Revista Galeria No. 56 Kaminaljuyu

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KAMINALJUYU



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CONTENIDO

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EDITORIAL

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EL SITIO DE KAMINALJUYU y su visita obligada en la Ciudad de Guatemala Bárbara Arroyo

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LA PRÁCTICA DE LA ESPIRITUALIDAD MAYA EN KAMINALJUYU Marcos de Jesús Ajpacajá S.

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LA AGRICULTURA DE KAMINALJUYU Marion Popenoe de Hatch

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EL ORIGEN DE UN MONTÍCULO FUNERARIO Javier Estrada de la Cerda

Rosemarie Maegli Novella Silvia Canella Neutze

Junta Directiva Estuardo Cuestas Morales Carlos Enrique Zea Flores Ernesto Townson Delcore Mariflor Solís Sobalvarro María Olga Granai de Zoller Carlos Díaz Durán Jorge Montes Córdoba María Sara Aguirre Annabella Montes de Guardia

Dirección Ejecutiva Mariflor Solís Sobalvarro Subdirección Ejecutiva Yanira Gálvez Bolaños Asesor Carlos Granados Moreno Edición Beatriz Quevedo Asistente Mónica Chávez de Palma

#56

EDITORIAL GALERÍA GUATEMALA

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Diseño Ximena Chapero Gestión Héctor Cap Iracema Guzmán Distribución Elvin Martínez Juan Francisco Tejax May Traducción Ana Herrerías Alcira García-Vassaux Impresión Serviprensa

LOS ESPACIOS CEREMONIALES DE LA PALANGANA Y LA ACRÓPOLIS Gloria Beatriz Ajú Álvarez

En portada Detalle de Monumento 11 Preclásico Museo Nacional de Arqueología y Etnología de Guatemala Ministerio de Cultura y Deportes Fotografía Bárbara Arroyo


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TALLADO EN PIEDRA

MUSEO MIRAFLORES Primer museo de sitio de la Ciudad de Guatemala

Lucía R. Henderson

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LOS RITUALES DE TERMINACIÓN DEL PRECLÁSICO EN KAMINALJUYU

Liwy Grazioso

Henry Rodríguez Ortiz

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LA ECOLOGÍA Y LA FAUNA EN KAMINALJUYU Emanuel Serech van Haute

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LA ARQUITECTURA EN BARRO Y LOS TRABAJOS DE CONSERVACIÓN EN LA ACRÓPOLIS Josué Álvarez y Daniel Juárez

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ACTIVIDADES FUNDACIÓN G&T CONTINENTAL

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AGRADECIMIENTOS

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TRADUCCIÓN DISTRIBUCIÓN Ciudad Librería Casa del Libro Galería El Áttico Tienda El Chayal Museo Popol Vuh Casa Mima Artemis Libros Museo Ixchel Librería Marquense Fondo de Cultura Económica

Antigua Guatemala Hotel Museo Casa Santo Domingo Viva Antigua Librería Casa del Conde Librería Metáfora Casa K’ojom Colibrí Café Escalonia Gascón Joyería del Ángel Casa de Arte

© Editorial Galería Guatemala Año 19, Número 56 Guatemala 2017 Fundación G&T Continental 5a. avenida 12-38 zona 1 Centro Histórico Ciudad de Guatemala 01001 Teléfonos: 2230-5072, 2230-5076 y 2230-5078 adireccion@fundaciongytcontinental.org www.fundaciongytcontinental.org

Fundación G&T Continental y su Editorial Galería Guatemala no asumen responsabilidad alguna por el contenido de los artículos aquí publicados. La información contenida en cada uno de los artículos es responsabilidad expresa del autor. Los fondos que se recauden con las donaciones recibidas por esta publicación están destinados al apoyo brindado por Fundación G&T Continental a la conservación del patrimonio cultural de Guatemala y a las actividades que con esta finalidad promueve y copatrocina.

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Raúl Monzón Reverso de espejo Clásico Temprano Museo Nacional de Arqueología y Etnología de Guatemala Ministerio de Cultura y Deportes Fototeca Fundación G&T Continental

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editorial

E

s para Fundación G&T Continental un orgullo poner en sus manos este ejemplar de la Revista Galería No. 56 dedicado al Sitio Arqueológico Kaminaljuyu, primera capital asentada en el valle de la Ermita. Guatemala cuenta con más de 5,000 sitios arqueológicos, cada uno con su propia relevancia. El que Kaminaljuyu esté dentro de la ciudad de Guatemala reviste a la capital con una importancia que esta publicación pone en su justa dimensión, para el conocimiento de propios y visitantes. Cualquier persona que quiera conocer sobre el pasado de Guatemala tiene una visita obligada a Kaminaljuyu. Ubicado en el corazón de la zona 7, el Parque Arqueológico es un espacio de 10 hectáreas que ofrece al visitante la posibilidad de admirar la arquitectura de barro expuesta, construida cerca del año 400 antes de Cristo. Al igual que la ciudad de Guatemala, Kaminaljuyu fue un centro urbano de gran auge durante sus casi dos mil años de vida. Además de exhibir los restos culturales expuestos, el Parque permite observar las ceremonias mayas contemporáneas, así como apreciar la fauna y flora del valle central de Guatemala.

A esto se debe agregar que la presencia de un programa permanente de investigación cuyos hallazgos han ampliado grandemente el conocimiento del pasado de esta importante ciudad. Esta revista ayuda a comprender el valor de Kaminaljuyu. Además, abre una pequeña ventana a los trabajos de investigación recientes, otorgando un motivo para continuar con el cuidado de lo que queda del sitio. Que los artículos contenidos en este número generen interés para apreciar y conocer nuestra herencia cultural. Al conocerla y apropiarnos de ella, podremos preservarla. Solo el compromiso de las autoridades y todos los guatemaltecos permitirá protegerla para las futuras generaciones. En mi calidad de presidente de Fundación G&T Continental y en nombre de la Junta Directiva, agradezco a la doctora Bárbara Arroyo y su equipo de trabajo el magnífico contenido de esta revista.

Estuardo Cuestas Morales Presidente

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Kamin El sitio de

y su visita obligada en la Ciudad de Guatemala Bárbara Arroyo

Kaminaljuyu es un sitio arqueológico que tuvo una historia de cerca de 2,000 años. A lo largo de este tiempo, que inicia cerca del año 1000 AC y termina en el año 900 DC, se observó una serie de ciclos de desarrollo y declives en el sitio. Sin embargo, durante esta larga historia, nunca estuvo abandonado. 12


Bรกrbara Arroyo

naljuyu Vista del Parque Arqueolรณgico Kaminaljuyu

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Vista del Parque Arqueolรณgico Kaminaljuyu

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Santiago Billy

D

esde sus inicios, el agua fue fundamental para la supervivencia de los antiguos habitantes del sitio. La presencia del lago Miraflores en el valle central indudablemente fue uno de los principales elementos para atraer a los primeros habitantes a este lugar como bien lo relata Marion Popenoe de Hatch en su artículo de esta revista. No se sabe exactamente de dónde llegaron los mismos, pero se cree que podrían haber venido de la costa del Pacífico. Al inicio de la ocupación en el valle, solo existían algunas plataformas de barro con pequeñas estructuras de ranchos encima. A partir del año 600 AC, se empezó a construir edificios más grandes, alineados de norte a sur, formando plazas alargadas. Se cree que en el sector central del lago Miraflores, en la orilla este, se encontraba el núcleo del sitio en esta época. Poco a poco el sitio fue creciendo, alcanzado su primer gran auge entre el 300 y el 200 AC, en lo que se refiere como Preclásico Tardío. El agua continuaba siendo de importancia, como se ha documentado en recientes hallazgos de canales que conducían la misma a lo interno del sitio. Además de los canales agrícolas mencionados por Hatch, también se construyeron otros que circulaban el agua a través de los diferentes edificios. Estos permitieron que por todos lados se pudiera sembrar huertos de vegetales, flores y frutos, haciendo de este lugar uno de grandes jardines que le valió la fama a grandes distancias. Estos datos han sido recientemente confirmados gracias a los hallazgos del proyecto de rescate del Montículo C-IV-4

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Mapa de Kaminaljuyu Nueva propuesta de extensión del lago Miraflores en el Préclasico Elaborado por Antonio Prado con datos de Bárbara Arroyo

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Bárbara Arroyo

Durante el Preclásico Tardío se completó la construcción de la pirámide más alta del sitio, con 21 metros de altura y una base de 70 x 90 metros. que descubrió canales enterrados a más de dos metros y medio de profundidad, además de referencias aisladas de varios programas de rescate a lo largo de la historia del crecimiento urbano de la ciudad de Guatemala. Durante el Preclásico Tardío se completó la construcción de la pirámide más alta del sitio, con 21 metros de altura y una base de 70 x 90 metros. Desafortunadamente, debido a la explotación del barro de los edificios antiguos en la década de 1940, este edificio empezó a sufrir los embates del desarrollo moderno. Afortunadamente y gracias a la rápida intervención de la Institución Carnegie de Washington, se hicieron excavaciones de rescate que permitieron documentar dos ricas tumbas de importantes personajes de Kaminaljuyu. En ellas se encontraron los entierros de dos gobernantes, con más de 300 vasijas como ofrendas, lo que dio a conocer que para este momento ya existía el poder centralizado. En este número, Javier Estrada presenta información sobre una excavación que se hizo recientemente en la base donde se encontraba este edificio, arrojando más información del evento dedicatorio del mismo.

Sistema de canales en Montículo C-IV-4 Proyecto de Rescate C-IV-4

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Kaminaljuyu también se construyó en un lugar especial entre el cruce de varios caminos naturales. Esto le permitió a sus gobernantes controlar la producción de artefactos de obsidiana de la cercana fuente de El Chayal y también la ruta de intercambio del jade. Ambos productos eran de gran importancia para muchos sitios arqueológicos, lo que logró que Kaminaljuyu ganara gran importancia en la zona maya y aún en la región mesoamericana. La obsidiana se utilizaba para la elaboración de navajas, lanzas, cuchillos y otras herramientas y el jade era un bien suntuario que representaba simbólicamente la centralidad y el maíz, elementos primordiales de la cosmovisión maya.

Este mismo evento también tuvo un gran impacto en el arte monumental que se vio afectado y nunca más, después de estas fechas, se volvieron a erigir monumentos esculpidos en basalto como lo relata Lucía Henderson más adelante. Es posible que esta situación se relacione a un cambio fundamental en la estructura del poder divino que se transformó en un poder secular. De cualquier manera, nunca más se observaron los bellos monumentos esculpidos que han distinguido al arte de Kaminaljuyu en el periodo Preclásico. Sin embargo, Kaminaljuyu llegó a tener otro apogeo para convertirse en un centro importante al establecer importantes alianzas de élite con poblaciones del centro de México en el Clásico Temprano (350-550 DC). En este momento se tienen grandes manifestaciones Santiago Billy

El primer episodio dramático que afectó al sitio ocurrió cerca del año 100 DC cuando el lago Miraflores inició un proceso de secamiento. Esto sucedió debido a una bien documentada sequía que afectó buena parte de Mesoamérica. Al faltar el agua, se realizó una serie de ofrendas para intentar contentar a los dioses y que ellos proveyeran del vital líquido al sitio. Esto se encuentra

descrito en el artículo de Henry Rodríguez y mencionado dentro de los hallazgos de sectores del sitio como La Palangana por Gloria Ajú en este número.

Navajas de obsidiana Montículo A-IV-2 Preclásico Tardío Parque Arqueológico Kaminaljuyu

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Andrea Rojas

El agua continuó siendo importante, aunque con más limitaciones. de arquitectura con el estilo talud-tablero, típico del sitio de Teotihuacán, a unos 1,500 kilómetros de distancia. Ricas tumbas de la época incluyeron ofrendas de vasijas que llegaron desde aquella ciudad. Posiblemente, las mismas fueron parte de regalos traídos desde lejos para afianzar alianzas importantes que proporcionarían de productos locales como jade y cacao a aquella distante ciudad. El agua continuó siendo importante, aunque con más limitaciones. El sitio alcanzó avances importantes al elaborar tuberías de cerámica para conducir este líquido vital. Estas tuberías condujeron el agua a espacios como estanques o plazas hundidas para mantener el agua cerca de los grandes edificios. Estudios de Kitty Emmery y colaboradores sobre los restos de huesos de animales demuestran que en esta época se consumía especies de agua estancada, en contraste con las especies de agua abierta que se documentaron para el Preclásico. Esto refleja los cambios ambientales y el manejo del agua para los propósitos de subsistencia. No obstante, hacia el año 600 DC, se observa que los habitantes de Kaminaljuyu borraron las huellas de los mexicanos al destruir parcialmente los edificios que contenían los taludes-tableros. Esto como una manera de mostrar sus propios avances integrando a su arquitectura superficies de piedra, elementos que nunca antes habían sido utilizados en sus construcciones. Algunas de estas superficies Tubo de cerámica debajo de Estructura V de la Acrópolis Clásico Temprano Parque Arqueológico Kaminaljuyu

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Daniel Chauche

Vasija Naranja Delgado Ofrenda en Tumba III del Montículo A Clásico Temprano Museo Nacional de Arqueología y Etnología de Guatemala Ministerio de Cultura y Deportes Fototeca Fundación G&T Continental

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La grandeza de Kaminaljuyu, con más de 200 edificios, documenta su gran tamaño e importancia a lo largo de los casi 2,000 años de ocupación. cubiertas de piedra podrían haber formado mosaicos con formas particulares. De alguna manera, al usar la piedra en sus edificios, estaban integrando el material fundamental de sus esculturas del Preclásico, rememorando sus ancestros y raíces. Estudios de patrón del asentamiento que se hicieron en la década de 1970 documentaron un elevado número de edificios y áreas residenciales del periodo Clásico Tardío. Sin embargo, el sitio se abandonó hacia el año 900 DC y fue en este momento cuando la población se trasladó a lo alto de los cerros en las afueras del valle. La grandeza de Kaminaljuyu, con más de 200 edificios, documenta su gran tamaño e importancia a lo largo de los casi 2,000 años de ocupación. Hoy, únicamente se conservan montículos aislados y el Parque Arqueológico Kaminaljuyu que mide 10 hectáreas, totalizando cerca de 35 edificios. Su arquitectura de barro fue presa fácil del desarrollo urbano, aprovechando el mismo para la elaboración de adobes y ladrillos en las décadas de 1930 y 1940. Sus amplias plazas y edificios dieron lugar a calzadas, calles, colonias residenciales y centros comerciales. Sin embargo, todavía hoy en día, este centro es parte de los rituales de guías espirituales mayas contemporáneos que mantienen vivo al gran centro de Kaminaljuyu, como lo demuestra el trabajo de Marcos Ajpacajá en este volumen.

El parque arqueológico de Kaminaljuyu se ubica en la 11 calle 25-50 de la zona 7 de la ciudad de Guatemala dentro de la Colonia Kaminaljuyu I. El mismo permanece abierto al público todos los días de 8:00 a 16:00 horas, ofreciendo al visitante la oportunidad de observar restos arqueológicos importantes de la antigua ciudad que fue. Desde hace seis años, el programa de investigación de la Zona Arqueológica Kaminaljuyu ha venido trabajando en varios aspectos para honrar la memoria del sitio: primero, ha puesto en valor los restos que se aprecian en el parque arqueológico y que están a la vista del público. El Parque Arqueológico Kaminaljuyu es un bello espacio que todos los guatemaltecos pueden visitar. Segundo, se ha hecho un enorme esfuerzo por obtener una visión que reúna los numerosos programas de investigación y rescate, permitiendo aportar un relato comprensible sobre la historia del sitio además de realizar más investigaciones que permitan comprender mejor su antigua historia. El apoyo económico para llevar a cabo este gran esfuerzo viene de la Fundación Alphawood en Estados Unidos. Otras instituciones y personas que han colaborado al mismo son las embajadas de Japón y Estados Unidos en Guatemala, la Municipalidad de Guatemala a través del Alcalde Álvaro Arzú y el alcalde auxiliar de la zona 7, Rodolfo Ramírez, así como el director de obras de la Municipalidad, Álvaro Hugo Rodas. La Sustainable Preservation Initiative nos ha permitido llevar a cabo un programa con las vecinas de la zona 7 para convertir el patrimonio en un agente de cambio social. Rolando Paiz ha colaborado con apoyo de infraestructura al parque arqueológico y Antonio Prado nos ha brindado su experiencia como arquitecto y diseñador en la construcción del centro de visitantes y la elaboración de gráficos del sitio. Se espera que este número de la Revista Galería abra una ventana al pasado de esta importante antigua ciudad.

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Bárbara Arroyo

L A P R ÁC T I C A D E L A

ESPIRITUALIDAD

MAYA EN KAMINALJUYU Marcos de Jesús Ajpacajá S.

