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ONE STOP
One Stop Entrevista a la gran Sharon Nยบ 16 Stone S E P T I E M B R E
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Directora y responsable de diseño y maquetación Según el refranero de mi abuela “En septiembre, quien no tenga ropa que tiemble”. Antiguamente, puede que este refrán se refiriera literalmente a la ropa, pero hoy en día, cuando miramos el mes de septiembre, aparece en nuestra mente la vuelta al cole; libros, uniformes, deportivas, zapatos, material escolar, mochilas, clases extraescolares y profesoras particulares. Si os falta la respiración simplemente con leerlo, imaginaros llevarlo a la práctica, bueno, seguramente la mayoría no tendrá que imaginar nada, ya que se identificará perfectamente con mis palabras. Después aparecen datos acusadores en esas estadísticas maravillosasa en las que se indica un alarmante descenso de la natalidad, pero no dan soluciones económicas ni de conciliación familiar. Lo único que se les ocurre a esas mentes brillantes son soluciones imposibles, llenas de polémica y difíciles de llevar a cabo, o lo que podríamos califica como, “Una cortina de humo”. Ahora toca dar un sonoro suspiro y seguir adelante, venga, que podemos hacerlo sin morir en el intento. 2 One Stop
Equipo editorial One Stop
Índice
Directora y responsable de diseño y maquetación: Mª Beatriz Muñoz Ruiz
Subdirectora y coordinadora de contenidos: Carmen María Avivar
Coordinadoras de corrección: Andrea Melamud Paloma Albarracín
Correctores:
Andrea Melamud Mora Malú Laura Santiago
Relaciones públicas: José Luis Ortiz
Responsable de marketing digital: Carmen María Avivar
Reseñadores:
Paolo Da Santos
Asesora jurídica:
Almudena Sánchez
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Índice
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Debate: ¿Colegios públicos o privados?......................................................... 7
Poesía: El destino de las eternas esperanzas (Manuel Miguel Martínez Miras)...14
Descúbreme (Alexa Dalmasio)..........................................................16 El último viaje (José Adelardo López Juliá) .................................... 18 Desiratas (Carmen García Ariza) .................................................... 20
Relato: Despertares (María Beatriz Muñoz)................................................. 22 Mi yo listo (Enrique Gallud Jardiel)................................................... 35 Óxido (David Fernández Varón) ...................................................... 41 La felicidad es cosa de tres (José Luis Ortiz) .................................. 43
Entrevista: Entrevista a Sharon Stone (Jose Luis Ortiz).................................... 50 4 One Stop
Índice Milagrosa música: La última esperanza (Mora Malú).........................................................54
Historia: Guardia Civil: 175 años (Carolina de Prado) ................................. 59 Dalí (Álex García) ........................................................................... 62
Pensamientos en voz alta: Adictos a perseguir nuestros sueños (Carlos Javier Jarquín) ..........71
Cuentos y leyendas populares: Leyendas de la India (Carmen María Avivar) .................................. 74
Salud: Aceptar tu edad (Manuel Portillo) .................................................... 79
Sin palabras: Autores: Víctor Siena.................................................................................... 82 Paula García .................................................................................... 84
Dando qué pensar: Vuelta al cole (Carmen M. Avivar).................................................... 86
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Índice Hablando de Arte: Ecos del quijote (José Adelardo López Juliá).................................. 91
Sabores de siempre: Sopa de ajo (Carmen Vinuesa) ........................................................97
Sección Infantil: Lorena, Diego, Amelia, Mª José, Daniel, Candela, Paula.................99
Contraportada: Fotografía de Víctor Siena.............................................................. 107
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Índice ¿Colegios públicos o privados?
Carolina de Prado
1- ¿Crees que exigen más en un colegio privado o concertado que en uno público? No creo que lo importante sea el nivel de exigencia del centro, que, claramente, en el caso de un centro privado puede ser mayor pues mayor es el grado de autonomía que los colegios privados tienen a la hora de exigir determinado grado de conocimientos y formación a sus alumnos, una vez cubiertos los estándares exigidos por el Ministerio de Educación y las Consejerías de Educación de las diferentes Comunidades Autónomas. Lo fundamental y más valorado por los padres que eligen la educación privada sobre la pública es la capacidad de elegir un centro que reúna determinadas características de excelencia y que se adapte mejor a la idea de educación y formación moral y religiosa que desean para sus hijos. Nunca se ha tratado de transmitir la opinión de que en un centro público un niño va a aprender menos o estar menos formado para iniciar la educación universitaria, sino de la capacidad de la propiedad y dirección de los colegios privados de poder establecer unos criterios de excelencia mayores que los de los colegios públicos, siempre sometidos a los estándares de igualdad y medias establecidos por la legislación One Stop 7
Índice educativa, y de tener un mayor poder de decisión para adecuar la formación académica a la ideología propia de cada centro. Esta reflexión, reconozco que un tanto abstracta, puede verse concretada en la siguiente cuestión planteada en el presente artículo de opinión.
Jose Luis Ortíz Siempre ha habido profesores malos que impartían clase sin que les preocupasen los conocimientos de los alumnos. Pero no tiene por qué ser así. El maestro puede hacer preguntas estimulantes y poner ejemplos. En el caso de aprendices de corta edad, la enseñanza directa es la que ha demostrado ser más adecuada. Y si nos centramos en los deberes, creo que muchas investigaciones dicen que los deberes son eficaces en secundaria y no tanto en primaria. Por eso creo que el nivel de exigencia es mayor en los públicos que en los privados o concertados, que se han quedado estancados en el pasado y que son los profesionales de la pública los que buscan sistemas más innovadores y creativos, centrados en la exigencia, pero buscando la eficiencia dentro de un mundo que evoluciona tecnológicamente. Es lo contrario que ocurre en la privada o concertada, que se resiste a aceptar los nuevos cambios tanto en la educación como en la sociedad.
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Índice 2-
¿Qué educación tiene más ventajas?
En mi opinión, la educación privada es mejor que la pública desde el punto de vista de la excelencia académica. El sistema de educación público es necesario en cualquier estado, pues cubre una necesidad primordial en cualquier sociedad, como es la escolarización y educación de los menores de edad. Y debe ser por tanto completa y responsable, al ser la base formativa de la mayoría de los miembros de las nuevas generaciones de un país. Otra cosa es la existencia de centros formativos de carácter privado, elegidos y subvencionados por instituciones y familias. Estoy a favor de la libertad de los padres de elegir centros formativos privados, en los que sobre las bases y requisitos básicos establecidos por los órganos públicos, haya una capacidad de decisión de las familias de elegir para sus hijos el tipo de educación que prefieran. Creo que los centros privados son capaces de ofrecer una formación mucho más completa a los escolares, ya que la mayor disponibilidad económica de la que gozan aumenta la calidad y cantidad de recursos de los que disponen: materiales didácticos, personal docente, actividades formativas… También está claro que los criterios de admisión de los centros privados hacen que el nivel formativo y educacional de los alumnos sea más alto, favoreciendo la consecución de las metas académicas perseguidas. Está demostrado que los centros con mayor capacidad de decisión de admisión tienen mejores resultados educativos.
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Índice La educación pública tiene muchas más ventajas que la concertada, entre ellas podemos destacar: 1- Apostar por la educación pública supone que los padres tienen que invertir un coste mínimo en la educación de sus hijos y eso hace que sea mayor su universalización y alcance. 2- Apostar por una escuela pública es tener un educación protegida y garantizada por el gobierno del país. La privada e incluso la concertada está expuesta a la ley de la oferta y de la demanda, no solo en su calidad, sino en su mantenimiento en un futuro. 3- Apostar por la escuela pública es apostar por la riqueza de la multiculturalidad en una sociedad actualmente globalizada, favoreciendo valores como el respeto y la tolerancia. 4- Apostar por la escuela pública es fomentar la igualdad de clases en una sociedad multicultural, diversa y global. 5- El profesorado y personal docente es contratado tras pasar unas duras pruebas de oposición que le aseguran su gran profesionalización y capacidad para su labor, avalado por pruebas objetivas frente a la subjetividad de la contratación de los centros privados o concertados que, en ese caso, si las hubiese, recaería sobre la profesionalidad de la comunidad educativa y, por tanto, afectaría directamente a la educación y formación de los alumnos en su detrimento.
3- ¿El bilingüismo y trilingüismo es más habitual en colegios privados o públicos? ¿Crees que es un error que perjudica nuestra cultura o que la enriquece? Una de las diferencias entre la educación privada y la pública es la libertad de elegir determinadas lenguas extranjeras como parte de los programas educativos. La enseñanza y el aprendizaje de otras 10 One Stop
Índice lenguas es siempre una riqueza para las futuras generaciones en España y una manera de acercarnos al nivel educativo de los países europeos que están a la cabeza de los ránquines de excelencia educativa mundial. En el sistema educativo público español, el inglés es la lengua extranjera obligatoria. Si bien está claro que es el idioma fundamental para que los estudiantes españoles vean realizadas sus expectativas laborales en el futuro, también es cierto que el aprendizaje de otras lenguas, tales como el francés, alemán, italiano o chino, supone una mayor calidad en el nivel formativo y una gran ventaja al ser aprendidos los idiomas por los alumnos en un momento de desarrollo en el que el aprendizaje de lenguas es más fácil para ellos. Los medios económicos y la capacidad de elección de asignaturas y horarios lectivos, tanto en horarios escolares convencionales como en asignaturas extraescolares, hacen que la enseñanza de segundas lenguas y la introducción de terceras marque una gran diferencia en la calidad de la educación de los colegios privados.
A principios de los noventa, la estrategia de integración europea de las lenguas identificó el monolingüismo como un problema grave en muchos países, entre ellos, España. Lo que está pasando en España y en otros países europeos es que se usa el método monolingüe, esto quiere decir que se intenta enseñar el segundo idioma, o tercer idioma, con la misma fórmula que se emplea en la clase de lengua española y es un error, especialmente frecuente en la escuela privada y concertada normalmente. Un sistema educativo necesita 20 o 30 años para evolucionar. Nuestro mundo cambia tan rápido que es una dificultad y un reto para la escuela la adaptación, pero es especialmente más eficaz y mejor en la pública, seguramente debido a su estructura y a su generalidad de funcionamiento. No obstante, es preciso revisar muchos sistemas de evaluación y es en la pública la que más se adapta a ello. Normalmente, la enseñanza privada está más estancada en el conservadurismo y es más resistente a los cambios. El bilingüismo es algo que creo que es enriquecedor y One Stop 11
Índice nos favorece en una sociedad cada vez más global. Que la escuela se adapte a ese nuevo e interesante reto.
4- ¿Te parecería bien que todos los exámenes de evaluación fueran iguales para toda España o cada territorio debe decidir su propio temario como ocurre actualmente?
Tanto los temarios como los criterios de evaluación deberían ser iguales en todo el territorio español. Desde el punto de vista de la educación primaria y secundaria, la igualdad en los contenidos de las materias y en los criterios de evaluación sería necesaria para no crear diferencias entre los estudiantes según la población en la que estén escolarizados. En el caso de los dos cursos de bachillerato y los exámenes de acceso a la universidad (EvAU), la equiparación es fundamental, ya que las notas obtenidas en los citados cursos y pruebas son fundamentales y condicionantes para el acceso de los estudiantes a cualquier centro universitario español.
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Índice Dada la pluralidad y la diversidad de los diferentes territorios, defiendo que cada territorio y cada centro tenga la libertad para colocar las pruebas que considere más acordes, especialmente porque son los que han trabajado durante todo el tiempo con unos alumnos, con unas determinadas características y con una metodología diferente, a pesar de tener, un temario común y general. La nueva organización de la enseñanza responde no solo a un cambio estructural, sino que además impulsa un cambio en las metodologías docentes, que centra el objetivo en el proceso de aprendizaje del estudiante. Para conseguir estos objetivos, en el diseño de la formación establecida deben reflejarse más elementos que la mera descripción de los contenidos formativos, por eso abogo por la libertad de evaluación.
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Poesía
MANUEL MIGUEL MARTÍNEZ MIRAS Licenciado en Filosofía y Letras por la Universidad de Granada y Licenciado en Derecho.Autor de música y letras, en el año 2000 publicó el disco titulado Acaríciame el alma (discográfica Ámbar. Granada). Autor de la novela La promesa (2002), en la actualidad, ultima su segunda novela Celinda. Autor de varios poemarios inéditos: A tiempo de mar, La conciencia de un paraguas y Las huellas de otra. Colabora en diversos círculos literarios participando en antologías, recitales y encuentros de poesía en Andalucía.
EL DESTINO DE LAS ETERNAS ESPERANZAS Tenía el pelo negro charol, una cuna en la que balancearse y los ojos ensangrentados de tanto esperar el alba. Tenía un vestido de gasa, ribeteado en la sisa, con el que secaba lágrimas y conquistaba sonrisas. Y una guitarra con trastes de colores donde escribía poemas a las cuerdas con las notas de un amor que llegó a su vida antes de antes. 14 One Stop
Índice Tenía un abanico de nácar y unas bragas de raso rosa que vestía los domingos de mañana por si el sol la encandilaba. Tenía dos cicatrices en su espalda, una en forma de flecha junto a la nuca, otra, por encima de sus nalgas que parecía la estela de una barca. Y tenía, bajo su almohada, un pañuelo bordado en vainica con olor a pasión y sábanas, pero de otra vida y otra cama. Ataviada con sus bragas rosas y aquel vestido de gasa blanca abanicaba su pelo y su nuca dirigiéndose a la playa. Con andares de húmeda reina, se adentró en la mar serena, en el sosiego de su amante agua, a quien tanto deseaba. Se recostó sobre la espuma y, meciéndose en calma, esperó, con sus pupilas cerradas y los labios abiertos, el beso tierno del alba.
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Alexa Dalmasio
DESCÚBREME Busco que me busques... que me inspires, que saques lo mejor de mí. Que nuestra vida sea poéticamente un viaje, un relato, un misterio y un albur. Que nos fundamos en abrazos de cotidianas experiencias, no te limites con los tiempos, 16 One Stop
Ă?ndice con las eras y los besos. Seamos lo que el maĂąana descubra, lo que el fuego escriba en nuestra piel...
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Índice José Adelardo López Juliá Poeta y escritor nacido en Tetuán, reside en Granada. Su obra ha sido recitada y traducida a varios idiomas, y obtuvo su mayor reconocimiento en España y Marruecos. Dentro de su obra podemos destacar su libro: Un paseo por Granada, Los textos de la sinfonía del mar, el poema simbólico a Salvador Patón, los poemas del libro Baza, Capital del Altiplano, los textos y poemas de la colección Arte Actual, etc...
El último viaje
Hay una música orquestal en la niebla, el lento fluir hacia el destino incierto, hacia la luz que despeja tinieblas. Sobre la calma del mar los cuerpos cargan sus almas sobre el velero y desplegando esas velas blancas con la maestría del buen marinero, la proa al viento olas levanta.
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Ă?ndice El timĂłn firme en manos diestras hacia las luces su rumbo planta; se anclan los huesos de la derrota sobre los bancos del tablamento; atrĂĄs quedaron temibles rocas, los guĂan los astros del firmamento. El final de la vida es un viaje hacia el horizonte de la esperanza, el alma busca nuevos paisajes, sobre la niebla la barca avanza...
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Índice Carmen García Ariza Trabajadora Social, funcionaria de la Administración Pública, autora de varios poemarios y activista defensora de la mujer.
DESIDERATAS Llega la noche y yo me hundo colchón abajo a buscarme en indescifrables enigmas en un intento de volver a las entrañas de mi madre. Me dejo flotar en un cálido líquido amniótico donde se detiene el tiempo a la velocidad de años luz; es un agridulce reencuentro con toda mi nada y con un supuesto todo que aún late por ser. Miro uno a uno a todos los hijos de mi carne les canto bajito «te quiero más que a mi vida» pero mis hijos sentencian condenas a penas negras por no sé qué traición sin perdón ni redención, y apenas soy una rea nadando en un colchón con mis gafas de buzo por ver si encuentro a esa que me dio la primera gota de vida. 20 One Stop
Índice Qué tremendo vacío me invade... ya soy el dolor de mis raíces, ya el otoño secó mis frutos, qué delirante sinsentido creyendo cada noche que mi cama es un campo amniótico y un río sembrado de amapolas.
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Relatos
María Beatriz Muñoz Ruiz Escritora y directora de la revista One Stop, responsable de maquetación y diseño. Titulada como Community manager y formada en el campo del márketing digital y como personal brading. Titulación de Técnico en consumo y Coaching personal y en equipo.
