HABLA
COMO PUEdAS Mario Lรณpez Guerrero
Ediciones MLG
HABLA
COMO
PUEdAS
Título original: Habla como puedas. Primera edición Diseño y redacción: Mario López Guerrero Ilustración: Mario López Guerrero © Mario López Guerrero, 2016 ISBN: 978-1-326-08990-0 “SÍ se permite la reproducción total o parcial de este libro. SÍ se permite su transmisión y difusión. SÍ se permite la crítica constructiva del mismo. SÍ se permite escribir libros a quienes les interese escribir libros y leer libros a quienes les interese leer libros. SÍ se permite citar al autor si se considera necesario. Y SÍ se permite ver el lado alegre de la vida.” Si quiere ponerse en contacto con el autor contacte con MLG. MLG es un sello editorial creativo de Mario López Guerrero. www.mariolopezguerrero.com contacto@mariolopezguerrero.com ¡Muchas gracias!
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“A mis sobrinos.”
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Episodios HAZLO COMO PUEdAS… SÍ Y NO ... ¡Error! Marcador no definido. ¿POR QUÉ LOS dEMÁS TIENEN QUE ESCUCHAR LO QUE VAS A dECIR TÚ? ....................................................9 UNA dE CONSEJOS PARA IR EMPEZANdO............¡Error! Marcador no definido. UN MENSAJE, MUCHOS SON MULTITUD .............¡Error! Marcador no definido. dESCUBIRNEdO LA TÉCNICA PNd .. ¡Error! Marcador no definido. LOS CUATRO PARA QUÉ .¡Error! Marcador no definido. ATRÁPAME SI PUEdES O CÓMO CAPTAR LA ATENCIÓN dEL OYENTE .....................¡Error! Marcador no definido. dE CÓMO EMPEZAR ........¡Error! Marcador no definido. dE CÓMO CONTINUAR ...¡Error! Marcador no definido. dE CÓMO TERMINAR ......¡Error! Marcador no definido. LA EXPERIENCIA dEL OYENTE ........ ¡Error! Marcador no definido. INdUCCIÓN dE ESTAdOS dE ÁNIMO... ¡Error! Marcador no definido. UNA IdEA FINAL ..............¡Error! Marcador no definido. EL MISTERIO dE LA CAJA.¡Error! Marcador no definido. 5
TOMAS FALSAS ...............ยกError! Marcador no definido. BIBLIOGRAFร A .................ยกError! Marcador no definido.
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Episodio 2 ¿POR QUÉ LOS dEMÁS TIENEN QUE ESCUCHAR LO QUE VAS A dECIR TÚ? [En casa de Gumersindo. Cocina americana. Cenando Gumersindo y Marta.] GUMERSINDO.- Y me ha pedido que hable en público otra vez. MARTA.- ¡Qué bien! GUMERSINDO.- ¿Bien? ¡No! He hecho el ridículo – cogiendo la bandeja y la cuchara - ¿Te sirvo unas pocas? MARTA.- Sí, claro, me encantan las almejas. Digo bien porque así tienes otra oportunidad. GUMERSINDO.- Pero yo no he pedido otra oportunidad. MARTA.- Pero ella te la da. Tenías que estar agradecido. Ya está, no me eches más. GUMERSINDO.- ¿Agradecido? ¿De quedar mal delante 9
de más gente? – cambiando de tono – ¿No quieres más almejas? MARTA.- No, así me llega, gracias. GUMERSINDO.- Si sigo dando charlas harán una sección en el periódico local solo para mí. MARTA.- ¡Pues qué suerte! Nadie la tiene. La sección de Gumer. Estaría genial. GUMERSINDO.- Si no hablaran mal de mí, no te digo que no; pero una sección para ponerme a caldo, no me gusta. MARTA.- Déjate de caldo y sírvete almejas, anda. GUMERSINDO.- Sí, voy. El caso es que yo no sé hablar en público. Está muy bien que Mónica confíe en mí y eso es bueno, claro, pero yo no sé hablar. MARTA.- Sí que sabes. GUMERSINDO.- No, no sé. MARTA.- Sí, sí que sabes. GUMERSINDO.- No sé. MARTA.- Lo estás haciendo. GUMERSINDO.- ¿El qué? MARTA.- Hablar. GUMERSINDO.- Pero no es lo mismo. Estoy hablando contigo. MARTA.- Pues cuando te subas al escenario, piensas que estás hablando conmigo y ya está. GUMERSINDO.- No es tan fácil. MARTA.- Supongo. GUMERSINDO.- ¿Te gustan? MARTA.- ¿El qué? 10
