One Stop Diciembre

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Ă?ndice

ONE STOP Entrevistado por One Stop meses antes de su fallecimiento

NÂş 12 + 1 S e p t i e m b r e

Entrevista a la gran Victoria Vera One Stop 1


Índice No voy a empezar hablando de lo que todo el mundo espera que se hable. Es cierto que nuestro número de diciembre sale en plenas fechas navideñas en las que todo es felicidad y amor, pero también es cierto que para muchas personas no son buenas fechas. Gente que no puede volver a su hogar por diversos motivos, gente que no es aceptada en su propia familia por su simple condición sexual, siendo obligados a desempeñar un papel cuando se abre el telón. Tampoco hay que olvidar a esas personas que cenan solas sin nadie a quien felicitar el año nuevo, a los que se ven rodeados de niños y añoran poder tener uno propio, a los que pasan frío en la soledad de las calles vacías y a los que pasan hambre y penurias. Pero a pesar de haber hecho este pequeño inciso y haberos obligado a tomar tierra, debo reconocer las hermosas imágenes de todas las ciudades del mundo llenas de luces que nos deslumbran e incitan a consumir. Bueno, vale ya de sarcasmo, prometo ponerme las gafas positivas y ver el abrazo que se da a esa persona especial que está a tu lado siempre, y Directora y con la deseas envejecer. Voy a mirar Responsable más allá de las luces y a ver a la gente de Diseño y que en esos días toma más conciencia Maquetación y ayuda a los necesitados. Pero sobre todo, me gustaría agradecer a toda esa gente que vela por nosotros, esos grandes ausentes que trabajan en Navidad cuando todos estamos de celebración, a los que no descansan, a esos sectores que no pueden pasar las fiestas con su familia pero en cambio salvan vidas. Me gustaría que cuando todos estuviéramos calentitos en casa bebiendo champán, les dedicáramos un pensamiento a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, a los bomberos, a todos esos agentes que nos cuidan, al personal sanitario, al sector transportes y a todo aquel que esa noche nos hace la vida más fácil. Ya solo queda recordaros que si bebéis no conduzcáis, vuestra vida y la de los demás depende de vosotros. 2 One Stop


Equipo editorial One Stop

Índice

Directora y Responsable de Diseño y Maquetación: Mª Beatriz Muñoz Ruiz

Subdirectora y Coordinadora de Contenidos: Carmen María Avivar

Coordinadoras de Corrección: Paloma Albarracín Andrea Melamud

Correctores:

Andrea Melamud Mora Malú Laura Santiago Miriam Villares

Ilustradores:

María C. Verea Víctor Siena Mar Castillo

Relaciones públicas: José Luis Ortiz

Reseñadores:

Paolo Da Santos

Asesora jurídica:

Almudena Sánchez One Stop 3


Índice

Índice Debate: Poliamor: A favor o en contra............................................................. 7

Poesía:

Por morir en tu pecho (Manuel Miguel Martínez Miras)..........................13

Alma febril (Alexa Dalmasio)..............................................................15 Más al sur (José Adelardo López Juliá) .......................................... 18

Relato:

Libertad (María Beatriz Muñoz) ....................................................... 23 El maestro literario (Enrique Gallud Jardiel)..................................... 29 En las garras de Irma (David Fernández Varón) ............................. 39

Relato serie: El Espejo. Capítulo 6 (Jesús Cantú)................................................. 45

Entrevista:

Entrevista a Charles Aznavour (Eva Mª Perez Llano)...................... 51

Milagrosa música:

Entre la tierra y el cielo (Mora Malú).....................................................55

Historia:

La marquesa rebelde (Carolina de Prado) .................................... 58 Einstein (Álex García) ..................................................................... 62 4 One Stop


Índice Entrevista: Victoria Vera (José Luis Ortiz) ......................................................... 70

Pensamientos en voz alta:

Navidad de eternidad (Carlos Javier Jarquín).................................. 75 Los abuelos (Carmen María Avivar) ................................................ 77

El mejor cine de todos los tiempos:

Ciudadano Kane (Claudia Álvarez).................................................. 80

Desde la ventana de Lola:

Existencia, conciencia y dicha (José Luis Ortiz) ............................. 82

Salud: Conducta suicida (Manuel Portillo) .................................................. 85

Cuentos y leyendas populares: Leyendas de Sevilla (Carmen María Avivar) ................................... 88

Sin palabras:

Autores: Mayte A.R. ..................................................................................... 94 Víctor Siena ........ ........................................................................... 96 Alfonso Cabañas Rodríguez ............................................................ 97

Hablando de Arte:

Diego Canca (José Adelardo López Juliá) ..................................... 99

Humor gráfico:.............................................................................107 César Letelier

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Índice Sabores de siempre:

Merluza en salsa verde (Carmen Vinuesa) ....................................108

Sección Infantil:

Carolina, Lorena, Claudia,Valeria...................................................110

Contraportada Fotografía de Mar Castillo.............................................................. 117

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Índice Dos opiniones, dos puntos de vista diferentes ¿A quién te unes? CONTRARIA AL POLIAMOR

Carolina de Prado ¿Qué es el poliamor?, ¿qué realidad representa esta palabra tan repetida últimamente por medios de comunicación y blogueros de moda? Hay que diferenciar, en primer lugar, el concepto de poliamor de lo que son las relaciones abiertas, las cuales no conllevan elementos afectivos. El poliamor se presenta como una variación de relación no exclusiva que involucra un elemento sentimental. Tal y como explica la psicóloga consejera, especialista en parejas, Naychaly Rivera Nieves: «en el concepto de poliamor, son personas las que deciden que pueden amar igualmente tanto románticamente como eróticamente, con la misma intensidad a múltiples personas». Una vez definido el poliamor, quisiera presentar mis argumentos sobre las desventajas de esta forma de comunidad emocional y afectiva. Quedando claro de antemano que yo no me posiciono en contra de la libertad privada de cada persona para vivir sus sentimientos y sexualidad como estime conveniente, expongo mi opinión personal sobre una realidad social de actualidad. En primer lugar, me gustaría tratar brevemente los problemas jurídicos que puede presentar el hecho de que varios individuos convivan y One Stop 7


Índice constituyan una «familia ampliada» formada por más de dos adultos junto con sus respectivos hijos, si los hubiera. Los poliamorosos defienden su derecho a ser considerados como un nuevo tipo de familia. Creo que es respetable que un grupo de personas decida convivir voluntariamente y establecer sus propias normas morales para interrelacionarse, y que por ello quieran ser protegidas como «familia» por la legislación vigente, solicitando el derecho y el respeto a su vida privada y familiar. Pero esta protección ya la tienen reconocida tanto por las leyes europeas, en el artículo 8 del Convenio para la protección de los derechos humanos y las libertades fundamentales y en el artículo 7 de la Carta de los derechos fundamentales de la Unión Europea, como en la legislación española, en el artículo 39.1 de la Constitución de 1978. Otra cosa diferente es que pretendan su equiparación jurídica a la figura del matrimonio civil en lo relativo a derechos y deberes de los cónyuges, fiscalidad, pensiones y asistencia social o filiación. El matrimonio civil, bien sea el constituido por un hombre y una mujer, bien el homosexual –introducido por la Ley 13/2005 de 1 de julio–, obedece a una realidad presente y extendida en nuestra sociedad. El primero aparece como base histórico-cultural de las uniones civiles en nuestro país y el segundo, como una necesidad de adaptación de la legislación española a una realidad suficientemente importante y extendida en la sociedad, y como una manera de eludir y acabar con las diferencias individuales y la discriminación por razón de orientación sexual. Tampoco sería comparable la regulación jurídica de los efectos del poliamor con la de las uniones de hecho, supuesto este que también contempla nuestro ordenamiento jurídico, en cumplimiento de lo dispuesto por el artículo 3.1 del Código Civil sobre la aplicación de las normas según «la realidad social del tiempo en que han de ser aplicadas». Si bien existe el poliamor en la sociedad española, no considero que su realidad sea tan extendida ni tantos los poliamorosos españoles como para que exista la necesidad de adaptar, por el momento, nuestra 8 One Stop


Índice legislación. Adaptación que sería complicada debido a la propia esencia del poliamor, ya que la misma libertad, con reminiscencias de idealismo hippie, que tienen los poliamorosos de elegir a cuántas personas quieren vincularse emocionalmente y por cuánto tiempo, conduciría a una gran complejidad para legislar una normativa de base y para conseguir que las normas se aplicaran en la práctica a cada supuesto particular. A tenor de lo anterior, me gustaría comentar otra razón por la que creo que el poliamor, si bien es respetable, no supone más que una forma de convivencia que se ha puesto de moda y que es una manera de que determinadas personas, que han fracasado en sus matrimonios o no han encontrado la felicidad en relaciones monógamas, busquen la satisfacción personal, consuelo, compañía e incluso la posibilidad de tener varias parejas sexuales. ¿Por qué normalmente recurren al poliamor las personas que no han conseguido sacar adelante sus parejas monógamas? ¿Es que en el poliamor no existe la escasa comunicación, los celos y la falta de tiempo dedicado a tu pareja? En las uniones poliamorosas hay más posibilidad de conflicto al ser más los individuos que participan en la relación. Sin embargo, los poliamorosos defienden que entre ellos existe más comunicación, pero no creo que se trate de una forma de comunicación emocional y profunda, sino más bien de un consenso grupal con el fin de conseguir una mejor organización colectiva. Los celos sí están presentes en las relaciones poliamorosas, aunque hay quien dice que se controlan mejor al tener la posibilidad sus miembros de tener relaciones sexuales con sujetos del propio grupo poliamoroso, «relaciones poliamorosas cerradas», o con otras personas ajenas al grupo, «relaciones poliamorosas abiertas». En cuanto al tema del tiempo dedicado a la pareja, me parece increíble que en la sociedad en la que vivimos se pueda creer que es posible crear relaciones afectivas basadas en las experiencias comunes, dedicar tiempo de calidad a tus parejas, escucharlas y aconsejarlas y, además, One Stop 9


Índice tener intimidad más allá de los encuentros sexuales siendo varias las personas que reciben esas atenciones. Si ya es difícil conseguir tiempo para dedicarlo a tu media naranja, no me creo que se encuentre para trabajar, cuidar de los niños y conseguir momentos que compartir con todos los gajos de la mandarina, si me permiten la metáfora. Por último, me gustaría tratar el tema del amor. Sin querer pecar de romántica, y basándome también en la practicidad que me otorgan dieciocho años de vida en común con mi compañero, debo decir que creo firmemente que la verdadera y más pura forma del amor de pareja se consigue vivir cuando uno piensa, ama y se entrega a una sola persona. Es difícil conseguir alcanzar ese pleno y verdadero amor, y más aún mantenerlo en el tiempo, pero pienso que quien lo haya sentido, por lo menos una vez en su vida, sabe que no es lo mismo que apreciar el deseo, la amistad o la atracción por más de una persona, por mucho que se pueda compartir la vida de una manera satisfactoria con más de una pareja. No creo que el hecho de tener relaciones emocionales o sexuales con otras personas solucione los problemas de pareja de un matrimonio o de dos personas unidas por una relación de hecho. Tampoco creo que sea la manera más satisfactoria a largo plazo para encontrar la felicidad y la realización personal ni el mejor ejemplo de convivencia para los menores. Puede que existan casos de personas que hayan conseguido hacer perdurar en el tiempo una familia poliamorosa, criando incluso a sus hijos en un ambiente de respeto y amor. Pero esto no quiere decir que el poliamor no sea en la mayor parte de los supuestos un ideal de amor libre, cuya verdadera realidad, como vinculación afectiva cambiante y variable en función de las necesidades de cada uno de sus miembros, no representa una realidad social suficientemente significativa.

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Índice

A FAVOR DEL POLIAMOR José Luís Ortíz defiende en nuestro debate el Poliamor.

EL«CORNUDO», UN ANIMAL EN EXTINCIÓN Estamos en una sociedad de consumo, y el amor lo hemos convertido en una parte más de esa sociedad en donde todo se compra o se vende. El amor no es una lavadora ni un vulgar electrodoméstico con manual de instrucciones (de ahí la cantidad de divorcios e infidelidades), y una forma de terminar con ello puede ser la polifamila: un amor entre varias personas a la vez. Se comparte espacio, salen en ocasiones los tres, comen juntos y viven aventuras eróticas que fortalecen las relaciones interpersonales. Y fortalecer las relaciones en una sociedad en la que se auspicia la soledad es un gran paso hacia una sociedad más humana. Fomentar la comprensión y la tolerancia es una apuesta ética que implica revisar las relaciones de poder entre las personas. Es desenmascarar cómo ciertas instituciones quieren habitar nuestro cuerpo a través de algo tan hermoso como el amor. Es una alternativa que abre el marco de posibilidades honestas de la realidad frente a lo que hacen llamar el «cómo debe ser». Es potenciar la libertad. Se precisa de acuerdos y se negocia. Por ejemplo, cuando alguien en la pareja expone que está enamorado de otra persona, se habla y, de esa manera, no es necesario mentir, no hay que ocultar las emociones, no hay que vivir una doble moral. Un paso más hacia una sociedad más humanizada. One Stop 11


Índice En la noción de polifamilia, no se viven las relaciones de la misma manera. No es que no se quiera, se quiere de una forma diferente. La monogamia es un estilo de vida aburrido y que jamás accede a «compartir» la persona amada con otro. Este concepto implica que, además de ser honesto con esta persona, se le es totalmente transparente. Mucho mejor que caer en la infidelidad, en la doble vida. Normalmente, en el concepto de familia tradicional se unen, por lo que excluyen a las terceras partes. Es estar con alguien porque no puedes querer a nadie más y no establecer vínculos por lo que unen, en este caso son los sentimientos y la honestidad. En este concepto tanto como en el tradicional, sucede como en el enamoramiento: no se busca. Un día te sientes bien con alguien y, de repente, descubres que Cupido ha vuelto a hacer esa magia que se llama amor, y que el amor es la única realidad de esta vida que se incrementa si se comparte con honestidad y honradez. Eso es vivir la vida desde la plenitud del sentimiento. Es curioso y preocupante cómo la gente acepta más la infidelidad que el concepto de polifamilia. Estas personas no son infieles, pues mantienen una relación de confianza con todas sus parejas, y entre ellos hay consentimiento. Se puede tener un compromiso con todas ellas, vivir juntos y formar una familia si así lo quieren todos. En realidad, es la polifamilia el único lugar que implica compromiso, fidelidad, honestidad y consenso frente a la tradición y al conservadurismo de la familia tradicional. Es un alegato desde la honestidad, desde el sentimiento del corazón que está siempre antes que la frialdad y la rigidez de las normas. Además, no olvidemos que con ello se terminaría con la lastimosa figura del «cornudo» o «cornuda» y se quedaría en el pasado de una vez por todas. A modo de colofón, he de afirmar que el amor es la respuesta a muchas cosas, pero en esa espera el sexo plantea muchas preguntas interesantes y nada desdeñables. Además, la meta en la vida es ser feliz y divertirse, y no dejemos atrás que el sexo es lo más divertido que se puede hacer sin reír, ¿o no? 12 One Stop


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Poesía

MANUEL MIGUEL MARTÍNEZ MIRAS Licenciado en Filosofía y Letras por la Universidad de Granada y Licenciado en Derecho.Autor de música y letras, en el año 2000 publicó el disco titulado “Acaríciame el Alma”, (discográfica Ámbar. Granada). Autor de la novela “La Promesa” (2002), en la actualidad, ultima su segunda novela “Celinda”.Autor de varios poemarios inéditos: “A tiempo de mar”, “La conciencia de un paraguas” y “Las huellas de otra”. Colabora en diversos círculos literarios participando en antologías, recitales y encuentros de Poesía en Andalucía.

POR MORIR EN TU PECHO

¡Ay, Amor!, que vienes, que te estás yendo. ¡Ay, Amor!, que te vas, que te voy viendo. ¡Ay, Amor!, que te revuelves bajo losas de cemento. ¡Ay, Amor! One Stop 13


Índice Que gritas en las tapias del cementerio, en la tumba de agua que arrastra las almas de la esperanza hasta la arena de la playa; en las cunetas donde cantan las violetas canciones de cuna a niñas desheredadas. ¡Ay, Amor!, que me vendo por morir en tu pecho.

Ilustración de María C. Verea 14 One Stop


Índice

Alexa Dalmasio

ALMA FEBRIL Era un puente sin compuertas, siniestra ciudad desierta de gentes a medio nombre penumbrosos en la noche; se congelaba mi cuerpo y el agua que destilaba prendía mi piel ligera; un sollozo abrió el silencio, rasgando la fría luna y el miedo de mis entrañas gotas surtía al caer y me florecían en rosas One Stop 15


Índice rosas con olor a espanto. ¡Lágrima sin llanto había, y una agonía sin tregua! un rostro pálido, lívido y unos ojos nubecinos, que apenas podían ver, en árida arena fijos, buscando una vieja tez, y mis manos temblorosas tocaban oscuro el cielo. La sangre a medio correr y el corazón endeblucho, un cosaco a medio arder, cuando el dolor mucho era; la pesada alma febril caía sobre mis pies rasgando el rústico suelo, con garras de incertidumbre y un desvelo de noche gris. de repente la mañana, daba reverencia al sol, a mi pura pesadumbre y este solo corazón en ausencia de respiro y a cuantos espacios míos, donde aún no llega el día, donde no cabía luz, un añorado lugar. Un encuentro inesperado... un tropiezo muy casual,

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Índice la sonrisa de neblina donde ya rostros no había, y los cuerpos se marchitan en fiebre de la nada y en el frío del vacío flamígero, que quemaba una desolada alma que buscaba huir del miedo.

Fotografía de Mar Castillo One Stop 17


Índice José Adelardo López Juliá Poeta y escritor nacido en Tetuán, reside en Granada. Su obra ha sido recitada y traducida a varios idiomas, obteniendo su mayor reconocimiento en España y Marruecos. Dentro de su obra podemos destacar su libro: Un paseo por Granada, Los textos de la sinfonía del mar, el poema simbólico a Salvador Patón, los poemas del libro Baza, Capital del Altiplano, los textos y poemas de la colección Arte Actual, etc...

