El Perícano núm.:
30 Año XIX Junio | 2017
Revista del IES Juan Sebastián Elcano · Edición especial 25º Aniversario ·
Año XIX Junio 2017
Año XIX, Nº - 30 Junio, 2017 Coordinadores: Carlos López Ángel M. Lorenzo
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Consejo de redacción: Rosario Carrasco Benita Gómez Carlos López Ángel M. Lorenzo Colaboradores: Ana Santos Carlos López Mª Carmen del Río Jaime Gil Jorge Gala Juan A. Martínez Félix Sánchez Manuel Murga Sergio Guerra AMPA “Conquistadores” Eva Mª López Lydia Heald Jesús Gómez Alexis Kopakowski Guadalupe Martínez Jacoba Agüero Ángel M. Lorenzo Ángela Bull Lucía Valencia Andrea Tirado Lázaro García Patricia Mena Pablo Pérez Marta Hernández Laura Cortés Elena Sánchez Alberto Salas María González Guillermo Pérez Paula Vidal Victoria Hidalgo Azahara Sosa Gabriel Pazos Clara Romero María Camacho Eva Aldón Celia Triviño Lola Cerezuela Mario Rodríguez Sidonio Rodríguez Estrella García Luis Ocaña Diana Pérez Margarita Hurtado Carmina Izquierdo Erika de Los Reyes Nieves Díaz Rosalía Rodríguez Mª Eugenia Muñoz Adrián Robles Marta Romero Mª Ángeles Pérez Mariqui Romero Mª Rosario Carrasco Julia Pérez
El Perícano Revista del IES Juan Sebastián Elcano
Sumario 04
16
20
Directores del IES Elcano
4
25 razones para un aniversario
11
Nuestro paso por el Centro
12
El Instituto del Arroyo San Juan
13
Aysha (relato)
14
The Importance of Being Earnest (teatro)
16
One Coffee, Please
18
Sobre el nombre de Sanlúcar
19
Gauss y la Geometría Empírica
20
Entrevistas y cartas de antiguos alumnos
25
Besugo a las Finas Hierbas
35
IES Antonio Hugo de Omerique
36
Jazz: Origen y Esencia
39
Femenino Singular
40
Disfrutando con la Ciencia
42
35
42
Fotografías: Varios autores Diseño y maquetación: Mariqui Romero
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editorial
editorial Corría el año 1995, dos años después de nuestra llegada al instituto. Tras mucho hablar y envalentonarnos, y animados por el entonces director, Jaime Gil, decidimos empezar con la revista del instituto. Y como escribimos en aquel momento: “Todo estreno conlleva emoción, responsabilidad, y sobre todo, muchas esperanzas e ilusiones”. Intentamos que fuera una revista abierta a todos, alumnos, profesores y todo aquel que quisiera colaborar y añadimos en aquella primera editorial: “nuestras pretensiones son modestas, pero nuestras ganas y entrega van a compensar, sin duda, nuestras evidentes carencias”. Porque en aquellos primeros números participó todo el mundo y hasta nuestros conserjes eran nuestro apoyo “logístico y técnico” ya que se fotocopiaba en el instituto. Todo muy precario, pero de resultado efectivo. La maquetación corría a cargo de Paquí, la profesora de informática, ¡vaya trabajito que le dimos! Y para colmo, queríamos sacar tres números al año. Ilusos pero ilusionados, lo llevamos a buen puerto: teníamos un grupo de alumnos fieles a la revista, unos coordinadores animados por la dirección y un profesorado que participaba en todo momento. ¿Qué más podríamos pedir? Y el nombre, ¿por qué la bautizamos así? Tras mucho preguntar y decidir, a una ingeniosa alumna, Nieves Díaz, se le ocurrió ”Perícano”. Y nos gustó. Y al preguntarle por qué ese nombre, ella dijo: “por un lado, es el periódico del Instituto Elcano y
por otro, todos los temas tratados en nuestra revista van en torno a, alrededor de nuestro centro”. Nos pareció perfecto y así pasó a la posteridad. Porque aguantamos unos añitos. Y por esta revista pasaron más coordinadores: Jaime Gil la dirigió y maquetó unos años y Ángel Lorenzo la dirigió unos cuantos más. Y ahora nuestro instituto, nuestro por aquel entonces pequeñito instituto, cumple 25 años. Porque sí, era pequeñito, en un edificio donde apenas cabíamos. Habíamos sido una extensión del IES Francisco Pacheco, y por no tener, no teníamos ni nombre. Nos llamábamos IES, a secas. En el 94 nos cambiamos al nuevo edificio: ¡qué grande nos parecía! Si incluso tenía dos patios enormes, y unos edificios que nos dijeron serían el gimnasio y los talleres. Los estrenábamos nosotros. Todo nuevo y todo por hacer. Menudo trabajo les quedaba por realizar a la por entonces directiva y a la que entraría después. Empezaba un sistema educativo diferente y cambiaban tantas cosas… Nos asignaron el módulo de Peluquería y Estética, desaparecía la EGB, el BUP y el COU, y empezaba la ESO y el Bachillerato. ¡Cuánta terminología nueva por aprender! Con este número queremos agradecer a todos aquellos que participaron durante su larga trayectoria (19 años) y hacer un homenaje a nuestro querido Perícano en este año tan especial para nuestro instituto. Ana Santos y Carlos López
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Directores del IES Elcano
Los directores del IES Elcano Foto cronológica
Carmen del Río
Jaime Gil
XXV
Jorge Gala
Aniversario 4 | El Perícano | junio 2017
Juan A. Martínez
Félix Sánchez
Manuel Murga
Manuel Murga Martínez Mi toma de posesión como director del Juan Sebastián Elcano se produce el día 1 de julio de 2009, por lo tanto el próximo 30 de junio se cumplirán 8 años. Es un periodo largo si tenemos en cuenta que el promedio de los que me precedieron en el cargo, es menor. Recuerdo que en mi decisión resultó fundamental la entrevista que tuve con el anterior director Félix Sánchez: por intermediación de Jorge Gala, amigo y anterior director de este centro y del IES Doñana (donde coincidí en su Equipo Directivo), nos citamos una tarde de junio y Félix terminó por convencerme mostrándome la realidad del centro desde su perspectiva de director que además de haber dirigido el centro, contaba con una dilatada trayectoria profesional y también como Director de otros centros docentes. Conectamos rápidamente y me pareció que el centro gozaba de una buena salud desde el punto de vista del ambiente de trabajo y con una buena reputación en un entorno del que yo formaba parte, por residir en su zona y por haber tenido un hijo en el centro. Además conocía tanto profesional como personalmente a todos los directores anteriores así como a su primera directora Carmen del Río “Ziqui”. Así que me pareció todo un reto sumarme a esa lista de compañeros a los que siempre había admirado, además creía poder dar una línea continuista que cuando el centro tiene una buena trayectoria debe ser el objetivo fundamental. Me ha tocado Gestionar el centro en una época de necesidades crecientes con recursos menguantes. Aumento de necesidades materiales, aumento del número de grupos, surgimiento de nuevas necesidades derivadas del necesario avance tecnológico, descenso del personal de administración y servicios y descenso del número de profesores como consecuencia del aumento del número de horas de docencia. Sin desdeñar las reducciones en la remuneración de todos. Pese a estas adversidades y gracias al capital humano pienso que hemos sorteado
los efectos negativos de este contexto y que la profesionalidad de nuestro personal ha permitido que el centro haya podido mantener su prestigio y no se haya resentido la calidad de los servicios que prestamos. Aunque hay que significar que esta situación excepcional exigirá medidas paliativas aumentando las dotaciones económicas que permitan mantener y mejorar unas instalaciones en las que el uso intensivo y el paso del tiempo van dejando su huella. Debemos felicitarnos porque hemos sido capaces de superar las dificultades señaladas, pero también hemos que ser exigentes con el futuro que se nos avecina y ser conscientes de que el caudal de prestigio acumulado podrá erosionarse sino se acometen las inversiones necesarias más allá de la economía de subsistencia a la que nos hemos visto abocados. Otro de los retos que hemos tenido que afrontar ha sido la adaptación a los cambios legislativos. El entramado de un sistema educativo es más complejo de lo que se aprecia a simple vista y exigiría más sigilo y prudencia en los que nos gobiernan antes de promulgar nuevas normas legislativas que con el legítimo fin de mejorar la calidad de nuestra enseñanza lo que hacen es sembrarlo de confusión e incertidumbre convirtiendo en mero desiderátum lo que debería ser una meta irrenunciable. Por eso es necesario buscar el conceso político para orillar las discrepancias que pueden conducirnos a una perpetua y estéril disputa. Pero a pesar de estas dificultades el mensaje de un docente debe ser siempre optimista por naturaleza, el futuro no está ni mucho menos decidido y es la educación la gran herramienta que tenemos todos para aspirar a construir un futuro mejor y a ello tenemos que ponernos con el tesón, el convencimiento y el coraje inquebrantable del que cree en lo que hace. Ojalá que esto siga siendo tarea de todos.
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Mª del Carmen Del Río Hace 25 años, en el curso 1992-1993 se inicia la andadura de este querido I.E.S. Juan Sebastián Elcano. Pero ni estábamos en este magnífico edificio y ni siquiera tenía nombre, era el I.E.S. Fue la Extensión del Instituto Francisco Pacheco, que estaba ubicada en un aulario cedido en la Quinta de la Paz desde hacía varios años, la que dio origen al que después sería Elcano. Los dos primeros cursos los pasamos en aquel edificio, con muy pocos recursos materiales, pero, Dios mío, ¡¡qué recursos humanos!! Empezamos por mi Junta Directiva, Tere, Paloma, Mª José y nuestro Juan Caro, entre todas las mujeres, que era una piña en torno a mí. Éramos un equipo en todos los sentidos y... tenía que ser así, compartíamos hasta despacho. Allí resolvíamos los momentos de crisis, que los hubo, los problemas y todas las cuestiones del día a día. Nunca les agradeceré bastante su colaboración y su apoyo en todos los sentidos pues es mucho más importante su cariño y su forma de hacer las cosas, entregaítos, como decimos por aquí. Los compañeros, profesores del Pacheco muchos de ellos, como yo misma, otros que fueron llegando y que siguen aún, que sólo con tiza, pizarra, su entusiasmo y profesionalidad conseguían de los alumnos lo mejor de cada uno porque la verdad es que ¡¡los alumnos eran buenos!!, en general. Y en secretaría, Concha y José que eran expertos en su trabajo y nos ayudaron muchísimo, a nosotros, novatos en lo del papeleo. Cómo no hablar de Pepe el conserje, que estuvo con nosotros desde el principio. Siempre he pensado que un conserje es más imprescindible que el director, “él abre el Centro” y realiza muchas otras tareas importantes. Como decía el inspector, le gustaba venir porque… “este instituto funciona”. Y casi de pronto ¡¡el milagro!! El nuevo edificio terminado. Y es que tardó varios años en ser construido. Ahí estaba, en medio del campo, no había calle,
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la hicieron para entrar nosotros, precioso, de color rosado, todo nuevo... Pero hubo que montarlo entero: aulas, despachos, laboratorios, etc. Esperar en la calle a las siete de la mañana camiones que no llegaban... eso a la vez que organizábamos el nuevo curso 19941995. Entonces sí que fuimos “un equipo”. Juan se había ido al Pacheco, Cruz se incorporó como Vicedirectora y Charo sustituyó a Mª José como vicesecretaria. La responsabilidad era mía como directora pero el trabajo fue “todas a una” y es que, todas éramos mujeres. Nunca olvidaré el trabajo de Paloma que como secretaria se encargó del montaje, limpieza, etc del Centro, además del tema económico. Tere como Jefe de estudios organizó toda la parte académica de principio de curso, grupos, horarios, etc, Cruz y Concha atendiendo a todo y en fin, lo que corresponde a un grupo de mujeres trabajando a tope y en coordinación. Es que fue así y es para mí un gran orgullo que fuéramos todas mujeres las que pusimos en marcha este magnífico Centro que ya en este curso 94-95 y por un concurso tomó el nombre de “Juan Sebastián Elcano”. Fue creciendo poco a poco. Al principio no había patio, ni gimnasio, ni talleres, pero aun así el entusiasmo de los profesores de educación Física, por ejemplo, suplían las carencias dando clase en un salón, o se iban a la playa... Y así hasta llegar a ser lo que es hoy, un Centro puntero del que han salido miles de alumnos que estoy segura que habrán recibido una formación que les hará ser más personas y más felices y que nos recuerdan, me consta, con mucho cariño. Como yo recuerdo a las personas que he conocido gracias a mi trabajo en Elcano. Gracias a todos, hasta siempre.
Jaime Gil
En Tetuán, última parada de un aventurero, esforzado y vocacional viaje por los vericuetos de la enseñanza, a 21 de mayo de 2017, intentando resumir en pocas líneas aquello que no admite continente: la emoción, el recuerdo, la amistad, el trabajo, el compañerismo, la gratitud… y tantos y tantos jóvenes, ya hombres y mujeres adultos, que llevan en su formación algo de mí: un gesto, un comentario, una mirada o un no sé qué que dije o hice o que dejé de decir o hacer. Todos los jóvenes que han pasado por el instituto durante estos 25 años, ahora ciudadanos con derecho a voto y con el deber moralmente inexcusable de aportar a su sociedad, a nuestra sociedad, lo mejor de ellos, y para los que somos “los profesores de mi instituto”, son, en buena medida, fruto de una labor concienzuda llevada a cabo por todos los integrantes del instituto de forma constante, clase a clase, actividad a actividad, instante a instante, de la que yo me siento muy orgulloso tanto por haber participado de ella como por haber tenido la responsabilidad de dirigirla durante un cierto tiempo con la imprescindible e inestimable colaboración de todos mis compañeros. Una labor minuciosa y trascendental que ha forjado la esencia de nuestro instituto: el trabajo, la profesionalidad, la responsabilidad, la colaboración, el respeto, la afectividad, la tolerancia, la solidaridad… Valores que al paso de estos 25 años han ido impregnando nuestro quehacer diario y que consecuentemente nos identifican, no por azar sino por el esfuerzo y la voluntad de todos y cada uno
de los que participamos de esta colectividad llamada Elcano que, ahora ya y en el futuro, continuarán modelando y perfeccionando (no me cabe la menor duda) todos aquellos que hoy y en los próximos años tengan la responsabilidad de formar entre estas mismas paredes a las nuevas generaciones. Pero, para mí, nuestro instituto es mucho más: compañeros y amigos con los que compartir proyectos, alegrías y tristezas; reuniones interminables de trabajo y de “menos” trabajo; ferias trasnochadas; “trivial” en la sala de profesores, con Alberto entre nosotros, aquellos días, ya idos, en los que los alumnos nos olvidaban por algún que otro motivo “más que justificado”; esfuerzos compartidos en la organización del centro, en la elaboración de la revista, en exposiciones de caretas y flamencos, en imágenes y poemas que inundaron el instituto, en voces que interpretaron a Carlos Cano o recitaron a Luis Cernuda o a Rafael Alberti; aquella chirigota que exploró las calles de Sanlúcar el año que me incorporé al centro y de la que, por desgracia, no llegué a participar del todo; la maravillosa e inesperada despedida que me dieron mis compañeros en el último claustro antes de mi marcha a Tetuán… En definitiva, vivencias entrañables de unos años importantísimos de mi vida y absolutamente inolvidables.
Sí, todo esto es el instituto del que me siento parte y el instituto que siento parte de mí.
