Fasciculo Hacedores del mundo . Sebastiao Salgado

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TESTIGO DE UNA MIGRA No voy a tomar fotos, voy a construir historias. Me gusta convivir con las emociones. Viajo por el mundo con la cĂĄmara en mano, en bĂşsqueda de lo extraordinario, lo que a simple vista nadie ve.


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MI VIDA ES DE UN NÓMADA


VIAJO TODO EL TIEMPO BUSCANDO LAS SENSACIONES...


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ME HAGO AMIGO DE LA GENTE Introducción de mi viaje, con un conjunto de imagenes pertenecientes al proyecto éxodo. Pág. 2 .......................................................

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LA ODISEA DE MI VIDA Un recorrido desde mi exilio de Brasil, en el año 1969 hasta mis últimos proyectos fotográficos. Pág. 6 .......................................................

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EL VIAJE DE LOS OLVIDADOS Experiencia sobre la migración, unos de los trabajos más dificiles de toda mi carrera, Éxodo. Pág. 8 .......................................................


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MI MIRADA SOBRE EL DESPLAZAMIENTO GLOBAL Imagen tomada en la ciudad de Estambul, una estación de tren, la nueva era, la globalización. Pág. 14 ....................................................

REGISTRO 06

EL ADIOS Reflexión final, luego de haber recorrido tantos lugares, y de haber conocido tanta gente sufriendo. Pág. 22 .........................................................

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LA AVENTURA MÁS DOLOROSA: RUANDA Uno de los lugares más dificiles en los que me tocó estar. Pasaje de ida del genocidio. Pág. 16 ....................................................

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PREMIOS Y RECONOCIMIENTOS

Embajador de Buena Voluntad de UNICEF Premio UNESCO categoría cultural en Brasil

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1969 GOLPE DE ESTADO En el año 1964 la dictadura brasilera destituye al presidente, Joao Goulart. Yo estaba muy comprometido con causas sociales y me uní a la “Acción Popular”. En 1969, tuve que huir de Brasil por pertenecer al Partido “Comunista”. Busque refugio junto a mi mujer en Paris, Francia y comence una nueva vida.

1971 Me traslado a Londres, trabajé como economista para la Organización Internacional del Café. Gracias a este trabajo comienzó a viajar a África, y descubró la fotografía, hoy lo considero un segundo hogar para mi.

Conozco África Descubró la fotografía

Militante Economista Comunista

1974

VIVIR LA ODISEA

Vuelvo a Paris y comienzó mi vida como fotógrafo. Empiezo a trabajar en agencias, entre ellas, la Agencia Sygma, Gamma y Magnum, fue en la última que logro reconocimiento, gracias a conseguir la foto del atentado a Ronald Reagan, esto me ha permitido dedicarme a tématicas sociales y humanas.

Comienza mi vida como fotógrafo

1977

Yo estaba deseando volver a Brasil, Pero no podía. Había perdido mi pasaporte. Empecé a trabajar en los países de sus alrededores,como Ecuador,Bolivia,Perú. Gracias a eso, arranque visitando pueblitos perdidos en las montañas, llegue a otras culturas, conocí otra sociedad desconocida para todos.

Recorrido por Latinoamerica Comienzo de mi primer proyecto

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Miembro honorario de la “Academia Americana de Artes y Ciencias” de Estados Unidos.

Premio ‘Overseas Press Oub of America’.

Miembro honorario de la Academia de las Artes y de las Ciencias de Estados Unidos.

Premio Eugene Smith de Fotografía Humanitaria.

Premio Principe de Asturias de las Artes

Premio World Press Photo.

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1984

2000

OTRAS AMERICAS

ÉXODO

El proyecto sobre los indigenas lo denomine “Otras Américas”, allí plasme mi visión de la vida de los agricultores y la resistencia cultural de los pueblos. Esta obra tuvo tanto éxito que me otorgaron varios premios y es conciderada la obra gráfica de la década de 1980. Fue este trabajo el que se convirtió en mi primer libro.

