Rescate del tejido tradicional sanjuanino
El propósito de este trabajo Existen muchos trabajos valiosos que se concentran bien en un estudio intensivo de un aspecto especifico de la estructura o de la decoración textil, como por ejemplo en las técnicas del tejido, los tintes o el bordado; otros se dedican a las telas manufacturadas en una región geográfica. En este trabajo deseo ofrecer una base para la comparación, mostrando las telas una al lado de la otra, para facilitar de este modo una mayor comprensión de las técnicas y una mayor conciencia de la diversidad en la interpretación de los estilos. En la selección de las fotografías he preferido escoger no solo los tejidos más hermosos, sino también aquellos que muestran más claramente los procesos de elaboración, he pretendido incluir el mayor número de técnicas, que, por motivos de espacio, se explican de forma esquemática.
Introducción
Morral tricolor quenqueado, montado en bastidor, típico producto folklórico realizado por las teleras sanjuaninas.
Durante los meses de abril y agosto de 2017, realicé tres viajes a la provincia de San Juan. El objetivo de los mismos fue el de poner en marcha la capacitación en tecnología textil. Recorrí, en distintos viajes, casi todos los departamentos de la provincia, capacitando a los artesanos y observando numerosas piezas, las que, a mi criterio, eran las más representativas del folklore sanjuanino. Me sirvieron de guía en estos viajes unas fichas de artesanos realizadas en el año 2016 - 2017 por el Lic. Daniel Agustín Gil (socio gestor) del Consejo Federal de Inversiones, en base a esas fichas capacite a los que en ellas figuraban y a todos aquellos que, por distintas circunstancias no habían sido fichados. En la mayoría de las capacitaciones pude observar la tarea de los artesanos; en algunos casos las piezas ya estaban terminadas, pero en otros, aún no; esta circunstancia nos permitió seguir con mayor facilidad los distintos pasos en la elaboración de las mismas. Se adquirió en forma directa aquellas piezas verdaderamente representativas. El haber recorrido casi toda la provincia de San Juan y capacitando a
casi todos los artesanos, me permitió documentar directamente los distintos momentos y particularidades en la realización de las diferentes piezas textiles, así como también tomar contacto directo con el medio tanto geográfico como económico y social, en el cual el artesano desarrolla su actividad. Es precisamente ese particular contexto el que lo condiciona a producir determinadas piezas, con determinadas características y determinada función. Un breve esbozo de ese contexto permitirá ubicar al artesano en su medio. A pesar de que este trabajo es producto de una documentación realizada en el campo, he considerado conveniente consultar toda la bibliografía a mi alcance; por un lado, para corroborar los datos obtenidos en base a la observación que de los mismos tuvieron otros autores; y por otro, para comprobar de qué manera cada artesanía textil había variado o no en los últimos años, y conocer los antecedentes históricos de las mismas. A partir de una definición de lo que se entiende por artesanía folklórica desarrollaré lo más sistemáticamente posible los distintos momentos en la elaboración de una pieza, desde la obtención de la materia prima hasta su utilización una vez terminada. El orden en que analizaré las distintas artesanías textiles obedece a la importancia que las mismas tienen en la provincia de San Juan. En una breve conclusión trataré de mostrar la importancia que para San Juan tienen las artesanías textiles y el esfuerzo realizado a nivel individual para conservar vigente esta tradición folklórica. Aspecto geográfico El territorio de esta provincia posee 89 651 km², en donde prima un relieve montañoso intercalado por valles y travesías bajo un clima, predominante, templado seco, con una marcada escasez de cursos hídricos superficiales. En los valles se desarrollan los oasis, producto del embalsamiento y sistematización de los ríos generados por el deshielo cordillerano. En dichos espacios es donde se concentra la población, que para 2010 rondó los 681 055 habitantes. Entre ellos se destaca el oasis del Tulum, en donde se emplaza el Gran San Juan, núcleo urbano que concentra más del 60 % de la población total de la provincia. En los oasis prima, en su desarrollo espacial, la actividad agrícola donde se destaca, la viticultura, actividad que tipifica a la provincia. Además, tiene gran protagonismo la olivícola; asociada también está una buena variedad de frutas y hortalizas. De las dos primeras actividades, principalmente, se desprende un complejo agroindustrial con la elaboración de vino, siendo esta provincia la segunda productora en volumen a nivel nacional; poseyendo a su vez destacados vinos varietales. Asimismo, también se producen grandes volúmenes de aceite de oliva. Además de la actividad agrícola en los oasis, también se destaca una creciente e importante actividad minera.