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Jorge Gala
Los Institutos, como las personas, son dinámicos y evolucionan, pasan profesores y alumnos, pero permanece la Institución, ahora con 25 años. El IES J.S. Elcano, nació de una Extensión el IES. Francisco Pacheco, trasladándose sus profesores y alumnos, al V Centenario, donde se ubicó el nuevo edificio, que se entregó con prisas y sin completar. Se impartía el 2ºciclo de la ESO, Bachillerato y la incipiente rama profesional de Peluquería, se fue formando un Claustro con profesores con experiencia y motivados con el nuevo Instituto, alumnos y familias también motivados por su futuro. Se fueron finalizando las instalaciones, edificio de talleres de la familia profesional de Imagen Personal, Peluquería y Estética, urbanización de zonas deportivas y zonas verdes con arbolado. Comenzó la masificación, se amplió la escolarización al 1º ciclo de la ESO y acogimos, en turno de tarde, a la Sección de futuro IES El Botánico, hasta la entrega de su edificio. Los alumnos tenían una procedencia más diversa, de toda la parte sur de la localidad, apareciendo problemas de cohabitación, con más de 1000 alumnos, gran parte de adolescentes de la ESO. Posteriormente se estabilizó el Instituto, con 40% de ESO, 40% de Bachillerato y 20% de FP, con un profesorado experto y maduro, alcanzándose un buen rendimiento, con intercambios europeos, con excelentes resultados en Selectividad y a algunos alumnos se les concedió el Premio de Bachillerato de Anda-
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lucía, también fue el Instituto que inauguró la enseñanza bilingüe en la localidad. Hace unos diez años comenzó a jubilarse gran parte de profesorado, tomando el relevo un profesorado más nobel, pero preparado en idiomas y nuevas tecnologías, que se adaptan a los intereses de nuevos alumnos y familias, para conseguir su integración en la Sociedad, tanto en el mundo laboral como universitario. Considero mi experiencia como Profesor y Director muy satisfactoria, me congratulo de haber desarrollado mi trabajo con excelentes profesionales, tanto en mi Departamento Didáctico (Física y Química) como en el resto, resalto las buenas relaciones con compañeros y alumnos, recuerdo esos ratitos de “mesa camilla” de la sala de profesores o los cafés en el bar, durante el tiempo libre, me alegro de haber desarrollado funciones directivas intentando mejorar el Instituto desde puestos de responsabilidad. Dicen que sólo se recuerda “lo bueno”, pero es que estos 25 años que se celebran han sido buenos, cumpliéndose los objetivos propuestos, “un Instituto funciona bien cuándo el profesorado quiere que funcione bien”. Doy ánimos al actual profesorado para que continúe trabajando por una enseñanza de calidad, felicito al profesorado emérito y cargos directivos por sus aportaciones y desearles que todos se sientan satisfechos como yo ahora me siento, al menos otros 25 años.
Juan Antonio Martínez Considero el cargo de director un puesto de responsabilidad que requiere grandes dosis de dedicación y sacrificio y que debe ir acompañado de una buena capacidad de gestión, coordinación y sinergia, entre otras cualidades, como son la templanza, la comprensión y la flexibilidad. No es de extrañar, pues, la escasez de candidatos a ocuparlo. No los hubo en la fecha en que fui designado y que acepté únicamente por sentido del deber. Fueron años difíciles en los que había que ir tomando medidas para tratar de evitar los altercados, los destrozos, los robos, las fugas y hasta los incendios provocados: un día se caía la valla que, como en un castillo, estaba rodeada por un foso para los cimientos de los pisos que iban a construir, otro entraban por la noche a robar instrumentos musicales u ordenadores, otro me despertaba la policía de madrugada porque había saltado la alarma, otro tenían que acudir los bomberos para apagar un incendio en el cuarto de los productos de limpieza, otro tenía que atender a los vecinos que se quejaban de que algunos alumnos entraban en sus propiedades saltando la valla, cual almonteños el lunes de Pentecostés, y así nos íbamos entreteniendo. Por aquel entonces, además, albergábamos por la tarde una extensión que después pasó a ser el I.E.S. Botánico y que generaba su propia problemática, aumentando, de camino, la nuestra. Citaremos como ejemplos las dificultades para la organización de las tareas de limpieza o para averiguar la autoría de los actos vandálicos que se producían en unas instalaciones compartidas por los dos turnos. Pero no todo consistía en luchar contra las adversidades. Había días de bonanza en los que la nave avanzaba firme hacia el horizonte. Uno de ellos el Departamento de Francés
presentó un proyecto bilingüe magníficamente elaborado en respuesta al decreto de creación de centros bilingües recientemente publicado. La idea de convertirnos en uno de ellos cuajó enseguida, pero yo tenía claro que el futuro demandaba otra dirección. Así, animé al Departamento de Inglés a que presentara su propio proyecto y pronto nos convertimos en el primer I.E.S. con bachillerato bilingüe español-inglés de la localidad. No hace falta hacer mención del espectacular avance que este hecho ha producido en nuestro centro y de la oportunidad que ha ofrecido a toda una generación de estudiantes sanluqueños. La labor realizada se pudo llevar a cabo porque, afortunadamente, las personas en las que confié para constituir el equipo directivo respondieron maravillosamente, formando así un grupo compacto, eficaz y bien avenido que hicieron que, pese a las dificultades, pudiéramos llevar a buen término nuestra misión. Mi agradecimiento para todos ellos y para los demás compañeros que compartieron estas experiencias y que con su comprensión, dedicación y saber hacer colaboraron para lograr que este centro mejorara cada día.
Ahora, desde mi retiro, miro atrás y veo los rostros de los magníficos profesores y excelentes personas con los que he compartido gran parte de mi vida y que hacen que me llene de orgullo por haberme permitido formar parte de las suyas. Mi abrazo más cariñoso y sincero para todos vosotros.
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Félix Sánchez Suele suceder que aquellos hechos que más nos han marcado, que más trascendencia han tenido para nuestro futuro, han ocurrido sin esperarlos, sin buscarlos, de manera imprevista, sin haber hecho nada para que ocurrieran y sin que pudiéramos siquiera imaginar que pudieran ocurrir. Así fue como una mañana de junio del 2006 me llamaron al, ya desaparecido, IES Barrameda donde trabajaba y me propusieron la dirección del IES Juan Sebastián Elcano. Aquella propuesta me produjo un desconcierto monumental. Elcano era un referente para mí. Aquí habían estudiado mis tres hijos, el pequeño aún cursaba estudios en él. Era un instituto moderno, con un profesorado prestigioso, de un tamaño considerable y yo tenía cierta experiencia en la dirección pero en un Centro cuyas dimensiones y complejidad estaban muy lejos de lo que se me ofrecía Y así fue como, disfrazando de reto lo que en realidad era una temeridad, elegí el monosílabo que me trajo hasta aquí. Llegué como quien anda pisando huevos, inseguro, pero animado por una gran dosis de ilusión e inconsciencia. Tuve la gran suerte de contar con la firmeza de Clara, el tesón de Aurora, la clarividencia de Antonia y la sabiduría de Javier. Los cinco contamos con la experiencia y el apoyo de José Antonio Camacho que nos ayudó aquel verano a desentrañar los entresijos de un instituto y a contar sobres de matrícula. Fue una dirección peculiar porque, salvo algunas competencias muy concretas, la mayor parte de las actuaciones fueron llevadas a cabo de una manera colegiada. Siempre estuvimos de acuerdo en lo que
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queríamos y en como debíamos hacerlo. En las discrepancias siempre hubo respeto y afecto; de la misma manera que cuando, por distintos motivos, se incorporaron al equipo directivo el propio José Antonio y Pilar Muriel. Tal vez la memoria me esté jugando una buena pasada pero el caso es que recuerdo las reuniones de equipo directivo como muy divertidas, tanto que son de lo que más añora de esos años. Mis primeras reservas se fueron desvaneciendo al comprobar que también el claustro me aceptó sin reservas, como me ayudó desde el respeto y la colaboración el equipo directivo anterior y así poco a poco me sentí como un miembro más de este centro donde llevo ya once años. No hubo un día en que algún compañero no llamara a la puerta de dirección y me sacara unos minutos para tomar un café ni faltó colaboración por parte del claustro para cualquier actividad que el equipo directivo propusiera.
Pasado el tiempo, recuerdo aquellos años como de los mejores de mi vida profesional y me siento satisfecho y orgulloso de haber sido director de este centro por lo que aprendí y por las personas que, gracias a aquella decisión conocí. Creo que acerté con el monosílabo.
1. Porque después de estos veinticinco años de navegación, Elcano se merece echar amarras y que toda la tripulación brinde por las experiencias vividas en esta emocionante y dura singladura. 2. Porque llevamos veinticinco años trabajando, formando, conviviendo y disfrutando con la juventud sanluqueña. 3. Porque después de estos años formamos una gran familia educativa y como tal, ha llegado la hora de celebrarlo. 4. Porque creemos que la educación es el instrumento más eficaz para luchar contra las desigualdades. 5. Porque es un buen motivo para hacer una pausa y contemplar la estela surcada. 6. Porque la labor realizada forma parte de nuestras vidas, se comparten muchos momentos con compañeros y alumnos, que están en nuestro recuerdo, y por ello, ¡hay que celebrarlo! 7. Para recordar sus inicios y ver cómo han ido labrando su futuro los antiguos alumnos. 8. Porque el paso por el instituto es esencial para la formación de una persona. 9. Porque varias generaciones de la misma familia han pasado por estas aulas y eso une aún más a padres e hijos. 10. Porque podremos rememorar los buenos momentos vividos junto a las personas que lo han hecho posible. 11. Porque proponemos una educación abierta al mundo. 12. Porque procuramos ayudar al alumnado a desarrollar su talento, potenciando lo mejor de cada uno. 13. Porque algunos llegamos veinteañeros y treintañeros, y después de tanto tiempo, lo seguimos siendo. ¡Ejem!
14. Porque los miles de alumnos que han pasado por nuestras aulas se lo merecen. 15. Porque los bocadillos del bar del instituto siguen siendo recordados por quienes los disfrutaron. 16. Porque el olor de aquellas fotocopias hechas en conserjería nos devuelven el sabor del pasado. 17. Porque volver a andar por los pasillos del instituto os traerán aquellos años en que recorristeis kilómetros por ellos. 18. Porque el espíritu cooperativo e innovador del marino que da nombre a nuestro instituto y que llegó a nuestra ciudad para convertir su expedición en la primera en dar la vuelta al mundo se ve reflejado en la aventura educativa de nuestro instituto. 19. Porque fuimos de los primeros institutos de Andalucía en acoger el bilingüismo y ya son doce los años que intentamos llevar este proyecto a buen puerto. 20. Porque, por encima de todas las nuevas tecnologías, el motor que mueve la educación es siempre el mismo: el ser humano. 21. Porque a pesar de todas las leyes educativas y reformas, el instituto sigue siendo el mismo y ha querido dar siempre lo mejor de sí a todos los jóvenes que han pasado por él. 22. Porque hay algo que aprendiste en las aulas que te marcó para siempre. 23. Porque hay que celebrarlo por los que están, por los que estuvieron y por los que estarán. 24. Porque el profesorado, el personal no docente, el alumnado y los padres y las madres celebremos juntos lo que hemos estado haciendo entre todos. 25. Porque, como dijo Nelson Mandela, “la educación es el arma más poderosa para cambiar el mundo”. Revista del IES Juan Sebastián Elcano | 11
25 razones
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por las que MERECE LA PENA celebrar el 25 aniversario del razones I.E.S. Juan Sebastián Elcano
delegado de Centro
Nuestro paso por el Centro Sergio Guerra García Delegado de Centro
Es propio, ahora que los alumnos de segundo hemos terminado el curso y nos vemos más en la Universidad que aquí, que hagamos balance de las impresiones y experiencias que hemos vivido en este centro. Es propio, pero no fácil, porque para poder hacer ese balance tendríamos que tener en cuenta que no todos llevamos el mismo tiempo, ni todos venimos del mismo lugar, ni hemos tenido las mismas asignaturas ni los mismos profesores. En mi caso, por ejemplo, Elcano y Bachillerato han sido una experiencia exprés de dos años, se podría decir que soy una suerte de inmigrante, que vino a este centro sin más pretensiones que estudiar Humanidades y llegar a la Universidad. Os seré sincero: en mi caso, el primer trimestre de bachillerato fue una tortura. Más por el centro en sí que por lo académico: tres pisos, cientos de escaleras que bailaban y cambiaban de sitio como las del colegio Hogwarts, de magia y hechicería – salvando las distancias, claro – y una cantidad de alumnos descomunal. El caos de los cambios de clase: los que veníamos de fuera, perdidos como gallina sin cabeza, los que son de toda la vida, como pez en el río, mirándonos, riéndose de nosotros más desde la lástima que desde el cachondeo. Menos mal que después, esos mismos alumnos que nos miraban con lástima fueron los que nos explicaron las nociones básicas para no perder
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la cabeza: tú sube siempre por la misma escalera, no entres en ningún baño que no sea del piso de arriba del todo, en los pasillos no mires a nadie a los ojos, ese profesor es un poco borde, en esa escalera no hay cámaras; en la cafetería, ve una hora antes para
Alumnos NUESTRO PASO POR EL CENTRO
encargar el bocadillo. La verdad es que, pasado ese primer trago, fue gracioso ver como las masas de alumnos provenientes de diferentes centros se fueron diluyendo con los nativos de este: nuevas amistades, nuevos grupos, nuevas bromas, nuevos amores. Puede que este centro fuese un poco caótico, pero lo cierto es que muchos nos iremos de él con la impresión de que fue un estupendo sitio para hacer vida social. Segundo ha sido algo totalmente distinto. Ya cada uno sabía a lo que venía y, exceptuando a los nuevos alumnos, había poco de caótico en el centro. Al iniciarse el curso, cada cual tenía ya su grupo de amigos – y de no tan amigos – y sus estrategias para pillar bocadillo, conseguir fotocopias rápidas o salir, sin ser
mayor de edad, por las puertas del centro. Más que por la experiencia en el centro, segundo de bachillerato ha sido una tortura en el plano académico: el primer día decidimos contar cuántas veces nos decían la palabra SELECTIVIDAD a lo largo del curso; al cuarto día tuvimos que dejarlo, porque habíamos perdido la cuenta y porque de repente la Prueba de Acceso a la Universidad había cambiado de nombre y de forma y era más una incógnita que cualquier otra cosa. Los profesores no sabían ni cómo llamarla, pero lo cierto es que la llamaron de diversas formas y muchas veces. Muchísimas. Se podría decir que segundo ha sido como montarte en un tren cuyo destino sabes que es colisionar con otro tren. Menos mal que a la hora de la verdad se evidencia que ese otro tren es de papel, casi como una mentira, mientras que el tuyo es férreo hierro. No es para tanto. Ahora que ya hemos terminado esta, intensa, etapa de nuestra vida y de nuestra formación, la verdad es que pienso que la mayoría de nosotros nos iremos con una gran satisfacción en lo personal, por las personas conocidas y los conocimientos adquiridos; pero sin lugar a dudas, también pensaremos en Elcano como en ese sitio donde sudamos la gota gorda con tal de salir de esta ciudad y conocer mundo, y conocer más personas, y aprender un poco más.
AMPA “Conquistadores” IES Juan Sebastián Elcano
Con motivo de la celebración del 25 aniversario de la apertura de este IES, desde la Asosiación de Madres y Padres de Alumnos del mismo, queremos participar recordando en esta breve nota su inicio y, aprovechar esta ocasión, para dar las gracias a todos los miembros de las distintas Juntas Directivas, socios y socias que han pasado por aquí dedicando su tiempo a mejorar esta comunidad educativa. El esfuerzo y trabajo que tuvieron que emplear los fundadores de nuestra Asociación, debió de ser bastante duro. Su creación fue el 21 de Enero de 1993 y tuvo lugar en el CEIP Quinta de la Paz, Centro al que trasladaron los alumnos de esta zona para cursar la enseñanza secundaria. Cuando ¡por fin! se prevee que se construya un nuevo Instituto por la Avda. “V Centenario”, se crea esta AMPA. El primer Presidente fue Francisco Ebrero Suarez, para reflejar la situación en la que se encontraban transcribo a continuación un párrafo del acta fundacional: ... “ La Asociación ha adoptado en plan jocoso el nombre de “Objetivo Arroyo San Juan”, ya que será el lugar donde se construirá el nuevo Instituto de Enseñanza Secundaria. Será objetivo primordial de esta Asociación el
presionar y vigilar para que los plazos de ejecución de obras se cumplan y que el Centro reuna las condiciones que aseguren la impartición de una enseñanza pública de calidad y conseguir que los alumnos abandonen el edificio de la Quinta de la Paz (que nunca debió ser Instituto) y ocupen el nuevo edificio del Arroyo San Juan”. Estas palabras reflejan el malestar por la situación en la que se encontraban –según describen el edificio no reunía las condiciones necesarias de habitabilidad y menos aún para ser un Instituto-. Después de muchas demandas al Organismo competente, protestas y movilizaciones de toda la comunidad educativa afectada por esta situación, se finalizan las obras y el curso 1994-95 comienza en el IES “Juan Sebastian Elcano”, aunque todavía falta una segunda fase. Continuaron las demandas, protestas y presiones para que finalizaran esta segunda fase. Las siguientes Juntas Directivas presididas por Nieves Fernandez y Reyes Abora, siguieron teniendo bastante trabajo. El nuevo Instituto albergaba demasiados alumnos, tantos que se repartían en dos turnos; uno de mañana y otro de tarde. Tuvieron que realizar movilizaciones jun-
to con el resto de la comunidad educativa exigiendo que se agilizaran las obras de construcción del nuevo IES El Botánico. Esto no sería hasta el año 2005, con lo cual hasta el curso 2005-2006 que inició su apertura el IES El Botánico, esta situación continuó. Es en este año 2005, cuando una vez alcanzados los objetivos marcados en un principio, se cambiará el nombre de la asociación, de “Objetivo Arroyo San Juan” pasará a denominarse AMPA “CONQUISTADORES”, nombre por cierto muy apropiado, tanto por la relación con el nombre elegido para el Instituto como por el objetivo conquistado. Y llegamos a esta última etapa, ya más tranquila, sin tantas demandas que conseguir, pero no por ello menos activa. Pasan otras Juntas Directivas; Dolores Vera, Pilar Olmedo, Josefa Hidalgo, Mercedes Fernández, Salvador, Ana, Elvira y muchos más que quedan por nombrar y que han colaborado y trabajado dedicando su tiempo libre a la defensa de una mejor calidad en la enseñanza y por el bienestar de nuestros hijas e hijos en nuestro Instituto. ¡ FELIZ 25º ANIVERSARIO “IES JUAN SEBASTIAN ELCANO”!
