PLAN
2014
Este es el resumen de lo que como jóvenes lewe haremos este año en todo el país. Lo primero que debes hacer es leer con detenimiento todo el manual Lewe 2014. Una vez tengas claro cuál es el plan de trabajo y los cambios que ha hecho Lewe, que rigen a partir de este puedes empezar el plan de trabajo que te presentamos a continuación. Este nuevo plan es una oportunidad inmensa para crecer en fe, esperanza, caridad, santidad y amor a
Dios y a tus amigos... ¡no la dejes pasar! A continuación encontrarás el plan de trabajo anual, la casita de Lewe, el plan de formación y los documentos de apoyo para estudiar. Recuerda que todos los lewe estaremos viendo los mismos temas de formación y realizando las mimas actividades al tiempo, por lo que es vital que seas muy juicioso con los tiempos.
Nuevo plan de formación
4 años
Cualquier duda, pregunta y asesoría que necesites la vas a tener en el Comité y en los adultos de Oremos por Colombia. ¡No dejes de preguntar!
¡A trabajar!
Después de cuatro años, Lewe necesitaba hacer cambios y modificaciones que le permitieran crecer de una manera más organizada, coherente, sólida y autónoma. Este proyecto que hoy te presentamos es el resultado del trabajo de muchas personas para hacer de Lewe un grupo que te permita crecer en el amor de Dios, en la fe, en la amistad y en la alegría. ¡Disfrútalo!
La casita de Lewe
Planeación del Congreso
Planeación Anual Lewe
Trabajo con la Niños
Trabajo Social
Retiros-Convivencias Kerigma
Congreso Jóvenes en Contravía
Jornada un Día en Contravía
Tareas
Enero Febrero Marzo Abril Mayo Junio Julio Agosto Septiembre Octubre Noviembre Diciembre
Meses
Plan de trabajo 2014
PLAN
FORMACIÓN
Este plan buscará repasar algunos temas que muchos de ustedes ya han visto y a su vez ahondará en otros temas de formación espiritual, dogmática y de liderazgo. Es muy importante que como jóvenes cumplamos con los plazos y las metas de los panes. Cualquier duda, ¡consulta!
Plan formaci贸n
Plan de formación 2014 I. ¿Qué es Lewe? (8 al 15 de marzo de 2014) Objetivo: Todos los miembros de la regional deben tener pleno conocimiento de lo que es el movimiento Lewe y de lo que busca alcanzar. • • • • • •
Historia Misión Visión Pilares del grupo Conocimiento del decálogo / valores del grupo la misión Conocimiento de su estructura y procesos internos
Actividades Recomendadas: • Modelo de la casita: que conozcan y sean capaces de pintar el modelo de la casita. • Decálogo: Mostrar el conocimiento del decálogo a través de un concurso. • Desarrollo de un concurso “Quién quiere ser Millonario”
II. Nuestra relación de amor con Dios (22 de marzo de 2014) ! Objetivo: ! Entender que Dios es un Dios de amor que quiere que nos acerquemos a él y nos ! da una misión. !
Actividades: • Lectura de los textos de referencia. • Puede hacerse un juego de aventura en el que los miembros del grupo busquen un tesoro que puede ser la prédica: su misión.
III.Trabajo en equipo / Comunicación asertiva. (29 de marzo al 12 de abril) ! Objetivo: ! Consolidar las relaciones dentro del grupo y brindar herramientas para ! las ! diferentes actividades de predica. !
Actividad: • Taller de oratoria (29 de marzo) : Se eligen temas al azar. Luego en sorteo secreto toman un papelito con el tema para que lo prepare en un minuto y en la misma cantidad de tiempo lo exponen, para que sea grabado y así poder ver los errores que se tengan y corregirlos. • Actividades de trabajo en equipo, concursos, competencias, juegos al aire libre (abril 5). • Ejercicios de comunicación asertiva (12 de abril).
IV.Catecismo de la Iglesia, mandamientos y sacramentos (26 de abril al 10 de mayo) ! Objetivo: ! Conocer, entender y vivir las enseñanzas de la Iglesia Católica. • Infalibilidad del Papa • Diferencia entre dogma y doctrina • Conocimiento de los mandamientos y sacramentos de la Iglesia. • Virtudes teologales y cardinales.
V. Jesús salvador y su presencia en la eucaristía. (17 al 24 de mayo) ! Objetivo: ! Entender quién es la persona de Jesús, cómo se hace presente en la ! eucaristía ! y cómo ser adoradores. ! Actividades: • Lectura del libro de Catalina de Rivas y/o verse la película de “El Gran Milagro”. • Hacer una adoración eucarística.
VI. La virgen María, nuestra madre y nuestra guía. (24 al 31 de mayo) Objetivo: Entender quién es la Virgen María y cuáles son las virtudes que debemos imitar en ella, el porqué del rezo del Santo Rosario y qué es consagrarse a María.
VII. Pecado y conversión. (31 de mayo al 7 de junio) ! Objetivo: • Entender qué es el pecado y cómo nos aleja de Dios y la importancia de la conversión. • Diferenciar entre un pecado mortal y uno venial. ! Actividad: • Hacer una buena confesión.
VIII. Combate espiritual. (junio 14) ! Objetivo: • Entender qué es el combate espiritual y cómo vencer la tentación.
IX. Perdón y sanación. (21 de junio al 5 de julio) ! Objetivo: • Entender qué es el perdón y cómo hacer una sanación física y espiritual.
Importante: esta charla puede ser remplazada por el taller de sanación y perdón de Oremos por Colombia.
X.La grandeza de ayudar al prójimo. (julio 12) Objetivo: • Entender qué es una obra de misericordia y la importancia de la ayuda sin asistencialismo.
XI.La santidad al alcance de todos (mes de santos). (julio 12 al 2 de agosto)
! ! !
Objetivo: Conocer qué es la santidad y cómo se llega a ella a través de los santos de la misión. • Padre Marianito. • Santa Laura. • San Francisco. • Santa Bernardita. • Padre Pío.
XII. Pentecostés. (2 al 9 de agosto) ! Objetivo: ! Entender qué es el Pentecostés y cómo en este hermoso hecho surge la Iglesia y ! nuestra misión de predicar.
XIII. La transformación misionera de la Iglesia. (9 de agosto al 23 de agosto) Objetivo: Entender que la Iglesia es misionera y cómo salir a hacer misión. Actividades: Leer la exhortación “Evangelium Gaudium” y hacer una evangelización callejera y un cine café.
