Especial entrevistas julio2016

ONE STOP

STOP

Maria Beatriz MuĂąoz Ruiz.

Directora Ejecutiva.

Llega el verano, el sol, la playa, la piscina, el campo, pero sobre todo llega esa ĂŠpoca en la que aprovechamos para leer en nuestro tiempo libre.

Nuestro especial se ha ideado para esas personas que estĂĄn cansadas de leer lo mismo en las revistas, cansadas de ver las mismas cosas.

One Stop intenta refrescar no solo el cuerpo sino la mente.

Espero que os guste este adelanto inesperado de One Stop.

Un saludo a todos los lectores de la revista.

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ONE STOP ESPECIAL ENTREVISTAS

Santiago Rodríguez : Entrevista realizada por Carmen María Avivar

Grupo musical Fausto Taranto: Entrevista realizada por Eva Martínez

Sissi Emperatriz: Entrevista y relato realizado por M. Beatriz Muñoz

Leonardo Da vinci: Entrevista realizada por Alex García

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Carmen María Avivar: Coordinadora de contenidos y Social Media Manager de la revista One Stop.

ENTREVISTA A SANTI RODRÍGUEZ Actor cómico, malagueño de nacimiento, pero jiennense de corazón, ya que vive en esta maravillosa ciudad, Jaén, la desconocida, desde que tenía tan sólo un mes de vida. Estudió Derecho en la Universidad de Granada. Santi Rodríguez comenzó a darse a conocer con El club de la Comedia, pero fue dando vida al Frutero en la serie Siete Vidas, cuando se hizo realmente famoso, y entró en nuestras casas y en nuestros corazones.

Ha participado en series como Periodistas, La tira, Cafetería Manhattan y Gym Tony, interpretando a Velasco. Y en películas como ¡Ja me maaten!, ¡Goool!

2: Viviendo el sueño, El efecto Rubik, No digas nada y Ni pies ni cabeza. También participó en el doblaje de la película Buscando a Nemo.

En teatro hemos podido disfrutar de su talento en: Anfitrión, 5 Hombres.com, Ave Sosia, Wanted, 4 One Stop

Historias de cada día, A mí que me registren y desde el 2014 está recorriendo España con su espectáculo Como en la casa de uno… en ningún sitio.

También lo hemos podido ver en programas como: El Gran Queo, Tu cara me suena, Me resbala, Por arte de magia, Al Ataque, Más que baile, Lo que diga la rubia, La Noche con Fuentes y Cía, A toda risa, La Trituradora, Conocer Andalucía, Póquer de reyes, Ingenio y locura…

Casado y con dos hijas (Victoria y Susana), Santi no puede disfrutar todo lo que quisiera de su familia, debido a su profesión, pero aprovecha cada instante que puede para pasarlo con ellas.

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¿Cómo un licenciado en Derecho acaba en el mundo de la farándula? ¿Cuándo descubrió que quería dedicarse a la interpretación? ¿Qué es lo que une la pasión por la abogacía con la que se siente por las tablas?

La pasión por la abogacía no llegó a existir en realidad. No fue la decisión más acertada. Tomé esa decisión porque me gusta mucho la lectura, en casa siempre se nos inculcó el ser justos con los demás, luchar contra las injusticias, y ese fue el punto de partida. Pero una vez que empecé a estudiar me di cuenta de que eso no era lo mío. No hubo un día en que yo decidiera quiero ser cómico, pero me di cuenta que la gente lo pasaba bien con lo que les contaba y era una sensación muy agradable ver que algo que tú haces produce un bienestar en los que tienes en frente. Y así fue como me di cuenta de que era a lo que me debía dedicar.

Sabemos que todo tiene un inicio y no siempre es fácil. ¿Cómo recuerda sus comienzos? ¿Quién fue la primera persona que confió en usted para darle su primer papel?

Mis principios fueron muy difíciles, muy duros, pero tengo un maravilloso recuerdo del sitio donde 6 One Stop

empecé, precisamente es un pub de Granada, que sigue existiendo con el mismo dueño, mi amigo Gabriel, en la calle Duquesa, nº 8, el Pub Liberia. Él fue el primero en confiar en mí y en dame una oportunidad. Y posteriormente, Tomás Summers me vio actuar, le gusté, apostó por mí y me dio trabajo en varios programas.

Le estaré siempre agradecido porque era algo que yo intentaba conseguir y nadie apostaba por mí, hasta que llegó este bendito, y gracias a él conseguí subir un gran escalón.

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¿Y cómo recuerda aquel primer papel?

El primer trabajo en directo, realmente fue contar chistes. Mi primer papel en teatro fue en una obra de la compañía de Granada Teatro del Sur, donde hacía un papel dentro de una obra que se llamaba Anfitrión, y mi primer papel en televisión fue en un programa de Tomás Summers llamado Ingenio y locura, de chistes.

En definitiva, todo lo que es trabajo lo recuerdo con mucho cariño, ya que había que ir muy despacito, poniendo mucha fe y mucha esperanza en lo que yo podía hacer, porque además en casa intentan que abandones, que desistas, ya que la profesión no es agradable cuando las cosas no van bien, e intentan que retomes tu actividad según los estudios que has hecho. Pero yo tenía claro que tenía que seguir adelante.

A lo largo de su trayectoria ¿qué es lo que más le ha marcado? Una situación, un momento, alguna persona…

A mí me ha marcado mucho mi abuela. Ya hace más de 20 años que falleció. Ha habido gente que me ha ayudado mucho, pero a nivel personal mi abuela es la persona que me ha enseñado que en la vida hay que hacer mucho bien, cómo 8 One Stop

cuidarte de no meter la pata, y sobre todo mirar mucho por los demás, evitar la soberbia y el egocentrismo, aunque uno a veces cae, porque es condición humana fallar, pero intentar ser humilde. Ella incidía en la humildad, en el respeto, la educación. Puedo decir que fue un buen equipaje el que metió mi abuela en la maleta, porque me va muy bien haciéndole caso.

Aunque hace muchos años que falta, la sigo echando en falta. Es una parte muy importante de mi vida.

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¿Cuál cree que es la clave del éxito?

Estoy convencido de que los ingredientes fundamentales son la humildad, el respeto tanto a los demás como a la profesión que desempeñes, y vivir cada día como si fuera el primero. Hay gente que se cansa de atender al público, y se queja de otro día de trabajo. Pero hay que pensar positivamente, porque es el primer día de trabajo del resto de nuestra vida.

A mí me gusta salir a saludar a todo el mundo cuando acabo el espectáculo, es algo que aprendí de Tricicle, y hay que dar las gracias a la gente que viene a verte, que te está dando de comer además; conocer de primera mano su opinión, si ha gustado o no, si ha habido problemas, si estaban cómodos, si han pasado calor… es algo que el público agradece inmensamente. Para mí, mi profesión es preciosa y produce bienestar a la gente y tengo el privilegio de poder ganarme la vida y vivir desahogadamente, tal y como están las cosas, y debemos ser consecuentes y devolverle al público un poquito de lo que te han dado, y sentirte privilegiado porque te han elegido a ti.

Todos los días son importantísimos e imprescindibles, la monotonía y la rutina son cosas contra las que hay que pelear.

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¿Qué le parecería si alguna de sus hijas decidiera dedicarse a esto?

Mis hijas son pequeñas relativamente, aunque ya van creciendo, y a veces me preguntan, y yo les digo que lo que tienen que hacer es lo que les guste, lo que les haga felices. Al menos tienen que intentarlo, no se puede quedar uno con la duda de ¿qué hubiera pasado si…? Si después de intentarlo no se consigue, entonces habrá que plantease otra cosa, pero lo más importante es ser feliz en la vida.

