Decisiones, micro relatos

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DECISIONES MICRO RELATOS AUTORES VARIOS


DATOS DE REGISTRO AMANTES DE LAS LETRAS / SOLO PARA LOCOS https://www.facebook.com/groups/amantesdelasletrassoloparalocos/

MARCELA ISABEL CAYUELA © Ediciones AMANTES 2017 1° Edición Código de Registro: 1705052249207 Licencia: Creative Commons Attribution-NonCommercial-NoDerivatives 4.0 Marcela Isabel Cayuela http://www.safecreative.org/

05 de mayo de 2017

Diseño de portada: Marcela Isabel Cayuela Compilado, diseño y edición: Marcela Isabel Cayuela



AGRADECIMIENTOS

Quiero dedicar el presente compilado, tanto a todos los miembros de nuestro querido grupo de locos soñadores que se atrevieron a tomar el reto, como a nuestros lectores, amigos y familiares. Sin ellos, todo esfuerzo resultaría vano. Ojalá que nunca, dejemos de compartir…creciendo.

Marcela Isabel Cayuela


PRÓLOGO Ésta obra, como resultado de uno de los tantos desafíos literarios realizados en nuestro grupo de AMANTES DE LAS LETRAS / SOLO PARA LOCOS; permite entrever el importante crecimiento que denota el conjunto de miembros. Ya sea como participantes escritores o lectores. En cada oportunidad, hemos propuesto diversas consignas para la realización de nuestras numerosas antologías; siendo la presente, el resultado de un concurso de micro relatos hasta en setenta palabras, cuya temática hiciera referencia o tuviera relación con algún tipo de “Decisión”. Durante los treinta días que duró la convocatoria, ha sido notable la cuantiosa participación e interés demostrados a fin de cumplir con las pautas del desafío. Entre risas, dudas, consultas y debates, el grupo ha manifestado con suma claridad que el proceso de práctica y aprendizaje conlleva mucho más que el hecho de “escribir” más o menos bien. Como así también que no existe un “título” que certifique nuestro oficio y que hasta el más práctico o experimentado de los “escribidores” siempre encontrará algo nuevo que asimilar. Este camino que muchos hemos decidido transitar, no es en lo absoluto sencillo o carente de obstáculos, Aun cuando para una gran mayoría, escribir sea un medio para alcanzar alguna forma de desahogo o dispersión existencial, existen ocasiones en que casi sin haberlo advertido, las letras comienzan a bosquejar la silueta falciforme de una intensa pasión que, difícilmente, llegue a abandonarnos si es auténtica. Aquí, en estas páginas, en este compilado de 59 micro relatos, se vislumbra el ingenio y el tesón de los 29 autores que los crearon. Un vuelo etéreo mezcla de talento y esfuerzo que hoy aprisionamos dentro de esta obra con el único objetivo de incentivar y promover la literatura, como un arma contra la indiferencia o la ignorancia implícita y creciente en nuestros días. Sin explayarnos más, disfrutemos de este vuelo.

Marcela Isabel Cayuela Administración de AMANTES DE LAS LETRAS / SOLO PARA LOCOS


ÍNDICE TOXICO……………………………………………Alejandro Fabián Alberto Aguirre NADA………………………………………………………………………...Jon Kokura INDECISIÓN………………………………………………………………..Luna Nimac CEREMONIA………………………………………………….................Daniel Castillo METAMORFOSIS……………………………………………………….Sandra Taragán OSCURIDAD……………………………………………………Marcela Isabel Cayuela EL MUERTO QUE SOBRÓ……………………………………………..,,,,,,Isabel Salas RECLAMO………………………………………………………….Irma Haydee Pereira COSAS DE PAREJA…………………………………………………......Lucho Sánchez RECAÍDA………………………………………………………Marcelo Adrián Sánchez DOBLE MORTAL………………………………………………………...María Galerna ENAMORADO……………………………………….Alejandro Fabián Alberto Aguirre EL LABERINTO………………………………………………………….Daniel Castillo CHACALES……………………………………………………………..Gabriela Candal EL ESTÍMULO………………………………………………………José Luis Machado DOS MONEDAS, UN DESEO………………………………………José Luis Machado TIEMPO………………………………………………………...Marcelo Adrián Sánchez REALIDAD…………………………………………………………Irma Haydee Pereira