Teleras de Calingasta seleccionando fibra ovina para futuros productos artesanales.
Primeros habitantes Antes de la llegada de los españoles, este territorio estuvo habitado por diversas naciones indígenas: los huarpes (al sur), los diaguitas (al centro y al norte). Los huarpes habitaron gran parte de lo que hoy se conoce como el valle del Tulum. Su zona de influencia se extendió a las sierras de Zonda, Ullum, Villicum y Pie de Palo, y los cerros de Valdivia. Otras zonas de arraigo fueron la de influencia del río Bermejo y de las lagunas de Guanacache (o Huanacache) y ambas márgenes del río Desaguadero. Se dedicaban a la agricultura y la ganadería. Los grupos se ubicaban en tierras regadas por redes de canales y acequias que ellos mismos construían para garantizar el riego del maíz, la quinoa, el poroto y la calabaza. El maíz fue entonces fundamental en su dieta; lo comían asado o cocido y tam-
bién lo secaban al sol para obtener chuchoca que consumían molida. Criaban llamas y guanacos para alimentación y transporte. Cazaban guanacos, ñandúes y otros animales pequeños, conservaban la carne charqueada (secada por el sol), por largo tiempo. También recolectaban huevos de ñandú y frutos de chañar y algarrobo. Los diaguitas del Noroeste argentino, vivían en la zona de los actuales departamentos de Jáchal e Iglesia, al norte de las poblaciones huarpes. Practicaban la agricultura con apoyo del riego artificial y cultivaban el maíz que guardaban en graneros semi subterráneos. Vivían en poblados, en casas de adobe con techos de palos y pasto. El pueblo diaguita se destacó en la cerámica: fabricaban vasijas de boca ancha con dibujos geométricos. Los diaguitas también habitaron en el Valle del Río Bermejo y en Valle Fértil. La documentación histórica menciona que estos grupos eran muy numerosos y vivían fundamental-
mente de la ganadería de la llama. También recolectaban y practicaban la agricultura, eran cuidadores y criadores de ganado en las estancias españolas. Utilizaban la piedra en puntas de flechas, hachas, cuchillos, raspadores, cuentas para collares y pipas. Aspecto económico La economía de la provincia de San Juan está representada por la agricultura, donde sobresale el cultivo de la vid. En la industria se destaca la elaboración del vino y diversas conservas de alimentos. También ha comenzado a desarrollarse intensamente la minería, con la extracción de diversos minerales, de la mano de varias empresas multinacionales, y el turismo. Para principios del 2010, a raíz de la minería principalmente, San Juan pasó de exportar del 15 al 38 % de lo que produce, aunque ello implica problemas ecológicos y en la salud de la población cercana a dichos emprendimientos, que en un futuro podrían empeorar. Teniendo en cuenta un punto de vista geoeconómico, la provincia presenta un aspecto espacial de baja rentabilidad económica, puesto que carece en cantidad y calidad de los recursos: suelo (ya que predomina la presencia de afloramiento rocoso) y agua (escasez de precipitaciones, puesto que no superan en forma general los 100 mm y escasez de cursos fluviales permanentes a nivel superficial). Estos aspectos son una de las causas más preponderantes de la morfología de espacios económicos caracterizados por un sistema de agricultura intensiva sustentada a partir del riego artificial, con la presencia predominante de minifundio y con escaso desarrollo en la actividad ganadera. Sin embargo, la importante presencia de roca aflorante puede permitir el funcionamiento de la actividad minera, pero la escasez hídrica sería un factor negativo para ella. La población económicamente activa se concentra por mayoría en la aglomeración urbana del Gran San Juan, donde se desarrolla una actividad secundaria, terciaria y cuaternaria. Aspecto Social Específicamente relacionado con el tema de este estudio, se puede decir que los artesanos no se dedican exclusivamente a la labor artesanal, es decir, que ésta no constituye un medio de vida sino simplemente una ayuda. Sin embargo, hay algunos artesanos que viven del trabajo artesanal, tal como el caso de las tejedoras. Analizando muy brevemente los aspectos geográfico, económico y social de San Juan, se ha pretendido dar una imagen aproximada del ambiente en el cual se mueve el artesano y que en cierta medida condiciona su labor.