GUMERSINDO.- ¿Las almejas? MARTA.- Sí, están muy ricas. GUMERSINDO.- ¿Sal? MARTA.- No, están muy bien así. GUMERSINDO.- Cada vez le echo menos sal a la comida. MARTA.- ¿Por qué no puedes pensar que estás hablando conmigo cuando estás en el escenario? GUMERSINDO.- Pues porque hay un montón de gente sentada ahí delante. MARTA.- Bueno, pero te imaginas que solo estoy yo. GUMERSINDO.- ¿Entonces para que voy a tener que usar micrófono? No, no es tan fácil. MARTA.- ¿Sabes? Una vez leí un artículo en una revista que decía que lo que tienes que pensar es… GUMERSINDO.- Sí, ya sé. MARTA.- ¿El qué? GUMERSINDO.- ¿Lo de pensar que están todos desnudos? MARTA.- Gumer, ¿qué tipo de revistas lees? GUMERSINDO.- ¿No era eso? MARTA.- No. GUMERSINDO.- ¡Ah, perdona! MARTA.- Bueno, si te sirve pensar en eso, allá tú. A lo que me refería es a que tienes que mirar a la gente y siempre hay alguien sonriendo o que ves que tiene ganas de escucharte. GUMERSINDO.- ¿Quieres más almejas? MARTA.- No, gracias. 11
GUMERSINDO.- Creo que he hecho muchas. MARTA.- Sí, las has hecho. GUMERSINDO.- Perdona, te he interrumpido. ¿Qué era eso de la persona que sonreía que me estabas diciendo? MARTA.- Pues verás. En la revista decían que siempre te vas a encontrar gente seria. GUMERSINDO.- Sí, es cierto. Se tocan el bigote como diciendo: “te voy a examinar”. O se colocan las gafas como diciendo: “a ver de qué va esto”. MARTA.- Y también hay gente despistada o que está atendiendo a otras cosas. GUMERSINDO.- Sí. El otro día más de uno. Cuando tenía que hablar yo, estaban mirando para la mesa del fondo, la de los canapés. ¡Vaya competencia! MARTA.- El caso es que también hay personas que están más dispuestas a escucharte. Que te miran y te sonríen o hacen un gesto de ponerse cómodos para escucharte. GUMERSINDO.- No lo sé. Yo solo veía a los que estaban mirando a los canapés. MARTA.- Pues mal hecho. GUMERSINDO.- Bueno, ellos pueden hacer lo que quieran, son libres. MARTA.- Sí, ellos sí. Digo mal hecho por tu parte. GUMERSINDO.- ¿Por mi parte? MARTA.- ¡Claro! No tenías que pensar en ellos. Tenías que buscar a las personas que te querían escuchar. GUMERSINDO.- ¿Y con eso ya está? 12
MARTA.- No, no está, pero es un primer paso. GUMERSINDO.- Claro, si no sería muy fácil. MARTA.- Sí, lo sería… Por cierto, muy ricas las almejas. Sigues cocinando muy bien. GUMERSINDO.- ¡Gracias! MARTA.- ¿Cuándo has comprado las almejas? GUMERSINDO.- Hoy, esta mañana. MARTA.- ¿Y se han hecho solas? GUMERSINDO.- No, las he hecho yo. MARTA.- Las has tenido que cocinar, ¿verdad? GUMERSINDO.- Sí, de momento, la cocina funciona así. Compras los ingredientes y después los cocinas. Las almejas no se hacen solas... No es como la pizza que llamas y te la traen a casa… ¡Hola, quería una mediana de almejas carbonara y otra familiar de almejas tropical! MARTA.- Ya veo. Entonces, no llega con comprar las almejas. GUMERSINDO.- No. MARTA.- Pues lo de hablar es lo mismo. No llega con mirar a esas personas que sonríen, pero es un paso necesario. Es como ir a comprar los ingredientes y después cocinarlos. GUMERSINDO.- Así que las personas son los ingredientes. MARTA.- No, sí, bueno… no sé… las personas son personas. El caso es que tienes que buscar a las personas que te sonríen. GUMERSINDO.- ¿Y con eso ya está? 13
