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ONE STOP SUPLEMENTO
María Beatriz Muñoz Ruiz: Directora Ejecutiva y Responsable de Diseño y Maquetación
Nos ha parecido interesante adentraros en el mundo de lo desconocido y de lo que conocemos muy bien pero cada día nos sorprende. El Universo es la totalidad del espacio y del tiempo, de todas las formas de la materia, la energía y el impulso. Muchas veces miramos al infinito cielo que nos cubre con un manto de estrellas y nos preguntamos qué habrá más allá, y si existirá la vida fuera de aquí. Según los estudios, la temperatura de nuestros planetas vecinos hace imposible la vida, pero... ¿Qué hay más allá? Nuestro planeta Tierra dentro de millones de años se destruirá, y los habitantes futuros buscarán nuevos planetas para habitarlos y sobrevivir ¿Quién nos dice que otro planeta no ha sufrido el problema al que nosotros tendremos que enfrentarnos? Ahí os dejo esas incognitas para que penséis en ellas.
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Colaboradores One Stop Un meteorito en Granada (M. Beatriz Muñoz).................. 4
Algo sobre los meteoritos (Rt line Sosa Sánchez) ................................................... 12
¿Quién mira ya las estrellas? (David Fernández Varón) ................................................... 17
En busca de un primer objetivo (Jaime Rodríguez) ........ 20
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aría Beatriz uñoz
Escritora de novela romántica, Directora de la resvista One Stop y responsable de diseño y maquetación.
Un meteorito cruzó toda la provincia de Granada en la noche del 11 de Diciembre. Este fenómeno, se ha logrado presenciar en las provincias de Málaga, Granada y Sevilla entre las diez y las once de la noche. El meteorito, según testigos presenciales, tendría un color verdoso y se habría dejado ver por casi todos los rincones de la provincia. Diversos pueblos del Cinturón de Granada, como Albolote o Atarfe, se llevaron un gran sobresalto alrededor de las 22:30 horas, cuando un gran estruendo hizo tambalear los cristales de las viviendas. Algunos periódicos como “Ideal” se hicieron eco de la noticia: Las ventanas temblaron. La bola de fuego surcó la noche y, en apenas un segundo, desapareció. Por la mañana ya se había identificado su origen: un trozo de asteroide del tamaño de una lavadora ardió al entrar en la atmósfera de la Tierra a 72.000 kilómetros por hora, se rompió provocando nuevas fulguraciones y, por último, se apagó y chocó contra el suelo. La Red Española de Investigación sobre Bólidos y Meteoritos –formada por astrónomos, químicos, matemáticos y sismólogos– ha tardado un par de 4 One Stop
días en afinar la localización del impacto. Hoy, un equipo inicia una batida en un área de unos 20 kilómetros cuadrados entre las provincias de Granada y Jaén. No quieren revelar cuántos son, el lugar exacto de la búsqueda ni el instrumental que emplearán. Quieren pasar desapercibidos: su objetivo es encontrar la piedra del espacio antes que los ‘cazameteoritos’, coleccionistas o mercaderes que podrían hurtar a los científicos una información valiosísima. «La caída de un meteorito es la versión barata de una misión espacial: como hemos determinado la trayectoria y la órbita de la que proviene, la roca nos trae a la Tierra un sinfín de información de su lugar de origen», explica José Luis Ortiz, investigador del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA)y miembro de la red. Sobre la Tierra llueven todos los días piedras venidas del espacio, a menudo procedentes del cinturón de asteroides entre las órbitas de Marte y Júpiter, restos de la formación del Sistema Solar hace 4.600 millones de años. Gran parte de ellas se desintegran al entrar en la atmósfera. Una pequeña parte sobrevive y cae al mar –la mayoría– o a la tierra. Hay unos 40.000 fragmentos catalogados. Se ha solicitado la colaboración de centros con filmaciones de cámaras de seguridad para que busquen en las imágenes de la noche del 29 al 30 de julio cualquier posible destello o registro directo del bólido. La magnitud del bólido fue tan elevada que el