Despertares Mis sentidos comenzaron a salir del letargo en el que sin saber cómo se habían sumergido. Mis ojos no se abrieron, pero mi cuerpo se sintió flotar al igual que mi larga y rizada melena rubia, mi paz fue sustituida por una agitación extraña y la mente me jugó una mala pasada rebobinando mis recuerdos hasta las últimas imágenes en las que únicamente veía sangre. Mi subconsciente se negó a recordar aquella escena dantesca que luchaba por aflorar y volvió a la fiesta de una amiga de la universidad a la que no le caía demasiado bien y que extrañamente me invitó. Hubiera preferido quedarme en el piso de alquiler que compartíamos Susana y yo, viendo películas de esas melosas y románticas que tanto nos gustan, pero mi amiga insistió en que fuéramos. Estuvo todo el día alegando mil motivos para convencerme, pero el que realmente hizo que me decidiera fue el hecho de que era nuestro último año de carrera y aún no nos habíamos estrenado en una de esas fiestas locas en las que se te olvida hasta el nombre. Por cierto, mi nombre es Alexa y durante todos los años de mi carrera de medicina he podido ver 22 One Stop
Índice los resultados de esas locuras, mi obsesión de control, junto con mi exceso de precaución, habían hecho que arrastrara a mi amiga a una vida universitaria aburrida e insípida. Tenía que compensarla y acepté ir con ella a la fiesta de Amanda. Por mí hubiera ido con mis pantalones vaqueros y mi camiseta desgastada, pero sabía que mi objetivo de pasar desapercibida no estaría conseguido si no me vestía en consonancia con los demás, por lo que acepté que Susana me dejara uno de sus vestidos negros por debajo de la rodilla. Cuando me lo probé me sentí como una oruga atrapada. Al mirarme en el espejo comprendí que el efecto óptico iba acorde con lo incómoda que me sentía; mis pechos era mucho más voluminosos que los de Susana, por lo que el escote palabra de honor en vez de esconderlos los resaltaba aún más; eso, sumado a mis curvas voluptuosas, me convertía en un imán para las miradas. Iba a quitármelo inmediatamente antes de que me lo viera Susana, pero fui muy lenta, cuando me di la vuelta para deshacerme de aquello vi a mi amiga con la boca abierta observándome con admiración desde la puerta de mi dormitorio. —¡Estás fabulosa! —exclamó Susana—. Ni se te ocurra quitártelo o te dejo tirada el lunes en la clase de la doctora Sua y tienes que hacer el trabajo con el baboso de Javier, que en vez de ayudarte se va a pasar el rato mirándote el culo. Yo suspiré y asumí que aquel debía ser mi vestido, así que solo me quedaba resignarme e intentar no pensar en el tubo que se ajustaba a mi cuerpo y que me hacía sentir desnuda a la vista de todos. Mi amiga y yo llegamos tarde a la fiesta, pero a pesar de las primeras miradas, hice lo que mejor sabía hacer, esconderme. ¿Sabéis eso que se dice cuando se conduce, del punto ciego?, pues yo lo encontré, mi radar detectó un par de columnas que, al sumarle las tres palmeras que tapaban sus huecos, hacían de aquella esquina cercana a la piscina el rincón perfecto donde camuflarme toda la noche. Susana estaba bailando en el jardín con un chico que le había gustado desde que empezamos la universidad, así que estaba a salvo de sus insistencias One Stop 23
Índice para que me relacionara. Las fiestas me aburrían, pero estaba todo previsto, sin que Susana se diera cuenta, antes de salir del piso, cogí mi pequeño iPad y lo guardé en el bolso. Puede parecer patético, pero la medicina me divertía más que el ver bailar y beber a todos aquellos chicos que al día siguiente se despertarían con dolor de cabeza, vomitando y con fotografías incómodas en las redes sociales. Sí, me puse a estudiar en la que decían era la mejor fiesta del año. Las horas se me pasaron muy rápido, no me hacía falta mirar el reloj para saber cuánto tiempo había pasado desde que llegamos, mirar a la gente me bastaba. Comprendía que me consideraran un bicho raro, pero los libros y la medicina eran mi vida, donde yo me encontraba relajada y cómoda era en la biblioteca, no rodeada de gente bailando, haciéndose fotos y divirtiéndose. Sí, la verdad es que al decirlo la que suena ridícula soy yo, pero es mi forma de ser y no he aprendido aún a ser otra persona. Bajé mi mirada posándola de nuevo en mi iPad, cuando comencé a escuchar demasiados gritos provenientes de distintos sectores de la fiesta. Mi vista de lejos no era muy buena pero, como según Susana, las gafas estropeaban a la diosa del vestido negro en la que me había convertido, me vi obligada a renunciar a ellas y dejarlas en el piso. Cuando vi a la gente correr en todas las direcciones achiné los ojos para centrar la vista y poder ver qué ocurría a mi alrededor. Con esa terrorífica visión, mi rostro perdió el color y mi cuerpo dejó de responderme. Lo que estaba ocurriendo parecía estar sacado de una de esas películas de vampiros que tanto me gustaban ver, pero mi mente no hacía otra cosa que repetir «los vampiros no existen, los vampiros no existen, los vampiros no existen…». Yo seguía escondida en mi rincón con miedo a respirar e incapaz de mover si quiera un músculo cuando uno de esos chicos con roja mirada y boca ensangrentada acabó con la vida de uno de mis compañeros de clase delante de mí. Cuando terminó con él, me descubrió justo en frente, paralizada, con el iPad en la mano y salpicada con la sangre de mi compañero. A partir de ese instante, todo fue muy rápido, pero en 24 One Stop
Índice mi mente parecía estar ocurriendo a cámara lenta: él me miró con una escalofriante sonrisa en el rostro, se acercó lentamente a mí, su mirada se suavizó y con delicadeza olió mi pelo. Pensé que si lo hubiera visto por la universidad seguro que me habría fijado en él, ya que su pícara mirada, sus gruesos labios, su pelo rubio y su aspecto atractivo hacían de él un blanco apetecible para cualquier mujer que se cruzara en su camino. Rozó mi cuello con sus labios y mi piel se erizó, su reacción fue simplemente una sonrisa de satisfacción que pude sentir en mi cuello, sin pensarlo más, clavó sus colmillos en él. Mi pánico no se lo impidió antes, y ahora era tarde. Sentía cómo succionaba mi sangre, podía hasta escuchar su sonido al ser tragada por aquel ser, pero por extraño que parezca no sentí dolor, sino placer, un placer que jamás había experimentado y que me llevó a lo que pensaba que se sentía al llegar al clímax. Mi cuerpo temblaba de placer, pero a la vez se hacía más débil. Por un lado, sentía que era mi final, pero por otro, deseaba que siguiera apoderándose de mi ser, por lo que mi debilidad hizo que optara instintivamente por sujetarme de su cuello para no caerme. Él pareció percatarse de algo y me sostuvo por la cintura apretándome aún más junto a su cuerpo. La escalofriante escena que estaba teniendo lugar alrededor nuestro parecía no tener nada que ver con nosotros. Mi imaginación creyó captar un temblor en él y una lucha interior que lo hizo dudar sobre algo. Inesperadamente, sacó sus colmillos de mi cuello, a mí se me escapó un quejido de protesta, pero debió ser apenas audible porque sentía que me estaba desvaneciendo en un sueño eterno del que presentía no despertaría jamás. Lo único que recuerdo fue haber sentido sus labios sobre los míos y dos segundos más tarde ser empujada a la piscina por el mismo hombre que me besaba. Mis ojos se abrieron antes de caer a la piscina y, como si todo se hubiera ralentizado, pude ver el baño de sangre que había a mi alrededor y, por último, la imagen de aquel hombre mirándome con expresión de culpa mezclada con asombro y una pizca de miedo. Ese fue mi último contacto con la realidad, o eso creo, porque puede que todo haya sido un mal sueño del que debo One Stop 25
Índice despertar, una curiosa pesadilla… Mis ojos se abren de repente, pero no sé si prefiero cerrarlos de nuevo, ya que la escena que veo parece aún más irreal y escalofriante de lo que creía que sería una pesadilla. Pero esto no puede ser una pesadilla, ¿o sí? Me encuentro hundida en el fondo de una piscina con agua de color rojo, ¡oh, Dios mío!, ¡es sangre!, ¡por encima de mí están los cuerpos sin vida de mis compañeros! Pero…¿qué hago yo hundida? Y lo más importante…¿cómo puedo respirar bajo agua?Me siento extraña, he intentado aguantar la respiración, pero no me ha hecho falta, me encuentro bien, no tengo necesidad de respirar, y si no fuera porque estoy entrando en pánico, hasta diría que me siento bien bajo el agua. No puedo estar más aquí, necesito saber qué ha sucedido. Instintivamente, mi cuerpo ha respondido a mis necesidades y con un simple empujoncito de mis pies al suelo de la piscina mi cuerpo se ha catapultado al exterior como si volara. Una vez fuera no sé si deseo volver al fondo de la piscina, ni si quiera me parece apropiado contarlo, la escena era aterradora, lo que me sorprende es que no sienta náuseas. —Has tardado en despertar, pensé que ibas a estar durmiendo eternamente, eso de estudiar en una fiesta no debe ser bueno —se burló él—. Por cierto, me llamo Benett y soy tu nuevo maestro en el arte del vampirismo. —¿Se puede saber de qué me estás hablando? Aléjate de mí ahora mismo o llamo a la policía —amenacé yo, comprendiendo al instante la ridícula amenaza que había formulado y reconociendo que la carcajada que vino después por parte de él era totalmente lógica. Intenté respirar profundamente para coger aire y enfrentarme a una situación que no comprendía, pero mi intento fue fallido. No entendía qué me está ocurriendo, pero la teoría de que fuera una vampiresa era ridícula. Había visto muchas películas de vampiros y una de las cosas que sabía seguro es que si fuera vampiro mi corazón habría dejado de latir, y eso era imposible porque estaba ahí, viva, respirando, bueno… exactamente no respiraba, pero mi corazón… me toqué el pecho buscando los latidos, pero mi corazón… ¡Oh, Dios mío!, ¡no encontraba los latidos! ¡Era imposible! Todo esto era absurdo, seguro que era un sueño y de un momento a otro despertaría. —No, no es un sueño, eres un vampiro, y ya puedes darme las 26 One Stop
Índice gracias por no haberte matado y haberte concedido una vida en la que conservarás eternamente tu belleza — dijo él acercándose hacia mí con aspecto chulesco. —No puede ser, esto es imposible, yo no puedo ser un vampiro, yo no soy así, yo tengo una vida, voy a ser doctora, tú no eres real, esto no es real, mis amigos no están muertos, y tú no existes. ¡Susana! Ella estaba en el jardín —contesté asustada por no poder hiperventilar como cuando me ponía nerviosa. —Tu amiga está donde los demás, bueno, más tarde te explicaré todo lo que debes saber, pero ahora tengo que encargarme de un asuntito y como me demore más, los otros comenzarán a sospechar. Vamos —ordenó él cogiéndome de la mano. Yo estaba como en estado de shock, no entendía nada, pero era suficientemente inteligente como para encajar las piezas que se movían en mi cabeza y a las que mi subconsciente trataba de impedir que se colocaran correctamente. Sentía ganas de llorar por la suerte que había corrido mi amiga, pero no podía. En ese momento me hubiera dejado arrastrar por el mismísimo diablo, mi mente no estaba en condiciones de razonar, aquello me superaba. Benett me montó en su coche y hasta que no salimos a la carretera de tierra que rodeaba la casa, no nos detuvimos. Cuando llegamos, Benett salió de coche y, mirando hacia la casa, pulsó algo que llevaba en la mano. El gran estruendo hizo que mi mirada se fijara en la casa que habíamos dejado atrás hacía unos instantes. No podía creer que la acabara de destruir. Cuando salí de mi estupefacción, Benett entró en el coche y continuamos como si no hubiera ocurrido nada. —¡Acabas de explotar la casa! —le grité desesperada. —Por supuesto, ¿si no como iba a ocultar la fiesta que se dieron mis amigos? —respondió él. —Eres… eres… eres… —comencé diciendo sin saber cómo enlazar todo lo que se agolpaba en mi cabeza y que jamás se me hubiera ocurrido pronunciar delante de nadie. —¿El mejor?, ¿el más inteligente? Lo sé…, quieres pasar toda One Stop 27
Índice la eternidad junto a mí —habló Benett con su habitual chulería y egocentrismo. —¡Ni loca! Eres un ser despreciable, no quiero pasar ni un segundo más junto a ti. ¡Para, que me bajo! —contesté cabreada como jamás lo había estado. —Eso creo que no va a poder ser, antes tengo que llevarte a ver a alguien. —Benett la miró y le guiñó un ojo. —Yo no te pedí que me convirtieras en nada, no quiero ver a nadie ni pasar un segundo más contigo —dije furiosa cruzando los brazos. Benett detuvo el coche bruscamente, se inclinó hacia mí y me besó fuertemente haciendo que sintiera el mismo escalofrío que había sentido la última vez que lo hizo. Mi mente me decía que lo empujara, pero mi cuerpo no le obedeció y actuó por su cuenta. Mis labios se abrieron dejando paso a su lengua, podía sentir sus colmillos creciendo levemente mientras su boca exploraba la mía. Benett dejó de besarme y clavó sus colmillos en mi cuello haciéndome sentir incluso más placer que cuando era humana. Pero sin saber el motivo, mis colmillos crecieron también, olí su sangre y mi instinto hizo que lo mordiera en el hombro que era el lugar más cercano, en ese momento supe que le pertenecía y sentí miedo a renunciar a ese placer tan intenso que solo él me había hecho experimentar. Lo agarré con fuerza, él presionó su cuerpo contra el mío y cuando ambos sacamos los colmillos de la piel del otro, solamente hizo falta una mirada para comprender lo que nos había sucedido. Esta vez, el Benett egocéntrico y chulesco desapareció para dejar pasó al Benett dulce, comprensivo y asustado por la intensidad de sus sentimientos. Pero mi sonrisa y el dulce beso que nos dimos hicieron que el miedo y la inseguridad se disiparan en ambos. —Va a ser complicado al principio, Alexa, pero siempre estaré junto a ti para ayudarte, y ella también —sonrió él. —Creo que no me va a desagradar tanto ser vampira, lo que me fastidia es no tener el poder de leer la mente y saber a quién te refieres cuando hablas de ella —protesté incorporándome en el 28 One Stop
Índice asiento y viendo cómo Benett también retomaba la conducción. —Gracias a ella estás viva, si no te hubiera lanzado a la piscina, mis amigos te habrían encontrado y acabado contigo. En el agua no pudieron olerte y los cuerpos de los demás taparon el tuyo que, por supuesto, al convertirte en vampiro y dejar de tener aire en los pulmones se hundió rápidamente —me explicó él, dejándome con la boca abierta. —¿Eres médico? —pregunté con un particular brillo en los ojos. —Más o menos —me respondió él sin darme mayores explicaciones. —Sabes que voy a seguir preguntando hasta que me lo expliques, ¿verdad? —dije yo mirándolo y esperando que comenzara. Él me miró y comprendió que era cierto que iba a seguir insistiendo. —Tengo toda la eternidad para contestarte, pero prefiero hacerlo cuando tú elijas. —¿Cuando elija?, ¿el qué? Por cierto, ¿adónde vamos? —pregunté fijándome en que el coche se dirigía al puerto. —A que te encuentres con quien te he dicho —contestó él. —¿Con ella? ¿La mujer misteriosa? —pregunté olvidando la primera pregunta. —Con alguien que lleva unos cuantos años esperando este momento —me respondió Benett dejándome aún más intrigada. El coche se detuvo una vez que llegaron al puerto. Frente a ellos había una joven de pelo rubio y liso y tez pálida. —Oye, si los vampiros no pueden salir al sol, ¿cómo es que no me derrito? —pregunté percatándome de repente. —Has visto demasiadas películas —rio Benett saliendo del coche e indicándome con un gesto que saliera yo también. Una vez fuera, avanzamos hacia la joven, que se hallaba de espaldas y que se giró lentamente cuando estuvimos cerca. —¡Amanda! —exclamé sorprendida—. Tú nos invitaste a la fiesta y provocaste la masacre. Mis ojos se volvieron rojos y comencé a sentir que perdía el control, pero las palabras que salieron de la boca de Amanda comenzaron a resonar en mi cabeza haciendo que la agitación One Stop 29