El trabajo que comence hace 7 años es un tributo a la emigración masiva provocada por la hambruna, los desastres naturales, deterioro medioambiental y la presión demográfica. Las imágenes de personas muriendo de hambre en África. Las violaciones y los salvajes asesinatos en la guerra de la antigua Yugoslavia. El genocidio de Ruanda. Más de un millón de personas muertas a machetazos o a golpes.La vida de despojados, se plasma en “Éxodo”.

Agricultores Indigenas Otros tiempos

1993 TRABAJADORES Publiqué el proyecto “Trabajadores”,es un viaje a diferentes paises en busca de los métodos tradicionales del trabajo y la producción. Sentí que debía hacer un homenaje a las mujeres y hombres de clase trabajadora, ya que ví el fin del trabajo manual ante las máquinas y robots, una nueva era industrial estaba llegando.

Trabajo manual Globalización Máquinas e industrias Teoria marxista

1998

Resaltar la dignidad de cada individuo

INSTITUTO TERRA

Divulgar a los olvidados

Me surgió la fascinación por lo primigenio. La necesidad de escapar de la tiranía mecánica y del desastre humano hacia regiones polares, bosques y sabanas tropicales, desiertos abrasadores, montañas dominadas por glaciares e islas solitarias. Así fundé el Instituto Terra, una organización sin fines de lucro. Es una región que sufrió la deforestación y explotación incontrolada de los recursos naturales. El objetivo es la restauración de los ecosistemas. Este proyecto me ayudó a volver a creer en la salvación de la raza humana.

Denunciar el sufrimiento Inmigrantes

Restauración de ecosistemas La producción de plantones Investigación ambiental

2014 LA SAL DE LA TIERRA Se proyecta una película, sobre mi vida, dirigida por mi hijo Juliano Ribeiro Salgado y el director Wim Wenders. Recibio muchos premios. Los seres humanos somos la sal de la tierra, pero al igual que con la cantidad de sal se añade a los alimentos, las personas pueden mejorar o destruir los lugares que habitan.Es un recorrido por mis trabajos.

Documental sobre la vida Un viaje

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EL VIAJ DE LOS Un retrato de África desde muchas perspectivas

En mi último proyecto he decidido documentar cómo millones de personas en todo el planeta se han visto desplazadas de sus hogares por la pobreza, las guerras y la represión en las últimas décadas.

OLVI-


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por motivos tanto políticos, religiosos, étnicos o económicos, tienen que abandonar con resignación e impotencia su lugar de origen

Paso fronterizo del Congo, me encuentro con un grupo de emigrantes, cargados de bultos, que huyen con amargura.

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Exódos es el nombre de mi exposición,que le propone al espectador una transformación, salir de sí mismo para acceder al encuentro del otro colectivo, es un pasaje por los continentes más afectados Asia, Africa, Latinoamérica,un gesto de movimiento sin rumbo y certeza por la tierra, la emigración masiva. Se trata de un retrato desde muchas perspectivas, una fracción en el que entendemos un poco de la vida de la persona fotografiada. Los ojos lo dicen todo, la expresión de la cara, la denuncia al sufrimiento y la desesperación de la gente en la zonas más vulnerables. Acompañándolos en caravanas, sin asistentes estuve recordando que, también he salido de mi país, cuando en Brasil, había estado muy metido en temas sociales y estábamos en una época de militancia política. Salí de ese seno familiar, para retratar a quienes por motivos políticos, religiosos, étnicos o económicos, tienen que abandonar con resignación o con impotencia su lugar de origen: son los los zapatistas en México, los indios, y vietnamitas, los ruandeses y tantos más, encontrados en el periplo de los cuarenta países recorridos. Cada uno de los sectores de la muestra representa una nacionalidad con su problemática específica. Ese conjunto de fotos conforman un mosaico que se resignifica en la lectura global. Hay un relato común. El viaje, uno de los grandes temas narrativos, es aquí el viaje marginal, de aquellos que huyen y cruzan fronteras como ilegales. Pero, esos “viajeros”, en realidad no narran porque su voz no se deja oír, sin embargo su testimonio no se pierde: yo lo pongo en mis imágenes. Con todas ellas podrían conformarse núcleos semánticos del drama, la injusticia, el horror, desamparo, inhumanidad, miedo que estallan en cada percepción . Si bien hay una puesta en escena del dolor y la tragedia, trate que la estetización que los con-


