Revista One Stop Diciembre 2019

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ENTREVISTA EXCLUSIVA A RICHARD GERE

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D I C I E M B R E

ONE STOP ENTREVISTA AL DIRECTOR DE CINE COSTA GAVRAS CINE PARA COMPARTIR

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Índice

Directora y responsable de diseño y maquetación Cuando alguien no cante en Navidad, cuando no sonría ni te felicite en las fiestas, no sigas el camino más fácil. Si a esa persona no le gusta la Navidad, seguro que tiene una buena razón para odiarla, simplemente, intenta darle nuevos motivos para sonreír contigo, para hacerle saber que respetas su opinión, pero que vas a estar con él o ella en esos momentos en los que nadie lo entiende, que no va a estar solo por mucho que lo desee, porque la Navidad es mirar ese rincón oscuro que no está iluminado ni lleno de felicidad e intentar iluminarlo. La Navidad es para pensar en los que pasan cerca del árbol y lo miran con tristeza o lo desean quemar, porque a ellos es a los que hay que apoyar en estas fechas donde la estampa perfecta es derrochar felicidad. Pero, por suerte, no todo el mundo mira las luces del árbol, el mundo está lleno de buenos corazones que dan calor a quienes lo necesitan y compañía a quienes la añoran, que recorren esos lugares oscuros para iluminarlos y regalar esperanza con la luz que sale de nuestras almas. 2 One Stop


Equipo editorial One Stop

Índice

Directora y responsable de diseño y maquetación: Mª Beatriz Muñoz Ruiz

Subdirectora y coordinadora de contenidos: Carmen María Avivar

Coordinadoras de corrección: Andrea Melamud Paloma Albarracín

Correctores:

Andrea Melamud Mora Malú Laura Santiago

Relaciones públicas: José Luis Ortiz

Responsable de marketing digital: Carmen María Avivar

Reseñadores:

Paolo Da Santos

Asesora jurídica:

Almudena Sánchez

https://www.facebook.com/revistaonestop/ One Stop 3


Índice

Índice Debate: Veganismo ........................................................................................... 7

Poesía: Distancia prorrogada (Manuel Miguel Martínez Miras).......................14 Ausencia (Alexa Dalmasio)................................................................16 Granada cuatro estaciones (José Adelardo López Juliá) ............... 18 La eternidad (Carmen García Ariza) ................................................ 20

Relato: Bajo la lluvia (María Beatriz Muñoz)................................................. 22 Llega la libertad (Enrique Gallud Jardiel)......................................... 30 Droga y muerte (David Fernández Varón) ....................................... 35 Noche de Carnaval (José Luis Ortiz) ............................................... 39

Entrevista Entrevista a Richard Gere (Jose Luis Ortiz)..................................... 47

Milagrosa música: Musi-moda (Mora Malú).......................................................................52

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Índice Historia: Armando Del Moral (Carolina de Prado) ....................................... 55 Mahatma Gandhi (Álex García) ...................................................... 58

Entrevistas: Entrevista a Costa Gavras (Jose Luis Ortiz)......................................67

Pensamientos en voz alta: Carta de despedida, año viejo (Carlos Javier Jarquín) .....................73

Cuentos y leyendas populares: Flor de Navidad o flor de Pascua (Carmen María Avivar) ............... 76

Salud: Vida espiritual (Manuel Portillo) ....................................................... 80

Sin palabras: Autores: Víctor Siena.................................................................................... 83 Paula García ....................................................................................86 Amadeo G. ...................................................................................... 88 Mayte A.R ....................................................................................... 90 Francisca Ruiz ................................................................................. 93 Jose Luis Ortíz ................................................................................. 96 Antonio Ruiz .................................................................................... 97 One Stop 5


Índice Dando qué pensar: Por tí, por mí y por todos nuestros ancianos (Carmen M. Avivar)...100

Hablando de Arte: Luz y fuerza (José Adelardo López Juliá)........................................106

Presa de la realidad: Crónica de un final feliz (Andrea Melamud) ....................................111

Sabores de siempre: Sopa de melón con crujiente de jamón (Carmen Vinuesa) ............118

Sección Infantil: Lorena, David, Paula, Susana, Álvaro, Absalom, Irene, Guille.......121

Contraportada: Fotografía de Víctor Siena.............................................................. 132

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Índice Veganismo

Carolina de Prado

1- 1- ¿Supone una dieta vegana un riesgo para la salud por la eliminación en la alimentación de determinados alimentos? ¿Es una dieta suficiente en su aporte de nutrientes? Es cierto que, si se consigue una buena planificación alimenticia y se trabaja en mantener la ingesta correcta de nutrientes, especialmente las proteínas, principal nutriente presente en los alimentos de origen animal, la dieta vegana puede aportar a nuestro organismo casi todo lo necesario para su correcto funcionamiento y mantenimiento. Y digo «casi todo», ya que los especialistas coinciden en que tanto la vitamina B12, como el hierro y en menor medida el calcio, necesarios para conseguir una alimentación saludable, no están presentes en los alimentos que forman parte de la dieta vegana, por lo que existe la necesidad de recurrir a la toma de suplementos para evitar cuadros anémicos. Es recomendable también aprender y asesorarse con profesionales para evitar situaciones carenciales. Si bien está demostrado científicamente que el consumo excesivo de carnes y el deficiente de frutas y verduras es negativo para la salud, también son los propios especialistas en nutrición los que recomiendan que la dieta más saludable es aquella en la que existe un equilibrio en la ingesta de todos los grupos de alimentos. One Stop 7


Índice

Jose Luis Ortíz Los veganos y los vegetarianos sufren, por término medio, de menos sobrepeso que el resto de la población. A eso contribuye su consumo energético que es más bajo. La alimentación vegetal permite que con igual cantidad de volumen se consuman menos calorías. Además esta alimentación tiene menos grasas, más fibra y menos proteínas. Además, se rebaja el riesgo de diabetes de tipo 2. Los vegetarianos y veganos enferman algo menos de cáncer que la población general. En el Estudio de Salud Adventista 2 (AHS-2) los veganos tenían un 16 % menos de riesgo de padecerlo en comparación con los omnívoros. Aunque quizás precise un suplemento de vitamina B12 y en fuentes alternativas al calcio. Por lo tanto es más que saludable con pequeños aportes.

2- La generalización del veganismo, ¿conllevaría un cambio en la manera en la que los humanos nos relacionamos con los animales? ¿Se reducirían los casos de maltrato animal? Si los motivos por los que se apoya el veganismo van más allá de la salud y se basan en criterios de protección de los animales, hay en mi opinión tres razones que contradicen la afirmación de que el veganismo acabaría con el maltrato animal. Por una parte, el que los animales sean sacrificados para su consumo no supone que tengan que sufrir más 8 One Stop


Índice que los animales afectados por otros procesos humanos que tienen un impacto en la naturaleza. La solución estaría en imponer legalmente unos protocolos que controlaran que los animales que van a ser destinados al consumo humano vivan y sean posteriormente sacrificados en unas condiciones dignas e indoloras. Por otra parte, está la opinión de naturalistas como el argentino Claudio Bertonatti que opina que:

Aunque el veganismo no ocasiona muertes directas, lo que los veganos comen implica una serie de procesos en los cultivos, en donde los animales terminan afectados de diferentes maneras. Es decir, el veganismo termina matando animales de manera indirecta debido a lo que conlleva la producción de los alimentos consumidos por los veganos.

Por último, es una obviedad que la crueldad humana va más allá de la utilización de los animales como alimentos. Es una triste realidad que hay personas que no respetan ni protegen al resto de seres vivos, animales y plantas, y este problema no se resolverá por no comer carne animal, sino con una concienciación mayor sobre el respeto al medio ambiente y un control legislativo y punitivo más estricto.

Bueno quizás lo pueda resumir de otra forma. Del veganismo a la defensa de los animales solo hay un paso. Se empieza respetando a los animales, queriendo a nuestros animales de compañía y de esa forma considerarás que todos los animales tienen la misma consideración. Después te planteas ser vegetariano y el último eslabón es llegar a ser vegano. Con eso creo que se ha respondido ampliamente la pregunta, ¿no?… Las conclusiones las dejo para el paciente-lector que además siempre suele tener más inteligencia que el que contesta… Quizás una anécdota histórica pueda aclarar significativamente esta pregunta. Adolf Hitler tenía en su pared de la oficina un cuadro con la imagen de Henry Ford, el consumado capitalista y supremacista racista cuyas líneas de montaje inspiraron el mecanismo de exterminio One Stop 9


Índice en masa de Hitler. Ford, por su parte, sacó su idea de la cadena de montaje de las líneas de desmontaje de los antiguos mataderos de Chicago. Ya en el siglo XVIII, el Ilustrado Jean Jacques Rousseau afirmaba: La prueba de que el gusto por los alimentos cárnicos no es natural en el hombre está en que los niños tienen un rechazo contra tales productos alimenticios y prefieren productos alimenticios vegetales como alimentos con leche, galletas, fruta y cosas parecidas. Es muy importante no estropear ese gusto original y natural, convirtiendo a los niños en carnívoros, pues no importa la explicación que queramos dar, pero los que son fuertemente carnívoros son en general más crueles y salvajes que las otras personas.

3-

- ¿La generalización del veganismo tendría un efecto positivo o negativo sobre el medio ambiente?

No es cierto, como afirman los veganos, que la producción industrial de carne sea el único sector económico que tiene un impacto negativo para el medio ambiente. La agricultura industrial genera también una gran dependencia de fertilizantes y plaguicidas sintéticos, contaminando los suelos y el agua, provocando desequilibrios ecológicos e incluso la desaparición de algunas especies animales. Como expone Claudio Bertonatti: No existe el desarrollo humano con impacto ambiental

cero: para que nosotros podamos vivir muchas formas de vida deben morir. Esta afirmación es chocante pero es una de las verdades más obvias de la ecología, que es la ciencia que estudia las relaciones de los seres vivos entre sí y con su ambiente.

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Índice Por tanto sería más apropiado hablar de daños al medio ambiente por el modelo de explotación industrial, tanto en el sector cárnico como en el agrícola, que reducir el impacto medioambiental negativo a la producción de carne.

Creo firmemente que positivo y no poco, para ello me baso en no pocos estudios y ahora paso a concretarlo mucho más y con datos objetivos. Podría llegar a salvar cerca de 8 millones de vidas hasta el 2050. El ahorro en costes médicos y aumento de productividad por ausencia de bajas podría alcanzar la cifra de 885 000 millones de euros anuales. Además de todo ello hay que contar que la ganadería es la responsable del 14 % de las emisiones de gases invernadero y a este paso el sector alimentario en el año 2050 podría ser el responsable del 50 % de las emisiones. No sé si con esas aclaraciones, respondo a esa pregunta, pero me da la impresión de que sí. Además si contamos la opinión de reputados científicos como Tesla o el mismo Einsten, quizás nos haga reflexionar más aún sobre el veganismo y aquí la dejo. Yo soy, por principio, un ferviente seguidor del vegetarianismo. Sobre todo por razones morales y éticas. Creo firmemente que un orden de vida vegetariano, aunque sólo sea a nivel de efectos físicos, influirá sobre el temperamento del hombre. Albert Einsten Es ciertamente preferible criar vegetales, por eso creo que el vegetarianismo es lo recomendable para dejar hábitos barbáricos. El que podamos subsistir con plantas y que podamos trabajar a nuestro favor no es una teoría, es un hecho muy bien sustentado. Nikola Tesla

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Índice 4- - ¿Supondrían las políticas favorables al veganismo una inversión del orden socioeconómico mundial?

Un cambio en los modelos productivos, reduciendo las explotaciones ganaderas en favor de una ampliación de los terrenos cultivables, conllevaría una modificación de las estructuras económicas, sociales e incluso políticas mundiales. Grandes superficies serían destinadas a los cultivos al haber aumentado la demanda de este tipo de productos, zonas forestales serían destruidas, pequeñas comunidades de productores cárnicos perderían su forma de subsistir, se modificarían también las rutas internacionales de transporte y distribución… La política económica mundial se basa en la demanda de los países ricos, cuyas empresas producen cualesquiera productos, vegetales o de origen animal, para cubrirla, y más allá de consideraciones éticas o de salud pública. Los problemas en el orden socioeconómico mundial no se solucionarán dejando de producir alimentos de origen animal ni sustituyéndolos por otros vegetales, sino con políticas de apoyo a las sociedades más necesitadas, implantación de técnicas agrícolas que garanticen la diversidad, la ganadería extensiva, el consumo de proximidad y la utilización de criterios de sostenibilidad por el bien del planeta y de sus habitantes.

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Índice Supongo que supondría una reconversión del actual modelo, si no, solo hay que pensar cuando McDonald’s anunció en 2017 que lanzaba su primera hamburguesa vegana, fue una señal inequívoca de que algo estaba cambiando en el mundo de la comida rápida y por ampliación en esa economía global. Aunque quizás a costa de la agricultura tradicional, el Foodtech está en auge. En todos los países están investigando alternativas a la carne de animales, incluida España. Future Meat Technologies, con sede en Jerusalén, está por ejemplo trabajando en carne criada artificialmente para garantizar la nutrición mundial cuando las presiones medioambientales se disparen. Pero hasta que esta carne tenga un precio razonable pasará mucho tiempo. Se avecinan grandes cambios para la industria de los alimentos procesados actuales, al igual que para la agricultura intensiva. Según Dairy Farmers of America (DFA), las ventas de leche disminuyeron en Estados Unidos en 2018 alrededor de un 1100 millones de dólares en comparación con 2017. Quizás la industria de productos lácteos será la que más sufra en los próximos años, también por los crecientes estudios que vinculan la leche de vaca con problemas de digestión, de piel, infertilidad e intolerancias.

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Índice

Poesía

MANUEL MIGUEL MARTÍNEZ MIRAS Licenciado en Filosofía y Letras por la Universidad de Granada y Licenciado en Derecho.Autor de música y letras, en el año 2000 publicó el disco titulado Acaríciame el alma (discográfica Ámbar. Granada). Autor de la novela La promesa (2002), en la actualidad, ultima su segunda novela Celinda. Autor de varios poemarios inéditos: A tiempo de mar, La conciencia de un paraguas y Las huellas de otra. Colabora en diversos círculos literarios participando en antologías, recitales y encuentros de poesía en Andalucía.

DISTANCIA PRORROGADA

Me robaron las calles con la nocturnidad empedernida de una lechuza expectante. Me dejaron sin sombras donde cobijar mis sudores y respirar los alientos. Te fuiste ayer, sí, anticipando tu huida con un labio sin beso. 14 One Stop


ร ndice Abandonando el deseo a una escueta sรกbana que dormita en silencio. Ahora, en la distancia prorrogada, te recuerdo solo, sรณlo te recuerdo.

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Índice

Alexa Dalmasio

AUSENCIA

Cada vez que vengo a verte hallo un absurdo desencuentro, abro una puerta que no existe y encuentro tu ausencia casi inerte. Nunca traigo flores ni palabras ni un texto escrito en mi cabeza, pues esas frases que había guardado se han esfumado al tocar la puerta. No sé como volver atrás a cada paso... 16 One Stop


Índice si un sepulcro me golpea con insistencia cada vez que dejo de ir al frente y cuando vuelvo a empezar... de nuevo ya no estás donde quedaste. Estaré más que confusa en esta fosa donde el viento sopla sin pausar, donde el tiempo no da tregua y la vida se va sin avisar

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Índice José Adelardo López Juliá Poeta y escritor nacido en Tetuán, reside en Granada. Su obra ha sido recitada y traducida a varios idiomas, y obtuvo su mayor reconocimiento en España y Marruecos. Dentro de su obra podemos destacar su libro: Un paseo por Granada, Los textos de la sinfonía del mar, el poema simbólico a Salvador Patón, los poemas del libro Baza, Capital del Altiplano, los textos y poemas de la colección Arte Actual, etc...

GRANADA CUATRO ESTACIONES

Paseo por las calles viejas me acompañan sus recuerdos, la piedra y la madera cuentan historias que olvidó el viento en el otoño de hojas muertas. Granada doncella es mora, cristiana de piel de tierra, blanca y virgen, clara aurora, puesta de sol dulce y serena

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Índice en el invierno nupcial de la señora. Una explosión realiza el sueño, insomnio latente, duermevela la Cruz de Mayo: es primavera, los racimos verdes guardan el eco de las gargantas rotas de los flamencos. Una luz invade, la ciudad llena, el calor derrite las blancas nieves, las fuentes corren con agua nueva, azahar y jazmín de olor perenne en el verano joven de la princesa.

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Índice Carmen García Ariza Trabajadora Social, funcionaria de la Administración Pública, autora de varios poemarios y activista defensora de la mujer.

LA ETERNIDAD Pudiera ser que al instante de un solo golpe certero atinara mi intención por una vez, (y sin que sirva de precedente) a conjugar el presente perfecto a deletrear fonemas innombrables a delirar enigmas imposibles a vocalizar la sílaba exacta. Y, quizás, .............Descifrar ................................ te. En esa efímera partícula de eternidad que es tu boca dentro de mi beso. ........................................

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Relatos

María Beatriz Muñoz Ruiz Escritora y directora de la revista One Stop, responsable de maquetación y diseño. Titulada como Community manager y formada en el campo del márketing digital y como personal brading. Titulación de Técnico en consumo y Coaching personal y en equipo.

