FRAGMENTOS

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MARÍA ESQUIVEL MARTÍN


FRAGMENTOS DE LA

VIDA Y OBRA DE

MANUEL SIUROT (MAESTRO DE NIÑOS POBRES)

AUTOR D. ANTONIO LÓPEZ DÍAZ (PAISANO DE SIUROT)

HUELVA 2016 MARÍA ESQUIVEL MARTÍN


MARÍA ESQUIVEL MARTÍN


FRAGMENTOS DE LA VIDA Y OBRA

MANUEL SIUROT Como consecuencia de la plaga de filoxera que arrasó gran parte de las viñas del norte de España y sur de Francia, los viñedos de todo el Condado y particularmente los de La Palma, alcanzaron una gran expansión. Además de esto, años más tarde, ocurriría otro hecho mucho más importante como fue la inauguración del Ferrocarril SevillaHuelva, en el año 1.880, con Estación de parada obligatoria en nuestro pueblo y que fue realmente el motor que impulsó la actividad agrícola e industrial y por consiguiente la economía de La Palma del Condado. Muy pronto en las proximidades de dicha Estación, se fueron instalando las grandes bodegas como las de: Morales, Pichardo, Espinosa o Salas. Así como, los grandes talleres de tonelerías y fábrica de harinas y galletas. Esta bonanza económica que se vivía en La Palma, fue el motivo para que muchas personas se vinieran a vivir a nuestro pueblo. Una de esas personas que recaló en La Palma, allá por el año 1.868, buscando mejorar su situación económica, fue el padre de SIUROT, D. José Siurot Ruiz, nacido en Lebrija (Sevilla) el año 1.847, de profesión Herrador, pero que ejercía como Oficial de Albeitería (veterinario sin título), llegando a terminar sus estudios y conseguir el título en la Escuela Libre Profesional de Veterinaria que, dependiente de la Universidad de Sevilla, funcionó en La Palma del Condado, desde el 19 de octubre de 1.869 hasta el 30 de septiembre de 1.873 ( cuatro cursos).

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JOSÉ SIUROT RUIZ Enamorado de la palmerina Dña. Lutgarda Rodríguez Caro, contraen matrimonio en el verano de 1.869, residiendo en la calle Del Medio, Número, 38 y posteriormente en la calle Sevilla, Número, 2 (hoy Manuel Siurot) y de cuyo matrimonio tuvieron cinco hijos, nacidos todos en La Palma del Condado. Francisco de Paula, primogénito, nació en mayo de 1.870 y falleció el día 5 de julio de 1.872, en La Palma del Condado. Manuel de Jesús, (D. Manuel Siurot), nació el día 1 de diciembre de 1.872 en la casa Núm. 2 de la antigua calle Sevilla (hoy Manuel Siurot). José Francisco, nació el día 5 de mayo de 1.874 y falleció el 5 de agosto de 1.879, en La Palma del Condado. Gumersindo, nació el 25 de mayo de 1.877 y falleció en Gibraleón el año 1.885, al ser atropellado por un carro. María Josefa, nacida el 9 de octubre de 1.879 y fallecida en Huelva.

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SIUROT SU INFANCIA EN LA PALMA D. MANLEL SIUROT, vivió sus primeros 9 años en La Palma del Condado, recordaba con mucho cariño las escuelas de D. Manuel Maraver Barragán, en la que aprendió a leer; los Romeritos y las Cruces de la calle Sevilla y de la calle Cabo; su Patrona la Virgen del Valle; la Fuente Vieja y las peleas con los chiquillos en La Vega. Todos estos recuerdos, serían evocados cariñosamente por Siurot durante toda su vida. D. Manuel amó profundamente a su pueblo natal, el ser palmerino lo tenía a honra máxima. De su pluma y de su boca salieron los elogios y los piropos más bonitos que jamás se le haya dicho a pueblo alguno. Decía Siurot: “Mi alma se formó con las esencias palmerinas y

mis huesos con la cal del agua de la Fuente Vieja”. “La bella y luminosa torra de La Palma, es una gloria del barroco andaluz, una gracia colorista y gentil... Un madrigal de sol y luz que la tierra entusiasmada le tira al cielo”. “Quien dice La Palma, dice calles blancas, piso limpio, caras de hombres buenos, caras da mujeres honestas y bonitas”. “La Palma es, pues, arte, alegría y vino: tres específicos capaces de curar la tristeza que poco a poco va invadiendo la civilización que vivimos”. A comienzo del año 1.881 y por motivos laborales, la familia Siurot se traslada a Gibraleón y seis años más tarde a Huelva. D. José Siurot Ruiz, se inscribe en el Registro de Gibraleón como Veterinario, inscribiendo también a su esposa y sus tres hijos. Vivieron en la Plaza de la Constitución y posteriormente en la Plaza de San Juan. Siurot viviría otra tribulación familiar, su hermano Gumersindo falleció al ser atropellado por un carro. De Gibraleón recordaba Siurot con nostalgia la “Escuela de la Carretera” y con mucho cariño a sus maestros D. Manuel Daza y D. Benito Morón. La familia Siurot, se traslada a Huelva a principio del año 1.887, residiendo en la calle Barcelona, Núm.9, después en la calle Bocas y más tarde en la calle Zafra, Núm. 19.

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SIUROT ESTUDIANTE EXCEPCIONAL Ya en Huelva y cuando Siurot tenía 15 años, realizó los estudios de bachillerato en el Instituto Provincial de Segunda Enseñanza La Rábida; obteniendo el Grado de Bachiller a los 19 años con la máxima calificación: Cinco Premios Extraordinarios, siete Sobresalientes y dos Notables, era el 13 de junio de 1.892. En el mes de septiembre de ese mismo año, se matriculó en el Curso Preparatorio de Derecho, en la Universidad Literaria de Sevilla, donde estudió hasta el tercer año, porque sus padres no pudieron seguir costeándole los estudio fuera de casa, regresando a Huelva donde realiza los dos últimos años de la carrera por Libre Enseñanza, compaginando los estudios con el trabajo para ayudar a su familia. Siurot terminó la carrera de Derecho el día 22 de noviembre de 1.897, con la calificación de Sobresaliente, tenía 25 años de edad. De sus estudios en la universidad, Siurot decía: “Recuerdo la Sevilla de la Universidad, la Sevilla de la tertulia del antiguo Suizo... Recuerdo la Sevilla de las patronas que corrompían nuestras digestiones con unos menús imposibles... La Sevilla de las noches del real de pescaito frito”.

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SIUROT ABOGADO EXCELENTE Con su flamante título de Licenciado en Derecho, Siurot trabaja en el Gabinete del prestigioso abogado onubense D. José Sánchez Mora; más tarde en los juzgados de Valverde, Moguer, Ayamonte y Huelva, llegando a ocupar el cargo de Magistrado Suplente en la Audiencia Provincial. En 1.901, se presenta a las elecciones municipales y sale de Concejal del Ayuntamiento de Huelva por el Grupo Conservador y más tarde Primer Teniente de Alcalde. También fue Hermano Mayor de las Hermandades de la Cinta y del Rocío de Huelva. El día 6 de octubre de 1,901, contrae matrimonio canónico en la Parroquia de San Pedro, con Dña. Manuela de Mora Claros, perteneciente a la aristocracia onubense; mujer de exquisita bondad y de hondas convicciones cristianas. El día 11 de septiembre de 1.903, nace en Huelva su hija Antonia Siurot Mora, único fruto del matrimonio. Tanto el presente como el futuro profesional y social del Sr. Siurot no podían ser más brillante, prometedor y halagüeño. Como miembro destacado de la Conferencia de Caballeros de San Vicente de Paúl, se entregó de lleno a socorrer y defender a los más pobres y necesitados, buscándole trabajo a los obreros, viviendas dignas y pan más barato a los más indigentes y alfabetizando a los adultos por las noches en la Ermita de la Soledad.

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EL ARCIPRESTE DE HUELVA D. Manuel González García, (hoy Beato), conocido popularmente como el “Arcipreste de Huelva” y también como el “Obispo del Sagrario Abandonado”, en el año 1.905, éste joven cura sevillano de corazón noble y generoso, es destinado por el Cardenal Arzobispo de Sevilla D. Marcelo Spínola Maestre, a la parroquia de San Pedro de Huelva, para intentar apaciguar un poco los malos vientos que corrían contra la Iglesia de dicha Ciudad. D. Manuel González García, tiene la gran suerte de encontrarse en Huelva con D. Manuel Siurot, un joven y ya célebre abogado palmerino, que gozaba de gran prestigio en toda la provincia por la cantidad de pleitos que había ganado y que, se movía en los ambientes más selectos de la sociedad onubense de aquellos tiempos. D. Manuel Siurot, colabora muy eficazmente con el Arcipreste en la fundación de las distintas asociaciones religiosas y principalmente en la construcción y fundación de las Escuelas del Sagrado Corazón de Jesús, del barrio de San Francisco. Durante los días 17 al 21 de noviembre de 1.907, juntos los dos, hacen un viaje a Granada y visitan las escuelas del “Ave María” de D. Andrés Manjón y Manjón situadas en el Sacromonte granadino. D. Manuel Siurot, se queda maravillado del sistema de enseñanza empleado por Majón y de la alegría, salubridad y buen ambiente que se respiraba en dichas escuelas.

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A lo largo de ésta visita, Siurot se dá perfectamente cuenta de que él es capaz de llevar a cabo en Huelva, unas Escuelas parecidas a las del “Ave María” de Granada del padre Manjón. Regresan a Huelva, pero antes quisiera hacer una brevísima mención a la situación de la enseñanza pública en Huelva durante la primera década del siglo XX. En el informe que el Gobernador Civil D. Antonio López Muñoz (quién más tarde sería Ministro de Instrucción Pública) remitió al Ayuntamiento de Huelva decía: “Con pena hemos de confesar que cuanto hoy existe en Huelva en materia de enseñanza primaria es muy deficiente, por no decir malo. Que un censo escolar de 2.842 niños tenga tan sólo 8 escuelas. Que el Ayuntamiento haga todo lo posible para crear las escuelas oficiales que la Ley manda. Que esas tiernas criaturas tengan: 1º) Escuelas donde ir. 2º) Maestros de elevada moral que sepan cumplir sus sagrados deberes, y… 3º) Locales sanos donde los pequeñitos se desarrollen conforme a los preceptos higiénicos”. Con estos datos llegamos a la conclusión que ni el Ayuntamiento, ni la Junta Local de Instrucción Pública de la capital onubense, daban el tratamiento debido a la educación de los niños. Se calcula que había unos 1,500 niños en Huelva sin escolarizar. Estos se pasaban el día vagando y pordioseando por las calles o bien metidos en las tabernas oyendo palabrotas y blasfemias que proferían los mayores e incluso sus propios padres. Eran tantas las tabernas que había en Huelva, que corría el dicho: “Huelva, capital bravía, entre antiguas y modernas… Cuenta doscientas tabernas... Y ninguna librería”.

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LAS ESCUELAS DE SIUROT Ante la caótica situación que padecía la enseñanza pública en Huelva, el Arcipreste D. Manuel González García y nuestro D. Manuel Siurot Rodríguez, dos hombres de corazón grande y generoso, deciden fundar, en febrero de 1.908, las Escuelas del Sagrado Corazón de Jesús en el barrio de San Francisco, para acoger en ellas, gratuitamente, a todos esos niños pobres y marginados que no tenían escuelas a donde ir. El día 25 de enero de 1.908, el Cardenal de Sevilla D. Enrique Almaraz y Santos, bendice las Escuelas. Al finalizar éste acto, Siurot decide con total complacencia de su esposa, cambiar la toga por la tiza y dedicarse por entero a la enseñanza y educación de los niños pobres de Huelva. El día 1 de febrero de dicho año, son inauguradas las Escuelas, poniéndose Siurot al frente de ellas. Para dar las clases de Geografía, Siurot mandó construir murales en las paredes y mapas en relieve en el suelo. Los niños aprendían Geografía e Historia jugando a “pídola”. D, Manuel no quería que los niños de primaria llevaran libros a las escuelas, decía el Maestro palmerino: “Hay que llevar la escuela a los libros y no los libros a las escuela”.

