Deja el sol detrás de ti
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Se encuentra un sitio oscuro, un mundo de miles de viajeros que se desplaza en línea recta y al mismo tiempo se encuntra invisibilizado.
Subte, del túnel nace una luz
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Otra ciudad puede ser descubierta bajo la superficie, con otro pulso, otro ritmo, otro tiempo, otra historia y otras experiencias.
Bajo lo hondo de la ciudad transito mi salida Llegando al final del recorrido para volver a la superficie entre un mar de cabezas y señales, flechas, arte y más historia.
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EL SOL DETRÁS DE TI
E
l subterráneo es visto como un "lugar no lugar", un espacio, que en boca del antropólogo Marc Augé, de transitoriedad definido por sus propios pasantes. No tiene suficiente importancia para considerarse un lugar en si mismo. Carece de la configuración de los espacios, es en cambio circunstancial. El subte, al igual que el tren u hotel, son «tierra de nadie», sitios sin referencias geográficas. Son lugares de paso que relacionan personas que no poseen ningún vinculo entre ellos pero todos tienen un destino al cual llegar. El Subte aparece como hábitat natural de los animales como el topo, o remite al hombre de las cavernas, frente a la metáfora de la necrópolis o el subterráneo como espacio de los muertos se
constituye una crítica al espacio subterráneo y aparece una revalorización de la calle. Descender por las escaleras de la entrada del subte significa abandonar una realidad que conocemos y que la damos por sentada como nuestro hábitat de convivencia social. El hombre ha conquistado el "underground" de una metrópolis creciente. Se vive un tiempo estático, una película y una búsqueda de la salida. Abandonamos la superficie dinámica, veloz y ajetreada; renunciando a la luz natural, al aire libre, para bajar a un mundo viajero que se desplaza en linea recta y que al
“Yo dejo el sol detrás de mí y bajo hondo en la ciudad La lengua que hablan por aquí es toda hierro y oscuridad” mismo tiempo se encuentra "invisibilizada". Muchos lo vieron como un signo de progreso, cito “Buenos Aires no sólo crece hacia arriba; crece también para abajo: echa raíces y se agujerea” (Caras y Caretas, 1930). Otros lo ven como una analogía a lo inhumano
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citando al poeta Fernando Moreno "Yo no veo el momento de salir, de subir las escaleras de nuevo, inundándome, peldaño a peldaño, de luz y aire, de humanidad, de vida, como una planta que fuera rompiendo alegremente la costra de la tierra.
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Demandas del servicio en el día Durante el día va variando la cantidad de gente que transita el subte. Si bien en hora pico especialmente las líneas D, C y B son las más utilizadas, en los últimos 3 años la línea D se convirtió en la estrella del sistema de subtes. Andenes re-
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pletos, vagones llenos y escaleras sobrepobledas, donde se siente muy de cerca la presencia del otro. Mucha es la gente que elige acortar los tiempos, viajando rápido a pesar de la congestión que se ocasiona en las horas pico.
La espera, conectando vagones ................................................................................................................ En la hora pico, en 9 de Julio el andĂŠn se llena de gente esperando en 3.30 de intervalo entre un subte y otro.
Si bien el viaje es rĂĄpido, la espera es un tiempo lento que mirando desde el interior del escenario hermetio, se observan las personas y los murales como una pelĂcual repetitiva. Ese tiempo es interrumpido por el hecho de tener subir para quien espera y bajar para quien ha llegado a su destino...
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BAJANDO A LAS RAICES DE LA CIUDAD
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VERÉ A LA ESPERA Y A LA LUNA LLEGAR “Todo transcurre en la noche Nada mas falso y teatral Que los chorros de sol Que irrumpen en los tragaluces”
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DEL TÚNEL TUNEL NACE UNA LUZ
L
a atracción por el subterráneo es interesante. Ha sido utilizado en varias oportunidades como escenarios de películas, comics, novelas y cuentos, pero también como espacio significativo en el argumento de esas obras. A veces como símbolo de la velocidad, como una máquina fuera de control, el lugar de persecuciones donde los perseguidos pueden huir entre una multitud indiferente En comparación a la transportes de la superficie, el subte en particular tiene su lenguaje, su arte, sus contrastes y su tiempo. Si bien el viaje es rápido, el subterráneo es un lugar
de mezcla de todo tipo de temporalidad. La espera es un intervalo lento interrumpido por el sonido tan característico de las ruedas de los vagones chocando en linea recta con el andén. Mirando desde el interior del escenario hermético, se observan las personas y los murales como una película repetitiva. El momento se detiene por el hecho de tener subir para quien espera y bajar para quien ha llegado a su destino...
