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CUIDA TUS PENSAMIENTOS

Eres lo que piensas, es lo que resume este texto en Proverbios 3:7 “Porque tal como piensa en su corazón así es él, te dirá come y bebe, pero su corazón no estará contigo”. Mientras que por allí escuchamos que eres lo que tienes, que es un concepto equivocado, o eres lo que haces, porque es un pequeño reflejo de aquello que realmente eres, tú eres lo que piensas. Por lo que nadie puede decir quien realmente eres, solo tú te conoces y solo Dios sabe quien realmente eres tú. Porque es tu pensamiento lo que define quién eres, Si las personas vieran todo lo que piensas, ¿seguirían teniendo el mismo concepto de ti? Sabes que la Biblia hace un énfasis muy especial a cuidar nuestra mente, tanto así que lo llama corazón, el centro de todo. Y el pensamiento es la doble función de la mente, cuando nosotros hablamos de cuidar la mente. Vamos a cuidar del contenido que ella tiene. Hay diversas maneras de pensar y eso determinará cómo va a estar la mente. Por ejemplo, tenemos una mente sana o una mente enferma, una mente disciplinada o una mente desordenada, una mente positiva o una mente negativa. ¿De qué dependen? Del contenido; ¿qué pensamientos son aquellos que tú estás abrigando allí? ¿Sabes que habituarse a pensar es disciplina? Tener el hábito de pensar cosas constructivas va a llevarnos sin duda a tener un bienestar completo. Los pensamientos que tienes determinan todo. Hay una historia que al leerla me impresionó mucho y me gustaría compartirla contigo:

La gran muralla china es una de las obras más extraordinarias realizadas por el ser humano, se dice que para poder construirla tuvieron que pedir por lo menos a un millón de trabajadores para poder realizar ese trabajo. Te sorprendería saber que esta es la obra humana que duró mil seiscientos años en ser construida. Desde 215 AC hasta el siglo 14 DC. Tiene 2,400 kilómetros de extensión y tiene siete metros de ancho y 10 de altura.

Esta muralla atraviesa valles y montañas y se dice que es la única obra humana que puede verse desde la luna. Uno se pregunta: tantos años, tantos trabajadores, ¿para qué? ¿Cuál era la utilidad? Y allí está el problema, esta muralla a pesar de todo el esfuerzo y tiempo que llevó construirla nunca fue tan útil como se esperaba. ¿Por qué razón? Porque el propósito al construirla fue para proteger la invasión de los ejércitos enemigos, pero jamás cumplió ese propósito porque los invasores siempre encuentran algún traidor que les abriera las puertas de la muralla y así ellos conseguían entrar. O sea, tremendo esfuerzo para nada.

Estaba bien la intención, las bases y el trabajo, el problema está en quien cuidaba la muralla, siempre había alguien que traicionaba y por allí pasaba el enemigo. ¡Pensemos que no existe mayor obra de arte en el mundo que pueda compararse con la obra que Dios hizo con nuestra mente! No existe una máquina creada por el ser humano que pueda hacer lo que la mente es capaz de hacer y realizar. O sea, nosotros tenemos la mayor obra que Dios ha hecho en la vida, y nosotros también tenemos libres las murallas. Por ejemplo, levantamos la muralla de cultura para poder protegernos de la ignorancia, muralla de la economía para defendernos de la pobreza, la muralla de la fe para defendernos de la incredulidad. El problema no es el levantar la muralla, sino cuales son los pensamientos traicioneros en tu mente que abren la puerta para que aquella mente que debe estar bien cuidada de alguna manera se desvíe. De allí vienen las motivaciones y las actitudes traicioneras que perjudican nuestra mente. ¿De dónde viene el peligro?

Los traidores no son externos, sino que estaban dentro de la muralla. Y lo mismo ocurre con nosotros, nuestro mayor problema no está afuera sino adentro; ¿qué cosa es lo que va carcomiendo nuestro pensamiento? Un mal pensamiento, una mala actitud, un vicio destructivo hace que toda nuestra gran muralla mental pueda derrumbarse, algo pequeño, una pequeña puerta abierta a algo negativo hace que todo se pueda derribar. Estos pensamientos o actitudes negativas alojados en nuestro cerebro funcionan como un tumor que cada vez gana más espacio y va quitando aquello que debe estar allí.

La pregunta es cómo tú estás cuidando aquello que entra y sale de tu mente, a quién has colocado en tu mente para poder protegerla, por lo que la Biblia se presenta como aquella luz, aquel baluarte, aquella torre firme para poder proteger nuestra mente. Cuida tu mente, cuida tu corazón; aquel que aprendió a cultivar pensamientos limpios y positivos va a ser una persona feliz, porque la felicidad no depende de lo que está afuera, si no de aquello que cultivas por dentro. La pregunta es: ¿en qué momento nos desenfocamos y derribamos la muralla y dejamos que un traidor abra la puerta para un mal pensamiento distorsionado? Todo lo bueno que tú quieres alcanzar y realizar en la vida tiene que comenzar en la mente. Si nosotros nos acostumbramos a pensar en la dirección correcta recién vamos a disfrutar del bien estar completo. Todo aquello que alojas o desalojar de tu mente es aquello que te lleva al éxito o al fracaso. Así como nosotros nos esforzamos para poder alcanzar planes, sueños, metas, objetivos y todo lo que queremos en la vida, demandan esfuerzo. Nadie dice que soy profesional de un día para otro, para llegar allí has tenido que pasar desveladas, sacrificios y tiempo. A veces se torna difícil el camino, sin embargo, hay satisfacción al final.

Pero, así como las cosas buenas de la vida demandan esfuerzo, también demanda de esfuerzo nuestra mente para ser educada, disciplinada y que podamos pensar, decidir y actuar inteligentemente.

¿Entonces de qué se llena mi mente? De aquello que veo, escucho y hago, mis sentidos alimentan mi mente, generan pensamientos y pensamientos generan sentimientos. Cuanto más positivos sean nuestros pensamientos, mejor preparados estaremos para enfrentar cualquier cosa de la vida. Así como una gota de lluvia prepara el camino para el humedecimiento de la tierra, un buen pensamiento prepara el camino para el éxito. Esto es el resumen de todo, qué cosas abrigas en tu mente.

Para poder ayudar a tu mente a abrigar pensamientos puros y correctos están en la Biblia. En Filipenses 4:8 “Todo lo que es verdadero, todo lo honorable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre, si hay virtud alguna, si hay algo que merece alabanza, en esto pensad”. Pidamos a Dios, que solo él puede llenar de su fragancia nuestras vidas, de su gracia y de su misericordia para tener una visión diferente, pensamientos constructivos y positivos y es así cómo podremos tener una vida mejor en todos los sentidos.

Que Dios te bendiga en gran manera.

Pastor Joel Flores

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