XIV. Dios prepara una ciudad para ellos. (23 al 30 de agosto) ! Objetivo: ! Basándose en la encíclica “Lumen Fidei” se debe entender cómo la fe, más haya ! de ser un camino, es una edificación que construimos para vivir con los demás. !
XV. Si no crees, no comprendes. (1 al 13 de septiembre)
!
Objetivo: Basándose en la encíclica “Lumen Fidei” se debe entender cómo se puede llegar a la fe por medio de la razón.
!
Actividad: Hacer un debate sobre este tema.
XVI. Las herejías. (13 al 27 de septiembre) ! Objetivo: ! Entender cuáles han sido las principales herejías de la historia de la Iglesia, cómo ! atacaron a la fe, cómo fueron vencidas y cómo hay hoy en día herejías modernas.
XVIII. Transmito lo que recibo. (1 al 18 de octubre) ! Objetivo: Basándose en la encíclica “Lumen fidei” se debe entender cómo la fe crece cuando la vivimos en comunidad.
XIX. Preparación tema del Congreso (25 de octubre al 1 de noviembre)
XX. Una Iglesia en salida (7 al 15 de noviembre)
! ! ! !
Objetivo: Entender la capacidad de la Iglesia de salir a comunicarse con las demás personas a partir de la encíclica Lumen Fidei (Capítulos Una Iglesia en salida ! y desde el corazón del evangelio).
XXI. Ciudad de Dios (22 al 29 de noviembre) Objetivo: Entender a partir de la encíclica Lumen Fidei cómo se vive y se construye la ciudad de Dios en el día a día.
XXII. La importancia de la amistad (6 de diciembre) ! Objetivo: ! Hacer una reunión de amigos en el que se evalúe cómo fue el desempeño de lewe ! durante este año que pasó y se ponga fecha para el retiro de elección de líder del ! próximo año.
XXIII. Novena Lewe (diciembre, fecha libre) ! Objetivo: ! Hacer una novena de navidad con las familias de la regional, mostrarles un video ! con lo que se hizo este año y compartir como amigos.
DOCUMENTOS
FORMACIÓN
Aquí encontrarás documentos y enlaces que te servirán de referencia para trabajar los temas del plan de formación del 2014. Recuerda que estos son solo temas de base, pero que tú puedes investigar más, buscar videos etc. ¡Sería genial que los compartieras con otros Lewe a través de Facebook!
Anexos para desarrollar el plan de formación 2014 I.¿Que es lewe? Remitirse al manual oficial de Lewe.
2. Nuestra relación de amor con Dios (Este tema es tomado de la lección 2 de las Escuelas de Evangelización de Oremos por Colombia) La Trinidad está hecha de amor! La Trinidad es Amor, el amor ilumina el misterio trinitario que engendra, se entrega, ilumina y se comunica. Dios Padre engendra desde su propia eternidad al Verbo, El Hijo, en el cual se refleja como en espejo todo Él comunicándole toda Su divinidad. El Padre y el Hijo se dan, se entregan en un acto de amor infinito, en una comunión perfecta que es el Espíritu Santo. Pero el amor de Dios no se queda encerrado en el seno de la Trinidad, ¡se da!, se comunica a nosotros, desde la obra de la creación y hasta en cada pequeño detalle de nuestra existencia, el amor de Dios vive en permanente movimiento, es profundamente activo, vital y está en constante comunicación con nosotros. No conoce otra verdad distinta a la de alimentarnos permanentemente, ininterrumpidamente, no conoce de límites ni de condiciones, simplemente se da!. Sin Él nada podemos hacer, nada somos. La revelación de la Trinidad es claramente manifiesta. Las tres Personas Divinas, viven permanentemente relacionadas con el hombre. Dios Padre por amor creyendo permanentemente en Su creación, en nosotros, justificándonos restableciéndonos siempre que lo queramos por Su gracia, el Hijo que se encarna y muere en la Cruz, entregando hasta Su última gota de sangre para obtener ese don del Padre a sus criaturas y el Espíritu Santo que viene a derramar en nuestro corazón el amor de la Trinidad. Pero tengamos siempre en cuenta que el amor adquiere el matiz maravilloso de la Misericordia como respuesta a la súplica de la Iglesia y del hombre, “por su infinita Misericordia responde a las súplicas de Moisés sobre su Pueblo”. Así como Dios no privó a Israel arrepentido del perdón que nace de la misericordia, así tampoco priva al hombre en Su amor de Su misericordia. Dios sabe que la justicia siempre estará por debajo de su infinito amor. Pero para entrar en relaciones con la Trinidad Santa, el hombre debe creer en Cristo Su Salvador, en el Padre que lo ha enviado y en el Espíritu Santo que inspira en Su corazón el amor, el amor del Padre y del Hijo. De
esta fe nace la esperanza de poder un día gozar “de la gloria de los hijos de Dios”, en una comunión sin velos con la Trinidad Sacrosanta. Las pruebas y las tribulaciones de la vida no pueden remover nuestra esperanza, esta no es vana porque se funda en el amor de Dios que desde el día del bautismo “ha sido derramado en nuestros corazones con el Espíritu Santo que nos ha sido dado”. Fe, esperanza y amor son las virtudes que nos permiten iniciar en la tierra la comunión con la Trinidad que será plena y beatificante en la gloria eterna. Dice Jesús: “cuando venga él, el Espíritu de Verdad, os guiará hasta la verdad plena”. También Jesús es la Verdad (Jn. 14,6) y ha enseñado a los suyos toda la verdad que ha aprendido del Padre: “Todo lo que he oído de mi Padre os lo he dado a conocer” (Jn.15, 15) “Tanto amó Dios al mundo que nos entregó a su único Hijo” (Jn.3,16). Con la Encarnación del Hijo de Dios por voluntad del Padre y la acción del Espíritu Santo y con Su Pasión y Muerte, se manifiesta contundentemente el amor hecho misericordia entre nosotros, esa es y debe ser nuestra fortaleza en momentos de dolor, de desolación. Dios nos invita por su amor permanente a mantener incólume nuestra fe, es una invitación a encontrar en la “Comunión con Dios, toda nuestra esperanza”. El Espíritu Santo no enseñará cosas que no estén contenidas en el mensaje de Cristo, hará penetrar Su significado profundo y dará Su exacta inteligencia preservando en el amor, la verdad, separándolas del error. Dios es uno solo, por eso, única es la verdad. El Padre la posee totalmente y totalmente la comunica al Hijo: “Todo lo que tiene el Padre es mío”, declara Jesús y añade: “El espíritu Santo tomará de lo mío y os lo enseñará” (Jn. 16,15). De este modo anuncia Jesús la unidad de la naturaleza y la distinción de las tres Personas divinas. Todo es común entre ellas, pues poseen una única naturaleza divina. Con todo, el Padre la posee como principio, el Hijo en cuanto engendrado por el Padre y el Espíritu Santo en cuanto que procede del Padre y del Hijo. No obstante el Padre no es mayor que el Hijo, ni el Hijo que el Espíritu Santo. En ellos hay una perfecta comunión de vida, de verdad y de amor. El Hijo de Dios vino a la tierra precisamente para introducir al hombre en esta comunión altísima haciéndolo capaz, por la fe y el amor, de vivir en sociedad con la Trinidad que mora en Él. No hay modo más hermoso que honrar a la Trinidad Sacrosanta y atestiguarle amor, que vivir en plenitud sus dones y por ello abrirse a la acción del Espíritu Santo, para comportarse como hijos del Padre y hermanos de Cristo. Dios vive en el corazón del hombre y lo hace actuar en igualdad de condiciones, frente al