Más al sur

Entre dos lenguas de tierra, donde se besan mar y océano, encrucijada de caminos, de culturas, de mil barcos, entre el azul del Atlántico y el verde Mediterráneo, más al sur, brotan unas manos capaces de fundir la luz del agua verde y azul. Cuando abraza su trabajo, dos continentes se juntan, más al sur. Lleva en su sangre la sal, 18 One Stop


Ă?ndice algo de esencias morunas, el arco iris del mar, las bellas noches de luna, mucho de humanidad, la elegancia de su cuna. Si lo buscas, mira al mar, mĂĄs al sur, donde brota la hermosura.

Ilustraciones: Cuadros realizados por Diego Canca

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Índice CILENTI EMANUELE Desde Italia nos llegan los poemas de Cilenti, un poeta, novelista y actor con varios libros publicados y poseedor de innumerables premios literarios. Os dejamos con su poema tanto en versión original, como traducida al español.

L’avvoltoio ed il passerotto (per le vittime della pedofilia) Passerotto passerottino da quanto tempo non voli più? Il tuo mondo è dentro una gabbia di metallo in una stanza al buio ogni sera arriva lui l’avvoltoio col cuore nero come il mantello di piume che indossa viene per distruggere violentare e uccidere. Passerotto passerottino hai messo via i tuoi giocattoli sei tu diventato un giocattolo il suo preferito ed ogni notte la luna e le stelle piangono per te quando l’avvoltoio inchioda le tue ali alle sbarre mentre ti fa inginocchiare 20 One Stop


Índice davanti al suo potere. Non piangi non lo fai più hai messo via anche le tue lacrime e fissi quell’arco attaccato al muro quante volte hai voluto scoccare una freccia dritta sul suo petto ma hai sempre desistito mentre aspetti invano un alba dorata con le sue ali forate di stelle che venga a rapirti per portarti lontano la distanza giusta per gustare una lacrima di felicità.

El buitre y el gorrión (para víctimas de pedofilia)

Gorrión gorrión ¿Cuánto tiempo hace que no has estado volando? Tu mundo está dentro de una jaula de metal en una habitación oscura él viene todas las tardes el buitre con un corazón negro como la capa de plumas que usa se trata de destruir violar y matar. One Stop 21


Índice Gorrión gorrión guardas tus juguetes te convertiste en un juguete su favorito y cada noche la luna y las estrellas lloran por ti cuando el buitre clava tus alas a las barras mientras te hace arrodillar ante su poder. No llores ya no lo haces también guardas tus lágrimas y arregla ese arco unido a la pared cuántas veces quisiste disparar una flecha directamente sobre su pecho pero siempre has desistido mientras esperas en vano un amanecer dorado con sus alas perforadas con estrellas eso viene a secuestrarte a llevarte lejos la distancia correcta para disfrutar de una lágrima de felicidad.

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Relatos

María Beatriz Muñoz Ruiz Escritora y Directora de la revista One Stop, responsable de Maquetación y Diseño. Titulada como Community manager y formada en el campo del Márketing digital y como Personal Brading. Titulación de Técnico en consumo y Coaching personal y en equipo.

LIBERTAD No entiendo cómo a la gente le gusta la polución, los ruidos y andar como zombies llevados por una marea humana. Cuando salgo de casa no puedo evitar mirar desde el coche en dirección al bosque, pero sé que aún no toca, que tengo que vivir atrapada en este cuerpo, viajar a Seattle cada día, y sentarme detrás de una mesa de madera antigua intentando buscar una posible defensa para clientes, que si por mi fuera, los encerraría de por vida en prisión. En el edificio donde trabajo no pude conseguir plaza de garaje, por lo que me vi obligada a alquilar una un poco más lejos. Hay personas a las que una manzana les parece cerca, pero a mí se me hace un infierno. Odio el ruido, los coches, la gente que anda mirando el móvil, odio pisar el asfalto y tener que ir adecuadamente vestida a mi trabajo. A pesar de todo esto, intento seguir el consejo que me dio mi madre cuando era pequeña: “A la gente no le importa si estás mal o si eres feliz, lo único que desean es acercarse a alguien que no les One Stop 23


Índice cuente sus problemas, ya que cada uno lleva su propia carga. Sonríe y se acercarán a ti, así será mucho más fácil hacerte con cualquier presa”. Al recordar sus palabras, una sonrisa se dibujó en mi rostro, en aquel momento no supe cuán ciertas y literales podían ser sus palabras hasta que descubrí su verdad y mi verdad. Cuando llegué a la gigantesca puerta de cristal me detuve, suspiré y, con una sonrisa falsa puesta en mi cara, decidí enfrentarme a un nuevo día. Cuando atravesé la puerta, el olor a perfume rancio de Estefanía invadió mis fosas nasales haciéndome arrugar la nariz en un movimiento instintivo e imperceptible a los demás. ―Buenos días, señorita Dick ―saludó ella inmediatamente al verme. Como siempre hacía, respondí amablemente a su saludo y me dirigí a su mostrador para ver si había algo para mí. ―Emma, en tu despacho tienes esperándote ese tipo escalofriante que está siendo investigado por el asesinato de su mujer ―susurró Estefanía, tuteándola, ahora que nadie las oía. Yo suspiré recordando que efectivamente había quedado con él a primera hora. ―No tendrás un arma a mano, ¿verdad? ―pregunté con aspecto de cansada. Estefanía, haciendo gala de su inocencia y servilismo echó un vistazo durante dos segundos a la parte baja de su mesa. ―No, lo siento, no tengo ninguna ―respondió apurada por no poder complacerme. Ese fue el único momento de aquel día en el que reí sinceramente. ―No te preocupes, sólo era para ahorrarme el juicio y hacer justicia a su pobre esposa que ahora estará retorciéndose de ira en su tumba. ―No te apures, sólo haces tu trabajo ―contestó condescendiente Estefanía―, si quieres, esta noche podemos ir al bar del otro día, ese en el que huele a hombre y testosterona. Ambas nos reímos al recordar la experiencia tan desagradable de 24 One Stop


Índice hacía una semana, pero en aquel momento, Estefanía se irguió ante la presencia de otro abogado y se disfrazó de la recepcionista eficiente que era en su trabajo. Yo, muy a mi pesar, comprendí que debía también adoptar mi disfraz de abogada y defender al desagradable, odioso, hipócrita, desarmado, asesino, embustero, y repugnante de mi cliente. De camino a casa sólo podía pensar en que sólo me faltaban cinco días, sólo cinco días y sería libre, por lo menos una parte del día. Aquella noche necesitaba una copa y olvidar el sentimiento de culpa que me invadía después de haber defendido a alguien a sabiendas de que es culpable. Iba a cambiarme y a disfrutar más o menos de la noche con mi amiga, pero cuando llegué a casa mis sentidos se activaron, un olor muy particular llegó rápidamente a mí, aparqué y como si no pudiera resistirme a ese olor, opté por rodear mi casa y dirigirme a las escaleras de atrás. El olor era cada vez más intenso, y mi cuerpo parecía excitarse cada vez más, me sentí acalorada, y cuando vi al hombre que descansaba en las escaleras también me sentí avergonzada por no poder disimular. No dijo nada, me miró fijamente con sus ojos verdes casi transparentes y mi cuerpo reaccionó. Se acercó lentamente a mí, y mis pies atraídos por una fuerza extraña también se acercaron a él, mi corazón galopaba demasiado rápido, y cuando estuvimos a escasos milímetros el uno del otro, sentí el calor que desprendía su cuerpo. Mis sentidos olvidaron el mundo que nos rodeaba, sólo existía aquel desconocido de ojos verdes, cuerpo impresionante y pelo oscuro. Mi mano, como si actuara la muy descarada por su cuenta, se posó sobre el pecho de él, sus músculos se intuían con facilidad debajo de la ajustada camiseta y su calor me produjo un escalofrío de excitación. Él no pronunció palabra alguna, simplemente me besó como si no One Stop 25


Índice existiera el mañana, con deseo, desesperación, y ansia. Unió su cuerpo al mío sin pedir permiso, como si ya fuera suya. Yo no me resistí, porque sin comprenderlo, reconocí que inexplicablemente me sentía suya. Le devolví el beso con igual intensidad, nuestras lenguas y nuestros cuerpos parecían desesperados, y la ropa nos estorbaba. Él me cogió en brazos sin dejar de besarme y entró en mi casa dirigiéndose directamente a una alfombra que tenía frente a una chimenea que encendía muy ocasionalmente. Me tumbó sobre ella y me desnudó rápidamente haciendo él lo mismo. Mi cuerpo ardía por dentro y por fuera, y mientras él devoraba cada parte de mi piel, mis gemidos y mi desesperación se hacían más palpables y más intensos. Él no aguantó más y se introdujo en mi interior con fuerza y con embestidas salvajes que me hicieron llegar al clímax rápidamente. Cuando alcancé el mayor placer que jamás hubiera experimentado, mi cuerpo se quedó laxo junto a la chimenea, y mientras mi respiración luchaba por alcanzar la normalidad, se inclinó y me susurró al oído: “Puedes ser libre eternamente y vivir junto a mí siendo feliz o seguir toda tu vida odiando lo que haces y atrapada en una vida que no te pertenece”. Su voz volvió a excitarme, y sin poder controlar mi cuerpo, fui yo esta vez la que cogí lo que me pertenecía. A la mañana siguiente desperté en mi cama, sola y acalorada aún, en un primer momento pensé que todo había sido un sueño, pero junto a mí pude ver una nota. Me incorporé rápidamente para leerla: “Te espero dentro de cuatro noches en el bosque, no pienses como abogada, déjate llevar por tu instinto y no analices todo. Hemos nacido para estar juntos, ni tú ni yo controlamos el destino”. En mi móvil había bastantes llamadas perdidas de Estefanía, y sabía que estaría muy enfadada, lo peor es que no sabría cómo explicarle lo sucedido. Como intuía, cuando entré al edificio ella apenas me miró, y por su puesto ni me tuteó. ―No te enfades, es que anoche... ―comencé titubeando. 26 One Stop


Índice ―¿Sabes lo preocupada que estaba? ¿Sabes que llegué incluso a ir a tu casa para comprobar que estabas bien? ―dijo muy cabreada. ―¿Fuiste a mi casa? ―pregunté avergonzada imaginando lo que habría visto mi amiga. ―Sí, fui a tu casa, pero no me hizo falta entrar para escuchar tus gemidos y los de un hombre. ¿Te puedes imaginar lo dolida que me sentí al ver que ni si quiera me habías llamado para contarme que te estabas tirando a un tipo buenorro? ―regañó Estefanía en un susurro. ―No sé quién es ―bajé la mirada avergonzada, ante la sorpresa de mi amiga que había dejado la boca abierta sin intención de cerrarla―. Apareció en mi casa y yo... él... bueno, no sé cómo pasó. No me mires así, mi intención era cambiarme e irme de fiesta contigo. ―No te apures, si yo hubiera tenido la misma fiesta que la tuya, también te habría dejado plantada ―rio mientras se le pasaba el enfado―. Bueno, te perdono si me lo cuentas todo en el almuerzo. ―Trato hecho ―sonreí aliviada dirigiéndome a mi despacho. Los días pasaron demasiado rápido, y la noche en la que había quedado con el desconocido había llegado. Sabía que la promesa realizada unos días antes me era imposible de cumplir. Aunque fuera a nuestra cita, él no me reconocería, pero necesitaba volver a verlo aunque él no lo hiciera. Era la hora, la luna empezó a reflejarse en mí y como si por fin pudiera ser libre, mis ojos cambiaron, mi cuerpo se

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Índice hizo más fuerte y se cubrió con esa maravillosa capa de pelo animal que me aislaba tanto del frío como del calor. Ya no tenía ropa que impidiera mis movimientos, mis cuatro patas eran finas y ágiles, y conforme corría hacia el bosque el aire refrescaba mi cara y movía mi pelo blanco como la luna llena de aquella noche. Al llegar a lo alto de la colina, el mismo olor que noches antes me había embriagado volvió a mí, pero esta vez no tenía forma humana. El lobo que tenía frente a mí era negro, grande y con los mismos ojos de aquel extraño. Me acerqué y pude escuchar su voz en mi mente. “Eres mi pareja, hemos nacido para estar juntos, y si decidimos permanecer unidos, seremos libres para siempre adoptando nuestra verdadera naturaleza, la de lobos”. En ese instante entendí todo, y sentí la sensación de haberme desprendido de un enorme peso que oprimía mi existir. No tendría que volver a mi forma humana nunca más, sería libre junto a la persona que deseaba estar, bueno, más bien lobo, porque él había renunciado a su vida humana y yo también lo tenía claro. Asentí, miré hacia abajo y dije adiós a la cárcel en la que había estado prisionera toda mi vida. Yo comencé una nueva vida llena de felicidad, pero entre los humanos hubo alguien que pagó por los delitos que había cometido. Cuando la policía comenzó a investigar mi desaparición, encontraron todas las pruebas que había reunido en contra de mi cliente para intentar librarlo de ellas, pruebas que directamente lo habrían condenado, de no ser porque yo era una de las mejores abogadas de EEUU. Pero una vez encontradas, fueron investigadas por el fiscal, y aparte de ser condenado por el asesinato de su esposa, también le hicieron responsable de mi desaparición. Justicia y libertad, ¿qué más se puede pedir? 28 One Stop


Índice

Relato

Enrique Gallud Jardiel Reconocido escritor y ensayista, Doctor en Filosofía Hispánica, profesor universitario, autor de más de cien libros, actor, director teatral y nieto del famoso comediógrafo Enrique Jardiel Poncela.

EL MAESTRO LITERARIO

Ya desde bien pequeñito Venancio se hallaba convencido de que la suprema habilidad en el reino de las letras no era escribir bien, sino hacerse famoso sin haber escrito nada. Pero ser literato sin escribir no es tan fácil como pudiera parecer. Es todo un arte. Así que decidió buscar a un maestro que le revelase los secretos de la increación artística. Sin embargo, no sabía a quién dirigirse para conseguir esta orientación. Quiso la casualidad o la suerte que se topara en una librería con un curioso libro. Eran las Obras completas de un señor, un tal Ignacio Chiringo, de un volumen tal que si le hubiesen pagado los derechos de autor en relación con el peso del ejemplar, estos no le habrían llegado para comprarse un sacapuntas. «Este es mi hombre», se dijo Venancio. La encuadernación era primorosa, eso sí, en piel de mofeta con bordes dorados y era casi tanto de admirar como la sangre fría que la editorial paraguaya «El Coso» había tenido a la hora de publicarlo. Compró el libro y cuidadosamente, para que no se le traspapelara con unos documentos que llevaba en el bolsillo, lo trasladó a su domicilio para One Stop 29


Índice estudiarlo. El libro gozaba en total de cuarenta y seis páginas, foto incluida. Al parecer se había vendido bien, como indicaban las cifras de la contraportada: vigésima edición de veinte ejemplares. En el prólogo, un literato famoso le hacía el artículo muy bien hecho al Chiringo. Decía que todo el que tenía un poco de buen gusto conocía desde la infancia a Ignacio Chiringo, famoso por su erudición, que la publicación de sus obras era el fruto maduro de una vida, que era el acontecimiento más importante de los últimos nueve días, que el libro se hallaba escrito en forma muy culta y elevada, proporcionándole goces exquisitos a los exquisitos que lo leían, que el estilo era tan jugoso y tan fresco que hacía pensar en el zumo de naranja, que tenía tanta potencia expresiva como los slogans de Coca-Cola y que su lenguaje era tan dulce como una empanada de boniato. Acababa el prologuista diciendo que eran unas obras completas que hablaban por sí solas y que si alguien deseaba conocerlas, no tenía más que leerlas, etc. Tras el prólogo venía la obra en sí y al ir entreviendo la personalidad literaria del autor, Venancio iba entusiasmándose progresivamente, adquiriendo la certeza de que aquel era «su» hombre, el que habría de enseñarle el arte de ser literato famoso sin escribir. En el libro se incluía todo lo escrito por el autor durante su larga vida: sus poemas de adolescencia (cuando sólo contaba doce añitos) y la obra filosófica y erudita de cuando el escritor alcanzó su madurez intelectual (sesenta y cuatro años). Todo se hallaba en este libro magistralmente comentado por un insigne crítico que daba detalles interesantísimos de la obra, ocupando con sus notas la mitad inferior de cada página. En primer lugar, estaba el libro de poesías titulado Chiringo. Cuarto curso, fruto de sus ocios juveniles e ilustrado con dibujos del propio autor, sacados del mismo cuaderno, entre los que destacaba 30 One Stop


Índice una genial caricatura de un tal Don Leoncio, a la sazón profesor de geometría. Otros dibujos no se habían publicado por considerarse de dudoso gusto. Después de este libro de poesías venía una sucesión de artículos que, como las grandes obras de autores ignorados en su tiempo, fueron escritos para un diario que no llegó a publicarse nunca, quizá debido a la falta de subscriptores lo bastante elegantes para comprarlo. Estos artículos eran en total tres, dos de ellos largos y otro, cortito. Después se recogía un cuento de tradición popular, inacabado, escrito en una prosa elegante como Petronio y sencilla como una regla de tres. Varias cartas a su tía Fermina y algunas páginas del diario del artista completaban la edición. Al acabar la lectura, el entusiasmo del aprendiz de escritor era tal que, sin poderse contener, se dirigió corriendo al domicilio del eminente artista. Este le recibió con simpatía, vistiendo una bata, postrado en su lecho, reposando de la agotadora creación literaria y reposando el cogote en un ejemplar de sus Obras, en vez de almohada, como tenía por costumbre. A los pocos elogios consintió en tomarle por discípulo. Este señor Chiringo, erudito de profesión, era un verdadero mago del lenguaje. Esto quiere decir que, cuando le placía, lo hacía desaparecer o lo substituía por otra cosa. Escribía sin ideas; hacía algo de la nada, como Dios. En realidad, y en cuanto al idioma, no era su amigo, ni siquiera el idioma era un conocido suyo. A lo sumo se había encontrado con él una vez o dos o se lo habían presentado en alguna fiesta. Así que no tenía ningún reparo en decirle a su criado al levantarse: —José, se me ha parado el reloj. Ve a la calle y pide para la hora. O también preguntaba a sus amigos, tras la edición de una de sus genialidades: —¿Cómo te gusta mi nuevo libro? Era muy dado a reflexionar, en la acepción de hablar en forma reflexiva: One Stop 31