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Es cierto que Siurot emplea en sus Escuelas el mismo sistema de enseñanza que tenía Manjón en sus escuelas granadinas, pero corregido y muy mejorado; así lo reconoce el propio Manjón durante su visita a las Escuelas de Siurot los días 15, 16 y 17 de diciembre de 1.913, diciendo: “En estas Escuelas del Sagrado Corazón de Huelva, veo mis escuelas corregidas y mejoradas”. En dichas Escuelas de Huelva (conocidas como las Escuelas de Siurot), además de las materias básicas como: Geografía, Historia, Matemáticas, etc., se impartían clases de mecanografía y música y pronto formaron un orfeón y una banda de música. También fundaron una granja agrícola, donde a los niños de grado superiores, se les enseñaban a cultivar patatas, tomates, hortalizas y verduras y, cuando las recolectaban, se las repartían entre ellos para llevárselas a sus casas y así paliar un poco el hambre familiar. “En estas Escuelas de Siurot, ya en 1,911 se impartían clases de lengua extranjera, francés e inglés, cuando en España no se llegaría a implantar la enseñanza de idiomas por primera vez en Educación Básica, hasta que salió la Ley General de Educación, promulgada el 4 de Agosto de 1.970, o sea… ¡60 años después! que en las Escuelas de D. Manuel Siurot. Pero hay más, D. Manuel hizo las gestiones oportunas entre las Autoridades Francesas de Enseñanzas, para que sus alumnos visitaran los barcos franceses que atracaban en el muelle de Huelva y practicaran el idioma con los tripulantes. El periódico La Croix de París llegó a escribir… “Si el sistema de enseñanza de Manuel Siurot se extiende a todas las escuelas, España estará bien pronto regenerada”.

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En 1.916, el Arcipreste D. Manuel González, tiene que abandonar Huelva por haber sido designado Obispo titular de Olimpo y auxiliar de Málaga, recayendo todo el peso y la responsabilidad de las Escuelas sobre Siurot. El Sr. Arcipreste no dejó de apoyar, en todos los sentidos, a D. Manuel Siurot, a quién llamaba cariñosamente “mi otro yo”. El Sr. Obispo de Málaga años más tarde fue nombrado Obispo de Palencia. Murió el 5 de enero de 1.940, en el sanatorio del Rosario en Madrid y está enterrado en la Catedral de Palencia. En 1.918, D. Manuel Siurot, fundó la revista “Cada Maestrito” con idea de obtener fondos para la construcción del Internado gratuito de Maestros “La Milagrosa”. El primer número salió el día 15-10-1.918, con una tirada mensual de 4,000 ejemplares. Esta revista sirvió como órgano portavoz del Internado de Maestros y de las Escuelas, sustituyendo en ésta tarea a su homóloga “El Granito de Arena” que fundara el Arcipreste de Huelva en noviembre de 1,907. El 15 de octubre de 1.919, se inauguró el Internado gratuito de Maestros “La Milagrosa” de Huelva, fundado por Siurot. En dicho Internado entraban los alumnos de las Escuelas que D. Manuel veía más capacitados y a los 4 años salían de “Maestritos” como los llamaba cariñosamente el Pedagogo palmerino. Todo en el Internado era gratuito para los alumnos, cama, ropa, comida, estudios, etc. del Internado salieron más de 130 maestros y en las Escuelas de Siurot cursaron sus estudios más de 25.000 alumnos pobres. Para Siurot era un verdadero orgullo ver la demanda que tenía de los empresarios, comerciantes y artesanos de Huelva, solicitándoles alumnos que terminaban sus estudios en sus Escuelas, para colocarlos en sus respectivas empresas.

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Pues ser alumnos de las Escuelas de Siurot, era garantía de una excelente preparación cultural y de una educación exquisita. Muchos de los alumnos nada más terminar sus estudios ya estaban colocados. Las Escuelas fueron visitadas por muchísimas personalidades, desde el Infante D. Carlos hasta el Rey, pasando por el Cardenal Almaraz, los hermanos Álvarez Quintero, el padre Manjón y muchos más. El propio Rey Alfonso XIII la visitó el día 6 de abril de 1.926, y nada más entrar en Ellas dijo: “Esto tiene el perfume de la verdad”. Y al tiempo de despedirse, se dirigió a Antoñita (hija de Siurot) diciéndole: “Mira, las Escuelas son estupendas y tu padre es único”. El gasto que suponía el mantenimiento de las Escuelas del Sagrado Corazón de Jesús del barrio de San Francisco, las del Polvorín, las de la Cinta y el Internado de Maestros “La Milagrosa” era muy elevado. D. Manuel se las tenía que ingeniar para buscar el dinero necesario, primero recurriendo a su patrimonio familiar, luego publicando libros suyos, escribiendo artículos en los periódicos nacionales de más amplia tirada, pronunciando conferencias y discursos en los foros más importantes de España y por último dando los célebres “sablazos” a sus amistades más pudientes, porque las ayudas oficiales que recibía del Gobierno de turno eran insuficientes y para colmo, a partir del año 1,931 cuando entró la 2ª República, se la fueron retirando.

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Ante la falta de medios económicos, Siurot se vió obligado, con dolor de su corazón, a tener que cerrar el Internado gratuito de Maestros en 1.934. Durante los días 20 y 21 de julio de 1,936, las Escuelas del Sagrado Corazón del barrio de San Francisco de Huelva, son destruidas y saqueadas por la barbarie marxista, destruyéndose miles de libros de Siurot y la mejor colección de armas prehistóricas de piedra que había en España, cedidas a las Escuelas por los herederos de D. Guillermo Sundhein. Las Escuelas fueron reconstruidas gracias a la valentía y coraje de D. Manuel y a la eficaz colaboración de la asociación de antiguos alumnos de sus Escuelas. Para recaudar fondos organizaron, entre otras cosas, una corrida de toros que se celebró el domingo día 10 de enero de 1.937, en la plaza de toros de “La Merced” de Huelva. El cartel lo formaron los diestros: D. Juan Belmonte (íntimo amigo de Siurot), Luis Fuentes Bejarano, Antonio Posada, Diego Gómez “Lainez” y Juanito Belmonte (hijo). Todos actuaran gratuitamente. También colaboró altruistamente el empresario D. Arturo López Damas, organizando con sus autobuses servicios provinciales de ida y vuelta, gratis, para facilitar la asistencia de los aficionados a la corrida. El espectáculo fue del agrado del numeroso público y se recaudaron más de 11,000 pesetas de aquellos tiempos. Las Escuelas fueron abiertas de nuevo el 6 de abril de 1.937. Mientras que en Huelva las Escuelas iban en declive por falta de ayuda económica del Gobierno, en Sevilla eran cada vez más las Escuelas que se abrían al amparo de las Parroquias y Hermandades, como: Las de San Laureano en la Puerta Real, las del Rocío en Triana y las de Vázquez de Leca y Virgen María en el Cerro del Águila.

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Estas Escuelas eran dirigidas por el Maestro palmerino y las clases eran impartidas por maestros siurotianos salidos de su Internado de Maestros “La Milagrosa” de Huelva. D. Manuel Siurot, fue un adelantado a su tiempo y sus Escuelas fueron un modelo de renovación pedagógica en aquella época. Y el sistema de enseñanza que empleaba el “Maestro de niños pobres” en sus Escuelas, con alguna renovación, me atrevería a decir que sería perfectamente válido y muy positivo en las escuelas actuales. Porque el Pedagogo palmerino enseñaba con el corazón, con amor, con cariño, con alegría y con total entrega a sus alumnos. Y cuando se emplea la pedagogía del corazón, apunta y da directamente y de lleno al corazón de la pedagogía. D. Manuel Siurot, lo dió todo a sus Escuelas gratuitas para los niños pobres de Huelva, dió todo su trabajo, su total dedicación, todo su dinero y casi todo su patrimonio, todo ello con consentimiento y complacencia de su esposa Dña. Manuela de Mora Claros, ésta vendió hasta el piano que había heredado de su familia, para ayudar al mantenimiento de las Escuelas. Decía Siurot: “Dulce compañera, te robé muchos ratos de hogar para dedicarlos a los niños pobres de las Escuelas. Los niños pobres y yo estamos en deuda contigo”. Su hija Antonia dice: “Toda la obra de mi padre, se debe a mí madre que era una santa. Ella era el alma de todo”. Aquí se cumple el dicho: “Detrás de un gran hombre hay siempre una gran mujer”. Esa gran mujer fue Dña. Manuela de Mora Claros.

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SIUROT ILUSTRE ESCRITOR Además de ser un gran pedagogo, Siurot fue poeta, orador, periodista y también un ilustre escritor; aunque en ésta faceta no se prodigó mucho, porque todo su tiempo quería dedicárselo a sus Escuelas para niños pobres. Dicho esto, paso a exponer algunas de sus obras literarias más importantes, haciendo un brevísimo comentario de las mismas y también los elogios que de ellas hicieron algunos personajes célebres de aquella época. En 1.912, publica su primer libro titulado “CADA MAESTRITO”, con el subtítulo curiosísimo “observaciones pedagógica de uno que no ha visto en su vida un libro de pedagogía”. En ésta obra expone Siurot, de manera clara y sencilla, las experiencias pedagógicas vividas cada día en sus Escuelas con sus alumnos, a los que daba un trato realmente paternal y muy humano. Siurot, en ocasiones se hacía niño y jugaba con sus alumnos, se introducía en sus corazones infantiles para estudiar sus reacciones y poder comprenderlos mejor para luego sacarles el máximo rendimiento en sus estudios.

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En 1.913, escribe “COSAS DE NIÑOS”

Este libro va encaminado a los niños y trata la pedagogía infantil; contiene normas sobre la educación de los niños muy eficaz y de mucha utilidad para los educadores y también para los padres. El escritor palmerino llega a la conclusión de que, al final, son los niños los que terminan enseñando a los hombres.

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En 1.916, publica “MI RELICARIO DE ITALIA”. Esta obra se la dedica Siurot a sus dos íntimos amigos D. Ignacio de Cepeda y Soldán (Vizconde de La Palma del Condado) y D, Román Pérez Romeu, empresario y gran mecenas de Isla Cristina, dos enamorados del Arte. El “Maestro de niños pobres”, le dá rienda suelta a toda su sensibilidad artística y hace un análisis exacto y riguroso de las obras más importantes de los grandes artistas italianos, como: Rafael, Leonardo Da Vinci, Miguel Ángel o Tiziano. Sobre este libro, recibiría los elogios de su amigo Jacinto Benavente en estos términos: “Mi distinguido amigo: Mucho agradezco el envío de su Relicario de Italia. ¿Qué voy a decirle del libro?... Usted es siempre admirable en acciones y palabras. Suyo afectísimo amigo y admirador. Jacinto Benavente”.

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En 1.918, publicó el librito “LA ROMERÍA DEL ROCÍO” y lo puso a la venta al precio de una peseta el ejemplar, con intención de recaudar fondos para sufragar los gastos que supuso la Coronación de la Blanca Paloma. En esta obra pone de manifiesto su maestría descriptiva, narrando magistralmente todos los actos rocieros. En ella le dedica a su pueblo natal, La Palma del Candado, el piropo más bonito que jamás le haya podido escribir. Decía Siurot: “Mi pueblo es muy bello. Es como una muchachita andaluza, blanca y oliente, que enseña con orgullo la peineta calada de su torre, la dentadura blanca de su caserío y el mantón oriental de sus viñedos de oro y de sus olivos perlas”. Después de leer ésta obrita, el Conde de las Navas, Bibliotecario Mayor del Rey, envió a Siurot una tarjeta postal diciéndole: “Queridísimo amigo y maestro: Preciosa la Romería del Rocío. Es una “clavellina” en un búcaro. De usted siempre Navas.