Pelero bicolor montado en bastidor. (Página anterior) Artesana hilando fibra ovina con rueca INTI.
Teleras de Calingasta seleccionando fibra ovina para futuros productos artesanales.
Concepto de artesanía Se hace necesario antes de comenzar el análisis de cada una de las artesanías textiles, señalar qué es una artesanía. Se adoptará el concepto que de las mismas da el Dr. Cortazar, quien dice: “Son actividades, destrezas o técnicas empíricas practicadas tradicionalmente por el “pueblo”, mediante las cuales, con intención y elementos “artísticos” se crean o producen objetos destinados a cumplir una “función” utilitaria cualquiera, realizando una labor manual (aunque ayudada o complementada por herramientas o máquinas), individualmente o en “grupos reducidos”, por lo común familiares, e infundiendo en los productos “carácter” o “estilo típicos” generalmente concordes con los predominantes en la “cultura tradicional” de la comunidad”. Se puede afirmar que las artesanías son fenómenos folklóricos, es decir, que se desarrollan en un grupo de tipo “folk”, que son regionales, tradicionales, empíricas, vigentes en la comunidad, anónimas, de transmisión directa por la palabra o el ejemplo, y funcionales. Como al hablar de los trabajos textiles se hará mención de algunas manifestaciones que no constituyen una artesanía y que se incluyen dentro del campo del arte popular y de las manufacturas folklóricas, es conveniente definir estos conceptos. De las manufacturas folklóricas dice el Dr. Cortazar: “Algunos productos constituyen incuestiona-
bles manifestaciones folklóricas que, sin embargo, no llegan a ser estrictamente artesanías, pues carecen de la nota artística que a estas distingue: no han cumplido la totalidad de la trayectoria; son cómo frutos en agraz ; no se descubre en ellos la actitud estética de su creador, quien no ha dejado huellas de su capacidad para sobreañadir a lo utilitario y a lo práctico el toque del arte, que eleva un objeto cualquiera a la dignidad artesanal”. El Dr. Cortazar, considera que las obras de arte popular son el resultado de una creación individual de manifiesta intencionalidad artística y por lo tanto desinteresada. Los autores pueden ser miembros del “folk”, pero se evaden de las pautas tradicionales de su comunidad y no les preocupa que carezcan de función utilitaria los productos de su ingenio. Antes de comenzar la reseña de cada artesanía textil es interesante señalar que San Juan, como todo el Noroeste, es un área de mestizaje, de allí que se pueda observar en algunas artesanías un doble origen: europeo, llegado con la Conquista, e indígena, existente en esta área antes del descubrimiento.
Telera explicando técnica ikat.