Índice —No, no voy al cine con vosotros —decía a sus amistades—. Esa película ya ha sido vista por mí. No hay para qué describir la atención con que Venancio escuchaba las lecciones de Don Ignacio, donde ste explicaba cómo se había hecho un puesto en el mundo literario. ¿Escribir? ¿Qué importaba el escribir? Escribir podía escribir cualquiera, sólo era necesaria una simple campaña de alfabetización para que en un país pudiese escribir todo el mundo. En eso ¿qué mérito había? La verdadera obligación del artista era sentir, percibir, hacerse uno con las nuevas corrientes, apreciar los efluvios artísticos, vibrar en suma. Venancio le pidió descaradamente que le recomendara a su editor, pero el insigne literato le dio larguísimas largas charlas, prometiéndole ayudarle en el futuro. Además, el editor ¿qué iba a hacer? Publicar es una cosa y ser literato, otra. Venancio podía contentarse con estar a su sombra y un día llegaría lejos y compartiría con él su gloria. Para un principiante ¿qué mayor gloria que la de servir de secretario y copiarle a máquina las cartas a una personalidad tan ilustre como Chiringo? Que supiera esperar, confiara en él y algún día no se arrepentiría. Por fin llegó un momento de máxima gloria para el maestro de Venancio. Recibió una carta que leyó con fruición, dejando huir un suspiro de alivio. —¡¡Por fin se han acordado de mí!! Era una invitación para pasar a formar parte de la Real Academia. Los sabios de turno le cedían para su uso personal y como recompensa por sus sacrificios por las letras, el sillón ü con diéresis de la docta sala (aunque mandándolo a tapizar de nuevo, puesto que el anterior académico lo había puesto perdido con las manchas de grasa de sus bocadillos de chorizo). La carta divina, que pronto estuvo puesta en un marco, tenía en el anverso la siguiente inscripción, ya famosa: Lavat, picat, refulgentiaproducet. Relleno de la euforia que es de imaginar, se encontró don 32 One Stop


Índice Ignacio con poder cuasi divino y omnipotente sobre la lengua de Cervantes y del autor de las coplas de «¡Ay, panadera!», y, generoso, le prometió su apoyo a Venancio para que se publicaran sus obras. Entonces sucedió la tragedia. Un asesino, que tuvo buen cuidado en pasar desapercibido, indudablemente celoso de la fama de Chiringo (que, dicho sea de paso, desde que entrara en la Academia no había vuelto a escribir una letra) y envidiando seguramente su puesto y su sillón con diéresis, le mandó al recién elegido lo que podría llamarse una «muerte postal» en forma de anónimo, donde se leía en forma romancesca: Miren si es mala mi suerte, miren si es triste mi sino, que, en lugar de los diablos, me llevan los eruditos. Y ochocientos versos más, todos por el mismo estilo. Era un crimen borgiano. La magullante sátira no le afectó mucho al gran Chiringo, pero la medida del romance era tan precisa, la rima tan elegante y la acentuación tan cuidada que la aorta de nuestro sabio, indudablemente poco acostumbrada a tanta perfección, le provocó dos convulsiones tras de las cuales nuestro gran académico (y el de ustedes) «dio el alma a quien se la dio», aunque no en muy buenas condiciones. El desconsuelo de Venancio no tuvo límites. Muerto su protector pocas eran sus posibilidades de triunfar como literato, tan pocas como las hijas de San Mateo. ********* Pero nuestro hombre se sobrepuso al desánimo y trató de alcanzar la fama literaria por su cuenta, sin protector alguno. Primero compuso un librito de poesías naturalistas, al que tituló, como es generalizada costumbre en los poemarios, con una frase tomada al azar de un libro de un autor célebre: Honorato de Balzac, en este caso. El volumen se llamaba Su chaleco de fieltro, muy abierto, dejaba ver una camisa almidonada. No vendió ni un ejemplar. Pero no me desanimó. Pensó entonces probar con otros géneros y así fue como llegó a participar en un concurso de novela, seguro ya de que ganaría y One Stop 33


Índice vendería, recibiendo a cambio monedas contantes y sonantes. Como el proceso de escribir los poemas le había cansado mucho, para su siguiente proyecto se buscó un negro. Un negro de verdad, del África ecuatorial, de nombre Morongo, y que debía su hábil manejo de la pluma al hecho de haberse dedicado desde niño a la cría del conejo. Le dio un sueldo abundante, comida, techo, paredes y salida los martes, poniéndole al corriente de su plan: —Hemos de ganar un premio literario —le anunció. —¿Y cómo, bwana? —Con una novela sobre los nazis y la Segunda Guerra Mundial. —¡Pero si yo no sé de qué va! —protestó Morongo. —Eso déjalo de mi cuenta —le dijo. Y organizó en su casa todo un elaborado proceso de recreación histórica con el único objetivo de inspirar y condicionar a su fuliginoso ayudante. Las inducciones a las que Morongo hubo de someterse fueron bastantes y muchas, diferentes y distintas: permanencia en habitación pintada con gran rótulo de «Sangre, sudor y lágrimas» sobre el marco de la puerta y foto de Churchill sobre la mesilla de noche; audición repetitiva de «Lilí Marlén», hasta el total desgaste del equipo de sonido; proyección continuada de las 472 versiones cinematográficas de la guerra protagonizadas por John Wayne; rutina diaria de escupir durante cinco minutos cada mañana sobre una reproducción en cartulina del escudo nobiliario del Duce; alimentación basada en sopa de harina de centeno y migas hechas con las hojas de una cartilla de racionamiento; elaboración de un puzzle de 10.000 piezas sobre una foto virada en sepia de Stalin tomándose un carajillo en un café cercano a su domicilio. Que esto fue, en definitiva, la guerra mundial. Al mes de condicionamiento, Morongo dio un gran salto por la ventana, corrió al frigorífico, se comió todo el jamón que encontró, se encerró en una habitación dando sus aullidos vernáculos y salió de ella a la semana siguiente 34 One Stop


Índice con una novela escrita. Y, en efecto, con aquella novela Venancio se vio catapultado (o catapulteado, que también así puede decirse) a la más elevada gloria. Pasó de la siguiente manera: los miembros del jurado se caracterizaban por dos cosas: eran todos gente muy, pero que muy rarita y todos ellos se hallaban relacionados de una manera u otra con el gobierno (estando estas dos características suyas no sabemos si relacionadas por aquello del efecto o tal vez por lo de la causa). Los manuscritos se recibieron por cientos. Todo el mundo parecía tener escrita una novela sobre la guerra como la suya y el jurado no se hubiese extrañado de recibir una obra póstuma e inédita de don Salvador de Madariaga. Tras varios días de reuniones dedicadas exclusivamente al consumo de suculentos emparedados, los miembros del jurado decidieron llegado el momento de dar su fallo. Ya tenían las novelas numeradas, ya estaban dentro del bombo todas las bolas, ya se aprestaba un fornido brazo a hacerle dar vueltas y un antiguo niño de San Ildefonso a cantar el numerito de la novela premiada (como es lo habitual en aquellos jurados que no ceden a la inmoralidad de los premios por recomendación), cuando sucedió algo insólito. Y fue que uno de los miembros de la junta seleccionadora abrió su libro (el de Morongo, para ser exactos) por una página y empezó a leerlo. Un momento, vamos por partes. Lo insólito del caso no era que un miembro del jurado abriese un libro, sino el hecho de que aquel precisamente era un analfabeto empedernido (como que hasta tenía carné para demostrarlo). Pero empezó a leer y dijo en voz alta, según Venancio supo luego: —Oíd: ¿sabéis que esto no está tan mal? Todos le rodearon y leyeron un párrafo del manuscrito. —¡Pero si tiene hasta acentos! — dijeron. One Stop 35


Índice —¡Y comas! ¡Y puntos! ¡Qué barroquismo tan original! Nada, que todos quedaron encantados. Del libro del negro parecía salir un efluvio placentero que incitaba a su lectura, ponía de buen humor y creaba en el lector el incontenible deseo de ir a visitar al autor y regalarle un juego de corbatas de seda natural. Les había gustado. Telefonearon a Venancio y le felicitaron. El fallo era unánimemente el mismo: había ganado en toda regla, el libro se vendería a granel, el autor sería rico, famoso, aparecería en las revistas del corazón, nunca le abandonaría su buena estrella ni la caspa le causaría problemas. La intelectualidad española decidió que Venancio sería en adelante su niño mimado, una institución nacional, y destinado a la perpetua fortuna en el arte de Calíope (creo). * * * Desde que Venancio es escritor famoso, la situación ha cambiado para él, con su éxito fulminante y su reciente entrada en la Academia. Ha abandonado la novela y ahora se dedica al teatro, donde hay menos competencia. Toda España está pendiente de él y se le asedia de tal manera que, para descansar, se ve obligado a salir de su domicilio bajando por un desagüe que da a un callejón, arriesgando la integridad de su crisma cada vez, para ir a refugiarse a la Casa de Campo o a las soledades del Salón de Actos del Ateneo. Lo que es la escalera, se halla infestada de futuros clientes, empresarios, editores y colaboradores en ciernes que quieren robarle minutos de su tiempo. Para llegar a su domicilio, sus ahora numerosos negros (familia todos de Morongo) tienen que recurrir al salto de pértiga en los descansillos. Es que no hemos contado que con lo de la reagrupación familiar, Morongo se ha traído unos cuantos de sus congéneres. 36 One Stop


Índice Contaremos cómo transcurre un día característico de la vida de Venancio, para que no le envidien. —¡Morongo! —grita una mañana cualquiera—. ¡A despachar! Y su fiel negro (erigido ahora en secretario y coordinador de los demás) llega con su bloc de apuntes. —¿Cómo está lo que hacemos? — pregunta, por ejemplo. —¡Mal, mal! Vamos retrasados —le contesta el otro—. Además, los de La Latina se quejan del pasillo cómico-lírico que les dimos. —¿Y eso? —Dicen que el pasillo es muy corto. Quieren devolvérnoslo para que lo ampliemos. —¡De ninguna manera! —protesta Venancio—. No tenemos tiempo. Diles que, si el pasillo es corto, que lo anuncien como recibimiento, nada más. Así no habrá chascos. ¿Qué más? —Nuestro drama en verso Dios, Justicia y Sindicato no parece avanzar. Se lo han cargado en el Departamento de Fusión. —¿De Fusión? Oye, acércame una copia del organigrama de Creación Dramática , que ahora estoy un poco embarullado. Morongo se lo da y él deja que su mirada se pasee por encima, hasta que se entera de qué departamento se trata. —Bueno —ceda—. Que se cambie el título y me lo colocas otra vez al principio, para ver si ahora consigue pasar esta obra. Pero deja que salgan antes otras cinco, antes de volverla a poner en marcha. Este sistema parece el parchís. —¿Qué más? —pregunta. —Una acusación de plagio. —¿Plagio? —Sí, contra nuestra comedia costumbrista sobre Pamplona. —A ver un ejemplar. Venancio empieza a leerlo: —«Los estudiantes navarros. ACTO PRIMERO. Una posada. Llegan One Stop 37


Índice los estudiantes. Sale el patrón, sacando pan y vino, chorizo, jamón y un porrón.» En ese instante suena el teléfono. Morongo lo coge. —Aló... Sí, ya —y le dice—: La compañía de teatro «Los dos hermanos» quieren un juguete cómico para la semana que viene. —Bien, les mandaremos dos de la remesa próxima. —¿Dos? —Claro. ¿Cómo voy a darles un solo juguete a «Los dos hermanos»? A lo que Morongo asiente, diciendo por el teléfono: —¡Ya lo han oído ustedes! ―Y cuelga. Y siguen así, hasta la hora de la comida, en que Venancio vuelve a atar a Morongo a la pata de la mesa, para que escriba, y él se va al restaurante. Como ven, se ha cumplido su sueño y es por fin un gran escritor.

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Índice

Relato

David Fernández Varón Para aquellos que disfrutan con las novelas policíacas y de género negro, David nos va a introducir en un mundo de ficción creado por él.

EN LAS GARRAS DE IRMA Campo de concentración de Bergen Belsen, 1945. Ana Stern apenas podía moverse. El frío atroz se había apoderado de todos sus músculos y los había entumecido hasta convertirlos en inútil carne congelada. Sujetaba el cepillo contra el suelo, pero no barría. Solo temblaba espasmódicamente y miraba al infinito. No podía caer. Eso podría ser su fin. Lo había visto muchas veces. Quien caía recibía un disparo en la cabeza. Era el fin. Lo había visto en muchas compañeras de Bergen Belsen, incluida su propia madre. Una polaca valiente que siendo viuda desde muy joven había trabajado duro para sacar a su hija adelante. Pero estalló la guerra. Habían pasado ya varias semanas desde que su madre la miró por última vez a los ojos mientras barrían uno de los patios y le dijo que ya no podía más. Le pidió a su hija que luchara por permanecer con vida, luego, con sus últimas fuerzas, le besó la mejilla y finalmente se tiró al suelo. Ana intentó levantarla, pero fue inútil. Su cabeza saltó One Stop 39


Índice en mil pedazos. Parte de la masa encefálica de su madre le salpicó en la cara. El guardia fue implacable. Mujer caída, mujer muerta. Ana lloró amargamente recordando a su madre mientras, de soslayo, podía ver cómo otras prisioneras se movían a su alrededor lentamente, titubeantes, como juguetes a los que se les está acabando la batería. Eran muertas vivientes, como ella, pero mientras se movieran, aunque fuese muy despacio, había posibilidad de seguir con vida. De la monstruosa chimenea volvía a salir humo y Ana sabía qué significaba aquello. El aire apestaba a podredumbre. De repente, un murmullo quejumbroso la sobrecogió. Miró a su alrededor y pudo comprobar como sus compañeras eran presas del pánico. No podían correr, no podían ni siquiera gritar de pavor, pero sí podían deformar sus rostros con muecas horribles y gemir levemente como almas en pena. Al mirar a la derecha, pudo comprobar la causa de dicho miedo. Irma, la Perra de Belsen, rubia y perfecta, se acercaba moviendo sus caderas acompañada de un guardia como si una estrella de cine se tratara, golpeando su fusta acompasadamente contra su muslo, mientras escudriñaba a las prisioneras. Era tan bella como mortífera. Ana intentó alejarse de su camino para no ser vista, pero su ritmo era diferente al de una persona joven y bien alimentada como Irma, que, además, lucía una estupenda chaqueta de piel que la resguardaba del frío. —¡Eh, tú! —gritó señalándola con la fusta—. ¡Mírame! Ana Stern tenía treinta años. Diez más que Irma, pero poseía una tez tan tersa, tan blanca y unos ojos tan grandes y azules que aparentaba ser una tierna muchacha que apenas había superado la pubertad. Irma era bella, pero no podía compararse con Ana. Ella parecía un ser sobrenatural. Ana no pudo hacer otra cosa que mirar a Irma tal y como le había ordenado. Los diabólicos y bellos ojos del ángel de la muerte se toparon con los inocentes y dulces ojos de Ana. La genocida supo reconocer la belleza que poseían y 40 One Stop


Índice comenzó a odiarla con toda su alma. Entonces, se dirigió al guardia: —¡Esta! —dijo dándole con la fusta en la cabeza—. ¡La quiero! ¡A mi laboratorio! El guardia la condujo hasta una estancia donde había un camastro con correas lleno de manchas oscuras, posiblemente sangre seca, y varios armarios con multitud de objetos extraños y puntiagudos. Ana fue despojada de su liviano y agujereado vestido y fue tumbada a la fuerza en el sucio y pestilente camastro. En ese horrible lugar hacía más frío que en la calle y Ana comenzó a temblar. No solo de frío, también de miedo. Luego, el guardia la sujetó fuertemente con las correas y se marchó. Ana lloró amargamente cuando supo que había llegado su final. Morir no era lo que le preocupaba, de hecho, ya casi lo consideraba una bendición, era el camino hasta la muerte lo que la angustiaba. Había oído multitud de historias sobre Irma Grese. No quería sentir dolor. No quería ser torturada inútilmente. Si hubiera sabido lo que le esperaba, aquella mañana se hubiera tirado al suelo para ser sacrificada de un certero y fugaz disparo en la cabeza. Pero al no hacerlo, le tocaba sufrir. Intentó entre amargos llantos tragarse la lengua pero no lo consiguió. Entonces, escuchó que alguien entraba en la habitación. Era Irma. Podría oler su caro perfume a decenas de metros. La sorpresa fue descubrir, cuando se colocó frente a ella, que iba completamente desnuda y acompañada de un temible y silencioso dóberman. Ana miraba al oscuro y musculoso perro con incertidumbre y terror. Este la miró a los ojos a la vez que se sentaba lentamente sobre sus patas traseras y se relamía. Era una mirada vacía, negra, como de un ser inanimado. Sin alma y sin compasión. La joven Irma se acercó a Ana y le dijo casi al oído: «Te crees muy bella, ¿verdad?», dijo acariciando su pelo. Ana no respondió y rompió a llorar. «¿Crees que es justo que una sucia judía tenga One Stop 41


Índice un rostro y un cuerpo tan bello como el tuyo?». En ese momento pasó su fusta por los pechos desnudos de Ana. Esta se estremeció. «¿Crees que puedo permitir que un infrahumano como tú sea un ejemplo de belleza?». En ese momento golpeó fuertemente con su fusta el pubis de Ana. Esta gritó de dolor y después lloró amargamente mientras pedía clemencia. «Silencio, judía», ordenó Irma mientras pasaba su mano por el pelo sucio y enmarañado de la muchacha. «No eres más que una sucia judía. Tu belleza es un error de la naturaleza que debe ser subsanado. Enmendado. Una judía no puede ser más que comida para perros», dijo Irma sonriendo mientras volvía a pasar su fusta por los senos de Ana. «Y eso serás». —Mátame rápido —acertó a decir Ana entre sollozos—. Por favor. —¡Vaya! —ironizó Irma mientras untaba los senos de Ana con una especie de melaza muy pegajosa que había alcanzado de un gran bote de cristal de uno de los armarios—. Una judía con carácter. Mientras untaba a su prisionera, Irma se recreaba en las formas de la bella judía y se masturbaba al mismo tiempo. Descontextualizando la escena, se podría pensar que eran dos jóvenes experimentando con su sexualidad. La verdad es que a Irma le gustaba aquella muchacha y reconocer aquello le hacía desear su muerte de la forma más cruel. Ana cerró sus ojos y se concentró en recordar a su madre mientras las manos de la alemana la tocaban compulsivamente. Tras unos minutos, cuando Irma tuvo su orgasmo la escupió en la cara y se levantó. Ana fijó entonces sus ojos en el vacío. Lo peor estaba por venir. Sabía que su muerte iba a ser lenta y terriblemente dolorosa. Pero, en definitiva, iba a morir. Iba a abandonar aquel infierno en el que había ingresado por el simple hecho de ser judía y por ser bella. 42 One Stop