Índice cesara. —Soy tu madre —dijo ella mirándome entre asustada, tímida y con lo que parecía amor. Entre los nervios, la confusión, y todo lo que me había ocurrido en menos de veinticuatro horas, lo único que pasó por mi mente fue la frase de Dark Vader «Yo soy tu padre». Una risa nerviosa afloró a mis labios dejando sorprendidos a Benett y a Amanda. —Perdonad, es que esto es demasiado para un solo día —les dije intentando controlar mi risa inútilmente. —Alexa, llevo esperando este momento muchos años. Te he visto crecer en la distancia y he estado esperando a que llegara el momento perfecto para convertirte —me explicó Amanda. —Comprendes que me parezca extraño, ¿verdad? Tienes mi misma edad, hasta hace unas horas creí que te caía mal y después de cinco años de carrera nunca me has dirigido la palabra a excepción de la invitación a tu fiesta —contesté resentida planteándome que aquello fuera verdad. —Alexa, no estoy bromeando, soy tu madre, pero cuando me encontraba de parto, un vampiro me mordió y comencé mi transformación contigo dentro de mí —me explicó ella—. ¿Nunca te has sentido distinta? ¿Nunca has notado algún…, digamos, poder o suceso que no puedas explicar? Aquello me hizo recordar miles de momentos extraños que pensé que habían sido pesadillas y que luego volvía a revivir eligiendo otra opción distinta a la elegida. —Pero todo eso son únicamente pesadillas de las que despierto —dije en voz alta intentando convencerme a mí misma para darle un poco de sentido común a toda esta locura. Amanda hizo un gesto con la mirada a Benett y éste desapareció dejándonos a solas. —Dentro de poco habrán pasado veinticuatro horas desde que todo ocurrió, y me gustaría que tu elección fuera quedarte conmigo —aseguró Amanda—. Sé que han sido muchas cosas en muy poco tiempo, pero necesitaba saber si conociendo todos los detalles, elegirías esta vida. 30 One Stop
Índice —No te entiendo, no entiendo nada, y tampoco me hago a la idea de que alguien con mi misma edad pueda ser mi madre —contesté yo un poco perdida y agobiada—. ¿Y a qué tipo de elección te refieres? ¿Es que me queda alguna otra opción? Al pronunciar la palabra opción una idea descabellada pasó por mi mente, pero estaba empezando a descubrir que por muy raras que fueran las cosas no quería decir que no fueran reales. Amanda se inclinó hacia mí y me sujetó la mano. —Hija, no quiero que lo nuestro comience con una mentira, quiero que seas feliz, sé que lo serías siendo vampira, pero necesito asegurarme de que esa es tu elección, no quiero obligarte a seguirme. —No sé si lo que pienso que me ocurre es producto de mi fantasía o tus insinuaciones encajan con toda la locura que atraviesa mi mente —dije dubitativa y bastante colapsada. Amanda miró su reloj. —No nos queda mucho tiempo, Alexa, lo pasé muy mal cuando tuve que renunciar a ti, te amo, hija, a ti y a tu padre. Nunca os abandoné, morí en el quirófano, pero no quería dejaros y en mi desesperación por verte crecer fui descubierta por tu padre. Le expliqué todo y él quiso que volviera, no le importó mi nueva condición, pero yo no puedo vivir con sangre humana cerca y él no podía abandonarte a tu suerte. Siempre fue un gran padre, renunció a nuestro amor por ti, por cuidarte y por darte una vida normal. Los ojos de Amanda, a pesar de no poder soltar lágrimas, se veían llenos de tristeza y añoranza. En este momento me habría gustado a mí también poder llorar y sacar este dolor que inundaba mi pecho. Mi padre había dado su vida por mí y yo ahora me había convertido en aquello de lo que él me había protegido desde pequeña. —Alexa, el tiempo se acaba, debes tomar una decisión, ¿quieres seguir siendo un vampiro? —preguntó su madre—. Podrás vivir eternamente joven, podrás ser doctora y estudiar las carreras universitarias que quieras, el tiempo no será nunca un impedimento, podrás trabajar donde quieras y además One Stop 31
Índice creo que Benett y tú tenéis algo especial. Mi cabeza no había sopesado la idea de poder elegir, pero por algún extraño motivo, que aún no llegaba a comprender, tenía esa opción y debía elegir en breve. Por un lado, mi madre tenía razón, pero por otro lado estaba mi padre, la vida a la que renunció por mí, tampoco me encajaba demasiado el ser doctora y estar todo el día rodeada de sangre humana sin tener la tentación de matar a alguien en vez de salvar vidas. Cerré los ojos para pensar mejor todas las opciones y de repente escuché la voz de Susana. No podía ser, ¡Susana estaba viva! Abrí los ojos pensando que sería algún tipo de alucinación, pero ¡no!, mi amiga estaba allí regañándome por haberme quedado dormida con su vestido negro antes de ir a la fiesta. ¡La fiesta! No puede ser, me levanté de un salto, desorientada. —¡No puede ser! —volví a exclamar, abrazando a Susana fuertemente—. ¡Estás viva! —Y tú estás muy rara —me dijo ella entrecerrando los ojos y tocándome la frente para comprobar si tenía fiebre. Entonces vino a mi mente la imagen de todos mis compañeros asesinados, sangre por todos lados, Benett, mi madre… La cabeza comenzó a darme vueltas al igual que el estómago y las náuseas me obligaron a correr al baño para vomitar. Era la primera vez en mi vida que me alegraba poder vomitar, había descubierto a lo que se refería mi madre, veinticuatro horas, tengo veinticuatro horas para cambiar mi futuro si quiero… —Oye, si quieres nos quedamos aquí, tampoco es tan importante esa fiesta, habrá otras, seguro —dijo Susana después de verme vomitar. —Sí, la verdad es que no me encuentro bien, siento fastidiarte los planes, te diría que te fueras, pero no me gusta quedarme sola y enferma, si pudieras quedarte conmigo… —dije con cara de pena. —Anda, venga, quítate mi vestido antes de que me lo manches. Nos podemos quedar viendo una de esas películas de vampiros que tanto te gustan —dijo Susana sonriéndome. 32 One Stop
Índice —¡No, de vampiros no! Ya no me gustan esas películas —dije rápidamente. —Sigo pensando que estás muy rara —dijo mientras me sonreía mi amiga. Estaba feliz, nunca había estado tan feliz de estar viva y haber salvado la vida de mi amiga. Lo triste es que no podría salvar a los demás, pero a partir de ahora sabría cómo evitarlos y cómo proteger a los míos. Aquella noche, a pesar de estar feliz, me retorcía nerviosa pensando en la escena macabra que se estaría desarrollando en aquellos momentos. También pasó por mi mente la imagen de Benett, lo echaría de menos, me hizo sentir algo que nadie me hará sentir jamás. Cuando Susana se acostó, mi mente no dejaba de pensar que lo mismo sí que había sido un sueño, que quizás todo había sido producto de mi imaginación. En ese instante, una sensación extraña hizo que quisiera abrir la puerta. Me puse una bata y pasé por delante del dormitorio de mi amiga con sigilo, abrí la puerta del piso y allí estaba Amanda, mirándome con tristeza y ternura. —Al final elegiste otro camino —dijo con una triste sonrisa. —Entonces es verdad, todo lo que sucedió fue real —dije en voz baja para no despertar a Susana. —Sí, tan real como que eres mi hija y siempre que me necesites voy a estar disponible para ti, esté donde esté alguien me informará. — Amanda se apartó y dejó que Benett apareciera tras ella. —Benett —atiné a decir en un susurro—, lo siento. Benett me miró con esa sonrisa pícara tan característica de él. —No creas que vas a deshacerte de mí tan fácilmente, voy a seguirte desde la distancia por si alguna vez quieres que te vuelva a convertir. Benett se acercó a mí y me besó dulcemente. —Parece un beso de despedida —dije con nostalgia. —No, es un beso de hasta pronto. —Sonrió alejándose escaleras abajo. Mi madre me dio un abrazo y un beso antes de seguir a Benett, y a One Stop 33
Índice pesar de saber que había tomado la mejor decisión, comprendí que quizás en un futuro cambiara de opinión. Sonreí y cerré la puerta. —¿Quién era? —preguntó Susana a mi espalda. —Se habían equivocado de momento, pero quizás nos volvamos a ver —contesté con una sonrisa. —Sigo pensando que hoy dices cosas muy raras, anda, vete a la cama o mañana no vas a poder levantarte para estudiar —dijo mi amiga antes de bostezar sonoramente y volver a su dormitorio. —Quizás mañana no estudie —dije con una sonrisa, provocando que Susana se volviera a medio camino y me mirara extrañada. —Lo que digo, tú no estás bien. —Y tras esto volvió a su dormitorio. Yo me asomé a la ventana y con la mano en el cristal me despedí silenciosamente de mi madre y del amor de mi vida. —Hasta pronto, volveremos a vernos.
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Índice
Relato
Enrique Gallud Jardiel Reconocido escritor y ensayista, Doctor en Filosofía Hispánica, profesor universitario, autor de más de cien libros, actor, director teatral y nieto del famoso comediógrafo Enrique Jardiel Poncela.
MI YO LISTO
No me gustan las visitas. No me gustan las visitas porque rompen mi agradable rutina diaria, consistente en no hacer ni una maldita cosa a lo largo de todo el día. Pero la visita que recibí el sábado pasado me gustó menos que ninguna otra. Enseguida les contaré el porqué. Yo estaba solo en casa porque mi mujer y mis hijos se habían ido de paseo y yo odio los paseos; los considero una práctica inútil, ya que al finalizar te encuentras en el mismo lugar de donde has partido. Llamaron a la puerta, yo abrí, confiado, y hete aquí que me encontré con un señor que era yo mismo. O sea, que era igualito a mí físicamente, como un hermano gemelo, cosa que me consta que yo no tengo. Me pegué un susto de aúpa y, antes de que pudiera reponerme del estupor, aquel individuo —no sé cómo llamarlo— me dijo: «¡Buenas!», One Stop 35
Índice y entró hasta el salón con toda familiaridad. —¡Eh! ¿Adónde va? ¿Quién es usted? —quise saber. Y, para mi sorpresa, me contestó lo siguiente: —Me llamo Enrique Gallud Jardiel. —Eso es imposible — repuse al instante—. Enrique Gallud Jardiel soy yo y sé que no hay nadie más con ese mismo nombre y apellidos. —Pues te aseguro que soy yo —insistió, terco. —Le digo que no. —¡Eres ignorante hasta para eso! Verás: te lo aclararé. Yo soy tu yo sabio. —Mi yo, ¿qué? —pregunté. No entendía nada de lo que estaba pasando. —Tu yo sabio —repitió mi sosias, con un deje de impaciencia en la voz—. ¿No has leído a Freud? —¿Que si he leído a Freud? Sí: algunos libros llenos de cochinadas. ¿Por qué? —repuse. —¿No conoces la teoría freudiana de la disociación del saber? ¡Claro! ¿Cómo la vas a conocer, si tu cometido vital es ser un grullo? —¡Eh! ¡Sin insultar, que yo no me he metido con usted! —exclamé, sin mucha convicción, porque me habían interesado sus palabras. El otro prosiguió, hablándome en la manera en la que se les habla a los niños pequeños. —En su libro El inconsciente y sus artimañas, Freud explica en qué consiste la disociación del saber. El cerebro humano es complejo y precisa poder mandar órdenes primarias a los órganos del cuerpo para respirar, hacer la digestión, excretar, etc. El conocimiento y la sabiduría que adquirimos interfieren con estos procesos y los dificulta. —No lo comprendo. —Lo explicaré con un ejemplo —continuó—. Supongamos que hemos comido con placer una salchicha, que está hecha realmente de la 36 One Stop
Índice combinación de muchas porquerías. Es mejor que nuestro cerebro olvide los ingredientes que sabemos que constituyen la salchicha, al menos mientras la digerimos. De otra manera, el cuerpo se rebelaría y la vomitaríamos de seguro sobre la alfombra persa del salón. ¿Me sigues? —Ahora sí. —Pues bien —siguió diciendo mi doble—: por nuestro bien, nuestra personalidad se disocia entre el yo que sabe cosas y el yo bestia que las ignora casi todas. Son dos facetas opuestas de nuestro ego. Yo, como ya te he dicho, soy el yo sabio. —¿Y entonces yo? —inquirí. —Pues ya te lo puedes figurar —fue la respuesta. Quedé anonadado. Aun aceptando aquella explicación, seguía sin estar claro cómo mi otro yo (el listo, al parecer) se había desdoblado también físicamente y dónde se había comprado la camisa tan bonita que llevaba puesta. Supuse que, en mi ignorancia, no podría comprender nunca aquel misterio y tendría que aceptarlo sin más. Así es que pasé al siguiente punto del enigma. —Incluso admitiendo lo que me explica —dije (no sé por qué, pero tutearle no me parecía lo más adecuado)—, aún no me ha dicho a qué ha venido ni qué quiere de mí. —Mis intereses vitales son los tuyos —me explicó—, porque, aunque no me agrade nada la idea, compartimos un mismo cuerpo. Por ello me he personificado temporalmente para advertirte que nos estás perjudicando mucho a ti y a mí con tu vida disipada y tus continuos excesos. Con ellos nos has llevado a ambos al otro extremo de la situación. —¿Qué quiere decir? —Que si lo normal es que sea conveniente ignorar algunas cosas para la vida diaria, tú has exagerado muchísimo en eso del ignorar y nos estás haciendo polvo, por lo que te conviene que te informe de algunas cosas que sé. —¿Cosas que sabes y que yo no sé? —Cosas que nuestro yo conjunto sabe, pero que no sabe que las sabe. Y que tú, en lo que te toca, desconoces, razón por la que actúas de forma muy nociva para ambos. ¿Te has enterado? Yo estaba mareado. Tal explicación me resultaba muy compleja. One Stop 37
Índice —Para empezar —dijo—, tenemos el hígado hecho tiras por esos mejunjes transparentes que te bebes todas las tardes. —¿Te refieres a los gintonics? —Sí, unas bebidas que a cada trago nos anulan irreversiblemente las células grises. —Gracias por la información —repliqué con sarcasmo—. Yo ya sabía que el alcohol no es bueno. —No lo tendrías tan claro cuando seguías matando todos los días unas células cerebrales que, visto lo que tú aportas a nuestra sociedad conjunta, nos habría venido muy bien conservar sanas e intactas. Además —prosiguió, inexorable—, las patatas fritas de bolsa tampoco son buenas. Y, puesto a contarte cosas que no sabes, te diré que nuestra mujer nos engaña. —¿¡Qué!? —Nos engaña. Hazme caso, que soy el sabio y entiendo la psicología humana, los signos y el lenguaje corporal. ¿Crees de veras que se compra toda esa ropa interior con encajes y puntillas para agradarnos a nosotros? —Pues ahora que lo menciona... —Debe de ser con el culturista que vive en el piso de arriba, aunque este dato es únicamente una hipótesis de trabajo. No lo tengo comprobado al cien por cien, solo al noventa, y no lo afirmaré del todo hasta que tenga la total seguridad. Has de saber también, y esto sí me consta, que nuestro hijo es gay. —¿Gay? —Sí; y planea en breve irse a vivir con su novio. —¿Antoñito es gay? —Antoñito, sí. No te hagas el sorprendido: yo lo sé y, en tu fuero interno, también tú lo has sabido siempre. Bueno, lo habrías sabido si no hubieras cerrado deliberadamente los ojos a la realidad que tenías ante ti. Pero no te preocupes ni seas tan antiguo: ser gay es una opción 38 One Stop
Índice de vida tan buena y aceptable como cualquier otra, siempre y cuando no tengas un padre imbécil —me espetó, mirándome a los ojos con intensidad—. Peor es lo de nuestra hija —continuó, implacable. —¿Nuestra hija? —No te digo cómo la llaman en el instituto, en aras del buen gusto. Pero te aseguro que absolutamente todos sus compañeros, los que le han puesto el mote, la conocen muy, pero que muy bien. Hasta límites insospechados, diría yo —añadió, tras una pausa. La angustia no me dejaba ni hablar. Ni por un instante se me ocurrió poner en tela de juicio sus afirmaciones. Su tono y convicción eran los de alguien que constata una indudable verdad. —Te diré también que Hacienda sabe de nuestros trapicheos y que, con toda probabilidad, iremos a la cárcel en cuanto acaben de investigarnos, que será, yo calculo, dentro de cuatro o cinco meses. Puesto a hacer revelaciones, parecía que había cogido carrerilla y ya no podía parar. —Otra cosa —añadió—: ya para cuando estemos en la cárcel, nos diagnosticarán un cáncer de colon que irá rápido. —¿Pero cómo es posible? —logré exclamar al fin—. ¿Qué me dice? ¿Conoce también el futuro? —No es difícil saber algunas cosas que nos van a pasar, puesto que esa información está codificada en nuestros genes. Pero no tenemos que irnos al futuro, que es algo aún lejano. Hay cosas del presente que también debes saber. Este piso que nos hemos comprado tiene daños estructurales. El coche... —¡No me cuente más! —grité, resuelto a no escuchar nada. Comprendí de inmediato que la felicidad estaba en la ignorancia, ya que el conocimiento que proporcionaban aquellas revelaciones ponía un nudo en mi garganta. One Stop 39
Índice —Tu cuñado... —¡¡Que no me cuentes nada!! —Has de saber que... Me dirigí, raudo, al escritorio y cogí instintivamente un abrecartas con forma de espada toledana. El otro Gallud Jardiel, al verme las intenciones, exclamó: —¡No, estúpido! ¡No lo hagas! Pero yo ya estaba fuera de mí y, abalanzándome sobre mi yo sabio, le hundí el abrecartas hasta la empuñadura en el corazón, mientras le decía: —A que esto no lo sabías, ¿eh? Allí debió de acabar todo, porque, aparte de un repentino dolor en el pecho, no recuerdo nada más.