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En 1.923, Siurot publicó: “LUZ DE LAS CUMBRES Y RESPLANDORES DE LA CRUZ”. En este libro reflejó su intensa religiosidad, hombre de comunión diaria, que encontraba en el Señor cada día la fuerza necesaria para seguir la tarea de enseñar y educar a los niños pobres de sus Escuelas. Obra de meditación espiritual que fue muy elogiada por el Rey Alfonso XIII y por Cardenales, Arzobispos y Obispos; eligiéndolo algunos de estos como libro de meditación. D. Gregorio garañón, una vez leído el libro, escribe a Siurot diciéndole: “Mi querido amigo: Con gran emoción he leído su Luz de las Cumbres. Le vienen a usted directas la gran pasión y el arte de nuestros místicos. Hay muchos escritores magníficos pero pocos que sean a la vez, tan buenos como usted lo es. Y con estas líneas apresuradas y llenas de afecto, vaya un abrazo de su devoto amigo: Marañón”.

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Este mismo año de 1.923, escribe: “LA EMOCIÓN DE ESPAÑA”. En ella se trata de un supuesto viaje de recreo que hacen 5 estudiantes por los lugares principales de España. En este libro aflora el gran patriotismo de Siurot, que trata siempre de educar y enseñar a sus alumnos en el amor a España, tan desarraigado en aquel tiempo. Es un libro muy en la línea de la Generación del 98, en la tarea de regenerar a España. D. Manuel dijo: “El amor a la Patria es la flor de la ciudadanía”. Esta obra fue declarada “Libro de texto en las Escuelas Oficiales” de toda España en 1.930. Entre los muchos elogios por este libro, citamos la carta que le envió el Presidente del Gobierno D. Antonio Maura, a su amigo de La Palma del Condado, que decía: “Amigo Siurot: Junto mis votos por la ventura de usted, las gracias por el ejemplar y los plácemes por la paternidad de este libro suyo, La Emoción de España, tan sano, tan luminoso, tan ágil y cordial, como había de serlo tratado por usted, que siente manar en su corazón el venero de lo que intenta verter en los corazones de los compatriotas” “Maura”.

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En 1.925, escribe “SAL Y SOL”, obra ésta dentro de la narrativa picaresca, llena de gracia andaluza y que mereció que el literato francés Maurice Legendre, le dedicara varias páginas de su obra “Literature Espagnole”, de las que extraemos el párrafo siguiente: “La sana alegría de Sal y Sol es irresistible. Tiene el poderío de la de Moliere, o mejor, de Cervantes”. También D, Luis Montoto elogia la obra de Siurot escribiéndole: “Queridísimo D. Manuel: La inteligencia de usted es una inagotable mina de oro. En mi vida leí libro más salado y soleado. Me ha hecho reír a carcajada y no me he visto la última muela. ¡Ay, D. Manuel de mi alma, han pasado muchos años que la perdí! Mil gracias. Su amigo y admirador: Luis Montoto”.

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En 1.931, escribe “LA OBRA MAESTRA DE ESPAÑA”. En éste libro pone Siurot de manifiesto su profundo sentir americanista. Describe la epopeya y los viajes descubridores al Nuevo Mundo y analiza y defiende la gigantesca labor civilizadora de España en América. Estudia las Leyes de India y el Derecho dado por los Reyes Católicos a los indios, en los que se equiparan jurídicamente a los españoles y se enfrenta a la injusta leyenda negra.

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En 1.932, la Editorial Francesa, para su colección “LOS BELLOS PAISES”, eligió al escritor palmerino como el más idóneo para tratar el tema de España, y escribe en colaboración con Philip Burnet, la obra titulada:

“ESPAÑA LAS DOS CASTILLAS”. Siurot entra por derecho propio en el grupo andaluz de la llamada Generación del 98. Es un libro que contiene maravillosas fotografías y en el que se describe la belleza, el colorido y el ambiente de las ciudades castellanas.

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En 1.937, escribe:

“LA NUEVA EMOCIÓN DE ESPAÑA”

Esta obra es una actualización de la escrita en el 1.923, después de haber transcurrido 14 años, dos de ellos en plena guerra civil. D. José Monge Bernal, Presidente del Ateneo de Sevilla e íntimo amigo de Siurot, dijo de ella: “Es un trabajo de pedagogía viva, que rotura, siembra y edifica”. Y finalmente, ya muy enfermo y con el fin de recaudar fondos para sus Escuelas, escribe el libro titulado “ESPAÑA” obra inédita, puesto que no llegó a publicarse. Esto ha sido, a grandes rasgos, lo más interesante de la obra literaria de D. Manuel Siurot. Hay que decir que, como periodista, escribió miles de artículos en la revistilla CADA MAESTRITO y en los principales periódicos de la Nación, como: EL DEBATE y A.B.C. de Madrid, EL CORREO DE ANDALUCÍA o la revista BLANCO Y NEGRO, donde se le concedió el Premio de Periodismo Mariano de Cavia correspondiente al año 1.926, por su artículo “El Triunfo de las Carabelas”.

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SIUROT SU VERTIENTE HUMANA Desde mucho antes de la inauguración de sus Escuelas, ya Siurot se dedicaba a buscarle trabajo a los obremos que estaban en el paro, también les proporcionaba viviendas dignas y pan más barato; por las noches les daba clase a los analfabetos en la Ermita de la Soledad. Siurot aportó una cantidad de dinero muy importante para la construcción de las Escuelas del Sagrado Corazón de Jesús del barrio de San Francisco de Huelva, para acoger en ellas, gratuitamente, a los niños más pobres. Desde su inauguración, fueron dirigidas y financiadas por D. Manuel Siurot (Maestro de niños pobres). Los alumnos, además de enseñanza y educación, encontraban en ellas pan y abrigo en épocas de hambre y frío y sobre todo encontraban siempre el cariño y el trato paternal y humano de su Maestro. D. Manuel sentía verdadero cariño por los niños pobres, él decía: “A mí se me conmueven todos los fundamentos del alma cuando veo sufrir a un niño”. “Hay que vivir con el pobre, más cerca del pobre y más para el pobre. Solamente así agradaremos a Dios y habrá paz en el mundo”. Cuando la huelga grande de los mineros de Rio Tinto, en el año 1.920, Don Salvador Moreno (miembro del Comité de huelga), recurrió a D. Manuel Siurot para que remediara el hambre de los hijos de los obreros mineros huelguistas, como ya hiciera en huelgas anteriores; Siurot le dio de comer a unos 1.000 niños durante siete meses y medio, le costaba aquello diariamente más de 700 pesetas, y tuvo que buscar dinero en toda España y también en América, Inglaterra y Francia.

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Esto le trajo a Siurot muchos disgustos con los patronos, pero todo era tolerable, menos que los niños pasaran hambre en las calles y en las escuelas. Algunos patronos tacharon a Siurot de sindicalista, a lo que D. Manuel les respondió: “Si patrocinar y alimentar a los hijos hambrientos de los obreros mineros huelguistas es sindicalismo, yo soy sindicalista con todo mi corazón”. D. Manuel Siurot, fue tan humanitario y tan generoso, que dió todo su trabajo, toda su dedicación y todo su patrimonio, altruistamente, al mantenimiento de sus Escuelas y de su Internado gratuito de Maestros y también a mitigar el hambre de todos los niños pobres de Huelva y su provincia. Siurot dijo: “Cuando llego a los 60 años, vuelvo los ojos atrás y contemplo mí vida entera dedicada a trabajar por Huelva. He gastado mí vida en el interés de Huelva”.

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SIUROT POLITICO En el mes de noviembre de 1.901, Siurot se presenta a las Elecciones Municipales y sale elegido como Concejal del Ayuntamiento de Huelva por el Grupo Conservador. En enero de 1,903, Siurot es nombrado por el Ayuntamiento primer Teniente de Alcalde y también Juez Municipal, En Julio del mismo año, D, Manuel presenta al Ayuntamiento de Huelva, su renuncia como Concejal y primer Teniente de Alcalde. Desde este momento, Siurot deja la política para dedicarse por entero a su profesión de Abogado. En el año 1,910, D, Manuel es designado por el Ministerio de Instrucción Pública, para que concurra a las Fiestas del Centenario de la Independencia de Argentina, en representación de la Real Colombina Onubense y también del Ayuntamiento de Huelva. El Sr. Siurot, durante los días que estuvo en Argentina, pronunció una serie de discursos extraordinarios, que tuvieron un gran éxito y repercusión en toda la prensa argentina. D. Manuel Siurot con sus actos realizados en Argentina, dejó el pabellón de Huelva a una altura difícilmente superable. Fue uno de los grandes éxitos obtenidos por el “Maestro de niños pobres”. Los argentinos no se cansaron de elogiar al gran Orador y Pedagogo palmerino.

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En 1.924, el Directorio del General Primo de Rivera, le ofrece a D. Manuel Siurot la Dirección General de Primera Enseñanza, cargo que rehúsa ante el temor de tenerse que alejar de sus Escuelas del Sagrado Corazón de Jesús y del Internado de Maestros de Huelva, Siurot dijo: “No actúo ni actuaré en política mientras vivan mis Escuelas y esté yo en ellas... Además, ni entiendo, ni quiero, ni tengo vocación para la política”. En 1.927, D. Manuel, en contra de sus deseos, es nombrado Miembro de la Asamblea Nacional Consultiva, por el General D. Miguel Primo de Rivera, Presidente del Directorio. En diciembre de 1.928, Siurot, siendo Miembro de dicha Asamblea, en un brillante discurso pronunciado en la misma, tuvo el valor y el coraje de defender con razonamientos justos e inteligentes, mejoras económicas para todos los maestros, consiguiendo que el Gobierno del General Primo de Rivera, le subiera el sueldo a este colectivo, que eran unos 11.000 aproximadamente en toda España. En el mismo año 1.928, la Confederación Nacional de Maestros, en agradecimiento al Pedagogo palmerino, por haber conseguido que el Gobierno les subiera el sueldo a los maestros, le concede a Siurot el nombramiento de Presidente de Honor de la Confederación Nacional de Maestros. Al mismo tiempo, solicitan al Gobierno, que el libro “La Emoción de España” escrito por Siurot en 1,923, sea declarado de texto oficial en todas las escuelas de España. También solicitan que se le conceda al “Maestro de niños pobres”, la Medalla del Trabajo. Las insignias fueron costeadas por suscripción popular en Huelva. Tanto el nombramiento como la condecoración le fueron concedidas el año 1.930.

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Estando D. Manuel Siurot veraneando, con su esposa y su nietecita Manolita, el mes de Julio de 1.936 en Aracena, como hacía habitualmente todos los veranos por prescripción facultativa; se hospedaba en el Hotel San Francisco. Pues bien, hasta tres veces fueron un grupo de milicianos, armados con escopetas, a dicho Hotel para llevarse preso a D. Manuel. La primera y la segunda vez, llamaron a la puerta y antes de salir Siurot, éste acariciaba una estatuilla que tenía en su habitación, de la recientemente declarada Beata Gemma Galgani, de la que era muy devoto, no le daba tiempo a D, Manuel salir a la calle, cuando ya se habían ido los milicianos; la tercera vez el jefe del grupo, que había sido miembro del comité de huelga de los mineros de Rio Tinto, reconoció a D. Manuel Siurot y seguro que le diría a sus compañeros que éste hombre fue el que le dió de comer a sus hijos cuando ellos estaban de huelga en las minas; lo cierto es que se fueron y ya no volvieron a molestar más al Maestro, quién decía que era un milagro de la Beata Gemma Galgani. A Siurot no fueron a detenerle por ser político, sino, por ser católico y Regente de las Escuelas cristianas para niños pobres de Huelva. D. Manuel le puso nombre a varias salas de la Gruta de las Maravillas de Aracena, como: “EL Salón de la Esmeralda” “El Baño de la Sultana” y “La Tienda de las Pieles” etc. También descubre Siurot un bello Cristo del Perdón, obra de Juan Martínez Montañés, que se encontraba en una parte difícil de observar en la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, de Aracena.