Índice Irma Grese sonrió y le dijo casi en voz baja: «Adiós mi dulce muchacha». Ana rompió a llorar de nuevo y, entonces, Irma miró al dóberman y le ordenó: «¡Cómetela!». Fue como conectar un interruptor. El perro se abalanzó sobre el camastro totalmente enfurecido dispuesto a devorar los pechos de la prisionera, pero un disparo irrumpió en la escena. Un disparo que atravesó el cráneo de aquel can que cayó desplomado como un peluche muy pesado sobe el tórax de Ana. Irma, desnuda como estaba, solo pudo levantar sus manos por encima de su cabeza en señal de rendición. Al girarse, pudo ver a un joven y apuesto soldado británico con gesto de estupefacción intentando entender la escena que tenía ante sí. No lo consiguió, pero una cosa tenía clara, había salvado en el último segundo la vida de aquella bella y aterrada muchacha que yacía en aquel sucio camastro infecto bajo el dóberman muerto. Bueno, en realidad, eran dos cosas las que tenía claras aquel valiente soldado que junto a cientos de sus compañeros habían irrumpido y liberado aquella misma mañana el terrible campo de concentración de Bergen Belsen. Una, que efectivamente había salvado la vida de aquella muchacha, y dos, que se había enamorado locamente de ella. Al apartar el cadáver del perro y cortar sus ligaduras, la muchacha se abrazó a él con todas sus fuerzas en un acto reflejo de desesperación, dándole las gracias una y otra vez. Él le pidió que se serenara y se quitó su guerrera para echársela por encima. Entonces, Ana Stern dejó de sentir frío y cuando miró a los ojos de su salvador, también dejó de sentir miedo. En ellos vio el comienzo de una nueva vida surgida del mismísimo infierno. La escena era observada por una One Stop 43


Índice atónita Irma con las manos levantadas que no podía creer el giro que había dado la situación en unos pocos minutos. Ahora, ella era la prisionera. La Perra de Belsen, el ángel del infierno. La asesina más joven y despiadada que había conocido la Alemania nazi había sido detenida. Pocos días después, en los conocidos juicios de Bergen Belsen, Irma luciría el número nueve. Ni un ápice de arrepentimiento había en su mirada. Ni un gesto de duda ante las tremendas atrocidades de las que la acusaban. Era solo una niña. Una niña corrompida por el odio y la sed de dominio y poder sobre los demás. Una niña que había torturado y asesinado sin piedad y sin remordimiento. Sus últimas palabras antes de ser ahorcada iban dirigidas a su verdugo, ¡rápido! Al mismo tiempo que se rompía el cuello de Irma, lejos de allí, se celebraba una improvisada boda entre un soldado inglés y una bella judía.

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Relato serie

JESÚS CANTÚ Jesús Cantú es un escritor de obra narrativa, nacido en Nuevo León, México. Su obra incluye “La resurrección de la bruja”, “Cuando estábamos vivos” y su obra cumbre “El Espejo”. Actualmente reside en Estados Unidos.

EL ESPEJO Alguien te puede estar observando LO PRIVADO DE SAN PEDRO (parte 6ª) Con el alma en un hilo nos fuimos a dormir, esperando a que el futuro trajera un cambio. Al otro día me la pasé ingeniándomelas para poder tener un minuto a solas con Maricruz, no podía esperar tanto tiempo para compartir con ella algunos momentos, cuando el maestro de matemáticas dijo que teníamos unos instantes antes de tomar el examen mensual, Maricruz pidió permiso para ir al baño, yo esperé un minuto y pregunté si podía ir también, el maestro me pidió que no tardara porque ya iba a empezar a repartir los exámenes, casi salí volado, esperando encontrarla en el camino. Estuve afuera del baño de mujeres por un rato, por fin salió Maricruz y se sorprendió al verme afuera. ―Hola, Jesús, ¿qué haces aquí afuera? ―Sus ojos alegres se sorprendieron al verme―. Ya debemos estar en clase. ―Disculpa, Maricruz. ―Apenas si escuchaba mi voz―. Es que he pensado que no necesitamos esperar tanto tiempo para conocernos, podríamos ser amigos. One Stop 45


Índice ―Claro que soy tu amiga ―protestó efusiva―, ¿o acaso me consideras alguien que no te estima?, porque yo pienso de ti lo contrario. ―No me refiero a eso, sino que me gustaría verte aunque sea un poquito de tiempo. ―Miraba fijamente a sus ojos, veía sinceridad en ella―. Tal vez sólo para quitarte de mi cabeza y comprender que sólo podremos estar juntos hasta que el tiempo lo diga, necesito tu ayuda, tengo tanto que decirte. ―Bueno, está bien, Jesús, te espero donde siempre y a la hora de siempre. ―Se le iluminó su cara―. No creas que no me gusta tu compañía, la disfruto mucho, apúrate porque ya ves cómo es el maestro de matemáticas, si no llega uno a tiempo es un reglazo en las manos. Nos fuimos casi corriendo, aunque yo ya no iba tan pensativo, iba con una sonrisa de oreja a oreja, logré lo que quería, otra cita con la chica de mis sueños, esta vez tendría que ser más inteligente para tratar de atraerla más y lograr que ella se entusiasmara más conmigo; se me hizo tan largo el examen, algunos volteaban continuamente a copiar lo que escribía en las respuestas, pero estaba tan metido en mis pensamientos que poco pensaba en lo que respondía, sólo quería que se llegara la hora acordada, y que ella estuviera en la banca, aunque no tenía ningún plan, algo se me ocurriría, pero por nada del mundo le diría del tesoro que el Tofo y yo rescataríamos desde esa noche, rescataríamos hasta la última moneda, entonces sí podría decírselo a ella antes que a todo el mundo. Acabamos el examen y la mayoría lo pasó, sólo dos compañeros no tuvieron mucha suerte, Maricruz, como siempre, sacó 100, el Tofo y yo, que siempre competíamos por sacar mejor calificación, empatamos con 85, nos mostrábamos las pruebas desde lejos, cuando uno ganaba levantaba el examen en muestra de triunfo, todos en el salón disfrutaban ese momento, vitoreaban al ganador, esa vez fueron puros aullidos por el empate. 46 One Stop


Índice Cundo sonó el timbre salí volado, tenía 30 minutos para conseguir algo de dinero, miré a todas partes y no encontré a Ángel por ningún lado, anduve corriendo de aquí para allá, pero no veía cómo conseguir dinero, de pronto me acordé de Jorge, “el Chivo”, él lavaba carros, lo miré enjuagando un BMW; claro, debía ser de un riquillo de la Colonia del Valle, llegué con él preguntándole si le podía ayudar a lavar las llantas o la defensa, o lo que fuera, con tal de ganarme cinco pesos para las sodas, el Chivo primero no quería, pero al ver lo aferrado que era me dijo que lavara la parte de arriba del carro, llantas, defensa y que limpiara el interior, entonces me daría los cinco pesos, le decían “el Chivo” porque tenía una barbilla sólo en el mentón, y asemejaba un chivo, aparte de que estaba un poco encorvado y flaco; aunque no era muy amigo mío, sí lo estimaba, porque vivía cerca de su casa. Mientras lo lavaba, me asombraba con todos los lujos del carro, al mismo tiempo me esmeraba por dejarlo bien limpio, el estéreo tenía un potente Pionner, quería prenderlo, pero me arrepentí, porque no quería hacer enojar al “Chivo”. Las bocinas eran Jensen, las mejores de aquellos tiempos, disfrutaba limpiarlas, me imaginaba dueño de aquel vehículo, tal vez Maricruz me quisiera aunque fuera un poco; cuando terminé, me di cuenta de que faltaban dos minutos para la hora, le pedí el pago al “Chivo”, al ver el buen trabajo que realicé me dio un peso extra, al fin y al cabo él cobraría más, ya que tenía que recuperar lo gastado en el ayudante. Llegué sin aliento a la banca con el nombre inscrito del héroe nacional Benito Juárez, me senté rápidamente. Con el rabillo del ojo miraba que venía una muchacha con el uniforme color de hormiga, sabía que sería ella, volteé para confirmar y, sí, era ella, con su sonrisa habitual, una sonrisa espontánea, con la inocencia de una chica, me reía de nervios, con ansiedad y con temor a ser rechazado, a que no contestaran a mi sonrisa, sino con una molestia, pero para Maricruz siempre era una sonrisa que me salía del alma. La tomé de la mano, le di un beso tierno en la boca y empezamos a caminar, por fin había One Stop 47


Índice llegado el día de nuestro encuentro, el día que empezaría un gran amor. ―Te llevo los libros ―le dije apenas llegó, y le extendí la mano para tomarlos―, te quiero enseñar algo. ―Pues, ¿a dónde vamos? ―preguntó sorprendida―, ¿acaso no querías platicar aquí? ―Te tengo un pequeño viaje que vamos a hacer juntos. ―Me emocionaba cuando hablaba―. Te invito a un lugar especial. ―Claro que me gustaría conocer un lugar especial. ―se oía sorprendida―. Aunque me gustaría saber a dónde iremos. ―Confía en mí, te gustará. ―Trataba de verme contento, aunque no tenía que aparentar mucho, lo estaba, era feliz al estar con ella―. Te lo prometo. ―Está bien, vamos. ―Pero primero vamos a tomarnos un “trolebús”. ―Al decir esto nos dirigimos a comprar un vaso de hielo con fruta natural que por aquellos días hacía su debut en San Pedro. Ella pidió de mango y yo, de tamarindo; teníamos que estarle picando con un popote al hielo para derretirlo e irle tomando, así hasta que se terminara. Caminamos para cambiar la dirección por Galeana, ya que por Juárez era demasiado conocido. Pasamos por el Cinema 75, que tenía poco de haber sido inaugurado y exhibía Tiburón, una película americana que estaba impactando a todo el país y que mucha gente, después de verla, no quería bañarse en las playas de México. Estuvimos viendo las cartulinas y Maricruz me preguntó si la llevaría al cine; le respondí que no, que era otro lugar más interesante. Después pasamos por las cantinas a las que normalmente entraba a “bolear”, no le quise comentar que allí adentro había muchos retratos de mujeres desnudas, muchas de ellas americanas, y que en más de una ocasión fueron musas inspiradoras de alguna masturbación. Seguimos caminando, en Vasconcelos volteamos y nos regresamos una cuadra para subir por Juárez. Allí nos topamos con el parque Mala Torres, donde se jugaban las ligas pequeñas y en las que yo jugaba, pero nunca brillé, siempre le eché la culpa a mi físico: flaco, 48 One Stop


Índice alto, débil. No tenía fuerzas para batear fuerte, porque sabía cómo pegarle a la bola, jugar el cuadro, pero no tenía lo que se necesita para triunfar: la fuerza. El verla entusiasmada por ir a un lugar distinto me producía cierta satisfacción. «¿Pero en realidad le gustará?», lo pensé dos veces, al volver de mis pensamientos noté que había mucha gente amontonada en una de las orillas del parque, estaban tratando de ver de quién se trataba, a lo lejos se oía que venía la ambulancia con mucha urgencia; le pregunté a Maricruz si nos podíamos detener por un momento. Nos abrimos paso por un lado de la gente y vimos que en un charco de sangre yacía una joven probablemente unos dos años mayor que nosotros, estaría en sus dieciséis, un hombre la detenía en sus brazos, mientras una mujer trataba de hablar con ella, pero no daba resultado, tenía los ojos cerrados; se veía sin fuerza, inerte. Maricruz puso una cara de sorpresa, quería llorar, pero se estaba aguantando. La gente murmuraba a todo momento y no se les entendía nada, pero traté de afinar el oído en un sólo joven que contaba todo: ―Yo vi todo: venían caminando normalmente, pero él casi la venía jalando. Ella de pronto empezó a llorar. ―El joven abría grandes sus ojos para contar lo que había visto. Era de aspecto humilde, tal vez no tanto como yo, pero se miraba que sus zapatos (lo que más me llamaba la atención de las personas) eran viejos, aunque no rotos, y continuó diciendo―: Él comenzó a decirle que por qué lo engañaba con otro, que si él no era lo suficientemente hombre para ella; ella sólo bajaba la cabeza, y él seguía gritándole. Entonces llegó la ambulancia, se bajaron dos hombres vestidos impecablemente y oliendo a alcohol o a algo que decía que venían desinfectados. Los dos eran jóvenes, andaban en sus veinte, pasaron a un lado de nosotros; uno era corpulento, el otro, un tanto delgado, pero se veía claramente que hacían mucho ejercicio. Llegaron a la muchacha y comenzaron a abrirle el vestido en la parte del pecho, nosotros no perdíamos detalle; Maricruz pelaba grandes sus hermosos ojos claros; el paramédico, al descubrir su pecho, notó One Stop 49


Índice que había muchas cuchilladas, todas como en continuación, como cuando jugábamos al trompo y tratábamos de dejar el trompo del rival lleno de agujeros, para que el nuestro fuera el ganador. Así estaba el pecho de la joven, de cada cuchillada ya salía muy poca sangre, ellos la limpiaban y trataban de ver qué podían hacer por ella, los dos paramédicos se miraban y todos comprendíamos, movían la cabeza de aquí para allá, pero era inútil, ya el tiempo había llegado para la joven; cuando le limpiaron la sangre de la cara la reconocí, claro, tenía que conocerla, no había nadie en todo San Pedro Garza García que no la conociera, vivía por el rumbo de la calle Hidalgo, cerca del Parque Naranjo, tenía dos hermanos, con alguno de ellos alguna vez tuve una ligera amistad cuando rentábamos bicicletas a la señora que tenía un negocio cerca de la secundaria técnica. Cuando la vi me dio mucha tristeza porque era alguien tranquila y noble; aunque nunca hablé con ella la miraba cuando iba con sus amigas a la otra secundaria, a la Federal, iban siempre en grupitos y siempre les decíamos, Tofo y yo, jugando: «¡Adiós, bonitas!», aunque fueran de la otra secundaria. Claro que también me acordé del muchacho con el que salía, bueno, con el que yo la había visto alguna vez en la plaza, Roberto, quien vivía en Vasconcelos, a una cuadra de Corregidora, allí lo veía casi siempre cuando íbamos a jugar billar a la cantina que estaba por Juárez, íbamos cada miércoles; el único día que nos dejaban entrar por ser menores de edad, él nos saludaba amistosamente. Cuando se llevaron a la joven, todos estábamos tristes y cabizbajos, el joven seguía contando la historia a todo el que la quisiera oír: ―La golpeó de un puñetazo, era muy fuerte, yo tuve miedo de entrar porque era un pleito entre pareja, pero de pronto sacó del pantalón un cuchillo muy amenazador, yo le grité que no le hiciera nada, pero hasta me persiguió; cuando volví, todo asustado, miré que todavía estaba acuchillándola, sentía mucho coraje, pero él corrió y ya no pude alcanzarlo. Ella tenía tantas perforaciones que hacían difícil la supervivencia. Tomé a Maricruz de la mano y caminamos, con el paso de los años supe que la muchacha murió y que a él siempre lo buscó la policía, aunque nunca supe si lo agarraron. Hasta un corrido compusieron: se llamó El asesino, la cantaban los Cadetes de Linares. 50 One Stop


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Entrevista

Eva María Pérez Llano Modelo curvy , nacional e internacional, representante de la lucha por la diversidad de las tallas y la precursora del movimiento “Yonosoy906090”. Además de modelo tiene la faceta de entrevistadora y escritora. Una emprendedora cuya vocación y vida son el mundo de la moda, también interesada en otros campos relacionados con la cultura y el arte.

ÚLTIMA ENTREVISTA A CHARLES AZNAVOUR Un artista que representa a la chanson, señas de su identidad, no es un artista, es un mito, una leyenda viva. Una figura muy unida a estrellas como Jacques Brel, pero a diferencia de este, desgarrador, Charles Aznavour vivía sus canciones, sus historias. Era el 20 de abril de 2018, y el ahora no presente pero gigante Charles Aznavour iba a actuar en el Gran Teatre del Liceu, en Barcelona. A sus 93 años sufrió un pinzamiento muscular, pero aún así salió a actuar y es cuando dijo la frase a todos los presentes, lo que hizo que las gradas se levantasen y los aplausos inundaran la sala: «Hoy tenía dos opciones —habría dicho, al aparecer, sobre el escenario, cojeando—: no actuar o morir en el escenario, y he elegido la segunda». Aun así se le pudo hacer la entrevista a ese grande de la música, que sería una de las últimas , y que hoy se publica en homenaje al inmenso artista, a esa extraordinaria persona que era Charles One Stop 51


Índice Aznavour. Al finalizar el concierto, nos brindó parte de su tiempo para responder a una serie de preguntas que aquí transcribo. ¿Qué supone la figura de Rafael de León, al que muchas veces menciona en sus conciertos? Era un poeta que no conocía. Yo cantaba la canción «Quién» y un buen día una persona se acercó a decirme que esa canción tenía mucho que ver con Rafael de León. Ahí comenzó esta relación con mi música y por eso siempre lo

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recuerdo. ¿Qué piensa del amor? Siempre dicen que yo he sido el cantante del amor, pero lo que he hecho es cantar a las personas, hablar de su vida, de momentos. He hablado de divorcio, de homosexualidad, de muchos aspectos de la vida de la personas. El amor es todo en la vida, todo lo que nos ocurre gira alrededor del amor. Su relación con Barcelona… Fue la primera ciudad, fuera de Francia, en la que canté. Creo que fue en 1957, hace mucho tiempo…, y actué en una sala que se llamaba Emporium. Fueron varios recitales y recuerdo con mucho cariño los espectáculos de flamenco 52 One Stop


Índice y el restaurante Los Caracoles, en el que comía habitualmente. La última vez que estuve en Barcelona fue hace tres años, cuando tenía noventa años, y aún espero volver a cantar alguna vez más por Barcelona. Es una gran ciudad, me recuerda mucho a París y a Francia por su forma de ser. Adoro España, aunque lo que está ocurriendo ahora me da mucha pena y en mi opinión lo que falta es diálogo, mucho amor y respeto, y creo que ahí está el verdadero problema. Barcelona es una ciudad muy acogedora para el arte. ¿Qué opina del público español? Yo canto normalmente en español, aunque no hablo español. El público es muy cariñoso y eso es lo que transmite en todos los conciertos. Fue al año de haber estado en el concierto de Barcelona cuando me fui poco a poco familiarizando con el español. Hábleme de Édith Piaf… Fue una gran amiga, estuve viviendo en su casa durante ocho años. Fuimos excelentes, grandes amigos, nada más, y con ella aprendí mucho. Yo era muy joven cuando ella era una estrella. Ella fue una gran amiga y eso es lo que llevo en el recuerdo de Édith Piaf, a la que siempre le estaré agradecido por muchas cosas y no olvidaré jamás. ¿Ha pensado retirarse alguna vez? No, jamás. No pienso dejar de cantar One Stop 53


Índice mientras tenga vida, tenga voz, es mi vida… ¿Qué opina de la música actual? La música siempre me interesa. Me encanta escuchar cómo artistas jóvenes versionan canciones mías y cómo las cantan de forma diferente. Esa, es la magia de la música. Siendo una estrella, como lo es, es curioso su grandísima humildad… No soy vanidoso ni nunca lo he sido. Al principio, cuando gané dinero, intenté tener lo que no había tenido ocasión de tener, pero enseguida me di cuenta de que el amor de mi familia era lo único que importaba. Nunca me ha movido la vanidad, el dinero no ha sido el motor de mi vida y sí el amor, que sigue siendo mi fuente de inspiración. El dinero, la fama, el poder no te hace feliz. La verdadera riqueza es hacer lo que quieres, con quien quieres. Nos despedimos con un profundo agradecimiento, porque entrevisté no a una gran estrella, que sí lo era, sino a una gran persona que hacía magia con la voz.