amor de Dios no hay distinciones, todos estamos llamados a vivir de la misma forma con nuestros semejantes, estamos llamados a experimentar y vivir el misterio de la comunión, única puerta posible para recibir la herencia del Cielo en la tierra. Confianza y Amor, este es el vehículo que nos lleva a entender nuestra relación de amor con Dios. Para Meditar y/o dialogar en grupo: 1. ¿Cómo vivir en el amor de Dios? 2. ¿Porque la Fe, la Esperanza y el Amor nos llevan a una vida en comunión con Dios? 3. ¿Cómo actúan las tres Personas Divinas en nuestra vida? 4. ¿Cuáles son las características de la personalidad de Dios Padre, de Dios Hijo y de Dios Espíritu Santo? 5. ¿Cómo vivir el misterio de la Comunión Trinitaria? Citas Bíblicas de estudio: !Gálatas 1:15 !San Juan 1:12 !San Juan 1:13
III. Trabajo En Equipo/Comunicación Asertiva • • •
Link sobre trabajo en equipo de Steven Covey https://www.youtube.com/ watch?v=dVdEXvliJgA Link sobre sinergia de trabajo en equipo https://www.youtube.com/watch? v=3YVYGrWmilw Link sobre comunicación asertiva https://www.youtube.com/watch? v=itBLSKocD4o
IV.Catecismo de la Iglesia, mandamientos y sacramentos (Este tema fue tomado de la lección 6 de las Escuelas de Evangelización de Oremos por Colombia) El Catecismo de la Iglesia Católica fue promulgado en 1992 por el Papa Juan Pablo II. El mismo Papa dijo en Julio del 1997: "El Catecismo de la Iglesia Católica presenta una exposición orgánica y sistemática de los contenidos fundamentales de la fe y de la moral católicas, a la luz de la Tradición viva de la Iglesia y del Concilio Vaticano II; y contribuye notablemente a un conocimiento más profundo y sistemático de la fe". "Por tanto, es necesario que este instrumento sirva como punto de referencia para la enseñanza de la religión en las comunidades parroquiales. Además, es deseable que cada familia tenga una copia del Catecismo de la Iglesia Católica, porque es una guía segura en la educación religiosa y en la vida conforme a la fe". El Catecismo se divide en cuatro grandes partes: 1. La profesión de la fe. 2. La celebración del misterio cristiano. 3. La vida en Cristo. 4. La oración cristiana. Estas cuatro partes, representadas cada una por un elemento sintético, abarcan al mismo tiempo las diversas dimensiones de la fe. Así, por ejemplo, el contenido de la fe que creemos (fe profesada) está plasmado de manera sintética en el Credo; esta fe es actualizada y celebrada en la liturgia (fe celebrada) y se hace especialmente visible en los sacramentos; es vivida en el seguimiento cotidiano de Jesús (fe vivida) que se concretiza —entre otros medios— a través de los mandamientos y por último, es fe que se dirige a Dios pidiendo y alabando (fe orante), encontrando su mejor expresión en la oración del Padre Nuestro. En torno a estos cuatro “pilares” (Credo, sacramentos, mandamientos y Padre Nuestro) se ordena y estructura la exposición completa de la fe católica. La división presentada por el Catecismo no es nueva; es la misma del Catecismo Tridentino. Con ello se sigue un orden clásico y se expresa la continuidad con la tradición catequética anterior. Sin embargo, se aprecia algo nuevo en el actual Catecismo. Las cuatro grandes partes mencionadas anteriormente se hallan a su vez subdivididas en dos secciones cada una, en las que los contenidos de la fe se ordenan armónicamente según un esquema que podríamos denominar “presentación- núcleo”. La primera sección es como una introducción global que remite al contenido de la segunda sección, en la que
aparece sintetizado lo nuclear de la doctrina específica del bloque en cuestión. Resumiendo, el esquema puede ser presentado así: Primera parte: La profesión de la fe 1. Primera sección: “Creo”-“Creemos” 2. Segunda sección: La profesión de la fe cristiana (El Símbolo) Segunda parte: La celebración del misterio cristiano 1. Primera sección: La economía sacramental 2. Segunda sección: Los siete sacramentos de la Iglesia Tercera parte: La vida en Cristo 1. Primera sección: La vocación del hombre: la vida en el Espíritu 2. Segunda sección: Los diez mandamientos Cuarta parte: La oración cristiana 1. Primera sección: La oración en la vida cristiana 2. Segunda sección: La oración del Señor: “Padre Nuestro” ¿Qué nos muestra este esquema? En primer lugar, una constatación de proporciones. La parte correspondiente a la profesión de la fe abarca el 39% del total; la que corresponde a los sacramentos ocupa un 23%; la parte moral tiene un 27%, y la de la oración un 11%. Esto nos ofrece un dato interesante: el acento del Catecismo está en la Verdad de la fe, pues ella es la que guía y dirige la vida cristiana, y es ella la que debe ser afirmada y proclamada de manera especial ante las negaciones e indiferencias del tiempo presente. Pero aparece además otra peculiaridad. Observando las proporciones, se aprecia que las dos primeras partes (profesión de fe + sacramentos) suman el 62% del total, mientras que las dos últimas hacen el 38% restante. En otras palabras, aquello que constituye el don de Dios (la revelación de su misterio, que acogemos y hacemos nuestro en la profesión de fe, y el regalo de su gracia presente en los sacramentos) tiene siempre la primacía respecto a la respuesta (en la vida moral y en la vida de oración) que el hombre puede dar. El esquema de nuestro actual Catecismo nos indica que en la vida cristiana —que es vida de fe— la iniciativa es siempre de Dios, y la salvación es don suyo, si bien la respuesta del hombre es indispensable, y sin dicha respuesta no se realiza la salvación. *Fuente: Gustavo Sánchez R. Lima. Perú.