Bajo la lluvia

Mis ojos empañados por las lágrimas se mezclaban con la lluvia que, lejos de acariciar mi rostro, parecía culparme también de la muerte de Adela. La oscuridad del cielo amenazaba con seguir empapándome y la única luz que tenuemente me iluminaba era la de una farola que se encontraba a unos diez metros de mí. Miré a ambos lados del puente en el que me hallaba, pero la manta de agua me hacía invisible y me aislaba aún más del mundo que deseaba dejar atrás. Mis manos se asieron fuertemente a la barandilla y, decidida a terminar con todo, incliné mi cuerpo hacia delante para dejarme caer al río que corría ajeno a todas mis angustias a ciento cuarenta metros de donde yo me encontraba. Salté con dificultad la barandilla, a consecuencia de mi pie escayolado, y me situé al otro lado. Siempre me habían aterrado las alturas, pero la lluvia evitaba que mi reflejo me devolviera la imagen de una traidora, entonces os preguntareis qué hice tan malo como para querer terminar con mi vida y sentirme tan rastrera. 22 One Stop


Índice Todo comenzó en Nueva York, más concretamente en Manhattan, mi ciudad natal, la mía y la de mi hermana Adela. Mis padres se separaron cuando éramos pequeñas, mi hermana y mi madre preferían la tranquilidad de un pequeño pueblo a las afueras donde ella se había criado, mientras que a mi padre y a mí nos apasionaba el bullicio de la gran manzana, necesitábamos los ruidos, las luces, la agitación y el estrés que hace que te sientas vivo. Aquella mañana debería haberme quedado en casa, pero el destino decidió por mí, aquella mañana conocí al hombre de mi vida y me enamoré sin saber que era prestado. Llegaba tarde, tenía una reunión importante y el ascensor parecía detenerse en cada piso del alto edificio de oficinas propiedad de mi padre. No quería ni imaginar la mirada reprobatoria de mi padre al verme llegar tarde, por lo que en un acto de desesperación decidí adelantar y coger el ascensor en alguna de las plantas superiores. Me quité los tacones y subí apresuradamente a la primera planta, luego a la segunda y animada por mi buen estado físico subí a la tercera, pero cuando estaba llegando casi a la cuarta, la chaqueta me apretaba demasiado y la carpeta cargada de papeles parecía más pesada. Me desabroché la chaqueta y en mi apresurada subida me di de bruces contra una especie de muro trajeado que apareció de repente. Mi cuerpo hubiera caído escaleras abajo si los fuertes brazos del hombre que tenía frente a mí no me hubieran sujetado, por desgracia eso no pudo evitar que mi pie resbalara y se me doblara. —¡Se puede saber por qué ha aparecido de esa forma! —exclamé furiosa y dolorida. —Perdona, el ascensor tardaba y no podía esperar más tiempo, pensé que nadie usaría las escaleras —se justificó él. —Pues ya ve que sí —dije intentando soltarme. Pero desgraciadamente tuve que volver a requerir su ayuda, ya que, al poner mi pie en el suelo, el intenso dolor hizo que apenas pudiera sostenerme. —Déjeme que le mire pie —dijo él sentándome con cuidado en las One Stop 23


Índice escaleras. —No puedo entretenerme, llego tarde a una reunión, sólo necesito que me lleve al ascensor —dije mirando mi reloj. —Y si no es mucho preguntar… ¿cómo piensa salir del ascensor sin mi ayuda? —preguntó haciéndome sentir algo estúpida al no haber caído en ese pequeño detalle. —Muy fácil, tú eres quien me ha hecho caer y tú vas a ser mi muleta, vendrás conmigo y me ayudarás a llegar a mi reunión —contesté decidida, intentando ponerme en pie. —Yo no puedo entretenerme, tengo que irme, prometí que hoy estaría… —intentó justificarse él—. Además, tu tobillo está muy hinchado, deberías ir al hospital en vez de quedarte en una estúpida reunión. —Tú sí que eres estúpido al no mirar por dónde andas. De esa reunión depende que unos inversores japoneses apoyen nuestro proyecto. Llego tarde, pero no pienso desaparecer horas en un hospital mientras ellos cogen el avión a su país, así que deja de protestar y llévame a mi reunión — ordené satisfecha al verlo dudar y más tarde disponerse a ayudarme. Él me cogió en brazos y resignado me llevó al ascensor. Antes no me había fijado en su aspecto, pero ahora que su rostro estaba a escasos centímetros del mío, pude admirar sus facciones, su oscuro pelo y sus ojos tan azules y serenos como el hermoso lago que tanto me gustaba ver en el cuento que mi madre me regaló cuando era pequeña. Estaba tan absorta en el aspecto de aquel extraño y tan cómoda en sus brazos que no me percaté hasta que nos metimos en el ascensor de que había más gente a nuestro lado mirándonos. —Puedo ir andando, ya puedes soltarme —susurré avergonzada. Él sonrió al ver mi rostro algo ruborizado por la situación. —Soy tu muleta, ¿no? Pues entonces no te quejes, estoy pagando mi deuda por haberte importunado en las escaleras. —¿Importunado? Me has tirado prácticamente por las escaleras — objeté yo, dándole más importancia de la que realmente había tenido. Como prometió, fue mi muleta, y disfrutó viéndome avergonzada ante 24 One Stop


Índice los japoneses y mi padre que, sorprendidos, observaban cómo un hombre al que no conocían me dejaba con cuidado en una de las sillas de la sala de reuniones. En ese instante no me pareció tan buena idea, hubiera preferido perder la inversión, bueno, eso no es del todo cierto, porque al ver mi implicación con la empresa después de observar mi pie hinchado y haber escuchado la oportuna explicación de mi caída, decidieron que yo tenía que ser la que dirigiera el proyecto. Cuando todos salieron, mi padre se acercó y estuvo mirándome el pie, pero tenía que acompañar a los nuevos inversores, por lo que encargó al hombre que me había llevado que se ocupara de alargarme al hospital. —Creo que voy a pagar mi deuda con creces —susurró él mientras me cogía en brazos de nuevo. —No te necesito más, ya me las apaño yo sola para ir al hospital — dije lo más digna que pude. Entonces, sin esperarlo, me soltó en el suelo. Mi primer instinto fue el de andar por mi propio pie, pero el dolor hizo que me encogiera y me agarrara fuertemente a su brazo. —Está bien, llévame al hospital y ya no volveré a molestarte más —dije, un poco avergonzada por necesitar su ayuda. —Lo suponía —dijo él volviéndome a coger en brazos—. Por cierto, me llamo David. —Yo soy Victoria, y siento haberte causado tantas molestias, es que esta reunión era realmente importante —me justifiqué. —Lo imagino. También supongo que no querrías decepcionar a tu padre —dijo con mirada comprensiva y algo compasiva. Durante el trayecto al hospital hablamos poco, sus palabras me hicieron sentir mal por el simple hecho de reconocer que eran ciertas. Aquel hombre parecía traspasar mi alma, cosa que me ponía nerviosa. Cuando llegamos al hospital le pedí que se fuera, que ya no era necesario que siguiera conmigo, no soportaba sentirme débil ante nadie. —No te preocupes, no contaré a nadie que la reina de hielo siente One Stop 25


Índice dolor como todos los mortales —bromeó David mientras esperábamos al médico—. Por cierto, no tienes por qué sentirte avergonzada de mostrar tus debilidades. —Yo no soy débil —protesté. —No, no eres débil, eres humana, y no tienes por qué ser desagradable y grosera con la gente para que tu padre vea lo profesional que eres. Si no hubieras ido con el esguince, también los habrías convencido, es más, si yo hubiera tenido dinero para invertir en tu proyecto, lo habría hecho —dijo él con una sonrisa. Yo reí abiertamente sintiéndome, por primera vez en muchos años, relajada, tranquila y segura. No sabría decir exactamente lo que sentía estando con él, lo único que sabía era que la sensación de tener a alguien acompañándome y cuidando de mí en aquel momento era agradable. Cuando salí del hospital mi pie estaba escayolado y en mi mano llevaba una muleta real que me proporcionaron allí para que pudiera llegar a casa. David insistió en llevarme él, y en mis circunstancias no estaba para hacerme la orgullosa, por lo que subí a su coche y le indiqué el camino. Mi piso estaba en el centro, aparcó en una de mis plazas de garaje y me ayudó a salir. —¿Quieres subir y almorzar algo? —pregunté mientras intentaba hacerme con las muletas. —No te veo yo mucho de tener algo que almorzar, pero no voy a dejar que subas con esas muletas tú sola, eres capaz de hacerte otro esguince —bromeó mientras llamaba el ascensor. —No soy una damisela en apuros, sabré arreglármelas con estos endemoniados palos, pero sí que necesito tu ayuda para abrir la puerta, así que como recompensa pediré que nos suban algo del restaurante de abajo y así te vas almorzado —propuse, guiñando un ojo y provocando en él una sonrisa. Jamás había llevado a nadie a mi apartamento, pero David parecía tan a gusto en él que sentí que formaba parte de mi vida desde siempre. Cuando terminamos de almorzar me senté en el sofá mientras él recogía la mesa, intenté disfrutar cada instante de aquel momento, pero los ojos comenzaron a cerrárseme. Lo siguiente que recuerdo fue su cálido cuerpo pegado al mío, mi cabeza apontocada en su pecho 26 One Stop


Índice y sus brazos soltándome con cuidado en mi cama. Cuando mi cabeza tocó la fría almohada, protesté; él pensó que me dolía el pie, pero yo sentí dolor en todo mi cuerpo, el dolor que se siente a la fría soledad en la que había vivido tantos años sin saberlo. —Espera, ahora mismo voy a por las pastillas que te ha mandado el médico para el dolor —susurró él muy cerca de mí. —No me duele el pie —susurré yo, abriendo los ojos y mirándolo como si quisiera detener el tiempo y que su cuerpo jamás abandonara el mío. Mis manos acariciaron su rostro y sus labios presionaron los míos dulcemente explorando con cuidado mi boca. Mi cuerpo reaccionó y el suyo lo siguió; todo ocurrió muy rápido, sus besos, mis caricias, nuestro deseo mutuo… mi cuerpo desnudo se arqueó y él se adentró en mí llevándonos a ambos a un clímax jamás imaginado. Me abracé a David y mis ojos se cerraron con el calor de su cuerpo junto al mío. Un movimiento me despertó, era de noche y David estaba vistiéndose. —No te vayas, es tarde, quédate a dormir —supliqué, acariciándolo para retenerlo a mi lado. —No puedo, hoy tenía que haber firmado algo y no lo he hecho, pero si todo sale bien, mañana prometo quedarme todas las noches que desees, incluso puedo hacerte el favor de quedarme contigo toda la vida —bromeó dándome un apasionado beso de despedida y marchándose. El teléfono sonó temprano a la mañana siguiente, pensé que sería David para decirme que estaría de vuelta pronto, pero la noticia que estaba recibiendo me heló la sangre, me dejó en estado de shock y no me permitió reaccionar hasta pasados unos minutos. Entonces logré digerir las palabras de la persona que estaba al otro lado del teléfono, mi hermana Adela había muerto esa misma noche en un accidente de coche mientras volvía a casa. Jamás pensé que la pérdida de alguien que llevaba tanto tiempo sin ver me impactara tanto. Rompí a llorar y salí rápidamente hacia el pequeño pueblecito donde vivían desde hacía años Adela y mi madre. El taxi me dejó en la misma puerta de su casa e, intentando hacerme aún con las muletas, luché por llegar One Stop 27


Índice hasta la entrada. Una vez frente a la puerta, mis piernas temblaron al ver a mi madre después de tantos años, pero ella salió a correr y me abrazó tan fuerte que estuve a punto de perder el equilibrio. No tuve demasiado tiempo de hablar con ella, ni de que me explicara qué le había sucedido a Adela, únicamente tuve tiempo de explicarle el incidente de mi pierna antes de que me presentara al marido de mi hermana. En ese instante creí que el universo me estaba gastando una broma de mal gusto, sentí que el alma me estallaba en mil pedazos y yo, inmóvil, no podía recogerlos. Mis ojos comenzaron a inundarse en lágrimas, David se encontraba frente a mí igual de sorprendido. Intenté articular algún tipo de sonido, pero mi garganta parecía haberse secado, mientras yo seducía al marido de mi hermana, ella moría en la carretera. Mi mente comenzó a dar vueltas, mi respiración se agitó tanto que me faltó el aire en cuestión de segundos y, sin saber cómo, llegué a un taxi. Incluso dentro del taxi, me era imposible sacarme de la cabeza los gritos de David intentando explicarme algo que yo no quería oír. En mi cabeza se agolpaban miles de pensamientos, y me sentía tan atrapada que únicamente deseaba gritar, escapar incluso de aquel taxi sin rumbo. En ese momento, hice que se detuviera, me importaba bien poco dónde me encontrara, lo único que necesitaba era pensar. En ese punto me encuentro ahora, con los sentimientos destrozados por la culpa y un amor perdido que nunca me perteneció. A punto de saltar desde un puente y de acabar con la pobre existencia de una mujer que, a pesar de sus veintiocho años, siempre fue una niña que buscaba amor y aprobación. —¡Victoria! ¡No lo hagas! —gritó David apresurándose a mi lado y acercándose con cautela. —Ella murió sola por mi culpa, yo te retuve —dije con dolor. —No, no murió sola, murió con la persona a la que amaba realmente, yo sólo falté a la cita para firmar los papeles del divorcio —explicó él rápidamente acercándose aún 28 One Stop


Índice más a mí. —Pero estabais casados —alegué yo, intentando culparme nuevamente. —Ayer debería haberme presentado en el abogado para firmar los papeles del divorcio, ya que tu hermana deseaba casarse con otra persona en breve, esa persona iba con ella en el coche, murieron los dos. Mi mente se descongestionó, mi alma intentó recomponerse y la culpa, que tanto me había pesado, dejó de doler con la misma intensidad. A pesar de que mi dolor y parte de mi culpa seguían ahí, comprendí que en realidad no había hecho algo tan malo como para quitarme la vida, sentí que a pesar de la lluvia, aún seguía habiendo un rayo de sol llamado David que me acompañaría en mi dolor. Entonces pronunció las palabras que me hicieron volver a estar a salvo. —Te amo, te amo con toda mi alma, no me preguntes cómo, pero lo sé, es imposible poder amar a alguien en un día, pero es lo que siento. Por favor, vuelve aquí y déjame curar las heridas de tu alma. David me ayudó a volver y cuando estaba en sus brazos, me besó con desesperación. —No me dejes nunca. Y en aquel puente, bajo la torrencial lluvia, nuestra vida siguió adelante, cada uno con las marcas que la vida había grabado en sus corazones, con esa mochila cargada de piedras que todos llevamos. Tan solo esperábamos que nuestro amor fuera destruyendo con el tiempo nuestros pesares, porque juntos sentíamos que el mundo no existía.

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Relato

Enrique Gallud Jardiel Reconocido escritor y ensayista, Doctor en Filosofía Hispánica, profesor universitario, autor de más de cien libros, actor, director teatral y nieto del famoso comediógrafo Enrique Jardiel Poncela.