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AMPA
El Instituto del Arroyo de San Juan
relatos
AYSHA
Llegó en febrero, con la lluvia y el temporal… La bomba que mató a Aysha estalló hace mucho tiempo. Estalló mucho antes de que las olas de aquella playa griega mecieran suavemente su cuerpecillo menudo e inerte de muñeca rota. Estalló mucho antes de que ella cayera al agua y el mar inundara sus pequeños pulmones, llevándose por fin el dolor, la angustia y el frio. Aquella bomba había acabado con su vida… No con la vida física, pero sí con todo aquello que hace de la vida, vida. Había matado a su madre y a su hermano pequeño. Había arrasado su casa y la monotonía de los días felices. Había terminado con los deberes y
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con los juegos del patio del colegio. Había acabado con la inocencia de su mirada y con su sonrisa. A cambio le había dejado el miedo. Miedo a dormir por si no se volvía a despertar. Miedo a despertar y tener que luchar por sobrevivir otro día. Miedo a quedarse sola. Miedo a perder lo poco que aún le recordaba que había tenido una existencia anterior al miedo. Y con el miedo llegó la tristeza, envolviendo con su manto oscuro y áspero los amaneceres, ahogando su risa antes de que naciera, secándola por dentro, dejándole la angustia de las lágrimas no vertidas y el ansia de los abrazos sin respuesta.
Llegó en febrero, con la lluvia… En aquellos días, a veces soñaba, y en sus sueños volvía a escuchar la voz de su madre, volvía a sentir las caricias y el calor de sus manos, el olor de su piel caliente y dulce, la suavidad de su pecho y el ritmo sosegado de sus latidos que la calmaban y le decían que nada en el mundo podría ir mal mientras ella estuviera a su lado. Abrazada a su padre, lo dejaba llorar y lo mecía, como hacía ella con sus muñecos antes de la bomba. Pero no era capaz de cantar para consolarlo, como cantaba su madre para consolarla a ella de sus pequeñas tragedias infantiles. La bomba se había llevado también su voz… Como también se había llevado la música y el canto de los pájaros…
Eva María López
A cambio había dejado el silencio. Ominoso, terrible, asfixiante. Sólo roto por los disparos que a veces sonaban demasiado cerca. Sólo roto por los lamentos desgarradores de alguna mujer, o los gritos angustiados que anunciaban otro bombardeo. Sólo roto por el llanto interior, callado y lacerante que ahogaba su corazón constantemente.
Llegó en febrero… La bomba se llevó los colores y el olor de las flores, el sabor de los dulces y las especias del mercado. Volvió grises las ropas y grises los rostros. Afiló los bordes de las cosas, recortándolas con dureza sobre fondos que ahora eran siempre negros. Se llevó la quietud del atardecer y volvió la vida dura y amarga.
A cambio dejó el hambre. El hambre que nublaba los pensamientos y se volvía obsesión permanente. El hambre que la hacía salir a pesar del miedo, a pesar de la tristeza, a pesar del silencio. El hambre que sacó a su padre de su letargo y los obligó a huir aferrados a su sueño de normalidad, a su deseo de vivir, a lo poco que les quedaba. El día que subieron a la barca llovía. El mar era una masa acerada y amenazadora, pero la necesidad era más fuerte que el terror. El viento ensordecía sus oídos y el mar azotaba sin compasión el frágil armazón. El llanto se mezcló con las gotas de lluvia, y los gritos angustiados de sus compañeros de infortunio hasta que al final, tras varias horas de lucha contra lo imposible, la esperanza
abandonó la nave, dejándolos a su suerte.
Llegó… Por fin llegó la muerte, a cobrarse el último pago. A terminar el trabajo que había dejado a medio hacer el día que estalló la bomba. La arrancó sin compasión de los brazos de su padre con sus garras frías y húmedas, y la hundió en la negrura de las aguas embravecidas, en el olvido, en la nada. Dejó su pequeño cadáver exánime, a la deriva, a merced de la corriente y el oleaje que jugó con él hasta hartarse y terminó arrojándolo con indiferencia a aquella playa de guijarros grises. Así llegó Aysha, por fin, a la tierra prometida, a la tierra de leche y miel que ya nunca podría saborear.
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bilingüismo
The Importance of Being Earnest Lydia Heald
Eight Spanish teenagers, each clutching a copy of one the most famous English language plays worldwide. The goal: to rehearse and successfully perform in front of friends, family and strangers a foreign work of over an hour, with a time frame of mere months. To some, it might seem an impossible task. But to this determined group of 16 and 17 year olds, performing Oscar Wilde’s celebrated work, The Importance of Being Earnest, was an achievement always within their reach. I’m sure it crossed their mind what an enormous uphill struggle they had ahead of them. It certainly crossed my mind. In fact, it did more than cross my mind: the thought stayed planted there for a number of weeks. But were they deterred? Absolutely not! Of course, there were the
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initial endless weeks of reading through the script, correcting the pronunciation of the same words over and over again. Just a reminder (not that you need it): “wicked” has two syllables. Repeat after me. Wick-ed. Very good. There was the typical fight to overcome their aversion to so much as holding hands. I felt like a stuck record. “You’re in love, show it!” And they were just two of the many hurdles we had to face. Don’t forget that this was a group of Spanish teenagers, born and raised in the 21st century, trying to portray on stage the linguistic and cultural characteristics of the English gentry in the 19th century. Fast forward a few months down the line and progress was starting to be made. Lines were gradually (very gradually, some
might say) being learned.Worthing now actually looked like he wanted to propose to Gwendolen (some of the time). Students even started to ask what they should do to really look like they belonged to the upper circles of Victorian English society. Cue numerous demonstrations from me: respectable ladies sit like this; a gentleman would take a lady’s arm like this; servants must curtsy to their masters, just like this. All seemingly trivial things, but respectable members of society had to know how to behave in public. And what servant would be so disrespectful as to leave the room without curtsying? Before we knew it, it was showtime! The first audience were all in their seats, and where there were once 8 teenagers, now there stood true ladies and
gentleman of Victorian England (and all it took was a few hours of hair and make-up). Of course no one expected the first performance to be perfect, but credit to them, they set the bar high. And it only got better from there. The true test came when it was time to perform, not to classmates and family watching the play free of charge, but to paying members of the public. The scale of the audience was no doubt daunting and there were moments where I’m sure it wasn’t only me with
my heart in my mouth. But just like that we were transported from a warm, sunny, Spanish evening to an English gentleman’s apartment, and on to his home and garden in the countryside. My worrying, it turned out, was all for nothing. It was a real triumph! You might think that what made it great was the audience reaction on the night, the laughs the play received, the unending praise directed at the students. But not for me. What really made it all worth it was the look on
these 8 teenagers faces when they realised they’d done it, and not just well, but brilliantly. The knowledge that all their months of hard work had paid off was plain to see in their expressions. But more than that, as one boy said, “the important thing is that we enjoyed it. We’ve shown that we can work together, and we’ve created chemistry between us in these few months. I’m proud of all of us”. And you know what? They have every right to be proud!
rato (5 alumnas y 3 alumnos), de forma voluntaria, ha estado trabajando desde finales de octubre en un proyecto en el que han depositado numerosas horas de su tiempo libre, e incluso restando algunas de su estudio personal, a fin de conseguir poner en escena, de forma brillante, una actuación de más de una hora en escena, con la complejidad que conlleva su realización en la lengua de Shakespeare. El apoyo de las familias, la formación impartida por el profesorado en inglés y la necesidad
de aprender idiomas en un mundo cada vez más globalizado, requieren actividades adaptadas al conocimiento lingüístico del que ya se dispone en una muy amplia capa de la sociedad actual. Su realización ha sido posible gracias a la inestimable ayuda de patrocinadores, sección de peluquería y estética del centro, equipo directivo y profesorado del centro, destacando la implicación de Lydia Heald (auxiliar de conversación), Alejandro Berbel y Jesús Gómez.
Teatro en inglés
El departamento de inglés, en coordinación con la sección bilingüe del centro, ha representado, en inglés, una adaptación de la obra “The Importance of Being Earnest” del escritor romántico Oscar Wilde a lo largo del pasado mes de mayo, tanto en el IES J.S. Elcano como en el IES El Picacho. La obra es una fina sátira de la época victoriana en la que O. Wilde ironiza acerca del inmovilismo y conservadurismo de una sociedad en las postrimerías de lo que fue el imperio británico. Alumnado de 1º de bachille-
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One coffee, please Alexis Kopakowski Publicación original: El Perícano, 2008 I came to Spain for all the reasons anyone decides to spend a year abroad; to travel, experience another culture, learn about the world, practice a language, have adventures, challenge myself, and more. I knew it would be a fantastic whirlwind of adventures I could never gain from a library back in the United States. I had no idea, however, that one of the best things I would learn is how to sit still, relax, and truly enjoy a deliciously rich cup of Spanish coffee. In the United States, the coffee is different. It’s not just the taste (which is a horrible three-hour-old heavily watered down burnt flavor), but also the entire act of drinking a coffee that is different. First of all, we drink our coffee for the caffeine. We drink it because we desperately need to stay awake during the next five hours of class or work. Second of all, our coffee is almost always togo. We drink it on the run. Rather than take a breather, an hour or so coffee break to unwind and chat with our friends, we throw the $1.80 at the Starbucks barista, grab our giant over-sized paper to-go cup full of some indescribable brown watery liquid, and chug the stuff back as we speed to work. Hopefully by the time we arrive at our destination, we will have enough of a ‘buzz’ to keep our eyelids from drooping shut during that important meeting. Well, you can imagine my surprise when I arrived in Spain. I looked at my first cup of coffee and wondered if there had been a mistake. I mean, I could finish that puny little thing in one gulp! Then I tasted it and was blown away by the incredibly strong, robust flavor. It was a flavor that had yet to grace my taste buds in my American upbringing. A flavor of…yes! A flavor of coffee! A
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coffee so rich and intense, so bold and inspiring it actually made me want to sip slowly and savor every swig. So this is why the cups are so small! As the days passed and I settled into my new Spanish life, I began to look around and notice that everyone enjoyed the coffee just as I did. In fact, they seemed to enjoy it so much that they made a grand
event of it. An entire chunk of their day was dedicated to their precious ‘manchado,’ ‘cortado,’ or ‘descafeinado de máquina templaito en taza.’ And the more time I spent in my tiny coastal Andalucian beach town, the more I realized it’s not just the flavor and richness of the coffee they enjoy, but the feeling you get when you drink it. The long hour you take out of your day to sit at your favorite café and laugh with your favorite friend is such a simple yet thorough pleasure. Sometimes it’s not just one hour but two or three, and not just once a day but two or three times. I have yet to see a Spanish person hustling down the street, all bleary-eyed and rushed, with a to-go cup clutched desperately in their hands. In the U.S. we think we just don’t have time to sit and sip a tasty coffee from a lovely china mug. Therefore we feel we must chug out of
a silly paper cup as we trip over our own feet in our attempts to walk faster and drink at the same time. Now, I don’t want you to get the wrong idea. We do have chairs in our coffee shops, and people can be seen sitting in them. In fact, I have, on occasion, actually sat in one myself. However, this usually only occurs on a bi-weekly or even monthly basis, and a chair-sitting person in a coffee shop is almost always accompanied by a stack of books or a laptop (or both). Yes, we Americans are perpetual multi-taskers. We don’t know how to relax and do nothing without feeling terribly guilty about it. They always warn you about culture shock when you go to another country. However, I think culture shock is fairly overrated. You always expect a big drastic change when you travel, a harsh slap in the face by the other country’s customs (or customs official, but that’s another story). I do think, on the other hand, they should warn you more about reverse culture shock when you go back home. That’s the hardest part because you don’t expect it. It’s more like a brutal, large-fisted punch right in the nose when you aren’t looking. There should be some sort of mandatory three-week cultural detox period in which you are slowly reintroduced to your own customs. I think the biggest reverse culture shock I am likely to experience, one which I may never quite recover from, is when I take my first sip of good old American to-go coffee. It will be quite a shocker indeed. In order to prepare for that initial kick in the gut, I will have to spend my last month in Spain systematically watering down my coffee until I have arrived at something similar to a Dunkin’ Donunts to-goer. One-third coffee, two-thirds water.
Sobre el nombre de Sanlúcar
Resulta difícil establecer la ubicación y la coincidencia entre las ciudades actuales y las zonas de poblamiento descritas en los primeros restos documentales. Sanlúcar es un ejemplo de ello, y aunque será la arqueología la que tenga la última palabra, sí podemos acercarnos a las distintas denominaciones que ha tenido, si no la ciudad, si las zonas más cercanas, que con poblamientos sucesivos han configurado lo que hoy es Sanlúcar de Barrameda. Abundantes son las noticias y descripciones de la zona en la Antigüedad (Avieno, Estrabón, Herodoto, etc) que identifican Sanlúcar con el Templo del Lucero (Luciferi Fanum –Lucero claro- Algaida) lugar santo en el que se rinde culto a Venus, el astro más luminoso tras el Sol y la Luna, que es el primero que aparece y el último que se esconde; este lugar santo se romanizará más tarde con el culto a Juno, considerada la Venus marina (Junioni Ara). Tras la conquista musulmana las noticias sobre la zona se desvanecen, pero conocemos posibles denominaciones de la ciudad: Almesquid (mezquita), que para algunos historiadores coincide con la actual Chipiona, Massagüed (templo) o Hiz-no-l-kaer (divinidad, autoridad de Dios); como vemos, denominaciones siempre en relación con el carácter santo del lugar. Con la conquista cristiana, a finales del siglo XIII, aparecen los nombres de Santlucar y Solucar, que para muchos historiadores son sinónimos. El complemento de Barrameda aparece posteriormente como forma de diferenciarla de otras Sanlúcar. Analizadas las distintas denominaciones que posiblemente ha tenido nuestra ciudad, cabe preguntarse por el origen del topónimo, es decir, ¿de dónde procede el actual nombre de Sanlúcar de Barrameda? Una de las teorías planteadas hace derivar el nombre del patrón de la ciudad, San Lucas, sin embargo esta hipótesis queda rechazada ya que el nombre de San Lucar aparece antes de la dominación cristiana, siendo impensable que exista santo antes del poblamiento. Lo más aceptable sería la teoría contraria, es decir, que la ciudad tomó patrón por la coincidencia del nombre. Para algunos arabistas el nombre de Solucar derivaría de la palabra árabe Xoluca (viento de levante), pero el término aparece en la documentación posterior al de Santlucar, pudiéndose entender el primero como abreviatura de este último.
Publicación original: El Perícano, 2000
Guadalupe Martínez.
