La publicidad: en la prehistoria del siglo XXI
Ad-Recommenders los nuevos pregoneros Todo tiene un ciclo en la vida y la publicidad tal como la conocemos hasta hoy está terminando el suyo y ya se encuentra en su etapa de obsolescencia. Se está iniciando una nueva era y otra vez estamos en la prehistoria pero de una nueva forma de publicidad. Terminando una etapa y empezando otra. Recordemos un poco. La publicidad comenzó hace miles de años con un papiro egipcio que anunciaba la pérdida de un esclavo en Tebas, hasta el aparador romano, rústicamente enclavado en piedras, donde se colocaban los objetos que había que venderse, y que constituye el más remoto precedente del concepto moderno de escaparate, pasando por la extensa gama de rótulos y muestras que en tiempo de Pericles se realizaban en Atenas a base de cartón piedra y pintura roja sobre las paredes En Babilonia, los vendedores pregonaban sus productos a viva voz, eran pregoneros y heraldos a sueldo, que por las calles y plazas recomendaban adquirir calzados u otros productos. En la Antigua Roma, bajo los pórticos del Argiletus, la calle de los libreros, se colocaban carteles que recomendaban libros que eran escritos en papiros, pergaminos, planchas de cera o anuncios grafiados en papel. Se usaban tableros anunciadores para designar tiendas y almacenes de varios tipos y clases. Las viñaterías se reconocían por el símbolo de la vid, de donde viene el famoso y dudoso: " el buen vino no necesita vid". De todas formas la publicidad más común en las antiguas civilizaciones hebrea, griega y romana fue la publicidad “gritada”. Era una verdadera institución. Pregoneros públicos hacían sus transacciones, proclamando nuevos artículos de venta, igual que las noticias de sucesos corrientes. También existía una costumbre romana de pulir y blanquear un sitio de sus paredes en donde grababan o escribían anuncios. Por otra parte se utilizaban tablillas hechas de terracota para los avisos, los ejecutaban escultores con leyendas y figuras en relieve. Estos se colocaban en las paredes o suspendidos de los frontis de los edificios. Existía toda una simbología de anuncios y carteles escritos para los concursos gladiatorios, exhibiciones atléticas, sitios para rentar, artículos perdidos y hallados, y los méritos de algún candidato a un puesto público. En Pompeya, se encontraron algunos anuncios o letreros que son notablemente parecidos a las columnas de anuncios clasificados de los diarios modernos con temas como los festejos
deportivos y los espectáculos teatrales, pero también algunos distintos, que traducidos del latín original, decían, por ejemplo, lo siguiente: “Se renta. A partir del primer día de Julio próximo. Tiendas con flores encima, bellas habitaciones superiores y una casa en Manzana de Arius Pollio, propiedad de Gnaeus Marius.” “Hagan edil a Publius Furius, se lo pido, es un buen hombre.” “De esta tienda ha desaparecido una cacerola de cobre. Cualquiera que la regrese recibirá 65 sextercios. Si se entrega al ladrón recibirá una recompensa adicional.” Los característicos rótulos y pregoneros que anunciaban los productos y que gritaban también unas especies de jingles para la venta de esclavos, animales y las tradicionales luchas, persistieron durante largo tiempo. La publicidad, ya se había convertido en algo tan esencial, que se continuó de viva voz. ¿Esta historia le suena parecida a algo? ¿No cree usted que es lo mismo que se hace hoy en las redes sociales? Ahora las cibernautas son los pregoneros y recomendadores de publicidad y productos. Como decía anteriormente, la publicidad está volviendo a sus orígenes, de la mano de Internet y las Redes Sociales. Solo que ya no es presencial como antes sino que virtual. Los antiguos pregoneros. ¿Qué hacían? Anunciaban alguna mercancía o servicio a a gritos por la calle: "los niños levantaban la cabeza al oír el pregón del heladero o de la vendedora de frutas.". Eran un anunciante o avisadores oficiales de una noticia o un hecho que se hacía en voz alta por un funcionario del ayuntamiento en un lugar público para que sea conocida por todos: "el alguacil leyó el pregón en la plaza del pueblo”. ¿Para qué? Para Recomendar o anunciar. Aconsejar a alguien sobre lo que puede o lo que debe hacer por su propio bien o en su propio beneficio. Encargar o encomendar a alguien que se ocupe o se haga cargo de una persona o de una cosa: "recomendar un negocio." Eso mismo se hace hoy a través de las redes sociales. Dos palabras que lo definen: pregoneros y recomendación. Para los tiempos que vivimos a las nuevas generaciones digitales yo les llamaré: “ad-recommenders”, es decir, son los “nuevos publicistas”, que comentan y difunden lo mejor del mercado y por otro lado también critican la falta de calidad. La difusión ahora la hacen las personas y no las agencias porque para la gente los mensajes publicitarios ya no son creíbles por tratarse de una comunicación intencionada, al ser pagada. Esta cambio a una nueva etapa trae como consecuencia que en el futuro la publicidad estará basada en la creatividad, porque si el mensaje publicitario es altamente creativo y emocionante las personas lo pregonarán y recomendarán al
igual que los productos, en segundo lugar la psicología publicitaria será clave porque el conocimientos de las personas es fundamental para saber su comportamiento y finalmente la social media, que son las plataformas de comunicación en línea donde el contenido es creado por los propios usuarios mediante el uso de las tecnologías de la web, que facilitan la edición, la publicación y el intercambio de información. La gente, los cibernautas son los nuevos “pregoneros”, los “ad-recommenders” en la nueva era de la publicidad. Tal como en los tiempos antiguos. Volviendo a empezar. Creo yo.
Herman Bustos P. Publicista. Académico. Consultor internacional. contacto@mbn.cl