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Milagrosa música

Mora Malú Egresada del Conservatorio Nacional de Música “Carlos López Buchardo”, dependiente de la Universidad Nacional de las Artes (UNA). Estudios en Comunicación Audiovisual, aplicada al Diseño Gráfico Editorial. Correctora ortotipográfica y de estilo, Redactora freelance o “escritora fantasma”, escritora de cuentos y novelas cortas.

ENTRE LA TIERRA Y EL CIELO

Desde la época del hombre primitivo, la relación entre música y religión ha sido una extraordinaria dupla inseparable. La milagrosa música, presente en cada acción humana, fue refugio y protección de orden divino. Se le atribuían poderes sobrenaturales como curar enfermedades, ocasionar la lluvia, lograr abundancia en las cosechas… todo al son de los tambores, cantos y danzas rituales. Miles de años más tarde, se siguen sosteniendo las creencias sobre las influencias que ejerce la música para entrar en el reino de los cielos y ser tocados por la mano de Dios o invocar mediante ritos satánicos, brujería o magia negra a los espíritus del bajo astral. One Stop 55


Índice Para los antiguos griegos, la música era un regalo de las musas, de donde deriva su nombre: música de mousikē, «el arte de las musas», y se consideraba de una riqueza cultural y espiritual superlativa. Música, religión y espíritu formaban una trilogía de perfección. La evolución histórica de la música da paso a la liturgia de la Iglesia, donde surgen muchos compositores que, dándole culto a Dios, han creado obras por encargo o por simple gusto personal, como Bach, Mozart, Händel, Pergolesi, Beethoven, Vivaldi, Berlioz y Claudio Monteverdi, entre muchos otros. La música religiosa termina siendo tan relevante que es llevada a gran parte de la Biblia, escrita en forma de canciones. Los Salmos son cantos litúrgicos contenidos en el Antiguo Testamento dentro del Libro de los Salmos, que son de origen hebreo; y los himnos son canciones de alabanza de la tradición helénica. Los Salmos, El cantar de los Cantares y Lamentaciones son algunos ejemplos de la adoración a Dios. El rey David, talentoso músico y compositor, escribió: «Jehová es mi fuerza… y con mi canción lo elogiaré». Organizó también a 4.000 hombres para que fueran músicos y cantores de Jerusalén. La importancia que se le daba a los cánticos de adoración fue tal que llevó a que se eximiera a estos cantores de otras obligaciones en el templo para que se concentraran exclusivamente en su profesión. En los Evangelios según San Mateo y San Marcos dicen que 56 One Stop


Índice Jesús junto a sus discípulos entonaron un himno antes de que él se entregara para ser crucificado. La evolución de la música fue tomando diferentes formas en cada religión o corriente espiritual. Así, nos encontramos en la actualidad con diferentes géneros como el rock, pop, metal, clásica, moderna, sacra, folclórica, etc., que se inspiran en creencias que van desde lo divino hasta lo diabólico. Ese puente mágico entre la tierra y el cielo, llamado música, es para los evangélicos, las alabanzas; la música góspel o negro spirituals para los afroamericanos; es el Ave María, de Schubert, para los católicos; son los mantras, con su poder psicológico y espiritual, para los budistas; para los que creen que Dios es el universo, es la música de las esferas o música universal; así como para el movimiento rastafari, el reggae es una expresión cultural y espiritual o para el judaísmo lo es el piyyut (poema litúrgico cantado) que es asignado en los servicios religiosos, manifestando su adoración a Dios. Todos los puentes conducen a Dios, porque entre la tierra y el cielo ese puente es posible gracias a la milagrosa música.

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Historia

Carolina De Prado García

Carolina nos recuerda un pasado que define el presente que actualmente conocemos.

LA MARQUESA REBELDE, LA MANO CORTADA Y LOS EXTRAÑOS VISITANTES Corría el mes de febrero del año 1954 cuando el semanario de sucesos El Caso publicó una portada con la impactante frase: «El misterio de la mano cortada». Este fue el inicio de uno de los escándalos más conocidos de la época y, al mismo tiempo, de un misterio que hoy en día no ha sido completamente resuelto. La revista, que había sido obligada por la censura a no publicar una foto en blanco y negro de una mano con elegante manicura, cortada a la altura de la muñeca, dentro de una lechera de plástico, multiplicó sus ventas. Las gentes de la época arrojaron miles de lecheras idénticas a la de la foto a la basura y se produjo un auténtico fenómeno social de estupor y fascinación, a partes iguales, al pertenecer los protagonistas de la crónica a una acomodada familia nobiliaria. Cuando supe de este hecho, no pude por menos que sentir también cierta curiosidad por una historia que tiene como epicentro la figura de una mujer auténtica. Una mujer adelantada a su tiempo, con un espíritu indomable y cuyos últimos años de vida, especialmente los que vivió a partir del suceso de la mano cortada, están envueltos en 58 One Stop


Índice el misterio y la polémica, despertando incluso cierta tristeza al ser el reflejo del ocaso de una apasionante existencia. Se trata de Margarita Ruiz de Lihory, marquesa de Villasante e hija de un conocido aristócrata y político, amante del arte, amigo de los grandes intelectuales de la época y aficionado al ocultismo. Margarita fue siempre una joven audaz con un carácter no muy acorde con lo que se esperaba de una mujer de clase alta a principios del siglo XX en España. Estudió Derecho, algunos cursos de Medicina, Enfermería y Bellas Artes, fue una de las primeras mujeres que condujo en nuestro país y, tras unos pocos años de matrimonio y cuatro hijos –una niña y tres varones–, cuando su padre falleció en 1920, decidió abandonar a su familia, harta de una existencia monótona y de las infidelidades de su esposo, para convertirse en una paria en una sociedad que no perdonaba los escándalos y menos aun si los protagonizaba una mujer. Desde ese momento su existencia pasó a recordar el guion de una película hollywoodiense. Fue corresponsal de prensa en Marruecos durante la guerra del Rif, tuvo amoríos con un caudillo rifeño, conoció a Francisco Franco y se hicieron grandes amigos, llegando ella a salvarle la vida en dos ocasiones gracias la información que consiguió como espía. Además, fue activista de las causas de la mujer, viajó por todo el mundo, vivió en Estados Unidos, México y Francia, fue pintora y se dice que amante de figuras tan importantes como Miguel Primo de Rivera o Henry Ford. Tras haber gastado una gran fortuna volvió a España justo antes del comienzo de la Guerra Civil y se casó por segunda vez con el que se dice fue su gran amor, el abogado Josep María Bassols. Tras el final de la contienda, vivió con su familia en su palacio de Albacete y posteriormente se instaló en Madrid en su domicilio de la calle Princesa, el mismo en el que ocurrieron los hechos presentados en la portada de El Caso. Fue tras la muerte natural de su hija Margot (hay quien dice que debido a una leucemia o a un edema pulmonar) cuando, a raíz de la denuncia One Stop 59


Índice de sus otros hijos y del novio de la difunta, la policía efectuó el registro de su domicilio madrileño, donde se encontró la mano de la joven en una lechera. Se descubrió tras la exhumación y posterior autopsia de la difunta que le faltaban, además de la mano, los ojos, parte de la lengua y mechones de pelo, y que estas partes de su anatomía habían sido separadas de su cuerpo post mortem y por expertos en cirugía, sin encontrar los forenses restos de veneno en sus vísceras. Margarita y su marido fueron detenidos e ingresados en un psiquiátrico para posteriormente ser juzgados y considerados culpables de profanar el cuerpo de Margot, si bien fueron puestos en libertad y no volvieron a rendir cuentas por el extraño suceso. La marquesa siempre dijo que todo fue un retorcido plan de sus hijos varones para quitarle su fortuna, aunque su abogado defendió a Margarita diciendo que esta había querido guardar como reliquias partes del cuerpo de su hija, a la que consideraba una santa. Hasta aquí la historia no deja de ser la crónica de un suceso luctuoso hasta que se convirtió en un relato de terror cuando la policía registró un palacete de su propiedad situado en el número 54 de la calle Mayor de Albacete, conocido por los ciudadanos de la ciudad manchega como «la casa de los fantasmas». La leyenda se funde con la realidad, los rumores con las historias de miedo y lo real con lo imaginario. El palacete, edificio que se describe como lleno de pasadizos secretos, presencias fantasmales y ruidos anómalos, nunca fue del agrado de los albaceteños. Los vecinos contaron a los investigadores que desde el año 1952 se habían alojado en él dos extraños extranjeros, altos, rubios y fornidos. Margarita los presentaba como científicos del norte de Europa, aunque se les llegó a considerar oficiales nazis, refugiados tras el final de la Segunda Guerra Mundial, que experimentaban con algún tipo de arma bacteriológica con la que pudo contagiarse la propia Margot al residir en el palacete durante una temporada anterior a su muerte. Esta razón puede ser una explicación plausible al 60 One Stop


Índice hecho de que partes de su cuerpo fueran extraídas tras su fallecimiento. Y si ya la historia de los nazis, investigada incluso por agentes de la CIA, que se dice que fueron vistos por las calles de la capital manchega, podría ser llevada al cine y ser el guion de una película de éxito; la historia de Margarita da un giro sobrenatural cuando su vivienda de Albacete se ve envuelta en una historia de visitantes alienígenas conocida como el «Expediente Ummo». Según el investigador y sacerdote Enrique López Guerrero, los alienígenas ummitas habrían llegado a nuestro planeta en el año 1950 y le habrían mandado un mensaje informándole de que habían residido en Albacete invitados por la propietaria, a la sazón la marquesa de Villasante, y que incluso habrían realizado experimentos psicofisiológicos con mamíferos terrestres, fue en el marco de una de estas pruebas cuando la pobre Margot habría sido infectada por un virus traído de otra galaxia. Esta última teoría se consideró por los críticos de la parapsicología como una cortina de humo del propio régimen franquista para ocultar la presencia de criminales de guerra en nuestro país. Supongo que nunca sabremos quiénes eran en realidad los extraños invitados de la marquesa ni si es cierto que su palacio de Albacete fue realmente una mansión encantada en la que se realizaron ouijas, ritos esotéricos o experimentos médicos. Lo que sí es real es la fascinación que el caso de la mano cortada lleva suscitando más de medio siglo en nuestro país, concretamente en la acogedora y tranquila ciudad manchega. Me gusta pensar que en sus bares y tabernas disfrutaron bebiendo sus vinos y comiendo sus típicas raciones, visitantes extraterrestres, oficiales nazis, agentes de la CIA y expertos parapsicólogos. En resumen, gente peculiar que se confundió entre sus hospitalarios habitantes locales y que quién sabe si todavía siguen caminando por sus calles hoy en día.

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Álex García Álex nos hace viajar en su máquina del tiempo y conocer con cada entrevista a grandes personajes de la historia.

«LA MEDIDA DE LA INTELIGENCIA ES LA CAPACIDAD DE CAMBIAR» «EL TIEMPO ES UNA ILUSIÓN» (Einstein)

Queridos viajeros del tiempo, me alegra que hayáis decidido acompañarme en una nueva aventura viajando al pasado. Muchas son las veces que hemos escuchado decir a los padres, profesores y a todos en general que, aquellos que sacan malas notas no llegarán a ser nada en la vida. Aunque es cierto que hay que esforzarse y estudiar, quiero presentaros a alguien que no fue considerado precisamente un buen estudiante y sin embargo llegó a ser una de las mentes más privilegiadas de la historia. Por si queda alguna duda, en esta ocasión visitaremos nada menos que a Albert Einstein, uno de los personajes más célebres y admirados de la historia de la ciencia, un auténtico genio. Hablar de Einstein es hablar de las dos guerras mundiales, del hongo de Hiroshima, de la persecución y el exterminio de los judíos, de la implacable expansión del conocimiento científico, E = mc2, del sueño de la paz mundial... En definitiva, de uno de los personajes más influyentes del siglo XX. 62 One Stop


Índice Abróchense los cinturones y comencemos nuestra aventura con el mayor científico del siglo XX. Señor Einstein, es todo un honor que haya recibido a los lectores de One Stop y que nos dedique parte de su preciado tiempo para conocerlo mejor. Muchas gracias a vosotros por el interés mostrado en mi persona. En primer lugar, nos gustaría que nos hablase sobre su infancia y juventud. Pues bien, nací en la ciudad bávara de Ulm el 14 de marzo de 1879. Mis padres, Hermann Einstein y Pauline Koch, judíos ambos, procedían de Suabia. Al siguiente año se trasladaron a Múnich, en donde mi padre se estableció, junto con su hermano Jakob, como comerciante en las novedades electrotécnicas de la época. Fui un niño quieto y con un desarrollo intelectual lento. En cierto modo eso me pudo beneficiar, ya que creo que un adulto normal no se inquieta por los problemas que plantean el espacio y el tiempo, pues considera que todo lo que hay que saber al respecto lo conoce ya desde su primera infancia. Yo, por el contrario, he tenido un desarrollo tan lento que no he empezado a plantearme preguntas sobre el espacio y el tiempo hasta que he sido mayor. En resumen, fui lento para aprender a hablar, tenía un comportamiento taciturno y, en lugar de jugar con mis compañeros, tendía a caminar pensativo y a soñar despierto. Era considerado un bicho raro. Continuando con mi historia, en 1894, las dificultades económicas hicieron que mi familia se trasladase a Milán; yo permanecí en Múnich para terminar mis estudios secundarios, y me reuní con One Stop 63


Índice mis padres al año siguiente. Con 17 años ingresé en la Escuela Politécnica Federal de Zúrich, donde inicié estudios superiores de matemáticas y física. Cinco años más tarde, ya graduado, empecé a trabajar en la Oficina Confederal de la Propiedad Intelectual de Berna, empleo que compaginé hasta los 30 años con mis investigaciones científicas. Todavía hay falsos rumores que me acusan de haber robado la teoría de la relatividad de estas oficinas. Allí estuve hasta 1909, cuando inicié mi carrera de docente universitario en la universidad de Berna, luego pasé a Praga y regresé de nuevo a Zúrich en 1912 para ser profesor del Politécnico en donde había realizado mis estudios. En 1932, me mudé a Estados Unidos, donde impartí clases en el Instituto de Estudios Avanzados de Princeton. ¿Es cierto que conoció a su primera esposa estudiando en Zúrich? Cierto. Mi querida Mileva Maric, una gran matemática serbia y una de las primeras mujeres en cursar una carrera de ciencias. En 1903 nos casamos y tuvimos dos maravillosos hijos, Hans Albert y Eduard. Aunque me cueste reconocerlo, tuvo un papel muy importante en la elaboración de mis teorías, ya que complementaba mi trabajo en el campo en que yo era menos ducho, el de las matemáticas. Solíamos intercambiar cartas con frases de amor y teorías científicas. Pero en 1919 nos divorciamos. Posteriormente volví a casarme, esta vez con Elsa que, por cierto, era prima mía. Se rumorea que la fidelidad no ha sido uno de sus puntos fuertes, incluso se comenta que tuvo una aventura amorosa con una espía soviética. He de confesar que es cierto. En 1935, mi hijastra, Margot, me 64 One Stop


Índice presentó a Margarita Konenkova; el flechazo fue inmediato, y la herida, duradera. La aventura fue lo suficientemente larga (casi diez años) para permitirnos crear nuestro propio vocabulario íntimo. «Almar» es el nombre con que nos llamábamos entre nosotros, compuesto de las primeras letras de Albert y Margarita. Aún guardo algunas cartas de amor. Sigo defendiendo que desconozco que fuera agente soviética. Cuando tropiezas con el amor es fácil levantarse. Pero cuando uno se enamora, es imposible estar de pie de nuevo. ¿A qué se debe que pese a haber nacido en Alemania tenga la nacionalidad estadounidense? Siempre he detestado cualquier tipo de nacionalismo, y me he considerado “ciudadano del mundo”. Cuando tenía 16 años, renuncié a la ciudadanía alemana y fui oficialmente un apátrida hasta que me convertí en ciudadano suizo en 1901. En 1913, fui elegido miembro de la Academia Prusiana de las Ciencias, también conocida como la Academia de Berlín. Por entonces vivía en Zúrich; me mudé, en un ambiente de preguerra, a la capital alemana. En 1932, poco antes de que Hitler accediera al poder, me instalé en Estados Unidos y, más tarde, en 1940, obtuve definitivamente la nacionalidad estadounidense. ¿Qué diría que fue lo que hizo despertar su interés por la física? Cuando tenía cuatro o cinco años, mi padre me enseñó una brújula magnética. Observar cómo la aguja señalaba siempre en la misma dirección me dejó fascinado, y traté de imaginar la misteriosa fuerza One Stop 65