En el estado actual de la investigación no existe una teoría clara y única que demuestre el origen del término, la mayoría de los autores parecen inclinados a aceptar que el nombre de Sanlúcar procede del Santo lugar del que nos hablan los textos más antiguos, no etimológicamente, pero si en relación a lo sagrado de la zona, tradición que se mantuvo incluso en época musulmana y que recogieron los cristianos tras su conquista. Lo evidente es que famoso e importante tuvo que ser el templo del Lucero si atendemos a las numerosas referencias que sobre él hay en la documentación. El historiador Pedro Barbadillo argumenta aún más esta teoría, ya que al analizar el origen de Sanlúcar la Mayor (Sevilla) encuentra que en la zona también hubo un templo consagrado al Lucero, coincidencia de circunstancias y nombre interesantes. El término Barrameda aparece, como dijimos antes, en época posterior, posiblemente para diferenciarla de Sanlúcar la Mayor y Sanlúcar de Guadiana. El nombre parece tomarlo, según algunos historiadores, del convento existente en la zona de Bonanza (hoy desaparecido), para otros, sería el nombre que anteriormente recibía el propio puerto. Pero ¿cuál es el origen del nombre? Conocida es la creencia popular que atribuye el nombre a la expresión marinera de la Barra-me-da; Pedro Barbadillo hace derivar el nombre de la barra y el sufijo “eda” que significaría “abundancia de” o “existencia de”; no obstante, parece que lo más acertado es aceptar la procedencia árabe del término, Bab-rh-mda o mar de la barra arenosa; lo que está claro es que el término hace referencia al accidente geográfico existente en la desembocadura del río. Si queréis acercaros, no sólo al tema aquí tratado, sino a otras épocas históricas de nuestra ciudad, podéis consultar la siguiente bibliografía: -BARBADILLO DELGADO, P.: “Historia de la ciudad de Sanlúcar de Barrameda” (Madrid, 1942) -GUILLAMAS Y GALIANO, F.: “Historia de Sanlúcar de Barrameda” (Madrid, 1858) -MÁRQUEZ HIDALGO, F.: “Godoy y la Sanlúcar ilustrada”. Colección Cuadernos de Sanlúcar. -V.V. A.A.: “Los pueblos de la provincia de Cádiz. Sanlúcar de Barrameda” Diputación de Cádiz. -VELÁZQUEZ GAZTELU, J.P.: “Historia Antigua y Moderna de Sanlúcar de Barrameda”
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GAUSS Y LA GEOMETRÍA EMPÍRICA. Jacoba Agüero Sánchez (prof. Matemáticas) Ángel M. Lorenzo (prof. Filosofía)
A finales del crudo invierno de 1820, el recién coronado rey de Hannover, Jorge IV, ordenó que una comisión formada por los científicos más prestigiosos de su reino se hiciera cargo de una misión de gran relevancia política y militar. Los vecinos daneses ya la habían emprendido hacía bastante tiempo y les llevaban una considerable ventaja. Dicha misión no era otra que la de intentar alcanzar, urgentemente, un conocimiento lo más preciso posible de la extensión, la orografía y la figura de su recién heredado reino. De habérsele encargado la tarea a cualquier otro topógrafo, probablemente se hubiera restringido a los límites habituales de este tipo de cuestiones: mediciones sobre el terreno, constatación de fronteras, distancias entre poblaciones, descripción de montañas, lagos, curso de los ríos, etc. Pero el coordinador del proyecto, H.C.Schumacher, tuvo la gran idea de implicar en la realización del nuevo mapa topográfico nada menos que a su amigo, el genial matemático C.F.Gauss. Y, con toda certeza, fue esta afortunada decisión la que hizo que el asunto tomara un cariz teórico y metafísico tan marcado, que llegó a amenazar con hacer tambalear los cimientos mis-
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mos de la geometría clásica y de toda la matemática. Gauss vivía entonces en Göttingen, pero, nada más aceptar la propuesta de Schumacher, se trasladó a Hohenhagen, una montaña situada a 15 kms de esta ciudad, para iniciar desde allí la titánica tarea de cartografiar todo el reino de Hannover, y enlazar sus mediciones con las que su amigo estaba llevando a cabo en Holstein y Dinamarca. Gauss dedicará a esta empresa nada menos que diez años de su vida (1820-30). Desde su observatorio en Hohenhagen, a más de 500 metros de altitud, Gauss se propuso establecer una base de referencia fiable, independiente de otras redes geodésicas ya establecidas, con una sólida metodología propia que proporcionara la mayor precisión posible a sus mediciones. Para ello asumió el reto de medir el triángulo formado por el propio Hohenhagen y otros dos puntos montañosos situados a gran distancia de él, con idea de obtener una base de control lo más amplia y exacta posible, por la que regular diversos aspectos del resto de las triangulaciones que se proponía llevar a cabo. Para los otros vértices de este gran triángulo fueron elegidos los montes
Brocken e Inselsberg, situados a 69 y 85 Kms respectivamente de Hohenhagen, y que distaban entre sí nada menos que 107 kms. Pero, ¿cómo medir este enorme triángulo montañoso en una época en la que los aparatos de medida más eficaces sólo alcanzaban pocas decenas de kilómetros y daban unas desviaciones estándar (errores medios) para esas medidas del orden de unos 2,7”? Además, otro gran problema era el de la distorsión que producían las impurezas atmosféricas (vapores y polvo) que se acumulaban ante el visor al atravesar tan largas distancias. Sin embargo, Gauss no estaba, al parecer, dispuesto a desistir. Así que se inspiró en una idea que tuvo años antes en Lüneburg al molestarle el reflejo del sol, mientras observaba Hamburgo con su telescopio, y concibió el proyecto de una innovación técnica fundamental para el éxito de su misión cartográfica. Se trataba de un aparato que, reflejando la luz solar, facilitaba la visibilidad de y desde dos puntos muy alejados entre sí, de manera que hacía posible una medición más precisa, minimizando las interferencias, a pesar de la distancia. Por su vaga similitud con los girasoles, llamó a su invento heliotropo. El instrumento consiste en un telescopio montado en una plataforma graduada con dos espejos perpendiculares entre sí, que giran solidariamente delante del telescopio, por el que se ve sólo uno de ellos. El rayo reflejado en el espejo superior se dirige en la dirección que se va mirando por el telescopio en el otro espejo. Con la colaboración técnica de P.Rumpf, inspector y mecánico del observatorio de Göttingen, Gauss tuvo preparado su heliotropo en julio de 1821. Los resultados fueron espectaculares. Entre Hamburgo y Lüneburg hay unos 50 Kms, y Gauss comenta en sus cartas que veía el reflejo del sol con tal nitidez que tuvo que apartar la vista del visor de su aparato. El heliotropo proporcionó a las mediciones topográficas ya en el siglo XIX una precisión muy similar a la que se alcanzaría mucho después (a finales del siglo XX) con la aerofotometría, el rayo láser y las fotos por satélite. La red de triangulación del territorio de Hannover se componía de 33 vértices repartidos entre torres, igle-
sias y otros edificios en las ciudades; y, fuera de ellas, sobre todo, en las cimas de los montes. Con todo ello, se formaban 51 triángulos, cuyas mediciones Gauss detalló en sus tablas, señalando los excesos y defectos de cada uno de ellos con respecto a los cálculos geométricos realizados a priori y sus respectivas desviaciones estándar. Pero el triángulo que generó la controversia teórica que acabó comprometiendo la solidez de los fundamentos mismos de la geometría, fue el mayor de ellos, el nº 4, con vértices en Brocken, Inselsberg y Hohenhagen (punto de partida y referencia de la triangulación de Gauss). Sus datos eran: a) Ángulo con vértice en Hohenhagen (508 m de altitud): 86º13’58,366’’ b) Ángulo con vértice en Brocken (1156 m de altitud): 53º 06’ 45,642’’ c) Ángulo con vértice en Inselsberg (916 m de altitud): 40º 39’ 30,165’’ La suma de los tres ángulos daba un exceso de 14,173’’ sobre los 180º que suman los ángulos de cualquier triángulo. Buscando una mayor precisión, Gauss recalculó su medición usando su innovador método de los mínimos cuadrados. Este método, que ideó cuando sólo tenía 18 años, ya había demostrado su eficacia cuando predijo con su ayuda la órbita y la posición de los asteroides Ceres (1801) y Pallas (1802) disponiendo de muy pocos datos observacionales, y con la dificultad añadida de que ambos tenían órbitas muy excéntricas (y, en el caso de Pallas, una inclinación de 35º sobre la eclíptica). Al aplicar su ya afamado método en la rectificación del triángulo nº 4 del mapa geodésico de Hannover, su eficacia quedó demostrada una vez más. Después de resolver el sistema de 51 ecuaciones lineales con 8 ligaduras, Gauss obtuvo las correcciones que se debían de aplicar a cada ángulo. El exceso total que obtuvo fue de 14,85348’’, que distribuyó de la siguiente forma: -4,95104’’ para el ángulo con vértice en Brocken, -4,95113’’ para el de Hohenhagen y -4,95131’’ para el de Inselsberg. Era la primera vez que se hacían medidas topográficas a tan gran distancia y con esta precisión. Y aunque la desviación obtenida entraba
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dentro de los márgenes de error propios de la dificultad del proceso, Gauss intuyó que esta diferencia iría aumentando conforme lo hiciera el tamaño del triángulo. Tal vez nunca sería posible medir sobre la tierra un triángulo tan grande como para que la desviación de la suma de los ángulos supusiera una objeción seria a los principios fundamentales de la geometría euclídea, pero una mente inquisitiva como la de Gauss seguramente no pudo evitar preguntarse qué ocurriría si dicha medición se hiciera a escala astronómica. En una carta de 1827 dirigida a su buen amigo Olbers, después de reconocer que el problema “no es importante en la práctica porque el error es despreciable para los triángulos que pueden medirse en la Tierra”, Gauss acaba invocando a su condición y dignidad de científico para no obviar esta cuestión. Además, no era del todo cierto que esta desviación no planteara problemas en la práctica. En sus trabajos de cartografía, durante la confección de sus mapas de Hannover, había podido comprobar que cuando se reflejaban a escala sobre el papel las distancias reales medidas por los aparatos, los ángulos se deformaban; de modo que los cruces entre caminos dibujados no coincidían con la realidad, pudiendo inducir a errores en la interpretación de los mismos en la práctica de campo. Para poder plasmar los ángulos reales de cruce, Gauss usó una técnica llamada “representación conforme” que, aunque resultó muy eficaz, obligaba a alargar sobre el mapa las distancias reales medidas sobre el terreno. Por tanto, la deformación de los ángulos de los triángulos a gran escala no planteaba sólo cuestiones teóricas abstractas, sino que también provocaba problemas concretos en la práctica para la cartografía y para la geodesia. Y por eso resulta tan difícil imaginar que Gauss no llegara nunca a cuestionarse la capacidad de la geometría euclídea tradicional para describir realmente (no a priori) nuestro espacio físico. Algunos historiadores creen que cuando Gauss emprendió la medición del enorme triángulo Brocken-Hohenhagen-Inselsberg, lo hizo con la intención de determinar la validez o no de la geometría euclídea como representación de nuestro espacio físico real. Hilbert, por ejemplo, en sus comentarios sobre el axioma de las paralelas, comenta que, a pesar de que Gauss prefirió achacar las desviaciones sobre los 180º a posibles errores de medida, él estaba convencido de que existía la posibilidad de que futuros experimentos (más precisos y a mayores di-
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mensiones) proporcionaran las bases para elaborar una alternativa viable a las concepciones apriorísticas del espacio de Kant y Euclides, vigentes en su época. En realidad, Gauss venía mostrando interés por este tema desde principios de 1800. En sus cartas con Farkas Bolyai (padre de János Bolyai), Gerling, Bessel y Schumacher da claras muestras de ello. En dicha correspondencia expresa, por ejemplo, su convicción de que para demostrar con total rigor la validez real de la geometría euclídea haría falta un triángulo de área prácticamente infinita (carta a Bolyai del 17/12/1799). A Olbers le dice estar cada vez más convencido de que la realidad física de la geometría euclidiana no podrá ser nunca demostrada por la razón humana (28/4/1817). En una carta a Gerling, lo felicita por tener el valor de expresarse como si contemplara la posibilidad de que el quinto postulado, y con él toda la geometría euclídea, pudiera no ser cierto (25/8/1818). En otra carta a Gerling, refiriéndose esta vez a sí mismo, dice: “soy muy capaz de pensar en la incorrección de la geometría de Euclides” (16/3/1819). Y, una década después, escribe a Bessel para comunicarle que está cada vez más convencido de que no se puede establecer una geometría totalmente a priori (27/1/1929). Parecía, pues, creer ya por entonces, aunque lo expresara de manera vaga, en la posibilidad de una geometría no-euclídea; pero, según confesó en una carta a Schumacher, temía por su reputación si lo hacía público (17/5/1881). Así lo confiesa en la carta anterior escrita a Bessel, en la que dice “temo el griterío de los beocios si alguna vez me atreviera a exponer mi criterio sobre este tema”. Los guerreros beocios eran famosos en toda Grecia por los gritos ensordecedores con que acompañaban sus ataques al enemigo. Gauss usa el término para referirse a los filósofos neokantianos, que dominaban el clima intelectual de su época en Alemania, y eran también famosos por sus sonadas controversias con todo el que se atrevía a llevarles la contraria. Uno de los supuestos básicos de la filosofía kantiana era que la geometría euclídea es la única posible. Para Kant, nuestro conocimiento del espacio, al igual que el del tiempo, es independiente de la experiencia (a priori): se basa en intuiciones puras (no empíricas). Se trataría así de un espacio absoluto, independiente de los seres materiales concretos que lo habitan. La concepción del espacio de Gauss niega esta independencia, y lo define como una realidad empírica. Sobre todo después de su
experiencia en la triangulación de Hannover, Gauss se muestra totalmente convencido de que “el espacio tiene una realidad fuera de nuestra mente y, por tanto, no podemos establecer sus leyes a priori” (carta a Bessel del 9/4/1830). No aceptaba la idea kantiana de que el espacio no fuera más que la forma de nuestra percepción del mundo físico; pero, desafortunadamente, nunca se decidió a dar fundamento alguno, ni filosófico ni matemático, a la existencia de un espacio real (empírico) independiente de nuestra percepción. Para algunos autores, el hecho de que nunca planteara una investigación empírica sobre la estructura geométrica del espacio físico, demuestra que Gauss, en realidad, nunca dudó de la validez de la geometría euclídea, ni antes ni después de sus trabajos geodésicos. Sin embargo, como hemos visto hasta aquí, Gauss tenía serias dudas sobre algunos aspectos de la geometría euclídea incluso antes de sus trabajos geodésicos (1820-30). Lo muestran claramente muchos pasajes de su correspondencia ya desde el año 1800 (como hemos citado antes). De esta época son también sus esfuerzos por demostrar que el postulado de las paralelas es un axioma y no un teorema, como pretendían algunos (entre ellos, el propio Euclides). Gauss llegó a la conclusión, como más tarde haría Bolyai hijo, de que el quinto postulado es un axioma independiente de los demás, y que no podía demostrarse a partir de ellos. Sus trabajos sobre las paralelas son de alrededor de 1805, pero cabe suponer que Gauss sospechaba desde mucho antes esta y otras debilidades de la geometría de Euclides. La biblioteca de la Universidad de Göttingen poseía una buena recopilación de escritos sobre el tema. Y no es casualidad que fuera precisamente A. Känster, uno de los maestros de Gauss en esta universidad, quien hablara por primera vez de la posibilidad de una geometría “antieuclidiana”. En estas condiciones, no es de extrañar que Gauss tuviera conciencia de estar familiarizado desde siempre con este tipo de geometría. “Conozco la geometría no euclídea desde hace ya veinte años”, dijo a Bolyai padre en 1825. Pero a pesar de todo esto, en 1820 la geometría euclidiana parecía haber subido bastantes enteros en su consideración. Curiosamente, lo más probable es que contribuyera a ello los resultados ya comentados de la triangulación de Hannover, ya que las desviaciones encontradas fueron fácilmente achacadas a errores de medida y eran despreciables so-
bre los 180º previstos en condiciones ideales. Más tarde vendrían los problemas con la deformación de ángulos de los cruces de los caminos al representarlos en los mapas, que lo obligaba a falsear medidas reales sobre el terreno; la sospecha de que la desviación de los ángulos fuera en realidad tan pequeña porque estuviera operando a escala terrestre y que, quizás, a escala astronómica sería mucho más significativa; y las dudas sobre la posibilidad (incuestionable para los beocios) de establecer a priori las leyes del espacio físico real. El punto de inflexión más importante en la postura de Gauss frente a la geometría euclídea lo marca, sin duda, la publicación de sus Discusiones generales sobre las superficies curvas (1827). Esta obra, en gran parte, es fruto de las ideas sobre geometría de superficies que surgieron de sus trabajos geodésicos y astronómicos; y es su contribución más decisiva a la geometría diferencial intrínseca, ya que muestra cómo estudiar la geometría de una superficie operando sólo sobre ella misma, sin tener en cuenta para nada el espacio en que se halla inmersa. La superficie se estudia así desde un punto de vista local, no global, en el entorno de un punto. De este modo, puso de manifiesto que la superficie puede ser un espacio en sí misma, en el que las líneas rectas serían geodésicas; y su geometría, por tanto, una geometría no-euclídea (sólo sería euclídea en el caso de que la curvatura fuera cero en todas partes). Al hacer hincapié en la descripción de la geometría intrínseca de una superficie, desligándola de los aspectos extrínsecos, Gauss prepara el camino a Riemann, que generalizó el planteamiento a espacios curvos n-dimensionales; y, medio siglo después, a Einstein, que la usará en su teoría de la relatividad general para su explicación de la gravedad. Y el propio Einstein lo reconoció en 1950, en sus Matemáticas de la teoría de la relatividad, donde dice: “la importancia de Gauss para el desarrollo de la moderna teoría de la física, y especialmente para el fundamento matemático de la Teoría de la Relatividad es arrolladora; por supuesto, (…), si él no hubiera creado su geometría de las superficies, que sirvieron de base a Riemann, es concebible que ningún otro la hubiera descubierto”. De este modo vemos cómo una labor anodina y aparentemente desprovista de todo interés teórico (como algunos consideraron en su día el estudio geodésico del reino de Hannover) llegó a producir, de la mano de uno de los matemáticos más geniales
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que han existido, una de las aportaciones más profundas y fructíferas de toda la historia de la matemática pura. Por otro lado, a Gauss siempre pareció interesarle más que los aspectos axiomáticos de la cuestión, los problemas de tipo empírico que la misma planteaba; y, sobre todo, en el aspecto más puramente físico, el de determinar cómo es en realidad el espacio que nos rodea. Esta inquietud era compartida por Lobachevsky, cuyos trabajos leyó Gauss en 1846 (lo que, según se dice, lo entusiasmó tanto que retomó sus estudios de lengua y literatura rusa). ¿Podría ser que Gauss pensara que la geometría hiperbólica de Lobachevsky y Bolyai fuera la verdadera geometría de nuestro espacio? ¿Puede ser verdadera una geometría en que la suma de los ángulos de un triángulo sea menor que 180º, y en la que por un punto exterior a una recta pasen al menos dos paralelas? ¿O es más verosímil y (como creía Kant) más connatural a nuestra percepción del mundo físico, la tradicional de Euclides con sus 180º y una sola paralela?¿O podría ser, acaso, en realidad la verdadera la geometría elíptica de Riemann, en la que los triángulos suman más de 180º y por un punto exterior a una recta no pasa ninguna paralela? Desgraciada o afortunadamente, la medición del triángulo de Brocken-Hohenhagen-Inselberg no supuso, de hecho, la confirmación empírica de ninguno de estos tres modelos de espacio. ¿El triángulo no era suficientemente grande? ¿Los instrumentos no eran lo suficientemente precisos? No parece que fuera esta la cuestión fundamental. La verdadera lección que nos enseña esta famosa medición geodésica la supo comprender, probablemente incluso antes que el propio Gauss, su discípulo Riemann. Para él, los modelos geométricos del espacio sólo constituyen un recurso. Tienen un carácter meramente ilustrativo, y son extrínsecos a la geometría con la que se está operando. Lo verdaderamente intrínseco a las geometrías son los postulados: ellos son los que las definen. Así lo expresó Riemann en el discurso de habilitación, que tanto entusiasmó a Gauss, Sobre las hipótesis que subyacen en los fundamentos de la geometría (1854). En dicha obra habla con total naturalidad de geometrías en las que la curvatura y el propio concepto de distancia va cambiando conforme uno se desplaza, incorporando además estudios de espacios de más de tres dimensiones. Esto deja prácticamente fuera de lugar la cuestión, tan fundamental para Gauss, de cómo es realmente (empíricamente) nuestro espacio físico. ¿Euclídeo? ¿hiperbólico? ¿elíptico?. Todos estos (y otros más) son modelos posibles del espacio. Ninguna geometría es la verdadera, aunque una geometría pueda ser más conveniente que otra, dependien-
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do del estudio físico que pretendamos realizar. Los matemáticos disponen de modelos rigurosamente construidos, que los científicos pueden usar a su conveniencia, según sus intereses. Las geometrías son constructos matemáticos puramente formales. No las determina la experiencia, sino los postulados y las nociones básicas con las que operan: punto, recta, plano, distancia, ángulo, etc. En sus Fundamentos de geometría (1899), un paisano de Kant, el gran matemático David Hilbert, llegó a asegurar, refiriéndose a esta cuestión, que si se reemplazara en una geometría los términos “punto”, “recta” y “plano” por los de “silla”, “mesa” y “jarra de cerveza”, no cambiaría nada. Aunque nosotros, al menos en este caso concreto, sospechamos que sí.