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Índice
Relato
David Fernández Varón Para aquellos que disfrutan con las novelas policíacas y de género negro, David nos va a introducir en un mundo de ficción creado por él.
ÓXIDO
El ruido de los motores y el chirriar de la maquinaria volvían a inundarlo todo. El óxido que cubría el suelo de aquel residencial surgido a los pies de la gran Industria era inundado de nuevo por las primeras luces del amanecer. Hacía años que ya no se veía el sol, pero una débil luz anaranjada recordaba que aún seguía allí. La basura se acumulaba en las aceras e incluso comenzaba a introducirse en los portales. Nadie la recogía desde hacía ya mucho tiempo. Los residentes ya se habían acostumbrado a convivir con ella y habían aprendido a ignorarla cuando paseaban por las tiznadas calles con gesto compungido. Todas las paredes, todos los muros y las fachadas del lugar estaban teñidos de un gris oscuro, alquitranado y lúgubre. Los residentes sabían que sus pulmones estaban exactamente igual. Aquella enorme mole de metal oxidado, con cientos de chimeneas era la razón de sus enfermedades, pero también de su existencia. La Industria proporcionaba empleo al ochenta por ciento de aquellas One Stop 41
Índice almas tristes y grises. Que la esperanza de vida de la zona fuera de cincuenta años era simplemente el precio que había que pagar por ello. Lucía apagó el despertador de un manotazo y se incorporó. A su lado, Hans seguía durmiendo bajo el agujereado edredón dejando ver tan sólo un manojo de pelos de su cabeza. La joven permaneció unos instantes mirando a su alrededor mientras despertaba completamente. Observaba cómo el negro del alquitrán que cubría las paredes se combinaba con el pesado naranja del amanecer, creando texturas imposibles y fascinantes. Quizás aquello fuera lo más hermoso que vería aquel día. Entonces, Hans se revolvió en la cama y su cabeza emergió de entre las mantas. Lucía lo miró por unos instantes y descubrió que él también parecía oxidado al ser inundando por aquella luz naranja e insana. Su cara, además, estaba arrugada y su pelo había perdido la espesura. Era extraño que no se hubiera fijado antes. Aquella vida absorbente no daba tregua para apreciar el paso del tiempo. La muchacha se preguntó si ella tendría el mismo aspecto. Se incorporó, dispuso su rostro frente a un espejo y al instante una lágrima recorrió su cara. Todo estaba oxidado sin remisión y ya apenas ni quedaba tiempo para lamentarse.
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Índice José Luis Ortiz Licenciado en magisterio y con un Máster en Hipnoterapia. Escritor y novelista, actualmente trabaja para la administración en el Gobierno de Aragón. Residente de Zaragoza.
LA FELICIDAD ES COSA DE TRES
Se quita la ropa. El vapor evade la rutina. Después de unos minutos bajo el agua, unas suaves manos llegan por detrás, le jabonan la espalda, bajan hasta su cadera y los glúteos. Mónica y José llevan siendo pareja desde hace 14 años. Él, conductor de altos cargos; ella, gerente de multinacional. Él, tímido y reservado. Ella, sociable y extrovertida. José tiene 45 años, Sandra 35. Se conocieron cuando ella trabajaba como secretaria, antes de ascender a dirección; el encargado de administración, antes de sufrir un ERE. Entre los dos hubo atracción a primera vista, se hicieron amigos. El paso de los años hizo crecer esa relación hasta que decidieron compartir algo más que la amistad. Risas, diversión, sobraron en la pareja, especialmente en Sandra, mujer de ocurrencias y travesuras. José se dejaba llevar por la voluptuosidad que desbordaba ella, aunque siempre le correspondía con su amor y su ternura. One Stop 43
Índice Él, hombre de regalos y detalles, «eres tan maravillosa como una estrella», repetía incesantemente. Ella, siempre dispuesta a buscar nuevas formas de amar. El amor creció lo mismo que los años, siempre hubo buena comunicación, comprensión y complicidad entre los dos. Eran fieles a pesar de las discusiones y problemas, siempre solventados generalmente en la cama . El sexo, a veces fuerte y desbordante de pasión, otras, dulce y romántico. La palabra cansancio no se encontraba en su dialecto, ni les faltaban ideas para demostrar su amor, especialmente a Mónica que con los años había madurado. En ocasiones, inventaba una nueva postura, imaginaba lugares excitantes, incluso espacios públicos. Cuando no inventaba una postura nueva, se le ocurría un lugar distinto. José, el de los detalles románticos, los juegos suaves y tranquilos. Pero últimamente las cosas han cambiado su curso, Mónica sale cada vez más temprano de su casa y llega más tarde. No quiere salir con él. Casi siempre se la ve triste, abatida. —¿Qué te pasa? —preguntó José—. No me besas, no me abrazas, ¿Ya no te gusto? —No es eso. Tú eres lo que más amo de esta tierra. —¿Entonces? —No me ocurre nada —le contesta con mirada esquiva para luego salir de casa. Camina por la avenida de su casa durante largos períodos de tiempo, es consciente de lo que ocurre. Algo grave que no sabe cómo explicarle a José, lo quiere demasiado y no puede soportar la idea de que pueda sufrir. Es mejor la duda al sufrimiento. Saca el móvil y llama. —Hola, Marcia, quisiera verte un poco antes de lo previsto. Te espero en la Plaza España, en la Diputación, en una hora. Por favor, es muy importante para mí, verte. No puede ser donde siempre, prefiero que sea así… Sí, claro que yo te quiero mucho, no puede ser de otra forma. A la hora establecida, Mónica se acerca a una mujer muy hermosa, de piernas largas, medias negras, zapatos de tacón, vestida con un traje 44 One Stop
Índice negro de piel, ceñido a su cuerpo, y una gorra que le tapaba de forma intrigante su mirada. Se dan un efusivo abrazo, la charla entre las dos es amena, la comunicación es fluida, lo que deja percibir su complicidad. Ambas se conocen desde hace tiempo. Ocasionalmente se tocan por las manos, por los brazos e incluso de vez en cuando se escapan a otras partes de su cuerpo. José llega a casa, Mónica no llega, algo extraño en ella, seguramente son tiempos inciertos para las multinacionales, maldita crisis. Algo tendrá que hacer, quizás seducirla, sería lo más apropiado, piensa. Decide preparar una cena romántica, cargada de aromas y algún que otro producto exótico. No se siente con fuerzas para pensar que ella lo engañe. Se viste de forma elegante y la espera. Mónica llega a las 10:30 de la noche. Luce cansada, agotada. El sexo con Marcia fue salvaje. Mordidas, lenguas que resbalaban sobre pieles transpiradas. Con ella, a diferencia de su relación con José, domina Marcia y le gusta. Saborea con gusto la sumisión. Desea meterse en la bañera y darse una ducha para poder descansar e intentar dormir. Llena la bañera de sales. El aroma la envuelve en un entresueño delicioso pensando en el cuerpo firme, serpenteante, de Marcia bajo su cuerpo. Ambas en éxtasis. De repente unas manos suaves aparecen entre la espuma, le enjabonan la espalda y bajan hasta la cadera enjabonando delicadamente sus glúteos, un masaje que la excita en el acto, pero en ese momento manda el corazón. Mónica abre sus ojos, le da un apasionado abrazo y él la besa con frenesí. Sus lenguas juguetonas se entrecruzan y arden en sus bocas. Él se mete vestido, su camisa y su pantalón se le pegan al cuerpo. Ella, con los turgentes pechos, y pueden tocarse sus sexos. José comienza a descender poco a poco, le besa el cuello. Se detiene en los pezones, los cuales devora con ansia. Besos, mordiscos y succiones One Stop 45
Índice suaves. Mezcla de pasión y ternura. Baja hasta su cadera, mientras continúa besándola. Por momentos el calor de la pasión se convierte en fuego. Llega hasta su pubis y lo saborea con deleite. —Qué maravilla, sigue, sigue, amor, no pares… Sus palabras le hacen acelerar el ritmo. Mónica tiene que aferrarse a la pared porque son tantos los espasmos que le genera que siente que va a caer. José sigue bajando, besando sus piernas. Fuera de la bañera, dos cuerpos resbalosos y excitados. José toma sus pies y le lame deliciosamente cada uno de los dedos, poseído por el amor y el deseo. No sabía lo que sentía. Era algo nuevo, desconocido. Deseaba ser devorada por entero por él y todo ello sin prisa, sin la incipiente necesidad de un cuerpo hambriento de fuego y pasión. Ella se entregaba a sus caricias y sus besos, disfrutando conscientemente del momento. Actuaban sin prisa, aun cuando les urgía. Se dedicaban a explorarse el interior de sus bocas, saboreándose las lenguas, acariciándolas en una danza interminable de cortejo sensual. Las manos de José parecían querer arrancarle la piel y Mónica pensaba morir con ese contacto. José era otro, no el que se dejaba llevar por ella. La abarcaba entera creando un refugio donde sentirse querida. Pegaban sus cuerpos, ella le recorría su cara con besos interminables; él, con sus manos. José quería grabarlo así en su memoria, para que cuando se fuese, pudiera recordar cada milímetro de ella. Se perdían en sus bocas una y otra vez, bebían de ellas sin poder saciarse. Mónica rezaba para que ese instante no terminase nunca. La voltea y ella le da su espalda y sigue besándola por todo su cuerpo. Ella se gira y vuelven a besarse, mientras abre sus piernas invitándolo. El ritmo crece hasta alcanzar el paroxismo. —Deja que me bañe otra vez —dice Mónica, riendo. —No. Te quiero así, con tus líquidos, quiero disfrutarte toda. A Mónica le gustó que fuese así, y entre caricias y besos alcanzaron 46 One Stop
Índice el sueño. Amanece, día nublado pendiente de lluvia. —Creo que hoy lloverá —dice Mónica. Se levanta despreocupada de la cama. Observa cómo duerme José. Observa el reloj, es muy temprano. La temperatura de su cuerpo asciende rápidamente al percatarse de que su pareja está desnuda encima de la cama. Sale de la cama, ducha rápida y mientras se seca se va dando loción de Chanel Nº 5. Se unta el cuello con crema perfumada. Mientras se da la crema con suaves movimientos circulares se imagina que es José quien la acaricia, baja por los pechos, los frota y no para de acariciarse cada vez con más ímpetu. Pezones erectos. Desciende a su vientre y por la cintura la excitación crece por momentos. El masaje erótico toma fuerza, su cuerpo arde, la adrenalina sube y llega el placer, el deseo. Observa a José que todavía duerme y el deseo se expande. Ahora baja a las piernas, pasando por las pantorrillas para llegar a terminar en los pies. Observa a José desnudo y después de una noche de sexo intenso ella tiene deseos de más. Con el móvil busca música apropiada en YouTube, se pone al lado de José y se acaricia su sexo. El ruido de la música, así como sus movimientos, hace que se despierte de su sueño. José observa las piernas de Mónica sobre su cara. Está hermosamente desnuda y con un aroma delicioso. Ella no para de seguir sus caricias al ritmo de la música. Movimientos lentos, pausados y eróticos. José no puede dejar de mirar y observa con cuidado cómo lucen los otros labios de Mónica con el destello del deseo. La excitación sube por instantes, intenta levantarse, pero ella se lo impide poniéndole un pie a la altura de la boca. Esto hace que vuelva a tumbarse y el contacto del pie con la boca de José y su nariz hace que se excite todavía más. —No, mi amor, espera, quiero que One Stop 47
Índice mires. Quiero que lo disfrutes. José no era capaz de dar crédito a lo que estaba viviendo. Miraba sus piernas, su cintura y el movimiento de sus pechos lo volvían loco, lo excitaban de especial manera. Especialmente observando la cara de placer y excitación de Mónica. Tumbado comienza a besarle los pies, besa sus dedos y poco a poco se va incorporando. Ella le deja y los besos suben por sus pantorrillas, sus piernas, se para a la altura de las rodillas para ascender por sus piernas que besa, acaricia y se deleita con ello. Ella se agacha para darle un suave y profundo beso en donde los labios se juntan, para esconder en la cavidad del deseo dos lenguas inquietas y cómplices. Los labios de José bajan hasta el cuello de Mónica y se vuelven a besar. El beso es interrumpido por un grito de placer de ella seguido de un “te amo”. —Te amo —dice él. —Te quiero demasiado —dice ella. José toma por la cintura a su mujer haciéndola moverse y recostarse sobre esa cama cómplice. Ella está a su disposición, observa su cara, su mirada, el cabello revuelto, y le parece más hermosa que nunca. Besa uno de sus pechos mientras que con una mano acaricia el otro y pellizca suavemente el pezón, lo que le hace estremecer. El rato se pasa entre besos y caricias en todo el cuerpo y de todas las formas posibles. Mónica permite que su pareja la penetre, primero con suavidad y de una forma pausada, hasta terminar apasionadamente como dos locos en celo. El placer los conmueve, los estremece. —Sigue… Sigue… No pares… —grita ella sin control. La energía de los dos se fusiona inundando de placer y pasión ambos cuerpos. Se acuestan y durante minutos permanecen abrazados en su desnudez. Mónica desbordada de felicidad y él como nunca se había sentido. En todos esos años jamás habían mantenido una relación tan 48 One Stop
Índice placentera. José, feliz y pletórico. Ella había podido actuar así porque hizo un esfuerzo en pensar que estaba con Marcia. El secreto no confesado a su pareja. Un secreto que acecha y amenaza. Miradas cómplices y sonrisas pícaras. —Hay otra, ¿verdad? —Mónica se quedó en silencio por unos instantes. Luego contestó. —Sí. Se llama Marcia. —José se quedó pensativo mirando el cielo, al infinito. Después de unos instantes, preguntó: —¿Qué le gusta comer? —¿Comer? —preguntó Mónica. —Sí. Comer. —Le encanta la pasta y las ensaladas. Con mucha tranquilidad José se incorporó, cogió el móvil y se lo pasó a Mónica. —Llámala —le dijo—. Invítala a cenar. Si cambiaste así por ella, debemos animarla a que nos enseñe más cosas a los dos. Desde esa noche, la cama, el resto de la casa y la felicidad fueron cosa de tres, no de dos.
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Entrevista
Licenciado en magisterio y con un Máster en Hipnoterapia. Escritor y novelista, actualmente trabaja para la administración en el gobierno de Aragón. Residente en Zaragoza.
ENTREVISTA A SHARON STONE MUJER Y MADRE TRABAJADORA
Una figura de piel pálida, ojos de un azul casi transparente y cabello mojado. Sharon Stone (Pensylvania, 1958), la misma que la gente señala en las portadas de las revistas desde hace veinte años. Hello, people!, dice con una bella sonrisa. Así aparece la hermosa Sharon Stone en un glamuroso rincón de los Ángeles. Estaba esperando a la puerta de Meridian Place Apartement en 9423 Reseda Blvd. Northridge, en donde había quedado para realizar la entrevista. Ella llegaba natural y ahí estaba, atractiva, una mujer por la que los años no pasan y, si 50 One Stop
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Índice lo hacen, es a su favor. Vestida de ropa informal, sin apenas maquillar y con una piel envidiable, y todo ello a sus 61 años. Una inteligencia superior a su atractivo y belleza si cabe. Durante una breve charla, nos concede una entrevista llena de humanidad. Gracias, de todo corazón, por hacer tan fácil y entrañable esta entrevista.
