Guia didactica_Formando ciudadanos

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JUNIO DE 2013

FORMACION CIUDADANA EN LA MEDIACION VIRTUAL

´´PORQUE TODOS SOMOS IGUALES EN UN MUNDO DESIGUAL´´


PROYECTO FINAL

MARIA DEL MAR CIFUENTES VELEZ Cód. 1.053.793.679

TUTOR: JOHN FREDY VÉLEZ DÍAZ

CONSTRUYENDO CIUDADANIA GRUPO 404085_54

UNIVERSIDAD NACIONAL ABIERTA Y A DISTANCIA (UNAD) PSICOLOGÍA CEAD IBAGUE 2012


PRESENTACION

Ciudadanía constituye una sociedad democrática el ciudadano es el sujeto de la vida política, y como tal goza de derechos y deberes, y participa en el Estado y en la sociedad, con el objeto de sentirse auto obligado por las leyes democráticas. Ciudadano es el hombre libre, sujeto de derechos, que acuerda con sus iguales dar su consentimiento y someterse a la ley que los garantiza A su vez, el ciudadano debe decidir libremente cuál debe ser la organización social, cultural y política que escoja. La esencia del ser humano no deriva del hecho de ser miembro de un grupo social, sino de tener capacidad para decidir cómo quiere que sean las reglas de ese grupo social. Por lo tanto la ciudadanía es un status jurídico de la persona individual, que significa que todo ciudadano tiene un peculiar conjunto de derechos y libertades que están unidos a deberes y responsabilidades. Ser ciudadano se refiere no sólo al mundo de lo jurídico sino también a la relación con el modo como se desarrolla la humana condición social, con la forma como se construye el ámbito de la identidad social y con la manera de orientar la iniciativa individual dentro de la propia sociedad. La ciudadanía tiene como función principal consolidar la convivencia haciendo posibles los derechos iguales en una sociedad de desiguales. Esto sería el tema central de la materia de construyendo ciudadanía, y en general significa el enfoque al que está dirigido impartir este curso en la universidad. Recordando nuestra mediación virtual, en este trabajo hablare y explicare las claves y la importancia de la formación de los ciudadanos en mediación virtual. Como la universidad abre un nuevo campo en ciudadanía digital, y su gran aporte a la educación Colombiana, es una puerta a las nuevas tecnologías y actualiza a los estudiantes en las vanguardias del mundo moderno al cual pertenecemos.


Esto es un camino para que todos como ciudadanos accedamos a nuestros derechos, tal como se plantea en el programa de ciudadanía digital: ´´ … El PCD es una estrategia y un componente del Programa Ciudadanía Digital, iniciativa del Ministerio de Tecnologías de la Información y la Comunicación, para promover el acceso, uso y apropiación masiva de las TIC, entre los servidores públicos y los maestros, e incrementar los niveles de incorporación, adaptación e integración de estas tecnologías en los servicios del Gobierno y

sector

educativo…´´


JUSTIFICACION

Crear una guía didáctica es un medio ágil y practico que permite a estudiantes y profesores interactuar entre ellos, además a los estudiantes les permite dar y mostrar a otros estudiantes sus aprendizajes y compartir sus experiencias a través de la web. Actualmente la tecnología permite indagar en mundos nuevos y expandir los conocimientos; por esto esta guía didáctica se desarrolla con el propósito de diseñar, aplicar y evaluar, un modelo didáctico basado en la resolución de problemas usando las tecnologías de la información y comunicación para el desarrollo de la Formación Ciudadana, en el marco de la propuesta educativa y a su vez potenciar el uso de las tecnologías de la información y la comunicación en la resolución de problemas ciudadanos a través de una visión actualizada de la alfabetización digital y el desarrollo de procedimientos educativos que potencien el desarrollo de las competencias ciudadanas.


