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Vida detrรกs de los Libros
¿Alguna anécdota curiosa que te haya sucedido con un libro? Todos hemos leído algún libro, pero ¿tenemos alguna anécdota con ellos? ¿Nos lo hemos dejado olvidado en algún sitio? ¿Lo hemos regalado? ¿Nos hemos reído a las 2 de la mañana y no hemos podido parar de leer? ¿Hemos llorado como magdalenas?...
¡Estas son las anécdotas que se presentaron al sorteo “Vida detrás de los libros”!
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Vida
detrás de los
Libros
Rafael López Estrada
Asunción Fieira Busto
Anécdota o suerte. En mí época escolar, se sorteó en la clase un libro: "Biografía de Miguel de Cervantes“; cada alumno se levantaba y decía un número. Me decidí por el 13, por ser el número de mi casa, y resultó ser el ganador.
Que como tiene portadas en color rosa se creen que es para chicas, cuando es para cualquiera que quiera leerlo: "Cree en ti" de Rut Nieves.
María Dolores Mateo Molina "El Síndrome de Anastasia“. Empecé a leerlo una noche y no puede parar de leer hasta que lo terminé enterito... Creo que esa noche no dormí mucho... Je je.
Mapi Baez Pues me echaron de la biblioteca del instituto porque estaba leyendo “Garras de Astracán” de Terenci Moix y a cada poco me descojonaba entera. Intentaba aguantarme y era peor. Al final, me pidieron que saliera. El libro buenísimo, por cierto.
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Chus Prol
Marta Vázquez
Se trata del libro que más he regalado: "El olvido que seremos" de Héctor Abad Faciolince. Lo había leído y tuve la necesidad de releerlo cuando falleció mi padre. Terapia en vena.
Saga “Vanir” de Lena Valenti. A día de hoy todavía no me he recuperado de la llorera. Y son 10 libros. Normal que me cueste tanto.
Mónica Miranda Me leí “El Santo, el surfista y el ejecutivo” y con las primeras páginas no podía dejar de llorar. Estaba en el coche leyendo un día, haciendo tiempo, esperando a mi hija fuera del gimnasio y yo venga a llorar; y las otras madres acercándose al coche por si me pasaba algo.
A Cantante Calva Reengancharme a la lectura con “50 Sombras de Grey” Ja ja ja ja ja ¡qué pena! Pero es verídico.
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Luisa López Gutiérrez
Angélica Saleg
Mi libro favorito es una obra de teatro: “La Venganza de Don Mendo” de Muñoz Seca. He llegado a interpretar (en mi casa) toda la obra de teatro y todos sus personajes con distintas entonaciones. Me sé de memoria la obra.
Mi tía me prestó “Las il y una noches”. Llevaba más de la mitad del primer libro cuando mi padre me pilló y echó el sermón por leerlo con sólo 12 años (a mi tía también le cayó una buena de su parte).
María Bermúdez Parapar
Patricia Bermúdez Parapar
Cuando iba en sexto me obligaron a leer "Oliver Twist”. Se me atragantó de tal manera, que cuando lo quise leer de adulta lo dejé en las primeras páginas!!! Con "Tío lobo" tengo muchas anécdotas, es sacarlo en clase y no se sabe qué va a pasar. Ya que Tío Lobo se come a las niñas y niños que mienten. Siempre que lo cuento, sale tooooooda la verdad!!!!!
Mi planta de naranja lima!! Me lo regaló María Bermúdez Parapar!! Cuando lo leí, no podía parar de llorar!! Lloré tanto que mi madre no se creía que era por el libro y pensaba que me había enfadado con el que ahora es mi marido!
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Stella Gonzalo Pena
Patricia Ortiz Pacheco
Mil anécdotas. Los libros son una gran película que te absorbe, puedes vivir grandes aventuras, pasar un miedo horroroso, reírte a carcajadas o llorar como un bebé. No tengo un libro favorito, tengo miles. Y tengo muchas anécdotas... Desde dejarme un libro en el autobús y echar a correr hasta la siguiente parada, a pasarme las paradas por ir leyendo.
Mi hija mayor tenía 4 meses y ante la desesperación de no poder dormir por las noches, me compré el famoso libro "Duérmete niño“. Conforme iba avanzando en la lectura, me di cuenta de lo anecdótico de la situación, en una mano tenía a mi hija en brazos y en la otra el libro! Y cada vez era más inhumano su contenido... Me dio tanto coraje... Que cuando me hija cumplió los 3 años.. Se lo di para que lo dibujara! Todo libro tiene su provecho.