Me gustaría que se definiese…
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Soy una mujer, pero ante todo soy madre. Tengo tres hijos: Roan, es el mayor y vive con su padre, (el periodista Phil Bronstein), Laird y Quinn, el pequeño. Amo mi trabajo. Algunos me consideran una estrella, pero en realidad soy una madre trabajadora que se tiene que adaptar a un horario, y que se dedica a una profesión que ama, pero que es muy exigente y dura.
Hábleme del feminismo.
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Yo prefiero utilizar el término humanismo, y lo aprendí de mi padre, un hombre de campo que no había recorrido el mundo y que pasó de criticar el mundo homosexual a ser uno de sus embajadores, de hecho, ya han pasado diez años de su muerte y se le recuerda con gran cariño en ese colectivo. Por eso el feminismo yo lo comparo con el humanismo y creo que en la actualidad los hombres atienden más su feminidad y las mujeres más su masculinidad, pero aún falta mucho por alcanzar. One Stop 51
Índice Usted ya tiene categoría de mito, ¿se ha cruzado con algún mito?
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Bueno, esa pregunta puede tener muchas respuestas. Admiro la intelectualidad, pero como supongo por dónde va dirigida, voy a contestar que un día logré cruzarme con Jhon Lennon y fue una experiencia que nunca olvidaré, espero que te haya respondido lo que esperabas, ¿no?
Facetas que las personas ignoran de usted… Muchas, soy muy celosa de mi vida y de mi persona, pero quizás, si te refieres a mi vida pública, lo que muchas personas no conocen es que, además de actuar, me fascina escribir y escribo desde que iba al instituto. ¿Sorprendido?
Ha hablado de la intelectualidad, y se le considera una de las personas con un coeficiente intelectual fuera de lo normal. ¿Me podría decir algún rasgo de esa inteligencia? Son muchos y diferentes para cada persona, pero un rasgo común quizás sea la ironía, un claro síntoma de conocimiento e inteligencia.
¿Qué le ha enseñado la vida? Mucho, pero especialmente a raíz del derrame cerebral que casi acaba con mi vida. Eso supuso un antes y un después. He aprendido que no se puede cambiar a las personas, que en las 52 One Stop
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Índice relaciones lo que menos importa es lo buena que se pueda ser como esposa o compañera para que vaya bien esa historia y que tiene poco que ver para que tu vida vaya a ser perfecta. Sobre todo, he aprendido a ser agradecida.
Adicciones confesables…. twitter.com
Especialmente una, la lectura…
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Hemos descubierto que frente a lo que muchos piensan de usted, es una persona sencilla y no tanto esa megaestrella… Vivir en este entorno no favorece mucho, pero estar volcada en mi
fundación Planet Hope, que dirige mi hermana Kelly y, sobre todo, mis tres hijos, que es realmente mi principal dedicación, hace que se ponga los pies en el día a día, en la sencillez y en las personas corrientes, que es lo que somos. Algunas, muy afortunadas haciendo lo que nos gusta. Nos despedimos de una forma natural y sencilla, y todavía no he podido salir del asombro de conocer a una gran persona, una sencilla e inteligente mujer llamada Sharon Stone. cinemagia.ro
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Milagrosa música
Mora Malú Egresada del Conservatorio Nacional de Música “Carlos López Buchardo”, dependiente de la Universidad Nacional de las Artes (UNA). Estudios en Comunicación Audiovisual, aplicada al Diseño Gráfico Editorial. Correctora ortotipográfica y de estilo, Redactora freelance o “escritora fantasma”, escritora de cuentos y novelas cortas.
LA ÚLTIMA ESPERANZA
En un país muy lejano, donde el frío y la lluvia duraban semanas, cuentan que una niña se hizo famosa por escribir cuentos de música para músicos. Era extraño su razonamiento, pero bellísimas sus letras. Tanto, que la gente del lugar esperaba con ansias que Dolores le diera a su amigo Pedro la última perla escrita en papel. Pedro, que adoraba a Dolores, pero más adoraba las monedas que la gente le daba por cada cuento, se ocupaba de venderlos en el pueblo a escondidas de su amiga. Cierto día, uno de esos cuentos llegó a manos de un músico que se acercó a Pedro y le preguntó: 54 One Stop
Índice —¿Tú escribes estos cuentos? —Ehhhh... en realidad, sí... pero no. ¿Por qué pregunta, señor? —Porque he escuchado que quien los escribe lo hace sólo al escuchar el sonido de algún instrumento. —Es verdad, señor. Mi amiga Dolores los escribe para su padre, que es sordo y toca el piano. —¿Sordo y toca el piano? ¡Como Beethoven, qué maravilla! —¿Va a comprarme un cuento, señor? —Algo mucho mejor que eso. Llévame donde esa niña y te compraré todos los cuentos que tenga escritos. —¡Venga, acompáñeme! Así fue que Pedro acompañó al músico hasta la casa de Dolores, para beneficio de ambos, pensando siempre en alegrar a su amiga y a su propio bolsillo. Al llegar, una señora muy amable los recibió preguntando qué buscaban. Pedro, ansioso por lograr más ventas, se apresuró en explicaciones. —Hola, doña Carmen, el señor quiere comprar todos los cuentos que escribió Dolores y los quiere ahora, tiene el dinero… —Disculpe, —interrumpió el músico—, mi nombre es Fortunato Speranza, mucho gusto, señora. Soy violinista de la Orquesta Sinfónica Nacional, me enteré de que su niña es la autora de estos cuentos, que se inspira sólo escuchando instrumentos musicales. Y me gustaría saber… —Discúlpeme, señor Speranza, pero Dolores no vende sus escritos, sólo lo hace por la salud de su padre. Aunque nuestra situación económica es difícil, mi niña jamás negociaría con el dolor de su padre. Es una larga historia, muy triste y no creo que a usted le interese. One Stop 55
Índice En ese instante las mejillas de Pedro se pusieron rojas como tomate, de la vergüenza. En total discreción y silencio, fue retrocediendo hasta desaparecer de la escena. —Se equivoca, señora —dijo el músico, mientras veía a Pedro esconderse entre la gente—, si me contara la historia, quizás pueda ayudar a su familia y a mejorar su situación. Carmen sabía que Dolores no querría vender los escritos que con tanto amor hacía para su padre. Pero también sabía que la enfermedad de su esposo había llevado a la familia al límite de las fuerzas por falta de trabajo y dinero. Pensó unos segundos, su cabeza era un eco de dolor y desesperanza. Prefirió creer que el señor Speranza era la última esperanza, tal vez un ángel enviado para ayudarlos a salir de la espantosa misera que los acosaba. Respiró profundo y se animó: —¿Quiere conocer a mi niña, a sus escritos? Pase, pase por aquí que le contaré una historia sorprendente. —Muchas gracias, señora. Aprecio mucho que me permita conocer y saber más sobre la autora, permiso. Ya sentados en el sofá del living y compartiendo un té, Carmen comenzó el relato sobre la milagrosa música. —Mi esposo era un pianista excepcional, lo buscaban de las mejores orquestas, lo valoraban… Siempre tuvo varios trabajos, al punto de tener que rechazar propuestas interesantes para trabajar en otros países, por los compromisos contraídos en nuestro país. Pero un día, sintió un dolor de cabeza muy fuerte, un 56 One Stop
Índice zumbido, y se desmayó. Los médicos dijeron que había tenido un accidente cerebro vascular. Desde aquel día nada fue igual. Perdió el habla, gran parte de su motricidad y su salud no mejoró. Perdió los trabajos que tenía porque sus manos ya no responden como lo hacían antes y desde hace un tiempo, al deterioro se le agregó una sordera parcial que, según el médico, irá avanzando hasta perder por completo la audición. —¿Y Dolores, sabe la verdad sobre la enfermedad de su padre? —Sí, lo sabe. Sabe todo con detalles. Mi pequeña Dolores, que ama a su padre, investigó y leyó todo lo que estuvo a su alcance sobre la enfermedad. En su fantasía, decía que ella iba a encontrar la solución para sanarlo. Una noche, la encontré llorando, y me confesó que extrañaba mucho los cuentos que él le contaba antes de dormir. Todos tenían que ver con músicos y con historias de músicos. —¿Entonces? —preguntó ansioso el músico. —Una mañana, le pidió a su papá que tocara el piano. Por supuesto, mi esposo no podía, pero Dolores insistió una y otra vez hasta que logró que se sentara frente al teclado y esbozara alguna melodía. Cuando escuchó el primer sonido, después otro, y otro… Dolores tomó un papel y comenzó a escribir rápidamente, como poseída, sin parar, sus manitos tenían la velocidad de tocar una pieza musical. Con mi esposo nos miramos, sin poder creerlo, no entendíamos qué estaba pasando. A la mañana siguiente, pasó lo mismo. Y a la siguiente, también. Sin darnos cuenta, cada mañana, después del desayuno, mi esposo se sienta al piano y Dolores escribe, escribe y escribe sin parar esos textos que Pedro reparte y a usted le trajeron hasta acá. —Y los médicos, ¿qué dicen sobre este fenómeno? One Stop 57
Índice —Sobre mi esposo, dicen que la estimulación afectivca de su hija es un punto importante para su recuperación. Sobre Dolores, no hay explicación alguna. Creen que es un shock emocional que está atravesando por ver a su padre enfermo, pero yo creo que no saben. Nadie sabe por qué. Incluso cuando vino un violinista amigo de mi esposo y tocaron a dúo, Dolores escribía con la mano derecha, mientras garabateaba con la izquierda, como queriendo escribir con las dos manos. El señor Fortunato Speranza no salía de su asombro. Escuchó varias historias sobre la pequeña autora de los milagros, compartiendo la segunda taza de té. Ya tarde, se despidió de Carmen prometiendo volver en otra oportunidad para compartir más historias y finalmente conocer a Dolores. Saludó amablemente y se fue. Al recoger las tazas, Carmen encontró bajo la bandeja con la que había llevado el té, un cheque por una suma tan descomunal que le permitiría pagar las deudas, costear el tratamiento de su esposo y vivir todos dignamente por varios años. A la semana, recibieron el llamado de la editorial más importante del país que ofrecía editar los cuentos de Dolores. Entre tanto, las orquestas y productores con los que había trabajado el papá, le otorgaban diplomas y medallas por su trayectoria artística. Ante tanto milagro, salieron a la búsqueda del señor Speranza para agradecerle todo lo que había hecho por ellos. En la Orquesta Sinfónica Nacional dijeron que no conocían a ningún Fortunato Speranza. Pidieron hablar con el director, que también aseguró no conocer a nadie con ese nombre. Preguntaron en el barrio, en el pueblo, le pidieron a Pedro que estuviera atento a su aparición, con la mentirita blanca de que había prometido darle una retribución por acercarlo a la casa de Dolores. Pero el músico nunca apareció. Nunca más se supo de él. Nadie lo volvió a ver. La familia sigue buscando al señor Speranza, aunque a veces, piensa que fue obra de la milagrosa música. 58 One Stop
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Historia
Carolina De Prado García
Carolina nos recuerda un pasado que define el presente que actualmente conocemos.
GUARDIA CIVIL: 175 AÑOS AL SERVICIO DE ESPAÑA En este artículo me gustaría hacer con los lectores un ejercicio de imaginación viajando mentalmente a una época pasada de nuestra historia y trayendo al presente a un personaje de gran importancia para entender el origen de una institución altamente valorada en nuestro país y cuyos miembros llevan 175 años defendiendo a los españoles y velando por su seguridad. Me estoy refiriendo a la Guardia Civil y a su ideólogo, fundador y primer director, el mariscal de campo D. Francisco Javier Girón y Ezpeleta, II Duque de Ahumada y V Marqués de las Amarillas, nacido en Pamplona el 11 de marzo de 1803, emparentado por parte de sus familias paterna y materna con importantes figuras militares y que, a modo de curiosidad, podemos decir que incluso era descendiente en undécima generación del emperador azteca Moctezuma II por la madre de su abuelo paterno. A este militar, conocido en su tiempo por su meticulosidad, capacidad organizativa y espíritu de trabajo, debemos la creación de la Guardia Civil como un Cuerpo destinado, en propias palabras del Duque, “… a proteger eficazmente One Stop 59
Índice las personas y las propiedades”. Me gusta imaginar a aquel hombre, nacido en el seno de una familia de la aristocracia castrense y educado desde adolescente en la carrera militar, con el gesto serio y amable con el que mira al espectador desde las pinturas y esculturas que lo representan, admirando asombrado y orgulloso en lo que se ha convertido ese Cuerpo de hombres honrados y especialmente elegidos por su excelencia, como dijo el propio Duque, que surgió de la necesidad de defender los caminos y las zonas rurales de una España que sufría los males de delincuentes y bandoleros tras el final de la Guerra de la Independencia y de la demanda de seguridad por los problemas derivados del fraccionamiento de la propiedad rural tras la desamortización de Mendizábal en 1836. Cómo podría haber imaginado ese 13 de mayo de 1844, cuando se firmó el Real Decreto fundacional de la Guardia Civil presentado por el Presidente de Gobierno elindependientecom y Ministro de la Guerra D. Ramón María Narváez, que hoy en día, 175 años después, la institución que él pensó y creó se ha convertido en un Cuerpo organizado de más de 80.000 efectivos, hombres y mujeres que, haciendo uso tanto de las más de 2.000 instalaciones a su disposición como de los medios materiales más modernos y de su propia pericia y espíritu de entrega, sirven a nuestro país en funciones tan diversas e importantes como la seguridad ciudadana, la seguridad vial, el control de armas, la lucha antiterrorista, la violencia de género, el resguardo fiscal y la protección de costas y fronteras, las tareas de seguridad por aire, mar y montaña, el mantenimiento del orden público, la protección de personalidades, la seguridad del Estado, la lucha contra la delincuencia informática, la desactivación de explosivos y la defensa contra las amenazas de carácter biológico, radiológico o químico, la protección de edificios públicos, las tareas criminalísticas, la defensa del Patrimonio Histórico y la cooperación internacional. 60 One Stop
Índice El Duque de Ahumada hubiera asistido lleno de satisfacción al día a día de cualquier guardia civil español desempeñando las tareas propias de su cargo. Asombrado y curioso, estoy segura, al ver a las valientes mujeres que forman parte del Cuerpo, tan capacitadas como sus compañeros, pero cuya profesión significaría un choque cultural increíble para un militar español de mediados del S XIX. Atónito disfrutaría también de los medios técnicos propios de nuestro tiempo que tan útiles les son a los guardias en el desempeño de su tarea. Pero pienso que lo que más disfrutaría el buen Duque sería el ver con sus propios ojos cómo lo que él siempre deseó y a lo que dedicó tanto esfuerzo, a saber, la creación de un Cuerpo de defensores de nuestra patria, de guardias excelentes y con una gran vocación de entrega al pueblo español más allá de los gobiernos en el poder o de las ideas políticas, se ha convertido en un contingente de hombres y mujeres fieles a esos principios que él quiso transmitir y en una institución valorada y querida por todos nosotros.
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Álex García Álex nos hace viajar en su máquina del tiempo y conocer con cada entrevista a grandes personajes de la historia.
“Lo importante es que hablen de ti, aunque sea bien”
Bienvenidos de nuevo a mi máquina del tiempo. En esta ocasión me gustaría llevaros al surrealismo para conocer a un genio del que todos hemos oído hablar y quizá uno de los más completos, extravagantes y mediáticos de los que se tiene constancia. Nacido en Figueras en 1904, impactó durante décadas al mundo por su habilidad pictórica y su propia visión de la realidad. No sólo se centró en la pintura, sino que también dejó su huella en el cine, en la escultura, en la fotografía y hasta en la moda. Tanto creía en su manera de ver la vida que “el personaje” que muchos decían que interpretaba llegó a traspasar a la persona cautivando a todos aquellos que tuvieron la fortuna de coincidir con él. Su nombre completo era Salvador Felipe Jacinto Dalí i Domènech. Siempre rodeado de polémica, incluso después de su muerte, Salvador Dalí no sólo fue un gran artista del surrealismo a nivel mundial. El 62 One Stop
Índice pintor español fue toda una personalidad en nuestro país, conocido, admirado, y también detestado por algunos. Genialidad y egocentrismo, a caballo entre la cordura y la locura. ¡Abróchense los cinturones que partimos al surrealismo!