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Ceremonia en Kaminaljuyu 23


K

aminaljuyu es uno de los sitios arqueológicos y uno de los lugares sagrados donde se practica la espiritualidad maya. La espiritualidad maya, practicada de generación en generación, se entiende como la conexión espiritual y energética con el Ser Supremo, creador y formador, así como con los antepasados a través de las ofrendas dispuestas en el sagrado fuego. La pervivencia de esta práctica espiritual hace que el lugar esté cargado de energía positiva. Esta proviene de su larga historia de llevar a cabo ceremonias en múltiples espacios y con varios propósitos, permitiendo que muchas secciones de este importante centro se encuentren cargadas de la energía de los ancestros. El parque arqueológico, que contiene una pequeña parte del antiguo centro de Kaminaljuyu, fue creado en la década de 1970 por el Instituto de Antropología e Historia y actualmente tiene una dimensión territorial de 10 hectáreas.

Santiago Billy

Altares frente a ceiba

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Jaavier Estrada

Ceremonia en Kaminaljuyu

En Kaminaljuyu se encuentran varios altares en uso para la práctica de la espiritualidad maya contemporánea. Las ceremonias constan en presentar ofrendas y hacer pagos a la madre naturaleza. Por otro lado, el lugar sagrado es un espacio de confluencia de varias comunidades lingüísticas donde cada ajq’ij, guía espiritual o contador del tiempo hace uso de ese sistema de comunicación con los elementos de la madre tierra y con los antepasados: su idioma. El idioma, además del propio lugar sagrado y las ofrendas, es uno de los elementos claves para el desarrollo de las ceremonias. Algunas de las ceremonias se llevan a cabo a fin de pedir permiso a la madre naturaleza para realizar las siembras y cosechas. También se hacen para pedir por la paz y la vida, así como para agradecer por el nacimiento de un nuevo ser, por la salud, por la enfermedad y por otros eventos importantes en la vida particular, familiar o comunitaria. El guía espiritual o el ajq’ij, programa su ceremonia para estos propósitos de acuerdo a los días del cholqu’ij o Calendario Sagrado, de 260 días.

La espiritualidad maya se entiende como la conexión espiritual y energética con el Ser Supremo, creador y formador, así como con los antepasados a través de las ofrendas dispuestas en el sagrado fuego.

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Los ajq’ij son mujeres u hombres que cuentan el tiempo y orientan a la población.

Ajq’ij es una palabra quiché que quiere decir “contador de los días”. Los ajq’ij son mujeres u hombres que cuentan el tiempo y orientan a la población. Sus conocimientos vienen de la tradición oral, pasando, a través del tiempo, de los bisabuelos a los abuelos, a padres, hijos y nietos. Generalmente, al llevar a cabo una ceremonia, el ajq’ij, cubre su cabeza con un paño o sute y se coloca una banda roja en la cintura representando la serpiente que simboliza el hilo de la vida y el tiempo. El color rojo representa la energía misma, la vida y la fuerza. Otro de los distintivos del ajq’ij es el collar hecho de piedras preciosas, parecido al que usaban sus ancestros, como objeto sagrado para protegerlo de las malas energías. Al inicio de una ceremonia y de acuerdo al día que señala el Calendario Sagrado, se marca con azúcar el signo del día en el altar a utilizar. Encima de este signo se colocan las ofrendas que pueden consistir en hierbas aromáticas, ocote, chocolate, incienso de varios tipos, candelas de colores, miel y otros productos de la naturaleza, dependiendo del objetivo de la ceremonia. Durante el desarrollo de la ceremonia se hace el conteo del tiempo hasta completar un ciclo completo del cholq’ij o Calendario Sagrado maya. En este sentido, se puede comprender que al realizar una ceremonia ancestral, el Sagrado Fuego está cumpliendo una función esencial: la renovación del tiempo y del espacio desde sus orígenes en el contexto de la cosmovisión maya.

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Bรกrbara Arroyo

Preparaciรณn del altar antes de la ceremonia

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Santiago Billy

Altar

Durante el desarrollo de la ceremonia se hace el conteo del tiempo hasta completar un ciclo completo del cholq’ij o Calendario Sagrado maya.

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Bárbara Arroyo

En resumen, el Lugar Sagrado y Sitio Arqueológico Kaminaljuyu, como los otros centros sagrados, sirven para mantener el vínculo con los antepasados y son evidencia material del pasado, el recuerdo del trabajo y sabiduría de los ancestros. Representan la existencia y la vida misma por lo que su importancia es tanto individual, familiar y comunitaria como también espiritual, histórica y cultural.

Guías espirituales celebrando el Baktun

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La

agricultura

de Kaminaljuyu

Javier Estrada

Marion Popenoe de Hatch

Reconstrucción de áreas de cultivo Diorama elaborado por Alfredo Mackenney Museo Nacional de Arqueología y Etnología de Guatemala Ministerio de Cultura y Deportes

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Los primeros habitantes que entraron al valle de Guatemala después de la era del Pleistoceno encontraron un paisaje salpicado con pequeños lagos y lagunas, la mayoría de los cuales ya no existía a la llegada de los españoles a finales de 1500. Cerca de los años 800 a 700 AC, una población se asentó cerca de uno de los lagos más grandes, conocido hoy en día como lago Miraflores. Este lago probablemente fue el resultado de una falla tectónica del valle, la que produjo una enorme depresión que acumulaba agua de lluvia y de manantiales debajo de la superficie.

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L

a población escogió este valle, no para la agricultura ya que la tierra era menos fértil que en otras áreas, sino por razones económicas para establecer un centro de intercambio. El sitio, ahora conocido como Kaminaljuyu, se ubicó estratégicamente en la línea divisoria continental. Antiguos caminos en esta posición unieron las regiones noroeste y noreste del altiplano de donde muchos ríos drenaban sus aguas a las costas del Atlántico y el Pacífico. Estos suelos fértiles de los valles montanos produjeron abundantes vegetales y otros cultivos, mientras que los minerales debajo de la superficie proporcionaron bienes exóticos y utilitarios tales como el jade y la obsidiana. Estos abundantes recursos de las regiones del altiplano pudieron ser transportados a Kaminaljuyu desde donde fueron diseminados a través de cargadores humanos a zonas lejanas. En este camino, Kaminaljuyu se convirtió en el centro de intercambio más grande e importante del altiplano guatemalteco, importando y exportando recursos a través del territorio. Desde el Atlántico, se explotaban las fuentes de jade y obsidiana del valle del Motagua y desde la costa del Pacífico se obtenía cacao, frutas, productos de palma, algodón y sal. Según se incrementaba el intercambio y tráfico, la organización socioeconómica de Kaminaljuyu se convirtió en una más compleja. La evidencia sugiere que la población residente estaba organizada en base a una agrupación de linajes. El grupo gobernante era el más elevado de los linajes, incorporando una estructura piramidal a la sociedad compuesta de sublinajes de acuerdo a sus oficios especializados.

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Cada linaje probablemente llevó a cabo cierta actividad colectiva como la talla de la obsidiana, la elaboración de cerámica, los trabajos de la tierra, construcciones, registro de cuentas y otros. En este sistema, las familias nacían y crecían para llevar a cabo cierto tipo de actividades de acuerdo al linaje al que pertenecían. Con este tipo de organización social, la economía funcionaba con un sistema de mercado abierto, similar a los tipos precolombinos que involucraron el canje y regateo centrado en una gran plaza de la ciudad. Aunque Kaminaljuyu no tuvo el enfoque de centro agrícola, existía una necesidad de cultivar. En los primeros años, las aguas del lago Miraflores drenaban hacia profundos barrancos. A lo largo de uno de estos barrancos había una depresión fértil que era adecuada para los cultivos. Esto debió hacer pensar a los administradores de Kaminaljuyu que era posible diseñar un sistema de canales para el propósito de contar con irrigación para el cultivo de vegetales. Las excavaciones modernas revelaron que el canal se construyó para irrigar tablones, posiblemente utilizando los sedimentos del lago para construir parcelas de huertos que permitirían el cultivo de vegetales durante


Óscar Rodríguez

Reconstrucción de canal Miraflores Museo Miraflores

todo el año y que no podrían mantenerse sin agua, por lo que los canales podrían haber funcionado durante los seis meses del año que duraba la temporada seca. Es probable que la irrigación no se utilizara para el cultivo de maíz ya que en la región de Kaminaljuyu la precipitación pluvial generalmente fue suficiente para una temporada larga de cultivo. El valle de Guatemala está cortado por numerosos barrancos y no permite la irrigación a gran escala. Sin embargo, alguna irrigación fue necesaria para mantener cosechas de vegetales y hierbas durante todo el año, permitiendo que las plantas vivieran durante la temporada seca. Los vestigios

Kaminaljuyu se convirtió en el centro de intercambio más grande e importante del altiplano guatemalteco, importando y exportando recursos a través del territorio. 33


34 Óscar Rodríguez


de cultivos sugieren que esto fue posible usando los sedimentos del canal para construir campos elevados o tablones donde los vegetales y hierbas como chiles, tomates y otros pudieran ser regados a través de un sistema de riego de agua. La irrigación fue similar al método utilizado hoy en día en áreas de Chimaltenango y Almolonga cerca de Quetzaltenango donde el agua se recoge con guacales de madera y se riega en los cultivos. Cerca del área de cultivo había una sección con grandes fogones y hornos de tierra para la preparación de comida a escala comunal. Las grandes dimensiones de los fogones y su elevado número fueron suficientes para indicar que estos no se asociaron a residencias privadas sino más bien fueron cocinas de gran tamaño, probablemente cocinas comunales o para la preparación de comida en un lugar de mercado. Los fogones midieron un metro en diámetro, un tamaño suficientemente grande como para colocar grandes vasijas o comales. Su asociación a campos de cultivo sugiere que la comida era cosechada en las cercanías y traída para ser preparada en el área inmediata. Uno puede imaginarse a los trabajadores llegando con canastos y bolsas para preparar comida. Grandes cántaros con pequeñas asas eran colgados sobre el fuego para mantener caliente sus contenidos así como los comales y las bolas de masa (no se sabe con seguridad si ya se consumían tortillas en este tiempo),

además de tazones para mezclar alimentos. No se sabe si la comida estaba asociada al canje o si era para consumo en un sistema de mercado abierto. Otra posibilidad es que la comida pudo haber sido preparada para grandes fiestas públicas que eran organizadas y supervisadas por los administradores del gobierno. Las fiestas públicas eran y todavía son hoy, importantes eventos en la sociedad indígena. En tiempos prehispánicos, los gobernantes hicieron fiestas reales para bodas, funerales, celebraciones mensuales especiales del calendario, cambios en puestos oficiales y demás. En especial, en regiones donde la población estaba dispersa en pequeños pueblos alrededor de los grandes centros, estos festivales funcionaron para mantener reunida a la sociedad, para promover fuertes relaciones y el sentido de una identidad local. Usualmente, en estos festivales se servían tamales y otras comidas basadas en el maíz, así como bebidas de cacao. Esta actividad continuó a pesar de que el lago Miraflores disminuía dramáticamente su tamaño cerca del año 100 DC. Los trabajadores mantuvieron la agricultura de tablones obteniendo agua de manantiales y pozos de agua, los productos fueron cosechados para comida, para los mercados y fiestas. Finalmente, como en muchos otros casos de la región maya, Kaminaljuyu fue abandonado hacia finales del periodo Clásico.

Página anterior: Réplica de canal de agua para riego Museo Miraflores

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EL ORIGEN DE UN

MONTÍCULO

FUNERARIO Javier Estrada de la Cerda

Sobrepasando los 20 metros de altura y con una base de 70 x 90 metros, el montículo conocido como E-III-3 fue el edificio de mayores dimensiones de Kaminaljuyu. Se ubicaba hacia el noreste del sitio, cerca del actual cementerio de La Verbena, en un sector aislado rodeado de profundas barrancas donde el único acceso era por el sur.

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Cortesía del Museo Peabody ID # ci9070059

Excavaciones de rescate Montículo E-III- 3 circa 1949

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S

u destrucción inició en 1947 cuando el barro de la estructura fue extraído para fabricar adobes. Una investigación de salvamento fue realizada por Edwin Shook y Alfred Kidder de la Institución Carnegie de Washington logrando definir la secuencia constructiva y revelando la presencia de dos importantes tumbas. Según el material cerámico recuperado, el edificio fue construido en el Preclásico Tardío (400 AC–100 DC).

Un total de siete estructuras, incluyendo varias remodelaciones, conformaron el gran montículo E-III-3. En el centro de la quinta estructura, la Tumba I alojó los restos de un personaje importante, probablemente un rey. Junto a él fue sacrificado un acompañante. Alrededor de 300 vasijas eran parte de su ajuar funerario al igual que orejeras de jade, vasijas de piedra, cuchillos de obsidiana, morteros con efigies de ranas, vértebras de pescado, huesos de puma o jaguar, fragmentos de caparazón de armadillo, artefactos de concha y una escultura de piedra tipo hongo.

Según el material cerámico recuperado, el edificio fue construido en el Preclásico Tardío (400 AC–100 DC). La Tumba II fue colocada sobre la Estructura 6. Al igual que la tumba anterior, alojaba los restos de otro gobernante de Kaminaljuyu, descendiente en línea directa. Dos niños y un joven fueron sacrificados como acompañantes. La ofrenda, compuesta por unas 200 vasijas, también contenía cuchillos de obsidiana, cuentas de jade, cristales de cuarzo, espinas de mantarraya y una máscara de jade. El hallazgo de estas ricas tumbas indicó que la función del edificio fue la de una pirámide funeraria destinada a albergar los restos mortales de algunos reyes de Kaminaljuyu.

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Bárbara Arroyo

Excavación del depósito en la base del Montículo E-III-3

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Nuevas investigaciones realizadas por el Proyecto Zona Arqueológica Kaminaljuyu en 2015 revelaron una ofrenda realizada antes de la construcción del antiguo edificio. Debajo del actual nivel de superficie, una excavación de 5 x 5 metros y 2 metros de profundidad arrojó valiosa información que sugiere el uso de este espacio como un recinto funerario previo a la construcción de la gran pirámide. Cientos de figurillas y vasijas rotas fueron descubiertas en la investigación, así como hachas de jade, esquirlas de obsidiana, monumentos lisos, semillas de aguacate, piedras y manos de moler, conchas marinas, huesos de venado, coche de monte y perro, fragmentos de caparazón de armadillo, huesos de aves y pescados, un caparazón de tortuga y un cráneo humano. De acuerdo al análisis cerámico así como el fechamiento por radiocarbono, se determinó que la tumba fue construida en el inicio del Preclásico Tardío. Si el cráneo que se encontró forma parte de lo que podría ser una tumba, el personaje enterrado probablemente fue uno de los primeros grandes gobernantes de Kaminaljuyu. Tras su muerte, cientos o

quizás miles de personas habrían acudido a la ceremonia realizada en una zona alejada del bullicio de la emergente ciudad. Rodeado por barrancas y bosques de pino y encino, próximo a los manantiales de agua prístina, la ubicación de la tumba representaba un espacio idóneo desde donde el gobernante iniciaría su viaje al más allá.

El hallazgo de estas ricas tumbas indicó que la función del edificio fue la de una pirámide funeraria destinada a albergar los restos mortales de algunos reyes de Kaminaljuyu. La presencia de vasijas de uso doméstico, figurillas, manos y piedras de moler, así como fragmentos de bajareque depositados como ofrendas en la tumba demuestran que en la ceremonia no solo participó la élite teocrática dominante sino un sector social más representativo de la población de Kaminaljuyu. Los asistentes ofrendaron sus objetos de mayor estima para honrar al difunto.

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Javier Estrada

Dibujo del fragmento de monumento de pedestal. Vista frontal, lateral y posterior, en donde se observa la secciĂłn mutilada.

Javier Estrada

Fragmento del monumento de pedestal MontĂ­culo E-III-3

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Javier Estrada

Ilustración de vasijas del Preclásico Fase Providencia, circa 300 AC Encontradas en la base del Montículo E-III-3

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Bárbara Arroyo

Ceniza, madera carbonizada y semillas de aguacate indican que el fuego estuvo presente durante toda la ceremonia. Las vasijas fueron rotas intencionalmente y arrojadas al fuego en un acto ritual. Este tipo de ritual, dirigido por un guía espiritual maya, aún se lleva a cabo en diferentes regiones del altiplano. Las figurillas también fueron destruidas, desmembradas de brazos y piernas y decapitadas. ¿Acaso estarían evocando una analogía al sacrificio humano? Terminado el ritual, la tumba fue sellada por un piso compacto elaborado con una mezcla de arena de piedra pómez, barro y talpetate. Directamente sobre este se depositó el fragmento de una escultura de tipo pedestal con la representación de una calavera que fue decapitada y mutilada en su costado derecho y luego reclinada cuidadosamente sobre el piso con la mirada dirigida hacia el poniente en alusión a la muerte, la obscuridad y el inframundo. Curiosamente, más de 2,000 años después, este recinto funerario destinado a alojar a los reyes de Kaminaljuyu en la antigüedad es vecino del cementerio La Verbena, donde hoy en día miles de cuerpos de víctimas no identificadas y desaparecidas encuentran su última morada.