LLEGA LA LIBERTAD El ataque al palacio había sido un éxito. Ya tenían prisionero al rey tirano, que de seguro pagaría con su cabeza por todos sus desmanes. Ya el poder estaba en manos del pueblo. Ya tenían la tan ansiada libertad. Wieldengessen y Wastenstroggen, cabecillas de la revolución y miembros del gobierno provisional, se felicitaron calurosamente. ¡Podían estar orgullosos! Al día siguiente la gente expresó su júbilo en las calles de la capital. Bebieron hasta saciarse y brindaron por una vida mejor en su pequeño país. Pero la libertad, la verdadera Libertad, tardó unos meses en llegar a la ciudad y no se parecía ni por el forro a las libertades que se habían tomado. —¡Buenos días, señores! —dijo la Libertad, al ver a Wieldengessen y a Wastenstroggen. 30 One Stop


Índice —¿Con quién tenemos el gusto de hablar? — preguntó el segundo. —Soy la Libertad. Los dos caudillos se miraron significativamente. —No me creen, ¿verdad? No me extraña ni lo más mínimo; ya me ha pasado lo mismo muchas veces. Bueno, pues yo he llegado aquí por imposibilidad de estar en ningún otro sitio, pero me parece que no me voy a quedar mucho por estos parajes. ¿Ustedes son los que mandan aquí? —Sí —replicó Wieldengessen, orgulloso—; tras sufrir épocas de tiranía, nuestro pueblo ha hecho posible la llegada de usted a nuestra nación. —No crean, que yo me hallo en este lugar de paso y podríamos decir que por un casual. Pero, ya que estoy aquí, me gustaría visitar su país. ¿Tienen cicerone? —Aquí está mi brazo —replicó Wastenstroggen, galantemente. Y se la llevaron a enseñarle sus logros. Pero a medida que la Libertad fue viendo su labor de libertadores, se fue enfadando de modo paulatino e inexplicable. Al percibir el analfabetismo del pueblo, les reprendió severamente: —Pero, ¿qué clase de gobierno tienen ustedes que permiten que sus gentes no sepan el alfabeto? ¿De qué les sirve tener la libertad de escribir lo que quieran, si no tienen la libertad de leer lo que les plazca? «Pues no deja de tener razón», pensó Wastenstroggen, chupándose ligeramente el dedo anular. —Y, además —prosiguió—, en este país, por lo que veo, no trabaja casi nadie y eso no puede ser. Ha de haber libertad, sí, pero dentro de un orden, señor. ¡Dentro de un orden! No así, a lo loco. Wieldengessen no sabía qué pensar. A Wastenstroggen le pasaba lo contrario: no sabía qué no pensar. Al ver el tambaleante sistema monetario también se enfadó la Libertad. —¿Qué clases de finanzas tienen aquí? ¿Es que creen que para que haya libertad es necesaria la inestabilidad de las instituciones? One Stop 31


Índice Cuando el paseo acabó, la Libertad estaba indignada. —Esto no es. Han confundido ustedes todo y me han utilizado muy mal, pero que muy mal. Quieren ser libres, pero ¿y el rey? ¿No se halla él ahora en prisión? ¿No son ustedes los que le privan de esa libertad por la que abogan? —Pero él ha sido un déspota —adujo Wastenstroggen. —¿A mí eso qué me va ni qué me viene? —protestó la Libertad—. Para mí todos los hombres son iguales. El pasado no me interesa. ¡Yo soy la Libertad, no Menéndez Pidal! —Pero... —¡No hay peros que valgan! —gritó—. Se quejan ustedes de la mala labor del gobierno anterior. Aceptado. Pero, y ustedes ¿qué han hecho, me quieren decir? ¿Cómo me han empleado? La libertad, por la fuerza, ya no es tal. Pero, ¡si se ve a simple vista! Miren cómo está todo. Miren cómo está la nación. Y señaló hacia la nación. Sí, claro. Se veía a simple vista que la nación se hallaba en un estado deplorable, ruinoso, toda rota y desmoronada, como los muros de Quevedo. —Y esto es lo que han hecho en el tiempo que han gobernado. Bueno, ya queda claro que aquí tampoco me puedo quedar. ¡Me voy ahora mismo! Pero le dio un vahído al emprender la marcha y cayó en un charco, empapándose toda. Tras un severo y adusto análisis se vio claramente que la Libertad tenía una pulmonía de las de aquí te espero y no tardes mucho. La trasladaron a la mansión de Wastenstroggen (antes Palacio Real) y, como estaba toda mojada, la tendieron en la cama. Durante los días siguientes Wastenstroggen hizo que los médicos del país hicieran todo lo posible por la Libertad, cuidándola, dándole medicinas, etc. En esos días pudo más detalladamente intercambiar impresiones y su mente de intelectual asimiló bastantes conceptos. Esto tuvo como resultado que entre Wastenstroggen y Wieldengessen, amigos ya entrañables tras las situaciones a las que se habían enfrentado juntos, comenzaran por primera vez a haber diferencias. El caso es que Wastenstroggen y Wieldengessen acabaron peleándose y si no llegaron a las manos fue porque era invierno y el 32 One Stop


Índice frío era tal que no apetecía nada sacarlas de los bolsillos. Wastenstroggen reconocía que había hecho mal uso de la libertad y ya no quería asumir la responsabilidad del gobierno que, de una manera u otra, coartaba la libertad de alguien. Wieldengessen, por su parte, seguía pensando que lo estaban haciendo muy bien. No podía hacerse a la idea de que gobernar y hacerlo bien son dos términos incompatibles, prácticamente un oxímoron. Por otro lado, la Libertad estaba cada vez peor. Cuando se dio cuenta de que se iba a morir, llamó a los dos líderes a su cabecera. —Amigos —les dijo, profundamente emocionada—. De algunos sitios me he tenido yo que ir, de otros me han echado violentamente; pero esto de morirme no me había pasado nunca y, ¡mira por dónde!, me va a ocurrir aquí. Estaban avergonzados. —Quiero ser enterrada aquí y mi última voluntad depende de ustedes, puesto que se refiere a su antiguo rey. Les pido, en mi lecho de moribunda, que cambien de actitud con respecto a él. —¿Qué quiere? —saltó Wieldengessen—. ¿Que le volvamos a poner en el trono para que siga teniéndonos como esclavos? —Yo no digo tanto —dijo la enferma—. Pero tampoco hay porqué tenerle encerrado. Déjenle libre y, lo que sea, sonará. —Así se hará —le aseguró Wastenstroggen. —¿Entonces puedo morirme tranquila? —Muérase usted cuando lo tenga a bien, que su voluntad postrera se cumplirá al pie de la letra. Yo le doy mi palabra. —Entonces me muero. ¡Adiós! —dijo. Y se murió. La enterraron y mandaron tallar una lápida para ella. One Stop 33


Índice ROGAD A DIOS EN CARIDAD POR EL ALMA DE LA LIBERTAD que falleció, debido a una apremiante imposibilidad de seguir viviendo, el día tal del mes de tal, a los bastantes años de edad y sin haber recibido nada que mereciese en absoluto la pena. Sus parientes, amigos y simpatizantes no la olvidan.

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Índice

Relato

David Fernández Varón Para aquellos que disfrutan con las novelas policíacas y de género negro, David nos va a introducir en un mundo de ficción creado por él.

DROGA Y MUERTE El dron indicó al comandante del operativo que el ala oeste era la más segura para penetrar en la narcocasa, por lo que este ordenó a sus hombres que se prepararan para abordarla por esa zona. Eran las doce del mediodía en Michoacán y bajo un sol abrasador el joven agente especial Miguel Villagrán se preparaba junto a sus compañeros para asestar un duro golpe al cártel que dominaba aquella zona y aterrorizaba a sus gentes llenando los caminos, los puentes y las carreteras de cadáveres. Los padres de Miguel habían muerto a manos de unos sicarios de dicho cártel diez años atrás y ese día, por fin, en su primer operativo contra el narcotráfico, el joven Villagrán tomaría su venganza contra aquellos asesinos. Ni el calor abrasador, ni el miedo por enfrentarse a los asesinos más despiadados del mundo, mermarían su decisión, su coraje ni su precisión en el tiro. Estaba decidido a entregar su propia vida en pos de vengar a su familia. Mientras aguardaba en el ala oeste la orden del comandante, rememoraba todos los vídeos que había visto sobre el cártel donde se hacía patente su falta de humanidad y su extrema crueldad. No quedaba ni un ápice de bondad, piedad o escrúpulos en aquella gente que andaba tratando con el comercio de cocaína. One Stop 35


Índice Torturas, desmembramientos y asesinatos de hombres, mujeres y niños de las formas más cruentas y sádicas con la simple finalidad de dejar el mensaje a los demás cárteles de que ellos eran los más diabólicos y peligrosos. Y así, la escalada de violencia se hacía cada vez mayor. Y la muerte se convertía en un elemento más junto al hambre, la miseria y la precariedad de la ciudad de Michoacán y de todo México. El país se había convertido en droga y muerte. Nada más. Y todos los que en el mundo consumían su porquería, se habían convertido en cómplices de aquellos asesinos. El comandante Valdés por fin dio la orden levantando el puño y dos agentes abrieron a golpes la puerta usando un ariete. Como un rayo, la tropa entró en la estancia en fila india desplegándose por las habitaciones. Dos segundos tardaron en escucharse los primeros disparos, los gritos y los golpes. Miguel dio una patada a la puerta que tenía frente a sí y vio que en la estancia había un grupo de personas amordazadas y tumbadas en el suelo y dos hombres armados junto a ellos. En décimas de segundo comprendió la situación y disparó en la cabeza a aquellos hombres antes de que ellos disparasen primero. Las personas en el suelo aún vivían. Dejó esa habitación y se pasó a la siguiente. Aquella tenía la puerta abierta y alguien estaba disparando indiscriminadamente desde el interior. Miguel se echó a un lado y aguardó el momento propicio para disparar al interior. Entonces, el fuego cesó un instante y Miguel entró en la habitación. Lo que allí vio hizo que se retorcieran las tripas y que se le helara el corazón. Cuatro cadáveres sin cabeza descansaban sobre cuatro sillas. Uno de ellos, además, tenían los pies cercenados y el vientre abierto como un pescado. Frente a los muertos de las sillas había una cámara digital de vídeo con trípode y, apoyada en la pared, una sierra mecánica cubierta de sangre. En un rincón, otras dos personas vivas, un hombre y una mujer de mediana edad, aguardaban atados y amordazados a una silla su turno, mientras observaban todo. Al lado 36 One Stop


Índice de ellos, junto a la puerta, dos sicarios intentaban recargar su R-15. Miguel no les dio tiempo. Apuntó y disparó a la cabeza acabando con sus vidas. Entonces, se sintió mareado y cayó al suelo de rodillas. Los dos prisioneros lo observaban confundidos desde sus sillas. Fuera, en el pasillo, continuaban los disparos, los gritos y los golpes… El joven Miguel se preguntó entonces si realmente él podría con todo aquello. Si realmente él estaba preparado para soportar toda una vida de dolor, sangre y muerte. Entonces se sintió desfallecer. Sólo quería desaparecer de aquel horrible lugar. La sed de venganza que sentía antes de entrar se había convertido en duda, terror y asco. Tosió fuertemente, aspiró aire y volvió a incorporarse. Entonces, escuchó pasos que se aproximaban por su retaguardia. Como un rayo se giró y apuntó con su fusil. —¡Eh, Miguel, qué onda, soy yo! —Era su compañero Mario. Miguel respiró aliviado y bajó el arma—. Todo está despejado ya. Hemos acabado con ellos y hemos encontrado el nido donde guardan toda la cocaína. Vamos, ven. El comandante te quiere felicitar. —¿A mí? —preguntó extrañado Miguel levantándose pesadamente—. Pues claro. Vamos. —¿Hemos sufrido bajas? —preguntó Villagrán—. Ninguna esta vez, Miguelito. Nos has traído suerte, novato cabrón —le dijo Mario dándole unas palmadas en la espalda. Mario llevó a Miguel hasta la primera habitación donde estaba toda aquella gente atada y tumbada contra el suelo. El mismo comandante Valdés estaba cortando las ligaduras de aquellas personas que, aliviadas, se abrazaban unas a otras y daban las gracias al comandante y a los agentes del operativo allí presentes. Una de esas personas, un hombre grueso y calvo que parecía haber sido golpeado y torturado, le resultaba conocido, pero no acertaba a adivinar de quién se trataba. —¡Miguelito! —gritó el comandante al verlo—. ¡Aquí estás, hombre! ¡Felicidades por tu valiente actuación en tu primer operativo! ¡Eres un héroe! —El comandante le estrechó la mano con vehemencia y después se dirigió al hombre calvo y gordo—. Te presento al compa Salazar. Es una persona muy importante e influyente en la comunidad, y quiere agradecerte tu espléndido trabajo de hoy. —El gordo, con un ojo completamente destrozado, sin apenas dientes en su sitio y con una oreja arrancada y colgándole de un hilo, cogió ambas manos del One Stop 37


Índice joven soldado con fuerza y le miró a los ojos. Entonces, Miguel supo quién era; Ricardo Salazar, jefe del cártel de Salazar, rival del cártel de Michoacán—. Jamás olvidaré lo que has hecho aquí hoy, soldado. Me has salvado a mí y has salvado a mi gente con una actuación brillante. Tienes un futuro prometedor, mi hijo. Enhorabuena. —Miguel se estremeció y se sentía completamente contrariado. Aquellas personas no eran rehenes inocentes de un grupo de traficantes asesinos. Eran también traficantes asesinos que se acababan de quedar sin competencia, gracias a la actuación de los cuerpos especiales. Miguel no había cumplido una venganza aquel caluroso y sangriento día, había trabajado para un cártel sin saberlo. Entonces, quiso llorar. Se le pasó por la cabeza apuntar a aquel despojo sanguinolento y sudoroso con su fusil y volarle la cabeza, y después matar a los demás rehenes y finalmente matar a sus compañeros que, como títeres, eran manejados por el cártel. Pero no se atrevió. Seguía con sus manos en las manos de aquel gordo asesino que lo felicitaba—. Ha sido un placer ayudarlo, señor —dijo finalmente—. Salazar, satisfecho, le dio una palmada en el hombro. —¡Mi comandante! —gritó Mario desde otra habitación—. ¿Qué hacemos con estos pinches cabrones que hemos cogido vivos? — Antes de que Valdés pudiese hablar, Salazar se le adelantó—: Yo me encargo de ellos. Dadme un arma. —Entonces se giró hacia Miguel que, durante un instante, no supo qué hacer—. Tu arma —le pidió Salazar mirándolo a los ojos—. Villagrán, entonces, sacó su arma corta de la cartuchera y se la entregó al gordo sudoroso sin decir nada. Este desapareció por la puerta y al cabo de unos segundos comenzaron a escucharse unos disparos en la habitación contigua. Miguel bajó su cabeza con vergüenza y se tapó los oídos con fuerza. Aquel día comenzaba su carrera profesional en el cártel de Salazar. Y, de su sed de venganza, ya no quedaba nada.

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Índice José Luis Ortiz Licenciado en magisterio y con un Máster en Hipnoterapia. Escritor y novelista, actualmente trabaja para la administración en el Gobierno de Aragón. Residente de Zaragoza.

NOCHE DE CARNAVAL

Qué duras son las madrugadas para ir a trabajar. Al menos ya es miércoles… Lo único malo, los apretujones del metro en hora punta, la soledad de la noche, un roce que, a excepción de otros, sinceramente no es nada agradable. Estoy inmerso en mis pensamientos, el trabajo que me espera, el posible plan con los amigos para el fin de semana. De repente, un perfume embriagador me despierta del letargo, me giro como puedo, el cansancio me puede, repartiendo perdones y disculpas por doquier. Ahí encuentro el origen de ese repentino despertar en la soledad de la noche. Una mujer, que seguramente no superaba los treinta y dos, morena azabache, de unos ojos verdes azulados, aguamarina, que me embriagaban aún más, si cabe, que su perfume. Rostro proporcionado, enmarcado por una boca insinuante y sensual; carnosa y de un rojo carmesí que invitaba a ser mordida. No tengo dudas de One Stop 39


Índice que era consciente de su atractivo y de ese magnetismo que realzaba conscientemente. Ella se percató de que la observaba…, apenas se fijó en mi persona y continuó con su lectura. Intenté sin éxito fijarme y ver lo que la entretenía hasta la absorción mental y que tanto le fascinaba. Las estaciones se sucedían y no podía dejar de mirarla, hasta que de repente el metro frena bruscamente y ella se cae sobre mí, al perder el equilibrio, golpeando mi pecho estremecido y balbuceante. Por un momento noté sus formas contra mi pecho, sin duda, en sintonía con ese rostro que me tenía embebido y absorto, sin exuberancias ni extravagancias. Una mujer proporcionada con porte elegante al unísono con su ropa. Pantalón negro entallado, de piel, haciendo juego con su melena azabache, blusa verde botella con transparencias sutilmente colocadas y unos zapatos negros de charol con altos tacones a juego con la vestimenta. Exquisita, refinada. Siento cómo el fuego de la pasión devora mis entrañas y tengo que forzar serenidad… —Disculpa, no he podido sujetarme —a continuación, y como si se encontrase apurada y nerviosa, muerde ligeramente su labio inferior. Siento que en ese momento todo el vagón y yo mismo centramos las miradas en ella. —No te preocupes, suele pasar en este metro tan anticuado y destartalado, con estos frenazos tan bruscos, lo importante es que no te cayeses al suelo y te hicieras daño. —Sí, tienes razón, te agradezco que parases mi caída, sirviéndome de colchón, de airbag, según se mire —bromeó con una inocencia pícara. —No fue nada, de verdad… —dibujo una pequeña sonrisa, buscando un poco de complicidad, de acercamiento… Entonces observo que, efectivamente, me sonríe, la más sugerente de las sonrisas en años. —Bueno, bajo aquí. —Sus palabras me devuelven a la realidad, la 40 One Stop


Índice odiosa realidad—. Nos vemos, pasa un buen día, arrivederci. —Gracias, igualmente —apenas consigo balbucear y articular palabra. De nuevo una sonrisa y se aleja… Entonces, miles de ideas pasan por mi cabeza: «corre tras ella…», es tarde, las puertas se han cerrado, «es tu oportunidad…». Mi camino al trabajo es un acaecer de reproches a mí mismo… Sin darme cuenta, llego a la oficina, al periódico y a la edición de prensa para escribir la edición que devorarán los aburridos ciudadanos de Madrid. ¿Dónde puse la tarjeta? —Indago en los bolsillos de la chaqueta—. Hummm, ¿qué es esto?, algo más, aparte de la tarjeta de fichar, hay en el bolsillo de mi vieja cazadora de piel. Una sonrisa invade mi rostro: es una tarjeta, una invitación a una fiesta de máscaras venecianas para la noche siguiente. Debió ponerla ahí al caerse sobre mí en el metro. Empiezo a pensar que fue premeditado, y me siento satisfecho y hasta esperanzado. Esa madrugada, el trabajo fue eterno. Sólo podía pensar en ese encuentro, deseando llegar a casa… y que llegase la siguiente madrugada. Tenía día libre y sólo pensar en ello me llevaba hasta el éxtasis. La fiesta era en el Palacio de los Duques de Pastrana, en el Paseo de la Habana, 208. El festejo parecía ser de alto standing, un palacete decorado con cierto aire francés del siglo XIX. Todos los invitados con traje negro y de firma, camisa blanca, para los hombres y ellas, con vestidos largos de noche y todos con sus correspondientes máscaras o antifaces. Pensar que entre los invitados podrían encontrarse personas que en más de una ocasión habrían protagonizado parte de sus columnas y entrevistas. Eso reconocía que me producía una cierta malsana excitación. La noche cayó y salí con el traje solicitado en la invitación, por supuesto, con una larga gabardina, raída por los años, verde caqui, y una pequeña bolsa One Stop 41