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D. Manuel, escribió el 17 de julio de 1,927, en la Revista Blanco y Negro de Madrid, un extraordinario artículo sobre la Sierra de Aracena y Picos de Aroche, en el que describe la belleza de la Peña de Alájar y su entorno, también expresa el respeto y la admiración que siente por el sabio y gran humanista Don Benito Arias Montano. Siurot no fue político y nunca militó en ningún partido, era un gran demócrata y liberal que amaba profundamente a España, Yo diría que su inclinación era monárquica, por el respeto, cariño y admiración que sentía por S.M. el Rey Alfonso XIII; el mismo cariño y admiración que su Majestad sentía por su amigo Manolo Siurot (como le gustaba llamarlo). Cuando nuestro Rey Alfonso XIII estuvo exiliado en Roma, era costumbre que el dueño del palacete o mansión donde vivía, tuviera en el jardín un busto suyo. Su Majestad llamó a varios escultores para ver a quién de ellos le encargaba hacerlo. Entre los cuales se encontraba un español (el escultor Antonio Pinto Soldán) y al preguntarle nuestro Rey de qué pueblo era, el escultor le dijo que de La Palma del Condado, a lo que su Majestad sonriéndose dijo: “¡Hombre del pueblo de mi amigo Manolo Siurot… Tú vas a hacer mi busto”!. D. Manuel Siurot, no quiso saber nada de política, aun que reunía, en grado sumo, todas las cualidades para haber sido un buen político; era un gran patriota, amaba profundamente a España, era honrado, honesto, tenía talento y una gran cultura, tenía un corazón noble y generoso, era muy humano y poseía una conversación elocuente y muy amena, capaz de convencer a cualquiera. Si se hubiera dedicado a la política, estoy seguro que hubiese llegado a ser un excelente Presidente del Gobierno. El Maestro palmerino decía: “Las derechas y las izquierdas no han nacidos para destruirse, sino, para comprenderse e integrar ambas la vida total del País”. ¡Hasta que no ocurra esto, no tendremos una verdadera democracia en España!

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SIUROT: CRISTIANO COMPROMETIDO D. Manuel Siurot fue un católico convencido y comprometido con la iglesia de aquellos tiempos. Esto le acarreó muchos problemas de todo tipo que él, con su inteligencia privilegiada, supo ir sorteando y dándole las soluciones más apropiadas. Siurot decía: “Lo primero que hay que decir es que soy católico. En el Evangelio he descubierto la luz, el amor, la libertad, la vida, la plena democracia, la plena justicia y la plena satisfacción de los deseos del espíritu”. Fue en su pueblo natal, La Palma del Condado, donde aprendió a rezar cuando tenía sólo 6 añitos, su santa madre Dª Lutgarda Rodríguez Caro, que era una palmerina muy devota de la Virgen, el 15 de Agosto de 1.878 y cuando pasaba en procesión nuestra Patrona la Santísima Virgen del Valle, a las 3 de la madrugada, por la Plaza de la Pescadería, levantó a su hijo Manuel de la cama y lo llevó a la ventana y le dijo: “Mira hijo mío es nuestra Patrona la Virgen del Valle... Dile Dios te salve María, y él con esa voz inmaculada de niño, le rezó por primera vez a su Patrona. D. Manuel dijo: “Las cosas que mi madre me enseñó, están grabadas a fuego en el frontispicio de mis convicciones”. Siurot era un cristiano auténtico, practicante, de comunión diaria, que encontraba en el Señor la fuerza y el aliento necesario, para seguir la lucha diaria que le demandaban los alumnos pobres de sus Escuelas del Sagrado Corazón de Jesús, del barrio de San Francisco de Huelva.

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D. Manuel Siurot y otros socios de la Conferencia de San Vicente de Paúl, dando ejemplo de su compromiso cristiano, manifiestan su adhesión a la iglesia Católica, en una carta dirigida al Cardenal Arzobispo de Sevilla D. Marcelo Spínola, ante el liberalismo y la falta de respeto a la iglesia Católica, de la sociedad de aquellos tiempos. D. Eugenio Hermoso, pintor de Fregenal de la Sierra, evoca su amistad con el Maestro diciendo lo siguiente: “Siurot militaba activamente en el campo de la catolicidad. Fue también algo librepensador en sus años juveniles... De tal forma era atrayente aquel buenazo y simpático amigo, que hasta hombres de ideas contrarias a las suyas, católicos a marcha martillo, le seguían, le admiraban y... acababan por claudicar siurotiandose”. D. Aníbal González, célebre arquitecto de la Exposición Iberoamericana de Sevilla inaugurada el 9 de mayo de 1.929, le solicita a D. Manuel Siurot, el motivo que el Ayuntamiento desee para decorar el “banco” dedicado a la provincia de Huelva, en la Plaza de España de Sevilla. Más adelante le escribe otra carta a su amigo Siurot, diciéndole: “Te agradezco los consejos que me has dado y que, han tenido la evidente eficacia de darme una inmensa satisfacción espiritual y una confianza completa en el éxito del proyecto magno. Cuantas recomendaciones me hizo, han quedado grabadas y serán fielmente cumplidas”.

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D. Aníbal González, conociendo lo devoto que era Siurot del célebre Cristo de la Expiración (el Cachorro de Triana), encarga una réplica del citado Cristo a un imaginero de Málaga para regalárselo al Maestro palmerino. En un artículo publicado en El Correo de Andalucía, escrito por Siurot, éste confiesa: “Fue Aníbal González, con sus hermanos Carlos y Cayetano, el autor del regalo más grande que me han hecho en mi vida: una copia de tamaño natural del Cristo de la Expiración (el Cachorro de Triana)... Cuando recibí el regalo, decidí cederlo a mis Escuelas de Huelva, con la condición de que si un día desaparecieran mis Escuelas (Lo que Dios no quiera), la citada escultura pasaría a la propiedad de mí querida Parroquia de San Pedro de Huelva”. Las Escuelas de Siurot de Huelva, desaparecieron de lugar y la escultura del “Cachorro de Siurot” también desapareció sin que nadie, hasta este momento, sepa la suerte que ha corrido el citado Cristo. Pienso que D. Manuel Siurot “Apóstol de niños pobres”, ha sido el Maestro Cristiano más importante de España y el más comprometido con la Iglesia Católica de su época.

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SIUROT: ELOCUENTE ORADOR D. Manuel Siurot fue un gran orador y lo demuestra las múltiples conferencias y discursos que pronunció en las tribunas más importantes de España y también en el extranjero, concretamente en la Argentina. En 1.907, en la Asamblea de las Corporaciones Católicas Obreras de Granada, habló sobre “La Propiedad” y entre otras cosas, Siurot dijo: “Había que crear empresas donde trabajen los pobres y ganen el pan para sus familia... Había que distribuir parte de las ganancias de las empresas entre sus trabajadores”. Sus palabras causaran un gran impacto entre el público asistente al acto. En 1.909, Siurot da un mitin en la Plaza de la Merced de Huelva, en protesta del proyecto de la Compañía Minera Álcali en contra de los intereses de los onubenses. En 1.910, pronuncia una conferencia en el Teatro San Fernando de Sevilla, sobre la “escuela laica y la enseñanza religiosa”. Ya desde sus comienzos, D, Manuel se manifiesta como un gran defensor de la libertad de enseñanza. En el mismo año 1.910, D. Manuel Siurot viaja a la Argentina en representación de la Real Sociedad Colombina y del Ayuntamiento de Huelva, con motivo de las Fiestas de la Conmemoración de la Independencia de Argentina. D. Manuel pronuncia una serie de discursos en Buenos Aires de gran contenido americanista, sobre todos, el que pronunció en el Jockey Club, invitado por el Presidente del Concejo Deliberante, Dr. Col y que tuvo un gran éxito y también gran resonancia en toda la prensa argentina.

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En éste discurso, el Sr. Siurot propuso a los representantes de las naciones americanas presentes en el acto, la construcción de “pabellones” que unieran la Rábida con Palos de Moguer (hoy de la Frontera), como muestra del hermanamiento de la madre patria y sus hijas. D. Manuel Siurot con su extraordinaria actuación en la Argentina, puso el pabellón de Huelva a una altura difícilmente superable. Por éste motivo, el Ayuntamiento, en sesión extraordinaria, acuerda nombrar al Sr. Siurot Hijo Adoptivo de Huelva. En 1.911, Siurot participa en el Congreso Eucarístico de Madrid, en el que presenta tres memorias sobre la “Sagrada Eucaristía”, “Los niños” y “La Comunión diaria”. En 1.912, invitado por el director del periódico El Debate de Madrid, D. Manuel pronuncia tres conferencias: La 1º: “Cómo y porqué se fundaron en Huelva las Escuelas del Sagrado Corazón de Jesús”, la 2º titulada: “Las Escuelas laicas” y la 3º titulada: “Cosas de niños”. Estas conferencias fueron muy elogiadas por el numeroso público y también por la prensa. En 1.913, D, Manuel Siurot con 20 alumnos de sus Escuelas viajan a Madrid, invitados por D. Antonio López Muñoz, Ministro de Instrucción Pública, para dar varias conferencias sobre “pedagogía práctica” en el paraninfo de la Universidad Central. El éxito obtenido por Siurot y sus alumnos fue tan grande, que fueron recibidos en el Palacio Real por el Rey D. Alfonso XIII. Este sentía verdadera admiración por el “Maestro de niños pobres” y era un gran entusiasta del sistema de enseñanza que empleaba el Pedagogo palmerino en sus Escuelas de Huelva. Al salir del Palacio, el Ministro le comunicó a Siurot que el Rey le había concedido la Encomienda de número de Alfonso XII, cuyas insignias quería regalarle y entregarle el propio Rey Alfonso XIII.

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A su regreso de Madrid, D. Manuel y sus alumnos, imparten una conferencia parecida a la de Madrid, en el Teatro Eslava de Sevilla, obteniendo un gran éxito y una gran resonancia en Sevilla y en toda Andalucía. Ya de regreso en Huelva, Siurot y sus alumnos hacen una demostración de lo que han hecho en la capital de España, en el Teatro Mora de Huelva, siendo muy ovacionados por el numeroso público asistente. El día 3 de Julio de 1,913, Siurot con sus alumnos viajan a su pueblo natal, La Palma del Condado, para hacer en su Teatro Ayala una demostración de lo realizado en Madrid y recibir el cariñoso homenaje de sus paisanos. Nada más aparecer en el escenario, tanto el Maestro palmerino como sus alumnos, fueron largamente ovacionados. A la terminación de cada ejercicio, recibían un atronador aplauso de sus paisanos que llenaron el Teatro a rebosar. El gran éxito alcanzado por Siurot y sus alumnos, fue el motivo para que el Ayuntamiento le dedicara una calle céntrica de La Palma a D. Manuel Siurot y también la colocación de una placa en la fachada de la casa donde nació el Ilustre palmerino. Veinte días más tarde recibe Siurot, un certificado del Acta por el que el Ayuntamiento, acuerda por unanimidad, rotular la calle Huertas con el nombre de Manuel Siurot, resaltando en el mismo documento, los méritos del Maestro palmerino. En 1.914, Siurot pronuncia un discurso en el Paraninfo de la Universidad de Salamanca ante D. Miguel de Unamuno, Rector de la misma, sobre la “peregrinación teresiana”. El texto de éste discurso está recogido íntegramente en Florales y Teresianos. En 1.915, D. Manuel pronuncia tres conferencias en el Ateneo de Sevilla, siendo presidente del mismo D. José Monge y Bernal, las conferencias fueron: “Niñerías”, “Cosas de Arte” y “Santa Teresa de Jesús”.

