Imagen de Extremadura: Portugal, tiempo de complicidad

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EDICIÓN EN ESPAÑOL Y PORTUGUÉS

La Raya Tiempo de complicidad


DOSSIER

Extremadura y Portugal, un punto de encuentro. Página 6 La oficina de Extremadura en Lisboa. Página 20

VISIONES DE UN LADO Y OTRO DE LA RAYA

Arte sin fronteras. Página 26 Los puntos cardinales de la gastronomía rayana. Página 34

LA NUEVA EXTREMADURA

Extremadura, una región para celebrar congresos. Página 42 Competitividad innovadora. Página 48

EL NUEVO PORTUGAL

Un poco más allá del Tajo. Página 54

Textos en portugués. Página 66 IMAGEN DE EXTREMADURA EDITA: SOCIEDAD DE GESTIÓN DE LA IMAGEN DE EXTREMADURA, S.A.U. DISEÑO: REINADECORAZONES IMPRENTA: INDUGRAFIC ISSN: 1886-3949 DEPÓSITO LEGAL: BA-105-06 SUSCRIPCIONES: Si estás interesado en recibir esta publicación envía tus datos (nombre, apellidos, dirección, código postal, población, teléfono y correo electrónico) al e-mail: suscripciones@marcaextremadura.es

Un lugar de encuentro


Dentro de unos años,

cuando miremos atrás para tomar perspectiva acerca de las cosas que han sido importantes para la transformación de Extremadura, no me cabe la menor duda de que figurará en un lugar muy destacado la forma tan innovadora y decidida en que, desde principios de la década de los noventa del pasado siglo, hemos encarado nuestras relaciones con Portugal. Cuando preparábamos nuestra presencia en la Expo de Lisboa de 1998, el entonces Presidente de la Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, decía que Extremadura no venía a Lisboa de paso para participar como otros muchos en los fastos del 98 y marcharse sin más, sino que nuestro interés, nuestra apuesta por Portugal, era permanente y de carácter estratégico. Estábamos antes, estuvimos durante y continuamos con más empeño si cabe profundizando en nuestras relaciones con Portugal cuando se apagaron las luces de la magnífica Exposición Universal de Lisboa. Y llegaba a decir mucho más: Portugal es uno de los factores

que caracterizan a Extremadura y que la configuran tal como es. Nuestra cercanía a Portugal constituye, por tanto, unos de nuestros hechos diferenciales más destacados. Yo coincido plenamente con esta afirmación y he dicho públicamente, y reitero en este momento, que la suerte de Extremadura se llama Portugal y de algún modo una parte de la suerte de Portugal, aunque sea una parte pequeñita, se llama Extremadura. Extremadura es una región española fronteriza que comienza allá donde acaban el Alentejo y la Beira Interior Sul y que aspira a ser identificada y reconocida por los portugueses como una tierra diferente, especialmente cercana, amable y sensible hacia todo lo que proceda de Portugal. En estos últimos años desde el gobierno regional hemos trabajado duro con el gobierno portugués y con nuestros vecinos de Centro y el Alentejo para “especializarnos” en Portugal y la sociedad extremeña en su conjunto ha sido enormemente

receptiva, nos ha acompañado siempre con entusiasmo y ha experimentado lo que yo calificaría como una pequeña revolución en la forma en la que percibe todo lo portugués. Por ello, la apertura de una Delegación de Extremadura en Lisboa no debe tomarse a la ligera, como un hecho aislado, sino como la expresión indubitada de la voluntad del gobierno de Extremadura de dar un gran paso adelante, de apostar decidida y definitivamente por Portugal y de asociar nuestro futuro al futuro de nuestros amigos portugueses. Así, queremos aprovechar todo lo bueno que hemos construido en los últimos años para desarrollar una cooperación transfronteriza más cercana, más útil para los ciudadanos. Queremos compartir y racionalizar servicios, utilizar e, incluso, abusar del sentido común para diseñar nuevas iniciativas que se traduzcan en

la mejora de la calidad de vida de las personas. Y para ello estamos trabajando estrechamente con los Gobiernos español y portugués y, como no, con nuestros vecinos del Alentejo y Centro. En breve constituiremos la Eurorregión Extremadura, Alentejo y Centro, remozaremos nuestras estructuras jurídicas de cooperación y engrasaremos de nuevo las maquinarias administrativas. Y dejaremos la puerta abierta con la luz de dentro encendida, para que sea bienvenido todo aquel que quiera sumarse a este ilusionante proyecto común que comenzó a materializarse en el mismo momento en el que Extremadura pudo decidir desde Extremadura sobre su futuro.

Guillermo Fernández Vara Presidente de la Junta de Extremadura


dossier

EXTREMADURA

Y PORTUGAL

Texto: Javier Álvarez Fotos: Jorge Armestar y Susana Sauceda, Pedro J. Gómez

Extremeños que trabajan en Portugal y portugueses que trabajan en Extremadura. Ya no hay frontera para las relaciones comerciales: los negocios se hacen a este lado y al otro, en una u otra lengua, o en ambas a la vez: ese simpático “portuñol” de muchos de nuestros empresarios. Las vidas se viven a ambos lados también. Vidas como éstas: historias de ida y vuelta.

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La historia de José Ignacio Cortés (Don Benito, 1963) es la de un hombre que fue a Portugal “a buscarse la vida”. Es médico, y “allí era mucho más fácil sacar plaza para hacer una especialidad”, según relata. Así que, dicho y hecho, en el año 2000 se fue a Lisboa. Ése fue el inicio de una carrera profesional que en agosto de 2007 le llevó hasta el Hospital Évora, donde actualmente ejerce en el Servicio de Anatomía Patológica. Trabaja en Portugal y vive en Badajoz, así que conoce bastante bien lo que se ‘cuece’ a los dos lados de la frontera. Lo que más le gusta de España a José Ignacio Cortés es la forma de vivir, “en general con más optimismo y alegría”. Por su parte, Portugal le aportó “una estabilidad tanto laboral como emocional”. En cuanto a la forma de trabajar, apunta que no ha detectado grandes diferencias entre uno y otro país, ni siquiera en cuanto a los medios con los que cuenta en su trabajo. Por buscar alguna, apunta que, quizás, “en Portugal se sigue manteniendo una mayor jerarquización profesional”. De cara al futuro, Cortés apuesta porque las Administraciones de España y Portugal desarrollen “planes conjuntos para el desarrollo de comarcas interiores fronterizas”. También ha de mejorar la actitud de los ciudadanos de a pie: “Los españoles debemos valorar más lo que somos y lo que tenemos; y los portugueses deberían ser más positivos”.

JOSÉ IGNACIO CORTÉS


José Manuel Leyton lleva una década trabajando con portugueses. Pero su vinculación con Portugal va mucho más allá. De hecho, nació en 1957 en la localidad fronteriza de Olivenza, y desde hace treinta y tres años vive en otra ciudad de La Raya: Badajoz. Recuerda que cuando era un niño, “en los tiempos en los que pasar la frontera era toda una aventura”, sus padres le llevaban al país vecino “a visitar plazas, castillos y paseos en los que disfrutábamos de su historia”. Leyton es propietario de la empresa Etiquetas de Extremadura (Etiex), un proyecto que ahora cumple diez años y que se dedica a la fabricación de etiquetas adhesivas en bobina. Desde el primer momento fue consciente de que necesitaba hacerse un hueco en el mercado portugués. Pero para él trabajar en el país vecino “no ha sido fácil, ni lo es en la actualidad”, aunque finalmente, “a base de insistir, e incluso haciendo pruebas gratuitas”, consiguió que los empresarios portugueses confiaran en Etiex. Desde entonces su volumen de negocio en Portugal se sitúa casi al mismo nivel que en España. Leyton pasa cada año entre cuatro y cinco meses en Portugal, un país del que le gusta “todo”: “las costumbres, la forma de enfocar la vida particular, la gastronomía, la gente, la arquitectura de los pueblos…”. A la hora de pensar en qué aspectos hay que mejorar en las relaciones comerciales entre ambos países, recuerda que “en España encontrar trabajadores que dominen el idioma portugués sigue siendo un problema, y es algo que se echa de menos: la preparación para poder atender al cliente portugués”.

JOSÉ MANUEL LEYTON 8

Felipe Brandão es un lisboeta de 32 años afincado desde hace ocho en nuestra Comunidad, donde ejerce como director comercial de Gran Casino Extremadura, en Badajoz. Felipe es uno de esos portugueses que opina que no sólo deberían mejorarse e intensificarse las relaciones comerciales entre España y Portugal, sino que “deberían funcionar como un solo país… por ejemplo, Iberia”. Algo que, añade, “nos haría bastante más competitivos en el mercado europeo”. Sobre las diferencias que percibe a la hora de trabajar en uno u otro lado de la frontera, afirma que en Portugal “se planifica menos, y las cosas se hacen más por instinto que por organización”. Mientras que en España “todo es más metódico, más organizado”. Lo que más le gusta de nuestro país es “la alegría de sus gentes” y esa dinámica empresarial que en los últimos tiempos se está viendo afectada por la tan manida crisis. Pero nunca olvida Portugal. “Qué te voy a decir... Es mío, es como una parte de mí”. Para Brandão españoles y portugueses tienen aún mucho que aprender los unos de los otros. Por ejemplo, apunta que los españoles “deberían aprender a reaccionar mejor ante la presión, a improvisar”. Por el contrario, los lusos “deberían aprender a planificar y a organizarse”.

FELIPE BRANDãO


José María Baldominos nació el 21 de febrero de 1955 en El Pozo de Guadalajara (Guadalajara), pero vive en Badajoz desde hace quince años. Baldominos compatibiliza su trabajo en un garaje con una empresa dedicada al alquiler de vehículos de alta gama, donde cuenta con varios clientes portugueses, a lo que suma su gerencia de una empresa de capital portugués dedicada a la fabricación y comercialización de construcciones modulares. Baldominos es un hombre muy ligado al país vecino, donde actualmente está desarrollando un proyecto (en Alandroal) que incluye una granja-escuela infantil, un automóvil club, una empresa vinícola y una iniciativa de turismo rural enfocada a ingleses jubilados. Este emprendedor extremeño afirma que Portugal “tiene esa tranquilidad que teníamos nosotros hace unos años, donde siempre hay un lugar donde poder relajarte”. A la hora de comparar cómo se trabaja en uno y otro país, considera que los lusos son “gente más tranquila” y con una burocracia “incluso mayor que la nuestra”, lo que lleva a que el rendimiento sea algo menor. Si algo tiene claro es que “somos dos pueblos que estamos obligados a entendernos”, sobre todo si tenemos en cuenta que “cada día hay más empresas, tanto españolas como portuguesas, trabajando a ambos lados de la frontera, lo que por otro lado es algo natural”. En opinión de José María Baldominos las relaciones entre españoles y portugueses son “cada día más fáciles”, porque “poco a poco se van limando las asperezas, los miedos y el trato entre las personas de ambas partes”.

JOSÉ MARÍA BALDOMINOS 10

PEDRO J. GÓMEZ Pedro J. Gómez es un extremeño (Don Benito, 1969) profundamente enamorado de Portugal, donde desarrolla numerosos proyectos profesionales. Desde 2002 vive en Badajoz, su ‘base de operaciones’, este documentalista especializado en fotografía, diseño gráfico y publicidad que también hace sus ‘pinitos’ en el terreno de la promoción cultural. Trabaja como free-lance, y actualmente es el responsable de la publicidad del restaurante Sem-Fim, de Telheiro (Monsaraz) y acaba de maquetar y hacer la fotografía para la reedición de una guía del Alentejo. Además, colabora con el estudio A+I+D de Antonio Doncel, con el que desarrolla varios proyectos. El más avanzado es ‘Náufragos’, “un proyecto artístico multidisciplinar que tiene como punto de partida Vilanova de Milfontes, un peculiar pueblecito de pescadores de la costa alentejana”.

A principios de los años noventa comenzó a viajar habitualmente a Portugal, en lo que fue el inicio de una relación ‘vital’ que se ha intensificado hasta el punto de que ahora pasa la mitad de su tiempo en tierras lusas. Cuando reflexiona sobre Portugal, destaca que allí “el tiempo parece detenerse”, y deja claro qué es lo que más le gusta del país vecino: “la forma en que pasa el tiempo”. Es algo difícil de explicar, pero que logra, indica, que el simple hecho de atravesar la frontera le relaje. Pedro J. Gómez tiene claro, además, qué paso deben dar ahora los españoles: “Los portugueses ya aprendieron el español, pero los españoles aún no se han dignado”. Aunque reconoce el esfuerzo que en el caso de Extremadura se está haciendo en los últimos años en este sentido.


El cacereño Antonio Sáez Delgado reside “en la frontera” desde hace una década y conoce muy bien Portugal. Entre 1995 y 1998 vivió en la localidad lusa de Évora y actualmente divide su tiempo entre la capital pacense y Évora, donde sigue trabajando. Se considera un “privilegiado”, porque esta situación le permite “tener un contacto activo y constante con la realidad social y cultural de los dos países”. Sáez Delgado es escritor, traductor de literatura portuguesa y profesor de Literatura Española y de Literaturas Ibéricas en la Universidad de Évora desde 1995. El escritor extremeño se define como un “enamorado de Portugal”, un país del que le atraen, por encima de todo, “la educación, el profundo respeto y el carácter de la gente”. En su opinión, a pesar de la cercanía física las gentes de España y Portugal siguen manteniendo sus peculiaridades. “Se piensa diferente, se trabaja de forma diferente y, sobre todo, se sienten diferentes ciertas cuestiones y actitudes”, asegura, y precisamente por eso “las relaciones entre los dos países son un reto”. Este polifacético cacereño explica que españoles y portugueses “escenifican a la perfección una parte importante del mosaico de culturas de la Península Ibérica, conformando un conjunto totalmente complementario, pero que exige respeto y conocimiento a partes iguales”. Sobre las relaciones entre ambos países, apunta que“habría que insistir en ellas”. “Sí, se están dando pasos en ese sentido, no en la cantidad de las relaciones (que ya son muchas), sino en la calidad de las mismas.” Se refiere de esta forma a la creación de “redes y proyectos estables que ayuden al desarrollo conjunto de los dos territorios, con especial relieve para Extremadura y Alentejo”. “Creo firmemente que nuestro futuro pasa por el diálogo, la comprensión y las alianzas entre estas dos regiones”, reflexiona.

ANTONIO SÁEZ DELGADO 12

Eva Aragonés es una portuguesa de 28 años que actualmente vive a medio camino entre España (Talavera la Real) y Portugal (Elvas). Llegó a España hace más de una década, en 1997, aunque siempre ha tenido una fuerte vinculación con nuestro país. Recuerda que cuando era pequeña vivía todos los cambios de año a través de la Puerta del Sol madrileña, y durante la carrera vivió en Granada como estudiante de Erasmus. Al final decidió establecerse en Extremadura porque detectó que había “un espacio vacío, la posibilidad de seguir estudiando y mucho apoyo para jóvenes empresarios”. Desde que llegó no ha parado. Actualmente se dedica sobre todo a dar clases de inglés en ITAE y en colaboración con empresas e instituciones como la Academia de Policía de Extremadura y la Escuela de Administración Pública. Al mismo tiempo, estudia Filología Portuguesa en Cáceres y ha puesto en marcha un proyecto que le llena de “orgullo”: el Centro Integral de Cultura Portuguesa ‘Rainha Dona Amélia’. Ubicado en Talavera la Real, este centro fue creado por Eva Aragonés y la extremeña Amelia Bravo. Su objetivo: “facilitar cada vez más la relación entre los dos pueblos”. Colaboran en la difusión de prensa y televisión portuguesa y facilitan libros publicados en Portugal a escuelas, profesores, librerías y particulares. Acaban de crear su propia editora para publicar libros bilingües. Para Eva Aragonés, la mayor ventaja que tiene España sobre Portugal a la hora de trabajar es “la regionalización”, porque esa autonomía que tiene, por ejemplo, Extremadura, agiliza los procesos, mientras que “en Portugal todo se decide en Lisboa”. Para esta dinámica portuguesa, la frontera física desapareció, pero sigue existiendo en muchos aspectos aún por superar. Su remedio: “Trabajar para alcanzar la verdadera desaparición de la frontera”.

EVA ARAGONÉS


Isabel Belloso es una de las personas mejor capacitadas para hablar de las relaciones hispanolusas. No en vano esta madrileña de 40 años trabaja como asesora del Ayuntamiento de Badajoz en el proyecto de creación de la Euro Región ExtremAlentejo. Reside en Zafra desde 1998 y explica que en estos momentos se trabaja en una doble vertiente. Por una parte, crear la herramienta que dará soporte jurídico al proyecto, la Agrupación Europea de Cooperación Territorial. Por otra, dar los primeros pasos “para implicar a la población y hacer de este proyecto algo participativo”. Es un proyecto ambicioso impulsado por nueve municipios (Alburquerque, Arronches, Badajoz, Campo Maior, La Codosera, Elvas, Estremoz, Portalegre y Olivenza) y que tiene como prioridad “acometer de manera conjunta el desarrollo de un territorio que presenta particularidades por el hecho de ser fronterizo”. En esta tarea no encuentran obstáculos ni barreras ideológicas, asegura, más allá que la captación de recursos financieros. Este trabajo le ha permitido tener una amplia perspectiva de la situación y la realidad de La Raya. Para Isabel Belloso uno de los primeros cambios que deben afrontar los ciudadanos es de mentalidad, para “tenernos más presentes los unos a los otros en nuestras actividades cotidianas”. “Esto -recalca- es una prioridad en las zonas fronterizas”. Otro aspecto importante es, según Belloso, que Extremadura recupere y reconozca suficientemente “la importancia de lo portugués a lo largo de nuestra historia”. “La coincidencia es un problema temporal; si nos adentramos en la historia mutua veremos que no hace tanto tiempo las coincidencias eran más que las diferencias”, reflexiona.

ISABEL BELLOSO 14

La portuguesa Mónica Martins (Portalegre, 1980) se ha especializado en el sector de las energías renovables. En el verano de 2005 se mudó a Badajoz y trabaja en la empresa Valsolar 2006, donde se ha especializado en el desarrollo de parques solares. Aunque su carrera profesional se ha desarrollado sobre todo en España, admite que “nota diferencias” entre la forma de trabajar a uno y otro lado, como el hecho de que “aquí las cosas van más rápido y la gente es más emprendedora”. De España se queda con “el encanto y las ganas de volver que me deja cada ciudad por donde paso”. El trabajo, el cine, la cultura… Todo esto le atrae de su país de “adopción”. De su país echa de menos sobre todo a su familia y a sus amigos de siempre. Martins lamenta, eso sí, que muchos españoles y portugueses aún no han aprendido “a relacionarse bien con los ciudadanos del otro país, no entiendo por qué: conocer mejor otras culturas siempre es algo muy enriquecedor. Además, somos vecinos”. Algo mejores son, a su juicio, las relaciones comerciales, “pero las empresas y las Administraciones podrían relacionarse aún más”. Para ello lanza una idea: “Podría crearse alguna entidad que ayudara a empresas, instituciones y organismos de enseñanza de ambos lados de la frontera a contactar y colaborar entre ellas”.

