Curso Introducción al Desarrollo Humano by Manos Unidas ONGD

CURSOS ON-LINE Material Didรกctico Base INTRODUCCIร N AL DESARROLLO HUMANO

Manos Unidas es una Organización No Gubernamental para el Desarrollo (ONGD), católica y de voluntarios, cuyo fin es la lucha contra el hambre, la pobreza, el subdesarrollo y las causas que lo provocan. Desde su creación en 1960, todo su trabajo se ha centrado en dos actividades complementarias: Sensibilización de la población española para que conozca y sea consciente de la realidad de los países en vías de desarrollo. Apoyo y financiación de proyectos en África, América, Asia y Oceanía para colaborar con el desarrollo de los pueblos del Sur. Está presente en todo el territorio nacional, a través de 70 Delegaciones. Sus fondos proceden de las cuotas de socios, una colecta anual en parroquias, aportaciones de colegios, empresas, donativos esporádicos y financiación de organismos públicos.

Editor: Manos Unidas. Área de Educación para el Desarrollo. Madrid. Edición Digital: Nosatec Consultores, S.L.U. Fecha Publicación: Agosto 2012 Autores: Ortega Carpio, Mª Luz y Colmenarejo, Rosa. ETEA – Universidad Loyola Andalucía. (Grupo de Estudios de Desarrollo) Agradecimientos: A Cristina Redonet responsable del Área de Proyectos y a José Antonio Martínez coordinador de Estudios y Documentación por su colaboración en la 4ª parte del curso, a Victoria Huerga por su inestimable colaboración en la revisión del curso. A las personas de Manos Unidas que han contribuido con sus aportaciones al fondo fotográfico de la Organización del que hemos obtenido las imágenes de este curso.

Esta publicación forma parte de un proyecto financiado por la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID). El contenido de esta publicación es responsabilidad exclusiva de “MANOS UNIDAS” y no refleja necesariamente la opinión de la AECID.

INDICE INTRODUCCIÓN ..................................................................................................... 4

SABER DÓNDE: EL DESARROLLO HUMANO. PUNTO DE PARTIDA ..................... 5 ANTECEDENDES. TEORÍAS DE LA ECONOMÍA DEL DESARROLLO. .................................. 6 De la teoría de la Modernización al Neoliberalismo ........................................ 6 De la teoría Neomarxista al Neoestructuralismo ............................................. 8 EL DESARROLLO HUMANO Y EL PROGRAMA DE NACIONES UNIDAS PARA EL DESARROLLO ............................................................................................................................... 11 SABER QUÉ : EL DESARROLLO HUMANO ........................................................... 14 FORMAS DE ABORDAR EL DESARROLLO HUMANO ............................................................ 16 El enfoque de los recursos humanos .............................................................. 16 El enfoque de las necesidades básicas ............................................................ 16 El enfoque de los medios de vida .................................................................... 17 El papel de la Organización de las Naciones Unidas ...................................... 19 ¿QUÉ ENTENDEMOS ENTONCES POR DESARROLLO HUMANO?

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HUMANO Y EL PROGRAMA DE LAS NACIONES UNIDAS PARA EL DESARROLLO ........ 23 ¿QUÉ ENTENDEMOS ENTONCES POR DESARROLLO HUMANO?

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HUMANO Y EL PROGRAMA DE LAS NACIONES UNIDAS PARA EL DESARROLLO ........ 24 Fundamento del desarrollo humano: la idea de justicia social ...................... 25 La equidad ..................................................................................................... 25 Productividad y Eficiencia ............................................................................. 26 La participación y el empoderamiento........................................................... 27 Sostenibilidad ................................................................................................ 27 CONCLUSIONES ......................................................................................................................... 28 SABER CUÁNTO: LOS INFORMES DEL PNUD PARA LA MEDICIÓN DEL DESARROLLO HUMANO EN 187 PAÍSES.............................................................. 29 EL INDICE DE DESARROLLO HUMANO.................................................................................. 31 LA DIFICULTAD EN LA OBTENCIÓN DE DATOS Y LA IMPORTANCIA DE LOS MISMOS 33 OTROS INDICES DE DESARROLLO ......................................................................................... 34 El índice de Desarrollo Humano ajustado por la Desigualdad (IDH-D) ......... 34 El índice de Pobreza Multidimensional (IPM) ............................................... 35 El Índice de Desigualdad de Género (IDG)..................................................... 35

EL FUTURO YA ESTÁ AQUÍ: DESARROLLO HUMANO SOSTENIBLE ................................ 36 Qué queremos decir cuando decimos “sostenible” ........................................ 37 El informe PNUD 2011 y su compromiso con la relación entre sostenibilidad y equidad .......................................................................................................... 38 SABER CÓMO: BUENAS PRÁCTICAS DE APLICACIÓN EN MANOS UNIDAS ....... 40 MANOS UNIDAS, UNA ONGD CON TRAYECTORIA EN EL DESARROLLO HUMANO ...... 41 REALIZA SU TRABAJO DE COOPERACIÓN A FAVOR DEL DESARROLLO HUMANO ..... 43 Cómo se desarrollan las acciones de cooperación al desarrollo..................... 43 Características exigibles ................................................................................ 44 CRITERIOS DE ELECCIÓN PARA LAS ACCIONES DE COOPERACIÓN AL DESARROLLO HUMANO ..................................................................................................................................... 46 Criterios Generales ........................................................................................ 46 Criterios Específicos ...................................................................................... 47 Otros criterios Particulares: Promotores del desarrollo humano ................. 47 BIBLIOGRAFÍA ..................................................................................................... 49

INTRODUCCIÓN

Este es un curso de nivel básico que ha sido diseñado para comprender qué es, cómo se mide y cómo se aplica el Desarrollo Humano para promover un mundo más justo. En la parte 1 aprenderemos DÓNDE surgió el concepto de desarrollo humano y cómo ha evolucionado en el tiempo y en el espacio geográfico global. En la parte 2 nos familiarizaremos con los principios y características fundamentales del desarrollo humano. Conoceremos QUÉ ES y de qué modo se ha abordado su definición desde distintas teorías.

En la parte 3 podremos conocer el Programa de Desarrollo Humano de Naciones Unidas y saber qué tiene en cuenta para saber CUÁNTO nivel de desarrollo humano alcanzan los países anualmente. En este apartado también se incorpora la última aportación al desarrollo humano. Con la incorporación del término “sostenible” el concepto queda plenamente incorporado al marco medioambiental en el que las personas desarrollamos nuestra vida. En la parte 4 abordaremos el CÓMO, para ello realizaremos un recorrido centrado en algunos casos prácticos realizados con el apoyo de Manos Unidas, y que contribuyen a que el mundo sea más humano, más equitativo y más sostenible. Cada parte contará con una pequeña evaluación que le permitirá comprobar si ha comprendido los contenidos o si precisa una relectura de algún punto en particular. Los contenidos del curso se complementan con una nube de palabras clave, o GLOSARIO, que permitirá conocer la definición de algunos conceptos básicos en desarrollo y con una BIBLIOGRAFÍA de referencia, que será útil a quienes tengan curiosidad por ampliar los conocimientos adquiridos en este curso.

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SABER DÓNDE: EL DESARROLLO HUMANO. PUNTO DE PARTIDA

El desarrollo no se reduce al simple crecimiento económico. Para ser auténtico debe ser integral, es decir, promover a todos los hombres y a todo el hombre. Con gran exactitud ha subrayado un eminente experto: «Nosotros no aceptamos la separación de la economía de lo humano, el desarrollo de las civilizaciones en que está inscrito. Lo que cuenta para nosotros es el hombre, cada hombre, cada agrupación de hombres, hasta la humanidad entera» PABLO VI (1967) , Populorum Progressio, n. 14.

La riqueza no constituye una manera adecuada de juzgar las ventajas. Tampoco es un buen indicador de la clase de vidas que podemos vivir con base a nuestra propia riqueza. Una persona con una severa discapacidad no puede ser considerada más aventajada sólo porque tiene más ingreso o riqueza que su vecino fuerte y sano. En efecto, una persona más rica con una discapacidad puede estar sujeta a muchas restricciones que otra más pobre sin la discapacidad física no puede experimentar. Al juzgar las ventajas que unas personas tienen en comparación con otras, tenemos que mirar a las capacidades generales de las cuales unas y otras consiguen disfrutar. Este es un argumento importante para usar como base de evaluación de desarrollo el enfoque de las capacidades y no el enfoque de los recursos. Amartya K. Sen (2010) La idea de la justicia1

Amartya K. Sen es catedrático de Filosofía y Economía en la universidad de Harvard, y Premio Nobel de Economía en 1998, por su contribución a la idea de desarrollo humano. Entre sus libros destacan “Desarrollo y libertad”, “Identidad y violencia” o “La idea de la justicia”.

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Durante mucho tiempo, la realidad de los países más pobres del mundo ha sido descrita desde una perspectiva que defendía que la calidad de vida de un país mejoraba únicamente cuando se incrementaba el Producto Interior Bruto (PIB). Se trata de un indicador de riqueza que asigna notas elevadas a ciertos países a pesar de que en ellos se den situaciones alarmantes en cuanto a un reparto injusto de la riqueza, o a un limitado acceso a sistemas de salud o educación. Este es un modelo aún vigente, en particular en la economía del desarrollo y en los organismos relacionados con ésta, como el Fondo Monetario Internacional o el Banco Mundial. Ahora sabemos que el concepto de desarrollo es más amplio, y más humano, que el concepto de crecimiento económico. Será interesante conocer las diferentes teorías de la economía del desarrollo para comprender por qué surge el concepto de desarrollo humano.

ANTECEDENDES. TEORÍAS DE LA ECONOMÍA DEL DESARROLLO. Aunque en la historia de la economía clásica se pueden encontrar referencias a la idea de desarrollo, nos basaremos aquí en las teorías económicas que surgieron en occidente después de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945). En particular, nos centraremos en aquellas que aún hoy siguen de algún modo vigentes.

De la teoría de la Modernización al Neoliberalismo

La teoría de la Modernización comprende a su vez otras cuatro teorías o movimientos: Teoría de las Etapas (años 50-60), Teoría de los Círculos Viciosos (años 50-60), Crecimiento Equilibrado vs. Crecimiento Desequilibrado (años 50-60) y Cambio Estructural (años 50-70).

La teoría Neoliberal se inicia con la teoría denominada Disentimiento conservador, contemporánea de las teorías de la modernización, y continúa con las Teorías de la Liberalización Interna y Externa (años 70), la Reforma Económica (años 80-90) y se mantiene hasta la actualidad con el denominado Consenso de Washington y Consenso Post-Washington (años 90 y actualidad).

