuerpo¿Dónde estás madre adorada, no he sido tan amoroso como me has pedido? Había vivido engañado, moriría con justa razón, mas los vivos sobrantes han de recordar algo: Yo, atrevido ente deambulante, me hice de ti como nadie antes, fuiste el conducto que alimentó mis más profundos deseos y así, como tú, siempre ausente me diste solo lo necesario; yo, aquí moribundo, te recordaré como aquella madre que nunca tuvo ni el deseo ni la pertinencia de bañarme en el elixir de una vida digna;mientras yo, a manera de ridículo e imperdible ritual, cada noche salpicaba tu imagen divina creyendo firmemente que así era la forma por la cual se alcanzaba, aunque sea por breves y minúsculos, pero gloriosos instantes, el divino atributo de poder, tocar el cielo… Salve María llena estás de gracia, bendita eres de entre todas las mujeres y bendito es mi “fruto” que en tu vientre germinó.


YOLANDA Por: Oliver García

Hasta que se cortó el cabello, se fijó en ella. Sus rizos prominentes fueron reemplazados por un casco alrededor de su cara, en sus manos sostenía una construcción de perfectos rectángulos de cartón teñidos de verde: los muros, y espacios de su casa en miniatura que la maestra había pedido como tarea. Él había obtenido un diez, sólo formó un cubo al interior de una caja de zapatos con ayuda de la carátula de cornflakes. Se sentía culpable porque le había dibujado ventanas con lapicero y la verdad era que su hogar poseía únicamente una puerta de madera que se abría justo en el medio para apenas dejar pasar la luz. ¿Qué pensarían todos si declaraba que su casa era más bien un simple cuarto? En los años siguientes empezaron los madrazos, ella era ruda y le pegaba con sus libros de texto, él trataba inútilmente de asir su melena de casco y le jalaba la ropa. En una ocasión el hermano mayor de Yolanda quiso defenderla y metió su pie detrás de la pantorrilla izquierda del niño y lo empujó, ya en el suelo de tierra le dio dos patadas y se alejó con ella. La verdad es que no había nada qué defender, porque físicamente él siempre procuraba no pasarse para no lastimarla, ser un hombre, pero no un culero, él sólo podía ofenderla cuando hablaban, porque con ella si se comunicaba.

También en los bailables folclóricos se la topaba, su altura similar los emparejaba y salían en los festivales combinaditos, la banda en la cabeza con los bordados de la falda. Procuraba mirar detrás de su hombro porque sus ojos grandes y negros hacían que perdiera el 1, 2, 3… Era extraño porque durante los recreos él casi no platicaba con nadie y durante los talleres de danza ella escuchaba sus quejas y a cambio, él le echaba aguas cuando saltaba desde lo alto del escenario y agitaba su falta floreada. Un día ella invitó a varios niños a su casa porque su madre seguía trabajando, ninguna niña quiso ir; ya era muy tarde y sólo acudieron él, Heriberto y Alejandro José, su propio primo que ese año había iniciado el quinto año en la misma escuela. Yolanda les sirvió agua roja de kulei y la bebieron, hablaron poco, él se sentía feliz. Hasta ahora se dio cuenta de que los otros tipos sentados en el patio de la casa verde pistache no iban a jugar, seguramente también habían encontrado alguna de las peculiaridades de la niña, se sintió estúpido, pues siempre creyó que bajo la piel blanca, había una capa misteriosa que nada más alguien como él iba a poder notar.


Ni siquiera se reconocieron cuando se volvieron a encontrar. El equipo discutía sobre la próxima exposición que se montaría; sólo una voz estaba de acuerdo con él, si deseaban que la gente participara lo principal era abrir un espacio para trabajos amateurs. En la salida él agradeció el apoyo y ella bromeó declarándose amateur. A él le encantaba presumir sobre todo el trabajo de logística que requería un festival de esa clase y sus planes de ser la cabeza de la asociación algún día. Decía bromeando que en su casa lo criticaban pues casi todos sus compañeros de empleo eran maricones, y ella bromeó una vez más “yo también soy una maricona”. Contrario a lo que esperaba, él se emocionó mucho, le gustaba sentirse especial, capaz de reconocer el talento más allá de todos los prejuicios que la sociedad mandaba. Estaba en pro del amor libre, del consumo libre, el tráfico libre, a decir verdad, eran pocas las cosas que lo sorprendían. Salía con ella y su novia, hablaban de arte, del trabajo, de la soltería de él, de las mujeres en el bar, todo conforme iban aumentando los alcoholes. Una noche él invitó a sus compañeros a su casa, habían salido temprano y se merecían un descanso colectivo. Ella no se había aparecido ese día en las galerías, así que la llamó. Entonces la volvió a ver, otra vez con el cabello corto. “No me había dado cuenta de que se trataba se ti”, se disculpó. Ella sólo reía y bailaba, iba sola y confesó que seguiría así por mucho tiempo y quién sabe, con suerte se hallaría en unos años con la persona correcta, niños, coche, casa de infonavit y tendría un perro rescatado del albergue. En los meses siguientes empezaron los encuentros de madrugada, verse, hablar