Para Meditar y/o dialogar en grupo: 1. ¿QuéeselCatecismodelaIglesiaCatólica? 2. ¿CuálessonlaspartesdelCatecismo? Ejercicio: Buscar los siguientes temas en el Catecismo: Números: 148 y 149. 270 y 271. 727, 728, 729 y 730. 1324 y 1325. 1655 y 1656. 3. ¿Encontró fácilmente los temas en el Catecismo? 4. ¿Por qué es importante consultar permanentemente el Catecismo?
V. Jesús salvador y su presencia en la eucaristía (Tema desarrollado a partir de la lección 3 de las Escuelas de Evangelización de Oremos por Colombia) La salvación es un término que genéricamente se refiere a la liberación de un estado o condición indeseable. Para los católicos, la salvación es la liberarnos de la condenación a la que llegamos al perder la gracia por el pecado. El querer de Dios es que todos seamos salvos, (no es voluntad de vuestro Padre Celestial que se pierda uno solo de estos pequeños, Mt 18, 14). Por ello envió a Jesús para que en la Cruz comprara nuestra salvación, nos redimiera del pecado, ya que nosotros no somos capaces de auto redimirnos. Para entender mejor esto es importante saber ¿qué es la redención? Esta palabra viene del latín "redimére" y significa "rescatar o sacar de la esclavitud al cautivo mediante un precio". La palabra "redención" viene de "redemptio" que significa "re-compra, rescate". En nuestra fe usamos esta expresión para indicar lo que Jesús hizo por nosotros: redimió a los seres humanos de la esclavitud del pecado. Un esclavo no puede comprar su propia libertad, no puede liberarse, al ser nosotros esclavos del pecado necesitábamos de Jesús porque es el único que hace al ser humano libre. (Jn 8,32-36) Para ser salvos, necesitamos de la intervención de Dios y nuestra cooperación, siempre el querer de Dios será que nos salvemos y por ello Jesús con Su Sangre Santa y Preciosa pagó por nosotros, obteniendo nuestra liberación. Pero corresponde a nosotros mantenernos libres, en este esfuerzo contamos con la bella asistencia del Espíritu Santo, colmando nuestra alma de gracia, dones y frutos para santificarnos, pero que requiere de nuestra cooperación permanente, así: Siempre debemos desear ser salvados para ello debemos cumplir la voluntad del Padre. Nuestro deseo permanente debe ser alimentarnos Sacramentalmente, recibiendo la Eucaristía, el Bautismo, la Confesión, la Confirmación y los demás sacramentos que nuestro estado de vida requieran.
Cultivar siempre las virtudes teologales en nuestra vida (fe, esperanza y caridad), creciendo permanentemente en el amor y fidelidad a la Iglesia y a nuestros semejantes. Imitar siempre a Cristo. La lectura y meditación de la Palabra de Dios y del Catecismo de la Iglesia siempre deben ser fuente permanente de estudio. Otro punto para tener en cuenta es que muchas personas suponen que con solo creer en Jesús como Salvador ya es suficiente para ser salvados, pero esto no es así: “No todo el que me diga Señor, Señor, entrará en el Reino de los Cielos, sino el que haga la voluntad de mi Padre Celestial” (Mt 7, 21-22). De esta manera Jesús nuestro Salvador nos invita a entender que no solo basta creer, también debemos hacer la Voluntad del Padre, ello implica el ejercicio permanente de las obras. Cuando dejamos de lado el “hacer la voluntad del Padre”, cuando nos descuidamos en ello, aparece en nuestra vida la tentación que puede llevarnos al pecado y por ende a la perdida de la gracia que nos separa de Dios. “El pecado profana el Templo de nuestras almas. Hace de ella una cueva de ladrones. Aquel que mantenga una vida de pecado y a la vez confiese que Jesús es el Señor, es un hipócrita, porque Jesús no es Señor de un Templo de cuyo Umbral brota maldad, y eso es una blasfemia”. Madre Angélica. Es en este estado, cuando la Confesión de los pecados, la reconciliación con Dios mediante el Sacramento, cobra un valor inimaginable, ya que nos reconcilia con El, restituyéndonos la gracia y sanándonos permanentemente. Cada vez que hacemos uso del maravilloso sacramento, nos acercamos cada vez más a la Salvación. Palabra que precisamente hace alusión a ser “liberado de...” Jesús por su pasión, muerte y resurrección nos reconcilió con el Padre, somos por ello perdonados y gracias al Espíritu que fortalece nuestra gracia podemos mantenernos firmes ante los ataques del enemigo. Debemos siempre tener muy claro que la salvación no solo es una puerta a la que accedemos para el momento de nuestra muerte, es un camino permanente, el cual debemos recorrer durante toda la vida, pues no se llega a la puerta si no se conoce el camino que conduce a ella, la salvación es ahora y siempre. “El pecado profana el Templo de nuestras almas. Hace de ella una cueva de ladrones. Aquel que mantenga una vida de pecado y a la vez confiese que Jesús es el
Señor, es un hipócrita, porque Jesús no es Señor de un Templo de cuyo Umbral brota maldad, y eso es una blasfemia”. Madre Angélica. Es en este estado, cuando la Confesión de los pecados, la reconciliación con Dios mediante el Sacramento, cobra un valor inimaginable, ya que nos reconcilia con El, restituyéndonos la gracia y sanándonos permanentemente. Cada vez que hacemos uso del maravilloso sacramento, nos acercamos cada vez más a la Salvación. Palabra que precisamente hace alusión a ser “liberado de...” Jesús por su pasión, muerte y resurrección nos reconcilió con el Padre, somos por ello perdonados y gracias al Espíritu que fortalece nuestra gracia podemos mantenernos firmes ante los ataques del enemigo. Debemos siempre tener muy claro que la salvación no solo es una puerta a la que accedemos para el momento de nuestra muerte, es un camino permanente, el cual debemos recorrer durante toda la vida, pues no se llega a la puerta si no se conoce el camino que conduce a ella, la salvación es ahora y siempre. Para Meditar y/o dialogar en grupo: 1. ¿Por qué se dice que la salvación libera? 2. ¿Qué nos quiere decir Mateo 18:14? 3. ¿Qué es redención? 4. Explicar la siguiente frase: “Para ser salvos, necesitamos de la intervención de Dios y nuestra cooperación” 5. ¿Cómo el Sacramento de la confesión nos acerca a la Salvación? Citas Bíblicas de estudio: Lucas 19:10 Romanos 1:16 Hechos 4:12 Puede también recurirse a la charla del Cine Café sobre el perdón y el pecado “Donde esta tu corazón”.