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El triunfo del elocuente orador palmerino en el Ateneo Sevillano fue rotundo e indescriptible. En 1.916, Siurot pronunció su famosa conferencia sobre el III centenario de la muerte de Cervantes en el Teatro Lloréns de Sevilla. El ateneo sevillano encargó una edición de 8.700 ejemplares de dicha conferencia, cuya recaudación por la venta iría destinada a las Escuelas del Sagrado Corazón de Jesús, de Huelva. El éxito que obtuvo el “Maestro de niños pobres” en ésta conferencia fue apoteósico. Por éste motivo, el Presidente del Ateneo de Sevilla D. José Monge y Bernal, comunica oficialmente a D. Manuel Siurot su nombramiento como Socio Honorario del Atenea. En 1.917, Siurot actúa como Mantenedor de los Juegos Florales de Sevilla, pronunciando un hermoso discurso, titulado: “La Reina y las Soleares”. El gran orador palmerino, hizo de su discurso el canto más brillante y más sentido que se ha hecho de Sevilla. En 1.923, D. Manuel pronuncia una conferencia en el Casino Militar de Sevilla, habló del “Ejército y la Moralidad” y de las “Responsabilidades bajo el punto de vista Cristiano”. El éxito de este discurso fue recogido tanto en la prensa de Sevilla como en la de Huelva. Siurot recibió una calurosa ovación al final del mismo por el público asistente. En el mismo año de 1.923, D. Manuel pronuncia un emotivo discurso en Isla Cristina, siendo presentada por el Presidente de la Tribuna D. Román Pérez Romeu (íntimo amigo de Siurot). Durante este largo discurso, el elocuente orador, sugestiona con su gran oratoria a todos los presentes que no dejan de aplaudir al orador. En 1.924, con motivo de la apertura del Congreso de la Educación Católica de Madrid, el Señor Siurot pronuncia en el Teatro Real el discurso inaugural titulado: “Madre Cristiana”, ante la presencia de SS.MM. los Reyes y el Gobierno de la Nación.

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En su discurso el Maestro exaltó las grandes condiciones pedagógicas que adornan a la mujer cristiana. Durante su discurso fue interrumpido numerosas veces con grandes aplausos y calorosas ovaciones. En 1,925, D. Manuel pronuncia la primera conferencia de un ciclo organizado por el Círculo de Instrucción Comercial de Huelva. Siurot manifiesta el amor que siente por su tierra diciendo: “Huelva es para mí como un pedazo de mi alma. En Huelva tengo siempre el pensamiento y el corazón”. Esta conferencia dió lugar a que el Ayuntamiento de Huelva acordara poner el nombre de Manuel Siurot al Paseo del Conquero, “por bueno, por sabio y por generoso maestro de niños pobres”. En 1.928, en los meses de enero, mayo y diciembre, el Pedagogo palmerino pronuncia tres discursos ante los miembros de la Asamblea Nacional Consultiva, solicitando: “Le suban el sueldo a los maestros españoles”. Por fin consigue que el Gobierno del General Primo de Rivera, le suba el sueldo a éste colectivo que cobraba una miseria. Por éste motivo, D. Manuel Siurot es nombrado Presidente de Honor de la Confederación Nacional de Maestros. En 1.938, con motivo de su ingreso en la Real Academia Sevillana de Buenas Letras, pronuncia Siurot la conferencia titulada: “Sevilla la Lírica”. En éste discurso el elocuente Orador hizo una maravillosa expresión lírica de Sevilla y sus poetas. En 1.939, D. Manuel pronuncia un brillante discurso en La Palma del Condado, su pueblo natal, que él titula: “Pro-santificación de las fiestas”. Este sería el último discurso que el elocuente orador palmerino, pronunciara pocos meses antes de morir. Los ingresos adquiridos por todos éstos discursos y conferencias pronunciados por D. Manuel Siurot, iban destinados íntegramente a sufragar los gastos que suponían el mantenimiento de sus Escuelas y del Internado gratuito de Maestros “La Milagrosa”, de Huelva.

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MANUEL SIUROT

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SIUROT: ROCIERO DE PURA GEPA En la revista Cada Maestrito, Huelva, año I, número 10,15 de Julio de 1,919 D. Manuel Siurot, escribe un artículo que se titula: “Mi primer viaje al Rocío”, en el que nos cuenta lo siguiente: “Hace ya muchos años, era Arcipreste de Huelva el famoso que hizo célebre este cargo D. Manuel González García, pues bien, Huelva tenía una tradición rociera de primer orden y poco a poco se había ido enfriando y perdiendo. Llegaron las cosas a tal extremo que, el año a que me refiero, (no dice el año, pero yo calculo que fue en 1.907), ni había Junta de Hermandad, ni había Hermano Mayor que llevara a la Virgen, ni posibilidad de llevarla en forma, porque sólo faltaban dos días para la salida de las carretas, si es que iba alguna aquel año, y en tan corto tiempo era imposible preparar una peregrinación digna. El Sr, Arcipreste nos llamó al bendito de Antonio Oliveira y a mí, y nos dijo: “Hermanos, no hay quién lleve a la Virgen y es preciso que ustedes hagan la caridad de disponerse a hacerlo, para que no se pierda esta costumbre popular religiosa, y para que no caiga sobre Huelva el borrón de que sea la capital de la provincia la única que no se presente este año en El Rocío”.

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Antonio y yo nos miramos asombrados ante tal petición. Los dos teníamos entonces la equivocada idea de que El Rocío era una borrachería, y teníamos cien prevenciones contra la fiesta; pero lo pedía quién lo pedía y en términos tan concluyentes, que aceptamos el encardo y, contra todo el torrente de nuestro deseo, nos dispusimos a cumplir la voluntad del glorioso Arcipreste. Gilabert, el famoso tuerto, que había lucido su traje de capitán de armados en todas las procesiones de Semana Santa, el buenazo de Pedro Gilabert, un bendito de Dios, devotísimo de la Virgen del Rocío, estaba, hacía ya mucho tiempo, enfermo de morir, con una horrible caries de los huesos de la cabeza, y el pobrecito, amarrado al lecho del dolor, no había podido muñir (anunciar) la romería este año, siendo acaso ésta la principal causa del desastre a que había venido la tradicional Hermandad. Fuimos a verlo Antonio y yo. Daba lástima el pobre maestro, con su cabeza como una fruta podrida, con su cara pálida, su bigotazo caído sobre la boca, y aquel ojo bueno mirándonos desde el fondo de su enfermedad como si estuviera muy agradecido, porque nosotros habíamos sacado el pecho en honor de su queridísima Madre, la Virgen del Rocío. Era menester ser ciego para no percibir que el bueno de Gilabert estaba herido de muerte. Así lo habían dicho los médicos. Tendido en la cama y sin incorporarse, porque no podía, nos dijo: ¡Yo también voy al Rocío! La mujer de Gilabert que estaba presente se echó a llorar. ¡Ay D, Manuel de mí alma, a ver si se lo quita usted de la cabeza! ... ¡Pero hombre de Dios! ¿Cómo va usted a ir al Rocío? Si está enfermo sin poderse mover... Yo por mi parte no lo he de consentir... Pues no tengo más remedio que ir, me quiero morir allí, en el Rocío... Allí me tengo yo que morir. Era conmovedora esta firmeza del pobre enfermo. ¡Qué amor tan sano y tan fuerte para la Santísima Virgen...! Pues hijo haga usted lo que quiera... ¡Cúmplase la voluntad de Dios!

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Y ya estamos camino del Rocío. Antonio y yo vamos a caballo. De vez en cuando, descansamos, en un coche que nos acompaña. El maestro Gilabert va en su carro convertido en cama, dando trastazos por esas carreteras y caminos. Su mujer va hecha una hermana de la Caridad en dicho carro. La carreta de la Virgen, que ha perdido su antiguo bañito de níquel, parece de hierro, negra, con toda su desnudez, y las piezas, que no están bien ajustadas, arman un repiqueteo alarmante ante el desnivel de una piedra que cogen las ruedas o de un bache de los incontables del camino. Son las tres de la noche cuando nos encontramos a media distancia entre San Juan del Puerto y Niebla. Hay nubes y viento frio. La oscuridad es completa. En el silencio se oye de pronto un ruido extraordinario de hierros que chocan y las voces de un hombre. La carreta de la Virgen se ha hecho pedazos instantáneamente y el carretero, que ha quedado entre el montón de hierros, grita y pide socorro. Antonio y yo acudimos inmediatamente y palpamos más que vimos aquella ruina y tribulación. Sacamos al carretero de sus apuros, hacemos esfuerzos para sacar el Estandarte de la Virgen de aquel maremágnum. En esto, suena un grito terrible en la carroza del maestro Gilabert. Lo único que nos faltaba, hermano, le digo a Antonio, es que Gilabert con el susto se muera. Bendito sea Dios, cuantos apuros y necesidades. Sacamos el Simpecado de la Virgen. Está roto... ¡Qué Pena, Dios mío! En esto veo cerca de mí, forcejeando para ayudar en aquel conflicto, un hombre que parecía en lo oscuro de la noche como una mancha clara. ¿Quién es usted?... ¡Gilabert, D. Manuel... Gilabert que se ha puesto bueno!... ¿Pero es usted, maestro? Si señó, del susto me ha puesto bueno la Virgen.

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Y Gilabert lloraba y reía. Lloraba por la carreta rota; reía por su salud recobrada. ¡Oh Virgen del Rocío, qué cosas tan distintas hiciste sentir a nuestros corazones en aquel momento trágico! ¿Pero es posible...?. ¿Está usted bueno? Y como el viento no dejaba arder las velas, quemamos periódicos y yerbas secas y pudimos ver al gran Gilabert en calzones blancos corriendo a ocultarse en su carroza y diciendo a voces: ¡Estoy bueno! ¡No me duele nada! ¡Estoy fuerte! Como un chiquillo, saltó de su carro y lloraba y le lloraban de emoción los dos ojos, el bueno y el tuerto, que para esto de llorar no hay ojos malos. ¡Viva la Virgen del Rocío! ¡Viva esa Blanca Paloma! ¡Viva, viva!.. Nos volvimos locos. En aquella oscuridad, apartamos como pudimos los pedazos de la Carreta, los dejamos en depósito en una casilla de peones camineros y entonces Gilabert, curado para siempre, pues después de muchos años no volvió jamás a dolerse de su terrible enfermedad. Oliveira llorando de emoción, y yo, entregado y confundido, celebramos en plena carretera, a las tres y media de la noche; Junta de Hermandad y acordamos, por unanimidad, ir al Rocío con el Estandarte roto y sin Carreta. Yo debía entrar con el maltrecho Simpecado en la mano, apoyado en la silla vaquera de mí jaca, en el momento solemne en que allí se reciben a las Hermandades, que deben entrar con todo esplendor. Y así lo hicimos; y Huelva entró aquel año en el Rocío, pobre, sin carreta y con el Estandarte roto, pero llevábamos a Gilabert, que valía más que todas las carrozas del mundo, porque sobre él se había posado el Espíritu de Dios en un momento de tribulación y angustias para los acompañantes de la Virgen del Rocío. Y cuando montado en mí caballo presentaba yo a las autoridades de Almonte, en la puerta de la Ermita, aquel Estandarte que parecía venir de una batalla, las gentes que ya conocían el suceso lloraban y vitoreaban, y yo leía en mí interior, como un reproche escrito con lágrimas, éstas palabras: “Anda ingrato, para que creas que esto es una borrachería” “¡Y éste fue mi primer Rocío!”.