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cielo nocturno se iluminó, por unas décimas de segundo, como si fuera de día. De hecho, algunas cámaras de seguridad de edificios públicos o sucursales bancarias pueden haber registrado un intenso resplandor o incluso directamente el bólido. Desde un cortijo de Granada se han obtenido excelentes imagenes de la fulguración del bólido. Tanto estas observaciones como la posibilidad de que se hayan oido estampidos sónicos producidos por la profundización del meteoroide en la atmósfera terrestre podrian ser indicativos de que hayan sobrevivido meteoritos. Pese a la alarma inicial este evento es explicado de manera científica como un bólido, producido por un fragmento de asteroide entrando en la atmósfera de la Tierra. Pero a pesar de asegurar su existencia, aún no se ha encontrado . El bólido avistado debía de pesar entre 500 y mil kilos, estalló a 90 kilómetros de altura y se apagó a unos 40. Es muy posible que ya haya ‘cazadores’ en camino desde distintas partes del mundo hacia el sur de España. A menudo se hacen pasar por científicos y utilizan desde sofisticados instrumentos de rastreo hasta sencillos detectores de metales magnéticos. Existe en la red incluso instrucciones de cómo reconocer que se trata de un meteorito, como en la página wiki how que nos muestran tres sencillos pasos a seguir:
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1- Debes saber cuál es la apariencia de un meteorito y cuáles son sus propiedades, para que fácilmente puedas distinguirlo de cualquier otra roca. Hay 3 tipos principales de meteoritos: de piedra, de hierro, y de piedra y hierro, pero por lo general hay una serie de propiedades que se aplican a la mayoría de los meteoritos, aunque pueden ser difíciles de reconocer. Algunas de las propiedades que distinguen a un meteorito son: * Son de color negro o marrón oscuro y, quemados debido a su veloz entrada a la atmósfera cuando su exterior se derrite. * Parecen ser como de metal sólido, a diferencia de la sensación “desmenuzable” de las rocas normales. * Los detectores de metales se activan con ellos debido a su alto contenido de metal excepto los meteoritos de origen planetarios como los de la Luna o Marte. Son ferromagnéticos, es decir, atraerá a los imanes, ya sea ligera o fuertemente (aunque los meteoritos marcianos y lunares son las excepciones a esta característica)
2- Debes saber dónde buscar. Como se mencionó en la introducción, los meteoritos caen por todas partes en la Tierra,
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(algunos expertos coinciden en que, en promedio, en cualquier kilómetro cuadrado de tierra hay un meteorito visible), pero donde tienes más probabilidades de detectar uno es donde haya un paisaje de fondo. Eso sería en un entorno semiárido a árido, es decir, un desierto o en el lecho de un lago seco. Sin embargo, eso no quiere decir que no vas a encontrar uno en tu área. Durante una lluvia de meteoros, los meteoritos son más propensos a caer, lo que significa que podrías ver al meteorito mientras cae.
3- Practica. Piensa acerca de los orígenes de la roca o de lo que está hecha. ¡Esto puede convertirse en un hobby para toda la vida si te lo permites!
