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Jesús es despojado de sus vestiduras ante la Cruz
Ntro. P. Jesús de la HUMILDAD Y PACIENCIA
Jesús es despojado de sus vestiduras ante la Cruz
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EVANGELIO SEGÚN SAN JUAN
Tomaron a Jesús y, cargando él mismo con la cruz, salió al sitio llamado “de la Calavera” (que en hebreo se dice Gólgota”), donde lo crucificaron; y con él a otros dos, uno a cada lado, y en medio, Jesús. Y Pilato escribió un letrero y lo puso encima de la cruz; en él estaba escrito: “Jesús, el Nazareno, el rey de los judíos”. Leyeron el letrero muchos judíos, porque estaba cerca el lugar donde crucificaron a Jesús y estaba escrito en hebreo, latín y griego. Entonces los sumos sacerdotes de los judíos dijeron a Pilato: “No escribas “ El rey de los judíos”, sino: “Este ha dicho: soy el rey de los judíos”. Pilato les contestó: “Lo escrito, escrito está”. Los soldados, cuando crucificaron a Jesús, cogieron su ropa, haciendo cuatro partes, una para cada soldado, y apartaron la túnica. Era una túnica sin costura, tejida toda de una pieza de arriba abajo. Y se dijeron; “No la rasguemos, sino echémosla a suerte, a ver a quién le toca”. Así se cumplió la Escritura: “Se repartieron mis ropas y echaron a suerte mi túnica”. Esto hicieron los soldados.
Señor, ahora en estos momentos de mi vida, en estos momentos de niebla, todo pasa delante de mí como estrella fugaz en el firmamento. Todo va muy rápido, deseando que el tiempo se pare. Pero no, todo sigue. A ti me abrazo, Señor de la Humildad. En ti me refugio, en ti encuentro mi faro de guía en este mar alborotado de olas. Olas que te llevan hasta la cresta y que te hunden. Pero ahí te encuentro. Ahí veo tu luz, mi guía, mi Esperanza. Esperanza a la que me abrazo, Esperanza que me llena de luz, Esperanza de vida, Esperanza de amor y fe. Cuando todo parece estar dicho y aceptado, me das tu refugio, recibo tu abrazo e iluminas de nuevo mi vida. Nace con más fuerza que nunca la Esperanza, la fe y el amor. Cómo agradecerte tanto, después de haberte dado tan poco. Sólo tengo para ti amor, ese que brilla en tus ojos y que tanto me han enseñado de Humildad y Paciencia. Amor para mi familia que tanto me ha dado y amor a repartir con todos. Ahora que vivimos una situación difícil y complicada, el camino de amor y fe en Cristo nos llevará a una Esperanza renovada. Que suenen campanas de Esperanza.
Juan Pedro Quintero Cabañas.