MARCO TEORICO TEORIA DEMOCRATICA Uno de los marcos más importantes que se maneja en la ciudadanía es la participación del pueblo en las decisiones de su estado, y esto se manifiesta a través del voto. La teoría democrática empieza desde la polis pero modernamente se señala un cambio en la participación ciudadana, de acuerdo a los nuevos gobiernos. Para Giovanni Sartori, autor de la corriente elitista, la participación significa, en su sentido estricto, "tomar parte en persona". Esto implica un tomar parte en forma voluntaria y activada por el propio sujeto. Así, la participación no sólo significa "ser parte de" (simplemente estar involucrado en algún hecho), ni puede significar jamás el ser obligado a tomar parte por otra voluntad. Podemos decir que la democracia participativa consiste en que sean los propios ciudadanos los que adopten las decisiones, sin abarcar necesariamente la totalidad de los procesos de decisión, pero en todo caso una proporción importante de ellas. La teoría participacionista de la democracia, aunque puede encontrar sus orígenes en los primeros teóricos de esta, no fue desarrollada más que en la segunda mitad de este siglo, cronológicamente después de la formulación de la teoría elitista. Aunque podría pensarse lo contrario, esta no fue una respuesta consciente de los estudiosos de la democracia a la teoría elitista. De hecho, la democracia participativa surgió más como un movimiento espontáneo. La democracia participativa surgió como un eslogan de los movimientos estudiantiles de la Nueva Izquierda de los años 60. De allí pasó a la clase trabajadora en los sesenta y setenta, como una consecuencia del creciente descontento entre los trabajadores y el extendido sentido de alienación provocado por el funcionamiento de la democracia. La democracia como paradigma político que expresa una forma de convivencia, un modelo de actuación, de relación y de organización social, ha estado presente real o idealmente, en los distintos momentos de la historia política, social y


económica de la humanidad desde la antigüedad. Pero es en los últimos siglos y particularmente en el siglo XX cuando llega a constituirse en el ideal político, característico y casi universal de las sociedades contemporáneas. Los procesos de transformación democrática, han afectado las instituciones y regímenes y por ende la organización de los Estados y las sociedades. En este contexto el concepto de democracia ha sido objeto de una constante reflexión y transformación teórica y práctica: temas como lo individual, lo colectivo, lo público, las diferencias étnicas, culturales, religiosas, de género, las minorías,

la

distribución del poder y los recursos entre otros, son tratados desde y en la democracia según las condiciones históricas, culturales y políticas de cada contexto. Dentro de esta teoría se desarrolla la teoría simbólica de la democracia en donde se busca recuperar la dignidad humana en la política, en un principios claves tales como: la democracia se concibe como el espacio público por excelencia, el lugar donde los ciudadanos, en condiciones mínimas de igualdad y libertad, cuestionan y enfrentan cualquier norma o decisión que no haya tenido su origen en ellos mismos. Segundo la esfera pública política se coloca como el factor determinante de retroalimentación de proceso democrático. Tercero el poder político es un espacio vacío, materialmente de nadie y potencialmente de todos que se ocupa simbólicamente por los ciudadanos desde sus propios imaginarios colectivos. Cuarto la sociedad civil es autónoma y fuertemente diferenciada. Y quinto la democracia se basa en el reconocimiento del otro, en la reafirmación de que el ser humano es imprescindible. Para autores como Dubiel, Ulrich Rodel y Gunter Frankenberg coinciben a la sociedad como una pluralidad conflictiva y reivindican el derecho a tener derechos: solo con la auto interpretación de los derechos humanos y con el reconocimiento mutuo del derecho a tener derechos se instituye la sociedad civil como una pluralidad con capacidad de obrar en conflictos que está en situación de mantener la esfera pública frente al poder y mantener opiniones diversas y exigir legalmente sus derechos.