Tejidos
Tejidos realizados en telar TEJER es, por decirlo de una manera muy simple, el arte de entrelazar una fibra textil con otra o sobre sí misma. Se pueden realizar tejidos muy interesantes empleando únicamente los dedos, pero los resultados más complejos y sofisticados se logran utilizando un telar. El telar El telar más simple consiste en un marco de madera del cual se cuelgan o tensan los hilos de la urdimbre. Después, se tejen los hilos de la trama, pasándolos alternativamente por encima y por debajo de los primeros, de un extremo a otro en sentido horizontal. Para mantener una tensión regular en la urdimbre, garantizar así la consistencia del tejido. Las telas grandes son trabajos generalmente en telares donde la urdimbre se amarra ordenadamente a lo ancho de dos rodillos o enjulios, que se fijan y enrollan en ambos extremos del telar. Apertura de la calada Para facilitar el entrelazado de la trama se inserta un palo de cruz entre hilos alternos de la urdimbre, mediante el cual se abre un espacio o calada por la que aquella pueda pasar con facilidad. Después, es necesario abrir otra calada con los hilos contrarios con objeto de alternar el cruce de la trama con los hilos de la urdimbre. Para ello, los hilos de urdimbre contrarios a los que se accionan mediante el palo de cruz se enhebran en los denominados lizos, que puedan ser agujas metálicas con un orifico central o bien un aparejo similar confeccionado con cordel, los cuales están colocados en un marco de madera o metal o simplemente enlazados a un palo; al elevar este palo o marco se levantan los hilos. Si se dispone de varios lizos se incrementan las posibles combinaciones en los ligamentos, lo cual permite realizar tejidos cada vez más complicados. Ligamentos Existen tres ligamentos o formas básicas de entrelazar urdimbre y trama: tafetán, sarga y raso. Estos ligamentos se diferencian entre sí por la forma y el número de cruzamientos entre urdimbre y trama que tienen lugar en cada pasada.
Telares montados en proceso productivo.
Tejidos de reps por efecto de urdimbre Un tejido de reps por efecto de urdimbre es aquel en el que la trama se encuentra totalmente oculta por la urdimbre, y cualquier diseño, generalmente rayas longitudinales, corre por tanto a cargo de esta última. Técnica El diseño de un tejido de reps de urdimbre se ha de componer desde la distribución inicial de los hilos de esta. El color de los hilos se cambia a intervalos para ordenar el ancho y la frecuencia de las listas. Para conseguir que predomine la urdimbre, esta de debe estar montada con mayor densidad Valle Fértil | San Juan Morral Época Tamaño Urdimbre Trama Fibra Densidad
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que la trama, o compuesta por hilos más gruesos. Se puede obtener diseños más complicados si algunos hilos de urdimbre se dejan flotar periódicamente por delante o por detrás de la trama, como en el caso del tejido de raso. Distribución Los tejidos rayados longitudinalmente por efecto de los reps de urdimbre son comunes en cualquier lugar del mundo donde exista un telar. La popularidad de las telas a rayas se debe tanto a lo fácil que resulta su manufactura como a su efecto
(Abajo) Muestra final de productos artesanales, resultado de las capacitaciones textiles en el departamento de Valle Fértil.
visual dinámico. Prendas resistentes, de uso cotidiano, como mantas y capas, se suelen decorar con rayas por reps de urdimbre. Tanto en los países ricos como en los pobres, el abanico de variaciones posibles mediante el cambio del color y del ancho de las listas ha sido con frecuencia la forma de diferenciar denominadas identidades, étnicas o corporativas. Cinturones, bandas, fajas o cinchas para amarrar una carga o sujetar los vestidos se diseñan y tejen frecuentemente en técnica de reps de urdimbre y, a menudo, con urdimbres flotantes complementarias.
Tejidos de reps por efecto de trama El tejido de reps por efecto de trama es el opuesto al anterior. Las tramas se sitúan con mayor densidad que los hilos de urdimbre o bien son de mayor grosor, de modo que la urdimbre queda oculta y domina el efecto de trama, a cuyo cargo corre el diseño. Un diseño por efecto de reps de trama recorre el tejido a lo ancho, en bandas horizontales. Técnica Para que un tejido se considere de reps de trama, esta debe ser apreciablemente más gruesa que la urdimbre o presentar mayor densidad que aquella. Un ejemplo muy corriente es la combinación de una trama de lana con una urdimbre de algodón. Para ambos procedimientos, aun en el caso de que urdimbre y trama sean del mismo grosor, esta última se presiona a golpes de peine para que predomine en toda la superficie de la tela. Usos Chales y ponchos se tejen en general por el procedimiento de reps de trama. Este ligamento mantiene mejor la forma de la prenda que el reps de urdimbre y se utiliza con mayor frecuencia para diseños complicados.