tiene los haga más dignos y esenciales, estoy demasiado ocupado con los aspectos de composición de los cuadros, con la búsqueda de la “gracia” y la “belleza” en las formas retorcidas de sus súbditos angustiados. Este embellecimiento de la tragedia, refuerzan la pasividad hacia la experiencia que revelan. Para estetizar, la forma más rápida es lograr anestesiar ese sentimiento de los testigo de ello. La belleza es una llamada a la admiración, no a la acción.Utilizar el blanco y el negro es una forma de eliminar distracciones, centrar la atención y concentrarse en lo que se quiere transmitir: la dignidad, la personalidad y la profundidad del paisaje. Un ejemplo de ello es en una foto tomada en 1994 en el campamento de Katale en Zaire, de refugiados ruandeses, estaban cuidando, huyendo, escondiéndose, y enterrando a sus muertos. Las imágenes son representaciones directas y profundamente perturbadoras de sufrimiento y el hambre. La muerte es en si, una presencia constante. Difícil de ver. Una imagen de Sahel me había conmovido hasta las lágrimas cuando vi por primera vez, una mujer y un refugiado en Malí cegado por las tormentas de arena y las infecciones oculares, todavía cuelga en mi escritorio. También me encontre a un niño de ocho a nueve años con su pequeña guitarra en mano, lleva los restos destrozados de una camisa, pero sin pantalones. Miro su determinación, su postura. Él es una persona que sabe a dónde va. Buscando otros grupos de personas, con su perro . Y asi hay muchas historias que contar, en este recorrido que hice. He visto a una mujer sosteniendo a un hombre, versionan una especie de Piedad negra. Las fotos que pertenecen a los indígenas del Amazonas reflejan plásticamente el exotismo de una arcadia selvática, a pesar de la contaminación, la enfermedad y la muerte.

“EN MI BÚSQUEDA POR FOTOGRAFÍAR LA MISERIA, ES PRECISO QUE RESALTE LA DIGNIDAD DE CADA INDIVIDUO.” De todas maneras, la contradicción es recurrente en el espectador, cuya mirada oscila entre la belleza y excelencia visual, y lo peor de la condición humana, desde las multitudes haciendo cola para la distribución del agua, los hacinados en centros o escondites, hasta niños jugando en un montículo de tierra que se formó al excavar letrinas o cadaveres de los asesinados arrojados al río. Frente a las manifestaciones del arte contemporáneo sustentadas en la incertidumbre y el escamoteo del significado nos colocamos en el realismo evidente de nuestro pasado más inmediato y del presente, que produce con eficacia el efecto shock tan buscado por los ismos estéticos. Quiero que mis imágenes constaten una realidad que provoque el debate, pero no deben verse con sentimiento de mala conciencia ni de compasión, sino que la gente que las vea tome conciencia de ello. Las fotos también sirven como reflexión sobre nuestro mundo actual, globalizado y al mismo tiempo tan desequilibrado. No tienen ningún poder para solucionar los problemas, pero si hacen reflexionar sobre nuestra condición humana y nos hacen ser más solidarios, con las personas que aparecen en mis imágenes,o por lo menos con la está al nuestro alrededor.

asesinados arrojados al río.

o cadaveres de los

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Repetidas veces encontré situaciones en las que los niños no tenían razones para sentir esperanza.