MÓNICA MARTINS


Es responsable de las relaciones con el exterior del Convento de la Cartuxa, de Évora, cuya historia se remonta al siglo XIX, cuando los gobiernos de España y Portugal decidieron expropiar cientos de conventos. Este edificio portugués no fue una excepción, aunque fue “salvado” por los Condes de Villalva, que primero compraron y luego recuperaron el Convento. En 1960 llegaron de España siete frailes cartujos, seis españoles y uno portugués, que retomaron la vida conventual, con sus votos de silencio y pobreza incluidos. Actualmente entre esas paredes conviven cuatro portugueses, ocho españoles y un norteamericano. El idioma que se utiliza habitualmente es el portugués, aunque hay que tener en cuenta que los cartujos pasan la semana en la soledad de su celda, comunicándose con sus hermanos únicamente en las fiestas. Los españoles que viven allí llevan entre dos y cuatro décadas, “por tanto ya no comparamos ni añoramos; estamos totalmente aportuguesados”, explica el padre Antón. Su único contacto con España llega una vez cada varios meses, cuando los cartujos de Évora se desplazan hasta Badajoz para ver al médico o realizar compras. Nada más traspasar la frontera, señala este fraile con humor,“comienzan las voces altas, el tuteo, las prisas, las discusiones frecuentes... Por lo que volvemos a disfrutar encantados del ambiente y‘feitio’ (temperamento) portugués”. Una de las cosas que más admira de Portugal es “que es un pueblo humilde y modesto, quizás por la falta de recursos económicos”.

EL PADRE ANTÓN 16

Abrir nuevos mercados en el exterior para las empresas extremeñas. O dicho de otro modo. No esperar a que lleguen los clientes, sino salir a buscarlos allí donde estén. Ése es el principal objetivo de la red de oficinas comerciales desplegada por la empresa pública extremeña Fomento de Mercados. Una red que cuenta ya con nueve delegaciones ubicadas en Alemania, Bélgica, Brasil, Francia, México, Polonia, Portugal, Reino Unido y China, y a las que pronto se sumarán otras dos en Rusia y Marruecos. Se trata de una apuesta que arrancó hace ocho años y que ahora busca nuevas vías para apoyar a los empresarios de la región una vez que el mercado europeo está empezando a mostrar los primeros síntomas de saturación. Por eso el año pasado se abrieron tres oficinas consideradas estratégicas, como son México, Brasil y Polonia. Los dos primeros países son un ejemplo de mercados emergentes en los que las empresas extremeñas deben posicionarse lo antes posible, como ya ocurrió en su día en China. Por su parte, Polonia es el centro neurálgico de los nuevos países miembros de la Unión Europea, un mercado por explorar que crecerá de forma exponencial en los próximos años gracias a la llegada masiva de fondos europeos. El apoyo de Fomento de Mercados a las empresas que quieren exportar abarca todos los ámbitos. Desde la elaboración de planes estratégicos de exportación individualizados a la contratación de personal especializado, pasando por la búsqueda directa de socios y contactos en otros países. Elaboración de agendas de trabajo, estudios para encontrar dónde se están demandando sus producciones, búsqueda de potenciales importadores y de socios comerciales… Hay que tener en cuenta que cada país tiene sus peculiaridades, su forma de hacer negocios, y que igual que no hay dos empresas iguales, no existen dos mercados iguales. Precisamente por eso es tan importante conocer de primera mano lo que ocurre en cada mercado. Para concretar todos estos planes exportadores, Fomento de Mercados facilita -y financia- la participación de las empresas en las ferias internacionales, al tiempo que organiza misiones comerciales directas (viajes de empresarios extremeños a otros países) e inversas (son las empresas extranjeras las que van a Extremadura). Dada su cercanía física, es fácil comprender por qué la mayor parte de las relaciones comerciales de Extremadura se concentran en Abrir nuevos mercados en el exterior para las empresas extreme- vez que el mercado europeo está empezando a mostrar los priPortugal. En cuanto a los países a los que se venden los productos extremeños, además de al vecino luso llegan, principalmente, hasta Alemania, ñas. O dicho de otro modo: no esperar a que lleguen los clientes, meros síntomas de saturación. Por eso el año pasado se abrieron Francia, Italia y Reino Unido, puesto que aún son escasas las operaciones con países que no pertenecen la Unión Europea. Algo similar ocurre sino salir a buscarlos allí donde estén. Ése es el principal objetivo tres oficinas consideradas estratégicas, como son México, Brasil con las importaciones, aunque en este caso con la habitual excepción de China. de la red de oficinas comerciales desplegada por la empresa públi- y Polonia. Los dos primeros países son un ejemplo de mercados Si se analizan los datos por sectores, el hortofrutícola sigue siendo la estrella de las ventas de la región al exterior. Pero algo ha cambiaca extremeña Fomento de Mercados. Una red que cuenta ya con emergentes en los que las empresas extremeñas deben posiciodo. Ahora se trata de productos de segunda, tercera o incluso cuarta gama que cuentan con diseño y añaden innovación, un elemento clave a la nueve delegaciones ubicadas en Alemania, Bélgica, Brasil, Francia, narse lo antes posible, como ya ocurrió en su día en China. Por su hora de abordar las exportaciones. Otros de los aspectos esenciales son la formación y el tamaño de la compañía, aspectos en los que también México, Polonia, Portugal, Reino Unido y China, y a las que pronto parte, Polonia es el centro neurálgico de los nuevos países miemtrabaja Fomento de Mercados, intentando concienciar al empresariado extremeño y respaldando los clusters. se sumarán otras dos en Rusia y Marruecos. bros de la Unión Europea, un mercado por explorar que crecerá de Se trata de una apuesta que arrancó hace ocho años y que ahora forma exponencial en los próximos años gracias a la llegada masiva busca nuevas vías para apoyar a los empresarios de la región una de fondos europeos.

Embajadores de las empresas extremeñas


“El año pasado se abrieron tres oficinas consideradas estratégicas, como son México, Brasil y Polonia”

El apoyo de Fomento de Mercados a las empresas que quieren exportar abarca todos los ámbitos. Desde la elaboración de planes estratégicos de exportación individualizados a la contratación de personal especializado, pasando por la búsqueda directa de socios y contactos en otros países. Elaboración de agendas de trabajo, estudios para encontrar dónde se están demandando sus producciones, búsqueda de potenciales importadores y de socios comerciales… Hay que tener en cuenta que cada país tiene sus peculiaridades, su forma de hacer negocios, y que

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igual que no hay dos empresas iguales, no existen dos mercados iguales. Precisamente por eso es tan importante conocer de primera mano lo que ocurre en cada mercado. Para concretar todos estos planes exportadores, Fomento de Mercados facilita -y financia- la participación de las empresas en las ferias internacionales, al tiempo que organiza misiones comerciales directas (viajes de empresarios extremeños a otros países) e inversas (son las empresas extranjeras las que vienen a Extremadura).

“Hay que tener en cuenta que cada país tiene sus peculiaridades, su forma de hacer negocios, y que igual que no hay dos empresas iguales, no existen dos mercados iguales”

Dada su cercanía física, es fácil comprender por qué la mayor parte de las relaciones comerciales de Extremadura se concentran en Portugal. En cuanto a los países a los que se venden los productos extremeños, además de al vecino luso llegan, principalmente, hasta Alemania, Francia, Italia y Reino Unido, puesto que aún son escasas las operaciones con países que no pertenecen la Unión Europea. Algo similar ocurre con las importaciones, aunque en este caso con la habitual excepción de China.

Si se analizan los datos por sectores, el hortofrutícola sigue siendo la estrella de las ventas de la región al exterior. Pero algo ha cambiado. Ahora se trata de productos de segunda, tercera o incluso cuarta gama que cuentan con diseño y añaden innovación, un elemento clave a la hora de abordar las exportaciones. Otros de los aspectos esenciales son la formación y el tamaño de la compañía, aspectos en los que también trabaja Fomento de Mercados, intentando concienciar al empresariado extremeño y respaldando los clusters.


TEXTO: Toñi Escobero y Julián Rodríguez FOTOS: Cedidas

La bandera de Extremadura ondea ya en el número 10 de la avenida Dom Vasco da Gama de Lisboa. El edificio, un chalet con jardín ubicado en una zona residencial cercana a la turística torre de Belém, al Monasterio de los Jerónimos o al transitado puente colgante 25 de Abril, alberga desde el 18 de junio la Oficina de Extremadura en Portugal, una especie de embajada de la comunidad autónoma en el país vecino que tiene como misión afianzar los lazos de cooperación.

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Lisboa recibe al Tajo, que atraviesa buena parte de Extremadura

“Lo que queremos es ser un puente entre Extremadura y Portugal, un puente de diálogo, de conocimiento mutuo y de intercambio político, cultural, turístico y comercial”, explica Teresa Rainha, directora del centro, una extremeña natural de Valencia de Alcántara, aunque de padre portugués y criada en Lisboa, que estuvo dos años al frente del Gabinete de Iniciativas Transfronterizas y ha dirigido desde 2001 la Oficina de Extremadura en Bruselas. Además de ella, el personal del centro se completa de momento con un técnico y una secretaria. La oficina funcionará como una delegación institucional de la Junta de Extremadura en la capital portuguesa y es la primera representación oficial del gobierno de una región española en este país. Esta circunstancia no es casual, sino “el resultado de muchos años de cooperación con Portugal”, destaca Rainha. El objetivo es convertir la región en un “referente” de las relaciones transfronterizas hispano-lusas aprovechando la estratégica ubicación geográfica de Extremadura y los nuevos retos que se avecinan, como la puesta en marcha del tren de alta velocidad MadridLisboa. “Extremadura está en el centro y es una oportunidad”, señala la directora. 22

“Somos un ejemplo de las relaciones transfronterizas. Hace años los extremeños miraban hacia Madrid y únicamente iban a Portugal a comprar toallas y azúcar baratos en Elvas, y los portugueses hacían lo propio para adquirir poco más que caramelos. Se ha hecho un esfuerzo impresionante para que eso cambiara, y hoy no sólo es nuestro principal socio comercial sino que más de la mitad de los alumnos de portugués que hay registrados en España están en Extremadura”

La comunidad autónoma ya estaba presente desde hace años en Portugal a través de tres entidades: la Sociedad de Fomento Industrial de Extremadura (Sofiex), Fomento de Mercados y TurExtremadura, dedicadas respectivamente a la promoción industrial, comercial y turística de la región. ¿Por qué la necesidad entonces de este nuevo organismo? “Básicamente para mejorar la presencia institucional extremeña en Lisboa y coordinar todo el trabajo de estas entidades, que se incorporarán a la oficina”, responde su directora. A esta razón se suma otra meramente práctica, motivada por el hecho de que en Portugal existe una complicada organización administrativa -nada que ver con el sistema de autonomías españolque conlleva una mayor centralización gubernativa, por lo que “todo pasa por Lisboa” y si el objetivo es “hacer más visible Extremadura en Portugal”, eso obliga a tener un escaparate en la capital lusa.“Aunque hay una relación natural con las zonas vecinas, el centro o el Alentejo, era vital llegar al lugar donde se toman las decisiones y se resuelve todo.”


La gestión de esta delegación dependerá de la Sociedad de Fomento Exterior de Extremadura, la empresa pública que dirige desde 1992 la oficina extremeña en Bruselas y creada para “promocionar y defender la imagen de Extremadura, de sus productos e intereses económicos y sociales dentro y fuera del territorio nacional”, el mismo fin que persigue el centro lisboeta circunscrito a Portugal. Por ello su cometido central será descubrir Extremadura a los portugueses, vender sus capacidades económicas, su atractivo turístico y cultural. “Queremos ofrecer Extremadura -señala Teresa Rainha- como una posibilidad de inversión a los empresarios portugueses. A aquellos que piensen en España para invertir, se les mostrará la región como un punto de partida cercano para conocer el mercado español.” Pero la oficina desarrollará una actividad en dos direcciones, de Portugal hacia Extremadura y de Extremadura a Portugal, ya que también estará entre sus tareas motivar a los extremeños a que descubran y conozcan el país e inviertan en él.

La apertura de esta delegación oficial simboliza el giro de 180 grados que ha experimentado la relación de Extremadura con Portugal. “Hemos sido un ejemplo de las relaciones transfronterizas. Hace unos años los extremeños miraban a Madrid y únicamente iban a Portugal a comprar toallas y azúcar baratos en Elvas, y los portugueses hacían lo propio para adquirir poco más que caramelos. Se ha hecho un esfuerzo impresionante para que eso cambiara, ya que no partíamos de una relación natural como era el caso de Galicia, con un idioma similar. Y hoy no sólo es nuestro principal socio comercial sino que más de la mitad de los alumnos de portugués que hay registrados en España están en Extremadura”. Además, el centro culmina el empeño político e institucional de la Junta de Extremadura por establecer una alianza lusoextremeña, una acción de largo recorrido -iniciada hace quince año- que se ha ido materializando en la creación de organismos como el Gabinete de Iniciativas Transfronterizas, para el fomento de proyectos de cooperación con Portugal; en la consolidación de relaciones políticas, económicas y sociales; en el impulso de la enseñanza del portugués en los centros extremeños, como ilustra la campaña publicitaria sobre la utilidad del aprendizaje de este idioma que puede verse actualmente en televisión o en las marquesinas de los autobuses de toda Extremadura; o la también reciente aprobación de un programa de cooperación educativa para la implantación de títulos conjuntos en universidades portuguesas y la extremeña. 24

En la práctica, estas intenciones se materializarán mediante la organización y promoción de encuentros empresariales, ferias, actos culturales, presentaciones gastronómicas o artísticas. “Será una plataforma de Extremadura y un espacio puesto a disposición de quien necesite sus servicios”, ya sean instituciones, empresarios, asociaciones, artistas, científicos, docentes o particulares, tanto extremeños como portugueses. La oficina les facilitará la información y el apoyo que requieran para desarrollar sus proyectos e iniciativas a uno y otro lado de la frontera. La sede está dotada con salas de reuniones, de exposiciones y espacios multiusos para todo tipo de actividades, y se habilitará una web desde la que acceder a los servicios que presta. En su fachada, además de la enseña extremeña también ondeará la española y la europea -la portuguesa lo hará en el interior- y se desplegará una extensa lona con el logotipo de la oficina, en el que se funden los colores de las banderas extremeña y portuguesa. Una imagen de lo que representa la misión del número 10 de la avenida Dom Vasco da Gama en Lisboa.

Portugal es un país que, como Extremadura, ha sabido renovarse sin olvidar sus tradiciones, su patrimonio. En la página anterior, el famoso Monasterio de los Jerónimos, y en ésta, el puente Vasco de Gama; ambos en Lisboa.


visiones de un lado y otro de la Raya

da en ac

s una “Elvas e

ciudad

ña ra empe e t n o r f de

nteras”

las fro abar con

sin fronteras

Fotos: Vicente Novillo

El escritor portugués Ruy Ventura se “aproxima” al Museo Extremeño e Iberoamericano de Arte Contemporáneo de Badajoz, mientras el escritor extremeño Antonio Sáez Delgado -profesor en la Universidad de Évora- se “acerca” al joven Museo de Arte Contemporáneo de Elvas. Intercambio de nacionalidades, visiones complementarias... La riqueza de la Raya.

Una de las salas del joven Museo de Arte Contemporáneo de Elvas, que ocupa un edificio rehabilitado 26


Aspecto exterior del Meiac

Museo Extremeño e Iberoamericano de Arte Contemporáneo (MEIAC):

la transfiguración por la libertad Texto: Ruy Ventura

En una comunidad autónoma como Extremadura, que no viene construyendo su identidad desde la alteridad, sino -como indica Alonso de la Torre- “basándose en una madura y serena revalorización de señas, hábitos y tradiciones que marcan la historia y el presente sin empujar a la ciudadanía al desprecio de lo ajeno para autoafirmarse a partir de lo propio”, la cultura, en sus múltiples dimensiones, será siempre señal de libertad y de amplitud de horizontes. Centro de transformación de la “existencia” en “vida”, la actividad espiritual que fructifica en actividad cultural será síntoma de un crecimiento que, atravesando una o varias etapas de la civilización (antropológicas, sociológicas o políticas), se transformará siempre, cuando es sólida, en una manifestación de modernidad. El Museo Extremeño e Iberoamericano de Arte Contemporáneo (MEIAC), ubicado en Badajoz, puede considerarse un indicio y una metáfora del desarrollo que experimenta Extremadura. Sería sólo un almacén de obras de arte si su fundación y construcción no hubiesen estado orientados por unos principios filosóficos que se concretizan en su arquitectura. Los cuadros y las esculturas viajan, cambian de lugar, pero los edificios permanecen como memoria en el espacio. Y en la ciudad Exposición del Equipo 57 en el Meiac 28

“Todos sabemos que no hay desarrollo posible sin la interacción de los tres vértices de este triángulo: libertad, contemporaneidad, cosmopolitismo. El MEIAC está en Badajoz como prueba de ello” del Guadiana, con el castillo musulmán, con la intrigante catedral de San Juan Bautista, con el recuerdo del gran pintor Luis de Morales, “el Divino”, esta construcción marcará, creo, el futuro, como ya marca el presente. Constituye, incluso, un díptico con el Museo de Arte Romano de Mérida, este en la asunción de los cimientos de una civilización, aquel como señal inequívoca de una modernidad artística, contemporánea, asumidamente libre en la capacidad de ofrecer al visitante una infinita multiplicación de sentidos. Palimpsesto de la historia, el MEIAC parece querer asumir el punto más alto de una “subida civilizacional”. Si del antiguo baluarte del siglo XVIII (o Fuerte de Pardaleras) poco más queda que un recuerdo, de la anterior Prisión Preventiva y Correccional de Badajoz (de mediados de los años cincuenta del siglo pasado) hay marcas de construcción que fueron mantenidas por el arquitecto José Antonio Gálea, autor de un proyecto que supo ser, al mismo tiempo, funcional y una obra de arte. A la guerra siguió la prisión; con la inauguración del museo en 1995, la autonomía extremeña supo invertir ese funesto destino del lugar, transfigurándolo y volviéndolo fuente de libertad. Fue una apuesta acertada, un signo de civilización otorgado a una región y, en esa región, a todo el espacio múltiple en que se proyecta. Si fuese ecologista utilizaría los términos “reciclaje” y “reutilización”; adepto como soy de terminologías que trasciendan la existencia, prefiero la transfiguración, de acuerdo con cualquier demanda artística que se quiera seria.


Museo de Arte Contemporáneo de Elvas (MACE): El gran Fernando Pessoa escribió que debemos amar nuestro huerto no por ser nuestro, sino por ser una parte del mundo y por existir en él. Así lo entendieron los promotores del MEIAC. No se limitaron a una (legítima) valorización de sus idiosincrasias regionales o locales. Quisieron unir a las cualidades extremeñas la amplitud de las de Iberia y de las de toda América, por donde se habían extendido, desde el siglo XVI, los hablantes de sus varias lenguas. Intentaron, así, redimir los excesos de la conquista. Y lo consiguieron.