VI. La virgen María, nuestra madre y nuestra guía ¿Qué%es%Consagrarse%a%la%Virgen%María? Estamos obligados, amorosamente obligados, a vivir en el Vientre Maternal de la Madre para que tengamos un nacimiento a la pureza. Si somos parte de la Madre y dejamos que la Madre nos nutra como si fuesemos pequeños en su vientre, Ella puede pasarnos las gracias que vienen del Cielo, porque las gracias viven en la Madre desde el momento mismo en que esperaba por obra y gracia del Espíritu al pequeño Jesús. Por eso la Virgen es medianera de todas las gracias. Cuando nosotros vivimos su Maternidad Divina, nos hacemos partícipes de la gracia. Esto quiere decir vivir en la imitación de la pureza de la Madre. Si nosotros vivimos en la palabra de la Madre y en lo que la Madre nos enseña y nos esforzamos por imitar las virtudes de la Madre, es como si estuviésemos en la barriguita de la Madre. Entonces aprendemos a administrar las gracias y a valorarlas. Cuando nacemos a Dios, nacemos realmente a la gracia. Y ¿cómo hacemos para saber cuándo nacemos? Cuando encontramos la verdadera conversión. Cuando nos formamos, cuando nos nutrimos con el ejemplo de la Madre, nacemos a la conversión. Por eso la CONVERSIÓN, es fruto de la EVANGELIZACION. Haré un paralelo para que entendáis. La Virgen está en el mundo como un medio de transporte. piensen en un Transmilenio. La Madre, entonces, nos lleva de un punto al otro y dentro de ese vehículo, se contiene la gracia. Durante el trayecto, como estamos dentro del vehículo, nos “untáis” de gracia. La Virgen es vehículo que comunica la Divinidad con lo terreno. Por eso la Madre es también llamada “ARCA”. La Divinidad, que podemos llamar “Padre”, deposita en el Arca o en éste vehículo a Su Pequeño Hijo único que es Jesús, segunda Persona de la Trinidad, para que pueda haber un tránsito entre la Divinidad y lo humano. Por eso Jesús nace de vientre de Mujer, entre otras cosas. Cuando nace Jesús, nace en la plenitud de la gracia. La creatura que se formó en el vientre de la Madre, durante nueve meses se alimentó de la gracia, que pasaba la Divinidad a través del cuerpo de la Madre. De esa manera nace Jesucristo, Dios y Hombre verdadero. Este proceso de formación que vivió Jesús es al hombre el proceso de evangelización. Cuando nosotros llevamos la evangelización a nuestros hermanitos, estamos
pasándoles la gracia, osea les pasamos el conocimiento a través de la invitación que les hace María. Es como si cogiéramos a esos pequeños y los metiéramos en el vientre de la Madre. Entonces, la Madre con Su Amor Maternal abraza a esos pequeñitos, mientras que nosotros los formamos. Entonces, nosotros somos vehículos de comunicación que le permitimos a la Madre llegar hasta ellos. Cuando el pequeñito Jesús dentro del vientre de la Madre se llena de gracia, nace. Cuando nosotros evangelizamos a nuestros hermanitos ellos nacen, es lo que llamamos CONVERSION. Así como cuando Jesús ya está lleno gracia nace, cuando nuestros hermanos se llenan de gracia a través de la evangelización, nacen a la conversión. Cuando el Hijo crece, anuncia el Reino de Dios y trae la reconciliación. Cuando nuestros hermanitos se convierten, entonces se reconcilian entre ellos, que es el fruto del Padre. Cuando nos consagramos a María estamos aceptando la invitación a permanecer en el vientre de la Madre, para que cultivados por la gracia, demos abundante fruto. La Consagración más que una oración, es el someterse a la vivencia del Vientre de la Madre para imitar sus virtudes y nacer a la Gracia. Los hombres piensan que hacen mucho consagrando a toda hora los pueblos, las naciones y las personas al Inmaculado Corazón de María y es verdad, pero se quedan cortos en su comprensión y en su conocimiento. Pues la Consagración es más que una oración, es un llamado a la imitación de la Madre, y para ello hay que vivir en la Madre y dejarse nutrir para vivir en la gracia. Cuando la Virgen pide que un país sea consagrado a su Inmaculado Corazón, pide un proceso de conversión para que la nación nazca a la gracia. Por eso cuando ella dice “Solo a través de la Consagración al Inmaculado Corazón encontrareis la Paz”, no está diciendo “haced una oración y ya”. Consagrar es mucho más que ello. Cuando hacéis la oración, lo único que hacéis es abrir la puerta al hombre pero si no le enseñáis a la creatura a pasar de la puerta, de nada sirve. Si decimos “Conságrense al Inmaculado Corazón de María” y hacéis la oración, y luego añadimos: “Vivir la consagración es...” y les contáis, los niños entenderán. Así, cuando realicen su consagración, de alguna manera pueden hacer que los niños pasen de un lado a otro para que entiendan. Y cuando los tengáis en el
otro lado, mostradles la tarea que tienen: la construcción del Templo de Dios, del Reino de Dios. Otros documentos de referencia: • Remitirse al documento “Una mujer para perder el aliento” •
Remitirse a la presentacion charla santisima virgen maria.