la mirada crítica de un niño del campamento de Kamaz llena de dolor

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Una mención especial merecen los retratos de los niños del éxodo. Estos niños que murieron antes del bautismo, se cree que los no bautizados no van a ir al cielo, pero vagarán en el limbo. Están enterrados con sus ojos abiertos, de lo contrario se cree van a pasear por toda la eternidad, también fui a fotografiar sus chozas o los centros de refugiados, a otros chicos, en las poses por ellos elegidas para narrar sus destinos, tambien al convivir con ellos pude ver su situación, como buscan sobrevivir. Repetidas veces encontré situaciones en las que los niños no tenían razones para sentir esperanza. Muchos de ellos no han visto una flor o están en el punto de mira de las guerrillas. Algunas de estas escenas tan tristes que capté fueron tomadas en las grandes ciudades. Y me pregunto después, ¿Cómo es posible que una niña sonriente pueda representar el infortunio más profundo? y no hay respuesta. En este sector las nacionalidades y las etnias se funden en los ojos de esa niñez que mira al espectador desde otra geografía. La silenciosa elocuencia de los retratados es tan intensa en su gestualidad: la mirada crítica de un niño del campamento de Kamaz llena de dolor está expuesta junto a la mirada dulce de un niño de un centro de acogida de huérfanos de las tribus del sur de Bihar. Este grupo de fotos parece representar el reverso de las conocidas campañas publicitarias de la gaseosa que reúne a los niños del mundo para cantar, a fin de año, por un futuro mejor. Esta exposición, es parte de mi vida. Todo lo importante me ha ocurrido mientras hacía estos viajes. ¿Qué he aprendido? He conocido el poder de la dignidad. Es un poder tan fuerte que tengo esperanzas de que acabe con la injusticia, con las guerras, el hambre que sufre toda esta gente. África tiene una población muy trabajadora y, a cambio, no tienen casas, ni educación, ni sanidad. Es hora de que em-

piecen a recibir un poquito de lo mucho que se les ha quitado. Creo que es el momento de devolver algo de lo mucho que sale de allí. El resultado de años de trabajo fotográfico son los testimonios de seres humanos obligados a vivir en situaciones extremas. Gracias a esa experiencia he cambiado mucho. Cuando empecé el proyecto, ya estaba acostumbrado a trabajar en situaciones difíciles. Creía que mis convicciones políticas eran la respuesta a los interrogantes. No estaba preparado para lo que me esperaba. Lo que yo aprendí de la naturaleza humana y el mundo en el que vivimos me hizo dudar profundamente sobre el futuro de la humanidad. Recorrí por un mes el Estrecho para retratar el drama de los inmigrantes ilegales africanos que luchan y mueren por alcanzar las costas de Europa y reconozco que he pasado momentos peligrosos mientras tomaba algunas de estas fotografías para mostrar restos de mortero en el pecho y en un brazo. El peor momento lo sufrí en Angola, durante un ataque de la guerrilla cuando viajaba acompañando a un grupo de soldados portugueses, por suerte salí vivo. La otra situación dura me ocurrió en Brasil. Tenía ante mí a un hombre, al que habían atado con unas cadenas a un muro. Su mirada me impactó tanto que no pude fotografiarle. Puedo hablar con gran entusiasmo de mi oficio y siento que soy un privilegiado. Trabajar como reportero gráfico es un privilegio. Viajar por todo el planeta buscando algo que luego recoges en una fracción de segundo es un lujo. Yo cuento lo que quiero a partir de historias de los demás, pero en esas fotografías está la historia de mi vida. Trato de ser optimista respecto a lo que se puedo hacer con una cámara en la mano y me agrada ver una cierta preocupación universal por el dolor que se vive en África. Insisto en que a base de la dignidad lograrán que se les


reconozca la deuda que Occidente tiene con todos ellos durante siglos de esclavitud y que nunca se ha hecho nada al respecto. He recorrido palmo a palmo las playas de Andalucía y los campamentos de refugiados de Ceuta; he seguido las rutas de viajeros del hambre y la guerra desde el corazón de África; he conocido todo tipo de mafias de la inmigración en Marruecos y fotografiado el drama de las pateras en el Estrecho de Gibraltar, creo que cuando se fotografía la miseria y el sufrimiento es preciso resaltar la dignidad de cada individuo, en las situaciones más delicadas. Paso mucho tiempo en todos los escenarios donde trabajo. Vivo entre la gente. Me hago amigo de todos ellos. Comparto sus vidas tanto como sea posible. Y trato de ser compasivo. Pero a veces la fotografía no es suficiente,creo que nos da ánimo a la lucha para hacer del mundo un lugar mejor.

que cuando se fotografía la miseria y el sufrimiento es preciso resaltar la dignidad de cada individuo, en las situaciones más delicadas.

La estación de trenes de Bombaim,La India. Año 1995,ahi pude observar el verdadero éxodo, la superpoblación , consecuencias de la nueva era global.