Índice de mano con una máscara, recuerdo de un antiguo viaje a Venecia. Un recuerdo de otros tiempos más felices. Llego a la estación de metro y espero, la línea 9, no con poca impaciencia. Entonces caí, ¿podría reconocerme?, ¿podría reconocerla? El vagón, más vacío que de costumbre, pero igual de gris que de costumbre; al menos, me percaté de ello, algo muy inusual en mi persona. Las dudas me asaltaban, ¿estaría ella en el metro?, ¿coincidiríamos? Los nervios me carcomían y la impaciencia potenciaba más esa sensación tan inquietante. El viaje se me hizo eterno, pero llegó el ansiado momento, estaba en Paseo de la Habana y a escasos metros del palacio. La gente elegantemente de negro, ellos y ellas con fastuosos trajes de noche y sus máscaras. Era el momento. Desempolvé la máscara que tenía adormecida en el salón de mi casa. Me quité la gabardina y la guardé cuidadosamente en la pequeña bolsa de mano. Un hombre vestido de época me recibió educadamente, me solicitó la invitación y recogió mi pequeña bolsa en una taquilla y a cambio me entregó un ticket. Observé a las mujeres de la fiesta, pero no daba con ella, quizás no hubiese venido, o quizás llegase más tarde y no fuese más que una broma. Un elegante camarero me ofrece una copa de Moët, decido apurarla, cómo no, e irme. Quizás era lo mejor que podría hacer. Era una locura que la madrugada hizo crecer en un alma atormentada. Mientras bebo, un susurro a mi espalda… —¿Me buscabas, o buscabas a otra persona? —Casi me derramo el champagne. Doy la vuelta y allí está, sonriendo, espléndidamente hermosa, con vestido largo y zapatos rojos, de generoso escote en pecho, pero 42 One Stop


Índice especialmente en la espalda, con una máscara muy peculiar, una sensual máscara de encaje negro, mezcla de maquillaje y algún tipo de henna aplicado sobre el rostro, todo entretejido de tal manera que recordaba en parte a una tela de araña. Si había en ese momento una palabra para definirla era carnal, visceral, pasional. —La verdad que sí, te buscaba. Esto es algo sorprendente, todo, la invitación, la fiesta, el momento. Ni siquiera sé tu nombre… —Mi nombre es Eva. No podía ser de otra manera, tenía que tener nombre de tentación. No podía dejar de pensar en otra cosa, más que en pecado. —Encantado, Eva, me llamo Paolo. Le besé cortésmente la mano, al estilo del entorno que nos rodeaba, un detalle que debió parecerle divertido, al menos diferente, y ello le provocó una sonrisa. Sin duda me sentía atrapado en la red entretejida de sus ojos, de esa mirada embrujada. La deseaba. Ella debió percibirlo, sin duda. Me tocaba, me rozaba, simulando que no era premeditado, y siempre me hablaba muy cerca, de manera que más que hablar nos susurrábamos. Y podía sentir su aliento, lo cual alimentaba más mi excitación, la libido de la situación. En un momento determinado apoyó su mano en mi pecho y espetó: —Tienes un corazón que late muy fuerte, intenso, con fuerza… No pude más. Un deseo irreprimible. Me abalancé hacia ella besándola como si en ello me fuese la vida, agarrándola fuertemente de la espalda y las caderas, notando el calor que desprendía. Ella me correspondía apretándose más contra mí agarrándose a mi espalda, casi arañando, y yo disfrutando hasta del dolor. De repente me empujó contra una de las puertas del pasillo y me introdujo dentro de una habitación decorada en rojo y con cuadros clásicos. Ella me liberó, no con poco salvajismo, llegándome a hacer daño en los omóplatos liberándome de mi chaqueta y abriéndome One Stop 43


Índice la camisa de un tirón seco, haciendo saltar por los aires a la mayoría de los botones. Dejé caer limpiamente sus tirantes y con ellos, todo el vestido, mostrando desafiantes sus encantos. Mientras, esos ojos verdes aullaban a la noche a través de su máscara, encendiendo mi pasión, nuestro fuego fatuo. De nuevo me uní a ella, palpando cada instante de su cuerpo, devorado por un fuego que podría consumir toda la habitación en segundos. Ya sin la ropa, nuestras manos nos recorrían sin pausa. Su altivo pecho y su entregado sexo se ofrecían sin reparos. Pegados a la pared, ocultos, como dos bandidos enmascarados, y entre sombras, la elevé como si de un altar se tratase y la hice mía. Sus cabellos caían sobre mí en cascada y los latidos de su corazón eran el ritmo de nuestra pasión desarbolada, agitados, rabiosos. Su respiración resonaba en mis oídos… queríamos más, nuestros brazos y piernas temblaban, pero no cedían. Un grito ahogado yacía en nuestras gargantas… para romper a intervalos. Sentí derramarme entre sus piernas. El relámpago estremeció nuestros cuerpos para explotar en mil pedazos, arrastrados en esa dulce agonía, cegados por la luz de nuestros cuerpos, sin nada más…, rendidos al dulce Morfeo y al más bello de los sueños. Desperté, pero ella ya no estaba. Aún era de noche y los invitados abandonaban el lugar. Me vestí, con su olor en mi cabeza y su sabor en mis labios. Eva… Sabía que seguramente no era su nombre, ¿pero acaso eso importaba? Me encaminé a casa, con el mismo metro gris línea 9, dispuesto a dormir y descansar un poco si el estado de excitación me lo permitía. Llegaba a mi apartamento y aún seguían resonando sus latidos en mi pecho acelerado. ¡Malditas llaves!, ¿dónde están? Y allí estaba de nuevo en mi chaqueta, sábado, noche, mismo lugar, la decadente Madrid. Estaba cansado, me puse mi adaptado pijama y me quedé a dormir en 44 One Stop


Índice el sofá, no tenía ganas de irme a la cama. Las cinco de la madrugada, una llamada intempestiva de teléfono y tres palabras al otro lado me hicieron saltar del sofá. Eva tuvo el don de hacer que me excitase sólo por oír su voz. —Desnúdate y ven —fue su orden, y sin dudar me arranqué el pijama, la ropa interior y corrí en su busca a la dirección indicada. Ataviado con mi gabardina y nada más, tomé el primer taxi y en quince minutos ya estaba con ella. No hubo besos, no hubo saludos—. Te dije desnudo. ¿Por qué me desobedeces? Sabía lo que sucedería ahora, agarraría su vara entre los dedos y me sometería. Pero ella, en su sádico deseo de hacerme sufrir, sonrió y me tomó en brazos, me posó sobre la mesa y susurró: —Olvídate, ahora no me penetrarás. —Pronto me descubrí siendo el centro de una bandeja untada con chocolate, caramelo y nata, distribuido por todo mi cuerpo—. Voy a comerte, ¿sabes? —No pude responderle, mi boca sólo emitía gemidos, suspiros de placer. Deslizaba sobre mi pecho, mi vientre y mi sexo todos aquellos elementos que me iban previniendo de lo que sucedería después. Ni estos, siendo tan dulces, se comparaban al roce de su lengua en contacto con mi piel excitada prematuramente. No hubo penetración, ni siquiera me dejó acariciar su jardín de las delicias completamente humedecido de excitación. Ella me hizo gozar de un orgasmo tan intenso que aún hoy cuando lo recuerdo hace vibrar mi cuerpo de placer. Ella me permitió salir del pequeño apartamento, ataviado con mi vieja gabardina. Tuvo esa piedad y llegué a casa tan emocionado, como tan cansado. Apenas me costó dormirme, desnudo en mi sofá. A la mañana siguiente, cuando estaba dispuesto a recoger la gabardina en el armario, una tarjeta se cayó del bolsillo. La tarjeta sellada con un beso rojo carmesí decía en su reverso: «Hacéis bien en estar atentos como a una One Stop 45


Índice antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones». 2 Pedro: 19 Dicen que el día que se descubrió el amor, el primer hombre que lo halló también encontró la locura. Paolo, la máscara apresta, noche jovial, goza, ama y ríe que es noche de Carnaval. E.Q.M. Nunca más la he vuelto a encontrar, pero aún espero que alguna llamada me vuelva a estremecer con su voz y me derrita con esa mirada que jamás olvidaré.

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Entrevista

Licenciado en magisterio y con un Máster en Hipnoterapia. Escritor y novelista, actualmente trabaja para la administración en el gobierno de Aragón. Residente en Zaragoza.

ENTREVISTA A RICHARD GERE: GAL ÁN , ESTRELL A , SENCILLO Y HUMANITARIO

Era el año 1975 y un joven Richard Gere ya empezaba a destacar en el mundo de las estrellas del firmamento de Los Ángeles. Fue en 1977 con la película Buscando al CADENA 100 Sr. Goodbar, junto con Diana Keaton, en la que comenzó a brillar; pero no sería hasta 1980 con American Gigolo 2 cuando alcanzara su estrellato, que culminaría con grandes películas que protagonizó, como en 1982, Oficial y Caballero o la aplaudida Pretty Woman, en 1991. Ha trabajado en diferentes registros, y su último trabajo es en la serie MotherFaterSon de 2019 (https://www.youtube.com/ watch?v=A1uAnBJTvxc). Además de ser actor, también ha producido diferentes producciones One Stop 47


Índice que él mismo ha protagonizado, como Análisis final o Invisibles (2014), y otras producciones. No obstante, más allá de la imagen de galán y estrella, ha sido y es conocida su labor comprometida con el Tibet y el budismo y quizás sea menos conocida su vinculación con la Fundación RAIS, que se dedica a

INFOBAE

los “sin hogar”, cuya presidenta es Marian Juste Picon; vicepresidente, Fernando Vidal; y cuya madrina es su esposa Alejandra Silva, y en donde participa activamente. De hecho, la película de 2017, La cena, que él protagonizó, trataba sobre ese tema y parte de su recaudación se empleó en ello. La producción Invisibles también trataba directamente el tema. En la película, él mismo era un hombre sin techo ya con sesenta años. Esta entrevista nos ha permitido conocer a una persona llena de humor, humanidad y sencillez, más allá de las luces de las estrellas. Un hombre sencillo que ha triunfado en el cine.

¿Qué tipo de películas le gusta protagonizar?

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Normalmente, me gusta trabajar en películas que provoquen. Hace más de veinticinco años que no trabajo en Los Ángeles. Actualmente, vivo en Nueva York y casi todas las películas que hago son con actores independientes y son independientes, y apoyo que se rueden en Nueva York, de ser posible, o cerca de allí.


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AA.COM.TR

Es la mano derecha de la Fundación RAIS, que apoya en España a las personas sin hogar; de hecho, creo que tocó el tema en la película La cena, de 2017. ¿Qué opina de la sociedad actual y de sus problemas?

Vivimos en una sociedad superficial en la forma de contemplar al ser humano, a la familia y al conjunto de la comunidad. ¿Dónde queda la sabiduría respecto a las emociones? Por desgracia, del poder sólo puedo decir que es muy raro que sea utilizado de forma generosa.

Además de reconocido actor es un reconocido activista por los derechos humanos desde hace más de treinta años. ¿Qué puede decir a este respecto? Es duro leer el periódico y ver las noticias en los últimos tiempos. Te preguntas cómo pueden estar permitiendo que ocurra todo esto. Las personas cada vez se están mentalizando más y de eso han de ser conscientes todos los gobiernos y obrar en consecuencia.

¿Qué piensa de las personas? Yo confío en la naturaleza humana y no creo que haya tantas diferencias entre una persona y otra. Todos somos mucho más parecidos entre

EL NACIONAL

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Índice nosotros de lo que puede parecer a simple vista. Pienso que las personas son buenas en esencia.

Cuando hablamos de envejecer, ¿qué opina? No tengo miedo a envejecer. Todo el mundo envejece. Además, desde el momento en que naces, te estás muriendo. Yo no lo concibo así, para mí hay una continuidad. Cada vida es un

WWWW.QUE.ES.

sueño que está dentro de un sueño que está dentro de otro sueño… Nada es definitivo.

Una última pregunta, hábleme, si no le importa, de sus miedos…

FOTOGRAMAS.ES

Tengo miedo a desperdiciar el tiempo. Si eres afortunado, puedes llegar a los cien años. Todo es precioso, una nueva oportunidad para ser mejor, para tirar la basura que molesta en nuestras vidas.

Si no hiciese películas… Se hace un silencio y, con una sonrisa inteligente, contesta: EL PAISo

Pesaría quince kilos más (y se ríe). 50 One Stop


Índice Llega el momento de la despedida y le doy las gracias, y él bromea de forma natural y espontánea. Cuando lo vi entrar, vi a una estrella, cuando se despidió con una sonrisa, vi a un hombre bueno con gran talento que triunfó en el mundo de las estrellas. Gracias por siempre.

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Milagrosa música

Mora Malú Egresada del Conservatorio Nacional de Música “Carlos López Buchardo”, dependiente de la Universidad Nacional de las Artes (UNA). Estudios en Comunicación Audiovisual, aplicada al Diseño Gráfico Editorial. Correctora ortotipográfica y de estilo, Redactora freelance o “escritora fantasma”, escritora de cuentos y novelas cortas.

MUSI-MODA

¿Podríamos imaginar un desfile de moda sin música? ¿Apreciaríamos las formas y colores de los grandes diseñadores en total silencio? De sólo pensar lo aburrido y monótono del evento, hablaríamos de poco logrado, en los mejores casos, o de un fracaso rotundo, en los peores. La Milagrosa Música, convierte a cualquier evento en algo único, diferente. Acompaña y da relevancia a la labor de profesionales que han trabajado minuciosamente, poniendo su creatividad y profesionalismo en cada diseño. Por tanto, la música tiene una función primordial que va más allá de ser la dama de honor del desfile. Es la que genera emociones, sensaciones que definen un estilo de indumentaria y un estilo de vida. Es la que nos identifica con las diferentes prendas de vestir 52 One Stop


Índice haciendo gala de un concepto y forma de pensar. Dime qué música escuchas y te diré cómo te vistes. Desde jóvenes, nuestra relación con la música a definido también nuestro atuendo. • En la década de los ’50, con el surgimiento del rock and roll y su figura emblema, Elvis Presley, se podía ver a gran parte de la sociedad juvenil, vistiendo con el estilo original de «El Rey del Rock and Roll». • La década de los ’60 continuaba con la fiebre del rock que dejaba de ser prohibido y transgresor para convertirse en un ícono de jóvenes, adultos, y portador de un estallido social para el mundo. El movimiento hippie avanza, y entre otros cambios, abarca moda y música representada por varios grupos musicales entre los que se destacan The Beatles y The Rolling Stones. • De la «paz y amor» de los ’60, pasamos a los años ’70 que se diferencian por redoblar la apuesta en rebeldía y protestas que se ven reflejados en la música, por grupos como Deep Purple, Led Zeppelin y Queen. La moda oscilaba entre la impronta que había dejado el hippismo, la ropa cómoda de la mujer trabajadora y la exuberancia de las estrellas del rock. • La llegada de los ’80 se presenta como una gran explosión de colores en la ropa más bien suelta, tanto para varones como para mujeres. Los peinados raros, nuevos y alocados eran también un sello de la época y el maquillaje cargado, exagerado, dándole importancia al color de los labios. Todo eso impuesto en la sociedad por la Reina del Pop, Madonna, así como Michael Jackson, Rey del Pop, ambos los mayores exponentes de la música y la moda de esa década. • Durante los ’90 se destacan One Stop 53


Índice Britney Spears considerada la Princesa del Pop, Christina Aguilera, el grupo mítico Spice Girls y La diva del Bronx, Jennifer Lopez, vigente en la actualidad y referente de la moda con sus vestidos ceñidos y sus permanentes cambios de looks.

Como vemos, la música y la moda son un vínculo indestructible. Ambas forman parte de nuestra cultura, forma de pensar, sentir y mostrar en sociedad quiénes somos. Dime cómo te vistes y te diré qué música escuchas. Nuestros ídolos de la música hoy se han convertido en influencers, concepto que la mercadotecnia ha sabido desarrollar con habilidad, y nos encontramos con dos grandes industrias, la música y la moda. Ellas nos ofrecen un abanico de posibilidades para pertenecer y formar parte de un mundo fascinante y mágico, uniendo inspiración, talento y compromiso en un hecho artístico que une el diseño de indumentaria y la milagrosa música.

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Índice

Historia

Carolina De Prado García

Carolina nos recuerda un pasado que define el presente que actualmente conocemos.

DEL LLANO A LA MECA DEL CINE: ARMANDO DEL MORAL, UNA VIDA DE PELÍCULA.