•
Ir al link http://encuentra.com/maria_en_la_doctrina_catolica1028/
VIII. Pecado y Conversión (Tomado del módulo dos de las Escuelas de Evangelización de Oremos por Colombia) La conversión es condición para el perdón y el perdón es condición para la sanación. Solo un pueblo con una experiencia de vida profunda en la sanación de sus heridas puede encontrar verdaderamente su camino, en la unidad con sus hermanos y con Dios. Todos deseamos la salud y en cuanto nos enfermamos, buscamos la sanación acudiendo a los médicos y pidiendo muchas veces que oren por nosotros. Pero no siempre vemos resultados en ello, incluso algunas veces vemos cómo con el tiempo los males se agravan. En muchos casos el poder sanador de nuestro Señor Jesucristonopuedepenetrarennosotrospor lafalta de perdón. Un alma que es incapaz de perdonar, es un alma que poco a poco se aleja de la gracia y cuando esto sucede, poco a poco esa alma se va endureciendo como el mármol, pues Dios sale lentamente de ella, entonces al no estar Dios, lentamente aparece el odio, la envidia, la amargura y todos los sentimientos propios del mal, que pueden ser factores de enfermedades físicas y espirituales. El perdón libera y al liberar sana. EFECTOS DE LA FALTA DE PERDÓN. A nivel espiritual: La vida espiritual gira alrededor del amor de Dios. San Juan, en su primera carta (4, 7- 10), nos enseña que el amor nos viene de Dios y todo el que ama ha nacido de Dios... Cuando no perdonamos, cuando negamos nuestro amor al hermano, estamos poniendo trabas al amor de Dios y entonces nos quedamos secos de amor y por más que hagamos y luchemos, no adelantaremos nada o casi nada en la verdadera vida espiritual. Cuando nos llenamos de odio hacia nuestros hermanos, no podemos recibir el amor de Dios que nos llega por medio de ellos. Jesús está allí en vuestro prójimo (Mat. 24, 45), al alejarnos de nuestro hermano nos alejamos de Dios. La mayor dificultad que podemos encontrar en nuestra vida espiritual es la falta de perdón, el odio, el desamor, la rabia, solo nos lleva al envenenamiento de nuestro espíritu y cuando vivimos esta situación poco a poco encontramos la muerte espiritual. A nivel físico: La falta de perdón engendra odio, venganza, resentimiento, tristeza y ellos envuelven toda nuestra vida emotiva. Tal estado produce tensión en nuestro sistema nervioso y a través de los años esta tensión influye en nuestra parte física; muchas enfermedades que vivimos son fruto de estos estados de tensión y sufrimiento. El hombre forma una unidad
física, espiritual y mental; cualquier parte de ellas que esté enferma, repercute en las demás. Continuamente estamos pidiendo oración y clamamos al Cielo rogando por la sanación de nuestras enfermedades físicas y no encontramos los resultados que esperamos, la explicación, es que en la medida en que nos acercamos a un estado de perdón y encontramos la paz interior que es la presencia de Dios en nuestro interior, el Cielo puede ejercer amorosamente en aquel momento una sanación verdadera. En muchos casos cuando nos abrimos al perdón, empezamos a ver con sorpresa, que nuestras enfermedades físicas empiezan a sanar. No podemos recibir el perdón de Dios, Su amor, si nosotros no perdonamos. Bien claramente nos lo ha dicho Jesús: "Cuando os pongáis a orar, si tenéis algo contra alguien, perdonádselo, para que también vuestro Padre Celestial os perdone vuestros pecados. Pues si vosotros no perdonáis, tampoco vuestro Padre celestial os perdonará vuestras culpas." (Mc. 11, 25- 26) El Señor nos habla con gran claridad. “Si no perdonáis, seréis incapaces de recibir perdón por estar resistiendo a la Luz”. Perdonar, perdonar siempre y ante cualquier circunstancia y ofensa. Jesús, dándonos ejemplo, desde la cruz perdonó a sus verdugos: "Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen". (Lc. 23, 34) Y Jesús era completamente inocente. ¿nosotros somos siempre inocentes ante las ofensas de otro? "Muchos piensan que perdonar es perder y no se dan cuenta que es ganar porque son liberados de odios y resentimientos; nos asemeja a Jesús que amó y perdonó a sus enemigos y nos abre al perdón y a la gracia de Dios. Perdonar es resucitar en nosotros la nueva vida traída por Jesús. ¿QUÉ HACER PARA PERDONAR? La respuesta nos la da el mismo Jesús; "Amad a vuestros enemigos; haced el bien a los que os odian; bendecid a los que os maldicen; orad por los que os calumnian" (Lc.6, 27 - 28). Cuando entendamos la necesidad de perdonar, estas son las tres cosas que debemos hacer, según Jesús: Amar, hacer el bien a la persona y orar. El primer paso es amar. No con el amor que comprendemos en el mundo que es un amor enfermo y lisiado por el egoísmo, El amor no puede ser un sentimiento superficial y efusivo; solo basado como muchos hacen tristemente en la sexualidad, el amor es una decisión. Siempre debemos decidir amar y ello involucra al que nos hace el mal, “el amor todo lo espera, todo lo soporta” como
no dice la 1 de Corintios 13:7, el que aprende a vivir en el amor sabe perdonar, sabe esperar, sabe creer, lo que permite vivir en un verdadero estado de paz que solo es posible en la verdadera practica de una vida en Dios. El segundo paso es hacer. Practicar el bien, no responder con ningún tipo de agresión, buscar más bien en justicia y misericordia el bien para el que nos dañó, esto involucra la corrección fraterna, muchas veces el que nos hace el mal debe pagar por su error, pero no como producto de nuestro odio, hacer significa vivir el evangelio, en un sentido de coherencia entre la fe y la obra basados siempre en el amor. El tercer paso es orar. Por ello estamos llamados a la oración permanente en nuestras vidas, aprender a orar, compartiendo nuestro corazón con Jesús y tomando el suyo para hacer el bien. Es aquí cuando se hace tan importante un ejercicio real de oración de meditación y de contemplación. Nuestra nación, al igual que el resto de las naciones, no han aprendido a perdonar, la violencia es generada por demonios enviados por satanás, que hacen? Llevan a las personas a situaciones de agresión para ello se valen de sus frustraciones, de sus malos recuerdos, de sus resentimientos acumulados a lo largo de sus vidas, lo primero es envenenar la espiritualidad y llevarla a la negación, la ausencia del bien trae el reino del mal; esto trae la muerte de la gracia y con ello la posesión por el mal, una vez el mal reina en esa pobre alma adquiere los rasgos del mal, esto es el interés por la destrucción de la creación entonces aniquila en todo el sentido de la expresión, esto es lo que hace sociedades violentas, pues el que recibe la agresión se torna igual al que agrede y repite la acción, allí nacen muchas enfermedades. Esto es fácilmente controlado si aprendemos a mantener en nuestra vida un balance entre la práctica del amor, del hacer (obras) y de la oración. ¿A QUIÉN DEBEMOS PERDONAR? En el fondo de toda herida interior hay un sufrimiento que nos hace culpar a algún hermano de ese mal. Pueden ser los propios padres, hermanos, personas allegadas; puede ser igualmente que a quien culpemos sea al mismo Dios o muchas veces nos culpemos nosotros mismos. Perdonar al prójimo. En Nuestra relación diaria, hay momentos en los que herimos o nos hieren y nos dañan, es por ello que se hace tan importante cada día perdonar para que no se acumulen en nuestro interior ataduras, que con el tiempo nos llevan a enfermedades espirituales.