Depósito dedicatorio al Montículo E-III-3

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Santiago Billy


Los espacios ceremoniales de

La Palangana y

la Acrópolis Gloria Beatriz Ajú Álvarez

Monumento 224 Plaza superior de La Palangana Parque Arqueológico Kaminaljuyu

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Kaminaljuyu tuvo más de 200 edificios, todos ellos construidos con barro como elemento fundamental. Hoy en día, quedan muy pocos edificios y el Parque Arqueológico Kaminaljuyu alberga los dos conjuntos que hoy son vestigios de edificios antiguos expuestos a la vista del público: la Acrópolis y La Palangana.

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Imagen artística de la reconstrucción de la Acrópolis


Tatiana Proskouriakoff. Propiedad el Museo Nacional de Arqueología y Etnología de Guatemala. Ministerio de Cultura y Deportes.

L

as excavaciones en estos conjuntos iniciaron en 1926 por Samuel Lothrop y Manuel Gamio en La Palangana para continuar en el Juego de Pelota A de la Acrópolis en 1941 por Ledyard Smith. A partir de estas excavaciones, Gustavo Espinoza continuó exponiendo los edificios de este conjunto en la década de 1960, encontrado evidencia de ello en los restos expuestos actualmente, incluyendo algunos túneles de investigación. Estos edificios se construyeron inicialmente como sencillas plataformas de barro con un edificio de material perecedero parecido al típico rancho actual. La arquitectura de barro ha puesto un gran reto respecto al cuidado y conservación de los edificios. Las estructuras de los ranchos se perdieron con el tiempo, quedando únicamente las plataformas de barro que aún se conservan en algunos lugares. El espacio que puede visitarse es la Acrópolis, un recinto sagrado que se construyó sobre un nacimiento de agua. Tanto la Acrópolis como La Palangana han permitido conocer episodios de cambios sociales, económicos y políticos en el sitio.

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Tsuyoshi Haraguchi

Estos monumentos se integraron al espacio que incluía la orilla del lago Miraflores, las montañas y los volcanes, entre ellos el de Pacaya. En sus inicios, algunos espacios fueron elegidos por la población para uso comunal y para albergar distintos rituales, convirtiéndolos en sagrados al integrar elementos del paisaje y la cosmovisión de la antigua población. Sin embargo, con el desarrollo de la sociedad, los reyes y gobernantes aprovecharon los espacios importantes y los utilizaron como símbolos de poder. La Palangana se ubica en el lado sur del parque. Durante el Preclásico Tardío (400 AC-200 DC), fue un espacio destinado para la celebración de rituales. Estos grandes eventos fueron dirigidos por los gobernantes o reyes y es en este lugar donde más monumentos de piedra se han encontrado. Estos monumentos se integraron al espacio que incluía la orilla del lago Miraflores, las montañas y los volcanes, entre ellos el de Pacaya. Este paisaje natural era observado al sur de La Palangana, por lo que durante el inicio del Preclásico el conjunto tuvo esa orientación. En este sector se documentó un depósito masivo al finalizar el periodo Preclásico, cerca del año 200 DC, donde se depositaron múltiples vasijas fragmentadas, huesos, niños sacrificados, obsidiana, mica y otros artefactos. Este depósito representa un evento de terminación al momento de llegar la sequía y verse impactado el lago Miraflores. El mismo fue colocado en varios lugares del sitio a manera de completar un ciclo y esperar por la prosperidad de uno nuevo.

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Vista aérea de La Palangana Parque Arqueológico Kaminaljuyu


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Bรกrbara Arroyo Santiago Billy

Vista del muro oeste con la fachada de piedras en La Palangana Parque Arqueolรณgico Kaminaljuyu

Vista hacia la Estructura G de la Acrรณpolis Parque Arqueolรณgico Kaminaljuyu

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Bárbara Arroyo

Durante el Clásico Temprano (300-550 DC), ocurrieron grandes cambios en Kaminaljuyu como la construcción de muchos edificios adentro de la Acrópolis.

Vista general del talud de piedras en el muro oeste de La Palangana Parque Arqueológico Kaminaljuyu

Durante el Clásico Temprano (300-550 DC), ocurrieron grandes cambios en Kaminaljuyu como la construcción de muchos edificios adentro de la Acrópolis. Este conjunto se ubica en la parte norte del parque, y en él se encontraban los palacios de los gobernantes donde se llevaron a cabo las actividades administrativas. Este espacio se encontraba restringido y no era de acceso público. En este momento un nuevo estilo arquitectónico fue implementado: el talud-tablero. Este estilo se utilizó en los edificios más importantes del sitio entre ellos la Acrópolis, La Palangana y los edificios funerarios conocidos como Montículos A y B, hoy desaparecidos. Los tableros estaban pintados de blanco, verde y rojo. El estilo taludtablero es propio del sitio de Teotihuacán en el altiplano central mexicano y muestra la influencia de aquel gran centro en el sitio de Kaminaljuyu. Su difusión hasta Kaminaljuyu es una de las evidencias que indica que hubo contactos a larga distancia entre ambos sitios y atestigua una alianza de élites.

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Santiago Billy

Vista de monumentos lisos encontrados adentro de La Palangana Parque Arqueológico Kaminaljuyu

La Palangana, por su parte y a pesar de los cambios, siguió manteniéndose amplia y abierta. Fue utilizada como el centro ceremonial público de la Acrópolis y otros sectores del sitio. Continuó con la misma orientación hacia al sur, posiblemente dirigida hacia lo que quedaba del lago Miraflores e incorporando elementos del Preclásico, entre ellos los monumentos, así como el manejo del agua. Algunos ejemplos son los drenajes hechos de piedra que permitían inundar y secar algunos espacios según se necesitara.

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La Palangana cambió de forma durante el Clásico Tardío por la construcción de muros, lo que modificó completamente su orientación. Su función no cambió mucho de las épocas anteriores ya que se siguió utilizando para distintas actividades ceremoniales, entre ellas posiblemente el Juego de Pelota. Los gobernantes podían convocar a los pobladores a este espacio para dirigir algún mensaje político o religioso y, a la vez, al contar con un solo acceso, la élite podría utilizarlo para ceremonias privadas. También durante el Clásico Tardío, la Acrópolis continuó siendo utilizada como residencia de la élite. Algunos edificios fueron modificados, utilizando nuevos materiales constructivos y cambiando la orientación de sus fachadas, además de borrar los tableros que identificaron a sus constructores con grupos del centro de México.

Gloria Ajú Álvarez

De esta forma ambos conjuntos son parte de la historia, y son testigos de la grandeza de Kaminaljuyu, sitio que a la fecha puede visitarse.

La Palangana cambió de forma durante el Clásico Tardío por la construcción de muros, lo que modificó completamente su orientación.

Vista hacia el sur de la Plaza Inferior de La Palangana Parque Arqueológico Kaminaljuyu

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piedra

Tallado en

Las esculturas de Kaminaljuyu

Juan Carlos Menéndez cortesía de Antonio Prado

Lucía R. Henderson

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Los artistas de Kaminaljuyu produjeron unas de las más bellas esculturas del mundo maya temprano. Estas esculturas, que se fechan para el Preclásico Tardío y Terminal (350 AC al 150 DC), han proporcionado una visión hacia el sistema de creencias de los ocupantes del sitio, quienes esculpieron en la piedra representaciones permanentes de sus reyes, dioses y rituales. Aunque la mayoría de la atención de los especialistas se ha enfocado en el gran inventario de esculturas de bajo relieve del sitio, los artistas de Kaminaljuyu crearon un impresionante conjunto de otros formatos escultóricos.

Monumento de cocodrilo Preclásico Museo Nacional de Arqueología y Etnología de Guatemala MInisterio de Cultura y Deportes

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Santiago Billy

E

l significado detrás de muchas de estas esculturas todavía es enigmático. Los pedestales son un ejemplo y se encuentran en Kaminaljuyu y sitios vecinos mostrando varios tipos de figuras –incluyendo monos, felinos y humanos– al acecho o sentados encima de un largo trono de piedra. Algunas de estas esculturas parecen ser muy altas, alcanzando los tres metros, convirtiéndose en testimonio elocuente de talentos extraordinarios de quienes las esculpieron. Aunque estas son impresionantes, los estudiosos del tema todavía no saben su significado para los antiguos habitantes de Kaminaljuyu. Otra tradición importante de escultura en Kaminaljuyu fue la creación de los barrigones que fueron elaborados tanto en el altiplano como la costa del Pacífico por lo menos desde el año 350 AC y hasta el 100 DC, o posiblemente más tarde. Algunos son de cuerpo entero, otros son solo cabezas y varían en tamaño, desde miniaturas de pocos centímetros de altura, hasta esculturas de dimensiones masivas de dos metros o más. Sus rasgos más comunes consisten en tener los ojos cerrados, con párpados hinchados, mejillas infladas y labios fruncidos. Investigaciones recientes sugieren que estas figuras representan rasgos antropomorfos del paisaje natural. En otras palabras, parecieran ser personificaciones en piedra de montañas y volcanes que formaron parte del dramático paisaje natural del altiplano. Según las creencias de los mayas, y aún de los mayas contemporáneos, se considera a las montañas y volcanes no solo como las casas de los ancestros sino como manifestaciones colosales de los mismos. Los barrigones parecen representar los rasgos de su paisaje circundante como seres vivos y animados.

Escultura 57 Preclásico Tardío Museo Miraflores Siguiente página: Escultura 9 Monumento columnar Preclásico Medio Museo Nacional de Arqeuología y Etnología de Guatemala Ministerio de Cultura y Deportes Fototeca Fundación G&T Continental

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57

Daniel Chauche


Santiago Billy

Escultura 21 Detalle de figura de jaguar Preclásico Museo Miraflores

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En Kaminaljuyu y sitios vecinos también se aprecia un elevado número de altares en forma de sapos, tortugas y cocodrilos, los que fueron esculpidos durante varios siglos entre los años 400 AC y 150 DC. Los altares tempranos se esculpieron siguiendo las formas naturales de la piedra. Según fue pasando el tiempo, estas formas orgánicas dieron lugar a superficies esculpidas más intensamente. La escultura 2, por ejemplo, es una de las más antiguas de Kaminaljuyu (c. 400–300 AC). Sus escultores aprovecharon las huellas del macizo de basalto para traducir su forma en un masivo cocodrilo. Los diseños en bajo relieve –incluyendo la cara, escamas, cola y sus cuatro patas de cocodrilo– le dan definición a su forma orgánica. La escultura 105, esculpida entre el año 0 y el 150 DC, proporciona un contraste dramático con la del cocodrilo. Este sapo gigante en cuclillas tiene sus orillas y superficie bien alisadas, sin mostrar las formas naturales de la piedra. Aunque estos dos monumentos son temporalmente y estéticamente diferentes, ambos son igualmente impresionantes. En ellos se observa la experta y larga tradición de esculturas de Kaminaljuyu.


Santiago Billy

Detalle de Monumento con cuatro caras Colección Copalché Preclásico Museo Miraflores

Las esculturas más frecuentemente discutidas en Kaminaljuyu son los bajo relieves. Estas toman muchas formas, incluyendo altares, estelas y “siluetas” que son piedras delgadas cortadas con diseños especiales dejando espacios vacíos, y que solo aparecen en Kaminaljuyu. Entre las piezas maestras del bajo relieve se encuentran las esculturas 10 y 11. La primera fue tallada en basalto de grano fino, tan oscuro que parece de color negro, altamente pulido con un brillo impresionante. La segunda se esculpió en granito gris oscuro, otra piedra de gran fineza. Estas esculturas son dos de las grandes piezas maestras del arte maya temprano.

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Santiago Billy

Escultura 1 Gobernante de Kaminaljuyu Preclásico Museo Miraflores

Uno de los temas más populares en las esculturas de bajo relieve es la realeza. Los gobernantes generalmente llevan tocados con diademas que tienen joyas que los conectan a un número de importantes temas. Algunas diademas parecieran ser retoños de maíz, mientras que otras muestran cabezas de dioses de la lluvia. Una tercera forma muestra la cara de papel, una referencia a la diadema de papel-tela que ligó al primer gobernante al poder en tiempos míticos. Los gobernantes llevan tocados además de diademas. La escultura 11, por ejemplo, lleva una máscara y un tocado que representa a la deidad del Pájaro Principal, un importante dios del arte temprano. Otras esculturas muestran aves acuáticas, pescados y otros animales en los tocados. Algunas de estas criaturas pueden actuar como jeroglíficos emblemáticos, proporcionando nombres propios a los gobernantes que adornan.

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Los reyes no están parados tranquilamente en las esculturas. Ellos muestran sus brazos en movimiento, cruzando los paisajes en el curso de sus obligaciones ceremoniales, muchas de las que involucran procesiones a través de rutas sagradas. Varios gobernantes llevan hachas, conectándolos al tema de sacrificio y matanzas. Los tocados, máscaras, conjuntos de cinturones y otros elementos de los trajes de los reyes no solo se referían a dioses importantes sino que también servían para transformar físicamente al gobernante a través de un conducto para las fuerzas divinas. Durante las actuaciones rituales, el cuerpo del rey servía de medio para que los dioses se manifestaran en el mundo humano.


Lucía Henderson

Uno de los temas más populares en las esculturas de bajo relieve es la realeza.

Escultura 228 Silueta con garza en el tocado Preclásico Colección privada

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Escultura 19 Detalle del dios de la lluvia Preclรกsico Museo Miraflores

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Santiago Billy

Las deidades más comúnmente representadas en los reyes de Kaminaljuyu se asocian con agua y sus muchas formas. Las deidades más comúnmente representadas en los reyes de Kaminaljuyu se asocian con agua y sus muchas formas. Las deidades del agua se representaron de muchas maneras. Una de las más populares fue el dios de la lluvia, conocido como Chahk en el periodo Clásico maya. Otra deidad importante fue el dios de la tierra y el agua terrestre. En manifestaciones tempranas esta figura se muestra como un gran cocodrilo. El modelo cósmico, que es muy popular a través de Mesoamérica, visualiza a la tierra como la espalda de un cocodrilo gigante flotando en el mar primordial. Identificado apenas hace poco tiempo, el dios más común en Kaminaljuyu es el dios del viento. Esta figura, que tiene un diente saliente, siempre aparece como cantando o hablando y ataviado con iconografía de tormenta. Este dios aparece en su forma más completa en la escultura 227, donde está agarrando el cuerpo de una serpiente contorsionándose como un relámpago. Este dios fue el que acarreó tormentas dramáticas, conocidas por su poder destructivo en esta parte del mundo, con su lluvia imparable, rayos y vientos huracanados.

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Lucía Henderson

Ilustración de fragmento Escultura 110 Figura del dios pájaro prinicpal Ilustración Escultura 109 Figura del dios pájaro principal

Lucía Henderson

Finalmente, el dios Pájaro Principal se encuentra en numerosos monumentos en Kaminaljuyu. Está adornado con joyas y se le reconoce por su pico cruzado hacia abajo, sus alas de serpiente y un ojo en forma de “L”. Esta deidad estuvo conectada con los inicios del gobierno del hombre. El hecho de que el gobernante de la escultura 11 llevara la máscara y el tocado del dios Pájaro Principal lo conecta con los temas de la tierra y la riqueza agrícola. En la escultura 110, el Pájaro Principal se hinca en posición de ofrendar. Sus alas están extendidas y se encuentra la deidad frente a un símbolo del cielo de donde desciende una serpiente del trueno. La escena simboliza una tormenta de enormes dimensiones, llena de lluvia y joyas.

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Santiago Billy

Fragmento de monumento portátil Preclásico Museo Miraflores

Las esculturas encontradas en Kaminaljuyu representan un rico y complejo sistema de creencias. Sin embargo, queda mucho por aprender, más por ver, y mucho más por comprender, conforme los arqueólogos continúen encontrando más monumentos y los historiadores del arte conozcan más profundamente los sistemas visuales usados por los antiguos artistas del sitio. Por ello, termino este artículo haciendo hincapié en la importancia de proteger y preservar este sitio. Hay historias en estas piedras. Debemos dar una voz a estas historias en los años por venir, debemos dejar que abandonen su silencio.