BIBLIOGRAFÍA: LIBROS: • C.F. Gauss, Werke , 12 vols , Hildeshein, Olms, 1973. • C.F.Gauss, Disquisitiones generales circa superficies curvas (1829). • W.K.Dühler, Gauss: A Biographical study, Springer Verlag, New York, 1981. • C.B.Boyer, Historia de la matemática, Alianza ed., Madrid, 1986. • D.Gándara y J.M.Berenguer, Gauss: Vida, pensamiento y obra, Planeta Agostini. Barcelona, 2008. • J.D.North, Historia Fontana de la astronomía y la cosmología. FCE, México, 2001. • B.Riemann, Riemanniana selecta, editado por J.Ferreirós, CSIC, Madrid, 2000. • M.B.W.Tent, The Prince of Mathematics: C.F.Gauss, A.K. Peters, Wellesley, Massachussetts, 2006. INTERNET: • E.T.Bell, Los grandes matemáticos. http://www. geocities.com/grandesmatematicos/index.html. • J.J.O’Connor y E.F. Roberston, Johan Carl Friedrich Gauss en: http://turnbull.dcs.st-and.ac.uk/~history/Matematicians/Gauss.html VÍDEO: • Documental: Gauss, de lo real a lo imaginario, serie “Universo matemático”, RTVE, 2000.
Sidonio Rodríguez Galán, Sido para su familia y amigos, es uno de los alumnos de la primera promoción que se graduó en el IES Juan Sebastián Elcano, que ahora cumple su 25º aniversario. Fue un buen alumno, aunque reconoce que no era de sobresalientes, pero nunca repitió curso ni tuvo ningún parte. ¿Cuántos años tenías cuando se inauguró el instituto? Cuando se abrió el instituto en el edificio actual yo tenía 18, me parece, aunque no lo recuerdo exactamente. ¿Cuál era tu asignatura favorita? Matemáticas. ¿Y cuál te gustaba menos o se te daba peor? Quizás lengua. ¿Recuerdas a algún profesor especialmente? ¿Por qué? Pues de los nombres de algunos no me acuerdo muy bien ya, pero me gustaban Juan Antonio, que me daba física, y quizás Resola también, que daba matemáticas, porque eran dos asignaturas que me gustaban
Por Ángela Bull, Lucía Valencia, Andrea tirado, Lázaro García y Patricia Mena López
mucho. ¿Seguiste estudiando después del instituto? Sí, estudié ingeniería técnica. ¿Y te fue bien en los estudios? Bueno, se hicieron largos, se hicieron pesadillos, pero me fue bien y finalmente acabé la carrera. ¿Qué notas solías tener? Bueno, pues en el colegio eran muy buenas, en el instituto buenas y en la facultad bajaron un poco pero no eran malas. ¿Crees que el instituto era mejor entonces o ahora? Hombre ha cambiado mucho la manera de dar clase, y creo que antes era mejor. ¿En qué consiste tu trabajo actual? Llevo una tienda de telefonía, consolas, juegos, móviles… Y la verdad es que me gusta el trabajo que hago hoy en día. Pero también he trabajado como ingeniero. ¿Tienes algún familiar en Elcano? No, ahora mismo no. ¿Estás casado? ¿Tienes hijos? Soy pareja de hecho, que es prácticamente lo mismo
y tenemos una niña que se llama Marina. ¿Mandarías a tu hija a este instituto? Por supuesto que sí. Entonces, ¿te gustaba Elcano? Sí, me gustaba. Había buen ambiente, buenos niños, buenos profes. ¿Qué recuerdos tienes? Buenísimos, de hecho me llevo muy bien con todos los compañeros que tuve en Elcano. Cuéntanos alguna anécdota que vivieras en el IES Elcano. Son muchas anécdotas las que he vivido en Elcano. Me he llevado muy bien con mis amigos, con profesores, he tenido buenos momentos con todos ellos y la verdad es que no tengo ningún mal recuerdo de esa época. ¿Crees que el inglés es importante hoy en día? Pues sí, ahora mismo para todo es necesario el inglés. No tengo un nivel alto de inglés pero yo creo que es importante. ¿Quieres añadir algo más? Nada, que habéis sido muy amables en la entrevista.
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antígüos alumnos/as
Sidonio Rodríguez Galán 40 años Ingeniero Técnico
Estrella García Pérez 38 años Psicóloga Por Pablo Pérez, Marta Hernández, Laura cortés y Patricia Mena López
Tras cursar primaria en el colegio Divina Pastora, Estrella entró en “La Extensión”, queluego se convertiría en el IES Juan Sebastián Elcano. Su experiencia allí fue buena y divertida, compartió instituto con sus antiguas compañeras de colegio, aunque no todas estaban en su clase, así como con algunos familiares, entre ellos su hermana y su prima, además de todos los nuevos amigos/as que hizo, con la mayoría de los cuales mantiene hoy en día el contacto. Siendo una buena estudiante, jamás tuvo problemas serios con compañeros ni profesores, aunque quizás sí algún conflicto que prefiere no recordar. Nunca repitió curso y continuó sus estudios en la Universidad de Sevilla tras una etapa estupenda, tal y como ella la recuerda, en el IES Juan Sebastián Elcano. Estrella, ¿Cuál fue tu primera impresión al llegar al instituto? Pues en un principio, difícil, porque venía de un colegio de monjas en el que solo estaba con niñas, y cuando llegas al instituto y ves clases mixtas y sobre todo en la mía, en la que había muchos repetidores que eran mayores, pues fue un poco duro, pero luego me fui adaptando y la verdad es que me fue muy bien. ¿Crees que éste era un buen instituto?
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Sí, además los profesores eran muy competentes, se podía tener muy buena relación con ellos. De hecho, recuerdo a bastantes, por ejemplo a Carlos el profesor de inglés que nos llevábamos muy bien porque era muy cercano y hacíamos muchas cosas con él; a Pilar de biología (mi asignatura favorita) que era muy buena profesora y creo que ya no sigue por aquí; tengo también buenos recuerdos de Marisina de dibujo y de Ángel de filosofía. Además eché mucho de menos el IES después, sobre todo por la cercanía con los profesores y compañeros, ya que en la Universidad no es igual. ¿Solías ir a las excursiones? Sí, recuerdo sobre todo una muy especial, fuimos a Italia en 3º de BUP y lo pasamos muy bien. ¿Crees que el instituto era igual ahora que entonces? Bueno, en algunas cosas sí o parecidas pero en otras, como por ejemplo el sistema de educación, es muy diferente. ¿Alguna vez has necesitado el inglés en tu vida? Sí, muchas veces. He estado en el extranjero varias veces, he vivido en Londres y en Ámsterdam y a la hora de viajar siempre es necesario. ¿Además de trabajar como psicóloga, tal y como querías, qué otras labores haces?
Bueno, pues trabajo como psicóloga y mediadora familiar en consulta privada http://psicologaestrella.simdif.com/y en la Asociación Belloamanecer http:// belloamanecer.es/, pero también colaboro con la ONG IBERMED con la que voy todos los años a Guatemala junto a otros compañeros para poder ayudar allí. También he estado en los Scouts, hago barranquismo, deporte… ¿Cómo puede la gente colaborar con IBERMED? Se puede colaborar haciéndose socio http://www.ibermed.org , o acudiendo a los muchos eventos que organizamos para recaudar dinero. Además es importante que se conozca lo que es la psicología y sus procesos ya que todo el mundo puede tener algún problema alguna vez y requerir la ayuda profesional. ¿Quieres contarnos algo más? Pues nada, que es importante esta etapa del instituto y hay que aprovecharla porque es super divertida y muy bonita, y luego las cosas cambian un poquito. Hay que estudiar para conseguir lo que uno quiere porque cuando se consigue, está uno mucho más satisfecho y con mayor bienestar en la vida. Y nada más, daros las gracias por la entrevista.
Luis Ocaña del Río 37 años Profesor de inglés
Por Elena Sánchez, Alberto Sola, María González y Patricia Mena López
La vida de Luis Ocaña ha girado en torno al IES Juan Sebastián Elcano en diferentes etapas de su vida y por diversos motivos. Pero dejemos que sea él mismo quien nos lo cuente. ¿Cómo fue tu experiencia en el instituto? En general fue muy positiva, con los altibajos que los adolescentes suelen tener. Pero yo era un buen chaval, así que nunca me metí en muchos problemas. ¿Cuál era tu asignatura favorita? Podéis imaginarlo….¡Inglés, por supuesto! ¿Qué asignatura te gustaba menos? Me iba bastante bien en la mayoría de las asignaturas…. Quizás no me gustaban tanto las matemáticas, porque sabía que nunca iban a ser útiles para mí. ¿Y cuál se te daba peor? Recuerdo que tuve algún problema preparando Literatura para selectividad… Me encontré con un montón de contenido que estudiar y sin mucha idea sobre cómo ponerme a ello. Pero al final, las cosas salieron bien. ¿Cómo eran tus notas? No es por presumir, pero mis notas eran geniales (jajaja). ¿Quién era tu profesor favorito? Tengo muy buenos recuerdos de varios profesores de aquella época. Mi favorita era Cruz. Ella me enseñó inglés y hace muchos años que se fue de Elcano. Otros profesores, que después han sido compañeros, son Guadalupe, Ángel Lorenzo, Mª Ángeles, Clara…. Seguro que me estoy olvidando de muchos, ¡lo siento! ¿Tuviste algún problema con los profesores? No que yo recuerde. Como he dicho, yo era un chico muy bueno (demasiado bueno, creo) y nunca me metí en problemas. En Bachillerato, ¿qué elegiste ciencias o letras? Soy un lingüista puro. ¿Estuviste en una clase bilingüe en el instituto? Por lo que puedo recordar, el plan de bilingüismo no existía cuando yo estaba en el instituto….¡Dios mío, qué viejo soy! ¿Cambiarías algo del instituto? Creo que los recuerdos deben permanecer tal y como son. Quizás las cosas no fueran perfectas, pero así es como fueron, así que no cambiaría nada.. ¿Qué crees que era mejor, el anti-
guo centro o el actual? Cuando estudié aquí no teníamos los laboratorios que tenéis ahora, la clase de música apenas tenía un par de guitarras españolas, ¡ni siquiera teníamos ordenadores! Ahora todo se ve estupendo y actualizado. Pero de nuevo, no cambiaría nada de mis recuerdos de entonces…. ¿Fuiste a la Universidad? Sí, estudié en la universidad de Sevilla, e hice mi último año en el extranjero como estudiante de Erasmus en Liverpool, Reino Unido. Hice Filología Inglesa, que creo que ahora se llama Estudios Ingleses, otra vez….qué viejo soy jajaja. ¿Estaban tus padres pendientes de ti? No tenía otra opción. Mi madre era la directora del IES Elcano por aquel entonces, así que siempre sentí que me estaban vigilando. De todas formas, ella nunca me decía qué hacer, era el resto de gente la que me hacían sentir observado. Mis padres siempre me han apoyado en las decisiones que he tomado. Las cosas cambiaron en Sevilla, yo vivía con mis hermanos y amigos, con total libertad y muchos planes nuevos y gente por conocer ¿Sigues en contacto con tus antiguos amigos? Sí. Algunos de ellos han estado en mi grupo de amigos desde siempre. A otros me los he encontrado de vez en cuando y recordamos viejas historias juntos. ¡Eso me hace sentir tan bien! ¿Has conseguido tus metas? Mientras estaba en el instituto, me di cuenta de que quería ser profesor, y eso es lo que soy, actualmente en el IES Doñana, aquí en Sanlúcar. Así que puedo decir que he logrado mis objetivos, aunque uno siempre debe estar buscando nuevos proyectos en los que embarcarse. ¿Has necesitado usar al inglés alguna vez? Más que eso, ¡he estado usando el inglés todos y cada uno de los días desde el instituto! No sólo por motivos profesionales (he trabajado enseñando, como informático, como guía…) sino también en mi vida personal: he vivido en Liverpool (Reino Unido) y en Massachusetts(Estados Unidos); tengo muchos amigos de todas
partes del mundo con los que me comunico en inglés; lo uso cuando pongo canciones inglesas o americanas, cuando veo películas o series…. ¿Qué idiomas sabes? Además de español e inglés, me puedo comunicar en francés y portugués, y sé algo de alemán e italiano. ¿Han sido los estudios importantes en tu vida? Sin duda, no estaría aquí si no fuera por mis estudios. ¿Alguna vez has tenido una relación con alguien del instituto? Jajajaja, ¡vaya pregunta! Bueno, como se suele decir en inglés “no besas y lo cuentas”. Puede que haya tenido algún rollete con antiguas compañeras de clase, ¡pero eso es secreto! ¿Recuerdas alguna anécdota del instituto? Deben de haber tantas que ahora no recuerdo ninguna. Recuerdo que el instituto no abría por la tarde, así que mis amigos y yo saltábamos la valla para jugar al fútbol en el nuevo patio. ¡Parece que no teníamos suficiente instituto por la mañana! ¿Crees que era mejor enseñar hace 25 años o ahora? Cada época tiene sus pros y sus contras. Por ejemplo, cuando tenía vuestra edad, no todos los adolescentes venían a estudiar al instituto. Muchos dejaban el colegio cuando tenían 11 o 12 años. Ahora, todo el mundo tiene el derecho y el deber de estudiar hasta los 16, lo cual es bueno. Pero creo que los estudiantes en general, solían ser más respetuosos hace 25 años y los profesores se sentían más apoyados por las familias. ¿Te consideran tus estudiantes un buen profesor? Jajaja, bueno, eso espero. Podéis preguntar por el IES y averiguarlo por vosotros mismos, ya que también he enseñado aquí. ¿Quieres añadir algo más? Estoy orgulloso de ser entrevistado por unos estudiantes tan buenos, y me siento feliz de que los nuevos estudiantes sean, al menos, tan buenos como nosotros solíamos ser, o ¡incluso mejores!