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Muchos se preguntarán por qué son tan importantes los meteoritos, esos trozos de roca que para algunos son simples piedras, nos pueden servir para profundizar en el conocimiento de la estructura interna de la Tierra. Según el profesor Runcorn, gracias a los elementos obtenidos de los meteoritos, se ha podido proponer aquel modelo de la Tierra con un núcleo de hierro rodeado de una capa de silicatos de hierro y magnesio. Los meteoritos se dividen claramente en dos grupos: los “ferrosos” y los “pétreos”; los ferrosos representan alrededor del
15 % del total; los “pétreos” se componen en su mayor parte de olivino. Muy pronto, a finales del siglo XIX, los geoquímicos que señalaban que la densidad media de la Tierra era de 5,5 g/cm 3 y que las rocas de la superficie terrestre se situaban entre 2 y 3 g/cm 3 , vieron que era necesario suponer un núcleo denso a la Tierra. Puesto que los meteoritos eran una buena muestra de las sustancias que formaban los planetas, sugirieron la existencia de un núcleo de hierro. La Tierra es uno de los nueve planetas del sistema solar, el tercero en el orden de las distancias al Sol y el quinto por su tamaño. Dista del Sol 149.476.000 Km. y tiene una atmósfera intermedia entre las de Venus y Marte, compuesta principalmente por nitrógeno y oxígeno. Es el único astro conocido hasta nuestros días donde la 9 One Stop
química de la vida se ha desarrollado a un nivel lo suficientemente complejo como para permitir la aparición del ser humano. Según National Geographic desde la formación de partículas turbulentas de polvo alrededor del sol hasta los inicios de nuestra era y la llegada del hombre, la Tierra ha realizado una travesía de cientos de millones de años con temperaturas elevadas y edades de hielo brutales. Hace cerca de cinco billones de años, no había ninguna señal de nuestro bello planeta azul en el sistema solar. Sólo había una estrella recién nacida, el Sol, rodeada de polvo. Durante millones de años, la fuerza de la gravedad juntó las rocas hasta formar nuestro planeta. Entonces, la Tierra parecía más el infierno que un hogar. Con temperaturas que alcanzaban más de 1.200 grados Celsius, el planeta recién nacido era una bola de roca líquida en ebullición, prácticamente sin superficie sólida. Hace 3,9 millones de años, la Tierra sufrió una lluvia de meteoritos, procedentes de residuos de la formación del sistema solar que llevaban consigo pequeñas gotas de agua. Cada sorbo, cada charco, cada gota de agua en los océanos, equivale a miles de millones de años. Como portador de vida, el agua cubrió la superficie de la Tierra y las islas brotaron por todo el planeta como antecesoras lo que un día serán los continentes. Otra ola de meteoritos transportó carbono y otros bloques de construcción que se mezclaron con el agua, creando un complejo químico que dio lugar a las primeras formas de vida. En otros 300.000 años, el planeta se convirtió en el hogar de los estromatolitos. Esta bacteria, que pasa inadvertida, juega un papel fundamental en la historia de la vida tal como la conocemos, produciendo un elemento vital en la Tierra: el oxígeno. Sin estromatolitos, prácticamente no existiría en la Tierra ningún ser vivo. Pero la Tierra pudo no haber sido el único planeta que se 10 One Stop
formase a 150 millones de kilómetros de distancia del Sol. Podría haber existido otro protoplaneta a la misma distancia del Sol, en el cuarto o quinto punto de Lagrange. Este planeta, llamado Theia, se estima que sería más pequeño que la actual Tierra, probablemente del mismo tamaño y masa que Marte. Iba oscilando tras la Tierra, hasta que finalmente chocó con esta hace 4533 Ma. La baja velocidad relativa y el choque oblícuo no fueron suficientes para destruir la Tierra, pero una parte de su corteza salió disparada al espacio. Los elementos más pesados de Theia se hundieron hacia el centro de la Tierra, mientras que el resto se mezcló y condensó con el de la Tierra. Esta órbita pudo ser la primera estable, pero el choque de ambos desestabilizó la nuestro planeta y aumentó su masa. El impacto cambió el eje de giro de la Tierra, inclinándolo hasta los 23,5º; siendo el causante de las estaciones (el modelo ideal de los planetas tendría un eje de giro sin inclinación, paralelo al del Sol, y por tanto sin estaciones). La parte que salió despedida al espacio (la Luna), bajo la influencia de su propia gravedad se hizo más esférica y fue capturada por la gravedad de la Tierra. El Universo dentro de su complejidad nos sigue dando pistas para conocerlo y seguir aprendiendo de él. Los meteoritos son una parte de esas pistas que nos ayudan a conocerlo y a saber más sobre nuestro origen y final.