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Estas teorías consideran el desarrollo únicamente como desarrollo económico, y éste último meramente como crecimiento económico. Su objetivo es incrementar el PIB per capita. Consideran que los países cuyas economías no cumplen con este objetivo están subdesarrolladas y que se trata de un problema de atraso relativo. Para salir de él, estos países sólo precisan recorrer las etapas que los países industrializados han ido recorriendo. La clave del desarrollo está, por tanto, en la industrialización. Establece que es precisa la intervención del estado para planificar el desarrollo enfocado hacia el crecimiento económico. Las críticas que reciben estas teorías es su excesivo énfasis en la acumulación de capital, y en la industrialización; su limitada atención a las consecuencias de un uso ilimitado de los recursos naturales y de la falta de distribución de la riqueza. Pero también han sido criticadas por proteccionistas y por su sesgo antiexportador. El Consenso de Washington fue alcanzado por unos interlocutores que conforman el complejo político-económico-intelectual que integran el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, el Congreso de los Estados Unidos, la Reserva Federal y altos cargos de la Administración estadounidense. Recoge la herencia de las anteriores teorías y establece un Decálogo de Política Económica que puede resumirse en los siguientes tres puntos:

Políticas macroeconómicas sólidas (baja inflación, déficits públicos mínimos y equilibrios en las cuentas exteriores). Apertura económica de los países, siguiendo la vía de la liberalización comercial y financiera. Mayor protagonismo para el mercado y reducción correlativa del Estado a través de la privatización y de la desregulación, hasta dejarlo limitado a sus tareas esenciales.

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De la teoría Neomarxista al Neoestructuralismo Las diferentes corrientes teóricas que podríamos englobar aquí coinciden en cuestionar el pensamiento económico convencional, identificado con las teorías económicas vistas anteriormente. Dentro de las denominadas teorías Estructuralistas encontramos las denominadas: Deterioro Términos de Intercambio (años 50), teoría Centro-Periferia (años 50), Dualismo (años 50-60), teoría del obstáculo al Desarrollo (años 60), Dependencia Estructuralista (años 70), teoría de Interdependencia (años 80), Neoestructuralismo (años 90) y Equidad, Desarrollo y Ciudadanía (2000 y actualidad). Por su lado, se consideran teorías neomarxistas: teoría del Imperialismo (años 60), Dependencia Neomarxista (años 60-70), Intercambio Desigual (años 70), Sistema Capitalista Mundial (años 80) y Desconexión (años 90).

Todas ellas coinciden en que el “subdesarrollo” no es un estado transitorio o una etapa de un proceso, sino la consecuencia de unas estructuras económicas internacionales y sus efectos sobre la propia estructura de los países más atrasados. Lo esencial de las teorías neomarxistas puede resumirse en los siguientes tres puntos: El subdesarrollo se debe a la continua extracción del excedente por las economías capitalistas avanzadas. Las clases dominantes de la periferia no están interesadas en desarrollar un capitalismo productivo. El desarrollo económico pleno sólo puede darse con un cambio político radical (revolución). Las críticas que reciben estas teorías proceden por un lado de no explicar convenientemente la dimensión interna del desarrollo, en cada país en particular, insistiendo únicamente en las desigualdades que se producen a escala internacional. También han sido criticadas porque a pesar de pretender un cambio de enfoque, siguen centrándose en la economía del crecimiento y no tanto en las personas. Además, junto con las teorías neoliberales, no observan los límites del planeta en cuanto a la disponibilidad de recursos naturales y la necesidad de conservar el medioambiente. Por su parte, el Neoestructuralismo, heredero del pensamiento de la Comisión Económica para América Latina de Naciones Unidas (CEPAL), que aplicó la teoría de Centro-Periferia en un informe de 1949, critica el Consenso de Washington por los siguientes motivos:

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Su pretensión generalizadora que ignora la diversidad de la realidad a considerar. El alto coste social de las políticas de estabilización y ajuste, que contrasta con sus mediocres resultados. Su insistencia en que hay que empezar por la estabilización y el ajuste (medidas económicas), dejando olvidadas otras tareas como la lucha contra la pobreza o los cambios estructurales y procesos de democratización. Las propuestas neoestructuralistas siguen las siguientes líneas: Las medidas de estabilización deben ser aplicadas con suma cautela. Es preciso considerar los inconvenientes de las medidas de carácter generalizado (liberalización externa, privatización, flexibilidad laboral, desregulación financiera, etc.) Es preciso recuperar el Estado como actor esencial, tanto de acciones funcionales (capital humano y físico) como selectivas (sectores).

La familia de teorías alternativas: de Todaro al Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). En 1988, Michael Todaro publica su manual “El desarrollo económico del Tercer Mundo”, en el que define el concepto “desarrollo” como: “... un proceso multidimensional, compuesto por grandes transformaciones de las estructuras sociales, de las actitudes de la gente y de las instituciones nacionales, así como por la aceleración del crecimiento económico, la reducción de la desigualdad y la erradicación de la pobreza absoluta”. En esta definición, se detectan tres valores centrales para el desarrollo:

Sustento vital: satisfacción de las necesidades básicas. Autoestima: ser persona. Libertad y no servidumbre: poder elegir. Afirma Todaro que cuando alguno de estos valores falta, se produce el círculo vicioso del subdesarrollo, porque las carencias respectivas se retroalimentan mutuamente, impidiendo su ruptura.La teoría de Todaro enlaza con el concepto de desarrollo humano que procede de los Informes anuales de Desarrollo Humano del PNUD, que se publican desde el año 1990. Este nuevo enfoque es verdaderamente alternativo porque antepone las personas en las mediciones de desarrollo que se realizan a través de sus Indicadores Multidimensionales.

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El enfoque de desarrollo humano es también denominado Enfoque de las Capacidades, debido a las aportaciones del economista indio Amartya K. Sen, Premio Nobel de Economía en 1998.

Sen entiende que el sujeto del bienestar es el ser humano y que por tanto lo que sea el bienestar ha de definirse en función de éste. Un mayor bienestar humano exige terminar con la pobreza, la ignorancia, la enfermedad y la desigualdad de oportunidades. La apertura económica contribuye al desarrollo, pero no es suficiente si no se gestionan políticas de educación y salud.

En último término, el objetivo principal del desarrollo consiste en ampliar las capacidades de las personas.

En su informe de 1992, el PNUD definió de este modo el desarrollo humano:

“Proceso de ampliar la gama de opciones de las personas, brindándoles mayores oportunidades de educación, atención médica, ingreso y empleo, y abarcando el espectro total de opciones humanas desde un entorno físico en buenas condiciones, hasta libertades económicas y políticas”.

Estos autores promueven el concepto desarrollo humano ante la gran decepción que supuso que las estrategias enfocadas hacia el crecimiento económico no se tradujesen inmediatamente en mejores opciones para la gente. En algunos países, los altos índices de crecimiento promedio, aumentaron al mismo tiempo que las desigualdades y las carencias, y con ellas los problemas sociales, como altos índices de criminalidad, debilitación de la estructura social y la contaminación y degradación ambiental de los hábitats, tanto naturales como humanos. La Declaración Universal de los Derechos Humanos, adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1948, fomentó y fortaleció el surgimiento de movimientos frente a la injusticia, que se desarrollaron de forma paralela, como el antirracista, el ecologista, o el demócrata. La democracia participativa se fortaleció en muchos países -aunque esto no le eximió de enfrentamientos con los poderes establecidos- mediante instituciones como el referéndum, el derecho a voto universal, consulta popular y otras formas de participación. Este contexto reforzaría la disposición a considerar nuevos modelos de desarrollo que trascendieran el crecimiento económico para alcanzar un desarrollo humano comprehensivo que pusiese a las personas en el centro de toda iniciativa política.

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EL DESARROLLO HUMANO Y EL PROGRAMA DE NACIONES UNIDAS PARA EL DESARROLLO El enfoque de desarrollo humano tomó como punto de partida una importante afirmación que asumía la Declaración Universal de los Derechos Humanos:

Cada individuo tiene derechos económicos, sociales, políticos, civiles y culturales; independientemente de la nacionalidad, grupo étnico, idioma, género, religión o cualquier otra consideración.

Un principio que fue incorporado a las principales Constituciones nacionales redactadas a lo largo del siglo XX. En 1990, un grupo de economistas liderados por el paquistaní Mahbub ul Haq2 inauguró la redacción de los “Informes sobre Desarrollo Humano” del Programa de Naciones Unidas (PNUD). En el primero de estos informes se declaraba:

“La verdadera riqueza de una nación está en su gente. El objetivo básico del desarrollo es crear un ambiente propicio para que los seres humanos disfruten una vida prolongada, saludable y creativa”.

La economía del desarrollo necesitaba un nuevo enfoque teórico si realmente pretendía responder a los problemas urgentes de las personas.

Economista pakistaní, ideó junto a Amartya Sen el Índice de Desarrollo Humano, adoptado por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo en 1990. Con anterioridad había sido director de planificación del Banco Mundial (1970-1982) y Ministro de Planificación y Finanzas de Pakistán (1982-1984).

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Desde entonces, el desarrollo humano se dirige a erradicar la pobreza mediante el desarrollo, el crecimiento económico equitativo y sostenido y el fomento de las capacidades. Aspira a lograr mejoras reales en las vidas de las personas y en las opciones y oportunidades de las que disponen. Según recoge el primer informe de desarrollo humano, los elementos más críticos del proceso de desarrollo humano son: Vivir una vida larga y saludable. Estar educado. Tener acceso a los recursos necesarios para lograr un nivel de vida digna.

Esta publicación fue un evento importante porque colocó a las personas en el centro de todos los esfuerzos de desarrollo. Es importante reconocer, además, que este enfoque del desarrollo humano es posible encontrarlo en la filosofía griega, tanto en Aristóteles como en los estoicos, como muy bien ha mostrado Martha C. Nussbaum3, quien también ha estudiado la dignidad humana como derecho prepolítico en la filosofía medieval; o en la filosofía y el derecho, como ha hecho notar Amartya K. Sen con contribuciones que proceden de la culturas orientales.

El enfoque de desarrollo humano tiene unas raíces teóricas que pueden remontarse al siglo V a.C. y abarcan los campos de la filosofía, la ética y el pensamiento moral, la economía, el derecho o la historia de las religiones.

Amartya Sen mantiene que “el desarrollo se puede ver como el proceso de ampliar las libertades reales de las que disfruta la gente”. Libertades que identifica con capacidades y a su vez con responsabilidades, especialmente relevantes para las mujeres y otros grupos desfavorecidos de la sociedad, e incluyen la oportunidad para trabajar y comunicar ideas. El desarrollo humano ayuda a enfatizar el impacto del desarrollo de las naciones, las comunidades y los grupos en el desarrollo de las personas. El desarrollo humano está relacionado con ampliar las opciones de que dispone la persona para vivir su propia vida. Esto es mucho más que el incremento y caída de los ingresos nacionales. El desarrollo humano tiene que ver con combatir la pobreza, pero también tiene que ver con vivir con dignidad.

Catedrática de Derecho y Ética en la facultad de Derecho y en la Divinity School de la Universidad de Chicago; ha sido Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales 2012, por su “profundo conocimiento del pensamiento griego, su contribución a las humanidades, la filosofía del derecho y de la política y por su concepción ética del desarrollo económico”. Entre sus libros destacan Paisajes del pensamiento, Las fronteras de la justicia o Crear capacidades.”

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Por lo general, las personas valoramos cosas que no se muestran en la cifra de ingresos ni de crecimiento, como el acceso a la información, al conocimiento, a una nutrición y servicios de salud adecuados, medios de vida seguros y seguridad frente al crimen y la violencia física. Las personas también valoramos el tiempo de esparcimiento y las libertades políticas y culturales y la participación en las actividades comunitarias.