“Del túnel llega una luz
La luna me viene a buscar Hay tanta gente en el vagón Todos me miran sin parar” 11
El subte está asociado a lo misterioso, de alguna manera el tema del descenso al Hades, al Averno o simplemente al Infierno católico Otra ciudad puede ser descubierta debajo de la superficie, con su “pulso”, es decir su ritmo y su vida. Otro espacio, otro tiempo: “Cada vez que paseaba por el tiempo”, “[…] solo, sobre todo de noche, sé muy bien que no soy el mismo que, durante el día, lleva
“Es como estar metido en de un reloj, las estaciones son los minutos” una vida común y corriente” (Cortázar). El subterráneo artificial es por excelencia un espacio para el desarrollo de la velocidad. Al mismo tiempo encontramos heterogeneidad de pasajeros y pasatiempos.
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El día en el subte Viajar en subte brinda la experiencia de viajar rápido y sencillo. Dia a dia, la cotidianeidad inunda los andenes y las estaciones debajo de la ciudad. La oscuridad del túnel se ve interrumpida por una luz que se acerca a toda velocidad cada 20
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minutos. Los pasajeros, espectantes de su llegada, comparten la espera. Abordan todos los días un “lugar no lugar”, un sitio de transición que relaciona lugares y personas que se dirigen a un destino personal.
dfhiuashfih Un pasaje en el tiempo a 60km por hora ........................................................................................................................ En el subte de Buenos Aires todavía perduran vagones que se quedaron intactos en el tiempo. La linea H permite hacer un breve traslado en la historia a través de sus vagones de increíbles idiosincracias. Al igual que la línea E, ambas llevan cientos de pasajeros en un viaje de tinte centenario en los Siemens OyK, los coches clásicos desde hace años.
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LA LUNA
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SALDRÁ DEL TÚNEL Y ME LLEVARÁ A MI DESTINO “Se atisba vagamente un hades Lleno de fraguas, desvíos y depósitos De materiales y raras casillas negras”
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LO HON
NDO DE LA CIUDAD TRANSITO MI SALIDA
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V
iendo las horas en la pared, se ve la vida desde el vagón del subte viajante en el túnel negro hasta que finaliza su ruta. Lo que al principio fue bajar a un mundo y subir a la luna para que nos lleve con su luz por la oscuridad, ahora se convierte en el final de un recorrido en el cual nosotros nos guiamos para encontrar la salida y volver a tocar los rayos de luz natural de la superficie. Nada mas falso que los haz de luz que entran en los tragaluces de las estaciones. Las fantásticas entrañas de acero y cemento de Buenos Aires vomitan por sus bocas subterráneas un compacto mar de agitadas cabezas hu-
manas. El pasajero buscando su ruta, se guía por los pasillos encontrando iconos, carteles , símbolos, publicidades, murales, pinturas, graffitis. Circula bajo la tierra con cierta incertidumbre invisible e inconsciente de estar en el medio del funcionamiento del metabolismo urbano, incluso siendo el órgano más importante que moviliza el dinamismo de uno de los sistema de traslación de la ciudad de Buenos Aires.
“Veo el tiempo en la pared que pasa y se queda allá Yo veo la vida en el vagón Inmóvil puedo en él viajar” Frente a la masividad de los usuarios perdemos nuestra individualidad y para algunos implica la despersonalización de quienes este transporte.
“El túnel negro es la razón La luna me hace delirar” La implementación de esta infraestructura implicó una transformación material y simbólica del espacio. En el submundo “todo transcurre en la noche, incluso la comunicación vertical entre lo alto y lo bajo(...)" (Cortazar, 1996).
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Guiando nuestro destino A los largo de los pasillos que unen las estaciones del subte con el espacio terrestre, podemos encontrarnos con carteles que van marcando las direcciones de acuerdo al lugar donde uno quiere dirigirse. Fueron diseñados por el estudio de
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diseño Shakespear, con oficina en Martínez, creadores de reconocidos logos como Villavicencio, Dot, Temaikén y muchos otros Entre paredes llenas de arte e historia, estos carteles se conjugan para ayudarnos a andar sin perder tiempo.
Dirigiéndonos con un poco de arte Otra ciudad puede ser descu-bierta debajo de la superficie, con su “pulso”, es decir su rit-mo, su tiempo. Otro espacio, otro tiempo: “Cada vez que paseaba por el tiempo”, “[...] solo, sobre todo de noche, sé muy bien que no soy el mismo que,
durante el día, lleva una vida común y corriente” (Cortázar). El subterráneo artificial es por excelencia un espacio para el desarrollo de la velocidad. Al mismo tiempo encontramos heterogeneidad de pasajeros y pasatiempos
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EL VAGÓN FINALIZARÁ SU TRAVESÍA Y LOS RAYOS DEL SOL TOCARÉ DE NUEVO “Se oyen los frenos del subte Fue un descenso progresivo y cauteloso como una lenta respiración, un suspiro de la ciudad”
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Integrantes de grupo: Arias, Mariela / Cicalello, Ornella
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CĂĄtedra de diseĂąo Mazzeo DG 3 FADU UBA 2015 Docentes: Leandro Dalle / Adriana Martinez Programas: Adobe Indesign, Adobe Photoshop Adobe Illustrator, Adobe Reader