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LOS RITUALES DE

TERMINACIÓN

DEL PRECLÁSICO EN KAMINALJUYU

Santiago Billy

Henry Rodríguez Ortiz

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En Kaminaljuyu, al igual que en otros sitios de la zona maya, se llevaron a cabo muchos rituales sagrados cuando se iniciaba o terminaba algún ciclo de tiempo. Excavaciones recientes han descubierto que los antiguos habitantes depositaban vasijas como ofrendas, algunas conteniendo comida, bebidas y otros elementos dependiendo del motivo para el que se hacían las conmemoraciones. Además, colocaban objetos hechos de piedra verde, cuchillos de obsidiana y figurillas de barro.

Conjunto de vasijas depositadas como ofrendas en la base del Montículo A-IV-2 Sitio Arqueológico Kaminaljuyu

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E

stos eventos eran llevados a cabo por la comunidad en espacios de la vida cotidiana y en lugares ocupados por la élite, en sus palacios o edificios funerarios. Los distintos ciclos estuvieron marcados por fechas calendáricas particulares, así como por la muerte de alguna persona importante y acontecimientos naturales que afectaban la forma de vida de los antiguos habitantes.

Henry Rodríguez

Los depósitos rituales se relacionan con eventos políticos o naturales. En Kaminaljuyu, se sabe que al final del Preclásico Tardío (alrededor del 100 DC), un sector de la población realizó una gran ofrenda a orillas del lago Miraflores. Este suceso parece marcar el fin de una era, cuando el nivel del lago había descendido drásticamente y afectaba la disponibilidad de agua. Se ha documentado que para entonces había una sequía muy fuerte en Mesoamérica y los materiales encontrados allí son los narradores de una historia de abundancia, posiblemente con el afán de recuperar la misma a partir del depósito de tantos artefactos.

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Los depósitos rituales se relacionan con eventos políticos o naturales. Henry Rodríguez

Kaminaljuyu fue una ciudad muy importante y albergó a una gran población con diferentes oficios. Entre las múltiples tareas que se llevaban a cabo en esta ciudad se encuentran actividades de abastecimiento y almacenamiento de granos. Esto debido a que el sitio fue un lugar donde se intercambiaban muchos productos, además de controlar una serie de rutas comerciales que partían desde este centro. En el caso particular de los granos, era necesario elaborar recipientes adecuados para preservar los mismos. Algunas semillas provenían de los alrededores, además de otras regiones, como la costa sur de Guatemala, de donde se obtenía cacao, algodón y otras. Una de las semillas que resguardaban era el maíz, que se cultivaba localmente en áreas cercanas al lago en donde se implementó una tecnología hidráulica muy avanzada según nos lo describe Marion Popenoe de Hatch en este mismo número.

Izquierda: Extensión de la excavación del depósito Monte Alto Rojo Derecha: Ofrendas de vasijas debajo del depósito Monte Alto Rojo Sitio Arqueológico Kaminaljuyu

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Santiago Billy

Para almacenar los granos se ha podido establecer que se elaborรณ un tipo de vasija en particular, conocida como cerรกmica del tipo Monte Alto Rojo.

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Para almacenar los granos se ha podido establecer que se elaboró un tipo de vasija en particular, conocida como cerámica del tipo Monte Alto Rojo. Se trata de un cántaro grande, de color rojo, con una forma particular que tenía una base redondeada que debió descansar sobre un canasto. Esta vasija fue utilizada para contener semillas, aunque también pudo haberse usado para guardar líquidos. Esta pieza fue parte de la historia del sitio por más de 500 años, siendo el Preclásico Tardío cuando se elaboró abundantemente, lo que coincidió con uno de los grandes apogeos de Kaminaljuyu. La función de estas vasijas se puede interpretar como la de los silos contemporáneos que requieren de un manejo particular de temperatura y humedad para la conservación de los granos en su interior.

Vasija Monte Alto Rojo Preclásico Museo Miraflores

Durante recientes investigaciones en un sector usado con función doméstica al suroeste del área central de Kaminaljuyu, se descubrió más de 130,000 pedazos de estos cántaros. Los restos de estos cántaros se colocaron encima de un conjunto de 36 vasijas que fueron colocados de manera ritual para la conmemoración de un ciclo. Este evento dedicatorio masivo da cuenta de un episodio importante en la historia de Kaminaljuyu cuando a finales del Preclásico Tardío, cerca del año 150 al 200 DC, hubo un ritual de gran magnitud que ha sido documentado en todo el sitio. Este ritual se vincula a la necesidad de terminar una época complicada por la sequía y el inicio del secamiento del lago Miraflores. Además de los cántaros fragmentados, también se encontró una gran cantidad de figurillas de barro, así como objetos de obsidiana y otros artefactos de piedra. Las figurillas representaban humanos y animales. Algunos rostros humanos parecen haber sido elaborados en serie. Todos estos artefactos demuestran que las personas que realizaron estas ofrendas formaban parte de un sector importante de la ciudad, intercambiando bienes de consumo y preservando el excedente alimenticio al servicio de los gobernantes. Se cree que los recientes hallazgos, compuestos por enormes depósitos de materiales quebrados en la sección oeste del sitio, representan la terminación de un momento crítico para la sociedad de Kaminaljuyu. El sitio se recuperó poco tiempo después, ya que cerca del año 350 DC se sabe que inició importantes alianzas y contactos con poblaciones del centro de México según se documenta en la arquitectura y restos de la cultura material.

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ecología y la fauna

La

en Kaminaljuyu

El valle de Guatemala, donde se asentó Kaminaljuyu, corresponde a un espacio rodeado de montañas y volcanes que incluye los volcanes de Pacaya, Agua, Fuego y Acatenango. Por el valle cruzan profundos barrancos donde corren ríos que desembocan en el Pacífico al sur y en el Atlántico al este.

Emanuel Serech

Por Emanuel Serech van Haute

Búho pigmeo ferruginoso (Glaucidium brasilianum) Parque Arqueológico Kaminaljuyu

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Emanuel Serech

L

as montañas y el valle estaban cubiertos por bosques de pinos y encinos, ecosistemas comunes del altiplano guatemalteco. Los barrancos tenían un ambiente más húmedo, con plantas de hojas anchas y especies vegetales más parecidas a las que se encuentran en las selvas subtropicales de la bocacosta y en las selvas de montaña de las Verapaces.

Emanuel Serech

Emanuel Serech

El valle de Guatemala contuvo desde su origen una infinidad de fuentes de agua consistentes en lagunas, manantiales, arroyos y ríos. Entre las lagunas se reportan por lo menos diez, siendo una de las más importantes en tiempos prehispánicos la laguna Miraflores a la que generalmente se refiere como lago Miraflores. Este se ubicaba en el centro de Kaminaljuyu y propició el desarrollo y auge de la ciudad, como fuente de agua para consumo humano y para la irrigación de campos de cultivo.

Mot mot de cresta azul (Momotus momota) Parque Arqueológico Kaminaljuyu

Arriba izquierda: Carpintero Escapulario (Colapteres auratus) Parque Arqueológico Kaminaljuyu

Azulejo gorgicanelo (Sialia sialis) Parque Arqueológico Kaminaljuyu

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Santiago Billy

natural y los cambios ecológicos que impactaron a la biodiversidad y la forma en que el hombre veía la naturaleza. En el Preclásico Medio (900–400 AC), las representaciones de animales fueron naturalistas, siendo un tributo a la naturaleza del área en donde se formaría la gran ciudad que llegaría a su auge en el Preclásico Tardío. Varias aves cantoras y acuáticas fueron representadas en este período, junto con pecarís, felinos, conejos, pizotes y monos. Estos fueron plasmados en figurillas de barro y en esculturas de piedra portátiles, como las de tipo pedestal. Para el Preclásico Tardío (400 AC–100 DC), cuando el sitio llegó a su mayor esplendor y la densidad demográfica aumentó significativamente, las aves acuáticas, los sapos y las tortugas tuvieron una mayor representación en efigies de vasijas y monumentos públicos debido a que el uso del lago Miraflores fue intensivo y vital para el desarrollo de la ciudad. En este período, estos animales se volvieron sagrados por su relación con el agua. Junto con estos se siguió representando a pizotes, murciélagos, micoleones, monos, aves cantoras y crácidas (pavos de cacho, chachalacas, pavos crestados), de forma naturalista, reflejando la diversidad de la fauna en el sitio.

Figurilla de mono araña con correa en el cuello Preclásico Tardío Proyecto Zona Arqueológica Kaminaljuyu

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Las condiciones ambientales y ecológicas del valle de Guatemala hicieron que se desarrollara una enorme diversidad de especies animales que acompañaron a la sociedad prehispánica de Kaminaljuyu. Esta diversidad se ha podido identificar gracias a las representaciones iconográficas en cerámica, figurillas de barro, escultura en piedra y en los huesos hallados en contextos domésticos y rituales. Los hallazgos de las excavaciones arqueológicas han mostrado la relación del ser humano con su entorno

Otro animal que se representó ampliamente fue la deidad del Pájaro Principal, una criatura mitológica muy extendida en el arte del Preclásico Tardío, tanto en Kaminaljuyu como en la costa sur y Petén. Corresponde a un ave de cola larga, pico curvo, con el ojo cuadrado y el símbolo del día y la noche en sus alas. Aparece con extremidades humanas, aunque a veces los pies fueron sustituidos por cabezas de serpientes. Esta se plasmó en monumentos públicos como un personaje individual o


bien como el tocado de los gobernantes de Kaminaljuyu, por lo que pudo haber estado asociada al poder político y religioso, confiriendo a las autoridades un atributo divino. Para finales del Preclásico Tardío, el lago Miraflores sufrió cambios drásticos, experimentando un decrecimiento en su nivel asociado a una sequía generalizada que afectó el sur de Mesoamérica cerca del año 150 DC. Evidencia de esto es la presencia de peces de agua estancada para esta fase y el Clásico Temprano, a diferencia de las especies de agua dulce que había en el Preclásico Tardío.

En este momento, entre los años 100 a 200 DC, las representaciones de fauna fueron distintas, siendo recurrentes las imágenes de animales domésticos como perros, monos y tacuacines, dejándose de plasmar las especies acuáticas, aves y otra fauna silvestre. El perro adquirió una gran importancia, como se aprecia en la cantidad de silbatos con la efigie de este animal, además de restos óseos de estos, asociados a los eventos masivos de quema. La importancia de los perros continuó en el Clásico Temprano (200–550 DC) representándose en silbatos con un estilo propio de este período y como acompañantes en las tumbas de los fallecidos. Tal es el caso de los entierros de los Montículos A y B que se ubicaban

En este momento, entre los años 100 a 200 DC, las representaciones de fauna fueron distintas, siendo recurrentes las imágenes de animales domésticos.

Santiago Billy

Estos cambios en el lago Miraflores generaron una profunda ruptura del orden social y un cambio en el gobierno, evidenciado por la destrucción de monumentos tallados y por el aumento de actividades ceremoniales, ya que en todo

el sitio se encontraron depósitos masivos de cerámica con huellas de quema y sacrificios humanos.

Fragmentos de cabezas de figurillas de jaguar Clásico Temprano Proyecto Zona Arqueológica Kaminaljuyu

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Otros animales recurrentes en el Clásico Temprano fueron los jaguares, asociados al poder, al sol y a la noche; los venados y los pajuiles, estos dos quizá relacionados a la caza, la alimentación y por ende a la vida. A partir del Clásico Tardío se volvió a tallar monumentos que fueron en su mayoría espigas relacionadas al juego de pelota. En estas se representó a animales como las guacamayas y serpientes. Estas manifestaciones formaron parte de una tradición escultórica de la costa sur y el altiplano central (Sacatepéquez y Chimaltenango) y tenían que ver con temas religiosos como el cielo, el poder, el sol y la serpiente emplumada. Los jaguares y pajuiles continuaron siendo temas recurrentes en figurillas y efigies de incensarios, siguiendo una tradición que inició en el Clásico Temprano. Como se puede observar, los animales tuvieron diferentes significados a lo largo de la historia de Kaminaljuyu. Estos reflejaban los momentos políticos, sociales, culturales y ecológicos que la ciudad estaba pasando. Manifestaron la admiración del ser humano por su entorno natural, las necesidades de este en la vida y la muerte, temas religiosos, así como las relaciones de los habitantes respecto al comportamiento de la fauna y el poder de los gobernantes. Para finalizar, es importante destacar que aún hoy en día, en el Parque Arqueológico Kaminaljuyu se puede observar algunas especies de aves que son propias del ambiente templado del valle central. Hasta hace poco, también había una familia de zorros que aprovechaban el parque como la única y extensa área verde de la zona urbana para habitarla como su hogar.

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Los jaguares y pajuiles continuaron siendo temas recurrentes en figurillas y efigies de incensarios. Santiago Billy

cerca de donde actualmente se encuentra el Hospital Roosevelt. La presencia de estos en contextos funerarios tuvo que ver con la creencia mesoamericana del perro como acompañante del ser humano, tanto en la vida como en la muerte.


Conjunto de vasijas con efigies zoomorfas Preclรกsico Proyecto Zona Arqueolรณgica Kaminaljuyu

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LA ARQUITECTURA EN BARRO y los trabajos de conservación en la Acrópolis Josué Álvarez y Daniel Juárez

Las primeras excavaciones realizadas en la Acrópolis corresponden al año 1941 en que Ledyard Smith, a fin de conocer más sobre los juegos de pelota, realizó una trinchera de excavación en uno de ellos, ubicado al sur de la Acrópolis. Un año más tarde, Smith hizo nuevas excavaciones en el área y descubrió una serie de estructuras de distinta índole, resaltando la presencia de una estructura talud-tablero, un estilo propio del centro de México que fue altamente difundido durante el período Clásico Temprano, principalmente por el sitio de Teotihuacán.

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E

ste hallazgo cautivó la atención del Instituto de Antropología e Historia que delegó a Gustavo Espinoza la realización de excavaciones a fin de exponer las estructuras de la Acrópolis. Estas excavaciones se llevaron a cabo entre 1950 y 1960, efectuando los primeros trabajos de restauración y conservación. La Acrópolis de Kaminaljuyu es un complejo de carácter elitista, en la que se habrían centrado muchas de las actividades administrativas durante los períodos Clásico Temprano y Clásico Tardío. Su ocupación más antigua está fechada hacia el período Preclásico Tardío, misma que quedó enterrada debajo de evidencias arquitectónicas posteriores, como es el caso de una pequeña plataforma de barro dentro de la Estructura E, que presenta un pequeño talud y un repello de barro colado que recubre su superficie.


Bárbara Arroyo

Trabajos de conservación del restaurador Daniel Juárez y la arqueóloga Gloria Ajú Cornisa inferior del tablero en la Estructura K de la Acrópolis Parque Arqueológico Kaminajuyu

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Bárbara Arroyo

Bárbara Arroyo

Trabajos de conservación Escalinata de la Estructura G de la Acrópolis Parque Arqueológico Kaminaljuyu

La arquitectura de Kaminaljuyu sigue un patrón de capas constructivas una sobre otra o con secciones adosadas a los lados. Esto puede observarse al analizar la ampliación de la Estructura E donde presenta tres gradas en la parte superior, delimitada por una pared vertical de barro y arena con bloques de talpetate que luego fueron recubiertos por una capa de lodo hecho de los mismos materiales para finalmente ser pintada con vivos colores -rojo, verde, blanco-, que aún están a la vista. Seguramente, otras plataformas de forma y manufactura similares fueron construidas debajo de las estructuras A, F y G, quedando sepultadas por la construcción de las grandes estructuras del estilo talud-tablero y sus modificaciones. El estilo talud-tablero presenta una manufactura muy elaborada pues incluye el uso de nuevos elementos y técnicas: piedras pómez talladas a manera de bloques cuadrados o rectangulares que funcionaban como

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Detalle en el trabajo de conservación Escalinata de la Estructura G de la Acrópolis Parque Arqueológico Kaminaljuyu

pequeños ladrillos que, a su vez, eran usados para delimitar y dar forma a las estructuras y piedras lajas rectangulares y delgadas llamadas ixtapaltetes para soportar las molduras de los tableros. Ceniza volcánica era mezclada con barro para realizar los aplanados que cubrían las estructuras. Este repello era expuesto a un proceso de cocción en algunas secciones de los edificios brindando gran dureza y estabilidad, lo que permitía soportar por más tiempo las condiciones ambientales y las precipitaciones torrenciales del invierno. La tecnología de construcción de los edificios taludtablero en la Acrópolis indica la presencia de mano de obra especializada. Algunos de estos artesanos debieron tallar las lajas de piedra o ixtapaltetes (nombre nahua con el que se conocen estas piezas en el centro de México), requiriendo de maestría y tiempo particular para hacerlo. Asimismo, los bloques de piedra pómez fueron finamente cortados y pulidos para armar las fachadas de los edificios y permitir que el repello alisado cubriera adecuadamente


Bárbara Arroyo

Bárbara Arroyo

Trabajos de conservación Escalinata de la Estructura A-F Parque Arqueológico Kaminaljuyu Materiales utilizados para la conservación de arquitectura de barro en el Parque Arqueológico Kaminaljuyu

las paredes. Los repellos integraron arena volcánica gruesa que parece haber servido como elemento útil para el control de la humedad de la superficie. Posteriormente, las construcciones estilo talud-tablero recibieron una serie de modificaciones como reparaciones a los aplanados, cortes en las molduras superiores de los tableros y adiciones de nuevos cuerpos, entre otros. Luego, algunos de los cuerpos fueron enterrados parcial o totalmente para incrementar la altura del nivel de la plaza y se construyeron nuevas estructuras con pequeñas variantes y, en algunos casos, montadas sobre otras del mismo estilo, restringiendo el acceso a la plaza.