FORMACION CIUDADANA AYER Y HOY Se ha buscado hacer explícito que no existe un modelo único de democracia, esto es, que al menos del recorrido histórico realizado puede derivarse que en Occidente existen dos grandes paradigmas de organización sociopolítica democrática: la de la participación política positiva (efectiva y directa) emergida en la Grecia antigua y profundizada en lo que algunos denominan democracia radical, y la de la participación política negativa (representativa y defensiva) propia de los Estados

moderno-liberales

y

de

los

movimientos

y

organizaciones

no

gubernamentales. Se ha visto también que estos paradigmas implican formas distintas de asumir la ciudadanía y que, por tanto, habría una ambigüedad o, mejor aún, una diversidad a la hora de hablar de formación ciudadana30. Así, un griego podría entender por formación ciudadana el entrenamiento y ejercicio de las facultades intelectivas y de argumentación como medio de cualificación de los espacios de debate y decisión consensuada. Un moderno la definiría quizá como la cátedra formativa en torno a los derechos y deberes (de primera, segunda y tercera generación) y en torno a las instituciones y mecanismos estatales que posibilitan su cumplimiento y respeto. También podría definirla como el proceso formativo en los valores éticos y morales que posibilitan respetar los derechos de los otros y las leyes. En un enfoque moderno el ministerio de educación plantea que Las competencias ciudadanas se enmarcan en la perspectiva de derechos y brindan herramientas básicas para que cada persona pueda respetar, defender y promover los derechos fundamentales, relacionándolos con las situaciones de la vida cotidiana en las que éstos puedan ser vulnerados, tanto por las propias acciones como por las acciones de otros (…) Las competencias ciudadanas son el conjunto de conocimientos y de habilidades cognitivas, emocionales y comunicativas que, articulados entre sí, hacen posible que el ciudadano actúe de manera constructiva en la sociedad democrática (…) Retomando el concepto de competencia como saber hacer, se trata de ofrecer a los niños y niñas las herramientas necesarias para relacionarse con otros de una manera cada vez más comprensiva y justa y


para que sean capaces de resolver los problemas cotidianos. Las competencias ciudadanas permiten que cada persona contribuya a la convivencia pacífica, participe responsable y constructivamente en los procesos democráticos [formales] y respete y valore la pluralidad y la diferencia, tanto en su entorno cercano, como en su país u otros países" (Ministerio de Educación, 2004, p.8). Los estándares básicos en competencias ciudadanas se circunscriben únicamente a las esferas de la individualidad civil y de la ética para la convivencia, presentando un fuerte vacío respecto de la participación colectiva y directa en la definición y conducción de los asuntos comunes. Se estaría dejando de lado, por esta vía, un elemento central y constitutivo de la ciudadanía desde su origen en Grecia: la del debate, establecimiento y conducción colectiva de los asuntos del interés común, aquello que, en última instancia, hace de la ciudadanía un asunto político y público, un hecho social palpable y cotidiano, más allá de la esfera de los procedimientos y de la legislación formales. TEORIA SOCIO – CRITICA Uno de los núcleos fundamentales en la formación ciudadana es la educación cívica, cada sistema educativo se plantea una estructura pedagógica basado en una teoría determinada. Encontramos la teoría socio crítica que nos plantea sobre la formación ciudadana: 1. Concepción amplia y global de la formación ciudadana, interrelacionada con los obstáculos políticos, sociales, económicos, ambientales, etc., que la dificultan. 2. Simetría entre los enfoques cognoscitivos y afectivos, morales y políticos. Utilización de los métodos socio-afectivos y en traspasar el umbral del aula. 3. Orientada por valores omnicomprensivos. No neutral; sino cuestionadora de las estructuras sociales a nivel nacional e internacional y las del sistema educativo en particular. 4. Fundada en la concientización y orientada hacia la acción y transformación de las estructuras violentas.