MADRE…………………………………………………………..Dionisio López Ramos FUGAZ VISIÓN………………………………………………………….Daniel Castillo A VECES SE PERMITE FUMAR…………………………………………...Jon Kokura EL DEPREDADOR………………………………………………………Mario Maruelli ACTO FALLIDO………………………………………………Silvia Rodríguez Cabrera LA MUSA INSPIRADORA……………………………………...Maritza Isabel Álvarez HIJO DE DIVORCIADOS……………………………………………… ….Luna Nimac PREPARATIVOS PARA EL GRAN VIAJE……………………………Paulette Mestre OTRO CIELO…………………………………………………………...Gabriela Candal PARADOJA………………………………………………………………Armando Abril RECUERDOS AUSENTES……………………………………………...Lucho Sánchez DECISIONES……………………………………………………………….Alicia Farina LO QUE EL DESTINO DECIDIÓ……………………...............Rubén Ramón Mercado PRIMERA CLASE……………………………………………….Dionisio López Ramos DECISIÓN……………………………………………………………...Odiseo Laertiada TEDIO…………………………………………………………………….Armando Abril


APRENDIZAJE…………………………………………………………Gabriela Candal DECISIÓN………………………………………………………………..Lucho Sánchez FUTURO………………………………………………………………Gabriela Caparelli EL SECRETO……………………………………………….Valeria Muñoz Galleguillos COLORES DE VIDA….............................................................Silvia Rodríguez Cabrera ENTRE LA NADA Y EL TODO……………………………………….,,,,,,,Luna Nimac PERDIDO……………………………………………Alejandro Fabián Alberto Aguierre HERMÉTICAMENTE MAITE……………………………………………..Maydee Paiz EMPEDERNIDO……………………………………………………........Mario Maruelli ENTES DE PAPEL……………………………………………….Maritza Isabel Álvarez RECUERDOS…………………………………………………..Walter Cuenca Cevallos JUEGOS DE MESA……………………………………………...Bea Gurutzarri Vicente RADIO ALEGRÍA……………………………………………….Bea Gurutzarri Vicente PUERTA NÚMERO 3……………………………………………….José Luis Machado DECISIÓN………………………………………………………..Dionisio López Ramos VOLVER A VOLAR………………………………………………………..Maydee Paiz LA RESPUESTA ESTÁ EN TU CORAZÓN…………………..Rubén Ramón Mercado DECISIÓN………………………………………………………………….Pelu Lassaga FASCINADA CON EL MAL…………………………………...Rubén Ramón Mercado


LLAMADA DEL ÁNGEL………………………………………………….Alicia Farina LA MAMPARA……………………………………………………….Gabriela Caparelli LA VENGANZA DE LAS LETRAS…………………………….Maritza Isabel Álvarez REGRESO SIN ALMA……………………………………

Silvia Rodríguez Cabrera

SALOMÓNICA DECISIÓN…………………………………………………Jon Kokura LA HUIDA…………………………………………………………….Luis Manuel Soto


1° PUESTO

TOXICO Por Alejandro Fabián Alberto Aguirre

L

a pobre muchacha se contorsionaba de manera espantosa en plena calle. La gente asustada pidió ayuda. A pesar del esfuerzo, los médicos no consiguieron sujetarla; sus movimientos eran fuertes y violentos. Dado que nada pudieron hacer, resolvieron esperar. Al poco rato, todos asombrados, advirtieron como la joven vomitaba una sustancia espesa y negra. Aproximándose, notaron que se trataba de mariposas muertas. Ella había decidido dejar un amor tóxico.


2° PUESTO

NADA Por Jon Kokura

C

alle abajo, el anciano apresuró sus pasos pero ella, como cada día, lo alcanzó exclamando: --¡Mírame! ¿Por qué me ignoras amor? ¿Acaso no soy nada para ti? El anciano volteó y, contemplando la calle vacía, dijo: —Eso es lo más triste querida...que tú ya no estás...que eres nada...que ahora, sólo vives en mi corazón. Y con ojos colmados de melancolía, siguió caminando por una vereda bañada de otoños.


3° PUESTO

INDECISIÓN Por Luna Nimac

E

l tiempo urgía, en diez minutos vendrían a buscarla y ya no podría dar marcha atrás, ¡tenía que decidirse! Aún no estaba segura sobre cuál de las dos opciones elegir, ambas la tentaban pero sólo podía optar por una. Un detalle puede modificar el destino. Consideró echarlo a suerte: tirar una moneda, deshojar una margarita... Finalmente recurrió a lo seguro: — ¡Mamá! ¿qué me pongo? ¿pantalón o pollera?


SELECCIONADOS


CEREMONIA Por Daniel Castillo

N

unca he podido hacer un nudo de corbata correctamente. Tal vez mi natural ignorancia acerca de las formalidades, sumada a mi odio por las ceremonias, sean la causa. El caso es que esta maĂąana he pasado dos horas tratando de elaborar el bendito nudo. Al final, hastiado, he tirado el manual a la basura y me he colgado del techo de cualquier manera.