Todos los países están de algún modo en “vías de desarrollo”, aun cuando esta expresión se utilice casi en exclusiva para referirse a las naciones más pobres: todos los países tienen mucho margen de mejora en lo tocante a proporcionar una adecuada calidad de vida para toda su población. Martha C. Nussbaum (2012) Crear capacidades. Propuesta para el desarrollo humano.

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SABER QUÉ : EL DESARROLLO HUMANO

Ana, Bob y Carla se disputan una flauta, y nos corresponde decidir quién de los tres debe tenerla. Se trata de un problema de justicia, que exige escuchar a las tres partes implicadas. Ana reclama la flauta con el fundamento de que ella es la única de los tres que sabe tocarla (los otros dos lo reconocen), y que sería muy injusto negar el instrumento a quien realmente puede tocarlo. Bob argumenta, por su parte, que es tan pobre que no tiene juguetes propios, la flauta le ofrece algo con qué jugar (los otros dos admiten que son más ricos y que están bien provistos de entretenimiento). Este argumento es tan poderoso como el primero. Finalmente, Carla señala que ha estado trabajando con diligencia durante muchos meses para elaborar la flauta con sus propias manos (los otros dos lo confirman), y en el momento de terminar su labor, “aparecieron estos usurpadores para arrebatarme la flauta”. Tras escuchar a los tres niñ@s y sus líneas de argumentación hay una decisión difícil de tomar. Los defensores de diferentes teorías, como utilitaristas, igualitaristas económicos o los libertarios pragmáticos pueden opinar cada uno por separado que existe una solución justa inequívoca y que no hay dificultad alguna en avistarla. Bob, el más pobre conseguiría el respaldo del igualitarista económico, comprometido a reducir las distancias entre los medios económicos de la población. Por otra parte, Carla, la constructora de la flauta, conseguiría la simpatía del libertario pragmático. El utilitarista, por su parte, tendería a ponderar el hecho de que el placer de Ana sea mayor porque ella es la única que sabe utilizar “bien” la flauta. Sin embargo, el utilitarista debería reconocer también que la relativa indigencia de Bob podría hacer mucho mayor su ganancia de felicidad al conseguir la flauta. Las diferentes soluciones cuentan con el respaldo de argumentos serios, y puede que no seamos capaces de identificar, sin cierta arbitrariedad, ninguno de los argumentos alternativos como el que tiene que prevalecer. Amartya K. Sen, La idea de la justicia (2010)

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El enfoque de desarrollo humano, o enfoque de las capacidades humanas, nos ayudará a resolver este problema. Continuemos explorando de qué modo. En el apartado anterior aprendimos de dónde procede la idea de desarrollo humano y algunos conceptos básicos y generales. Podrían resumirse en que el nivel de ingreso de un país no es lo que realmente importa a la gente, sino el uso que se le da a dicho ingreso y, muy especialmente en cómo afecta dicho uso a cada una de las personas. El mismo ingreso que se puede utilizar para las medicinas esenciales, también se puede usar para narcóticos. Se puede usar para equipos militares y tanques, y también se puede usar para mejorar las vías de comunicación. El desarrollo humano se centra en las mejoras reales en las vidas de las personas y en las opciones y oportunidades abiertas para ellas.

En esta segunda parte, profundizaremos primero en las teorías denominadas alternativas, que comparten en gran parte los principios de desarrollo humano y las características del enfoque de desarrollo humano, que ampliaremos después.

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FORMAS DE ABORDAR EL DESARROLLO HUMANO Vamos a abordar el primer apartado de esta segunda parte del curso, en el que realizaremos una comparación entre el enfoque de desarrollo humano y otros enfoques o marcos de desarrollo que forman parte de las denominadas teorías alternativas y que ya abordamos, de forma muy resumida, anteriormente.

El enfoque de los recursos humanos

Tiene su origen en el concepto de capital humano, que se originó en los años 60 del siglo XX. En él se enfatiza la idea de que, como las máquinas y demás capital físico, los seres humanos encarnan capital en términos de educación, aptitudes y conocimientos. Ello implica que debemos concentrarnos en incrementar las capacidades de los seres humanos específicamente mediante su adquisición de aptitudes y educación. Aunque algunos teóricos han incluido el enfoque de desarrollo humano dentro del enfoque de los recursos humanos.

Aún reconociendo que éste tuvo gran influencia en la conformación del primero, no deja de ser un enfoque ciertamente limitante de las capacidades humanas. El enfoque de los recursos humanos identifica a los seres humanos como un recurso en la producción, reforzando la idea de que las personas sólo son un medio para el desarrollo. Como hemos visto, el enfoque de desarrollo humano considera a cada persona como un fin en sí misma, sólo esta diferencia es clave para considerar que ambos enfoques distan mucho de estar relacionados.

El enfoque de las necesidades básicas Evolucionó a partir de los años 70, mediante el reconocimiento de que el crecimiento económico por sí mismo no lleva necesariamente a la erradicación de la pobreza. El desarrollo necesita un enfoque más directo para atender las necesidades de los pobres. Este enfoque examina los bienes y servicios que necesita una población pobre, alimento, refugio, ropa, atención médica y agua, fomentando la creación de provisiones públicas para atender estas necesidades básicas. El enfoque de las necesidades básicas, del mismo modo que el enfoque de desarrollo humano, se centra en las personas más desfavorecidas de la sociedad, proponiendo mayor acción pública. El enfoque de desarrollo humano evolucionó a partir del enfoque de las necesidades básicas, ampliando su fundamentación. Existen sin embargo, algunas diferencias sustanciales entre ambos enfoques.

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El enfoque de las necesidades básicas se centra en sectores específicos en vez de en el espectro completo de las opciones para las personas, preocupándose de suministrar bienes y servicios a la gente en vez de enfocarse en lo que estos bienes y servicios permitirán hacer a la gente, como hace el enfoque de desarrollo humano. Podría decirse que ve a las personas como beneficiarios del desarrollo, más que como agentes de cambio. Al centrarse en las opciones y las libertades y tratar a los individuos como agentes activos, el enfoque de desarrollo humano enfatiza la capacidad que tienen los individuos para ser agentes de cambio.

El enfoque de los medios de vida Ha sido utilizado por varias organizaciones para el desarrollo. El departamento de Desarrollo Internacional del gobierno del Reino Unido y otros donantes y organismos internacionales han usado extensamente el enfoque de los medios de vida en sus programas. Del mismo modo que hacen los anteriores enfoques, se centra en los medios de vida de las personas más desfavorecidas de las sociedades. También, ejerce presión para conseguir la participación y un enfoque multinivel reconociendo los enlaces a nivel micro y macro en la vida de cada persona. Las asociaciones y los activos a los que tienen acceso las personas y su uso se encuentran en el centro del enfoque de medios de vida. Éste incluye recursos naturales, tecnología, conocimiento y salud. Este enfoque considera que el grado de acceso que tienen las personas a estos activos está fuertemente influenciado por su vulnerabilidad, que tiene en cuenta, entre otras, las tendencias políticas, los impactos debidos a desastres naturales o variaciones del precio de los alimentos básicos. Las personas crean estrategias de medios de vida al combinar y utilizar sus activos en todas las circunstancias sociales, institucionales, políticas y ambientales.

De los tres enfoques vistos hasta ahora, es éste último, el de los medios de vida el más próximo al enfoque de desarrollo humano.

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La inquietud principal de ambos son las personas, si bien el enfoque de los medios de vida se centra en garantizar medios de vida sostenibles, aún prestando atención a otras dimensiones como la educación y la salud; el énfasis lo pone esencialmente en su relación con los medios de vida. En el enfoque del desarrollo humano, sin embargo, la generación de ingresos y actividades productivas relacionadas son solamente una de las diversas dimensiones que tienen prioridad en su aplicación. Varios de los enfoques de desarrollo se fundamentan en el aumento sostenido en el rendimiento total en una economía cada año o en el ingreso total. Este aumento se mide a partir del Producto Interior Bruto (PIB), que integra el valor de todos los bienes y servicios producidos por una economía, dividido entre el número de personas en el país. El objetivo del crecimiento económico y el uso del PIB como su medida de éxito, es aumentar el ingreso total de un país, lo que se consigue aumentando el capital, la mano de obra y el crecimiento en la productividad.

Las lecciones aprendidas en los años 80 demostraron que aplicar un modelo de crecimiento económico para el desarrollo, basado en una baja inflación y libre mercado, no tuvo éxito en gran parte porque no se tuvo en cuenta suficientemente el valor que las personas aportaban a dicho desarrollo.

El enfoque de desarrollo humano surgió del deseo de corregir el énfasis en el PIB como único indicador y factor de progreso, aunque todavía reconoce la importancia del crecimiento económico como medio para reducir las desigualdades y mejorar los niveles de desarrollo humano.

El Índice de Desarrollo Humano, que veremos en la próxima lección, se implementó como alternativa al uso del PIB como medida de progreso en todos los países. Aunque no engloba todas las dimensiones de la vida humana, es un indicador más fiable en tanto que incluye dimensiones que no son únicamente materiales.

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Durante un tiempo se asumió que con una tasa lo suficientemente alta de crecimiento económico, el incremento del PIB beneficiaría a la población en virtud de un efecto “goteo”. Así, se argumentaba, que las ganancias financieras conllevaban eventuales aumentos en las capacidades de educación y de salud de las personas así como en otras capacidades. La experiencia ha demostrado, sin embargo, que los beneficios económicos no se traducen automáticamente en una mejor vida para las personas. Con frecuencia, las personas que se encuentran en el vértice de la pirámide son el único segmento de población que ve los beneficios. Esto significa que aun aumentando el PIB de una nación, las mejoras en expectativa de vida, alfabetización y libertades humanas no siempre tienen lugar en el conjunto de la población.

Aunque la tasa de crecimiento es importante para un país, lo es aún más la calidad y la distribución de los beneficios del crecimiento. Para ello se precisan políticas específicas en todos los niveles, que garanticen una distribución equitativa del ingreso y las oportunidades.

El papel de la Organización de las Naciones Unidas

Así, a pesar de un crecimiento económico similar, los países pueden alcanzar logros diferentes en las dimensiones del desarrollo humano, es decir, en salud, educación, participación política e igualdad entre géneros. En el Informe de Desarrollo Humano del PNUD de 1996, se resaltaron cuestiones que los encargados de diseñar políticas necesitan abordar a fin de vincular el crecimiento económico al desarrollo humano.

La calidad del crecimiento

Se deberán diseñar políticas dirigidas hacia el logro de un crecimiento económico equitativo e incluyente. Es tan importante la calidad del crecimiento que sin políticas y gasto público apropiados, el crecimiento económico puede convertirse en falta de empleo, en vez de ofrecer oportunidades a las personas. Puede ser egoísta, beneficiando exclusivamente a los ricos más que a los pobres, y con ello favorecer la corrupción.