Jachal | San Juan Frazada Época Tamaño Urdimbre Trama Fibra Densidad
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Descripción Decoración Floral Geométrica Naturalista
Textiles de generaciones antiguas hallados en el departamento de Jachal.
Tintes
Procesos de teñido artesanal realizados con agua de pozo y agua termal.
Los tintes se incorporan químicamente a las fibras textiles, por lo cual su permanencia es mucho mayor que la de las pinturas y pigmentos que se aplican sobre la superficie de la tela y son por ello vulnerables al desgaste por roce. De forma muy simple, puede decirse que el teñido es un proceso en el cual la fibra o la tela son sumergidas en una solución donde se ha hervido una selección de materias primas colorantes. Estas materias colorantes pueden ser de origen animal (caracoles marinos productores de purpura del género Murex) vegetales (pieles de cebolla para el amarillo) o minerales (óxido de hierro para el rojo). Tintes directos o sustantivos Muchas sustancias son capaces de manchar o incluso de transmitir color, pero muy pocas tienen la suficiente solidez para resistir los lavados frecuentes y la exposición al sol. Aquellas que proporcionan un color sólido y duradero a las fibras, sin el recurso de productos químicos auxiliares, se conocen como “tintes directos” o “sustantivos”. Entre estas apreciadas materias tintóreas se encuentra el hollejo del fruto del nogal, que proporciona colores marrones y negros. Tintes que se fijan con el concurso de un mordiente La mayoría de los tintes naturales, como la cochinilla o la raíz de rubia, no son suficientemente solidos si no se trata antes la tela que se quiere teñir con sustancias llamadas mordientes, que propician que el tinte “muerda” o se fije en ellas. Para los diferentes efectos se requieren distintos mordientes. La mayor parte de los mordientes son de origen mineral, como el alumbre (sulfato aluminico potásico), las sales de estaño, el cromo o las sales de hierro.
Anilinas En la década de 1850, como resultado de una investigación que se llevaba a cabo sobre las aplicaciones de la hulla (un producto residual del carbón), se desarrolló en Inglaterra el primer colorante alternativo a los tintes naturales, cuya estructura resulto ser semejante a la del índigo. Estos tintes de anilina (termino derivado del vocablo añil, la voz árabe para designar índigo) proporcionaron una extraordinaria variedad de colores, lo cual, unido a su facilidad de manejo, los hizo tan populares en el mundo entero que en muchos lugares el arte de teñir con tintes naturales se perdió prácticamente. La supervivencia de los tintes naturales Aunque en la actualidad predomina el uso de las anilinas o tintes químicos, todavía se aprecia la sutileza de los tintes naturales, y su utilización está volviendo a resurgir. En otros lugares, donde determinados tintes naturales se emplean por su peculiar belleza o por razones de prestigio, tradición o simbolismo, su permanencia nunca se ha visto amenazada.
Técnica de ikat por efecto de urdimbre La técnica de ikat por efecto de urdimbre es uno de los procedimientos más antiguos de teñido mediante reserva, que se realiza sobre los hilos de la urdimbre antes de tejer la tela, un sistema parecido al que se practica anudando una tela confeccionada.
Textil antiguo con técnica ikat hallado en el departamento de Valle Fértil.