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Rt line Sosa Sánchez
El autor de este artículo pertenece al equipo de la página “No sólo Sputnik”, una página de Astronomía Astronaútica, Ciencias del espacio y Matemáticas. Su equipo está formado por gente de España, México, Paraguay, Uruguay, Chile, Argentina, Venezuela y Rumanía.Ya son más de 54.000 personas las que trabajan aquí
Algo sobre los meteoritos Procedencia: Asteroides,Meteoroides y Meteoritos Estos objetos, conocidos como la componente de objetos menores del sistema solar, tienen una composición que nos permite inferir su origen. Los asteroides son cuerpos celestes que pueden ser rocosos y/o metálicos menores que los planetas en órbita alrededor del Sol, habitualmente situados en la parte interior del sistema solar. Los asteroides cuya órbita está más allá de Júpiter, suelen agruparse y recibir el nombre de centauros, griegos, troyanos neptunianos u objetos transneptunianos; a los más lejanos se les conoce como parte de la componente dispersa de objetos menores. La mayor parte de los asteroides conocidos tradicionalmente están situados en el cinturón entre Marte y Júpiter, aunque hay una segunda concentración, 12 One Stop
situada más allá de Neptuno, llamada cinturón de Kupier. Los meteoroides son restos pequeños de roca y/o metal que suelen ser de asteroides o cometas que han sido eyectados en grandes impactos, o simplemente son restos de la formación del sistema solar. El movimiento de los meteoroides puede ser alterado por los campos gravitatorios de los grandes planetas; con frecuencia la influencia gravitatoria de Júpiter es capaz de modificar la órbita para que se sumerja en el sistema solar interior y atraviese la órbita de la Tierra. Cuando la órbita de un meteoroide se acerca a la Tierra es posible que su atracción gravitacional lo atrape y entre en la atmósfera a gran velocidad; el cuerpo se calienta por la fricción entre su
superficie y el aire de la Tierra, por lo que se vaporiza parcial o completamente. El gas que queda en la trayectoria seguida por el meteoroide se ioniza y brilla, esta se llama técnicamente meteoro, por eso se les conoce como estrellas fugaces. La mayoría de las que entran a la atmósfera de la Tierra son rocas de tamaño pequeño y se incendian del todo antes de llegar al suelo; sin embargo, pueden sobrevivir fragmentos que lleguen al suelo. Estos fragmentos son denominados meteoritos. La Tierra recibe al año aproximadamente 30.000 toneladas de polvo interplanetario y meteoroides. Esto se debe a que en su movimiento de traslación alrededor del Sol, la Tierra 13 One Stop
colisiona con los restos de cometas periódicos destruidos al acercarse muchas veces al Sol atrapando estos fragmentos. Esta es la razón por la que las llamadas «lluvias de estrellas» se presentan en fechas más o menos fijas cada año. Desde el punto de vista científico, los meteoroides son imprescindibles para dar un primer vistazo a los materiales que constituyen el sistema solar interno. Los meteoritos más antiguos son residuos de los primeros procesos que tuvieron lugar en nuestro sistema solar. Cuando un meteorito o un asteroide impacta sobre la superficie de un planeta produce un cráter. Se forma una onda de choque sobre el terreno y un agujero en cuya superficie se funden las rocas y el meteorito. La onda de choque rebota y eyecta material por los bordes, elevando estos hasta generar una pared. En algunos casos, en los cráteres superiores a 4 km de diámetro, se crea un pico o bien anillos en el centro, y el lecho de roca bajo el cráter se fractura. La Tierra es un planeta geológicamente activo y esa dinámica ha borrado las huellas de los impactos. A pesar de ello se tienen evidencias de cráteres en su superficie. En la actualidad se mantiene una base de datos (Earth Impact Database) que clasifica los cráteres. La antigüedad de los cráteres confirmados varía desde hace 2.400 millones de años hasta la actualidad y con diámetros entre los 160 km y los pocos metros. El mayor cráter confirmado es el Vredefort, en Sudáfrica, de 160 km de diámetro entre su bordes y una antigüedad de 2.023 millones de años. Fue causado por un asteroide de 5 a 10 km