Estamos acostumbrados a que Santi nos hace reír. ¿Cómo surgió dar un giro tan drástico, al protagonizar la obra teatral Ave Sosia, en la que su personaje hace llorar al público?

Fue justo cuando acabé con Siete Vidas, y quise hacer un trabajo serio, tenía siete personajes distintos, me cambiaba de vestuario 6 veces en escena, un trabajo muy grande, incluso perdía peso en cada función, cantaba, bailaba, interpretaba… y la gente que esperaba otra cosa de mí, al finalizar me daba las gracias por un trabajo brutal. Fue una gran experiencia con el Centro andaluz de Teatro, con Los ULEN, y con un magnífico periodista que también está en Granada, que se llama Alejandro Víctor García, 11 One Stop

y fue un trabajo del que estoy muy orgulloso.

En una función en Pamplona, en Olite, hice una función para noventa personas sólo y ahí me di cuenta que la gente se emocionaba con lo que yo estaba contando, y es una sensación muy bonita.

Ya he probado a hacer drama, he tenido premios de interpretación por esta obra, y lo elegí por probar.

En su vida como espectador, ¿prefiere el drama o la comedia?

Yo siempre la comedia. Bastante drama nos trae la vida, con todos mis respetos a los compañeros que hacen drama y tragedia, yo los admiro mucho, pero aunque la comedia no es considerada género grande, al igual que pasa con la zarzuela y la llaman género chico, siendo el género más inmenso que hay y no lo cuidamos. Yo creo que un buen cómico puede hacer un papel dramático maravilloso, pero a un actor dramático a veces un papel cómico le viene grande, por eso creo que estoy trabajando en lo más difícil que hay dentro de la interpretación que es la comedia.

Imagino que habrá rechazado trabajos por diversos motivos. ¿Qué valora a la hora de aceptar un papel?

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Valoro muchas cosas, qué compañeros hay, no si son más o menos conocidos, sino si va a haber un buen ambiente, qué productora lo hace, porque sabes con cuáles vas a estar a gusto. Tienes que tener en cuenta que tus hijas tienen que comer, que tienes que pagar una serie de gastos, pero intento rechazar papeles en los que haya que hablar mal de los demás, hay trabajos que aunque sea interpretación vas a decir cosas que no te gustan o que no dirías normalmente, y mira que he hecho papeles de impresentables como el frutero, Velasco, pero es comedia y se entiende, pero otras veces iba más en picado hacia la persona y la persona que es Santi Rodríguez hay cosas que bajo ningún concepto estaría dispuesto a decir por respeto a los demás. En comedia, más o menos, si está bien escrita se puede entender todo como un simple juego, pero a mí me han pasado textos de obras reivindicativas, donde se empieza a faltar al respeto a determinados colectivos, incluso aunque sean colectivos con los que yo no estoy de acuerdo, pero no me apetece soltar cosas desagradables. Creo que se puede entretener y hacer reflexionar sin faltar al respeto a nadie. En mis monólogos cuido mucho eso, se puede hacer cosas maravillosas y muy profundas sin fastidiar. Por lo menos es mi forma de ver el trabajo.

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¿En qué proyectos está inmerso actualmente? ¿Cuáles son sus planes de futuro?

Ahora paro en Gran Vía con los monólogos y vuelvo en octubre hasta junio del año que viene.

Descansaré un poquito en veranito, y hay un par de cosas para televisión que ya están grabadas, pero están decidiendo en las cadenas si quieren hacerlo o no. En caso de que decidan hacerlo, me espera un otoño movidito, porque voy a estar en dos cadenas distintas, haciendo dos programas, en uno de presentador y en otro de parte importante. Y ya escribiendo y pensando en el siguiente espectáculo que estrenaré en octubre de 2017, ya hay que empezar a trabajar.

Se necesitan casi dos años para conseguir un espectáculo en condiciones. ¿Qué consejo daría a los jóvenes que actualmente luchan por ser famosos a toda costa?

Simplemente que no se olviden de quiénes son, de sus amigos, de la gente que siempre ha estado ahí. Que sean humildes y siempre tengan los pies en el suelo.

Gracias por ayudarnos a conocer mejor al personaje Santi Rodríguez, pero en realidad ahora lo que más 14 One Stop

nos interesa es conocer a la persona que se esconde detrás del personaje. ¿Cuáles son los valores principales en la vida de Santi Rodríguez? ¿Con qué palabra se definiría?

Humildad, respeto y educación hacia los demás.

En mi profesión la fama y el reconocimiento social te pueden llevar a engaños y pensar que no necesitas a nadie, que eres totalmente autónomo, y es un error. Hay que seguir estando pendiente de la gente que te quiere, porque a veces cuando llega la fama los dejas de lado, aunque merezcan la pena. La familia es parte imprescindible de mi vida, tanto a nivel sanguíneo como la que he formado yo con mi mujer y mis hijas, y sería un pelele de la vida de no tener los cimientos que tengo por la familia Es considerado embajador de Jaén y provincia, al llevar a todos lados el nombre de su tierra; y ha recibido algunos premios por este motivo, como por ejemplo: Premio jiennense del año (Diario Jaén 2002), Premio Ideal del año (2003), Premio Jaén tierra abierta (Localia TV 2004), Andaluz del año (Casa de Andalucía en Teruel, 2004), Premio Jaén, paraíso interior (2006), Premios ASFAAN por su trayectoria profesional (Asociación de Festivales Audiovisuales de Andalucía, 2010). Santi, ¿nadie es profeta en su tierra?

En mi caso no. En mi tierra la gente me idolatra, 15 One Stop

me quiere, me admira, me abraza, me da muestras de cariño a diario. Por eso yo en mi tierra me siento el ser más maravilloso del mundo gracias al cariño de la gente. Y las instituciones también me tienen en cuenta continuamente, por eso no tengo queja ninguna. Aunque no nací en Jaén, llegué cuando tenía un mes de vida, es como si hubiera nacido aquí, Orgulloso de ser de Málaga,

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a mucha honra, pero me considero de Jaén.

En junio del 2014 le dedicaron un parque en la tierra del ronquío (Jaén, para quienes no conozcan esta expresión), parque Humorista Santi Rodríguez. ¿Qué supuso para usted este reconocimiento?

Para mí fue una alegría y un orgullo muy grande, aunque ahora estoy peleando un poco con las instituciones, porque los vecinos me llaman para denunciar la falta de conservación que presenta y el estado tan penoso en que está.

Espero que tomen nota, y lo solucionen pronto.

La mayoría de la gente no conoce su faceta solidaria y esto es porque no se dedica a alardear de ello y lo hace directamente desde el corazón. Siempre dispuesto a ayudar a aquellos que lo necesitan y así se lo solicitan. Está muy implicado en la ayuda a la asociación Síndrome de Down de Jaén. ¿Cuándo y cómo comenzó a colaborar con dicha asociación?

Yo creo que las casualidades no existen.

Existe la causalidad. Me dieron un premio por promocionar mi tierra y al entregármelo coincidía con una feria de Jaén, Paraíso Interior, y había un stand de la asociación Síndrome de Down, se me acercó Manolo, un trabajador de 17 One Stop

Síndrome de Down, y me enseñó las cosas que hacían los críos tan impresionantes, trabajos en esparto, cosas maravillosas. Me pasé por la asociación, vi el local donde estaban, que era algo inhumano para estos críos con problemas de visión, de movilidad… Era un sitio con escalones, interior… y dije: esto no puede ser.