L T D R


LA AVENTURA MÁS DOLOROSA RUANDA Quiero hacer público a través de imágenes las masacres, los genocidios, de las que el hombre es culpable en algunos países del mundo, que son tratadas con indiferencia. Estas personas arrancadas de sus hogares son simplemente las victimas más visibles de una convulsión global que estamos ocasionando.

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Los mirones son los políticos que permitieron esas catástrofes y los militares que facilitaron la represión que ocurrió en Ruanda.

Más de 800 000 personas fueron asesinadas y casi cada una de las mujeres que sobrevivieron al genocidio fueron violadas

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Amo Ruanda, he querido fotografiar a todos sus trabajadores y sus plantaciones, así como la belleza de sus parques y las atrocidades que se han perpetrado allí, precisamente porque amo este país. Ese periodo de horror, lo fotografié con todo mi corazón. Pensaba que el mundo debía saberlo. Nadie tiene derecho a protegerse de las tragedias de su tiempo porque somos todos responsables,en cierto modo, de lo que ocurre en el mundo. Esta sociedad de consumo en la que somos participes, la cual debemos admitir que explota y empobrece a muchos habitantes. Es nuestro mundo y debemos asumirlo. No son las fotografías las que crean las catástrofes. Las fotos no son más que los síntomas de la disfunción de este mundo en el que participamos todos. Nosotros estamos ahí para ser su espejo, igual que los periodistas. ¡Y que nadie me hable de voyeurismo! Los mirones son los políticos que permitieron esas catástrofes y los militares que facilitaron la represión que ocurrió en Ruanda. En abril de 1994, el asesinato del general Habyarimana y el avance del Frente Patriótico Ruandés desencadena una masacre contra los tutsis obligandolos al desplazamiento masivo de personas hacia campos de refugiados situados en la frontera de países vecinos, como el Zaire. En 1995 tropas zaireñas intentan expulsarlos a Ruanda. Catorce mil personas son devueltas al pais, mientras que otras 150 000 se refugian en las montañas. Más de 800 000 personas fueron asesinadas y casi cada una de las mujeres que sobrevivieron al genocidio fueron violadas, además muchos de los 5.000 niños nacidos fruto de esas violaciones fueron asesinados. Considerando todos los datos y testimonios que se poseen acerca del genocidio, hay que aclarar que éste no fue exactamente un genocidio de hutus por un lado contra tutsis, sino

que una falange radical y mayoritaría de los hutus fue la que preparó el aniquilamiento masivo tanto de tutsis como también de hutus moderados u opositores del régimen del Habyarimana y cercanos al Frente Patriótico Ruandés (FPR). Por lo tanto, el genocidio no fue de carácter étnico sino también político. Por otro lado se puede destacar que también hubo entre las víctimas miles de ciudadanos hutus muertos a manos del FPR. En cien días, hasta un millón de ruandeses fueron brutalmente asesinados después de que hutus buscó eliminar sus parientes, los tutsis. Yo estaba allí, reuniendo material para mi proyecto Migraciones, pero en lugar de mudarme a Ruanda, donde las personas estaban siendo asesinadas a machetazos en las iglesias, me trasladé “hacia la vida” y la lucha de los refugiados por la supervivencia. Fue el fracaso de muchos por sobrevivir. TESTIMONIO DEL HORROR Immaculée Ilibagiza tiene 42 años. Esta bella ruandesa de la etnia tutsi sobrevivió a un infierno y desde la pérdida más dolorosa, la de su familia, levanta por el mundo su mensaje de perdón, de concordia, de reconciliación. Ella me contó cómo pasó 91 días encerrada en un baño de poco más de un metro por uno y medio junto a otras siete mujeres para escapar de la demencia homicida de los hutus, una etnia rival, quienes llevaron a cabo uno de los genocidios más pavorosos del siglo XX. Otra historia que me encontre es la de Dafroza Gauthier, fundadora de una asociación nacida en 2001 para desenmascarar y llevar ante la justicia a los genocidas hutus que disfrutan de un exilio tranquilo en Francia.Ella me contó la última vez que vio a su madre, en febrero de 1994, muchas mujeres tutsis vestían siempre con pantalones porque pensaban que eso las


libraba de ser violadas. En la pequeña y montañosa Ruanda, tutsis y hutus vivían juntos en los mismos barrios, se casaban entre ellos, usaban el mismo idioma y tenían las mismas costumbres y creencias religiosas. Perdió a buena parte de su familia a balazos y machetazos. Asegura que todavía no puede borrar esas imagenes de su cabeza.