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D. Manuel Siurot, con éste acto de generosidad y valentía, al llevar a la Hermandad de Huelva al Rocío, en esas pésimas condiciones, evitó que la Hermandad Matriz de Almonte, aplicándolo establecido en sus “Reglas”, sancionara a la Hermandad de Huelva con perder su antigüedad por no asistir ese año al Rocío. Así mismo, evitó que cayera sobre Huelva el borrón de no presentarse ese año en el Rocío. D. Manuel Siurot fue un “rodero tardío”, cuando hizo su primer Rocío en el año 1,907, contaba 35 años de edad. Hasta entonces, Siurot tenía la idea equivocada de que el Rocío era una borrachería y tenía sus prevenciones contra la fiesta rociera. Posiblemente éste sería el motivo por el cual no fue al Rocío siendo más joven. Durante su primer Rocío, el Pedagogo palmerino vivió todos los actos de la Romería con tanta fé, con tanto amor y con tanta devoción a la Señora, qué ya no faltaría ningún año a la cita rociera. Más adelante, Siurot sale en defensa del que se toma unas copas durante la fiesta rociera, diciendo: “Este pueblo, que trabaja, es el pueblo de la Romería. Cuando estaba en la molienda de la aceituna y en la escarda de los trigos, nacióle la idea de ir al Rocío. Cuando él llegue allí, rezará a la Señora, luego se tomará una copa de vino. Si algún señor grave le sorprende, que no se ofenda, que no proteste. ¿Quién se bebió jamás una copa de vino con más derecho ?... Primero trabajó, luego ha rezado y ahora con la alegría del Rocío, levanta en el aire una copa de vino”. D. Manuel dice: “El Rocío es la fiesta más popular que se le hace a la Virgen en España. Es el triunfo de la democracia que cree. Aquello es pueblo puro, pueblo andaluz”. Siurot, no dejaría de ir todos los años al Rocío, casi siempre, acompañado de sus grandes amigos, como: D, Ignacio de Cepeda y Soldán (Vizconde de La Palma del Condado); D. Pedro Alonso Morgado, poeta y escritor;

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D, Juan F. Muñoz y Pabón (el Curita de Hinojos); o D. Alejandro Pérez Lugín, escritor gallego, autor de la “Casa de la Troya”, “Currito de la Cruz” (ésta fue llevada al cine); y también de “La Virgen del Rocío ya entró en Triana” (que no la pudo terminar porque le sobrevino la muerte). Finalmente lo terminó de escribir en el año 1.929, el joven escritor de Aracena D. José Andrés Vázquez. El día 25 de mayo de 1.918, D. Juan Francisco Muñoz y Pabón (el curita de Hinojos), fervoroso devoto de la Virgen del Rocío, escribió en el Correo de Andalucía, el artículo titulado: “La Pelota está en el Tejado”, a través del cual lanzó la idea, con razonamientos justos, de coronar canónicamente a la Blanca Paloma. Entre otras cosas decía: “La Virgen del Rocío, ésta imagen de la Madre de Dios debe ser canónicamente coronada, ¡Es cuestión de decoro rociero! ¿Qué se necesita para ello? Un hombre y luego, una mujer como complemento del hombre. El hombre puede ser en Sevilla el cura del Salvador, que es todo un rociero; y la mujer... la señorita María Magdalena Almaraz y Santos, que con sólo una vez que ha ido al Rocío, ha vuelto más rociera que el Arroyo del Ajolín. En Huelva, porque de Huelva no puede prescindirse (porque si el Rocío es de la Diócesis de Sevilla, la Virgen del Rocío es de la provincia de Huelva). En Huelva, ahí está el hombre más grande de todos los que han salidos de por allí: Siurot, el más rociero de entre todos los hijos de los hombres y como pareja para él, Dña. Juana Soldán, viuda de Cepeda, primera contribuyente de la provincia... Una hija suya debe la salud a una misericordia de la Virgen del Rocío. Si a estos cuatro prestigiosos rocieros, se le aúnan Anita Valladolid con todos los almonteños, creo como si lo viera, que para el Rocío que viene podríamos cantar la copla que aprendimos cuando niño”. La Virgen del Rocío Blanca Paloma Ha estrenado este año Manto y Corona.

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“La Pelota está en el Tejado. La Virgen Santísima se encargará de decir si es casa de Ella o de mí, pecador”. D. Manuel Siurot, contribuyó mucho para que la coronación de la Virgen del Rocío se hiciera realidad. Hizo valer la influencia que tenía con su íntimo amigo el Cardenal Arzobispo de Sevilla D. Enrique Almaraz y Santos para que éste hiciera fuerza en el Vaticano. El Maestro y escritor palmerino en el año 1.918, escribió el librito “La Romería del Rocío” y lo puso a la venta a 1 peseta el ejemplar, para recaudar fondo para sufragar el gasto de la Corona de la Blanca Paloma. “El domingo de Pentecostés, 8 de junio de 1.919, la Virgen fue trasladada hasta el lugar de la coronación en el Real, donde se alza el monumento conmemorativo. Llevaron sobre sus hombros el paso de la Señora el párroco de Almonte, Manuel Márquez Gómez; el de Carrión de los Céspedes, Elías Domínguez Quintero; el de Castilleja del Campo, Felipe Rodríguez; el presbítero de La Palma del Condado, José Aguilar Cabrera; el presidente de la Hermandad Matriz, José Villa Báñez; Antonio Acevedo Valladolid; Manuel Siurot y Valentín López”. El citado día 8 de junio de 1.919, a las 11,15 horas, el Cardenal D. Enrique Almaraz y Santos, ciñó la corona de oro sobre la cabeza de la Blanca Paloma. Con éste solemne acto, por fin, se hizo realidad los anhelos de todos los devotos de la Virgen del Rocío. D. Manuel Siurot, además del libro “La Romería del Rocío”, escribió en la revista Cada Maestrito, muchísimas artículos sobre la Romería del Rocío. Así como, muchas crónicas telefónicas para el A.B.C., también de temas rociaros. El escritor palmerino, era un rociero muy cristiano y muy mariano, bajo las advocaciones: Del Valle (Patrona de su pueblo natal, La Palma del Condado); De la Cinta (Patrona de su querida Huelva) y del Rocío (Reina y Madre de Andalucía). Siurot decía: “Yo para las cosas del mundo soy comodón y muchas veces cobarde. Pero para la Virgen del Rocío, voto con los almonteños y digo también: Para Ella hasta la última gota de mí sangre”. Fue Hermano Mayor de la Cinta y también de la Hermandad del Rocío de Huelva. D. Manuel Siurot, “Maestro de niños pobres”, ha sido uno de los rocieros que más hizo por el Rocío, y desde luego, el que más ha escrito sobre la Romería del Rocío. SIUROT FUE UN ROCIERO DE PURA CEPA.

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SIUROT: N0MBRAMIENTOS Y CONDECORACIONES A lo largo de toda su vida, Siurot recibió multitud de Nombramientos y Condecoraciones, en reconocimiento a la gran labor educativa, cultural y humanitaria, que llevó a cabo desde la fundación de sus Escuelas del Sagrado Corazón de Jesús, de Huelva, hasta el último momento de su vida. Voy a espigar algunos de éstos Nombramientos y Condecoraciones recibidas por el ilustre palmerino. En 1.910, el Ayuntamiento de Huelva, en sesión extraordinaria, acuerda nombrar a D. Manuel Siurot Hijo Adoptivo de Huelva. Pero éste acuerdo no se llevó a efecto hasta el año 1.990, (80 años después) y con motivo del 50º aniversario de la muerte del “Maestro de niños pobres”, el Ayuntamiento nombra a D. Manuel Siurot, Hijo Adoptivo de Huelva, a título póstumo. En 1.913, como consecuencia del éxito obtenido en varias conferencias dadas por Siurot y un grupo de sus alumnos, en la Universidad Central de Madrid, fueron recibidos en el Palacio Real por el Bey Alfonso XIII, amigo y gran admirador del sistema de enseñanza empleado por D. Manuel en sus Escuelas de Huelva. El Rey le concede la Encomienda de Alfonso XII, cuyas insignias se las regala y entrega el propio Rey D. Alfonso XIII. Este mismo año de 1.913, el Ayuntamiento de La Palma del Condado, por unanimidad, acuerda rotular la calle Huertas con el nombre de MANUEL SIUROT, por los méritos que concurren en el ilustre palmerino.

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EL Conde de las Navas, bibliotecario mayor del Rey, envía a Siurot, en nombre de D. Alfonso XIII, una maravillosa colección de grabados de los cuadros del Museo, de gran tamaño y valor artístico, para sus Escuelas de Huelva. En 1.916, el Ateneo de Sevilla, nombra Socio Honorario de dicho Atenea a D. Manuel Siurot, en agradecimiento por la conferencia que dió, con motivo del tercer centenario de la muerte de Miguel de Cervantes. En 1.917, el Maestro de niños pobres es nombrado Consiliario de la Hermandad de la Cinta, hasta el año 1.918 y el año 1.919, es nombrado Teniente de Hermano Mayor de dicha Hermandad, hasta el año 1.920. En el mismo año de 1.919, una comisión de altas personalidades francesas, visitan las Escuelas de Siurot, e informan al Gobierno francés que dichas Escuelas “son una joya”, por lo que nombra a D, Manuel Siurot Oficial de Instrucción Pública francesa, se le concede la “Palma de Oro” prestigiosa condecoración académica y se le asigna una subvención anual de 1.000 pesetas con destino a su obra. En 1.920, Siurot es nombrado Hermano Mayor de la Hermandad de Nuestra Señora de la Cinta, hasta el año 1.923. En 1.924, el General Primo de Rivera y el propio Rey Alfonso XIII, ofrecen a D. Manuel Siurot la Dirección General de Primera Enseñanza. Pero el “Maestro de niños pobres” no acepta el importante cargo por no apartarse de sus Escuelas y del Internado de Maestros de Huelva, que tantos sacrificios les ha costado. En dicho año de 1.924, Siurot es elegido Vicepresidente de la Real Sociedad Colombina, hasta el 21 de marzo de 1.926. Este mismo año de 1.924, el Presidente de la Asociación Provincial del Magisterio de Huelva, solicita al Sr. Presidente del Directorio Militar, la Gran Cruz de Alfonso XII para D. Manuel Siurot, “ante quién, nosotros los Maestros en activo, que sentimos hondamente el problema nacional, nos descubrimos para decir después al Gobierno de España: Este hombre debe ostentar en su pecho la Gran Cruz de Alfonso XII”.

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El Alcalde de La Palma del Condado, D. Ignacio de Cepeda y Soldán, informa a sus compañeros de Gobierno, de la adhesión a la Asociación de Maestros de la Provincia, para solicitar al Gobierno de España se le conceda al insigne Pedagogo palmerino D. Manuel Siurot Rodríguez, la Gran Cruz de Alfonso XII, por su hermosa obra al frente de sus Escuelas y del Internado gratuito para Maestros “La Milagrosa” de Huelva, fundado por él. El Presidente de la República Francesa, nombra a D. Manuel Siurot, Caballero de la Orden Nacional de la Legión de Honor de Francia. El Cónsul de Francia en Huelva, Sr. E. de Fito, envía una carta felicitando a Siurot con motivo de su nombramiento como Caballero de la Legión de Honor, en la que: “También me felicito yo de éste nombramiento que honra a mi Patria... ¡Viva Siurot, gloria de la Humanidad!”. En 1.925, el Ayuntamiento de Huelva le pone al Paseo del Conquero, el nombre de Manuel Siurot, por bueno, por sabio y por generoso Maestro de niños pobres. También se inaugura oficialmente la Biblioteca Siurot de Huelva, en la Avenida del mismo nombre. En ella están todas las obras de D. Manuel escritas hasta la fecha. Una representación de profesores de la Academia de Infantería de Toledo, vienen a las Escuelas de Siurot, de Huelva, para hacerle entrega al Maestro de un hermoso Pergamino. Al acto asistieran numerosas autoridades militares y civiles. Mr. Legendre, comisionado por la Embajada de Francia en Madrid, llega a las Escuelas de Huelva para condecorar a D. Manuel Siurot, con la Legión de Honor de Francia. Este acto contó con la presencia de numerosos alumnos de las Escuelas y del Internado de Maestros. En 1.926, el Alcalde de Gibraleón, pueblo donde vivió Siurot 6 años, le pone el nombre de Manuel Siurot, a la anteriormente llamada calle Ferias.

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El pueblo de Huelva pide para El Maestro de niños pobres la Gran Cruz de Alfonso XII, ésta propuesta la recoge el Diario de Huelva. El Ayuntamiento de Gibraleón, nombra Hijo Adoptivo a D. Manuel Siurot. Los antiguos alumnos de las Escuelas homenajean a Siurot y le regalan un artístico Pergamino. Hubo más de 1.500 adhesiones. El Rey Alfonso XIII le envía un telegrama que dice: “Qué Dios te proteja y puedas continuar con creciente éxito tus iniciativas y tu hermosa obra”. El Ayuntamiento de Isla Cristina, rotula una calle con el nombre de Manuel Siurot. En 1.927, D. Manuel Siurot es nombrado Presidente Honorario de la Asociación de la Prensa de Huelva. El texto del Pergamino dice: “Al escritor y esclarecido periodista D. Manuel Siurot, Presidente Honorario de la Asociación de la Prensa. Sus camaradas onubenses, como ofrenda fervorosa de admiración”. D. Manuel Siurot recibe el Premio Mariano de Cavia que concede el A.B.C... a los mejores columnistas. En ésta ocasión, correspondiente a la edición de 1.926, el artículo titulado: “El Triunfo de las Carabelas” hizo que el jurado le concediera tal galardón. Con motivo de la concesión de éste Premio a D. Manuel Siurot, el Debate de Madrid, hace una semblanza del Maestro en la que, entre otras cosas, dice: “Siurot es una cumbre moral, en la que brota espontáneamente una vegetación literaria, llena de sanos aromas y de robusta belleza... El Premio Cavia no viene a revelar un valor nuevo, sino, a galardonar justamente un valor consagrado”. El Ayuntamiento de Huelva felicita a D. Manuel Siurot por haber obtenido el Premio Mariano de Cavia y le pide un retrato suyo para colocarlo en un lugar principal del Ayuntamiento. D. Manuel Siurot, en contra de sus deseos, es nombrado Miembro de la Asamblea Nacional Consultiva por el General Primo de Rivera, Presidente del Directorio.