Señor Dalí, es todo un honor que nos reciba para poder conocerlo mejor. Muchas gracias, estoy seguro de ello.
¿Qué recuerdos guarda de su infancia y juventud? Mis padres tuvieron un hijo anterior a mí, llamado también Salvador, quien murió antes de cumplir los dos años, justamente nueve meses antes de que yo naciera. Mis padres me llevaron a su tumba a los cinco años de edad y me dijeron que era su reencarnación, algo de lo que estoy seguro. Ya desde pequeño empecé a hacer todo tipo de excentricidades para diferenciarme del otro Salvador Dalí, y poder superarlo. Nos parecíamos como dos gotas de agua, pero dábamos reflejos diferentes. Mi hermano era probablemente una primera visión de mí mismo, pero según una concepción demasiado absoluta. A los seis años quería ser cocinero, a los siete quería ser Napoleón. Mi ambición no ha hecho más que crecer; ahora sólo quiero ser Salvador Dalí y nada más. Por otra parte, esto es muy difícil, ya que, a medida que me acerco a Salvador Dalí, él se aleja de mí También tuve una hermana, Anna María, cuatro años más joven que yo. En mi infancia, trabé amistad con futuros jugadores del F.C. Barcelona, como Emilio Sagi Liñán o Josep Samitier. En época de vacaciones, en Cadaqués, pasábamos mucho tiempo jugando al fútbol. Mi madre, Felipa Domènech, murió en 1921 debido a un cáncer de útero, cuando yo tenía 16 años. Este fue el golpe más fuerte que he One Stop 63
Índice recibido en mi vida. La adoraba. No podía resignarme a la pérdida del ser con quien contaba para hacer invisibles las inevitables manchas de mi alma. Al poco, mi padre contrajo matrimonio con la hermana de mi madre, algo que nunca aprobé.
Según tenemos entendido, estudió en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, en Madrid. Cierto, aunque nunca llegué a licenciarme ya que fui expulsado antes de terminar mis estudios. Rechacé realizar un examen final alegando que ninguno de los profesores de la escuela era competente para juzgarme, ya que yo sabía más que ellos. Como mi padre financiaba mis gastos hasta que obtuviera el título, y yo tenía planes de marchar a París, hubo quien dijo que mis razones eran más económicas que ideológicas. Lo dejo a su juicio. A pesar de todo, eso no me privó de colaborar en 1946 con Walt Disney realizando el cortometraje de animación Destino, basado en una canción de Armando Rodríguez. Tan sólo se grabaron veinte segundos y se quedó olvidado en un cajón por problemas económicos hasta que, en 2003, el sobrino de Walt Disney decidió terminarlo partiendo de mis dibujos y bocetos. La empresa Chupa Chups también me pidió que diseñara un nuevo logo y les sugerí que el logo debía estar en la parte de arriba del caramelo, de manera que fuera siempre visible.
Uno de los rasgos más característicos de su personalidad es su bigote, ¿qué le inspiró? 64 One Stop
Índice Mi extravagante bigote tiene su inspiración en dos personajes: Josep Margarit, un militar catalán cuyo retrato colgaba en mi casa paterna, y Diego Velázquez, el maestro pintor andaluz muy admirado por mí.
Su elemento decorativo por excelencia es el huevo, ¿a qué se debe? Para mí, representa la esperanza, el amor, la vida preuterina y el recuerdo de que soy la copia de mi hermano fallecido. Y tanto es así, que es el que corona tanto el museo en Figueres como mi casa-museo en Portlligat.
¿Qué nos puede decir sobre la amistad? Mis amistades están en todos los campos y estamentos de la sociedad, desde colegas pintores, pasando por músicos, artistas, personalidades y políticos. Una de mis amistades más longevas, desde que éramos estudiantes, fue con Federico García Lorca, el cual se enamoró perdidamente de mí. Después de varios años de correspondencia entre ambos, acabé rechazándolo, aunque también reconozco que hubo una buena dosis de flirteo por mi parte. Algunas cartas aún las conservo, otras fueron destruidas a causa de los celos de Gala.
Si hablamos de amor, ¿hablamos de Gala? Por supuesto. Conocí a Gala cuando todavía estaba casada con mi amigo, el poeta francés Paul Eluard. Sin embargo, mi colega no se tomó mal la noticia (al contrario, incluso hizo de testigo en nuestra boda), pero mi padre desaprobaba el hecho de que Gala fuera madre y diez años mayor que yo, y llegó a desheredarme. Antes de nuestra primera cita, sufrí un accidente cuando me estaba afeitando las axilas, y con mi sangre decidí untarme el cuerpo, One Stop 65
Índice añadiendo estiércol de cabra y aceite. Una manera no muy romántica de causar una buena impresión. Aún así, Gala se enamoró de mí. Fue mi gran amor y mi musa. Su sueño era vivir en un castillo en la Toscana, y mandé a construir uno, pero en Púbol, para que tuviera más intimidad para pasar el tiempo con sus amantes. Y ella sólo me permitía visitarla mediante una invitación por escrito. Allí es donde está enterrada. Gala odiaba los radiadores, tanto que los tapaba como podía con muebles o embellecedores. Lo que menos le gustaba del castillo de Púbol era un cuarto con dos radiadores separados por una puerta. Me pidió que dibujara algo bonito en ella y pinté una copia hiperrealista de esos dos radiadores en la puerta. Tras su muerte en 1982, intenté suicidarme, aunque mi intención era entrar en un estado de animación suspendida como algunas bacterias. Ese mismo año y, viendo mi futura muerte, legué al Estado Español toda mi obra.
Háblenos de sus mascotas. En los años 60, tuve un ocelote, y me paseaba por el mundo con mi inseparable Babou, un espectacular felino que llevaba hasta a los restaurantes. Cuando los comensales expresaban su temor ante el animal salvaje, les explicaba muy tranquilo que Babou no era más que un gato normal que yo había pintado con un diseño pop-art. También tuve un oso hormiguero como mascota y lo sacaba a pasear por las calles de París de vez en cuando.
¿Qué les diría a aquellas personas que dicen que la modestia no es su principal virtud? Lo único de lo que el mundo no se cansará nunca es de mi exageración. No es que sea bueno, pero los otros son tan malos que la comparación se revela imposible. Que no 66 One Stop
Índice conozcan el significado de mi arte, no significa que no lo tenga. El que quiere interesar a los demás tiene que provocarlos. Sólo hay dos cosas malas que pueden pasarte en la vida, ser Pablo Picasso o no ser Salvador Dalí.
¿Teme a la soledad? Nunca estoy solo. Tengo la costumbre de estar siempre con Salvador Dalí. Créame, eso es una fiesta permanente.
¿Le tiene miedo a la muerte? Ya tuve una experiencia con ella, durante la Exposición Internacional Surrealista de Londres, en 1936. Ofrecí una multitudinaria conferencia ataviado con un traje de buceo antiguo con el que quise representar mi existencia en el fondo del mar del subconsciente. En medio del acto, comencé a gesticular exageradamente, algo que a los presentes no les extrañó del todo teniendo en cuenta mi histriónico carácter. Pero las muecas se debían a la falta de aire. Por suerte, el poeta David Gascoyne, también presente, fue a mi rescate con la llave del traje justo cuando estaba al borde del desmayo. Creo que la vida debe ser una fiesta continua. Muchas personas no cumplen los ochenta porque intentan durante demasiado tiempo quedarse en los cuarenta. El tiempo es una de las pocas cosas importantes que nos quedan. Con el legado de mi obra sé que, si muero, no moriré del todo.
¿Es cierto que fue sometido a un juicio por sus ideas políticas? En 1934, debido a mis confusas inclinaciones políticas entre otras cosas, había empezado a perder prestigio dentro del grupo de surrealistas en el que me movía, y fui sometido al “juicio surrealista”, a razón del cual fui expulsado del One Stop 67
Índice movimiento. Yo me limité a responder: “No podéis expulsarme porque ¡yo soy el surrealismo!”. El surrealismo es destructivo, pero destruye sólo lo que considera que limita nuestra visión.
También se le ha acusado de ser excesivamente apasionado por el dinero. En 1939, André Bretón, líder del movimiento surrealista, reordenando las letras de mi nombre, escribió el anagrama “Avida Dollars”, para criticar mi pasión por el dinero. Algunos de los surrealistas empezaron a hablar de mí en tiempo pasado, como si ya hubiera muerto. Considero que no es cierto. La prueba es que, en los años 60, el alcalde de Figueres me invitó a que le regalara una obra para el museo local, y regalé un museo entero. En 1982, el rey Juan Carlos I me concedió el título de Marqués de Púbol, y se lo agradecí con un dibujo titulado Cabeza de Europa. Ese mismo año firmé mi testamento, en el que el Estado Español sería el heredero universal de mi obra. Sí es cierto que tengo un método para que no me cobren los cheques: cuando salgo a comer, después de consumir los platos más caros que los restaurantes me pueden ofrecer, llegado el momento de pagar, pido la cuenta, saco uno de mis cheques en los que anoto el monto y lo firmo, pero antes de entregar el cheque lo volteo, hago un dibujo en el reverso y lo autografío. Sé que el dueño del restaurante no cobrará el cheque, sino que lo guardará, lo pondrá en un marco y lo expondrá en el mejor lugar del restaurante: Un Dalí original.
Lo llaman loco y excéntrico. ¿Qué tiene que alegar? En una ocasión visité un 68 One Stop
Índice centro para enfermos mentales en París. Mientras el director me enseñaba cada uno de los cuartos, me asomaba, examinaba al paciente y exclamaba “poco interesante”. En el último cuarto vi la imagen de un hombre despeinado y con ojos desorbitados. Me llamó la atención y, ante la mirada de aquel hombre loco, exclamé: “Este, este, este, este es un loco genial, se le nota enseguida”. El director del psiquiátrico me contestó: “Pero, señor Dalí, aquí no hay nadie, observe usted que está ante el espejo de un armario”. La única diferencia entre un loco y yo es que el loco cree que no lo está, mientras yo sé que lo estoy. Declaro la independencia de la imaginación y el derecho del hombre a su propia locura. El payaso no soy yo, sino esa sociedad tan monstruosamente cínica e inconscientemente ingenua que interpreta un papel de seria para disfrazar su locura.
¿Qué opina de aquellas personas que no son afines a su obra o a su persona? Es curioso, a mí me interesa mucho más hablar o estar en contacto con la gente que piensa lo contrario de lo que yo pienso, que de los que piensan lo mismo que pienso yo.
Para terminar, queremos agradecer su atención y nos gustaría que diera algún consejo para los jóvenes que empiezan sus obras ahora. One Stop 69
Índice Sin una audiencia, sin la presencia de espectadores, esas joyas no alcanzarían la función para la cual fueron creadas. El espectador, por tanto, es el artista final. Su vista, corazón, mente —con una mayor o menor capacidad para entender la intención del creador— da vida a las joyas. El verdadero pintor es aquel que es capaz de pintar escenas extraordinarias en medio de un desierto vacío. El verdadero pintor es aquel que es capaz de pintar pacientemente una pera rodeado de los tumultos de la historia. Una pintura es una fotografía hecha a mano.
Salvador Dalí falleció el 19 de enero de 1989, mientras escuchaba su música favorita, Tristán e Isolda, de Richard Wagner. Aunque se comunicó que fue enterrado en la cripta del museo de Figueres, se cree que yace a la derecha de su amada, como siempre decía, en el castillo de Púbol.
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Índice
Pensamientos en voz alta
Carlos Javier Jarquín Carlos, o como lo llaman, el chico poeta, vive en San José de Costa Rica, ha estudiado Lengua y Literatura Española en UNAN-Managua; actualmente estudia inglés. Es articulista en la prensa Nicaragüa, en El Diario Extra de Costa Rica, en la prensa libre Costa Rica, en la prensa Panamá, en el Coronadeño de Coronado, en el periódico La Estrella de Panamá y en el de San Salvador llamado El mundo.
Seamos adictos a perseguir nuestros sueños
Recientemente me llamó una amiga, ella tiene treinta años, es una gran profesional y muy simpática, pero sus pensamientos están en plena oscurana, no haya que hacer, tiene dos años de no tener empleo y está viviendo con su ‘marido’ por conveniencia plural. Me dijo: “Dime qué hago para ser famosa y tener dinero, me encuentro desesperada por no tener trabajo”. Todos, casi a diario, escuchamos o leemos esa clase de comentarios. Nunca inventes excusas como estas: “Es que no he estudiado”, “es que mis padres me abandonaron desde muy niño”, “ese trabajo no me gusta”, “es que él tiene suerte”, “mira, ella es bonita y se acostó One Stop 71
Índice con el jefe para que la subieran de puesto”, etc. Si quieres tener éxito, abandona el miedo y olvídate de los pretextos, jamás adoptes palabras o pensamientos ineptos. Ya eres adulto, trabaja por lo que deseas; para vivir el esplendor de tus objetivos en grande, tendrás que vencer gigantes e innumerables obstáculos. Para ser exitoso en lo que más deseamos, tenemos que ser sumamente organizados con el tiempo, sentimientos, emociones y pensamientos. Tenemos que ser dedicados y apasionados por lo que realmente queremos lograr, concentrémonos dulcemente por convertir nuestra idea en maravillosa realidad. Desistir de nuestra meta en el primer intento es dejar de respirar, tus fracasos los puedes contar, pero si triunfas, tus éxitos serán incontables. No te rindas en los primeros intentos, todos los grandes triunfadores nos han demostrado que vale la pena insistir. Si deseas ser triunfador, estudia a los triunfadores; si no lo haces, automáticamente te estás sumando a los fracasados. Seamos adictos a perseguir nuestros sueños, seamos adictos por hacer lo mejor, seamos adictos por decorar con lujo nuestro legado. ¿Cómo deseas ser recordado el día que estés ausente físicamente de este mundo? No permitas que tu recuerdo sea como el rastro de las aves en el espacio, lucha por ser el más recordado genuinamente de tu generación, de tu pueblo, ciudad, región, país y por qué no del mundo. No seas como muchos que, a los pocos meses de fallecidos, los más cercanos vecinos no recuerdan quién fue, ni cómo fue y en ocasiones ni el nombre recuerdan. Debes diseñar mil formas de ser recordado y no mil formas de ser olvidado, tu huella por el mundo terrenal tiene que darle brillo a tu descendencia. 72 One Stop
Ă?ndice No desperdicies el privilegio de tu existir, invierte en lo productivo, lee libros de exquisitos contenidos. Nuestro presente tecnolĂłgico es fabuloso gracias a las personas que se ocuparon y preocuparon para que nosotros viviĂŠsemos con mejores condiciones, lo que hicieron ellos es extraordinario, nosotros tenemos que comprometernos por dejarles buen legado a las venideras generaciones.