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Bรกrbara Arroyo

Trabajos de resane Escalinata de la Estructura K de la Acrรณpolis Parque Arqueolรณgico Kaminaljuyu

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Las modificaciones hechas en los cortes de los tableros superiores representan la terminación del uso de estos edificios. Al retirar o borrar los tableros, hacia inicios del Clásico Temprano, los antiguos habitantes de Kaminaljuyu estaban indicando que no se vinculaban ya con aquellos grupos que trajeron el particular estilo talud-tablero. En la mayoría de los casos, se observa el cambio de orientación de las fachadas principales, nuevamente indicando una desvinculación con las prácticas del pasado. La etapa final en la Acrópolis de Kaminaljuyu correspondiente al Clásico Tardío consiste en una construcción hecha mediante el uso de piedras de canto rodado y barro. No obstante y debido a su cercanía con la superficie, se encuentra altamente erosionada y cualquier rasgo sobre el área expuesta de la Acrópolis fue removido, lo que dificulta su comprensión.

hacen necesario su intervención directamente, resanando los aplanados, restituyendo volúmenes y consolidando las áreas inestables de cada construcción. A partir de 2013, el Proyecto Zona Arqueológica Kaminaljuyu lleva a cabo un programa de conservación y monitoreo constante de la arquitectura expuesta, mejorando las condiciones de las estructuras y permitiendo que el visitante tenga una mejor comprensión de la misma. Este esfuerzo se ha hecho gracias al apoyo del arqueólogo restaurador Daniel Juárez del Instituto de Antropología e Historia de México quien también es co-autor de este artículo.

La etapa final en la Acrópolis de Kaminaljuyu correspondiente al Clásico Tardío consiste en una construcción hecha mediante el uso de piedras de canto rodado y barro.

Para su conservación, la arquitectura antigua de barro requiere de cuidado y protección de la intemperie, lluvia, fuertes vientos y luz solar directa. Esta necesidad fue advertida tiempo atrás por Gustavo Espinoza quien llevó a cabo algunos trabajos en materia de restauración, principalmente la reconstrucción de elementos como la fachada sur de la Estructura G, entre otros. Sin embargo, en las reconstrucciones de Espinoza se usó una mezcla de barro, arena y cemento, así como varillas de acero y clavos, creando un problema para los taludes ya que no soportan el peso de los tableros generando abultamientos y grietas en los aplanados que soportan las partes reconstruidas. Esta problemática, así como su exposición a distintos factores de deterioro desde hace ya más de 50 años,

Partiendo de la teoría del restauro crítico, sin modificar la originalidad ni el valor histórico o artístico de las estructuras y sus acabados, se ha optado por realizar intervenciones concretas utilizando materiales que se acoplen a las construcciones que son evidentes ante la vista del visitante, permitiéndole diferenciar las secciones originales y los trabajos modernos. Las principales intervenciones se dividen en dos: • Consolidación de superficies y ribeteo de aplanados a partir de una mezcla de resane hecho con barro, cal y arena, sujetando el aplanado al núcleo de la estructura. • Restitución de volúmenes de estructuras, llenando agujeros y cortes en las edificaciones, permitiendo una comprensión visual sin agregar detalles o modificar la esencia del edificio. Los trabajos realizados durante los últimos años en la Acrópolis de Kaminaljuyu permiten una mejor comprensión de las estructuras y el espacio que representan. Además, buscan la preservación de las mismas y su funcionamiento como modelo para próximos trabajos e intervenciones en arquitectura de barro.

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MUSEO

MIRAFLORES PRIMER MUSEO DE SITIO DE LA CIUDAD DE GUATEMALA LIWY GRAZIOSO

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EDUCARTE

E

l Museo Miraflores está ubicado en lo que fuera parte de la antigua ciudad de Kaminaljuyu, una de las capitales más importantes de los antiguos mayas. Después de un extenso proyecto arqueológico en la década de 1990, llevado a cabo en el predio de Miraflores, la importancia de los hallazgos y el interés por conservar y proteger las estructuras de Kaminaljuyu llevaron a su creación, abriendo sus puertas en 2002 y convirtiéndose en el primer museo de sitio en el altiplano de Guatemala.

Vista de la fachada Museo Miraflores

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La mayoría de las piezas exhibidas fue encontrada en las excavaciones efectuadas entre 1994 y 1996 en las 23 manzanas de terreno que constituyen el Paseo Miraflores. Su moderno edificio alberga una colección de esculturas, piezas de cerámica y diversos objetos arqueológicos. La mayoría de las piezas exhibidas fue encontrada en las excavaciones efectuadas entre 1994 y 1996 en las 23 manzanas de terreno que constituyen el Paseo Miraflores. El edificio tiene un carácter minimalista que se manifiesta integrando orden, forma y espacio. Tiene más de 1,250 m2 de construcción divido en cuatro áreas, donde el vestíbulo funciona como área social y espacio unificador. Fue importante considerar que la arquitectura no compitiera con los montículos prehispánicos y que tampoco fuera una copia de los mismos. Se buscó que estos montículos fueran su respaldo y acentuación y que los espacios fueran el marco ideal para exhibir la colección prehispánica en un ambiente contemporáneo, hermoso y placentero. Quedan muy pocas estructuras de Kaminaljuyu, pero aún pueden verse vestigios en algunas zonas de la capital. En el Museo Miraflores hay tres montículos protegidos que son testigos silentes de lo que fue esa maravillosa ciudad precolombina. El museo posee un bello jardín con especies botánicas nativas de la región que tenían un uso importante entre los habitantes del valle como el falso algodón (planta a la que se le daba el mismo uso del algodón y de allí su nombre), una ceiba (árbol sagrado para los mayas), árboles de hormigo (madera con la que hoy se elabora la marimba y otros instrumentos musicales), árboles locales como el liquidámbar y encino, así como plantas alucinógenas que ya no se encuentran en la ciudad. También cuenta con

una colección de animales vivos entre los que destacan las serpientes, animales sumamente importantes para los antiguos mayas que por sus hábitos y características eran considerados sagrados. Los habitantes de Kaminaljuyu implementaron un complejo sistema hidráulico que permitía llevar agua del lago Miraflores a larga distancia, facilitando el asentamiento y florecimiento de grandes grupos humanos. En la entrada del Museo hay una copia a escala de uno de los canales donde se puede observar el tipo de compuertas y esclusas que permitían controlar tanto el volumen como la velocidad del agua. En su interior, el Museo recibe al visitante con una maqueta que ilustra cómo era la antigua ciudad de Kaminaljuyu, con sus plazas, edificios ceremoniales, complejos residenciales, unidades habitacionales y campos de cultivos. La maqueta, a escala, abarca una extensión 1.5 km de norte a sur x 1 km de este a oeste, correspondiente al sector cercano al Museo. Su traza incluye en un extremo al Parque Arqueológico Kaminaljuyu, único lugar en donde se puede apreciar arquitectura expuesta y al Museo Miraflores en el otro. Tiene sobrepuesto un vidrio con las principales calles y avenidas por las que circulamos actualmente mostrando todo lo que se encuentra debajo del desarrollo urbano contemporáneo.

Vista de los montículos y del jardín Museo Miraflores

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EDUCARTE


Alan Benchoan

Interior de la sala principal Museo Miraflores

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El Museo Miraflores es un lugar de encuentro, un vĂ­nculo entre el pasado y el presente donde podemos ver unidas la grandeza de nuestros orĂ­genes y la gran ciudad que somos hoy.


Como parte de la exhibición permanente se recrearon dos entierros de Kaminaljuyu, uno relativamente sencillo y una suntuosa tumba colocada debajo de un montículo. Las piezas colocadas en ambos son reales y son una muestra de los distintos tipos de tradiciones funerarias que se practicaban. En la sala de exposiciones temporales se presentan manifestaciones artísticas de distinta índole como pintura, escultura, fotografía, artesanías y objetos de arte contemporáneo, convirtiéndose en un espacio abierto a la coexistencia de representaciones plásticas modernas

en un contexto histórico. La unión de objetos antiguos y modernos constituye un reflejo de una ciudad moderna con una larga historia y tradición. Los principales objetivos de la institución son proteger, conservar, estudiar y difundir el patrimonio cultural, realizar actividades educativas y culturales para toda la familia, además de brindar espacios agradables y seguros en donde aprender y disfrutar de nuestra riqueza cultural. El Museo Miraflores es un lugar de encuentro, un vínculo entre el pasado y el presente donde podemos ver unidas la grandeza de nuestros orígenes y la gran ciudad que somos hoy.

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Actividades

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Pinturas por naturaleza El 19 de enero en la Galería Guatemala, se inauguró esta muestra con acuarelas del artista Robin Schiele a beneficio de la Fundación Defensores de la Naturaleza.

FEBRERO

ENERO

F U N D A C I Ó N G &T C O N T I N E N TA L

Mundos simultáneos Con la participación de los artistas Mario e Igal Permuth, el 2 de febrero se inauguró esta muestra en la Galería del Centro.

Arte x Arte

Sentir de Piel

El 24 de enero se llevó a cabo en la Galería del Centro, el cóctel de venta e intercambio de arte a beneficio del Hogar Estuardo Mini.

En la Galería Guatemala el 9 de febrero, se presentó esta muestra fotográfica de la artista Romi Maegli.


MARZO

Atmósferas del Altiplano de Alfredo García Variaciones sobre temas inéditos y recurrentes de Víctor Hugo Valenzuela El 9 de marzo en la Galería del Centro, se inauguró, con lo más reciente de su producción artística, estas dos muestras de grandes maestros de la plástica guatemalteca.

A doble forma El 21 de marzo en la Galería Guatemala, Alejandro Ramírez Aldana y Brandon Ramírez, padre e hijo, presentaron esta muestra.

Revista Testimonio Con fotografías de procesiones y otras expresiones culturales de Cuaresma y Semana Santa, el 23 de marzo se presentó esta revista del fotógrafo y periodista Edwin Castro en la Galería del Centro.

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AGRADECIMIENTOS Los trabajos en Kaminaljuyu han sido posibles gracias al apoyo incondicional de la Fundación Alphawood, así como al manejo de los fondos de la Society for American Archaeology y la Asociación Tikal. Asimismo, el Departamento de Monumentos Prehispánicos y Coloniales de la Dirección General de Patrimonio Cultural y Natural ha autorizado y apoyado el progreso que se presenta en esta revista. El apoyo y las donaciones de las siguientes personas han permitido llevar a cabo los avances de las investigaciones y programas en la Zona Arqueológica Kaminaljuyu: Sustainable Preservation Initiative, la Asociación de Amigos de la Cultura Maya en Japón, Takeshi Inomata y Kazuo Aoyama del Proyecto Arqueológico Ceibal, la Embajada de Japón en Guatemala, la Embajada de Estados Unidos en Guatemala, las Alcaldías Auxiliares de las zonas 7 y 11, el Alcalde Señor Álvaro Arzú y el Director de Obras de la Municipalidad de Guatemala, Álvaro Hugo Rodas, Rolando Paiz e INMACO, Antonio Prado, Guillermo Mata, Travesía Cultural y los numerosos estudiantes que han realizado sus prácticas de campo y laboratorio en el sitio. Todos ellos han permitido que el Proyecto se mantenga y continúe. Se aprecia muchísimo toda su ayuda y colaboración.

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Vasija sibilante en forma de pizote Ofrenda en Tumba A-I del Montículo A Preclásico Tardío Museo Nacional de Arqueología y Etnología de Guatemala Ministerio de Cultura y Deportes Fototeca Fundación G&T Continental


EL PROYECTO ZONA ARQUEOLÓGICA KAMINALJUYU Y SU APORTE A LA SOCIEDAD GUATEMALTECA En 2010 inició el programa de puesta en valor del Sitio Kaminaljuyu, acompañado de investigación arqueológica con un componente de divulgación al público general. Este esfuerzo es colectivo ya que aunque está liderado por la Coordinadora Científica de la ZAK -Zona Arqueológica Kaminaljuyu-, ha sido posible gracias a la colaboración de muchos jóvenes que han participado en este programa. Algunos han sido estudiantes de la carrera de arqueología, realizando prácticas de campo. Otros se han quedado como investigadores de la ZAK para realizar sus tesis de licenciatura sobre diversos temas del sitio. A la fecha, se han graduado tres arqueólogas con tesis del programa de la ZAK: Andrea Rojas con la tesis titulada “Transición del Clásico Temprano hacia el Clásico Tardío en la Plaza Norte de la Acrópolis de Kaminaljuyu, Guatemala” (2013); Alejandra Roche con la tesis “Análisis e interpretaciones del uso y tecnología de la obsidiana de La Palangana y comparación con la obsidiana de la Acrópolis en el sitio de Kaminaljuyu, Guatemala” (2013); y la más reciente de Gloria Ajú se titula “La Palangana, Kaminaljuyu: su integración a la geografía sagrada en el Preclásico y Clásico” (2017). Como parte de este programa de investigación, actualmente están en proceso otras cuatro tesis. El trabajo de la ZAK también se preocupa por ofrecer un espacio agradable de visita al sitio arqueológico. Aunque con grandes limitaciones de infraestructura debido a los límites presupuestarios estatales, con gestiones ante la Municipalidad de Guatemala se logró la jardinización y señalamiento de los caminamientos del sitio. Asimismo, la Embajada de Japón en Guatemala aprobó una donación para la construcción de un centro de visitantes y un salón de talleres que son ampliamente visitados y usados por grupos interesados. El centro de visitantes ofrece una introducción breve y general al sitio y, a través de una maqueta elaborada por el Doctor Alfredo McKenney, introduce al visitante a imaginarse lo que se encuentra debajo de los montículos que están en el parque. Uno de los importantes programas involucró el reemplazo de la cubierta de la Acrópolis y la implementación de un sistema preventivo de conservación de la arquitectura de barro. Utilizando únicamente materiales locales, se ha logrado la conservación de este significativo edificio que fue excavado hace más de 50 años y no había recibido cuidado alguno. Ahora, los edificios se aprecian con claridad y el visitante obtiene una visión más comprensible de la arquitectura de la época. El Programa Educativo, implementado con la Alcaldía Auxiliar de la zona 7, la Escuela Metropolitana de Arte de la Municipalidad de Guatemala y los arqueólogos investigadores del parque, ha permitido que los niños de las escuelas públicas del sector conozcan más sobre su propia herencia cultural al asistir a talleres educativos enfocados en el sitio. Por último, el Programa de Empresariado Social, posible gracias a la donación de la Sustainable Preservation Initiative y con el apoyo de WAKAMI y Comunidades de la Tierra ha logrado organizar a un grupo de mujeres de escasos recursos del sector en una empresa social que se dedica a la elaboración y exportación de pulseras y enseres de casas. El proyecto diseñó una pulsera inspirada en el arte prehispánico de Kaminaljuyu y ahora se puede confirmar que el Patrimonio Cultural de la Nación es un agente de cambio social. La arqueología no es un ente muerto. Kaminaljuyu es un lugar sagrado vivo, donde a través de su milenaria historia se impacta a la población de jóvenes estudiantes, vecinos y visitantes. Hacer conciencia de su grandeza contribuye a la formación de ciudadanía y al orgullo por nuestra herencia cultural.