Estaban peleando por un proyecto y me dije: hay que ayudar a sacar dinero. Y esto fue hace más de diez años que llevo haciendo el típico calendario con ellos, lo pusimos en marcha y ellos ya lo hacen solos, yo voy un día y me hago las fotos con mis pepones, como yo les digo a los recién nacidos, y los de hasta 3 o 4 años, que son mi debilidad. Después de dos años vi que era insuficiente y empecé con el festival Santi y sus amigos. Cada año vamos haciendo más cosas, porque hacen falta muchas para la asociación.

Soy como un velcro al que se le van pegando pelotitas también de velcro maravillosas, cada vez más empresas se unen a la iniciativa y vamos trabajando por estas personitas que son parte imprescindible de mi vida, que no sería la misma si no estuviera incluido el síndrome de Down.

Te enseñan a ser mejor persona, a entender la vida de forma mucho más inteligente, aunque parezca chocante, te enseñan que la vida no es como tú crees que va a otro ritmo, que los pasitos que consigues son maravillosos, y sobre todo a que el rencor, el odio y la envidia, no tienen cabida en la vida de ellos. Ellos no te dan nada más que cariño y por eso, una vez más, me 18 One Stop

siento un privilegiado.

Creo que son siete años ya los que lleva celebrando el festival Santi y sus amigos, a beneficio de la asociación Síndrome de Down Jaén. A quién se refiere con sus amigos.

No llamo a cualquier artista para el festival, al que llamo y viene no sólo viene a actuar, tiene que estar a la altura de todo lo que se refiere a Síndrome de Down, atender a patrocinadores, a mis niños por supuesto, porque son míos tengo más de 200. Tiene que atender a las familias, hacerse fotos y hay que ser una persona normal simplemente. Y lo que dice el refrán de «Dios los cría y ellos se juntan»; yo los junto aquí, un fin de semana al año, lo pasan maravillosamente, los colmamos de regalos, de atenciones, de detalles, promocionamos Jaén con los artistas, que luego se van hablando maravillas de nuestra tierra.

Pero tiene que ser gente sencilla, campechana, que no ponga caras raras si le piden una foto ni nada de eso. Gente normal en definitiva Además de con Síndrome de Down Jaén colabora con otras muchas de la provincia, como son AJICAM, asociación ALES, Pídeme la Luna, ADANCER, asociación de autismo de Jaén Juan Martos Pérez.

Sabemos que el pasado 15 de diciembre organizó 19 One Stop

el festival Siete aceitunas solidarias y un lagarto, a beneficio de siete asociaciones de Jaén. Nos gustaría saber qué necesidades tienen y cómo pueden ayudar nuestros lectores.

Desgraciadamente y con todos los dichosos recortes que, digan lo que digan, hay, tienen muchas necesidades. Hay una serie de subvenciones que por el simple hecho de existir les corresponderían y no deberían desaparecer como ha pasado con muchas. Y en definitiva cada una necesita una serie de cosas, múltiples, desde adecuación del local, apoyo institucional o simplemente tener la sensación de ser conocidas, porque a veces el ser humano es muy egoísta y mientras no te toca personalmente parece que no existen los problemas y uno no sabe que la bolita puede tocarnos o no, pero que siempre necesitas de más gente y hay que ayudar de mil formas distintas, en mil sitios diferentes. Simplemente el pasar por allí y estar un rato con ellos ya es maravilloso. Ahora tenemos un proyecto muy chulo en Jaén que se llama El jardín de los sueños que es para los niños con cáncer; se va a hacer un maravilloso espacio para ellos en la última planta del hospital, para que ellos vean el castillo, vean su ciudad, sin barreras de ladrillos, todo acristalado, y en esto estamos mucha gente trabajando, y cuando me piden una mano pues intento echarla. A la gente que está mal, que ahora mismo no tiene trabajo, le 20 One Stop

diría que busquen aquí, que a la vez que sale uno reforzado cuando los visita, ves los problemas de los demás y te arropas mutuamente, se crece como persona, y para estar en tu casa por lo menos aprovechas y echas una mano, y te vas a casa más contento y seguro que hasta duermes mejor.

Si la gente llama o pasa por alguna de estas

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asociaciones, ideas no te van a faltar para ayudar.

Para terminar, díganos un sueño cumplido y otro por cumplir.

Un sueño cumplido, tener una familia como la que tengo, ya que no lo tenía muy claro tal y como me iba la vida, porque era un poco gamberrete.

Y tener una familia normal parece fácil, pero no lo es, y yo llevo 17 años con una familia con la que soy completamente feliz.

Sueño por cumplir, no tengo un objetivo porque no le encuentro sentido a marcarte un objetivo lejano o complicado. Como buen atlético, soy de pasitos cortos, antes de que hablara El Cholo de partido a partido, yo ya lo hacía. Soy de ir buscando cosas sencillas de conseguir, ya que lo contrario puede llegar a ser decepcionante; no conviene marcarse objetivos largos o muy altos. Tengo trabajo, estoy sano para trabajar, la familia la tengo bien, no me marco muchas más cosas, seguir así es mi objetivo.

Queremos agradecerle que haya compartido con nosotros su valioso tiempo. Y esperamos que su entrevista sirva para hacer un llamamiento a todos nuestros lectores, animándolos a colaborar con 22 One Stop

estas y otras asociaciones solidarias que tanto lo necesitan.

Gracias por hacernos reír porque con una sonrisa la vida no es más fácil, pero sí más llevadera.

Queremos dedicar esta entrevista a Susi, hermana de Santi, una persona excepcional, con gran fuerza de voluntad, y mucho tesón, deseándole mucho ánimo y esperando su total y pronta recuperación.

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Maria Beatriz Muñoz Ruiz.

Escritora de novela romántica y directora de la revista One Stop.

Nueve novelas a la venta, ha participado en varias antologías, y colaborado en otras revistas digitales.

Retratando a Sissi Era finales de junio cuando María y sus compañeros de clase se disponían a visitar el palacio Hofburg en Viena.

Llevaban toda la semana de viaje de estudios, estaban emocionados pero a su vez cansados, por un lado deseaban que aquella semana se hiciera eterna, ya que se estaban divirtiendo demasiado, y sabían que después de aquel viaje sus vidas cambiarían y muchos seguirían diferentes caminos, pero por otro lado, se encontraban cada vez más agotados.

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María en particular, estaba emocionada por la excursión de aquella mañana. Desde pequeña, su madre le había puesto todas las películas de Sissi y el hecho de pisar los mismos salones que años atrás había pisado la emperatriz, hacía que se impacientara por verse allí e imaginarse cómo sería el haberla conocido en persona.

Cuando bajaron del autobús, se intensificó su emoción, pero por desgracia, tuvo que apañarse con un audioguía y recorrer los distintos salones con un aparato prendido del cuello.

En uno de los salones había encontrado un retrato gigante de Sissi que había visto infinidad de veces en libros e internet, y delante del cual se había quedado embobada observando cada detalle que, según su criterio, hacían tan especial a la emperatriz.

El lujo que desprendía cada rincón de aquel palacio era impresionante, parecía que no había pasado el tiempo, y que de alguna de esas puertas estaría a punto de salir la emperatriz. Fue durante más de 600 años la residencia de invierno de los Habsburgo; según lo que le dijo su audioguía se trata de un enorme complejo arquitectónico que abarca desde los antiguos aposentos imperiales, pasando por varios museos, una capilla, una iglesia, la biblioteca nacional austríaca, la escuela de invierno de equitación, hasta el despacho del presidente de Austria.

Y la visita que ellos habían elegido era una de las más completas que incluía los aposentos imperiales, que aún no habían visto.

María y sus amigos iban de sala en sala escuchando

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atentamente cada palabra que les decían los auriculares, bueno, no todos escuchaban, algunos se cansaban pronto de datos y explicaciones, y preferían incordiar a sus compañeros.