MARTA.- No, pero es un primer paso. GUMERSINDO.- Así que quieres que cocine a las personas. MARTA.- Bueno, ahora que lo dices, sí. GUMERSINDO.- Yo no lo estoy diciendo, lo estás diciendo tú. MARTA.- Gumer, creo que tiene razón la del periódico. Haces acrobacias. ¡Le das la vuelta a todo! ¡Qué mareo! GUMERSINDO.- Pero has sido tú la que está comparando a las personas con las almejas. MARTA.- Vamos a hacer una cosa, Gumer. Primero te cuento yo mi parte y luego escucho la tuya. GUMERSINDO.- ¡Vale! MARTA.- Según la revista, tienes que mirar a las personas y buscar a las que están sonriendo o más dispuestas a escucharte. Es el primer paso. Así, te diriges a ellas y ves muestras de aprobación. Eso genera confianza en ti y te ayuda a pasar los primeros minutos de nervios. Creo que es una buena teoría. Es más fácil hablar a alguien que te quiere escuchar que hablarle a alguien que está mirando a los canapés. GUMERSINDO.- ¿Y si nadie sonríe? MARTA.- Bueno, tendrás que llevarte a un amigo o a un familiar o decirle a la persona que te presenta que sonría. No sé. GUMERSINDO.- Yo ahí arriba solo veo caras largas. Como si estuvieran en tu contra. Me los imagino pensando por dentro: te vas a equivocar y me voy a 14
reír de ti. MARTA.- Pues mal hecho. GUMERSINDO.- Sí, pero la gente está perdiendo los valores. MARTA.- Lo digo por ti. Mal hecho por ti. Tienes que pensar otra cosa. Si piensas que son leones que te van a comer, supongo que querrás salir corriendo en lugar de disfrutar de la situación. GUMERSINDO.- Bueno, no creo que sea muy divertido que te coman los leones. MARTA.- ¿Y si en vez de que te coman los leones, piensas que es un parque de atracciones? GUMERSINDO.- No me gustan las atracciones. MARTA.- Vale, ¿qué te gustaría imaginarte? GUMERSINDO.- ¿Delante de los leones? MARTA.- No, no hay leones… Bueno, sí. Hay leones, pero también hay gatitos. A ti te gustaban los gatitos. GUMERSINDO.- Sí, me gustan los gatos. Tengo alergia, pero me gustan. MARTA.- ¿Y si hay un gato en la sala? GUMERSINDO.- No, no dejan entrar animales. MARTA.- Céntrate, Gumer, por dios. Tú estás viendo leones en la sala, pero te das cuenta de que también hay gatos. GUMERSINDO.- ¿Gatos y leones? MARTA.- ¡Déjalo! GUMERSINDO.- No, perdona, Marta, creo que sé por dónde vas. MARTA.- ¡Gracias a dios! 15
GUMERSINDO.- Sí, miro para los gatos. ¿Y? MARTA.- ¿Y qué pasa cuando ves un gato? GUMERSINDO.- Bueno, cuando veo un gato… ¿Eh?... No sé. ¿Qué pasa cuando veo un gato? MARTA.- Sonríes, Gumer, sonríes. Cuando ves un gato sonríes porque te gustan los gatos. GUMERSINDO.- Sonrío. MARTA.- Eso es. ¿Y te dan ganas de escapar? GUMERSINDO.- No, me acerco a él. MARTA.- Muy bien, Gumer. Ves a lo que me refiero. Si te centras en los leones, te quieres escapar, pero si te centras en los gatos, te quieres quedar. A eso me refiero. Tienes que buscar a los gatos entre el público. GUMERSINDO.- Esto empieza a ser divertido… ¡Buenas tardes! ¿Dónde están los gatos? MARTA.