Índice detrás de la aguja. Esa experiencia dejó una impronta profunda y duradera en mí. Algo más profundo tiene que existir detrás de las cosas. Lo importante es no dejar de cuestionar. La curiosidad tiene su propia razón de existir. Sr. Einstein, sabemos que también ha explicado algunos fenómenos que desconcertaban a los físicos experimentales contemporáneos, incluso ha realizado algunos inventos. ¿Qué nos puede comentar al respecto? Es cierto que mis investigaciones han sido extensas. Como ejemplo, puedo decir que en 1905 pude explicar el efecto fotoeléctrico. Basándome en la hipótesis de Planck, supuse que la radiación electromagnética está formada de paquetes de energía, y que dicha energía depende de la frecuencia de la luz. Es cierto que también he sido inventor. Una de mis creaciones más interesantes es un tipo de refrigerador, que decidí fabricar después de escuchar que una familia que vivía en Berlín había muerto al romperse el precinto del refrigerador de la casa y desprender todos sus gases tóxicos. Como quería que el nuevo no tuviera partes que pudieran romperse, que fuera más seguro, eliminé la bomba usada para comprimir el refrigerante y creé la bomba Einstein-Szilard basada en electromagnetismo. Además, es silenciosa y a prueba de emisiones. Todo debe hacerse lo más simple posible. Pero no más sencillo. ¿Qué sintió al recibir el Premio Nobel de Física? Curiosamente, tras ser nominado 62 veces por mi teoría de la relatividad, en el año 1921, fui galardonado por mis trabajos sobre el movimiento browniano y mi interpretación del efecto fotoeléctrico. Para mí fue una grata sorpresa, aunque me sentí un poco extraño. 66 One Stop


Índice La realidad es simplemente una ilusión, aunque una muy persistente. Señor Einstein, ¿cuáles son su aficiones aparte de la física? Soy aficionado a dos cosas: la navegación en vela y la música. Toco el violín, y conocí la conexión entre este instrumento y la ciencia gracias a Pitágoras, uno de los primeros científicos que estudió la acústica, y que además creó cuerdas tensas con puentes deslizables, fundamento del actual violín. No tengo talentos especiales, pero sí soy profundamente curioso. No olvidemos que la búsqueda de la verdad y la belleza es una actividad que nos permite seguir siendo niños toda la vida. Anteriormente nos decía que detesta cualquier tipo de nacionalismo. ¿Qué opinión le merecen la política y la religión? Mi ideal político es el democrático. Todo el mundo debe ser respetado como persona y nadie debe ser divinizado. No es posible mantener la paz usando la fuerza, que sólo se puede lograr mediante la comprensión. En cuanto al dinero, considero que sólo apela al egoísmo e invita irresistiblemente al abuso. En mi opinión, la palabra progreso no tiene ningún sentido mientras haya niños infelices. Mi religión consiste en una humilde admiración del ilimitado espíritu superior que se revela en los detalles leves que podemos percibir con nuestra frágil y débil mente. La ciencia sin religión está coja y la religión sin ciencia está ciega. Nosotros, los mortales, logramos la inmortalidad en las cosas que creamos en común y que quedan después de nosotros. Una vez que aceptamos nuestros límites, podemos ir más allá de ellos. Dos cosas son infinitas: la estupidez humana y el universo; y no estoy realmente seguro de lo segundo. One Stop 67


Índice Usted, que es un hombre pacifista, ¿qué opina sobre la bomba atómica? Después de las explosiones de Hiroshima y Nagasaki me uní a los científicos que buscaban la manera de impedir el uso futuro de la bomba y propuse la formación de un gobierno mundial a partir del embrión constituido por las Naciones Unidas. Pero nuestras propuestas en pro de que la humanidad evitara las amenazas de destrucción individual y colectiva no sirvieron de nada. ¡Triste época es la nuestra! Es más fácil desintegrar un átomo que un prejuicio. El problema del hombre no está en la bomba atómica, sino en su corazón. El mundo no está amenazado por las malas personas, sino por aquellos que permiten la maldad. Somos arquitectos de nuestro propio destino. La vida es muy peligrosa no por las personas que hacen el mal, sino por las que se sientan a ver lo que pasa. ¿Qué espera del futuro? Nunca pienso en el futuro. Llega demasiado pronto. El misterio es la cosa más bonita que podemos experimentar. Es la fuente de todo arte y ciencia verdadera. Queremos agradecer el tiempo que nos ha prestado. Y para terminar, ¿qué consejo daría a nuestros lectores en general y a aquellos que estudian sus teorías en particular? Nunca consideres el estudio como una obligación, sino como la oportunidad para penetrar en 68 One Stop


Índice el bello y maravilloso mundo del saber. Cualquier tonto puede saber. La cuestión es entender. La alegría de ver y entender es el más perfecto don de la naturaleza. La única cosa que es absolutamente necesaria saber es la ubicación de la biblioteca. Educación es lo que queda después de olvidar lo que se ha aprendido en la escuela. La vida es como andar en bicicleta: para mantenerse el equilibrio, debes mantenerte en movimiento. Si quieres vivir una vida feliz, átala a una meta, no a personas o cosas. Nada sucede hasta que algo se mueve. Solo aquellos que intentan el absurdo pueden lograr lo imposible. Con la física como punto de partida, sus descubrimientos han dejado huella en campos muy diversos y sus predicciones siguen confirmándose aun hoy en día. Su condición de icono popular llevó a que se le ofreciera incluso la presidencia de Israel, honor que declinó emocionadamente. Albert Einstein falleció el 18 de abril de 1955 en Princeton (Nueva Jersey), a los 76 años como consecuencia de una hemorragia interna. La última carta que escribió, con fecha del 11 de abril de 1955, estaba dirigida al filósofo y matemático Bertrand Russell para aceptar la forma final del documento posteriormente conocido como el «Manifiesto Russell-Einstein», en que se llamaba a una conferencia para estudiar los peligros de la carrera armamentista y advertían que existía «un peligro muy real de exterminación de la raza humana por el polvo y la lluvia de las nubes radioactivas» y que la única «esperanza para la humanidad es evitar la guerra».

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Entrevista

José Luis Ortiz Licenciado en magisterio y con un Máster en Hipnoterapia. Escritor y novelista, actualmente trabaja para la administración en el gobierno de Aragón. Residente en Zaragoza.

Entrevista a Victoria Vera: una diva de la libertad. VICTORIA: A LA VERA DE LA LIBERTAD… La actriz Victoria Vera, una mujer tímida, que valora por encima de todo la bondad como tal, con una gran trayectoria profesional y artística. Hasta el año pasado volcada en el teatro con la gran función Salomé, es una diva de la libertad, una imagen de la Transición. Una persona, una mujer que ha trabajado con actores de la talla de Anthony Andrews, que en 2010 pudimos ver en su magistral actuación de la premiada El discurso del Rey, y que participó con ella en Las adolescentes de 1975 de Pedro Masó, con actores de la talla como Stuart Whitman o Anthony Quinn en Pasión de hombre de 1989 u Omar Sharif. Una actriz que ha sido la protagonista de una película nominada a los Óscar a la mejor película de habla no inglesa, como lo fue en Asignatura aprobada de 1987 de Garci. Una actriz que ha trabajado más fuera de España que dentro, como en Estados Unidos, Italia… Se le conocen innumerables películas, series, obras de teatro: es la primera gran actriz que realizó los primeros desnudos en la escena representando a Altea en El adefesio de Alberti y en donde 70 One Stop


Índice recibió una de las mayores aclamaciones por parte de la sala, por su magistral interpretación. Es una de las primeras mujeres que realizó posados para Interviú, los cuales marcaron una época, tres exactamente, el último en 2011. Una artista con una larga trayectoria en el mundo del teatro con innumerables obras, clásicos como Fedra en 1981 o la comedia Ninette y un señor de Murcia en 1987. Una mujer que hace realidad la afirmación de que la belleza viene del interior y que realmente lo sexy está en la inteligencia. Alguien que en su momento con la serie de Cañas y barro en 1978 marcó una época y que con la misma luz destacó en la participación de Mira quien baila en 2007, cuando comenzó su pasión por el baile, pues aún sigue siendo joven y mantiene ese encanto que sólo algunos agraciados o agraciadas consiguen , ya que sigue en plena juventud madura, bella e inteligente. Victoria nos abre su corazón y deja que brille nuevamente esa luz para todos los lectores de One Stop. Es la entrevista de la libertad en libertad. 1- En una carrera de éxitos, en teatro, cine y televisión, seguro que en tu vida habrás tenido momentos duros en los que te has enfrentado al cambio del mundo del cine, de la actuación desde tus comienzos a la actualidad. ¿Cuál fue el momento más difícil de toda tu carrera desde la Transición? El momento más difícil desde la Transición fue la Transición misma porque los movimientos radicales políticos del momento eran muy agresivos y éramos atacados en el mismo teatro donde estábamos actuando, de manera que era una situación difícil, sobre todo para mí, que no comprendía de dónde venía tanta agresividad ante un acto de libertad que suponía sobre todo el fin de la censura. One Stop 71


Índice 2- ¿Qué te dice lo siguiente?: Karen Taft y Proceso por la sombra de un burro. Karen Taft fue mi primera maestra de ballet clásico. Entré en su escuela con cuatro años y despertó una vocación en mí muy importante porque en aquel momento para mí lo más importante era el ballet. Proceso por la sombra de un burro era la obra que el grupo de teatro TEI representaba con gran éxito cuando yo entré en la escuela de teatro que dirigía el gran maestro americano William Layton y pasé a formar parte, en el segundo curso, del grupo que dirigía José Carlos Plaza. 3- ¿Qué te impulsó a dedicarte a esta profesión tan vocacional? Elegí el teatro porque el escenario me atraía desde que lo pisé por primera vez y sentí la magia de actuar que ya había experimentado con el ballet. 4- Un director, un guionista, un actor… (nómbrame uno, el que más admires o prefieras). Es difícil elegir un director o actor, pero si lo tengo que hacer te diré que considero que los actores ingleses son los mejores, ya que su formación está basada en el teatro y no hay uno solo que no tenga esa preparación, el respeto que tienen por el arte escénico les hace únicos. 5- Talento o esfuerzo. ¿Qué tiene más importancia? El esfuerzo no da el talento, pero el talento necesita esfuerzo para 72 One Stop


Índice desarrollarlo. 6- ¿En qué momento te dijiste a ti misma «ya he llegado»? Nunca he dicho «ya he llegado» y no creo que lo diga nunca, porque es imprescindible seguir aprendiendo, el arte es no dejar de aprender. 7- ¿Qué pecado no consideras pecado? El pecado es pecado y sólo si se reconoce puede ser considerado sólo una falta. 8- Voltaire fue la esencia de la sabiduría y de la libertad, ¿ahora hay personajes que se le parezcan o se aproximen? Voltaire hay sólo uno y el tiempo siempre reconoce a los grandes, sobre todo si realmente lo son, y Voltaire es uno de los grandes pensadores que conviene releer siempre para conocer al ser humano. 9- Sueños por cumplir. Soñar es necesario, pero actuar es todavía más necesario. Prefiero actuar a soñar. 10- ¿A qué aspiras ahora mismo? Aspirar a algo es sólo un impulso, lo importante siempre es la acción. 11- ¿Qué ha sido lo más valioso que has aprendido de la vida desde tus comienzos hasta ahora? One Stop 73


Índice He aprendido muchas cosas, pero quizá una de las importantes es que actuar es sobre todo conmover y eso no se consigue forzando la emoción sino siendo sincero y sin trucos. 12- Tu idea de amor…, tu idea de vida… El amor y la vida van de la mano, el uno sin el otro no tienen donde ir. 13- Como persona con fortaleza, como mujer excepcional, ¿crees que llegaremos en algún momento a una total igualdad entre hombres y mujeres? Los hombres y las mujeres no son iguales, otra cosa es hablar de igualdad en términos de derechos y ahí la lucha es real porque históricamente la mujer hasta hace muy poco se consideraba que no tenía alma. La misoginia existe y todavía es un arma que se emplea contra la mujer. 14- Tus próximos proyectos… Nunca hablo de los proyectos hasta que no se hacen realidad… 15- Unas palabras a los lectores de One Stop… Mi saludo más afectuoso para los lectores, y te agradezco esta entrevista que me permite acercarme a los lectores maños y de todo el mundo. Mi abuelo era de Calatayud y mi sangre aragonesa me ayuda mucho en la vida porque soy, según todos, una gran cabezota y me gusta serlo.

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Pensamientos en voz alta

Carlos Javier Jarquín Carlos, o como lo llaman, el chico poeta, vive en San José de Costa Rica, ha estudiado Lengua y Literatura Española en UNAN-Managua; actualmente estudia inglés. Es articulista en la prensa Nicaragüa, en El Diario Extra de Costa Rica, en la prensa libre Costa Rica, en la prensa Panamá, en el Coronadeño de Coronado, en el periódico La Estrella de Panamá y en el de San Salvador llamado El mundo.

Haz de tu vida una Navidad de eternidad «La Navidad se vive en familia, se canta en conjunto y se celebra con todos», el suspiro navideño se siente y se vive en pleno esplendor, diciembre es homenajeado por todos y en todos lados, ¡qué bello sería el mundo! Que cada minuto de respiración, viviésemos con aroma a Navidad, donde la familia se reúne a celebrar esta fecha tan esperada y especial, no tanto por lo que se recibe o se regala, sino por las persistentes muestras de afecto de desemejantes maneras donde se apodera el amor, unidad y solidaridad. Profusas familias para diciembre tienen la costumbre de ataviar la casa por dentro y por fuera, sin duda le da singular resonancia de elegancia a cualquier casa u oficina, también se adornan iglesias, parques, plazas y rotondas con los tradicionales árboles gigantes coloridos y deslumbrantes que todas las noches desbordan el más hechicero sentimiento que podemos sentir: alegría. One Stop 75


Índice Nuestro espíritu en toda época debe brillar como el cielo con sus multitudes de estrellas que desde la Tierra podemos observar su enorme brillantez, así como se adereza todo lo antes mencionado, adornemos nuestro corazón de cualidades que merezcan felicidades, auxiliémonos de pensamientos positivos, que nuestra mirada transmita diariamente entusiasmo a quien a diario miramos. Metafóricamente, ese árbol navideño es nuestra figura, y todas esas decoraciones que se le hacen, que sean nuestros sentimientos. El ser humano siempre aprende, entonces aprendamos a mejorar nuestra forma de ser e investiguémonos nosotros mismos en qué fallamos y seguro que viviremos con decorado regocijo mejor que ese árbol artificial, que cada año se debe cambiar. No hay mejor fiesta que compartir una deliciosa cena acompañada de una sobremesa de reflexión. ¡Feliz Navidad a todos los que comparten el deseo de un mundo mejor lleno de paz y esperanza! Diciembre es motivo de gala y declaración de unidad, vivamos todos los días como si fuese Navidad en toda la humanidad, y en todos sus gremios está la obligación del cambio. Seamos conscientes de que el sentido de nuestro existir es vivir y saber que todos necesitamos de todos, hagamos lo que dice Charles Dickens: «Honraré la Navidad en mi corazón y trataré de mantenerla todo el año».

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Índice Carmen María Avivar Subdirectora y Coordinadora de contenidos de la revista One Stop. Licenciada en Ciencias Económicas y Empresariales. Másters en Márketing, publicidad y recursos humanos. Administradora del blog “Alhendín eres tú”, Community Manager, Formadora de formadores

LOS ABUELOS Llegan unas fechas entrañables, familiares , y es por eso que en esta ocasión me gustaría hacer un pequeño homenaje a esos seres maravillosos que marcan nuestras vidas para siempre, aquellos que cuando no están nos hacen recordar maravillosos momentos y hacen florecer en nosotros una sonrisa y, a la vez, alguna que otra lágrima. Esos seres infinitamente sabios y llenos de un amor muy especial: los abuelos. Hoy en día muchos de ellos están alejados de la clásica imagen de ancianos haciendo dulces, recogiendo a los nietos del colegio o tejiendo en un sillón. Cada vez hay abuelos más jóvenes, que acaban de entrar en el otoño de sus vidas y de pronto se encuentran con que sus hijos tienen descendencia. ¿Eso significa que ya son ancianos? En absoluto. En los nietos se alarga la vida hacia unos límites de amor que no se soñaron. Los hijos fueron el testimonio, los nietos, la confirmación. Son el juguete espiritual de la edad mayor. Un nieto es un anhelo convertido en realidad. Se le dan los besos que tal vez no se le dieron a los hijos y ellos a su vez dan los besos que tal vez nadie dará. Se reedita la One Stop 77


Índice juventud y el corazón palpita vigorosamente como en un adolescente. Un nieto en los brazos vuelve a darles la juventud que quiere escaparse. Con los nietos se revive la historia del amor y el alma vuelve a florecer. El hogar viejo se vuelve joven y se renuevan las esperanzas. Los nietos hacen que se intensifiquen las emociones, son tesoros de una nueva generación a los que mimar con delicadeza, forman parte de su legado y les hacen sentir plenitud. Los abuelos de hoy en día tienen una vida social muy activa. Muchos, incluso, siguen trabajando, saben y entienden que su papel no es el de «criar» o el de «educar», eso es cosa de los padres. Pero se convierten en ese apoyo emocional, en guías constantes, amables, siempre atentos y accesibles por si en algún momento los necesitan. Su mayor aspiración es ganarse el corazón de sus nietos y compartir el máximo tiempo posible con ellos. Una de sus principales tareas no es otra que la de trasmitir una educación basada en las emociones, en el reconocimiento, en la fortaleza de un vínculo que debe acompañar para siempre a ese niño que el día de mañana será adulto. Ser su mejor modelo, una persona que inspira, que da buenos consejos, que permite crecer sin sancionar. Cultivan la ilusión, son el abrazo cotidiano, el regalo dado a escondidas y la sonrisa de la complicidad, son consentidores de cada capricho y brindan todo su amor. Los hijos a veces podemos pensar que quieren más a los nietos que a nosotros mismos. Gran error. No se quiere más a los nietos que a los hijos, aunque lo parezca, lo que pasa es que en los nietos se vuelve a amar a los hijos. Es una segunda oportunidad. La oportunidad de amar sin medidas y sin preocupaciones adicionales, la oportunidad de hacer las cosas bien para seguir construyendo el futuro. Los nietos se convierten en el aliento necesario para superar las dolencias de la edad. Son el oxígeno que les permite vivir el día a día de manera intensa. Sus fotos por toda la casa son como trofeos, el mejor premio que pueden recibir de sus hijos. Los nietos son su pasado, su presente y su futuro. Su historia, su familia, su sangre. Y les permiten viajar al pasado, recordar la pureza, la 78 One Stop


Índice inocencia, la imaginación y frescura de la infancia…, y asimilar lo que se pierde a través de los años. Todo esto es algo que sólo comprenderemos el día que seamos abuelos, lo mismo que nos ocurrió al convertirnos en padres. No hay nada más bonito que recordar a nuestros abuelos, aunque han cambiado mucho los tiempos y la mayoría de nosotros los recordamos ancianos, con algunos achaques, sentados en su sillón contando historias que nos parecen aventuras maravillosas que nos dejan recuerdos imborrables. Hoy en día nuestros hijos tienen la suerte de poder disfrutar de abuelos jóvenes, ágiles y muy activos, que transmiten su sabiduría y experiencias de un pasado más cercano y más tangible; interactúan con sus nietos y en muchos casos se convierten en sus confidentes. A pesar de todo esto, echo de menos una sociedad más atenta y sensible con nuestros mayores, ya que son increíblemente activos e importantes en nuestro día a día. Por ello os animo a disfrutar de ellos, aprender de ellos, y pasar el máximo tiempo posible con ellos. Aprovechemos el tiempo con nuestros padres y dejaremos el mejor legado posible a nuestros hijos, el poder disfrutar de sus abuelos.