En aquel retrato había algo en la mirada de la emperatriz que jamás había visto en las fotos de internet. Una vez delante de su espectacular figura, lo único que llamaba su atención eran sus ojos, su mirada perdida y su sonrisa estudiada y triste. En aquel momento, uno de sus compañeros tropezó y la empujó fuertemente contra el cuadro, haciendo que se golpeara contra una esquina de este.

Cuando se incorporó del suelo, con un fuerte dolor de cabeza, sintió ganas de desaparecer de la mirada de todos, que seguramente estarían observándola con cara de preocupación. Antes de abrir los ojos, sus mejillas le tomaron la delantera y comenzaron a ruborizarse, pero cuando al fin se decidió a abrirlos, sintió más pánico del que se figuraba que iba a sentir con todos mirándola.

—¿Chicos? —preguntó María con una voz casi inaudible.

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Miró hacia todos lados, pero tuvo que reconocer que se encontraba sola en aquel gran salón. Entre desorientada y cabreada, se levantó del suelo y decidió intentar encontrar su grupo aventurándose por una de las puertas que tenía la sala. Buscó su audioguía, pero debieron quitársela, porque no había ni rastro de ella.

Saliendo de allí lo más rápido que pudo, desembocó en un enorme pasillo con demasiadas puertas cerradas, entonces intentó recordar que según los datos que ese día les habían explicado, el palacio Hofburg tenía 19 habitaciones entre ellas las estancias privadas en las que vivían el emperador Francisco José y la emperatriz Elisabeth.

María no sabía si ponerse a abrir habitación por habitación o seguir todo recto hasta vislumbrar una salida, pero a los pocos segundos de aparecer esa duda en su cabeza, una mujer ataviada con uno de los vestidos típicos de la época apareció tras ella, y comenzó a apremiarla y a regañarla por su vestimenta.

María estaba tan sorprendida que no tuvo tiempo de reaccionar cuando aquella mujer le dio un montón de sábanas y la envió a las habitaciones del fondo y, desapareciendo con la misma y asombrosa rapidez con la que había aparecido, la volvió a dejar sola.

Su cabeza no dejaba de darle vueltas a lo extraño de la situación, pero lo que tenía claro era que si no encontraba a sus compañeros, tendría que pedir ayuda a la actriz loca vestida de época.

Con las sábanas aún en las manos, y sin saber dónde soltarlas, pensó en dejarlas en la primera habitación que encontrara.

Cuando se disponía a abrir la primera puerta que tuvo frente a ella, unas voces la distrajeron. Provenían del 27 One Stop

final del pasillo, parecían ser de un hombre y una mujer discutiendo.

—Más actores locos —pensó, dando un sonoro suspiro con la intención de ignorarlo. Pero de repente pasó por su cabeza la idea de que probablemente se estuviese desarrollando una especie de teatro para los visitantes, y por lo tanto, sus amigos podrían encontrarse allí.

Sin importarle ya demasiado las sábanas, las dejó en el suelo y se apresuró a encontrarse con su grupo. Pero cuando llegó a la altura de la estancia en la que había escuchado voces, y se asomó discretamente, no encontró a nadie a parte de a los dos actores que interpretaban a la perfección sus papeles de emperadores.

La estancia parecía ser un suntuoso dormitorio con el suelo cubierto de costosas alfombras entre las que predominaba el color rojo. Dos grandes balcones enmarcados en rojas cortinas daban luz a la estancia, a pesar de que fuera innecesario, ya que enormes lámparas colgaban del techo con brazos dorados. Espejos, tocadores, pequeñas mesitas distribuidas estratégicamente con sus sillas tapizadas de rojo y una chimenea cerca de la cama.

Sin saber por qué se sintió violenta, como si estuviese escuchando una conversación privada que no tendría que haber presenciado.

—Llévame contigo —suplicaba ella abrazándolo.

—No puedo, cariño, lo sabes. Es mi obligación y necesito que te quedes aquí —contesta él con dulzura.

—¿No puedo ir porque no quieres o porque tu madre no te deja que me lleves? —preguntó ella, separándose instintivamente de él con una demostración de enfado bastante evidente.

—Mi dulce Sissi… —suspiró él acercándose a ella e 28 One Stop

intentando aplacar su enfado—. Mi madre no tiene nada que ver en esto, ya te he dicho que no puedes venir a todos lados conmigo. Y además, ¿qué harías con las niñas?

—Llevarlas con nosotros que para eso somos sus padres — contestó ella paseando por la estancia de un lado a otro—.

Francisco... no me dejes sola —suplicó ella, cambiando su semblante y asomando unas tímidas lágrimas a su rostro.

—Te amo, Sissi, pero debes aceptar las normas de la corte, esto no es Possenhofen, y tú no eres la niña que corría asalvajada por aquellos parajes; eres la emperatriz de Austria, y debes comportarte como tal. —afirmó él con carácter solemne.

María, que se encontraba oculta tras unas cortinas que había en la entrada, se había quedado estupefacta con aquella escena. Parecía que cada vez que se acercaban el uno al otro, algo los separaba hasta convertirlos en dos extraños.

—Sí, soy la emperatriz de Austria, pero por encima de eso soy mujer, madre y esposa —contestó ella lenta y pausadamente mientras se alejaba de él, dirigiéndose al

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ventanal que daba al exterior—. ¿Y sabes lo triste de la historia? Que me están arrebatando el ser madre, estás perdiéndome como esposa y quieres encerrarme en esta jaula de oro para que deje de ser mujer.

Ante esas palabras el rostro de su marido cambió, se transformó en culpa y en pesadumbre, pero sus pies no se movieron del lugar donde se encontraban. Su rostro indicaba que le hubiese gustado ir junto a ella, abrazarla y llevarla consigo al fin del mundo, pero su pesado uniforme y su marcado sentido del deber, le impedían moverse.

—Vete, cumple con tu deber, pero no puedo asegurar que cuando vuelvas me halles aquí —amenazó ella sin ningún éxito, ya que a pesar de los contradictorios sentimientos de él, sus pies lo empujaron hacia la puerta y lo hicieron salir.

Al salir de la estancia, la cortina donde María se escondía, se movió lo justo para que una simple mota de polvo la hiciera estornudar, revelando su escondite.

—¿Quién se esconde ahí? —gritó la mujer—, salga despacio y con las manos en alto o llamaré a mi guardia.María salió muy despacio y avergonzada de detrás de la cortina.

—Identifíquese —exigió la mujer.

—Yo... me he perdido. Estaba con mis compañeros, me caí y cuando me levanté no había nadie —explicó María torpemente y tartamudeando.

—¿Qué lleva puesto? —preguntó la mujer.

María se miró de arriba abajo y encogiendo los hombros contestó que llevaba unos vaqueros y una camiseta de lo más común en España.

—¿Vaqueros, camiseta? ¿De qué me está hablando? — preguntó la mujer.

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María ignorando la cara de sorpresa de aquella mujer tan hermosa y tan parecida a la verdadera Sissi, se acercó a ella.

—Me gustaría daros la enhorabuena por vuestra actuación, si esto es un ensayo, no quiero ni imaginar cuando de verdad actuéis para los demás.

—No entiendo lo que decís —contestó la mujer—, pero no deberíais presentaros ante la emperatriz de Austria con esas pintas y obviando cualquier tipo de protocolo.

—Pues sí que te metes en el papel —dijo María—, eres igual que ella, su vestido, su pelo, sus ojos… sus ojos…

María se detuvo en la mirada de aquella mujer, no podía creer que tuviera su misma mirada, «no puede ser, esto es una locura, seguro que me quieren gastar una broma», pensó en ese momento.

