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Editorial por Sergio Luis Fuster
Días atrás, en un caluroso miércoles de fin de octubre, en el Centro Cultural La Toma, de la ciudad de Rosario, y durante la presentación del opus 28 de la colección Estación Cine, hacía alusión a que, antes de salir de casa y durante la ducha, había reparado en la etiqueta del champú que estaba utilizando, que refería a las propiedades del contenido diciendo: “para disciplinar… y no sé qué … tus cabellos”; y pensé, y pienso ahora, mientras escribo estas palabras, que la esencia del proyecto Estación Cine es justamente no estar disciplinados. Porque no hay lugar “menos disciplinado” ni audiencia más rebelde que la que asiste a las presentaciones del Proyecto Cultural Estación Cine. Y por supuesto, lo compartí con las compañeras y compañeros, y aplaudieron la idea… y sentí que simplemente se sintieron identificados con ella.
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Sería imposible en estas palabras narrar mínimamente el camino recorrido todos estos años, de kilómetros de asfalto por este querido suelo argentino, presentando libros (cada uno con su historia desde su génesis y todo un recorrido posterior, sumando innumerables cantidad de anécdotas), realizando ciclos cine-debate, dictando seminarios, generando proyecciones y apuestas culturales de abordajes interdisciplinarios. En definitiva, fortaleciendo aquel cimiento que dio nacimiento a este colectivo cultural, cual es la idea de utilizar al cine como herramienta pedagógica, educativa, que sirva de fomento de investigación, de debate, de intercambio de ideas, pensamientos y conocimientos.
Por supuesto, admitir que “no han podido disciplinarnos” no implica que carezcamos de planificación, que no tengamos reuniones de trabajo relativamente periódicas para poder concretar proyectos, estableciendo prioridades.
Así fue, allá el 7 de julio de 1999, cuando dimos inicio al programa radial, hoy considerado “de culto”, llamado Estación Cine. Y así, dimos los primeros pasos, incorporando valiosos columnistas, que aportaron el fuego sagrado de sus saberes que desbordaron los formatos y las audiencias. Y junto con la editorial rosarina Ciudad Gótica (CG Editorial) y su titular, Sergio Gioacchini, entendimos imprescindible crear una colección donde volcar todos esos conocimientos, con distintos ejes temáticos hasta llegar, por estos días de fin del año 2021, a mostrar un catálogo que alcanza los treinta títulos, con numerosas reediciones, haciéndola única en nuestro país, por cantidad, variedad y originalidad de ejes temáticos y, también, por estar siempre acompañada de la militancia y agitación cultural que le sirve de soporte.
Y, finalmente, llegamos con mucho esfuerzo y muchísima alegría, y acompañados de la gran tarea de Marcelo Vieguer, a la concreción de la Revista Estación Cine, intentando con ella cumplir otro sueño cinéfilo cargado de conocimientos y emociones.
Va de suyo que en estas palabras se encuentra incluido el agradecimiento a quienes escriben en este primer número de la revista, así como también a todas y todos quienes desde el mismo nacimiento del proyecto, aportaron generosamente a esta causa colectiva. Las abrazo, los abrazo a todos.