METAMORFOSIS Por Sandra Taragán

D

esfalleciente, golpeada por las olas, magullada por piedras lacerantes hasta el límite de sus fuerzas, recreó su

cuerpo

con

escamas

de

verdad.

Trepó aromas de justicia, se aferró a la roca y agotada se durmió... Al despertar, la playa la mecía entre partículas de valor. Siguió su paso, sin mirar atrás.


OSCURIDAD Por Marcela Isabel Cayuela

U

no, dos, tres pasos a la derecha; luego, cuatro hacia adelante. Extiendo las manos y allí está, justo donde siempre, en su lugar. Acaricio sus redondeces. Siento pasos acercándose. Instintivamente lo aferro firme. ¡Maldita oscuridad! Oigo la puerta abriéndose, su respiración agitada. Está buscándome, tampoco puede verme. Cuando su aliento me alcanza, hundo el puñal en su pecho. Al caer exclama: — ¡Madre, soy yo! ¡Él se fue en la tarde!


EL MUERTO QUE SOBRÓ Por Isabel Salas

C

uando todos se llevaron a sus muertos, sobró uno. Sobró porque cuando estaba vivo también sobraba. Nunca fue de nadie.


RECLAMO Por Irma Haydee Pereira

C

on un pie en la canoa y el remo de lanza, Maraka decidió encarar el río lleno de yacarés. El sol, ese señor que salía solo al otro lado del monte, estaba "sordo"…

¡Hoy, era día de enfrentar a los dioses!


COSAS DE PAREJA Por Lucho Sánchez

E

n verano, la conocí. Inmediatamente pensé: “La mujer perfecta” Le declaré mi amor e intenciones de formar una familia:

¡Aceptó! Pero éste invierno, ese amor, ¡se acabó! ¡Claro! Hubo reproches. Pretendía pasáramos la vida juntos Yo, espero que beba su café envenenado. Conduzco, cavilando sobre mi próxima viudez. En casa, ella se deshace de las pinzas con que cortara los frenos del vehículo; mientras toma su café y sonríe maliciosamente.


RECAÍDA Por Marcelo Adrián Sánchez

-¿Q

uién eres y qué quieres? — Soy tú y sabes lo que quiero — No puedes ser yo. Esto es un dialogo, no un soliloquio...y si fueras yo, no tendría necesidad de preguntar por tus intensiones. — Deja de tomar ese medicamento...nos separa. — ¡Basta! Hablaré con el doctor, él dijo que esto podía ocurrir. — ¡Ja! ¿Doctor? ¿Acaso no lo recuerdas? ¿Olvidaste la agradable sensación de la sangre corriendo por nuestras manos?


DOBLE MORTAL Por María Galerna

D

ecidió que sería suya. Empezó por seguirla desde lejos, pero no le satisfacía. Como buen hacker, se hizo con su correo electrónico, su móvil, sus redes... Y comenzó con el acoso. La destruía poco a poco, determinado a que no fuera de nadie, a que tuviera miedo de la vida. Hasta el nefasto día en que ella se suicidó. La pantalla del pc parpadeó: “Ahora me toca a mí".


ENAMORADO Por Alejandro Fabián Alberto Aguirre

L

legado el momento de resolver qué hacer con ella, no atinó respuesta. Aun cuando desde un principio, había planeado

deshacerse de la joven, con el tiempo y muy a pesar de maltratarla, humillarla, incluso herirla, él se encariñó. Entonces sobrevino la resplandeciente iridiscencia que traspasó su alma solitaria. Mas cuando arribó el día, simplemente la mató, pero lloró al hacerlo. Resultaba inconcebible, pues ella tan solo era… una creación literaria.


EL LABERINTO Por Daniel Castillo

E

ntró en el laberinto dispuesto a matar al monstruo: las leyendas hablaban de un ser despiadado, con afiladas garras. Algunos lo ponían en duda, describiéndolo como un ser de buenos sentimientos. Así que no se confió: afiló su espada, templó su arco; transitó durante días por oscuros parajes y vadeó caudalosos ríos. Cuando llegó al centro, solo encontró, perdido entre el follaje, un enorme espejo.