Kiko Naya Ignacio Leyendo, leyendo y leyendo, alguien que interpretaba una obra de cuyo nombre no quiero acordarme, llegó con prisas al autobús, diciéndome que se había olvidado algo. Acomodé el libro, abrí el bus y allí se quedó el libro. NOTA : Estos hechos son reales y sucedieron en un teatro romano llamado Segóbriga. MLG | 2108
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Mirka Plasencia
Luis Bermúdez
Sí! Muchas, Mario. Los libros de mi vida les llamo yo y hasta los he dejado en lugares estratégicos para quién desee: en el banco de una estación de metro, en el banco de un jardín, encima de una moto.
Siempre voy con "El tiempo en los talones" y el verano pasado, como de costumbre, salí corriendo del despacho con dos libros que acababa de recibir por correo, bajo el brazo. Cogí el tren con destino a Santiago. En el trayecto comencé a leer el que trataba el tema de la gestión del tiempo. El tiempo me adelantó y acabé bajando en Villagarcía (y pagando el correspondiente suplemento). Al día siguiente tuve que volver a Santiago para hacer lo que no había podido hacer el día anterior.
Milena ¡Y yo he encontrado una en la moto! ¿Será el tuyo, Mirka!
Malena Melis Soy tremenda con el título de los libros... Les cambió el título a mi manera. Así que cuando uno me encanta y quiero recomendarlo... ¡Uf! Tengo que ir con mucho cuidado en eso. Sonrío.
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Shirley Sánchez Apolo
Paloma Fernández
El primer libro que leí, fue de muy niña, su titulo “Corazón”. Me lo habían indicado como tarea en mi clase de Literatura. Cuando culminé mi libro era tan pulcro, de portada brillante, sin deformidad, parecía recién comprado. Para colocar la calificación, además de exponer el resumen, debíamos presentar el libro al profesor. Primer paso, entregar el libro, el profesor lo vio y me tildó de no haberlo leído (solo por el aspecto de muy cuidado). Hoy, los libros que leo muestran mis subrayados, resaltados, dibujitos, fechas, citas, separadores, etc. convirtiéndose en un lienzo donde libero mi imaginación. Pienso que mi entonces profesor me estaba dando la mejor enseñanza, que hoy entiendo perfectamente: disfrutar de la lectura.
No recuerdo el título ni el autor, lo cual es una ventaja porque voy a hacer un gran spoiler. Novela negra, un detective que tiene una perra genial, tierna, cuqui... descubre el asunto, castiga a los culpables y ya, en la última página, tras el final feliz, le matan a la perrita por venganza!!! Lloré lo que no está escrito y cambié el final, arranqué la última página y ahora mi libro acaba genial, todos reciben su merecido y la perrita linda sigue viva.
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Marga Losada Piñeiro
Patricia
'Un tesoro escondido' de Gemma Lienas. Libro que me persiguió durante mucho tiempo porque me habían recomendado su lectura distintas personas. Lo tenía en lecturas pendientes y nunca me ponía a ello, hasta que un día que me había olvidado totalmente de su existencia me encontré de bruces con él y me lo compré. Pienso que lo leí en el momento justo y me vino de perlas, porque su lectura me ayudó a ordenar muchos temas que rondaban por mi cabeza y me dio fuerzas para luchar por aquello que quería. Ahora quien lo recomienda soy yo y siempre digo que este libro ayuda a abrir puertas y que vayas más allá.
Siempre me gustó leer. En EGB siempre estaba con los libros del Barco de Vapor, pero el libro que me hizo amar la lectura fue: “El nombre de la rosa” de Umberto Eco. Sin darme cuenta estuve toda la noche leyendo y fui al instituto sin dormir. Fue un día muy muy muy largo.
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Shei Rial
Kim Llobet
Era una noche de invierno, era tarde y estaba leyendo un libro de terror con una historia increíble. Estaba tan metida en la historia que se me olvidó lo todo lo demás. De repente, empecé a oír ruidos, por lo que me asusté. Así que me levanté y fui a mirar qué era, sin éxito. Cuando regresé, observé que el libro no estaba donde lo había dejado, por lo que mis nervios se dispararon. Al final, todo resultó ser producto de mi gran imaginación, ya que los ruidos raros eran de mi gato y el libro, con el susto, lo había llevado conmigo y dejado en el salón. Con todo lo sucedido, ese libro acabó siendo mi libro favorito!!!