Técnica La palabra ikat se deriva del término malayo mengikat (“atar” o “enrollar”), y hace referencia a una técnica mediante la cual se obtienen diseños por efecto de teñido con reserva que, en este caso, se prepara anudando secciones en las madejas de hilo de la urdimbre, previamente tensadas en un marco y después teñidas. Si, por ejemplo, los hilos originales son blancos y baño de tinte azul, las secciones anudadas proporcionaran un dibujo en blanco sobre fondo azul. Mediante nuevos anudados en secciones de hilos de urdimbre diferentes a los de primer paso, a la vez que deshaciendo algunos de los anudados de la fase anterior y tiñendo nuevamente la madeja en otro color, obtiene un diseño en cuatro tonos: el primero será el color natural de los hilos de urdimbre, el segundo y tercero serán los de los sucesivos tintes, y el cuarto el matiz producido por la combinación de aquellos dos. Una vez finalizado el proceso de anudados y teñidos se teje la urdimbre, resultando una tela de ikat por efecto de urdimbre. Durante el siglo XIX, los artesanos japoneses utilizaban un procedimiento
Valle Fértil | San Juan Frazada Época Tamaño Urdimbre Trama Fibra Densidad
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Descripción Decoración Floral Geométrica Naturalista
para reservar varias secciones de la urdimbre denominado itajime, método que se había empleado con anterioridad para obtener espacios de reserva en telas. Este consistía en prensar los hilos de la urdimbre entre dos tablillas para impedir la penetración del tinte. Si en estas tablillas se tallaban dibujos se podían crear diseños repetidos más fácilmente y con mucha mayor rapidez que por el sistema de anudado. Materiales Por ser una técnica que se practica en climas cálidos, el ikat suele hacerse sobre fibras de algodón, y más raramente sobre fibras de liber. Últimamente se ha adoptado el uso de fibras sintéticas para hacer los anudados por sus excelentes propiedades impermeabilizantes. Distribución Se producen textiles en técnica de ikat por efecto de urdimbre en Asia Central, en el sur y Sudeste Asiático, en Oriente Medio, en África Occidental y en América Central y Sudamérica.
Bordado
Punto al pasado Iglesia | San Juan Morral Época Tamaño Urdimbre Trama Fibra Densidad
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Descripción Decoración Floral Geométrica Naturalista
Con el punto al pasado (o “bordado de realce”, “punto llano” o “punto raso”) se realizan los bordados más hermosos, proporcionando un efecto nítido, brillante y sedoso, con una apariencia similar en el reverso. Este punto requiere mucha habilidad, para que el dibujo resulte uniforme y con un perfil definido. Las puntadas deben darse muy juntas para lograr una apariencia sedosa. Para un efecto de realce, se trabaja sobre una base de puntadas de hilván o de cadeneta muy apretadas, o por encima de unos cartones con la forma del motivo. Este punto puede trabajarse en puntadas horizontales o en diagonales. Técnica Se coloca la aguja a la izquierda del motivo que se bordara, cruzando el hilo sobre el dibujo. Entonces se inserta la aguja en la parte derecha inferior del motivo y se pasa por el revés de la tela para salir justo al lado de la primera puntada. Se van repitiendo las puntadas, con cuidado para que queden planas y paralelas, tocándose unas con otras. Distribución El punto al pasado es muy característico del bordado chino, donde se suelen cubrir o matizar grandes fragmentos de los tejidos con un bordado de puntadas largas y cortas alternativas, en una variante del punto al pasado. Este punto extendido en todo el mundo, siendo muy utilizado en distintos lugares, como la India. Oriente medio, Europa, norte de África y Sudamérica.
Piezas bordadas en tĂŠcnica de bordado a la felpa.