CHACALES Por Gabriela Candal

C

aminaba lentamente, hundidas las manos en los bolsillos. Abstraída en su diálogo interior, no los vio venir. Bajo la solitaria penumbra de la calle, la atacaron con fuerza satánica. Resuelta, no se permitió caer, enfrentándolos con fiereza. Grito desesperada; agitó brazos y piernas, defendiéndose acerba. Entonces, consiguió divisar el líquido viscoso, brotando ligero. Candente, un hilo comenzó a quemarle las piernas... ¡En ese instante, sonó el teléfono y despertó!


EL ESTÍMULO Por José Luis Machado

E

n una cueva de Embaumer hay una no muy segura jaula de metal, sin cerrojo ni candado. En la única bóveda (cuyo techo es de roca y que tiene la forma de una cúpula) hay una claraboya de cristal. De esa claraboya, un ave parecida a un colibrí trata de escapar por una grieta. Está cansada, herida, pero la decisión ya está tomada. Del otro lado una flor aguarda.


DOS MONEDAS, UN DESEO Por José Luis Machado

D

ecidieron convertirse en amantes a causa de sus matrimonios infelices. Pero siguieron casados, ninguno de los dos quería ser el primero en pedir el divorcio. No les convenía. En una escapada llegaron a un pozo de deseos, cada uno lanzó una moneda, mirándose fijamente. Almorzaron y, más tarde, fueron a un motel donde hicieron el amor como si fueran inmortales. Nunca más volvieron a verse, sus deseos se habían cumplido.


TIEMPO Por Marcelo Adrián Sánchez

– ¿Q

ue haces aquí? Te pedí tiempo, preciosa...quedamos en que...

—...pues, eso es lo que te traje. ¡Toma! —Espera. De ninguna manera voy a perm... ¡Ohhhh! Suizo, acero y oro en completa armonía, cronómetro y... ¡Gracias, mi amor! ¡Sabía que comprenderías!


REALIDAD Por Irma Haydee Pereira

C

uando le quitaron las vendas de los ojos, contempló el espejo y expresó con tristeza: —No me agrada esta mirada; desearía regresar a mi interior—Y devolvió el espejo. —Mi corazón ve mejor doctor... ¡VUÉLVAME A VENDAR!


MADRE Por Dionisio López Ramos

H

ay vínculos de un pasado asociados al presente. Un embarazo no deseado, decisiones que tomar. Al enterarse, el muy cabrón me dijo que abortara y se

marchó. Sin embargo yo, sólo sé que respiro por ti cariño mío. Tus manitas, tu olor y mis pechos que amamantan tu sentir…


FUGAZ VISIÓN Por Daniel Castillo

A

brí despacio la estrecha puerta. Retiré con mis dedos la tierra sobrante y me libré del encierro. Me senté agotado en el andén y contemplé la calle: jóvenes caminando con la vista fija en la pantalla del celular, niños gritando a sus padres, padres cediendo su autoridad, viejos olvidados en algún rincón y ese ruido atronador sobre las grises nubes de smog.

Aquello fue suficiente: abatido, regresé a mi ataúd.


A VECES SE PERMITE FUMAR Por Jon Kokura

E

lla no lo miró a los ojos cuando él le repitió. —No eres tú, soy yo. Ya no había más que hablar. Él pidió la cuenta y se marchó. Ella lo vio perderse entre el gentío del boulevard y, temblando, encendió un cigarrillo. El mesero del café-bar intentó advertirle que estaba prohibido fumar, pero contemplando esos ojos bañados en lágrimas, decidió callar. Retiró las tazas y dejó un cenicero.


EL DEPREDADOR Por Mario Maruelli

F

inalmente cayó la noche. Aguardé amparado bajo la densa oscuridad circundante, con el oído alerta y la vista encendida cual un haz infrarrojo; la impaciencia de mis manos agitaba desenlaces

al azar. El extraño hallazgo de animales mutilados en el campo, había creado una atmósfera de sobrenatural misterio. Estaba decidido a vencer mis temores junto a mi escopeta. Un lastimoso mugido fracturó los espacios del silencio. El chupacabras, había regresado.


ACTO FALLIDO Por Silvia Rodríguez Cabrera

–¡B

asta! No volveremos a vernos. Sabes bien cuánto te amé, pero él es mi presente y vislumbro un futuro certero a su lado. Nuestro encuentro de ayer, fue una maldita equivocación. ¡Olvídalo! Es una decisión irrevocable. Envió el audio, contempló su celular y suspiró resignada. Cuando se percató del error, su cuerpo tembló convulso, el gran ventanal sufrió su descargo y, azorado, la escuchó gemir de dolor.