Cuando en 1943 un grupo de periodistas y escritores no estadounidenses decidió formar la Asociación de la Prensa Extranjera con el objetivo de reforzar su influencia en el Hollywood de la época frente a sus homólogos norteamericanos y crear su propio galardón cinematográfico con el nombre de Globos de Oro, pocos eran los que auguraban a estos premios la importancia e influencia que han tenido desde su primera ceremonia en 1944 hasta la última celebrada este mismo año. Aunque las primeras galas no contaban con el boato ni el protocolo de las subsiguientes, la celebración de la entrega de los Globos de Oro supone en la actualidad una de las citas más importantes de la comunidad cinematográfica norteamericana y una antesala de los Oscar. El Hollywood dorado, que comprende aproximadamente desde 1940 a 1960, está considerada la época de mayor esplendor de la historia del cine. Estados Unidos, convertida ya en la primera potencia industrial y armamentística del mundo, estaba sumida al inicio de esta One Stop 55


Índice etapa en la Segunda Guerra Mundial. Las películas bélicas, de moda por motivos obvios, dieron paso, sobre todo tras el final de la guerra en 1945 a los musicales: Cantando bajo la lluvia (1952), Melodías de Broadway (1953), Un día en Nueva York (1949), Los caballeros las prefieren rubias (1953), Siete novias para siete hermanos (1954); y al cine negro, con sus finales inquietantes, caballeros atormentados de sombrero y gabardina, y la peligrosa y atrayente femme fatal Laura (1944), El sueño eterno (1946), Retorno al pasado (1947), La dama de Shanghái (1947), El tercer hombre (1949). Estos nuevos géneros supusieron el surgimiento de grandes estrellas cinematográficas, que llenaron de glamour y sofisticación las calles de Hollywood y los cines de todo el país. En ese mundo de lujo y decadencia, de grandes mansiones, fiestas privadas y escándalos sexuales, vivía un albaceteño cuya historia es poco conocida en su propia tierra. Un joven periodista, quien en su huida de la Guerra Civil, tras la derrota en 1939 del bando republicano al que pertenecía y tras pasar un tiempo en Francia y en Méjico, recaló finalmente en la ciudad de Los Ángeles. Allí se codeó con actores, actrices, directores y productores de cine cuyos nombres evocan los grandes éxitos del cine norteamericano, convertidos hoy en día en lo que conocemos como «clásicos del cine». Armando del Moral, cofundador y vicepresidente durante varios años de la Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood y uno de los creadores de los famosos Globos de Oro, fue un exiliado que luchó por hacerse un hueco en el competitivo mundo del cine. Fundó en 1947 la publicación Gráfica, que es considerada la primera revista editada en español en Estados Unidos, fue director técnico en películas como Pepe (1960) de George Sidney o Pocketful of miracles (1961) de Frank 56 One Stop


Índice Capra, y asesor en producciones como The magnificent seven (1960). Armando del Moral amó el cine y murió en Los Ángeles en 2009, la misma ciudad que lo acogió durante más de sesenta años y que lo convirtió en hijo adoptivo en 1983. Nunca ha sido una figura reconocida en España, ni siquiera cuando fue finalista de los Premios Príncipe de Asturias de la Comunicación y Humanidades en 2008, un año antes de su muerte, siendo su historia conocida gracias al esfuerzo de sus familiares. Así que es justo, reconociendo sus méritos, pensar en él cada vez que veamos retransmitida la famosísima gala de los Globos de Oro y entrañable pensar en ese nonagenario que, tras tantos años viviendo lejos de su tierra natal, en alguna ocasión, cansado quizás del bullicio de la gran metrópoli californiana, cierra sus ojos para no ver las luces eternamente encendidas de la meca del cine y recordar el llano albaceteño, silencioso, sencillo y bello, de su niñez.

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Índice

Álex García Álex nos hace viajar en su máquina del tiempo y conocer con cada entrevista a grandes personajes de la historia.

Donde hay amor hay vida

Bienvenidos, viajeros del tiempo. En esta ocasión, a la vista de una sociedad bastante revuelta, vamos a conocer mejor al pacifista más famoso de la historia, que ayudó a cambiar el mundo y fue inspiración de grandes personajes como Martin Luther King y John Lennon, para ver si podemos tomar ejemplo e intentar poner nuestro granito de arena hacia la paz y el respeto. Mahatma Gandhi fue un abogado, político y pensador indio del siglo XIX y XX (nació el 2 de octubre de 1869 y murió asesinado el 30 de enero de 1948) conocido principalmente por reivindicar y conducir la independencia de la India a través de métodos no violentos.

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Índice Señor Gandhi, muchas gracias por dejarnos conocerle mejor. ¿Qué nos puede contar sobre su infancia y su juventud? Nací en Porbandar, una pequeña ciudad costera al oeste de la India, donde mi padre era primer ministro, Karamchand Gandhi. Mi madre, Putlibai, fue una de mis más importantes influencias en la vida, pues de ella aprendí el respeto por los seres vivos, las virtudes del vegetarianismo y la tolerancia hacia diferentes formas de pensar, inclusive hacia otros credos y religiones. Con 18 años me mudé a Londres para estudiar Derecho en la University College London, donde conocí varios intelectuales que influenciaron mi pensamiento y mi posterior filosofía política y de vida. Cuando finalicé mis estudios, regresé a Bombay para intentar ejercer como abogado, pero la sobresaturación de la profesión en aquella época, unida a la falta de experiencia real en los tribunales me imposibilitaron cumplir tal propósito. Por suerte, ese mismo año (1893) se me presentó la oportunidad de trabajar en Sudáfrica, empleo que acepté motivado por la lucha de resistencia y desobediencia civil no violenta que estaban llevando a cabo mis compatriotas ante la presión y la discriminación del país hacia los hindúes.

¿Cómo fueron esos años en Sudáfrica? ¿Qué recuerdos tiene de ellos? Allí, en Sudáfrica, comprobé en primera persona el fuerte rechazo y odio hacia los hindúes, lo que me motivó a crear un partido político indio que defendiera nuestros derechos. Tras veintidós años de protestas no violentas en Sudáfrica, gané el poder y el respeto suficiente como para negociar con el general sudafricano Jan Christian Smuts una solución para el conflicto indio. En 1915 regresé a la India, donde continúo promulgando mis valores religiosos, filosóficos y especialmente políticos. One Stop 59


Índice Se nos hace raro pensar en un abogado cuando lo vemos vistiendo taparrabos. El miedo no me derrotó en Sudáfrica y fui tan exitoso que llegué a ganar al año 15 mil dólares. Ahora visto un taparrabos, pero cuando estuve en Londres vestía trajes elegantes de moda.

Sabemos que se casó muy joven. ¿Qué nos puede decir sobre el matrimonio? Con tan solo 13 años, mis padres arreglaron mi matrimonio con Kasturba Makhanji, una niña un año más mayor. Y tenemos 4 hijos. No podíamos ser más diferentes. Kasturbai no sabía leer ni escribir, las peleas eran constantes entre ambos y la relación era casi imposible de llevar. El no dirigirnos la palabra se puso a la orden del día, no éramos sino dos criaturas casadas. Yo era sumamente celoso, estaba constantemente alerta sobre sus idas y venidas, mi esposa no podía salir a ninguna parte sin mi permiso; esto sembró la simiente amarga entre ambos porque mis exigencias la mantenían prácticamente encarcelada. En aquella época, lo único que me preocupaba era hacer valer mi autoridad de esposo y ella se mantuvo fiel sin importar las condiciones, incluso cuando decidí hacer celibato. Me di cuenta de que la esposa no es una esclava del marido, sino su compañera y colaboradora. Una parte igual al esposo y que ha de compartir sus pesares y alegrías.

Una de sus protestas más curiosas fue la de la famosa Marcha de la Sal, ¿qué nos puede contar sobre ella? Fue en 1930, fue uno de los primeros pasos hacia la independencia de la India. Al estallar la Segunda Guerra Mundial en 1939, los reclamos por 60 One Stop


Índice la independencia se intensificaron, invitando a los británicos a dejar India. Este reclamo fue uno de los más poderosos en la historia del país y condujo a su independencia oficial en 1947. Todo empezó en contra de un impuesto que habían puesto para comprar sal, y junto con mis seguidores fuimos al mar para hervir agua y hacer nuestra propia sal.

Como protesta estuvo más de veinte días sin comer y solo tomando sorbos de agua. ¿Siempre ha estado a favor de la resistencia pasiva? Todo el mundo sabe que soy un pacifista que creo en una lucha sin armas, pero desgraciadamente no siempre fue así. Hubo una época en que las armas eran un recurso necesario para defenderse contra la invasión y como defensa. Durante la Primera Guerra Mundial publiqué un panfleto de protesta contra los británicos en el que decía: “Entre todas las fechorías que han implantado los británicos en India, la historia verá como una de las peores privar a la nación de armas para defenderse”. Durante la Guerra Boher me alisté en un batallón sanitario y animé a mis compatriotas que vivían en Sudáfrica a hacerlo. Pensaba que una vez acabada la guerra obtendríamos unas mejores condiciones por parte del Gobierno, pero no fue así. Sugerí que tribus étnicas de Sudáfrica se unieran a los zulúes en la guerra contra Gran Bretaña, aludiendo que debía ser una caza de ingleses. Más tarde cambié mi forma de pensar. Supongo que el liderazgo significó una vez músculos, pero hoy significa llevarse bien con la gente. Todos tenemos un pasado.

¿Alguna manía confesable? One Stop 61


Índice Tengo algunas. Suelo viajar con mi propia cabra para tener siempre leche fresca. Tengo una dentadura postiza, que solo uso para comer, y cuando no la necesito, como no tengo bolsillos, la guardo entre los pliegues del taparrabos. También tengo una curiosa relación con los viernes. Nací en viernes, la India obtuvo su independencia en viernes y para cerrar el círculo, estoy seguro de que moriré un viernes.

A pesar de ser el creador de la protesta pacífica, nunca ha consiguió el Nobel de la Paz. Es cierto. He sido nominado cinco veces. Pero estoy seguro de que otros eran más merecedores de ello. Mi objetivo no es alcanzar ningún premio. Un kilo de práctica es más valioso que una tonelada de discursos. Lo que importa en la vida son los actos, no las palabras; lo que importa no es lo que decimos, sino lo que hacemos y las decisiones que tomamos. Hay que hacer siempre lo correcto, aunque nadie esté mirando. Es la acción y no el resultado de la acción lo que es importante. Debes hacer lo correcto. Puede que no esté en tu poder, puede que no sea en tu tiempo que surjan los frutos. Pero eso no significa que dejes de intentarlo. Puede que nunca conozcas los resultados de tu acción, pero si no haces nada, no habrá resultado.

¿Qué les diría a las personas que se sienten derrotadas y pierden la esperanza? A lo largo de la vida todos pasamos por momentos difíciles, que nos pueden llevar al límite emocional, sin embargo, esos capítulos se pueden transformar en oportunidades. Eso 62 One Stop


Índice es la resiliencia. Me explico. A veces, cuando ya no tenemos nada que perder y todo que ganar, cuando podemos abandonar y darnos por vencidos o cuando no sabemos ni qué hacer, ni cómo salir de ahí, siempre existe la posibilidad de tomar la decisión de levantarnos con dignidad a pesar de los moratones. Dicho de otro modo: decidir comenzar de nuevo, y esa es la necesaria actitud para enfrentarnos a las dificultades. Perseverancia es levantarte una vez más, sacudirte el polvo y decidir que, a pesar de las circunstancias, seguirás caminando. No importa lo que otros hagan, piensen, critiquen o digan. Tú tienes que recorrer tu propio camino y descubrir tu propio potencial. Eres más grande de lo que crees, eres más fuerte de lo que imaginas. No te creas tus propias excusas, como tampoco ninguna creencia limitante que te confunda.

Todos lo conocemos como Mahatma, pero su verdadero nombre es Mohandas Karamchand Gandhi. ¿Cuál es el motivo? El poeta y filósofo Rabindranath Tagore fue quien me dio el nombre de Mahatma, que significa “alma grande” o “venerable”, en sánscrito e hindi. En la India también se me conoce como Bapu, que se traduce como “padre”.

Una de sus más polémicas declaraciones es su postura ante el Holocausto. ¿Qué puede decir al respecto? Dije que el Holocausto fue uno de los crímenes más terribles de la historia, pero los judíos, como respuesta, tenían que haber hecho un suicidio colectivo para quedar como mártires. Esto hubiera hecho que el mundo supiera lo que estaba pasando y hubieran quedado como One Stop 63


Índice héroes. Envié una carta a Adolf Hitler pidiéndole que acabara con la Segunda Guerra Mundial, abogando por la paz. En mi carta empezaba diciendo: “Querido amigo”. Creo que Hitler no era tan malo como lo pintaban. Admiré su habilidad de conseguir tantas victorias sin un gran derramamiento de sangre. Creo que la carta nunca llegó a manos del dictador, ya que pudo ser interceptada por el Gobierno británico.

¿Qué opina sobre los problemas actuales de la humanidad? La humanidad es un océano, nunca pierdas la fe en ella; porque algunas gotas de océano estén sucias, no significa que el océano lo esté. El día que el poder del amor gane al amor por el poder, el mundo conocerá la paz. Por eso me considero un soldado de la paz; la no violencia es el arma más fuerte. Debes ser el cambio que deseas ver en el mundo.

¿Alguna afición? Me gusta el fútbol. Fui fundador de tres clubes de fútbol en Sudáfrica, en Durban, Pretoria y Johannesburgo. A todos les puse el mismo nombre: El Club de los Resistentes Pasivos.

Háblenos acerca de su voto de pobreza. Hice voto de pobreza porque estoy en contra de la desigualdad social, como una manera de identificarme con la gente desheredada. También soy vegetariano, ya que valoro cualquier forma de vida y considero como violencia innecesaria quitarle la vida a otro ser para satisfacer mis necesidades. Esto, como ya dije antes, se lo debo a mi madre, que me enseñó a no hacer daño a ningún ser viviente, 64 One Stop


Índice a ser vegetariano, a ayunar para purificarme y a tener tolerancia con todos los credos y religiones.

Para terminar, ¿algún consejo o mensaje para nuestros lectores? Mi vida es mi mensaje. Tened en cuenta que la verdad es el objetivo y el amor, el medio para llegar a ella. Con el puño cerrado no se puede intercambiar un apretón de manos. Vive como si fueras a morir mañana, aprende como si fueras a vivir para siempre.

Un 30 de enero de 1948, mientras oraba en su residencia, Gandhi fue asesinado a la edad de 78 años por un fanático radical hindú relacionado con el Gobierno, que encontró en él un obstáculo para levantar su proyecto de alzamiento del hinduismo en perjuicio del resto de creencias y religiones. Testigos cuentan que Gandhi puso una mano en la mejilla del asesino como gesto de perdón hacia él.

Su lucha por una sociedad igualitaria y su amor por la vida prevalecerá en el tiempo. (Nota: En la celebración de los premios Nobel en 1948, el Nobel de la paz no le fue concedido a nadie. El motivo que dijeron era One Stop 65


Índice que no había un candidato vivo que lo mereciera. Esto se hizo como tributo a Gandhi después de haber sido nominado ese año y haber sido asesinado poco después. Más tarde en 1989, cuando el Dalai Lama fue premiado con el Nobel de la Paz, la comisión dijo explícitamente que era en parte como tributo para reparar la omisión de Gandhi.)

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Índice

Entrevista

Licenciado en magisterio y con un Máster en Hipnoterapia. Escritor y novelista, actualmente trabaja para la administración en el gobierno de Aragón. Residente en Zaragoza.

ENTREVISTA A UN JOVEN DE 86 AÑOS LL AMADO… COSTA GAVRAS Aprovechando la asistencia al Festival de San Sebastián para recibir el Premio Donostia, nos recibe un joven de 86 años. Sí, joven, pues tiene la misma vitalidad que cuando comenzó en los años 60. Un director de cine de reconocido prestigio, a la altura de su modestia y humanidad. De hecho, tiene quienes sigan su estela en su misma línea, como ser su hija Julie Gavras, directora, y su hermano Romain Gavras, actor y director. Afortunadamente, una saga de un buen hacer dentro del mundo del cine. En uno de los escasos momentos que tiene libre nos atiende amablemente para contestarnos unas preguntas sobre su trabajo y su trayectoria. Nada más que agradecerle profundamente esa gran atención y dedicación de parte de su tiempo. Gracias, maestro, desde estas pinterest.com líneas. One Stop 67


Índice ¿El cine puede cambiar la sociedad? El cine tiene una gran influencia en la sociedad y puede ser uno de los factores que puedan ayudar a dinamizar una sociedad. El cine, las películas no son objetos, tienen vida y no desaparecen; y tienen ciclos. En ocasiones, son grandes éxitos y pasan al olvido o el camino inverso. El cine es vida.

imdb

cinenuevatribuna.es

A usted se le ha encasillado dentro de un cine muy político. ¿Qué puede decir de ello?

Toda película es política, sin excepción, aunque personalmente nunca me planteé hacer un cine que fuese catalogado como político, esa es la verdad. El problema está en el concepto que tengamos de política. Yo creo que política no es sólo votar en unas elecciones, es mucho más, es la relación con los que nos rodean, con nuestros vecinos y amigos, y como el cine muestra ese tipo de realidad, cualquier película es política en mayor o menor medida…

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Índice A su nombre se le relaciona automáticamente con la película Missing, de Jack Lemmon, y que hacía mención clara a la dictadura de Pinochet, ya disculpará que vuelva a recordarle quizás una de sus películas más emblemáticas… No, en absoluto, de hecho, esa película me trae muchos recuerdos. Curiosamente, todo el mundo esperaba que el protagonista fuera Gene Hackman, y cuando pronuncié el nombre de Jack Lemmon, nadie daba crédito a ello y sus caras lo decían todo. Me refiero a los inversionistas, pero realmente fue un éxito. Esa experiencia me enseñó que el mundo de Hollywood es una auténtica pesadilla, aunque sea el punto de referencia mundial. Lo único que tiene de «positivo» es que es un generoso pagador. Fue una película emblemática, pero la verdad es que no es una de las películas a la que yo tenga mayor cariño. Esta es Hanna K, una producción de 1983, sobre una abogada judía que deja a su marido y regresa a Israel. Es una película que relata claramente, bajo el trasfondo de una historia de amor, el conflicto Israel-Palestina, una de mis favoritas. Una producción que ha pasado de puntillas dentro de mis trabajos.

