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CONCLUSIÓN

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U4. VIRTUAL

U4. VIRTUAL

A medida que fuimos avanzando en la monografía nos dimos cuenta de que no basta con ver la arquitectura, hay que experimentarla. Saber que se proyectó para satisfacer un cometido especial y se adaptó a las ideas y al ritmo de una época especifica. Hay que vivir en los espacios, sentir como se cierran en torno a nosotros y con qué naturalidad se nos guía de uno a otro. El edificio debe experimentarse a través el uso.

En las cuatro unidades que abordamos se evidencian las distintas maneras de reflexionar sobre la experiencia en la arquitectura, en base a distintas preocupaciones que tenían sus autores.

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En la primera unidad vemos uno de los primeros intentos de revisión y critica de la ortodoxia del movimiento moderno. La crítica consiste justamente en la incapacidad de éste de despertar emociones y sensaciones en las personas. Se apela a las artes como herramientas para la creación de la experiencia. Fusionadas éstas se potencian generando un resultado muy 41 | LA EXPERIENCIA rico tanto en lo sensorial como en lo emocional. En el Pabellón se intenta deslumbrar y generar sorpresa. En el museo del eco crear un intrigante recorrido desde la oscuridad a la luz.

En la siguiente unidad nos enfocamos en el arquitecto Charles Moore, quien desarrolla Plaza Italia basándose en el uso de referencias simbólicas e ironías. Moore estaba en favor del humanismo, sentía que la arquitectura debía centrarse en el individuo y en el sitio. Este autor crea escenarios irónicos en los que reproduce los símbolos de la historia dirigidos a la memoria colectiva de una sociedad consumista. En este caso la experiencia es un simulacro, un montaje escenográfico.

En la tercera unidad la experiencia busca sumergirnos en mundos preexistentes, que ocurrieron en la historia en el primer caso y en el mundo imaginario de un artista en el segundo. En el Museo Judio, Libeskind intenta recrear la experiencia vivida por el pueblo judío en el holocausto. A través de la manipulación de las proporciones, los materiales, texturas, reverberaciones, la iluminación y la memoria

colectiva logra un espacio de un dramatismo sublime. Por otra parte, el Museo Xul Solar del arquitecto Pablo Beitia, crea una puesta en escena del universo esotérico del artista que nos hace sentir como si estuviéramos dentro de una de sus pinturas. La experiencia en este caso es puramente imaginaria.

Finalizamos la monografía con una obra en donde la experiencia es una interacción del individuo con el mundo arquitectónico-virtual. En el pabellón del agua del grupo Nox Architects, se recurre al uso de las nuevas tecnologías desde el principio al final de la construcción, es una arquitectura blob. Se deja de lado la identidad para dar lugar a la virtualidad, hay una despersonalización. En este caso emerge un nuevo tipo de espacio en la arquitectura: el ciberespacio, que es intangible pero real. Es entonces que la arquitectura puede llevar una doble existencia. La experiencia del usuario es exacerbada virtualmente creando una realidad alternativa que es más seductora que la realidad.

LA EXPERIENCIA | 42

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