—Vale, es absurdo preguntarte esto, pero... ¿eres actriz? — preguntó María sin querer creer lo que su subconsciente le gritaba.

—¡No! ¿Cómo os atrevéis? —dijo la mujer ofendida—. Soy Isabel de Baviera, emperatriz de Austria.

La mente de María comenzó a dar vueltas y a recabar información de todos los acontecimientos que habían tenido lugar desde el golpe hasta ahora, pero aquello le parecía una locura, era imposible de creer.

—¿En qué año estamos? —preguntó María.

—En 1857, por supuesto —respondió Sissi, también sintiendo curiosidad por la intrusa.

—No puede ser, es imposible, debo estar inconsciente o en coma, esto no es real… —decía María moviéndose de un lado a otro del dormitorio.

—¿Qué es imposible, muchacha?-preguntó Sissi preocupada.

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—¿Muchacha? Según las fechas, debes tener unos 19 años, eres tan solo un año mayor que yo —sonrió María, viendo cómo Sissi comenzaba a impacientarse ante sus evasivas e incoherentes respuestas—. Está bien, te voy a contar algo que no vas a creer, pero que es cierto.

—Probad —retó una divertida Sissi, sentándose en una de las sillas del dormitorio.

María paseó nerviosa frente a ella sin saber cómo decírselo, la miró, cogió aire y se dispuso a explicarle a la emperatriz de Austria la locura que ni ella podía comprender.

—Yo vengo del año 2016, estaba visitando el palacio junto con mis compañeros de clase, cuando me empujaron y me di un fuerte golpe en la cabeza. Cuando desperté no había nadie, y por lo que sé, acabo de retroceder unos cuantos años —explicó brevemente María.

Sissi soltó una sonora carcajada, e incrédula hizo el ademán de llamar a la guardia real para que se llevara a la muchacha que según se podía ver no estaba en su sano juicio.

María, viendo que iba a ser detenida, comenzó a contarle cosas que solo pudiera saber alguien que viniese del futuro, o por lo menos plantó la semilla de la duda en la emperatriz.

Sissi sintió curiosidad por la chica y decidió darle una oportunidad, pasar un rato agradable con ella, y distraer su mente de los problemas que la estaban ahogando poco a poco.

—Sé que no es de mi incumbencia, pero… ¿puedo preguntarte algo? —dijo María, sentada junto a la emperatriz.

—Depende de qué —contestó ella.

—¿Amas a Francisco José? —preguntó María.

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Sissi miró a través de la ventana y mantuvo la mirada perdida por un instante antes de contestar.

—Amo a Francisco José, pero odio al emperador de Austria.

—¿No son la misma persona? Cuando te casaste el 24 de abril de 1854 en la iglesia de los Agustinos de Viena, te casaste con el emperador de Austria —objetó María.

—Sí, pero por aquel entonces yo creía en los cuentos de hadas, y en el matrimonio. Por unos pocos días de locura, toda una vida de desdicha —suspiró fuertemente—. Amo a Francisco José pero no soporto el estricto protocolo de la corte, sus normas anticuadas y absurdas por las que haga lo que haga siempre soy criticada. Yo nunca quise ser Emperatriz de Austria, nunca quise estar encerrada entre cuatro paredes. Odio la corte, echo de menos reír a carcajadas cuando quiera, correr por la montaña, comer sin guantes, beber cerveza y comportarme como alguien normal —contestó Sissi.

María la miraba embelesada, aún no podía creer estar sentada junto a la emperatriz, fuera o no un sueño, estaba encantada de estar en él.

—Eres incluso más guapa en persona. Se dice que a partir de los 30 años no mostrarás tu rostro a nadie para que siempre te recuerden eternamente joven, ¿lo tienes pensado ya, o surgirá más tarde esa idea? —preguntó María.

—Pues la verdad es que tengo mucho tiempo para pensar, por lo que no me extraña que dentro de unos cuantos años tome esa decisión —rio divertida Sissi—. Mis medidas son 1,72 de estatura, nunca paso los 50 kilos y tengo 40 cm de cintura, cosa que pienso seguir manteniendo.

—¿Y es cierto que tardas tanto en peinar tu pelo? Se dice que te llega al suelo, y que te causó problemas de espalda 33 One Stop

—preguntó María con unas ganas inmensas de tocarlo.

—Sí, tardo dos horas al día en que me lo peinen, lo tengo tan largo como dices, pero con respecto a los dolores de espalda, comprendo que todas las mujeres sacrificamos algo por sentirnos mejor con nosotras mismas, pero no me lo peino yo, me lo peina Fanny Angerer, y mientras, aprovecho para leer, escribir cartas, o estudiar húngaro —explicó Sissi.

—No sé cuánto me quedaré en tu tiempo, la verdad es que ha sido un sueño hecho realidad el poder estar contigo, pero por si acaso... ¿puedo seguir haciéndote preguntas?

—dijo María.

—Sí, las que queráis. ¿De verdad era lo que más deseabais? ¿Conocerme? —preguntó Sissi sorprendida.

—Bueno... ahora mismo quiero tantas cosas…estoy en esa edad que no sé ni lo que quiero, pero sí, una de las cosas que hubiera deseado era conocerte —afirmó María con una sonrisa.

—Pues ya somos dos, a veces tengo las ideas tan claras, y otras veces tan confusas… Aquí todo el mundo se empeña en cambiarme, pero incluso haciéndolo, siguen cuestionando todo lo que hago, sobre todo mi tía, que se ocupa casi a diario de recordarme lo poco que deseaba mi boda con Francisco José —sonrió Sissi.

—Según dicen los libros que he estudiado, la vieja Europa no estaba preparada para entender a una mujer como tú, adelantada a tu época e inconformista —aclaró María demostrando su admiración por ella.

—Para lo que me dejan hacer… a veces me siento como uno de estos muebles; olvidada, ignorada, atada a una pared e inútil —se sinceró Sissi.

—En ocasiones yo también me siento así —dijo María—, 34 One Stop

nací en diciembre, por lo que soy la más pequeña de la clase, creo que tú también naciste en diciembre, ¿no?

Sissi se levantó y se dirigió hacia el arpa que tocaba cuando era niña, traída desde Bayern. Cada vez que la tocaba, recordaba su vida en libertad, con su madre y sus hermanos.

—A mí me gustaría ser invisible para la corte, si con ello puedo recuperar mi libertad, mi infancia, a mi madre, y a mis hermanos.

—¿Y a tu padre? —preguntó María extrañada de que no lo hubiese nombrado.

—¿Por qué preguntas por él? Mi padre ha estado poco con nosotros, la que en realidad nos ha criado ha sido mi madre. Mi padre ha estado demasiado ocupado con sus 8 hijos ilegítimos como para dedicarnos todo su tiempo a los legítimos, con todo eso no me puedo quejar, era una de sus hijas preferidas. Mi madre ha estado siempre con nosotros, nos ha educado y convertido en lo que somos —explicó Sissi, con apenas resentimiento, parecía aceptar la situación como algo normal.

En aquel momento se escuchó un ruido en el exterior y ambas miraron hacia la puerta.

—No sé cuándo volveré a mi tiempo, ni si quiera sé cómo llegué hasta aquí —dijo María.

—Decís que os empujaron contra mi retrato, ¿no?

—preguntó Sissi levantándose y dirigiéndose a la puerta—.

Pues vamos por el cuadro.

María comenzó a caminar tras la emperatriz, y en un susurro comentó: —Tu mirada en ese cuadro es triste, no deberías haberte casado con Francisco José.

Sissi detuvo su paso y se volvió hacia ella.