Hace uno 20 años , más o menos, me prestaron un libro para leer que me marcó un antes y un después. Lo leía todos los días en el tren, en el trayecto de mi casa al trabajo. En esos trayectos coincidíamos más o menos las mismas personas, no nos frecuentábamos, pero si nos saludábamos, por cortesía, por educación o por simpatía simplemente. Ese libro llegó a mí, creo que en el momento que lo necesitaba. Tenía pasajes o capítulos que me removían por dentro y sin darme cuenta...lloraba. Esas personas que me acompañaban en el trayecto , me miraban y miraban la carátula del libro y no decían nada...respetaban mi momento interior. La
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Vida
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Cuando finalice el libro, estuve muchos días sin leer en el tren. Solo miraba por la ventana y sonreía a quién me sonreía... hasta que un día, alguien se armó de valor y me preguntó si ya estaba mejor; a lo que respondí: "sí, gracias". Esa persona me sonrió nuevamente y me respondió "me alegro". Cuando llegaba a mi destino, le pregunté qué por qué "creía que no estaba bien“. Me respondió que tanto él como otras personas que coincidían a esa hora en el trayecto, se habían dado cuenta "de mi otro trayecto interior" y que no habían querido inmiscuirse en ese espacio tan personal. Pero que pasado el tiempo y verme nuevamente en el tren, sin leer y mirando por la ventana, pues que se había animado a preguntar.
Le di las gracias y un abrazo, porque me sentí cuidada y respetada, sin sentir que se invadía mi espacio personal. Hace muchos años que no hago ese viaje de Pozuelo de Alarcón a Madrid, pero lo guardo en mi memoria como si fuera ayer. Un libro es un buen compañero de viaje... sin olvidar a quienes también nos acompañan en su lectura de una manera... o de otra.
Verónica RT 10 años después en otra ciudad, en una librería compartida de una cafetería, me volví a reencontrar con un libro que había perdido durante unas vacaciones. No había duda, la fecha y la firma lo hacían inconfundible! Por supuesto, allí se quedó para que mucha más gente tuviese oportunidad de leerlo La
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Elena Arnaiz Ecker
Pilar Muiños
Un día, en la presentación del libro de un autor que brilla de forma especial por su calidad humana (además de la profesional), se llevó el libro firmado para mí a su casa… y yo me quedé con el ejemplar dedicado a la entidad organizadora. No sé cómo lo hicimos, pero al final mi libro volvió a sus manos. Desde entonces, no sólo me ayuda a mí; ayuda a muchos de sus clientes a enfrentarse a uno de los grandes retos de nuestros desarrollo profesional: hablar en público. ¿Sabéis qué libro y qué autor es? Ja ja ja ja ja GRACIAS Mario!! Y enhorabuena!!!
Todos los libros tienen una historia además de la cuenten entre sus páginas. Lo que sucede a tu alrededor mientras los lees o la forma en que llega a tus manos. Las personas con las que compartes lo que lees. Yo, al menos, siempre recuerdo aquello que pasa mientras leo cada historia.
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Iván Vizcaíno Ramos
Isabel Ferreirúa
Hola Mario! Aprovecho tu invitación para contarte, muy brevemente, qué fenómeno curioso me ocurre con los libros. El caso es que yo tengo la costumbre de llevarme 1 o 2 libros a cada viaje, para leerlos tranquilamente en mi destino, tratando de sentirme un habitante más de ese lugar. Así, cuando estoy de vuelta en casa, volver a hojear ese libro, algún pasaje, o incluso ver su adaptación cinematográfica en la tv, me transporta automáticamente al recuerdo de ese lugar. Reivindico el papel del libro como herramienta para transportarnos a todo a aquel lugar en el que lo hemos leído!!!
17 de marzo de 1987, Granada, la Alambra. Bajo el sol abrasador del mediodía, un grupo de adolescentes descubren las maravillas de la arquitectura Nazarí. Entre ellos, la que suscribe. Un compañero me pide insistentemente un jersey negro, dado de sí. Usa el jersey el tiro que dura la excursión y cuando esta termina decide proponerme un trato: el jersey a cambio de uno de los libros que yo ansiaba leer en ese momento, “Caballo de Troya de J.J. Benítez”. Así fue como yo conseguí el libro que quería a cambio de un jersey de la primera hornada de Zara, que estaba tan usado que solo se podía tirar. La
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Es decir, todos contentos, bueno... No, exactamente... Creo que la madre de Miguel (mi compañero), puso el grito en el cielo cuando descubrió que su hijo me había regalado el libro que estaba leyendo. La historia podría acabar aquí, pero teniendo en cuenta que yo tenía en ese momento 15 primaveras, cuando por fin comencé a leer el deseado libro, no fui capaz de pasar de la página 50.
