REVISTA PRINCIPIOS BIBLICOS.
Elaborado por: Mario Alexander Ardón García.
PRINCIPIOS BIBLICOS.
Los principios bíblicos son verdades que sirven de base para saber cómo actuar en diversas situaciones. Éstos, son reglas o normas que orientan la acción del ser humano tanto en el ramo espiritual, como en el racional. Se trata de normas de carácter general y universal.
Entendiendo esto, un principio bíblico hace referencia a las verdades infalibles y prácticas que se encuentran en la Palabra de Dios y pueden ser aplicadas a la vida cotidiana tanto en lo personal como en lo laboral. Estos principios deben seguirse con cierto propósito.
Para entender cómo seguir cierto principio en determinado caso, debemos usar nuestra capacidad de razonar (PROVERBIOS 2:10-12) Cuando la sabiduría entrare en tu corazón, Y la ciencia fuere grata a tu alma, La discreción te guardará; Te preservará la inteligencia, Para librarte del mal camino, De los hombres que hablan perversidades.
Dios nos dejó plasmados varios principios en la Biblia, uno de los más importantes es el propósito mismo de nuestra existencia: conocer a Dios, amarlo y servirle fielmente. Este propósito debemos tomarlo en cuenta en nuestras decisiones de vida (PROVERBIOS 3:6) Reconócelo en todos tus caminos, Y él enderezará tus veredas.
Por lo que a continuación desarrollaremos 7 principios bíblicos que son tomados y usados como importantes y primordiales en nuestra universidad.
1. PRINCIPIO DE CARÁCTER.
Definir el carácter no es fácil, como tampoco lo será definir otros aspectos de la vida como la felicidad, la esperanza o, incluso, el amor.
En ese orden de ideas, podemos decir que el carácter de una persona es la manera en la que reacciona habitualmente frente a una situación. Es también la forma de expresar esta manera de reaccionar, señalando que se posee tal o cual perfil, característica o inclinación.
Por ejemplo, considero que el carácter se demuestra en la manera de hablar, en la conducta, y en amor, fe y pureza; a ser prontos para escuchar, y lentos para hablar y para enojarnos; a que nuestro amor brote de un corazón limpio, de una buena conciencia y de una fe sincera; a ser hospitalarios, amigos del bien, sensatos, justos, santos y disciplinados; a ser generosos y dispuestos a compartir lo que tenemos.
Concluimos entonces que el carácter no nace con nosotros. Se construye. Ahora bien, cuando se forma, experimentamos crecimiento y podemos tener un mayor grado de influencia con las personas con las que interactuamos. También tiene una fuerte incidencia en las decisiones que asumimos en la cotidianidad.
2. PRINCIPIO DE ADMINISTRACION (MAYORDOMIA).
La mayordomía significa la forma correcta de administrar las posesiones de Dios como siervos suyos. Todo pertenece a Dios: este mundo, los recursos naturales, las riquezas, nuestros talentos, nuestro tiempo, nuestros propios cuerpos y almas. Dios nos ha entregado todo para administrarlo.
Las escrituras enseñan que Dios es el dueño de todas las personas y de todas las cosas. Por lo tanto, somos sus mayordomos tanto de la vida como de las posesiones. Debemos reconocer que Dios es el dueño y que nosotros somos los mayordomos, porque daremos cuenta personalmente a Él por el desempeño de nuestra mayordomía. Dios, como un Dios de sistema y de orden en todas sus relaciones, ha establecido un sistema de contribución que lo reconoce como el dueño sobre todos los recursos y relaciones humanas. Con este propósito, todos sus hijos deben diezmar fielmente y dar ofrendas para el sostenimiento del evangelio.
El principio de Dios de Gobierno da el balance del autogobierno interno con el externo del hogar, la iglesia y el gobierno civil. Dios, quien es un gobierno en sí mismo, diseñó todo para ser regido desde adentro hacia afuera. El gobierno interno de uno mismo por el Espíritu Santo está destinado a fluir hacia el hogar, la iglesia, la nación, al reestructurar y limitar los controles externos. En la medida en que aprendemos a gobernar pequeñas áreas de nuestra vida, seremos capaces de extender este gobierno a esferas de mayor influencia.
Cuando hablamos de autogobierno bíblico hablamos de el deseo y la capacidad de cada persona de someterse voluntariamente a la autoridad ordenada por Dios, sin ser forzado o constantemente recordado de hacerlo.
Dios nos dio la capacidad de elegir si queremos seguirlo o no, no es que no le importe sino que sabe que nosotros sabremos si elegimos bien o mal aún cuando lo que elijamos sea malo delante de Él.
3.
PRINCIPIO DE GOBIERNO.