35 One Stop

—Amo a Francisco José, con quien no debería haberme casado es con el emperador de Austria, pero el problema es que ambos van unidos de la mano —aclaró Sissi—. Pero ahora no toca lamentarse, toca luchar, volver a levantarse, y seguir intentando cambiar las anticuadas costumbres de la corte. Sissi siguió caminando—. Por eso me gusta Hungría, su carácter rebelde e inconformista hace que me sienta cómoda.

—Sí, de ahí tu empeño en aprender húngaro —afirmó María.

—Sí, también hablo alemán. Inglés, francés y griego, sobre todo para poder disfrutar de las obras clásicas en su idioma original —aclaró la emperatriz.

—A mí también me gusta leer. ¿Qué autores son sus preferidos? —preguntó María, a la que apasionaba la literatura.

—Me encantan las obras de William Shakespeare, Friedrich Hegel y mi poeta predilecto Heinrich Heine —contestó Sissi.

Acababan de llegar al enorme retrato frente al que María había chocado, las dos se quedaron mirándolo en silencio durante un instante.

—¿Si pudieras venir conmigo al futuro lo harías?

—preguntó María.

—Si allí hubiera un Francisco José sin corona, sin deberes, sin protocolos… lo haría sin pensarlo —se sinceró ella.

—Ha sido un honor conocer a la emperatriz de Austria. Si tuvieras que darme un consejo, ¿cuál sería? —preguntó María con una sonrisa.

—Diviértete por los momentos en los que no puedas hacerlo —Olvidando todo protocolo, Sissi se quitó un broche que llevaba prendido del pecho, y se lo puso en 36 One Stop

las manos a María—. No te olvides nunca de vivir la vida cada segundo que esta te regale.

—Yo no tengo nada que darte —dijo María avergonzada.

—Solo hay una cosa que deseo y que ni tu ni nadie puede darme: libertad —contestó Sissi.

—Espera —dijo María, quitándose un colgante que llevaba con su nombre.

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—¿Valeria? ¿No te llamabas María? —preguntó Sissi con el colgante en sus manos.

—María Valeria —contestó ella.

—Gracias, no me olvidaré de ti —dijo Sissi.

—Sissi, aunque no te guste la corte, eres una mujer inteligente, y sabrás cambiar de alguna forma las normas, al igual que serás importante en la vida de tu pueblo.

Cambiarás las cosas, y a pesar de sentirte atrapada, encontrarás la forma de libertad que tanto añoras —se despidió María.

La emperatriz de Austria sonrió, y pillando desprevenida a María, le dio un fuerte empujón contra el cuadro, y esta cayó de la misma forma que había caído cuando la empujó uno de sus compañeros, pero esta vez, cuando abrió los ojos, estaban todos observándola.

Se encontraba dentro del cordón rojo de seguridad que impedía el desgaste y acercamiento al retrato, por lo que la levantaron de inmediato y la alejaron de aquella joya.

María aún estaba en trance, cuando sintió un fuerte pinchazo en su mano derecha. Cuando la abrió casi se cae al suelo de nuevo. Allí estaba el broche de la emperatriz de Austria y reina de Hungría.

«Todo ha sido real» pensó mirando el retrato de nuevo.

—Hasta siempre, Sissi —se despidió María, lanzando un beso al cuadro, y dibujando en su rostro una sonrisa.

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“Cuando veo sobre las olas la gaviota volar, quisiera ir.

Pero dirigir a un norte la proa de mis deseos, ¡Soy incapaz!”.

(Elisabeth de Austria - Hungría)

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Eva Martinez: Columnista de la revista One Stop, nos hace vibrar con su sección “El poder de la música”

Entrevista a Fausto Taranto La fusión del metal con el flamenco de raza puede parecer una locura, pero ellos lo hicieron creyendo en lo que hacían y ha dado resultado, se han convertido en uno de los grupos más llamativos de España.

Paco Luque a la guitarra eléctrica acompañado de Quini Valdivia, en el bajo Miguel Martínez, Adrián Barros a la batería y Enrique Amaya con la guitarra flamenca.Todos encajan perfectamente con la voz flamenca de Ismael de la Torre, y los coros de Gema Contreras y Eva Díaz.

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¿De dónde viene el nombre de Fausto Taranto?

Fausto es el protagonista de una leyenda clásica alemana, un erudito insatisfecho con su vida, que hace un trato con el diablo, intercambiando su alma por el conocimiento ilimitado y los placeres mundanos, el diablo siempre ha sido relacionado con el Metal y el Heavy, que es la mitad de nuestro estilo, junto con la otra palabra TARANTO, que es un palo del flamenco que desciende de la taranta, y se distingue de ella en que se atiene ligeramente a un compás, lo que hace posible el baile, similar al de la zambra Mora, y es la forma de identificar a la otra gran referencia de nuestra música que es un compendio del flamenco, el rock andaluz, etc.

¿Como estilos

surgió la idea de mezclar dos tan distintos el uno del otro?

Desde el respeto lo primero, hablando por mí mismo, escucho metal desde los 12 años y flamenco de igual forma, si otros se atreven a fusionarlo con jazz, con música cubana, con blues, y otros se permiten banalizarlo de aquella manera, como todos ya sabemos y habremos escuchado algunas herejías jajaja.. Así que, ¿por qué no desde el metal? Impregnamos mucha 41 One Stop

fuerza sonando a metal y le impregnamos el color del flamenco o del rock andaluz para tener esa capacidad de transmitir sentimiento y nuestras raĂ­ces, que para nada son solamente el flamenco, no pretendemos ser flamencos ni lo queremos ser, esto es otra cosa, es nuestro estilo y lo llevamos con la cabeza bien alta.

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¿Cómo

fueron

vuestros

comienzos?

En el festival Picón Rock de Jérez del Marquesado en el que tocamos Hora Zulu y La Edad de Bronce, surgió la idea de hacer algo, teníamos mucho tiempo ya que nuestras bandas no nos ocupaban lo bastante como para no probar cosas nuevas. Todo se aceleró mucho cuando Hora Zulu decidió hacer una parada temporal.

Cuando el primer núcleo que se formó (Ismael, Quini y Paco) ya tenía bastantes ideas, a veces casi canciones completas y estábamos seguros de que ese iba a ser el camino, nos decidimos a molestar a Miguelo (es un gran bajista y no queríamos a otro que no fuera el) el resto de componentes que han ido pasando por la banda hasta hace año y medio, han sido parte del proceso natural de estabilización de la formación que hoy es FAUSTO TARANTO, que está completada por el batería Adrián Barros y las coristas Eva Díaz y Gema Contreras, acompañadas por Enrique Amaya, nuestro guitarrista flamenco, personas muy comprometidas con el proyecto y que conocen la filosofía y lo que se cuece en el seno de la banda.

¿En que os inspiráis para componer las letras, y quien es el que las compone?

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Las letras las compone Ismael, una canción puede llevar desde una letra de cosecha propia, por sus vivencias o la forma de entender ciertos aspectos de la vida según lo que le sugiere la melodía, como así mismo el utilizar letras populares del flamenco que le encajan para conformar una historia o mensaje.

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¿Qué

deseáis

transmitir

con

vuestra

música?

Transmitimos sentimiento, lo que el rock andaluz transmite por suerte desde su época dorada, Nos gustaría pensar que la gente puede sentir hoy lo que la gente de aquellos años sentía cuando encendía la radio y sonaba Triana, Alameda, etc.., aunque es verdad que hoy por hoy, es un comentario muy extendido entre la mayoría de nuestros seguidores, lo cual es una suerte, quizá por el vacío que hoy tenemos en parte en esta música, que tantos años está defendiendo Medina Azahara todavía a un nivel excepcional, estamos muy orgullosos de nuestra música.