Desde su larga experiencia vital, ¿cómo ve la sociedad en la que vivimos actualmente?

variety.com

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Índice

est.ensamble.fr

Yo soy un profundo creyente y defensor de la libertad y el derecho a elegir, como todo el mundo conoce. Pero estos tiempos vienen marcados por la revolución digital y eso afecta no sólo y de modo especialmente importante al cine, sino al concepto de vida. Lo que percibo es que los máximos responsables de nuestros destinos no entienden ese entorno ni el concepto de globalización y ese es el gran problema del mundo y de Europa...

¿Es usted optimista o catastrofista? Mire, siempre han existido las crisis, los conflictos y siempre hemos salido mejor. A las pruebas me remito. El mayor problema que veo actualmente es aceptar los chantajes de una sociedad de

franceculture.fr

consumo y el capital y su censura económica que llega a generar una autocensura en la persona, y eso realmente me preocupa… No soy optimista ni catastrofista, soy una persona expectante en un momento conflictivo de cambio.

Ha recibido multitud de premios, dos Oscar, uno en 1970 por Z, y otro por Missing en 1983, la Palma de Oro, el Oso de Oro, dos BAFTA, el Luis Buñuel, el Donostia recientemente y muchos que me estoy dejando, ¿cuántos proyectos tiene aún? 70 One Stop


Índice Proyectos tengo muchos, tiempo es lo que me falta. La verdad es que yo estoy enamorado del mundo de la cultura, del cine. Sólo espero llegar a tener tiempo de ir llevando algunos de ellos a la realidad, siendo consciente que me faltarán muchos por llevar a cabo

purepeople

¿El cine desaparecerá a favor de las grandes plataformas de televisión? Existe, de hecho, ese riesgo, pero estoy seguro de que no. Lo mismo se decía del teatro en el momento del auge del cine y hoy sigue estando vivo y teniendo fuerza, quizás menos, pero coexistiendo. El cine es una especie en evolución que está en un proceso importante de transformación y de transición y lo único que se debe hacer es apoyar fehacientemente el cine de producción nacional y especialmente el europeo.

variety

Gracias por la entrevista, y le pido unas últimas palabras para los lectores…

Que todos busquen la felicidad y luchen por sus esperanzas y sueños ante todo… One Stop 71


Ă?ndice Ya se termina la entrevista, pues tiene el tiempo comprometido con demasiadas obligaciones, y se despide con una sonrisa franca y agradable. Todos esperamos expectantes alguno de sus proyectos.

abrete las orejas

alohacriticon

ojoadicto el cine en la sombra

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Índice

Pensamientos en voz alta

Carlos Javier Jarquín Carlos, o como lo llaman, el chico poeta, vive en San José de Costa Rica, ha estudiado Lengua y Literatura Española en UNAN-Managua; actualmente estudia inglés. Es articulista en la prensa Nicaragüa, en El Diario Extra de Costa Rica, en la prensa libre Costa Rica, en la prensa Panamá, en el Coronadeño de Coronado, en el periódico La Estrella de Panamá y en el de San Salvador llamado El mundo.

Carta de despedida, año viejo

Nunca desaproveches tu tiempo en lo que no aporta algo agradable para continuar creciendo en tus proyectos, como por ejemplo: invertir excesivo tiempo en mirar televisión de contenido inapropiado. Dedicarle mucho tiempo a la diversión todos los días no es correcto. Navegar en las redes sociales por varias horas al día lo único que te dejará es una enorme mediocridad. ¿Qué haces con tu tiempo? ¿Qué fue lo mejor que hiciste en el transcurso de este año? ¿Cuánto lograste avanzar en tus proyectos? Deseo que hayas recorrido mucho en tus objetivos. En esta carta leerás lo que el año viejo te diría si hablara. En esta misiva el año viejo en sus últimos días le expresa al hombre lo lindo que fue para él ser parte de su historia; el hombre, con mucha honestidad, le responde, pero su carta ya no fue leída. Año viejo: Me voy, quizás no apreciaste los momentos que con mucho One Stop 73


Índice cariño compartí junto a ti, hoy me marcho y me llevo gustosos recuerdos que compartimos juntos. No sé si valoraste mi presencia en tu vida, espero hayas disfrutado mi estadía, tu presencia en mi vida vivirá siempre en mi memoria. Nunca olvidaré cada segundo que compartí contigo, hiciste de mi vida algo muy especial, el haberte conocido fue lo más dulce que viví en mi historia. Hoy me voy, y me voy para siempre, ya no podrás ver la luz de mis ojos, nunca más te deleitarás con mi cálida sonrisa, que con muchísimo placer te otorgué, si no aprovechaste mi presencia en tu vida, lo lamento; yo desde el principio supe que no venía a quedarme para siempre, por eso disfruté cada instante que el universo me concedió junto a ti. En estos últimos segundos aprovecho para plasmar lo mucho que te aprecié desde que llegaste a mi vida. El tiempo se ha desplazado con máxima velocidad, me he sorprendido de que mi estadía en tu vida ha claudicado. ¿Qué hiciste con mi presencia? Espero que haya sido de valiosos éxitos. Quizás has crecido en un ambiente donde te han mimado con grado exagerado, a lo mejor eres de las personas que todo lo dejan para mañana, con esa clase de filosofía nunca podrás alcanzar las metas que emprendas. A lo mejor por estar pendiente de lo que hace tu vecino o de lo que publican tus amigos en el mundo virtual, no te diste el tiempo para aprovechar mi tiempo en tu vida, y hoy es tarde. Con gran aprecio te sugiero: ama con fina cautela a quien llegue a tu vida después de mí, atesora su presencia con belleza singular... Cordialmente, el año viejo. El hombre: Año viejo, con pausada meditación he leído tu carta, tu mensaje me ha hecho reflexionar profundamente, estoy asombrado por tu rápida partida, desearía detener el tiempo, pero eso es imposible, lo único que hoy puedo hacer es recordarte con solemne maravilla, desde que llegaste a mi vida le diste otro tono a mi existencia. ¿Qué hice con 74 One Stop


Índice tu presencia? Contigo viví un peldaño brillante; reí, lloré, aprendí, fallé e intenté hacer lo mejor, pero quizás si hubiese sido más aplicado, disciplinado y responsable conmigo mismo, hubiese logrado más en todo lo que emprendí desde que tú llegaste. Tu magnífica permanencia en mi vida la llevo tatuada en mi mente, debo confesar que a pesar de que en algunos episodios viví tristezas que destrozaron mi corazón, eso me ayudó a valorar con distinguido realce a mi entorno. Las vivencias que tenemos cotidianamente nos dejan enriquecedoras enseñanzas, especialmente las “desagradables”. Si sabemos enfrentar esas circunstancias, viviremos una vida significativamente sobresaliente. Desde este momento adoptaré fielmente el hábito de aprovechar con eminencia cada minuto de mi respiración, quiero que mi nombre y apellido sea de referencia e inspiración para todo el que conozca de mi existencia. Vivir por vivir es vivir con exceso brillo de incoherencia. Llegamos a este mundo sin nada y nos vamos sin nada, pero durante nuestra presencia en él debemos trabajar apasionadamente en lo que nos fascina, para dejar una huella que pueda resplandecer con excelso fervor a las personas que se den el tiempo de conocer nuestra trayectoria.

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Leyendas

Carmen María Avivar Subdirectora y coordinadora de contenidos de la revista One Stop. Licenciada en Ciencias Económicas y Empresariales. Másters en márketing, publicidad y recursos humanos. Administradora del blog “Alhendín eres tú”, Community Manager, formadora de formadores

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LEYENDAS POPULARES: La flor de Navidad o flor de Pascua

Las fechas navideñas siempre han sido celebradas en la historia de la humanidad. Si bien no con la historia del nacimiento de un salvador de por medio, sí como un símbolo de renovación y cambio, sobre todo, por el poético solsticio de invierno, cuando el día más oscuro sucede para dar paso a días cada vez más luminosos y largos. Pronto será Navidad y, seguramente, todos estemos disfrutando de una preciosa decoración para las fiestas, en casa, lugares de trabajo, calles y plazas… no faltan las luces festivas, los árboles decorados, en algunos hogares el llamado Belén o Nacimiento, con las figuritas rememorando el nacimiento del Niño Jesús. Uno de los símbolos de la decoración navideña por excelencia es la Poinsettia, más conocida como flor de Pascua y es por ello que en esta ocasión he querido compartir con vosotros unas bonitas leyendas populares, originarias de México, acerca de esta bella planta. 76 One Stop


Índice Esta flor roja con forma de estrella fue bautizada Poinsettia en honor del primer embajador de México, Joel Roberts Poinsett. Sobre su origen existen varias leyendas mexicanas muy parecidas entre sí, pero en el fondo todas nos dejan ver que son el fruto de un hermoso corazón infantil.

LEYENDA DE LOS HERMANOS Cuenta esta leyenda que había una chica llamada María y su pequeño hermano Pablo, que eran muy pobres, pero siempre esperaban la fiesta de Navidad. Todos los años, en la iglesia del pueblo se preparaba un gran pesebre y los días previos a la Navidad el lugar se llenaba de desfiles y fiestas. A los dos niños les encantaba la Navidad, pero siempre se entristecían porque no tenían dinero para comprar regalos. Sobre todo, los dos deseaban ofrecer algo a la iglesia para el Niño Jesús. Pero no tenían nada. Una noche de Navidad, María y Pablo partieron hacia la iglesia para asistir a misa. Mientras caminaban lentamente hacia la capilla, sus corazones estaban muy apenados, y Pablo le dijo a su hermana: «Estoy seguro de que aún el más humilde regalo, si es ofrecido con amor, será más que bienvenido ante sus ojos». En el trayecto, cortaron algunas hierbas que crecían a lo largo de la orilla del camino y decidieron ofrecerlas como regalo al Niño Jesús en el pesebre. No tenían nada mejor para regalarle. Aunque los otros niños se burlaron de ellos cuando llegaron con su humilde regalo, los hermanos no dijeron nada porque sabían que habían dado lo que mejor podían ofrecer. En cambio, se dedicaron con mucho esmero a colocar las plantas verdes alrededor del pesebre. Y fue entonces cuando sucedió el milagro: los extremos de cada hoja verde se fueron convirtiendo One Stop 77


Índice en brillantes pétalos rojos, y pronto el pesebre quedó rodeado de hermosas flores en forma de estrella, tal cual las conocemos hoy. A partir de ese día, esas flores rojas brillantes se conocieron como las “flores de Nochebuena” y nunca dejaron de florecer para cada Navidad. LA FLOR DE NOCHEBUENA

Hace muchos años, en un pequeño pueblo de México, todos los habitantes se reunían en la iglesia cada año durante el nacimiento de Jesús para dejarle algún regalo. Un pequeño niño llamado Pablo solo veía cómo todos iban y depositaban sus regalos, pero él no tenía nada que regalar, era muy pobre y eso lo hacía sentir mal. Pablo quiso esconderse para evitar que otros miraran que no tenía nada que dar, y se escondió en un rincón de la iglesia y comenzó a llorar, pero pronto de sus lágrimas que habían caído al suelo, comenzó a brotar una hermosa flor con pétalos rojos. Pablo comprendió que aquella flor era un regalo de Dios, para que se la regalara al Niño Jesús. Contento fue y la depositó junto con los demás regalos, pero manteniendo en secreto que había nacido de sus lágrimas.

LA MANTITA NUEVA

Cuenta la leyenda que había una niña de escasos diez años cuya madre tenía el encargo de tejer una mantita nueva para el pesebre del Niño Jesús de su iglesia, ya que la que tenía estaba muy vieja y raída. Ella aceptó encantada el encargo que le hacía el párroco, empezó a elaborarla 78 One Stop


Índice con gran entusiasmo, pero al caer gravemente enferma no pudo terminarla y la dejó a medias en el telar. La niña, preocupada, intentó acabarla, pero sólo consiguió enredar todos los hilos y las madejas. Al día siguiente, al atardecer, empezó la procesión al templo de todos los lugareños y la pequeña, escondida detrás de un gran matorral, llorando, los veía pasar con enorme tristeza pues su madre seguía enferma y no había mantita nueva para el Niño. De pronto se le acercó una anciana bondadosa y le preguntó qué le pasaba. Lucina, que así se llamaba la niña, le contó toda su pena y la buena mujer la consoló diciéndole que ya no se preocupara pues su mamá ya había sanado y que se apurara a cortar unas ramas de esa planta que la escondía y se las llevara como obsequio al Santo Niño. La niñita no daba crédito a lo que oía, pero obedeció dócilmente a la señora y con un manojo de aquellas ramas llegó corriendo al templo. Colocó con gran cuidado las varas alrededor del pesebre, mientras la gente, en silencio, la observaba. De pronto todo se iluminó y de cada rama había surgido una enorme estrella roja que entibió rápidamente el ambiente. La niña sonrió pues seguramente el Divino Niño ya no pasaría más frío. Llena de contento salió corriendo y vio que en todos los matorrales de la calle y las montañas lucían estrellas radiantes iguales a las que había en el pesebre y que su humilde presente se había convertido en el más resplandeciente de todos los regalos.

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Salud

VIDA ESPIRITUAL

En esta época, que es más material que espiritual, ha disminuido la vida espiritual que, para cualquier ser humano, es imprescindible. La filosofía, la psicología, la medicina, el comunismo, las ciencias políticas, todas estas disciplinas, en alguna parte de su contexto, tienen como objetivo que el ser humano no crea en nada, o que existan dudas de sus creencias. Yo, en lo personal, siempre le sugiero a mis pacientes que tengan alguien o algo en que creer, que eso es muy importante en su vida espiritual. Llámele como le llame: Dios, Jesús, Jehová, Javé, Alá, Madre Tierra, el Sol, Madre Naturaleza, el ser humano requiere a un ser omnipotente que atraiga su fe. ¿Y para qué sirve creer? Algunos padres no creen en nada y eso se lo transmiten a sus hijos, diciendo que ellos decidan cuando sean grandes. Un error garrafal, ya que las bases de la fe se asientan en la infancia y, al no ver en la fe o no crecer en ella, quedan con un vacío que será llenado por algún otro ente; y qué mejor que la fe. ¿Por qué sirve creer? Aquí les diré absolutamente mi opinión: usted debe tener fe para creer en algo, en alguien, ya que al creer en ese 80 One Stop


Índice ser superior, tendrá fe. La palabra fe proviene de fides, del latín, que nombra aquello en lo que uno cree, esa sensación de certeza de que exista algo que no ve. Desgraciadamente, va a llegar algún momento en la vida que nos atore en algo, dinero, salud, enfermedad, y tendré que elevar mi mirada al cielo y clamar para que esa situación o problema sea resuelto a mi favor y deje de apesadumbrarme; y, si es resuelto, daré gracias y trataré de hacer el bien a alguien. Pero he aquí lo importante: al suceder eso, el caído voy a ser yo y, para poder pararme, ocuparé la fe, y deberé entender qué es, ya que deberé creer en mí; y, si no tengo fe en algo o en alguien, ¿cómo voy a creer en mí para hacer las cosas? Así fortificaré mi fe en un ser supremo y mi fe en mí, y habrá congruencia en mis acciones. En la época actual, se ha denigrado lo espiritual; es más, no tiene ninguna relevancia en la vida del ser humano, incluso, se tiende a rechazar todo aquello que huela a religión tan sólo por despecho, o por haber sido defraudado por ella, o por no creer en ella. El tener fe es del corazón, y la razón queda a un lado. Se puede llegar a ser una persona totalmente espiritual sin pertenecer a ninguna religión; se puede tener interés en hacer crecer el interior y ayudar al prójimo sin pertenecer a ninguna institución religiosa, y evitar ser un fanático, que es una desviación del comportamiento humano. Una persona que cubra adecuadamente su dosis de espiritualidad —tomado de la mano de su fe— evaluará cada momento de su vida, tratará de ayudar al prójimo y tendrá fe en él y en ese ser supremo, lo que le facilitará el desarrollo personal, el trabajar, el vivir cotidiano. Dependiendo de la forma de encarar la muerte de cada religión, no tendrá temor al irse de este mundo, ya que su fe lo fortalecerá. De aquí se puede explicar el miedo, las crisis de pánico y la presencia de depresiones, que sólo llevan a exagerar cuadros clínicos o a verlos desde una óptica muy fatalista, posiblemente porque tengamos debilitada nuestra fe. One Stop 81


Índice Lo espiritual se ha ido perdiendo y tenemos la obligación, como seres pensantes, de recuperarlo. Ese ser omnipotente ha sido sustituido por el dinero, cuánto voy a ganar, y eso que gane para qué me va a servir, en qué me lo puedo gastar. Sí te quiero y te respeto, pero cuánto me va a dejar esta relación. En todo esto se ha desgastado la buena fe de la naturaleza humana, y de aquí la importancia de volver la vista a la espiritualidad. Igual, la fe no te dará dinero, pero sí te hará vivir con lo que ganes agradeciendo a ese ser supremo que lo tienes. Si vives en un mundo materialista, no habrá cantidad de dinero suficiente para alcanzar la felicidad, siempre te hará falta algo para ser totalmente feliz. Poderoso caballero don dinero que ha hecho que la espiritualidad se haya debilitado y, en ocasiones, hasta desaparecido. Incluso, se han perdido algunas virtudes de lo seres humanos por la necesidad de obtener dinero. A los principios les ha pasado algo similar, se han ido también diluyendo, con lo que el medio social se va tornado más vulnerable, y todas esas normas como aquella de que si trato bien a la gente, así me gustaría que me trataran a mí, pero si trato mal a la gente y la agredo no puedo pedir que me traten bien repercutirá en la forma que me ven esas personas. Con la espiritualidad, esos principios y esos valores se ven fortificados y nos hacen mejores seres humanos, con mejores capacidades para poder convivir con más gente y seremos mejor recibidos por la sociedad. Como se puede ver, la espiritualidad bien cimentada nos podrá llevar a ser mejores seres humanos, a tolerar, respetar y entender con más facilidad a nuestros semejantes sin estereotiparlos y sin pretender sacar provecho de ellos: dar sin esperar a cambio.