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Diana Pérez Rizzi 39 años Ink and Soul Tattoo Studio Por Guillermo Pérez, Paula Vidal, Victoria Hidalgo, Azahara Sosa y Patricia Mena López
Diana disfrutó de su paso por el IES Juan Sebastián Elcano desde los 15 a los 17 años, ya que luego cambió de centro para estudiar Bachillerato de Arte que era lo que realmente le atraía. Para ella fueron unos años muy bonitos de los que guarda muchos recuerdos y amigos. Reconoce que al principio le costaron un poco los estudios pero después le fueron gustando más y sus notas fueron subiendo. Cree que el instituto ha cambiado mucho, pero considera que es un buen centro en el que dentro de unos años matriculará a su hijo. Nunca le pusieron un parte ni hubo ningún profesor/a a quien “odiara”. Su asignatura favorita era Ciencias Naturales, aunque se le daban muy bien Literatura y Matemáticas. Recuerda a Clarines, su primera tutora, También le gustaban mucho Camacho y Ciqui, y recuerda con mucho cariño a Pilar de biología. Diana ¿Qué le agradeces al instituto? Al instituto le agradezco todo lo que me ha enseñado Diana ¿Tienes contacto con algunos de tus compañeros? Sí. He tenido la suerte de conservar a mis compañeros de aquellos años y aún seguimos siendo amigos. Y lo que
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más alegría me da es que todos cogimos un buen camino y estudiamos lo que realmente decidimos. ¿Algún profesor era familiar tuyo? No, pero he tenido familiares en el instituto como estudiantes. Me refiero a mis primas con las que sigo muy unidas y son, aparte de primas, muy buenas amigas. ¿Recuerdas alguna anécdota? Pues sí, mi primer día de instituto que venía con mis zapatillas nuevas, acababan de echar el cemento y nada más entrar por la puerta metí el pie y todo el mundo estaba riéndose. Hoy en día lo volvería a hacer de nuevo con la edad que tengo jajaja. ¿Seguiste estudiando después? Sí, hice magisterio de educación infantil y especial. ¿En qué trabajas hoy en día? Pues trabajo en Ink and Soul Tattoo Studio By Jello Greg (Avda. del Guadalquivir nº 14). Realizamos body-painting, caracterizaciones, etc, además participamos en convenciones de tatuajes donde los tatuadores muestran sus obras para concursar. Y durante muchos años he trabajado de profesora de cursos de la Junta de
Andalucía. ¿Qué otras cosas te interesan? Pues me gusta todo lo que engloba el arte, por eso elegí ese bachillerato. También he pertenecido desde pequeña, y aún continúo, en el grupo Scout compañía de María. He sido también voluntaria con niños autistas en Sevilla. Y una de mis mejores amigas de esos años es mamá de uno de los niños autistas que yo cuidaba, porque muchos tuvimos que trabajar durante los estudios para poder sacar algún dinerito ya que no todo nos lo daban papá y mamá. ¿Alguna vez has necesitado el inglés en tu vida? Sí, sí, para trabajar. Me fui a Londres y allí para trabajar en los colegios te piden el título y un nivel alto de inglés. Al no manejarlo bien, a pesar de ser diplomada, el trabajo al que pude aspirar fue de friegaplatos, ni siquiera de camarera. ¿Qué nos recomiendas a los estudiantes de hoy en día? Que sigáis vuestro propio camino, que intentéis ser personas positivas y agradables, que aprovechéis al máximo lo que os propongáis y disfrutéis al mismo tiempo. No hay nada mejor que conseguirlo disfrutando.
Margarita Hurtado Jiménez 40 años Profesora de Matemáticas Por Gabriel Pazos, Clara Romero, María Camacho y Patricia Mena López
Margarita Hurtado es una de las alumnas de la 1ª promoción que se graduó en el IES Juan Sebastián Elcano donde cursó sus estudios de BUP y COU. Era buena estudiante, fue delegada de su clase algún año, tenía facilidad para estudiar y sacaba buenas notas, por lo que nunca tuvo que repetir curso. Eligió el Bachillerato de ciencias, lo que luego le llevó a estudiar la licenciatura de matemáticas en Sevilla, y actualmente es profesora de matemáticas en el IES El picacho, trabajo que le encanta. ¿Cuál era tu asignatura favorita? Había varias asignaturas que me gustaban como inglés, matemáticas y dibujo técnico. ¿Qué asignatura era la que peor se te daba? Educación Física ¿Quiénes fueron tus tutores? Una de mis tutoras se llamaba Rita Cruz, otra fue Charo, de religión, y mi tutora durante mi último año en COU fue Mercedes del Valle. ¿Recuerdas a algún profesor/a con especial cariño? Recuerdo a una profesora de inglés de Rota que se llamaba Mª José. Me dio clases en 3º de BUP y COU. Aprendimos mucho con ella y sus clases eran muy interesantes. ¿Alguna vez has necesitado el inglés en tu vida? En alguna entrevista de trabajo antes de ser profesora tuve que hablar en inglés, y por supuesto para viajar, que me encanta. ¿Alguna vez te echaron de clase?
Sí, sólo una vez, porque me dio un ataque de risa y no podía parar. Pude entrar cuando se me pasó. ¿Cuál ha sido tu peor nota? En COU me quedó Física y Química en el primer y segundo trimestre. Pero en junio aprobé. ¿Te ha ayudado de alguna forma estar en el Elcano? Me ha ayudado a encontrar grandes amigos con los que aún sigo en contacto, la mayoría de mis amigos también estudiaron aquí. También me permitió formarme para poder estudiar en la universidad. ¿Cuáles fueron tus mejores momentos aquí? Hubo un montón. Recuerdo especialmente mi graduación, algunos momentos divertidos en clase… Aunque no hicimos muchas excursiones y ninguna fue al extranjero, recuerdo muy bien otras, como las que se hacían a La Sauceda. ¿Nos podrías contar alguna anécdota que vivieras en el instituto Elcano? Recuerdo una vez que no funcionaban los radiadores, no teníamos calefacción y hacía mucho frío. Nos pusimos de acuerdo y fuimos al instituto con mantas. Nos pusimos las mantas en clase y nos sentamos en las escaleras con las mantas en señal de protesta. Fue muy divertido. ¿Cambiarías algo de lo que viviste en el instituto? Supongo que no, lo recuerdo con cariño. ¿Tienes hijos?¿Los traerías aquí? Sí tengo, y espero que el bachillerato lo hagan aquí.
ra?
¿Cómo son tus alumnos de aho-
Hay de todo, pero me apena mucho ver que hay una gran cantidad de ellos que no tienen aspiraciones en la vida. No les interesan los estudios y no tienen ambición para conseguir un buen trabajo el día de mañana. ¿Crees que era más fácil enseñar antes que ahora? Creo que nunca ha sido fácil, pero ahora, debido a la sociedad en la que vivimos, está mucho menos valorada la educación y se hace complicado. Nos falta, en muchas ocasiones, el apoyo de los padres, y se nota mucho en el comportamiento del alumnado. ¿Qué otras cosas haces además de trabajar en El Picacho? Ser madre, que me ocupa bastante tiempo. Además tengo muchas aficiones como leer, coser, hacer crochet, viajar…. ¿Has conseguido las metas que tenías cuando estabas en el IES? Se podría decir que sí, aunque todavía tengo pendiente vivir una temporada en el extranjero… ¿quién sabe? ¿Qué les recomendarías a los estudiantes que están ahora en el instituto? Les recomendaría que luchen por su futuro. La vida laboral de un adulto es muy larga y siempre es mejor pasarla haciendo algo que te gusta, y para eso ahora es el momento de prepararse. Muchas gracias Margarita Gracias a vosotros
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Carmina Izquierdo Cordero 39 años Contable Carmina Izquierdo entró en el IES Juan Sebastián Elcano con 15 años tras su paso por el Colegio Divina Pastora. Se matriculó en este centro por la sencilla razón de que era el que más cerca quedaba de su casa, pero eso no impidió que los años que pasó aquí supusieran una experiencia muy buena y digna de recordar a lo largo de toda su vida. De hecho, aquí no sólo se formó, sino que conoció a muchos amigos/as con los que hoy en día sigue manteniendo contacto, al menos con la mayoría. ¿Cómo se llamaba tu maestro/a favorito/a y que te daba? Me daba inglés y se llama Carlos. Con él y con Cruz fuimos de viaje de fin de curso a Barcelona. ¿Cuál era tu asignatura favorita? Biología. ¿Y la que más odiabas? Lengua. ¿Qué asignatura se te daba mejor? Matemáticas. ¿Y peor? Física. ¿Eras buena estudiante? De las del montón.
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Por Gabriel Pazos, Clara Romero, María Camacho, Eva Aldón y Patricia Mena López
¿Alguna vez suspendiste alguna asignatura? Sí. ¿Te expulsaron alguna vez? No. ¿Has repetido algún curso? En el instituto no, aunque repetí en primaria. ¿Ha cambiado mucho el instituto desde que estabas aquí? Bastante. Entonces no había árboles, ni estaba el patio así. ¿Tus padres eran muy exigentes con los estudios? No hacía falta. ¿Sentías que algún profesor te tenía manía? No. ¿Qué prefieres, este instituto o tu antiguo colegio? Es que eran muy distintos, pero diría que el instituto. ¿Seguiste estudiando? Sí, hice empresariales. ¿En qué trabajas ahora? En la oficina de la Bodega de Argüeso como administrativa/contable. Lo que más me gusta de mi trabajo es poder contabilizar todos los movimientos de la empresa ¿Cuál es tu mejor recuerdo del instituto? Los cambios de clase, siempre la liábamos
¿Alguna anécdota graciosa que quieras contarnos? Sí, una vez nos metimos dentro de un armario, cuando llegó el profesor estábamos en el armario y encendimos un mechero hasta que se dio cuenta y nos echó a todos de allí. ¿Alguna vez has necesitado el inglés en tu vida? No, pero lo recomiendo porque hoy en día hace falta para casi todo. ¿Qué nos aconsejas a los estudiantes de hoy en día? Que os forméis bien en lo que os guste, ya que hoy en día se valora mucho el currículum que se tenga, y el inglés es muy importante tanto laboralmente como para vuestra vida cotidiana. Desde luego os aconsejo que estudiéis ahora, porque si no luego os vais a arrepentir. ¿Te gustaría añadir algo más? Bueno, pues por el contacto que tengo con algunos de mis profesores, me cuentan que nuestra generación fue mejor que las de ahora en cuanto a comportamiento, jajajaja. Así que ya sabéis lo que tenéis que hacer. Gracias Carmina A vosotros.