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de diámetro rocoso, del tipo de las condritas. El segundo cráter confirmado en tamaño es el Chicxulub, en la península del Yucatán, con un diámetro de 150 km y una antigüedad de 65 millones de años. Uno de los cráteres más icónicos es el Cráter
Barringer enArizona, Estados Unidos. Se produjo por el impacto de un asteroide de hierro-níquel de unos 45 m de diámetro hace 50.000 años. Un cráter más reciente es el de Carancas, en Perú, de 13 m de diámetro y 4,5 m de profundidad. Se formó en el año 2007 tras el impacto de un meteorito de tipo condrita de unos 3 m de tamaño. El cráter hizo aflorar agua con arsénico que produjo efectos nocivos en la población cercana. El meteorito Hoba, también conocido como Hoba Oeste, es el meteorito más pesado y la masa natural de hierro más grande que se conozca sobre la superficie de la Tierra. Los meteoritos, por su composición química, se subdividen en rocosos y metálicos. Los meteoritos rocosos (92,8 %), como las condritas, son los más frecuentes (85,7 %). Están constituidos por silicatos, minerales abundantes en las rocas terrestres. Tienen aproximadamente la misma edad que el Sistema Solar: unos 4.600 millones de años. La mayoría provienen del cinturón de asteroides, pero un tipo muy poco frecuente, las
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condritas carbonáceas parece que tienen su origen más lejos. Las acondritas (7,1 %), con marcas de fusión y recristalización. El famoso meteorito marciano ALH84001 pertenece al subtipo de acondritas SNC. Los meteoritos metálicos (5,7%), como los sideritos, mucho menos frecuentes que los rocosos, pero más fácilmente distinguibles de las rocas terrestres. Están constituidos por hierro y níquel. Probablemente, provienen del núcleo de asteroides fragmentados. Los meteoritos mixtos (1,5 %) son aglomeraciones rocosas con metales incrustados, conocidos como palasitos metálicos. Las inclusiones de olivino, compuesto cristalino de óxido de fierro, considerado semiprecioso, los hace particularmente buscados por su uso en joyería, y quizá provienen de zonas periféricas del núcleo de asteroides grandes. Los mesosideritos son meteoritos que tienen aproximadamente la misma proporción de metal que de roca. Los más bellos meteoritos en el mundo son mesosideritos de un tipo especial conocido como payasitas, auténticas joyas en las que trasluce el olivino cristalizado en una masa metálica de hierro y níquel. Algunos de estos meteoritos tienen un precio superior al del oro para el mismo peso. Después del impacto de un meteoriode, las rocas circundantes se modifican por las altas presiones y temperaturas alcanzadas, modificándolas, por lo que reciben el nombre de tectitas. Se encuentran esparcidas por algunas regiones muy extensas de la Tierra, y algunas parecen botones de vidrio. Con el objetivo de incrementar el número de observaciones de asteroides cercanos a la Tierra se ha creado una red internacional de monitoreo en la que participan más de 40 países. Meteor Counter es una aplicación que te permitirá reportar de manera directa a la agencia espacial estadounidense. 16 One Stop
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AVID FERNÁNDEZ
¿QUIÉN MIRA YA A LAS ESTRELLAS? Si tú que estás leyendo esto eres uno de los llamados ciudadanos de a pie, como yo, has de saber que vivimos en una realidad limitada y mundana donde predominan los conflictos por intereses económicos, la precariedad de la mayoría frente a la opulencia de una poderosa minoría, el ritmo frenético frente a la reflexión y a la calma. Una realidad donde todo está orquestado, programado, estudiado y clasificado y donde a la clase trabajadora nos quieren inmersos en una lucha feroz y continua por la supervivencia de nuestra prole en una jungla donde casi no hay aire que respirar, mientras ven por televisión como la élite mundial crea nuevos órdenes mundiales y nuevas guerras porque son buenas para el negocio. Guerras y genocidios que generan como consecuencia grupos terroristas que atentan contra la seguridad, ya no de esos gobernantes que se reparten el mundo, si no contra la seguridad del ciudadano de a pie que ya no está seguro en ningún lugar. Ni siquiera cuando pretende disfrutar de su tiempo libre viajando o asistiendo a un concierto. Vivimos en un campo de concentración donde los poderosos nos quieren asustados, atemorizados y en peligro porque así es la única forma de crear rediles dóciles que busquen 17 One Stop