LA MUSA INSPIRADORA Por Maritza Isabel Álvarez

A

quella mañana tomó la decisión… “no escribiría más”. Estaba cansada de luchar contra la política editorial de su país. En el instante en que pensaba comenzar a romper los manuscritos que atesoraba en una caja fuerte, apareció su musa inspiradora, la miró de frente y le dijo: — ¿Crees que destruyendo los manuscritos, solucionarás todo? Pues te digo que no, solo estas matando tus sueños e ideales.


HIJO DE DIVORCIADOS Por Luna Nimac

¡T

ípico! Hijo de padres divorciados que no quieren verse ni juntarse nunca más. Tiene que visitarlos por separado y, cada uno, intenta tironearlo para su lado. Harto de sentirse manipulado, tanto por su madre Pasado como por su padre Futuro, el Presente procura independizarse: vive solo y toma sus propias decisiones.


PREPARATIVOS PARA EL GRAN VIAJE Por Paulette Mestre

P

aloma preparaba la maleta de los niños; era muy duro para ella separarse de sus pequeños. Lupe no podía dormir si no le leían al acostarse, así que puso su cuento favorito. Adrián era un fanático del fútbol; su pelota resultaba imprescindible. La mujer comenzó a arrullar el peluche de su recién nacida. Una enfermera del geriátrico entró en la habitación; aquel domingo tampoco habían ido a visitarle sus hijos.


OTRO CIELO Por Gabriela Candal

E

n alado desfile, arribó la lluvia, como un sueño remoto. Por feliz azar, me encontró dibujando silencios, ecos de este breve cielo.

Decidido o resignado, al caer la noche, se dijo: “¡Vamos, no temas!” La muerte aguarda... Y se entregó sereno, fin del juego.


PARADOJA Por Armando Abril

L

os dos bandos firmaron la paz un domingo, luego de lo cual, todos salimos a festejar en plena calle. Apenas transcurrido un mes, caminábamos cogidos de las manos, la mirada iluminada,

hasta un reluciente monumento, construido con el metal fundido de las armas. —Al menos ya no moriré de un tiro— le comento a mi esposa, mientras toso estruendosamente y contemplo el humo de mi décimo cigarrillo.


RECUERDOS AUSENTES Por Lucho Sánchez

E

lla, pasmada en aquel horrible lugar con olor a sangre. Al frente, un hombre obeso y mirada ruda, aguarda una respuesta. Inquieta, se muerde la lengua, aprieta los puños y deja que su cerebro, apabullado, tome cualquier decisión. . —Señor, usted pregunta… “¿pierna o pechuga?” pero yo… ¡me olvidé! Deme un trozo de ambos. Espero que mamá no se moleste por no llevar la parte que, específicamente, me encargó.


DECISIONES Por Alicia Farina

L

a decisión persistía instalada en su mente mucho tiempo antes. Maquinaba el hecho con maestría sobrenatural. Repasaba

minuciosamente cada detalle: la esperaría con la mesa puesta, se sentaría en el lugar de siempre para escuchar las mentiras que salían de su boca como chorros de agua caliente. No diría nada porque la memoria podría traicionarlo. Tocan la puerta. Recapacita. En su mano, un cuchillo de mesa y sangre por doquier.


LO QUE EL DESTINO DECIDIÓ Por Rubén Ramón Mercado

J

ulián Álvarez era un tipo con suerte, todo el mundo lo tomaba por alguna otra persona conocida. “Alex, toma el dinero que te debo”, “Dylan sírvete, la comida ya esta paga”, “Edgardo, ésta es mi dirección, te espero” Absolutamente todos, lo confundían con alguien que no era. Hasta el día en que un hombre calvo, dirigiéndose a él, gritó: — ¡Julián!— Y le disparó. La suerte se le había terminado.


PRIMERA CLASE Por Dionisio López Ramos

S

oy una mezcla de paréntesis entre hacer que mis inquilinos viajen a la velocidad de la luz, o que permanezcan esperando víctimas más propicias. Yo decido. Por eso escojo, presiono, obligo el momento y... — Achissss! — ¡Ah! Se me olvidaba, todos los virus viajan en primera clase.


DECISIÓN Por Odiseo Laertiada

M

e encontraba justo en la encrucijada de un camino cubierto por una densa niebla. No acertaba descubrir cuál de las cuatro bifurcaciones era la que debía de tomar: norte, sur,

este u oeste. Mientras me debatía entre dudas e incógnitas, desde el norte, me alcanzó envolvente un exquisito aroma en flor, acompañado por el trinar de pájaros cantores. Señalándome así, el lugar exacto que tu amor me tenía reservado.