MEIAC

El puede considerarse un indicio y una metáfora del desarrollo que experimenta Extremadura Si los espacios abiertos y ajardinados, la amplitud de los ventanales y la transfiguración de lo edificado se presentan como indicios de una región que abre sus brazos al vecino Portugal y a todo el mundo hispánico y latinoamericano, ofreciendo una modernidad que no rechaza una contemporaneidad positiva y cosmopolita, no dejan de ser, simultáneamente, metáforas de lo que puede ser contemplado y digerido en los espacios expositivos. Tanto en la colección permanente como en las exposiciones temporales (sea cual sea nuestro gusto o nuestra reacción ante las obras de arte), debemos reconocer el principio que las rige: el de la libertad. En el fondo, muy en el fondo, todos sabemos que no hay desarrollo posible sin la interacción de los tres vértices de este triángulo: libertad, contemporaneidad, cosmopolitismo. El MEIAC está en Badajoz como prueba de ello.

un museo en la frontera Texto: Antonio Sáez Delgado

Elvas es una ciudad de frontera empeñada en acabar con las fronteras. Con “ciertas” fronteras. Las que la Historia se encargó, durante siglos, de levantar en la mentalidad de sus habitantes. Las que separaban de otro territorio, al que se llamaba “enemigo”. Es, probablemente, la ciudad portuguesa de la raya extremeña que con más vocación y energía ha sabido asumir su papel, el nuevo tiempo de oportunidades que se presenta ante sus ojos. Ha sabido reinterpretar el pasado y adecuarlo a los desafíos del futuro. Obras públicas notables como el Coliseo José Rondão Almeida o la rehabilitación del maravilloso edificio de la Biblioteca Pública subrayan esa voluntad de renovación, de ampliación de perspectivas. De atravesar fronteras. Hace mucho tiempo que la ciudad dejó de ser, para los españoles, solamente un lugar donde comprar toallas y comer bacalao dorado o pollo a la brasa. Elvas se ha convertido, en los últimos años, en uno de los motores imprescindibles para el desarrollo de esta nueva frontera, la que une a los habitantes de ambos lados, como quiso Fernando Pessoa. Y lo hace de la mano de un nuevo modelo de desarrollo, que congenia el respeto al pasado y su valor patrimonial con las apuestas más valientes y rigurosas del presente. Arte portugués contemporáneo en el MACE

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El Museo de Arte Contemporáneo de Elvas (inaugurado hace no tantos meses) es el mejor exponente de este nuevo concepto de frontera. Instalado en un magnífico edificio del siglo XVIII, que fue Hospital y Mesa de la Misericordia hasta 1933, en pleno centro de la ciudad, cuenta con las tres centenas de piezas de la colección António Cachola como depósito permanente. Se trata de una completa revisión del arte portugués de las últimas tres décadas, que se expone en conjuntos temáticos que completan los dos pisos (y la monumental escalinata central) del edificio, pulcramente recuperado para su uso actual. Es, como indican sus textos fundacionales, una revisión de la“historia activa de la realidad nacional”, en la que conviven pinturas, grabados, dibujos, esculturas, instalaciones, fotografías y vídeos de muchos de los nombres imprescindibles del panorama artístico portugués de nuestros días, creando un clima desasosegante: Pedro Cabrita Reis, Rui Chafes, Pedro Calapez, José Pedro Croft, Pedro Proença o Jorge Molder. Sin embargo, el MACE no es un museo cerrado, sino que asume una firme voluntad de espacio abierto, donde tendrán cabida producciones propias y exposiciones temporales. Es, podríamos decir, un “work in progress” con ganas de establecer diálogos y apuestas de futuro en una dimensión regional y transfronteriza, nacional e internacional. Por eso es primordial su función didáctica: visitas guiadas, cursos de formación, talleres infantiles y juveniles, ediciones propias… un amplio catálogo de actividades que convierte al Museo en uno de los lugares más vivos de la ciudad, en una de sus apuestas más firmes de cara a reinventar el concepto de “frontera”. Una apuesta que espera traspasar sus propios muros, dedicando en el futuro otros edificios públicos del centro de la ciudad a albergar otras piezas de la colección, que se expandiría por todo el trazado urbanístico de Elvas. El MACE es un proyecto de diálogo. De diálogo artístico y de diálogo entre las personas. Su voluntad social es indudable. Y su afán por generar nuevos cambios en el terreno en el que surge. El Ayuntamiento de Elvas, promotor de la iniciativa, sabe bien de la importancia del proyecto y del carácter elegantemente transgresor de una iniciativa como ésta en pleno Alentejo. En la frontera. Tal y como exigen el arte y la cultura de nuestro tiempo. “Mea culpa” de António Cachola 32


LOS PUNTOS CARDINALES DE LA GASTRONOMÍA

RAYANA Fotos: Pedro J. Gómez

Una de las primeras cosas que se aprenden al vivir en Portugal es que el país no tiene cuatro puntos cardinales. Acostumbrados a referirnos a alguna zona de España con cuatro conceptos arraigados desde la infancia (norte, sur, este y oeste), muy pronto Portugal revela su esencia sin sentir la necesidad de recurrir a ese molino de viento de la orientación geográfica. Portugal no tiene cuatro puntos cardinales, sino dos: norte y sur. La partición “horizontal” del mapa no se realiza a través de los conceptos de “este” y “oeste”, fuera del lenguaje habitual de la geografía portuguesa, sino gracias a dos criterios más ricos y definitivos que, además de referirse a una localización espacial, lo hacen también a una forma de vida: Portugal litoral y Portugal interior.

Sopa de tomate servida en pimiento del Restaurante Tomba Lobos, Portalegre 34


UN MILAGRO DE INTERIOR EN TIERRA DE PUERTOS

“Curiosamente, para el extremeño de la Raya la frontera portuguesa es con frecuencia algo así como el acceso al mar, con un especial componente gastronómico”

Texto: Antonio Sáez Delgado

N

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Ensalada de perdiz del Restaurante El Convento, San Pedro de los Majaretes.

Podemos afirmar que el paraíso existe en un buen puñado de restaurantes portugueses cercanos a la frontera, que combinan a la perfección platos extraordinarios y entornos de esos que las guías al uso llaman “con encanto”. Lugares que son simulaciones del reino de los cielos en la tierra, en los que es fácil descubrir que hay vida, y mucha, más allá del célebre bacalao dorado y del pollo al churrasco que los españoles devoran cada fin de semana en cualquier pueblo de la raya alentejana.

orte, sur, litoral e interior son los cuatro puntos cardinales de Portugal, los que definen su historia y el carácter de sus gentes. Si la costa atlántica dibuja una raya que separa al Portugal actual del glorioso Portugal del pasado, la frontera del interior dibuja otra raya, en la que Portugal convive con su pasado y su futuro. Esta división territorial es mucho más que un simple capricho del paisaje, y define y actúa decisivamente sobre la forma de pensar de nuestros vecinos. La Raya es un territorio de interior, acostumbrado a la convivencia con las gentes del otro lado, y todas las facetas de la vida se contagian de esta realidad. La gastronomía no podía dejar de ser uno de los objetos fundamentales en que se acumulan las vivencias del litoral y el interior del país. Curiosamente, para el extremeño de la Raya la frontera portuguesa es con frecuencia algo así como el acceso al mar, con un especial componente gastronómico. Cuando a un portugués de Lisboa o de Setúbal le cuentas que los extremeños van a tomar marisco a Elvas, le resulta incomprensible.

¿Cómo es posible comer marisco exactamente en la zona más interior de un país cuyo nombre, etimológicamente, quiere decir “tierra de puertos”? Es otro de los misterios de la Raya, lo que para unos es interior para otros es litoral, al menos desde el punto de vista de la gastronomía.

Interior del Restaurante O Server, Marvão

Me gusta coleccionar lugares con los que formar en mi memoria una especie de ciudad ideal, y situar en esa ciudad a mi antojo restaurantes con los que disfrutar del paladar y de la compañía de los amigos. En esa ciudad estará siempre el restaurante Tomba Lobos de Portalegre, donde José Júlio Vintém lleva a cabo cada día el sueño de su vida: un restaurante de innovación y calidad que utiliza únicamente productos autóctonos de la zona, cuidados con esmero. A las afueras de esa ciudad ideal sitúo O Sever, un restaurante ubicado en la falda de la sierra donde se alza la fabulosa villa de Marvão, justo el borde del río del mismo nombre, donde la tradición de las mejores carnes alentejanas se da la mano con los mariscos traídos de la costa o con los excelentes arroces de caza.

“Al recordar la gastronomía rayana, extremeña o alentejana, recordamos siempre los ingredientes a los que las manos y el cerebro de muchos hombres y mujeres supieron dar sabiduría y arquitectura al gusto”


“Si hablásemos de música en vez de gastronomía, podríamos decir que tenemos algunos temas básicos y muchísimas variaciones”

FRUTOS DEL ÁRBOL MEDITERRÁNEO

Un poco más allá, a pocos metros de la bellísima villa de Monsaraz, encontramos el Sem Fim, anclado en una antigua almazara de aceite donde el artista holandés Gil Kalisvaart creó un espacio, hoy regentado por su hijo Tiago, en el que conviven alrededor de los manteles el arte contemporáneo y la tradición rural de las viejas haciendas alentejanas.

Texto: Ruy Ventura

Permítanme que comience este viaje recorriendo mi memoria y saliéndome un poco de la franja de territorio que constituye la Raya. Escribir sobre la gastronomía de ese espacio no me resulta posible sin que lleguen a mi pensamiento recuerdos gustativos cuyo valor es indisociable al de algunos contactos humanos, paisajísticos y arquitectónicos que se produjeron en toda Extremadura. Aunque el eje de esta crónica y de sus antecesoras sea siempre la identidad rayana, creo que ésta nunca será debidamente comprendida sin relacionarla con el paisaje y la población de otros millares de kilómetros cuadrados que la rodean y sin tener siempre en la mente que todo ocurre dentro de una cultura y de una civilización sedimentaria con raíces mediterráneas.

Y para aquellos que les gusta especialmente la tradición, no puede faltar en un rincón muy transitado de mi ciudad ideal el restaurante A Maria, de Alandroal, decorado como si estuviésemos en medio de una calle típica de cualquier pueblo alentejano, con balcones y ropas tendidas, en el que la esencia más genuina de la cocina de interior se transforma en una experiencia telúrica. El magret de pato con salsa de cerezas del Tomba Lobos, el arroz de liebre de O Sever, el cerdo al horno con puré de manzanas del Sem Fim y el cordero asado de A Maria son la receta exacta para colmar un día de felicidad, con sólo cruzar la Raya. Un milagro de interior en tierra de puertos, una experiencia que nos sitúa siempre con un pie a cada lado de lo mejor de cada sitio.

Entradas y vino alentejano en el Restaurante Sem Fim, Telheiro, Monsaraz 38

Milhojas de boquerones en vinagre con torta de la Serena y confitura de tomate del Resaturante Lugaris, Badajoz.

¿Cómo olvidar, hablando de este tema, una morcilla asada comida a la sombra del monasterio de Guadalupe, las excelentes migas saboreadas bajo los arcos de Plasencia, el arroz de liebre que (en Zorita o Logrosán) me dio fuerzas para continuar un viaje, el dulce de mora que coronó un encuentro de poetas celebrado en Yuste, las alcachofas, la tortilla y el gazpacho degustados en las cercanías de la catedral de Badajoz, el licor de bellota que nunca se acaba en mi botellero, la reconfortante tostada al estilo extremeño, con ajo, tomate y tiritas de jamón, comida en casa de un poeta muy amigo?


En el primero, instalado en un palacete de finales del XIX, encontrará sabores extremeños ofrecidos con una confección que algunos críticos han definido como “versátil, imaginativa y, al mismo tiempo, sencilla”. El segundo, con un interior moderno, ofrece sabores tradicionales transfigurados por la creatividad de los responsables de cocina.

No sería posible. Lo mismo que no sería posible olvidar algunos productos que traigo a casa siempre que puedo desplazarme a los paisajes más agrestes de Extremadura. Son sabores que permanecen, inolvidables, sabidurías que conocimos por el paladar y que, más que cualquiera de las otras facetas del verdadero cuerpo de esta parcela de la Peninsula Ibérica, se convierten rápidamente en irrepetibles, inmateriales.

Más que nada, tengo siempre presentes, al recordar la gastronomía rayana, extremeña o alentejana, los ingredientes a los que las manos y el cerebro de muchos hombres y mujeres supieron dar sabiduría y arquitectura al gusto: sobre todo el aceite, el vino y el pan, pero también las piezas de caza, el cabrito y el cordero, el cerdo y el jabalí, las aves de corral, algún pescado de río, la leche y la miel, las frutas de huerta o silvestres, las setas, las legumbres nacidas de una tierra exigente y seca... Con estos elementos se elabora todo o casi todo en la raya que nos une.

No soy de coleccionar nombres de restaurantes. Les puedo asegurar que a ninguna de las experiencias gustativas antes enumeradas puedo unirle el nombre comercial del establecimiento donde se produjeron. Ese hábito, hoy muy en boga, me huele siempre (en la mejor de las posibilidades) a cuando de niños pegábamos cromos en un cuaderno o (en la peor) al exhibicionismo turístico de esa gente a la que tanto le gusta enseñar camisetas compradas (o no) en algún punto turístico. Hay, sin embargo, sugerencias que todos podemos hacer. Recuerdo con particular vehemencia cuánto se come y se bebe bien en aquel espacio histórico de las tierras de Valencia de Alcántara, El Convento, situado en el cenobio de San Pedro de Majarretes, donde vivió ese otro Pedro, santo monje franciscano que un día se apartó al monasterio de la Sierra de la Arrábida, donde vivo. Quienes gustan de la alianza entre los sabores tradicionales y las aventuras de la llamada “cocina de vanguardia” podrán elegir, entre otros, entre el Palacio de Arteaga, en Olivenza, y Lugaris, en Badajoz.

Detalle del interior del restaurante Lugaris, Badajoz 40

“Un milagro de interior en tierra de puertos, una experiencia que nos sitúa siempre con un pie a cada lado de lo mejor de cada sitio”

Si hablásemos de música, podríamos decir que tenemos algunos temas básicos y muchísimas variaciones. El arroz de liebre, las migas y el gazpacho, por ejemplo, en mi aldea de Carreiras se hacen de otra manera... pero el “cachafrito” tiene una gran semejanza con algún cordero frito que se come en tierras de Extremadura. ¿Valdrá la pena repetirlo? Estamos tan cerca que ni la gastronomía nos separa. Mediterráneos de uno y otro lado, aunque hoy pongamos en el plato una enorme variedad de recetas, aprendemos todos la misma lección milenaria, somos todos frutos del mismo árbol genealógico.

Carrillada de ibérico estofada con crujiente de jamón del Palacio de Arteaga, Olivenza


la nueva Extremadura

Texto: Toñi Escobero Fotos: cedidas por la Consejería de Cultura y Turismo, Gebidexsa y Gabinete de Iniciativa Transfonterizas

Los Príncipes de Asturias se reunieron por primera vez en octubre pasado con un grupo de blogeros. Fue en Cáceres y un congreso internacional lo hizo posible: el de Nuevo Periodismo, un foro para acercar conocimientos entre blogeros y periodistas de España y Latinoamérica. Ése es sólo un ejemplo del auge que vive Extremadura como “lugar” ideal para la celebración de encuentros y congresos de primer orden.

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Palacio de Congresos y Exposiciones de Mérida, junto al Guadiana


Interior del Palacio de Congresos de Mérida

Decenas de periodistas, fiscales, médicos, profesores, psicólogos y expertos de todos los saberes se han reunido en Extremadura para debatir e intercambiar experiencias sobre temas tan dispares como el islam, el aprendizaje, el consumo, la biología, la diabetes, el folclore, los museos, el vino, el español en el mundo, la literatura de Espronceda, la medicina de familia, los museos o el desarrollo rural en el planeta… Sin duda, Extremadura ha servido en 2008 de escenario para el avance del conocimiento de la humanidad. Y lo seguirá haciendo.

“Extremadura ofrece a los congresistas riqueza paisajística, patrimonio y gastronomía, los tres pilares del atractivo turístico de nuestra Comunidad”

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Nuevas y competitivas infraestructuras, como el renovado Complejo Cultural San Francisco de Cáceres y los palacios de congresos de Badajoz y Mérida -a los que pronto se sumarán los de Cáceres, Plasencia, Villanueva de la Serena y Jerte-, o la ampliación de la red hotelera -con un incremento de unas mil plazas en los últimos cuatro años- han dado el empuje definitivo al potencial natural de la región como destino del turismo de congresos y han situado a las ciudades extremeñas en la vanguardia para competir en este jugoso mercado. Un mercado de y para congresistas. Aunque no llevan una cámara colgada al cuello, sino una credencial, ni tampoco un callejero entre las manos, sino una carpeta repleta de documentación, también son turistas: viajeros profesionales del conocimiento que toman las ciudades a tropel.“Es el turista que más interesa”, asegura Inmaculada Franco, responsable de la empresa Congresos y Protocolo, de Cáceres. “Realiza más pernoctaciones, pasa en la ciudad entre dos y tres noches, y gasta más dinero que el visitante de ocio, entre 200 y 300 euros de media“. Pero eso no es todo. Además, produce un efecto “multiplicador”. “El turista profesional se convierte después en turista de ocio, porque vuelve con la familia o ‘vende’ la ciudad entre sus amigos”.


Extremadura parte en este negocio con ventajas: “Su riqueza paisajística, su patrimonio y su gastronomía”, los tres pilares del atractivo turístico de la comunidad, apunta el coordinador del Observatorio de Turismo de Badajoz, Antonio García Sala. El congresista, apostilla Franco, guarda en su memoria cada evento“no ya por el contenido científico”, sino por “las buenas relaciones” que hace en ellos y “los momentos de ocio” que le brindan. Y, en eso, la región está también “más que preparada”, sostiene José Luis Iniesta, gerente del grupo hotelero Río de Badajoz. “En pocos kilómetros puedes ofrecer toda una diversidad patrimonial para excursiones, e incluso, si quieres, capeas en una finca de ganado bravo”. Así, no es raro que los congresistas se vayan “sorprendidos”. Y es que, a pesar de todo, Extremadura sigue siendo “la gran desconocida, aunque cada vez menos”, según Germán López, concejal de turismo de Badajoz. “Cuando vienen, repiten.”

“Cuando vienen, repiten.” Para eso han nacido los ‘convention bureau’ municipales en Cáceres y Badajoz, que están en fase de constitución, tras la desaparición del regional, y empezarán a funcionar en breve. Estas ‘oficinas de congresos’ locales forman parte del Spain Convention Bureau, un órgano que promociona a sus ciudades miembros (43) en el mercado de congresos, y su papel será “importantísimo”, a juicio de Iniesta, para el despegue definitivo de la región como destino de congresos nacionales e internacionales. Eso y el papel profesional de las siete empresas dedicadas actualmente a su organización, así como el sector de apoyo (azafatas, traducciones, catering…) que empieza ya a despuntar o el plan de ayudas por valor de 50.000 euros que la Junta de Extremadura destina a la organización de eventos y reuniones científicas, humanísticas y tecnológicas.

Esta ciudad, por ejemplo, explota su carácter transfronterizo con Portugal y marcadamente comercial como parte de sus singularidades. De los diez días de máxima ocupación hotelera en las estadísticas trimestrales de turismo, ocho coinciden con algún encuentro científico o profesional. Un dato significativo y alentador, “aunque queda aún un largo recorrido”, señala también López. “Estamos empezando”. El empresario José Luis Iniesta reconoce en este sentido que la asignatura pendiente es “la comercialización”. “Podemos ser pioneros pero nos falta promoción, y ahí el papel de las instituciones es fundamental. Estamos preparados pero tenemos que vendernos”, considera.