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Los seres humanos somos un terrible animal; estamos extremadamente violento. Nuestra historia es una historia de guerra; es una historia sin fin. Debemos ver estas fotos para ver lo terrible que es nuestra especie. Son ellos los responsables, así como el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que, con todos sus incumplimientos, no impidió que cometieran millones de asesinatos. Todos los seres humanos que parten de su país para ir a vivir a otro lo hacen por alguna buena causa, ya sea economía o solamente la búsqueda de mejores condiciones de vida... Todo el mundo quería ser rico, somos afectados por esa creciente brecha con pobres, por la mecanización de la agricultura, la destrucción del medio ambiente, las guerras, intolerancia y la represión, un problema de la distribución no simplemente un desastre natural. Durante 17 años, los refugiados no tuvieron más opción que vivir en campamentos inmensos y sobrepoblados. De los 55.000, muchos han vivido aquí desde que nacieron y no conocen una vida diferente, para algunos, la idea de un mundo fuera les resulta extraña y como de otro planeta. La gran mayoría huyó de la República Democrática del Congo cuando el país se desintegró en el conflicto . Muchos comparten el mismo deseo profundo de regresar a su país, a los valles de Kivu, pero tristemente saben que el interminable conflicto que asola sus antiguas aldeas lo hace altamente improbable.

“LO QUE APRENDÍ DE LA NATURALEZA HUMANA Y DEL MUNDO EN EL QUE VIVIMOS ME HIZO DUDAR SOBRE EL FUTURO DE LA HUMANIDAD”

no conocen una vida diferente, para algunos, la idea de un mundo fuera les resulta extraña y como de otro planeta.

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CONVIVO CON LA GENTE VIVO SU DOLOR....

Un niño de ocho a nueve años con su pequeña guitarra en mano, lleva los restos destrozados de una camisa, pero sin pantalones. Mira su determinación, su postura. Él es una persona que sabe a dónde va. Buscando otros grupos de personas, con su perro .

En el campamento de Katale en Zaire, vi muchos refugiados ruandeses, que estaban cuidando, huyendo, escondiéndose, y enterrando a sus muertos.

Mientras tanto, se encuentran viviendo como prisioneros, encerrados y en suspenso, en un limbo eterno con apenas espacio para construir un futuro mejor. El JRS ha estado trabajando en dos campamentos en Ruanda desde 1996, Kiziba en el este y Gihembe en el norte, ofreciendo una serie de servicios educativos en primaria y secundaria. También se ayuda a los que están en condiciones de más vulnerabilidad: los ancianos, discapacitados, huérfanos, las viudas y los padres o madres solos. Pocas posibilidades. Pero ¿qué futuro es posible? Hay tres ‘soluciones duraderas’: una es la repatriación voluntaria al país de origen, la integración en el propio país y el reasentamiento en un tercer país cercano. Aunque muchos de los refugiados quieren regresar a casa, una tierra rica en los recursos, donde ganarse la vida no sería difícil, saben que es una posibilidad remota. En el este de la RDC, en particular en Kivu Norte y Sur, la inestabilidad y la inseguridad reinan como consecuencia de los numerosos grupos armados y rebeldes. Los refugiados lo saben y ya se resignan a esperar tiempos mejores. Pocas son las esperanzas de integrarse en la sociedad ruandes, ya que eso es algo que no va a hacerse realidad. Este pequeño país sin mar es uno de los más densamente poblados del mundo, y es desesperadamente difícil que un refugiado encuentre trabajo o un pedazo de tierra para llegar a cultivar. El establecerse en un tercer país, como Estados Unidos o Canadá, es un maravilloso sueño para muchos refugiados. Mientras tanto, seguirán en los campamentos, donde dependerán de las agencias humanitarias y de sus servicios, con pocas esperanzas de un empleo en la economía, hasta el día en que alguien tome la decisión de poner un fin a esta situación tan dramática.