Montse García López
Ricardo Villa
Marian Rey Iglesias
Tengo una muy buena, Mario: Lo que me perdía cuando no los leía.
El primer libro que soy consciente de leer es “Tiempo de Cerezas” de Montserrat Roig. Yo tendría 13 o 14 años y estaba enferma con mis anginas, que de vez en cuando me tenían una semana en cama con mucha fiebre. Recuerdo que este libro me enganchó y no podía dejar de leer. Creo que ahí fue donde descubrí la riqueza de la lectura. Con cada libro vives una nueva historia
Compré un libro en una tienda de segunda mano y al abrirlo, tenía un nombre escrito. Era de un amigo que había tenido que venderlos y se lo devolví. La
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Verónica García-Gesto Fraga Leyendo en la playa el libro de la escritora coruñesa Sibila Freijo, "Lo que no sabía de mí“; me dio un ataque de risa en la playa, porque es una novela erótica donde a la protagonista le pasan cosas de lo más inverosímiles. Y se acercó una señora a preguntarme qué estaba leyendo. Como me faltaba poco para terminarlo, le dije que si esperaba se lo regalaba, y así lo hice.
Carmen Hidalgo Pues yo tengo una anécdota que me apetece compartir con todos vosotros. Y qué mejor lectura que el relato que ha escrito tu propia hija. Llega un día a casa y me pide que lea el relato que ha escrito para participar en un concurso de relato corto entre los colegios de nuestro distrito. MLG | 2108
Cuando lo leí me gustó tanto que la animé a presentarlo. Con tan solo 10 años consiguió llegar a la final entre 800 participantes, y no solo eso, cuál fue nuestra sorpresa cuando acudimos a la entrega de premios y Marta fue seleccionada entre los 20 finalistas logrando un tercer puesto. Lo leo y releo para revivir el momento en que recogió el premio. Lo importante de todo esto no es el premio en sí, sino cómo se ha sentido Marta, cómo hemos disfrutado sus emociones, cómo ha sido capaz de plasmar su imaginación y la motivación que tiene por seguir escribiendo. El lunes, Día del Libro, firmará sus primeros ejemplares a familiares y amigos, no os podéis imaginar lo que supone para ella estar en la Feria del barrio con las personas que la quieren. La
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Ojalá siga escribiendo y compartiendo su imaginación con todos nosotros. Viva el Día del Libro!
Lito Chan Libro: Vestido de novia. Autor: Pierre Lemaitre. Trabajo en el 061 y fuimos a por un chico con una patología psiquiátrica descompensada. No colaboraba con nadie y había que trasladarlo. Vi que tenía ese libro encima de la mesa y le pregunté si lo estaba leyendo. Yo aún lo tenía fresco y nos pusimos a hablar del libro. Al final colaboró y accedió voluntariamente al traslado a valoración por el especialista siempre y cuando yo fuese con él.
Amalia Martín Cuando llegué a Galicia, hace un porrón de años, un amigo me regaló "La casa de la Troya" en gallego, para que fuera practicando la lengua y no entendí nada. Recuerdo que tardé mucho en leerlo porque había frases que tenía que releer varias veces, je je!! Dos o tres años después lo volví a leer y... me pareció otro libro!!
Silvia Crespo Me regalan por primera vez un libro en el 2018 y es un amigo “on line”.
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Carmen Martínez
Lucia Villares Piñón
A mí me ha pasado con varios libros, pero en concreto con uno, que lo leí en dos días, porque me enganchó y no podía hacer otra cosa: “Beloved”.
Mi relación con la lectura empezó cuando era muy pequeña. Recuerdo que en mi casa eran socios de El Círculo de Lectores y siempre elegía el próximo libro que leería, pero se me hacía eterna la espera.
Patricia Cortés Antes de cumplir los 18, odiaba leer quizás fuera por el sistema educativo que tenía hasta ese momento. Pasado ese tiempo, me gusta y mi mejor anécdota fue acabar tan enganchada a un libro que veía su imagen al andar por la calle y me iba imaginando su historia. En fin, ¡gracias literatura por tanto!
Natalia Permuy Martínez Te cuento, yo soy de leer novela histórica y sobre todo: la segunda guerra mundial. El caso es que mis amigas me liaron para leer la trilogía de 50 sombras. Leí las tres y ahora llevo también la versión del chico, la cual es peor.
¡¡¡GRACIAS POR LEER!!! Día del libro MLG | 2108
23 de abril de 2018 www.mariolopezguerrero.com
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