- Gumer, lo digo en serio. Habrá personas que son como esos leones que dices tú y que estarán esperando a que falles para echarse encima de ti. Pero habrá personas que serán como los gatos que están esperando por ti. GUMERSINDO.- Pero los gatos son muy independientes. MARTA.- Pues te buscas otro animal. ¿Qué animal quieres? Tienes leones que están esperando para comerte. ¿Qué más? GUMERSINDO.- Tigres. MARTA.- Esos también te quieren morder, ¿otro? GUMERSINDO.- ¿Cocodrilos? 16
MARTA.- Veo que no vamos a llegar a ningún lado. ¿Puedes pensar en un animal que no te vaya a morder? GUMERSINDO.- Un gusano. MARTA.- Déjalo, Gumer. Yo cuando voy a una charla, no estoy enseñando los dientes y esperando a que la persona que hable, se equivoque. Y como yo, más personas. GUMERSINDO.- Bueno, yo tampoco voy enseñando los dientes. MARTA.- ¿Lo ves? Hay personas normales, que solo quieren escuchar algo interesante. El truco es hablar para ellas. GUMERSINDO.- ¿Y qué hacemos con los leones? MARTA.- Olvídate de los leones. Si van a venir a por carnaza, cualquier excusa será buena para morderte. Pero tú céntrate en las personas normales… Vale, ya sé. Hay tres tipos de personas delante de ti. Están por un lado, los leones que te muestran los dientes; están por otro, los dulces gatitos que te sonríen; y están los indecisos que según vas hablando se van convirtiendo 17
en leones o en gatitos. Así que tienes que fijar tu atención en los dulces gatitos y después ir viendo si se van convirtiendo más en gatitos. GUMERSINDO.- No sé si funcionará, pero pensaré en ello. ¿Quieres más almejas? MARTA.- No, gracias, no quiero más almejas. GUMERSINDO.- Pero están ricas. MARTA.- Sí, pero no quiero más. GUMERSINDO.- Pensaba que te gustaban. MARTA.- Sí, me gustan, pero ya he comido suficientes y si me las ofreces de nuevo, vas a convertir a esta linda gatita en una leona.
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GUMERSINDO.- De segundo hay croquetas caseras. Son de mi madre, así que no puedes decir que no. MARTA.- Sabes que las croquetas caseras de tu madre me encantan. GUMERSINDO.- Lo sé. Se las he pedido expresamente para ti. Le he dicho que venías unos días a la ciudad y ella, tan dispuesta como siempre. MARTA.- ¡Qué maja tu madre! GUMERSINDO.- Almejas y croquetas caseras, sabía que no iban a fallar contigo. MARTA.- ¡Claro!... Una pregunta, Gumer. ¿El menú de esta noche lo has hecho por ti o por mí? GUMERSINDO.- Por ti, claro. MARTA.- Porque sabías que me iba a gustar. GUMERSINDO.- Sí. MARTA.- Pero podrías haber hecho otra comida. GUMERSINDO.- ¿No te ha gustado, Marta? MARTA.- Sí, sí que me ha gustado. El caso es que has pensado en mí antes de preparar la comida. GUMERSINDO.- Sí, bueno, pero no quiero que pienses que... A ver, somos amigos desde la Universidad… He pensado en ti, pero no… MARTA.- Ja, ja, ja… No voy por ahí. Ya sé que lo nuestro nunca funcionaría. Además, para una cena romántica habrían sido mejor unas velas y un vino, un albariño fresquito, por ejemplo; mucho mejor que la jarra de agua que has puesto… A lo que me refiero es que has pensado en mí para agradarme. Sabías lo que me gustaba y luego lo has cocinado. 19