con ojos de cordero degollado a alguien que les asegure un poco de seguridad. Nuestra vida es miserable pero no queremos morir. Y así, los mismos que han creado la inseguridad y el miedo se nos presentarán como salvadores. Es un teatro de los horrores. Un teatro del sálvese quién pueda, y donde por desgracia, nadie está a salvo. Una jaula de grillos en la que nos quieren cada día más estúpidos, más dependientes de las máquinas y los artefactos tecnológicos, más alejados de nuestras raíces, del campo, de la supervivencia, de los cultivos, el pastoreo, la naturaleza en definitiva ¿Quién mira ya a las estrellas? En la antigüedad, hombres de una inteligencia infinita si la comparamos con la media actual, y sin los sistemas de observación que la tecnología actual nos ofrecen, comprendieron el firmamento de una manera asombrosa y casi inexplicable ¿Qué nos ha pasado como especie? Lamentablemente, nos han hecho idiotas. Idiotas y hambrientos. Y precisamente, siendo idiotas y hambrientos nos pueden manipular mejor y pueden ocultar con más facilidad lo que está sucediendo en realidad. Hemos pasado de preguntarnos por todo como en la antigua Grecia, a no preguntarnos absolutamente por nada y a seguir unos cánones académicos como borregos. Por ejemplo; Las pirámides de Egipto, Stonhenge, La Isla de Pascua, Tiahuanaco en Bolivia, etc. Nada tiene sentido, nada encaja en su período histórico, avistamientos de ovnis documentados por pilotos experimentados y militares de alto rango y que sin embargo se archivan y desembocan en el silencio más absoluto sin que nadie de una explicación razonable. De todas formas, a los que vivimos y luchamos en los niveles más bajos de esta jungla no nos interesa demasiado ya que nos 18 One Stop
tienen como nos quieren. Preocupados por subsistir. Y así, la verdad queda oculta por cientos de capas de mentiras y silencio. Esta jungla, donde la superpoblación, señal del éxito de la especie humana a la adaptación de su entorno frente a las demás especies, pone en peligro su propia existencia. Este mundo deplorable pero hermoso, frágil y asombroso a la vez tiene ya fecha de caducidad. La vida será inviable a este ritmo de contaminación, deforestación y superpoblación en un plazo inferior al que nos imaginamos. Y entonces, cuando la vergüenza nos arrastre a conquistar otros planetas, como Marte, para subsistir y así proteger a las élites ¿No nos convertiremos nosotros en alienígenas? ¿No seremos nosotros, avariciosos, egoístas, ambiciosos y tristes al mismo tiempo, terrícolas homo sapiens- sapiens, los mutantes invasores del espacio exterior? Más les valdría, si existen seres inteligentes y tecnológicamente desarrollados, exterminarnos en cuanto pusiéramos un pie en la superficie marciana. Porque de lo contrario, Marte, será la siguiente. Existe una teoría en la cual se afirma que la vida en la tierra pudo originarse a partir de la caída de un meteorito en el cual se hallaba la semilla de la vida a partir de la cual floreció y germinó a su vez la vida en la tierra. Según esa teoría, los seres humanos ya seríamos alienígenas antes de ese viaje interestelar por la supervivencia. Vinimos en un meteorito para destruir el planeta que nos acogió de forma fortuita y seguiremos destruyendo los planetas que la tecnología nos permita destruir. Porque ese parece ser el cometido de nuestra especie. Triste, pero cierto. 19 One Stop
Ufólogo
JR
aime odríguez
EN BUSCA DE UN PRIMER OBJETIVO A comienzos del año 1983, ya visitábamos el Ministerio de la Defensa en la ciudad de Quito y nos enterábamos de varias historias (algunas sorprendentes) que estaban viviendo en lo referente al fenómeno ovni varios militares de las diferentes ramas de esta institución, es decir, la Fuerza Aérea, el Ejército y la Marina. Por estos años la credibilidad de las personas sobre la existencia del fenómeno ovni en nuestro país, únicamente era del 7 % de acuerdo a la encuestadora Gallup, lo que hacía más dificultoso utilizar nuestros argumentos, pues únicamente pesaba el testimonio de los miembros de estas instituciones y aun ellos se reservaban sus experiencias y no las compartían con sus superiores, pues temían ser enviados al «piso siete», nombre con el que ellos identifican al piso del hospital militar de Quito en donde se encuentran bajo tratamiento psicológico aquellos militares que padecen problemas de conducta emocional grave. Así las cosas —y con el agravante de que para los militares la única ilusión de su vida, mientras se mantienen en estas instituciones, es el 20 One Stop