TEDIO Por Armando Abril

-¡N

o aguanto más! ¡Estoy desesperada! ¡No sé qué hacer contigo! He sido tu ama durante años y recuerdo que en un principio, aunque fuese a regañadientes, me obedecías. Ahora ni siquiera sientes una pizca de temor. Incluso ¡me ignoras! ¡Tanto!, que cuando amenazo con golpearte permaneces inmutable; volteando esa cabeza tuya con aburrimiento. El viejo león mostró sus escasos dientes y bostezó, contemplando a su domadora.


APRENDIZAJE Por Gabriela Candal

S

e dispuso a ayudarlo y, aunque no le era factible realizar un juicio de valor, posiblemente, le hubiese gustado algo de sinceridad de parte suya. Llegó así, a una conclusión: tanto su ego como su intelecto, se lo impedirían. No obstante, toda incongruencia, fue registrada minuciosamente y cada inconsistencia, analizada. Tomó el examen, vislumbrando ornamentos poéticos, con amarga resignación. Agradeció la experiencia y lo liberó completamente, al decirle adiós.


DECISIÓN Por Lucho Sánchez

L

a disyuntiva del par de insectos planteaba: si su matrimonio tenía futuro o... se trataba de un capricho. Tras meditar por días aquella inconveniente situación, decidieron repartir sus pertenencias. Cada uno tiró para su lado; luego de hacer crujir tripas, patas y paredes, dividieron la vivienda. Todo marchaba acorde al plan, hasta que salió el hombre y, de un solo manotazo, los separo por el sagrado rito de la muerte.


FUTURO Por Gabriela Caparelli

M

iró hacia arriba: miles de autos voladores viajando sobre rieles electromagnéticos en una especie de caos automáticamente regulado. Bajó la vista: sintió la tranquilidad a su alrededor. Decidió seguir caminando, silbando una canción y acompañado por varios perros. Por suerte, éstos todavía no volaban.


EL SECRETO Por Valeria Muñoz Galleguillos

-¿C

uándo confesaría mi secreto? Será hoy — decidí “Tengo Sida” Nunca creí que sucedería. Sabía cómo cuidarme, aun cuando solo preocupada evitando un embarazo, jamás recurrí al preservativo. No hubo promiscuidad, solo tuve sexo dos veces y, sucedió. El sexo no es malo si te proteges. Mi pareja lo sabe y me apoya. Deseo que no le pase a nadie más; esa, es la razón de que escribiera estas palabras.


COLORES DE VIDA Por Silvia Rodríguez Cabrera

C

lara pinta sus labios de rojo… Vehemencia de una boca que sangra un nombre. Torpes y temblorosos movimientos, reflejan sobre el espejo negras lágrimas; ningún delineador prevalece ante el profundo grito de una mirada vacua. Tampoco existe polvo mágico que disfrace imperfecciones de húmedas mejillas, incapaces de improvisar una sonrisa. El decidió marcharse aquella tarde de otoño. Ella, intenta escapar al gris invierno que la abrazará muy pronto.


ENTRE LA NADA Y EL TODO Por Luna Nimac

L

e pregunté qué pasaba, contestó: —NADA. Le pregunté qué pensaba, contestó: —NADA. Le pregunté qué quería, contesto: —NADA.

Le pregunté qué era, contestó: —NADA. Me di cuenta que la Nada la había absorbido; la Nada no es un faltante, sino que es como la vista para el ciego, simplemente no existe. Me pregunté qué hacía en su casa si solo había Nada. Y decidí irme, porque afuera estaba “TODO”


PERDIDO Por Alejandro Fabián Alberto Aguirre

H

abía bebido demasiado y tomó el camino más corto para llegar a su casa. Cuando tocó la puerta, le atendió un desconocido. Era su hijo, el mayor, que ya tenía 25 años. Cuando él se marchó de allí, aquel muchachito contaba apenas con 11 años. Y la que por entonces fuera dueña de esa casa… hoy vivía feliz, en otra morada mucho más tranquila.


HERMÉTICA MAITE Por Maydee Paiz

M

ayte se refugia en el viejo café del puerto. Se pide una lágrima, acurrucada contra la pared y mirando a través de la ventana.

—Señora, ¿cómo está?—saluda el mozo —Bien—responde lacónica ella —Hoy no atracan barcos, quizá el viernes—dice él Maite sonríe, levantándose ceñida en su vestido negro. Sale. Seca la hojarasca, cruje bajo el peso de sus tacones. Envuelta en hermetismo, ella regresará.