Europa olvida que esta migración no es más que la respuesta de un continente empobrecido que fue víctima del sistema colonial que se repartió África como si fuera un trofeo. El nuevo rostro urbano nos refleja la superpoblación de las ciudades asiáticas y las precarias condiciones en las que se hacinan millones de personas desde Bombay a Estambul pasando por Yakarta, o Shanghai. Mi objetivo es hacer público a través de estas imágenes las masacres, genocidios, que el hombre es culpable en algunos países del mundo, que son tratadas por este último con una indiferencia en cuanto a ser relegado a la periferia de las noticias. Sólo testimonio directo puede sacar a la luz lo que está enterrado bajo capas y capas de ignorancia, y Ruanda, es un claro ejemplo. Las siguientes poblaciones en éxodo a otras regiones y asistencias en la represión de miles de hombres, mujeres, niños y ancianos, abandonados por el borde de la carretera, que eran viejos cadáveres de una trayectoria a lo largo de kilómetros. Hay que denunciar la dictadura financiera que controla el planeta y la única manera de combatir estos efectos es la intervención directa. También hay que volver a introducir la política en el barrio, en la escuela, en todos los ámbitos cercanos. Tenemos que discutir en qué mundo queremos vivir. En los últimos 20 años hay muchas cosas que han cambiado y merece la pena recordar que lo que llamamos globalización es un sistema inventado en un momento determinado que está provocando un cambio de valores en el que sólo cuentan los productos de las sociedades que están desarrolladas. La mayor parte de esta obra está comprometida con ilustrar el impacto producido por la globalización en seres humanos y el planeta. Mi experiencia como economista me dio la brújula que permite ubicar los lugares donde

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El establecerse en un tercer país, como Estados Unidos o Canadá, es un maravilloso sueño para muchos refugiados.

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Fui a fotografiar sus chozas o los centros de refugiados, a los chicos, en las poses por ellos elegidas para narrar sus destinos, tambien al convivir con ellos pude ver su situación, como tratan de sobrevivir.

He visto a una mujer preparando a su hijo, para ser enterrado, con tanto amor y dedicación.

Una imagen de Sahel me había conmovido hasta las lágrimas cuando vi por primera vez, un niño arrastrarse por comida.

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suceden los cambios más dramáticos en las diferentes sociedades del mundo, y también fue el puente que me conectó con la fotografía que gravita alrededor de los temas humanísticos, pero lo que ví en Ruanda me cambió. Sufrí una gran decepción con mi especie. Mi salud no estaba bien, casi había entrado en una depresión . Los seres humanos somos una especie depredadora, durísima con nosotros mismos, la única capaz de crear una industria para matarnos unos a los otros, para entrenar gente para reprimir y asesinar. Por primera vez, tuve que interrumpir mi trabajo como fotógrafo durante un par de años. Fue Lélia, mi esposa la que me ayudó. El proyecto, que continúo hasta hoy, en cierta forma salvó mi vida, y me regresó a mi pasión como fotógrafo. A finales de los años noventa, y por iniciativa de ella, decidí reforestar la región inmensa alrededor de la finca de la familia, que desde hace décadas estaba completamente marchita a causa de la tala de árboles. El Instituto Terra, así se llamo el proyecto donde he plantado hasta hoy dos millones y medio de árboles nativos, es una reinvidicación al pensar que todo daño que se cree que no tiene solución, se puede revertir.El mundo es un lugar cínico, pero sigue habiendo espacio para la esperanza y eso quiero transmitir.

Los seres humanos somos una especie depredadora, durísima con nosotros mismos, la única capaz de crear una industria para matarnos unos a los otros, para entrenar gente para reprimir y asesinar.


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“A través de mi fotografía, he sido visto todo tipo de degradación humana, pero también he vivido momentos muy felices”.

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TI GO NA RA

Ese período, lo fotografíe con mi corazón. Fui testigo de los hechos más espantosos que pueden ocurrirle al hombre. Nadie tiene derecho a protegerse de las tragedias porque todos somos en un punto,responsables.

TP: Hacedores de Mundo Alumna: Barbeito Marlene Comisión: Fernando y Emilia Año:2015


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