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EDITORIAL From page 11

It is with great pride that G&T Continental Foundation presents this issue No. 56 of Revista Galería, dedicated to the Archaeological Site of Kaminaljuyu, first capital settled in the Ermita valley. Guatemala has more than 5,000 archaeological sites, each with its own relevance. The fact that Kaminaljuyu is within Guatemala City grants the capital with an importance that this publication places in its rightful dimension, for the acknowledgment of locals and visitors. Any person who wants to know about Guatemala’s past has to visit Kaminaljuyu. Located in the heart of zone 7, the Archaeological Park is a territory of 10 hectares that offers the possibility of admiring the exposed clay architecture, built around 400 BC. Just as the city of Guatemala is today, it was an urban center with an important upswing during almost 2,000 years. More than exhibiting its cultural remains, the Park allows the observation of contemporary Mayan ceremonies, as well as the appreciation of fauna and flora of the central valley. Plus, the presence of a permanent research program has resulted in important findings, broadening the knowledge of the past of this important city. This magazine aids in the comprehension of Kaminaljuyu’s value. Furthermore, it opens a small window into recent research work, giving a reason to continue with the conservation of what remains of the site. We hope that the articles contained in this issue generate interest for the appreciation and acknowledgment of our cultural heritage. In knowing and adopting it, we may preserve it. Only the commitment of governmental officials and that of all Guatemalans will allow its protection for future generations. As President of the G&T Continental Foundation, and representing its Board of Directors, I thank Dr. Bárbara Arroyo and her team for the great content of this magazine.

THE SITE OF KAMINALJUYU: A “MUSTSEE” VISIT IN GUATEMALA CITY Bárbara Arroyo / From page 12

Kaminaljuyu is an archaeological site that experienced a history of some 2,000 years. Throughout this time, beginning around the year 1000 BC and ending in the year 900 AD, a series of development and decline cycles were observed at the site. However, during this long history, it was never abandoned. From the outset, water was fundamental for survival of the site’s ancient inhabitants. Presence of lake Miraflores in the central valley was undoubtedly one of the principal elements that attracted the first settlers to this place, as Marion Popenoe de Hatch well states in her article in this magazine. It is not known exactly from whence these people came, but it is believed that they could have come from the Pacific coast. When the valley was first occupied, there were only some clay platforms with small structures of straw huts on top. As of the year 600 BC, larger edifices began being built, aligned north to south, forming elongated plazas. It is believed that, during this era, the site’s nucleus was located in the central sector of lake Miraflores, on the eastern shore. Little by little, the site grew, achieving its first great apogee between 300 and 200 BC, in what is referred to as the Late Preclassic. Water continued to be important, as documented in recent findings of canals or channels that carried it into the site. In addition to the agricultural canals mentioned by Hatch, others

were also built to circulate water throughout the different buildings. These allowed planting of vegetable, flower, and fruit gardens everywhere, making this place known as one of great gardens that merited its fame far and wide. These data have recently been confirmed thanks to findings from the rescue project of Mound C-IV-4 which discovered canals buried over two and a half meters deep, in addition to isolated references from various rescue programs throughout the history of Guatemala City’s urban growth. During the Late Preclassic, construction of the site’s tallest pyramid was completed, reaching 21 meters in height with a base of 70 x 90 meters. Unfortunately, due to exploitation of the clay from the ancient edifices, in the decade of the 1940’s, this structure began to suffer the onslaught of modern development. Fortunately, and thanks to rapid intervention on the part of Washington’s Carnegie Institution, rescue excavations were carried out, allowing documentation of two rich tombs of important personages of Kaminaljuyu. In them there were burials of two rulers, with more than 300 vessels as offerings, revealing that, at this time, centralized power already existed. In this edition, Javier Estrada presents information regarding an excavation carried out recently at the base where this edifice was located, providing more information as to the dedicatory event that occurred here. Kaminaljuyu was also built in a special place between the crossing of various natural roads. This allowed its rulers to control production of obsidian artifacts from the nearby source of El Chayal, as well as the jade trade route. Both products were very important to many archaeological sites, a phenomenon that made Kaminaljuyu very important in the Maya zone and even in the Mesoamerican region. Obsidian was used to make blades, spears, knives, and other tools. Jade was a luxury item that symbolically represented central power and maize, primordial elements of the Maya cosmic vision. The first dramatic episode that affected the site occurred around the year 100 AD when lake Miraflores began drying up. This happened due to a well-documented drought that affected a large part of Mesoamerica. With the lack of water, a series of offerings were made to try appease the gods so they would provide the vital liquid to the site. This is described in Henry Rodríguez’ article and mentioned in the findings of sectors of the site such as La Palangana, by Gloria Ajú, also in this edition. This same event also had a great impact on monumental art that was affected and never more, after these dates, were monuments sculpted in basalt ever erected again, as narrated further ahead by Lucía Henderson. It is possible that this situation is related to a fundamental change in the structure of divine power that transformed into secular power. In any case, the beautiful sculpted monuments that have distinguished the art of Kaminaljuyu in the Preclassic period were never observed again. However, Kaminaljuyu achieved another apogee in which it became an important center when it established important elite alliances with populations of central Mexico in the Early Classic (350-550 AD). At this time, grand expressions of architecture with the talus-plank style, typical of Teotihuacán, some 1,500 kilometers away, can be found. Rich tombs of the era included offerings of vessels from that city. Possibly, these were part of the gifts brought from far off to strengthen important alliances that would provide local products such as jade and cacao to that distant city. Water continued to be important, although with more limitations. The site achieved important advances by making ceramic pipes to conduct this vital liquid. These tubes or pipes carried water to spaces such as pools or sunken plazas to keep water close to the large buildings. Studies by Kitty Emmery and collaborators regarding remains of animal bones reveal that, in this period, there was consumption of closed-water species, in contrast to open water species that were documented for the Preclassic. This reflects environmental changes and water management for the purposes of subsistence. Nevertheless, around 600 AD, it is observed that Kaminaljuyu inhabitants erased the tracks of the Mexicans when they partially destroyed the structures containing the talus-planks. This was a way of showing their own advances that integrated stone surfaces into their architecture, elements that had never been used in their constructions. Some of these surfaces

covered in stone could have formed mosaics with particular forms. Somehow, by using stone in their buildings, they were integrating the fundamental material of their Preclassic sculptures, in memory of their ancestors and roots. Pattern studies of the settlement, carried out in the 1970’s, documented a high number of buildings and residential areas from the Late Classic. However, the site was abandoned around 900 AD and it was at that time that the population moved to the hill tops, on the outskirts of the valley. The grandeur of Kaminaljuyu, with its more than 200 edifices, documents its large size and importance throughout almost 2,000 years of occupation. Today, only isolated mounds are conserved, as well as Kaminaljuyu Archaeological Park which measures 10 hectares, adding up to 35 buildings. Its clay architecture was easy prey to urban development, which exploited this material to make adobe and brick in the 1930’s and 40’s. Its ample plazas and buildings gave way to boulevards, streets, residential projects, and shopping centers. However, even today, this center is part of the rituals of contemporary Maya spiritual guides who keep alive the great center of Kaminaljuyu, as demonstrated in this edition’s article by Marcos Ajpacajá.

English translation

ENGLISH TRANSLATION

Kaminaljuyu Archaeological Park is located at 11 Calle 25-50 Zone 7, in Guatemala City, within Colonia Kaminal Juyu I. It is open to the public every day from 8a.m. to 4p.m. and offers visitors the opportunity to observe important archaeological remains of the ancient city that was. For six years now, the research program of the Kaminaljuyu Archaeological Zone has been working on various aspects to honor the memory of the site. First, it has exalted the remains that can be appreciated in the archaeological park and which are open to the public. Kaminaljuyu Archaeological Park is a beautiful space that every Guatemalan can visit. Second, enormous effort has been made to achieve a vision that will bring together the numerous research and rescue programs, in order to provide a comprehensive narrative on the site’s history in addition to carrying out more investigations that will allow better understanding of its ancient history. Economic support to carry out this great effort comes from the Alphawood Foundation in the United States. Other institutions and people who have also collaborated include the Japanese and U.S. embassies in Guatemala, the Municipality of Guatemala through Álvaro Arzú, and Zone 7’s auxiliary mayor, Rodolfo Ramírez, as well as City Hall’s director of works, Álvaro Hugo Rodas. The Sustainable Preservation Initiative has allowed us to undertake a program with neighbors in Zone 7 to convert this patrimony into an agent of social change. Rolando Paiz has collaborated by supporting the infrastructure of the archaeological park and Antonio Prado has provided his architectural and designing experience in the construction of the visitors’ center and graphic design of the site. We hope that his edition of Galería magazine may open a window to the past of this important ancient city.

MAYA SPIRITUALITY PRACTICE IN KAMINALJUYU Marcos de Jesús Ajpacajá S. / From page 22

Kaminaljuyu is one of the archaeological sites and one of the sacred places where Maya spirituality is practiced. Maya spirituality, practiced from generation to generation, is understood as the spiritual and energetic link with the Supreme Being, creator and shaper, as well as with the ancestors, through offerings arranged in the sacred fire. The continuance of this spiritual practice charges the site with positive energy. This comes from its long history of celebrating ceremonies in multiple spaces and with varied purposes, allowing many sections of this important center to be charged with the ancestors’ energy. The archaeological park, which contains a small section of the old center of Kaminaljuyu, was created during the 1970’s by the Institute of Anthropology and History of the Government of Guatemala and currently has a territorial dimension of 10 hectares. Several altars for practice of Maya contemporary spirituality are found in current use at Kaminaljuyu. During the ceremonies,

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offerings and payments to Mother Nature are presented; besides, the sacred place is a space of convergence of various linguistic communities where each ajq’ij, spiritual guide or time counter, makes use of this system of communication with Mother Nature’s elements and with the ancestors: his or her language. That language, besides the sacred place itself and the offerings, is one of the key elements for the development of the ceremonies. Some of the ceremonies are held in order to ask permission of Mother Nature to celebrate sowing and harvesting; some are for peace and life, as well as to give thanks for the birth of a new human being; for health, for sickness and for other important events in a particular life, family or community. The spiritual guide, or ajq’ij, programs his or her ceremony for those purposes according to the 260 days of the cholqu’ij, or Sacred Calendar. Ajq’ij is a Quiche word meaning “counting the days”. The Ajq’ij are women or men who count time and guide the villagers. Their knowledge comes from oral tradition, going through time from great-grandparents to grandparents, to parents, children, and grandchildren. Usually, upon celebrating a ceremony, the Ajq’ij covers his or her head with a cloth, sute, and places a red band around the waist representing the serpent which symbolizes the thread of life and time. The red color represents energy itself, life and strength. Another characteristic of Ajq’ij is the necklace made of precious stones, similar to the one worn by the ancestors, as a sacred object to protect him or her from negative energies. At the beginning of the ceremony, and depending on the day marked by the Sacred Calendar, the sign of the day is drawn with sugar on the altar. Above the sign, the offerings which, depending on the ceremony’s objective, can be aromatic herbs, ocote [T.N: fire starter wood], chocolate, incense of several types, colored candles, honey, and other products of nature. During the ceremony the counting of time is held until reaching a complete cycle of cholq’ij, or Sacred Maya Calendar. For that matter, it can easily be understood that, upon holding an ancestral ceremony, the Sacred Fire is performing an essential function: renovating time and space from its origins within the context of Maya cosmic vision. To sum up, the Sacred Place and the Archaeological Site of Kaminaljuyu, along with other sacred centers, are used to maintain a link with the ancestors, and are material evidence of the past, a remembrance of the ancestors’ work and wisdom. They represent existence and life itself. Therefore, their importance besides being individual, familiar, and communitarian, is also spiritual, historical and cultural.

AGRICULTURE OF KAMINALJUYU Marion Popenoe de Hatch / From page 30

The first inhabitants entering the Valley of Guatemala in the post-Pleistocene era would have encountered a landscape dotted with small lakes, most of which were greatly diminished or gone by the time the Spanish arrived in the 1500s. Around 800-700 BC, a population settled in the vicinity of one of the larger of these lakes, known today as Lake Miraflores. This lake was probably the result of a tectonic-caused fault in the valley which produced a large depression that accumulated water from rainfall and small subsurface springs. The population probably chose this valley, not for agriculture because the soil is less fertile than other areas, but for economic reasons to establish a trade center. The site, now known as Kaminaljuyu, was strategically located on the continental divide. Ancient crossroads at this position joined the northwestern and northeastern highand regions from whence many rivers drained the waters to the lower Atlantic and Pacific coasts. The rich and fertile soils of the montane valleys produced abundant vegetables and other cultivars, while subsurface minerals provided exotic and utilitarian goods such as jade and obsidian. These many resources of the highland regions could be transported to Kaminaljuyu from whence they were disseminated though human carriers to outlying zones. In this way Kaminaljuyu became the largest and most important trade center in the Guatemala highlands, importing and exporting

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resources throughout the territory. From the Atlantic side they exploited the jade and obsidian sources of the Motagua valley, and from the Pacific coast they could obtain cacao, fruits, palm products, cotton and salt. As the trade and traffic increased, the socio-economic social organization of Kaminaljuyu deveioloped to greater complexity. The evidence suggests that the resident population was organized on the basis of clustered lineages. The ruling group was the highest of the elite lineages, incorporating a pyramidal structure of society composed of sub-lineages according to specialized occupations. Each lineage probably performed a certain kind of corporate activity such as knapping obsidian, making ceramics, farming, constructing, accounting, etc. In this system, families were born and raised to perform into a certain kind of activity according to the lineage in which they belonged. With kind of social organization, the economy operated with an open market system, similar to Precolumbian types involving exchange and barter centered at a large plaza of the town. Although Kaminaljuyu was not focused on as an agricultural center, there was apparently a need for cultivation. In early times the waters of the large Lake Miraflores drained into deep barrancas. Alongside one of these was a fertile depression with adequate for cultivation. It must have occurred to the managers of Kaminaljuyu that it was feasible to engineer a system of canals for the purpose of irrigated agriculture for the local cultivation of vegetable crops. The modern excavations reveal that canal was constructed to irrigate raised beds, possibly using the sediments of the lake to build garden plots to allow year-round cultivation of vegetables which suffer during the six month dry season. It is probable that the irrigation would not have been used for the cultivation of maize, for in the region of Kaminaljuyu the rainfall is usually sufficient for the long growing season. The valley of Guatemala is cut by numerous and deep barrancas and does not lend itself to irrigation on a large scale. Nevertheless, some irrigation was necessary to maintain vegetable and herb crops on a year-round basis, allowing the plants to survive in the dry season. The cultivation suggests that the cultivation was possible using sediments from the canal to construct raised plots (tablones) where vegetables and herbs such as chilis, tomatoes, herbs, etc. could be watered by means of splash irrigation. The irrigation have been similar to the method today in areas of Chimaltenango and in Almolonga near Quetzaltenango where the water is lifted with wooden paddles and splashed onto the crops. Near the area of cultivation there is an area of large hearths and earth ovens for the purpose of food preparation on a communal scale (Popenoe de Hatch 1997:33-56). The large size of the hearths and the number of them are sufficient to indicate that these were not associated with private residences but represent cooking in large quantities, probably in the nature of a communal kitchen or preparation for food in a market place. The hearths measured up to a meter in diameter, a size suitable for several large vessels and/ or comales. The association with the cultivated fields suggest that the food was harvested in the vicinity and brought in to be prepared in the immediate area. One might imagine workers coming with baskets and bags to be food. Large jars with small handles may have been hung over the fire to be kept hot, also there were comales to heat balls of masa (it is not yet known if tortillas consumed at that time), and also there are mixing bowls. Whether the food was associated with exchange in trade or whether there was consumption at there in an open market system. Another possibility is that the food may have been prepared for large for public fiestas organized and supervised by the governing administrators. Public fiestas were prepared and still remain important functions in indigenous society. In pre-Columbian times the rulers put on royal feasts for weddings, funerals, special monthly calendrical celebrations, changes in administrative officials, etc. Especially in regions where the population was scattered in small villages around the larger centers, these festivals functioned to hold the society together, to maintain strong relationships and a sense of local identity. Usually these festivals involved serving tamales and other maize-based foods and chocolate beverages. This activity continued in spite of the fact that the lake dried up around 100 AD. The workers kept on maintaining the tablones obtaining water from springs and wells, the products

were prepared for food from the markets and the fiestas. Finally, as many places occurred at the end of the Classic period, Kaminaljuyu was abandoned.