4. PRINCIPIO DE SEMBRAR Y COSECHAR.
La esencia de este principio es que todas nuestras decisiones son importantes. La manera como pensamos y actuamos son importantes, no solo para nosotros sino también para quienes nos rodean, para bien o para mal. Piense en las semillas que otros sembraron en usted, y que afectaron su visión de sí mismo y del mundo.
Gálatas 6.7-10 dice: “Todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; más el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna. . . Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y mayormente a los de la familia de la fe”.
Este pasaje nos recuerda que nuestras buenas acciones nos beneficiarán al final, mientras que lo malo que hayamos hecho a la larga tendrá repercusiones nefastas. Este principio va de la mano con la regla de oro que dice que debemos tratar a los demás como queremos ser tratados. El Señor nos llama a ser bondadosos y respetuosos con los demás, aunque no sean fáciles de amar. Es cierto que esto puede ser difícil cuando una persona nos agravia constantemente, pero si cedemos a nuestra carne y nos vengamos, estamos sembrando semillas de corrupción y, a su tiempo, cosecharemos de conformidad con lo sembrado.
La soberanía de Dios representa la capacidad de poner en práctica Su santa voluntad o supremacía. El Altísimo, Señor del Cielo y de la tierra, tiene poder ilimitado para hacer lo que haya resuelto. Al ser absolutamente independiente, Dios hace lo que le place. Nadie puede disuadirlo, nadie puede obstaculizarlo. En Su Palabra, Dios declara: "Yo soy Dios, y no hay otro Dios; y nada hay semejante a mí. Que es soberanía de Dios está representada por la decisión que él toma de poner su santa y perfecta voluntad o potestad. El padre eterno, el altísimo, nuestro Señor del Cielo y de la tierra, tiene todo el poder, es un poder que es ilimitado para hacer lo que él crea conveniente. Él siendo un ser independiente, puede Dios hacer lo que le place. Nadie tiene la autoridad para impedirlo, nadie puede ni debe, obstaculizarlo.
El fundamento para la soberanía de Dios es divino y real. Ya que, la soberanía de Dios está articulada con sus atributos. La biblia revela que Dios es independiente (autocontenido y autosuficiente), esto quiere decir que Él es la plataforma de su propio ser, no requiere que alguien más lo haga, lo custodie, lo supla o lo ayude. Él es soberano, independiente, considerando Su voluntad y total poder, de esta manera lo ejerce sin ninguna ayuda, ni mucho menos guía de nadie.
5. PRINCIPIO DE SOBERANIA.
El principio de Dios de la Individualidad describe las características de identidad con las que Él crea a cada persona, diferente y única, con un propósito y misión específica. No existiendo un ser humano igual a otro. Este principio también se evidencia en el resto de la creación.
La esencia de este Principio, consiste en fortalecer nuestra identidad, de la cual deriva nuestro propósito y nuestro futuro. En otras palabras, estar completamente seguros de conocer ¿Quién son yo? Porque sabiendo quien soy, entonces puedo entender con mayor facilidad: ¿Por qué y para qué estoy aquí en la tierra? y ¿Cuál es el futuro que me espera? La Biblia es la historia del hombre, su origen, naturaleza y destino. De acuerdo a la Biblia, el origen del hombre es Dios, su destino es glorificarlo y su final es reinar eternamente con El.
El principio de individualidad nos es muy útil para aprender a tratar a cada uno de nuestros hijos de manera personalizada, puesto que cada uno tiene su individualidad y su necesidad específica y diferente de la de los demás. Como cristianos debemos inculcar en cada uno de nuestros hijos, una identidad correcta, basada en la Palabra de Dios.
También, este principio nos recuerda que de manera individual daremos cuentas a Dios por nuestras acciones. Puesto que todos compareceremos ante Dios.
6.
PRINCIPIO DE INDIVIDUALIDAD.
El Principio de Dios del Pacto da balance a la unidad interna con la unión externa. Dios está unido en sí mismo, y desea expresar esta unidad con Su creación a través de la asociación voluntaria con Él, que resulte en acción voluntaria unida (una unión de acciones, así como de ideas). Dios es un Dios Guardador de pacto, y desea que esto se refleje en nosotros.
El Principio del Pacto, se evidencia cuando una persona está comprometida con la normativa de Dios establecida en la Biblia. Al unirse esta persona con otras, bajo los mismos principios e ideas, resultará en acciones de mayor impacto en todo sentido.
El Pacto Eterno lleva entonces al Pacto de v la Gracia. Mientras que el Pacto Eterno fue hecho entre el Padre y el Hijo, el Pacto de Gracia es establecido entre Dios y el hombre. Este último Pacto es aquel en que Dios le promete al hombre la salvación eterna sobre la base del sacrificio de Jesucristo en la cruz. Tal Pacto se manifiesta en nuestro mundo en una sucesión de Pactos adicionales que Dios hizo con los seres humanos.
7. PRINCIPIO DE PACTO.