Erika de los Reyes Barrios 40 años Funcionaria Erika de los Reyes Barrios estudió en el IES Elcano cuando esté comenzó su andadura. Era buena estudiante y nunca tuvo conflicto con compañeros ni profesores. Nos cuenta que hay muchas cosas que ya no recuerda exactamente por los años que han pasado, sin embargo, reconoce que fueron buenos años. ¿Cómo ha cambiado tu vida el haber pasado por este instituto? Para mejor, siempre para mejor con lo que nos enseñaron ahí ¿Cuál era tu asignatura favorita? ¿Por qué? El inglés con Carlos. Yo tenía inquietud por conocer una lengua distinta y en aquel momento el inglés estaba a mi alcance. ¿Crees que hoy en día es importante saber inglés? Sí, es fundamental hablar inglés para buscar empleo. Además, el inglés nos dará acceso a una mejor educación, y por lo tanto la posibilidad de un mejor puesto. ¿Te gustó el instituto? ¿Qué es lo que más te gustó? Sí, me gustó en su día, sobretodo la sensación de independencia que tenía y que era muy distinta al colegio. ¿Cómo era el instituto en aquella época? Pues yo venía de otro instituto y la verdad es que me sorprendió mucho la parte arquitectónica ¿Cambiarías algo de lo que vi-
viste allí? Sí, me gustaría haber aprovechado de manera más efectiva el tiempo. Son cosas de la edad. ¿Con cuántos años entraste en este instituto? Creo que con 15, la verdad es que no me acuerdo muy bien ya ¿Y con cuántos años saliste? Lo te tenido que pensar un poco porque hace ya mucho. Creo que con 19 ¿Sigues teniendo contacto con tus antiguos compañeros? Sí, de vez en cuando nos vemos con algunos ¿Qué profesores te dieron clase y que actualmente sigan trabajando en el instituto? Pues me dieron clase Clara, Carlos, Marisina y Charo de religión. También recuerdo a Ciqui, aunque ya no está ¿Qué profesor destacó para ti? Pues los mismo que he nombrado antes, por eso los recuerdo ¿Quién fue tu tutora cuando entraste en el instituto? Pues la verdad es que no me acuerdo, porque hace tantísimos años que no lo recuerdo ¿Cómo eran tus notas? Pues regularín ¿Cuánto tiempo le dedicabas a los estudios? Les podía haber dedicado un poco más de tiempo y habría sacado mejores notas
Por Celia Triviño, Lola Cerezuela, Mario Rodríguez y Patricia Mena
¿Tienes alguna anécdota que contar que te pasara en el instituto? Echo de menos los bocadillos que me comía de tortilla y estar con los amigos ¿Te han servido los estudios? Sí me han servido porque actualmente trabajo y si no hubiera estudiado no podría tener el trabajo que tengo ¿En qué estás trabajando? Soy empleada pública y me dedico a hacer labores administrativas en la Gerencia Municipal de Urbanismo ¿Te gusta tu trabajo? Sí, estoy muy contenta con lo que hago ¿Qué opinas del instituto hoy en día? Pues creo que es un buen centro educativo. De hecho, mi hija está haciendo 1º de ESO este año aquí y estoy muy contenta por cómo está desarrollando sus estudios ¿Qué le recomendarías a los estudiantes actuales del centro? Que aprovechen bien el tiempo y le den buen uso, porque siempre hay tiempo para todo. Les recomiendo también que disfruten con lo que hacen y que tengan ilusión por aprender y conseguir las metas que se propongan. Suerte a todos. Gracias por tu tiempo Erika A vosotros
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Nieves Díaz Abogada Mercantil En Multinacional farmacéutica En sus años de instituto, Nieves era una alumna despierta, viva, inteligente. Con esos grandes ojos que sabían captar todo lo que decías: su mirada era elocuente. Rápida en la respuesta, nunca decepcionaba. Y ahora, desempeñando su labor de abogada en Londres, seguirá siendo la persona amable y entregada que siempre fue. (Carlos López)
Nieves Díaz, fue la autora del nombre de la revista El Perícano Siempre digo con orgullo que estudié en Elcano y terminé bachillerato por su rama de letras. La verdad es que tuve un año rebelde y repetí curso, pero decidí que prefería hacer algo más que perder el tiempo faltando a clase y me puse a estudiar. Así, unos años más tarde, me licencié en Derecho por la UCA y pasé más de cuatro años trabajando en la provincia. Comencé como pasante de procurador, luego de abogado y finalmente como letrada. Dadas las nulas oportunidades que ofrecía Sanlúcar para hacer carrera en la rama mercantil del Derecho, me embarqué en la aventura de marcharme al extranjero para aprender inglés. Quería mejorar mi currículum y así con-
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seguir trabajo como abogada de empresa. Llegué a Inglaterra en el año 2012. Al principio pasé por varios empleos no relacionados con mi carrera (au pair, consejera en atención al cliente, líder de cuentas estratégicas...) A la vez que iba mejorando en la práctica del idioma, conseguía puestos de mayor responsabilidad. En la actualidad, trabajo como abogada para un grupo multinacional del sector farmacéutico con sede en el centro de Londres. Es un empleo que me encanta porque trabajo en la esfera internacional y en las áreas que más me interesan: contratación internacional, protección de datos, derecho societario, fusiones y un sinfín de temas de actualidad en los sectores comercial y de la industria farmacéutica. Hace cuatro años y medio que vivo en Inglaterra y aunque echo de menos Sanlúcar y a mi familia, me alegro de haber tomado la decisión de emigrar. Os animo a todos los estudiantes a salir al extranjero. Es una experiencia de vida enriquecedora. No sólo laboralmente, sino en el ámbito personal también. Haréis amigos de países, culturas y creencias diversas y gracias a ello veréis el mundo con un prisma diferente. Aunque, a veces, si pudie-
ra elegir un lugar y un momento diferentes... me cambiaría por cualquiera de vosotros para volver a Sanlúcar y a estudiar al insti. Me encantaría estar ahí de nuevo, para pasarme primero por el bar de mi querida Carmen a comerme un bocadillo de tortilla y luego irme a clase de dibujo con Marisina o de latín con Clara. La recuerdo como si la estuviera viendo ahora mismo “Clara, es viernes y es última hora, ¿nos dejas salir cinco minutos antes?” Y Clara que es tan buena, me miraba con cara de resignación y sonreía. “El Perícano”, por ejemplo, fue un proyecto emocionante que unió a un buen grupo de alumnos. ¡Nos sentimos tan orgullosos cuando publicamos nuestro primer número! Siempre me da mucha alegría cuando me encuentro a un profesor por la calle, porque gracias a todos vosotros, especialmente a vuestra vocación y paciencia, he podido estudiar y así realizar muchos de mis sueños. Os agradezco sinceramente vuestra dedicación a los jóvenes. A Carlos, Pepe, Tere, José Luis, Regina, Eusebio, Rosa, Mercedes, Ángel, Mari Ángeles y muchos más. Sin vosotros, los que son y los que fuimos estudiantes no sabríamos soñar. ¡Os envío un fuerte abrazo a todos! Un beso de Nieves Díaz
Rosalía Rodríguez Doctora en Farmacología Profesora e Investigadora Elcano, los compañeros de instituto, los profesores… y mi “caja de barriguitas y pinypon”. En casa de mi madre, tengo una “caja de barriguitas y pinypon”, me gusta abrirla cuando voy allí, y lo bien que huele a recuerdos de mi infancia. Esa etapa ya pasó, cada etapa de después fue dando lugar a otra cajita de recuerdos, incluyendo la de Elcano. La caja que lleno ahora, es desde que estudié Farmacia, y descubrí el mundo de la investigación científica. Hice la Tesis Doctoral en Farmacología, y tuve la oportunidad de viajar, hacer ciencia en otros países, y finalmente, tras unos años en Sevilla, aterrizar en Barcelona, donde doy clases en la Universidad, y hago investigación en patologías metabólicas y cardiovasculares, algo que me apasiona y que es a la vez mi trabajo y mi hobby. ¿Se puede pedir más? Lo que tengo claro desde Elcano hasta ahora…es que cada etapa la debemos aprovechar al máximo, y aprender “todo” de “todo y de todos” (lo bueno, me refiero). De la etapa en Elcano (y dos años antes en “la Extensión”), tengo tantos recuerdos. Si ahora mismo volviese, ¡los aprovecharía mucho más! Recuerdo el “buenrollo” con el profe de inglés (aunque a mí me daba vergüenza hablarle, como a todos los profes),
exigente, pero muy buen rollo; Ana Santos (nuestro “COU C” la traía por la calle de la amargura), Marisina (¡que se tomaba un litro de Paciencia® antes de venir a nuestra clase!), Ángel y sus amigos presocráticos (me encantaba escuchar las anécdotas de filósofos que no venían en los libros), Eugenio en literatura (nunca olvidaré la vergüenza que pasé, cuando hicimos un ejercicio en el que teníamos que poner letra a alguna canción…yo la hice de Sabina, y me hizo cantar un trozo en clase… me quería morir), y muchos más. En 3º BUP en Elcano recuerdo el ambiente de clase inolvidable: mi prima Carmen (inseparable, imprescindible), Espe, Ceci, nuestra querida Elvira... Con mi prima Carmen siempre nos sentábamos juntas, al final de la clase, desde primero, y recuerdo momentos inolvidables que le poníamos ruedas a los pies de los romanos en el libro de latín como si fueran en patines. Muchas anécdotas. La mente es muy sabia, y siempre recordamos las cosas buenas, pero es que son muchísimas, muy buenas. Creo que cada pequeña acción, una palabra de motivación, o una frase, para un profe o un compañero en el instituto, quizás creen que no tienen repercusión positiva para el resto, pero se equivocan, todo tiene repercusión positiva,
y nos hacen personas. Por eso, como cada etapa es importante, personalmente, mi etapa en Elcano fueron cruciales, influyeron en todo lo que soy ahora (sea lo que sea lo que soy jejeje), y me enseñaron a ser curiosa, a querer más de la vida, a aprender y querer aprender siempre y a querer conocer más a las personas que nos rodean… El cambio fue grande, de que me llamaran “Sali”, en el instituto, como en casa mis familiares, a llegar a la Universidad y luego al mundo laboral…y ser “Rosalía”, como una persona ya mayor, o, mejor dicho, como alguien que definitivamente se va de casa pero sin olvidar las raíces, los amigos de allí (y de siempre), que, al fin y al cabo, marcan lo que eres después. Volver a Sanlúcar y pasar por enfrente del instituto es como cuando abres la caja donde tienes guardadas las “barriguitas y los pinypon”, huele tan bien, sienta tan bien verlo, da tanta seguridad y transmite tanto cariño. Gracias a todos los compañeros del Elcano con los que coincidí, gracias a los profes por todo lo que hacéis, por vuestras repercusiones positivas,y a todos por formar parte de mi caja de “barriguitas y pinypon”. Rosalía Rodríguez (o Sali Rodríguez, para vosotros )
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Mª Eugenia Muñoz Barrios 36 años Profesora Mª Eugenia siempre fue buena estudiante desde sus primeros años en el colegio hasta que terminó la universidad donde hizo la Licenciatura de Humanidades. Con una media de notable, nunca repitió curso ni tuvo ningún conflicto con profesores ni alumnos, aunque sí alguna historia “divertida”. Sus asignaturas favoritas eran Cultura Clásica y Lengua, mientras que no le gustaba nada Informática. Considera que en su época los profesores eran estrictos y tenían más tarea que ahora, pero lo veía como algo normal. Cree que el IES Juan Sebastián Elcano fue y es un buen instituto en el que en un futuro traerá a su hijo. ¿Recuerdas el instituto como una etapa bonita? Por supuesto, la etapa del instituto fue una etapa preciosa, disfruté mucho con mis compañeros y vivimos momentos inolvidables. Fue una época muy bonita ya que además de aprender muchas cosas y empezar a comprender el mundo, conocí a los que hoy en día son mis mejores amigos, “los amigos de toda la vida”, así los llamo yo. ¿Recuerdas a algún profesor en especial? ¿Por qué? Pues sí, recuerdo a Charo de religión, a Benita de lengua, a Guadalupe de historia, a Clara de latín, a Eusebio de música porque fueron mis profesores, me gustaba mucho como daban las clases y ahora este año me he vuelto a encontrar con ellos. ¿Alguna vez te pusieron un parte? ¿Por qué? Nunca. Bueno sí, una vez nos pusieron un parte colectivo, no a mí, pero sí a mi clase. Porque entraron unos niños de otro instituto y se metieron en unos armarios que había antes en las clases, la profesora de historia empezó a dar la clase mientras los niños de fuera seguían en el armario, y cuando se volvió para la pizarra para escribir, salieron del armario y se fueron corriendo, pero los vio. Y nos puso el parte a toda la clase porque todos sabíamos que estaban dentro y nadie dijo nada. ¿Recuerdas alguna anécdota del instituto? Ahora mismo no recuerdo ninguna. La del parte que os he contado antes, para mí eso es una anécdota, mi primer y único parte. ¿Qué le agradeces al instituto? Al instituto le agradezco, y sobre todo a mis profesores por supuesto, que me hayan enseñado a valorar lo importante que estudiar porque gracias a eso he podido estudiar y me dedico ahora a lo que ellos hacían en ese momento. Yo los admiraba, me sentaba y los veía mientras pensaba “quiero ser como ellos” ¿Crees que era mejor el instituto entonces o ahora? Mmm, para mí era mejor antes porque yo venía como alumna. No venía al instituto a trabajar, venía a estudiar pero me divertía. Ahora me divierto también , pero es
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Por Marta Romero, Adrián robles y Patricia Mena López
diferente. Me gustaría tener la edad vuestra y aprovechar todas las cosas, y no tener una nota de notable sino si pudiera, tener el sobresaliente porque es importante la nota, siempre es importante, así que estudiaría más, me lo pasaría bien también, pero estudiaría mucho más. ¿En qué consiste exactamente tu trabajo? Pues soy profesora de apoyo curricular de ámbito sociolingüístico a alumnado con discapacidad auditiva. Mis alumnos normalmente se comunican a través de la lengua de signos y necesitan que se les adapten los textos escritos y algunos otros materiales. Yo soy la encargada de adaptar esos materiales, además de trabajar para que mejoren su expresión oral y explicarles todo aquello que en clase no hayan entendido bien. En mis clases no se habla, se signa. Los alumnos y yo nos comunicamos a través de la lengua de signos ¿Cómo o por qué decidiste estudiar la lengua de signos? Cuando estaba preparándome las oposiciones, mi hermana estudiaba lengua de signos, ella es intérprete, me gustaba verla signar, me parecía algo fascinante, hasta ese momento ni siquiera sabía que existía. Ella tenía amigos sordos, hablaban entre ellos y yo sólo veía como hacían gestos, movían las manos muy rápido, se reían, discutían…y me daba mucha rabia no poder participar en la conversación. Cuando acabé las oposiciones me propuse hacer el ciclo superior de lengua de signos y me fui a Sevilla a estudiar. Allí conocí a muchas personas sordas y me enamoré de la lengua de signos, es mi pasión, por eso disfruto tanto dando mis clases, porque en ellas puedo signar y explicarles a los niños sordos todas las cosas en su lengua natural, que es la lengua de signos. ¿Has necesitado alguna vez el inglés en tu vida? Siempre, el inglés para todo. Por ejemplo, una vez me quise ir a hacer unas prácticas al extranjero y pedían una prueba de nivel de inglés, no la superé y no pude irme. ¿Qué les recomendarías a los estudiantes que están ahora en Elcano? Pues que les voy a recomendar… que estudien, que se formen y se preparen para la vida. La vida es muy bonita y hay que vivirla y disfrutarla al máximo, cada día, cada minuto, cada segundo… y para ello hay que estudiar muchísimo. Yo pienso que todos deberíamos alcanzar nuestros sueños, pero eso no es fácil, hay que trabajar duro y ser constante. Si eso lo tenemos claro desde el principio conseguiremos lo que queramos. Estudiar a veces es complicado pero “querer es poder”. Además nadie se puede perder la etapa de la universidad, que si la del instituto es bonita, ¡imaginaos la de la universidad! Yo volvería a repetir.
Besugo a las finas hierbas Mª Ángeles Pérez Rubio
INGREDIENTES: -1 besugo -Finas hierbas -Sinsabores -Estupideces PREPARACIÓN: Hágase con el primer besugo que encuentre. La elección del ejemplar deberá ser acertada entre la gran variedad de ellos que existen. El besugo urbano resulta indigerible pero quizás sea el más apropiado para esta receta. Desconfíe de la variedad “besugo amantis” y desde luego, de la tan conocida como poco recomendada “besugo superior”, más apropiado para conseguir de ellas un fertilizante que una comida. Para preparar el besugo, baste decir que sólo necesitaríamos eso, es decir, un besugo, ya que es una especie tan poco apetecible que incluso la podríamos comer cruda. Aún así, trataremos
Ilustración: Mariqui Romero
Publicación original: El Perícano, 1996
de prepararlo de forma apetitosa y aparente. Coja el besugo de las agallas, mírelo fijamente a los ojos; si su mirada es provocadora, somnolienta, lánguida y lejana ¡ya lo tiene!: es un besugo de la mejor calidad. Comience en este preciso instante su elaboración, porque si tarda en hacerlo, la mirada del besugo le intentará convencer de que no le importa ser cocinado y esto resulta fatídico. Lávelo bajo un chorro de agua-rrás. Cuando vea que comienza a arrugarse, colóquelo en una fuente y frótelo con un cepillo de raíces. Su aspecto mejorará sensiblemente. A continuación espolvoréele, generosamente, un buen puñado de sinsabores (los hay en cual-
quier despensa bien surtida); una cuantas estupideces (no demasiadas, porque el besugo contiene en su composición el 95% de éstas). Puede prescindir del aceite y la sal: primero porque no los va a agradecer y segundo porque es mejor que se cocine en su propio jugo. Prepare el horno a máxima potencia y mientras tanto, pique sobre el besugo ortigas, cardos y malos pensamientos, en una cantidad que variará en función del peso y volumen del besugo. Introdúzcalo finalmente en el horno y cuando vea que sólo quedan en la bandeja las hierbas, es el momento. Abra el horno y comprobará con entusiasmo la desaparición del besugo. Cómase las hierbas.
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matemáticas
IES Antonio Hugo de Omerique (otro nombre que pudo ser) Angel M. Lorenzo
Profesor del IES Elcano desde 1995
Soy desde siempre un gran enamorado del mar, los barcos y la navegación. Así que no me desagrada en absoluto que nuestro Instituto lleve el nombre del ilustre navegante vasco que coprotagonizó con Magallanes la primera circunnavegación del globo terrestre. Y hasta puede que el hecho de que nuestro IES lleve el nombre de JUAN SEBASTIÁN ELCANO nos venga de lujo para cobrar algo de protagonismo de cara a los inminentes acontecimientos ligados a la celebración del V Centenario de esta efeméride en nuestra localidad. No obstante yo, personalmente, hubiera preferido haber aprovechado la rara oportunidad que se nos brindó (hace ya 25 años), con la apertura de un nuevo centro educativo en Sanlúcar de Barrameda, para honrar la memoria del que puede haber sido nuestro más eminente conciudadano. Me refiero a DON ANTONIO HUGO DE OMERIQUE, el matemático español más destacado de todo el siglo XVII. Y esto último no lo digo sólo yo. Es una opinión muy extendida entre los más solventes matemáticos e historiadores de la ciencia española del Barroco. Veamos, si no, algunas testimonios que lo corroboran, empezando nada menos que por el de Newton.
“I have look into De Omerique´s Analysis Geometrica & fint it a judicious & valuable piece answering to ye Title. For therin is laid a foundation for restoring the Analysis of the Anciens wich is more simple, more ingenous & more fit for a Geometer than the Algebra of the Moderns. For it leads him more easily & readily to the composition of Problems & the Composition wich it leads him to is usually more simple & elegant then that wich is forct from Algebra”
“¿Quién sabe si en otro siglo y con otros estímulos hubiera sido Omerique el Descartes de nuestra España?" Del Valle, Lucio: “Contestación del discurso anterior”, Biblioteca Nacional de Madrid, 1866.
“(...)La obra Analysis Geometrica de Omerique y la Geometría Magna in minimis de Zaragoza son con toda probabilidad las dos obras matemáticas más profundas, orginales e interesantes de matemáticos españoles durante los siglos XVI y XVII (y quizás se puede añadir los siglos XVIII y XIX)...”
Rupert Hall, A. & Tilling, Laura (eds). The correspondence of I. Newton, vol VII. Cambridge Uni. Press, London 1977, pp. 412-413.
Dou, Alberto: “Las Matemáticas en la España de los Austrias” en Luis Español (editor): Actas del segundo simposio sobre Rey Pastor, Instituto de Estudios Riojanos, Logroño, 1988.