La agenda del 2009 ya tiene fechas reservadas: 1.500 directivos de hospitales se reunirán en Cáceres en el mes de junio. Y el congreso estatal del voluntariado de diciembre en Mérida cita otra vez a los Príncipes de Asturias en Extremadura.

Vista nocturna del exterior central del Palacio de Congresos Manuel Rojas de Badajoz 46


El éxito

de una iniciativa empresarial radica, en gran medida, en saber evolucionar y adoptar nuevas fórmulas. Los clusters reinventan el concepto tradicional de competencia: varias empresas, competidoras entre sí, se agrupan para mejorar su competitividad interactuando en conjunto en torno a un mercado, una tecnología y unos capitales productivos. No son agrupaciones de empresas al uso. El cluster debe permitir a sus compañías integrantes trabajar al unísono sobre problemas y oportunidades comunes, buscando la cooperación y fomentando la competencia para potenciar el sector.

Las empresas extremeñas siguen aprovechando nuevas oportunidades de negocio para mejorar la competitividad y la productividad. En Extremadura la palabra clave es “innovación”. Una muestra de ello son los clusters, una forma de organización empresarial que sigue demostrando sus beneficios en la región.

Los primeros clusters en Extremadura nacieron del Programa Nexo, una iniciativa presentada en 2002 por la Junta de Extremadura en colaboración con la Confederación Regional Empresarial Extremeña, que se planteaba como objetivo impulsar la cooperación empresarial y estimular la inversión, el crecimiento y la innovación. El Programa Nexo detectó e impulsó cinco clusters estratégicos en Extremadura: Cluster del Conocimiento, de las Rocas Ornamentales, del Metal Mecánico, de

TEXTO: Daniel de la Fuente FOTOS: J. Armestar / S. Sauceda

Trabajos en la empresa Granito Gómez Rocha 48

la Madera-Mueble y del Envase y Embalaje. Para cada uno de ellos se elaboró un Plan Conjunto de Mejora de la Competitividad. Posteriormente, se sumaron el Cluster de Materiales de Construcción, el Cluster Textil y el Cluster del Corcho. Esta fórmula continúa potenciándose, dentro del modelo INNOVEEX, desarrollado por la Consejería de Economía, Comercio e Innovación con el objetivo de potenciar la innovación y competitividad de las empresas de los Clusters. Para ello se asignará a cada uno de estos un Centro Tecnológico de referencia para el desarrollo de la I+D, una Unidad de Funcionamiento especializada en mercadotecnia y organización tanto en mercados interiores como exteriores y una Incubadora de proyectos empresariales que genere y dé salida a las ideas innovadoras que surjan en cada agrupación. El primer resultado del nuevo modelo Innoveex es la creación del Cluster de la Energía de Extremadura, en cuyo reciente acto de constitución su presidente, Carlos Arce, expresó que “Extremadura tiene una oportunidad en un sector que es estratégico”. Extremadura quiere posicionarse de manera


Instalación de placas solares de la empresa Ductolux

específica en el ámbito de las energías renovables. Además del importante desarrollo de la energía termosolar con la construcción de nuevas plantas, actualmente la región tiene en marcha instalaciones fotovoltaicas que están a punto de superar los 300 megavatios, lo que supone cerca del 20-25% del total nacional. El objetivo es que en 2012 la región supere los 1.000 megavatios en energías renovables y lograr que su precio de inversión se reduzca y que su eficiencia energética crezca. Para Carlos Arce, “Extremadura tiene muchas oportunidades dadas las condiciones climáticas”. Además, considera que “hay que dinamizar este sector para que en el más breve plazo posible consigamos instalar en Extremadura mucha potencia de energías renovables”. El Cluster del Metalmecánico Aclumex surgió en 2004 y cuenta actualmente con cerca de 90 asociados directos, que desde esa fecha han conseguido importantes logros, como el servicio de Antena Tecnológica de asesoramiento e intermediación,

“Los clusters reinventan el concepto tradicional de competencia: varias empresas, competidoras entre sí, se agrupan para mejorar su competitividad interactuando en conjunto en torno a un mercado, una tecnología y unos capitales productivos” Trabajos de reparación de máquinas eléctricas industriales en la empresa Bobimex 50


Isidro Murillo. Cluster de la roca ornamental

que facilita a sus integrantes el acceso a una amplia gama de servicios para asegurar la calidad y la mejora de productos o líneas de producción, e implementar proyectos tecnológicos innovadores; en dicho servicio colaboran centros tecnológicos nacionales (Galicia, Valencia o Cataluña), con quienes Aclumex mantiene importantes relaciones. En el ámbito internacional se está llevando a cabo un plan de comercio exterior para las empresas del sector metal, manteniendo fuertes relaciones con India y abriendo nuevos mercados, como China. También destaca el acercamiento de la I+D a estas empresas, de modo que dos firmas extremeñas cooperaron para convertirse en 2007 en suministradoras directas de plataformas de aluminio destinadas al ensamblaje de piezas de avión. Aclumex ha apostado de manera especial por la formación y por el reciente Servicio de Vigilancia Tecnológica (de información on-line sobre últimos avances tecnológicos, de investigación y comerciales), y considera que este sector debe basar su desarrollo en tres pilares: “más competitividad, más innovación y más calidad”. También en 2004 se creó el Cluster de la Roca Ornamental, un sector en el cual Extremadura ocupa el segundo lugar en extracción de granito y el tercero en extracción de pizarra. El gerente de este cluster, Isidro Murillo, resalta que “tenemos materia prima y sabemos trabajarla. Ahora hay que saber venderla y darle el valor añadido que se merece. Solos, por el tamaño que tenemos, no vamos a conseguirlo; vamos a coordinarnos y cooperar para conseguir dar otro volumen y fuerza y consolidar la industria”. Murillo destaca como uno de los grandes hitos de estos años el proyecto empresarial ArdeQuinsa para reutilizar residuos en la concesión minera de Cerro Alto. A continuación, insiste en la importancia de diversificar la oferta para depender

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menos de las constructoras: hay que “crear nuevos productos, diferenciados, donde estén más presentes el diseño y el uso de nuevos materiales; y buscar nuevos mercados: Europa es muy grande y el mundo es muy grande”. El Cluster Textil aglutina, desde 2006, marcas, diseñadores, talleres y gran número de cooperativas; en este sector cerca del 70% de la mano de obra es femenina, mujeres con una larga trayectoria y experiencia en el sector. Susana Giraldo, gerente de este cluster, explica que el reto actual es buscar un hueco en el mercado y no intentar competir con productos asiáticos: “La mentalidad de producción como la entendíamos antes ya no tiene sentido porque en otros países están produciendo a unos costes con los que no se puede competir, hay que cambiar la mentalidad y la forma de producción”. La clave está en trabajar con un alto contenido creativo, buscar calidad total y rapidez de respuesta, aprovechar que “para China, la distancia aún es un impedimento”. Giraldo destaca que “las empresas que se están manteniendo son fuertes, son las que tienen potencial para desarrollarse y las que han sabido adaptarse a las reglas del nuevo mercado”. Estas dificultades se pueden afrontar mejor con el respaldo de un cluster. Antes de 2009, Extremadura prevé crear otros dos clusters: el de la Agroindustria (sector estratégico de la región en el cual tiene un importante posicionamiento en el mercado nacional e internacional) y el de la Salud, con el afamado Centro de Cirugía de Mínima Invasión y la futura Ciudad de la Salud cacereña como buques insignia. Dos pilares más del sólido edificio empresarial extremeño.


el nuevo Portugal

UN POCO MÁS ALLÁ DEL

El Alentejo como metáfora de Extremadura Texto: Susana Gil Llinás Fotos: Pedro J. Gómez

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Más allá del Tajo, escribió el poeta, está Portugal; y más allá, el mar… “Alentejo” significa “Más allá del Tajo”. Esta palabra, Alentejo, está cargada de significados para los extremeños. Muchos han querido ver, y siguen viendo, a los alentejanos como vecinos y amigos, como compañeros -además- en el desarrollo social y cultural de estos años, de estas últimas décadas. He aquí una guía abreviada por algunos de sus hitos recientes, el mejor complemento a los reportajes que, páginas atrás, se han colocado a éste y al otro lado de la Raya. Notables edificios que albergan actividades culturales de formato amplio, como el Coliseo Rondão Almeida de Elvas o el Arena de Évora, colecciones de arte contemporáneo como la de António Cachola en Elvas, a la que ya nos hemos referido antes, o la de António Partes en Ponte de Sor (ambas ubicadas en edificios con contenido histórico, rehabilitados y adaptados al efecto), suponen un firme paso adelante para el encuentro con el futuro de una tierra periférica que sabe interpretar su pasado para adaptarlo a su presente y proyectarlo en el futuro. Y significa, sobre todo, una envidiable apuesta de contemporaneidad, fuera de los tópicos tantas veces costumbristas que han lacrado (y lacran) el desarrollo de la contemporaneidad en regiones como la alentejana o la extremeña.


COLISEOS ALENTEJANOS

“Con capacidad para más de 6.000 espectadores, por su escenario han pasado numerosos artistas con vocación ibérica, como Joaquín Cortés o Dulce Pontes”

Entre el amplio abanico de posibilidades que las nuevas propuestas culturales dejan en el Alentejo, sin duda una de las más atractivas para el gran público es la aparición de espacios multiusos para actividades musicales, deportivas o de puro entretenimiento. Son los nuevos coliseos, a medio camino entre un palacio de congresos, un coso taurino y una pista deportiva. Elvas y Évora fueron las primeras ciudades que apostaron (y fuerte) por este nuevo concepto de espacio polivalente. El Coliseo José Rondão Almeida de Elvas se inauguró en 2006, gracias a una inversión pública de 7,5 millones de euros, que dejó en la ciudad un edificio luminoso y de arquitectura singular donde antes se ubicaba la antigua plaza de toros. Con capacidad para más de 6.000 espectadores, por su escenario han pasado numerosos artistas con vocación ibérica, como Joaquín Cortés o Dulce Pontes, subrayando una visión claramente fronteriza del mercado al que se destina el uso del edificio, con un interés bien definido por el público español. El Arena de Évora, el pabellón multidisciplinar de la capital alentejana, se inauguró en 2007, tras una inversión de 3,1 millones de euros. Con capacidad para cinco mil personas, el arquitecto Carlos Guedes Amorim fue el encargado de darle a la plaza de toros de la ciudad su nuevo aspecto, con la exigencia de que mantuviese el aspecto exterior original, considerado algo así como una marca de la ciudad: un polígono de 16 lados que da cabida a un escenario preparado para albergar grandes acontecimientos. Multiplicidad, modernidad, polivalencia… son apenas algunas de las virtudes de los nuevos coliseos del siglo XXI, edificios preparados para adaptarse a diferentes espectáculos con la misma velocidad con que cambian los tiempos. Fachada principal del Coliseo de Elvas 56


“Un espacio singular, dirigido por la Universidad de Évora, en el que se puede interactuar con todos los materiales de la exposición: tocar, experimentar, descubrir…”

MUSEO CIENCIA VIVA DE ESTREMOZ En pleno centro de la ciudad de Estremoz, en el Convento das Maltezas, situado en el Rossio Marquês de Pombal, se ubica el Centro Ciencia Viva de Estremoz, un lugar en el que la ciencia y la tecnología rompen las paredes de los laboratorios y de las aulas que normalmente las confinan, abriendo de par en par sus puertas a los visitantes. Es un espacio singular, dirigido por la Universidad de Évora, en el que se puede interactuar con todos los materiales de la exposición: tocar, experimentar, descubrir… Es imposible visitar este recinto sin dejarse persuadir por las numerosas pruebas y retos que nos acechan a cada paso. El Centro Ciencia Viva explica, desde una perspectiva divulgativa y plenamente pedagógica, cómo funciona el lugar en el que todos vivimos: la tierra, un planeta en el que todos los fenómenos naturales están vinculados dentro de la cadena de la vida. Convencidos de que la integración de la ciencia en la vida cotidiana no sólo es posible, sino que constituye una base fundamental para el desarrollo y sostenimiento de nuestros territorios y ciudades, este Centro cuenta con una exposición permanente en la que se explica la formación y evolución del planeta, y su relación con el universo. Y, en medio de esta visión universal, la integración del medio en el que se ubica el Museo, con información acerca de la milenaria existencia de granitos en la zona, así como de otros tipos de rocas y terrenos en diferentes zonas de Portugal. En paralelo, otra muestra exterior sobre el sistema solar imagina la realidad de las estrellas y planetas aplicada al tamaño de la ciudad de Estremoz, situando el sol en el centro de la misma y el planeta Plutón en el castillo de la cercana villa de Evoramonte. El universo con el tamaño del mapa de la ciudad, lo local y lo universal dándose la mano para mejor comprenderse. Visitas guiadas al museo, actividades infantiles y juveniles (con celebraciones de cumpleaños incluidas), un espacio para navegar por Internet, una cafetería y una tienda de recuerdos vinculados al mundo de la ciencia completan esta atractiva oferta, muy especialmente recomendada para niños y adolescentes. La cita con la Ciencia está a media hora de la frontera.

Muchas capas de historia coinciden en el centro dedicado a la ciencia en Estremoz 58


Ponte de Sor es ya uno de los ejes del arte contemporáneo de Portugal gracias a esta nueva Fundación, instalada en una antigua fábrica.

FUNDACIÓN ANTÓNIO PRATES Hace casi veinte años el galerista de Lisboa António Prates tuvo un sueño. Rodeado de las obras de arte que había reunido durante una vida de entrega a su profesión, gracias al contacto privilegiado con una buena parte de los mejores artistas de las últimas décadas en Portugal, Prates soñó que, algún día, todas aquellas piezas estarían expuestas en su tierra natal, Ponte de Sor, en el Alto Alentejo. Y el sueño empezó a transformarse en realidad. En 2001, el MEIAC de Badajoz acogía una extraordinaria exposición de los fondos del galerista, y el proyecto de creación de la Fundação António Prates empezaba a ganar espacio. La colección de Prates podría visitarse en Ponte de Sor, convirtiéndose en un activo foco cultural para el desarrollo de la región. En 2007 se inauguró la Fundación, creada gracias al acuerdo establecido por el galerista con el Ayuntamiento de la ciudad. Instalada en la antigua Fábrica de molido y descascarillado de arroz, la Fundación conserva parte de este curioso equipamiento de lo que podríamos denominar“arqueología industrial”, ofreciendo al visitante la oportunidad de releer la historia de Ponte de Sor desde las nuevas claves de su desarrollo social y económico, sin perder de vista los lazos con la tradición. Esta Fundación se encuentra instalada en un área de diez mil metros cuadrados, en los que conviven el patrimonio industrial del anterior uso del lugar (entendido ahora como “ecomuseo”) y salas para exposiciones permanentes y temporales, además de un restaurante, un espacio multimedia y un elegante auditorio, gracias al proyecto de rehabilitación arquitectónica que dirigió Walfredo Sangareau. Además, un amplio espacio al aire libre dota al recinto de una versatilidad extraordinaria, cuyo éxito de debe al trabajo desarrollado por Leonel Moura, autor de los “Jardines móviles” que rodean el edificio. 60

El patrimonio de arte contemporáneo de esta Fundación es también espectacular: tres mil obras de arte (dibujos, acuarelas, pinturas y esculturas) y cinco mil piezas entre grabados, litografías, serigrafías y fotografías. Citar los nombres más importantes de esta colección es ofrecer la nómina del arte portugués contemporáneo más cotizado, con obras de, entre otros, Álvaro Lapa, Cruzeiro Seixas, José Pedro Croft, Julião Sarmento, Mário Cesariny, Pedro Cabrita Reis o Pedro Calapez, que conviven con las de autores de otros países, entre los que aparecen españoles como José Manuel Ciria, Luis Gordillo o Rafael Canogar. Pero la Fundación António Prates es aún más que esto. Con una clara vocación de dinamismo, y con la intención de convertirse en un auténtico foco de actividad cultural en su enclave alentejano, cuenta con una cuidada biblioteca de arte, así como con ocho estudios para artistas invitados, que pueden establecerse en este espacio para planificar y realizar una parte de su obra. Con todo ello, y con el amplio abanico de actividades públicas (talleres de formación, visitas guiadas, actividades para niños y jóvenes…) programadas en sus meses de vida, la Fundación demuestra cada día que es posible, desde el punto de vista del arte contemporáneo, la adaptación “humanizada” y moderna de un espacio de arqueología industrial, que se transforma ante nuestros ojos en un potente polo generador de cultura de alta calidad en una región tradicionalmente olvidada por los grandes focos de producción cultural.


Detalle del museo de Arronches

MUSEO DEL JUGUETE DE ARRONCHES A medio camino entre Badajoz y Portalegre, cerca del curso del río Caia, se encuentra Arronches, una de las localidades del norte alentejano que mejor conserva la idiosincrasia de la región. Camões se refirió a esta tierra en “Los Lusíadas” como “fuerte”, y es verdad que algo de esta apariencia de fortaleza se impregna en el carácter de su arquitectura popular, que mezcla con sabiduría el blanco, el albero y el añil con el granito de sus construcciones defensivas. Por ello, pasear por el centro de la villa es algo así como una pequeña lección de historia, en la que se dan cita elementos góticos, manuelinos, barrocos y vernáculos de la región, en un conjunto que resalta por su pulcritud formal. Si, además, lo hacemos en la festividad de San Juan, podremos encontrarnos con un pueblo vivo y dinámico que también participa de esa costumbre alentejana de adornar sus calles con flores, banderas, guirnaldas o pequeños altares dedicados al santo, que cada familia coloca, ordena y cuida con pulcritud y esmero.

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El paisaje de la zona de Arronches ejemplifica a la perfección el tránsito entre la sierra (la de São Mamede, poco más al norte) y la planicie (el arquetipo paisajístico del Alentejo). En medio del espectáculo de sus campos en otoño es difícil no pensar en esa “patria de la soledad” con que se refirió el poeta José Régio a la zona, una de las más enigmáticas y profundas de la geografía alentejana. Ese misterio continúa vivo en las magníficas pinturas rupestres y en los numerosos monumentos megalíticos que jalonan un recorrido por las proximidades de la localidad, donde los dólmenes se alzan a cada paso como preguntas sin respuesta. A pocos kilómetros de Arronches, muy cerca del pueblo de Esperança, junto a la frontera de La Codosera, se esconde el conjunto de pinturas rupestres al aire libre más importante

de Portugal, con varios “paneles” de pinturas del neolítico, calcolítico y de la edad del bronce en las que predominan el rojo, el naranja y el negro, con representaciones humanas, animales, astrales y de formas geométricas. Las pinturas conocidas como Lapa dos Gaivões representan el mejor ejemplo de esta colección, y cuentan con numerosas facilidades para la visita, que a nadie dejará indiferente. Dentro de la ciudad, uno de los lugres más sorprendentes es el Museo del Juguete (“Museu de (a) brincar”), ubicado en una parte de la antigua fortaleza de Arranches. El museo alberga una interesante colección de piezas, especialmente de finales del siglo XIX y del siglo XX, conseguida gracias a las donaciones efectuadas por los lugareños. Con una clara vocación pedagógica, confirmada por su amplio calendario de visitas de colegios, la exposición permanente de este acogedor espacio se convierte en algo así como una memoria viva de un tiempo pasado, en el que se dan cita casas de muñecas, coches y barcos, juguetes populares tradicionales de la región, soldados de plomo o maquetas de papel, ordenadas temáticamente y con indicación de la procedencia y fecha de elaboración de cada pieza. Junto a su colección permanente, destaca también la recreación de una sala escolar de la época del “Estado Nuevo” portugués, reproducida con fidelidad y humildad, así como una sala dedicada al teatro de marionetas. No faltan, por supuesto, libros infantiles de diferentes épocas, ni tampoco piezas extraordinarias, como un cochecito de bebé del siglo XIX o numerosas maquetas con representaciones de escenas bélicas o de viajes (trenes, aviones, barcos). Una colección, en suma, que hace viajar en el tiempo a los mayores y que sirve para comprender y explicar otra época a los más pequeños, que observan con admiración con qué artefactos se jugaba en otro tiempo.