El perdón es un acto de la voluntad y no del sentimiento. Por eso el primer paso que hay que dar es desear perdonar. Hay que rechazar todo sentimiento de odio, de venganza, de rencor, de desear el mal a quien nos ha herido, “que pague, que no pase inadvertido lo que nos hizo”. Mientras quede un mínimo y velado deseo de venganza, será como un veneno que nos carcome lentamente, nos quita la alegría de vivir, nos deja sin fuerzas para luchar. En este caso el agresor debe pagar su deuda pero no por venganza, sino por justicia, siempre en el marco de la misericordia. Perdonarse a sí mismos. Muchos pueden perdonar fácilmente a otros, pero no a sí mismos. Aunque comprenden que Jesús les ha perdonado, no son capaces de perdonarse a sí mismos por sus pecados y ofensas; por errores cometidos, por haber sido infieles a los propios ideales, por haber defraudado a otros, por haber fracasado en algo, por no ser perfectos. Para recuperar el equilibrio interior es necesario perdonarse a sí mismo. Para ello debemos reconocer que no somos perfectos, que cometemos errores, que somos limitados, que tenemos luz y tinieblas, a causa del pecado. Pero también hay que reconocer que somos creadosporDiosyqueÉlnosama,quenosha llenado de dones y cualidades, y que nos debemos amar como Él nos ama, aceptarnos como Él nos acepta, perdonándonos como Él nos perdona. Perdonar a Dios. Otro de los obstáculos en la sanación es el resentimiento consiente o subconsciente hacia Dios. Esto es más común de lo que nos imaginamos. Si bien reconocemos que Dios es perfecto y que no puede equivocarse, sin embargo subjetivamente nos revelamos contra Él cuando, ante ciertas circunstancias de la vida, lo vemos injusto, malo, castigador. También en este aspecto necesitamos perdonar. Para ello nos puede ayudar lo siguiente: Dios nunca manda cosas malas. Dios respeta el curso natural de las cosas. Que muchas de las cosas malas que nos suceden son obra de nuestra condición humana y que Dios no las quiere. Que hay cosas que creemos son negativas en la vida y que a la larga son permitidas para producir algo bueno, aunque nosotros no lo veamos. Y sobre todo, pensar que Dios nos ama con el más puro amor de Padre y que Él todo lo ordena para nuestro bien.
No permitir nunca que nos quedemos con el sentimiento de que Dios es injusto. Buscar a Dios como al amigo y decirle las cosas claras porque sabemos que con el amigo todo tiene una solución y todo se puede hablar. Si no somos sinceros no podremos sanar y nuestra relación con Dios se irá debilitando. Dios mismo nos invita a presentarle nuestras quejas, a discutir con Él. "Vengan y discutamos, dice Yahvé" (Is. 1, 18) La conversión personal que nos pide Jesús, exige de nosotros la disposición de cumplir los MANDAMIENTOS y la disposición permanente hacia la reconciliación, por ello nos dejo la confesión sacramental; debemos llevar nuestras vidas y las vidas de nuestros hermanos a la Confesión Sacramental, solo un hijo que comprende el amor del Padre al perdonar sus faltas es capaz de perdonar a sus hermanos. Otro de los pecados duramente denunciados por Jesús es cualquier tipo de soberbia u orgullo, el afán de sobresalir o de imponerse a los demás, el considerarse mejor que otros, son éstas, faltas contra el amor al prójimo que común mente llevan a las personas a la enfermedad del resentimiento. JESUS PREDICA LA CONVERSION PARA SACAR AL HOMBRE DE LA SITUACION DE PECADO EN QUE SE ENCUENTRA. Jesús en su predicación, denunció muchas veces los pecados de los hombres. Su mensaje no acepta ninguna unión con el pecado, porque es ofensa y falta de amor a Dios, que trae consigo la enfermedad. Pero también nos invita a denunciar los pecados, pues siempre lleva la promesa del perdón y de la salvación. Jesucristo es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. Todo el que se acerca arrepentido a Cristo y con deseo de volver a empezar, es acogido y perdonado, allí inicia el verdadero camino hacia la conversión, a la sanación. Tipos de conversión: Conversión a la fe: en ella es la inteligencia la que primariamente se transforma. Conversión a la gracia: se trata del paso a la gracia después de una vida de pecado; en este estado, es la voluntad, la vida pasional o afectiva las que principalmente se transforman. Conversión a la perfección: ocurre cuando nos tomamos en serio el trabajo por la santidad; es lo que hemos oído llamar la segunda conversión. Según el modo en que se producen, se pueden distinguir las conversiones comunes, aquellas que se realizan sin sobrepasar los límites de lo normal, de lo
ordinario, sin fenómenos extraordinarios. Pero también hay, conversiones graduales, prolongadas y conversiones repentinas, como la de San Pablo. Para Meditar y/o dialogar en grupo: 1. ¿Qué es el perdón y porque es importante? 2. ¿Qué efectos tiene en el alma el no perdonar? 3. ¿Qué hacer para perdonar? 4. ¿Por qué el perdonar sana? 5. ¿Qué es conversión? 6. ¿Por qué la conversión nos libera del pecado? 7. ¿Qué sucede con la persona que no perdona? Ejercicio: (individual) Pedir el Espíritu Santo y luego de unos cortos minutos de oración meditar sobre el perdón, ¿a quién debo perdonar? Pensar en los que nos han hecho daño y perdonarlos de corazón a la vez que pedimos perdón a los que hemos lastimado. Compromiso: renunciar al dolor, al odio o a cualquier sentimiento malo por la falta de perdón. Citas Bíblicas de estudio: Efesios 4:32 y San Mateo 6:14
IX.Qué es el combate espiritual y cómo enfrentarlo Antes de estudiar el combate espiritual y cómo enfrentarlo, es conveniente entender el concepto de tentación, que fácilmente es confundido con el de pecado. Es importante decir que la tentación no es pecado, corresponde a la etapa anterior al pecado. Cuando tenemos una tentación y la consentimos es pecado. Así que no es lo mismo ser tentado que pecar. Todo pecado va antecedido de una tentación, pero no toda tentación termina en pecado. Para poder resistir las tentaciones Dios por su infinito amor nos da la gracia, que es toda la ayuda necesaria para poder vencer cada una de las tentaciones que el demonio o los demonios nos presenten a lo largo de nuestra vida. Nadie, en ningún momento de su vida, es tentado por encima de las fuerzas que Dios dispone para esa tentación. “Hasta ahora, ustedes no tuvieron tentaciones que superen sus fuerzas humanas. Dios es fiel, y él no permitirá que sean tentados más allá de sus