“Es el autor de la obra matemática de mayor valor objetivo de todo el Barroco español. El principal de sus escritos, el titulado Analysis geometrica (1698) es, en efecto, una de las pocas producciones científicas de primer rango dentro de la época española que consideramos.” López Piñero, J.M., Ciencia y Técnica en la sociedad española de los siglos XVI y XVII, Labor, Barcelona, 1979.
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“He aquí, señores, cuanto de la historia de las matemáticas en España durante el siglo XVII puedo decir; mas antes de pasar al siglo XVIII, debo, a fuer de imparcial citar aquí un nombre, pero uno sólo, nombre ilustre, más que por sus obras desgraciadamente incompletas, por el verdadero y profundo talento que revelan. Me refiero al geómetra sanlucarense Hugo de Omerique que publicó en 1698 la primera parte de una obra de análisis geométrico y que mereció ¡gloria envidible! las alabanzas del gran Newton.” Echegaray, José de, Discurso leído ante la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales. Biblioteca Nacional de Madrid,1866
“Si el trabajo de Omerique hubiese caído en manos de una juventud estudiosa y con tiempo suficiente para cultivar las matemáticas, España blasonaría tal vez de una florida escuela de análisis geométrico.” Fernández Navarrete, Martín : Biblioteca Marítima Española. Tomo I, 141, 1852
“El matemático que goza de mas fama en este siglo es el sanluqueño Hugo de Omerique, hasta el punto de que su elogio se ha convertido en lugar común obligado de todos los que han tenido que rebatir la tesis de que España no tuvo matemáticos en el siglo XVII.” Historia de la Matemática en España, 4 vols. V. Suarez. Madrid 1933.
Un matemático sanluqueño del s.XVII
Antonio Hugo de Omerique nació en Sanlúcar de Barrameda el 6 de enero de 1634. Sus padres, probablemente comerciantes, se llamaban Hugo Antonio y María David. No hay datos sobre dónde hizo sus primeros estudios, pero se sabe que hacia 1689 vivía en Cádiz, donde dio a conocer sus teorías matemáticas, ilustrando las proposiciones XVII y XVIII del libro VI de los Elementos de Euclides con dos problemas inventados y resueltos por él mismo. Posteriormente estuvo en Madrid, donde se relacionó con el príncipe Rogerio Ventimiglia, quien le comunicó algunos de los problemas que posteriormente utilizó en sus Analysis geometrica, su obra más conocida en la posteridad. A pesar de saberse, por él mismo, que escribió un Tratado de Aritmética y otro de Trigonometría, no existe rastro del paradero de dichas obras ni indicios de que nunca fueran impresas. Sólo ha llegado hasta nosotros la primera parte de su Analysis geométrica sive nova et vera methodus resolvendi tam problemata geometrica quam arithmeticas quoaestiones
(Pars prima: de plani), impreso en Cádiz en 1698; así como unas Tablas artificiales (de logaritmos) también impresas en Cádiz en 1691. Su Analysis geométrica está dividido en cuatro libros y un apéndice. Los tres primeros tratan de la resolución por la comparación de planos, y el cuarto de las condiciones de los problemas. En todos ellos abundan consideraciones generales, al estilo de las de Newton, muy fecundas en resultados trascendentales, como las que hace al principio del libro segundo respecto a las ventajas que proporciona las semejanzas de las figuras para la resolución de problemas. Con la teoría de las cantidades lineoangulares, desarrollada en el libro primero, resuelve con gran originalidad y facilidad cuestiones que desconcertaron incluso al propio Descartes. Además, en el libro tercero propone un método directo y elegante para construir triángulos dadas su base, su altura y la suma o diferencia de los lados, haciendo a continuación una serie de corolarios que, si hoy se deducen con facilidad de la relación entre los
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lados y el arco del triángulo, en aquella época eran sumamente dificultosos; pues aun cuando se conocía esta relación, todavía no se había aplicado lo suficiente como para apreciar las ventajas que podía proporcionar. Para formarse una idea del mérito y del alcance de las ideas del matemático sanluqueño considérese la siguiente cita de la Historia de las Matemáticas de Montucla: “España ha tenido, hacia finales de este siglo (el XVII), un analista geómetra que mereció consideración y alabanzas de Newton; a saber, el geómetra Hugo Omerique. Su objeto era en la obra que a este fin publicó unir el análisis algebraico moderno con el de los antiguos, y de este modo deducir por su efecto, soluciones elegantes y sencillas para gran número de problemas”. El método empleado por Omerique es el analítico, aplicado ya por los griegos y por los árabes, consistente en suponer el problema resuelto, establecer relaciones entre los datos y las incógnitas y deducir de dichas relaciones el valor de las cantidades o magnitudes desconocidas. Hay dos circunstancias que dan gran valor a la obra del geómetra sanluqueño. La primera, la unidad que la preside; ya que no consiste en una serie de problemas geométricos resueltos por artificios más o menos ingeniosos, sino que es un método general, cuya potencia se pone a prueba a través de una serie de ejemplos o casos particulares. La segunda circunstancia digna de apreciarse es la importancia científica del método empleado por Omerique, que es una combinación del análisis algebraico y geométrico muy similar a lo que actualmente se entiende por aplicación del Álgebra a la Geometría.
Cabe destacar, además, que el libro de Omerique es sólo la primera parte de una obra cuya continuación, según el autor, hubiera comprendido cuestiones de un orden más elevado y que, aun en lo ya publicado, se nota una gran facultad de abstracción y generalización, y una gran tendencia a enlazar la Aritmética, el Álgebra y la Geometría, sirviéndose del análisis tanto para resolver cuestiones aritméticas, como para dar representación gráfica propia y adecuada a dificultosos problemas aritméticos. Según parece, en la segunda parte de tan valioso libro, bajo el título De problematibus solidis, se daba representación analítica a muchos tipos de superficies, anticipándose en más de treinta años a los trabajos de Clairaut que, en 1731, exponiendo de una manera metódica la doctrinas de las coordenadas en el espacio, y aplicándolas a las superficies curvas y a las líneas de doble curvatura que resultan de su intersección, dió su verdadero ser a la aplicación del Álgebra a la Geometría, que Descartes en 1637 sólo llegó a definir limitándose a las curvas planas. Quizás hoy parezcan sencillos los problemas que Omerique resuelve; pero téngase presente el estado de las matemáticas en aquel siglo y los adelantos que desde entonces ha hecho el Álgebra, la potencia de los nuevos métodos, y se comprenderá el mérito de la idea que el geómetra sanluqueño desarrolló. El presente texto es una versión resumida y actualizada del artículo de P.A. Berenger y Ballester titulado “Hugo de Omerique: geómetra español del s. XVII” (Publicaciones de los estudios militares, Madrid, 1900)
El testamento de Omerique La fecha de la muerte del insigne matemático sanluqueño fue hasta hace poco bastante incierta. Se solía datar sobre 1698, poco después de la publicación de su obra principal. Pero la reciente aparición (en 2016) de un documento del Archivo Histórico Provincial de Cádiz, consistente en 4 folios que contienen su testamento, ha permitido por fin poner día, y hasta hora, a su fallecimiento. Ahora sabemos que vivió unos siete años más de los que se solía creer (hasta los 71). Según una anotación del escribano, don Francisco del Solar al margen del ahora recuperado testamento, la muerte de este sanluqueño excepcional se produjo entre las 12 y la 1 de la mañana del 27 de febrero de 1705.
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Además, gracias a la aparición de este valioso documento, sabemos también estos otros detalles sobre su vida: • Que se casó dos veces. • Que tuvo 4 hijos. Uno de su primera mujer que murió pronto y 3 de la segunda (llamados Máximo Antonio, Xavier Estevan e Ignacio Próspero). • Que se arruinó tras invertir todo lo que tenía en un navío, de nombre San Hilarión, que fue apresado por piratas berberiscos en el cabo San Vicente. • Que murió embargado y dejando múltiples deudas sin pagar. • Y que quiso ser enterrado con el hábito franciscano.
Jaime Gil
Publicación original: El Perícano, 1995
Nadie puede tocar la trompeta como Louis Armstrong, ni el piano como Duke Ellington, ni el saxo como Charlie Parker. Ni ellos mismos pueden tocar como lo hicieron ayer ni como lo harán mañana. Cada interpretación está llena de paisajes, rincones, sueños irrepetibles. Así es el arte. Así es el jazz. Porque en el Jazz son esenciales el sonido personal, distinto a todos, que el músico arranca de su interior y lo expresa con sus dedos, con sus labios: el ritmo sincopado, persistente, que se escucha con los pies, que une; la nota aislada, única, que surge de la improvisación, espontánea y libre, y completa, de forma también única, la interpretación mágica que participa de algo común, etéreo, que lo engloba todo: el grupo, el público, el momento. Posiblemente sea su origen la causa de la identificación del Jazz con el intérprete, con el hombre. Porque el Jazz no nace del aprendizaje académico de la música sino de la voz de un pueblo que sufre esclavitud, que lucha para no ser esclavo. Nace de la voz que une lo que, por estar unido, la provoca; que subleva, sin venganza, todo aquello que participa de un ansia de justicia y libertad que está por llegar; que, incluso sin aire, emerge del grillete que sangra, del pueblo castrado, del alma
oprimida: coro que la acompaña con su silencio, con su llanto. Nace de la voz negra que canta en un campo de algodón del sur de los Estados Unidos de América. Esa voz le da la vida, le guía en su infancia, siempre. Después, todo él revolotea a su alrededor. Unas veces, se para ante ella y bebe de su garganta ritmos ancestrales africanos nunca dormidos ni olvidados, cánticos de iglesias justas que redimen, variaciones de melodías europeas, estrofas agridulces del tío Tom. Otras, se escapa, se aleja, se pierde alocadamente enredándose en los sensuales brazos de no sé cuántas músicas que lo acunan, embriagan, desgarran, o se funden con él para abrir nuevos senderos de inspiración: para casi de refilón, sin saber si por descuido, asomarse, aparecer atrevidamente engalanado con mágicas perlas, pronto, negro azabache. Una de las fusiones que han tenido mayor trascendencia y que han conseguido mayores logros ha sido la que ha producido con la música de nuestra cultura: el Flamenco. ¿Podría decirse que es debido a un cierto paralelismo en su origen y esencia? Una pregunta para la que no tengo respuesta. El hecho es que ambos, unidos o no, están ahí para hacernos sentir la música y, con ella, vivir.
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música
JAZZ Origen y Esencia
literatura
“En la vida se abre un pozo hondo y estrecho, donde no hay lugar para otro. Estás en el fondo de ese pozo, sin saber cómo ni por qué. Nadie te oye, nadie te busca. Arriba, indiferente sigue pasando el mundo. Ésa es la soledad”.
Vlady Kociancich. El templo de las mujeres.
Una de las cuestiones más debatidas ha sido siempre la incomodidad de los términos "literatura femenina", la mayor parte de los lectores son mujeres, y éstas se interesan especialmente por las autoras. No es descabellado que aquéllas se reconozcan en éstas. Todas tienen una historia propia, una literatura propia y por tanto, quieren ver reflejadas sus vivencias, incluso las más peculiares. Así, tenemos autoras como Carmen Laforet, Carmen Martín Gaite, Marina Mayoral, Esther Tusquets, Ana Mª Moix, Rosa Montero, Almudena Grandes, Lourdes Ortiz, Soledad Puértolas, Susana Fortes y Ana Mª Matute entre otras muchas. Ahora nos encontramos con Dulce Chacón que con su primera novela Algún amor que no mate, logra adentrarnos en un universo típicamente femenino. Nos narra la historia de Prudencia en un momento de quiebra vital. Da ahí, que en todo el relato surja algún acontecimiento externo, anodino y trivial que provoca en el personaje la armónica quiebra del vivir cotidiano. Es precisamente en la cotidianidad donde se ahoga su futuro. Algún amor que no mate es una mirada hacia adentro en esa edad conflictiva que ronda los cincuenta. La ruptura de la pareja, la quiebra del amor, la huida de la juventud, el desamor, la incomunicación y el desencuentro son las guías que lleva a la soledad. El hilo argumental de la novela es tenue y fragmentario, depende a veces de la mirada dice la narradora, personaje autobiográfico en primera persona, Prudencia, y en otras ocasiones la narración es en tercera persona, la misma Prudencia pero de forma más objetiva. La protagonista vuelve hacia atrás en busca de las historias y de los personajes que pasan por su vida y la transforma, la tocan para siempre. Desfilan ante nuestros ojos una pequeña galería de personajes que van portando un secreto, un símbolo. Todos ellos enseñando su parcela de vida, heridas ambiciones, carencias, sueños. La búsqueda de cada uno de los personajes es el hilo que va uniendo los fragmentos y así se compone una especie de puzzle donde está inmersa la protagonista. Novela breve, donde la subjetividad femenina, reflejada en la preferencia por el tema, resalta la incomunicación de la pareja. En este libro vemos reflejada el ansia de encontrar el verdadero amor, la huida de la soledad. Se nos presenta un modelo de mujer que, al evocar las peripecias vitales, íntimas y existenciales desde su madurez, ve con cierto desasosiego el mundo. Encontramos el esquema típico, de la literatura femenina: mujer madura "abandonada" por el marido que prefiere a otra mujer, generalmente mucho más joven. Acaso en las reflexiones de la protagonista haya un abrumador pesimismo que, luego, tal vez, por la economía argumental y estilística (que es
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Femenino Singular Mª Rosario Carrasco
Publicación original: El Perícano, 1997
virtud en la mayor parte del texto) no argumente demasiado otros aspectos. Esta mujer que sufre, incluso el maltrato físico, que se encuentra sola, tal vez filosofe en exceso sobre temas típicamente femeninos. En cuanto al aspecto estilístico Dulce Chacón emplea, de manera alternativa, la tercera persona y la primera (monólogo interior) prescindiendo totalmente del diálogo, aunque éste surja de modo interno en el discurso omnisciente. Lo que interesa a la autora es el alma femenina que se debate entre la soledad y el desamor. Es una novela escrita con inteligencia y sensibilidad, ágil y entretenida. En ella late la emoción de lo verdadero. Una novela con lenguaje desnudo, que se limita a narrar un hecho sin ningún tipo de concesiones y sensaciones a la descripción de emociones y sensaciones. Donde faltan los elementos mágicos o esotéricos. Estamos ante una novela redonda, breve, con filos imprevisibles, con esa persuasiva y a veces ambigua levedad que caracteriza a las narraciones auténticas. Obra evocativa de la psicología femenina. Podemos decir que el concepto mismo de novela es: la mujer como víctima. Antiheroína total de la obra. Apostó mucho en su vida y al final perdió todo. "Amar es cansarse de estar solo: es por tanto, una cobardía y una traición a nosotros mismos. Importa soberanamente que no amemos nunca". Fernando Pessoa.
Algún amor que no mate, Dulce Chacón. Plaza & Janes 5” Ed. Feb. 1997 Barcelona 112 pág.
Revista del IES Juan Sebastián Elcano | 41
ciencias
Lente convergente con una bolita de hidrogel
DISFRUTANDO CON LA CIENCIA Llevamos varios años celebrando nuestra Semana de la Ciencia, en la que nos implicamos los departamentos de Física y Química, Biología y Tecnología, con el objetivo de hacer una ciencia más cercana para todo el alumnado del instituto, mostrando su lado más lúdico y divertido. Durante unos días los alumnos y alumnas de 3º ESO y 4º ESO son los protagonistas. Realizan experimentos en el laboratorio y se lo enseñan al resto de sus compañeros; es una experiencia única que supone alejarse de la rutina diaria de clase.
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Durante estos días los alumnos experimentan un cúmulo de sensaciones y experiencias... Pretendemos que en estas jornadas los alumnos aprendan ciencia de una manera atractiva. Los estudiantes se convierten en “pequeños divulgadores científicos” por un día, exponiendo experimentos curiosos y divertidos. Seguiremos apostando por este tipo de experiencias, ya que motiva y despierta el interés en el alumnado por las disciplinas científicas y por el mundo que les rodea.
Probando bebidas con hielo seco
Jugando con fuego
Jugando con fuego
Durante estos días los alumnos experimentan un cúmulo de sensaciones y experiencias...
En esta foto podemos ver a alumnos que acudieron como espectadores en el 2015 y que después han sido los organizadores de las Jornadas del 2017
Diversión, Riesgo, Sorpresa e Ilusión por participar!
Julia Pérez
Dpto. de Física y Química
Jornadas de la Ciencia 2017
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