GUMERSINDO.- Sí, eso es. MARTA.- ¡Pues ahí tienes una clave! GUMERSINDO.- No te entiendo. MARTA.- ¡Claro! Para hablar en público no tienes que pensar solo en lo que sabes cocinar, que son muchas recetas. Sino en lo que le va a gustar al público. Les tienes que dar lo que les va a gustar. Es decir. Si quieren carne, carne. Si son vegetarianos, carnes no. ¿Y si hay alergias a algunos temas? No se saca el tema. Es decir, cuando subes al escenario tienes que buscar dulces gatitos para ganar confianza en los primeros minutos y a continuación, darles lo que quieren. Así, los indecisos se irán convirtiendo en gatitos. GUMERSINDO.- Has comido demasiadas almejas, Marta. Estás delirando. Quizás no estaban bien las almejas. MARTA.- ¡Oh, vamos, Gumer! Mi teoría es buena. GUMERSINDO.- Así que el próximo día me pongo a buscar gatos y les doy una lata de comida. MARTA.- ¡Eso es! GUMERSINDO.- Evidentemente las almejas estaban en mal estado. Quizás con las croquetas se te pase. MARTA.- Gumer, ¿te acuerdas de cuando empezaste a trabajar en López y Flores? – cambia el tono y pone voz de anuncio de televisión – Tus mejores gestores. GUMERSINDO.- Sí, claro que me acuerdo. No te burles de nuestro eslogan. MARTA.- Te hicieron la entrevista y te quedaste a trabajar con ellos. 20
GUMERSINDO.- Sí, tenían mucho trabajo y Ramón confió en mí desde el principio. MARTA.- ¿Y te acuerdas de cuando os reunisteis con la empresa de telefonía más importante de la ciudad? Os pidió que le hicierais la auditoría contable anual. GUMERSINDO.- Sí, todos los años y aún seguimos. ¿A dónde quieres llegar? MARTA.- No, a ningún sitio. GUMERSINDO.- ¡Oh, vamos, Marta! Te conozco bien y sé que quieres llegar a algún sitio. MARTA.- No, solo preguntaba. GUMERSINDO.- Sabes que no es verdad. MARTA.- ¿Y las croquetas? GUMERSINDO.- Las traigo ahora, pero dime a cuento de qué venían esas preguntas. MARTA.- ¡Uuuuuuh! Te está saliendo cara de león, dulce gatito. GUMERSINDO.- ¿Me lo vas a decir? MARTA.- ¿Y si no vinieran a cuento de nada? GUMERSINDO.- Eso no puede ser. No harías esas preguntas si no esperases llegar a algún lado. No sé. MARTA.- Pues creo que hemos encontrado otra clave. GUMERSINDO.- ¿Qué te pasa hoy con las claves? ¿Quieres jugar a los detectives, imitar a Ernesto Valbuena1? MARTA.- Antes has dicho: ¿a cuento de qué venían esas preguntas? 1
Ernesto Valbuena es el detective protagonista del libro “El increíble caso de por qué los demás no me entienden si yo lo tengo tan claro”
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GUMERSINDO.- Sí, eso he dicho. MARTA.- Y como no te he contestado, te has enfrentado a mí y me has mordido como un león. GUMERSINDO.- Bueno, en realidad no te he mordido. MARTA.- No lo digo de forma literal. Pero como esas preguntas no venían a cuento de nada, te has molestado. GUMERSINDO.- Sí, es una forma de perder el tiempo bastante estúpida. MARTA.- Pues eso es lo que piensan los que se van convirtiendo en leones. He venido a escuchar algo interesante y esto no tiene sentido. Lo que me cuentan no viene a cuento de nada. Pues, ahora me enfado y me convierto en león. GUMERSINDO.- ¿Ya estás otra vez con los leones? MARTA.- Es que todo encaja, Gumer. GUMERSINDO.- Voy a traer las croquetas. MARTA.- Sí, trae las croquetas. Marta es una buena amiga desde los tiempos de la Universidad. Muy creativa. Siempre encontraba una forma diferente de pensar o de ver cualquier tema, pero no recuerdo que le gustaran tanto los animales. Según ella, tengo que subir al escenario, buscar dulces gatitos y darles su comida. Y si la comida es lo que los demás esperan escuchar, otros tantos se convertirán en gatitos. No sabía que nuestra conversación de hoy iba a ser sobre gatos. Me habría preparado el tema mejor. 22