fuerzas. Al contrario, en el momento de la tentación, les dará el medio de librarse de ella, y los ayudará a soportarla” (1 corintios 10:13). Pero si Dios nos da las herramientas para resistir la tentación, ¿por qué se dan? A esta pregunta podemos responder: Sirven para no enorgullecernos creyéndonos autosuficientes, nos recuerdan que nada podemos sin Cristo. De igual manera podemos decir que las tentaciones son permitidas en nuestra vida para que podamos tener la posibilidad de optar libremente por Dios o por el demonio y es allí donde surge el combate espiritual, ¿Qué hacer? ¿Cómo salir airosos del combate espiritual? Para eso, debemos mantenernos alerta en la oración. “Estén prevenidos y oren para no caer en la tentación, porque el espíritu está dispuesto, pero la carne es débil” Mt 26:41. Estar prevenidos es estar vigilantes, para detectar la tentación y mediante la oración recibir las armas para combatirla. Este combate espiritual no es contra fuerzas humanas, es contra fuerzas sobre humanas por ello nuestras armas han de ser espirituales, tales como Confesión y Comunión frecuentes, vida sacramental, practica de los mandamientos, etc, todo esto acompañado de una vida de oración, “Eleven constantemente toda clase de oraciones y súplicas, animados por el Espíritu...” (Efesios 6:18). ¿Cómo luchar contra la tentación? Pensemos en Jesús cuando fue tentado por el demonio luego de pasar 40 días y
40 noches en el desierto, El lo despachó de inmediato, no entró en un diálogo con el, le respondió con decisión y convencimiento, sin temor y la tentación se fue, porque no la consintió. Cuando llega la tentación y entramos en un dialogo con ella, esto es la consentimos, caemos en el error de pensarla, de meditarla, le damos todo para que nos haga caer como le ocurrió a Eva que entró en un dialogo con la tentación y ésta la hizo caer, pecó y su pecado se extendió a Adán. Constantemente al caer en pecado ese pecado trae consigo una cadena de pecados como una gran bola de nieve, por lo que es tan importante resistir a la tentación, bien podemos decir que tiene etapas así: 1. Etapa de Diálogo: Es el momento en que consentimos la tentación. Como cuando Eva inició el diálogo con la serpiente, es aquí cuando la tentación empieza a enredarnos. 2. Etapa de proposición: Ocurre cuando aparece la intención de pecar, es el momento en que decimos ¿por qué no? 3. Etapa de Vacilación: Aparece inmediatamente a la proposición. En este punto el alma ya está muy débil a causa de la tentación, es aquí cuando estamos muy inclinados al pecado, pero aún podemos resistir. 4. Etapa de consentimiento: Es la caída, es sucumbir a la tentación y aparece el pecado. 5. Etapa de desilusión: En esta etapa se ha cedido a la tentación, ya cometido el pecado aparece la desilusión. El alma se da cuenta que se ha quedado desnuda ante Dios y de que ha perdido la gracia (Dios ya no habita en ella). 6. Etapa de remordimiento: Le sigue a la desilusión, aquí nos damos cuenta del error. Esta etapa es profundamente decisiva, podemos querer continuar en el pecado y rechazar el amor de Dios, o pedir perdón en el Sacramento de la Confesión y restituir en nosotros la gracia (amistad con Dios). Nadie puede eludir el combate espiritual del que nos habla San Pablo: “Pónganse la armadura de Dios, para poder resistir las maniobras del diablo. Porque nuestra lucha no es contra fuerzas humanas... Nos enfrentamos con los espíritus y las fuerzas sobrenaturales del mal” (Ef. 6, 11-12). Las tentaciones hacen parte de nuestra vida, pero si nos refugiamos en la oración, aprendemos a reconocer las etapas descritas anteriormente. Si frecuentamos el sacramento de la confesión que es además de sanación y tenemos plena confianza en Dios, podremos resistirlas convirtiéndolas en trofeos de salvación.
Para Meditar y/o dialogar en grupo: 1. ¿Qué diferencia hay entre tentación y pecado? 2. ¿Cómo hacer frente a las tentaciones? 3. ¿Cuántas y como son las etapas de la tentación? 4. Defina combate espiritual y de un ejemplo 5. De una solución al ejemplo anterior. Citas Bíblicas de estudio: Corintios 10:13 (hacer un ejercicio de meditación sobre esta cita Bíblica, no más de 15 minutos)
X.La grandeza de ayudar al prójimo (Tomado de la lección 13 de las Escuelas de Evangelización de Oremos por Colombia) Las obras de misericordia son acciones caritativas mediante las cuales ayudamos a nuestro prójimo en sus necesidades corporales y espirituales, son fruto del amor. “¿No es más bien el ayuno que yo escogí, desatar las ligaduras de impiedad, soltar las cargas de opresión, y dejar ir libres a los quebrantados, y que rompáis todo yugo? ¿No es que partas tu pan con el hambriento, y a los pobres errantes albergues en casa; que cuando veas al desnudo, lo cubras, y no te escondas de tu hermano?”Is 58:6-7. “Acordaos de los presos, como si estuvierais presos juntamente con ellos; y de los maltratados, como que también vosotros mismos estáis en el cuerpo”. (Hb 13:3) Las principales obras de misericordia son catorce: siete espirituales y siete corporales Las obras de misericordia espirituales son: 1. Enseñar al que no sabe. 2. Dar buen consejo al que lo necesita. 3. Corregir al que yerra. 4. Perdonar las injurias. 5. Consolar al triste. 6. Sufrir con paciencia los defectos del prójimo. 7. Rogar a Dios por los vivos y difuntos. Las obras de misericordia corporales son: 1. Visitar y cuidar a los enfermos. 2. Dar de comer al hambriento. 3. Dar de beber al sediento. 4. Dar posada al peregrino.
5. Vestir al desnudo. 6. Redimir al cautivo. 7. Enterrar a los muertos. Para Meditar y/o dialogar en grupo: 1. ¿QuéesunaobradeMisericordia? 2. ¿CuálessonlasobrasdeMisericordia? 3. ¿Por qué el practicar las obras de Misericordia me acercan a Dios? 4. ¿He cumplido con todas las obras de Misericordia en mi vida. Citas Bíblicas de estudio: San Mateo 5:7 San Lucas 15:11-32 San Mateo 18:12-14 Efesios 4:32
XI. La santidad al alcance de todos Qué es la santidad: http://www.ewtn.com/library/mother/masantid.htm Película San Francisco: @IRAPUATO: San Francisco de Asís película-----------uploaded by irapuato Película de la aparcición Lourdes y Santa Bernardita: http://es.gloria.tv/? search=Bernardita Película Santa Madre Laura: http://es.gloria.tv/?search=santa+madre+laura Película Padre Marianito: http://es.gloria.tv/?search=Padre+Mariano+de+Jesus Película del Padre Pío: http://es.gloria.tv/?search=Padre+pio