Anthony Hopkins

José Luis Ortiz

Licenciado en magisterio y con un Máster en Hipnoterapia. Escritor y novelista, actualmente trabaja para la administración en el gobierno de Aragón. Residente en Zaragoza.

UNA ESTRELLA CRECIENTE, UN HOMBRE DIFERENTE Y MUY HUMANO: ANTHONY HOPKINS

Treinta años después de ganar su primer Oscar por el desconcertante papel de Hannibal Lecter en El silencio de los corderos, Anthony Hopkins repite estatuilla con El padre, y anteriormente fue nominado por Los dos Papas, en un registro radicalmente diferente, humano y frágil de un hombre que sufre demencia senil. Es preciso hacer memoria sobre cómo recordó a su compañero y

es.wikipwdia.org gran actor, que no está entre nosotros y que tan pronto nos dejó, Chadwich Boseman, y que como él mismo dijo: «No lo esperaba». Un hombre de una calidad humana excepcional que, en ese gesto, al recordar a un compañero que estaba entre los nominados, lo demostró. En la vida real, el actor, de origen galés, exhibe un talante amable y un

humor excelente que contrasta con las turbulencias de ambos personajes: cuenta anécdotas, recita poemas, pinta, toca el piano y se mete a todo el mundo en el bolsillo, convertida en una adaptada a los nuevos tiempos.

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¿Cómo ve la vida, en especial, en este año de pandemia global?

Esta pandemia ha reafirmado mi concepción de la vida. Es algo que no deberíamos tomarnos demasiado en serio. Desde hace años he trivializado a lo que antes creía y daba importancia. Todos vamos a morir y, en el fondo, la vida no es más que un chiste negro y, en ocasiones, divertido, que hay que disfrutar.

Pasó de papeles como el de Hannibal, un psicópata, a interpretar al Papa en su anterior película, a ser un hombre con demencia y frágilmente humano en El padre. ¿Cómo se vive ese cambio tan drástico?

No veo tanto el cambio, pues la verdad es que se trabaja sobre la emoción, y esta es igual, es una experiencia que genera y motiva sentimientos y sensaciones, y ese es el verdadero valor. Este último es un papel que me dio la misma sensación que cuando leí El silencio de los corderos,

tenía que ser mío. La verdad es que tuve miedo de que no me lo dieran, lo reconozco. Es uno de los mejores personajes que me podían haber tocado en mi larga carrera, y al que le estoy muy agradecido.

Es curioso que destaque méritos como tocar el piano, pintar o recitar poemas y, sin embargo, se quita méritos a la hora de hablar de su carrera como actor…

La verdad es que actuar es fácil, no requiere de un talento

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especial, como sí lo requiere cantar, tocar el piano o pintar, que sí demandan un verdadero esfuerzo intelectual y sacrificio. Sé que algunos podrán decirme que no es así, y lo respeto. Yo sólo expreso una humilde opinión.

Un actor de método o de instinto…

La verdad es que sólo soy un respetable anciano que lleva demasiados años activo, y eso hace que conozca algunos trucos y que ratifique que el método Stanislavki es lo mejor que se ha podido crear; lo practico desde joven. El secreto está en el sentido común.

¿Cómo se ve?

Bueno, con 83 años, ni mejor ni peor, y la verdad es que no tengo tiempo de ir pensando demasiado en mí mismo, hay otras cosas mejores y tengo muy poco tiempo…, el tiempo que tenemos es para vivir más y pensar menos, ¿no cree?

Hábleme del presente, del futuro y del pasado…

Mi pasado es como un sueño, algo que ha pasado y sobre lo que no tengo responsabilidad, demasiados recuerdos; el presente es lo que estoy haciendo ahora; y el futuro quién sabe, ¿lo sabe usted?... Mi meta es ser feliz nada más, quizás sea demasiado ambicioso.

¿Volvería a ser actor?

No lo sé, la verdad es que no recuerdo por qué opté por ello, circunstancias que se juntaron para llegar a este camino, ¿quién sabe? ¿Quizás sí, quizás no?

¿Cómo ve la muerte y el sufrimiento?

La muerte es muy dolorosa y más si eres consciente de que alguien que

tú quieres se muere. Recuerdo ahora a mi padre, y que yo estaba con él cuando se estaba muriendo; pero es algo que asumir con tranquilidad y saber que tienes a tu lado en esos momentos a las personas que quieres, y te toca tranquilizarlas y quererlas especialmente…

Unas palabras para nuestros lectores…

Hagas lo que hagas, lo único que verdaderamente importa es que seas feliz…, no lo olvides. Sigue adelante y nunca te rindas. La vida es dura, pero tienes que luchar, levantarte, luchar y logarlo…