GUMERSINDO.- ¡Y voilà! ¡Aquí están las croquetas! – hice mi entrada desde la cocina al salón. MARTA.- ¡Ya lo tengo! La gente no te juzga a ti, juzga lo que tú dices. GUMERSINDO.- ¿Cómo? MARTA.- ¡Claro! Cuando hablas en público, la persona que está ahí sentada está pensando: “¿A cuento de qué viene lo que está diciendo este tío?” GUMERSINDO.- Sí. MARTA.- Juzga lo que estás diciendo. Si viene a cuento, si le despierta la curiosidad, si le aporta un dato nuevo, si aprende algo, si le gusta lo que dices, si le haces pensar, si le ayudas a tomar una decisión... GUMERSINDO.- ¿Has vuelto a tomar almejas? MARTA.- Gumer, recuerda alguna charla a la que hayas ido de oyente y te haya gustado. ¿Con qué te quedas? Con lo que te han dicho. Porque te habrán sorprendido, te habrán aportado algo nuevo. Es como las almejas. ¡Fíjate! Si están ricas, digo: “¡qué ricas!”; y si están malas, digo: “¿Quién ha cocinado esto?” Lo ves. Lo importante es que las almejas estén ricas, es decir, que lo que digas sea interesante para el que está sentado. Si no lo es, claro que hablará mal de ti, pero no por ti, sino por haber perdido su tiempo escuchándote. Es un intercambio. Él te concede una parte de su tiempo y tú le tienes que dar algo interesante a cambio. Si no, ¿por qué los demás tienen que escuchar lo que vas a decir tú? 23
GUMERSINDO.- Algo de razón tienes en lo que dices. MARTA.- Ya sé que tengo razón, pero no me la vas a dar. Eres un cabezota. GUMERSINDO.- Sí, bueno, siempre he sido un poco cabezota. MARTA.- Lo que quiero decir es que hoy en día, todo el mundo puede influir en todo el mundo. Lo que tú sabes de contabilidad y cuando me comentas los problemas de tus clientes y cómo los resuelves, yo lo llevo a mi terreno como enfermera. Tú hablas de que las empresas no solo son números, que hay personas detrás. Lo mismo pienso yo de mis pacientes. No solo se trata de un problema médico a resolver, hay una persona detrás. Tú hablas de que cada empresa es un mundo y de que cada gerente quiere las cuentas de una forma determinada. Y a mí me pasa lo mismo con cada médico, cada cual tiene sus caprichos. Tú no te puedes confundir en un número porque eso trae consecuencias, ¡imagínate si yo me confundo de medicación! Lo ves, lo que tú sabes de tu campo, lo que aprendes con el tiempo puede ser interesante para otros campos. Hoy en día, las personas estamos más conectadas. Podemos aprender unos de otros más fácil. Las personas nos hemos convertido en fuente de conocimiento para los demás y todo el mundo tiene algo que decir o enseñar a los demás.
[Llaman a la puerta.] 24
25 “Habla como puedas” | © Mario López Guerrero
EJERCICIO EN ESTE EPISOdIO ¿Por qué los demás tienen que escuchar lo que vas a decir tú? Elige un tema:
Elige otro tema:
De los dos, quédate con uno. ¿Con cuál te quedas?... y ahora… ¿Por qué tendría que escucharte? ¿Qué me vas a contar? ¿Se puede llevar a otros terrenos?
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