5. Énfasis en los conflictos interpersonales y en su resolución de forma no violenta; estableciendo dos tendencias: la perspectiva conflictual no violenta, que rechaza todo tipo de violencia; y la conflictual violenta, que admite la violencia como consustancial al ser humano y/o justifica su uso para combatir situaciones de injusticia. 6. Importancia de luchar contra la violencia “simbólica” del sistema educativo. 7. en cuanto a la interacción escuela-sociedad, el profesor “socio crítico” tiene un compromiso sociopolítico con los valores que conforman la ciudadanía. Por otra parte, consciente de su dimensión ejemplificante, busca una coherencia entre su vida y su labor educativa. 8. Se otorga gran importancia a los proyectos extraescolares. A partir de esto se concluye que la formación ciudadana es un proceso educativo, dinámico, continuo y permanente, fundamentado en los conceptos de Educación integral, en general, y de Educación Cívica en particular, como elementos significativos

y definidores que, a través de la aplicación de enfoques socio

afectivos y problematizantes, pretendan desarrollar un nuevo tipo de cultura: la cultura general – integral a que aspiramos. Así se destacan las siguientes características pedagógicas: 1. Educación en valores. 2. La orientación sistémica u holística con la que se relacionan los problemas de la formación ciudadana. 3. La relación orgánica que se propone entre investigación, educación y acción. 4. La formación ciudadana es una tarea realista y responsable, en vistas de la situación y las necesidades del mundo contemporáneo. 5. La realidad circundante, en la que se produce la experiencia debe ser un principio y recurso metodológico fundamental en la formación ciudadana.


ACTIVIDADES DE APRENDIZAJE. Señala

Fernando

Savater:

"No

están

mal

formados

(los

ciudadanos)

académicamente sino sobre todo mal formados cívicamente: no saben expresar argumentadamente sus demandas sociales, no son capaces de discernir en un texto sencillo o en un discurso político lo que hay de sustancia cerebral y lo que es mera hojarasca demagógica, desconocen minuciosamente los valores que deben ser compartidos y aquellos contra los que es licito -incluso urgente- rebelarse. (...) Lo realmente malo es que la educación no va mas allá, que no consigue acuñar miembros responsables y tolerantes, por críticos que sean, para vivir en sociedades pluralistas" Es imprescindible educar para la tolerancia, ya que el consenso y el disenso son dos caras de una moneda única. La educación o formación ciudadana apunta a insertar creativa y dinámicamente a la persona dentro de una sociedad democrática. Se trata de lograr que la persona asuma su ciudadanía en forma activa (6), de un modo creativo que le permita un mayor desarrollo de sí mismo y que, consecuentemente, beneficiará al conjunto de la sociedad de la que forma y es parte, ya que necesariamente el ser humano alcanza su propio perfeccionamiento como individuo en relación con otros, en una continua interacción con otras personas. Por otra parte, la sociedad en la cual participa la persona está organizada de un modo determinado; pero la sociedad no está estructurada en una modalidad específica para siempre. Por el contrario, puede y debe ir cambiando en la permanente búsqueda de una organización que posibilite la mejor calidad de vida para cada persona. En este sentido, el cambio para la sociedad sólo puede darse si cada persona es un ciudadano participativo y creativo, desde el pequeño espacio de cada uno. Su aporte individual, sumado al de otras personas, es la fuerza dinamizadora que incentiva el perfeccionamiento de la sociedad La formación ciudadana se aborde desde la perspectiva de la corresponsabilidad y que esta es una tarea que debe asumir cada ciudadano desde su lugar en la