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Puede ser mudo, al reducir en vez de ampliar la democracia, la participación de la gente y su empoderamiento. Puede ser desarraigado, al silenciar en vez de fomentar la diversidad cultural. Un crecimiento así también es irresponsable con el futuro, al explotar recursos naturales que dejarán de estar disponibles para las generaciones futuras. Cuestiones que un buen gobierno debe abordar para garantizar un desarrollo humano de calidad (según el informe del PNUD 1996): 1.

Equidad: la distribución equitativa de las oportunidades económicas traduce el crecimiento económico en bienestar.

Oportunidades laborales: el crecimiento económico tiene un impacto positivo en la vida de las personas cuando les ofrece un trabajo digno, justamente remunerado.

Gasto social: los gobiernos y las comunidades pueden influenciar de gran manera en el desarrollo humano al canalizar parte de la renta pública hacia gastos sociales de alta prioridad.

Igualdad entre los géneros: invertir en las capacidades de las mujeres y su empoderamiento para que ejerzan sus elecciones en la forma más segura, para contribuir con ello al crecimiento económico y al desarrollo en general.

Políticas de población: crear las condiciones para ralentizar el crecimiento de la población.

Buena gobernabilidad: cuando aquellas personas en el poder dan alta prioridad a las necesidades de toda la población, facilitando el acceso a la información, y cuando las personas participan en la toma de decisiones en muchos niveles, el enlace entre desarrollo económico y crecimiento se verá reforzado.

Una sociedad civil activa: las organizaciones no gubernamentales y los grupos de la comunidad tienen un papel vital para mejorar el desarrollo humano.

La seguridad

Es otro concepto clave para el enfoque del desarrollo humano y su empleo en la elaboración de políticas.

Mientras que Amartya K. Sen introdujo la ética en la economía del desarrollo, Mahbub ul Haq y su equipo, especialmente en el informe del PNUD de 1994, propuso que la seguridad, hasta ese momento asociada con relaciones internacionales y las ciencias políticas, se abordase desde el punto de vista de las personas y como algo fundamental para el desarrollo. Concluyeron que el mejor modo de lograr seguridad a nivel mundial, nacional y comunitaria, es incrementando la seguridad de las personas.

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En este informe la seguridad se describió en general como “librarse del temor y librarse de la miseria”, y en particular como estado “ante amenazas crónicas como el hambre, enfermedad y represión, así como la protección de disrupciones repentinas y perjudiciales en los patrones de la vida cotidiana, ya sea en los hogares, trabajos o en las comunidades”. El informe trazó las cuatro características básicas de la seguridad humana como universal, interdependiente en sus componentes, centradas en las personas y aseguradas mejor mediante la prevención. Actualmente la comisión sobre Seguridad Humana de las Naciones Unidas define la seguridad humana como: La protección del “núcleo vital de todas las vidas humanas de forma que se mejoren las libertades humanas y la realización de las personas” (extraído de “Teoría y Práctica de la Seguridad Humana” centro vital de todas las vidas humanas en formas que mejoran las libertades humanas y su cumplimiento”).

La seguridad humana significa proteger las libertades fundamentales, proteger a la gente de amenazas y situaciones críticas y dominantes, utilizar los procesos que desarrollan las fortalezas y aspiraciones de las personas, crear sistemas políticos, sociales, ambientales, económicos, militares y culturales que, cuando se combinan, dan a las personas los cimientos para la supervivencia, medios de vida y dignidad. La seguridad humana es mucho más que ausencia de conflictos violentos. Ésta incluye los derechos humanos, la buena gobernabilidad y el acceso a la oportunidad económica, la educación y la atención médica. También parece que aborda tanto “librarse del temor” como “librarse de la miseria”.

Los vínculos entre derechos humanos y enfoque de desarrollo humano.

Concluye el informe del PNUD de 2003, que el desarrollo humano es fundamental para llevar a cabo los derechos humanos y éstos son esenciales para el desarrollo humano. Los derechos humanos apoyan el estado de derecho, codifican los derechos, refuerzan la responsabilidad y proporcionan una oportunidad formal de recurso. El informe del secretario general de la ONU de 2005, enfatiza la interconectividad entre estos enfoques al afirmar que “el mundo debe defender las causas de la seguridad, el desarrollo humano y los derechos humanos en su conjunto, de lo contrario ninguno tendrá éxito. La humanidad no disfrutará de la seguridad sin desarrollo, no disfrutará del desarrollo sin seguridad, y no disfrutará de ninguno sin el respeto a los derechos humanos”.

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El enfoque basado en los Derechos Humanos arraiga en las nociones de universalidad, igualdad, participación, responsabilidad y respeto por el estado de derecho. Todas las personas reclaman arreglos sociales que los protejan de los peores abusos y que aseguren la libertad para una vida de dignidad. El ejercicio práctico de los derechos humanos requiere, por tanto, de las capacidades que enfatiza el enfoque de desarrollo humano. El objetivo del desarrollo humano de incrementar la libertad y la dignidad de las personas, necesita de las garantías legales de los derechos humanos para evitar verse amenazado. Los gobiernos que han convertido en leyes los tratados sobre derechos humanos han generado oportunidades para que puedan promoverse las políticas sociales y la legislación que haga progresar el proceso del desarrollo.

El desarrollo humano y los derechos humanos estánintrínsecamente vinculados y se refuerzan mutuamente. Estos conceptos comparten una visión común para protegera cada ser humano, su bienestar y su dignidad.

La Declaración del Milenio Constituye un amplio compromiso de todos los Estados miembros de la ONU. En el año 2000, los miembros de las Naciones Unidas establecieron la agenda internacional para el comienzo del nuevo siglo. El logro de sus objetivos está sujeto a un plazo determinado: se estableció 1990 como año de referencia y deben alcanzarse para 2015. La “Declaración del Milenio” ofrece un conjunto sólido de valores por los que se rige el enfoque de desarrollo humano que persigue el PNUD. Los Objetivos de Desarrollo del Milenio, incluido el objetivo global de reducir la pobreza a la mitad antes de 2015, marcan los criterios para medir los niveles concretos de progreso. Los siete primeros objetivos subrayan la responsabilidad de los países en desarrollo de llevar a cabo reformas en sus políticas y de mejorar la gobernabilidad. El objetivo número ocho se centra en la responsabilidad que tienen las naciones desarrolladas de aliviar la deuda, aumentar la ayuda al desarrollo y proporcionar a los países en desarrollo un mejor acceso a sus tecnologías y mercados. Los ocho Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) se desglosan en 21 metas. Cada objetivo normalmente está definido por una o dos metas. Para cada meta existen varios indicadores que sirven para medir los avances realizados. En total, hay 60 indicadores.

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La Declaración del Milenio está íntimamente ligada al concepto y al objetivo de desarrollo humano. Enfatiza la importancia del desarrollo humano en la organización de las Naciones Unidas y reafirma los compromisos con los derechos humanos, la democracia y la gobernabilidad. La Declaración del Milenio reafirma valores, incluyendo la igualdad, el respeto mutuo y la responsabilidad compartida. Los Objetivos de Desarrollo del Milenio, sus metas e indicadores presentan una guía para lograr muchos objetivos importantes del desarrollo humano.

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¿QUÉ ENTENDEMOS ENTONCES POR DESARROLLO HUMANO? EL DESARROLLO HUMANO Y EL PROGRAMA DE LAS NACIONES UNIDAS PARA EL DESARROLLO

Cuando tenemos que tomar una decisión, algo que nos ocurre cientos de veces a lo largo de cualquier día de nuestra vida, se ponen en marcha dos habilidades humanas fundamentales, y que el enfoque de desarrollo humano tiene en cuenta:

Las capacidades El funcionamiento Una persona puede ser dueña o tener la posibilidad de usar una bicicleta, un recurso, bien porque dispone de suficiente dinero para comprar la bicicleta o bien porque la puede pedir prestada. Al moverse en bicicleta, una capacidad, la persona se mueve dentro de la ciudad y valora esta movilidad ya sea por motivos intrínsecos: “es divertido”; o bien por motivos instrumentales: “poder llevar productos al mercado”, “ir a trabajar”, un funcionamiento. Si la persona no puede moverse en bicicleta, a pesar de disponer de ella, bien por sufrir algún tipo de discapacidad física que se lo impide o bien porque no hay caminos o carreteras seguros donde transitar, entonces disponer de la bicicleta no crearía este funcionamiento de movilidad. De las capacidades se derivan, y también se reflejan, las diferentes combinaciones o funcionamientos que tiene una persona. La capacidad indica la libertad de una persona para elegir entre diferentes formas de vida. Los funcionamientos y las capacidades se pueden relacionar con diversas dimensiones del bienestar y la calidad de vida de una persona. Estos pueden ser básicos, como tener acceso a alimentos que cubran sus necesidades nutritivas, o tener una vida larga y saludable; y también pueden ser complejos, como lograr un respeto por sí mismo y poder contribuir a la vida comunitaria.

El desarrollo está íntimamente relacionado con ampliar las opciones que las personas tienen para llevar las vidas que valoran.

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Algo fundamental para ampliar estas opciones es incrementar las capacidades humanas: la gama de cosas que una persona puede decidir hacer o ser a lo largo de su vida. Dado que disponemos de una única vida, la vida de cada persona es un fin en sí mismo y nunca un medio.

Fundamento del desarrollo humano: la idea de justicia social La idea de que todos los miembros de la sociedad deben tener ingresos suficientes y poder tomar decisiones que afecten a su vida en forma positiva significa que la justicia social no es simplemente cuestión de proteger a una persona de insultos y lesiones personales. Se trata de un concepto más amplio, que busca garantizar y proteger el medio de vida natural y material de la gente y las oportunidades para desarrollar sus capacidades.

El enfoque de desarrollo humano busca establecer los principios básicos del desarrollo. La filósofa norteamericana Martha C. Nussbaum, quien ha trabajado el enfoque de las capacidades desde los años 80, primero junto a Amartya K. Sen y después de un modo independiente, redactó una lista de capacidades centrales humanas con la que pretende establecer una base para determinar el mínimo social respetable que las naciones deberían asumir para ser consideradas sociedades decentes. Con este fin, identifica aquellas capacidades humanas que pueden mostrarse de forma convincente como de importancia central en toda vida humana, sean cuales fuesen las opciones o los propósitos de cada persona. Las capacidades centrales no son solamente de orden instrumental para propósitos ulteriores, sino que tienen valor por sí mismas, haciendo plenamente humana la vida que las incluye.

El desarrollo humano fomenta la equidad, productividad y eficiencia la participación, el empoderamiento y la sostenibilidad.

La equidad Se refiere al concepto de justicia, imparcialidad y ecuanimidad. La equidad incorpora la idea de justicia retributiva, particularmente en términos de acceso a las oportunidades que se comparten entre todos los seres humanos. La equidad significa un trato equitativo para todas las personas. El principio de equidad reconoce que aquellas personas que tienen desigualdad de oportunidades debido a varias desventajas pueden requerir un trato preferencial.

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En contextos diferentes las personas enfrentan pobreza, disparidades en opciones, discriminación entre los géneros y marginación. Los más pobres, las mujeres, las minorías étnicas y otras secciones desfavorecidas de la población, podrían necesitar que se tomen medidas especiales para ayudarles o facilitarles el tomar decisiones y aprovechar las oportunidades disponibles.