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EL MEJOR CINE DE TODOS LOS TIEMPOS

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Claudia Álvarez Coged palomitas, sentaos tranquilamente y seleccionad esa pelicula de hace años que nos recomienda Claudia.

CIUDADANO KANE

En el artículo de hoy quiero compartir con todos ustedes mi experiencia personal al ver una película que ha marcado un hito en la historia del cine, Citizen Kane, El ciudadano Kane, Kane, o simplemente El ciudadano, de Orson Welles. Filmada en blanco y negro en Estados Unidos en el año 1941, Welles no sólo la protagonizó estelarmente, sino que también la dirigió, la produjo y la escribió. Asistido en la dirección por Fred Fleck y Edward Donahue, en la producción, por George Schaefer y en la escritura del guión, por Herman Mankiewicz. La escenografía, que está cuidada hasta en el menor de los detalles, quedó a cargo de Darrell Silvera. El protagonista fue acompañado por talentosos y recordados actores como Joseph Cotten, Ray Collins, George Coulouris, Everett Sloane y Dorothy Comingore, entre otros. En su versión original hablada en idioma inglés, esta película nos narra la historia de Charles Foster Kane, un magnate de la prensa estadounidense que en un momento de su existencia decidió vivir solo en una lujosa mansión en el estado de La Florida, llamada Xanadu. Al inicio del film, vemos que él murió en su cama dejando caer de 80 One Stop


Índice su mano una bola de nieve que se hizo añicos y pronunciando la palabra Rosebud. La noticia de la muerte de tan importante personaje tardó muy poco tiempo en recorrer todo el mundo. Pero como nadie conocía el significado de esa palabra, un periodista se puso a investigar la vida privada del fallecido magnate hasta los más íntimos secretos para averiguar su significado. Así comenzó a entrevistar a sus allegados, familiares, amigos, etc. y, para su sorpresa, descubrió que Kane pasó una infancia pobre, en Colorado, hasta que a los 25 años de edad descubrió que su madre había adquirido la propiedad de una mina de oro, aparentemente sin mayor valor pecuniario. A partir de ese instante, su vida se modificó para siempre al decidir ingresar en el mundo de la prensa. Pero todo esto era sólo un medio para lograr el poder o, mejor dicho, todo el poder. Se casó con la sobrina del presidente de la nación e inmediatamente comenzó su campaña para ser el gobernador del estado. Luego se divorció para casarse con su amante, que tiempo después lo abandonó a él. Por medio del mayordomo, figura insustituible, nos enteramos de que Kane pronunció por primera vez la palabra Rosebud mirando fijo la bola de nieve inmediatamente después de ser abandonado por su segunda esposa. Como podemos ver, se trata de un personaje que vivió permanentemente rodeado de grandes misterios. Si desean descubrirlos, tendrán que ver esta película que goza de gran prestigio entre la prensa y los cinéfilos de todo el mundo. La consideran una verdadera obra maestra. Eso sí, tómense su tiempo dado que tiene una duración cercana a las tres horas.

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Desde la ventana de Lola

José Luis Ortiz Licenciado en magisterio y con un Máster en Hipnoterapia. Escritor y novelista, actualmente trabaja para la administración en el gobierno de Aragón. Residente en Zaragoza.

EXISTENCIA, CONCIENCIA Y DICHA

Es importante que cuando nos levantemos cada día tengamos presente la verdadera esencia de la vida. Nuestra tarea no es buscar el amor, sino buscar en nosotros mismos las barreras que hemos construido contra él. Decir te amo, te quiero, es una de las emociones más poderosas de la vida. Somos espíritus que sentimos y somos amor. Cuando vivimos en un estado de amor, todo lo positivo es atraído hacia nosotros. El regalo más grande que podemos darle a alguien, siempre es el amor. La mayoría de nosotros vemos al amor como algo externo a nosotros mismos, algo que se puede perder, pues no está en nosotros. Que pocas veces decimos yo vivo desde el amor que es la verdadera esencia de la vida. Cuando tomamos conciencia de la verdadera 82 One Stop


Índice realidad del amor entonces todo cambia; no importa cuánto demos, la fuente es inagotable, eterna, mientras tengamos la consciencia y la conciencia en este mundo. Este no es un mensaje religioso, nada más lejos, es un mensaje humano y vital que hace que la vida sea mejor para todos, especialmente en los momentos adversos que todos tenemos, y aún más, en momentos de crisis y dolor que en nuestra vida siempre aparecen. El amor es vida y la vida es amor. El amor mantiene la ilusión, el deseo es amor y hasta el conocimiento es amor, amor por la verdad. El amor es la fuerza más poderosa de esta vida. Cuando vivimos de verdad el amor es cuando nos encontramos a nosotros mismos, a nuestra esencia, la que nunca cambia, la que no envejece y la que nos hace ser hermosos y bellos más allá de las apariencias. Existencia, conciencia y dicha son los pilares que precisa el amor para sustentarse. Existencia para vivirlo, conciencia para llegar a vivirlo plenamente y él nos regala con la dicha, una dicha que va más allá del mero placer. Una experiencia que llena y vitaliza. El amor nos nutre tremendamente. Vivamos más el amor, el presente y cada encuentro con el otro. Antes se decía: estar en lo que se celebra. Eso nos lleva al presente. A veces, cronificamos las cosas. Vivamos el mejor momento de nuestras vidas, planeemos nuestro futuro y pongamos nombre a nuestro pendiente. Soñemos con lo que merecemos. Que nuestro pasado alimente y nos enseñe a manejar. Es bueno levantarse y decirse: “hoy recordaré amar a todo y a todos con quienes tenga contacto” y entonces, curiosamente, la One Stop 83


Índice vida se torna menos gris, con más tonalidades y con más colores. Quizás sencillos, sin grandes novedades, pero plena y vital, lo suficiente como para llenar de plenitud la existencia cotidiana que la monotonía suele cercar y que de vez en cuando los sueños nos ayudan a tender puentes hacia el infinito y a caminar hacia nuevas metas con esperanza, con paso suave y calmado pero esperanzador. Este escrito se lo dedico a todos/as los luchadores y cazadores de sueños, especialmente para Myrianne, Beatriz y Eva, verdaderos ángeles que vagan por esta tierra, pues dejaron sus alas aparcadas en un cielo lejano, lo mismo que cuando los dioses decidieron sus dones al bajar del Olimpo a la tierra, para llenarse de humanidad terrenal. Tenemos la oportunidad de poner nuestra existencia en orden y de conseguir enormes grados de paz y serenidad, que ya no tenemos que pelear con los condicionantes sociales y familiares. Gracias, y vivamos en el amor y por él…

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Salud

CONDUCTA SUICIDA El suicidio es la tercera causa de muerte en la población joven, pero la gente mayor de 65 años se suicida más, sobre todo los hombres. Una ideación suicida está constituida por tres acciones: el suicidio consumado, cuando el paciente ya llegó a su objetivo final de arrancarse la vida y el cual, como médicos y como sociedad, debemos evitar sea cual fuera su situación social o económica; la tentativa de suicidarse, que es el momento en que un paciente está intentando quitarse la vida, un poco para llamar la atención y decir «aquí estoy, ayúdenme porque me mato». Esta parte es la que, como sociedad, aún no hemos aprendido a identificar, a leer esa información que nos proporciona el paciente potencialmente suicida, ya que luego algunos de ellos llegan a consumar el hecho. Y los gestos suicidas, que son los indicios, esos leves mensajes ya no tan sencillos para llamar la atención, ya que se llegan a infligir algunas lesiones que, si bien son sólo rasguños, son una muestra de que la situación puede terminar mal. Dentro de los factores que contribuyen a la presencia de un suicidio encontramos la depresión, que es una parte muy importante y One Stop 85


Índice la desencadenante para una determinación fatal, ya que puede ser lo suficientemente fuerte o profunda como para darle valor a ese paciente de arrancarse la vida. Otro factor es tener acceso a armas de fuego, o transitar por zonas que podrían llamarse “de muerte rápida”, como el metro, caídas de pisos altos, etc. Es muy importante poder leer los gestos y las tentativas suicidas, allí es donde se deberán enviar todas la baterías para evitar que esa persona llegue a consumar un suicidio.Tratando de leer e interpretar esos mensajes ―que no serán hablados ni directos, sino que serán velados― es donde, querido amigo lector, fallamos como sociedad. Desgraciadamente, la conducta suicida es un grave problema que nos aqueja en la actualidad. Los factores de riesgo son la pobreza, el nivel sociocultural débil, los problemas serios de depresión (que son más comunes entre los hombres divorciados o viudos). Estos factores pueden interactuar de tal modo que hagan que una mente ―que por alguna de estas razones se encuentra susceptible― piense que la mejor solución sería matarse. Como sociedad, debemos pelear por evitar esta idea y quitarla de la mente de muchas personitas que llegan a suponerla como única solución a sus problemas. Se ha demostrado en trabajos bien establecidos que la gran mayoría de los pacientes suicidas cursan con diferentes grados de depresión. Si unimos esto al consumo de alcohol o drogas, terminan siendo altamente vulnerables a tomar la terrible decisión de matarse. Es necesario mantener estrecha vigilancia a los pacientes que tengan estos factores de riesgo: edad superior a 65 años, sexo masculino, enfermedades dolorosas, incurables o terminales, deudas económicas y pobreza, vivir solo, transitar un duelo por la pérdida de algún ser querido, cursar con algún caso de humillación o deshonra, depresión severa, pero llevada a grados extremos, casi de psicosis o alucinaciones, tendencia a la tristeza permanente, alcoholismo o drogadicción, 86 One Stop


Índice antecedentes de suicidios familiares, experiencias infantiles de violaciones o abuso, que hagan que este tipo de personas vivan con un sentimiento de culpa tal que les haga sentir la necesidad de limpiar al mundo de su presencia; y, sobre todo, tener una tendencia suicida. Pensemos un minuto, mi querido amigo lector, qué pasa por la cabeza de estas personas que las obliga a pensar en matarse, en salir por la puerta falsa para nosotros, pero que ellos ven como la única. Pese a la necesidad de afecto, tienen el valor para tomar esa determinación y llevarla a cabo. Una vez hecha, ya nunca se darán cuenta de lo que hicieron, y lo peor de todo es que nunca tendrán la posibilidad de arrepentirse. Duele y mucho ver cómo una vida se acaba por propia mano, error del propio paciente, error de la sociedad y error de las áreas de salud, por no contar con zonas específicas para ellos.

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CUENTOS Y LEYENDAS POPULARES

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Carmen María Avivar Subdirectora y Coordinadora de contenidos de la revista One Stop. Licenciada en Ciencias Económicas y Empresariales, Másters en Márketing, publicidad y recursos humanos. Administradora del blog “Alhendín eres tú”, Community Manager, Formadora de formadores.

Leyendas de Sevilla

¿Conocéis Sevilla? Enclavada a orillas del río Guadalquivir, Sevilla es heredera de un rico legado árabe y de su condición de próspero puerto comercial con las Américas. La capital andaluza destila alegría y bullicio en cada una de las calles y plazas que configuran su casco histórico, que alberga un interesante conjunto de construcciones declaradas Patrimonio de la Humanidad, y barrios de hondo sabor popular, como el de Triana o La Macarena. Preciosa ciudad capital de la comunidad autónoma de Andalucía, su casco antiguo es el más extenso de España y uno de los tres más grandes de toda Europa junto a los de Venecia y Génova. Su patrimonio histórico y monumental y sus diversos espacios escénicos y culturales la convierten en la tercera 88 One Stop


Índice capital más visitada de España tanto por el turismo nacional como por el internacional. Otra buena excusa para acercarse a la capital hispalense son sus fiestas. Declaradas de Interés Turístico Internacional, la Semana Santa y la Feria de Abril reflejan la devoción y el folclore del pueblo sevillano, siempre abierto y cordial con el visitante. Pero Sevilla es mucho más, Sevilla es la ciudad de las leyendas eternas... y de esas otras leyendas urbanas que asombran al ciudadano o al curioso que busca lo imposible o lo impactante, algunas de las cuales me gustaría compartir con vosotros. ¿Realidad o ficción? Juzgad vosotros mismos. LEYENDA DEL REO AL QUE IBAN A EJECUTAR Cuenta la leyenda que un ladrón, tras haber cometido algunos delitos, fue juzgado en la Casa Cuadra, o Audiencia de la plaza de San Francisco, donde le condenaron a morir ahorcado. Lo sacaron de la Cárcel Real, que se encontraba en la Calle Sierpes, para conducirlo en un carro para que todo el mundo lo viera, a la Dehesa de Tablada donde estaba la horca pública. Al llegar a la Puerta de Jerez, comenzó a dar grandísimos gritos diciendo: “No podéis ahorcarme porque el Rey me ha perdonado”. Esta frase la repite varias veces ante la mirada atónita del pueblo, que no daba crédito a lo que estaba oyendo. Se detuvo la comitiva, y el máximo responsable del cortejo, que era un juez, inmediatamente acudió a los Alcázares para dar cuenta al rey Pedro I de lo que estaba sucediendo. El monarca muestra su asombro y comenta que ni conoce al reo en cuestión, ni mucho menos le ha otorgado su perdón y mandó que siguiese adelante el cumplimiento de la sentencia. Pero acabando de salir el juez de las habitaciones del rey, este reflexionó y mandó que le llamasen nuevamente antes de que saliera del Alcázar. Regresó el juez a su presencia, y el rey don Pedro dijo: “Aunque yo no había concedido el indulto, ni siquiera me lo habían pedido, es mejor que no se cumpla la sentencia, porque habiéndolo gritado en público, no quiero que pueda quedar en ánimo del pueblo de Sevilla que yo le One Stop 89


Índice había indultado y que después he faltado a mi palabra Real”. Y así fue como el reo fue devuelto a la cárcel y se libró de la horca, por el respeto que el rey tenía a su pueblo, y a su palabra. LA SANGRE DERRAMADA EN EL ALCÁZAR Cuando vayáis a los Reales Alcázares deteneos en la Sala de los Azulejos, porque es ahí donde tiene lugar esta historia. A mediados del siglo XIV, el rey don Pedro I el Cruel estaba casado con Doña Blanca de Borbón, pero, según las malas lenguas, el matrimonio sólo se consumó dos veces por motivos no demasiados claros. Había quien pensaba que Pedro I no tenía interés en ella porque realmente estaba enamorado de otra mujer (María de Padilla). También se rumoreaba que el hecho de que la familia de Blanca de Borbón no abonara la dote estipulada enfureció al monarca. Blanca de Borbón comenzó a tener escarceos con el hermanastro de su marido, don Fabrique. El idilio llegó a oídos del rey, quien convocó a su hermano en la Sala de los Azulejos de los Reales Alcázares y entabló con él una fuerte discusión que acabó en tragedia, pues don Pedro acabó asesinando a su hermano. Cuando su hermanastro se halló frente al rey, hizo que le dispararan una flecha que lo hirió, don Fabrique logró salir al patio en donde dejó un rastro de sangre, y allí el rey lo remató con su daga real. Cuenta la leyenda que la sangre que brotaba de don Fabrique cayó en el suelo de mármol y este, al estar sin pulimentar, absorbió toda la sangre hasta quedarse una mancha en el suelo.