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Sin palabras

Ă?ndice

V Ă­ c t o r S i e n a

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Victor Siena 84 One Stop


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Victor Siena

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Índice Paula García

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Índice

Paula García

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Índice Amadeo García

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Índice

A M A D E O G A R C Í A

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Ă?ndice MAYTE A.R.

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Ă?ndice MAYTE A.R.

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Ă?ndice MAYTE A.R.

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Ă?ndice Francisca Ruiz

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Ă?ndice Francisca Ruiz

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Ă?ndice Francisca Ruiz

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Ă?ndice Jose Luis Ortiz

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Índice ANTONIO RUIZ

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Índice ANTONIO RUIZ

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Índice ANTONIO RUIZ

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Dando qué pensar

Subdirectora y coordinadora de contenidos de la revista One Stop. Licenciada en Ciencias Económicas y Empresariales, Másters en Márketing, publicidad y recursos humanos. Administradora del blog “Alhendín eres tú”, Community Manager, formadora de formadores.

POR TI, POR MÍ Y POR TODOS NUESTROS ANCIANOS

Estamos próximos a las fechas navideñas. Fechas familiares por excelencia, en la que todos nos reunimos y nos proferimos muestras de amor y de cariño, que en algunos casos desaparecen tan pronto como acaban las fiestas y no volvemos a acordarnos hasta el año siguiente. Pero a pesar de todo, nos debemos sentir afortunados por tener una familia con la que compartir estos momentos y no debemos olvidar a todas esas personas que se encuentran solas todo el año, incluida Navidad. Este año he sido testigo de una situación muy dura y triste frente a una madre anciana, por parte de su hijo y de unas instituciones que han hecho la vista gorda y han querido desentenderse del tema, dejando atada de pies y manos a una hija sufridora que solo pedía justicia y un poquito de caridad humana frente a su madre. Finalmente, y tras muy duros momentos el problema se solucionó favorablemente, pero me ha hecho pensar en la situación en que se encuentran muchos de 100 One Stop


Índice nuestros ancianos y cómo la mayoría de la gente se vuelve ciega ante la misma, ojos que no ven… Y es por eso que en esta ocasión mi reflexión personal es un homenaje a estas personas indefensas, solas, y a veces maltratadas, a esas personas llenas de amor, que están llegando al ocaso de sus vidas y muy especialmente a Lola, que por fin es feliz, cerca de las personas que de verdad la quieren. Cuando era una adolescente, soñaba con el futuro, con formar una familia, con el éxito profesional, siempre con el plan perfecto, meticulosamente diseñado. Estaba segura que la vida sería fantástica. Algunos de mis sueños de juventud se han cumplido. Otros simplemente han cambiado. Algunas canas aparecieron en mi cabeza y ya las arrugas van haciendo sus primeros intentos alrededor de mis ojos. Voy envejeciendo. Está bien hablar del futuro, pero nunca de la vejez, eso les sucede a otros no a uno mismo. Todos los días vemos anuncios de cremas anti edad, tintes cubre canas, etc., para convencernos de que hagamos todo lo posible por mantenernos jóvenes, hermosos, vitales, activos, tonificados. Y es que de alguna manera el rechazo a envejecer es natural. Tenemos relacionada la vejez con el fin, con el ser una carga, con el no servir. Pero nos estamos olvidando de lo que significa verdaderamente ser viejos. Y es que la vejez no solo implica aproximarse al término de la vida. No es una simple etapa en que todo se deteriora, uno ya no sirve y la vida acaba. Es real que el cuerpo se deteriora, pero también es real que la vejez, así como cualquier otra etapa de la vida, tiene un sentido. La juventud no tiene mayor valor que la vejez. El sentido de la vejez es importantísimo, quien envejece ha vivido, y esas vivencias se convierten en «sabiduría». Al llegar a viejos desarrollamos una capacidad de comprender lo que pasa en la vida. Los One Stop 101


Índice ancianos ven cosas que los más jóvenes son incapaces de ver. Al negar la vejez y relegar a los ancianos a ser una simple carga para la sociedad, el mundo se pierde su sabiduría, se queda en lo inmediato, y olvida lo trascendente. Envejecer no es un proceso fácil, creo que requiere de valentía y humildad. Aceptar la decadencia del cuerpo e incluso la dependencia absoluta de otras personas, es doloroso. Y no sólo me refiero al dolor del cuerpo. Cuidar a un anciano es una tarea difícil, pero puede hacerse dulce si no olvidamos lo que la vejez significa. Por desgracia, el destino de muchas personas de la tercera edad es el abandono. El anciano es una persona que no siempre puede valerse por sí misma, y es a la hora de recibir los cuidados y atenciones necesarias cuando surgen problemas. Si tiene alguna enfermedad, se incrementa el riesgo de sufrir maltrato, físico o mental, por parte de las personas que deberían cuidarlo. Se debe pensar en que ahora se es joven, pero algún día desearemos estar bien cuidados y tener las atenciones necesarias. Al anciano, sea o no pariente, se le debe atender en función de mejorarle la calidad de vida. Si no lo hacemos por amor, pensemos en un acto de humanidad. Lo primero que llama la atención a todo aquel que intenta profundizar en el tema del maltrato al anciano, es la escasa información de que se dispone al respecto. Esta circunstancia pone de manifiesto un cierto desinterés en lo referente al «estado de bienestar», en el que vive un importante grupo de la población. Las propias instituciones no hablan del problema, se evita o no se reconoce, y así, no existe. Se evidencia también un desconocimiento por parte de los profesionales de los aspectos jurídicos relacionados con las personas mayores, o tal vez sea desinterés. ¿Dónde quedan los valores y sentimientos de respeto, ayuda, cooperación y colaboración? Debemos reflexionar sobre lo que significa ser persona y saber tratar a las personas, sobre los sentimientos, los afectos y el cariño. El maltrato a los ancianos es un asunto grave que recibe muy poca atención. Y aun cuando 102 One Stop


Índice la mayoría de los ancianos son cuidados y atendidos con cariño en el hogar, una considerable cantidad de agresiones tienen lugar en el seno de la familia. Nuestros mayores son las personas que generación tras generación han estado cuidándonos, alimentándonos y educándonos. Debemos no solo respetarlos y ayudarlos, sino estar a su lado en su proceso de envejecimiento. Cuando digo a su lado, en muchos casos es algo difícil de forma presencial, me refiero a interesarse por su situación, los cuidados que recibe… Pero ojo, hay hijos e hijos. Y las instituciones no deben desentenderse de la responsabilidad del cuidado y custodia por parte de un hijo por el simple hecho de serlo, y mucho menos cuando se presentan hechos probados de que los cuidados que ejerce no son los correctos. No son simplemente individuos, ni mucho menos casos que ocupan sillas o camas. Son miembros de una familia, y que se les considere como a tales dependerá, en gran parte, su seguridad, su salud y su felicidad. Cuando hablo de maltrato, no solo me refiero a la agresión física o la verbal, sino también a desatender sus necesidades, ignorarlo, amenazarlo, intimidarlo, robarle, chantajearlo. Todos pretendemos vivir más años, pero, en ocasiones, nos preguntamos ¿para qué? Esta pregunta la hacemos ahora, en nuestros días, porque en épocas anteriores nuestros ancianos eran venerados, cuidados, respetados y admirados. Sus consejos tenían gran valor para nuestro futuro, queríamos hablar con ellos para que nos aconsejaran. Tengamos en cuenta que los ancianos transmiten una calma interior particular, que viene de su interior. La vejez es una etapa en la que se completa la tarea del sentido de la vida; se reconoce de forma más consciente el regalo de la vida (tiempo, fuerza y logro). One Stop 103


Índice Esta sociedad ejercita el culto a la juventud, arrincona a los ancianos considerándolos clase pasiva, principalmente por las instituciones, y se les regatea la cantidad de unas pensiones ganadas a pulso, y empezando a quebrar el contrato familiar que garantizaba el cuidado de una generación por sus descendientes. Las personas de edad pierden derechos cada día y ganan vulnerabilidad y abandono. Las personas mayores, al final de sus vidas, necesitan contacto físico, que les toquemos, alimentemos, les mimemos, limpiemos, les visitemos... con dulzura. No pocas veces, el anciano se encuentra solo, incomunicado. Es marginado laboralmente ya que le jubilan. Socialmente les llamamos «tercera edad». Y por si fuera poco, al final de su vida, decidimos por él. Muchas veces, al dejar de ser considerados miembros activos de la familia, son ignorados y tratados como «trastos viejos», cuando lo que necesitan es ser arropados con toda nuestra generosidad. Cuando están enfermos, no desean ser eliminados, sino ser cuidados y aliviados hasta que llegue su muerte. Necesitan que se les respete, que se les cuide en vez de apartarles de nuestro lado. No solo tienen necesidad, sino derecho a que les tengamos en cuenta. Necesitan sentirse acompañados y poder expresar libremente sus emociones. Y para todo esto, hemos de acoger al anciano como una persona que necesita de nosotros y mostrarle con nuestra compañía que no está solo. Hemos de escuchar con aceptación y empatía, manteniendo cierto contacto físico, para que pueda apreciar nuestra cercanía y nuestro respeto. Aunque nuestra ciencia ya no pueda restaurar su salud, nuestros cuidados, nuestra compañía y nuestro afecto sí podrán dibujar en sus labios una sonrisa de agradecimiento, porque hemos hecho que se sienta como una persona que nos importa. Para terminar, desearía que pudiéramos 104 One Stop


Índice reflexionar al respecto y quisiera dedicar un poema a todos esos ancianos que se encuentran en situación de abandono o desamparo. La plata del tiempo cubre tu cabeza. Mirada perdida, posada en recuerdos. Tu cuerpo encorvado de tanto cansancio arrastra una vida llena de momentos. Tristeza en tus ojos, de pura derrota, solo en la vida tras tantas batallas queda tu sombra en el tiempo y una sociedad que invita a que te vayas. Hueles a tristeza, lágrimas e insomnio, soledad y angustia de ti se han apoderado, porque después de tantos años vividos, al final del ocaso, nadie de ti se ha acordado. Y en la piedra fría de un sepulcro, ninguna flor que hayan colocado, conseguirá caldear tu corazón. Un corazón roto y abandonado.

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Índice

Hablando de arte...

José Adelardo López Juliá Poeta y escritor nacido en Tetuán, reside en Granada. Su obra ha sido recitada y traducida a varios idiomas, y obtuvo su mayor reconocimiento en España y Marruecos. Dentro de su obra podemos destacar su libro: Un paseo por Granada, Los textos de la sinfonía del mar, el poema simbólico a Salvador Patón, los poemas del libro Baza, Capital del Altiplano, los textos y poemas de la colección Arte Actual, etc...

LUZ Y FUERZA Como ya habéis podido comprobar, hemos dedicado tres artículos a conocer al maestro Eustaquio Segrelles, puesto que su obra lo merece. Nuestro artista del pincel mágico vino al mundo y vio la luz en Albaida: tierra valenciana, a cielo abierto, de labranzas e industrias de interior. Eugenio D’Ors, en sus Glosas, de las cuales dice: “Pasan de la anécdota a la categoría”, en un sencillo juego de ideas, califica a la música como un desvanecimiento de la forma. Como si de una sucesión en la evolución del arte se tratara. En esta apreciación, en la historia de 106 One Stop


Índice la pintura observa a El Greco y los impresionistas. Si Eustaquio Segrelles se encuadra personalmente en la definición, añadiré que su impresionismo es muy elaborado, que sabe dónde cada elemento pictórico produce este efecto. En ocasiones he pensado que los primeros impresionistas franceses debían de ser miopes. No veo en ello un defecto, sino una cualidad. Hay, en un Segrelles, el resultado, el fruto de mucho ensayo, la repetición y el acierto. La suya es una fórmula magistral, un secreto a la hora de pintar. La consecuencia es su éxito, su particular sello y su firma, una inversión certera. Es artista figurativo, armónico y claro. No desfigura. Su estilo característico pasará a la posteridad. Su línea estética, su escuela, es la sustitutiva de la máxima perfección clásica. Lo que importa y prevalece es que impresiona, porque no abandona el detalle, derrocha esfuerzo. Dota de soltura a las escenas; están vivas, con dimensión, en movimiento, patentadas desde un eje y soporte plano: el lienzo frente a frente. Sus obras artísticas son las representaciones de un pensamiento, pero también de una emoción. Cada imagen representa un esfuerzo humano para hacer coincidir estados emotivos del pasado con sensaciones que se reconstruyen en el presente por medio de la evocación. Cada imagen es memoria. Cada parte constitutiva de la imagen representada, pedazos de vida pasada concentrados en el presente. La imagen es nuestra necesidad de recordar para no olvidar. El viento no es posible pintarlo. Sí las nubes que ofrecen profundidad y rotundidad al lienzo. En la cosmología y mitología nórdica estaba sujeto a los caprichos de un gigante llamado Hraesvel, capaz de transformarse en águila de gran tamaño. Este, al enfurecerse, movía sus alas con potencia para provocar vientos huracanados. El movimiento de sus alas al desplazarse producía las brisas que surcaban los cielos. Las velas One Stop 107


Índice latinas de las barcas de pesca serán izadas al aviento por nuestro artista, para impulsar las naves con la energía eólica, la misma que mueva molinos contra los que luchará Don Quijote en plena Mancha. Hay artistas que piensan que la pintura figurativa debe reflejar la vida actual, mas es la pintura una herencia de antaño, un esfuerzo plástico no inútil, si se entiende el arte, un arte que no ha muerto. Así, donde ya no quedan bueyes, mulas, barcazas, faldas largas, alpargatas, pañoletas, pañuelos en la cabeza, redes artesanas o caras oscurecidas por el potente sol mediterráneo, Eustaquio los revive y erige con todo detalle. Esos aspectos que estudia la etnología como ciencia, esas escenas vivas sobre tela, son las labores y faenas impregnadas de empuje en la pesca y en la agricultura.

Dicen que fue marinero el que supo hablar al viento, enseñando a su velero el norte en el firmamento. .......

Una ráfaga de otoño levantó un vuelo de hojas, y una de color rojo, soñó con ser una ola. ........

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Índice Pintor que pintas la vida, pintor que amas la mar, la escuchaste en las marinas, marinas que saben a sal. .......... Al pie de la barca varada, recuerdos, redes de amor y sirena, noches de luna encantada, amaneceres contigo en la arena. ............. Rompe el mar con viento de poniente, brama furioso contra el acantilado, ansía escupir el naufragio de occidente, para que así despierten sus corazones helados. ............ ¿Y dónde, dónde la luz? La luz siempre donde el agua. La luz la encontraste tú en la rompiente salada.

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Presa de la realidad

Índice Andrea Melamud Correctora de textos Free Lance para editoriales, empresas y particulares. Egresada del Instituto Superior en Letras Eduardo Mallea. Clases particulares de Lengua y Literatura y de comunicación empresarial.