Garantizar la libertad para tomar decisiones constituye la justicia social. Es un proceso de evolución que se basa parcialmente en los valores de una sociedad y refleja la noción de lo que es justo y lo que no lo es, y puede cambiar con el paso del tiempo.

Productividad y Eficiencia Es importante hacer notar que la atención que se presta a la justicia distributiva no se logra a expensas de la eficiencia.

La eficiencia se define convencionalmente como el uso óptimo de los recursos existentes. Desde la perspectiva del desarrollo humano, la eficiencia no se traduce sólo en la maximización de los recursos naturales, sino en optimizar su uso sin sobre explotarlos y conservar al mismo tiempo las comunidades humanas y no humanas que los tienen como hábitats.

Aplicar el principio de eficiencia significa demostrar que la intervención elegida es la que ofrece mejores resultados para ampliar las opciones y permitir que las personas usen las oportunidades de manera óptima. La eficiencia se puede definir como el método rentable de lograr los objetivos de desarrollo que maximizan las oportunidades disponibles para los individuos y las comunidades. Mediante el uso óptimo de los recursos humanos, materiales e institucionales, el valor de la libertad funciona como un puente que une los principios de equidad y eficiencia. La eficiencia debe verse como un proceso dinámico a largo plazo, una consideración clave para aplicar el principio de sostenibilidad al desarrollo humano, como veremos más adelante. Estamos viendo cómo el enfoque de desarrollo humano pone a las personas en el centro de las políticas de desarrollo.

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La participación y el empoderamiento Son principios fundamentales del desarrollo, en tanto que afectan a la libertad de las personas para formar y tomar decisiones que afectan a sus vidas.

El empoderamiento tiene que ver con los procesos que llevan a las personas a percibirse con derecho de tomar decisiones de vida. Este principio implica que las personas necesitan involucrarse en cada etapa no meramente como beneficiarios sino como agentes que pueden perseguir y alcanzar los objetivos que valoran. La gente debe desear el cambio y poder comunicar sus objetivos y aspiraciones.

Equidad, eficiencia y participación, hacen posible que las intervenciones del desarrollo sean sostenibles.

Sostenibilidad El término sostenibilidad se usa a menudo para referirnos al medioambiente, pero debe ser aplicado a todas las esferas que afectan al desarrollo humano, tanto social, como política y económica. La sostenibilidad ecológica implica alcanzar los objetivos de desarrollo sin poner en peligro la base de recursos naturales y la biodiversidad de la región, además de no sobrepasar los límites que impidan la regeneración del recurso. Los recursos deben quedar disponibles para futuras generaciones. La sostenibilidad social se refiere a la forma en que los grupos sociales y otras instituciones se involucran para garantizar la participación y la intervención. La libertad cultural y el respeto por la diversidad también son valores importantes para que el desarrollo sea socialmente sostenible. La diversificación del desarrollo humano como práctica es el reflejo de la diversidad de culturas presentes en el mundo.

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CONCLUSIONES El enfoque de desarrollo humano es comprehensivo y holístico. Esto quiere decir que debe prestarse la misma atención a todos sus principios fundamentales. Prestar atención a cualquiera de las dimensiones ignorando las demás sería contraproducente respecto al incremento de desarrollo humano. Dado que muchos beneficios y capacidades que se promueven en el enfoque de desarrollo humano no pueden medirse fácilmente, el trabajo de comunicación como el de promoción son fundamentales para ampliar las opciones de las personas.

El desarrollo humano es multidimensional, multidisciplinario, pragmático y orientado a las acciones, y en evolución.

El desarrollo humano incluye aspectos económicos, políticos, sociales y culturales de la vida. Es un enfoque pluralista y holístico que cubre todos los aspectos del desarrollo como crecimiento económico, comercio internacional, política fiscal, ahorro e inversión.

Ver la herramienta del PNUD sobre la relación que existe entre los principios fundamentales.

El Desarrollo Humano incluye también las redes de seguridad social, la seguridad humana, los derechos humanos y las libertades culturales y políticas. Como parte de su multidimensionalidad, el desarrollo humano está enriquecido por varias disciplinas: economía, administración pública, sociología, antropología, ciencias políticas y filosofía, por nombrar algunas cuantas. El desarrollo humano toma fundamentos teóricos de estas disciplinas y también contribuye a ellas. El enfoque de desarrollo humano está enfocado a los resultados, pretende cambiar las condiciones de vida y multiplicar las opciones para que las personas disfruten de una vida digna de ser vivida. El desarrollo humano es un concepto abierto y en evolución. Se enriquece continuamente por desarrollos teóricos y empíricos entre cooperantes de desarrollo, académicos e investigadores. El desarrollo humano es un proceso dinámico de gran alcance que puede siempre ser incorporado en los procesos y objetivos de planificación a largo plazo.

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SABER CUÁNTO: LOS INFORMES DEL PNUD PARA LA MEDICIÓN DEL DESARROLLO HUMANO EN 187 PAÍSES

Consideremos el caso de Vasanti, una mujer menuda, de treinta y pocos años de edad, que vive en Ahmedabad, una gran ciudad del estado de Gujarat, en el noroeste de la India. El marido de Vasanti era adicto al juego y al alcohol, se emborrachaba con el dinero reservado para los gastos familiares y cuando se agotó se hizo una vasectomía para aprovecharse del incentivo monetario que el gobierno regional ofrecía. Ante los abusos y malos tratos que recibía por parte de su marido, Vasanti decidió dejarlo y regresar con su propia familia. Fue afortunada porque es raro que una familia readmita a una hija que ha sido provista de una dote al contraer matrimonio.

Los hermanos permitieron que se instalara en lo que había sido el taller de reparación de máquinas de coser de su padre y, allí mismo, comenzó a coser ojales para abrochar la parte superior de los saris con una vieja máquina. Los hermanos le hicieron un pequeño préstamo un poco más tarde para que adquiriera una nueva máquina de coser que le permitió además coser los dobladillos de esa misma prenda. Vasanti no quería depender de sus hermanos, así que gracias a la SEWA, una asociación de mujeres autónomas, obtuvo un préstamo personal de esta organización que le permitió devolver el dinero a sus hermanos, y comenzar su andadura como trabajadora autónoma. En pocos años, Vasanti había devuelto la totalidad del préstamo y reunía los requisitos necesarios para inscribirse en los programas educativos de la SEWA, con los que pretendía aprender a leer y a escribir. Con la ayuda de su amiga Kokila, se implicó activamente en la lucha contra la violencia doméstica en su barrio. ¿Qué enfoque teórico podría dirigir la atención hacia los rasgos más significativos de la situación de Vasanti? Supongamos que no estuviéramos interesados en la teoría política o en la económica, sino únicamente en las personas: ¿qué advertiríamos y consideraríamos destacable en la historia de Vasanti?

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En primer lugar, nos llamaría la atención lo menuda que es Vasanti. Las familias pobres se ven obligadas con frecuencia a alimentar mal a sus hijos e hijas. Pero hay más, las familias pobres consideran a las hijas una carga, dado que el trabajo que realizan en casa no aporta dinero, es sencillo minusvalorar su importancia económica. Así, que la deficiencia nutricional de Vasanti es producto no sólo de la pobreza, sino también de la discriminación de género. Pero Vasanti es fuerte, a pesar de ser menuda, y eso le ha permitido sobrevivir en una región donde la asistencia sanitaria no es de fácil acceso, ni eficaz. Lo siguiente en lo que posiblemente repararíamos al oír la historia de Vasanti es el hecho de que una mujer tan inteligente y decidida como ella haya dispuesto de tan escasas opciones de empleo debido a que nunca aprendió a leer y a escribir. En India existe la creencia generalizada de que las mujeres tienen menos oportunidades laborales y políticas, así que desde la perspectiva de las familias, resulta más lógico asignar las tareas domésticas a las chicas y enviar a los chicos a la escuela. Se trata, pues, de una profecía autocumplida pues el analfabetismo excluye a las mujeres de la mayoría de los posibles empleos y de muchas oportunidades políticas. Al carecer de educación formal, Vasanti se ha visto privada de un conocimiento adecuado de la historia de su nación así como de la estructura política y económica de ésta. Otra cuestión clave en la vida de Vasanti es la violencia doméstica. Su compleja historia se ha visto afectada, a su vez, por toda una serie de elecciones sociales y gubernamentales en numerosos ámbitos. Martha C. Nussbaum (2012) Crear capacidades. Propuesta para el desarrollo humano.

El relato de Vasanti nos muestra que hay mucha realidad tras la frialdad de los datos estadísticos. Los indicadores de desarrollo deben contemplar esas múltiples realidades no como datos agregados sino “desagregados”.

Así se han creado los indicadores de desarrollo humano, los indicadores de género y los indicadores de pobreza, para intentar establecer medidas comparativas entre países o regiones que permitan conocer cuánto evoluciona realmente un país respecto a su desarrollo humano.

Este nuevo enfoque cuestiona los indicadores clásicos de las teorías precedentes, entre ellos el PIB, que se considerará a partir de entonces como un indicador sumamente defectuoso para medir el desarrollo, pues únicamente registra los intercambios monetarios, sin contemplar aquellos intercambios que se producen de forma altruista o en el interior del entorno familiar; valora del mismo modo todas las actividades productivas independientemente de que sus resultados tengan consecuencias positivas o perjudiciales para la sociedad; este enfoque registra tanto las adicciones (por ejemplo: alcohol, tabaco) como su remedio (tratamientos); considera que los recursos naturales son gratuitos e ilimitados; no asigna valor al tiempo libre; deja de lado la libertad humana; y tampoco incorpora el valor de los bienes públicos.

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EL INDICE DE DESARROLLO HUMANO El Índice de Desarrollo Humano, pretende recoger estos enfoques, conjugando tres variables: La longevidad (medida por la esperanza de vida al nacer) El nivel educativo (medido por una combinación de tasa de alfabetización de adultos y la tasa de matriculación combinada de educación primaria, secundaria y superior) El nivel de vida (medido por el PIB per capita a igualdad de poder adquisitivo)

El Índice de Desarrollo Humano (IDH) se publicó por primera vez en 1990, como una alternativa a la comparación cruda de los países basada en el PIB per capita. Es una medida integral del bienestar humano, aunque tiene sus limitaciones, y puede ser empleada para comparar el progreso entre naciones. Toma las medidas de salud, conocimiento y nivel de vida, y las combina para crear un valor entre 0 y 1. Cuanto más alto sea el valor, es decir, más próximo a 1, mayor nivel de desarrollo tiene un país o grupo. Cada Informe Mundial de Desarrollo Humano contiene una nota técnica que explica el cálculo del Índice de Desarrollo Humano.

El desarrollo humano es un enfoque multidimensional y para su estimación son necesarios datos cualitativos y cuantitativos. Las encuestas, la investigación de campo y los datos administrativos son igualmente importantes para recopilar información y medir el desarrollo. Del mismo modo que el desarrollo humano pone en el centro de atención a las personas; los indicadores que pretenden medirlo deben poner especial cuidado al recoger información procedente de las personas, especialmente en las encuestas. Los datos se deben recopilar de un modo que se evite tratarlos únicamente como estadísticas. Se debe fomentar la implicación y la participación de la gente en el proceso. Esto contribuirá a identificar las cuestiones más pertinentes que enfrentan las comunidades y a cambio ayudar en el proceso de toma de decisiones que se basará en los datos recopilados.