MUSEO DE RELOJES DE SERPA Imaginemos a un agricultor portugués que recibió de sus abuelos, hace treinta y cinco años, una sorprendente herencia: tres relojes averiados. Situemos el suceso en el Bajo Alentejo, en Serpa. Demos nombre a nuestro personaje, António Tavares d’Almeida, y ya tenemos frente a nuestros ojos la extraordinaria historia que da origen al Museo de Relojes de esa bella localidad alentejana, único de su género en la Península Ibérica y uno de los cinco que, a escala mundial, no recibe ningún tipo de subvenciones de instituciones públicas o privadas. Una historia que es, también, una aventura. Una aventura que hay que visitar, valga la frase, sin tener un minuto que perder. Desde entonces, en 1972, nuestro protagonista ha ido construyendo un sueño con el que intentar imponerse al paso del tiempo. Así, ha invertido buena parte de su vida en recorrer cada rincón de Portugal buscando relojes, a los que se fueron incorporando donaciones de particulares, hasta llegar a constituir una valiosísima colección de casi dos mil piezas. Relojes de bolsillo, de muñeca, de pared… Todas las posibilidades aparecen en las vitrinas de este sorprendente museo, donde la historia nos hace remontarnos hasta el siglo XVII, momento de datación del ejemplar más antiguo. Instalado en el Convento do Mosteirinho, construcción manuelina del siglo XVI, el Museo ocupa diez salas con suelos de barro, azulejos alentejanos y bóvedas encaladas. Todo ello en un entorno en el que el visitante cuenta también con bar, un pequeño jardín y una biblioteca especializada con más de 600 volúmenes sobre la temática de la exposición. Marcas legendarias como Cartier, Zenith o Rolex están presentes en esta singular muestra, que compatibiliza la exposición con un selecto taller de reparaciones, donde sus prestigiosos maestros relojeros han alcanzado un notable prestigio no sólo en el mercado portugués, sino en el español, francés, alemán u holandés. 64

Pero no toda la historia de este proyecto fue fácil. Llegaron diferentes momentos de crisis, en los que António Tavares d’Almeida llegó, incluso, a plantearse la posibilidad de llevar su negocio al extranjero. Sin embargo, afortunadamente no lo hizo, y echó mano de su imaginación para encontrar una solución con la que plantar cara a la crisis. Y, como suele suceder, la solución no estaba en el exterior, sino en el interior. En 1999 surgió el remedio: diseñar y fabricar relojes con su propia marca, en colaboración con empresas de manufactura alemana y rusa, siempre dentro del ámbito del coleccionismo y con ediciones absolutamente limitadas. Así, modelos como Museo azul, Algarve, Évora, Serpa, Alentejo, Inverso, Hora Mundial o Museo pasaron rápidamente a manos de los clientes, que tomaron buena cuenta de ellos en un tiempo récord. Un completo éxito. Gracias a esta nueva perspectiva, el Museo del Reloj de Serpa es hoy considerado y reconocido públicamente como el único rentable de todo el país, el único que sobrevive sin apoyos externos. Sin embargo, probablemente lo más llamativo de este singular espacio no es su maravilloso entorno, ni el valor intrínseco de su colección, ni siquiera el calor y la amabilidad del personal del Museo. Lo más sorprendente es el sonido, el tic-tac que se escucha, en el silencio de las salas cuando están vacías, proveniente de los cientos de relojes de la colección. Es, o podría ser, algo así como el auténtico sonido del paso del tiempo, la señal de que todo cambia y nosotros también, aunque queramos aferrarnos a toda costa a este lado de las agujas. La visita al Museo es, por ello, un viaje en el tiempo, la posibilidad de sumergirnos, a través de los diferentes relojes, en la época que vivieron nuestros antepasados, desde hace cuatro siglos. Y todo ello sin adentrarnos muchos kilómetros en la frontera portuguesa. Los sonidos de todos los relojes se superponen, conformando un gigantesco tic-tac que nos avisa de que no hay ningún reloj, en aquel edificio centenario, que no posea su propia historia y que, al mismo tiempo, no sea un símbolo vivo de ese paso del tiempo que avanza inexorable.


Traducción de Mónica Martins

Textos en portugués

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Dentro de alguns anos, quando olharmos para trás para rever tudo o que foi importante para a transformação da Extremadura, não tenho dúvida de que num lugar muito destacado, estará a forma tão inovadora e decidida com que, desde o início da década de 90 do século passado, encarámos as nossas relações com Portugal. Quando nos encontrávamos a preparar a nossa presença na Expo de Lisboa de 1998, o então Presidente da Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, dizia que a Extremadura não ia a Lisboa de passagem, apenas para participar com muitos outros nos fastos de 98, mas que o nosso interesse, a nossa aposta por Portugal, era permanente e de carácter estratégico. Estávamos antes da Expo, estivémos durante e continuamos com mais empenho ainda, a aprofundar as nossas relações com Portugal, quando se apagaram as luzes da magnífica Exposição Universal de Lisboa. E dizia muito mais: Portugal não é um dos factoras que caracteriza a Extremadura tal como ela é. A nossa proximididade com Portugal constitui um dos nossos marcos diferenciados mais destacados. Eu concordo plenamente com esta afirmação e disse públicamente e reitero neste momento, que a sorte da Extremadura chama-se Portugal e de certa forma, a sorte de Portugal, ainda que a menor escala, chama-se Extremadura. A Extremadura é uma região espanhola fronteiriça que começa onde terminam o Alentejo e a Beira Interior Sul e que aspira a ser identificada e reconhecida pelos portugueses como uma terra diferente, especialmente próxima, amável e sensível a tudo o que venha de Portugal. Nestes últimos anos, no governo regional, trabalhámos arduamente com o governo português e com os nossos

vizinhos do Centro e do Alentejo para nos “especializarmos” em Portugal e a sociedade estremenha, no seu todo, foi enormemente receptiva, acompanhando-nos sempre com entusiasmo, experenciando o que eu classificaria como uma pequena revolução na forma como a percebem todos os portugueses. Por isso, a apertura de uma Oficina de Extremadura em Lisboa, não deve ser vista como tendo pouca importância, como um acto isolado, mas como a expressão indubitável da vontade do governo da Extremadura em dar um grande passo, de apostar decidida e definitivamente por Portugal e de associar o nosso futuro ao futuro dos nossos amigos portugueses. Queremos então, aproveitar tudo o que de bom construímos nos últimos anos para desenvolver uma cooperação transfronteiriça mais próxima, mais útil para os cidadãos. Queremos partilhar e racionalizar serviços, utilizar e, inclusivamente, abusar do sentido comum para projectar novas iniciativas que se traduzam na melhoria da qualidade de vida das pessoas. E para tal, encontramo-nos a trabalhar fortemente com os Governos espanhol e português e, como não podia deixar de ser, com os nossos vizinhos do Alentejo e do Centro. Em breve, será constituida a Euro-região Extremadura, Alentejo e Centro, renovaremos as nossas estruturas jurídicas de cooperação e lubrificaremos de novo as máquinas administrativas. E deixaremos a porta aberta com a luz acesa, para dar as boas-vindas aos que queiram juntar-se a este apaixonante projecto comum que começou a materializar-se no momento em que a Extremadura passou a decidir o seu futuro desde a Extremadura. Guillermo Fernández Vara Presidente da Junta de Extremadura

Diz também, que os cidadãos deveriam melhorar a sua atitude: “Os espanhóis deveriam dar mais valor ao que somos e ao que temos e os portugueses deveriam ser mais positivos” EXTREMADURA E PORTUGAL UM PONTO DE ENCONTRO Texto: Javier Álvarez Estremenhos que trabalham em Portugal e portugueses que trabalham na Extremadura. Não há fronteiras para as relações comerciais: os negócios fazem-se de ambos os lados, num dos dois idiomas ou em ambos: esse simpático “portunhol” que falam muitos dos nossos empresários. As vidas vivem-se também de ambos os lados. Vidas como estas: histórias de ida e volta. José Ignacio Cortés A história de José Ignacio Cortés (Don Benito, 1963) é a história de um homem que foi para Portugal para se “fazer à vida”. É médico e diz que em Portugal “era muito mais fácil tirar uma especialidade”. E partiu para Lisboa no ano 2000. Esse foi o início de uma carreira profissional que em Agosto de 2007 o levou até ao Hospital de Évora, onde trabalha actualmente, no Serviço de Anatomia Patológica. Trabalha em Portugal e vive em Badajoz, por isso conhece muito bem o que se faz dos dois lados da fronteira. O que mais gosta em Espanha é a forma de viver, “em geral com mais optimismo e alegria”. A si em concreto, Portugal deu-lhe “uma estabilidade tanto laboral como emocional”. No que diz respeito à forma de trabalhar, diz que não detectou grandes diferenças entre os dois países, nem sequer nos meios com que conta para o seu trabalho. Apesar disso diz que “em Portugal, talvez se continue a manter uma maior hierarquização profissional”. No futuro, Cortés gostaria que as Administrações Espanhola e Portuguesa desenvolvam “planos comuns para o desenvolvimento das regiões interiores fronteiriças”.

JOSÉ MANUEL LEYTON José Manuel Leyton trabalha há uma década com portugueses. Mas a sua vinculação a Portugal vai além do trabalho. Nasceu em 1957 na localidade fronteiriça de Olivenza e há 30 anos que vive noutra cidade da Raya: Badajoz. Recorda que quando era criança,“naquele tempo em que passar a fronteira era uma aventura”, os seus pais o levavam a Portugal para “visitar praças, castelos e caminhos onde desfrutávamos da sua história” Leyton é propietário da empresa Etiquetas de Extremadura (ETIEX), um projecto com dez anos dedicado à fabricação de etiquetas adesivas em bobina. Desde o inicío que teve consciência de que necessitava entrar no mercado português. Mas para ele, trabalhar com o país vizinho“não foi fácil nem o é actualmente”, apesar de que “insistindo e realizando trabalhos gratuitos”, conseguiu que os empresários portugueses confiassem na ETIEX. Desde então o seu volume de negócios em Portugal situa-se quase ao mesmo nível que em Espanha. Leyton passa todos anos entre quatro a cinco meses em Portugal, um país em que gosta de “tudo”: os costumes, a forma particular de ver a vida, a gastronomia, as gentes, a arquitectura das povoações”. Quando lhe preguntamos que aspectos se deveriam melhorar nas relações comerciais entre os dois países, diz-nos que “Encontrar em Espanha trabalhadores que dominem a língua portuguesa continua a ser um problema e é algo que se necessita: a preparação para poder atender o cliente português”. FELIPE BRANDÃO Felipe Brandão é um lisboeta de 32 anos que vive há 8

anos na Extremadura, onde trabalha como director comercial do Gran Casino Extremadura, em Badajoz. Felipe é um dos portugueses que opina que não só se deveriam melhorar e intensificar as relações comerciais entre Espanha e Portugal como também “deveriam funcionar como um só país... por exemplo, Iberia”. Algo que “nos tornaria bastante mais competitivos no mercado europeu.”Relativamente às diferenças em termos de trabalho de um e do outro lado da fronteira, afirma que em Portugal “planifica-se menos e as coisas fazem-se mais por instinto que por organização”. Enquanto que em Espanha “é tudo mais metódico, mais organizado”. O que mais gosta em Espanha é “a alegria das suas gentes” e essa dinâmica empresarial que nos últimos tempos está a ser afectada pela crise. Mas nunca esquece Portugal. “Que queres que te diga… É meu, é como uma parte de mim”. Para Brandão, os espanhóis e os portugueses têm ainda muito a aprender uns com os outros. Aponta por exemplo que os espanhóis “deveriam aprender a reagir melhor ante a pressão, a improvisar”. Pelo contrário, os lusos “deveriam aprender a planificar e a organizar-se”.

JOSE MARÍA BALDOMINOS José María Baldominos nasceu a 21 de Fevereiro de 1955 en El Pozo de Guadalajara (Guadalajara), mas vive em Badajoz há quinze anos. Baldominos compatibiliza o seu trabalho numa empresa de aluguer de veículos de alta gama, onde conta com vários clientes portugueses, com a gerência de uma empresa de capital social português que se dedica à fabricação e comercialização de construcções modulares. Baldominos é um homem muito ligado a Portugal, onde se encontra actualmente a desenvolver um projecto em Alandroal, que inclui uma quinta pedagógica infantil, um Automóvel Clube, uma empresa vinícola e uma iniciativa de turismo rural para ingleses reformados. Este estremenho empreendedor afirma que

Portugal “tem a tranquilidade que tinhamos nós há alguns anos, havendo sempre lugar para nos relaxarmos”. Quando compara como se trabalha num e no outro país, considera que os lusos são “pessoas mais tranquilas” e com uma burocracia “ainda maior que a nossa”, o que faz com que o rendimento seja um pouco menor. Se há algo de que tem a certeza é de que“somos pessoas que estamos obrigadas a entender-nos”, sobretudo se temos em conta que “cada vez há mais empresas, espanholas e portuguesas, que trabalham dos dois lados da fronteira, o que de certa forma é algo natural”. Na opinião de José María Baldominos, as relações entre espanhois e portugueses são “cada dia mais fáceis”, porque “vão-se limando, pouco a pouco, as asperezas, os medos e o trato entre as pessoas de ambas partes”. PEDRO J. GÓMEZ Pedro J. Gómez é um estremenho (Don Benito, 1969) profundamente apaixonado por Portugal, onde desenvolve vários projectos profissionais. Este documentalista especializado em fotografia, design gráfico e publicidade que “dá os primeiros passos” em promoção cultural, vive desde 2002 em Badajoz, a sua “base de operações”. Trabalha como free-lancer e actualmente é o responsable pela publicidade do restaurante Sem-Fim, em Telheiro (Monsaraz) e terminou há pouco tempo de fazer o layout e a fotografia para a reedição de um guia do Alentejo. Colabora também com o atelier A+I+D de Alfonso Doncel, com quem desenvolve vários projectos. O mais avançado é “Náufragos”, “um projecto artístico multidisciplinar que tem como ponto de partida Vila Nova de Milfontes, uma peculiar povoação de pescadores da costa alentejana. No início dos anos noventa, começou a viajar habitualmente até Portugal, sendo o início de uma relação “vital” que se intensificou ao ponto de actualmente passar metade do seu tempo em terras lusas.


Quando reflete sobre Portugal, destaca que ali “o tempo parece deter-se”, e deixa claro que o que mais lhe gosta neste país é: “a forma como o tempo passa”. É algo difícil de explicar, mas diz que o simples facto de atravessar a fronteira o relaxa. Pedro J. Gómez tem também claro,que passo devem dar agora os espanhóis: “Os portugueses já aprenderam espanhol, mas os espanhóis ainda não se dignaram a isso”. Apesar disso, reconhece que a Extremadura tem feito um grande esforço nesse sentido, nos últimos anos. ANTONIO SÁEZ DELGADO O cacerense Antonio Saéz Delgado reside “na fronteira” há uma década e conhece muito bem Portugal. Entre 1995 e 1998 viveu em Évora e actualmente divide o seu tempo entre Badajoz e a capital alentejana, onde continua a trabalhar. Considera-se um “privilegiado”, porque esta situação permite-lhe “ter um contacto activo e constante com a realidade social e cultural dos dois países”. Saéz Delgado é escritor, traductor de literatura portuguesa e professor de Literatura Espanhola e Literaturas Ibéricas na Universidade de Évora desde 1995. O escritor estremenho define-se como um “apaixonado por Portugal”, um país onde lhe atraem, acima de tudo “a educação, o profundo respeito e o carácter das pessoas”. Na sua opinião, apesar de proximidade física das gentes de Espanha e Portugal, continuam a manter-se a suas peculiaridades. “Pensa-se de forma diferente, trabalhase de forma diferente e, acima de tudo, sentem-se de forma diferente certas questões e atitudes”, assegura e precisamente por isso “as relações entre os dois países são um desafio”. Este polifacético cacerense explica que os espanhóis e portugueses “encenam com perfeição uma parte importante do mosaico de culturas da Península Ibérica, formando um conjunto totalmente complementário, mas que exige respeito e conhecimento em partes iguais”. Sobre as relações entre ambos países, aponta que “deveria insistir-se nelas”.“Estão a dar-se grandes passos nesse

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sentido, mas não na quantidade das relações (já que são muitas)”. Refere-se desta forma à criação de“redes e projectos estáveis que potenciem o desenvolvimento conjunto dos dois territórios, especialmente da Extremadura e do Alentejo”. “Acredito firmemente que o nosso futuro passa pelo diálogo, pela compreensão e pelas alianças entre estas duas regiões”, reflecte.

EVA ARAGONÊS Eva Aragonês é uma portuguesa de 28 anos que vive actualmente entre Espanha (Talavera la Real) e Portugal (Elvas). Vive em Espanha desde 1997, apesar de ter tido sempre uma forte ligação a este país. Lembra-se que, quando era pequena, passava cada Ano Novo na Puerta del Sol, em Madrid e durante os seus estudos universitários fez o Programa Erasumus em Granada. Depois disso, decidiu viver na Extremadura, porque viu que havia “um espaço vazio, a possibilidade de continuar a estudar e muitos apoios para jovens empresários”. Desde que foi para a Extremadura não parou. Actualmente, dedica-se principalmente a dar aulas de inglês no ITAE e a colaborar com empresas e instituições como a Academia de Policía de Extremadura e a Escuela de Administración Pública. Ao mesmo tempo, estuda Filologia Portuguesa em Cáceres e iniciou um projecto que a enche de “orgulho”: o Centro Integral de Cultura Portuguesa “Rainha Dona Amélia”. Localizado em Talavera La Real, este centro foi criado por Eva Aragonês e a estremenha Amélia Bravo. O seu objectivo é: “facilitar, cada vez mais a relação entre os dois povos”. Colaboram na difusão de imprensa e com a televisão portuguesa e fornecem livros publicados em Portugal a escolas, professores, livrarias e particulares. Criaram há pouco tempo a sua própria editora de livros bilingues. Para Eva Aragonês, a maior vantagem que a Espanha tem sobre Portugal em termos laborais é “a regionalização”, porque essa autonomia que tem, por exemplo,

a Extremadura, agiliza os processos, enquanto que “em Portugal, tudo se decide em Lisboa”. Para esta dinâmica portuguesa, a fronteira física desapareceu, mas ainda há muitos aspectos que devem ser superados. A sua proposta: “Trabalhar para alcançar o verdadeiro desaparecimento da fronteira”.

