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Artistas An Nimos

En los últimos años, hemos presenciado en el campo artístico un proceso de transformaciones que contempla la reformulación de los oficios y roles profesionales. En esa reformulación, la figura del curador aparece en un lugar destacado, ocupando nuevas filas y desplazándose a través de diferentes expresiones artísticas.

Esta nueva figura dentro del ámbito artístico representa un puente entre los diversos públicos y grupos especializados en obras de arte, objetos estéticos y bienes de interés cultural o científico.

De allí que el curador sea una figura importante dentro de las galerías y museos, no solo por su labor de investigación con artistas e instituciones, sino también por la programación cultural que realiza y la coordinación que eso implica. Usualmente se confunde al curador con el restaurador de obras de arte, sin embargo, el restaurador viene a ser quien se encarga de garantizar que las obras de arte y objetos de interés histórico se mantengan en las mejores condiciones posibles, ya que el tiempo los envejece, y en este caso, el restaurador lejos de buscar rejuvenecer las obras lo que busca es recuperarlas. Hay quienes creen que restaurar es pintar como lo hizo el pintor, con la misma técnica y el mismo material, pero restaurar una obra es otra cosa. En la restauración se intenta salvar todo lo salvable, se respeta el tiempo en que fue pintada la obra porque eso le da historicidad, y cuando se le aplica una limpieza se realiza cambiándole el barniz con el propósito de recuperar los colores, pero no los originales, sino los que se fueron transformando con el tiempo. En otras palabras, el restaurador es quien devuelve una pieza de arte a su estado original.

En cambio, en el caso de la curaduría tiene más que ver con el oficio y con el trabajo cotidiano con obras de arte y objetos que interesa fomentar a que sean vistas.

¿Pero entonces, en qué consiste el trabajo de un curador?

Antiguamente un curador era el que cuidaba una colección, el que estaba a cargo de la colección de un museo, o de una colección privada. Y es que efectivamente la palabra curador viene de ¨cuidar¨ una colección. Hoy por hoy el curador es quien, dentro de una institución y fuera de ella, de alguna manera piensa, conceptualiza y organiza una exposición. Este profesional del arte concibe un discurso conceptual que, partiendo de las obras de arte de una colección, sean de un mismo artista o de artistas distintos, genera una reflexión a los visitantes.

Para el curador, su trabajo implica la construcción de trayectorias que crean la identidad no solo de exposiciones, sino también de festivales, ferias, publicaciones, eventos musicales, producciones audiovisuales, entre otros. En el caso de los museos y galerías, el curador es también quien escribe los textos de sala y los catálogos basándose en la documentación, investigación e interpretación de la colección a presentar, pues la investigación y la experimentación sobre nuevas técnicas también forman parte de su labor. Como podemos apreciar, la curaduría de arte es un trabajo silencioso y minucioso, que en general se hace en equipo, y que a veces demanda meses. También es un oficio anónimo, porque su arte consiste en no dejar huellas.

¿Cuál es la formación de un curador de arte?

Por lo general, los curadores de arte son estudiosos de la historia del arte y de la estética. También pueden tener conocimientos de fi - losofía y literatura, lo cual les permite crear marcos conceptuales para que las obras dialoguen, se conecten o se presenten bajo una temática o narrativa específica. Hay muchas personas hoy en día que ejercen la curaduría, algunos provienen de muy distintas formaciones. En ocasiones, se pueden ver algunos comunicólogos y arquitectos que desarrollan una gran sensibilidad y gusto hacia las artes, e incluso, hasta puedes ver artistas mismos que se dedican después más a la gestión curatorial que a la producción de obras. Sin embargo, en todos los casos, siempre habrá un conocimiento muy amplio de su campo de especialidad.

La actividad de los profesionales de las artes se desarrolla en un espacio interdisciplinario, que combina y experimenta con múltiples lenguajes y dispositivos

Disciplinas que se combinan

Ya hemos hablado de las labores fundamentales del curador, en cuanto a mantenerse al día en el campo del conocimiento en el que se basa un museo, identificar los materiales del museo y documentar su historia a través de investigaciones y desarrollar y organizar exposiciones. Es en esta última donde la labor del curador combinada junto al museógrafo genera un concepto visual, que permite que las obras y los textos que las acompañan se presenten de manera óptima para su acertada interpretación. En este caso, el curador es quien decide qué obras de la colección se van a exponer, pues en aquellos casos particulares de colecciones históricas o artistas de alto nivel, allí el curador es el experto. A su vez, el museógrafo es quien distribuye esas obras en el espacio, pues la creación de dispositivos museográficos como bases, vitrinas y nichos, entre otros, pueden hacer que una obra cobre mayor fuerza y significado. Los colores de las paredes, los rótulos y todos aquellos elementos que en una exposición acompañan a una obra dependen del acuerdo feliz entre la museografía y la curaduría.

Si eres un visitante casual de los museos o tal vez un amante de las galerías de arte, cada vez que una exhibición de Obras esté frente a ti, mostrándose en una selección de imágenes montadas de diferentes formas y expuestas en uno o en distintos espacios, observa si es casual esa disposición o si hay una intencionalidad en esa puesta en escena, pues es allí donde encontrarás plasmado el invisible trabajo del curador, que no es más que el resultado de comb inar su creatividad y conocimiento en la producción de su propia obra… h

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