Conclusión En esta conclusión se tratará de dar una idea aproximada de aquello que por las artesanías y los artesanos se hace en la provincia de San Juan, que a su vez será un índice de lo que representan. El progreso se ha caracterizado por una profunda mutación de las necesidades, de las costumbres y de las modas. Se ha acompañado, sobre todo, de un prejuicio profundamente enraizado contra el trabajo manual. Sin embargo, la artesanía ha resistido. El balance, después de todo, no parece tan pesimista, siempre que olvidemos la vulnerabilidad del conjunto de estas actividades a la coyuntura económica. Bien es verdad que ciertos oficios han resistido, de forma a veces hasta brillante. Otros incluso han aparecido para satisfacer necesidades nuevas. La cuestión que se plantea, que, a fin de cuentas, es el objeto de este estudio, es la siguiente: ¿Qué hacer para que estos artesanos textiles —cuyos saberes son indispensables para la preservación del patrimonio textil sanjuanino, o más simplemente para la conservación de una cierta calidad de vida, o aún más, de nuestra herencia cultural— no sean los últimos? Naturalmente, medidas de protección y promoción. El MERCADO ARTESANAL TRADICIONAL - SAN JUAN - me parece indispensable para coordinar y promover realmente la mayor parte de las acciones a tomar en favor de los saberes textiles. Este organismo, cuya misión permanente es censar los oficios a preservar, tiene que poner en marcha toda una gama de medidas de las que he redactado un “catálogo” tan completo como ha sido posible: reagrupación de los artesanos, asistencia técnica y financiera, exposiciones, promoción comercial, sensibilización de la opinión pública y del Gobierno destinada a recuperar el prestigio social de la artesanía, acción en profundidad en la política de formación, pues me parece la única solución a largo plazo, capaz de resolver el problema mayor de los artesanos: la falta de aprendices. Muchas razones explican esta falta de reclutamiento, esta ausencia de vocación: salarios inferiores, condiciones de trabajo a menudo difíciles, leyes sociales para la protección de los aprendices, pero quizás, la causa primera reside en ese prejuicio que se ha venido formando en los últimos años: el desprecio hacia el trabajo manual.
No hay nada que tarde tanto en desaparecer como un prejuicio. Si se quiere ser eficaz, la reacción debe empezar en el nivel inicial y proseguir a lo largo de toda la edad escolar. Hay que volver a presentar a los jóvenes el atractivo del trabajo manual haciéndoles ejercerlo regularmente y acompañándolo de una formación permanente de la sensibilidad y gusto artístico. De esta forma, algunos de ellos encontrarán más fácilmente su verdadera vocación, pero todos aprenderán a respetar el trabajo manual. Debe adoptarse un conjunto de medidas: ventajas fiscales, sistema de becas, etc., para relanzar este sistema de formación irreemplazable: el aprendizaje. En la óptica de los saberes textiles amenazados a que concierne más particularmente este estudio, abogo por una iniciativa original que consistiría en volver a crear, de alguna forma, los talleres artísticos. Alrededor de un “maestro” auténtico que les transmitiera todo su saber, se agruparían algunos discípulos cuidadosamente elegidos, quienes, a su vez, formarían a otros. De esta forma, y de una manera relativamente sencilla, se podrían recuperar y transmitir una destreza y unos conocimientos que están amenazados de desaparición para siempre. Al finalizar este trabajo, quiero expresar, una vez más, mi confianza en el porvenir de la artesanía textil sanjuanina. Este porvenir no reside ciertamente en una competición con los productos industriales, como la que se lleva a cabo desde hace mucho tiempo. Reside, más bien, en el reconocimiento de su especialidad, la autenticidad, la originalidad y la calidad. La “defensa” de la artesanía textil sanjuanina se encuentra en el escalón más alto de los productos y servicios. La artesanía textil sanjuanina será un bien caro. Es normal que el trabajo manual, en nuestro siglo de maquinismo, sea pagado en su justo valor. Esta noción empieza a perfilarse, pero queda camino por recorrer. Evidentemente, esto obliga a la artesanía textil sanjuanina a un esfuerzo de renovación incesante. Acosada por la industria, cuya tendencia constante es la de vulgarizar el lujo, hay que volver a reencontrar la imaginación y el gusto de la creación. La formación tiene un papel esencial que cumplir. Hay que encontrar el nexo de unión entre el pasado y el futuro. Encontrar los medios para que la herencia sea transmitida. La herencia de las técnicas y la destreza, pero sobre todo la herencia del espíritu de los oficios artesanos de otro tiempo: el amor al trabajo bien hecho.