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Índice
Leyendas
Carmen María Avivar Subdirectora y coordinadora de contenidos de la revista One Stop. Licenciada en Ciencias Económicas y Empresariales. Másters en márketing, publicidad y recursos humanos. Administradora del blog “Alhendín eres tú”, Community Manager, formadora de formadores
LEYENDAS DE LA INDIA: UN TRIBUTO AL AMOR . Cuando oímos hablar de la India, lo primero que viene a nuestra mente es el Taj Mahal, y pensamos en una de las construcciones más famosas y hermosas de todos los tiempos, el símbolo turístico por excelencia de la India que, por algo, es una de las Siete Maravillas del Mundo Moderno. Su belleza es razón suficiente para que todo el mundo se quede boquiabierto al contemplarlo, pero sin duda su fama se ha visto aumentada gracias a la hermosa leyenda de amor que rodea a su creación. Lo primero que debemos saber es que el Taj Mahal, también llamado Palacio de la Corona, es un mausoleo, es decir, un monumento funerario, porque cubre una tumba. 74 One Stop
Índice Se encuentra en Agra, una ciudad al norte de la India. Por sus dimensiones, perfección y hermosura, se trata del mausoleo más famoso del mundo, además de estar considerada la obra arquitectónica más importante del arte islámico, y la más bella construcción realizada por amor. Aunque cuando alguien nombra el Taj Mahal nos viene a la mente el impresionante mausoleo, que es el edificio principal, en realidad, se trata de un recinto amurallado al que se accede por una gran puerta. Dentro de este enorme espacio hay más construcciones, como dos edificios gemelos más pequeños: una mezquita para rezar y otro que se usaba como hospedería para los peregrinos. También son increíbles los enormes jardines, atravesados por canales de agua que confluyen en un gran estanque central. Embellecen el entorno, sirven de espejo al mausoleo y, de paso, riegan las plantas. Todo el complejo se caracteriza por el orden y la simetría tanto en las construcciones como en los jardines. Todo está perfectamente organizado, dividido en cuadrantes y diseñado de forma geométrica. El mausoleo se eleva sobre una gran plataforma con cuatro estilizados minaretes (torres) que tienen una función decorativa. Aunque a simple vista no lo parezca, el gran edificio Taj Mahal es un cuadrado, pero como en sus esquinas se han rebajado sus aristas, recuerda a un octógono. En el centro del mausoleo, bajo la cúpula con forma de bulbo, se encuentran las tumbas de los dos enamorados. Las obras de construcción comenzaron en el año 1630. Por aquel entonces, la India estaba dominada por el Imperio Mogol y la ciudad de Agra era la capital oficial de este inmenso Imperio. El emperador Sha Jahan fue quien lo mandó a construir en honor a su querida esposa, Mumtaz Mahal. Para Sha Jahan, el mausoleo tenía que ser el más increíble y majestuoso del One Stop 75
Índice mundo. La historia se remonta a 23 años antes, es decir, a 1607. Por aquel entonces, el emperador era todavía un joven príncipe de quince años con toda la vida por delante. Cuenta la leyenda que un día, por casualidad, conoció en el mercado de Agra a una bella muchacha que estaba probándose un collar de diamantes. En cuanto la vio se enamoró perdidamente de ella y quiso convertirla en su esposa lo antes posible. Pero no lo tuvo nada fácil. Los astrólogos de la corte observaron el cielo y le dijeron que se olvidara de las prisas pues, según sus cálculos y predicciones, no era el momento propicio si quería que su matrimonio fuese feliz y duradero. Al príncipe no le quedó más remedio que aceptarlo. En contra de sus deseos, se armó de paciencia y tuvo que esperar cinco largos años para casarse con su amada. Para entonces y, a pesar de que tenía solamente veinte años, ya se había casado con otra mujer, así que Mumtaz Mahal se convirtió, en realidad, en su segunda esposa y, de hecho, Sha Jahan se casó dos veces más, pero durante toda su vida sólo estuvo enamorado de una de ellas: la bella y buena Mumtaz Mahal, quien contempló enamorada y feliz cómo en 1628, su esposo subía al trono para convertirse en el emperador. Entre ellos todo fue a las mil maravillas durante diecinueve años, pero un fatídico día, mientras daba a luz a su decimocuarto hijo, Mumtaz Mahal enfermó y murió. Dicen que sus últimas palabras fueron pedirle a su esposo cuatro deseos: que fuera un buen padre, que se casara otra vez, que construyera una tumba para ella y que, cada año, en el aniversario de su muerte, fuera a visitarla. El pobre Sha Jahan se quedó destrozado. Tan grande era su tristeza que se encerró en su palacio —la fortaleza conocida como Fuerte Rojo de Agra— y durante muchos meses vivió aislado del mundo y de la gente porque ya nada le importaba. Tardó mucho tiempo en superar el dolor y en recuperar la ilusión 76 One Stop
Índice de vivir, pero cuando volvió a verse con fuerzas, tomó la decisión de satisfacer ese último deseo de su mujer. Mumtaz Mahal descansaría para siempre en una tumba construida especialmente para ella. Tanto la había querido y tanto la echaba de menos que no se conformó con algo sencillo, sino todo lo contrario: se esforzó al máximo para que fuera la más hermosa que nadie pudiera imaginar. De esa promesa y ese sueño, nació el Taj Mahal. El emperador tuvo muy claro desde el principio lo que quería y no escatimó ni una sola moneda en su gran proyecto. El resultado fue espectacular. Eso sí, se necesitaron más de 20.000 personas trabajando día y noche y unos veintidós años para terminarlo. Aunque fue construido con ladrillo, se recubrió de un magnífico mármol blanco que fue transportado por cientos de elefantes hasta su destino. Después, se decoró finamente con todo tipo de piedras preciosas traídas desde los lugares más remotos y exóticos del mundo. Todo era poco para el lugar de reposo de su amada, incluso se desvió el río Yamuna para que el Taj Mahal pudiera reflejarse en sus aguas. Y allí, tras dos décadas de construcción fue enterrada Mumtaz Mahal. A poco de terminar la obra, Sha Jahan cayó enfermo y varios de sus hijos se enfrentaron entre sí por ocupar el trono. El vencedor fue Aurangzeb, quien en cuanto se puso la corona, encerró a su padre y lo convirtió en su prisionero. Jamás le permitió salir de su propia casa durante nueve años. Se dice que pasó el resto de sus días mirando por la ventana el Taj Mahal. En su lecho de muerte ordenó poner un espejo para poder mirarlo mientras se apagaba su vida. Después de su muerte, Aurangzeb lo sepultó en el mausoleo al lado de su esposa, y generó así la única ruptura de la perfecta simetría del conjunto. Desde entonces, reposa para siempre bajo la gran cúpula, junto a su amada Mumtaz Mahal. Una vieja tradición popular sostiene que el emperador Shah Jahan quería construir su propio mausoleo en la ribera opuesta del río Yamuna, a imagen y semejanza del de su esposa, pero reemplazando el mármol One Stop 77
Índice blanco por negro, para después unir ambos mediante un puente de oro. Unos dicen que este Taj Mahal negro se construyó y después fue destruido, otros cuentan que jamás existió, ya que el emperador murió antes de ver su sueño cumplido. Los arqueólogos han denominado a este segundo Taj, como el “Mahtab Bagh” o “Jardín de la luz de luna”. Sea como fuere, frente al Taj Mahal, al otro lado del río Yamuna, se puede pasear por unos jardines gemelos a los del mausoleo de Mumtaz Mahal en los cuales hay un estanque, ahora vacío. En las noches de luna llena, cuando esta se posa sobre el espléndido edificio, se proyecta una sombra en el agua: el perfecto reflejo del Taj Mahal en color negro.
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Salud
ACEPTAR TU EDAD: MÁS DIFÍCIL DE LO QUE TE IMAGINAS En mi consulta diaria, debo realizar una historia clínica de cada paciente, con objeto de integrarla a su expediente, y hago una pregunta obligada: la edad de cada uno de estos pacientes. Yo no tengo por qué dudar de la edad que me dicen, pero en mi programa de historia clínica existe un inciso que es anotar la fecha de nacimiento de cada uno de esos pacientes, y aquí es donde me doy cuenta de que la edad que me dijeron inicialmente en nada concuerda con la fecha de nacimiento de esa persona. Sí, efectivamente, querido lector. Se anotan menos edad de la que en realidad tienen. Y pensará usted que son mujeres como el caso único, pues no, es en ambos sexos, hombres y mujeres decimos menos edad de la que realmente tenemos. Esto me ha llevado a pensar en lo difícil y pesado que es para cada ser humano entender y aceptar su edad. Entender que el padre tiempo va haciendo estragos no sólo en su cabello, con las canas, en su piel con las arrugas, en su vista, en sus articulaciones, en fin, en todo el cuerpo. Se va perdiendo agilidad, no sólo física, también mental. Notamos la falta de fuerza y agilidad, movimientos más lentos y, en cierto modo, One Stop 79
Índice hasta torpes. Sí lo notamos, sí lo percibimos, pero de eso a que lo aceptemos, sí está difícil. Debemos entender, no sólo con valor, sino hasta con cierta resignación, que el padre tiempo está cobrando sus facturas en nuestros cuerpos. Nos agrega experiencia, nos agrega conocimientos, pero nos resta agilidad, salud, y sobre todo juventud. ¿Por qué engañar a otros con la edad que realmente tenemos? Pues para engañarnos a nosotros mismos. Nos gusta creer que somos más jóvenes, nos gusta que aún nos vean como éramos antes; difícil, ¿no lo cree? El tiempo pasa y no perdona, irá haciendo su labor de daño, de deterioro en cada cuerpo. ¿Por qué hacemos un estereotipo de la vejez? La razón es la imagen que nos hemos creado mentalmente de esa vejez. Asumimos en el pensamiento como a un viejo, a un ser humano que no ve bien, que no camina bien, que es sucio y mal oliente, que camina lento, encorvado, y que no puede bastarse a sí mismo. Es cierto, es la manera en que estereotipamos a la vejez, y nos da miedo llegar a ella, nos resistimos a afrontar que ese cambio se dará con nuestro consentimiento y sin él: el tiempo pasa y nos cobrará su paso. Desde el nacimiento, cada año que cumplimos lo festejamos y nos damos cuenta de que estamos mejorando, de que llegaremos a nuestro mejor potencial conforme avancemos en edad. Pero, llegando a los cincuenta años, esa alegría y gusto por celebrar un año más se trasforma en angustia, ya que en realidad es un año menos, y es cuando notamos que nuestro cuerpo, que era todo ascenso y mejorías, tiende a ser a la inversa, va siempre hacia abajo, deteriorándose paulatina y progresivamente hacia la vejez. «Aceptar que nos hemos hecho mayores es un proceso complejo porque implica reconocer, por ejemplo, que hemos dejado pasar el tiempo sin realizar los proyectos que una vez soñamos, que la vida ha transcurrido mientras hacíamos planes y que cada vez queda menos tiempo para cumplirlos». Hay un párrafo escrito por la psicóloga mexicana Martha Pardo García acerca de la edad adulta y cómo nos damos cuenta de que el tiempo pasó y no hicimos lo que debimos haber hecho, con esa crueldad que sólo el tiempo nos otorga, y todo 80 One Stop
Índice esto nos tiende a deprimir. Entender que hice lo que debí haber hecho, si no lo hice, me deprimiré y no aceptaré el cambio. No vemos ya con la claridad que veíamos antes, oímos menos y con cierta dificultad, ya nos cansamos al subir una cuesta por pequeña que sea, sentimos cómo la vida se nos va escapando del cuerpo, y eso, eso da miedo, porque no podemos evitarlo, es un tren que no para su marcha. Aceptar los cambios con madurez y valor no es fácil, pero debemos hacerlo por salud. Entender lo vivido y las experiencias que has ganado te ponen en un área en la que ya no buscarás sobresalir en todo, aprenderás a cambiar lo que puedes cambiar, a aceptar lo que debes aceptar, pero lo mejor de todo, tendrás la suficiente entereza para discernir entre estas dos posibilidades, ya que no te empecinarás en querer cambiar cosas que ya sabes que nunca vas a cambiar. Llámalo madurez, sensibilidad, sentido común, llámale como quieras, eso sólo te lo da la edad y el haber chocado con más de cien obstáculos en tu vida, y en todos haber logrado salir adelante. Te darás cuenta de que escoges mejor a tus amistades, ya no estás para presumir, quieres amigos que hablen lo mismo que tú, que tengan los mismos gustos que tú y que no sea esa eterna competencia de quién tiene más que el otro, ya no permitirás rodearte de gente tóxica, pondrás límites más claros y, sobre todo, podrás correr atrás de tus ideales, por el hecho de estar vivo. No serás el único que tenga sueños que ya no podrás alcanzar, pero los que cumpliste, vaya que los cumpliste adecuadamente. Deja de sufrir por lo que no fuiste, o tal vez no hiciste, mejor disfruta con calma, sano, y aprovechando lo que haces, para que la recta final de tu vida sea un legado a las generaciones que se quedarán en esta tierra. Ya no aprenderás a tocar el piano como un virtuoso a los sesenta años, pero sí podrás disfrutar todas las obras de piano que quieras oír; harás el intento de aprenderlo, lo lograrás, sí, pero esa artritis y esa falta de flexibilidad en tus dedos te impedirá tocar varias piezas que sólo manos jóvenes pueden tocar. Pero que te quede claro que tocaste la mejor sinfonía en la que podías participar: tu propia vida.
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Sin palabras
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V Ă c t o r S i e n a
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Victor Siena
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Índice Paula García
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Índice Paula García
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Dando qué pensar
Subdirectora y coordinadora de contenidos de la revista One Stop. Licenciada en Ciencias Económicas y Empresariales, Másters en Márketing, publicidad y recursos humanos. Administradora del blog “Alhendín eres tú”, Community Manager, formadora de formadores.
VUELTA AL COLE
Después de un verano de disfrutar y descansar, vuelve septiembre con el final de las vacaciones y la vuelta al cole. Algunos padres lo estaban pidiendo a gritos; unos, por la desesperación y el estrés de tener a los niños todo el día dando la lata y aburridos; otros, simplemente por la conciliación familiar, ya que el trabajo impide poder estar con ellos y hay que tenerlos apuntados a campamentos o echar mano de los abuelos, familiares y demás, para que puedan estar atendidos. Pero, claro, vuelve el cole y otra vez las prisas, el estrés, los madrugones con peleas mañaneras... y de nuevo los horarios. En estos momentos vuelve a plantearse el tema de la conciliación familiar y laboral, y tenemos que apuntar a los niños a mil y una actividades extraescolares (aunque he de decir que en muchas ocasiones no es por tema de horarios de trabajo, conozco muchos casos en los que simplemente es por «quitarse a los peques de casa»). Ya sabéis que, como siempre digo, lo que expreso aquí es mi humilde opinión y en ningún caso pretendo tener la razón absoluta, ni crear 86 One Stop
Índice polémica entre los que no estén de acuerdo. Como antes decía, hay familias que necesitan las extraescolares para poder conciliar la vida familiar y laboral. Este tema sigue siendo una asignatura pendiente y casi una utopía en España, ya que los horarios laborales y escolares difícilmente suelen ir a la par. Algunos padres consideran que sus hijos deben hacer una serie de actividades extraescolares para completar su currículum, formación y habilidades. Otros, simplemente por la competitividad y poder decir mis hijos más que nadie Y como ya he comentado, los hay quienes entienden las extraescolares como una opción para tener a sus hijos entretenidos y disfrutar de un tiempo libre sin ellos. Hay niños con múltiples intereses, curiosidades, aptitudes, habilidades, ganas de hacer o de aprender, que sólo las pueden cubrir realizando estas actividades. Es decir, las razones para que los niños realicen actividades extraescolares pueden ser variadas y, personalmente, tengo claro que no soy nadie para cuestionarlas. Tampoco es cómodo llevarlos corriendo de un lado a otro, que si coche, que si autobús, que si no llegamos, que si tengo que esperar aquí tres cuartos de hora porque no me da tiempo a ir y volver... En mi opinión, está muy bien que los niños realicen actividades extraescolares que sean de tipo lúdico, para que puedan desconectar un poco del estrés del estudio, pero teniendo en cuenta y respetando sus gustos y aficiones. No porque al padre le guste el fútbol, baloncesto, tenis, o cualquier otro tipo de deporte, significa que al niño también le tenga que gustar; o en el caso generalizado de las niñas, tampoco es obligatorio que les tenga que gustar el ballet o la gimnasia rítmica. Si a la niña le gusta el fútbol, adelante, y si al niño, la gimnasia rítmica, por qué no. Incluso hay niños a los que no les atrae ningún deporte y prefieren ir a clases de pintura o simplemente quedarse en casa leyendo un libro. Por favor, respetemos sus gustos. Si queremos tener adultos responsables y respetuosos, empecemos dando el ejemplo y respetando sus propios One Stop 87
Índice gustos. También están los padres que deciden apuntarlos a clases de apoyo, a inglés, alemán y chino. Si el niño realmente necesita apoyo escolar, me parece magnífico buscar ayuda, pero... un niño que estudia, saca buenas notas y pasa un promedio de cinco horas de clase al día, más los deberes, más estudiar, ¿de verdad creéis necesario que debe pasar más horas de clase por el mero hecho de poder decir «mi hijo va clases de...»? La infancia sólo se vive una vez. Dejemos que disfruten de su niñez, de sus juegos, que salgan a la calle a jugar, que se relacionen con otros niños y se llenen de tierra y barro y se rían, y se caigan y se raspen las rodillas y salten con sus bicis... que sean niños. ¿Por qué nos empeñamos en que sepan hablar perfectamente inglés o cualquier otro idioma, cuando hasta licenciados universitarios no saben hacer uso correcto del lenguaje castellano? Centrémonos en aprender correctamente nuestro idioma y después se verá con los demás. Me parece muy grave ver cómo cada vez hay más faltas de ortografía entre los jóvenes, y no me refiero a jóvenes cualquiera, a jóvenes que han terminado sus carreras universitarias, que no saben ni redactar una carta, y que sangran los ojos al ver las terribles faltas de ortografía. Pero, eso sí, no les dan el título si no tienen el B1 de inglés, que es muy importante. Que yo no digo que el saber idiomas no sea importante, no se me malinterprete. Pero creo que se nos ha ido un poco de las manos este tema, queriendo tener jóvenes bilingües, cuando en realidad no saben ni castellano correctamente. Si por mí fuera, para obtener una titulación universitaria no pediría el B1 en inglés, simplemente exigiría una ortografía impecable. Lo mismo pasa con el tema de la música. Muchos son los padres que presumen de tener a sus hijos en el conservatorio o escuela de música aprendiendo a tocar cualquier instrumento. Todos sabemos que no siempre que se entra en el conservatorio se puede elegir el instrumento deseado, eso va en función de las plazas y de la nota de acceso. Con lo que un niño al que le gusta la música 88 One Stop
Índice y le gusta el violín, por ejemplo, puede terminar tocando el clarinete, que no se parece en nada a lo que le gustaba, pero... «mi hijo está en el conservatorio». Si no puede estudiar el instrumento que le gusta, ¿para qué va? En definitiva, si es necesario dar clases de apoyo, adelante, pero si no lo es, dejemos que elijan sus propias actividades y si no les gusta ninguna, pues también. Que disfruten, que vivan y que no sea con el estrés a que estamos acostumbrados los mayores. Que estamos educando niños estresados para que sean adultos aún más estresados, y se está perdiendo la esencia de pasear por las calles, parques y demás, por el mero hecho de disfrutar del aire libre y no tener que ir corriendo continuamente. Por supuesto que este tipo de actividades tienen sus puntos positivos para los niños: Tienen la posibilidad de probar cosas nuevas y descubrir gustos, aficiones e incluso talentos que no creían tener; desarrollan aptitudes o habilidades en campos que no se trabajan en la escuela; se forman en competencias útiles para su futuro; diversifican sus relaciones sociales, teniendo la posibilidad de conocer y contactar con gente diferente y crear nuevas redes de amistades; aprenden a organizar y gestionar su tiempo de ocio; adquieren compromisos y responsabilidades con respecto a la asistencia, cumplimiento de horarios y tareas que las actividades impliquen; toman decisiones sobre aquello que les gusta o les puede reportar algún beneficio, y lo que no, en algunos casos. Pero también nos encontramos con cosas menos positivas: Limitación del tiempo libre y de ocio; difícil coordinación entre los horarios de las diferentes actividades, sobre todo, si tienes dos o más hijos; nivel de exigencia importante en actividades que imponen una enseñanza reglada; el tiempo que se emplea en One Stop 89
Índice desplazamientos, esperas y demás . Pero lo más importante es tener en cuenta determinados criterios a la hora de elegir actividades extraescolares. Que atraigan sus intereses, que fomenten sus pasiones, habilidades y capacidades. Que realmente aporten valor positivo en su formación, de cara al futuro. Que haya horarios razonables y compatibles. Y, sobre todo, que sigan teniendo tiempo libre de ocio y descanso. No queremos recargar el tiempo de actividades que conviertan algo divertido o apasionante en algo insufrible, que aumente su nivel de cansancio y, por tanto, repercuta en su rendimiento. La vida se vive una vez, el tiempo es efímero y pasa volando. Aprovechémoslo y hagamos que nuestros hijos lo aprovechen también y lo valoren. No los saturemos si no es necesario. Si aprendemos a respetarlos a ellos, se convertirán en adultos respetuosos y, poco a poco, podremos ir cambiando esta sociedad. Sé que es difícil, pero... nunca imposible.