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Índice LEYENDA DE LOS ENAMORADOS Cuentan que una chica árabe, hija de un importante personaje de la tierra, era tan hermosa que dejaba a todos enamorados con sólo verla, pero ella no sabía qué era estar enamorada hasta que un día vio a un joven del cual se quedó prendada, pero su amor estaba prohibido, ya que él era un cristiano. Los amantes se veían a escondidas y tenían mucho cuidado para no ser descubiertos. Pero la joven árabe, como resultado de sus encuentros, quedó embarazada y decidieron fugarse para poder vivir su amor lejos de conocidos, ya que debido a lo avanzado del estado de gestación les era imposible ocultar el embarazo. Los amantes se citaron en el pinar que estaba cerca de la ciudad en la misma zona en la que quedaban para sus encuentros amorosos. Ella fue puntual y esperó durante horas a su amado, que nunca apareció, ya que cuando el padre de la chica averiguó el plan de los jóvenes lo mandó a apresar y lo mató por venganza. Ella, aprovechando la catacumbas que hay bajo el castillo, permaneció oculta durante semanas, ya que tenía la esperanza de que su amado apareciera tarde o temprano. Cada día que pasaba, la joven estaba más y más triste y con cada vez más miedo porque se acercaba el momento del parto y se vería sola. Llegó el momento de dar a luz y tras un doloroso parto llegó al mundo el hijo de la pareja de enamorados, pero debido al esfuerzo hecho por la joven, falleció a los pocos minutos de dar a luz, y por el frío de la noche y la desprotección del bebé este murió de frío a las pocas horas. Un triste final para una historia de amor. Esta historia ha llegado a nuestros días debido a que desde entonces en las noches de mucho frío, en los pinares de esta zona, cerca de las catacumbas, se oye el llanto de un bebé y comentan que se ha visto a una joven deambulando por la zona. Tal como aparece de la nada desaparece a los pocos segundos sin dejar tiempo para distinguir si en verdad es una aparición o un efecto óptico. One Stop 91


Índice LA CALLE CANDILEJO Esta es la leyenda de la sevillana Calle de la Cabeza del rey don Pedro y Candilejo. En el siglo XIV, Pedro I, rey de Castilla, y sus andanzas por Sevilla dieron pie a varias leyendas y la que ahora nos ocupa tiene que ver con un asunto de honor. Una noche, mientras paseaba solo por el centro de la ciudad, en una calle solitaria que se llamaba calle de los Cuatro Cantillos, se topó con uno de los Guzmanes, familia que apoyaba a su hermano bastardo en la lucha por el trono. El rey pidió cuentas por sus palabras ofensivas, dándole oportunidad de defenderse y el encuentro terminó con un choque de espadas. Estaba en plena pelea, cuando en una de las casas se abrió sigilosamente una ventana del piso alto y se asomó una anciana con un candil en la mano, intentando curiosear quiénes eran los que reñían. Pedro I acabó con la vida de su oponente tras una estocada en el pecho. La anciana, horrorizada de lo que había visto, dejó caer el candil, cerró el postigo de la ventana y, rezando entre dientes, se volvió a su habitación, pero escuchó el chasquido de las rodillas del embozado en su huída, y reconoció el problema que sufría el rey tras una caída de caballo. La anciana asustada contó a su hijo, el carbonero, lo ocurrido, que aconsejó decirlo a la justicia de manera anónima, pero la anciana recordó que había perdido el candil y así sabrían que había sido ella la que presenció el suceso, temiendo que culparan de lo ocurrido a su hijo. Juan, el carbonero, salió a buscar el candil, pero aunque aún no había amanecido, ni el muerto estaba allí, ni tampoco el candil. Sin duda quienes recogieron el cadáver se lo habrían llevado como prueba del delito. Por aquel entonces, el alcalde de Sevilla, Domingo Cerón, se jactaba de que ningún delito cometido en la ciudad quedaba sin castigo y en este caso tampoco quiso hacer una excepción. De hecho, cuando los Guzmanes exigieron justicia, emprendió una investigación para esclarecer los hechos. “Cuando se halle al culpable, mandaré poner su cabeza en un nicho en la pared, en el mismo lugar de la muerte”, afirmó. 92 One Stop


Índice El rey envió un pregón por toda Sevilla diciendo que se premiaría con cien doblas de oro a quien denunciase ante el rey al asesino del hijo del conde de Niebla. Juan, el carbonero, tras oír el pregón, acudió a presentarse en el Alcázar, donde pidió ser recibido por el rey, diciendo que sabía quién era el asesino, ya que su madre había presenciado el suceso desde una ventana, pero que al tratarse de una persona de calidad no podía pronunciar su nombre, pero se lo mostraría en persona y a solas. Se dirigió a una sala contigua y, señalando un espejo, le dijo al rey:“Mirad por aquella ventana y le veréis en frente”. Don Pedro, al oír estas palabras, miró hacia el espejo, se contempló y seguidamente se volvió hacia el carbonero y le dijo en voz baja: “Lleváis razón. Ese hombre que se ve por esa ventana, como vos la llamáis, es quien mató al caballero Guzmán. Pero de ahora en adelante os prohibo que lo digáis a nadie más, so pena de mandaros a ahorcar”. A continuación mandó a entregar la recompensa. Al día siguiente, el alguacil real recorrió las calles de Sevilla con una caja sellada y pregonando que dentro de ella se encontraba la cabeza del asesino. La llevó al lugar del crimen, ordenó a unos albañiles que la introdujeran en una hornacina y aclaró a los presentes que nadie debía abrirla so pena de muerte. Y allí permaneció intacta hasta que Pedro I falleció y los Guzmanes se apresuraron a conocer su contenido. Fue entonces cuando descubrieron por fin la identidad del asesino, pues en el interior hallaron el busto del rey, aunque con una particularidad: era de mármol. El pueblo empezó a llamar al lugar de los Cuatro Cantillos con el nombre de Calle Candilejo, por la curiosidad de que aunque en Sevilla había frecuentes duelos entre caballeros que acababan con muerte a cuchilladas, nunca se había visto que dos personas para batirse llevasen consigo un candil, que era lo que creían las gentes, pues nadie imaginaba que el candil había caído de las manos de la anciana desde la ventana. Y también es conocida como Calle de la Cabeza del rey don Pedro. One Stop 93


Sin palabras

Ă?ndice

M A y T E A . R

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Ă?ndice

MAYTE A.R One Stop 95


Ă?ndice

Victor Siena

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Índice Alfonso Cabañas Rodríguez

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Índice Alfonso Cabañas Rodríguez

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Índice

Hablando de arte...

José Adelardo López Juliá Poeta y escritor nacido en Tetuán, reside en Granada. Su obra ha sido recitada y traducida a varios idiomas, obteniendo su mayor reconocimiento en España y Marruecos. Dentro de su obra podemos destacar su libro: Un paseo por Granada, Los textos de la sinfonía del mar, el poema simbólico a Salvador Patón, los poemas del libro Baza, Capital del Altiplano, los textos y poemas de la colección Arte Actual, etc...

EN EL NUEVO AMANECER RESIDE LA ESPERANZA: DIEGO CANCA, PASIÓN POR EL SUR

Creo que no hay nada tan valioso como un corazón bueno. En el eterno viaje hacia el futuro, buscando el éxito, dejamos que muchas veces nos pasen desapercibidas esas almas llenas de dulzura y nobleza, en donde siempre podemos encontrar nuevos y cálidos horizontes. Un remanso de paz y trabajo, destellos de luz que indican dónde está el final de la oscuridad y el principio de un nuevo amanecer de esperanza.

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Índice El artista Diego Canca nació en Ceuta, el 20 de julio de 1948. Desde que tuvo uso de razón se vio garabateando, en el soporte más insospechado, todo cuanto le rodeaba. Durante el bachiller destacó en la disciplina del dibujo y a los 14 años comenzó a descubrir los secretos del óleo por su propia cuenta, animado por su profesora de dibujo del instituto donde estudiaba, que veía en él cualidades especiales para dedicarse al arte de la pintura. Dos años más tarde trabajó en la Costa Brava retratando a cuantos turistas solicitaban de sus servicios, consiguiendo un hueco en el mundo del retrato a carboncillo y grafito. Él asegura que vino al mundo con un dedo más en la mano: el lápiz de grafito, del que a día de hoy se ha convertido en su más fiel compañero de viaje. De esta forma, el retrato se consolidó en su rutina pictórica como parte fundamental. Sus primeras exposiciones fueron colectivas y pronto los encargos se constituyeron como base de su obra. Fue en Ceuta donde realizó su primera exposición individual y a partir de ese momento se sumergió en la tarea de crear prescindiendo de modelos forzados. El éxito de esa exposición y su espíritu inconformista le hizo estudiar a fondo e investigar por su cuenta un estilo personal que, al día de hoy, marca su signo de identidad. Hace ya diez años, Granada acogía numerosas exposiciones colectivas y dos individuales, aunque es Madrid la ciudad que durante los años siguientes mejor acoge su obra, y en la que surgen los principales coleccionistas que siguen su evolución artística. Distintos premios fue acumulando en el transcurso de su vida artística. 100 One Stop


Índice Su obra comienza a ser requerida por importantes galerías y participa en numerosas ferias internacionales de arte, entre las que destacan: Berlín, Frankfurt, Gante y Sevilla. Igualmente, su obra se exhibe en Nueva York. Su obsesión siempre estuvo centrada en el estudio de los grandes clásicos europeos y en la evolución de la pintura hasta nuestros días. Diego Canca no se limita a lo que ya conoce y a partir de mediados de los 90 hace su primera incursión en el mundo del aguafuerte, aguatinta, punta seca y todas las técnicas del grabado, ampliando continuamente sus conocimientos asistiendo a cursos que imparten grandes maestros nacionales e internacionales. Su orientación en esta disciplina es coherente con su forma de entender el arte y busca la realidad continuamente. de manera constante. El realismo se constituye en su centro de atención. Pero el punto de mira lo fija en dos puntos propósitos: el hiperrealismo, donde está inmerso e investiga continuamente tenazmente durante más de diez horas diarias; y la búsqueda de nuevos horizontes que le animen a acceder a su estudio, antes de las ocho de la mañana, con la ilusión del primer día. Desde su última exposición en Madrid (2003), su pintura evoluciona conceptualmente de forma notoria y decide que sea en Granada el lugar que recoja esta nueva etapa que presenta.

Posteriormente, sale a la luz su primer trabajo como novelista «Te espero en el mar», primera de una trilogía que continuó con «Dolores la mala», y «Todas las persianas no son blancas», con la que cerrará la trilogía. One Stop 101


Índice En la actualidad, dirige la Escuela Municipal de Pintura de Churriana de la Vega, municipio al que se siente muy ligado y que ha dado su nombre a una calle del pueblo. ....................................... «Otro bodegón para Peca» Todo es natural en mi amor, aromático como la fruta fresca, su piel, anaranjada y suave, sedosa y limpia, de melocotón. Dulce y exótica chirimoya, macedonia de uva y plátano, refrescante limonada, abierta y sonrosada granada. Un rebosante frutero de aromáticos sueños, mi mejor alimento. ......................................... «La imperturbable soledad de Gori» Como gotas de agua, como almas gemelas, como el vuelo del cisne, como luz de una estrella. Bendita matriz que realiza los sueños, bendita la madre, fértil tierra virgen que torna semilla en campos al viento de espigas doradas 102 One Stop


Índice bailando en silencio. Una melodía llena la campiña. Las gotas se unen en río de cariño. ¡Qué amor más sencillo! ¡Qué amores tan limpios! ................................... En agradecimiento a Diego Canca: Una nueva explosión, parió las formas. El magma latente se desbordó en sinfonía de colores, fluyó la esencia de los sueños, las piedras, las hojas, los tubos estelares, hicieron viaje hacia lo eterno. Un ave mensajera gritó la buena nueva, la emoción brotando por los poros dejó una estela en ecos de silencio, senda de luz oteando el horizonte. ................................. «Solemne quietud de Teresa» Cada día, en la silla de anea, esperaba haciendo ganchillo, el regreso de su hija Teresa. Una tarde de rojos cuchillos, una tarde de cobarde violencia, se llevó su historia al olvido, el olvido a una eterna condena. Se ponía el sol en el pueblo,

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Índice los hombres ociosos bebían, las mujeres barrían su miedo, el recuerdo de cercanas palizas. De rojo se tiñó el regreso, cayendo la oscura noche sobre sus párpados entreabiertos; el silencio acalló las voces, los latidos parados y muertos. .............................. A Diego Canca... Guarda miles de herramientas dispuestas en preciso orden. En el taller de la belleza, todo mira al horizonte. Motor de cinco cilindros, forjado está en sus dedos, la llave un pincel mágico, el destino un feliz sueño. ........................... «Las raíces del volaor» Las raíces olvidaron su sino, emprendiendo retorcido viaje, dejando su lecho mullido se asomaron a ver el paisaje. Descubrieron entre sombras y luces unos seres semejantes a gusanos, las sensaciones que de asco producen eran aroma podrido y mundano. ..................................

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Índice Corazones de alcachofa Armaron su piel de coraza, con escamas terminadas en filo, protegían a una alma blanca, su emoción pendiente de un hilo. ............................... «Soporte para la nostalgia» En el lejano país del olvido, las preguntas no obtienen respuesta, sin embargo recibe el oído melodías que a veces recuerda. Un aroma, un color, un abrazo, te transporta a lejanos lugares donde el tiempo parece anclado, donde el sueño empieza a crearse. ................................. «Anaranjados luceros» Bajo un manto de seda verde, rozo tus pechos anaranjados, brota en tus ojos un brillo dorado, y de tu aliento, azahar blanco. Solo pido a la vida tiempo, para abrazarte fuerte, para quererte siempre. ........................ Salió de la ducha envuelta en una toalla, bajo mi agradecida mirada, secó su pelo, en un momento fugaz, no ocultó nada, One Stop 105


Índice encendiendo en un soplo el universo. ............................... En el fértil valle del sueño, unas ninfas preciosas jugaban, sus sonrisas volaban al viento, un tesoro que el eco guardaba. Sobre un lenguaje de formas cromáticas, quedaron flotando en sus lienzos. .......................... Dónde, dónde la paz, unas guerras fratricidas detalladas cada día, sin término ni final. Una historia repetida, unida a la humanidad. Pena de muerte a la envidia, medallas para el amor, la riqueza en la sonrisa, votos para la creación, la comprensión sea regalo, estrella al enamorado, la paz nuestra religión. ..................... Ellos nos invitan a té y nosotros a gazpacho, aquellos a buen café, otros a zumo de arándanos. ¡Unidos para beber! ....................... Cuando los sueños sean dueños, y la realidad un impensable, seremos señores de los sueños, y nuestro tiempo inolvidable. 106 One Stop


Humor Gráfico

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César Letelier www. artinta.com

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Sabores de siempre

Carmen Vinuesa Aprende con Carmen a realizar recetas sencillas y de siempre.

MERLUZA EN SALSA VERDE INGREDIENTES PARA 4 PERSONAS: 8 rodajas de merluza, 1/2 kilo de almejas, 1 vaso de vino blanco, 1 vaso caldo de pescado 2 cebollas medianas, 5 o 6 dientes de ajo, sal, aceite, pimienta grano (molinillo), 3 cucharadas rasas de harina, unas ramitas de perejil.

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Índice MODO DE PREPARACIÓN: Picamos las cebollas, los ajos y el perejil. En una cazuela, ponemos un chorrito de aceite (5 o 6 cucharadas). Freímos la cebolla y los ajos (juntos), añadimos la harina y freímos unos minutitos sin dejar de mover. Añadimos el vino y seguimos moviendo para que no se nos pegue hasta que se consuma (o hasta que deje de oler a vino). Obtendremos una especie de masa ligera. Añadimos el caldo de pescado, movemos bien para que todo quede bien ligado y cuando comience a hervir, probamos cómo está de sal y ponemos más si es necesario. Cogemos la merluza y la salpimentamos (pimienta del molinillo), la añadimos al caldo y añadimos también el perejil picadito. Pasados unos tres minutos añadimos las almejas (que previamente habremos tenido en agua para que suelten la tierra). Y listo para servir…

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Índice

l i t n nfa

I n ó ecci

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L I NT

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A F IN


Índice CAROLINA PEDROSA HITA . 11 AÑOS. ALHENDÍN (GRANADA)

TODOS PODEMOS CAMBIAR

Hace mucho tiempo había un pequeño pueblo donde los niños tenían que trabajar para poder ayudar a sus familias a ganar un poco de dinero y no podían ir al colegio. Una niña llamada Alicia trabajaba con un señor muy exigente llamado Roberto, al que le tenía que hacer todas las tareas y para que le pagara tenía que trabajar muy duro. Tuvo que pintar varias veces la valla de la casa, echar de comer a los animales del corral, limpiar la casa, hacer la comida y hacer la compra. Un día que Alicia había salido a comprar, perdió el monedero y se puso a llorar. El señor de la tienda la consoló y le dijo que le daba toda la comida, que se la podía pagar poco a poco. Alicia aceptó y fue a casa del señor Roberto donde preparó una abundante comida antes de darle la mala noticia. El señor Roberto se enfadó mucho, le dijo que tendría que trabajar más duro para recuperar el dinero que había perdido y que no le pagaría hasta recuperar todo. One Stop 111


Índice Alicia para no gastar dinero de su familia, rebuscaba en la basura algo de comer. Un día que el señor Roberto llegó antes a casa la vio devorando un trozo de pan duro de la basura, porque tenía mucha hambre, y se dio cuenta de lo duro que había sido con ella. Le pidió perdón y prometió dejar de ser tan exigente, ya que perder un monedero le puede pasar a cualquiera y no era culpa de Alicia. A partir de ese día, Alicia trabajó más tranquila y el señor Roberto la trató con más cariño, la enseñó a leer y a escribir, iba él a la compra y le daba abundante dinero para ayudar a su familia. El señor Roberto se dio cuenta de que al cambiar había conseguido ser más feliz y que Alicia era como su hija. Ya nunca más se sintió solo.

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Índice Lorena Ortega Moya . 8 años. Alhendín (Granada)

VILLANCICO

La «seño» Gema es buena y cuida de Lorena. Me gusta cómo me enseña, en esta clase tan pequeña. Pero mira cómo beben los niños en el patio. Beben y beben y vuelen a beber, los niños en la fuente porque tienen mucha sed. El «cole» es muy divertido, por eso hemos venido. Nos vamos de vacaciones a comernos los turrones. Pero mira cómo beben los niños en el patio. Beben y beben y vuelen a beber, los niños en la fuente porque tienen mucha sed.

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Índice Claudia Aneas Lafuente 9 años. Alhendín

LAS CHUCHES ENCUENTRAN TRABAJO

Érase una vez hace mucho tiempo, unas chuches que vivían en un bosque de California, en un lugar llamado Villa Chuche. Se llamaban señora Piruleta, señor Bastoncillo y Caramelín. Esta familia no tenía casa y fueron a buscar trabajo. Por el camino se encontraron a Gominola y Chupa Chups, que estaban muy tristes. Piruleta, Bastoncillo y Caramelín se pusieron a bailar y Gominola y Chupa Chups se pusieron felices y empezaron a bailar también. Siguieron andando y se encontraron con Nubecita y Regaliz, que estaban muy tristes también. Y entonces empezaron a bailar otra vez hasta que Nubecita y Regaliz se pusieron contentos. Entonces la señora Piruleta dijo: «¡Por fin hemos encontrado nuestro trabajo perfecto! ¡Seremos bailarines para alegrar a la gente!». Y a partir de entonces hicieron felices a todos con sus bailes. Y colorín colorado, las chuches trabajo han encontrado.

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Ă?ndice Claudia Aneas Lafuente

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Índice Valeria Pedrosa Hita 8 años. Granada

A mi tía

Tengo que hacer una poesía y se la dedico a mi tía. Es muy buena y cariñosa y le gustan las mariposas. Le gusta el color rosa y las flores más preciosas. Me gusta darle besitos y que ella me dé abracitos.

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Ă?ndice Esta imagen es para todos aquellos que no pueden asomarse a sus ventanas y para los que no pierden la esperanza de hacerlo, para los que luchan y no se rinden, para los que se hacen los fuertes. Nuestros mejores deseos desde One stop.

FotografĂ­a de Mar Castillo One Stop 117


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