CRÓNICA DE UN FINAL FELIZ (o cuando la vida —y no la muerte— te puede sorprender a la vuelta de la esquina) “La semillita siempre es buena, siempre es buena”, dice Carlos como al pasar, casi como si se lo hubiera dicho al oído Jean-Jaques Rousseau, quien considera al hombre (a la especie humana, digamos, en épocas —por fin— de inclusión) buena por naturaleza. Lo que pasa después —o antes— de la cárcel es otra historia. En el Penal Nº 48 de San Martín, las paredes son grises, los alambres son grises, los rostros son grises, aunque el cielo se levante celeste

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Índice desafiando a las grises nubes que ese día —caprichosamente— no se dejan ver. Una llega, la primera vez, con otros colores en la mente… Pasillos largos, laberínticos, deslucidos. Rejas y más rejas, candados y más candados, rancios olores. La primera sensación es fuerte y la pregunta acude por dentro: “¡¿Qué hago acá?! Ah, cierto, vine a darles yoga y meditación a los presos”. La Fundación El Arte de Vivir es una ONG sin fines de lucro creada en 1981. Se dedica a dar cursos sobre técnicas de meditación y respiración a lo largo de más de 170 países en todo el mundo. Uno de sus proyectos sociales (además de acercarse a comunidades en zonas de riesgo, enfermos terminales(Nótese que la concordancia fue hecha en femenino, como corresponde a “especie”. Fenómeno que muchas veces olvida hacer el lenguaje inclusivo.) y adictos) es el Programa Prison Smart, que lleva estas técnicas a distintos penales [el 47, el 48 y otros] a través de voluntarios que los brindan en su tiempo libre. La idea es ayudar a reducir el estrés, promover la paz y disminuir los niveles de violencia en la sociedad. «Yo estaba detenido en el Penal 47 (después de haber recorrido muchos penales) y estaba catalogado como un preso peligroso, violento, cabecilla y todas las cosas que le siguen —dice Carlos con una sonrisa, casi como si estuviera hablando de otra persona— hasta que un día aparecieron los “locos” de El Arte de Vivir, la “secta”, como le dicen las malas lenguas, y me dijeron si quería hacer un curso de yoga; ahí fue la primera vez en mi vida que escuché la palabra “yoga”. No sabía ni lo que era, pero les dije que sí, obvio, para salir de la celda, no me interesaba en absoluto. Y, cuando salí, vi a un grupo de locos, todos riéndose, mucha energía, buena onda». Así es como empezó a tomar los cursos, uno tras otro, repitiéndolos mecánicamente, haciendo todo a rajatabla, sin enganchar con lo que le estaban transmitiendo, solo con tal de salir de la celda, con tal de estar con gente ‘de afuera’. «Después del tercer o cuarto curso empecé a notar cambios, estaba más tranquilo, comencé a comunicarme más con la gente». Carlos transmite paz, es calmo, agradable, comunicativo, tiene una sonrisa tierna, incluso pícara, cuesta imaginar cómo alguna vez fue considerado ‘violento’. Nos encontramos en Escobar, cerca de la terminal del [ómnibus] 60, a eso de las 18:30, en un bar cercano a la plaza que tiene una calesita. 112 One Stop


Índice Como un niño, me invitó a dar una vuelta, y yo acepté, como una niña, pero cuando terminamos ya era tarde y la calesita había cerrado. Desde que salió, vive en Los Cardales, en una casa que él mismo construyó y decoró de un modo armonioso y cálido (como él, claro). Aunque eso es lo que veo yo, según las fotos que me va mostrando. Vive en medio del campo, se levanta con el cantar de los pájaros, tiene tres perros gigantes, trabaja por su cuenta vendiendo alimento balanceado para animales de campo y está “solterito y sin apuro”, me dice entre risas que ninguno de los dos podemos evitar. A Carlos le falta un día para cumplir 45 años y hace cinco que recuperó la libertad, la libertad física, podríamos decir, porque parte de su relato da cuenta de algo que podría sonar hasta inverosímil: «Para todos es triste estar encerrado, y yo me sentía feliz (luego de los cursos), entonces, me di cuenta de que la felicidad es un estado mental. Vos podés estar caminando por la plaza y podés estar preso igual. Me di cuenta de que todo pasaba por mí, por mi mente, y por lo que yo sacaba para afuera. En un momento, empecé a sentir libertad emocional, libertad psicológica. Pero si mi realidad es fea —me decía a mí mismo—, estoy en una cárcel, ¿por qué soy feliz, qué tengo para ser feliz? Y pensaba: tengo salud, tengo aire en los pulmones, tengo una buena sonrisa, ya está, con eso me basta, con eso soy feliz, a eso tan pequeño me aferraba, aunque en realidad no es pequeño: es muy grande; y fui feliz, aún estando preso». Le pregunto por su infancia. En uno de los países con más cantidad de psicólogos en el mundo y repleto de ‘teorías’ psicológicas deambulando One Stop 113


Índice por bares y cafetines populares, creemos que la cuna de todos los males es lo que nos pasa en la infancia. «Yo tuve una infancia linda», cuenta en otro reportaje que le hicieron nada menos que en la India; porque fue a la India como Embajador de la Paz en medio de la celebración del 150º Aniversario del Nacimiento de Ghandi. Y así fue tirando de cuajo todas mis ‘teorías’. Si bien no tuvo papá, fue criado por su mamá, su abuela y sus tías con mucho cariño. También tiene una hermana, una sobrina y una sobrina nieta. No tuvo grandes cosas, tuvo carencias, anhelaba tener cosas que no tenía. Al instante vuelvo a contruir la endeble teoría de que la falta de recursos es una de las causas de que alguien salga a robar, como fue el caso de Carlos. «Y hasta pasé hambre —continúa en la entrevista—, pero siempre tuve el abrazo de mi vieja, el amor de mi familia». Necesito entender, necesito alguna teoría que me ayude a entender qué le pasó, cómo fue que este tipo afable, de buen corazón y buenos sentimientos, en otro momento de su vida fue “peligroso” y salía a robar. «En el secundario conocí la droga». Listo, ya tengo algo de qué agarrarme. La droga es un flagelo que causa estragos en todo el mundo, no reconoce fronteras, clases sociales, está en Argentina, en capital, en Buenos Aires, en Ituzaingó, donde transcurrió su niñez. «Tuve malas juntas en el barrio en el que yo vivía, entré —de la mano de la droga— en el camino de la delincuencia». Claro, la adolescencia es una etapa difícil, pienso, y si uno tiene malas juntas, la cosa puede complicarse. Él siguió hablando, a pesar de mi barullo mental: «La etapa de la adolescencia es una etapa en donde uno no es ni grande ni chico y en donde a veces uno toma un camino que no es acertado, como tomé yo. Creo que influyó mucho no haber tenido un padre o alguien que me encamine». Y seguimos alimentando y deconstruyendo teorías, unas tras otras. Porque no en todos los casos es así. Muchos chicos se crían en «lugares hostiles y, sin embargo, no hacen lo que hice yo», asegura. «Nos tuvimos que ir a vivir a dos cuadras de la Villa Carlos Gardel y ahí la vida es de otra manera. De la ciudad me tiraron a la selva y me tuve que hacer ‘indio’; y tomé el mal camino, no hacía falta robar, no 114 One Stop


Índice hacía falta hacer nada». Puedo comprender, pero ¿esa es la explicación? «Empecé a salir a robar, más la droga, hasta que un día… me agarraron una vez, me agarraron otra vez, ya había cometido muchos delitos, siempre en cuestión de robos». Él no quiere justificarse, cree que fue simplemente lo que le tocó vivir para llegar a ser quien es hoy. «No es una sola cosa, es un combo de todo —afirma—, eso te lleva: un poco de todo, las malas compañías, querer ser uno más, no ser el boludo, era piola el que hacía eso, eran códigos de la calle, del barrio, un poco la droga, también». Pero sigo sin entender, tal vez nunca lo logre. Tal vez no importe que lo entienda. «Hay gente que por más que esté veinte días sin comer, no te toca nada, creo que lo que me pasó a mí me tenía que pasar para llegar a esto, si no, no hubiese llegado a donde llegué, era parte de mi camino, por ‘algo’ tenía que pasar». Las cárceles de Buenos Aires están superpobladas. El pasado lunes 22 de septiembre [de 2019], el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación declaró la “emergencia en materia penitenciaria” por los próximos tres años, al tiempo que creó una comisión especial para resolver el “déficit habitacional” en las prisiones federales, “mejorar las condiciones de privación de la libertad” e implementar “medidas alternativas” al encarcelamiento. (Fuente www.perfil.com). Y la denuncia no tardó en llegar, nada que no sepamos, nada que no nos imaginemos: «Además de chocar mucho con los otros internos, chocaba con los guardias, porque ahí es la ley del menor esfuerzo: por no abrirle el candado a un chico, se pierde de ir al colegio. Y nadie se daba cuenta, en realidad, a nadie le importa nada, pero yo me daba cuenta de que estaban haciendo un daño terrible. Las personas que trabajan ahí [en las cárceles] no están capacitadas, no les dan un curso de derechos humanos, de emergencia, no están preparados, de hecho, los guardias habían trabajado de albañiles para hacerla y después se anotaron para ser guardiacárceles. Tiene que haber un curso preparatorio para trabajar con personas privadas de la libertad, deberían tomar un curso, al menos, de seis meses, enseñarles lo básico: lo que es un candado, cómo es un preso, cómo reacciona, cómo hay que tratarlo». One Stop 115


Índice Hasta que llegó la declaración más contundente: «Son peores que los presos, son los que te venden la droga, los celulares y después te los sacan [en las requisas] y te los vuelven a vender». Luego cuenta detalles que uno podría imaginar, pero solo el que lo vive en carne propia sabe de lo que habla: «… Recibís todo tipo de violencia: física, verbal, psicológica. Lo que pasa con la familia que está afuera, tener tantas horas para pensar… te ‘come’ la cabeza. Ahí adentro, o te defendés o sos una víctima. Yo elegí defenderme: cuidar mis cosas, que no me roben, que no me violen, que no me maltraten, que no me lastimen, opté por defenderme y así logré ser violento yo también. Es el lenguaje ahí». El curso que se da en las cárceles (tanto como afuera) se llamaba —cuando Carlos lo tomó— Parte 1 (hoy Happiness Program) y, por supuesto, luego viene el Parte 2 (o El Arte del Silencio) que, como su nombre lo indica, es un curso de tres o cuatro días en el que no se habla, es para ir mucho más profundo hacia adentro. «Luego de tantos cursos Parte 1 —sigue Carlos, entusiasmado—, yo quería hacer el Parte 2, sentía la necesidad de avanzar… Al salir de la cárcel, salí de otra manera, salí sin rencor, me puse a trabajar, hubo mucha gente que me ayudó mucho, también. Y ya afuera hice el curso El Arte del Silencio». Es el mismo curso que voy a hacer la semana que viene, pienso. Él me cuenta que lo becaron para hacer este mismo curso y me dice que tiene compromisos previos y no podrá tomarlo. Casi que lo íbamos a compartir… Lástima. «Y ese curso Parte 2 que tomé —sigue Carlos, verborrágico y sonriente como el primer momento— 116 One Stop


Índice lo daba Ismael Mastrini (el encargado del Programa Prison Smart de El Arte de Vivir)», —con quien él había hecho sus primeros cursos en la cárcel—. Imaginate la emoción de reencontrarme con él. Cada vez que hago uno, sigo sumando integrantes a mi familia. Ahora tengo la herramienta y el conocimiento como para revertir cualquier situación». Luego llegó el ofrecimiento de viajar a la India: «Era la primera vez que viajaba en avión, y me clavé 18 horas», y ambos estallamos en risas. De la India, me contó de todo: lo llevaron a todos lados, a donde no te lleva el turismo, se metieron en un mercado de especias, tocaba a las vacas en la calle, a los elefantes. Allá tomó distintos cursos, conoció a Sri Sri Ravi Shankar (el fundador de esta Fundación), lo llevaban a lugares increíbles a meditar. Cerca del final (en el bar ya no quedaba nadie, las luces se iban apagando), me regaló una bolsita como de tul, roja y dorada, de la India, con olor a sahumerio y a paz, además de una frase que da para pensar: «Si creés que estás mal, andá a una cárcel o a un manicomio, y vas a ver que vos no estás mal, hay gente que está peor». Allá, también visitó la cárcel de Bangalore. «Ahora me gustaría no solo dar mi testimonio, sino ayudar a la gente que está pasando por lo mismo que yo pasé, decirles que se dejen de joder, que hay cosas más importantes que lo material, más lindas». Y su amplia sonrisa sabe que es así.

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Índice

Sabores de siempre

Carmen Vinuesa Aprende con Carmen a realizar recetas sencillas y de siempre.

SOPA FRÍA DE MELÓN CON CRUJIENTE DE JAMÓN

INGREDIENTES PARA CUATRO PERSONAS: 1/2 melón (de la variedad que queramos). 200 ml de nata líquida (da igual para cocinar que para montar). 2 cucharadas soperas de queso crema (queso para untar). Unas ramitas de hierbabuena (de 15 a 20 hojas). La hierbabuena es opcional, a quien no le guste, pues la suprime. 1 chorrito de aceite de oliva (unos 100 ml). 1 pizca de sal. Pimienta negra molida, a gusto. Para decorar y a la hora de emplatar: Taquitos de jamón serrano (mini); 4 lonchas de jamón serrano, 1 por comensal. 2 o 3 hojas de hierbabuena por comensal y 1 chorrito de aceite de oliva. 118 One Stop


Índice MODO DE HACERLO:

Pelamos el melón y le quitamos las pipas. Lo hacemos trocitos y lo echamos en un recipiente apto para la batidora (bol o jarra). Añadimos los demás ingredientes (queso, nata, aceite, sal, pimienta y las hojas de la hierbabuena). Batimos todo muy bien y metemos en la nevera para que esté bien fresquita (también la podemos hacer el día anterior y está mejor aún). A la hora de servir, cogemos las lonchas de jamón y las ponemos sobre un papel de cocina, las tapamos con otro papel, según dibujo, y las metemos tal cual en el microondas de dos a tres minutos a temperatura máxima. Las sacamos y desmenuzamos.

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ร ndice Y llegรณ el momento de servir en un plato hondo. Ponemos en este orden: La sopa, los taquitos de jamรณn, el jamรณn crujiente (desmenuzado), las hojas de la hierbabuena y el chorrito de aceite. ยกListo para servir! ESPERO QUE OS GUSTE Y BUEN PROVECHO.

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Índice

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Índice LORENA ORTEGA MOYA. 9 AÑOS ALHENDÍN (GRANADA)

El calendario En enero hace frío y se hiela hasta el río. Es muy corto febrero y también muy friolero. Llega el mes de marzo y a mi padre yo abrazo. El mes de abril es bonito y me gusta el huevo frito. Mayo es el mes de las flores que pintan todo de colores. A junio espero todo el año porque es mi cumpleaños. Vacaciones de verano en julio y agosto disfrutamos. En septiembre el cole empieza, se acabó ya tanta fiesta. Ya comienza a hacer fresquito con octubre asomando un poquito. En noviembre con el frío me pongo bufanda y abrigo. Para acabar llegó diciembre con Navidad, fin de año y el final del calendario. 122 One Stop


Ă?ndice David Barrera. 7 aĂąos. Valencia

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Índice Paula García. 12 años. Granada

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Índice Susana Collado 9 años Madrid

El bus Estaba lloviendo y cogí el autobús con mamá para ir al cole. Había mucha gente y un hombre me empujó tirándome la mochila al suelo, cuando la cogí y me levanté, de repente todo el mundo había desaparecido y solo había otro niño frente a mí que me dijo que me bajara en la siguiente parada. Y otra vez volvió la gente, entonces le dije a mi madre de bajarnos, ella no quería pero al final me hizo caso. Al día siguiente nos enteramos que el autobús había tenido un accidente y habían muerto todos.

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Índice

Álvaro Fandila. 6 años. Granada

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Índice Paula García, 11 años Granada

Navidad Era Navidad y la nieve caía fuera de mi habitación, todos estaban de un lugar a otro con los preparativos y yo solo pensaba que este año no estaríamos todos. A papá le habían dado permiso para venir a pasar unos días con nosotros. Llevaba sin verlo muchos meses y en ese momento, la Navidad me parecía lo mejor del mundo porque me devolvía a mi padre sano y salvo de la guerra. Mamá decía que no tenía que preocuparme, que papá no corría peligro, pero yo tenía pesadillas y lo echaba muchísimo de menos, y sé que mamá también, porque a veces la escuchaba llorar en su habitación, sobre todo cuando pensamos que estaba entre los desaparecidos de hacía dos meses. Pero no, mi padre estaba bien y por culpa de la nieve no podía venir a vernos en Navidad. Yo ya no quería Navidad, no quería regalos, no quería escuchar villancicos si no era junto a mi padre. Cuando mi puerta se abrió iba a decirle a mi madre que no iba a bajar a cenar, pero el que apareció fue mi padre y yo salté encima de él sin poder creerlo, ese fue mi mejor regalo de Navidad, y mi Navidad durará hasta que él se vaya de nuevo.

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Índice Absalom Terrones. 13 años. Ogíjares (Granada)

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Índice Irene González Arcoya. Albolote (Granada) 10 años.

Un día cualquiera en el patio de mi casa

El día comenzó como tantos otros, me levanté, fui al colegio y sin darme cuenta sonó el timbre para irme a casa. Llegué a casa, comí y me puse a hacer los deberes. Por fin los terminé, y me sentía un poco aburrida, cuando de pronto alguien tocó al timbre. Corriendo fui a abrir la puerta, resultaron ser mis vecinas, que me propusieron salir al patio a jugar, y les dije que sí superemocionada. Estuvimos en el patio desde las cinco de la tarde hasta las nueve, la verdad nos pasamos un poco, pero se nos pasó muy pronto, jugando al escondite, al cuva, al quema, al pilla pilla y un poquito con el móvil. Volví a casa muy cansada, pero lo pasé genial; y enseguida cené y me fui a la cama. Mereció la pena. Así pasé ese día, como tantos otros en el patio.

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Índice Irene González Arcoya. Albolote (Granada) 10 años.

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Índice GUILLERMO GARCÍA. 12 AÑOS. GRANADA

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Índice Si muere nuestro planeta, morimos nosotros.

Fotografías 132 One Stop individuales de Víctor Siena


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