El IDH es una medida que ha captado la atención de los legisladores, medios de comunicación, organizaciones no gubernamentales, y ha fomentado la discusión sobre cuestiones que afectan al bienestar de las personas. Ayuda a ir más allá de las cifras, pues ayuda a las personas a cuestionar y modificar algunas de las opciones políticas existentes. El IDH es una medida compuesta que aborda muchas de las deficiencias del PIB.

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Los datos desagregados y cualitativos son un medio importante para enfatizar las diferencias entre grupos. Los datos se deberán clasificar en categorías como región, edad, género, origen étnico, aptitud física y mental, y otras características que pudiesen definir los caracteres únicos del grupo. Los Informes sobre Desarrollo Humano globales, regionales y subnacionales tienen una importante función, pues facilitan y fomentan el uso de datos cuantitativos y cualitativos para la medición del desarrollo humano.

La información que recogen los índices es un medio importante para la defensa de las políticas basadas en evidencias. La recopilación de datos del desarrollo humano nos permite diseñar políticas basadas en evidencias. Ello ayuda a reducir formas de exclusión social, política y económica que de otra forma impedirían que las personas logren poner en marcha plenamente sus capacidades. El único modo de lograr el progreso en un país es comprender plenamente su situación actual real, con tanto detalle como sea posible.

Existen muchos índices que pretenden medir diferentes dimensiones del desarrollo humano. Los informes sobre Desarrollo Humano se han basado principalmente en tres dimensiones (salud, educación y estándar de vida) y se mide a través de cuatro índices compuestos para resaltar perspectivas promedio del desarrollo humano en los países. Éstos nos ayudan a entender el grado de progreso logrado y los desafíos pendientes de enfrentar en todo el mundo. Es importante subrayar que los índices compuestos, por su propia naturaleza, no capturan la riqueza ni la profundidad del desarrollo humano. Únicamente reflejan algunas características de este enfoque complejo y el progreso que se está haciendo en todo el mundo.

http://hdr.undp.org/es/estadisticas/idh/

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LA DIFICULTAD EN LA OBTENCIÓN DE DATOS Y LA IMPORTANCIA DE LOS MISMOS En el informe 2011 del PNUD, aún se menciona la dificultad que existe para la obtención de datos fiables. Lo consideran todo un desafío. Las comparaciones entre países generalmente son difíciles por las diversas definiciones y métodos empleados para medir asuntos tales como la pobreza o el bienestar. Las comparaciones en el interior de los países también son complejas ya que generalmente o bien existe una falta de datos, o bien una disponibilidad no homogénea de éstos: datos independientes de diferentes regiones o grupos de personas sobre indicadores cruciales como expectativa de vida, mortalidad materna, ingresos de distrito, entre otros. Para superar este impedimento, se utilizan indicadores proxy como en el caso de los ingresos por distrito o bien se emplean indicadores que nos puedan informar sobre otro aspecto importante de la historia, como por ejemplo el uso de la mortalidad infantil en vez de la expectativa de vida. Además, la capacidad estadística difiere entre países. Muchos de ellos requieren de un apoyo sostenible en el tiempo para fortalecer sus sistemas estadísticos. El PNUD, junto con el Banco Mundial, y otros organismos de la ONU apoyan a muchos gobiernos nacionales en esta área. Mundialmente, se utilizan indicadores normalizados para calcular el Índice de Desarrollo Humano, para que sean posibles las comparaciones simples entre países. Para poder captar las diferencias entre regiones y los grupos sociales entre países, es útil que empleemos el índice de DH desagregado. Los promedios nacionales pueden enmascarar la diferencia entre segmentos de la población y resultar en privación. La disgregación de datos nacionales en categorías diferentes como hombre o mujer, urbano o rural, divisiones geográficas, religiones, grupos étnicos y castas, nos proporcionan un panorama más valioso sobre desigualdad y disparidad. Esto ayuda a reflejar el grado de la distribución de la privación dentro de un país.

Ejemplo de uso de datos desagregados:

El Informe de Desarrollo Humano de 2005 de Guatemala abordó la diversidad étnica y cultural. Analizó los datos desagregados sobre los grupos indígenas y no indígenas mediante diversos indicadores como la participación en el mercado laboral, el uso de los servicios de salud y educación y la participación política. El informe encontró que la discriminación sigue existiendo para las poblaciones indígenas en el acceso a las oportunidades de desarrollo humano.

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Obtención de datos desagregados. Ejemplo de un proceso participativo. En la provincia hindú de Chhattisgarth se recopilaron datos para el informe de Desarrollo Humano subnacional de 17.000 aldeas de forma participativa. Los facilitadores recopilaron información de las discusiones del grupo representativo sobre diversos aspectos del bienestar, necesidades y aspiraciones, que posteriormente se incluyeron en el informe de la aldea. Se redactaron informes de distrito en base a los hallazgos de los informes de la aldea que se consolidaron adicionalmente en un Informe Estatal sobre Desarrollo Humano. El proceso participativo de la recopilación de datos permitió que las personas se relacionasen con el informe de Desarrollo Humano como agentes activos y pudieran desempeñar un papel más relevante en la formulación de las políticas que les afectaban.

OTROS INDICES DE DESARROLLO El IDH tiene, también, sus propias limitaciones, porque solamente se enfoca en tres dimensiones de las capacidades, es decir, salud, conocimiento y nivel de vida. El enfoque de desarrollo humano se ha conformado con estas tres dimensiones en vez de con la visión más amplia de libertad, funcionamientos y capacidades. Como respuesta a esta carencia, han surgido otros índices que tratan de corregir estas limitaciones y/o recoger aspectos del desarrollo humano como la libertad política y el medioambiente.

El índice de Desarrollo Humano ajustado por la Desigualdad (IDH-D) Desde su inicio, el Informe sobre Desarrollo Humano apunta a que cada uno de los componentes del IDH refleje el nivel de desigualdad que lo rodea. El IDH ajustado por la Desigualdad (IDH-D) es un indicador del nivel de desarrollo humano de las personas de una sociedad y que tiene en cuenta su grado de desigualdad. En una sociedad con perfecta igualdad, el IDH y el IDH-D tienen el mismo valor. Cuando existe desigualdad en la distribución de salud, educación e ingresos, el IDH de una persona promedio de cualquier sociedad será inferior al IDH general; cuanto menor sea el valor del IDH-D (y mayor su diferencia con el IDH), mayor es la desigualdad. Los países con menor valor de desarrollo humano suelen tener mayor desigualdad, y ésta se observa en más dimensiones, por lo que su pérdida en el valor de IDH es más notoria.

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El índice de Pobreza Multidimensional (IPM) La iniciativa de Oxford sobre Pobreza y Desarrollo Humano (OPHI) está explorando formas de capturar algunas de las dimensiones “perdidas” del desarrollo humano, como el empoderamiento, la seguridad física y psicológica, o bienestar subjetivo y son los precursores de un nuevo indicador el Índice de Pobreza Multidimensional, incluido en el Informe de Desarrollo Humano. El índice identifica una serie de privaciones en las mismas tres dimensiones del IDH y muestra el número de personas que son pobres (que sufren privaciones) y el número de privaciones con las que usualmente vive una familia pobre. El índice considera las privaciones que experimentan las personas pobres, así como el marco en que éstas ocurren. Es posible agrupar el índice por región, grupo étnico, dimensión de la pobreza y otras categorías, por lo que representa una herramienta muy útil para los encargados de formular políticas.

El Índice de Desigualdad de Género (IDG)

Este índice trata de poner de manifiesto las diferencias existentes en la distribución de los logros alcanzados por mujeres y hombres. La igualdad entre los géneros significa que mujeres y hombres disfrutan equitativamente de oportunidades para el desarrollo de su potencial individual, para contribuir al desarrollo económico y social de su país, así como para beneficiarse de su participación en la sociedad. En todas las sociedades, el género tiene impacto en las oportunidades y los recursos disponibles para las mujeres y los hombres, y en algunas de ellas éstas son restrictivas, con frecuencia en formas que contradicen los derechos básicos de las mujeres y amenazan el desarrollo humano en general. Todos los análisis de desarrollo humano deben reflejar consistentemente las inquietudes relativas al género en sus análisis. Las oportunidades para supervisar el compromiso y el progreso hacia la igualdad entre los géneros incluyen presentar los datos de tendencias para cerrar las brechas de género. Esto nos mostrará los cambios en el tiempo e identificará las áreas que precisan de una especial atención.

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Los datos desagregados por sexo pueden ser, por tanto, un medio poderoso para focalizar la atención sobre la contribución que hacen mujeres y hombres a la economía. Las encuestas sobre el uso del tiempo en diferentes países han demostrado la importancia de esta cuestión. Estos nuevos índices han sido recogidos en los informes de Desarrollo Humano desde 2010 de forma experimental. Pero existen otros índices. El Banco Mundial produce un informe anual que mide una gama de indicadores de la gobernabilidad. La Freedom House ha desarrollado una serie de indicadores que miden la libertad y la democracia de las sociedades.

Todos ellos, incluyendo los Índices de Desarrollo Humano, tienen limitaciones que se relacionan con la complejidad de la comparación entre países. No obstante, estos esfuerzos de comparación entre los países son importantes para la formulación de políticas.

EL FUTURO YA ESTÁ AQUÍ: DESARROLLO HUMANO SOSTENIBLE

En este apartado se aborda el desarrollo humano desde la sostenibilidad y la equidad, atendiendo a los últimos informes del PNUD, en los que desde el año 1994 se vienen realizando esfuerzos por definir conceptualmente los términos con el objetivo de que sean incluidos en las políticas tanto nacionales como internacionales de todos los países.

Para ello veremos primero una definición del término sostenible, de dónde procede, para exponer después los objetivos que se plantea el informe de Desarrollo Humano del PNUD 2011.

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Qué queremos decir cuando decimos “sostenible” La valoración y el uso del término “sostenible” superaron el ámbito estrictamente académico en el que se había desarrollado a partir de diferentes líneas de pensamiento cuando las discusiones, informes e investigaciones que se estaban realizando, desde comienzos de la década de los setenta del siglo XX, sobre la relación directa entre el crecimiento de la población, el uso de los recursos naturales y la presión sobre el medioambiente confluyeron en la adopción del término “desarrollo sostenible” en el informe Brundtland para Naciones Unidas publicado en 1987 con el título Nuestro futuro común.

La definición aceptada en la asamblea general de la ONU del año 1984, dice:

“El desarrollo sostenible es aquel que satisface las necesidades del presente sin comprometer las necesidades de futuras generaciones”.