largas jornadas y encamarse en las mañanas, al fin que laboraban en la tarde. Su ego lo hizo reflejarse en el espejo como solución, la cura de él y de ella. Inauguraron un recinto destinado al taller de danza, bailaron, pero esta vez no sólo la veía de frente a los ojos, sino que la devoraba completa, él pensaba que era la despedida perfecta y cuando ella regresara de su estancia hablarían si quedaba algo, si este jugueteo raro no se disolvía porque al fin y al cabo todo podía pasar; él podría conocer a otra, él podía irse de viaje o ser despedido o sus ganas podrían sosegarse, así que no había ninguna prisa. Cuando volvió la esperó con ansia, pero ella no lo vio más. Cuando se encontraban siempre hablaban de un matrimonio que a ella la dejó estupefacta en el viaje a Oaxaca, tan lindos y divertidos, se daban permiso para todo, hasta para compartir las sábanas. “No sería muy chida una relación así”, sin temores ni prejuicios. Él asentía para estar a la altura, pero quería hablarle de su asunto pendiente, en las noches la llamaba y quedaban de verse alguna madrugada pero las citas nunca se concretaban. Ella no podía o no quería. Y en sus pensamientos de puta, ninfómana anarquista sexual, no la bajaba, la odiaba pero a diario la veía. Debajo de sus blusas tejidas a mano, de su piel blanca, no había misterio, sólo sangre caliente, y se culpaba porque sólo alguien como él no había podido notarlo. Se sentía culpable porque ninguna injuria de su parte había recibido, en la superficie le sonreía y era cortés, ser un hombre pero no un culero. Además, ¿qué pensarían todos si declaraba que dentro de sí mismo, no era tan liberal como pensaba?


Por: David Eurosa Luna


Amén

Amén. Por tercero le oímos persignándose, Jesús, José y María. Y el tercer día, jura, es el peor le tendrías que ver de rodillas con cara de idiota arañando el parqué. Hizo listas de las personas con las que había dormido. Puso en rojo los nombres de aquellos que resultaron heridos. Su apellido figura una vez de cada cinco o seis en un rojo tan vivo que al mirarlo dolía. Él lloraba y gemía al pensar que le quedaban aún otros tres días. Y cambió los muebles de lugar un treinta de noviembre, fue a dormir y de nuevo al despertar estaban donde siempre. Que es diciembre, no abril, el mes más cruel, quién se lo iba a negar si las horas le duran hoy lo que dura una vida, si el plan de su vida el día de hoy consiste en nada más que en llegar al cuarto día. Si las horas le duran hoy lo que dura una vida. Llegaré al cuarto día, gemía, pero lo peor, señor, es que llegará, es que llegará, y que a ese día le sucederá otro día más, y otro día más, y otro día más, y otro más, y uno más, y otro más, y uno más, y otro más, y otro más, y a ese día le sucederá. Por: Victor Salazar


Poema del café negro IV Encerrado en el cuartel de los besos asfixiados, mi pluma baila por el lienzo falso de tu voz.

Cuando el saludo se convirtió en un ritual monótono mis castillos cayeron al estruendo de un cerillo. (La cruz ya no se busca) Y el humo seguía arropando /mis pupilas/ resumidas a unas cuantas hojas amarillas más por el alquitrán que por el tiempo. Y cuando la jornada se pierde entre hojas marchitas de laurel encuentro el encendedor de historias pulverizadas. ¡Qué me queme la ceniza ya! Sí, que lo haga. De todos modos, la demencia toca a mi ventana cada insomnio... Pero que lo haga ya. Encerrado en un genocidio amoroso, superficial, me ahogo bajo una gota de sudor. “Pensamiento patético y poético” Caminar a esta noria de noche es común. (El rosario no es necesario ya) Simplemente, la historia del español, el movimiento bizarro de mi pensar. ¡Qué me queme tu sudor! ¡Qué penetre el alma! Al final todo se trata de secretos y mentiras. Por: Gianluca Daglio y Victor Salazar


Por: ADOC



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