THE ORIGIN OF A FUNERARY MOUND Javier Estrada de la Cerda / From page 36

Over 20 meters high and with a 70 x 90 meter base, the mound known as E-III-3 was a Kaminaljuyu building of major dimensions. It was located toward the north-east of the site, near the current cemetery of La Verbena, in an isolated sector surrounded by deep ravines allowing access only from the south. Its destruction began in 1947 when the structure’s clay was removed to manufacture adobe. A salvage or rescue investigation was carried out by Edwin Shook and Alfred Kidder from the Carnegie Institution in Washington, achieving definition of the construction sequence and revealing the presence of two important tombs. According to the ceramic material recovered, the building was constructed during the Late Preclassic Period (400 BC – 100 AD) A total of seven structures, including several renovations, comprised the great mound E-III-3. At the center of the fifth structure, Tomb I lodged the remains of an important figure, probably a king. Close to him, an escort was sacrificed. Around 300 vessels were part of his funerary trousseau, as well as jade ear ornaments, stone vessels, obsidian knives, mortars with frog effigies, fish vertebrae, puma or jaguar bones, fragments of armadillo shell, shell artifacts, and a sculpture of stone mushroom type. Tomb II was set up over Structure 6. Just as the tomb mentioned above, it stored the remains of another Kaminaljuyu ruler, in direct descending line. Two children and a young man were sacrificed as escorts. The offering consisted of 200 vessels, along with obsidian knives, jade beads, quartz crystals, stingray cartilage, and a jade mask. The finding of these rich tombs indicated that the function of the building was that of a funerary pyramid destined to host the mortal remains of some of Kaminaljuyu’s kings. New investigations carried out by Proyecto Zona Arqueológica Kaminaljuyu, in 2015, revealed an offering made before the construction of the old building. Underneath the surface level, an excavation 5 x 5 mts and 2 mts deep revealed valuable information suggesting the use of this space as a funerary site before the construction of the great pyramid. Hundreds of broken figurines and vessels were discovered during research, as well as jade hatchets, obsidian splinters, smooth monuments, avocado seeds, stones and hand grinders, sea shells, deer bones, collared peccary, and dog, fragments of armadillo shell, poultry and fish bones, a turtle shell, and a human cranium. According to the ceramics analysis as well as radiocarbon dating, it was determined that the tomb was built at the beginning of the Late Preclassic Period. If the cranium is part of what could be a tomb, the buried person probably was one of the first great rulers of Kaminaljuyu. After his death, hundreds or maybe thousands of people would have come to the ceremony celebrated in an area distant to the emergent bustling city. Surrounded by ravines and pine and encino forests, near crystal water wellsprings, the tomb’s location represented a suitable space from which the ruler would begin his journey to the beyond. The presence of domestic-use vessels, hand and grinding stones, and bajareque fragments deposited as offerings in the tomb proves that, in the ceremony, not only the dominant theocratic elite but also a social sector more representative of Kaminaljuyu’s population participated. The attendees offered their most esteemed objects to honor the deceased. Cinder, charred wood, and avocado seeds indicate that fire was present during the ceremony. Vessels were intentionally broken and thrown into the blaze in a ritual act. This type of ritual, directed by a Maya spiritual guide, is still held today in different highland regions. The figurines were also destroyed, arms and legs dismembered, and decapitated. Could it have been evoking an analogy to human sacrifice?


Interestingly enough, more than 2,000 years later, this funerary enclosure destined to host Kaminaljuyu’s kings, is neighbor to La Verbena cemetery, where today thousands of bodies of unidentified and disappeared victims find their resting place.

CEREMONIAL SPACES OF LA PALANGANA AND THE ACROPOLIS Gloria Beatríz Ajú Álvarez / From page 45

Kaminaljuyu comprised more than 200 buildings, all of them constructed with clay as the fundamental element. Today just a few of them are left, and Kaminaljuyu archaeological park hosts the two remaining ensembles, vestiges of ancient buildings being exhibited to the public: the Acropolis and La Palangana. Research of these ensembles began in 1926 by Samuel Lothrop and Manuel Gamio at La Palangana, to be continued by Ball Court A of the Acropolis in 1941 by Ledyard Smith. During the 1960’s Gustavo Espinoza continued exhibiting the buildings of this ensemble; currently, in the remains being exhibited to the visiting public, evidence is found of those investigations, including some research tunnels.

In spite of changes, La Palangana continued as an ample and open space. It was used as a public ceremonial center for the Acropolis. It continued with the same perspective toward the south, possibly directed toward what was left of Lake Miraflores, and incorporated elements of Preclassic, among them, monuments, and water management. Some examples are stone drainages that allowed flooding and drying of spaces, according to needs. La Palangana changed shape during the Late Classic with construction of walls which completely altered its perspective. Its function did not change much from previous times, since it was used for diverse ceremonial activities, among them, possibly the sacred Ball Game. Rulers could convoke the population to this space to address a political or religious message, and at the same time, having only one access road, the elite could use it for private ceremonies. During the Late Classic, the Acropolis continued being used as the elite’s residence. Some buildings were altered, using new building materials, and changing their façade perspective, in addition to eliminating the tableros that identified their builders with groups from central Mexico. In this manner, both ensembles became part of history and bear witness to the grandeur of Kaminaljuyu, a park which can be visited today.

STONE CARVING: THE SCULPTURES OF KAMINALJUYU Lucia R. Henderson / From page 54

These constructions were built initially as simple clay platforms with a building of perishable materials similar to a traditional present-day straw hut. Clay construction has imposed a great challenge regarding care and preservation of the buildings. The straw hut structures were lost with time; only the clay platforms are still preserved in some sites. The Acropolis can be visited; it is a sacred enclosure built over a water spring. Both the Acropolis and La Palangana have shed light on episodes of social, economic and political changes in the site.

The artists of Kaminaljuyu produced some of the most beautiful sculptures in the early Maya world. These Late and Terminal Preclassic sculptures (ca. 350 BC–AD 150) provide an important point of access into the belief systems of the occupants of the site, who crafted permanent representations of their kings, gods, and rituals in stone. Although the majority of scholarly attention focuses on the large corpus of basrelief sculptures from the site, Kaminaljuyu artists created an impressive array of other sculptural formats as well.

Initially, some sites were selected by the population for communal use and to hold diverse rituals, becoming sacred upon integrating countryside elements and the cosmic vision of the ancient population. However, with development of the society, kings and rulers took advantage of the important areas and used them as symbols of power.

The meaning behind many of these sculptures remains somewhat enigmatic. Pedestal sculptures, for instance, which are found at Kaminaljuyu and neighboring sites, show various kinds of figures—including monkeys, felines, and humans—crouching or sitting atop long stone shafts. Some of these sculptures seem impossibly tall, soaring nearly 3m tall, an eloquent testimony to the extraordinary talents of their makers. Although these sculptures are certainly striking, scholars do not yet know what they meant to the ancient inhabitants of Kaminaljuyu.

La Palangana is located at the south side of the park. During the Late Preclassic Period (400 BC-200 AD) it was used to celebrate rituals. These great events were led by the governing authorities or by the kings, and here more stone monuments have been found. These monuments were integrated into the space including the banks of Lake Miraflores, the mountains, and volcanoes, among them, Pacaya. This natural landscape was observed from the south side of La Palangana. A massive deposit was documented in this sector toward the end of the Preclassic Period, near the year 200 AD, where numerous fragmented vessels, bones, sacrificed children, obsidian, mica, and other artifacts were deposited. This deposit represents a termination event at the moment before the onset of drought and the impact it had on Lake Miraflores. The same was done in several sites in order to complete a cycle, awaiting prosperity of a new one. During the Early Classic (300-550 AD) great changes occurred in Kaminaljuyu, such as the construction of many buildings inside the Acropolis. These are located at the north side of the park, with the governing authorities’ palaces where administrative activities were held. This space was restricted to public access. At this point a new architectural style was implemented: taludtablero (slope and plank). This style was used in the site’s most important buildings, such as the Acropolis, La Palangana, and the funerary buildings known as Mounds A and B, now disappeared. The panels were painted in white, green, and red. The talud-tablero style is proper of the Teotihuacán site in the highlands of central Mexico and shows the influence of that great center on Kaminaljuyu. This constitutes evidence that there were long-distance contacts between both sites and bears witness to an alliance of elites.

“Potbellies” comprise another widespread and long-lived sculptural tradition and were produced in the highlands and Pacific Coast from at least 350 BC until AD 100, if not longer. Some are full-bodied, some are just heads, and they range in size from the miniature (a few cm high) to the massive (2m or more). Their most recognizable and consistent features are closed, heavy-lidded eyes, puffy cheeks, and pursed lips. Recent research suggests these figures represent anthropomorphized features of the natural landscape. In other words, they appear to be stony personifications of the mountains and volcanoes that make up the dramatic highland landscape. Mountains were viewed in ancient Maya belief, as they are today, not just as the homes of ancestors, but as the colossal manifestations of ancestors themselves. Potbellies appear, then, to represent features of the surrounding landscape as living, animate beings. At Kaminaljuyu and nearby sites, one also encounters large numbers of zoomorphic altars. Representing toads, turtles, and crocodiles, these sculptures were carved over the course of centuries (ca. 400 BC–150 AD. The earliest of these sculptures embrace the natural contours of the unmodified stone from which they are made. As time passes, these organic shapes give way to more intensively sculpted, finished surfaces. Sculpture 2, for instance, one of the earliest sculptures from Kaminaljuyu, takes advantage of the natural facets of a basalt boulder, translating this form into a massive crocodile. Basrelief surface designs—including a face, scutes, tail, and four crocodile legs—give definition to the organic underlying shape. Sculpture 105, carved ca. AD 0–150, provides a stark

contrast. This great crouching toad is smoothed edges and finished surfaces, retaining nothing of the stone’s original shape. Although aesthetically worlds apart and separated by many centuries, these two sculptures are equally impressive. In them one finds evidence of the longevity of the tradition of expert stone carving at Kaminaljuyu. The most frequently discussed sculptures from Kaminaljuyu are not those carved “in the round,” but those carved with elaborate bas-relief. Bas-relief sculptures take on many forms, including altar, stelae, and so-called “silhouette sculptures,” thin stone cut-outs that appear to have been mastered at Kaminaljuyu and nowhere else. Among the best-known bas-relief masterpieces from the site are the breathtaking Sculptures 10 and 11. Sculpture 10 is carved out of fine-grained basalt, so dark as to appear almost black and burnished to a high shine. The precision of the carving is astounding. Its calligraphic feel lends it the sense of being painted rather than carved, as though liquid, painted lines were frozen or petrified into stone. Sculpture 11 is made of dark gray granite, another extremely fine-grained stone. The artist transformed this extremely unforgiving surface into multiple layers of relief, from feather-light etched lines to beautifully finished edges that rise several centimeters from the background. These sculptures are two of the great masterpieces produced in the early Maya world.

English translation

Once the ritual was complete, the tomb was sealed by a compact floor prepared with a mixture of pumice sand, clay, and talpetate. Directly over this, was the fragment of a sculpture pedestal type, with the representation of a decapitated skull mutilated on its right side and then carefully positioned over the floor, staring vacantly toward the west, in clear reference to death, darkness and the underworld.

Bas-relief sculptures tell us many things about the complex belief systems of the people who carved them. They show rulers in their kingly costumes, ritual activities, and a range of deities. Bas-relief carving employs a highly codified system of representation, with complex iconographic information packed into a relatively small area. Many individual symbols have multiple associations, so these sculptures provide rich and layered tapestries of meaning. One popular subject was the king. Rulers often wear headbands with diadem jewels that connect them to a number of important themes. Some diadems resemble a maize-sprout, while others show the swirling heads of rain deities. A third form shows the face of paper, a reference to the paper-cloth headband that bound the first, prototypical ruler into office in mythical time. Rulers frequently wear headdresses in addition to these headbands. On Sculpture 11 , for instance, the king wears a mask and headdress representing the Principal Bird Deity. Other headdresses are topped with long-necked waterbirds, fish, and other animals. Some of these creatures may, in fact, act as emblematic hieroglyphs, providing proper names for the rulers they adorn. Kings do not simply stand still in these sculptures. They are shown striding, arms swinging, moving across the landscape in the course of their ceremonial duties, many of which may have involved processionals along prescribed sacred routes. Many of these rulers carry hafted axes, connecting them with themes of sacrifice and bloodshed. The ritual speech of kings was captured in the form of so-called “speech scrolls”. Scrolls of sound are also found spinning away from kingly bodies, as though emphasizing the particular sound these bejeweled figures would have made as they performed their kingly rituals. The headdresses, masks, belt assemblages, and other costume elements worn by kings did not just reference important deities—they served to physically transform the ruler into a sacred conduit for divine forces. During ritual performances, the king’s body served as a means of manifesting these gods in the human realm, a practice often referred to as “concurrence.” It was not considered unusual for a king to embody several divine identities simultaneously during ceremonies. Although many deities are shown in the costumes of Kaminaljuyu kings, the most commonly represented deities are gods associated with water in its many forms. At Kaminaljuyu, water deities are represented in diverse ways. One of the most popular is the Rain God. Known in the Classic Maya world as Chahk, the early rain god at Kaminaljuyu takes on several related forms, becoming more standardized over time. Another important deity is the god of earth and terrestrial water. Early on, this figure is shown as a great crocodile. This cosmic model, popular throughout ancient Mesoamerica, envisions the earth as the back of a giant crocodile floating on the primordial

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sea. Over time, this figure evolves into a face with a bracketshaped mouth that is most frequently encountered as a basal design, representing the watery surface of the earth [Fig. 10]. Identified in the last few years, the most frequently depicted deity at Kaminaljuyu is the wind god. This figure’s most recognizable feature is a bucktooth. He is often shown singing or speaking and always appears with storm imagery. He is depicted in full form on Sculpture 227, where he grasps the body of a twisting lightning serpent. He is also depicted on the side of Sculpture 14, as though physically carrying the weight of the thunderstorm shown on the sculpture’s upper face. He is not just any wind god, but specifically the wind that carries dramatic thunderstorms, known for their destructive power in this part of the world, with their sheets of endless rain, shimmering lightning, and gusting wind. Last but not least, the Principal Bird Deity adorns numerous sculptures at Kaminaljuyu. He is always heavily jeweled and is recognizable by his downturned beak, serpent-wings, and L-shaped eye. Although many have equated this jeweled avian with the character Vucub Kaquix, or “7 Macaw,” who appears in the 16th century Popol Vuh, it is now clear that he differs in important ways from this later figure. The early Principal Bird Deity was connected with the beginnings of human rule. The physical embodiment of earthly and agricultural riches (including jade, quetzal plumes, maize, and rain), he appears to have been, like the Maize God, one of the great foundational sacrifices, his death marking the transition from godly to human rule on earth. Wearing the mask and headdress of the Principal Bird Deity, the ruler on Sculpture 11 connects himself to all of these themes. On Sculptures 109 and 110, Principal Bird Deities kneel in a position of offering. Wings outstretched, they are framed by abbreviated skybands with descending lightning serpents, jeweled embodiments of a great, shining thunderstorm. The sculptures of Kaminaljuyu represent rich and complex belief systems. As archaeologists uncover more of Kaminaljuyu, and as art historians begin to look deeper into the visual systems employed by the site’s ancient artists, one thing is clear: there is more to learn, more to see, and more to understand. As such, I end this article with a plea: that we do what we can to protect and preserve this site. There are stories in these stones— we must give those stories a voice in the years and decades to come, lest the stones fall silent forever.

PRECLASSIC RITUALS OF TERMINATION IN KAMINALJUYU Henry Rodríguez Ortíz / From page 66

In Kaminaljuyu, as well as in other sites of the Maya zone, many sacred rituals were celebrated when a time cycle began or finished. Recent investigations have discovered that ancient inhabitants deposited vessels as offerings, some containing food, beverages, and other elements according to the motive for the celebration. Also, they placed items made with green stone, obsidian knives, and clay figurines. These events were carried out by the community in every-day spaces and in places occupied by the elite, at their palaces or funerary buildings. The various cycles were marked by particular calendar dates, as well as by some important person’s demise, and natural events that affected the way of life of the ancient inhabitants. The ritual deposits are related to political or natural events. In Kaminaljuyu, toward the end of the Late Preclassic Period (around 100 AD) a sector of the population carried out a grand offering on the shore of Lake Miraflores. This event appears to mark the end of an era, when the lake’s level had drastically descended and affected water availability. A very drastic drought in Mesoamerica has been documented during those years, and items found there narrate a history of abundance, possibly with the desire of recovering it, given the deposit of so many artifacts. Kaminaljuyu was a very important city and hosted a large population with different occupations. Among the multiple chores carried out in that city, we find supply and storage of

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grain activities. This was due to the fact that exchange of many products was handled, and that there was a need to control a series of commercial routes departing from the center. In the particular case of grains, it was necessary to make adequate containers to preserve them. Some seeds came from the surrounding countryside, also from other regions, such as the south coast of Guatemala where cacao, cotton, and others originated. Maize was one of the safeguarded grains, cultivated locally in areas near the lake where a very advanced hydraulic technology was implemented, according to the description in this same issue by Marion Popenoe de Hatch. It has been established that, in order to store grains, a particular type of vessel was made, known as ceramics type Monte Alto Rojo. It is a large jug, of red color, with a particular shape, having a rounded base which must have rested on a basket. This vessel was used to hold seeds, although it could also have been used to keep liquids. This piece was part of the site’s history for over 500 years, being Late Preclassic when it was developed abundantly, coinciding with one of Kaminaljuyu’s greatest periods. These vessels’ function can be interpreted as that of the contemporary silos requiring particular temperature and humidity for preservation of stored grains. Recent investigations in a sector used for domestic function in Kaminaljuyu’s southeast central area uncovered more than 130,000 pieces of these jugs. The remainders of these jugs were placed over an ensemble of 36 vessels ritually placed for the cycle commemoration. This massive event tells of an important episode in Kaminaljuyu’s history, when, toward the end of the Late Preclassic, around 150 to 200 AD, there was a ritual of great magnitude documented throughout the entire site. This ritual is linked to the need for terminating a complicated era of drought and beginning the drying up of Lake Miraflores. Besides the fragmented jugs, also a great amount of clay figurines was found, as well as obsidian objects, and stone artifacts. The figurines represented humans and animals. Some human faces appear to have been made in mass. All of the artifacts show that people preparing these offerings were part of an important sector of the city, exchanging consumer goods, and preserving surplus food at the service of the governing authorities. It is believed that recent findings at the site’s west section, consisting of huge deposits of broken materials, represent termination of a critical moment for the society of Kaminaljuyu. The site recovered a short time thereafter, since near the year 350 AD it began important alliances and contacts with central Mexico’s communities, as documented by the architecture and remains of material culture.