Desde entonces su uso cotidiano se vio incrementado sin que ello implicase una comprensión de la trascendencia de su aplicación como nuevo paradigma sistémico. Un paradigma por el que abogaba la Organización de Naciones Unidas cuando realizó el encargo a la doctora noruega Grö Harlem Brundtland4 y con el que se pretendía garantizar un crecimiento equilibrado y equitativo en todo el planeta. Según aseguraba la comisión en su informe, el “desarrollo sostenible” encierra en sí dos conceptos fundamentales: Por un lado el concepto de “necesidades”, en particular las de la población que vive en la pobreza y por otro, La idea de “límite” respecto a la capacidad del medioambiente para satisfacer dichas necesidades tanto en el presente como en el futuro. El elemento fundamental del “desarrollo sostenible” es que pone en primer lugar las necesidades humanas como justificación del desarrollo, si bien, especifica que sólo será sostenible aquel desarrollo que asegure la igualdad de oportunidades. Es, por tanto, equitativo, no busca única y exclusivamente la producción de riqueza sino que ésta pueda llegar a satisfacer las necesidades de todos y cada uno de los miembros de la comunidad.

Política y médica noruega. Ha sido primera ministra del gobierno de Noruega en tres ocasiones(1981, 1986-1989, 1990-1996). En 1984 fue la presidenta de la Comisión de Medioambiente de Naciones Unidas que definió y popularizó al término “desarrollo sostenible”. Ha sido directora general de la Organización Mundial de la Salud (1998-2003) y Enviada especial de Naciones Unidas para el Cambio Climático (2007).

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El informe PNUD 2011 y su compromiso con la relación entre sostenibilidad y equidad El Informe sobre Desarrollo Humano 2010 celebró los veinte años de informes del PNUD, profundizando en el concepto de desarrollo humano a través de un mayor énfasis en la equidad, el empoderamiento y la sostenibilidad como medios para incrementar las opciones de la gente respecto a la vida que desean vivir. El informe del PNUD del año 2011, “Sostenibilidad y equidad: un mejor futuro para todos” investiga los puntos de encuentro entre sostenibilidad ambiental y equidad, conceptos que considera muy similares en su preocupación por la justicia distributiva. La sostenibilidad es un valor ligado además a la responsabilidad, porque las generaciones futuras debieran tener al menos las mismas posibilidades de satisfacer sus necesidades que las generaciones actuales. De igual modo, todos los procesos que no son equitativos son injustos: las oportunidades de todas las personas de llevar una mejor vida no debieran verse restringidas por factores que escapan a su control. Las desigualdades son particularmente injustas cuando algunos grupos son discriminados de forma sistemática por motivos de género, etnia u origen geográfico.

Hemos visto en el epígrafe anterior, cómo el Informe de la Comisión Brundtland de 1987, así como una serie de declaraciones internacionales, desde la de Estocolmo en 1972 hasta la de Johannesburgo en 2002, hacían hincapié en la estrecha relación entre sostenibilidad y equidad. Del mismo modo, hace más de una década, Sudhir Anand y Amartya Sen abogaron por considerar conjuntamente la sostenibilidad y la equidad: “Sería una grave violación del principio universalista si nos obsesionáramos por la equidad intergeneracional sin al mismo tiempo atacar el problema de la equidad intrageneracional”. Sin embargo, muchos de los debates que hoy se libran en torno a la sostenibilidad siguen dejando de lado la equidad, tratándola como un tema independiente y no relacionado. Esta perspectiva es a la vez incompleta y desacertada. Ya hemos visto aquí, como el desarrollo humano tiene que ver con la expansión de las libertades y las capacidades de las personas para llevar el tipo de vida que valoran y tienen razones para valorar. Ambas nociones —libertades y capacidades— son más amplias que la de las necesidades básicas. En otras palabras, se trata de ampliar las opciones. Para llevar una “buena vida” se requieren fines y estos fines pueden ser valiosos no sólo en sí mismos, sino también como medios. Por ejemplo, podemos valorar la biodiversidad, o la belleza natural, independientemente de si aportan o no a nuestro nivel de vida.

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El desarrollo humano pone a las personas desfavorecidas en el centro de su atención. Incluyendo en este grupo a las futuras generaciones, quienes deberán enfrentar las peores consecuencias de las actividades que llevamos a cabo hoy. La responsabilidad, nos hace pensar tanto el escenario más probable que ocurrirá, como también en los casos menos factibles, pero aún posibles, en particular cuando los acontecimientos pueden tener mal pronóstico para las personas pobres y vulnerables. Los debates sobre el significado de la sostenibilidad ambiental se centran a menudo en dilucidar si el capital fabricado por los seres humanos puede reemplazar los recursos naturales, es decir, si el ingenio humano podrá atenuar la escasez de los recursos, como sucedía en el pasado. Desde la publicación del informe “Los límites del crecimiento”, encargado por el Club de Roma a un grupo de investigadores del Instituto Tecnológico de Massachussets, sabemos no sólo que vivimos en un planeta finito, sino que la explotación de recursos y producción de bienes no puede crecer del modo que lo ha estado haciendo desde los inicios de la Revolución Industrial. El desarrollo sostenible implica la expansión de las libertades fundamentales de las actuales generaciones mientras realizamos esfuerzos razonables para evitar el riesgo de comprometer gravemente las libertades de las futuras generaciones. Un aspecto fundamental de esta idea es la deliberación pública razonada, que también es esencial para definir los riesgos que la sociedad está dispuesta a aceptar.

En la búsqueda de sostenibilidad y equidad, no es necesario que siempre se refuercen mutuamente. De hecho, en muchas instancias habrá que hacer concesiones recíprocas. Por ejemplo, las medidas para mejorar el medioambiente pueden tener efectos adversos en la equidad si restringen el crecimiento económico de los países en desarrollo.

El informe ilustra los posibles impactos conjuntos de las políticas, al tiempo que reconoce que los efectos no suceden siempre ni en todas las circunstancias, destacando que el contexto es de enorme importancia. El marco pone especial atención en la identificación de sinergias positivas y en considerar las ventajas y desventajas involucradas.

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SABER CÓMO: BUENAS PRÁCTICAS DE APLICACIÓN EN MANOS UNIDAS

Tras profundizar en los diferentes enfoques que se han ido sucediendo en la historia, en esta última parte del curso vamos a reflexionar sobre cómo entiende Manos Unidas el desarrollo humano. En su historia reconoceremos algunos elementos clave para comprender el concepto de desarrollo humano, integral y solidario.

La Campaña Contra el Hambre fue promovida en España, en el año 1960, por las mujeres de Acción Católica española. Fue la respuesta a la iniciativa de la Organización Mundial de Organizaciones Femeninas Católicas (UMOFC), que reunía a más de cien organizaciones de los cinco continentes, a través de un Manifiesto hecho público el 2 de junio de 1955. En España, las Mujeres de Acción Católica hicieron suyo ese llamamiento y realizaron, en colaboración con Caritas, su I Campaña contra el Hambre bajo el lema: UN DÍA DE TRABAJO PARA PALIAR EL HAMBRE. (Día de Ayuno Voluntario, que quedó luego fijado en el primer viernes de febrero). Ese año había sido declarado “Año del Refugiado” y el dinero de la colecta (500 mil pesetas de entonces, el equivalente a 3.000 euros) se destinó a ese fin. En 1969 Pablo VI, el Papa de la Populorum Progressio, hizo un llamamiento urgente para aliviar una de las mayores hambrunas en la India. El mensaje “LA INDIA SE MUERE DE HAMBRE” recorrió el mundo entero. España respondió a esta llamada de emergencia con una colecta extraordinaria que se destinó a la adquisición de 70 camiones que, cargados de trigo y arroz, se enviaron a aquel país. En esta ocasión, los estibadores del puerto de Barcelona ofrecieron su trabajo gratuitamente como aportación a dicha causa. Después de esta campaña se llegó a la conclusión de no volcar todo el esfuerzo en una sola obra, sino tratar de llevar, junto a los grandes objetivos, una serie de pequeñas realizaciones que complementaran su labor. Pedro Escartín (2009) “Declararon la guerra al hambre. Cincuenta años en la vida de Manos Unidas”

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MANOS UNIDAS, UNA ONGD CON TRAYECTORIA EN EL DESARROLLO HUMANO

Durante la década de los 70, la penetración social de Manos Unidas, siempre manteniendo su carácter de voluntariado femenino católico y la colaboración con otras instituciones, fue en aumento. Las mujeres de Manos Unidas se revelaron como auténticas pioneras en la acción de denuncia de las injusticias y en la movilización de la ayuda a los más pobres del mundo, parte de estas acciones es lo que hoy en día llamamos incidencia política.

En la Campaña XIV, año 1973, se establecieron los cinco sectores de acción para los proyectos de desarrollo: agrícola, sanitario, educativo, de promoción social y de promoción de la mujer, que continúan teniendo vigencia hoy.

En el año 1978 el Comité Católico de la Campaña contra el Hambre se erige con el nombre de Manos Unidas en persona jurídica, con la aprobación de la Conferencia Episcopal Española que eligió a Manos Unidas como el organismo oficial de la Iglesia española para la ayuda, promoción y desarrollo de los países en vías de desarrollo. Con ello obtiene plena personalidad jurídica, canónica y civil manteniendo su fundacional carácter confesional, y quedando definida como una asociación pública de fieles. En 1991, Manos Unidas entra a formar parte de la organización Cooperación Internacional para el Desarrollo y la Solidaridad, CIDSE. Esta red internacional de organizaciones de cooperación está constituida por 16 organizaciones de desarrollo, católicas, establecidas en Europa y América del Norte. El Ministerio de Justicia e Interior declara a Manos Unidas de Utilidad pública el 17 de octubre de 1995. En 2010 Manos Unidas cumplió 50 años y 50 campañas contra el hambre y la pobreza y fue reconocida con el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia. En el quehacer diario de Manos Unidas está siempre presente el origen de esta institución cuyas inspiraciones se actualizan constantemente. Aquel grupo de mujeres es ejemplo y estímulo del grupo de personas que hoy conforma Manos Unidas. Este carácter propio se manifiesta en nuestra aplicación de desarrollo humano, que se fragua al desarrollar nuestra misión y que tiene las siguientes notas características:

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La persona el centro del Desarrollo. El valor la persona, su dignidad y derechos no pueden ser reducidos exclusivamente a los criterios de la utilidad o del tener, sino que necesita de una verdadera justicia arraigada en el reconocimiento de todas las dimensiones de la persona, en su origen y destino. Conociendo las injusticias que sufren hombres y mujeres de todo el mundo, profundizamos en las causas que las generan. Sabiendo que el progreso económico, tecnológico, político o social afecta profundamente a la vida de las personas, no dejamos de denunciar aquellas situaciones que impiden el progreso material, espiritual, moral y cultural de las personas y los pueblos, y proponemos caminos para acabar con lo que imposibilita su desarrollo pleno. Estamos empeñados, a través de las acciones de sensibilización, en la defensa y promoción de los valores inherentes a la dignidad de la persona. La verdad, la libertad, la justicia y el amor, cuya práctica es el camino seguro y necesario para alcanzar la perfección personal y una convivencia social más humana; además estos valores constituyen la referencia imprescindible para los responsables de la vida pública. Buscamos que toda acción de cooperación al desarrollo que realizamos tenga en cuenta la situación concreta de cada persona en todas sus dimensiones y facilitamos que cada vez sea más responsable de su propio desarrollo. Sabemos que el desarrollo de los pueblos y de cada persona es un proceso que depende de la colaboración de todos, por lo que necesita de corazones abiertos que se empeñen generosamente por el bien común de todos y de cada uno.