sociedad. "La formación ciudadana no solo se da en un aula de clase. Los ciudadanos se empiezan a formar desde la familia y luego en la escuela, en la ciudad y en el barrio" El aporte fundamental de la educación a la construcción de lo público a través de la formación ciudadana, es porque se reconoce su aporte al desarrollo de la cultura política y al desenvolvimiento del entorno social, es decir, a la realización misma de los fines, en este caso, del gobierno y los partidos políticos tradicionales. La consecución de ciertos ideales sociales, políticos y económicos por parte del conjunto de la sociedad, pasa entonces por el aporte de los principales agentes socializadores así como por el influjo que a través del gobierno y los partidos políticos se pueda realizar sobre estos mismos agentes. Desde la perspectiva de la UNAD, esta nos propone en una de sus publicaciones acerca de la formación ciudadana: ´´… Se buscaba con esto una democracia diferente, en la que ser ciudadano significara, más que votar en cada período electoral, o «estar enterado» de lo que acontece en el país; pasar a ser el protagonista directo en la construcción de la nueva sociedad que reclama la nación, una sociedad en la que la democracia sea el resultado del trabajo de todos los ciudadanos que la componen para que se tenga realmente una vida digna. Y esta se define como «la del ciudadano que participa activamente en la legislación y administración de una buena polis, deliberando junto con sus conciudadanos sobre que es para ella lo mejor, lo justo y lo conveniente, construyendo de esta manera una sociedad justa, en la que los ciudadanos puedan desarrollar sus cualidades y adquirir virtudes…´´ (Cortina, 2007: 46). Cabe señalar que la ciudadanía activa, participativa, implica crear los escenarios y los criterios para vivir en asociación, de forma cooperativa y complementaria con los demás. En este sentido, la alegoría de Aristóteles en su Política puede ilustrar el sentido de la ciudadanía participativa, señala en efecto: «el ciudadano, como el marinero, es miembro de una asociación. A bordo, aunque cada cual


tenga un empleo diferente, siendo uno remero, otro piloto, éste segundo, aquél el encargado de tal o de cual función, es claro que, a pesar de las funciones o deberes que constituyen, propiamente hablando, una virtud especial para cada uno de ellos, todos sin embargo concurren a un fin común, es decir, a la salvación de la tripulación, que todos tratan de asegurar, y a que todos aspiran igualmente» (Aristóteles, Política, libro tercero, cap. II). Así, propender por una ciudadanía participativa es denotar en casa sujeto, en cada persona, en cada estudiante, el sentido de reconocer el papel que desempeña como sujeto social, el sentido de potenciar desde sí mismo actitudes cívicas, y

por tanto, el carácter de

responsabilidad social que le es inherente a partir de la diferenciación humana que le son propias.

singularidad y


BIBLIOGRAFIA  Silva Jiménez Ana María. HACIA UNA DEMOCRACIA PARTICIPATIVA (II PARTE). TEORIA PARTICIPACIONISTA DE LA DEMOCRACIA. Revista de Derecho, Vol. VIII, diciembre 1997, pp. 113-122.  Los estándares básicos en competencias ciudadanas (Ministerio de Educación, 2004). Siguiendo las orientaciones establecidas por la Constitución de 1991 y la Ley General de Educación (Ley 115 de 1994), este documento representa la primera tentativa sistemática de implementar la formación ciudadana como parte de la educación formal y básica  Valmaseda Valmaseda, Jorge. “Educación y Valores”. Conferencia en la Universidad Estadual de Campinas, Facultad de Educación, Brasil, 1998: “Ética y Formación de Profesores”. Curso Teórico – Práctico en la Secretaría de Educación de San Vicente, Brasil, 1998 y “Propuesta de Estrategia Metodológica para la Educación en Valores”. http://letrasuruguay.espaciolatino.com/aaa/valmaseda_valmaseda_jorge/la_formacion_ ciudadana_escolarizada%20-%20d.htm  Fernando Savater (1999) "Ética y ciudadanía", Caracas. Pág. 182-18. http://res.uniandes.edu.co/view.php/366/view.php  Cortina, Adela. 2007. Ética aplicada y democracia radical. Madrid: Tecnos.  Padilla Beltrán Luis Alejandro, Padilla Beltrán, José Eduardo, Silva Carreño Wilmer Hernando. Alcances de la formación ciudadana: democracia y responsabilidad social. Revista de investigaciones UNAD Bogotá Colombia

No.

02,

julio

diciembre.

Disponible

en:

http://web.unad.edu.co/revistainvestigaciones/images/revistas/UNAD%20W EB%20vol.10%20num.2%202011/2.%20Alcances%20de%20la%20formaci on%20ciudadana.pdf  Aristóteles. Política. 1873. Versión de Patricio de Azcarate, Libro tercero. Madrid: Medina y Navarro, Editores


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