ISABEL BELLOSO Isabel Belloso é uma das pessoas mais capacitadas para falar das relações hispanolusas. Esta madrilena de 40 anos trabalha como assessora no Ayuntamiento de Badajoz no projecto de criação da Euro-Região ExtreamAlentejo. Reside em Zafra desde 1998 e explica que neste momento se encontra a trabalhar numa dupla vertente. Por uma parte, criar a ferramenta que dará suporte jurídico ao projecto, a Agrupação Europeia de Cooperação Territorial. Por outra, dar os primeiros passos “para envolver a população e fazer deste projecto algo em que esta possa participar”. É um projecto ambicioso, levado a cabo por nove municipios (Albuquerque, Arronches, Badajoz, Campo Maior, La Codosera, Elvas, Estremoz, Portalegre e Olivença) e que tem como prioridade “empreender de forma conjunta no desenvolvimento de um território que apresenta particularidades por ser fronteiriço”. Nesta tarefa não se encontram obstáculos nem barreiras ideológicas, assegura, além da captação de recursos financeiros. Este trabalho permitiu-lhe ter uma ampla perspectiva da situação e da realidade da Raia. Para Isabel Belloso, um das primeiras mudanças deve ser a mudança de mentalidade dos cidadãos, para “termos-nos mais presentes uns aos outros nas nossas actividades quotidianas”. “Isto – insiste – é uma prioridade nas zonas fronteiriças.” Outro aspecto importante é, de acordo com Isabel Belloso, que a Extremadura recupere e reconheça suficientemente “a importância de Portugal ao longo da nossa história”. “A coincidência é um problema temporal; se verificarmos a história dos dois países veremos que não faz muito tem-

po que as coincidências eram mais que as diferenças”, reflecte.

MÓNICA MARTINS A portuguesa Mónica Martins (Portalegre, 1980) trabalha actualmente no sector das energias renováveis. Mudouse para Badajoz no Verão de 2005 e trabalha na empresa Valsolar 2006, S.L., no desenvolvimento e legalização de parques solares e no departamento económico. Apesar de a sua carreira profissional se desenvolver principalmente em Espanha, admite que “nota diferenças” na forma de trabalhar num e no outro lado da fronteira, como o facto de que “aqui as coisas avançam de forma mais rápida e as pessoas são mais empreendedoras”. De Espanha, fica-lhe na memória o “encanto e a vontade de voltar que me deixa cada cidade por onde passo”. O trabalho, o cinema, a cultura.... Tudo isto a atrai no seu país de “adopção”. De Portugal, sente falta principalmente da família e dos seus amigos de toda a vida. Mónica Martins lamenta que muitos espanhóis e portugueses ainda não tenham aprendido “a relacionar-se bem uns com os outros, não compreendo porquê. Conhecer e deixar-nos envolver noutras culturas é sempre algo enriquecedor. Além disso, somos vizinhos”. Na sua opinião, as relações comerciais são boas, “mas as empresas e instituições poderiam relacionar-se ainda mais”. Para tal, lança uma ideia: “Poderia criar-se alguma entidade que ponha em contacto empresas, instituições, organismos de ensino superior e centros tecnológicos dos dois lados da fronteira, para que estabeleçam contacto e colaborem entre elas”.

O PADRE ANTÓN É o responsable pelas relações com o exterior do Convento da Cartuxa, em Évora, cuja história remonta ao século XIX, quando os governos de Espanha e Portu-

gal decidiram expropriar centenas de conventos. Este edifício português não foi uma excepção, a pesar de ter sido “salvo” pelos Condes de Villalva, que primeiro compraram e posteriormente recuperaram o Convento. Em 1960, chegaram de Espanha sete monges cartuxos, seis espanhóis e um português, que retomaram a vida conventual, com os seus votos de silêncio e pobreza incluídos. Actualmente, entre as paredes do Convento convivem quatro portugueses, oito espanhóis e um norte-americano. O idioma habitualmente utilizado é o português, mas devemos ter em conta que os monges cartuxos passam a semana na solidão dos seus aposentos, comunicando com os seus irmãos apenas nos dias festivos do calendário da Igreja. Os espanhóis vivem ali há entre duas a quatro décadas, “portanto, já não comparamos nem sentimos saudades, estamos totalmente aportuguesados”, explica o Padre Antón. O seu único contacto com Espanha chega cada poucos meses, quando os cartuxos de Évora se deslocam até Badajoz para ir ao médico ou às compras. Assim que passa a fronteira, diz este monge com humor “começo a ouvir falar alto, o tutear, as pressas, as discussões frequentes... Por isto voltamos a disfrutar encantados do ambiente e ‘feitio’ (temperamento) português”. Uma das coisas que mais admira em Portugal é que “o povo é humilde e modesto, talvez pela falta de recursos económicos”. EMBAIXADORES DAS EMPRESAS ESTREMENHAS Abrir novos mercados no exterior para as empresas estremenhas. Ou, Dito de outra forma: não esperar pela chegada dos clientes, mas ir procurá-los. Esse é o principal objectivo da rede de oficinas comerciais desenvolvida pela empresa pública estremenha, Fomento de Mercados. Uma rede que conta já com nove delegações localizadas na Alemanha, Bélgica, Brasil, França, México, Polónia, Portugal, Reino Unido e China e às que em breve se somarão mais duas, na Russia e em Marrocos. Trata-se uma aposta que arrancou há oito anos e que

procura agora novas vias para apoiar os empresários da região, uma vez que o mercado europeu começa a mostrar-se saturado. Por esse motivo, foram abertas três delegações consideradas estratégicas, no México, Brasil e Polónia. Os dois primeiros países são um exemplo de mercados emergentes nos quais as empresas estremenhas devem posicionar-se o mais rapidamente possível, como já aconteceu na China. A Polónia é o centro nevrálgico dos novos países membros da União Europeia, um mercado por explorar que irá crescer de forma exponencial nos próximos anos graças à chegada massiva de fundos europeus. O apoio da Fomento de Mercados às empresas que querem exportar abarca todos os âmbitos. Desde a elaboração de planos estratégicos individualizados de exportação à contratação de pessoal especializado, passando pela procura directa de sócios e contactos noutros países. Elaboração de planos de trabalho, estudos para verificar onde são procuram as suas produções, procura de potenciais importadores e de sócios comerciais... Devemos ter em conta que cada país tem as suas peculiaridades, a sua forma de fazer negócios e que da mesma forma como não há duas empresas iguais, não existem mercados iguais. Precisamente por isso é tão importante conhecer em primeira mão o que ocorre em cada mercado. Para perceber todos estos planos de exportação, Fomento de Mercados facilita – e financia – a participação das empresas em feiras internacionais, organizando também missões comerciais directas (viagens de empresários estremenhos a outros países) e inversas (são as empresas estrangeiras que vão até à Extremadura). Devido à sua proximidade física, é fácil compreender porque é que a maior parte das relações comerciais da Extremadura se concentram em Portugal. Quanto aos países para onde se vendem os produtos estremenhos, para além do vizinho luso, temos também


a Alemanha, França, Itália e Reino Unido, já que ainda são poucas as operações com países que não pertencem à União Europeia. Algo similar acontece com as importações, ainda que com a excepção da China. Se analizarmos os dados por sectores, o hortofrutícola continua a ser a estrela das vendas desta região para o exterior. Mas algo mudou. Agora trata-se de produtos de segunda, terceira ou até quarta gama que contam com design e inovação, elementos-chave na hora de abordar as exportações. Outros aspectos essenciais são a formação e o tamanho da empresa, em que a empresa Fomento de Mercados também trabalha, tentando conscienciar os empresários estremenhos e apoiando os clusters.

A DELEGAÇÃO DA EXTREMADURA EM LISBOA Texto: Toñi Escobero e Julián Rodríguez A bandeira da Extremadura já ondula no número 10 da Avenida Dom Vasco da Gama em Lisboa. O edifício, um chalet com jardim, localizado numa zona residencial perto da turística Torre de Belém, do Mosteiro dos Jerónimos e da movimentada Ponte 25 de Abril, alberga desde o dia 18 de Junho de 2008, a Oficina de Extremadura em Portugal, uma espécie de embaixada daquela comunidade autónoma, cuja missão é fortalecer os laços de cooperação.

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“O que queremos é ser uma ponte entre a Extremadura e Portugal, uma ponte de diálogo, de conhecimento mútuo e de intercâmbio político, cultural, turístico e comercial”, explica Teresa Rainha, directora do centro, uma estremenha natural de Valencia de Alcântara, com pai português e criada em Lisboa, que esteve dois anos à frente do Gabinete de Iniciativas Transfronteiriças e que dirigiu desde 2001 a Oficina de Extremadura em Bruxelas. Para além dela, a equipa deste centro são, de momento, apenas um técnico e uma secretária. ¡A oficina funcionará como uma delegação institucional da Junta da Extremadura na capital portuguesa e é a primeira representação oficial do governo de uma região espanhola neste país. Esta circunstância não é casual, mas sim “o resultado de muitos anos de cooperação com Portugal”, destaca Teresa Rainha. O objectivo é converter a região numa “referência” das relações transfronteiriças hispano-lusas, aproveitando a estratégica localização geográfica da Extremadura e os novos desafios que se avizinham, como a entrada em funcionamento do comboio de alta velocidade Madrid-Lisboa. “A Extremadura está no centro e isso é uma oportunidade”, assinala a directora. A comunidade autónoma já estava presente há vários anos em Portugal através de três entidades: a Sociedad de Fomento Industrial de Extremadura (Sofiex), Fomento de Mercados e TurExtremadura, dedicadas respectivamente à promoção industrial, comercial e turística da região. Então, qual é a necessidade deste novo organismo? “Básicamente, melhorar a presença institucional da Extremadura em Lisboa e coordenar todo o trabalho das entidades que se incorporem a esta delegação”, responde a directora. A esta razão soma-se outra meramente práctiva, motivada pelo facto de que em Portugal existe uma complicada organização administrativa – diferente do sistema de autonomias español – com uma maior centralização governativa, em que “tudo passa por Lisboa” e o objectivo é “tornar mais visible a Extremadura

em Portugal”, o que obriga a ter um escaparate na capital lusa. “A pesar de haver uma relação natural com as zonas vizinhas, o Centro ou o Alentejo, era essencial chegar ao lugar onde se tomam todas as decisões e tudo é resolvido”. A abertura desta delegação oficial simboliza a volta de 180 graus experenciada pela relação da Extremadura com Portugal. “Fomos um exemplo das relações fronteiriças. Há alguns anos os estremenhos olhavam em direcção a Madrid e iam a Portugal só para comprar toalhas e açúcar barato em Elvas e os portugueses faziam o mesmo para comprar pouco mais que caramelos. Fez-se um esforço impressionante para que isso mudasse, já que não tínhamos uma relação natural, como era o caso da Galiza, com um idioma similar. E hoje não é apenas o nosso principal sócio comercial, verificando-se também que mais de metade dos estudantes de Português registados em Espanha, estão na Extremadura.” O centro representa o empenho político e institucional da Junta de Extremadura em estabelecer uma aliança Luso-Estremenha, uma acção de larga escala – iniciada há quinze anos – que se materializou na criação de organismos como o Gabinete de Iniciativas Transfronterizas, para o fomento de projectos de cooperação com Portugal, na consolidação de relações políticas, económicas e sociais, no impulso ao ensino da Língua Portuguesa nas escolas estremenhas, como ilustra a campanha publicitária sobre a utilidade da aprendizagem deste idioma que se pode ver na televisão ou nas paragens de autocarro de toda a Extremadura; ou ainda na recente aprovação de um programa de cooperação educativa para a implementação de cursos conjuntos em universidades portuguesas e na Universidad de Extremadura. A gestão desta delegação dependerá da Sociedad de Fomento Exterior de Extremadura, a empresa pública que dirige desde 1992 a Oficina de Extremadura em Bruxelas, que foi criada para “promover e defender a imagem da Extremadura, dos seus produtos e interesses econó-

micos e sociais dentro e fora do território nacional”, o mesmo objectivo que tem o centro lisboeta circunstrito a Portugal. Por este motivo, a sua missão principal será dar a conhecer a Extremadura aos portugueses, vender as suas capacidades económicas, o seu atractivo turístico e cultural. “Queremos oferecer a Extremadura – diz Teresa Rainha – como uma possibilidade de investimento dos empresários portugueses. A quem pense em Espanha para investir, mostrar-lhe-emos a região como um ponto de partida para conhecer o mercado espanhol”. Mas a Oficina de Extremadura desenvolverá uma actividade em duas direcções, de Portugal para a Extremadura e da Extremadura para Portugal, visto que entre as suas finalidades, está também motivar os estremenhos a descobrir Portugal e investir neste país. Na práctica, estas intenções irão materializar-se a través da organização e promoção de encontros empresariais, feiras, actos culturais, apresentações gastronómicas ou artísticas. “Será uma plataforma da Extremadura e um espaço colocado à disposição de quem necessite os seus serviços”, quer sejam instituições, empresários, associações, artistas, cientistas, docentes ou particulares, estremenhos ou portugueses. Esta oficina irá fornecer-lhes a informação e o apoio que necessitem para desenvolver os seus projectos e iniciativas de um e do outro lado da fronteira. A sede está dotada de salas de reuniões, de exposições e espaços multiusos para todo o tipo de actividades e terá uma página Web, onde se poderá aceder a todos os serviços que presta. Na sua fachada, além da bandeira estremenha, também serão colocadas a Espanhola e a Europeia. A Portuguesa estará no interior – e aí será também colocada uma grande lona com o logotipo da Oficina de Extremadura, no qual se fundem as cores das bandeiras estremenha e portuguesa. Uma imagem do que representa a missão do número 10 da Avenida Dom Vasco da Gama, em Lisboa.

ARTE SEM FRONTEIRAS O escritor português Ruy Ventura “aproxima-se” ao Museo Extremeño e Iberoamericano de Arte Contemporáneo de Badajoz, enquanto o escritor estremenho Antonio Saéz Delgado – professor na Universidade de Évora – se “acerca” ao jovem Museu de Arte Contemporânea de Elvas. Intercâmbio de nacionalidades, perspectivas complementarias.... a riqueza da Raia. Museo Extremeño e Iberoamericano de Arte Contemporáneo de Badajoz (MEIAC) TRANSFIGURAÇÃO PELA LIBERDADE Texto: Ruy Ventura Numa região autónoma de Espanha, como a Extremadura, que não vem construindo a sua identidade a partir da alteridade, mas – como refere Alonso de la Torre – “basándose en una madura y serena revalorización de señas, hábitos y tradiciones que marcan la historia y el presente sin empujar a la ciudadanía al desprecio de lo ajeno para autoafirmarse a partir de lo propio”, a Cultura, nas suas múltiplas dimensões, será sempre sinal de liberdade e de largueza de horizontes. Centro da transformação da Existência em Vida, a actividade espiritual concretizada em actividade cultural será sintoma de um crescimento que, podendo passar por uma ou várias etapas civilizacionais (antropológicas, sociológicas ou políticas), se tornará sempre, caso seja sólido, numa manifestação de modernidade. O Museo Extremeño e Iberoamericano de Arte Contemporáneo (MEIAC), sediado em Bada-

joz, pode considerar-se um indício e uma metáfora do desenvolvimento a acontecer na Extremadura espanhola. Seria apenas um armazém de obras de arte se à sua fundação e construção não tivessem presidido princípios filosóficos que se concretizaram numa arquitectura. Os quadros e as esculturas viajam, mudam de lugar – mas os edifícios ficam enquanto memória no espaço. E na cidade do Guadiana – com o castelo muçulmano, com a intrigante catedral de São João Baptista, com a memória do grande pintor Luis de Morales, el divino – essa construção marcará, creio, o futuro, como já marca o presente. Constitui, mesmo, um díptico com o Museo de Arte Romano, em Mérida – este na assunção dos alicerces de uma civilização, aquele no sublinhar de uma modernidade artística, contemporânea, assumidamente livre na capacidade de oferecer ao visitante uma infinita multiplicação de sentidos. Palimpsesto da História, o MEIAC parece querer assumir o cume de uma subida civilizacional. Se do antigo baluarte do século XVIII (o Fuerte de Pardaleras) pouco mais existe do que uma memória, da anterior Prisión Preventiva y Correccional de Badajoz (de meados dos anos ’50 da centúria passada) há marcas de construção que, de propósito, foram mantidas pelo arquitecto José Antonio Gálea, autor de um projecto que soube ser, ao mesmo tempo, funcionalidade e obra de arte. À guerra sucedeu a prisão; com a inauguração do museu em 1995 a autonomia extremenha soube inverter esse funesto destino do espaço, transfigurando-o e tornando-o fonte de liberdade. Convenhamos que foi uma aposta acertada, um sinal civilizacional dado a uma região e, dessa região, a todo o múltiplo espaço em que se projecta. Fosse eu ecologista e utilizaria os termos “reciclagem” e “reutilização”; adepto como sou de terminologias que transcendam a existência, prefiro a transfiguração, conforme com qualquer demanda artística que se queira séria. O grande Fernando Pessoa escreveu que devemos amar o nosso quintal não por ser nosso, mas porque é uma


parcela do mundo e nele existe. Assim entenderam os promotores do MEIAC. Não se limitaram a uma (legítima) valorização das suas idiossincrasias regionais ou locais. Quiseram juntar às qualidades extremenhas a largueza das da Ibéria e das de toda uma América, por onde se estenderam, desde o século XVI, os falantes das suas várias línguas. Tentaram assim redimir os excessos da conquista – e conseguiram-no. Se os espaços abertos e ajardinados, a largueza da fenestração, a transfiguração do edificado se apresentam como indícios de uma região que abre os braços ao vizinho Portugal e a todo o mundo hispânico e latinoamericano, apresentando-lhes a sua modernidade que nada rejeita de uma positiva contemporaneidade cosmopolita, não deixam de ser simultaneamente metáforas do que no interior das naves de exposição pode ser contemplado e digerido. Tanto na colecção permanente quanto nas exposições temporárias (seja qual for o nosso gosto ou a nossa reacção perante as obras de arte), temos de reconhecer que um princípio a tudo preside: o da liberdade. No fundo, bem no fundo, todos sabemos que nenhum desenvolvimento se concretizará sem a interacção entre os três vértices de um triângulo: Liberdade – Contemporaneidade – Cosmopolitismo. O MEIAC está em Badajoz para prová-lo. Museo de Arte Contemporânea de Elvas (MACE): UM MUSEU NA FRONTEIRA Texto: Antonio Sáez Delgado Elvas é uma cidade de fronteira determinada a acabar com as fronteiras. Com “certas” fronteiras. Aquelas que a História se encarregou, durante séculos, de criar na mentalidade dos seus habitantes. Aquelas que a separavam de outro território, a que se chamava “inimigo”. É, provavelmente, a cidade portuguesa da raia estremenha que com mais vocação e energia soube assumir o seu