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En 1.928, en la Asamblea convocada por la Confederación Nacional de Maestros y presidida por el Cardenal Arzobispo de Toledo, D. Pedro Segura y Sáenz, es nombrado D. Manuel Siurot Presidente de Honor de la Confederación Nacional de Maestros; en gratitud por haber conseguido mejoras económicas para los maestros españoles. En 1.929, Antonio Millán Moreno, artista onubense, realiza el primer busto de SIUROT, que es expuesto en un escaparate céntrico de Huelva y posteriormente ubicado en el Paseo del Muelle. El Ideal del Magisterio de Madrid, publica un número especial dedicado a D. Manuel Siurot y a sus Escuelas e Internado de Maestros de Huelva. “Por su bondad, por su cultura, por su vocación y porque tiene esencia de sabio y de santo”. En 1.930, el Ministro de Trabajo, le comunica al “Maestro de niños pobres” que el Rey Alfonso XIII, en atención a los méritos y circunstancias que concurren en su persona, le otorga la Medalla de Plata del Trabajo, adjuntándole el correspondiente Diploma que concede los honores y uso de las insignias. En 1.936, D. Manuel Siurot es nombrado, por unanimidad, Académico de la Real Academia de Buenas Letras de Sevilla, en atención a los méritos y cualidades que concurren en el Maestro palmerino. En 1.937, el Ayuntamiento de Posadas (Córdoba), le pone el nombre de Manuel Siurot a un Grupo Escolar, como reconocimiento al gran Pedagogo palmerino, honra de España. La Junta General nombra, por unanimidad, Presidente Honorario de la Prensa de Huelva, a D. Manuel Siurot, en reconocimiento a sus méritos como periodista.

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El Ayuntamiento de Aracena (Huelva), rotula una calle con el nombre de Manuel Siurot, en agradecimiento a las veces que ha escrito la belleza de nuestra Gruta y de nuestra Sierra. En 1.938, D. Manuel Siurot ingresa en la Real Academia Sevillana de Buenas Letras, pronunciando una bella conferencia titulada: “Sevilla la Lírica” en su discurso, el elocuente orador palmerino, que era un enamorado de Sevilla, cantó a su belleza y a sus poetas líricos. El 23 de diciembre de 1.966, se inaugura el busto de Siurot, realizado por Antonio León Ortega, ubicado en el Paseo de Buenos Aires, en la confluencia con la calle Menéndez Pidal. Patrocinado por el empresario D. Arturo López Damas. Fue inaugurado por el Alcalde D. Federico Molina Orta y bendecido por el Obispo D. José Mª García Lahiguera. Este busto está ya bastante deteriorado y es el único monumento que tiene D, Manuel Siurot en Huelva capital. En La Palma de Condado, su pueblo natal, tiene D, Manuel Siurot, con su nombre, la biblioteca municipal, un colegio público, la Sala Museo y un busto, cuyo autor es el escultor Joaquín Moreno Daza (ya fallecido). En 1.990, con motivo del 50º aniversario de su muerte, D. Manuel Siurot fue nombrado por el Ayuntamiento, en sesión extraordinaria y por unanimidad, HIJO PREDILECTO de La Palma del Condado, su pueblo natal. En el año 2.004, se inaugura en el patio del colegio que lleva su nombre, un monumento dedicado al Maestro palmerino. Su autor es el joven y ya célebre escultor palmerino Martín Lagares (nombre artístico). Dicho monumento consiste en un busto de barro refractario sobre un pedestal de piedra artificial. Como hemos visto, D. MANUEL SIUROT que fue por tantos títulos, Ilustre y Excelentísimo, quiso con humildad, llamarse sólo “Maestro de Niños Pobres”, como el timbre más alto de su cristiana ejecutoria.

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SIUROT: SUS AMIGOS Y ADMIRADORES D. Manuel Siurot, a lo largo de su vida, gozó de la amistad, el cariño y la admiración de personajes ilustres: Políticos, militares, escritores, escultores, poetas, toreros, médicos, artistas, etc. Entre todos ellos, tenemos que destacar la gran admiración que sentía nuestro Rey Alfonso XIII por su amigo Manolo Siurot. (Como le gustaba llamarlo). También sentía nuestro Rey verdadera admiración por las Escuelas y por el sistema de enseñanza que empleaba en las mismas el “Maestro de Niños Pobres”. En la visita que realizó el Rey a dichas Escuelas el 6 de abril de 1.926, nada más entrar dijo: “Aquí se respira el perfume de la verdad”. Y al tiempo de despedirse se dirige a Antoñita (hija de Siurot) diciéndole: “Mira las Escuelas son estupendas y tu padre es único”. En 1.927, el General D. Miguel Primo de Rivera, Presidente del Directorio, nombra a D. Manuel Siurot, en contra de la voluntad de éste, Miembro de la Asamblea Nacional Consultiva. D. Antonio Maura, Presidente del Gobierno, le escribe una carta a su amigo de La Palma del Condado, diciéndole: “Amigo Siurot, junto mis votos por la ventura de usted y las gracias por el ejemplar del libro suyo, La Emoción de España, tan sano, tan luminoso, tan ágil y tan cordial”.

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D. Antonio Maura, le ofreció al gran Pedagogo, la Dirección General de Enseñanza del Ministerio de Instrucción Pública, cargo que Siurot no quiso aceptar por no dejar sus Escuelas de Huelva. El Premio Nobel D. Jacinto Benavente, le escribe una carta a su amigo Siurot expresándole sus elogios en éstos términos: “Mi distinguido amigo: Mucho agradezco el envío de su Relicario de Italia. ¡Qué voy a decirle del libro! Usted es siempre admirable en acciones y palabras. Suyo afectísimo amigo y admirador, Jacinto Benavente”. D. Gregorio Marañón, le escribe al Maestro diciéndole: “Mi querido amigo: Con gran admiración y emoción he leído su Luz de las Cumbres. Le vienen a Vd., directas, la gran pasión y el arte de nuestros místicos. Hay muchos escritores magníficos pero pocos que sean, a la vez, tan buenos como usted lo es. Y con ésta líneas apresuradas y llenas de afectos, vaya un abrazo de su devoto amigo: Marañón”. El Conde de las Navas, Bibliotecario Mayor del Rey Alfonso XIII, envía una tarjeta postal a Siurot diciéndole: “Queridísimo amigo y maestro: Preciosa la Romería del Rocío. Es una “clavellina” en un búcaro. De usted siempre, Navas”. D. Luis Montoto, elogia el libro de Siurot “Sal y Sol” diciéndole: “En mi vida leí libro más salado y soleado”. Mil gracias, su amigo y admirador, Luis Montoto. D. Andrés Manjón y Manjón, fundador de las escuelas del “Ave María” de Granada, sentía verdadera admiración por el “Maestro de Niños Pobre”.

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Elogia la inteligencia y capacidad pedagógica que éste tenía para enseñar y educar a los niños. Durante la visita que realizó a las Escuelas de Siurot, los días 15, 16 y 17 de Diciembre de 1.913, el Padre Manjón reconoció que D. Manuel Siurot había corregido y mejorado su sistema de enseñanza, diciendo: “En estas Escuelas del Sagrado Corazón de Huelva, veo mis escuelas corregidas y mejoradas”. D. Manuel González García (Arcipreste de Huelva), junto con D. Manuel Siurot Rodríguez, fundaron las Escuelas del Sagrado Corazón de Jesús del barrio de San Francisco, las del Polvorín y las de la Cinta, de Huelva. Era tanto el respeto, el cariño y la admiración que había entre los dos, que eran más que amigos, eran como hermanos; tanto es así que, el Arcipreste decía que Siurot era: “Mi otro yo”. Eran dos Almas gemelas que lo dieron todo por sus Escuelas cristianas para los niños pobres de Huelva. D. José Monge y Bernal, quien sería Gobernador Civil de Huelva y también Presidente del Ateneo de Sevilla, era un buen amigo y gran admirador del Maestro palmerino. El escribió la primera biografía de Siurot, publicada en el año 1.942. La Infanta Dña. Isabel de Bordón, escribe a D. Manuel pidiéndole copias de sus artículos sobre el viaje a la Argentina en 1.910. Nuestro querido premio Nobel D. Juan Ramón Jiménez, durante los años 1.911 y 12, se carteaba con el Pedagogo palmerino; en una de ellas le dice a Siurot: “Su carta lírica y honrada llegó a mí como una paloma extraviada de su bando... Gracias, amigo, por sus gracias. Hallará usted desde ahora una nueva tibieza en su corazón, porque el mío se me ha ido muy al lado del suyo... sé que, además de ser usted un poeta verdadero, es un amigo bueno... Y yo, que debo muchas dedicatorias “de oficio” y que no las pago, he escrito al pronto mis poesías: “El Silencio de Oro”. A Manuel Siurot, discípulo de Jesús”.

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El periodista palmerino D. José A. Jiménez (Pepe de la Rábida), exalta la figura de su paisano en el diario La Provincia, en el que escribe: “Siurot es el amigo tan querido, el alma de los niños, el hombre sencillo que vemos de noche en la calle Concepción tan sonriente, tan ameno, derramando a torrente el caudal de su saber inagotable y puro”. El Ministro de Gracia y Justicia, D. Manuel de Burgos y Mazo, en nombre de S.M. el Rey Alfonso XIII, visita las Escuelas de Siurot. El Ministro se dirige al Maestro palmerino diciéndole: “El Rey se complace en la labor de éstas Escuelas de Huelva, porque en Ellas se atiende por igual a la inteligencia y al alma. Y no son solo los que vienen aquí los que admiran ésta labor, sino, toda España y son otras naciones las que le rinden tributo”. El Excmo. Sr. Cardenal Arzobispo de Sevilla D. Enrique Almaraz y Santos, era muy amigo de Siurot. Este Cardenal fue el que inauguró las Escuelas de Siurot y también el que en el año 1,919, puso la corona de oro en la cabeza de la Blanca Paloma. Su íntimo amigo D. Juan Francisco Muñoz y Pabón (el curita de Hinojos), le escribe a D. Manuel lo siguiente: “Leyendo su estupendo discurso, el paisano siente orgullo, el amigo intima complacencia y el sacerdote, deseo de alabar a Dios por haber volcado sobre Vd., el depósito de sus dones. Bendito sea usted y su madre”. El sacerdote D. Carlos Sánchez Fernández, Director de las Escuelas y gran admirador de Siurot, solicita autorización al Cardenal Arzobispo de Sevilla, para publicar la Revista “Cada Maestrito” como órgano portavoz de las Escuelas y del Internado gratuito de Maestros “La Milagrosa”, en sustitución de su homóloga “El Granito de Arena”; siéndole concedido el 27 de septiembre de 1,918.