45 One Stop

¿Qué

proyectos

tenéis

para

el

futuro?

Hacer otro disco, tenemos el listón un poco alto con el debut, porque ha sido genial y bueno… Sobre todo grabarlo en muchas mejores condiciones, tenemos planes para ello ya, hacer todos los conciertos allá donde veamos que nos quiere la gente y sobre todo, vamos con tranquilidad y cautela, de nada vale ya tocar en todas partes porque si, hacer kilómetros a saco para nada y sobre todo, no fijarse una meta que no esté en nuestra mano, disfrutar de nuestra música y de los seguidores que se nos van agregando a diario, lo demás ya llegará y si no, no pasa nada.. Nunca está arriba lo mejor, como en este país podemos comprobar a diario. ¿Dónde

se

puede

adquirir

vuestro

disco?

Lo pueden adquirir a través de el propio Facebook de la banda, en los conciertos y en algunas tiendas de granada como Bora Bora, discos Gran vía, la tienda de instrumentos JAM de Obispo Hurtado y no recuerdo si hay alguna mas.

46 One Stop

Gracias por vuestro tiempo, One Stop os desea mucho ĂŠxito en todos vuestros proyectos.

Gracias a de nosotros

vosotros para

por esta

acordaros entrevista.

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Alex García entrevista a Leonardo Da Vinci

LEONARDO DA VINCI Hola amigos: En este número me gustaría hablaros de uno de los personajes históricos que me apasionan. Se considera la mente más brillante de todos los tiempos y la primera mente moderna de la historia. Figura fascinante del Renacimiento por su genialidad en tan variadas disciplinas como el dibujo, la pintura, la escultura, la arquitectura, la geología, la ingeniería, la anatomía, la botánica, la cocina, la música o la literatura, filósofo y urbanista. Era delgado, alto (medía 1,94 cm.), guapo, llevaba el pelo más largo 48 One Stop

de lo que era habitual en su tiempo y vestía ropa de colores vivos. Dicen que su conversación era fascinante y su razonamiento, persuasivo. Poseía, además, una fuerza descomunal; era capaz de doblar una herradura de hierro con un puño, como si estuviera hecha de plomo.

Se trata nada menos que de Leonardo da Vinci.

Aprovechando mi máquina del tiempo, he decidido viajar al Renacimiento y que sea el propio Leonardo, quien nos cuente todo sobre su vida y obras. ¿Os animáis a viajar conmigo?

En primer lugar, señor Da Vinci, quería agradecerle que atienda a estos humildes viajeros del futuro para que podamos conocerle mejor su persona y por supuesto sus obras.

No es necesario agradecer nada. Como bien sabes, yo soy un visionario futurista, y me alegra y halaga que aún estén interesados en mí en el siglo XXI. Según su opinión, ¿en qué medida ha podido influenciar el Renacimiento a nuestra época actual?

A pesar de ser un movimiento fundamentalmente artístico, el Renacimiento es un cambio, también, en la forma de conocer el mundo. En mi opinión, la ciencia moderna le deberá mucho a contemporáneos míos como Rafael y Miguel Ángel, y por supuesto a mí mismo, ya que protagonizamos el fin de la época medieval y el comienzo de la Modernidad, que hizo posible el mundo como lo conocéis hoy en día. ¿Nos podría contar algo acerca de sus comienzos?

Nací el 15 de abril de 1452 en la Toscana, en un pueblo llamado Vinci a las afueras de Florencia. Soy hijo ilegítimo de messer Piero, un terrateniente y notario importante de la región y de una campesina llamada Caterina. Al ser de 49 One Stop

distintas clases mis padres no se casaron entre sí, pero sí por separado.

En mi juventud quise continuar el oficio de mi padre como era costumbre, pero al ser ilegítimo no pudo ser; no tengo ni apellido. De hecho Da Vinci no es realmente mi apellido, significa simplemente “de Vinci”, la ciudad donde nací.

Como mi padre vio que tenía cierto talento para el dibujo, me llevó a Florencia en 1460 con la esperanza de que me hiciera artista. Y me convertí en aprendiz de Andrea Verrocchio.

A los 20 años me inscribí en el registro de pintores de la ciudad, para convertirme en artista profesional. Recibí el encargo de pintar un ángel en El bautismo de Cristo, del taller de Verrocchio. La figura impactó a mi maestro y demás aprendices, ya que me esforcé en dar movimiento al rostro del ángel, algo que no se había hecho nunca.

Verrocchio no volvió a pintar, hay quien dice que el motivo es que el alumno había superado al maestro. Yo no sabría qué pensar.

Con 30 años me trasladé a Milán, donde conseguí trabajar para el duque de Milán, Ludovico Sforza, y fui nombrado Ingeniero de la Corte. Fueron años de felicidad junto a los Sforza. ¿Su falta de conocimientos tradicionales le ha supuesto algún problema con la sociedad?

No saber latín me coartaba el acceso a los textos científicos.

En la corte de Milán me relacionaba con intelectuales que dominaban el idioma a la perfección y eso aumentaba mi frustración por no poder leerlo. Avanzados los treinta años, intenté aprender con libros que utilizaban los niños de la corte, pero nunca fue perfecto. Ciertas personas presuntuosas piensan que pueden ridiculizarme alegando 50 One Stop

que soy un iletrado, pero ¿acaso no saben que mis temas se ilustran mejor con la experiencia que con las palabras?

En el siglo XXI seguimos estudiando su teoría del Cielo Celeste, ¿qué podría contarnos?

Tan sólo fui el primero en explicar que el cielo tiene un tono celeste por la forma en que la luz del sol interactúa con los gases de la atmósfera terrestre.

A pesar de todo lo que ha hecho, algunos lo tacharon de flojo, ya que ha dejado gran parte de sus obras incompletas. ¿Qué opina sobre esto? ¿Flojo yo? Para nada. A la gente le gusta hablar, ya que no entienden cómo puedo alternar periodos de intensa actividad social con la soledad más absoluta, días de trabajo sin pausa con otros de exclusiva contemplación.

Por ejemplo cuando realicé La última cena iba a trabajar por la mañana temprano y trepaba por el andamio y trabajaba allí desde la salida del sol hasta su puesta, sin bajar el pincel, sin acordarme de beber o comer. Después podía haber varios días en los que no tocara el trabajo.

Cada día podía pasar una o dos horas mirando la obra, considerándola y examinándola, criticando las figuras para mí mismo. Tardé siete años en finalizar esta obra, ya que las figuras que representan a los 12 apóstoles y a Jesús fueron tomadas de personas reales.

Tardé 4 años en pintar la Gioconda, pinté tres versiones completamente diferentes una sobre otra. Soy muy perfeccionista. Lo que hace que no siempre pueda concluir los encargos. ¿Le preocupa el tema monetario?

El dinero es una preocupación constante. Mi falta de solvencia me lleva a aceptar trabajos que no habría hecho 51 One Stop

de encontrarme en situación más cómoda. Sólo teniendo dinero de sobra es la única forma de dedicarme al estudio de lo que realmente me gusta. ¿Es cierto que a los 24 años estuvo encarcelado por su condición homosexual?

De mi vida privada no me gusta hablar, pero es cierto.

Fui acusado de sodomía junto a algunos compañeros, por las supuestas relaciones con mis aprendices. No hubo testigos que declararan en mi contra y los cargos fueron retirados, sin embargo, fui castigado socialmente.

Probablemente la acusación la formuló un prostituto que ejercía de modelo para mí, y llegó a obsesionarse hasta límites insospechados.

Este hecho me marcó porque me sentí profundamente humillado y pasé mucho miedo. Tras salir de la cárcel me he convertido en una persona mucho más desconfiada.