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papel, o novo tempo de oportunidades que se apresentava perante os seus olhos. Soube reinterpretar o passado e adequá-lo aos desafios do futuro. Obras públicas notáveis, como o Coliseu José Rondão de Almeida ou a reabilitação do maravilhoso edifício da Biblioteca Pública, sublinham esta vontade de renovação, de ampliação de perspectivas. De atravessar fronteiras. Há muito tempo que a cidade deixou de ser, para os espanhóis, apenas um lugar onde se compram toalhas e se come bacalhau ou frango assado. Elvas converteu-se, nos últimos anos, num dos motores imprescindíveis ao desenvolvimento desta nova fronteira, a que une os habitantes de ambos os lados, como quis Fernando Pessoa. E fá-lo através de um novo modelo de desenvolvimento, que alia o respeito pelo passado e pelo seu valor patrimonial às apostas mais ousadas e rigorosas do presente.O Museu de Arte Contemporânea de Elvas (inaugurado não há muito tempo) é o melhor expoente deste novo conceito de fronteira. Instalado num magnífico edifício do século XVIII, que foi um Hospital e Santa Casa da Misericórida até 1993. Localizado no centro da cidade, conta com as três centenas de peças da Colecção António Cachola como exposição permanente. Trata-se de uma completa revisão da arte portuguesa dos últimos 30 anos, que está exposta em conjuntos temáticos nos dois pisos (e na monumental escadaria central) do edifício, recuperado para o seu uso actual. É, como indicam os textos da sua fundação, uma revisão da “história activa da realidade nacional”, onde se encontram pinturas, gravuras, desenhos, esculturas, instalações, fotografias e vídeos de muitos dos nomes imprescindíveis no panorama artístico português da actualidade, criando um clima desassossegante: Pedro Cabrita Reis, Rui Chafes, Pedro Calapez, José Pedro Croft, Pedro Proença ou Jorge Molder. Este não é um museu fechado. Assume uma firme vontade de espaço aberto, onde serão também apresentadas produções próprias e exposições temporárias. Pode

dizer-se que é um “work in progress” com vontade de estabelecer diálogos e apostas de futuro numa dimensão regional e transfronteiriça, nacional e internacional. Por isso, é primordial a sua função didática: visitas guiadas, cursos de formação, Workshops para crianças e adolescentes, edições próprias… um amplo catálogo de actividades que converte o Museu num dos lugares mais vivos da cidade, numa das suas apostas mais firmes para reinventar o conceito de “fronteira”. Uma aposta que pretende trespassar os seus próprios muros. No futuro, outros edifícios públicos dentro do centro da cidade irão albergar outras peças da colecção, que se espalharão por todo o traço urbanístico de Elvas. O MACE é um projecto de diálogo. De diálogo artístico e de diálogo entre as pessoas. A sua vontade social e o seu empenho em gerar novas mudanças no território em que surge são inegáveis. A Câmara Municipal de Elvas, promotora da iniciativa, sabe da importância deste projecto e do carácter elegantemente transgressor de uma iniciativa como esta em pleno Alentejo. Na fronteira. Tal e como exigem a arte e a cultura do nosso tempo.

OS PONTOS CARDEAIS DA GASTRONOMIA RAIANA Uma das primeiras coisas que se aprendem quando se vive em Portugal é que este país não tem quatro pontos cardeais. Habituados a referir-nos a qualquer zona de Espanha com quatro conceitos enraizados desde a infância (Norte, Sul, Este e Oeste), Portugal revela a sua essência rapidamente sem que sintamos a necessidade de recorrer a esse moinho de vento da orientação geográfica.

Portugal não tem quatro pontos cardeais, mas sim dois: Norte e Sul. A partição “horizontal” do mapa não se realiza através dos conceitos “Este” e “Oeste”, fora da linguagem habitual da geografia portuguesa, mas sim graças a dois conceitos mais ricos e definitivos que, além de se referirem a uma localização espacial, referem-se também a uma forma de vida: Portugal Litoral e Portugal Interior. UM MILAGRE NO INTERIOR DE UMA TERRA DE PORTOS Texto: Antonio Sáez Delgado

que combinam com perfeição pratos extraordinários e ambientes aos quais os guias chamam frequentemente de “encantadores”. Lugares que são simulações do reino dos céus na terra, onde é fácil descobrir que há vida, e muita, além do célebre bacalhau dourado e do frango assado que os espanhóis devoram cada fim-de-semana em qualquer lugar da raia alentejana. Gosto de coleccionar lugares com os quais formo na minha memória uma espécie de cidade ideal e situar nessa cidade, à minha vontade, restaurantes onde posso desfrutar do paladar e da companhia dos amigos.

Norte, Sul, Litoral e Interior são os quatro pontos cardeais de Portugal, os que definem a sua história e o carácter das suas gentes. Se a costa atlântica desenha uma linha que separa o Portugal actual do glorioso Portugal do passado, a fronteira do Interior desenha outra linha, em que Portugal convive com o seu passado e com o seu futuro. Esta divisão é muito mais que um capricho da paisagem e define e actua decisivamente sobre a forma de pensar dos nossos vizinhos. A Raia é um território de Interior, habituado à convivência com as gentes do outro lado e todas as facetas da vida se contagiam desta realidade. A gastronomia não podia deixar de ser um dos objectos fundamentais em que se acumulam as vivências do litoral e do interior do país. Curiosamente, para o estremenho da Raia, a fronteira portuguesa é com frequência algo como o acesso ao mar, com um especial componente gastronómico. Quando contamos a um português de Lisboa ou de Setúbal que os estremenhos vão a Elvas comer marisco, ele não compreende. Como é possível comer marisco exactamente na zona mais interior de um país cujo nome, etimológicamente, quer dizer “terra de portos”? É outro dos mistérios da Raia, o que para uns é interior para outros é litoral, pelo menos do ponto de vista da gastronomia. Podemos afirmar que o paraíso existe num bom punhado de restaurantes portugueses próximos da fronteira,

Nessa cidade estará sempre o restaurante Tomba Lobos, de Portalegre, onde José Júlio Vintém leva a cabo, dia-adía, o sonho da sua vida: um restaurante de inovação e qualidade que utiliza únicamente produtos autóctones da zona, tratados com esmero. Nas imediações dessa cidade ideal situo O Sever, um restaurante localizado na aba da serra onde se vislumbra a fabulosa vila de Marvão, na margem do rio com o mesmo nome, onde a tradição das melhores carnes alentejanas dá a mão aos mariscos trazidos da costa ou aos excelentes arrozes de caça. A poucos metros da belíssima vila de Monsaraz, encontramos o Sem Fim, ancorado num antigo lagar de azeite onde o artista holandês Gil Kalisvaart criou um espaço, actualmente dirigido pelo seu filho Tiago, onde convivem com as toalhas a arte contemporânea e a tradição rural das antigas fazendas alentejanas. E para aqueles que apreciam especialmente a tradição, não pode faltar num canto muito movimentado da minha cidade ideal o restaurante A Maria, do Alandroal, decorado como se estivéssemos numa rua típica de qualquer aldeia alentejana, com varandas e roupa estendida, onde a essência mais genuína da cozinha do interior se transforma numa experiência telúrica. O Magret de Pato com molho de cerejas do Tomba Lobos, o arroz de lebre d’ O Sever, o porco assado no forno com puré de maçãs do

Sem Fim e o cordeiro assado do A Maria são a receita perfeita para ter um dia de felicidade, apenas cruzando a fronteira. Um milagre do interior em terra de portos, uma experiência que nos situa sempre com um pé em cada lado do melhor que tem cada sítio. FRUTOS DA ÁRVORE MEDITERRÂNICA Texto: Ruy Ventura Permitam-me que inicie esta viagem recorrendo à minha memória e saindo um pouco da faixa de território que constitui a Raia. Escrever sobre a gastronomia desse espaço não é para mim possível sem que ao meu pensamento venham lembranças gustativas cujo valor é indissociável dalguns contactos humanos, paisagísticos e arquitectónicos havidos em toda a Extremadura de Espanha. Embora o eixo desta crónica e das suas antecessoras seja sempre a identidade raiana, penso que ela nunca será devidamente compreendida sem se relacionar com a paisagem e o povoamento de outros milhares de quilómetros quadrados que a rodeiam e sem termos sempre em mente que tudo se passa no âmbito de uma cultura e de uma civilização sedimentar com raízes mediterrânicas. Como esquecer, falando deste tema, uma morcela assada comida à sombra do mosteiro de Guadalupe, as excelentes migas saboreadas sob as arcadas de Plasencia, o arroz de lebre que (em Zorita ou Logrosán) me deu forças para continuar uma viagem, o doce de amora que coroou um encontro de poetas ocorrido em Yuste, as alcachofras a tortilha e o gaspacho degustados nas proximidades da catedral de Badajoz, o licor de bolota que nunca deixa a minha garrafeira, a reconfortante torrada à moda extremenha – com alho esfregado, tomate e finas tiras de presunto – comida na casa de um poeta muito amigo? Não seria possível. Tal como não é possível olvidar alguns produtos que trago para minha casa sempre que posso deslocar-me às agrestes mais fortes paisagens


da Extremadura. São sabores que ficam, inesquecíveis, sabedorias que nos foi dado conhecer pelo paladar e que, mais do que quaisquer outras facetas do verdadeiro corpo desta parcela da Península Ibérica, se tornam logo irrepetíveis, imateriais. Não sou de coleccionar nomes de restaurantes. Posso assegurar-vos de que a nenhuma das experiências gustativas antes enumeradas consigo juntar o nome comercial do estabelecimento onde tiveram lugar. Esse hábito, hoje muito em voga, cheira-me sempre (na melhor das hipóteses) à colagem infantil de cromos numa caderneta ou (na pior) ao exibicionismo turístico daquela gente que tanto gosta de mostrar t-shirts compradas (ou não) em Cuba, no Brasil ou nas Canárias. Há no entanto espaços que não podem ser esquecidos, ao aliarem sabor e saber. Lembro o “Palacio de Arteaga”, em Olivença, onde tradição toma ares renovados. Recordo com particular veemência o quanto se come e bebe bem naquele espaço histórico das terras de Alcántara, “El Convento”, instalado no cenóbio de San Pedro de Majarretes, onde viveu essoutro Pedro, santo monge franciscano que um dia aportou ao mosteiro da Serra da Arrábida, vizinho da minha casa. Mais do que tudo, tenho sempre presentes – ao lembrarme da gastronomia raiana, extremenha ou alentejana – os ingredientes a que as mãos e o cérebro de muitos homens e mulheres souberam dar sabedoria e arquitectura no gosto: sobretudo o azeite, o vinho e o pão, mas também as peças de caça, o bezerro, o cabrito e o borrego, o porco (bravo ou manso), as aves de capoeira, algum peixe do rio, o leite e o mel, as frutas de horta ou silvestres, os cogumelos, os legumes nascidos de uma terra exigente e sequiosa… Com estes elementos se confecciona tudo ou quase tudo na raia que nos une. Se falássemos de música, poderíamos dizer que temos alguns temas básicos e muitíssimas variações. O arroz de coelho, as migas e o gaspacho, por exemplo, na minha aldeia de Carreiras são feitos de outro modo… mas já

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o “cachafrito” tem uma grande semelhança com algum borrego frito comido em terras da Extremadura. Valerá a pena repetir? Estamos tão próximos que nem a gastronomia nos separa. Mediterrânicos de um e de outro lado, embora hoje ponhamos no prato uma enorme variedade de receitas, aprendemos todos a mesma lição milenar, somos todos frutos da mesma árvore genealógica.

UMA REGIÃO PARA CELEBRAR CONGRESSOS Texto: Toñi Escobero Os Príncipes das Astúrias reuniram-se pela primeira vez, em Outubro do ano passado, com um grupo de bloguistas. Aconteceu na cidade de Cáceres e foi um congresso internacional que tornou possível este encontro: o Congresso Internacional de Novo Jornalismo, um fórum para troca de conhecimentos entre bloguistas e jornalistas de Espanha e da América Latina. Este é apenas um exemplo do auge vivido actualmente pela Extremadura como “lugar” ideal para a celebração de encontros e congressos de primeira ordem. Dezenas de jornalistas, fiscalistas, médicos, professores, psicólogos e peritos de todas as áreas reuniram-se na Extremadura para debater e trocar experiências sobre assuntos tão díspares como o Islão, a aprendizagem, o consumo, a biologia, a diabetes, o folclore, os museus, o vinho, o espanhol no mundo, na literatura de Esprocenda, a medicina de família, os museus ou o desenvolvimento rural no planeta... Em 2008 a Extremadura foi, sem dúvida, um cenário para o avanço do conhecimento da humanidade. E continuará a sê-lo.

Novas e competitivas infraestruturas, como o renovado Complexo Cultural San Francisco, de Cáceres e os centros de congressos de Badajoz e Mérida - aos que em breve se juntarão os de Cáceres, Plasencia, Villanueva de La Serena e Jerte; ou a ampliação da rede hoteleira, com um aumento de aproximadamente mil camas nos últimos quatro anos, deram o empurrão final ao potencial natural desta região como destino do turismo de congressos e situaram as cidades estremenhas na vanguarda da competição deste mercado. Um mercado de e para congressistas. Apesar de levarem uma credencial em vez de uma câmara fotográfica ao pescoço e na mão levarem uma pasta cheia de documentos em vez de um mapa, também são turistas: viajantes profissionais do conhecimento que tomam las cidades em tropel. “É o turista que mais interessa” assegurada Inmaculada Franco, responsável da empresa Congressos y Protocolo, de Cáceres. “É o turista que permanece mais tempo nas cidades, ficando duas ou três noites e faz mais gastos que o visitante de lazer”. Mas além disso, produz um efeito “multiplicador”. “O turista profissional converte-se mais tarde em turista de lazer, porque volta com a sua família ou “vende” a cidade aos seus amigos”. A Extremadura tem vantagens neste negócio: “A sua riqueza paisagística, o seu património e a sua gastronomia”, são os três pilares do atractivo turístico desta Comunidade Autónoma, indica o Coordenador do Observatório do Turismo de Badajoz, Antonio García Sala. O congressista, afirma Franco, guarda na memória cada evento “não propriamente pelo seu conteúdo científico”, mas pelas “boas relações” que aí faz e “pelos momentos de lazer” que lhe concedem. E nisso, esta região está também“mais que preparada”, sustenta José Luís Iniesta, gerente do grupo hoteleiro Rio, de Badajoz. Num raio de poucos quilómetros podes oferecer uma grande diversidade patrimonial para visitantes e, se pretenderes, podes capear numa quinta com gado bravo.”

Por tudo isto, é normal que os congressistas fiquem “surpreendidos”. E, apesar de tudo, a Extremadura continua a ser “a grande desconhecida, mas cada vez menos”, de acordo com Germán López, vereador de turismo de Badajoz “Quando vêm, voltam.” Esta cidade, por exemplo, explora o seu carácter transfronteiriço e marcadamente comercial com Portugal, como uma das suas singularidades. Nos dez dias de máxima ocupação hoteleira nas estatísticas turisticas trimestrais, oito coincidem com encontros científicos ou profissionais. Um dado significativo e motivador, “apesar de ainda faltar um longo caminho”, assinala também López.“Estamos a começar”. O empresário José Luís Iniesta reconhece neste sentido que a matéria pendente é a “comercialização”. “Podemos ser pioneiros mas falta-nos a promoção e aí o papel das instituições é fundamental. Estamos preparados, mas temos que nos vender”, considera. Para tal, foram também criados os‘convention bureau’ municipais em Cáceres e Badajoz, que se encontram em fase de constituição, que começarão a funcionar em breve. Estes ‘centros de congressos’ locais, fazem parte do Spain Convention Bureau, um organismo que promove as cidades que dele fazem parte (43) no mercado de congressos e o seu papel será “importantíssimo”, de acordo com Iniesta, para o avanço da região como destino de congressos nacionais e internacionais. Também as sete empresas que actualmente se dedicam à sua organização têm um papel importante, tal como o sector de apoio (hospedeiras, traduções, catering...) – que começam a despontar -ou o fundo de apoio de 50.000 Euros que a Junta de Extremadura destina à organização de eventos e reuniões científicas, humanísticas e tecnológicas. A agenda de 2009 já tem datas reservadas. E o Congresso Estatal do Voluntariado que se realizará em Dezembro convida de novo os Príncipes das Astúrias a visitarem a Extremadura.

Competitividade inovadora Texto: Daniel de la Fuente As empresas estremenhas continuam a aproveitar as novas oportunidades de negócio para melhorarem a sua competitividade e productividade. Na Extremadura, a palavra-chave é “inovação”. Um exemplo disso são os clusters, uma forma de organização empresarial que continua a mostrar os seus benefícios nesta região. O êxito de uma iniciativa empresarial encontra-se, em grande parte, na capacidade de evoluir e adoptar novas fórmulas. Os clusters reinventaram o conceito tradicional de competitividade: várias empresas, que competem entre si, agrupam-se para melhorar a sua competitividade, interagindo com vista a um mercado, uma tecnología e capitais productivos. Não são apenas agrupações de empresas. O cluster deve permitir às organizações que o integram trabalhar em uníssono sobre problemas e oportunidades comuns, procurando a cooperação e fomentando a competitividade para potenciar o sector. Os primeiros clusters da Extremadura nasceram do Programa Nexo, uma iniciativa apresentada em 2002 pela Junta de Extremadura em colaboração com a Confederación Regional Empresarial Extremeña, que tinha como objectivo fomentar a cooperação empresarial e estimular o investimento, o crescimento e a inovação. O Programa Nexo deu origem a cinco clusters estratégicos na Extremadura: o Cluster do Conhecimento, o das Rochas Ornamentais, o Cluster Metalomecânico, o da Madeira-Mobiliário e o dos Paco-

tes e Embalagens. Para cada um deles foi elaborado um Plano Conjunto de Melhoria da Competitividade. Posteriormente, apareceram o Cluster dos Materiais de Construcção, o Cluster Têxtil e o Cluster da Cortiça. Esta fórmula continua a potenciar-se, dentro do modelo INNOVEEX, desenvolvido pela Consejería de Economia, Comercio e Innovación da Junta de Extremadura com o objectivo de melhorar a inovação e a competitividade das empresas dos Clusters. Para tal, a cada cluster corresponderá um Centro Tecnológico de referência para o desenvolvimento de I+D, uma Unidade de Funcionamento especializada em Marketing e organização tanto em mercados nacionais como exteriores e uma incubadora de projectos empresariais que gere e dê saída às ideias inovadoras que surjam em cada agrupação. O primeiro resultado do novo modelo INNOVEEX é a criação do Cluster da Energia da Extremadura, tendo expressado o seu presidente, Carlos Arce, no recente acto de constituição que “A Extremadura tem uma oportunidade num sector que é estratégico”. Esta região quer posicionar-se de forma específica no âmbito das energias renováveis. Além do importante desenvolvimento da energia termosolar com a construção de novos parques, esta região tem em funcionamento instalações fotovoltaicas que quase superam os 300 Megawatts, entre 20 a 25% do total nacional. O objectivo é que em 2012 esta região supere os 1.000 Megawatts em energias renováveis e conseguir que o seu preço de investimento se reduza e a sua eficiência energética cresça. Para Carlos Arce, “A Extremadura tem muitas oportunidades que se relacionam com as condições climatéricas”. Considera ainda que “devemos dinamizar este sector para que a curto prazo consigamos instalar na Extremadura muita potencia em energias renováveis”. O Cluster Metalomecânico Aclumex, surgiu em 2004 e conta actualmente com cerca de 90 associados directos, que atingiram com sucesso grandes objectivos como o serviço de Antena Tecnológica de assessoria e inter-


mediação que dá às empresas que o integram acesso a uma vasta gama de serviços, que permitem assegurar a qualidade e a melhoria de produtos ou linhas de produção e implementar projectos tecnológicos inovadores. Neste serviço colaboram centros tecnológicos nacionais (Galiza, Valencia ou Catalunha), com os quais a Aclumex mantém importantes relações. No âmbito internacional, está a levar-se a cabo um plano de comércio exterior para as empresas do sector do metal, existindo boas relações com a Índia e a abertura de novos mercados, como é o caso do chinês. Também devemos destacar a proximidade da I+D a estas empresas, tendo duas companhias estremenhas cooperado para se converterem, em 2007, em fornecedoras directas de plataformas de alumínio destinadas à assemblagem de peças para aviões. A Aclumex apostou de forma especial na formação e no recente Serviço de Vigilância Tecnológica (de informação on-line sobre os últimos avanços tecnológicos, de investigação e comerciais) e considera que este sector deve basear o seu desenvolvimento em três pilares: “mais competitividade, mais inovação e mais qualidade”. Em 2004 criou-se o Cluster das Rochas Ornamentais, um sector no qual a Extremadura ocupa o segundo lugar em extração de granito e o terceiro em extracção de ardósia. O gerente deste cluster, Isidro Murillo, afirma que “temos matéria-prima e sabemos trabalhá-la. Resta-nos saber vendê-la e dar-lhe valor acrescentado. Com o tamanho que temos não seremos capazes de fazê-lo sozinhos, por isso devemos coordenar-nos e cooperar para termos outro volume e força e consolidar a indústria”. Murillo destaca como um dos grandes marcos deste ano, o projecto empresarial ArdeQuinsa, que tem como finalidade reutilizar os resíduos provenientes da concessão mineira de Cerro Alto. Insiste também na importância de diversificar a oferta para depender menos das construtoras. Devemos “criar novos produtos, diferenciados, em que estejam mais presentes o design e a utilização de novos materiais e também procurar novos