EMPEDERNIDO Por Mario Maruelli

C

amino por la calle sin comprender lo caro que es vivir en libertad. Realicé mi mejor esfuerzo buscando mi lugar, hurgando en sitios de bajo presupuesto. Soy un empedernido coleccionista de almas y rastreo un buen espacio para amar. También un burócrata de sensaciones y razono como un látigo sin memoria. Pero por las noches la letra chica de la vida me viene a visitar, para interpelarme los sentidos.


ENTES DE PAPEL Por Maritza Isabel Álvarez

A

quella noche los personajes del libro que leía se revelaron y decidieron dejar de ser “entes de papel” Adormilada, alcancé a oír parte de lo que hablaban. Entre los fragmentos de su conversación, recuerdo algo sobre “tener vida propia” y “necesidad de libre albedrío” Querían existir más allá de las líneas que el autor les había concedido, deseaban sentir, vivir, amar, aprender. Y, al despertar, el libro aún estaba abierto.


RECUERDOS Por Walter Cuenca Cevallos

A

noche, paseaba por el parque de la pequeña cuidad que me acoge. La torre de la Iglesia me recordó aquellos, nuestros encuentros nocturnos. Al igual que la menguante luna, rememorándome que tres años atrás, yo era feliz con su humanidad a mi vera. Sin embargo, muy discreta ella, la luna, disminuyó la intensidad de sus memorias de luz, escondiéndose tras la típica niebla. Entonces nuevamente… ¡decidí extrañarla!


JUEGOS DE MESA Por Bea Gurutzarri Vicente

A

l principio creí que la vida era como jugar a las damas: comer o ser comido. Luego consideré el ajedrez, aunque después comprendí: imposible estar siempre en jaque. Ahora sólo se me ocurre la oca: o tiras porque te toca, o te lleva la corriente del puente. Si los dados son cuadrados, saltas. Si caes en cárcel, detenido. Y, cuando estás a punto de llegar, todo vuelve a comenzar.


RADIO ALEGRÍA Por Bea Gututzarri Vicente

-C

on todos ustedes y, como cada noche, ¡¡Radiooo Alegriaaaa!! La radio donde las buenas noticias brillan tanto como vosotros. Una radio, creada especialmente para ti: Madre con insomnio, padre con deudas, trabajador explotado y nieto que vives con la llave colgada al cuello...— —Perdón. Corto la emisión. Aviso de bomba otra vez.


PUERTA NÚMERO 3 Por José Luis Machado

H

a llegado el momento. Tiene que elegir una salida. Así que pasa y acerca su oreja a cada una de las puertas. Detrás de la primera, escucha rumores. Detrás de la segunda, escucha gritos. Detrás de la tercera, no escucha nada. Cuando está seguro dice: "Elijo la que tiene el silencio detrás." A los pocos días se da cuenta que había tomado una mala decisión. Allí habitaba, la soledad.


DECISIÓN Por Dionisio López Ramos

A

l entrar, todas las miradas fueron en la misma dirección. Consciente de eso, él con cara de malhumor y voz tajante dijo: —¡No quiero ni una palabra de más! —Pues yo, te iba a decir una palabra de menos, ¿puedo? —Si. —Y se la dijo...


VOLVER A VOLAR Por Maydee Paiz

E

ntre ella y el amor, se interponen el abismo y la iridiscencia, donde el razonamiento se diluye. Ella sabe a frutas dulces; sin tiempo ni estaciones. Durante los atardeceres de hojas ralas, mira tras el ventanal, caer lluvias de miel que endulzan su existencia triste. — ¡Pobre de mí!— se dice— ¡Despeja esa niebla! Quiero ser feliz— implora con fervor. Inesperadamente, despliega sus alas y emprende un nuevo vuelo.


LA RESPUESTA ESTÁ EN TU CORAZÓN Por Rubén Ramón Mercado

N

ecesito hacerte una pregunta, siendo fundamental que te decidas por una respuesta analizada a profundidad, más allá del poder de la emoción.

Dos personas se aman de verdad, pero no consiguen sostener una relación saludable… ¿Cuándo es momento de poner punto final? ¿Decir basta, aquí se terminó? Solo existe una respuesta certera ante la ambigüedad de tal interrogante. Y ésta, únicamente reside en lo más hondo de tu propio corazón.


DECISIÓN Por Pelu Lassaga

S

e habían conocido sin querer y, sin preguntas, sintieron que vibraban al unísono; permitiendo que sus cuerpos se buscaran con independencia de todo sentido, que no fuera solo el lenguaje de la

piel. Los ojos ansiaban contemplar cada rincón del otro cuerpo; las bocas se recorrían con esa sed infinita del deseo compartido. Se amaron hasta el delirio. Juntos, aprendieron que decisión es mucho más que una palabra.