Una de sus peculiaridades es la escritura especular, ¿en qué consiste realmente? ¿Y por qué usaba esta forma de escribir?

Consiste en escribir de derecha a izquierda de tal modo que las frases sólo adquieren su aspecto habitual cuando son vistas en un espejo. Básicamente escribir al revés. En mis cuadernos se ven apuntes que sólo con un espejo se logran leer. Hay personas que creen que escribía así porque tenía un secreto que ocultar. ¿Será?

En realidad soy zurdo y disléxico, aunque capaz de escribir y pintar con ambas manos. Más aún, puedo escribir con las dos manos a la vez, con una mano hacia adelante, y con la otra hacia atrás. Esta forma de escribir me resulta más cómoda. ¿Qué hay de cierto en que usted es vegetariano?

Lo soy. Los omnívoros son devoradores de cadáveres. Sólo 52 One Stop

uso a los animales para mis estudios. Considero que no deberíamos dejar que nuestro cuerpo se convirtiera en la tumba de otros animales.

Mi amor por los animales es tan grande que cuando voy a los mercados compro los pájaros que están enjaulados para después soltarlos.

Tampoco logro entender la costumbre de mi señor Ludovico de amarrar conejos adornados con cintas a las sillas de los convidados, de manera que puedan limpiarse las manos impregnadas de grasa sobre sus lomos. Se me antoja impropia del tiempo y la época en que vivimos.

Hizo grandes avances en la ciencia ya que realizaba estudios anatómicos del cuerpo humano y experimentos en las autopsias de cadáveres, a pesar de que esta práctica estaba prohibida. Dibujó con detalle y claridad gran parte de los órganos del cuerpo, y fue acusado de nigromancia 53 One Stop

y brujería. ¿Qué nos puede contar al respecto?

Gracias a mi gran fama y conexiones con reyes y papas, pude incursionar secretamente en hospitales y cementerios de donde extraía los cadáveres. De hecho, en una ocasión esperé a que muriera un hombre de 100 años para llevármelo y estudiarlo. Todo con fines científicos, yo no creo en brujerías, sólo me mueve la curiosidad. Aunque por muchos contactos que haya tenido se me prohibió continuar con mis experimentos por las supersticiones públicas.

En nuestra época, son reconocidos multitud de sus inventos, pero seguro que hay otros muchos que no son tan conocidos. ¿Podría comentarnos acerca de ellos?

Son tantos que casi no puedo recordarlos todos, pero podría decirle que inventé un enorme carro tirado por caballos, en cuyo exterior se encontraban cuatro cuchillas rotatorias pensadas para destrozar a los enemigos al momento de ponerse en marcha; creé modelos de anatomía humana; fui de los primeros italianos en pintar con óleo, en lugar de tempera de huevo; inventé el Ornitóptero (una máquina para volar que obtiene el empuje necesario del movimiento batiente de sus alas como lo hacen las aves ). La bicicleta, el tornillo aéreo —lo que nosotros llamamos helicóptero—, algunas máquinas voladoras —prototipo de nuestro ala delta—, el cañón de tres troneras, el Hombre de Vitruvio, (para buscar las proporciones divinas del ser humano), puente autosostenible, puente de oscilación, grúa de canal, sierra mecánica, bote de paletas, bote de cañón, cañón de vapor, planeador, máquina de vuelo con doble hélice y ala, cañón de barril, ballesta, vehículo de nieve, cañón de tornillo, máquina de doble dibujo, bomba de succión, puente de caballete, rueda hidráulica, taladro, un 54 One Stop

odómetro (dispositivo que mide la distancia recorrida), el martinete con trinquete o martillo pilón, el paracaídas con estructura piramidal de base cuadrada ,el anemómetro de lámina, un robot humanoide, la ametralladora, un vehículo móvil, catapulta, diseñé una fortaleza, el puente giratorio, los engranajes, vehículo blindado, barco de guerra o buque blindado, máquina de asedio, el carro de asalto, el arco sencillo, bolas de cañón explosivas disparadas por grandes morteros, tanque de guerra, muro de defensa, el cañón desmontable...

Fueron muchos.

Resulta curioso que a pesar de estar en contra de la guerra, entre sus inventos podemos encontrar multitud de armas. ¿A qué se debe esto?

Cuando me mudé a Milán, el único trabajo bien pagado era el de ingeniero militar y ya se imagina…

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También se conservan sus famosos códices. Háblenos de ellos.

Siempre suelo llevar un cuaderno encima, guardado en mi cinturón, donde anoto todas las cosas que me van pasando por la cabeza (ideas, sueños, pensamientos...). Tengo más de 6.000 páginas de dibujos y notas, fruto de mi mente en constante movimiento que espero sean de utilidad a las generaciones venideras. Pero sí dejaré muy claro, que jamás escribiré sobre mi vida privada en estos cuadernos. ¿Es cierto que una de sus pasiones es la cocina?

Totalmente cierto. Fui cocinero en una taberna que abrí con mi amigo, el pintor Sandro Botticelli. Se llamó: La Enseña de las Tres Ranas de Sandro y Leonardo, y fue adornada en la fachada con dos magníficos lienzos pintados por cada uno de nosotros.

Seguro que en su larga trayectoria ha tenido centenares de anécdotas. ¿Podría contarnos algunas?

Tardé 4 años en pintar la Gioconda o Mona Lisa, y no entregué el cuadro al esposo, porque para mí fue una gran 56 One Stop

creación. Finalmente mi obra fue utilizada para decorar el cuarto de baño del rey Francisco I de Francia en cuya corte pasé mis últimos años.

También tardé siete años en finalizar La última cena.

Muchos jóvenes se presentaron para ser seleccionados.

Tras algunos meses de búsqueda seleccioné a un joven de 19 años como modelo para pintar la figura de Jesús (tardé seis meses). Durante los seis años siguientes continué buscando y representando a 11 apóstoles; dejando para el final a aquel que representaría a Judas. Me costó semanas encontrar a un hombre con una expresión dura

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y fría. Un rostro que identificaría a una persona que sin duda traicionaría a su mejor amigo. Llegó a mis oídos que un hombre reunía estas características y que estaba encerrado en un calabozo de Roma sentenciado a muerte por robo y asesinato. Con un permiso, el prisionero fue trasladado a Milán. Durante meses este hombre se sentó silenciosamente frente a mí. Cuando y les di la orden de que se lo llevaran, al salir el prisionero se soltó y corrió hacia mí gritando: —¡Obsérvame! ¿No reconoces quién soy?

—Nunca te había visto en mi vida, hasta aquella tarde en el calabozo de Roma.

Llorando y pidiendo perdón a Dios el reo me dijo: —Maestro, yo soy aquel joven que usted escogió para representar a Jesús en este mismo cuadro.

Queremos agradecerle el tiempo que nos ha dedicado, y para terminar, nos gustaría que nos diera algún consejo para todos los que lo admiramos.

Muchas gracias a vosotros por pensar en mí. Y mi consejo es: «Como el hierro se oxida por el desuso y el agua estancada se pudre o se hiela con el frío, así se echa a perder nuestro intelecto a no ser que lo mantengamos en uso». *** De vuelta a nuestro tiempo, gracias a la máquina del tiempo, os contaré que Leonardo escribió su testamento el 23 de abril de 1519, en el que planeó su funeral que incluía múltiples misas religiosas, a pesar de que nunca mostró interés por la religión. Falleció en Amboise (Francia), el 2 de mayo de 1519, a los 67 años.

Como gran parte de su obra jamás fue publicada, no afectó al curso de la historia a pesar de la gran cantidad 58 One Stop

de avances cientĂ­ficos que incluĂ­an sus notas.

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