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mercados. A Europa e o mundo são muito grandes”. O Cluster Têxtil aglutina, desde 2006, marcas, designers, ateliers e um grande número de cooperativas. Neste sector, aproximadamente 70% da mão de obra é feminina, compondo-se de mulheres com grande experiência no sector. Susana Giraldo, gerente deste cluster, explica que o desafio actual é procurar um lugar no mercado e não tentar competir com os productos asiáticos: “O conceito de produção que tínhamos antes já não tem sentido porque noutros países a produção tem custos com os quais não se pode competir, devemos mudar a mentalidade e a forma de produzir”. A chave está em trabalhar com muita criatividade, procurar ter alta qualidade e rapidez de resposta, aproveitar o facto de que “para a China, a distância ainda é um impedimento”. Giraldo destaca que “as empresas que se sabem manter são fortes, são as que têm potencial para se desenvolver e as que souberam adaptar-se às regras do novo mercado”. Estas dificuldades podem-se enfrentar mais facilmente com o apoio de um cluster. Prevê-se a criação, para breve, de outros dois clusters: o da Agroindustria (sector estratégico da região no qual a Extremadura tem um importante posicionamento nos mercados nacional e internacional) e o da Saúde, com o afamado Centro de Cirurgia de Mínima Invasão e a futura Cidade da Saúde, que se localizará em Cáceres buques emblemáticos. Mais dois pilares do sólido tecido empresarial estremenho.

UM POUCO MAIS ALÉM DO TEJO O Alentejo como metáfora da Extremadura Texto: Susana Gil Llinás Mais além do Tejo, escreveu o poeta, está Portugal; e mais além, o mar.... “Alentejo” significa “Além do Tejo”. Esta palavra, Alentejo, está carregada de significados para os estremenhos. Muitos quiseram e querem ver os alentejanos como vizinhos, amigos e também como companheiros no desenvolvimento social e cultural dos últimos anos, das últimas décadas. Apresentamos aqui um guia abreviado de alguns dos seus feitos recentes, o melhor complemento às reportagens que, nas páginas anteriores, se colocaram deste e do outro lado da Raia. Notáveis edifícios que albergam actividades culturais de grande formato, como o Coliseu Rondão de Almeida, em Elvas ou o Arena de Évora, colecções de arte contemporânea como a de António Cachola, em Elvas, a que já nos referimos antes ou a de António Partes em Ponte de Sor (ambas localizadas em edifícios com conteúdo histórico, reabilitados e adaptados para para o efeito), supõem um firme passo em frente, em direcção ao futuro de uma terra periférica que sabe interpretar o seu passado para o adaptar ao seu presente e projectá-lo no futuro. E significa, sobretudo, uma invejável aposta na contemporaneidade, fora dos tópicos tantas vezes costumeiros que lacraram (e lacram) o desenvolvimento da contemporaneidade em regiões como a Alentejana ou a Estremenha.

COLISEUS ALENTEJANOS Entre o amplo leque de possibilidades de novas propostas culturais existentes no Alentejo, sem dúvida que uma das que mais atrai o grande público é o aparecimento de espaços multiusos para actividades musicais, desportivas ou de mero entretenimento. São os novos coliseus, a meio caminho entre um centro de congressos, uma praça de touros e uma pista desportiva. Elvas e Évora foram as primeiras cidades que apostaram (fortemente) neste novo conceito de espaço polivalente. O Coliseu José Rondão de Almeida, em Elvas, foi inaugurado em 2006, graças a um investimento público de 7,5 milhões de Euros, que deixou na cidade um edifício luminoso e de arquitectura singular onde antes se encontrava uma praça de touros. Con capacidade para mais de 6.000 espectadores, passaram pelo seu palco numerosos artistas com vocação ibérica, como Joaquín Cortés ou Dulce Pontes, sublinhando uma visão claramente fronteiriça do mercado ao qual se destina o uso do edifício, com um interesse bem definido pelo público espanhol. O Arena de Évora, o pavilhão multidisciplinar da capital alentejana, onde foram investidos 3,1 milhões de Euros, foi inaugurado em 2007,. Tem capacidade para 5 mil pessoas, tendo sido Carlos Guedes Amorim o arquitecto responsável por dar à praça de touros da cidade o seu novo aspecto, com a exigência de manter o aspecto exterior original, considerado uma marca da cidade: um polígono de 16 lados onde se encontra um palco preparado para receber grandes acontecimentos. Multiplicidade, modernidade, polivalência... são apenas algumas das virtudes dos novos coliseus do século XXI, edifícios preparados para se adaptarem a diferentes espectáculos à mesma velocidade com que mudam os tempos.

MUSEU CIÊNCIA VIVA DE ESTREMOZ Em pleno centro da cidade de Estremoz, no Convento das Maltezas, situado no Rossio Marquês de Pombal, localiza-se o Centro Ciência Viva de Estremoz, um lugar onde a ciência e a tecnologia rompem as paredes dos laboratórios e das salas de aula que normalmente as confinam, abrindo de par em par as suas portas aos visitantes. É um espaço singular, dirigido pela Universidade de Évora, onde se pode interagir com todos os materiais da exposição: tocar, experimentar, descobrir... É impossível visitar este recinto sem que nos deixemos persuadir pelas numerosas provas e desafios que se nos apresentam a cada passo. O Centro Ciência Viva explica, com uma perspectiva divulgativa e totalmente pedagógica, como funciona o lugar em que todos vivemos: a terra, um planeta onde todos os fenómenos naturais estão vinculados à cadeia da vida. Convencidos de que a integração da ciência na vida quotidiana não só é possível, como constitui uma base fundamental para para o desenvolvimento e sustentação de novos territórios e cidades, este Centro conta com uma exposição permanente onde se explica a formação e evolução do planeta e a sua relação com o Universo. E, no centro desta visão universal, a integração do meio no qual se localiza o Museu, com informação sobre a milenária existência de granitos na zona e de outras rochas e terrenos em diferentes zonas de Portugal. Em paralelo, uma mostra exterior sobre o sistema solar imagina a realidade das estrelas e planetas aplicada ao tamanho da cidade de Extremoz, situando o sol no centro da mesma e o planeta Plutão no castelo da vila de Évoramonte. O Universo, com o tamanho do mapa da cidade, o local e o universal dando as mãos para que os compreendamos melhor. Visitas guiadas ao museu, actividades infantis e juvenis (com festas de aniversário incluídas), um espaço Internet, uma cafetaria e uma loja de artigos relacionados com o mundo da ciência, completam esta atractiva oferta, re-

comendada em especial para as crianças e adolescentes. O encontro com a Ciência está a meia hora da fronteira.

FUNDAÇÃO ANTÓNIO PRATES Há quase vinte anos que o galerista de Lisboa, António Prates, teve um sonho. Rodeado das obras de arte que reuniu durante uma vida de entrega à sua profissão, graças ao contacto privilegiado com uma boa parte dos melhores artistas portugueses das últimas décadas, Prates sonhou que, algum dia, todas aquelas peças estariam expostas na sua terra natal, Ponte Sor, no Alto Alentejo. E o sonho começou a transformar-se em realidade. Em 2001, o MEIAC de Badajoz acolheu uma extraordinária exposição da colecção do galerista e o projecto de criação da Fundação António Prates começou a ganhar vida. A colecção de Prates poderia visitar-se em Ponte de Sor, convertendo a localidade num activo foco cultural para o desenvolvimento da região. A Fundação foi inaugurada em 2007, graças ao acordo estabelecido entre o galerista e a Câmara Municipal de Ponte de Sor. Instalada na antiga Fábrica de Moagem e Descasque de Arroz, a Fundação conserva parte deste curioso equipamento que poderíamos denominar de “arqueologia industrial”, oferecendo ao visitante a oportunidade de reler a história de Ponte de Sor a partir das novas chaves do seu desenvolvimento social e económico, sem perder de vista os laços com a tradição. Esta Fundação encontra-se instalada numa área de dez mil metros quadrados, onde convivem o património industrial da antiga função do lugar (visto agora como um “ecomuseu”) e salas para exposições permanentes e temporárias, além de um restaurante, um espaço multimédia e um elegante auditório, graças ao projecto de reabilitação arquitectónica dirigido por Walfredo Sangareau. Conta também com um amplo espaço ao ar livre, que dota o recinto de uma versatilidade extraordinária, cujo êxito se deve ao trabalho desenvolvido por Leonel


Moura, autor dos “Jardins móveis” que rodeiam o edifício. O património de arte contemporânea desta Fundação é também espectacular: três mil obras de arte (desenhos, aguarelas, pinturas e esculturas) e cinco mil peças entre gravuras, litografias, serigrafias e fotografias. Citar os nomes mais importantes desta colecção é listar os mais cotados artistas portugueses contemporâneos com obras de, entre outros, Álvaro Lapa, Cruzeiro Seixas, José Pedro Croft, Julião Sarmento, Mário Cesariny, Pedro Cabrita Reis ou Pedro Calapez, que convivem com as de autores de outros países, entre os quais se encontram os espanhóis José Manuel Ciria, Luis Gordillo ou Rafael Canogar. Mas a Fundação António Prates é ainda mais que isto. Com uma clara vocação para o dinamismo e com a intenção de se converter num autêntico foco de actividade culturar no seu enclave alentejano, conta com uma cuidada biblioteca de arte e com oito estúdios para artistas convidados, que podem estabelecer-se neste espaço para planificar e realizar parte da sua obra. Com o amplo leque de actividades públicas (cursos de formação, visitas guiadas, actividades para crianças e jovens…) programadas desde o inicio da sua vida, a Fundação demonstra a cada dia que é possível, do ponto de vista da arte contemporânea, a adaptação “humanizada” e moderna de um espaço de arqueologia industrial, que se transforma ante os nossos olhos num pontente polo gerador de cultura de alta qualidade numa região tradicionalmente esquecida pelos grandes focos de produção cultural.

MUSEU DO BRINQUEDO EM ARRONCHES No caminho entre Badajoz e Portalegre, perto do rio Caia, encontra-se Arronches, uma das localidades do Norte Alentejano que melhor conserva a indiosincrasia da região. Camões referiu-se a Arronches, n “Os Lusíadas” como

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uma terra “forte”. E é verdade que há qualquer coisa naquela aparência de fortaleza que se impregna no carácter da sua arquitectura popular, que mistura com sabedoria o branco e o anil com o granito das suas construções defensivas. Por isso, passear no centro da vila é algo como uma pequena lição de história, onde se encontam elementos góticos, manuelinos, barrocos e vernáculos da região, num conjunto que ressalta pela sua pulcritude formal. Se o fazemos nas festas de São João, poderemos encontrar-nos com uma vila viva e dinâmica que também participa no costume alentejano de adornar as suas ruas com flores, bandeiras, grinaldas ou pequenos altares dedicados a esse Santo, que cada família coloca, ordena e cuida com formosura e esmero. A paisagem da zona de Arronches exemplifica com perfeição a transição entre a serra (a de São Mamede, um pouco mais ao Norte) e a planície (o arquétipo paisagístico do Alentejo). Contemplando a beleza dos seus campos no Outono, é difícil não pensar nessa “Pátria da Solidão”, como se referiu o poeta José Régio à zona, uma das mais enigmáticas e profundas da geografia alentejana. Esse mistério continua vivo nas magníficas pinturas rupestres e nos numerosos megalíticos que marcam um percurso pelas proximidades da localidade, onde os quilómetros aumentam a cada passo como preguntas sem resposta. A poucos quilómetros de Arronches, perto da freguesia de Esperança, junto à fronteira da Codosera, esconde-se o conjunto de pinturas rupestres ao ar livre mais importante de Portugal, com vários “painéis” de pinturas do neolítico, calcolítico e da idade do bronze onde predominam o vermelho, o laranja e o preto, com representações humanas, animais, astrais e de formas geométricas. As pinturas conhecidas como Lapa dos Gaivões, representam o melhor exemplo desta colecção e existem diversos meios para realizar para a visita, que não deixa ninguém indiferente. Dentro da vila, um dos lugares mais surpreendentes é o Museu do Brinquedo (“Museu de

(a) brincar”), localizado numa parte da antiga fortaleza de Arronches. O museu alberga uma interessante colecção de peças, essencialmente de finais do século XIX e do século XX, conseguida graças às doações realizadas pelos habitantes desta localidade. Com uma clara vocação pedagógica, confirmada pelo seu amplo calendário de visitas realizadas por escolas, a exposição permanente deste espaço acolhedor converte-se em algo como uma memória viva de um tempo passado, onde podemos encontrar casas de bonecas, carros e barcos, brinquedos populares tradicionais da região, soldadinhos de chumbo ou maquetes de papel, organizadas por temas e com indicação da procedência e da data de elaboração de cada peça. Devemos destacar também a recriação de uma sala escolar da época do“Estado Novo”, reproduzida com fidelidade e humildade, bem como uma sala dedicada ao teatro de marionetas. Não podiam faltar livros infantis de diferentes épocas, nem peças incríveis como um carrinho de bebé do século XIX ou numerosas maquetes com representações de cenas bélicas ou de viagens (comboios, aviões, barcos). Uma colecção que faz com que os mais velhos viagem no tempo e que serve para explicar outra época aos mais pequenos, que observam com admiração com que artefactos se brincava noutro tempo.

MUSEU DO RELÓGIO EM SERPA Imaginemos um agricultor português que recebeu dos seus avós, há 35 anos, uma herança surpreendente: três relógios avariados. Situemos este acontecimento no Baixo Alentejo, em Serpa. Demos nome ao nosso personagem, António Tavares d’ Almeida e já temos à frente dos nossos olhos a extraordinária história que dá origem ao Museu do Relógio dessa bela localidade alentejana, o único deste género na Península Ibérica e um dos cinco que, à escala mundial, não recebe nenhum tipo de ajudas de instituições públicas ou privadas. Uma história que é,

também, uma aventura. Uma aventura que deve ser visitada sem se perder um minuto. Desde 1972 que o nosso protagonista constrói um sonho através do qual tenta impor-se à passagem do tempo. Investiu boa parte da sua vida em percorrer cada canto de Portugal à procura de relógios, aos quais se juntaram doações de particulares, até construir uma valiosíssima colecção de quase duas mil peças. Relógios de bolso, de pulso, de parede... todos marcam presença neste surpreendente museu, onde a história nos leva até ao século XVII, de quando se data o exemplar mais antigo. Instalado no Convento do Mosteirinho, uma construção manuelina do século XVI, este museu ocupa dez salas com chão de barro, azulejos alentejanos e abóbadas caiadas. O visitante conta também com um bar, um pequeno jardim e uma biblioteca especializada com mais de 600 volumes sobre a temática desta exposição. Marcas lendárias como Cartier, Zenith ou Rolex encontram-se presentes nesta mostra singular, que compatibiliza a exposição com uma oficina de reparação, onde os seus prestigiosos mestres relojoeiros alcançaram um notável prestígio não apenas no mercado português, mas também no espanhol, francês, alemão e holandês. Mas a história deste projecto não foi fácil. Houve momentos de crise, nos quais António Tavares d’ Almeida chegou a pensar na possibilidade de levar o seu negócio para o estrangeiro. Mas felizmente não o fez e usou a sua imaginação para encontrar uma solução para fazer frente à crise. E, como costuma acontecer, essa solução não estava no exterior, mas sim no interior. Encontrou-a em 1999, desenhando e fabricando relógios com a sua própria marca, em colaboração com empresas de manufacturação alemãs e russas, sempre dentro do âmbio do coleccionismo e com edições limitadas. Assim, edições como Museu azul, Algarve, Évora, Serpa, Alentejo, Inverso, Hora Mundial ou Museu passaram rapidamente para as mãos dos clientes, que tomaram conta deles em tempo record. Um êxito total. Graças a esta nova

perspectiva, o Museu do Relógio em Serpa é hoje considerado e reconhecido publicamente como o único que é rentável, em todo o país, o único que sobrevive sem apoios externos. Contudo, o que talvez mais nos atrai neste espaço singular não é o seu maravilhoso ambiente, nem o valor intrínseco da colecção, nem sequer o calor e a amabilidade dos trabalhadores do Museu. O mais surpreendente é o som, o tic-tac que se escuta, no silêncio das salas quando se encontram vazias, proveniente das centenas de relógios que compõem esta colecção. É, ou poderia ser, algo como o autêntico som da passagem do tempo, o sinal de que tudo muda e nós também, ainda que queiramos agarrar-nos a todo custo a este lado dos ponteiros. A visita ao Museu é, por isso, uma viagem no tempo, a possibilidade de nos submergirmos, através de diferentes relógios, à época em que viveram os nossos antepassados, desde há quatro séculos. E tudo isto sem irmos muitos quilómetros além da fronteira portuguesa. Os sons de todos os relógios sobrepõem-se, formando um gigantesco tic-tac que nos avisa que não há nenhum relógio, naquele edifício centenário, que não tenha a sua própria história e que não seja, ao mesmo tempo, um símbolo vivo da passagem do tempo, que avança inoxerável.


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