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D. Carlos muere el día 14 de Noviembre de 1.936, a consecuencia de un accidente de tráfico, cuando se dirigía a La Palma del Condado, en compañía de D. Ignacio de Cepeda y Soldán y otros, en el coche del Vizconde. El famoso arquitecto D. Aníbal González, creador de casi todos los maravillosos edificios que se hicieron con motivo de la Exposición Iberoamericana del 29, de Sevilla; le escribe a Siurot agradeciéndole su intervención en favor de él y por los consejo que le ha dado, los cuales le ha proporcionado una gran confianza en el éxito del proyecto magno. El escritor gallego, íntimo amigo y admirador del Maestro palmerino, D. Alejandro Pérez Lugín, autor, entre otras obras, de “La Casa de la Troya” y de “Currito de la Cruz” (ésta obra fue llevada al cine). Su último libro que escribió D. Alejandro, se tituló: “La Virgen del Rocío ya entró en Triana”, pero no lo pudo terminar porque le sobrevino la muerte. El escritor gallego, era un ferviente admirador de las Escuelas de Siurot, a las que le dedica el 3º capítulo entero de éste último libro que no pudo terminar; en el citado capítulo, página 30, el Sr. Pérez Lugín dice: “Hay por fortuna en España unos cuantos hombres buenos que reparten entre los más necesitados su riqueza intelectual y económica. Hombres que labran y siembran la tierra inculta de la Patria, enseñando para que sean ciudadanos cultos y educados, o sea, hombres buenos”. Uno de éstos hombres beneméritos, grandes españoles, es el Maestro de La Palma del Condado D. Manuel Siurot Rodríguez a quién, si mucho deben hoy todos los onubenses, mayor deuda le reconocerán mañana la Pedagogía y la cultura nacional.

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Fallecido el escritor gallego sin haber terminado su libro, “La Virgen del Rocío ya entró en Triana”, su viuda le pidió a Siurot que fuera él quién lo terminara, pero D. Manuel le dijo que no debería hacerlo, ya que el 3º capítulo de dicho libro, está dedicado, entero, a él y sus Escuelas. Finalmente, el citado libro lo terminó de escribir el joven, pero ya consagrado, escritor de Aracena (Huelva) D. José Andrés Vázquez, en el año 1.929. Un grupo de Marqueses y Generales españoles, envían a Siurot un telegrama de felicitación, después de leer la proclama que éste hizo del “Plus-Ultra” o de la “Santa María del Aire”, como el Maestro palmerino la bautizó. El texto decía: Al leer vuestra excelsa proclama a la “Santa María del Aire”, sentimos toda la emoción que la grandeza de su alma española pone en ella. Todo por España y para España. Dios guie a la carabela del aire (Marqueses de Corpa, Hermosilla y Santa Clara, Millán Astray, Gómez Acebo, Duque de Rojas y otros). El pintor de Nerva D, Daniel Vázquez Díaz, admiraba profundamente a Siurot, de éste recibió todo su apoyo y buenos consejos, para hacer realidad su sueño, pintar los frescos sobre el Descubrimiento de América en el Monasterio de La Rábida. El escritor gaditano D. José María Pemán, le escribe a D. Manuel, agradeciéndole el envío del libro “Mi Relicario de Italia” y le invita, en nombre de los estudiantes católicos de Cádiz, para que hable en la fiesta de Santo Tomás en el Gran Teatro y dé, al día siguiente, “una charla familiar de pedagogía” . El famoso escultor D. Mariano Benlliure, le escribe una carta al gran Pedagogo, felicitándole por la obtención del Premio Mariano de Cavia y también le dice: “Será difícil que durante todo el año se haya escrito nada más armonioso y brillante como su hermoso artículo” “El Triunfo de las Carabelas”. Más adelante el Sr. Benlliure, contesta a una carta de Siurot agradeciéndole el juicio y valoración que hace de su obra. Y termina diciendo: “Es usted uno de los hombres que más consideración y respeto merecen, y yo le admiro muy sinceramente”.

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Los hermanos Joaquín y Serafín Álvarez Quintero, muy mal informados, envían a Siurot el “Pésame” por la muerte de su yerno D. Luis Ramírez Fito. Enterados de su error, vuelven a escribirle a D. Manuel aclarando lo ocurrido y prometiéndoles ir a Sevilla, para brindar por la salud de todos. El investigador y poeta onubense D. Diego Díaz Hierro, escribe al “Apóstol de niños pobres” le envía sus poesías para que, el ilustre escritor palmerino, le mande las sugerencias que considere oportunas, y le dice “Yo vería con mucha satisfacción que usted me siga señalando el camino a seguir”. El pintor de Fregenal de la Sierra (Huelva) D. Eugenio Hermoso Martínez, escribe una carta muy cariñosa al Maestro, dándole ánimo en su penosa enfermedad; entre otras cosas le dice: “¿No te acuerdas ya de cuando rezábamos el rosario en San Pedro, en Huelva?”. Su íntimo amigo y paisano D. Ignacio de Cepeda y Soldán (Vizconde de La Palma del Condado), fue un gran mecenas de las Escuelas de Siurot, siempre que el Maestro palmerino recurría a su gran amigo y paisano, éste le socorría con generosidad. El día 23 de febrero de 1.940, ya muy vencido por su enfermedad, D. Manuel Siurot aún tiene fuerzas para escribir una carta a su amigo y paisano D. Pedro Alonso Morgado, escritor y poeta, diciéndole: “Querido Perico, te escribo en cama donde estoy hace noventa y tres días. Dicen los periódicos que estoy en franca convalecencia, pero lo cierto es que no puedo estar fuera de la cama más que breves momentos. ¡Pídele a la Virgen del Valle por mí! Tu novela es para mí gusto, una verdadera preciosidad; romántica como tú, picarezca como tú, lírica como tú. Periquillo eres un gran poeta. Mi mujer la ha leído y Antonia la está leyendo. Están encantadas. Te agradecería me mandaras la dirección de Pérez y Pérez. Te abraza tu viejo amigo y admirador. M. Siurot”. Pienso que ésta carta fue lo último que escribió D. Manuel Siurot.

MARÍA ESQUIVEL MARTÍN


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ENFERMEDAD Y MUERTE DE MANUEL SIUROT Ya en 1.926, la revista Cada Maestrito publica la enfermedad, que desde un mes atrás, padece D. Manuel Siurot. Esta enfermedad no es grave pero sí muy molesta y le impide llevar una vida normal. A primero del mes de noviembre de 1.936, se traslada a Huelva para contemplar la destrucción y el saqueo que habían sufrido sus Escuelas del Sagrado Corazón de Jesús, del barrio de San Francisco, los días 20 y 21 de Julio de 1.936, por las turbas anticatólicas. La destrucción de sus Escuelas, fue el golpe más duro que sufrió Siurot en toda su vida. No bastante con esto, a los pocos días, tuvo que padecer la muerte de su íntimo amigo y director de sus Escuelas D, Carlos Sánchez Fernández. Estas tributaciones sufridas por el “Maestro de niños pobres”, le afectaron muchísimo a su estado de salud, ya bastante deteriorado. En el mes de marzo de 1.938, fue intervenido quirúrgicamente de una dolencia que inspiraron serios temores por su vida, saliendo bien del trance y recuperando poco a poco su estado de salud. En el mes de julio de 1.939, el ilustre Pedagogo palmerino, pronunció un brillante discurso en su pueblo natal, La Palma del Condado, que él tituló: “Pro-santificación de las Fiestas”. Este discurso sería el último que pronunciara D. Manuel Siurot, meses antes de su muerte. El Sr. Bellerín Contioso, uno de los exalumnos que más quería a su “Maestro”, nos recuerda como el estado de salud de D. Manuel había empeorado por días, nos dice: “¡Cuan cercano estaba su fin! Lo presentíamos ya. Le veíamos agotado, cansino, sin fuerzas. Hablándonos tumbado sobre un sofá, sin ni siquiera permanecer sentado, porque su enfermedad úrica, su “maldita vejiga”, como él decía, iba minando poco a poco su fuerte complexión y destrozando su resistencia”.

MARÍA ESQUIVEL MARTÍN


En el mes de noviembre del mismo año 1.939, el elocuente Orador palmerino, es sometido a una segunda y delicada intervención quirúrgica, en un intento de salvarle la vida. Su íntimo amigo Monge y Bernal, escribe: “Nuevas complicaciones, el resurgir de algo muy grave, aletargado o dormido, se apoderó del enfermo con la fuerza implacable de lo que no quiere perder su presa”. El día 27 de febrero de 1.940, D. MANUEL SIUROT RODRIGUEZ “Maestro de niños pobres”, muere en Sevilla, a las 15 horas, como consecuencia de una hemorragia intestinal (melena) lesión ulcerosa duodenal, según consta en el parte facultativo. Tenía 68 años de edad. Al día siguiente, su cuerpo es enterrado en el patio de la Virgen María del Cementerio de San Fernando de Sevilla. Aquí permanecerá hasta el año 1.959, en que sus restos son trasladados a la Iglesia del Corpus Christi de Sevilla. El epitafio de su lápida decía: “Manuel Siurot Rodríguez murió santamente en Sevilla el 27 de febrero de 1.940, Para honrar el santo e imperecedero recuerdo de éste hombre ejemplar que, siendo por tantos y justificados títulos Ilustre y Excelentísimo, quiso, con evangélica humildad, llamarse sólo hasta el último instante “Maestro de niños pobres”, como el timbre más alto de su cristiana ejecutoria”. Finalmente y desde el día 28 de junio de 1.997, sus restos mortales descansan definitivamente, en la capilla bautismal de la Parroquia de San Juan Bautista de La Palma del Condado, su ciudad natal. El epitafio de su nueva tumba, reza así: “D. Manuel Siurot Rodríguez, insigne pedagogo, elocuente orador y eximio escritor, que consagró toda su vida a la educación cristiana de los niños pobres. Nació en La Palma del Condado el 1 de diciembre de 1.872, falleció santamente en Sevilla el 27 de febrero de 1.940. Al lado de la pila donde recibió las aguas bautismales, reposan sus restos mortales”. Este santo lugar es motivo de visitas de muchas personas que van a pedirle algún favor y a rezarle a nuestro paisano y futuro Beato, cuyo proceso está siendo estudiado por los Tribunales Eclesiásticos.

MARÍA ESQUIVEL MARTÍN


AGRADECIMIENTOS Para escribir estos Fragmentos Siurotianos, he consultado varios libros de mi querido y admirado amigo D. Luis Llerena Baizán, (Licenciado en Ciencias de la Educación y Biógrafo de Siurot), la persona que más ha investigado, escrito y hablado de la figura y obra del Maestro palmerino, y quién, con su tesis doctoral: “Las Escuelas de Siurot: Un Modelo de Renovación Pedagógica”, ha conseguido sacar al gran Pedagogo del olvido y desconocimiento histórico más profundo y encumbrarlo al lugar que, por sus merecimientos, le corresponde dentro de la Historia de la Educación. D. Luis Llerena Baizán, es actualmente la máxima autoridad en temas siurotianos. Muchísimas gracias querido amigo Luis por todo lo que has hecho y estás haciendo por mí paisano D. Manuel Siurot Rodríguez, (Maestro y Apóstol de Niños Pobres).También mí agradecimiento por su valiosa colaboración, a mí gran amigo Antonio Pineda Llamas, “rociero de pura cepa” y quién ocupó los cargos de Secretario durante más de 15 años y 6 años el de Presidente de la Real, Muy Antigua, Ilustre, Fervorosa y Humilde Hermandad de Ntra. Sra. del Rocío de La Palma del Condado. Dejando en ambos cargos su impronta del buen hacer.

ANTONIO LÓPEZ DÍAZ MARÍA ESQUIVEL MARTÍN


Como anteriormente se menciona, el autor de estos fragmentos siurotianos es D. Antonio López Díaz, (paisano de Siurot), a quién, le expreso mi más profundo agradecimiento por su valiosa aportación; sin la cual, no hubiera sido posible la realización de éste P.D.F. También quiero agradecerle, el haberme proporcionado la mayoría de los libros originales escritos por: D. Manuel Siurot Rodríguez (Maestro de niños pobres), los cuales, tengo subidos a ésta plataforma digital, a disposición de toda persona que quiera bajárselos gratuitamente; con la única intención de propagar la figura y obra del onubense más ilustre e importante y el que más luchó por la enseñanza y educación de los niños pobres de Huelva, durante la primera mitad del siglo XX.

MARÍA ESQUIVEL MARTÍN MARÍA ESQUIVEL MARTÍN


ANTONIO LÓPEZ DÍAZ

(PAISANOMARÍA DEESQUIVEL SIUROT) MARTÍN


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