ECOLOGY AND FAUNA AT KAMINALJUYU

Emanuel Serech van Haute / From page 72 The valley of Guatemala, where Kaminaljuyu was established, corresponds to a space surrounded by mountains and volcanoes, including the volcanoes of Pacaya, Agua, Fuego, and Acatenango. The valley is criss-crossed by deep ravines where rivers run, emptying southward into the Pacific, and northward into the Atlantic. The mountains and valleys were covered by pine and oak forests, ecosystems common to the Guatemalan highlands. The ravines sheltered a more humid environment, with wideleafed plants and plant species more similar to those found in the subtropical jungles opening out to the coast and in the mountain jungles of the Verapaces. Since its origin, the valley of Guatemala contained an infinite amount of water sources such as lagoons, springs, streams, and rivers. Among the lagoons, at least ten are reported, one of the most important being Miraflores lagoon, generally referred to as lake Miraflores. It is located in the center of Kaminaljuyu and propitiated the development and apogee of the city, as a source of water for human consumption and for irrigation of farm fields. Environmental and ecological conditions of the valley of Guatemala spawned development of an enormous diversity of animal species that accompanied Kaminaljuyu’s Prehispanic

society. This diversity has been identified thanks to iconographic representations in ceramics, clay figurines, stone sculpture, and in bones discovered in domestic and ritualistic contexts. Findings of archaeological excavations have revealed the relationship between human beings and their natural surroundings, as well as ecological changes that impacted biodiversity and the way in which man viewed nature. In the Middle Preclassic (900–400 BC), representations of animals were naturalistic, thus being a tribute to the nature of the area in which the great city that would reach its peak in the Late Preclassic was to take shape. Various song and aquatic birds were represented in this period, along with peccaries, felines, rabbits, red coatis, and monkeys. These were created on clay figurines and on portable stone sculptures, such as the pedestal type. By the Late Preclassic (400 BC–100 AD), when the site achieved its finest splendor and demographic density increased significantly, aquatic birds, toads, and turtles experienced major representation on effigies of vessels and public monuments, because use of lake Miraflores was intense and vital to the city’s development. In this period, these animals became sacred due to their relationship with water. Along with these, representation continued of the red coati, bat, kinkajou, monkey, song bird and cracida family (horned guan, chachalaca, crested guan), in naturalist fashion, reflecting the site’s fauna diversity. Another animal amply represented was the deity of the Principal Bird, a mythological creature widely extended in Late Preclassic art, both at Kaminaljuyu as well as on the southern coast and in Petén. It is a long-tailed bird, with a curved beak, a square eye, and the symbol of night and day on its wings. It appears with human extremities, although at times these were substituted for serpent heads. This bird was created on public monuments as an individual character or as part of the head dress of Kaminaljuyu rulers. Therefore, it could have been associated to political and religious power, conferring a divine attribute on the authorities. By the end of the Late Preclassic, lake Miraflores had suffered drastic changes, experimenting a decrease in its level associated to a generalized drought that affected southern Mesoamerica around the year 150 AD. Evidence of this is the presence of stagnant water fish for this phase and the Early Classic, as opposed to fresh water species that existed in the Late Preclassic. These changes in lake Miraflores generated a profound rupture in social order and a change in government, evidenced in destruction of carved monuments and in increased ceremonial activities, being that massive deposits of ceramics with traces of fire and human sacrifice were found throughout the site. At this moment in time, between the years 100 and 200 AD, representations of fauna were different, presenting recurrent images of domestic animals such as dogs, monkeys, and possums, departing from creation of aquatic species, birds, and other wild fauna. Dogs acquired great importance, as is evident in the large amount of whistles with the effigy of this animal, in addition to its bone remains, associated to massive burning events. The importance of dogs continued in the Early Classic (200–550 AD), with representations of them on whistles in a style characteristic of this period and as companions in tombs of the deceased. Such is the case regarding the tombs in Mounds A and B that were located in the proximity of what is now the Roosevelt Hospital. Presence of these objects in funerary context had to do with the Mesoamerican belief of dogs as companions to human beings, both in life and death. Other recurring animals in the Early Classic were jaguars, associated with power, the Sun, and night; deer and pajuiles or highland guans, these two related perhaps to hunting, nourishment, and, hence, life. With the Late Classic, there was a return to carving in monuments of mostly shoots or spikes related to the ball game. In these, there were representations of animals such as macaws and serpents. These expressions formed part of a sculptural tradition of the southern coast and central highlands (Sacatepéquez and Chimaltenango) and had to do with religious themes such as the sky, power, the Sun, and the plumed


As can be observed, animals had different meanings throughout the history of Kaminaljuyu. They reflected political, social, cultural, and ecological moments that the city was experiencing. They expressed human beings’ admiration for their natural surroundings, their needs in life and death, religious themes, as well as the relationships of the inhabitants with respect to the behavior of fauna and the power of rulers. In conclusion, it is important to note that, even today, at Kaminaljuyu Archaeological Park, one can observe some bird species that are characteristic of the temperate environment of the central valley. Until recently, there was also a family of foxes that thrived in the park as the only spatious green area of the urban zone to be inhabited as their home.

CLAY ARCHITECTURE AND PRESERVATION WORKS IN THE ACROPOLIS

Josué Álvarez and Daniel Juárez / From page 78 The first investigations carried out at the Acropolis were in 1941, when Ledyard Smith, in order to learn about the sacred Ball Game, made an excavation trench in one of them located south of the Acropolis. A year later, Smith carried out more research in the area and discovered a series of diverse structures, emphasizing presence of a talud-tablero or slope-plank structure, a style proper of central Mexico, highly disseminated during the Early Classic Period, mainly around Teotihuacán. This discovery captivated the attention of the Institute of Anthropology and History of the Government of Guatemala, which assigned Gustavo Espinoza to lead the investigations with the objective of exhibiting the structures of the Acropolis. These excavations were carried out between 1950 and 1960, achieving the first refurbishing and preservation works. During the Early Classic and Late Classic Periods, the Acropolis of Kaminaljuyu was a complex of elitist character where many of the administrative activities were centered. Its most ancient occupation is dated toward the Late Preclassic Period, buried under subsequent architectural remains. Such is the case of a small clay platform inside of Structure E, which presents a small talud [slope] and a strained clay coating over the surface. Kaminaljuyu’s architecture follows a pattern of constructive layers, one over the other, or with sections terraced on the sides. This can be observed when analyzing the expansion of Structure E which presents three tiers on the upper part, limited by a vertical wall made of clay and sand with talpetate blocks which later were covered by a layer of mud made with the same materials. The work was finished when it was painted with vivid colors –red, green, white- which can still be observed today. Most probably, other platforms of similar shape and construction were built under Structures A, F, and G, remaining buried under construction of grand talud-tablero style structures and their subsequent changes. The Talud-Tablero style presents a very intricate construction including the use of new elements and techniques: pumice stone carved as square or rectangular blocks functioning as small bricks which, at the same time, were used to define and give shape to the structure; and rectangular and thin flagstones called ixtapaltetes to support the moldings of tableros. Volcano cinder was blended with clay for the structure’s covering. The wall covering was exposed to a baking process in some sections of the buildings resulting in great hardness and stability to allow the necessary support for weather conditions and torrential precipitations during the rainy season. Construction technology of talud-tablero buildings in the Acropolis indicates presence of a specialized labor force. Some of those craftsmen must have carved the flagstones –ixtapaltetes- (Nahua name given to these pieces in central Mexico) requiring mastery and time. Pumice blocks were finely cut and polished to assemble the façade of the buildings, allowing for the smooth coating to adequately cover the walls. Coatings integrated thick volcanic sand appearing to have been a useful element to control humidity on the surface.

Afterwards, talud-tablero style constructions underwent a series of changes, such as repairs to the leveling, cuts in the tableros’ superior moldings, and additions to new bodies. Then, some of the bodies were partially or totally buried in order to increase the height level of the plaza, and new structures with small variances were built which, in some cases, were mounted over others of similar style, restricting access to the plaza. Changes made in the cuts of superior tableros represent termination of these buildings’ use. At the beginning of the Early Classic Period, tableros were withdrawn or erased; the ancient inhabitants of Kaminaljuyu were indicating that they had no relationship with those groups who influenced them with that particular talud-tablero style. In most cases, changes of orientation observed in the main facades again indicate a disassociation with old practices. The final stage in the Acropolis of Kaminaljuyu corresponds to the Late Classic, consisting of a construction made through the use of river stones and clay. However, and due to the proximity to the surface, it is found highly eroded and any feature over the exposed area of the Acropolis was removed, thus, challenging its understanding. For its preservation, ancient clay architecture requires care and protection from the inclemency of rain, strong winds, and direct sun light. This was advised some time ago by Gustavo Espinoza who carried out some preservation projects, mainly the rebuilding of elements such as the south façade of Structure G, among others. However, in Espinoza’s rebuilding works a mixture of clay, sand, and cement was used, as well as steel rods and nails, creating a problem for taludes not being able to support the weight of tableros generating bulges and cracks in the areas supporting the rebuilt parts. This problem, as well as exposure to diverse deterioration factors for over 50 years, requires direct intervention by repairing coverings, restoring volumes, and consolidating unstable areas of each construction. Since 2013, Project Zona Arqueológica Kaminaljuyu has been carrying out a program of preservation and has been constantly monitoring the exposed architecture, improving conditions of structures and allowing visitors a better understanding of the zone. This was achieved by support from Daniel Juárez, archaeologist and restorer of the Institute of Anthropology and History of Mexico, also co-author of this article.

MUSEO MIRAFLORES FIRST SITE MUSEUM OF GUATEMALA CITY Liwy Grazioso / From page 84

Museo Miraflores is located on part of the former site of the ancient city of Kaminaljuyu, one of the most important capital cities of Maya culture. After a comprehensive archaeological project was carried out in the Miraflores venue during the 1990’s, the importance of the discoveries became evident, as well as the interest to protect and preserve the structures uncovered. Therefore, creation of this museum got under way. It opened its doors in 2002 and became the first site museum in the highlands of Guatemala. This modern building hosts a collection of sculptures, ceramic pieces, and diverse archaeological objects. Most of the exhibitions are the result of excavations carried out between 1994 and 1996 on the 23 blocks of land consisting of Paseo Miraflores. The building’s minimalistic character is manifested by integrating order, shape, and space. It has over 1,250 m2 of construction divided in four areas, where the main lobby functions as a social area and unifying space. It was of particular importance that the architecture not compete with the pre-Hispanic mounds or be a copy of them. The mounds were to become its support and emphasis, with spaces ideally being the framework to exhibit the pre-Hispanic collection in a contemporary, beautiful, and pleasant environment. Very few structures of Kaminaljuyu are left, but a few vestiges can be observed in some zones of the capital city. At the

Miraflores Museum there are three protected mounds, silent witnesses of that marvelous pre-Columbian city. The museum has a beautiful garden with the region’s native botanic species which had an important use among the inhabitants of the valley. For example, there was cotton (a plant given the same use as cotton and, hence, its name); the ceiba (sacred Maya tree); hormigo trees (the marimba and other instruments are manufactured with this wood); local trees such as liquidámbar and Encino or oak trees; and hallucinatory plants no longer found in the city. The museum also exhibits a collection of live animals, among them, snakes, extremely important to the ancient Maya culture. Because of their habits and characteristics, they were considered sacred. Kaminaljuyu’s inhabitants implemented a complex hydraulic system which allows long- distance transfer of water from lake Miraflores, facilitating the settling and flourishing of large groups of humans. At the entrance of the Museum there is a full-scale copy of one of the channels where visitors can observe sluices and locks allowing control of water volume and speed.

English translation

serpent. Jaguars and pajuiles continued being recurrent themes on figurines and effigies of censers, following a tradition that began in the Early Classic.

The Museum greets visitors with a model showing the old city of Kaminaljuyu, with its plazas, ceremonial buildings, residential complexes, housing units, and croplands. The model, at scale, has 1.5 km north-south and 1 km east-west, corresponding to the sector closest to the Museum. Its layout includes, at one end, the Kaminaljuyu Archaeological Park, the only place where exposed architecture can be appreciated, and Miraflores Museum at the other end. It has plexiglass mounted over it with the main streets and avenues where we currently circulate, showing everything found underneath the contemporary urban development. As part of the permanent exhibition, two of Kaminaljuyu’s burials were recreated: one fairly simple tomb, and another sumptuous one placed under a mound. The pieces placed in both burials are real and constitute a sample of the various types of funerary traditions practiced by the inhabitants. In the temporary exhibition hall, there are artistic manifestations of diverse nature, such as painting, sculpture, photography, craftsmanship, and contemporary art objects. Thus, this is an open space for coexistence of modern plastic representations in a historic context. The union of ancient and modern objects constitutes a reflection of a new, modern city with a long history and tradition. The institution’s main objectives are to protect, preserve, study, and broadcast cultural heritage, carrying out educational and cultural activities for families, in addition to offering pleasant and safe places to learn and enjoy our cultural richness. Museo Miraflores is a meeting place, a link between past and present, where we can enjoy in unison the grandeur of our origins and the great city that we are today.

ACKNOWLEDGEMENTS The restoration work in Kaminaljuyu has been possible thanks to the unconditional support of the Alphawood Foundation, as well as the management of funds by the Society for American Archaeology and the Tikal Association. Furthermore, the Department for Pre-Hispanic and Colonial Monuments of the General Bureau of Cultural and Natural Heritage of the Ministry of Culture and Sports of the Government of Guatemala has authorized and supported the progress that is presented in this magazine. The support and the donations of the following people have allowed the research and different programs in the Archaeological Zone Kaminaljuyu: Sustainable Preservation Initiative, the Friends of the Mayan Culture Association in Japan, Takeshi Inomata and Kazuo Aoyama from the Archaeological Project of Ceibal, the Embassy of Japan in Guatemala, the Embassy of the United States in Guatemala, the Auxiliary Mayoral Offices of zone 7 and zone 11, the Mayor of Guatemala City, Mr. Álvaro Arzú and the Director of Municipal Works of City Hall, Álvaro Hugo Rodas, Rolando Paiz and INMACO, Antonio Prado, Guillermo Mata, Cultural Crossing, as well as various students who have done their field and laboratory internships at the site. They all have allowed the sustainability and continuity of the Project. All their help and collaboration is much appreciated.

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G&T CONTINENTAL FOUNDATION’S ACTIVITIES JANUARY-MARCH 2017 JANUARY Paintings for nature On January 19th, at Galería Guatemala, this exhibit was inaugurated with watercolors by Robin Schiele, to benefit Nature Defenders Foundation. Art for Art On January 24th, at Galería del Centro, a cocktail to sall and exchange art was organized to benefit the Estuardo Mini Home.

FEBRUARY Simultaneous worlds On February 2nd, this exhibit was inaugurated at Galería del Centro, with the participation of the artists Mario and Igal Permuth. Feeling of the skin At Galería Guatemala on February 9th, this photographic exhibit by Romi Maegli was presented.

MARCH

Atmosphere at the highlands by Alfredo García Variations on unpublished and recurrent themes by Víctor Hugo Valenzuela On March 9th, with the most recent artistic production of these two great Guatemalan artists, their exhibits opened at Galería del Centro. Double form On March 21st, father and son Alejandro Ramírez Aldana and Brandon Ramírez presented this exhibit at Galería Guatemala. Testimony Magazine On March 23rd, with photographs of processions and other Lent and Holy Week cultural expressions, this magazine created by the photographer and journalist Edwin Castro was presented at Galería del Centro.

Vasija con decoración negativa de cara humana Ofrenda en Tumba I del Monticulo E-III-3 Preclásico Tardío Museo Nacional de Arqueología y Etnología de Guatemala Ministerio de Cultura y Deportes Fototeca Fundación G&T Continental

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KAMINALJUYU


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