Para Manos Unidas, por tanto, adoptar la perspectiva del desarrollo humano en sus intervenciones supone contribuir con un modelo de desarrollo que, a partir de nuestro trabajo solidario, aumente las capacidades de las personas, favorezca una vida más digna, haga crecer efectivamente la dignidad y la creatividad de toda persona y su capacidad de responder a su propia vocación. Es un proceso en el que todas las dimensiones del actuar humano están implicadas: la economía, la cultura, la religión, la tecnología y la vida social. La economía es sólo un aspecto del progreso. Desde una perspectiva cristiana, para Manos Unidas, desarrollo humano supone además acrecentar en las personas y en las sociedades el sentido de su referencia a Dios. En definitiva, entendemos el desarrollo humano como un proceso por el que cada persona y el conjunto de los pueblos, reconociendo y respetando su verdad más profunda, conduce hacia condiciones de vida más humanas, desde el punto de vista material, espiritual, moral y cultural.

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REALIZA SU TRABAJO DE COOPERACIÓN A FAVOR DEL DESARROLLO HUMANO

“El fin de Manos Unidas, es la lucha contra el hambre y las causas que la provocan, de forma que la persona sea capaz de ser por sí misma agente de su mejora natural, de su progreso moral y de su desarrollo espiritual” (Populorum Progressio, 34) Art.5 Estatutos de MMUU

Nos parece necesario dar un paso que ayude a clarificar no sólo el qué hacer, sino la motivación profunda de la actividad de Manos Unidas. Consideramos que es importante conocer unos principios dentro de un marco que sea identificativo de nuestra misión, visión y valores, como expresa nuestra propia identidad y que sirva de introducción y de referencia, a los criterios de carácter técnico que a continuación exponemos:

Luchar contra el hambre es luchar contra la deficiente nutrición, la inseguridad alimentaria, la miseria, la enfermedad, el subdesarrollo y la deficiente educación, producidos entre otras por las siguientes causas: la injusticia, la falta de solidaridad en el reparto de los bienes y las oportunidades entre las personas y los pueblos, la ignorancia, los prejuicios y la crisis de valores humanos.

Cómo se desarrollan las acciones de cooperación al desarrollo Partiendo de los presupuestos anteriores, para Manos Unidas, una “acción de cooperación al desarrollo” es la actividad o conjunto de acciones planificadas que surgen de la iniciativa de un grupo beneficiario determinado, realizándose en un área geográfica concreta y en un periodo de tiempo definido, para mejorar una situación de carencia de forma sostenible y duradera. La presencia efectiva de Manos Unidas cerca de las personas más pobres y de los pueblos más desfavorecidos es una marca de identidad. En circunstancias de extrema pobreza y desigualdad, en un entorno de globalización asimétrica, nuestra presencia es valorada, demandada con fuerza por los beneficiarios, y es un deber con nuestros socios y colaboradores.

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Criterios de Discernimiento

Reconocimiento teórico y práctico de la prioridad de la persona. La fe nos enseña que el hombre y la mujer, están dotados de una inmensa dignidad “por ser imagen y semejanza de Dios”. Desde esta premisa, podemos afirmar que la persona humana es única, portadora de derechos inalienables e irrenunciables. Es el origen, la raíz y el fundamento de toda sociedad en la tierra. En consecuencia, todo el orden social ha de tener su propio fundamento y su origen en la persona humana. El reconocimiento teórico y práctico de la prioridad de la persona debe ser entendido en la globalidad de su existencia. Esta concepción exige al menos las siguientes cuestiones: la igualdad fundamental de todos los hombres y mujeres, como categoría teológica de nuestra existencia cristiana y como aspiración humana a conquistar; la primacía de las personas sobre las estructuras; y la superioridad de la persona sobre sus propias creaciones sociales. El destino universal de los bienes y la búsqueda del bien común como expresión de la solidaridad humana. Esto se concreta en la búsqueda del bien común, entendido como el conjunto de condiciones económicas, sociales, políticas y culturales, que posibiliten que todos y cada uno de los hombres y mujeres se realicen plenamente. Pero además, la dignidad inviolable de todo ser humano, exige equidad, ello conlleva construir una sociedad, con un reparto justo de los recursos entre los habitantes del planeta, favoreciendo la sostenibilidad ecológica, que es la base de la reproducción de la vida y el requisito imprescindible para la solidaridad con las generaciones futuras. El amor preferencial por los pobres, expresado en la solidaridad activa y en comunión efectiva con ellos.

Características exigibles Para Manos Unidas las acciones de cooperación al desarrollo son consideradas instrumentos que deben dar respuestas pertinentes, eficaces, eficientes, sostenibles y duraderas a las necesidades de las comunidades beneficiarias. Estas acciones están orientadas a: Descubrir y erradicar las causas de la injusticia social y la pobreza. Promover el desarrollo humano, social y económico. Impulsar el respeto de los derechos humanos y del medioambiente. Facilitar cauces de solidaridad.

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Desarrollar las capacidades humanas de los colectivos más desfavorecidos para que puedan ser protagonistas de su propio desarrollo. Hacer posibles condiciones de vida digna para todos los seres humanos.

A qué deben contribuir

Las acciones de cooperación al desarrollo que apoya Manos Unidas contribuirán de forma decidida a: Conseguir mejoras en la calidad de vida de las poblaciones más empobrecidas. Impulsar la educación y asegurar la formación y capacitación de las poblaciones más pobres, posibilitando que puedan desarrollarse como personas y puedan ser reconocidas como tales. Asegurar las condiciones sanitarias que permitan la mejora de la salud y la prevención de enfermedades. Fomentar en la población un sentido de responsabilidad comunitaria, de derechos y obligaciones, que procure la igualdad fundamental de todos los hombres y mujeres y el bien común sin distinción de raza, país, casta o religión. Favorecer políticas agrarias - ecológicas, orientadas al desarrollo y sostenible que permitan la permanencia de las poblaciones rurales en su entorno natural. Mejorar la condición de la mujer en todos sus aspectos. Impulsar una economía solidaria y popular, al servicio de la persona humana, que procure la satisfacción de las necesidades básicas. Potenciar la democracia y la creación de estructuras sociales donde los ciudadanos vean reconocidas sus derechos sociales y puedan vivir realmente la libertad, la igualdad y la fraternidad. Impulsar modelos de desarrollo alternativos desde, el principio de precaución y la regulación ecológica de toda actividad humana que ayuden a conservar los espacios y los recursos naturales, el hábitat y el medioambiente, no teniendo en cuenta solamente los criterios del beneficio económico. Impulsar el diálogo entre culturas, religiones y civilizaciones, desde el respeto y la identidad propia, la aceptación de la diversidad y el fomento de la tolerancia. Promover el fortalecimiento de la sociedad civil, impulsando su participación en asociaciones intermedias, en el mundo de las leyes y el derecho, de la educación y la cultura, del trabajo y de los derechos sociales, de la economía, de la política etc.

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CRITERIOS DE ELECCIÓN PARA LAS ACCIONES DE COOPERACIÓN AL DESARROLLO HUMANO

Tras la definición del marco de discernimiento y del ámbito específico de la acción de Manos Unidas, detallamos a continuación una metodología, utilizada como criterios de elección para las acciones de cooperación al desarrollo, para lograr que este sea un desarrollo humano sostenible y solidario, que permite aplicar de manera unitaria y concreta unos criterios a la hora de trabajar en el estudio de las solicitudes de proyectos en sus diferentes niveles.

Criterios Generales Son aquellos cuyo cumplimiento es condición sine qua non a darse en todas y cada una de las acciones de cooperación al desarrollo para poder entenderlas como promotoras de desarrollo humano. Por la naturaleza de los mismos y la necesidad de su cumplimiento por las partes implicadas, las hemos desagrupado en relación a la coherencia interna de la acción, a los beneficiarios y a los socios locales. La coherencia de la intervención y la participación de ambos grupos de manera activa y coordinada, así como la necesaria experiencia y capacidad de los socios locales, se convierten en requisitos previos para garantizar el éxito de cualquier acción de cooperación al desarrollo.

Coherencia de la acción: Definición clara de objetivos y resultados. Relación detallada de actividades. Proporcionalidad entre inversión y resultados. Viabilidad social, económica y técnica. Identificación factores externos que puedan afectar a la acción.

Beneficiarios: Que parta de la iniciativa de los beneficiarios, no de una iniciativa personal. Beneficiarios situados bajo el umbral de la pobreza.

Socio Local: Existencia de una estructura estable que asegure el mantenimiento del proyecto y fuentes de financiación regulares. Capacidad de gestión.

Nivel de organización comunitaria. Que exista una participación activa de los beneficiarios asumiéndolo como suyo. Que venga a solucionar una necesidad comunitaria, real y objetiva.

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Experiencia de trabajo en la zona. Grado de implantación y trabajo con los beneficiarios.

Criterios Específicos Los Criterios Específicos suponen una aplicación de los Criterios Generales según la naturaleza sectorial de la acción o acciones que se propongan (agrícolas o ganaderas, educativos, sanitarios, sociales y de promoción de la mujer), la zona donde se ejecutan o el colectivo de beneficiarios al que se dirija.

Otros criterios Particulares: Promotores del desarrollo humano Los criterios Particulares son la consecuencia del conocimiento detallado de los continentes, países y regiones en los que se desarrollan las acciones de cooperación al desarrollo apoyadas por Manos Unidas. Dicho conocimiento y la experiencia de años, permiten identificar carencias importantes en países, zonas o poblaciones. Pueden variar de un periodo a otro, por circunstancias especiales que así lo recomienden y como se ha señalado en la parte primera del curso no siempre están recogidos en los indicadores del PNUD o en otros indicadores existentes, dada la dificultad en la recolección de los datos. A este respecto, y a la hora de trabajar y discernir, tenemos en cuenta lo que hemos dado en llamar otros criterios que por nuestra experiencia, observación en los viajes de identificación, seguimiento y evaluación hemos advertido como desigualdad, carencia y/o necesidad, además de la aplicación primaria de los indicadores de desarrollo clásicos, de fuentes externas, como el PNUD.

Zonas prioritarias de actuación A la hora de elegir las regiones de actuación dentro de cada continente se considerará otros criterios como son: Las regiones más pobres y de mayor densidad de población bajo el umbral de la pobreza. Las de difícil acceso, por dificultades de comunicación y de escasa o nula atención por parte de las instancias públicas. Las que concentran carencias importantes relacionadas con sectores básicos como: educación, salud, acceso al trabajo, acceso a la propiedad de la tierra, etc. Las que presentan escasez de organizaciones actuando. Aquellas afectadas por situaciones prolongadas de violencia, conflicto armado o desastres naturales.

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las

En el quehacer diario de Manos Unidas, tanto en la sensibilización como en las acciones de cooperación lo primero son personas, es el camino y la razón para conseguir el desarrollo humano.

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