FASCINADA CON EL MAL Por Rubén Ramón Mercado

H

oy decidí acudir al grupo de autoayuda, porque estoy desesperada. Todo comenzó desde el momento en que lo conocí. “Su matrimonio estaba en crisis”, mentía. Me di cuenta que existía otra y lo confronté. Iracundo, admitió que en ausencia de su mujer, se acostaba con su hijastra. Aun así, fascinada por su perfidia, yo lo anhelaba y, certeramente consciente de que pudo acabar hasta con mi vida… nunca me importó.


LLAMADA DEL ÁNGEL Por Alicia Farina

E

l niño mira hacia los cuatros puntos cardinales. Nadie. Entonces se aproxima hacia el recipiente prohibido. En puntas de pie, intenta alcanzar el fondo y así empaparse por completo el cuerpo con el frío líquido aliviador de calores. La abuela lustra ensimismada los trastos. Dos golpes en el vidrio de la ventana le ayudan a percatarse de la ausencia. Apresurada, cruza el portal. Un grito lastimero sale desde su garganta.


LA MAMPARA Por Gabriela Caparelli

D

ecidí colocar mampara en el baño. Contenta, desplazo la hoja acrílica para bañarme y escucho su característico sonido. Mientras, el Tony se asoma atento

por la puerta del baño. Cuando termino, él sigue ahí, sentado cuál soldado a la voz de "¡firme!" Desorbitados, sus ojos de perro y su gesto inquieto parecen preguntarme: “¿Estás bien?” “¿Dónde fuiste?” “¿De dónde venís?” Me río, salgo de la ducha y lo abrazo.


LA VENGANZA DE LAS LETRAS Por Maritza Isabel Álvarez

A

quel día, decidí asesinar todas las letras del alfabeto. No volvería a utilizarlas para escribir. A partir de ese momento solo colocaría imágenes para comunicar mis ideas. En mis poemas solo aparecerían dibujos, gráficos, etc… pero ni una letra. Lo que no imaginaba, era que ellas también querían vengarse de mí. Se auto borraron del teclado; ya no podría comunicarme por escrito y, cuando quise hablar, no pude.


MENCIONES ESPECIALES


REGRESO SIN ALMA Por Silvia Rodríguez Cabrera

–S

oldado, ¡Volviste!— grita la madre eufórica, mientras lágrimas urgentes llueven copiosas sobre su rostro ardiente. —No madre— Sentencia esa mirada que agoniza—. No soy yo. Usted solo ve un desecho; balas y golpes me volvieron a parir pero sin latido. Deseo morir entre sus brazos, que Dios se apiade de este nadie, que derramó sangre de muchos por decisión de “Alguien”, que juega marcando las cartas del destino.


SALOMÓNICA DECISIÓN Por Jon Kokura

C

uenta la leyenda que dos mujeres que decían ser esposas del mismo hombre, se presentaron ante el Rey Salomón (de quien

se argumentaba, era terriblemente sabio) para que determinara de cuál de las dos mujeres, era esposo el hombre aquel. Despertaron la curiosidad del Rey, tanto la fealdad como la escasa inteligencia del disputado galán. Luego de escuchar apasionados alegatos de ambas mujeres, Salomón sacó su afilada espada y dijo. —Lo más justo es cortar a este hombre en dos y darle una mitad a cada una de ustedes... ¿Qué opinan...?— Salomón esperaba que una de las mujeres exclamara: —“¡Oh, mi Rey...! ¡No lo cortéis en dos...él no es mi esposo! ¡No lo es!”— Sin embargo ninguna ellas demostró tal gesto de grandeza. A Salomón entonces, no le restó mayor alternativa que solicitarle al desdichado, levantara los brazos y, por medio de un solo tajo en la cintura, lo dividió en dos. El asombro de Salomón no pudo ser mayor, observando el modo en que las dos mujeres se trenzaban en feroz contienda por agenciarse con la mitad inferior del infortunado galán.


LA HUIDA Por Luis Manuel Soto

M que

partir;

aguardando

iré por última vez aquella choza, testigo de mi dolor. Decenas de recuerdos se agolparon en mi pecho. Cómo hubiese querido, en aquel instante, no tener mas

era

acontecimientos

por que

completo

inútil

revirtieran

lo

continuar que

hice.

Los había encontrado ahí…tendidos en mi propia cama. Entonces me perdí. Impulsado por una maldad ajena a mi corazón les arrebaté la vida. Hoy, debo decir adiós.


FIN

GRACIAS TOTALES!!!!!!!



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