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Argentina reacciona y ambos países se quedan sin embajadores

‘Impasse diplomático’. Se ha decidido solicitar la salida de ambos embajadores.

Las relaciones bilaterales entre Ecuador y Argentina sufren un traspié tras conocerse que María de los Ángeles Duarte abandonó la Embajada de Argentina en Quito.

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La partida de Duarte hacia Caracas, quien fuera ministra en el mandato del expresidente Rafael Correa, se dio después de que el Gobierno del presidente argentino Alberto Fernández le concedie- ra, en diciembre 2022, el asilo solicitado, pero el de Ecuador, presidido por Guillermo Lasso, le negara el salvoconducto para viajar a Buenos Aires sin ser detenida.

“Consideramos que es lo mejor para Ecuador por su dignidad y por respeto absoluto a la Justicia”. Fueron las palabras del ministro de Relaciones Exteriores de Ecuador, Juan Carlos Holguín, al anunciar la expulsión del embajador de Argentina en Quito, Gabriel Fuks, y al declararlo “persona no grata”.

Holguín argumentó una pérdida de confianza en Fuks, en cuya residencia estaba refugiada Duarte desde hace más de dos años y medio para evitar ir a prisión por una condena por corrupción.

Holguín explicó que el Gobierno ecuatoriano ha otorgado un plazo de tiempo “prudente” para que el embajador argentino abandone el país, ya que considera que “se ha violado la buena fe y la confianza mutua que se busca en la relación entre estados”.

Reacción de Argentina. Tras la decisión de la cancillería ecuatoriana de expulsar al embajador de Argentina, ese país respondió de la misma manera y pidió la salida del embajador ecuatoriano, Xavier Monge, de esa nación del sur del continente. Argentina justifica su actuación en el ‘caso Duarte’ basándose en derechos internacionales. Se espera restablecer pronto una relación sana. METRO/ EFE

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