ascenso— el temor de que se vea afectado su AP-7, como ellos le llaman a la Hoja de Vida, les cohibía de hacer públicas sus experiencias. Con este panorama, nuestra labor resultaba aún más difícil puesto que ya es difícil hacerle entender a un militar algo que no esté dentro de sus esquemas de conocimiento, y más cuando siempre les seguía los pasos la famosa Inteligencia Militar (dos términos entre sí contradictorios), la misma que desvirtuaba cualquier cosa de acuerdo a los intereses de la institución. Como ustedes podrán comprobar en la información aquí presentada, existen aún algunos documentos por allí en los que se puede observar una especie de seguimiento que le dimos a este trabajo (recuérdese que antes no existía Internet) y muchos —pero muchos— de los documentos que ahora podrían ser expuestos, fueron quemados en su momento o enviados al tacho de la basura. Pero lo que cuenta son los resultados, es por esto que estamos escribiendo esta breve reseña que nos indica, de una manera abreviada, lo que fue el recorrido de 22 años, es decir, desde el año 1983 hasta el 5 de abril del 2005 en que salió el sol para nosotros y el Ministerio de la Defensa me llamó y me dijo textualmente: «Señor Rodríguez, su petición de que se cree una comisión oficial para la investigación del fenómeno ovni ha sido aceptada». Es en ese momento cuando tomaron sentido todas aquellas idas y 21 One Stop
venidas, hacia y desde las diferentes oficinas castrenses tratando de explicarles a los militares (¡qué misión tan difícil!) que este tema algún día tenía que pasar de lo especulativo a lo oficial, pues no podía ser posible que para todo evento considerado anómalo existiera un estamento oficial que se pronunciaba al respecto, como cuando, por ejemplo, erupcionaba un volcán y enseguida salían los vulcanólogos a pronunciarse sobre «el color de la alerta», los piroplastos y demás ítems… O cada vez que se desbordaba el río Bulu Bulu aparecían los miembros del INAMHI para dar sus explicaciones sobre los «niveles pluviométricos», el INOCAR y otros hablando de las características del clima, y, sin embargo, cuando aparecían estos objetos voladores no identificados posados sobre la misma capital y llamaban la atención de los ciudadanos a plena luz del día… ¡nadie decía nada!, y hasta ahora no lo hacen (pues les tiemblan las piernas a los militares ante la sola idea de hablar abiertamente de este tema). Siendo que tales incursiones podrían entenderse como una franca violación del espacio aéreo y sería obligación de la Fuerza Aérea cumplir con su misión de preservar este espacio sin importar que sean objetos terrestres o extraterrestres, para lo que todos los ciudadanos pagamos nuestros
impuestos, pero más pesan los prejuicios montados sobre este tema ya que somos víctimas de una horrorosa herencia cultural. El coronel Lucio Gutiérrez había cumplido con su palabra (una oferta planteada directamente a mí en una rueda de prensa, en términos de que en su gobierno todo será diferente). A pesar de ello, también en su presidencia, una secretaria de apellido Acosta, muy allegada a él, sería un impedimento —en su momento— para que nuestro trámite se agilizara; sin embargo, encontramos 22 One Stop
a un excelente asesor de ese entonces, el doctor José Dávila Saa, quien escuchó pacientemente (durante tres horas) mis argumentos lo que sirvió para que interpusiera sus buenos oficios en aras de que este tramite tomara su rumbo adecuado. Es así como existen miles de detalles que podría contar en este espacio, pero no es mi intención aburrir al lector, sino darle una somera idea de que este primer objetivo se cumplió. Y con «primer objetivo» me refiero al de crear una Comisión Oficial para la Investigación del Fenómeno Ovni.
Tercera crónica
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