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Índice
Hablando de arte...
José Adelardo López Juliá Poeta y escritor nacido en Tetuán, reside en Granada. Su obra ha sido recitada y traducida a varios idiomas, y obtuvo su mayor reconocimiento en España y Marruecos. Dentro de su obra podemos destacar su libro: Un paseo por Granada, Los textos de la sinfonía del mar, el poema simbólico a Salvador Patón, los poemas del libro Baza, Capital del Altiplano, los textos y poemas de la colección Arte Actual, etc...
ECOS DEL QUIJOTE
El dibujo guarda el lenguaje interior de la infancia. Las cajas de lápices de colores atesoran aromas de esa época, un mundo de sueños, de cariño, de miseria o sorpresa. Las manos, aún torpes, intentan fijar en el bloc esa admiración por aquellos héroes, escenas familiares, paisajes naturales, el tiempo de los juegos. El hombre que elige el lenguaje de la plástica para acercarse al arte nunca debe olvidar el dibujo. Siempre será la base argumental, origen de las ideas, que por sí mismo constituye una obra completa. En el número anterior os hablé del gran artista Eustaquio Segrelles, uno de los pintores contemporáneos de mayor prestigio y proyección internacional, One Stop 91
Índice y considero que merece un segundo artículo para dar a conocer una de sus obras cumbres, la ilustración del Quijote. Nació en Albaida (Valencia) en 1936. Realizó estudios en la Escuela de Bellas Artes de San Carlos y en la Academia de Pintura de Vicente Barreira, en Valencia (1950/54). Trabajó como dibujante para las editoriales Maga, Bardon Press, Selecciones Ilustradas y Bruguera (1955/72). Tiene una calle dedicada en La Eliana (Valencia). Es miembro de la Accademia Internazionale Greci-Marino, en Italia. En los primeros años de su trayectoria, realizó exposiciones en el Círculo Mercantil de Onteniente (1957), en el Círculo de Bellas Artes (1964) y en las Galerías San Vicente (1967, 70 y 72) de Valencia; también, en la Sala Athogar de Bilbao (1967, 68 y 71), en la Sala Eureka (1969) y en la Sala Alcón (1970, 72 y 73) de Madrid; además de hacerlo en el Círculo Mercantil de Zaragoza (1970) y en la Galería Derenzi de Castellón (1973), entre otras. Fue premiado en gran cantidad de certámenes de pintura (Ayuntamiento de Valencia, Feria de Algeciras, Pintores de África, diputación de Barcelona, Premio Karmam (Sevilla), Villa de Pego, etc.). Obtuvo becas para pintar en El Aiún (Sáhara) y en la Costa de Velázquez (Madrid), y para exponer en Nueva York y Copenhague. Desde la década de los setenta ha realizado innumerables exposiciones en galerías de arte de todo el mundo, entre las que destacan las realizadas en los siguientes lugares: Salón Cano y Sala Durán, en Madrid; Sala Noneli, Galerías Augusta y Galerías Mª Ángeles Plá, en Barcelona; Galerías M.D. Segrelles del Pilar, en Valencia; Galería Euroarte, en Lisboa; Galería Inter Atrium, en Porto; Cialarte-Claude Marumo, en París; Linda McAdoo Galleries, en Santa Fe ( EE.UU.); Eisenhauer Art Gallery, en Block Island-Rhode Island ( EE.UU.); Galarte Ali, en Amman (Jordania); en Miami, Sidney, Tokio. La intensa carrera de Eustaquio Segrelles es una clara y fructuosa trayectoria artística, una 92 One Stop
Índice imparable energía hacia la perfección y la maestría. En la madurez no da tregua a lienzos, telas, acotadas escenas enmarcadas, las cuales son más que una impronta estética de impresiones reales. Se apropia de personajes y figuras, mientras el pulso del pintor fluye desde la mente. Suelta la muñeca derecha, descargas de movimientos certeros de pincel impregnan con un flujo de colores el espacio que el cuadro revelará, donde la tradición, el trabajo y el esfuerzo se exhiben, siempre emergentes en su condición creativa magistral, desde un escaño al que solo, en vida reconocidos, los grandes genios acceden. Cada año, desde 2005, forma parte afianzada del protocolo en los premios Cervantes; es la manera de honrar a los premiados con un ejemplar numerado de la novela cumbre española, ilustrada por nuestro artista. Aunque parezca un sueño, cualquiera puede adquirir la edición de El Ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha editada por el Ayuntamiento de Alcalá de Henares y sentirse entre los galardonados con el Premio Cervantes. Son dos tomos en piel de una edición numerada de mil ejemplares, ilustrado por Eustaquio Segrelles con la reproducción de 42 láminas a todo color de óleos y más de 70 dibujos del autor valenciano.
Árbol (Dedicado a Don Miguel de Cervantes) Árbol, majestuoso arquitecto, escultor del viento y el espacio, minero de senderos subterráneos, músico de partituras de silencio.
Noble y leal, mereces el respeto de aquellos que te miran desde abajo, tú que firme al suelo creces alto, en la humilde sencillez de lo soberbio. Cada estación refleja en tu ramaje One Stop 93
Índice los colores del ciclo de la vida, en sinfonía de tonos ancestrales. Y en otoño, la savia ya dormida graba hojas con poemas estelares que abrazan a una tierra conmovida.
Gigantes Su ímpetu feroz contra el molino le lanzó por los aires destrozada, un asta hecha de cuero y de vil pino, la arroja maltrecha, desarmada. Se cruza la aventura en el camino, dispuesto la afronta entusiasmado, mas mordiendo el polvo, cual cretino, sirve de burla y mofa a los versados. Las agallas también en la locura ganan la admiración de los valientes cuando alguien se entrega sin mesura. Reconocer su orgullo al indigente, al juicioso analfabeto, su cordura, respetar a quienes son diferentes.
Soneto del caballero enamorado Vestida entre volantes de seda, aparece la doncella soñada, cual paloma de vuelo alada, sobre la luz que en la noche queda.
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Índice La guitarra al corazón se enreda, con arpegios de cuentos de hadas, sobre la ronca voz enamorada, entre cuerda, zambra y vereda. El embrujo nace en la fragua, que forja con amores al rojo sonidos con el canto del agua. El embrujo es el dulce sonrojo, cuando el viento besa su enagua, cual amante que abre el cerrojo. Burla a la fama Cansino, Rocinante cabalgaba, se abría un horizonte de amapolas, las extensas estepas de la Mancha enmarcaban de polvo su aureola. No conozco jamelgo con más fama, pese a que no entendiera de cabriolas, ni de salir triunfante en las batallas, ni gallardo trotar sobre las olas. Al contrario, en su lomo las costillas sobresalen cual tiras de pellejo, no aguantando el peso de la silla. Más que noble veterano era viejo, sus cuartos más que anca, cuchillas, y en la caza más que zorro, conejo.
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Ă?ndice
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Índice
Sabores de siempre
Carmen Vinuesa Aprende con Carmen a realizar recetas sencillas y de siempre.
SOPA DE AJO
Ingredientes para de cuatro a seis personas 1 ½ barra de pan del día anterior 1/2 vasito de aceite 2 cucharadas rasas de pimentón dulce 1 pizca de sal 2 pastillas de caldo 1 cabeza grande de ajos 1 pack de taquitos mini de jamón Huevos: 1 por persona Agua: de 2 a 3 litros (eso ya es a ojo)
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Índice Modo de hacerlo Cortamos el pan en trocitos. Pelamos los ajos y los cortamos en láminas. Ponemos el aceite a calentar y freímos los ajos (sólo hasta que estén rubios, con cuidado que no se nos vayan a quemar). En el mismo aceite y sin sacar los ajos, añadimos el pan y lo freímos también. Veremos que el pan ha absorbido todo el aceite, no pasa nada. Añadimos los taquitos de jamón y damos unas vueltas. Apagamos el fuego, añadimos el pimentón y damos otras vueltas (apagamos el fuego para que el pimentón no se nos queme y así evitar que se amargue). Por otro lado, ponemos una olla con agua y las pastillas de caldo a calentar. Cuando empiece a hervir, añadimos el refrito que hemos hecho anteriormente y dejamos hervir unos tres o cuatro minutos. Rectificamos de sal si es necesario. En la misma olla, cuajamos los huevos, uno por persona (los cuajamos poquito para que la yema se pueda diluir en la sopa) y lista para servir. Si nos cuesta cuajar todos los huevos juntos, los podemos cuajar en una olla más pequeña y hacerlo uno a uno, con la misma sopa.
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Índice
l i t n nfa
S
I n ó ecci
L I NT
N Ó CI
A F IN
C E PS
O T ES
ON
One Stop 99
Índice LORENA ORTEGA MOYA. 8 AÑOS ALHENDÍN (GRANADA)
EL MAGO DEL MAR Había una vez un mago que vivía en el fondo del mar. Un día sus amigos los peces lo llevaron a unos buzos que le pidieron que hiciera un conjuro mágico para crear una ola gigantesca para hacer surf. —Hola, amigos buzos, lo que me pedís es un poco difícil, pero intentaré conseguirlo. Tengo todos los ingredientes, pero necesitaré un poco de hierba fresca. Cuando tuvo todos los ingredientes necesarios los puso en un caldero mágico y dijo a los buzos: —Tenemos que esperar a que hierva y después cogeremos un poco de la poción en este tubo y la echaremos en la superficie del mar y veremos la ola más grande y bonita que haya en el mundo. Y todos lo pasaron muy bien jugando con la ola en la playa.
100 One Stop
Índice Diego Sanchez. 4 años. Huelva
One Stop 101
Ă?ndice Amelia Gonzalez. 8 aĂąos. Cadiz
102 One Stop
Índice Mª JOSÉ PEREA GRANADA- 11 AÑOS
HORMIGUITA
Hormiguita que vas encogida, cuida tu alma, cuida tu vida. Hormiguita de viaje atrasado, de carga pesada y sueño olvidado.
One Stop 103
Índice DANIEL LOPERA DANS MADRID- 8 AÑOS
La espada del poder
Había una vez dos superhéroes, uno peleaba muy bien y el otro era muy inteligente. Ellos tenían una misión: recuperar la espada del poder, entonces volaron hacia la base de los enemigos, llegaron a la puerta donde estaba la espada del poder y había unos rayos que activaban la alarma, pasaron por los rayos y activó la alarma y la puerta donde estaba la espada del poder. Vinieron los enemigos y mientras el inteligente abría la puerta el otro peleaba muy bien, terminaron, el inteligente abrió la puerta y el otro terminó con los enemigos. Agarraron la espada del poder y entonces vivieron felices para siempre.
104 One Stop
Índice CANDELA FERRÓN MARTÍN 9 AÑOS OTURA (GRANADA)
EL SUEÑO DE CANDELA Érase una vez una niña llamada Candela, de 9 años que vivía en un pueblecito con sus papás. A Candela le gustaba mucho leer y cuando fuera mayor quería ser médica. Una noche después de cenar se fue a dormir y empezó a soñar que era una gran doctora, que tenía que ayudar a dar a luz al bebé de su mamá; ella estaba muy nerviosa y de pronto un hada se le apareció y le dijo: «no tengas miedo que te voy a conceder un deseo». Cande se asustó mucho y comenzó a dar vueltas de un lado a otro sin parar. El hada le dijo: «¡Deja de dar vueltas y tranquilízate!». Entonces Candela pidió su deseo: que su hermanito naciera pronto y bien. El bebé fue un precioso niño, muy gordito y un poco llorón, al que llamaron Álvaro, como su papá. «Ya cumpliste tu deseo, ahora me tengo que ir», le dijo el hada. Y así los dos hermanos vivieron muuuuy felices para siempre con sus papás y Candela ayudaba mucho a mamá para cuidar del bebé. Y colorín colorado esta historia se ha acabado.
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Índice Paula García, 11 años Granada
Camila Todo comenzó con una niña llamada Camila que tenía 16 años. Es rubia, con unos ojos azules claros, es guapa y delgada. Ella es huérfana y desde pequeña ha vivido en un orfanato y ha sido maltratada por las monjas que la pegaban con un palo. Un día se escapó del orfanato y estuvo toda la noche en una parada de autobús. Al día siguiente vio a un hombre repartiendo folletos y en ellos se anunciaba un crucero. Camila consiguió entrar sin que la descubrieran. Fue a una de las excursiones en las que se hacía submarinismo, ella se despistó del grupo buceando y vio un barco hundido. Por dentro encontró un colgante con la foto de una mujer y cuando subió a la superficie se dio cuenta de que se habían ido sin ella. Ella siguió nadando y encontró una isla y allí pasó la noche. Al día siguiente descubrió una cabaña chica donde había un hombre rodeado de libros de ciencia por lo que ella supuso que era un científico. Ella aprovechó para que el hombre que se llamaba Fernando, investigara sobre la mujer de la foto que había en el colgante. Después de unas horas le dijo a Camila que era su madre y que murió en el Titanic. Camila había sobrevivido y como no tenía familia, la llevaron a un orfanato. Fernando tenía un submarino y los dos se fueron de la isla en el submarino. Cuando llegaron a Italia, Camila y Fernando se habían enamorado, se casaron y vivieron felices.
106 One Stop
Índice No mires, observa a tu alrededor la belleza que nos rodea
Fotografía de Víctor Siena One Stop 107